En movimiento II [Post paralelo] [Tema Cerrado][TRAMA]

OFF: Bueno explico un poco de que va la cosa. Debido a que el post en Europa de En movimiento está con varias personas en un mismo lugar pero serían casi dos hilos simultáneos por lo que he decidido abrir este para no estar todos esperando a Kenzo. Los jugadores que quieras intervenir en este combate pueden hacerlo pero con las consecuencias de que se quedan algo descolgados del anterior. Una vez hechas estas aclaraciones decir que por ahora en esta escena será del combate 1 contra 1 q tiene Hayato con Okami ^^

Casi se podía sentir en el aire la furia de Hayato. Aquel shinigami que había detenido al capitán del 7º Escuadrón lo había dejado en ridículo delante de un enemigo y Okami podía notar como el reiatsu de este ascendía aunque aquel limitador lo siguiera coartando.

Un ronroneo, parecido a un suspiro de satisfacción, escapó de los labios de la arrancar cuando notó como su zanpakutou atravesaba la piel del shinigami. Aquel olor a sangre la invadió por completo y un escalofrío recorrió su espalda. Casi había podido atraparle de nuevo pero el arma del capitán volvía a interponerse. Chasqueó la lengua levemente molesta por el inconveniente pero sin quitarle los ojos de encima al shinigami se llevó su arma delante de su boca y lamiendo la hoja saboreó la sangre que manchaba su arma con una sonrisa lobuna en contestación a lo que el shinigami le había dicho.

Como esperaba, Hayato volvió a lanzarse contra ella atacando directamente a su cuello por la parte izquierda. Elevó su zanpakutou para que impactara contra su filo pero siguiendo el patrón que había llevado durante todo el combate y que la habilidosa arrancar iba aprendiendo a prever. De un giro de muñeca propinó un golpe firme a Genma que se había materializado a su costado. Lo que la arrancar había conseguido con ese golpe era debilitar en golpe aunque no evitó del todo que la hoja entrara en contacto con su cuerpo ya que buscaba agarrar de nuevo al shinigami por el antebrazo al lanzarle el golpe al cuello moviéndose hacia delante. Un gruñido salió de entre sus dientes al notar su piel abrirse ante la hoja del shinigami pero, aún así su sonrisa depredadora no desaparecía en ningún momento.

Supo que Genma había vuelto a las manos del shinigami cuando dejó de notar el frío acero contra su piel. La arrancar colocó su zanpakutou entre su cuello y el filo de Genma justamente donde se podía ver perfectamente el número seis grabado en su piel como su fuera un tatuaje. Su mano se afianzó sobre su antebrazo fuertemente sin querer dejarle marchar y una sonrisa maliciosa se curvó en su rostro.

-Por qué sigues teniendo el limitador y él no? -preguntó refiriéndose a Kato algo confundida buscando desconcentrar a su contrincante, sabía que el reiatsu de Kato tenía un toque distinto pero no conocía el origen de ese cambio aún sin saberlo como mínimo conseguiría que Hayato se desconcentrase si quería comprobar sus palabras. El verle contrariado la divertía enormemente.

¡Aquel maldito Shihouin! Llegaba, le arruinaba el ataque, le insultaba con su arrogancia... ¿y no era capaz de decirle que ya habían liberado la prohibición sobre el limitador? Verdaderamente se había lucido.

Su rival le desconcertaba terriblemente. Parecía bastante claro que se divertía jugando con él. ¿Qué ganaba aferrándole por el brazo y preguntándole por su limitador? La única explicación que se le ocurría era que estuviera deseando que lo retirara. ¿Había estado combatiendo deliberadamente sólo un poco por encima de su nivel todo aquel tiempo? ¿Con que fin? ¿Divertirse? Hayato puso algo de presión en su arma, para mantener la atención de la Espada en ella, y la miró, entrecerrando los ojos, tratando de descubrir qué se ocultaba tras aquel rostro salvaje.

-Parece ser que no necesito retirarlo para herirte -respondió, señalando su costado con una linclinación de la cabeza y sonriéndole con malicia. Un leve tono rojizo manchaba su sonrisa, producto del anterior golpe de la Espada en su pecho.

Lo cierto era que sentía la mano de la arrancar cerrada sobre su antebrazo como una tenaza. Con el limitador activo, no podía ni plantearse la posibilidad de liberarse de ella por fuerza. Se encogió de hombros y, clavando la mirada en las gafas anaranjadas de ella, con toda la lentitud del mundo, extendió el dedo índice de la mano izquierda hacia su cuello.

-Pero agradezco que te preocupes por mí, preciosa -le dijo, con voz falsamente edulcorada, mientras, alternativamente con la yema y el dorso del dedo acariciaba con delicadeza sus firmes tendones. Su sonrisa se expandió en un gesto malévolamente depredador apenas un instante antes de añadir, en un susurro: -Hadou no 4, byakurai

La Espada se mantenía en su posición apretando fuertemente el brazo del shinigami sin mostrar una sola señal de esfuerzo. A no ser que el capitán se partiera el brazo no podría escapar de una agarre así. Aquello la entretenía enormemente y que el capitán Kobayashi le siguiera el juego lo hacía más interesante. Su sonrisa se dibujó en respuesta a lo que parecía ser un golpe bajo pero no consiguió molestarla.

-Este rasguño, cachorro? No te preocupes por mí, estoy bien -fue la respuesta que le dió mirándole la boca y relamiéndose los suyos propios como si viera un sabroso manjar.

Como cuando le cortó el uniforme el cuerpo de la arrancar se mantuvo exactamente en la misma postura, con sus ojos clavados en los del capitán pese a que este no los viera por el color de sus gafas. Sintió como la presión de su reiatsu se concentraba en Genma pero la mano y el brazo que se movía era el que le intrigaba. Había notado con los ataques anteriores cuanta cantidad de reiatsu necesitaba para activar su habilidad y aquella era bastante superior. Una distracción? Podría ser, después de todo estaba delante del estratega número uno de la sociedad de almas o al menos eso parecía. En contestación a su frase ronroneó suavemente notando las leves caricias que le daba en el cuello con el dedo suponiendo que algo como lo que hizo acontinuación ocurriría. Es que los shinigamis nunca se relajaban un poco?

Aún agarrándole del brazo la Espada se agachó lo suficientemente rápido como para evitar el hadou por milímetros. Aún así se deslizó tirando de su brazo con una pierna por delante, como un jugador hace una entrada a otro, con el fin de desequilibrarlo y que cayera al suelo. Si conseguía evitar su pierna aún tenía en brazo de él agarrado y le haría caer de todos modos sobre su espalda. Si por alguna casualidad el capitán conseguía soltarse de su agarre la encontraría a su espalda acuclillada, los ojos fijos en él espectante, dispuesta a saltar sobre él en cualquier momento.

El combate sin armas no era el mayor fuerte del capitán Kobayashi. Prefería la elegancia del zanjutsu y la versatilidad del kidou a la crudeza del contacto físico. Poseía, como todos los shinigamis, unas ciertas nociones sobre ello, suficientes para defenderse si se veía privado de su arma, pero que no llegaban al nivel de aquella Espada que combinaba ataques con la zanpakutou con llaves y patadas.

Por ello, aún tras evitar la pierna de su adversaria, no pudo zafarse de su presa, que le hizo perder el equilibrio. Recordando sus primeras lecciones, rodó al caer, intentando evitar que la arrancar consiguiera tomar partido de su ventaja y terminar de inmovilizarle. Como esperaba, aquello no sirvió para que le soltara, pero sí para que tuviera que caer con él. Ambos rodaron por el suelo, forcejeando para tomar el control de la situación. Hayato mantenía la mano derecha firmemente cerrada sobre Genma, obligando a la Espada a cuidar de mantenerla alejada de su cuerpo, mientras con la izquierda trataba de retener la otra mano de ella.

La superior fuerza de la arrancar se impuso, venciendo la resistencia del shinigami y haciéndole dar con los hombros en el suelo. Una mueca de frustración asomó por un momento a sus labios. Sus ojos se clavaron duramente en las gafas anaranjadas de ella. Malditas fueran: no le dejaban leer sus intenciones. A aquella distancia, requería cada mínimo instante de ventaja que su percepción pudiera darle.

Con la espalda firmemente anclada al suelo, pero manteniendo las manos de ella bajo un relativo control, la situación todavía no era tan desesperada. Sentía el firme cuerpo de la arrancar encima del suyo, impidiéndole la movilidad, pero todavía podía librarse de ella de un modo u otro, aún sin la liberación del limitador.

-Parece que te gusta jugar sucio, Espada -murmuró, echando levemente la cabeza hacia atrás para respirar mejor. El cuerpo de su contrincante sobre el suyo le presionaba el diafragma y le dificultaba la respiración.

Había conseguido lo que había querido: desestabilizar a su contrincante. No es que fuera una ventaja notable pero había deducido por los precisos y eficientes movimientos del capitán que su esgrima dentro de lo que cabía era una de sus mejores armas. En el suelo pocos estocazos podía darle pese a que la habilidad de su zanpakutou era algo a tener muy en cuenta. De todos modos rodando por el suelo como se encontraban ahora la hacía tener que estar más pendiente del combate que momentos antes.

Las hojas de ambas zanpakutou se encontraban con cada vuelta sintiendo la arrancar como cada una gritaba a la otra pidiendo la sangre de su portador. Su sonrisa lobuna se mantuvo en su rostro cuando por fin después de varias vueltas uno sobre el otro se detuvieron dejando a Okami estar encima. Consiguió controlar la situación antes de que fuera más peligrosa y ver la frustración en el rostro de su contrincante no hizo más que ensanchar su sonrisa. Haciendo presión con su cuerpo consiguió medio controlar la katana de Hayato con la suya presionándola para acercarla más al suelo mientras que su otra mano estaba aferrada a la de él cada uno ejerciendo presión por ganar al otro sus manos entrelazadas. Dejó que su cuerpo presionara el del shinigami bajo ella observándole la mueca molesta por su actual sitación y rió con su característico gruñido al escuchar sus palabras.

-Jugar sucio? Solo porque no sepas defenderte de mis ataques no deberías decir que juego sucio, Taicho... -dijo bajando su rostro al hueco de su hombro para hablarle al oído. -Estás incómodo? -preguntó volviendo a reir por lo bajo.

Sin embargo, algo en aquel momento llamó la atención de la Espada que pese a no desviar la mirada de su contrincante endureció su expresión al notar otro reiatsu arrancar en la zona. Pero es que se iba a presentar todo Hueco Mundo en aquella estúpida cuidad. Gruñó molesta y se encogió girando la cabeza bruscamente haciendo que sus gafas se deslizaran de su rostro cayendo a un par de metros en el suelo, al notar la energía del recién liberado teniente. Las cosas se les estaba escapando de las manos. No es q ella tuviera problemas con el capitán que era un entretenimiento digno de mucho más tiempo y seriedad sino que tanta presencia podría impulsar el que llegaran los demás capitanes e incluso el comandante. Si Marcus se enterara de aquello sería una catástrofe para Kenzo y para ella. Chasqueó la lengua molesta y volvió a mirar al capitán con sus ojos bicolor fijos en los de él, verdes y ansiosos por estudiar sus movimientos en los de ella.

-Tendremos que ir concluyendo nuestra diversión, shinigami. No dolerá... Demasiado... -dijo con una media sonrisa en los labios mostrando su blanca dentadura.

Presionó más el cuerpo del shinigami con el suyo y se relamió los labios antes de lanzar una dentellada a la base del cuello del shinigami hundiendo sus colmillos con fuerza en la sabrosa carne del shinigami como si se tratase de un vampiro dejando que la sangre llenara su boca apretando a su presa contra el suelo.

A modo de complemento de la lección de física que dimos algo más hacia arriba, daremos unas ciertas nociones de teoría de los materiales. Básicamente, diremos que el coeficiente de rozamiento entre metal y metal es relativamente bajo. Es por esta razón que el tren es un medio de transporte mucho más eficiente que el coche o el autobús en viajes largos, y es también por esto que les cuesta tanto frenar, necesitando varios cientos de metros para detenerse completamente, mientras un coche lo hace en unas pocas decenas.

¿A dónde queremos llegar? Pues a que metal contra metal es algo que desliza fácilmente. ¿Y a qué nos lleva eso? A la acción del capitán Kobayashi, quien, al notar los colmillos de la Espada cerrarse alrededor de su cuello, instintivamente recogió el brazo derecho, golpeando violentamente a su agresora en la templa con el extremo inferior de la empuñadura de su espada, que se había deslizado a lo largo de toda su hoja a pesar de la presión de la zanpakutou de ella, que la aferraba contra el suelo.

El extremo inferior del arma de Kobayashi, decíamos, impactó en la sien de la Espada, forzándola a abrir las fauces y aprovechando el momento de desconcierto para sacudirla de encima de sí. Girando completamente el control de la situación en un instante, se las arregló para terminar encima de ella en un momento, con la mano izquierda presionándole la garganta, y la derecha sosteniendo la zanpakutou, preparada para responder a cualquier movimiento de ella. Los tendones de su hombro y cuello respondieron con una punzada de dolor al contraerse. Dedicó una mirada rápida a la herida: las marcas de los dientes eran profundas, pero no sangraban en exceso. Aquello iba a dejarle cicatriz...

-¿Y ahora, Espada? ¿Estás incómoda? -preguntó, clavando duramente su mirada en aquellos desconcertantes ojos de dos colores de la arrancar-. Me ha gustado tu recuerdo: no me gustaría que te fueras sin llevarte uno mío... -anunció, hundiendo la punta de Genma en el hombro de la Espada, muy cerca del lugar en el que ella le había mordido. La retorció y la volvió a sacar, empapada de sangre-. Me has concedido este baile y todavía no sé tu nombre... -dijo, todavía sin soltar el cuello de ella, y sin bajar la guardia. Había percibido la incomodidad de ella unos momentos antes de que le mordiera, y suponía que aquello de "concluir con la diversión" lo había dicho de modo más que literal. Incluso él había sentido la explosión de reiatsu del teniente Shihouin al liberar el limitador. ¿Por qué sólo él? ¿Por qué los limitadores de Katsu y el suyo propio seguían activos? No tenía ninguna intención de dejarla escapar, pero, con su reiatsu coartado, no creía que pudiera hacer mucho por retenerla si ella trataba realmente de abandonar el combate.

Volvemos al hilo principal ^^

Tema cerrado ^^