Esperando a la capitana

PNJ:

Una sonrisa satisfecha se dubijó en el rostro de Misato, ensombrecida por la iluminación tenue que ofrecía el flexo por encima de la mesa. Lo cierto es que Yoruko había sido inteligente aunque bastante arriesgada. Al asignar esa misión a tres shinigamis recién salidos de la academia conseguía que no estuvieran influenciados por el recién nombrado teniente, y aquello daba un grado de seguridad a la misión en sí. Una vez más, con esa decisión la joven capitana había sorprendido a su subordinada de una manera agradable. Apoyó la barbilla sobre sus manos entrelazadas y los observó para marcharse aunque aún quedaban un par de peticiones por parte de los jovenes shinigami.

-M... -dijo mientras removía un par de papeles que tenía sobre la mesa en ese momento tras fruncir levemente el ceño sin saber porque había hecho aquella pregunta. -Parece ser que sí.

Luego su atención se centró en Seikuro. Cada vez le caía mejor ese muchacho y sabía que el informe que daría sobre los tres sería beneficioso para todos ellos. Abrió uno de los cajones del escritorio y sacó otro de los viales que les había dado en el pequeño kit.

-Para usarlos solo teneis que agitarlo bien y doblar la punta hasta que se abra -explicó señalando una pequeña protuberancia con el pulgar. -Es de acción casi inmediata así que tened cuidado. Buena suerte.

Cuando los tres se hubieron marchado de la habitación Misato cerró la puerta detrás de ellos y se giró para ver a un hombre con los brazos cruzados mirándola firmemente y de manera inquisitva. Misato simplemente volvió a su asiento y empezó a redactar el informe para Yoruko. No tenía ganas de ponerse a discutir sobre los pros o contras de las decisiones de su capitana, y aquello era algo que el samurai sabía perfectamente.