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Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
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Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Treinta y tres... treinta y cuatro. Va contando nubes imaginarias en su cabeza. Caminaba sin rumbo fijo, pensando que el peor enemigo de este mundo era el aburrimiento. No lo puedes golpear, retorcer o amenazar, te figuraba buscarte algo que hacer para matarlo. Pero a veces se ponia caprichoso, y por a veces se referia a todas, y selectivo, decidiendo que habia algunas cosas que solo lo alimentaban mas, mientras que muy pocas lograban sacarlo de la mente que acababa de ocupar. El maldito aburrimiento era demasiado... aburrido como para que te permitiese hacer algo divertido.
Por eso precisamente, porque se encontraba aburrida, es que Momo había decidido ir a caminar. Por que caminar es bueno, entretenido y todas esas zandeces. Ademas se podia distraer un poco caminando. Si, caminar era bueno. Lo que no era bueno es cuando no había nada divertido que ver por el lugar en el que se encontraba caminando. Tipico de los shinigamis, no poner nada digno de observar en los lugares para caminar.
Finalmente se rinde, se deja caer en el suelo, con las piernas y los brazos cruzados. Infla los mofletes, frunce el ceño y espera a que algo divertido pase o venga. Que pasaria, pasaria, pero no estaria dispuesta a esperar mucho.
Sufre una colleja mental, que responde instanteamente casi por reflejo para luego empezar una persecusion... En su cabeza, claro esta. Podia ver como unos pasos se perseguian a otros y hasta escuchaba el suave roce de los pies contra el suelo de su mente.
Por eso precisamente, porque se encontraba aburrida, es que Momo había decidido ir a caminar. Por que caminar es bueno, entretenido y todas esas zandeces. Ademas se podia distraer un poco caminando. Si, caminar era bueno. Lo que no era bueno es cuando no había nada divertido que ver por el lugar en el que se encontraba caminando. Tipico de los shinigamis, no poner nada digno de observar en los lugares para caminar.
Finalmente se rinde, se deja caer en el suelo, con las piernas y los brazos cruzados. Infla los mofletes, frunce el ceño y espera a que algo divertido pase o venga. Que pasaria, pasaria, pero no estaria dispuesta a esperar mucho.
Sufre una colleja mental, que responde instanteamente casi por reflejo para luego empezar una persecusion... En su cabeza, claro esta. Podia ver como unos pasos se perseguian a otros y hasta escuchaba el suave roce de los pies contra el suelo de su mente.
Última edición por Shihoin Momo el Mar Jun 22, 2010 10:34 am, editado 1 vez
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Dado que no especificaste en que periodo horario te das el paseo, me tomaré la libertad de colocarlo por la noche y adjuntarme al tema .
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El horario de sus trabajadores había terminado ya, y el teniente del doceavo escuadrón había decidido, en lugar de descansar, dar un grato paseo. Tenía unas ojeras marcadas, más, aún así, nunca había sido una persona que se caracterizase por tener buenos descansos. Dormía poco, y de modo interrumpido, despertando cada dos o tres horas por motivos varios.
Su Zampakutoh vibraba en su cinto, y él, iba canturreando algunas poéticas frases, que se acompañaban de la vibración de la espada, sin duda aquello era una canción, una canción conjunta que solo él podía entender, una sintonía melodiosa que se encontraba rodeada de silencio, le encantaba el silencio.
Encontró a una shinigami a primera vista, parecía molesta, de espaldas a él, mantenía los brazos y las piernas cruzadas. Los pocos caminantes del Seireitei que aún guardaban las calles estaban ya retirándose, y aquella chica parecía esperar y esperar, esperar a que algo ocurriese.
Shuyin Akira sonrió como un niño.
"Vamos Hohoemi..." Su espada vibró felizmente, asintiendo en la mente del alocado teniente.
Con un sigilo casi felino, gala de las prácticas que uno adquiría cuando quería pillar a drede a algún compañero vagueando, se deslizó hasta la espalda de la chica, y , sin usar Shumpo para ocultar su Reiatsu lo máximo posible, se colocó en cuclillas tras la chica y levantó ambas manos.
"¡¡¡BUAH!!!" Gritó el teniente tras Shioin Momo, si el susto en sí no la alarmaba, lo haría el graznido, el teniente casi se había hecho daño en la garganta por intentar soltar un berrido escandaloso más allá de lo que generalmente una voz humana podía limitar.
Aquello le costaría una bufanda un par de días, pero, si la chica saltaba.
"Habría merecido la pena."
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El horario de sus trabajadores había terminado ya, y el teniente del doceavo escuadrón había decidido, en lugar de descansar, dar un grato paseo. Tenía unas ojeras marcadas, más, aún así, nunca había sido una persona que se caracterizase por tener buenos descansos. Dormía poco, y de modo interrumpido, despertando cada dos o tres horas por motivos varios.
Su Zampakutoh vibraba en su cinto, y él, iba canturreando algunas poéticas frases, que se acompañaban de la vibración de la espada, sin duda aquello era una canción, una canción conjunta que solo él podía entender, una sintonía melodiosa que se encontraba rodeada de silencio, le encantaba el silencio.
Encontró a una shinigami a primera vista, parecía molesta, de espaldas a él, mantenía los brazos y las piernas cruzadas. Los pocos caminantes del Seireitei que aún guardaban las calles estaban ya retirándose, y aquella chica parecía esperar y esperar, esperar a que algo ocurriese.
Shuyin Akira sonrió como un niño.
"Vamos Hohoemi..." Su espada vibró felizmente, asintiendo en la mente del alocado teniente.
Con un sigilo casi felino, gala de las prácticas que uno adquiría cuando quería pillar a drede a algún compañero vagueando, se deslizó hasta la espalda de la chica, y , sin usar Shumpo para ocultar su Reiatsu lo máximo posible, se colocó en cuclillas tras la chica y levantó ambas manos.
"¡¡¡BUAH!!!" Gritó el teniente tras Shioin Momo, si el susto en sí no la alarmaba, lo haría el graznido, el teniente casi se había hecho daño en la garganta por intentar soltar un berrido escandaloso más allá de lo que generalmente una voz humana podía limitar.
Aquello le costaría una bufanda un par de días, pero, si la chica saltaba.
"Habría merecido la pena."
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Bienvenido seas XD
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Y efectivamente dio un salto, hasta Chisuna dio un salto en su cabeza y entonces, como despertada de un sueño, empezo a recitar una serie de insultos en todos los idiomas e imagenes mentales que conseguia recordar que sabia. Al parecer, a la zampakutoh no le agradaban los gritos aterradores en mitad de la noche en una calle vacia, pero vamos ¿a quien le gustaban?. Tras unos segundos su expresion de terror desaparece y es reemplazado por el mismo rostro enfurruñado de antes. A ella no se le asustaba, era de mala educacion. Se levanta lentamente, se gira y mira al desconocido, poniendo sus brazos en jarras, juntando sus piernas y mirando al chico feo, feo.
- Esto no se queda asi.
- No, no se queda.
- Lo asesinaremos.
- Lenta y dolorosamente.
- ¡Pero podemos tambien darle floreeees!
- Callenlo, ¿si?
Hay estaban, ya se preguntaba ella por su larga ausencia. Las vocecitas en su cabeza, esa que la habian mantenido ocupada la mayoria del tiempo en casa, pero habian desaparecido derrepente cuando habia hablado con su hermano. Al parecer, estaban dormidas. Deberia haberlo imaginado. Su hermano era demasiado aburrido. Asi que se aclara la garganta, dispuesta a seguirle la corriente a sus voces, como siempre lo ha hecho. Lo mira intensamente, fijamente, asesinamente, esperando que huya. Derrepente, sin previo aviso, explota.
- ¡PUES ¡¡¡¡¡¡¡BUAH!!!!!! PARA TI TAMBIEN!- responde, haciendose un poco de daño en la garganta, pero no importaba. Queria ver si el chico moria de un susto. Le saca la lengua cuan larga es, enseñandole toda su rosaditud y luego con un 'hum!' le da la espalda, volviendo a su pose de enfurruñada, pero de pie.
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Y efectivamente dio un salto, hasta Chisuna dio un salto en su cabeza y entonces, como despertada de un sueño, empezo a recitar una serie de insultos en todos los idiomas e imagenes mentales que conseguia recordar que sabia. Al parecer, a la zampakutoh no le agradaban los gritos aterradores en mitad de la noche en una calle vacia, pero vamos ¿a quien le gustaban?. Tras unos segundos su expresion de terror desaparece y es reemplazado por el mismo rostro enfurruñado de antes. A ella no se le asustaba, era de mala educacion. Se levanta lentamente, se gira y mira al desconocido, poniendo sus brazos en jarras, juntando sus piernas y mirando al chico feo, feo.
- Esto no se queda asi.
- No, no se queda.
- Lo asesinaremos.
- Lenta y dolorosamente.
- ¡Pero podemos tambien darle floreeees!
- Callenlo, ¿si?
Hay estaban, ya se preguntaba ella por su larga ausencia. Las vocecitas en su cabeza, esa que la habian mantenido ocupada la mayoria del tiempo en casa, pero habian desaparecido derrepente cuando habia hablado con su hermano. Al parecer, estaban dormidas. Deberia haberlo imaginado. Su hermano era demasiado aburrido. Asi que se aclara la garganta, dispuesta a seguirle la corriente a sus voces, como siempre lo ha hecho. Lo mira intensamente, fijamente, asesinamente, esperando que huya. Derrepente, sin previo aviso, explota.
- ¡PUES ¡¡¡¡¡¡¡BUAH!!!!!! PARA TI TAMBIEN!- responde, haciendose un poco de daño en la garganta, pero no importaba. Queria ver si el chico moria de un susto. Le saca la lengua cuan larga es, enseñandole toda su rosaditud y luego con un 'hum!' le da la espalda, volviendo a su pose de enfurruñada, pero de pie.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Shuyin Akira no pudo evitar sonreír como un niño pequeño ante el salto de la shinigami, se quedó allí, volviendo a incorporarse lentamente, y con su sonrísa de media luna marcada en el rostro, como si acabase de recibir el mejor regalo por sus reyes magos.
Cuando observó la reacción de la chica, entrecerró los ojos debido a su sonoro grito, y alejó un poco la cabeza, fue entonces, cuando no pudo evitar soltar una pequeña carcajada. ¿Y aquella cría? Todos sus movimientos eran una enorme falta de respeto... Le caía bien.
La chica terminó aparentemente ofendida, y dándole la espalda, Shuyin ladeó la cabeza, sorprendido.
"Primera regla del buen shinigami, bien por respeto, bien por prudencia, nunca le des la espalda a nadie."
Metió la mano en el bolsillo de sus vestimentas, y estrajo un bote de tinta del tamaño de su mano, lo descorchó con velocidad, y lo dejó caer por la nuca de la Shioin, probablemente, llegando hasta la espalda.
"Dejas tu espalda descuidada, y podrían hacerte algo... ¿Ves?" Explicó el shinigami guardando su bote (ahora vacío) de nuevo en el bolsillo.
¿Hasta donde habría llegado la tinta?
Jujú.
Cuando observó la reacción de la chica, entrecerró los ojos debido a su sonoro grito, y alejó un poco la cabeza, fue entonces, cuando no pudo evitar soltar una pequeña carcajada. ¿Y aquella cría? Todos sus movimientos eran una enorme falta de respeto... Le caía bien.
La chica terminó aparentemente ofendida, y dándole la espalda, Shuyin ladeó la cabeza, sorprendido.
"Primera regla del buen shinigami, bien por respeto, bien por prudencia, nunca le des la espalda a nadie."
Metió la mano en el bolsillo de sus vestimentas, y estrajo un bote de tinta del tamaño de su mano, lo descorchó con velocidad, y lo dejó caer por la nuca de la Shioin, probablemente, llegando hasta la espalda.
"Dejas tu espalda descuidada, y podrían hacerte algo... ¿Ves?" Explicó el shinigami guardando su bote (ahora vacío) de nuevo en el bolsillo.
¿Hasta donde habría llegado la tinta?
Jujú.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
w
Escucha lo que dice el chico a pesar de su enorme esfuerzo por ignorarlo. Lo escucha porque no puede dejar de escuchar por mas que lo desee. Una verdadera desgracia. Estaba teniendo una discusion muy complicada con sus voces sobre lo util que seria poder de dejar escuchar de momentos. Como cuando su madre le echaba la bronca o cuando Kato cantaba en la ducha, cuando siente algo frio bajarle de a gotitas por la espalda. No era congelado, pero si lo suficientemente frio como para alarmarla. Algo desconocido, desagradable y liquido estaba bajando por su espalda y estaba completamente segura de que era culpa del asustador sin nombre.
- Muertisimo.
- Mas que eso, difunto
- Deberias cavar tu propia tumba, solo por amabilidad.
- Y yo le llevare flores.
- Que lo dejes te digo- y la voz rosada recibe un golpe, para luego salir corriendo en busca de Chisuna, para que la proteja. Chisuna niega mentalmente. ¡Ay con esas voces! Nunca aprenderian a llevarse... No quita, quita, que no quiero ninguna de tus flores.
- Se la va a comer viva.
- Vivisima.
Por su parte, Momo se gira muy lento, extremadamente lento y cuando vuelve a mirar al chico se queda unos instantes quieta, con los hombros encogidos y la mirada asesina. Queria sangre y la queria ahora. Piensa antes de lanzarse sobre el chico en un salto felinamente muppetoso que tenia como intencion tirarlo al piso para torturarlo a pellizcos.
- Muertisimo.
- Mas que eso, difunto
- Deberias cavar tu propia tumba, solo por amabilidad.
- Y yo le llevare flores.
- Que lo dejes te digo- y la voz rosada recibe un golpe, para luego salir corriendo en busca de Chisuna, para que la proteja. Chisuna niega mentalmente. ¡Ay con esas voces! Nunca aprenderian a llevarse... No quita, quita, que no quiero ninguna de tus flores.
- Se la va a comer viva.
- Vivisima.
Por su parte, Momo se gira muy lento, extremadamente lento y cuando vuelve a mirar al chico se queda unos instantes quieta, con los hombros encogidos y la mirada asesina. Queria sangre y la queria ahora. Piensa antes de lanzarse sobre el chico en un salto felinamente muppetoso que tenia como intencion tirarlo al piso para torturarlo a pellizcos.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
La chica comenzó a girar lentamente, cuando Shuyin examinó sus ojos, por fin observó algo que le gustó, la agresividad contenida de la chica, ese don de asesino, esos rasgos.
Sus rasgos...
Que egocéntrico...
El salto de la chica le pilló por sorpresa, y no pudo evitar tropezar y caer hacia atrás, la chica poseía una constitución Atletica, mientras que él, pese a poseer un cuerpo entrenado, se dejaba guiar por probabilidades.
Y no había muchas de que la chica reaccionase así.
Pero lo había hecho, por lo que... ¿... ?
Relatividad de probabilidad.
La chica comenzó a tirar con fuerza de su piel, aquella "tortura" era conocida como pellizcos, Shuyin Akira la conocía, y, antaño, había sido muy débil ante ellos, pero, tras agujerear su piel con gruesas agujas, y practicar con distintos tipos de alambres, aquello bien podían hacerse pasar por caricias, fuertes caricias.
¿Fuertes caricias?
Shuyin no las conocía.
No pudo evitar mirar como le pellizcaba con curiosidad.
"Eh... Disculpa pero... Hace tiempo que no trato con shinigamis femeninas. ¿Es esto lo que vosotros llamáis cortejo? ¿O debería considerarlo ya como una violación?"
Preguntó con la mayor tranquilidad del mundo.
Realmente el chico tenía el concepto teórico muy aprendido, como casi toda teoría, pero claro, la teoría era también, a veces, relativa, y no entendía la salvaje reacción de aquella chica, sin embargo le recordó a algunas novelas que le habían prestado, donde dos humanos practicaban sexo y uno "saltaba sobre el otro" y buscaba su piel para acariciar.
Frunció el ceño.
"¡No recuerdo haberte dado permiso para que me manosees!" Exclamó casi indignado.
¿O lo había hecho?... No, realmente no...
¿No?
Sus rasgos...
Que egocéntrico...
El salto de la chica le pilló por sorpresa, y no pudo evitar tropezar y caer hacia atrás, la chica poseía una constitución Atletica, mientras que él, pese a poseer un cuerpo entrenado, se dejaba guiar por probabilidades.
Y no había muchas de que la chica reaccionase así.
Pero lo había hecho, por lo que... ¿... ?
Relatividad de probabilidad.
La chica comenzó a tirar con fuerza de su piel, aquella "tortura" era conocida como pellizcos, Shuyin Akira la conocía, y, antaño, había sido muy débil ante ellos, pero, tras agujerear su piel con gruesas agujas, y practicar con distintos tipos de alambres, aquello bien podían hacerse pasar por caricias, fuertes caricias.
¿Fuertes caricias?
Shuyin no las conocía.
No pudo evitar mirar como le pellizcaba con curiosidad.
"Eh... Disculpa pero... Hace tiempo que no trato con shinigamis femeninas. ¿Es esto lo que vosotros llamáis cortejo? ¿O debería considerarlo ya como una violación?"
Preguntó con la mayor tranquilidad del mundo.
Realmente el chico tenía el concepto teórico muy aprendido, como casi toda teoría, pero claro, la teoría era también, a veces, relativa, y no entendía la salvaje reacción de aquella chica, sin embargo le recordó a algunas novelas que le habían prestado, donde dos humanos practicaban sexo y uno "saltaba sobre el otro" y buscaba su piel para acariciar.
Frunció el ceño.
"¡No recuerdo haberte dado permiso para que me manosees!" Exclamó casi indignado.
¿O lo había hecho?... No, realmente no...
¿No?
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Escucha lo que dice, comodamente acomodada sobre el chico y sin dejar de pellizcarlo, aunque al parecer no le dolian y si no le dolian, no valian. Se para en un pellizco especialmente doloroso, retorciendo la piel del chico con expresion pensativa. Sin previo aviso, decidida a causarle al menos un dolor de cabeza, cambia de tecnica y empieza a darle collejas en la cabeza de forma que parece un luchador contra una pera. ¿Violarlo? No, si quisiera violarlo hubiese rugido como un oso de peluche hambriento y se lo hubiese comunicado, porque esa era su modus operandi a la hora de violar gente. Luego los tacleaba, punto en el que se parecia aquel ataque a uno en el que pretendia violar a alguien. Pero ese no es el punto, le recuerda Chisuna con una colleja, a lo que ella responde dandole una colleja especialmente fuerte al chico antes de detenerse a escuchar para poder responder.
- Cortejo
- Tortura
- Mucha tortura
- Violacion
- Regalemos flores.
Se decata por la segunda voz, que era la mas acertada en lo que estaba haciendo.
- Te torturo- le anuncia, muy segura de si misma, a la vez que estira sus manos hacia las mejillas del chico con intencion de agarrar sus cachetes y estiranrlos todo lo que le era posible- ¡pero como se estiran!- soltaria, encantada, en caso de que su otro ataque tuviese exito, empezando a jalar y jalar los cachetes del chico, dejandolos depronto en paz a la vez que se queda mortalmente quieta, mirandolo con la cabeza ladeada y sin expresion alguna en los ojos.
Pasan uno, dos, tres segundos, ya casi esta por pasar el cuarto cuando le da un fuerte golpe en el pecho con las manos, golpe con el que pretendia sacarle el aire.
- Ahora, quitate- anuncia, cruzandose de brazos, aunque es mas bien ella la que deberia hacerlo.
- Cortejo
- Tortura
- Mucha tortura
- Violacion
- Regalemos flores.
Se decata por la segunda voz, que era la mas acertada en lo que estaba haciendo.
- Te torturo- le anuncia, muy segura de si misma, a la vez que estira sus manos hacia las mejillas del chico con intencion de agarrar sus cachetes y estiranrlos todo lo que le era posible- ¡pero como se estiran!- soltaria, encantada, en caso de que su otro ataque tuviese exito, empezando a jalar y jalar los cachetes del chico, dejandolos depronto en paz a la vez que se queda mortalmente quieta, mirandolo con la cabeza ladeada y sin expresion alguna en los ojos.
Pasan uno, dos, tres segundos, ya casi esta por pasar el cuarto cuando le da un fuerte golpe en el pecho con las manos, golpe con el que pretendia sacarle el aire.
- Ahora, quitate- anuncia, cruzandose de brazos, aunque es mas bien ella la que deberia hacerlo.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Aquello no era placentero, en los libros, lo describían como el mayor placer humano, quizás se debiese a su condición de Shinigami, quizás, fuese otro aspecto más en el que Shuyin Akira era un tipo raro, pero si aquello era fruto de lo que había dicho, era molesto.
La chica anunció que le torturaba, y agarró con fuerza sus cachetes, tirando de ellos mientras Shuyin meditaba las palabras de la chica, ignorando sus movimientos, realmente, no sería la primera vez que cambiase su cuerpo, y aquello, era soportable, soportable en comparación al daño causado por sus experimentos sobre sí mismo fallidos.
La chica le golpeó el pecho, y él, dejó escapar una bocanada de aire. De modo que tortura, así que se trataba de eso.
Vaya, él sabía torturar, aunque de otras maneras.
Observó a la chica, que ahora parecía exigirle que se retirase.
"Me es imposible, sigues estando colocada sobre mi, aunque, ¿Sabes? los del doceavo también sabemos torturar, aunque usamos otros métodos más efectivos. Estos son menos mortales que los que yo suelo usar." Explicó con tranquilidad.
Metió su mano derecha en la gabardina, y sacó un pequeño paño húmedo, aprovechó que la chica tenía los brazos cruzados sobre el pecho para pasarselo por uno de ellos, guardándolo tras esto, en el bolsillo de su gabardina.
La zona tratada comenzaría a picar poco a poco, Shuyin Akira sabía perfectamente de que se trataba, era un veneno que él mismo había diseñado, se trataba de unas microcélulas de carácter agresivo muy potente, que iban comiendo tejido orgánico, al principio sería, simplemente, un leve picor que iría aumentando levemente de intensidad. Luego, la zona cogería un color rojizo, tras esto, la situación empeoraría, pues poco a poco, la piel iría desapareciendo, y, de no ser tratada, se abriría paso hasta el hueso, pudiendo llegar incluso a roer parte de este.
Un veneno peligroso, que Shuyin usaba sin cuidado alguno, intentando explicar a Shioin Momo lo que él, teniente del doceavo, consideraba una tortura.
¿Conseguiría la chica hacerle entender que, lo había aprendido, y necesitaba el antidoto?
¿Cuando creerá Shuyin la lección completada?
¿Podría eliminar ella misma el efecto? Poco probable, dado el material necesario para hacerlo.
Muchas preguntas cruzaban la mente del alocado teniente, que observaba el brazo de la chica con interés.
La chica anunció que le torturaba, y agarró con fuerza sus cachetes, tirando de ellos mientras Shuyin meditaba las palabras de la chica, ignorando sus movimientos, realmente, no sería la primera vez que cambiase su cuerpo, y aquello, era soportable, soportable en comparación al daño causado por sus experimentos sobre sí mismo fallidos.
La chica le golpeó el pecho, y él, dejó escapar una bocanada de aire. De modo que tortura, así que se trataba de eso.
Vaya, él sabía torturar, aunque de otras maneras.
Observó a la chica, que ahora parecía exigirle que se retirase.
"Me es imposible, sigues estando colocada sobre mi, aunque, ¿Sabes? los del doceavo también sabemos torturar, aunque usamos otros métodos más efectivos. Estos son menos mortales que los que yo suelo usar." Explicó con tranquilidad.
Metió su mano derecha en la gabardina, y sacó un pequeño paño húmedo, aprovechó que la chica tenía los brazos cruzados sobre el pecho para pasarselo por uno de ellos, guardándolo tras esto, en el bolsillo de su gabardina.
La zona tratada comenzaría a picar poco a poco, Shuyin Akira sabía perfectamente de que se trataba, era un veneno que él mismo había diseñado, se trataba de unas microcélulas de carácter agresivo muy potente, que iban comiendo tejido orgánico, al principio sería, simplemente, un leve picor que iría aumentando levemente de intensidad. Luego, la zona cogería un color rojizo, tras esto, la situación empeoraría, pues poco a poco, la piel iría desapareciendo, y, de no ser tratada, se abriría paso hasta el hueso, pudiendo llegar incluso a roer parte de este.
Un veneno peligroso, que Shuyin usaba sin cuidado alguno, intentando explicar a Shioin Momo lo que él, teniente del doceavo, consideraba una tortura.
¿Conseguiría la chica hacerle entender que, lo había aprendido, y necesitaba el antidoto?
¿Cuando creerá Shuyin la lección completada?
¿Podría eliminar ella misma el efecto? Poco probable, dado el material necesario para hacerlo.
Muchas preguntas cruzaban la mente del alocado teniente, que observaba el brazo de la chica con interés.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Algo es frotado contra su brazo. Sus mejillas se inflan, su nariz se arruga y sus labios y su ceño se fruncen. No le gustaba que cosas desconocidas se frotasen contra su piel después de que el chico que tenia abajo suyo se había negado a quitarse de debajo suyo por una razón que a cualquiera le hubiese parecido muy racional. Claro esta, si ese cualquiera no fuese ella. Entonces, su brazo, a través de su sistema nervioso, le informa a su cerebro que esta empezando a sentir una picazón. Momo lo ignora, decidida a hacerse la mimada y con sus ojos ambarinos clavados en los del chico. Pero poco a poco, los informes de su brazo, gracias a su entorpecedor sistema nervioso, le siguen llegando. Cada vez picaba mas. Así que decide rascarse un poco, ya que tal vez así mejore la cosa.
Pero no lo hace. Cada vez pica mas y mas. Momo decide, completamente segura, de que ha sido culpa del chico y su trapito. Ahora necesitaba un plan de acción.
- Violalo.
- No, dale flores, eso siempre funciona o puedes pedirle que te de el antídoto, amablemente.
Que obsesión tenia esa voz con las voces, es el claro mensaje de Chisuna cuando una imagen mental niega la cabeza
- Tambien puedes amenazarlo con quedarte encima de el.
- Toooooodo el día.
Decide hacerle caso a la misma voz de antes, pues aquella idea le agradaba, no tenia nada mejor que hacer en todo el día. Así que se cruza de piernas sobre el abdomen del chico mientras sigue rascándose el brazo y poco antes de anunciar su decisión.
- Sea lo que sea, haz que se vaya o me quedare cómodamente sentada sobre ti todo el día.
Si, era un plan de acción terriblemente genial.
Pero no lo hace. Cada vez pica mas y mas. Momo decide, completamente segura, de que ha sido culpa del chico y su trapito. Ahora necesitaba un plan de acción.
- Violalo.
- No, dale flores, eso siempre funciona o puedes pedirle que te de el antídoto, amablemente.
Que obsesión tenia esa voz con las voces, es el claro mensaje de Chisuna cuando una imagen mental niega la cabeza
- Tambien puedes amenazarlo con quedarte encima de el.
- Toooooodo el día.
Decide hacerle caso a la misma voz de antes, pues aquella idea le agradaba, no tenia nada mejor que hacer en todo el día. Así que se cruza de piernas sobre el abdomen del chico mientras sigue rascándose el brazo y poco antes de anunciar su decisión.
- Sea lo que sea, haz que se vaya o me quedare cómodamente sentada sobre ti todo el día.
Si, era un plan de acción terriblemente genial.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Shuyin no pudo evitar alzar una ceja al escuchar la respuesta de la chica, y tampoco reprimir una carcajada. ¿Cómo es que aquella chica no estaba en su escuadrón? Probablemente no conociese la reputación de sádicos y retorcidos del doceavo escuadrón, aunque aquello resultaba estúpido.
Akira podía hacerse el desentendido cuando le interesaba, pero conocía, al menos de oídas, a las familias nobles del Seireitei, no es que le molestase lo más mínimo criticarlas, pero, siempre era bueno saber a que fuerza te enfrentabas, para al menos, saber cuanta resistencia oponerle, o con que intensidad desde el principio.
La chica era, por su descripción física, y el hecho de parecerse a su hermano, una Shioin. Aunque diferenciabase mucho del carácter de éste, al cual había tenido el gusto de conocer hacía ya bastante.
Pensó en observar como el veneno actuaba, y esperar a que a la chica se le descompusiese el brazo.
"Pero..."
¿Pero?
Si se dedicaba a mutilar a las pocas personas entretenidas que había en aquel lugar, se acabaría aburriendo, es como el dueño que mata a su única mascota... O el capitán pirata que mata a su loro... O a su mono... O lo que diablos llevase en el hombro.
No podía permitir algo así.
De modo que, introdujo su mano en su otro bolsillo, y sacó otro pequeño paño que olía de un modo que recordaba al alcohol del mundo humano, realmente, tenía un olor fuerte, debido a que la sustancia en sí, era un poco corrosiva, pero se trataba del único modo de acabar con aquellos parásitos.
Con tranquilidad, frotó el brazo de la chica, el picor, pese a no parar, iría disminuyendo poco a poco, hasta quedar en un leve hormigueo. A fin de cuentas, la sustancia dejaría una piel de una bonita tonalidad rojiza, como el que ha ido a la playa y ha pasado demasiado tiempo al sol. Esperaba que no la tocasen con fuerza en aquella zona en un par de días.
Asunto arreglado.
"Dicho y hecho señorita, el veneno remitirá en breve." Explicó SHuyin Akira usando sus manos como cojín, y colocandolas tras su cabeza para amortiguar el peso y colocarse de un modo más cómodo.
"Tampoco tengo una prisa extrema, mis experimentos pueden continuar dentro de dos horas, treinta y cinco minutos, y veintitrés... veintidos... segundos."
Explicó el chico, que parecía llevar realmente bien el control de su tiempo libre.
Observó el cielo, y procedió.
"Este sitio es enormemente aburrido, solo hay sede de escuadrones, shinigamis, algunas casas "privadas" y jardines... Así que. ¿Qué piensas hacer? Dudo que quedarse sobre mi anime algo las cosas en este lugar... Y, mi "casa de juguetes" queda un poco lejos." Terminó refiriéndose a su despacho.
Akira podía hacerse el desentendido cuando le interesaba, pero conocía, al menos de oídas, a las familias nobles del Seireitei, no es que le molestase lo más mínimo criticarlas, pero, siempre era bueno saber a que fuerza te enfrentabas, para al menos, saber cuanta resistencia oponerle, o con que intensidad desde el principio.
La chica era, por su descripción física, y el hecho de parecerse a su hermano, una Shioin. Aunque diferenciabase mucho del carácter de éste, al cual había tenido el gusto de conocer hacía ya bastante.
Pensó en observar como el veneno actuaba, y esperar a que a la chica se le descompusiese el brazo.
"Pero..."
¿Pero?
Si se dedicaba a mutilar a las pocas personas entretenidas que había en aquel lugar, se acabaría aburriendo, es como el dueño que mata a su única mascota... O el capitán pirata que mata a su loro... O a su mono... O lo que diablos llevase en el hombro.
No podía permitir algo así.
De modo que, introdujo su mano en su otro bolsillo, y sacó otro pequeño paño que olía de un modo que recordaba al alcohol del mundo humano, realmente, tenía un olor fuerte, debido a que la sustancia en sí, era un poco corrosiva, pero se trataba del único modo de acabar con aquellos parásitos.
Con tranquilidad, frotó el brazo de la chica, el picor, pese a no parar, iría disminuyendo poco a poco, hasta quedar en un leve hormigueo. A fin de cuentas, la sustancia dejaría una piel de una bonita tonalidad rojiza, como el que ha ido a la playa y ha pasado demasiado tiempo al sol. Esperaba que no la tocasen con fuerza en aquella zona en un par de días.
Asunto arreglado.
"Dicho y hecho señorita, el veneno remitirá en breve." Explicó SHuyin Akira usando sus manos como cojín, y colocandolas tras su cabeza para amortiguar el peso y colocarse de un modo más cómodo.
"Tampoco tengo una prisa extrema, mis experimentos pueden continuar dentro de dos horas, treinta y cinco minutos, y veintitrés... veintidos... segundos."
Explicó el chico, que parecía llevar realmente bien el control de su tiempo libre.
Observó el cielo, y procedió.
"Este sitio es enormemente aburrido, solo hay sede de escuadrones, shinigamis, algunas casas "privadas" y jardines... Así que. ¿Qué piensas hacer? Dudo que quedarse sobre mi anime algo las cosas en este lugar... Y, mi "casa de juguetes" queda un poco lejos." Terminó refiriéndose a su despacho.
Shuyin Akira- Desaparecido
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Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Lo miraba intensamente, con algo de mal humor. Ella no era una persona divertida bajo la cual quedarse todo el dia, o al menos no era divertida en esos casos, asi que mejor fuese que le quitase esa cosa del brazo que empezaba a picar tanto que hasta Chisuna se habia molestado por el picor y ella no solia molestarse por lo que le pasase al cuerpo de Momo. La cabeza morena de la zanpakuto se asomo en su recinto mental. No faltaba mas.
- Muerte a los muppets!- fue el grito de guerra que lanzaron sus voces al unisono antes de lanzarse sobre la imagen de Chisuna. La zanpakuto suspiro, preguntandose porque se habia metido en esto antes de huir hasta su habitacion privada, segura de que las voces no la seguirian.
Pero lo hicieron. Armados de vuvuzelas, pantuflas de osos... y si, flores, las voces se dispusieron a perseguir a la zanpakuto por todo el lugar al que tuvieran acesso, y si no tenian, se lo inventaban, que para eso estaba su cabeza. La guerra fue encarnizada, audaz y corta. Un portazo por parte de Chisuna en la entrada de la habitacion privada dentro de la habitacion privada basto para detenerlos. Ese lugar era tenebroso, alli no entrarian.
- Retroced, agrupaos! Conseguid diccionarios!
Momo tardo unos segundos en dejar que esta imagen mental desapareciera para prestar atencion al chico. El picor de su brazo habia desaparecido, por lo que suponia que habia utilizado el antidoto. Que buen niño, piensa antes de revolverle el pelo en agradecimiento, aunque su brazo siguiese de un rojo bastante... atractivo. Tras inspeccionar lo rojo de su brazo vuelve a prestar atencion a Domo, como habia decidido bautizarlo a carencia de su nombre real. Ademas, Domo era mas bonito que cualquier nombre que pudiese articular. Pero Domo tenia razon... No, eso sonaba mal. Domo le habia dado una idea para que ella tuviera razon. Sonrie, mas feliz que un niño con juguete nuevo. Eso sonaba mejor.
- Pues... Siempre puedes entregarme tu pañuelito y podemos dedicarnos a martirizar a la gente en su propia casa. O podemos irrumpir la propiedad privada de un jardin.
...
Malditas voces, estaban tan ocupadas que ninguna le decia que su idea era absolutamente maravillosa y perfecta. Ojala saliesen de esa guerra pronto.
- Muerte a los muppets!- fue el grito de guerra que lanzaron sus voces al unisono antes de lanzarse sobre la imagen de Chisuna. La zanpakuto suspiro, preguntandose porque se habia metido en esto antes de huir hasta su habitacion privada, segura de que las voces no la seguirian.
Pero lo hicieron. Armados de vuvuzelas, pantuflas de osos... y si, flores, las voces se dispusieron a perseguir a la zanpakuto por todo el lugar al que tuvieran acesso, y si no tenian, se lo inventaban, que para eso estaba su cabeza. La guerra fue encarnizada, audaz y corta. Un portazo por parte de Chisuna en la entrada de la habitacion privada dentro de la habitacion privada basto para detenerlos. Ese lugar era tenebroso, alli no entrarian.
- Retroced, agrupaos! Conseguid diccionarios!
Momo tardo unos segundos en dejar que esta imagen mental desapareciera para prestar atencion al chico. El picor de su brazo habia desaparecido, por lo que suponia que habia utilizado el antidoto. Que buen niño, piensa antes de revolverle el pelo en agradecimiento, aunque su brazo siguiese de un rojo bastante... atractivo. Tras inspeccionar lo rojo de su brazo vuelve a prestar atencion a Domo, como habia decidido bautizarlo a carencia de su nombre real. Ademas, Domo era mas bonito que cualquier nombre que pudiese articular. Pero Domo tenia razon... No, eso sonaba mal. Domo le habia dado una idea para que ella tuviera razon. Sonrie, mas feliz que un niño con juguete nuevo. Eso sonaba mejor.
- Pues... Siempre puedes entregarme tu pañuelito y podemos dedicarnos a martirizar a la gente en su propia casa. O podemos irrumpir la propiedad privada de un jardin.
...
Malditas voces, estaban tan ocupadas que ninguna le decia que su idea era absolutamente maravillosa y perfecta. Ojala saliesen de esa guerra pronto.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
El teniente se llevó la mano al mentón pensando las proposiciones de la oscura chiquilla. ¿De verdad se trataba de una noble? Bueno, desde luego era el primer noble con sentido del humor que había conocido, y sin embargo, no podía evitar pensar que, dentro de la desviación dentro del mismo patrón. Ambos eran enormemente distintos. Las ramas opuestas de un mismo árbol.
Las opciones que presentaba eran atrayentes, y, sin embargo, él tenía unos "deberes" "para" y "con" la sociedad de almas, concretamente, los del cargo que poseía, y, pese a pasarselos gratamente por la rabadilla más de una vez, quizás fuese inapropiado tocar las narices a los nobles, al menos de momento. Uno debía saber que enemigos se formaba, y, hasta que punto eran peligrosos.
Loco, quizás, inconsciente... de vez en cuando...
"No me parece una buena opción, este lugar está muy vacío por estas horas, y yo, no tengo tiempo para perder trabajando, había salido simplemente a dar un paseo y escabullirme un poco... Mi hora de juegos no engloba precisamente esta...aunque..."
Shuyin alzó la mirada, observando los muros del Seireitei.
"En el Rukongai hay toda una ciudad y sociedad, podría invitarte a tomar algo por allí. La gente se gana la vida como puede... Y un viejo compañero lleva una especie de "bar humano". Me debe un par de favores, podríamos ir hacia allí..." Comentó recordando la época que había vivido en el Rukongai antes de ser localizado por Erienne.
"Si no, siempre puedes quedarte aquí sentada, esperando a que pase otra persona." Comentó con cierta risílla de suficiencia.
Las opciones que presentaba eran atrayentes, y, sin embargo, él tenía unos "deberes" "para" y "con" la sociedad de almas, concretamente, los del cargo que poseía, y, pese a pasarselos gratamente por la rabadilla más de una vez, quizás fuese inapropiado tocar las narices a los nobles, al menos de momento. Uno debía saber que enemigos se formaba, y, hasta que punto eran peligrosos.
Loco, quizás, inconsciente... de vez en cuando...
"No me parece una buena opción, este lugar está muy vacío por estas horas, y yo, no tengo tiempo para perder trabajando, había salido simplemente a dar un paseo y escabullirme un poco... Mi hora de juegos no engloba precisamente esta...aunque..."
Shuyin alzó la mirada, observando los muros del Seireitei.
"En el Rukongai hay toda una ciudad y sociedad, podría invitarte a tomar algo por allí. La gente se gana la vida como puede... Y un viejo compañero lleva una especie de "bar humano". Me debe un par de favores, podríamos ir hacia allí..." Comentó recordando la época que había vivido en el Rukongai antes de ser localizado por Erienne.
"Si no, siempre puedes quedarte aquí sentada, esperando a que pase otra persona." Comentó con cierta risílla de suficiencia.
Shuyin Akira- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Chasquea la lengua ligeramente. El chico no era la mitad de divertido de lo que ella habia creido en un principio. Se negaba a ir a torturar gente, uno de sus pasatiempos favoritos o a entrar en propiedades privadas, otro pasatiempo demasiado genial para ser real. Ademas, al parecer, su nueva distracion no tenia mucho tiempo en su hora de juegos para jugar con ella, lo que hace que sus mejillas se vuelvan a inflar, a pesar de la advertencia de Chisuna que se estaba comportando demasiado como una niña mimada. Lo que Chisuna no entendia es que ella era, en realidad, una niña pequeña tremendamente mimada y adoraba serlo, porque era simplemente demasiado divertido para no serlo.
El aunque del chico llamo su atencion, haciendo que pusiera sus manos sobre su pecho y lo mirara, con las mejillas sin aire y los ojos brillando de curiosidad. ¿Un bar humano?, bueno, eso sonaba divertido piensa. Pero deberia consultarle a sus voces.
- Yo creo que nos quieren emborrachar.
- Yo opino lo mismo.
- Bueno, si nos emborrachan podemos ir con carita de perrito regañado a Kato y pedirle que lo mate.
- Sjafnas.s...
Aparentemente, todos estaban sentados sobre la rosada. Por lo tanto, la rosada era la que tenia razon.
- Esta bien- dice, a la vez que se levanta de un salto felino y le tiende una mano- por cierto, soy Momo.
Siempre habia que presentarse, ¿como iba a mandar a su hermano a matarlo luego si no sabia su nombre?, chicos como el, asi tan andrajosos podia haber muchos en aquel lugar, necesitaba un nombre. Una referencia real.
El aunque del chico llamo su atencion, haciendo que pusiera sus manos sobre su pecho y lo mirara, con las mejillas sin aire y los ojos brillando de curiosidad. ¿Un bar humano?, bueno, eso sonaba divertido piensa. Pero deberia consultarle a sus voces.
- Yo creo que nos quieren emborrachar.
- Yo opino lo mismo.
- Bueno, si nos emborrachan podemos ir con carita de perrito regañado a Kato y pedirle que lo mate.
- Sjafnas.s...
Aparentemente, todos estaban sentados sobre la rosada. Por lo tanto, la rosada era la que tenia razon.
- Esta bien- dice, a la vez que se levanta de un salto felino y le tiende una mano- por cierto, soy Momo.
Siempre habia que presentarse, ¿como iba a mandar a su hermano a matarlo luego si no sabia su nombre?, chicos como el, asi tan andrajosos podia haber muchos en aquel lugar, necesitaba un nombre. Una referencia real.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Shuyin alzó una ceja ante la presentación repentina y aceptación de la chica, sonrió de lado al conocer su nombre, y cogió la oportunidad que tanto esperaba siempre que iniciaba una conversación, la oportunidad de incordiar.
"Momo no, lo que eres es mema, en cuanto a mi, bueno... Lord, señor, Maese, Caballerosísimo... Son buenos títulos con los que podrías hacer que girase mi rostro hacia ti, pero... Puedes llamarme Shuyin si crees que resulta demasiado complejo."
Parecía que aún así guardaba las formas, pues le había dado el apellido, algo que se hacía solo cuando se hablaba formalmente con alguien, a pesar de lo directo y cercanos que habían resultado los comentarios del chico.
"Oh...y por cierto..."
Añadió como recordando algo.
"Si te emborrachas, te vendo."
Explicó el shinigami con alegría...
Demasiada alegría.
"Momo no, lo que eres es mema, en cuanto a mi, bueno... Lord, señor, Maese, Caballerosísimo... Son buenos títulos con los que podrías hacer que girase mi rostro hacia ti, pero... Puedes llamarme Shuyin si crees que resulta demasiado complejo."
Parecía que aún así guardaba las formas, pues le había dado el apellido, algo que se hacía solo cuando se hablaba formalmente con alguien, a pesar de lo directo y cercanos que habían resultado los comentarios del chico.
"Oh...y por cierto..."
Añadió como recordando algo.
"Si te emborrachas, te vendo."
Explicó el shinigami con alegría...
Demasiada alegría.
Shuyin Akira- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Escucha lo que dice con alegria. Le provocaba abrazarlo. Por fin había encontrado alguien con quien jugar. Sus ojos brillaban como un gato que esta a punto de atrapar un ratón grande, gordo y suculento. Nada de lo que dijo le molesto, aunque cuando le dijo mema no pudo resistirse a sacarle la lengua y enseñarsela como si fuese una niña pequeña. Para luego girarse, cruzando los brazos en el pecho e inflando sus mofletes. Su posición favorita.
Se graba el nombre a fuego en la memoria, recordando que si su hermano preguntaba donde había estado y porque la violaron podía culparlo a él de todo y sintiendose plenamente feliz e infantil ante esta idea. Que bonito era acusar a la gente.
Cuando escucha lo último que dice, rie ligeramente, mientras las voces se mueven.
- Deben pagar un precio especialmente alto por nosotros.
- Altisimo!
- Ese no era el plan. La idea era acusarlo con Kato.
- Conejos, conejos.
- Estaba mejor espichado.
- Mucho mejor.
Se gira para mirarlo, doblando su cuerpo hacia adelante ligeramente para mirar al tal Shuyin. Tenia la respuesta perfecta y sus tontas voces no le habían ayudado a confecionarla, pero no por eso era menos perfecta o sus voces menos tontas. No se iba a dejar ganar en su propio juego, era lo último que pasaria.
- Si te emborrachas, te violo-dice, con su mejor carita de niña buena y decente y una sonrisa adorable en su rostro. Luego, de un salto, vuelve a quedar parada, mirando a su infinito- tu abres la marcha.
Al fin de cuentas, él era el que sabia a donde iban.
Se graba el nombre a fuego en la memoria, recordando que si su hermano preguntaba donde había estado y porque la violaron podía culparlo a él de todo y sintiendose plenamente feliz e infantil ante esta idea. Que bonito era acusar a la gente.
Cuando escucha lo último que dice, rie ligeramente, mientras las voces se mueven.
- Deben pagar un precio especialmente alto por nosotros.
- Altisimo!
- Ese no era el plan. La idea era acusarlo con Kato.
- Conejos, conejos.
- Estaba mejor espichado.
- Mucho mejor.
Se gira para mirarlo, doblando su cuerpo hacia adelante ligeramente para mirar al tal Shuyin. Tenia la respuesta perfecta y sus tontas voces no le habían ayudado a confecionarla, pero no por eso era menos perfecta o sus voces menos tontas. No se iba a dejar ganar en su propio juego, era lo último que pasaria.
- Si te emborrachas, te violo-dice, con su mejor carita de niña buena y decente y una sonrisa adorable en su rostro. Luego, de un salto, vuelve a quedar parada, mirando a su infinito- tu abres la marcha.
Al fin de cuentas, él era el que sabia a donde iban.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Observó a la chica con desconcierto, observándola de arriba abajo con sorpresa, sintiéndose realmente amenazado ante sus palabras.
"...No serás capaz..." Comentó el chico con tono preocupado... Aquella chica tenía reacciones inesperadas... "demasiado" inesperadas.
Hizo un gesto afirmativo con la cabeza y abrió la marcha.
Tenían una puerta cerca, por la que salieron sin problemas, allí, un pequeño puesto de madera tapado por una pequeña tela dejaba filtrarse al exterior unos pequeños rayos de luz, probablemente, provenientes de algún tipo de lámpara de aceite.
Se acercó allí, y pasó bajo la "cortina", allí, se observaba una barra de madera, junto a diez asientos colocados ante la barra, cinco de ellos ocupados por gente que Shuyin siquiera se molestó en observar.
Agarró uno de los asientos y se sentó, observando las botellas colocadas ante él, y la puertecita que daba a algún tipo de cocina casera trasera.
"¡Quiero mi bocadillo! ¡Quiero mi bocadillo! ¡Quiero mi bocadillo!."
Gritó Akira golpeando con ambos puños la barra, y dando pequeños botes en el asiento.
Un tipo regordete, con poco pelo, y un pronunciado bigote entró por la puerta del fondo, frotándose las manos en un pañuelo que "debiera" haber sido blanco.
"De veras chico no sé como haces para localizarme SIEMPRE ¡Estoy siempre en movimiento! ¿Qué deseas?... Oh... Pero si vienes acompañado..." Dijo en tono casi asustado al reparar en Momo.
Ciertamente, aquel hombre temía, pero no por él, si no por la chiquilla.. Había tenido tiempo de juzgar el estado mental de aquel shinigami... Y una chica tan joven... Junto a él... Esperaba que fuese fuerte... Por que podía meterse en un enorme problema...
"...No serás capaz..." Comentó el chico con tono preocupado... Aquella chica tenía reacciones inesperadas... "demasiado" inesperadas.
Hizo un gesto afirmativo con la cabeza y abrió la marcha.
Tenían una puerta cerca, por la que salieron sin problemas, allí, un pequeño puesto de madera tapado por una pequeña tela dejaba filtrarse al exterior unos pequeños rayos de luz, probablemente, provenientes de algún tipo de lámpara de aceite.
Se acercó allí, y pasó bajo la "cortina", allí, se observaba una barra de madera, junto a diez asientos colocados ante la barra, cinco de ellos ocupados por gente que Shuyin siquiera se molestó en observar.
Agarró uno de los asientos y se sentó, observando las botellas colocadas ante él, y la puertecita que daba a algún tipo de cocina casera trasera.
"¡Quiero mi bocadillo! ¡Quiero mi bocadillo! ¡Quiero mi bocadillo!."
Gritó Akira golpeando con ambos puños la barra, y dando pequeños botes en el asiento.
Un tipo regordete, con poco pelo, y un pronunciado bigote entró por la puerta del fondo, frotándose las manos en un pañuelo que "debiera" haber sido blanco.
"De veras chico no sé como haces para localizarme SIEMPRE ¡Estoy siempre en movimiento! ¿Qué deseas?... Oh... Pero si vienes acompañado..." Dijo en tono casi asustado al reparar en Momo.
Ciertamente, aquel hombre temía, pero no por él, si no por la chiquilla.. Había tenido tiempo de juzgar el estado mental de aquel shinigami... Y una chica tan joven... Junto a él... Esperaba que fuese fuerte... Por que podía meterse en un enorme problema...
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Le saca la lengua cuando dice que no seria capaz, pero con un brillo divertido en los ojos. El no sabia de que era capaz ella y deberia rogar por no... oh, una petunia. Tras recuperar su atencion en el chico se apresura a seguirlo, por que no quiere quedarse parada en ese lugar aburriendose como una morsa en verano. Atraviesan una puerta y luego una cortina. Al parecer, hoy era el dia de entrar por salir.
Era un lugar... interesante, por decir algo. Barra, sillas, gente. Lo basico. Shuyin se acerco a la mesa y secuestro una silla para luego darle rienda suelta a su comportamiento de niño y ella esta a punto de hacer lo mismo cuando ve como la mirada esa masa de grasa que ha salido por la puerta.
Su mente se empieza a llenar de ideas mientras sus ojos se empañan con un liquidito desagradable conocido como lagrimas.
- Que demonios estamos haciendo?
- Si! Que demonios?
- Ponemos en practica el plan A937
- Regalar panfletos de cuidado a las petunias!
- No, el verdadero plan A937.
- ME QUIERE VIOLAR!
Sus ojos se habian ido llenando de lagrimas y varias de estas se le habian escapado de ellos al no tener otro lugar donde ir. Era un buen plan, el A937. Uno de sus castaños dedos de su castaña mano izquierda señalaba acusadoramente a Shuyin como el responsable de su llanto, su miedo, su acusacion y todo lo demas de lo que se le pudiese culpar. Las lagrimas corrian por sus mejillas falsamente. En verdad, solo buscaba torturarlo psicologicamente.
Era un lugar... interesante, por decir algo. Barra, sillas, gente. Lo basico. Shuyin se acerco a la mesa y secuestro una silla para luego darle rienda suelta a su comportamiento de niño y ella esta a punto de hacer lo mismo cuando ve como la mirada esa masa de grasa que ha salido por la puerta.
Su mente se empieza a llenar de ideas mientras sus ojos se empañan con un liquidito desagradable conocido como lagrimas.
- Que demonios estamos haciendo?
- Si! Que demonios?
- Ponemos en practica el plan A937
- Regalar panfletos de cuidado a las petunias!
- No, el verdadero plan A937.
- ME QUIERE VIOLAR!
Sus ojos se habian ido llenando de lagrimas y varias de estas se le habian escapado de ellos al no tener otro lugar donde ir. Era un buen plan, el A937. Uno de sus castaños dedos de su castaña mano izquierda señalaba acusadoramente a Shuyin como el responsable de su llanto, su miedo, su acusacion y todo lo demas de lo que se le pudiese culpar. Las lagrimas corrian por sus mejillas falsamente. En verdad, solo buscaba torturarlo psicologicamente.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Ante el grito de la chica, mucho de los presentes se levantaron mirando al shinigami, que permanecía quieto en la silla, soltándo una sonora carcajada ante la magnífica actuación de la imprevisible chica.
"Es cierto, esta noche la llevaré a mi oscuro despacho... Allí la ataré, y lo haré...Mientras con mi bisturí repaso su piel y la arranco cachito a cachito..."
Dió un tono cantarín a su voz, y jugueteó con la mano indicando el tamaño de los trozos en la que lo cortaría... El pequeño grupo se envalentonó, al menos hasta que el teniente de la doceava desenvainó con rapidez su Zampakutoh, Zampakutoh que rió...
Rió como si se tratase de una hiena burlona...
"No podéis hacer nada... Tan solo intentadlo, y me aseguraré de pedir un bocadillo con vuestra carne también." De algún modo, la Zampakutoh, que hacía de resonante de alma, agravaba la infantil amenaza, dotándola de una posibilidad casi, casi real.
Los tipos echaron a correr, uno, se permitió el lujo de disculparse con la Shihoin, antes de alegar que no podría hacer nada solo y desarmado.
Shuyin sonrió, y el dueño de la tienda lo miró con dureza.
"Oh vamos... Sabes que no la violaré...al menos aún... Tan solo quiero mi bocadillo y lo de siempre de beber... Además, pagaré la cuenta del "ejército del valor" Explicó refiriendose a los lugareños que habían dejado aquel lugar tan solo para los dos shinigamis.
No pasó mucho tiempo antes de que Shuyin tuviese un enorme bocadillo en la mano, y una bebida de color verde brillante en un vaso de tubo delante de él.
El líquido era dulce, resultado de mezclar algunos zumos, azúcar, y una bebida azul de combinación, nada de alcohol, extraño para un guerrero. Aunque... ¿Para qué alcohol habiendo bebidas de colores mucho más divertidos, y que le permitían mantener sus facultades al máximo?
Sería estúpido pedirlo.
"Oye, Shihoin ¿Qué diablos haces en el escuadrón del otro "peliblanco"? ¿Te metió por enchufe? Me parece que eres mucho más miembro del doceavo que del... Del..." Shuyin había olvidado el número del otro escuadrón.
"Oh, y permiteme felicitarte por tu actuación, me han dado ganas de violarte de verdad y... Saber así, como cambiaría tu expresión del teatro a la situación." Felicitó extrañamente el teniente, como si aquel comentario fuese lo más normal del mundo.
El dueño, por su parte, no quitaba ojo a la peculiar pareja allí presente... Planteandose seriamente la estabilidad del Seireitei con gente así en sus filas.
"Es cierto, esta noche la llevaré a mi oscuro despacho... Allí la ataré, y lo haré...Mientras con mi bisturí repaso su piel y la arranco cachito a cachito..."
Dió un tono cantarín a su voz, y jugueteó con la mano indicando el tamaño de los trozos en la que lo cortaría... El pequeño grupo se envalentonó, al menos hasta que el teniente de la doceava desenvainó con rapidez su Zampakutoh, Zampakutoh que rió...
Rió como si se tratase de una hiena burlona...
"No podéis hacer nada... Tan solo intentadlo, y me aseguraré de pedir un bocadillo con vuestra carne también." De algún modo, la Zampakutoh, que hacía de resonante de alma, agravaba la infantil amenaza, dotándola de una posibilidad casi, casi real.
Los tipos echaron a correr, uno, se permitió el lujo de disculparse con la Shihoin, antes de alegar que no podría hacer nada solo y desarmado.
Shuyin sonrió, y el dueño de la tienda lo miró con dureza.
"Oh vamos... Sabes que no la violaré...al menos aún... Tan solo quiero mi bocadillo y lo de siempre de beber... Además, pagaré la cuenta del "ejército del valor" Explicó refiriendose a los lugareños que habían dejado aquel lugar tan solo para los dos shinigamis.
No pasó mucho tiempo antes de que Shuyin tuviese un enorme bocadillo en la mano, y una bebida de color verde brillante en un vaso de tubo delante de él.
El líquido era dulce, resultado de mezclar algunos zumos, azúcar, y una bebida azul de combinación, nada de alcohol, extraño para un guerrero. Aunque... ¿Para qué alcohol habiendo bebidas de colores mucho más divertidos, y que le permitían mantener sus facultades al máximo?
Sería estúpido pedirlo.
"Oye, Shihoin ¿Qué diablos haces en el escuadrón del otro "peliblanco"? ¿Te metió por enchufe? Me parece que eres mucho más miembro del doceavo que del... Del..." Shuyin había olvidado el número del otro escuadrón.
"Oh, y permiteme felicitarte por tu actuación, me han dado ganas de violarte de verdad y... Saber así, como cambiaría tu expresión del teatro a la situación." Felicitó extrañamente el teniente, como si aquel comentario fuese lo más normal del mundo.
El dueño, por su parte, no quitaba ojo a la peculiar pareja allí presente... Planteandose seriamente la estabilidad del Seireitei con gente así en sus filas.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Treinta y tres nubes grises y nueve pasos a la izquierda (libre)
Se quedo observando al grupo con los ojos de perrito atemorizado abiertos como platos. Tenia mucho miedo, se moría de miedo, aquel chico malo, malévolo la iba a violar. Pero el grupo es demasiado cobarde y aunque uno se para a disculparse se queda unos instantes en su papel, como en shock, para luego soltar una feliz carcajada e irse dando palmaditas a donde el chico. Se sienta en la barra, muy cómodamente, moviendo las piernas como si fuese una niña pequeña. El chico comía y bebía algo y ella, pues, ella era ella.
- ¿Qué comeeeees?-pregunta, estirando sus manos dispuesta a tomar su bocadillo.
Había que admitirlo, tenía algo de hambre y lo que sea que fuese ese bocadillo se veía agradable. No se iba a molestarle que su batallón fuera el quinto, por que no recordaba ella tampoco el número. Quería comer, y si no le daba su bocadillo se iba a enfadar verdaderamente y el violado iba a ser él, que lo tuviese por seguro. Ni siquiera se para a pensar su pregunta, se encoge ligeramente de hombros mientras sus ojos miran anhelantes el bocadillo.
- No lo sé, adorno, seguramente-susurra, no verdaderamente interesada en la pregunta o en su respuesta- al demonio, dame ese maldito bocadillo.
Entonces, con uno de esos saltos felinos tan suyos se abalanza sobre el chico dispuesta a arrebatarle ese bocadillo como fuese. Lo decía en serio. Había ignorado todos sus deseos de quitárselo a las buenas, como una niña decente y buena y su panza exigía una remuneración después de semejante actuación.
- Eso, eso. ¡Ataca!
- A la cabeza
- ¡Tulipanes!
- ¡Dale con un diccionario!
- ¿Qué comeeeees?-pregunta, estirando sus manos dispuesta a tomar su bocadillo.
Había que admitirlo, tenía algo de hambre y lo que sea que fuese ese bocadillo se veía agradable. No se iba a molestarle que su batallón fuera el quinto, por que no recordaba ella tampoco el número. Quería comer, y si no le daba su bocadillo se iba a enfadar verdaderamente y el violado iba a ser él, que lo tuviese por seguro. Ni siquiera se para a pensar su pregunta, se encoge ligeramente de hombros mientras sus ojos miran anhelantes el bocadillo.
- No lo sé, adorno, seguramente-susurra, no verdaderamente interesada en la pregunta o en su respuesta- al demonio, dame ese maldito bocadillo.
Entonces, con uno de esos saltos felinos tan suyos se abalanza sobre el chico dispuesta a arrebatarle ese bocadillo como fuese. Lo decía en serio. Había ignorado todos sus deseos de quitárselo a las buenas, como una niña decente y buena y su panza exigía una remuneración después de semejante actuación.
- Eso, eso. ¡Ataca!
- A la cabeza
- ¡Tulipanes!
- ¡Dale con un diccionario!
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
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