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En movimiento. [TRAMA]
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Re: En movimiento. [TRAMA]
[OFF: como dentro de unos dia voy a estar poco por aqui,posteo ya y vamos tirando. PD: que algun admin borre el off de antes.Gracias]
Brillante luz irradiaba el campo de batalla en el que se había tornado aquella ubicación, mientras una brisa recorría cada rincón del ruidoso lugar. Desde las alturas de aquel pilar, Reiko contemplaba por el momento lo que allí abajo acontecía. La lobuna arrancar era atada y sus ropas eran poco a poco consumidas por las llamas de aquel hadou, descubriendo sus femeninas curvas. El jefe perecía estar entablando una enrevesada conversación con el presunto teniente de aquel capitán.
Todos hechos casi irrelevantes. Si, es cierto que debería mostrar un poco más de seriedad, pero no veía necesaria su intervención ante dicha escena.Así que allí estaba, de pie sobre aquel pilar con las manos en los bolsillos mientras bostezaba discretamente. Aquello parecía irremediablemente aburrido, pero algo llamó la atención del sagaz observador.
El mismo shinigami que había aparecido en escena hacía poco,el mismo que había quemado las falsas indumentarias de Okami-sama, parecía haber puesto el ojo en el jefe y se dirigía hacia él a gran velocidad, no se esperaba menos de un shumpo por otra parte. Aquello no le parecía bien.Todos esos shinigamis tan bien trajeados, apareciendo como moscas atraidas por un gran excremento,¿ y ninguno había reparado en su presencia?... aquello rozaba lo indignante, es más ,era indignante. Así que ni se lo pensó.
Sin cambiar de pose en absoluto, y haciendo uso de su poder hollow de teleporte, se desplazó a un lugar entre Kenzo-sama y el shinigami que se dirigía hacia él. Debido a la situación, el shinigami no podría diferenciar si el movimiento había sido debido a un sonido o era algo diferente.
Así que sin moverse de su posición,desde la cual cortaba el camino de aquel shinigami de cabellos blancos, esperó la reacción del agresor.
Brillante luz irradiaba el campo de batalla en el que se había tornado aquella ubicación, mientras una brisa recorría cada rincón del ruidoso lugar. Desde las alturas de aquel pilar, Reiko contemplaba por el momento lo que allí abajo acontecía. La lobuna arrancar era atada y sus ropas eran poco a poco consumidas por las llamas de aquel hadou, descubriendo sus femeninas curvas. El jefe perecía estar entablando una enrevesada conversación con el presunto teniente de aquel capitán.
Todos hechos casi irrelevantes. Si, es cierto que debería mostrar un poco más de seriedad, pero no veía necesaria su intervención ante dicha escena.Así que allí estaba, de pie sobre aquel pilar con las manos en los bolsillos mientras bostezaba discretamente. Aquello parecía irremediablemente aburrido, pero algo llamó la atención del sagaz observador.
El mismo shinigami que había aparecido en escena hacía poco,el mismo que había quemado las falsas indumentarias de Okami-sama, parecía haber puesto el ojo en el jefe y se dirigía hacia él a gran velocidad, no se esperaba menos de un shumpo por otra parte. Aquello no le parecía bien.Todos esos shinigamis tan bien trajeados, apareciendo como moscas atraidas por un gran excremento,¿ y ninguno había reparado en su presencia?... aquello rozaba lo indignante, es más ,era indignante. Así que ni se lo pensó.
Sin cambiar de pose en absoluto, y haciendo uso de su poder hollow de teleporte, se desplazó a un lugar entre Kenzo-sama y el shinigami que se dirigía hacia él. Debido a la situación, el shinigami no podría diferenciar si el movimiento había sido debido a un sonido o era algo diferente.
Así que sin moverse de su posición,desde la cual cortaba el camino de aquel shinigami de cabellos blancos, esperó la reacción del agresor.
Akagami Reiko- Desaparecido
- Post : 145
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
- ¿Alguna vez has oido eso de “Si te masturbas te quedarás ciego”?, créeme, es cierto, lo se de buena mano – Continuó su banal conversación de estúpidos mientras se señalaba los ojos.
Habia estado pendiente de la actividad que le rodeaba, no alcanzaba a comprender lo que habia sucedido entre su capitán y el teniente recién llegado aunque tampoco le dio mucha importancia puesto que en aquel momento existían asuntos más urgentes de los que preocuparse, habían llegado refuerzos en ambos bandos pero esa información no era de conocimiento popular, puesto que el arrancar que había aparecido unos momentos antes no actuaba.
Mientras comenzaba otra frase con el mismo sentido que la anterior detectó la ausencia provocada al usar el arrancar sus poderes de teletransportación, cosa que hizo que interrumpiese su hilo y girase la cabeza en todos lados en gestos inútiles.
Unos segundos más tarde de aparecer el arrancar en su nueva localización Katsu se volvió a dar cuenta de su posición y al estar tan cerca y en la trayectoria de sus refuerzos decidió tomar partido en el asunto, cosa que le tomó unos segundos más debido a la sorpresa del movimiento enemigo.
<<Usagi, atacale desde abajo>>
Acto seguido la hoja de la zanpakutoh que había mantenido desellada en la conversación con Kenzo por precaución salía en estos momentos a los pies del nuevo visitante al cual forzaría a apartarse si no quería sufrir daños. A Katsu no le gustaban las entradas sorpresas...
Habia estado pendiente de la actividad que le rodeaba, no alcanzaba a comprender lo que habia sucedido entre su capitán y el teniente recién llegado aunque tampoco le dio mucha importancia puesto que en aquel momento existían asuntos más urgentes de los que preocuparse, habían llegado refuerzos en ambos bandos pero esa información no era de conocimiento popular, puesto que el arrancar que había aparecido unos momentos antes no actuaba.
Mientras comenzaba otra frase con el mismo sentido que la anterior detectó la ausencia provocada al usar el arrancar sus poderes de teletransportación, cosa que hizo que interrumpiese su hilo y girase la cabeza en todos lados en gestos inútiles.
Unos segundos más tarde de aparecer el arrancar en su nueva localización Katsu se volvió a dar cuenta de su posición y al estar tan cerca y en la trayectoria de sus refuerzos decidió tomar partido en el asunto, cosa que le tomó unos segundos más debido a la sorpresa del movimiento enemigo.
<<Usagi, atacale desde abajo>>
Acto seguido la hoja de la zanpakutoh que había mantenido desellada en la conversación con Kenzo por precaución salía en estos momentos a los pies del nuevo visitante al cual forzaría a apartarse si no quería sufrir daños. A Katsu no le gustaban las entradas sorpresas...
Ryuga Katsu- Post : 58
Edad : 33
Re: En movimiento. [TRAMA]
Parece que Kato le había tocado lidiar con el graciosillo de la clase. El teniente seguía acercándose más y más a su posible objetivo, aunque por cada paso que daba sus pesquisas se confirmaban más y más. Estaba tan absorto en alcanzar a aquel arrancar que se las daba de chistoso que incluso ignoraba que hacía tiempo que un hollow más los observaba sobre sus cabezas. En un ambiente tan fuertemente cargado de reiatsu, tampoco era tan raro que Kato, centrado alcanzar a aquel pálido arrancar, no se percatase de la energía espiritual de Reiko.
Sin embargo, aquella espesa nube de energía experimentó un descenso leve y momentáneo en su nivel, como el hueco que deja en aquella maraña de energía espiritual un ser que perece, que se desvanece. Instintivamente, Kato giró la cabeza hacia aquel vacío temporal de reiatsu, el mismo espacio que segundos atrás ocupaba el arrancar teletransportado. Aquel gesto algo descuidado le podía poner en graves problemas, pues, cuando su cabeza miraba a otro lado, aquel arrancar se manifestó frente a él, a unos escasos y peligrosos metros.
Con un nuevo movimiento balístico de su cuelo focalizó al nuevo invitado de la fiesta. Sus piernas vacilaron e hicieron un amago de detener la marcha del shinigami, sin embargo un gesto de su compañero improvisado volvió a cambiar las tornas. En cuanto vio aparecer el filo de la espada bajo los pies de Reiko, Kato identificó aquella habilidad de Katsu. Había oído hablar y era digna de un buen estudio, pero no había tiempo de admirarla en demasía, por lo que un movimiento casi instantáneo se dibujó en su mente. Sabía que Reiko debía esquivar aquel ataque, y, en principio, podía optar por una evasiva horizontal o vertical. Kato quiso acortar sus posibilidades y, de paso, propiciarle una vía de escape, de tal manera que pudiera continuar su camino hacia Kenzo. Extendió su mano, con los dedos separados, y rápidamente pronunció:
— Hadō 4. Byakurai.
Cinco finos rayos, aunque no por ello menos letales, se formaron desde cada uno de sus dedos, todos paralelos al suelo y apuntando justo a la cabeza de aquel arrancar recién llegado a la escena. Como ya hemos descrito, no intentaba herirle, al menos no era ése su propósito inicial, pero le permitiría facilitar su siguiente movimiento. Aprovechando la inercia de su veloz avance, Kato pisó con fiereza el suelo, rompiendo levemente la superficie a la vez que ascendía a toda velocidad, dejando a Reiko bajo él. Tras una media pirueta, cuando recuperó la verticalidad aun en el aire, se valió de un shumpo para alejarse de aquel arrancar, del que esperaba que Katsu se encargara.
Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su cara una vez sus pies tocaron suelo firme de nuevo, y continuaron el acercamiento hacia Kenzo. Tras unos pocos metros a pie, aunque a toda velocidad. Kato realizó un último shumpo que lo dejase a escasos dos metros de Kenzo, aprovechando que aun continuaba infravalorándolo, o que quizá su ego era incomensurable, pues sus manos seguían en sus bolsillos. A esa corta distancia podría reaccionar con su formidable hakuda para evitar que desenvaine su zanpakutō, o al menos un ataque inesperado, a la par de permitirle tener aquella charla que tanto anhelaba. Su principal comanda era intentar arrojar algo de luz sobre aquel asesinato y si algún arrancar allí podía hacerlo, sin duda, era al que tenía cara a cara.
— Tengo algunas preguntas que hacerte, ¿serás bueno? — preguntó, a sabiendas de que sin duda intentaría hacerse el gracioso.
Era lo único de él que había escuchado: burlas y chistes. Sin embargo no perdía nada por intentarlo, más bien ganaba. Ganaba tiempo, lo que podría redundar en más ayuda ahí abajo. Con un poco de suerte Kenzo se percataría de que Kato había bajado desarmado y dejaría la hostilidad para más tarde, quien sabe.
__________________________________
OFF: El orden queda así...
Sin embargo, aquella espesa nube de energía experimentó un descenso leve y momentáneo en su nivel, como el hueco que deja en aquella maraña de energía espiritual un ser que perece, que se desvanece. Instintivamente, Kato giró la cabeza hacia aquel vacío temporal de reiatsu, el mismo espacio que segundos atrás ocupaba el arrancar teletransportado. Aquel gesto algo descuidado le podía poner en graves problemas, pues, cuando su cabeza miraba a otro lado, aquel arrancar se manifestó frente a él, a unos escasos y peligrosos metros.
Con un nuevo movimiento balístico de su cuelo focalizó al nuevo invitado de la fiesta. Sus piernas vacilaron e hicieron un amago de detener la marcha del shinigami, sin embargo un gesto de su compañero improvisado volvió a cambiar las tornas. En cuanto vio aparecer el filo de la espada bajo los pies de Reiko, Kato identificó aquella habilidad de Katsu. Había oído hablar y era digna de un buen estudio, pero no había tiempo de admirarla en demasía, por lo que un movimiento casi instantáneo se dibujó en su mente. Sabía que Reiko debía esquivar aquel ataque, y, en principio, podía optar por una evasiva horizontal o vertical. Kato quiso acortar sus posibilidades y, de paso, propiciarle una vía de escape, de tal manera que pudiera continuar su camino hacia Kenzo. Extendió su mano, con los dedos separados, y rápidamente pronunció:
— Hadō 4. Byakurai.
Cinco finos rayos, aunque no por ello menos letales, se formaron desde cada uno de sus dedos, todos paralelos al suelo y apuntando justo a la cabeza de aquel arrancar recién llegado a la escena. Como ya hemos descrito, no intentaba herirle, al menos no era ése su propósito inicial, pero le permitiría facilitar su siguiente movimiento. Aprovechando la inercia de su veloz avance, Kato pisó con fiereza el suelo, rompiendo levemente la superficie a la vez que ascendía a toda velocidad, dejando a Reiko bajo él. Tras una media pirueta, cuando recuperó la verticalidad aun en el aire, se valió de un shumpo para alejarse de aquel arrancar, del que esperaba que Katsu se encargara.
Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su cara una vez sus pies tocaron suelo firme de nuevo, y continuaron el acercamiento hacia Kenzo. Tras unos pocos metros a pie, aunque a toda velocidad. Kato realizó un último shumpo que lo dejase a escasos dos metros de Kenzo, aprovechando que aun continuaba infravalorándolo, o que quizá su ego era incomensurable, pues sus manos seguían en sus bolsillos. A esa corta distancia podría reaccionar con su formidable hakuda para evitar que desenvaine su zanpakutō, o al menos un ataque inesperado, a la par de permitirle tener aquella charla que tanto anhelaba. Su principal comanda era intentar arrojar algo de luz sobre aquel asesinato y si algún arrancar allí podía hacerlo, sin duda, era al que tenía cara a cara.
— Tengo algunas preguntas que hacerte, ¿serás bueno? — preguntó, a sabiendas de que sin duda intentaría hacerse el gracioso.
Era lo único de él que había escuchado: burlas y chistes. Sin embargo no perdía nada por intentarlo, más bien ganaba. Ganaba tiempo, lo que podría redundar en más ayuda ahí abajo. Con un poco de suerte Kenzo se percataría de que Kato había bajado desarmado y dejaría la hostilidad para más tarde, quien sabe.
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OFF: El orden queda así...
Kenzo
Reiko
Katsu
Kato
Reiko
Katsu
Kato
Última edición por Shihoin Kato el Jue Abr 22, 2010 12:00 am, editado 1 vez
Re: En movimiento. [TRAMA]
El tiempo...Hostia!, la hora!. Haciendo un rápido paréntesis en la escena que nos toca es preciso recordar la presunta propuesta de nuestro protagonista hara unas cuantas páginas anteriores, en la Reunión de los Espadas, en donde resaltaba con suma elocuencia la invitación a una fiestichola en su Sección. Si realmente fuera una persona precavida habría tenido todo preparado antes de abrir la boca, pero convengamos en que ese no es nuestro personaje, asi que para variar se encontraba con la soga al cuello si no quería defraudar a sus exigentes invitados. Bueh!, invitados es un decir, pues serán los mismos de siempre buscando lustrar su empolvado "amigo". Sin embargo, no caeremos en la experiencia que nos otorga el pasado conocido y daremos un margen a que se aparezcan nuevas caras en la party.
Hecha la debida acotación, seguiremos con la situación que nos concierne. Allí, manos en los bolsillos, algún toqueteo de vez en cuando intentando acomodar lo que parece ser su entre pierna, y una mirada descuidada, bañaban todo lo que se podía representar de Kenzo. Mas de uno hubiera esperado una lucha encarnizada por la gloria de saber quien esta mas orgulloso de ser un "mandado" del jefe, mas Kenzinho como sabrá usted lector, se la resbala todo ese paripé egocéntrico. Cabe destacar que como hoy nos sentimos inspirados a declarar cada movimiento y cuestión del Protagonista, comenzaremos diciendo que sorprendido siguió con la mirada las actitudes de su subordinado. Con el enemigo Kenzo puede ser absolutamente desganado, descuidado y demás "des", pero con sus subordinados es de lo mas exigente y sino observen lo que dirá a continuación. - Reiko-san, espero que hayas traído contigo condones, porque sacar todo lo que tienes así sin mas puede traerte sorpresas desagradables. Como que se te resfríe... - Pero que co...!. Disculpen la frase anterior, a veces nos cuesta interpretar las palabras del Espada sin caer en el absurdo; sin embargo, como hacemos siempre, le otorgaremos a nuestro protagonista la posibilidad de que aquella frase esconda algo detrás...espere un momento...¿le esta diciendo que sea cuidadoso con sus poderes? o quizá que no muestre todo lo que tiene. Si, nos inclinaremos por estas dos cuestiones, al menos por salvar la cordura del protagonista.
La cuestión proseguía su curso y el afeminado con cara de armario que antes le había estado declarando tímidamente sus fantasías sexuales a Kenzo, ahora se disponía a descargar su esperma reprimido ante el precipitado Reiko. No era difícil entrever para un Espada que el Teniente había mantenido su compostura defensiva durante toda la charla, incluyendo la zampakutoh lista, mas convengamos en que Kenzo no le da mucho interés a eso...o si...quién sabe...¿tú lo sabes?. En fin, siguiendo con la consecución de hechos, al cabo de unos pocos toqueteos de miembro(medida temporal kenziana), el nuevo integrante de la escena había lanzado un Hado, esquivado a su subordinado y, por si fuera poco, preguntarle a Kenzo si era bueno. ¿Que clase de pregunta era aquella?, ¿acaso quería someter a nuestro protagonista a un diván filosófico en donde se plantearía la relatividad del Bien y del Mal?. Oh no no...aquí viene... - Verás, hipotéticamente hablando, si tomamos ser bueno como consecuencia de una representación de creencias y actitudes basadas en una tablilla de normas y derechos, o también llamado Ética y Moral, caeríamos en la relatividad de la susodicha tablilla y por lo tanto desbancando toda posibilidad de universalidad de lo expuesto. Ahora si tomamos "bueno" como medidura de un objeto concreto...yo creo que 32cm son buenos. Tu ya me entiendes - Ay, madre!, que lo parió!. Si bien en un principio pareció imponer en los gestos de nuestro protagonista una seriedad poco vista con anterioridad, la sonrisa erótica típica volvió a sobresalir, cual regreso eterno, de sus comisuras.
Y así como quien no quiere la cosa, disparó con otra frase y actitud absolutamente incoherentes con el tema anterior. - ¿Y tu, armario con patas, no habías dicho que ibas a presentarte antes de atacar? - Le exponía el Espada a su anterior compañero de charla, el teniente afeminado, mientras le daba una de sus características palmaditas en la espalda, esta vez un tanto mas fuerte que la anterior.
Hecha la debida acotación, seguiremos con la situación que nos concierne. Allí, manos en los bolsillos, algún toqueteo de vez en cuando intentando acomodar lo que parece ser su entre pierna, y una mirada descuidada, bañaban todo lo que se podía representar de Kenzo. Mas de uno hubiera esperado una lucha encarnizada por la gloria de saber quien esta mas orgulloso de ser un "mandado" del jefe, mas Kenzinho como sabrá usted lector, se la resbala todo ese paripé egocéntrico. Cabe destacar que como hoy nos sentimos inspirados a declarar cada movimiento y cuestión del Protagonista, comenzaremos diciendo que sorprendido siguió con la mirada las actitudes de su subordinado. Con el enemigo Kenzo puede ser absolutamente desganado, descuidado y demás "des", pero con sus subordinados es de lo mas exigente y sino observen lo que dirá a continuación. - Reiko-san, espero que hayas traído contigo condones, porque sacar todo lo que tienes así sin mas puede traerte sorpresas desagradables. Como que se te resfríe... - Pero que co...!. Disculpen la frase anterior, a veces nos cuesta interpretar las palabras del Espada sin caer en el absurdo; sin embargo, como hacemos siempre, le otorgaremos a nuestro protagonista la posibilidad de que aquella frase esconda algo detrás...espere un momento...¿le esta diciendo que sea cuidadoso con sus poderes? o quizá que no muestre todo lo que tiene. Si, nos inclinaremos por estas dos cuestiones, al menos por salvar la cordura del protagonista.
La cuestión proseguía su curso y el afeminado con cara de armario que antes le había estado declarando tímidamente sus fantasías sexuales a Kenzo, ahora se disponía a descargar su esperma reprimido ante el precipitado Reiko. No era difícil entrever para un Espada que el Teniente había mantenido su compostura defensiva durante toda la charla, incluyendo la zampakutoh lista, mas convengamos en que Kenzo no le da mucho interés a eso...o si...quién sabe...¿tú lo sabes?. En fin, siguiendo con la consecución de hechos, al cabo de unos pocos toqueteos de miembro(medida temporal kenziana), el nuevo integrante de la escena había lanzado un Hado, esquivado a su subordinado y, por si fuera poco, preguntarle a Kenzo si era bueno. ¿Que clase de pregunta era aquella?, ¿acaso quería someter a nuestro protagonista a un diván filosófico en donde se plantearía la relatividad del Bien y del Mal?. Oh no no...aquí viene... - Verás, hipotéticamente hablando, si tomamos ser bueno como consecuencia de una representación de creencias y actitudes basadas en una tablilla de normas y derechos, o también llamado Ética y Moral, caeríamos en la relatividad de la susodicha tablilla y por lo tanto desbancando toda posibilidad de universalidad de lo expuesto. Ahora si tomamos "bueno" como medidura de un objeto concreto...yo creo que 32cm son buenos. Tu ya me entiendes - Ay, madre!, que lo parió!. Si bien en un principio pareció imponer en los gestos de nuestro protagonista una seriedad poco vista con anterioridad, la sonrisa erótica típica volvió a sobresalir, cual regreso eterno, de sus comisuras.
Y así como quien no quiere la cosa, disparó con otra frase y actitud absolutamente incoherentes con el tema anterior. - ¿Y tu, armario con patas, no habías dicho que ibas a presentarte antes de atacar? - Le exponía el Espada a su anterior compañero de charla, el teniente afeminado, mientras le daba una de sus características palmaditas en la espalda, esta vez un tanto mas fuerte que la anterior.
Tatsuya Kenzo- Privaron Espada
- Post : 84
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
Don pies calmados y manos bolsilleras no se imaginaba lo que le esperaba "a la vuelta de la esquina". Al fin y al cabo él solo se había desplazado "disimuladamente" sin alterar lo más mínimo su energía, con una intención meramente interceptadora. Ahora bien,parecía que los "men in black" estaban nerviosillos y habían cargado con todo.
Que si espada furtiva por aqui,que si rayitos voladores por allá, mucho se temía qe iba a tener que bailar como si de un acróbata de circo se tratara.Sin mover las manos de los bolsillos, dió un paso hacia atrás a la vez que se inclinaba hacia el lado izquierdo mientras rotaba la cadera en esa misma dirección, dejando los rayitos mágicos frente a sus ojos a pocos centímetros de su rostro.
Y cómo no, ahi estaba el jefe y su dialéctica para cuestionar sus movimientos. En el fondo todo formaba parte de la cuidadosa visión estratégica del susodicho.
-Woh woh, tranqui jefe, eso no es nada, si de verdad cree que eso es todo lo que puedo ofrecer me sentiría muy dolido- Contestaba a la insinuación de Kenzo-sama sonriendo, aprovechando el giro de cadera que había usado para esquivar el hechizo del exaltado shinigami.
Mientras todo esto acontecía, pensaba cuanto tiempo tardría la espada-tuneladora en llegar hasta su portador desde la ubicación del furtivo ataque.-Comprobémoslo- se dijo.
Y acto seguido,tras la fugaz contestación al espada, desapareció velozmente ;esta vez vía sonido para,sin mover as manos de sus bolsillos de nuevo, aparecer con la cadera a la altura de la cabeza del que suponía que era el portador de al furtiva zampakutou.
Y con un movimiento rotatorio de su cuerpo entero se dispuso a dar una patada horizontal con el talón derecho a la altura de la cabeza del adversario, mientras que durante el giro iba contemplando con curiosidad la expresión facial del enemigo. Tras ello, se posaría de nuevo en tierra para, aprovechando la inercia rotativa que llevaba,dar un veloz giro adicional y realizar otra patada, esta vez frontal, a la altura del pecho del oponente,si es que éste no estaba ya de visita aérea por el municipio vecino.
Que si espada furtiva por aqui,que si rayitos voladores por allá, mucho se temía qe iba a tener que bailar como si de un acróbata de circo se tratara.Sin mover las manos de los bolsillos, dió un paso hacia atrás a la vez que se inclinaba hacia el lado izquierdo mientras rotaba la cadera en esa misma dirección, dejando los rayitos mágicos frente a sus ojos a pocos centímetros de su rostro.
Y cómo no, ahi estaba el jefe y su dialéctica para cuestionar sus movimientos. En el fondo todo formaba parte de la cuidadosa visión estratégica del susodicho.
-Woh woh, tranqui jefe, eso no es nada, si de verdad cree que eso es todo lo que puedo ofrecer me sentiría muy dolido- Contestaba a la insinuación de Kenzo-sama sonriendo, aprovechando el giro de cadera que había usado para esquivar el hechizo del exaltado shinigami.
Mientras todo esto acontecía, pensaba cuanto tiempo tardría la espada-tuneladora en llegar hasta su portador desde la ubicación del furtivo ataque.-Comprobémoslo- se dijo.
Y acto seguido,tras la fugaz contestación al espada, desapareció velozmente ;esta vez vía sonido para,sin mover as manos de sus bolsillos de nuevo, aparecer con la cadera a la altura de la cabeza del que suponía que era el portador de al furtiva zampakutou.
Y con un movimiento rotatorio de su cuerpo entero se dispuso a dar una patada horizontal con el talón derecho a la altura de la cabeza del adversario, mientras que durante el giro iba contemplando con curiosidad la expresión facial del enemigo. Tras ello, se posaría de nuevo en tierra para, aprovechando la inercia rotativa que llevaba,dar un veloz giro adicional y realizar otra patada, esta vez frontal, a la altura del pecho del oponente,si es que éste no estaba ya de visita aérea por el municipio vecino.
Akagami Reiko- Desaparecido
- Post : 145
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
Katsu y el arrancar recién incorporado parecían comenzar una batalla por su parte, lo cual dejaba a solas a Kato con aquel singular hollow para intentar obtener de él toda la información necesaria. Ese era su principal objetivo, después de todo, por lo que pensó que Katsu podría apañárselas sólo mientras Satou y compañía volvían a la escena. Sin embargo, la verborrea demente de Kenzo le iba a complicar la tarea, aunque estaba bastante seguro de que estaba menos loco de lo que aparentaba.
Hacía escasos minutos que el Teniente de la Quinta División había conocido a aquel extraño arrancar. Aun así, lo poco que escuchó de Kenzo le indicaba que no iba a cooperar con él, por lo que, al fin y al cabo, la extensa e incoherente respuesta que le mostró no le pilló, ni mucho menos, por sorpresa. Del mismo modo entendió que con aquel sujeto andarse por las ramas sería igual a perder el tiempo, por lo que no tardó en decidir ir directo al grano y prepararse para cualquier reacción de aquel arrancar, aun si fuera la huida. Kato tenía bastante claro que si Kenzo no cooperaba in situ tendría que verse obligado a llevarlo a la Sociedad de Alma dónde sus compañeros se dedicarían a obtener la tan ansiada información.
— ¿Qué tienes que ver con la muerte del Capitán Ateru Karaiko? — lanzó la pregunta. Directa y sin rodeos.
Fue entonces cuando Kato se dio cuenta. Todo apuntaba a que aquella contienda en Europa se debía a aquella extraña máscara. Por lo que él sabía aquel cómico venido a menos podría estar allí por aquel asunto y no por el de Karaiko-taicho. Era obvio que estaba implicado en su muerte, pero también entraba dentro de lo posible, incluso dentro de lo probable, que Kenzo tuviera órdenes de mantener aquel asunto en secreto. Bajo aquella premisa podríamos suponer que bien reaccionaría matando al shinigami para preservar el secreto, bien huiría para impedir que la Sociedad de Alma obtuviera información alguna sobre todo aquello o bien seguiría con su retórica enrevesadamente cómica como hasta ahora.
Sea como fuere, Kato debía estar preparado, pues en aquel arrancar que tenía frente a él residían todas las esperanzas de resolver aquella situación. El teniente sabía perfectamente que la investigación de la Garganta no llevaría a buen puerto y que poco más podrían sacar del cuerpo del desgraciado Capitán. Mantener aquella traba en su estrategia comenzaba a ser un gesto arrogante, más que útil. De ahí que Kato, en aquella fracción de segundo que había cavilado todo aquello desde que formuló su pregunta, decidiera pasar a la acción y deshacerse de aquel estorbo. Introdujo su mano derecha por debajo del kimono y sacó el teléfono que los shinigamis usan como intercomunicador.
— Eliminen la limitación. — musitó.
Apenas hubo pronunciado esas palabras la liberación se hizo efectiva, pues así lo había ordenado Koyuki-sotaicho. Una fuerte corriente de aire levantó arena y algunas piedrecillas mientras el reiatsu de Kato se liberaba, momentáneamente sin control. Rápidamente el Shihoin controló su propia energía y el viento se desvaneció. Ahora estaba preparado. No se permitiría a sí mismo herrar en su objetivo.
Hacía escasos minutos que el Teniente de la Quinta División había conocido a aquel extraño arrancar. Aun así, lo poco que escuchó de Kenzo le indicaba que no iba a cooperar con él, por lo que, al fin y al cabo, la extensa e incoherente respuesta que le mostró no le pilló, ni mucho menos, por sorpresa. Del mismo modo entendió que con aquel sujeto andarse por las ramas sería igual a perder el tiempo, por lo que no tardó en decidir ir directo al grano y prepararse para cualquier reacción de aquel arrancar, aun si fuera la huida. Kato tenía bastante claro que si Kenzo no cooperaba in situ tendría que verse obligado a llevarlo a la Sociedad de Alma dónde sus compañeros se dedicarían a obtener la tan ansiada información.
— ¿Qué tienes que ver con la muerte del Capitán Ateru Karaiko? — lanzó la pregunta. Directa y sin rodeos.
Fue entonces cuando Kato se dio cuenta. Todo apuntaba a que aquella contienda en Europa se debía a aquella extraña máscara. Por lo que él sabía aquel cómico venido a menos podría estar allí por aquel asunto y no por el de Karaiko-taicho. Era obvio que estaba implicado en su muerte, pero también entraba dentro de lo posible, incluso dentro de lo probable, que Kenzo tuviera órdenes de mantener aquel asunto en secreto. Bajo aquella premisa podríamos suponer que bien reaccionaría matando al shinigami para preservar el secreto, bien huiría para impedir que la Sociedad de Alma obtuviera información alguna sobre todo aquello o bien seguiría con su retórica enrevesadamente cómica como hasta ahora.
Sea como fuere, Kato debía estar preparado, pues en aquel arrancar que tenía frente a él residían todas las esperanzas de resolver aquella situación. El teniente sabía perfectamente que la investigación de la Garganta no llevaría a buen puerto y que poco más podrían sacar del cuerpo del desgraciado Capitán. Mantener aquella traba en su estrategia comenzaba a ser un gesto arrogante, más que útil. De ahí que Kato, en aquella fracción de segundo que había cavilado todo aquello desde que formuló su pregunta, decidiera pasar a la acción y deshacerse de aquel estorbo. Introdujo su mano derecha por debajo del kimono y sacó el teléfono que los shinigamis usan como intercomunicador.
— Eliminen la limitación. — musitó.
Apenas hubo pronunciado esas palabras la liberación se hizo efectiva, pues así lo había ordenado Koyuki-sotaicho. Una fuerte corriente de aire levantó arena y algunas piedrecillas mientras el reiatsu de Kato se liberaba, momentáneamente sin control. Rápidamente el Shihoin controló su propia energía y el viento se desvaneció. Ahora estaba preparado. No se permitiría a sí mismo herrar en su objetivo.
Re: En movimiento. [TRAMA]
Estaban ambos Arrancars dentro de aquella Garganta...Kite sabia lo que pasaba por aqui por eso se tomaba la molestia de ir a ver de que se trataba todo...la garganta se abrio a algunos metros lejos de la batalla.La arrogancia de Kite le impedia que este ocultara su Reiatsu inquietante mientras miraba a todos los que se encontraban alli.Kite junto a Tou decidio sentarse a observar el combate a varios metros lejos de la batalla.
-¿Uhh?...¿esos no son los nuevos "Espadas" Okami-Sama y Tatsuya-Sama?-Pregunto el Arrancar Tou con cierto aire de duda.
-Exacto...ademas Akagami-San esta en el combate tambien...pero...creo que esos que estan hay a juzgar por sus reiatsus son "Capitanes" del Seireitei...esto esta de muerte lenta...-dijo Kite mientras seguia observando con gran calma todo ese espectaculo del horror.
[Off:Algo mal avisarme por favor.^^.Ademas si no puedo intervenir por favor comuniquemenlo o borren mi post.Disculpen tambien por lo corto es que no vi mucho en la pelea en que enfocarme...]
-¿Uhh?...¿esos no son los nuevos "Espadas" Okami-Sama y Tatsuya-Sama?-Pregunto el Arrancar Tou con cierto aire de duda.
-Exacto...ademas Akagami-San esta en el combate tambien...pero...creo que esos que estan hay a juzgar por sus reiatsus son "Capitanes" del Seireitei...esto esta de muerte lenta...-dijo Kite mientras seguia observando con gran calma todo ese espectaculo del horror.
[Off:Algo mal avisarme por favor.^^.Ademas si no puedo intervenir por favor comuniquemenlo o borren mi post.Disculpen tambien por lo corto es que no vi mucho en la pelea en que enfocarme...]
Azurre Kite- Post : 8
Edad : 30
Re: En movimiento. [TRAMA]
OFF: Disculpen la demora, parece que irónicamente estoy mas ocupado en vacaciones que en invierno jua jua.
Bla bla bla...Si esta vez nos saltaremos los preámbulos, pues no estamos de humor para andar aclarando cada pasito de este singular protagonista, y mucho menos cuando no nos trajo un regalo de cumpleaños. De todas formas no somos personas rencorosas como bien habrán notado y si describiremos todo lo que nos sea posible...o no...¿pero no habiamos dicho que no?. El que escribe a máquina se ha mareado.
Luego de unas pastillas singulares seguimos. Allí se encontraba nuestro protagonista, siendo como era obvio ignorado por sus contestaciones, algo que de tener al menos dos neuronas trabajando le habría molestado. Pero convengamos en que las tenia ocupadas acomodándose aquél incomodo kimono de feria, si...ese, el de los shinigamis. Su elocuente súbdito ya se estaba debatiendo en una lucha incoherente por saber quien daba los shumpos mas largos, lo que dejaba a Kenzo algo contrariado sobre las características de la lucha y además en la única compañía del invitado sorpresa. Ah!, no saben el por qué de "invitado sorpresa" eh!, tranquilo lector, ya se enterará...esperemos.
La cuestión es que una pregunta fue lanzada al aire y como es obvio, necesitaba una respuesta. Pero todos sabemos que las respuestas muchas veces no tienen nada que ver con las preguntas, algo incoherente pero no menos usual. En fin, Kenzo respondió, pues el protocolo lo exigía. - Ostia!...con razón pareces tan cabreado, se te ha muerto el capi. Y si...a nadie le gusta andar "mojando" cuando la imagen del jefazo se te aparece a cada rato. Yo lo he hecho igual...pero vamos, asi se dice - ¿Para que vale seguir aclarándo lo que no tiene aclaración?. Así que proseguiremos con nuestro relato. Al momento de finalizar estas siempre eróticas palabras nuestro elocuente Kenzo deslizó una rápida mirada por el campo de batalla. Aquello parecía mas una orgía que un viaje de placer como en principio se les había encomendado, algo que hizo hacerle olvidar de la incomodidad del kimono de feria y centrarse un poco en el tema. Si escucharon bien...centrarse en el tema...y no va con doble sentido, no sabemos como se escribe eso.
Así, centrado como estaba comenzaron a despertarle las neuronas que tenía por ahi vagando. No demasiadas, pero con que fueran algunas ya se iba a notar bastante la diferencia. La cosa es que cortó el traje con una uña de su mano derecha y se quedó en bolas, mientras el increible peso del kimono hacia un hueco considerable en el suelo. - Ajá!, ya estoy listo...que empiece la fiesta - Y tal y como dicen sus palabras, Kenzo comenzó a bailar...si señor lector, a bailar. Si usted todavia es de los que creía que al describir que algunas neuronas se le despertaban iban a cambiar su caracter impredecible, pues, ya se habrá dado cuenta de lo equivocado que estaba. La cuestión era...¿bailar sin música?. No no, nadie baila sin música sin alguna razón.
Oh!...he ahí la razón. Un shumpo, o lo que podemos suponer que fue debido a que ni lo vimos, hizo que nuestro protagonista desapareciera de la acción y volviera inmediatamente a ella como si nada. ¿Pero...que le gusta dar vueltas sin sentido ahora?. En fin, la cosa es que había dejado un extraño objeto con forma de manzana aplanada en el suelo a unos metros en algun lugar. Eso es todo lo que podemos decir debido a que tenemos un inventario muy preciso de lo que lleva kenzo debajo de sus calzones, y la manzana ya no estaba. ¿Cómo lo sabemos?, ah!, por algo nosotros escribimos y usted lee.
Un leve chasquido de dedos prosiguió a su danza incoherente mientras se disponía a soltar alguna palabra. - Gatita, ¡no llegamos a la fiesta! - Le gritaba a su compañera cual niño que va a su primera discoteca. Estaba tan extasiado que sus piernas se movían sin control, pegando saltito tras saltito. - Pimpollo, no gastes mas hormonas que despues las vas a necesitar. Ah!, y tu señor sin limtador, puedes venirte tambien, dicen que tomarse unas copas entre colegas alivia cualquier pena...¿o era pene? - Estaba claro que primero se refería a su súbdito y luego a nuestro misterio resuelto del día, el "invitado sorpresa". La cosa fue que justo en ese entonces apareció el reiatsu de otro arrancar, algo de lo cual nuestro Protagonista no estaba dispuesto a ocuparse.
Al cabo de unos pocos segundos Kenzo se fue encaminando dando salitos, pero lentamente, hacia donde habia dejado la manzana aplanada. Era el momento...si señor...
Bla bla bla...Si esta vez nos saltaremos los preámbulos, pues no estamos de humor para andar aclarando cada pasito de este singular protagonista, y mucho menos cuando no nos trajo un regalo de cumpleaños. De todas formas no somos personas rencorosas como bien habrán notado y si describiremos todo lo que nos sea posible...o no...¿pero no habiamos dicho que no?. El que escribe a máquina se ha mareado.
Luego de unas pastillas singulares seguimos. Allí se encontraba nuestro protagonista, siendo como era obvio ignorado por sus contestaciones, algo que de tener al menos dos neuronas trabajando le habría molestado. Pero convengamos en que las tenia ocupadas acomodándose aquél incomodo kimono de feria, si...ese, el de los shinigamis. Su elocuente súbdito ya se estaba debatiendo en una lucha incoherente por saber quien daba los shumpos mas largos, lo que dejaba a Kenzo algo contrariado sobre las características de la lucha y además en la única compañía del invitado sorpresa. Ah!, no saben el por qué de "invitado sorpresa" eh!, tranquilo lector, ya se enterará...esperemos.
La cuestión es que una pregunta fue lanzada al aire y como es obvio, necesitaba una respuesta. Pero todos sabemos que las respuestas muchas veces no tienen nada que ver con las preguntas, algo incoherente pero no menos usual. En fin, Kenzo respondió, pues el protocolo lo exigía. - Ostia!...con razón pareces tan cabreado, se te ha muerto el capi. Y si...a nadie le gusta andar "mojando" cuando la imagen del jefazo se te aparece a cada rato. Yo lo he hecho igual...pero vamos, asi se dice - ¿Para que vale seguir aclarándo lo que no tiene aclaración?. Así que proseguiremos con nuestro relato. Al momento de finalizar estas siempre eróticas palabras nuestro elocuente Kenzo deslizó una rápida mirada por el campo de batalla. Aquello parecía mas una orgía que un viaje de placer como en principio se les había encomendado, algo que hizo hacerle olvidar de la incomodidad del kimono de feria y centrarse un poco en el tema. Si escucharon bien...centrarse en el tema...y no va con doble sentido, no sabemos como se escribe eso.
Así, centrado como estaba comenzaron a despertarle las neuronas que tenía por ahi vagando. No demasiadas, pero con que fueran algunas ya se iba a notar bastante la diferencia. La cosa es que cortó el traje con una uña de su mano derecha y se quedó en bolas, mientras el increible peso del kimono hacia un hueco considerable en el suelo. - Ajá!, ya estoy listo...que empiece la fiesta - Y tal y como dicen sus palabras, Kenzo comenzó a bailar...si señor lector, a bailar. Si usted todavia es de los que creía que al describir que algunas neuronas se le despertaban iban a cambiar su caracter impredecible, pues, ya se habrá dado cuenta de lo equivocado que estaba. La cuestión era...¿bailar sin música?. No no, nadie baila sin música sin alguna razón.
Oh!...he ahí la razón. Un shumpo, o lo que podemos suponer que fue debido a que ni lo vimos, hizo que nuestro protagonista desapareciera de la acción y volviera inmediatamente a ella como si nada. ¿Pero...que le gusta dar vueltas sin sentido ahora?. En fin, la cosa es que había dejado un extraño objeto con forma de manzana aplanada en el suelo a unos metros en algun lugar. Eso es todo lo que podemos decir debido a que tenemos un inventario muy preciso de lo que lleva kenzo debajo de sus calzones, y la manzana ya no estaba. ¿Cómo lo sabemos?, ah!, por algo nosotros escribimos y usted lee.
Un leve chasquido de dedos prosiguió a su danza incoherente mientras se disponía a soltar alguna palabra. - Gatita, ¡no llegamos a la fiesta! - Le gritaba a su compañera cual niño que va a su primera discoteca. Estaba tan extasiado que sus piernas se movían sin control, pegando saltito tras saltito. - Pimpollo, no gastes mas hormonas que despues las vas a necesitar. Ah!, y tu señor sin limtador, puedes venirte tambien, dicen que tomarse unas copas entre colegas alivia cualquier pena...¿o era pene? - Estaba claro que primero se refería a su súbdito y luego a nuestro misterio resuelto del día, el "invitado sorpresa". La cosa fue que justo en ese entonces apareció el reiatsu de otro arrancar, algo de lo cual nuestro Protagonista no estaba dispuesto a ocuparse.
Al cabo de unos pocos segundos Kenzo se fue encaminando dando salitos, pero lentamente, hacia donde habia dejado la manzana aplanada. Era el momento...si señor...
Tatsuya Kenzo- Privaron Espada
- Post : 84
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
Retomando la acción en el otro lado de la pista de baile, recordamos que, el para algunos precipidado Reiko, se había lanzado contra aquel presunto teniente afeminado de ataques furtivos, lanzándole sendas patadas sucesivas a cabeza y pecho.
Al parecer el shinigami podría haberse esperado la primera de ellas,ya que le dió tiempo a agacharse lo suficiente para que la pierna de Reiko le diese un nuevo look más apropiado a su pelo. Pero como ya sabemos,aquello a lo que algunos llaman suerte es cambiante.Todos sabemos que cuando un sujeto humanoide se agacha,pierde en parte movilidad debido a a "antinaturalidad" de dicha postura, y aquel sujeto no iba a ser una excepción.
Como si de un cañón se tratara, el pie de Reiko se precipitó contra el pecho del shinigami haciendo que se camuflase con los pájaros.
-¡Si!, ¡Homerun!, ¡El público enloquece!-Gritaba el emocionado Reiko a la vez que relizaba las onomatopeyas propias de los aficionados.
En realidad el vuelo no fue de gran altitud, pero fue limpio hasta el aterrizaje, si a eso se le puede llamar aterrizar... Un edificio sin culpa ninguna había tenido que soportar el impacto de la peculiar Reiko-bala-de-cañón, es decir, de Katsu en nuestro caso.
-Vaya,primero ataques furtivos, luego destruyendo la propiedad privada.Menudo estás hecho-Decía burlándose del shinigami, ya que la culpa era suya,claro que no le importaba demasiado.
Hemos de admitir que a Reiko le gustaban, quizás en demasía, los fuegos artificiales de roca, polvo, arena, cristales o de lo que estuviese a mano. Por suerte para el mustio oponente, el edificio no se le derrumbó encima, sino que quedó prácticamente demolido a su espalda.
Como es obvio,o al menos para mí, el mero impacto del shinigami contra el edificio no habría supuesto el derrumbe de la construcción. Por lo que; para no quedarse sin fuegos artificiales,y de paso para añadir potencia al golpe; imbuyó aquella patada de un ápice de reiatsu (no había que derrochar).
Tras el desate de emoción del "homerun", Reiko volvió a colocar sus manos en sus bolsillos y analizó el estado del objetivo. El impacto no lo habría matado ni le habría partido nada; si no, se hubiese quedado sin futuros divertimentos; pero quizás hubiese sido suficiente para dejarlo inconsciente. Desde aquella distancia no era capaz de vislumbrar el estado exacto del shinigami, cosa que tampoco le importaba mucho; asi que tras oir las palabras de Kenzo-sama, dió la espalda al shinigami y comenzó a caminar con pasos lentos hacia Espada.
-¿Ya nos vamos? Ni siquiera he calentado las manos. Bueno en parte si.-Preguntaba al Espada con resignación, pero denotando que no le importaba.
Al fin y al cabo, él solo cumplía órdenes. Además, la idea de una fiesta en la sección no sonaba poco apetecible, por lo que el nuevo planning no estaba tan falto de sentido. Lo había decidido, un censo de las arrancars del Amanecer sería de lo mas útil,asi que recopilaría información, o mandaría que alguien lo hiciese en su defecto. Durante estas divagaciones, el arrancar llegaba a la ubicación del jefe dispuesto a partir, o lo que se supusiese que iban a hacer.
[Off-Katsu : disculpa las licencias que me he tomado, espero no haberme excedido. De todos modos he dejado en el aire el estado en el que te encuentras.Puede que estés inconsciente si no posteas o te saltan, o si posteas puedes poner que te recuperas con relativa facilidad, como decidas.
Al parecer el shinigami podría haberse esperado la primera de ellas,ya que le dió tiempo a agacharse lo suficiente para que la pierna de Reiko le diese un nuevo look más apropiado a su pelo. Pero como ya sabemos,aquello a lo que algunos llaman suerte es cambiante.Todos sabemos que cuando un sujeto humanoide se agacha,pierde en parte movilidad debido a a "antinaturalidad" de dicha postura, y aquel sujeto no iba a ser una excepción.
Como si de un cañón se tratara, el pie de Reiko se precipitó contra el pecho del shinigami haciendo que se camuflase con los pájaros.
-¡Si!, ¡Homerun!, ¡El público enloquece!-Gritaba el emocionado Reiko a la vez que relizaba las onomatopeyas propias de los aficionados.
En realidad el vuelo no fue de gran altitud, pero fue limpio hasta el aterrizaje, si a eso se le puede llamar aterrizar... Un edificio sin culpa ninguna había tenido que soportar el impacto de la peculiar Reiko-bala-de-cañón, es decir, de Katsu en nuestro caso.
-Vaya,primero ataques furtivos, luego destruyendo la propiedad privada.Menudo estás hecho-Decía burlándose del shinigami, ya que la culpa era suya,claro que no le importaba demasiado.
Hemos de admitir que a Reiko le gustaban, quizás en demasía, los fuegos artificiales de roca, polvo, arena, cristales o de lo que estuviese a mano. Por suerte para el mustio oponente, el edificio no se le derrumbó encima, sino que quedó prácticamente demolido a su espalda.
Como es obvio,o al menos para mí, el mero impacto del shinigami contra el edificio no habría supuesto el derrumbe de la construcción. Por lo que; para no quedarse sin fuegos artificiales,y de paso para añadir potencia al golpe; imbuyó aquella patada de un ápice de reiatsu (no había que derrochar).
Tras el desate de emoción del "homerun", Reiko volvió a colocar sus manos en sus bolsillos y analizó el estado del objetivo. El impacto no lo habría matado ni le habría partido nada; si no, se hubiese quedado sin futuros divertimentos; pero quizás hubiese sido suficiente para dejarlo inconsciente. Desde aquella distancia no era capaz de vislumbrar el estado exacto del shinigami, cosa que tampoco le importaba mucho; asi que tras oir las palabras de Kenzo-sama, dió la espalda al shinigami y comenzó a caminar con pasos lentos hacia Espada.
-¿Ya nos vamos? Ni siquiera he calentado las manos. Bueno en parte si.-Preguntaba al Espada con resignación, pero denotando que no le importaba.
Al fin y al cabo, él solo cumplía órdenes. Además, la idea de una fiesta en la sección no sonaba poco apetecible, por lo que el nuevo planning no estaba tan falto de sentido. Lo había decidido, un censo de las arrancars del Amanecer sería de lo mas útil,asi que recopilaría información, o mandaría que alguien lo hiciese en su defecto. Durante estas divagaciones, el arrancar llegaba a la ubicación del jefe dispuesto a partir, o lo que se supusiese que iban a hacer.
[Off-Katsu : disculpa las licencias que me he tomado, espero no haberme excedido. De todos modos he dejado en el aire el estado en el que te encuentras.Puede que estés inconsciente si no posteas o te saltan, o si posteas puedes poner que te recuperas con relativa facilidad, como decidas.
Akagami Reiko- Desaparecido
- Post : 145
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
Aquel arrancar había cogido a Katsu desprevenido, éste se las arregló para esquivar la primera de sus piernas, pero no la segunda...
Al frenar su cuerpo contra un edificio notó como varios de sus huesos se rompían astillándose y clavándose en los músculos que previamente sujetaban, el dolor entró en su mente, haciendo que perdiese su visión de la realidad e intermitentemente su consciencia, la caída fue todo un misterio para él debido a la perdida de consciencia, desgraciadamente, la recuperó justo a tiempo para sentir la caída sintiendo como una brecha se abría en su frente, unos instantes después escupía un esputo sanguinoliento producto de una tos que hacía que su cuerpo se estremeciese de una manera de lo más desagradable.
Fue entonces cuando recuperó su percepción de la realidad y se volvió hacia el edificio, que se había derrumbado a sus espaldas observando como el reiatsu de las personas que se habían encontrado en su interior se disipaba, acto seguido recuperó el resto de los sentidos y por sus orificios nasales entró un aroma nada placentero proveniente de las masas informes de carne a la que habían sido reducidas los pobres inocentes que habían tenido la mala suerte de encontrarse allí. Katsu no podía ver con nitidez el desastre debido a la conmoción pero sí que distinguió algunos huesos y musculos, si se les podía seguir llamando así, que sobresalían entre las ruinas. Volvió a verse envuelto en otro ataque de tos y al volver a respirar aquel aire viciado devolvió lo que tenía en el estomago desde ayer.
Recuperado levemente del trauma el dolor volvió a atosigarlo y descubrió que su hombro izquierdo se había dislocado, posiblemente también tendría algunas costillas rotas, la batalla había terminado para él.
- Menuda puesta en escena... no me extrañaría que incluso me degradasen por esto.
Al frenar su cuerpo contra un edificio notó como varios de sus huesos se rompían astillándose y clavándose en los músculos que previamente sujetaban, el dolor entró en su mente, haciendo que perdiese su visión de la realidad e intermitentemente su consciencia, la caída fue todo un misterio para él debido a la perdida de consciencia, desgraciadamente, la recuperó justo a tiempo para sentir la caída sintiendo como una brecha se abría en su frente, unos instantes después escupía un esputo sanguinoliento producto de una tos que hacía que su cuerpo se estremeciese de una manera de lo más desagradable.
Fue entonces cuando recuperó su percepción de la realidad y se volvió hacia el edificio, que se había derrumbado a sus espaldas observando como el reiatsu de las personas que se habían encontrado en su interior se disipaba, acto seguido recuperó el resto de los sentidos y por sus orificios nasales entró un aroma nada placentero proveniente de las masas informes de carne a la que habían sido reducidas los pobres inocentes que habían tenido la mala suerte de encontrarse allí. Katsu no podía ver con nitidez el desastre debido a la conmoción pero sí que distinguió algunos huesos y musculos, si se les podía seguir llamando así, que sobresalían entre las ruinas. Volvió a verse envuelto en otro ataque de tos y al volver a respirar aquel aire viciado devolvió lo que tenía en el estomago desde ayer.
Recuperado levemente del trauma el dolor volvió a atosigarlo y descubrió que su hombro izquierdo se había dislocado, posiblemente también tendría algunas costillas rotas, la batalla había terminado para él.
- Menuda puesta en escena... no me extrañaría que incluso me degradasen por esto.
Ryuga Katsu- Post : 58
Edad : 33
Re: En movimiento. [TRAMA]
Sin previo aviso la parte inferior de la zanpakutou del capitán impactó de lleno en la sien de la arrancar. Con un rugido molesto por el golpe en una zona tan sensible había liberado la carne que tenía entre sus mandíbulas y el astuto capitán se había hecho con el control de la situación. Pese a la confusión que había sentido en el momento del impacto la Espada se debatía bajo su agarre cerrando la mano que no sostenía firmemente su zanpakutou alrededor de la muñeca de la mano que aprisionaba su garganta.
Fue en ese momento cuando ella estiró el cuello acomodando su cuello para poder respirar abriendo los ojos devolviéndole una mirada desafiante y porqué no decirlo, furiosa al shinigami. Apretó las mandíbulas y algo de sangre se deslizó por la comisura de sus labios antes de sentir como Genma se hundía en su carne en la misma zona en la que ella le había dejado al capitán su pequeño souvenir. Sintió la katana atravesar su piel pero lo que la hizo rugir fue el retorcer la hoja una vez estuvo clavada.
Su respiración se agitó bajo el peso del capitán y la presión que ejercía sobre la muñeca del mismo aumentó con el dolor. Una vez más abrió los ojos clavados en los suyos. Creo que si las miradas matasen ambos contrincantes habrían sido reducido a cenizas en aquel instante. El incómodo y destrozado uniforme de shinigami que aún llevaba le apretaba el torso, no le gustaba nada ese traje aunque ahora tenía que ver una manera de quitarse de encima a ese molesto shinigami antes de poder marcharse como ya le había llamado el otro espada, Kenzo. No le gustaban los imprevistos y aquella misión había estado llena de ellos. Chasqueó la lengua pero su sonrisa lobuna se curvó cuando escuchó las últimas palabras del capitán. Ahora quería hacerse el galán. Que simpático. La Espada se rió bajo el peso del capitán y se relamió los labios antes de añadir:
-Soy la Sexta Espada, Okami -repondió con solemnidad aflojando la presión de su mano en la muñeca del capitán, sin borrar su sonrisa lobuna de su rostro que volvía a estar en su lugar. -Y tú, capitán? Cuál es tu nombre? -preguntó dándole tiempo para que respondiera lo que quisiera.
En el momento en que tuviera su contestación la arrancar sin previo aviso lanzó la mano que tenía agarrada a su muñeca hacia la barbilla del capitán golpeando con la parte abajo de la palma haciendo uso de su superior velocidad y reiatsu de nuevo. Tenía que salir de allí y no iba a contenerse más. Si el golpe llegaba a producirse o no daba básicamente lo mismo ya que con el puño cerrado fuertemente sobre su zanpakutou lanzó un puñetazo al centro del torso del capitán para quitárselo de encima y de un salto poder ponerse de pie de nuevo.
Sin dedicarle una sola mirada a donde hubiera acabado Hayato se lanzó en dirección contraria a donde estaba apareciendo detrás de una de las gran olvidadas de este enfrentamiento. Hatsushiki, la joven shinigami que había llegado con Natsu y Amai Satou se había mantenido con las rodillas y las manos en el suelo luchando por respirar ante la gran condensación de reiatsus que estaba en la zona. Al no estar acostumbrada a la presión poco pudo hacer por ayudar a sus superiores y a Okami le parecía el regalo perfecto para llevarse de nuevo a Hueco Mundo. Ya que Kato tenía su completa atención puesta en Kenzo, Katsu fuera de combate por Reiko y Hayato golpeado por Okami poco pudieron hacer los shinigami para evitar que la espada pusiera sus manos encima de la joven.
Otro sonido y ya se encontraba al lado del bufón de Kenzo que seguía bailoteando completamente desnudo con su fracción a su lado. Con su mano firmemente sosteniendo a la joven por la cintura apretando el brazo en el que Hatsushiki mantenía a penas sostenida su zanpakutou, apretándola contra ella. El filo de la katana de Okami pegada al cuello de la pequeña que todavía no había tenido tiempo de asimilar lo que había pasado.
-Volvamos, ya -dijo con un gruñido peligroso sus ojos fijos en Kato aunque mantenía sus sentidos alertas la tensión de sus músculos visibles y el dolor punzante de su hombro taladrándole el cerebro.
PD: Lamento haberme tomado estas licencias pero para añadirle algo de dramatismo he pensado que sería una buena manera de hacerlo de esta manera y como Hatsushiki seguía por ahí para darle una utilidad al personaje pese a que la usuaria no estuviera.
Fue en ese momento cuando ella estiró el cuello acomodando su cuello para poder respirar abriendo los ojos devolviéndole una mirada desafiante y porqué no decirlo, furiosa al shinigami. Apretó las mandíbulas y algo de sangre se deslizó por la comisura de sus labios antes de sentir como Genma se hundía en su carne en la misma zona en la que ella le había dejado al capitán su pequeño souvenir. Sintió la katana atravesar su piel pero lo que la hizo rugir fue el retorcer la hoja una vez estuvo clavada.
Su respiración se agitó bajo el peso del capitán y la presión que ejercía sobre la muñeca del mismo aumentó con el dolor. Una vez más abrió los ojos clavados en los suyos. Creo que si las miradas matasen ambos contrincantes habrían sido reducido a cenizas en aquel instante. El incómodo y destrozado uniforme de shinigami que aún llevaba le apretaba el torso, no le gustaba nada ese traje aunque ahora tenía que ver una manera de quitarse de encima a ese molesto shinigami antes de poder marcharse como ya le había llamado el otro espada, Kenzo. No le gustaban los imprevistos y aquella misión había estado llena de ellos. Chasqueó la lengua pero su sonrisa lobuna se curvó cuando escuchó las últimas palabras del capitán. Ahora quería hacerse el galán. Que simpático. La Espada se rió bajo el peso del capitán y se relamió los labios antes de añadir:
-Soy la Sexta Espada, Okami -repondió con solemnidad aflojando la presión de su mano en la muñeca del capitán, sin borrar su sonrisa lobuna de su rostro que volvía a estar en su lugar. -Y tú, capitán? Cuál es tu nombre? -preguntó dándole tiempo para que respondiera lo que quisiera.
En el momento en que tuviera su contestación la arrancar sin previo aviso lanzó la mano que tenía agarrada a su muñeca hacia la barbilla del capitán golpeando con la parte abajo de la palma haciendo uso de su superior velocidad y reiatsu de nuevo. Tenía que salir de allí y no iba a contenerse más. Si el golpe llegaba a producirse o no daba básicamente lo mismo ya que con el puño cerrado fuertemente sobre su zanpakutou lanzó un puñetazo al centro del torso del capitán para quitárselo de encima y de un salto poder ponerse de pie de nuevo.
Sin dedicarle una sola mirada a donde hubiera acabado Hayato se lanzó en dirección contraria a donde estaba apareciendo detrás de una de las gran olvidadas de este enfrentamiento. Hatsushiki, la joven shinigami que había llegado con Natsu y Amai Satou se había mantenido con las rodillas y las manos en el suelo luchando por respirar ante la gran condensación de reiatsus que estaba en la zona. Al no estar acostumbrada a la presión poco pudo hacer por ayudar a sus superiores y a Okami le parecía el regalo perfecto para llevarse de nuevo a Hueco Mundo. Ya que Kato tenía su completa atención puesta en Kenzo, Katsu fuera de combate por Reiko y Hayato golpeado por Okami poco pudieron hacer los shinigami para evitar que la espada pusiera sus manos encima de la joven.
Otro sonido y ya se encontraba al lado del bufón de Kenzo que seguía bailoteando completamente desnudo con su fracción a su lado. Con su mano firmemente sosteniendo a la joven por la cintura apretando el brazo en el que Hatsushiki mantenía a penas sostenida su zanpakutou, apretándola contra ella. El filo de la katana de Okami pegada al cuello de la pequeña que todavía no había tenido tiempo de asimilar lo que había pasado.
-Volvamos, ya -dijo con un gruñido peligroso sus ojos fijos en Kato aunque mantenía sus sentidos alertas la tensión de sus músculos visibles y el dolor punzante de su hombro taladrándole el cerebro.
PD: Lamento haberme tomado estas licencias pero para añadirle algo de dramatismo he pensado que sería una buena manera de hacerlo de esta manera y como Hatsushiki seguía por ahí para darle una utilidad al personaje pese a que la usuaria no estuviera.
Okami- Arrancar Lujuria
- Post : 609
Edad : 39
Re: En movimiento. [TRAMA]
Como cabía esperar, Kenzo no mostró ni un ápice de intención de cooperar contestando las preguntas del Teniente, por lo que Kato se alegró de haber liberado su limitador. En su lugar se mofó de la muerte del Capitán, aunque el joven Shihoin ni se inmutó: no iba a seguir el juego de aquel demente. Un enorme estruendo llamó la atención a sus espaldas. Se giró para llegar a observar, tan sólo, como aquel edificio sucumbía a la gravedad y se desplomaba estrepitosamente, con funestos resultados. No tardó en relacionar aquel efecto con una causa, y supuso que Katsu había sido noqueado.
No pudo observar mucho el panorama, ya que Kenzo tomó la palabra para decir que estaba "listo para la fiesta". Cuando Kato le devolvió la mirada el sujeto se encontraba completamente desnudo. Una sonrisa impulsiva se dibujó en el rostro de Kato, y tuvo que hacer esfuerzos para ahogar una carcajada. "Este tío está realmente mal", pensó para sí. A modo de confirmación de sus conjeturas, la enésima confirmación, para ser más exactos, Kenzo comenzó a bailar. El hábil ojo de nuestro teniente pudo observar como, dentro su extravagante danza, el arrancar frente a él llegó a desaparecer y aparecer en el mismo sitio, como si hubiese usado Sonido para desplazarse a algún lugar, aunque en principio Kato no le dio mayor importancia. Supuso que era otro reflejo más de su locura patente.
Tras aquel espectáculo, el ahora ligero de ropa arrancar se dirigió a su compañera lobuna para indicarle que debían regresar a Hueco Mundo en seguida, claro está, con su jerga particular la cual comenzaba a irritar a Kato. El teniente de la Quinta División no estaba, ni mucho menos, dispuesto a dejar escapar a la única pista hasta el momento sobre aquel asesinato, por lo que no dudó en reaccionar.
Dando un fuerte golpe en el suelo, se avalanzó a toda velocidad sobre el arrancar, y fue entonces cuando vio a dónde se dirigía. No entendía muy bien que significaba aquella manzana. En primera instancia a Kato se le ocurrió que bien era algún tipo de arma o bien era su herramienta para abandonar la escena o pedir ayuda, ya que, dispuesto a regresar, se dirigía a ese minúsculo lugar que ocupaba tan vulgar objeto. El arrancar que había derribado a Katsu no tardó en alcanzar al que parecía ser su señor, y a ellos dos se le unió en seguida Okami por lo que debía actuar con presteza.
Una vez más, Kato reaccionó todo lo rápido que pudo y convocó un bakudō para impedir que Kenzo o cualquier otro arrancar se acercara a aquel objeto. Esa era su intención y principal objetivo, aunque no es de extrañar que se alegrara si, de paso, lograra atrapar al excéntrico arrancar. Lo que iba a hacer a continuación era bastante complicado, por lo que se concentró rápidamente.
Con un nuevo golpe en el piso, Kato se elevó unos metros y llevó a cabo su estratagema. Todo debía ejecutarse de manera simultánea para que tuviese alguna oportunidad de éxito. Susurró el conjuro, sin que nadie pudiera oirle, formando una red alrededor de la manzana, formando un perímetro de algo menos de dos metros a partir de ella, gracias al Bakudō Fushibi, que camuflado con Kyakko permanecería invisible a cualquier ojo. Claro está que cualquier ser espiritual de cierto poder podría haber notado aquella convocación, y en evitar este problema es dónde residía la complicación de aquella maniobra. Por ello, de manera simultanea a aquello, y a modo de señuelo, Kato pronunció:
— Hadō 31. Shakkahō. — gritó, a la vez que elevaba su mano derecha, dirigiendo la palma de ésta hacia los arrancar, y sujetando con la otra mano su muñeca para evitar el retroceso.
Una bola de fuego, ni la mitad de potente de lo que se podría esperar del Teniente del Escuadrón Kidō ya que tuvo que simultanear las tareas y su concentración no daba para más, se dirigía con toda rapidez hacia los hollows que intentaban escapar. Sin duda no era su mejor invocación, pero podría causar serias heridas de no ser esquivada o detenida. Sea como fuere, cumplía a la perfección su función. Con aquel señuelo sería casi imposible que notaran la pequeña emboscada que Kato había colocado, quedando total o parcialmente atrapados en aquel bakudō, el cual seguía conectado al cuerpo del shinigami, aunque dada la complejidad de aquel ataque, difícil sería prolongar mucho más aquella conexión.
Tras aquel ataque, sea cual fuera su resultado, Kato aterrizó de nuevo en el suelo y continuó acercándose a los hollows. Recordando las palabras de Kenzo junto antes de girarse para marcharse, el Shihoin le gritó, obviando la presencia de los otros dos:
— Creo haberte hecho una pregunta, Arrancar. Es de lo más descortés por tu parte no responderla. — le reprochó, aunque con notables tintes cómicos, pues, ¿qué educación se podría esperar de aquel desnudo y bailarín arrancar? — Y con respecto a tu invitación... Sí, con mucho gusto te seguiré hasta lograr sacar algo en claro de todo esto.
Fue entonces cuando Kato posó palma sobre palma de sus manos frente a su cabeza y separándolas poco a poco, materializó su zanpakutō. El arma que iba apareciendo conforme sus manos se separaban, parecía envuelta en una traslúcida caja que se desintegró en mil pedazos, desapareciendo, para que el shinigami pudiera asirla, ya por fin.
— "Lo siento Tora, pero ahora son tres. Necesito un poco de ayuda." — le indicó a su arma, mentalmente.
— "Joder tío, si aun no pude terminar ni mi segunda siesta del día." — masculló el tigre que residía sellado en aquella katana shirasaya.
Y así, sosteniendo la zanpakutō en su mano derecha, sosteniendo aquel Dios del Trueno que despertaba de su eterno sueño. Continuó su avance para solventar los pocos metros que aun le separaban de Kenzo y Reiko.
_____________________________________
OFF: Aun habiendo dejado "claro" la imperceptibilidad casi total del bakudo, verás como alguno la detecta cuan elefante que se le aparece delante... xDD
No pudo observar mucho el panorama, ya que Kenzo tomó la palabra para decir que estaba "listo para la fiesta". Cuando Kato le devolvió la mirada el sujeto se encontraba completamente desnudo. Una sonrisa impulsiva se dibujó en el rostro de Kato, y tuvo que hacer esfuerzos para ahogar una carcajada. "Este tío está realmente mal", pensó para sí. A modo de confirmación de sus conjeturas, la enésima confirmación, para ser más exactos, Kenzo comenzó a bailar. El hábil ojo de nuestro teniente pudo observar como, dentro su extravagante danza, el arrancar frente a él llegó a desaparecer y aparecer en el mismo sitio, como si hubiese usado Sonido para desplazarse a algún lugar, aunque en principio Kato no le dio mayor importancia. Supuso que era otro reflejo más de su locura patente.
Tras aquel espectáculo, el ahora ligero de ropa arrancar se dirigió a su compañera lobuna para indicarle que debían regresar a Hueco Mundo en seguida, claro está, con su jerga particular la cual comenzaba a irritar a Kato. El teniente de la Quinta División no estaba, ni mucho menos, dispuesto a dejar escapar a la única pista hasta el momento sobre aquel asesinato, por lo que no dudó en reaccionar.
Dando un fuerte golpe en el suelo, se avalanzó a toda velocidad sobre el arrancar, y fue entonces cuando vio a dónde se dirigía. No entendía muy bien que significaba aquella manzana. En primera instancia a Kato se le ocurrió que bien era algún tipo de arma o bien era su herramienta para abandonar la escena o pedir ayuda, ya que, dispuesto a regresar, se dirigía a ese minúsculo lugar que ocupaba tan vulgar objeto. El arrancar que había derribado a Katsu no tardó en alcanzar al que parecía ser su señor, y a ellos dos se le unió en seguida Okami por lo que debía actuar con presteza.
Una vez más, Kato reaccionó todo lo rápido que pudo y convocó un bakudō para impedir que Kenzo o cualquier otro arrancar se acercara a aquel objeto. Esa era su intención y principal objetivo, aunque no es de extrañar que se alegrara si, de paso, lograra atrapar al excéntrico arrancar. Lo que iba a hacer a continuación era bastante complicado, por lo que se concentró rápidamente.
Con un nuevo golpe en el piso, Kato se elevó unos metros y llevó a cabo su estratagema. Todo debía ejecutarse de manera simultánea para que tuviese alguna oportunidad de éxito. Susurró el conjuro, sin que nadie pudiera oirle, formando una red alrededor de la manzana, formando un perímetro de algo menos de dos metros a partir de ella, gracias al Bakudō Fushibi, que camuflado con Kyakko permanecería invisible a cualquier ojo. Claro está que cualquier ser espiritual de cierto poder podría haber notado aquella convocación, y en evitar este problema es dónde residía la complicación de aquella maniobra. Por ello, de manera simultanea a aquello, y a modo de señuelo, Kato pronunció:
— Hadō 31. Shakkahō. — gritó, a la vez que elevaba su mano derecha, dirigiendo la palma de ésta hacia los arrancar, y sujetando con la otra mano su muñeca para evitar el retroceso.
Una bola de fuego, ni la mitad de potente de lo que se podría esperar del Teniente del Escuadrón Kidō ya que tuvo que simultanear las tareas y su concentración no daba para más, se dirigía con toda rapidez hacia los hollows que intentaban escapar. Sin duda no era su mejor invocación, pero podría causar serias heridas de no ser esquivada o detenida. Sea como fuere, cumplía a la perfección su función. Con aquel señuelo sería casi imposible que notaran la pequeña emboscada que Kato había colocado, quedando total o parcialmente atrapados en aquel bakudō, el cual seguía conectado al cuerpo del shinigami, aunque dada la complejidad de aquel ataque, difícil sería prolongar mucho más aquella conexión.
Tras aquel ataque, sea cual fuera su resultado, Kato aterrizó de nuevo en el suelo y continuó acercándose a los hollows. Recordando las palabras de Kenzo junto antes de girarse para marcharse, el Shihoin le gritó, obviando la presencia de los otros dos:
— Creo haberte hecho una pregunta, Arrancar. Es de lo más descortés por tu parte no responderla. — le reprochó, aunque con notables tintes cómicos, pues, ¿qué educación se podría esperar de aquel desnudo y bailarín arrancar? — Y con respecto a tu invitación... Sí, con mucho gusto te seguiré hasta lograr sacar algo en claro de todo esto.
Fue entonces cuando Kato posó palma sobre palma de sus manos frente a su cabeza y separándolas poco a poco, materializó su zanpakutō. El arma que iba apareciendo conforme sus manos se separaban, parecía envuelta en una traslúcida caja que se desintegró en mil pedazos, desapareciendo, para que el shinigami pudiera asirla, ya por fin.
— "Lo siento Tora, pero ahora son tres. Necesito un poco de ayuda." — le indicó a su arma, mentalmente.
— "Joder tío, si aun no pude terminar ni mi segunda siesta del día." — masculló el tigre que residía sellado en aquella katana shirasaya.
Y así, sosteniendo la zanpakutō en su mano derecha, sosteniendo aquel Dios del Trueno que despertaba de su eterno sueño. Continuó su avance para solventar los pocos metros que aun le separaban de Kenzo y Reiko.
_____________________________________
OFF: Aun habiendo dejado "claro" la imperceptibilidad casi total del bakudo, verás como alguno la detecta cuan elefante que se le aparece delante... xDD
Última edición por Shihoin Kato el Jue Abr 22, 2010 12:01 am, editado 1 vez
Re: En movimiento. [TRAMA]
Okami. Recordaría ese nombre. Lo recordaría con cada punzada de dolor que le costara recuperar aquellas heridas. Lo recordaría con cada corte de su zanpakutou, con cada hadou, con cada kata que practicara hasta que volvieran a encontrarse. Porque volverían a encontrarse, y ella lo sabía tan bien como él. Aquella arrancar de ojos dispares y él todavía tenían cuentas que saldar. Y no iban a olvidarlas tan fácilmente.
-Capitán del Séptimo Escuadrón, Kobayashi Hayato -se limitó a decir, antes de que la mano de Okami impactara contra su mentón primero, y contra su pecho después. Nuevamente, la diferencia de nivel que suponía el limitador se hacía evidente. Incluso con la mirada clavada en ella, había sido incapaz de reaccionar antes de encajar el primer golpe.
No podía permitirse el lujo de prestar atención al dolor. Pese a que volvió a incorporarse tan rápido como le fue posible, para cuando lo consiguió la joven (y, al parecer, bastante inexperta) shinigami ya estaba en manos de la Espada. Aún a sabiendas de que no llegaría a tiempo de impedir que regresaran a la Garganta, salió tras ellas tan rápido como su shunpo coartado le permitía. Con la mirada, buscó a sus aliados. Katsu parecía bastante maltrecho. Lo siento, Katsu, pensó, Primero las pruebas y después un enfrentamiento contra dos Espada. Me temo que te he pedido mucho en tu primer día como Teniente. Kato, por su parte, tenía el limitador desactivado, pero su punto de mira parecía fijo en el otro Espada, cuyo excéntrico comportamiento rayaba ya en lo absurdo. A juzgar por la expresión del shinigami, se trataba de un asunto personal, pero eso carecía de importancia. No estaba dispuesto a permitir que los asuntos personales de aquel noblucho volvieran a interferir con los de la Sociedad de Almas, y aún menos hasta el punto de permitir que una compañera cayera prisionera de los arrancar.
Había ya cogido aire para ordenarle a Kato que se olvidara de su objetivo y rescatara a la joven shinigami cuando se percató de la trayectoria que seguía Okami, directa hacia su compañero. Parecía claro que iban a encontrarse para abrir la Garganta y volver a Hueco Mundo. ¡Si sólo pudiera llegar a tiempo!
¡Mueve el culo, inútil! exclamó la voz de Genma en su mente Vas a conseguir que se nos escape ese culito arrancar
Ignorando el comentario de su zanpakutou, e intentando en vano apresurar el paso, Hayato resolvió dejarle el arrancar desnudo a Kato, confiando en que fuera lo suficientemente inteligente como para atacarle antes de que intentara abrir la Garganta, y comenzó a recitar el encantamiento del bakudou no 61, esperando que aquello compensara parcialmente la pérdida de fuerza que le imponía el limitador. Veía difícil alcanzar a Okami con él antes de que consiguiera escapar, pero pensaba agotar todas las opciones antes de permitir que una shinigami fuera hecha prisionera en Hueco Mundo.
-Capitán del Séptimo Escuadrón, Kobayashi Hayato -se limitó a decir, antes de que la mano de Okami impactara contra su mentón primero, y contra su pecho después. Nuevamente, la diferencia de nivel que suponía el limitador se hacía evidente. Incluso con la mirada clavada en ella, había sido incapaz de reaccionar antes de encajar el primer golpe.
No podía permitirse el lujo de prestar atención al dolor. Pese a que volvió a incorporarse tan rápido como le fue posible, para cuando lo consiguió la joven (y, al parecer, bastante inexperta) shinigami ya estaba en manos de la Espada. Aún a sabiendas de que no llegaría a tiempo de impedir que regresaran a la Garganta, salió tras ellas tan rápido como su shunpo coartado le permitía. Con la mirada, buscó a sus aliados. Katsu parecía bastante maltrecho. Lo siento, Katsu, pensó, Primero las pruebas y después un enfrentamiento contra dos Espada. Me temo que te he pedido mucho en tu primer día como Teniente. Kato, por su parte, tenía el limitador desactivado, pero su punto de mira parecía fijo en el otro Espada, cuyo excéntrico comportamiento rayaba ya en lo absurdo. A juzgar por la expresión del shinigami, se trataba de un asunto personal, pero eso carecía de importancia. No estaba dispuesto a permitir que los asuntos personales de aquel noblucho volvieran a interferir con los de la Sociedad de Almas, y aún menos hasta el punto de permitir que una compañera cayera prisionera de los arrancar.
Había ya cogido aire para ordenarle a Kato que se olvidara de su objetivo y rescatara a la joven shinigami cuando se percató de la trayectoria que seguía Okami, directa hacia su compañero. Parecía claro que iban a encontrarse para abrir la Garganta y volver a Hueco Mundo. ¡Si sólo pudiera llegar a tiempo!
¡Mueve el culo, inútil! exclamó la voz de Genma en su mente Vas a conseguir que se nos escape ese culito arrancar
Ignorando el comentario de su zanpakutou, e intentando en vano apresurar el paso, Hayato resolvió dejarle el arrancar desnudo a Kato, confiando en que fuera lo suficientemente inteligente como para atacarle antes de que intentara abrir la Garganta, y comenzó a recitar el encantamiento del bakudou no 61, esperando que aquello compensara parcialmente la pérdida de fuerza que le imponía el limitador. Veía difícil alcanzar a Okami con él antes de que consiguiera escapar, pero pensaba agotar todas las opciones antes de permitir que una shinigami fuera hecha prisionera en Hueco Mundo.
Kobayashi Hayato- Post : 272
Edad : 36
Re: En movimiento. [TRAMA]
Orden de posteo:
Azurre Kite, si es que sigue por ahí, puede postear cuando quiera, que no volvió a hacerlo.
Kenzo
Reiko
Katsu
Okami
Kato
Hayato
Reiko
Katsu
Okami
Kato
Hayato
Azurre Kite, si es que sigue por ahí, puede postear cuando quiera, que no volvió a hacerlo.
Re: En movimiento. [TRAMA]
Ambos Arrancars estaban desde un lejano tejado, pero lo suficientemente cerca para ver el trascurso del resto de las batallas…Se me hacia en parte irritante el no haber otro enemigo para yo también entretenerme. Además de que estaba el otro arrancar que me había seguido desde la quinta sección lo cual lamentaba en gran medida.Ya que seria un estorbo a la hora de pelear. Sin perder de vista la pelea entre por lo que había sentido eran las 3 entidades que al parecer poseían el rango de “Taicho”, esa deducción la hice por el reiatsu de cada uno.
-Oye, Toussaint-san-Dije con mucha calma-Vete a “El Amanecer” es hora de que estire mis músculos…
-¡Pero!…!Kite-San no es justo!-Dijo molesto la Fracción, A fin de cuentas obedeció y mediante una Garganta se fue a Hueco Mundo.
Luego de eso me concentre en las 3 entidades y como tal ninguna de ellas estaba peleando seriamente, opte por el que estaba realmente parecía viable, el otro se veía tan fácil la forma en que Akagami uno de los payasos lujuriosos de la 4rta sección le había pateado y dañado me dio en cierto modo lástima, mientras que el otro Shinigami de pelo negro si parecía un oponente significativamente peligroso estaba por desgracia peleando contra la 6ta Espada lo cual era un inconveniente el quitarle su oponente,habia escuchado rumores de ella y todo su asunto de "Las presas",así que decido ir por el restante y no menos importante Shinigami de pelo Blanco y de la Hakama sin mangas, aquel capitán de pelo corto y blanco, el cual al parecer estaba confrontando a Kenzo, el 4to Espada. Aparezco en un abrir y cerrar de ojos justo al frente capitán de pelo blanco [Luego de haber echo multiples y rapidamente algunos "Sonidos"), nuestra distancia era a aproximadamente a unos 5M de distancia, sin mas preámbulos desenvaino mi Zanpakutoh Mientras voy a toda maquina hacia el capitán disminuyendo la distancia existente entre nosotros, le asesto con mi Zanpakutoh un golpe de advertencia horizontal justo en la zona del torso del capitán.
-Lo siento, pero no puedo tolerar la perdida de un rehén así que…tendrás que pasar por mi primero…-Dije de forma decidida.
OFF ROL:
[Siento no haber posteado previamente, normalmente soy mas activo pero me lío con las clases, ademas de que me olvide de la contraseña de mi cuenta antes de que abriera mi Correo xD]
-Oye, Toussaint-san-Dije con mucha calma-Vete a “El Amanecer” es hora de que estire mis músculos…
-¡Pero!…!Kite-San no es justo!-Dijo molesto la Fracción, A fin de cuentas obedeció y mediante una Garganta se fue a Hueco Mundo.
Luego de eso me concentre en las 3 entidades y como tal ninguna de ellas estaba peleando seriamente, opte por el que estaba realmente parecía viable, el otro se veía tan fácil la forma en que Akagami uno de los payasos lujuriosos de la 4rta sección le había pateado y dañado me dio en cierto modo lástima, mientras que el otro Shinigami de pelo negro si parecía un oponente significativamente peligroso estaba por desgracia peleando contra la 6ta Espada lo cual era un inconveniente el quitarle su oponente,habia escuchado rumores de ella y todo su asunto de "Las presas",así que decido ir por el restante y no menos importante Shinigami de pelo Blanco y de la Hakama sin mangas, aquel capitán de pelo corto y blanco, el cual al parecer estaba confrontando a Kenzo, el 4to Espada. Aparezco en un abrir y cerrar de ojos justo al frente capitán de pelo blanco [Luego de haber echo multiples y rapidamente algunos "Sonidos"), nuestra distancia era a aproximadamente a unos 5M de distancia, sin mas preámbulos desenvaino mi Zanpakutoh Mientras voy a toda maquina hacia el capitán disminuyendo la distancia existente entre nosotros, le asesto con mi Zanpakutoh un golpe de advertencia horizontal justo en la zona del torso del capitán.
-Lo siento, pero no puedo tolerar la perdida de un rehén así que…tendrás que pasar por mi primero…-Dije de forma decidida.
OFF ROL:
[Siento no haber posteado previamente, normalmente soy mas activo pero me lío con las clases,
Azurre Kite- Post : 8
Edad : 30
Re: En movimiento. [TRAMA]
Aviso: Si Kenzo no postea de aquí al jueves lo haré yo tomando su pj como npc para terminar de una puñetera vez con este hilo q me parece que todos queremos terminar ù.u
Okami- Arrancar Lujuria
- Post : 609
Edad : 39
Re: En movimiento. [TRAMA]
[El capitán de la 13ª se está moviendo en este post ]
Un grupo de voces dispersas, no del todo limpias y algo distorsionadas, pero claramente audibles y entendibles se escucharon en los mecanismos que habían recibido los shinigamis para llegar al mundo humano.
- Señor, ¿no ha tardado mucho en venir hasta un edificio que está al lado de donde le avisé?. - La voz se escuchaba algo lejana y además la pregunta parecía algo fuera de contexto para la situación en la que se encontraban los shinigamis.
- ¿Quieres ver cuanto tardas tu en ascender de nuevo? - se escuchó como respuesta, aunque esta voz si era más cercana y reconocible, por lo menos por los capitanes que le habían conocido en persona en la reunión.
- Capitán, ya les tenemos en linea. - Fue la frase que dio sentido al caos del principio.
- Perfecto preciosa. ¡Hey, shinigamis! ¿os hace falta una ayudita en contra del enemigo?
- El tono era, quizás algo burlón y sarcástico. Muchas veces es muy fácil hacer desde la distancia bromas cuando en el centro se están haciendo importantes batallas.
Un grupo de voces dispersas, no del todo limpias y algo distorsionadas, pero claramente audibles y entendibles se escucharon en los mecanismos que habían recibido los shinigamis para llegar al mundo humano.
- Señor, ¿no ha tardado mucho en venir hasta un edificio que está al lado de donde le avisé?. - La voz se escuchaba algo lejana y además la pregunta parecía algo fuera de contexto para la situación en la que se encontraban los shinigamis.
- ¿Quieres ver cuanto tardas tu en ascender de nuevo? - se escuchó como respuesta, aunque esta voz si era más cercana y reconocible, por lo menos por los capitanes que le habían conocido en persona en la reunión.
- Capitán, ya les tenemos en linea. - Fue la frase que dio sentido al caos del principio.
- Perfecto preciosa. ¡Hey, shinigamis! ¿os hace falta una ayudita en contra del enemigo?
- El tono era, quizás algo burlón y sarcástico. Muchas veces es muy fácil hacer desde la distancia bromas cuando en el centro se están haciendo importantes batallas.
Chiesa- Capitán Rei
- Post : 1243
Edad : 38
Re: En movimiento. [TRAMA]
[OFF: Lo primero que quiero decir es que me voy a tomar unas ligeras licencias para acelerar esto. Creo que todos estamos un poco hasta los cojones de este hilo y queremos avanzar. No os preocupeis que las respuestas serán respondidas a los shinigamis preguntones >.o
Okami <-- Ya he posteado y Kenzo queda KO
Reiko
Katsu
Kato
Hayato
Azurre]
Los ojos de la Espada viajaban de uno a otro contrincante maldiciendo la falta de sus gafas que se encontraban al lado del capitán shinigami. Un gruñido profundo y grave salió de su garganta a medida que apretaba cada vez más el cuello de la joven shinigami que tenía en sus manos. Hatsushiki emitió un grito ahogado al ver que ninguno de los shinigamis había detenido su ataque pese a que la Espada la estuviera amenazando de muerte. Aún así era el momento de hacer algo, estaba harta de aquel lugar y de aquellos individuos, sobre todo del resto de arrancar. Envainó su zanpakutou y gruñó de nuevo como si estuviera dispuesta a arrancarle el cuello a la pobre chiquilla que lloraba aterrada en sus brazos.
Sus ojos centellearon con un brillo verdoso brillante y lo primero que hizo, sin reprimir la velocidad de sus movimientos para nada, obviando el artefacto que el excéntrico Espada había dejado en el suelo allí cerca de ellos. Chasqueó la lengua y sus ojos se fijaron en Hayato que terminaba de recitar el bakudo. Con la mano que tenía libre golpeó fuertemente la nuca de Kenzo que se encontraba aún bailando a su lado y lo dejó lo suficientemente atontado como para cogerlo por el cuello (haciendo que de esa manera el arrancar esquivara por pocos milímetros el hadou del teniente pasando a ser su objetivo Reiko que estaba más cerca de él) y colocarlo delante de ella antes de que el bakudo la alcanzara. El escudo que se había fabricado con el cuerpo de su compañero funcionó mejor de lo que esperaba y de un movimiento de su brazo lanzó al Espada número 4 hacia su Fracción, Reiko.
-Ocúpate de cargar a Kenzo, nos vamos, ahora -dijo con voz autoritaria casi gruñendo las palabras dando a entender que no admitía discusión.
Aquello se había complicado mucho más de lo que la arrancar hubiera querido jamás y maldecía cada una de las partes que estaban involucradas. Sus ojos se posaron sobre Azurre sin reconocerlo pero aún así era cosa del joven Fracción el seguirlos en aquella garganta o morir en el mundo humano ante aquel teniente y el capitán Kobayashi. Aquel nombre lo tendría marcado en la piel junto a la cicatriz que aquella peculiar zanpakutou le dejaría en su hombro. Otra punzada de dolor y otro grito ahogado por parte de la joven shinigami que veía como tras el chasqueo de dedos de la Espada se habría un garganta a su espalda con su peculiar sonido como si cogieras un vinilo y lo movieras en contra de su movimiento natural rasgándolo con la aguja del tocadiscos. Su mirada bicolor se detuvo un momento en el rostro de Kato frunciendo el ceño. Había algo en aquel shinigami que le recordaba al capitán Karaiko a quien capturó haría algunos días cuando la gran guerra tuvo lugar. De pronto, lo supo.
-Eres el segundo shinigami que veo que usa esa técnica -le reveló a Kato antes de emprender el camino por el garganta. Seguramente aquella frase tenía más significado para el teniente del 5º escuadrón que para cualquiera de los otros presentes.
Su destino era hacia Hueco Mundo, su furia creciendo con cada paso que daba. Sus manos firmemente apretadas alrededor de la joven shinigami, no permitiría que ninguno de ellos evitara que pudiera llevar aquel presente al señor de su tierra. Si querían alcanzarla tendrían que pasar por encima a las dos fracciones y entrar en el garganta notando como a cada segundo el reiatsu que desprendía la iracunda Espada era cada vez mayor.
Okami <-- Ya he posteado y Kenzo queda KO
Reiko
Katsu
Kato
Hayato
Azurre]
Los ojos de la Espada viajaban de uno a otro contrincante maldiciendo la falta de sus gafas que se encontraban al lado del capitán shinigami. Un gruñido profundo y grave salió de su garganta a medida que apretaba cada vez más el cuello de la joven shinigami que tenía en sus manos. Hatsushiki emitió un grito ahogado al ver que ninguno de los shinigamis había detenido su ataque pese a que la Espada la estuviera amenazando de muerte. Aún así era el momento de hacer algo, estaba harta de aquel lugar y de aquellos individuos, sobre todo del resto de arrancar. Envainó su zanpakutou y gruñó de nuevo como si estuviera dispuesta a arrancarle el cuello a la pobre chiquilla que lloraba aterrada en sus brazos.
Sus ojos centellearon con un brillo verdoso brillante y lo primero que hizo, sin reprimir la velocidad de sus movimientos para nada, obviando el artefacto que el excéntrico Espada había dejado en el suelo allí cerca de ellos. Chasqueó la lengua y sus ojos se fijaron en Hayato que terminaba de recitar el bakudo. Con la mano que tenía libre golpeó fuertemente la nuca de Kenzo que se encontraba aún bailando a su lado y lo dejó lo suficientemente atontado como para cogerlo por el cuello (haciendo que de esa manera el arrancar esquivara por pocos milímetros el hadou del teniente pasando a ser su objetivo Reiko que estaba más cerca de él) y colocarlo delante de ella antes de que el bakudo la alcanzara. El escudo que se había fabricado con el cuerpo de su compañero funcionó mejor de lo que esperaba y de un movimiento de su brazo lanzó al Espada número 4 hacia su Fracción, Reiko.
-Ocúpate de cargar a Kenzo, nos vamos, ahora -dijo con voz autoritaria casi gruñendo las palabras dando a entender que no admitía discusión.
Aquello se había complicado mucho más de lo que la arrancar hubiera querido jamás y maldecía cada una de las partes que estaban involucradas. Sus ojos se posaron sobre Azurre sin reconocerlo pero aún así era cosa del joven Fracción el seguirlos en aquella garganta o morir en el mundo humano ante aquel teniente y el capitán Kobayashi. Aquel nombre lo tendría marcado en la piel junto a la cicatriz que aquella peculiar zanpakutou le dejaría en su hombro. Otra punzada de dolor y otro grito ahogado por parte de la joven shinigami que veía como tras el chasqueo de dedos de la Espada se habría un garganta a su espalda con su peculiar sonido como si cogieras un vinilo y lo movieras en contra de su movimiento natural rasgándolo con la aguja del tocadiscos. Su mirada bicolor se detuvo un momento en el rostro de Kato frunciendo el ceño. Había algo en aquel shinigami que le recordaba al capitán Karaiko a quien capturó haría algunos días cuando la gran guerra tuvo lugar. De pronto, lo supo.
-Eres el segundo shinigami que veo que usa esa técnica -le reveló a Kato antes de emprender el camino por el garganta. Seguramente aquella frase tenía más significado para el teniente del 5º escuadrón que para cualquiera de los otros presentes.
Su destino era hacia Hueco Mundo, su furia creciendo con cada paso que daba. Sus manos firmemente apretadas alrededor de la joven shinigami, no permitiría que ninguno de ellos evitara que pudiera llevar aquel presente al señor de su tierra. Si querían alcanzarla tendrían que pasar por encima a las dos fracciones y entrar en el garganta notando como a cada segundo el reiatsu que desprendía la iracunda Espada era cada vez mayor.
Okami- Arrancar Lujuria
- Post : 609
Edad : 39
Re: En movimiento. [TRAMA]
[OFF: Siento la basura de post pero no hay mucho más que decir]
La escena se había tornado en surrealismo. Kenzo había sido noqueado por la espada Okami tras lo que fue usado de escudo ante el hadou del capitán. Por si fuese poco, ahora Reiko tendría que cargar con su superior, y parecía que Okami no estaba de humor para tonterías.
-Ocúpate de cargarlo, nos vamos, ahora
-Por supuesto, Okami-sama-Reiko no vaciló ni un instante, aunque tampoco es que tuviese mucha elección por otra parte ; tomó al espada sobre su hombro y se colocó al lado de Okami con intención de seguirla de vuelta a Hueco Mundo
Desde luego, la espada no estaba de humor. La misión se había alargado más de la cuenta y por si fuese poco, había sido herida por lo que pudo ver Reiko. Y como todos sabreis, eso no hace la menor gracia a nadie.
La shinigami presa seguía gritando aterrorizada, más aún, si cabe, cuando el aire se rasgó apareciendo ante ella aquella oscura garganta. Tras un breve comentario por parte de Okami al teniente, la espada emprendió el camino de vuelta, seguida de cerca por Reiko, que se limitó a girarse tímidamente hacia los allí presentes blandiendo una sonrisa burlona. Mientras, pensaba para sí mismo:
-Ya volveremos a jugar en otra ocasión.
Al fin volvían a "casa"...
La escena se había tornado en surrealismo. Kenzo había sido noqueado por la espada Okami tras lo que fue usado de escudo ante el hadou del capitán. Por si fuese poco, ahora Reiko tendría que cargar con su superior, y parecía que Okami no estaba de humor para tonterías.
-Ocúpate de cargarlo, nos vamos, ahora
-Por supuesto, Okami-sama-Reiko no vaciló ni un instante, aunque tampoco es que tuviese mucha elección por otra parte ; tomó al espada sobre su hombro y se colocó al lado de Okami con intención de seguirla de vuelta a Hueco Mundo
Desde luego, la espada no estaba de humor. La misión se había alargado más de la cuenta y por si fuese poco, había sido herida por lo que pudo ver Reiko. Y como todos sabreis, eso no hace la menor gracia a nadie.
La shinigami presa seguía gritando aterrorizada, más aún, si cabe, cuando el aire se rasgó apareciendo ante ella aquella oscura garganta. Tras un breve comentario por parte de Okami al teniente, la espada emprendió el camino de vuelta, seguida de cerca por Reiko, que se limitó a girarse tímidamente hacia los allí presentes blandiendo una sonrisa burlona. Mientras, pensaba para sí mismo:
-Ya volveremos a jugar en otra ocasión.
Al fin volvían a "casa"...
Última edición por Akagami Reiko el Dom Ene 31, 2010 11:04 pm, editado 1 vez
Akagami Reiko- Desaparecido
- Post : 145
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
Tras unos momentos en los que se debatía entre consciencia y la ausencia de la misma, Katsu percibió como la espada que había estado peleandose con Hayato abria una garganta mientras que su compañero era un lastre en la espalda para aquel que le habia derribado, no sabía cuanto tiempo había pasado, quizás la liberación del limite había sido permitida y consiguieron reducir a uno de los objetivos, o quizás algunos refuerzos más llegaron en el tiempo que estuvo inconsciente, el caso es que el hilo de esperanza que apareció ante él vino también acompañado de cierto sentido común.
- Agh... -Se quejó al girarse para evaluar los daños sufridos.
La columna no habia sido dañada directamente, sin embargo muchas de sus costillas parecían estar rotas, o al menos el instenso dolor lo indicaba, la cabeza le daba vueltas. Se dedicó a utilizar kido curativo en las heridas que Katsu consideraba más graves -Aunque no se caracterizaba por su capacidad de diagnostico-, la aplicación del kido se veia interrumpida por los espasmos de dolor que recorrian su cuerpo al más minimo movimiento que usualmente venia acompañado de un grito de dolor, tan solo deseaba dormir un rato.
- Agh... -Se quejó al girarse para evaluar los daños sufridos.
La columna no habia sido dañada directamente, sin embargo muchas de sus costillas parecían estar rotas, o al menos el instenso dolor lo indicaba, la cabeza le daba vueltas. Se dedicó a utilizar kido curativo en las heridas que Katsu consideraba más graves -Aunque no se caracterizaba por su capacidad de diagnostico-, la aplicación del kido se veia interrumpida por los espasmos de dolor que recorrian su cuerpo al más minimo movimiento que usualmente venia acompañado de un grito de dolor, tan solo deseaba dormir un rato.
Ryuga Katsu- Post : 58
Edad : 33
Re: En movimiento. [TRAMA]
La situación había superado lo absurdo para entrar en ámbitos del surrealismo. La pequeña trampa que el joven Shihoin intentó tender a los arrancars que huían de escena no tardó en resultar inútil. Aquel extraño, objeto al cual Kato le otorgó cierta importancia en los planes del excéntrico arrancar con el que conversó, parecía no ser más que una mera distracción, pues la arrancar con rasgos lobunos lo obvió en seguida y abrió una Garganta para abandonar el Mundo Humano.
El hado que Kato lanzó para enmascarar su trampa, y que iba dirigido hacia Kenzo, el cual proseguía con su extraña danza, no llegó a impactar en su objetivo. Éste salió de la trayectoria tras un tirón de la susodicha arrancar, la que, además, parecía tomar el control de la situación. Su voz se tornaba más y más autoritaria. Aquel tono parecía cada vez más serio, como si le corriera prisa volver a Hueco Mundo.
Tras ayudar a Kenzo a esquivar el hado, Okami lo noqueó, usándolo más tarde para detener el bakudo que Hayato había lanzado. Una vez abrió la Garganta, aquella arrancar posó su mirada unos instantes sobre Kato, como escudriñándolo, para acabar diciéndole que era el segundo shinigami que veía usar aquella técnica.
— "¿El segundo shinigami? Qué coño dice... ¿Ha descubierto el bakudo?" — pensó el teniente, algo lento en su reacción. No tardó en descubrir el mensaje que se ocultaba tras aquella plana frase. Sus ojos se abrieron de par en par. — ¿También tú...? — musitó entre dientes, casi inaudible.
No estaba precisamente arrepentido de aquello, pero ahora se alegraba de haber detenido el posible ataque fatal de Hayato sobre aquella arrancar, pues estaba implicada en aquel turbio asunto. Estaba seguro. Por ello también su ansiedad se acrecentó. Si no iba a permitirse a sí mismo perder a un implicado en la muerte de Karaiko-taicho, mucho menos lo haría sabiendo que iba a perder a dos. Por lo que, más decidido que nunca, dio un nuevo paso para continuar la carrera hacia el grupo de arrancars y evitar su huida.
La voz de su amigo, y compañero de correrías, Chiesa resonó en su mente fruto, seguro, de un bakudo. Sin embargo nuestro teniente no le prestó mucha más atención puesto que, a parte de que no le concernía para nada el mensaje, su mirada y toda su atención se habían fijado en su nuevo objetivo.
Habiendo dado a penas un paso, Kato notó la presencia de otro arrancar que se acercaba a toda velocidad, aunque no tuvo que buscarlo con su mirada, pues éste apareció a pocos metros frente a él. Parecía tener la intención de facilitar la huida de sus compañeros, pues embistió a Kato y lo atacó con un golpe horizontal de su zanpakuto.
Agarrando su arma aun envainada por ambos extremos, Kato hizo pantalla con ella para protegerse del golpe. Aprovechando la energía de aquel bloqueo, el teniente giró sobre sí mismo rápidamente, situándose a la izquierda de su adversario. Efectuó un paso más, rápido como sólo un Shihoin podía ejecutar en batalla, a la vez que intentaba asestar un golpe a la nuca de su contrincante, sujetando su zanpakuto con la mano izquierda y atacando lateralmente, casi de espaldas ya por su movimiento.
— Ya tendré tiempo de encargarme de ti, si es que no dejas el territorio humano antes. — le indicó. — Ahora estoy más interesado en tus compañeros. — explicó, posando ya la mirada en la espalda de Okami, como halcón que fija su objetivo antes de caer en picado sobre él.
Con aquel golpe intentaría ganar algo de tiempo para seguir avanzando. Ya sea acertando el golpe y mandando a su enemigo unos metros más allá, o esquivando el nuevo arrancar el rápido movimiento del experto en distancias cortas, Kato conseguiría ganar algo de tiempo, aunque fuese un par de segundos, para arañar unos cuantos metros más a aquellos arrancars en retirada. Por otra parte esperaba recibir algo de ayuda. Si pensaba impedir la partida de los implicados en la muerte del Capitán, salvando obstáculos como aquel nuevo arrancar, sin ninguna ayuda, lo más seguro es que herrara en su intención.
El hado que Kato lanzó para enmascarar su trampa, y que iba dirigido hacia Kenzo, el cual proseguía con su extraña danza, no llegó a impactar en su objetivo. Éste salió de la trayectoria tras un tirón de la susodicha arrancar, la que, además, parecía tomar el control de la situación. Su voz se tornaba más y más autoritaria. Aquel tono parecía cada vez más serio, como si le corriera prisa volver a Hueco Mundo.
Tras ayudar a Kenzo a esquivar el hado, Okami lo noqueó, usándolo más tarde para detener el bakudo que Hayato había lanzado. Una vez abrió la Garganta, aquella arrancar posó su mirada unos instantes sobre Kato, como escudriñándolo, para acabar diciéndole que era el segundo shinigami que veía usar aquella técnica.
— "¿El segundo shinigami? Qué coño dice... ¿Ha descubierto el bakudo?" — pensó el teniente, algo lento en su reacción. No tardó en descubrir el mensaje que se ocultaba tras aquella plana frase. Sus ojos se abrieron de par en par. — ¿También tú...? — musitó entre dientes, casi inaudible.
No estaba precisamente arrepentido de aquello, pero ahora se alegraba de haber detenido el posible ataque fatal de Hayato sobre aquella arrancar, pues estaba implicada en aquel turbio asunto. Estaba seguro. Por ello también su ansiedad se acrecentó. Si no iba a permitirse a sí mismo perder a un implicado en la muerte de Karaiko-taicho, mucho menos lo haría sabiendo que iba a perder a dos. Por lo que, más decidido que nunca, dio un nuevo paso para continuar la carrera hacia el grupo de arrancars y evitar su huida.
La voz de su amigo, y compañero de correrías, Chiesa resonó en su mente fruto, seguro, de un bakudo. Sin embargo nuestro teniente no le prestó mucha más atención puesto que, a parte de que no le concernía para nada el mensaje, su mirada y toda su atención se habían fijado en su nuevo objetivo.
Habiendo dado a penas un paso, Kato notó la presencia de otro arrancar que se acercaba a toda velocidad, aunque no tuvo que buscarlo con su mirada, pues éste apareció a pocos metros frente a él. Parecía tener la intención de facilitar la huida de sus compañeros, pues embistió a Kato y lo atacó con un golpe horizontal de su zanpakuto.
Agarrando su arma aun envainada por ambos extremos, Kato hizo pantalla con ella para protegerse del golpe. Aprovechando la energía de aquel bloqueo, el teniente giró sobre sí mismo rápidamente, situándose a la izquierda de su adversario. Efectuó un paso más, rápido como sólo un Shihoin podía ejecutar en batalla, a la vez que intentaba asestar un golpe a la nuca de su contrincante, sujetando su zanpakuto con la mano izquierda y atacando lateralmente, casi de espaldas ya por su movimiento.
— Ya tendré tiempo de encargarme de ti, si es que no dejas el territorio humano antes. — le indicó. — Ahora estoy más interesado en tus compañeros. — explicó, posando ya la mirada en la espalda de Okami, como halcón que fija su objetivo antes de caer en picado sobre él.
Con aquel golpe intentaría ganar algo de tiempo para seguir avanzando. Ya sea acertando el golpe y mandando a su enemigo unos metros más allá, o esquivando el nuevo arrancar el rápido movimiento del experto en distancias cortas, Kato conseguiría ganar algo de tiempo, aunque fuese un par de segundos, para arañar unos cuantos metros más a aquellos arrancars en retirada. Por otra parte esperaba recibir algo de ayuda. Si pensaba impedir la partida de los implicados en la muerte del Capitán, salvando obstáculos como aquel nuevo arrancar, sin ninguna ayuda, lo más seguro es que herrara en su intención.
Última edición por Shihoin Kato el Jue Abr 22, 2010 12:03 am, editado 1 vez
Re: En movimiento. [TRAMA]
Kobayashi vio como sus últimas opciones se agotaban al estrellarse el bakudou contra el compañero de Okami. Desnudo, noqueado, inmovilizado por seis barras de luz y en brazos de uno de sus subalternos: aquella sí era una forma poco digna de abandonar una batalla. Aunque al menos se le planteaba un futuro más halagador que el de aquella shinigami cuyo nombre desconocía, a quien no había conseguido salvar. Sería la primera baja que se vería obligado a reportar como capitán. Por un lado, se retraía no haberla protegido mejor, pero por el otro no pudo evitar dirigir su ira hacia la voz del comunicador. ¿Era una broma? Porque, de no haber sido por el punzante dolor que le llegaba de las heridas que le había causado la Espada, podría haber llegado a creer que todo formaba parte de una enorme broma de mal gusto.
-En buen momento llega la ayuda... -comentó, con amargo sarcasmo. Los gritos de pavor de la shinigami capturada todavía resonaban en sus oídos-. Podemos montar sillas y sentarnos todos a mirar como capturan a nuestra compañera
Kato hizo un último esfuerzo por evitar que escaparan, pero no era mucho lo que podía hacer, a menos que no se metiera en la Garganta tras ellos. Y Hayato supuso que era lo suficientemente listo como para no entrar a ciegas en una Garganta que bien podía conducir a los mismos pies del trono del Espada 0. Hayato pasó los ojos por el campo de batalla, retomando consciencia de los puntos que requerían su atención.
Por un lado, Katsu parecía gravemente herido, y necesitaba ayuda. Pero estaba lo suficientemente estable como para usar el kidou, así que podía esperar a que terminaran con la refriega. Por el otro, quedaba todavía un arrancar, que había quedado aislado de sus compañeros al optar por atacar a Kato en lugar de introducirse en la Garganta. Hayato le estudió mientras, maquinalmente, se dirigía hacia el brillo naranja que constituían las gafas que Okami había dejado atrás. Sin dedicarles una sola mirada, ni prácticamente un solo pensamiento, las recogió y las guardó en el interior de su keikogi. Tal vez le fueran útiles en un encuentro futuro.
No era, ni de lejos, un Espada, sólo un arrancar corriente, un premio de consolación. Pero le habían dejado atrás. Una sonrisa cruel asomó a los labios del capitán. Sabía que no tenía sentido intentar hacerlo prisionero: desde Hueco Mundo nunca negociarían por la vida de uno de los suyos, y aún menos a cambio de la de la shinigami. Todo lo que tenía sentido hacer con aquel arrancar que había quedado aislado era eliminarlo definitivamente. Aquello evitaría que causara daños en un futuro.
Estoy siguiendo tu línea de pensamiento... ¡Y he de decir que me encanta!, exclamó la voz de su zanpakutou en el interior de su mente, con evidente sadismo. La Espada de caderas sexys se te ha escapado, pero te perdonaré si me dejas divertirme troceando a su pequeño amigo
Hayato no pudo reprimir un leve escalofrío. Estaba completamente de acuerdo con su arma, y aquello era algo que siempre le daba miedo. El sabor metálico de su propia sangre en la boca, junto con la frustración ante la paliza que le había dado Okami, y la impotencia con que la había visto llevarse a su compañera shinigami, se combinaban en una ira fría y peligrosa que acercaba inquietantemente su modo de ver el mundo al de Genma, y en cuyo objetivo estaba a punto de convertirse aquel arrancar rezagado.
De dos shunpos recorrió la distancia que le separaba de él, asegurándose de que quedara entre el teniente Shihouin y su propia presencia.
¿Y ahora qué piensas hacer, pequeño? Estás atrapado entre un teniente y un capitán. ¿Cómo piensas escapar?, rió la voz de Genma, entre desquiciadas carcajadas de anticipación.
-Tanoshime, Genma -susurró Kobayashi, con una sonrisa escalofriante.
La zanpakutou crepitó alegremente en su mano, lista para la acción. Había llegado el momento de divertirse.
-En buen momento llega la ayuda... -comentó, con amargo sarcasmo. Los gritos de pavor de la shinigami capturada todavía resonaban en sus oídos-. Podemos montar sillas y sentarnos todos a mirar como capturan a nuestra compañera
Kato hizo un último esfuerzo por evitar que escaparan, pero no era mucho lo que podía hacer, a menos que no se metiera en la Garganta tras ellos. Y Hayato supuso que era lo suficientemente listo como para no entrar a ciegas en una Garganta que bien podía conducir a los mismos pies del trono del Espada 0. Hayato pasó los ojos por el campo de batalla, retomando consciencia de los puntos que requerían su atención.
Por un lado, Katsu parecía gravemente herido, y necesitaba ayuda. Pero estaba lo suficientemente estable como para usar el kidou, así que podía esperar a que terminaran con la refriega. Por el otro, quedaba todavía un arrancar, que había quedado aislado de sus compañeros al optar por atacar a Kato en lugar de introducirse en la Garganta. Hayato le estudió mientras, maquinalmente, se dirigía hacia el brillo naranja que constituían las gafas que Okami había dejado atrás. Sin dedicarles una sola mirada, ni prácticamente un solo pensamiento, las recogió y las guardó en el interior de su keikogi. Tal vez le fueran útiles en un encuentro futuro.
No era, ni de lejos, un Espada, sólo un arrancar corriente, un premio de consolación. Pero le habían dejado atrás. Una sonrisa cruel asomó a los labios del capitán. Sabía que no tenía sentido intentar hacerlo prisionero: desde Hueco Mundo nunca negociarían por la vida de uno de los suyos, y aún menos a cambio de la de la shinigami. Todo lo que tenía sentido hacer con aquel arrancar que había quedado aislado era eliminarlo definitivamente. Aquello evitaría que causara daños en un futuro.
Estoy siguiendo tu línea de pensamiento... ¡Y he de decir que me encanta!, exclamó la voz de su zanpakutou en el interior de su mente, con evidente sadismo. La Espada de caderas sexys se te ha escapado, pero te perdonaré si me dejas divertirme troceando a su pequeño amigo
Hayato no pudo reprimir un leve escalofrío. Estaba completamente de acuerdo con su arma, y aquello era algo que siempre le daba miedo. El sabor metálico de su propia sangre en la boca, junto con la frustración ante la paliza que le había dado Okami, y la impotencia con que la había visto llevarse a su compañera shinigami, se combinaban en una ira fría y peligrosa que acercaba inquietantemente su modo de ver el mundo al de Genma, y en cuyo objetivo estaba a punto de convertirse aquel arrancar rezagado.
De dos shunpos recorrió la distancia que le separaba de él, asegurándose de que quedara entre el teniente Shihouin y su propia presencia.
¿Y ahora qué piensas hacer, pequeño? Estás atrapado entre un teniente y un capitán. ¿Cómo piensas escapar?, rió la voz de Genma, entre desquiciadas carcajadas de anticipación.
-Tanoshime, Genma -susurró Kobayashi, con una sonrisa escalofriante.
La zanpakutou crepitó alegremente en su mano, lista para la acción. Había llegado el momento de divertirse.
Kobayashi Hayato- Post : 272
Edad : 36
Re: En movimiento. [TRAMA]
Los ojos de la Espada se clavaron en la nuca de Azurre cuando se lanzó al combate ante el capitán y el teniente. Kato lo había esquivado rápidamente y con un gesto de indiferencia miró a Reiko. Si Azurre no encontraba la manera de seguirlos caería en combate. Sus ojos bicolor se hundieron en los dorados de Kato por unos segundos antes de girarse sobre sí misma.
Meditó solo unos instantes la posibilidad de enviar a Reiko a por Azurre pero era una soberana estupidez. Las posibilidades que tenían los shinigamis de conseguir algo útil de boca de esa reciente fracción eran mínimas y no compensaba la posibilidad de perder cualquiera de sus cargas. La arrancar dedicó una última mirada a Hayato y le sonrió como entregándole el pequeño presente que suponía para su orgullo la joven fracción.
-Hasta otra, shinigami -dijo con firmeza mientras se giraba dándole la espalda a la garganta que se cerraba tras Reiko. -Vámonos. No merece la pena que volvamos a por él -indicó a Reiko abandonando a Azurre a su suerte.
El reiatsu de Okami se elevaba aún más con cada paso que daba hacia Hueco Mundo. El gruñido que salía de su boca, todo su cuerpo en tensión eran más que meras insinuaciones de la cólera que mantenía en su interior. Tendría que encontrar algo con lo que desahogarse cuando llegara al Amanecer. Lástima que Kenzo estaba inconsciente, podría haberle golpeado alguna que otra vez para casitgarle por sus estupideces, y la shinigami que llevaba tampoco era una opción. Ella debía llegar intacta para ser entregada a Marcus. Dedicó una mirada a Reiko por unos instantes aunque también se deshizo de aquella idea. Cargar con tres cuerpos, no era una opción.
[OFF: Sinceramente lo que hagais con Azurre me da lo mismo, yo salgo del tema y tras postear Reiko se cerrará la Garganta. Gomenne Kato-kun, pero será en otro momento ^^]
Meditó solo unos instantes la posibilidad de enviar a Reiko a por Azurre pero era una soberana estupidez. Las posibilidades que tenían los shinigamis de conseguir algo útil de boca de esa reciente fracción eran mínimas y no compensaba la posibilidad de perder cualquiera de sus cargas. La arrancar dedicó una última mirada a Hayato y le sonrió como entregándole el pequeño presente que suponía para su orgullo la joven fracción.
-Hasta otra, shinigami -dijo con firmeza mientras se giraba dándole la espalda a la garganta que se cerraba tras Reiko. -Vámonos. No merece la pena que volvamos a por él -indicó a Reiko abandonando a Azurre a su suerte.
El reiatsu de Okami se elevaba aún más con cada paso que daba hacia Hueco Mundo. El gruñido que salía de su boca, todo su cuerpo en tensión eran más que meras insinuaciones de la cólera que mantenía en su interior. Tendría que encontrar algo con lo que desahogarse cuando llegara al Amanecer. Lástima que Kenzo estaba inconsciente, podría haberle golpeado alguna que otra vez para casitgarle por sus estupideces, y la shinigami que llevaba tampoco era una opción. Ella debía llegar intacta para ser entregada a Marcus. Dedicó una mirada a Reiko por unos instantes aunque también se deshizo de aquella idea. Cargar con tres cuerpos, no era una opción.
[OFF: Sinceramente lo que hagais con Azurre me da lo mismo, yo salgo del tema y tras postear Reiko se cerrará la Garganta. Gomenne Kato-kun, pero será en otro momento ^^]
Okami- Arrancar Lujuria
- Post : 609
Edad : 39
Re: En movimiento. [TRAMA]
¿Alguna vez habéis enfurecido a un tigre? Pues el tigre parecería un minino juguetón en comparación con Okami. La espada estaba un tanto exasperada por no decir que en ese estado podría matar a cualquiera con una simple mirada. En aquel momento el corazon de Okami era pura furia contenida, y a Reiko le daba que a la vuelta, el Amanecer iba a temblar un poco.
Mientras la garganta se cerraba ante los ojos de los shinigamis, Reiko observaba a los presentes; era una pena que se tuviesen que ir pero las órdenes eran claras. Un gesto meditativo asomó en la compostura de Okami por unos segundos, y por una fugaz mirada, Reiko pudo deducir que se trataba del tal Azurre, que había irrumpido en la acción sin aviso previo. Su única opción era la retirada, pero tampoco es que le importase mucho a Reiko el estado de salud de aquel individuo.
Mientras,cargado a su hombro derecho, Kenzo le clavaba algo en la espalda a Reiko; éste último miraba a Okami con gesto perezoso y negativo, no quería cargar a otro saco de patatas hasta el palacio blanco; gesto que cambió a aliviado cuando Okami decidió dar la espalda a los shinigamis y partir de vuelta.
-¿Pero qué me estoy clavando?...agh maldita espada tuya jefe....-Se quejaba mientras trasladaba a Kenzo desde su hombro derecho al izquierdo.
Una vez acomodado "el saco de papas" convenientemente en su hombro izquierd ,el fracción miró a Azurre sintiendo lástima por él. Acaba de llegar y ya iba a morir. Al fin y al cabo le superaban en número y al menos uno de ellos en poder.
Lanzando una última mirada a modo de recuerdo a aquel lugar, que en el fondo era precioso, dio media vuelta y siguió a Okami a través de la oscura senda. Apenas daba tres pasos cuando la garganta se cerró tan suavemente como se hubo abierto. Al fin volvían "a casa".
[OFF: Pues nada, nosotros nos volvemos ya a la fiestechuela. Kenzo, si puedo esta misma noche publico un post en la sección dejandote en tu habitación y ya eres libre de nuevo XD]
Mientras la garganta se cerraba ante los ojos de los shinigamis, Reiko observaba a los presentes; era una pena que se tuviesen que ir pero las órdenes eran claras. Un gesto meditativo asomó en la compostura de Okami por unos segundos, y por una fugaz mirada, Reiko pudo deducir que se trataba del tal Azurre, que había irrumpido en la acción sin aviso previo. Su única opción era la retirada, pero tampoco es que le importase mucho a Reiko el estado de salud de aquel individuo.
Mientras,cargado a su hombro derecho, Kenzo le clavaba algo en la espalda a Reiko; éste último miraba a Okami con gesto perezoso y negativo, no quería cargar a otro saco de patatas hasta el palacio blanco; gesto que cambió a aliviado cuando Okami decidió dar la espalda a los shinigamis y partir de vuelta.
-¿Pero qué me estoy clavando?...agh maldita espada tuya jefe....-Se quejaba mientras trasladaba a Kenzo desde su hombro derecho al izquierdo.
Una vez acomodado "el saco de papas" convenientemente en su hombro izquierd ,el fracción miró a Azurre sintiendo lástima por él. Acaba de llegar y ya iba a morir. Al fin y al cabo le superaban en número y al menos uno de ellos en poder.
Lanzando una última mirada a modo de recuerdo a aquel lugar, que en el fondo era precioso, dio media vuelta y siguió a Okami a través de la oscura senda. Apenas daba tres pasos cuando la garganta se cerró tan suavemente como se hubo abierto. Al fin volvían "a casa".
[OFF: Pues nada, nosotros nos volvemos ya a la fiestechuela. Kenzo, si puedo esta misma noche publico un post en la sección dejandote en tu habitación y ya eres libre de nuevo XD]
Akagami Reiko- Desaparecido
- Post : 145
Edad : 35
Re: En movimiento. [TRAMA]
[Viene de aquí - Y me habéis saltado el turno T_T ]
Gracias, Erienne, pero creo que todo está aqui todo controlado - Se escuchó en un pequeño susurro, apenas audible por los shinigamis que estaban allí. Seguramente el capitán de la 13ª división todavía no manejaba demasiado bien aquello y se estaba escuchando cualquier retazo de conversación que tuviera en la sala de comunicaciones con el mundo humano. O por lo menos las palabras que pronunciaba el capitán.
Aunque si fue perfectamente audible por todos los enviados al mundo humano la contestación al comentario que Hayato había hecho irónicamente.
- ¡Si había capturas y problemas porque no han informado antes al Gotei! - El cual se escuchó en un grito, aunque resonaba con algo de eco en la transmisión.
Definitivamente el capitán era la primera vez que se manejaba con aquel cacharro.
Gracias, Erienne, pero creo que todo está aqui todo controlado - Se escuchó en un pequeño susurro, apenas audible por los shinigamis que estaban allí. Seguramente el capitán de la 13ª división todavía no manejaba demasiado bien aquello y se estaba escuchando cualquier retazo de conversación que tuviera en la sala de comunicaciones con el mundo humano. O por lo menos las palabras que pronunciaba el capitán.
Aunque si fue perfectamente audible por todos los enviados al mundo humano la contestación al comentario que Hayato había hecho irónicamente.
- ¡Si había capturas y problemas porque no han informado antes al Gotei! - El cual se escuchó en un grito, aunque resonaba con algo de eco en la transmisión.
Definitivamente el capitán era la primera vez que se manejaba con aquel cacharro.
Chiesa- Capitán Rei
- Post : 1243
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