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Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Sociedad de Almas :: Seireitei :: Lugares de entrenamiento
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Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Respiró profundamente y suspiró, al menos no tuvo que suplicárselo. Ya era demasiado el pedirle un favor a una persona, pero ya había tenido demasiados percances con….”eso” (kidou)
Por la puerta apareció la figura de un joven, o al menos eso parecía, algo mas bajo que ella, pero no mucho más. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Auki tenia aquello planeado?
- Llevo rato sintiéndote, eres muy escandaloso cuando entrenas. Preséntate anda, ella es Noriko y necesita que le echemos una mano con el kidou… - Le dijo Aoki. Luego se dirigió a su joven aprendiza. - Es un antiguo conocido, no te pases con el chico
- Soy Noriko Amako, del sexto escuadrón – dijo con una mano en el hombro e inclinándose para hacer la presentación.
Ignoro el comentario de Aoki, jamás se pasaría con un joven como él, con Aoki al menos sabía que aguantaría golpes fuertes. Amai se veía aun más joven que Noriko, parecía frágil, tanto que no podría ganarle a nadie en un combate cuerpo a cuerpo, o al menos en la opinión de Noriko, ya que ella lo zanjaba todo por la fuerza. Era pequeño y delgaducho, quizás le habría salvado de tantos golpes la agilidad que le podría generar ese tipo de constitución
Su voz era algo indefinida, había momentos en los que aun se preguntaba de que sexo sería, ya que el cuerpo aun estaba inmaduro sin haberlo entrenado. Se veía entusiasta, ¿le gustaba la idea de ser golpeado por una mujer más alta y fuerte que él? …Masoquista…
- Y no soy tan blando, Murakami-sama
Todavía se preguntaba su virilidad y genero…
- Y, bueno… ¿Cuánto de kidou sabes? ¿Noriko-sama?
- Se que no es lo mío – dijo muy tajante, de verdad quería aprender, pero era algo que a ella le costaba. – Mira esto
Se dio medio giro para intentar no dañar, al menos a Satou, miró de reojo a Aoki y a Amai.
- ¡Hadou 4 – Byakurai! – gritó con fuerza
Un rayo blanco salió disparado, con poca precisión y desviándose, llegando a impactar contra la pared más cercana al teniente Aoki.
Por la puerta apareció la figura de un joven, o al menos eso parecía, algo mas bajo que ella, pero no mucho más. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Auki tenia aquello planeado?
- Llevo rato sintiéndote, eres muy escandaloso cuando entrenas. Preséntate anda, ella es Noriko y necesita que le echemos una mano con el kidou… - Le dijo Aoki. Luego se dirigió a su joven aprendiza. - Es un antiguo conocido, no te pases con el chico
- Soy Noriko Amako, del sexto escuadrón – dijo con una mano en el hombro e inclinándose para hacer la presentación.
Ignoro el comentario de Aoki, jamás se pasaría con un joven como él, con Aoki al menos sabía que aguantaría golpes fuertes. Amai se veía aun más joven que Noriko, parecía frágil, tanto que no podría ganarle a nadie en un combate cuerpo a cuerpo, o al menos en la opinión de Noriko, ya que ella lo zanjaba todo por la fuerza. Era pequeño y delgaducho, quizás le habría salvado de tantos golpes la agilidad que le podría generar ese tipo de constitución
Su voz era algo indefinida, había momentos en los que aun se preguntaba de que sexo sería, ya que el cuerpo aun estaba inmaduro sin haberlo entrenado. Se veía entusiasta, ¿le gustaba la idea de ser golpeado por una mujer más alta y fuerte que él? …Masoquista…
- Y no soy tan blando, Murakami-sama
Todavía se preguntaba su virilidad y genero…
- Y, bueno… ¿Cuánto de kidou sabes? ¿Noriko-sama?
- Se que no es lo mío – dijo muy tajante, de verdad quería aprender, pero era algo que a ella le costaba. – Mira esto
Se dio medio giro para intentar no dañar, al menos a Satou, miró de reojo a Aoki y a Amai.
- ¡Hadou 4 – Byakurai! – gritó con fuerza
Un rayo blanco salió disparado, con poca precisión y desviándose, llegando a impactar contra la pared más cercana al teniente Aoki.
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
La chica comenzó a cargar reiatsu en la palma de su mano. Parecía que iba a lanzar algo, pero le vendría bien algún cántico. Eso en ocasiones podía ayudar a controlar el reiatsu. Una anotación.
Noriko parecía dudar de las capacidades del joven Satou. Aunque tarde o temprano aprendería que no se debe subestimar al rival por débil que pareciese.
Lanzó el hadou cuarto hacia un lateral de la habitación, apartándolo de ellos dos, la luz blanca se acumuló en la palma de su mano, y el rayo se disparó, se desvió, pasó cerca de la cara de Noriko y se fue hacia el lado contrario del que estaba dirigido. El haz de luz impactó a escaso un metro del enorme cuerpo de Aoki, que se encojió saltando hacia el lado contrario.
A Satou se le escapó una risa que trató de contener con su mano. Luego se dirigió hacia Noriko…
- Va, repite conmigo… “Destructor, haz luminoso, llamada de justicia, mascara de carne y luz, toda fuente de energia, este muro clame al cielo hadou shi...” - Dijo el cántico de carrerilla, esperando que ella lo repitiese casi al mismo tiempo, y si no, segundos después. Debía aprendérselo para conseguir algo más productivo. Luego, apuntó con la punta de sus dos dedos índice y corazón hacia la pared a la que apuntaba antes Noriko. - ¡Hadou no yon! ¡Byakurai! - y un rayo del mismo color que el de Noriko, salió en la dirección correcta en línea recta hasta impactar en la pared. Levanto una polvareda y cuando se asentó, se vio un pequeño hueco de menos de medio metro de diámetro, por el que se asomaba un shinigami rubio despeinado. Parecía sorprendido.
- Tu turno, Noriko-san... -
Noriko parecía dudar de las capacidades del joven Satou. Aunque tarde o temprano aprendería que no se debe subestimar al rival por débil que pareciese.
Lanzó el hadou cuarto hacia un lateral de la habitación, apartándolo de ellos dos, la luz blanca se acumuló en la palma de su mano, y el rayo se disparó, se desvió, pasó cerca de la cara de Noriko y se fue hacia el lado contrario del que estaba dirigido. El haz de luz impactó a escaso un metro del enorme cuerpo de Aoki, que se encojió saltando hacia el lado contrario.
A Satou se le escapó una risa que trató de contener con su mano. Luego se dirigió hacia Noriko…
- Va, repite conmigo… “Destructor, haz luminoso, llamada de justicia, mascara de carne y luz, toda fuente de energia, este muro clame al cielo hadou shi...” - Dijo el cántico de carrerilla, esperando que ella lo repitiese casi al mismo tiempo, y si no, segundos después. Debía aprendérselo para conseguir algo más productivo. Luego, apuntó con la punta de sus dos dedos índice y corazón hacia la pared a la que apuntaba antes Noriko. - ¡Hadou no yon! ¡Byakurai! - y un rayo del mismo color que el de Noriko, salió en la dirección correcta en línea recta hasta impactar en la pared. Levanto una polvareda y cuando se asentó, se vio un pequeño hueco de menos de medio metro de diámetro, por el que se asomaba un shinigami rubio despeinado. Parecía sorprendido.
- Tu turno, Noriko-san... -
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Noriko le lanzó una mirada un tanto tenebrosa a Amai cuando a éste se le escapó la risa. Miró a Aoki recordando en su propia cabeza que no debía ser dura con el chico, respiró profundamente, esperando a que hubiese interpretado aquella mirada.
El joven había comenzado a recitar un cántico, supuso que era para el Hadou no yon, pero aún así lo veía estúpido, si no fuese por que había pedido ayuda y encima era a Aoki a quien se lo había pedido, habría cogido a Amai por el cuello del keikogi para apartarlo a un lado y haberse ido directamente a su habitación a descansar, que falta le hacía.
Miró a Aoki, e inclinó la cabeza para que se echara a un lado, seguramente alguno saldría lastimado en todo aquello.
Hizo un suspiro como si todo aquello le aburriese, la verdad que con su fuerza le bastaba, pero en el combate contra Aoki no fue suficiente todo aquello.
- “Destructor, haz luminoso, llamada de justicia, mascara de carne y luz, toda fuente de energía, este muro clame al cielo hadou shi...” - Dijo un poco desganada
Concentró de nuevo el reiatsu en la palma de su mano, que comenzó a brillar, esta vez con una luz rojiza.
A continuación una bola de energía roja salió disparada entre las posiciones de Aoki y Satou, había lanzado el Hadou 31, Shakkahou
El joven había comenzado a recitar un cántico, supuso que era para el Hadou no yon, pero aún así lo veía estúpido, si no fuese por que había pedido ayuda y encima era a Aoki a quien se lo había pedido, habría cogido a Amai por el cuello del keikogi para apartarlo a un lado y haberse ido directamente a su habitación a descansar, que falta le hacía.
Miró a Aoki, e inclinó la cabeza para que se echara a un lado, seguramente alguno saldría lastimado en todo aquello.
Hizo un suspiro como si todo aquello le aburriese, la verdad que con su fuerza le bastaba, pero en el combate contra Aoki no fue suficiente todo aquello.
- “Destructor, haz luminoso, llamada de justicia, mascara de carne y luz, toda fuente de energía, este muro clame al cielo hadou shi...” - Dijo un poco desganada
Concentró de nuevo el reiatsu en la palma de su mano, que comenzó a brillar, esta vez con una luz rojiza.
A continuación una bola de energía roja salió disparada entre las posiciones de Aoki y Satou, había lanzado el Hadou 31, Shakkahou
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Eso sí que tuvo mérito. No, que Noriko disparase un hadou en línea recta no, lo que a Amai le resultó loable fue que con el cántico de un hadou #4, disparase un hadou #31. Si Amai conseguía dominarlo, sería un buen método de distracción.
Y ese tipo de cosas pensaba, mientras la enorme y descontrolada bola de energía espiritual carmesí se dirigía hacia él casi de frente. Aoki sin dudar colocó su enorme cuerpo a modo de barrera entre el pequeño Satou y su aprendiza Noriko. Saldría de esa, y más siendo tan buen curandero como tenía fama de ser, pero a Satou eso no le pareció suficiente, y ¿porqué recibir daños innecesarios?
Con un movimiento rápido y preciso, sorteó el musculoso cuerpo del teniente, para, sin desenvainar la espada, lanzar un golpe horizontal a la esfera candente, al grito de - ¡Saya no bougyou! -
Al rededor de la vaina, se pudo vislumbrar por solo un instante un destello blanco, que al contacto con el kidou de Noriko estalló en un haz de luz capaz de cegar a los allí presentes junto con una considerable porlvareda. Cuando se disipó y asentó, Satou tenía entre sus manos su raído boken de madera gastado. Había desviado el ataque con su propia arma, lo cual no tendría mucho sentido de no ser porque su zampakutou era meramente defensiva, y ya llevaba liberado el shikai desde que llegó. Luego, miró de reojo a Aoki, a su espalda.
Satou: - Aoki... Siempre con tu enorme corpachón en medio... -
Aoki: - heh... Ya creía que te habías desecho de ese viejo boken... -
El gesto del chico se tornó asombrado. Se giró y posó la punta de su arma en la frente del grandullón para que intercambiase algunas palabras con la misma Saya. En un par de segundos, se pudo ver el miedo de Aoki en sus Ojos. Luego caminó despacio hacia atrás, hasta que su espalda topó con la pared, para terminar sentado en el suelo con la mirada perdida. Amai no sabía que le habría dicho, ni estaba seguro de querer saberlo.
Se volvió de nuevo hacia Noriko, y le habló con una sonrisa fingida.
- Intentalo de nuevo, y apunta hacia otro lado. Y no olvides centrarte en que es un Hadou número cuatro... Luego, independientemente de como salga, trata de lanzarme un bakudou numero uno... No debería costarte trabajo. -
A ver que tal salía todo esto... Amai esperaba de corazón que no muriese nadie en ese arriesgado "entrenamiento"
Y ese tipo de cosas pensaba, mientras la enorme y descontrolada bola de energía espiritual carmesí se dirigía hacia él casi de frente. Aoki sin dudar colocó su enorme cuerpo a modo de barrera entre el pequeño Satou y su aprendiza Noriko. Saldría de esa, y más siendo tan buen curandero como tenía fama de ser, pero a Satou eso no le pareció suficiente, y ¿porqué recibir daños innecesarios?
Con un movimiento rápido y preciso, sorteó el musculoso cuerpo del teniente, para, sin desenvainar la espada, lanzar un golpe horizontal a la esfera candente, al grito de - ¡Saya no bougyou! -
Al rededor de la vaina, se pudo vislumbrar por solo un instante un destello blanco, que al contacto con el kidou de Noriko estalló en un haz de luz capaz de cegar a los allí presentes junto con una considerable porlvareda. Cuando se disipó y asentó, Satou tenía entre sus manos su raído boken de madera gastado. Había desviado el ataque con su propia arma, lo cual no tendría mucho sentido de no ser porque su zampakutou era meramente defensiva, y ya llevaba liberado el shikai desde que llegó. Luego, miró de reojo a Aoki, a su espalda.
Satou: - Aoki... Siempre con tu enorme corpachón en medio... -
Aoki: - heh... Ya creía que te habías desecho de ese viejo boken... -
El gesto del chico se tornó asombrado. Se giró y posó la punta de su arma en la frente del grandullón para que intercambiase algunas palabras con la misma Saya. En un par de segundos, se pudo ver el miedo de Aoki en sus Ojos. Luego caminó despacio hacia atrás, hasta que su espalda topó con la pared, para terminar sentado en el suelo con la mirada perdida. Amai no sabía que le habría dicho, ni estaba seguro de querer saberlo.
Se volvió de nuevo hacia Noriko, y le habló con una sonrisa fingida.
- Intentalo de nuevo, y apunta hacia otro lado. Y no olvides centrarte en que es un Hadou número cuatro... Luego, independientemente de como salga, trata de lanzarme un bakudou numero uno... No debería costarte trabajo. -
A ver que tal salía todo esto... Amai esperaba de corazón que no muriese nadie en ese arriesgado "entrenamiento"
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Ni se lo esperó, los ojos de aquella joven se volvieron más redondos, una gota de sudor frío le recorrió la sien.
- Lo siento muchísimo – dijo inclinando su cuerpo varias veces con ambas manos sujetadas entre ellas a la altura de la cadera.
Miró a ambos shinigamis para comprobar que ninguno estaba herido, aunque tratándose de un joven que dominaba a la perfección el kidoh no debía haber problema, ya que el único que podría ponerlo sería Aoki.
- Si sales dañado por un kidoh mío… - le miró con una mirada penetrante y oscura.
No acabó la frase, no quería, ya que le estaba ayudando, pero veía humillante el que ella entrenara Kidoh, lo veía algo innecesario, al menos por ahora, aunque ella bien sabía que en los combates le sería útil, al menos para poder esquivar al oponente. Además eso fue lo que le falló en el entrenamiento con Aoki. Aunque no pertenecía al 11º escuadrón se sentía como uno de ellos, el kidoh era algo….fuera de su alcance de comprensión, algo innecesario, al menos teniendo la fuerza bruta.
- Intentalo de nuevo, y apunta hacia otro lado. Y no olvides centrarte en que es un Hadou número cuatro... Luego, independientemente de como salga, trata de lanzarme un bakudou numero uno... No debería costarte trabajo.
Y como dijo el joven así lo hizo, aunque ahora sentía curiosidad por como lo había contrarestado. Se volvió para apuntar a otro lado.
-Destructor, haz luminoso, llamada de justicia, mascara de carne y luz, toda fuente de energía, este muro clame al cielo hadou shi... ¡Hadou no yon! ¡Byakurai!
Esta vez si hizo efecto, el hadou fue donde ella anteriormente había apuntado, lo había conseguido.
-¡Kya! … - se aclaró la garganta – Lo conseguí – dijo esta vez más pasiva, se volvió a Amai – Gracias por enseñarme Amai Satou-san.
"Lo conseguí", no hacía más que repetirse esta misma frase en la cabeza con un tono eufórico
Vesta vez apuntó a Amai.
-Bakudou 1 - Sai
- Lo siento muchísimo – dijo inclinando su cuerpo varias veces con ambas manos sujetadas entre ellas a la altura de la cadera.
Miró a ambos shinigamis para comprobar que ninguno estaba herido, aunque tratándose de un joven que dominaba a la perfección el kidoh no debía haber problema, ya que el único que podría ponerlo sería Aoki.
- Si sales dañado por un kidoh mío… - le miró con una mirada penetrante y oscura.
No acabó la frase, no quería, ya que le estaba ayudando, pero veía humillante el que ella entrenara Kidoh, lo veía algo innecesario, al menos por ahora, aunque ella bien sabía que en los combates le sería útil, al menos para poder esquivar al oponente. Además eso fue lo que le falló en el entrenamiento con Aoki. Aunque no pertenecía al 11º escuadrón se sentía como uno de ellos, el kidoh era algo….fuera de su alcance de comprensión, algo innecesario, al menos teniendo la fuerza bruta.
- Intentalo de nuevo, y apunta hacia otro lado. Y no olvides centrarte en que es un Hadou número cuatro... Luego, independientemente de como salga, trata de lanzarme un bakudou numero uno... No debería costarte trabajo.
Y como dijo el joven así lo hizo, aunque ahora sentía curiosidad por como lo había contrarestado. Se volvió para apuntar a otro lado.
-Destructor, haz luminoso, llamada de justicia, mascara de carne y luz, toda fuente de energía, este muro clame al cielo hadou shi... ¡Hadou no yon! ¡Byakurai!
Esta vez si hizo efecto, el hadou fue donde ella anteriormente había apuntado, lo había conseguido.
-¡Kya! … - se aclaró la garganta – Lo conseguí – dijo esta vez más pasiva, se volvió a Amai – Gracias por enseñarme Amai Satou-san.
"Lo conseguí", no hacía más que repetirse esta misma frase en la cabeza con un tono eufórico
Vesta vez apuntó a Amai.
-Bakudou 1 - Sai
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Para sorpresa de ambos shinigamis, Noriko lanzó un hadou, con un canto correcto, y en la dirección en la que parecía pretender. De hecho, la ilusión le hizo soltar una expresion tan femenina que descuadraba con la shinigami, aunque, solo por un momento, pareció una chica entusiasta, alegre y femenina de la academia, entusiasmada porque lanza bien su primer Kidou. Amai se acercó despacio, dando palmadas con un espacio de tiempo considerable entre cada una, asintiendo con satisfacción.
Luego, ella se aclaró la garganta, y se giró hacia Satou para agradecerselo de forma escueta. El chico simplemente asintió con una sonrisa grata plantada en la cara. Luego, pegó sus brazos al cuerpo, dandole pie a realizar la siguiente instrucción.
Ella la ejecutó sin más, sin pensárselo. El cosquilleo comenzó en las muñecas del sensei, y comenzaron a ejercer fuerza hacia su espalda. El arte demoníaca era tosca, falta de sustencia y potencia. Incluso falta de entusiasmo. Ambas muñecas se unieron a la espalda del chico, y unas letras en tonos amarillentos casi transparentes se formaron alrededor de su cintura. Cerró los ojos, investigó la fuerza que le aprisionaba y en un santiamén se deshizo de la atadura, y las letras se desvanecieron.
- Noriko-san... - se dirigió a ella al tiempo que abría los ojos. - ¡Bakudou no ichi! ¡SAI! -. Sin cántico, su voz sonó firme y confiada, y mucho más lo parecía en vista del escuchimizado cuerpo de Satou. Las manos de Noriko fueron sin dudar a su espalda y cada vez intentaba, ir más arriba, tensando sus hombros. El dolor terminaría haciéndola arrodillarse. Al mismo tiempo, y de forma similar a lo ocurrido cuando lanzó el bakudou ella, una cadena de caracteres ilegibles se formaron a la altura de su cintura, rodeándola, esta vez en un tono amarillo brillante. El hechizo se veía mucho más poderoso y más seguro de si mismo.
Amai se acercó al oído de Noriko, y la aconsejó.
Noriko, cuando quieras tratar con Kidou, tienes que quererlo de verdad, tienes que sentirlo, comprenderlo, interiorizarlo. Tienes que encontrarle la utilidad, ver que te es necesario, y hacerle saber que le necesitas. Tienes que estar segura de lo que haces, y de que va a surtir efecto. Si piensas que quizá no funcione, no funcionará. ¿Verdad que cuando defiendes a alguien, sabes que puedes defenderle, y la duda te debilita? Pues el Bakudou funciona de la misma forma, y lo mismo pasa con el Hadou. Háblale, aunque no sea con palabras. Y lo mismo para deshacerlo, entiende esta fuerza que te rodea, buscala, busca dónde se te clava, y deshazlo desde allí. No trates de usar la fuerza bruta si no quieres perder tu alma... Las partículas que te retienen dependen de la voluntad de quien le da la orden, y si tu voluntad para soltarte, las convence de que es más fuerte que la mía, quizá puedas conseguirlo... solo inténtalo... -
Y después de su "consejo" se retiró y la dejó concentrarse en lo que le propuso. Si lo intentase por la fuerza bruta, seguramente no lo conseguiría, pero quizá si que pudiese desatarse si se concentrase lo suficiente.
[OFF: Noriko, dejo a tu criterio si crees que Noriko podría hacer eso a la primera o no. Yo creo que no, pero no te lo impongo... Si lo intentas, pero no puedes, Amai anulará el bakudou, y Aoki te lanzará el mismo, y podrás comprobar que son muy distintos... ]
Luego, ella se aclaró la garganta, y se giró hacia Satou para agradecerselo de forma escueta. El chico simplemente asintió con una sonrisa grata plantada en la cara. Luego, pegó sus brazos al cuerpo, dandole pie a realizar la siguiente instrucción.
Ella la ejecutó sin más, sin pensárselo. El cosquilleo comenzó en las muñecas del sensei, y comenzaron a ejercer fuerza hacia su espalda. El arte demoníaca era tosca, falta de sustencia y potencia. Incluso falta de entusiasmo. Ambas muñecas se unieron a la espalda del chico, y unas letras en tonos amarillentos casi transparentes se formaron alrededor de su cintura. Cerró los ojos, investigó la fuerza que le aprisionaba y en un santiamén se deshizo de la atadura, y las letras se desvanecieron.
- Noriko-san... - se dirigió a ella al tiempo que abría los ojos. - ¡Bakudou no ichi! ¡SAI! -. Sin cántico, su voz sonó firme y confiada, y mucho más lo parecía en vista del escuchimizado cuerpo de Satou. Las manos de Noriko fueron sin dudar a su espalda y cada vez intentaba, ir más arriba, tensando sus hombros. El dolor terminaría haciéndola arrodillarse. Al mismo tiempo, y de forma similar a lo ocurrido cuando lanzó el bakudou ella, una cadena de caracteres ilegibles se formaron a la altura de su cintura, rodeándola, esta vez en un tono amarillo brillante. El hechizo se veía mucho más poderoso y más seguro de si mismo.
Amai se acercó al oído de Noriko, y la aconsejó.
Noriko, cuando quieras tratar con Kidou, tienes que quererlo de verdad, tienes que sentirlo, comprenderlo, interiorizarlo. Tienes que encontrarle la utilidad, ver que te es necesario, y hacerle saber que le necesitas. Tienes que estar segura de lo que haces, y de que va a surtir efecto. Si piensas que quizá no funcione, no funcionará. ¿Verdad que cuando defiendes a alguien, sabes que puedes defenderle, y la duda te debilita? Pues el Bakudou funciona de la misma forma, y lo mismo pasa con el Hadou. Háblale, aunque no sea con palabras. Y lo mismo para deshacerlo, entiende esta fuerza que te rodea, buscala, busca dónde se te clava, y deshazlo desde allí. No trates de usar la fuerza bruta si no quieres perder tu alma... Las partículas que te retienen dependen de la voluntad de quien le da la orden, y si tu voluntad para soltarte, las convence de que es más fuerte que la mía, quizá puedas conseguirlo... solo inténtalo... -
Y después de su "consejo" se retiró y la dejó concentrarse en lo que le propuso. Si lo intentase por la fuerza bruta, seguramente no lo conseguiría, pero quizá si que pudiese desatarse si se concentrase lo suficiente.
[OFF: Noriko, dejo a tu criterio si crees que Noriko podría hacer eso a la primera o no. Yo creo que no, pero no te lo impongo... Si lo intentas, pero no puedes, Amai anulará el bakudou, y Aoki te lanzará el mismo, y podrás comprobar que son muy distintos... ]
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Noriko se sentía, casi traicionada, si no fuera por que sabía que estaba en un entrenamiento. Parecía inofensivo, parecía que venía con ganas de felicitar y festejar y sin embargo el ataca con un Bakudo. Si esto fuese una pelea real, quizás se hubiese soltado. Pero como siempre el no tomarse a sus amigos por enemigos es lo que le fallaba en los entrenamientos. Además hace poco que acababa de lanzar el primer kidoh bien hecho.
Sentía una fuerte presión tirando de sus muñecas, sentía que se caía al suelo pero antes…. Impactó contra Amai. Ambas cabezas se juntaron en un fuerte golpe, la diferencia es que Noriko lo hizo queriendo. Si había comprobado hasta hace poco que una de las maneras de librarse de aquel poder era con un buen golpe, y el cuerpo de Amai parecía débil.
Además no olvidemos la fuerza de Noriko, que ya de por sí es basta, no en constitución, si no en su poder. Esperaba poder librarse con esto. Al fin y al cabo es lo que cree que le habían mandado. Ambos cuerpos cayeron al suelo, Noriko sobre Amai quedando en forma de cruz. Iba a ser difícil salir de allí, al menos para el pobre Satou, sin que Noriko no saliese del bakudoh. Esto era sencillo, no iba a dejarle tranquilo hasta que lo deshiciera, iba a dar guerra.
Sabía que tenía que deshacerse por otros métodos, pero aún era inexperta en esta materia. No podían lanzarle un Bakudoh sin enseñarle como defenderse de éste. Fulminó a Aoki con la mirada, diciéndole a través de esta “si te acercas, te fulmino”.
Aun así el cuerpo de Noriko no gritaba por el dolor, estaba entrenada en combate a poder soportarlo.
Sentía una fuerte presión tirando de sus muñecas, sentía que se caía al suelo pero antes…. Impactó contra Amai. Ambas cabezas se juntaron en un fuerte golpe, la diferencia es que Noriko lo hizo queriendo. Si había comprobado hasta hace poco que una de las maneras de librarse de aquel poder era con un buen golpe, y el cuerpo de Amai parecía débil.
Además no olvidemos la fuerza de Noriko, que ya de por sí es basta, no en constitución, si no en su poder. Esperaba poder librarse con esto. Al fin y al cabo es lo que cree que le habían mandado. Ambos cuerpos cayeron al suelo, Noriko sobre Amai quedando en forma de cruz. Iba a ser difícil salir de allí, al menos para el pobre Satou, sin que Noriko no saliese del bakudoh. Esto era sencillo, no iba a dejarle tranquilo hasta que lo deshiciera, iba a dar guerra.
Sabía que tenía que deshacerse por otros métodos, pero aún era inexperta en esta materia. No podían lanzarle un Bakudoh sin enseñarle como defenderse de éste. Fulminó a Aoki con la mirada, diciéndole a través de esta “si te acercas, te fulmino”.
Aun así el cuerpo de Noriko no gritaba por el dolor, estaba entrenada en combate a poder soportarlo.
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
[[OFF: PERO COMO QUE SIN ENSEÑARTE A DEFENDERTE DE ÉSTE?! Y la parrafada que te acabo de soltar?? En fin...]]
En un instante, el cuerpo de Noriko, más pesado y musculado que el de Amai, se le echó encima. Ahora ambos estaban en el suelo, en una postura comprometida, y de la que Noriko no parecía dispuesta a deshacerse salvo que retirase el bakudou. Había que reconocer que no era el mejor método, pero sin duda, era un método. Había ignorado por completo la parrafada, y eso le había dolido casi más que el cabezazo... casi.
Por la fuerza, y en poco tiempo, se vio obligado a deshacer el bakudou. Noriko acto seguido se levantó diligente. En ese momento, Amai se atusó el traje de shinigami, se sacudió el polvo, y se estiró las mangas... Se giró hacia Aoki que miraba impasivo desde el fondo del cuarto.
- Aoki-san, podría dejarnos a solas, ¿por favor? -. Acto seguido, Aoki esbozó una sonrisa, y salió por la única puerta de la sala. Luego Amai encaró a la joven...
- De acuerdo... - Comenzó. - ¿Has prestado atención a una sola de mis palabras? Ésta vez te lo voy a poner un poco más difícil - Y no te voy a soltar hasta que hagas, o al menos intentes exactamente lo que te dije antes... - Su gesto se había tornado serio. La miraba a los ojos. No era una mirada desafiante, sino simplemente: sincera. - Tendrás que buscar dentro de ti qué apresa tu alma, qué limita tus movimientos. E intentar desatarlo... Y supongo que sabes que los nudos son de cuerda, ¿no? - Le dijo marcando una sonrisa como punto y aparte. - Bakudou no yon! Hainawa! - y dos cuerdas salieron hacia la shinigami, enredándose alrededor de su cuerpo, pegando sus brazos a la cintura.
[[OFF2: Noriko, esta vez no voy a parar hasta que te concentres y me hagas un post largo de tu con los ojos cerraos concentrándote, buscando donde está esa fuente que te apresa. Un post que diga yo: "Ole, se merece que la suelte..." mientras tanto, Si te acercas a Amai, se dirigirá con un shumpo a algún otro lado de la habitación. Y no, no puedes usar shumpo porque tus partículas espirituales están atadas. Demasiado que puedes moverte, y por ser tu... El caso es que no t voy a dejar que me toques... Animo.
En un instante, el cuerpo de Noriko, más pesado y musculado que el de Amai, se le echó encima. Ahora ambos estaban en el suelo, en una postura comprometida, y de la que Noriko no parecía dispuesta a deshacerse salvo que retirase el bakudou. Había que reconocer que no era el mejor método, pero sin duda, era un método. Había ignorado por completo la parrafada, y eso le había dolido casi más que el cabezazo... casi.
Por la fuerza, y en poco tiempo, se vio obligado a deshacer el bakudou. Noriko acto seguido se levantó diligente. En ese momento, Amai se atusó el traje de shinigami, se sacudió el polvo, y se estiró las mangas... Se giró hacia Aoki que miraba impasivo desde el fondo del cuarto.
- Aoki-san, podría dejarnos a solas, ¿por favor? -. Acto seguido, Aoki esbozó una sonrisa, y salió por la única puerta de la sala. Luego Amai encaró a la joven...
- De acuerdo... - Comenzó. - ¿Has prestado atención a una sola de mis palabras? Ésta vez te lo voy a poner un poco más difícil - Y no te voy a soltar hasta que hagas, o al menos intentes exactamente lo que te dije antes... - Su gesto se había tornado serio. La miraba a los ojos. No era una mirada desafiante, sino simplemente: sincera. - Tendrás que buscar dentro de ti qué apresa tu alma, qué limita tus movimientos. E intentar desatarlo... Y supongo que sabes que los nudos son de cuerda, ¿no? - Le dijo marcando una sonrisa como punto y aparte. - Bakudou no yon! Hainawa! - y dos cuerdas salieron hacia la shinigami, enredándose alrededor de su cuerpo, pegando sus brazos a la cintura.
[[OFF2: Noriko, esta vez no voy a parar hasta que te concentres y me hagas un post largo de tu con los ojos cerraos concentrándote, buscando donde está esa fuente que te apresa. Un post que diga yo: "Ole, se merece que la suelte..." mientras tanto, Si te acercas a Amai, se dirigirá con un shumpo a algún otro lado de la habitación. Y no, no puedes usar shumpo porque tus partículas espirituales están atadas. Demasiado que puedes moverte, y por ser tu... El caso es que no t voy a dejar que me toques... Animo.
Amai Satou- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Noriko miró a su contrincante, era obvio que pocas veces había mordido el polvo tan literalmente. A diferencia de ella quería quedar impecable, sacudiéndose el polvo que quedaba en sus ropas. En cambio ella estaba acostumbrada a llevar siempre un traje si no estaba roto estaba ensuciado por la batalla. Ya era algo común y típico, aunque nunca quería dar mala imagen.
Había conseguido deshacerse de aquel maldito Bakudoh, no era la mejor forma después de aquellas clases, pero era una forma, y para ella la más fiable.
Aoki se marchó tras la pregunta de Amai, aquella sonrisa le pareció algo espeluznante, ya la había visto en otro sitio, pero no recordaba cual… De nuevo otro Bakudoh le amarró las manos, enredando sus brazos y manos a la cintura. Noriko miró ambas extremidades y echó a correr contra aquel shinigami, que parecía tan indefenso.
Amai hizo un shumpo, trasladándose varios metros lejos de Noriko, que había estampado contra la pared y la había llegado a resquebrajar, miró aquella brecha. Esperaba no tener que arreglar aquello. Desde luego en fuerza quedaba claro quien ganaba.
De nuevo cargó un par de veces más, sin éxito en impactar contra Satou, estaba jadeando, el no tener brazos y las carreras que estaba pegando más el combate pasado le habían hecho debilitarse un poco. Cayó de rodillas, no por que estuviese cansada, si no por que si se quedaba mucho tiempo de pie, no lograría calmarse, y seguramente acabaría atizándole de nuevo al shinigami del quinto escuadrón.
Cerró los ojos, era la única manera de calmarse, según recordaba todo bakudoh, toda cuerda o cadena que te apresase debía tener un origen. Este quizás fuese un caso, le estaba apresando sus extremidades. ¿Lo que quería era que utilizase Bakudoh? Ahora podría utilizar el mismo que utilizó antes, “SAI”, pero en aquellos momentos no estaba segura si iba a ser posible. No, no tenía que pensar así, si pensaba que no funcionaria, no funcionará. Eso era lo que hace unos momentos le dijo Amai. Esto era una fuerza, algo que la rodeaba, tenía que buscarla. Sentir de donde venía, eso es lo que había estado haciendo desde que se arrodilló en el suelo.
Al fin la había encontrado, o al menos eso parecía, había algo, algo que le llamaba la atención en todo aquello. Era una fuerza poderosa, de ahí emanaba toda la fuente de poder que la apresaba. Debía tener más voluntad, debía quererse soltar, jamás se iba a someter ante alguien, ella era mucho más fuerte que todo aquello, ella debía volverse más fuerte. Este era su punto débil en la batalla, una vez dominado podría ser mucho más fuerte.
Se levantó despacio, aún con los ojos cerrados, sin perder de vista esa fuerza, esa que tanto lo apresaba. Ela era más fuerte que todas aquellas partículas que le apresaban, mucho más fuerte que esa fuente y mucho más fuerte que Amai. Debía ser él quien se arrodillara frente a ella por su poder no al revés.
[[OFF: De tí depende que se suelte o no]]
Había conseguido deshacerse de aquel maldito Bakudoh, no era la mejor forma después de aquellas clases, pero era una forma, y para ella la más fiable.
Aoki se marchó tras la pregunta de Amai, aquella sonrisa le pareció algo espeluznante, ya la había visto en otro sitio, pero no recordaba cual… De nuevo otro Bakudoh le amarró las manos, enredando sus brazos y manos a la cintura. Noriko miró ambas extremidades y echó a correr contra aquel shinigami, que parecía tan indefenso.
Amai hizo un shumpo, trasladándose varios metros lejos de Noriko, que había estampado contra la pared y la había llegado a resquebrajar, miró aquella brecha. Esperaba no tener que arreglar aquello. Desde luego en fuerza quedaba claro quien ganaba.
De nuevo cargó un par de veces más, sin éxito en impactar contra Satou, estaba jadeando, el no tener brazos y las carreras que estaba pegando más el combate pasado le habían hecho debilitarse un poco. Cayó de rodillas, no por que estuviese cansada, si no por que si se quedaba mucho tiempo de pie, no lograría calmarse, y seguramente acabaría atizándole de nuevo al shinigami del quinto escuadrón.
Cerró los ojos, era la única manera de calmarse, según recordaba todo bakudoh, toda cuerda o cadena que te apresase debía tener un origen. Este quizás fuese un caso, le estaba apresando sus extremidades. ¿Lo que quería era que utilizase Bakudoh? Ahora podría utilizar el mismo que utilizó antes, “SAI”, pero en aquellos momentos no estaba segura si iba a ser posible. No, no tenía que pensar así, si pensaba que no funcionaria, no funcionará. Eso era lo que hace unos momentos le dijo Amai. Esto era una fuerza, algo que la rodeaba, tenía que buscarla. Sentir de donde venía, eso es lo que había estado haciendo desde que se arrodilló en el suelo.
Al fin la había encontrado, o al menos eso parecía, había algo, algo que le llamaba la atención en todo aquello. Era una fuerza poderosa, de ahí emanaba toda la fuente de poder que la apresaba. Debía tener más voluntad, debía quererse soltar, jamás se iba a someter ante alguien, ella era mucho más fuerte que todo aquello, ella debía volverse más fuerte. Este era su punto débil en la batalla, una vez dominado podría ser mucho más fuerte.
Se levantó despacio, aún con los ojos cerrados, sin perder de vista esa fuerza, esa que tanto lo apresaba. Ela era más fuerte que todas aquellas partículas que le apresaban, mucho más fuerte que esa fuente y mucho más fuerte que Amai. Debía ser él quien se arrodillara frente a ella por su poder no al revés.
[[OFF: De tí depende que se suelte o no]]
Amako Noriko- Raso Gi
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Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Evidentemente, y como bien supuso Satou, lo primero que hizo una vez más Noriko fue arremeter con su propio cuerpo. Amai, esperándoselo, se dirigió a la otra punta de la sala con un solo shumpo. A sus espaldas oyó el golpe que dio la shinigami contra la pared. Si llega a ser un poco más débil la hubiera tumbado. Repitió la acción varias veces antes de caer arrodillada en el suelo. Parecía cansada, aunque ya empezaba a conocerla, y sabía que no se había dado por vencida. ¿Acaso estaría prestando atención a sus palabras? Por un momento incluso se sorprendió.
Tras unos segundos, la cuerda que la rodeaba empezó a desaparecer. Su solidez comenzaba a parpadear, y diminutas esferas brillantes tintineaban a su alrededor. Hacía muecas con cara de esfuerzo. Y por un momento, una sonrisa confiada se atisbó en su cara. Amai ya sabía que saldría de esa.
Finalmente, y pasados al menos un par de minutos, en un último esfuerzo la cuerda estalló a su alrededor, dejándola libre, y volvió a caer al suelo con la frente empapada en sudor.
- Parece que no es el tipo de esfuerzos que estás acostumbrada a hacer, Noriko-san. - Le comentaba sonriente mientras se acercaba, con su mano extendida por delante, para hacerle saber que iba "en son de paz". - Supongo que Aoki ya te habrá dicho eso de que "la cadena es tan fuerte como el más débil de los eslabones", o algo así, ¿no? - acto seguido dirigió la vista al suelo, resignado, con cierta pena. - Pues tiene razón... -. Sacudió la cabeza, y retomó su mirada alegre y jovial. [/color]- Seguro que entrenas un montón todos los días, así que simplemente, dedícale un rato al kidou. ¿Puedo ayudarte en algo más? -[/color] Y se quedó espectante, con los brazos a su espalda, y medio bailando, alternando el apoyo entre sus talones y las puntas de los pies.
[[OFF: Vaaaaaaaaale, te suelto...]]
Tras unos segundos, la cuerda que la rodeaba empezó a desaparecer. Su solidez comenzaba a parpadear, y diminutas esferas brillantes tintineaban a su alrededor. Hacía muecas con cara de esfuerzo. Y por un momento, una sonrisa confiada se atisbó en su cara. Amai ya sabía que saldría de esa.
Finalmente, y pasados al menos un par de minutos, en un último esfuerzo la cuerda estalló a su alrededor, dejándola libre, y volvió a caer al suelo con la frente empapada en sudor.
- Parece que no es el tipo de esfuerzos que estás acostumbrada a hacer, Noriko-san. - Le comentaba sonriente mientras se acercaba, con su mano extendida por delante, para hacerle saber que iba "en son de paz". - Supongo que Aoki ya te habrá dicho eso de que "la cadena es tan fuerte como el más débil de los eslabones", o algo así, ¿no? - acto seguido dirigió la vista al suelo, resignado, con cierta pena. - Pues tiene razón... -. Sacudió la cabeza, y retomó su mirada alegre y jovial. [/color]- Seguro que entrenas un montón todos los días, así que simplemente, dedícale un rato al kidou. ¿Puedo ayudarte en algo más? -[/color] Y se quedó espectante, con los brazos a su espalda, y medio bailando, alternando el apoyo entre sus talones y las puntas de los pies.
[[OFF: Vaaaaaaaaale, te suelto...]]
Amai Satou- Desaparecido
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Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Noriko tenía la respiración agitada, se volvió a poner en pie, mientras tragaba saliva. Estaba en duda si pedirle aun más ayuda, iba a abusar de aquel pobre chaval, además si seguía entrenando podía caerse desplomada por el cansancio, y no quería caer en un “estúpido” entrenamiento de Kidoh.
Aun seguía teniendo la espina en su interior, el Kidoh aun no era lo suyo, seguía pensando que no sabía por qué había una sección dedicada a ello.
Aparte, quería seguir entrenando, se dormía bastante bien por las noches cuando una estaba exhausta.
- Quiero aprender un poco en general, aguantarlo y poder dirigirlos bien, digo, el kidoh elegido y a la persona adecuada.
Noriko se puso de rodillas con una reverencia inclinando su cuerpo y su mano en el pecho en forma de puño cerrado.
- Siento si le pido demasiado Amai Satou-san. Por favor, quiero hacerme más fuerte.
Aun seguía teniendo la espina en su interior, el Kidoh aun no era lo suyo, seguía pensando que no sabía por qué había una sección dedicada a ello.
Aparte, quería seguir entrenando, se dormía bastante bien por las noches cuando una estaba exhausta.
- Quiero aprender un poco en general, aguantarlo y poder dirigirlos bien, digo, el kidoh elegido y a la persona adecuada.
Noriko se puso de rodillas con una reverencia inclinando su cuerpo y su mano en el pecho en forma de puño cerrado.
- Siento si le pido demasiado Amai Satou-san. Por favor, quiero hacerme más fuerte.
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Amai se sorprendió y casi sonrojó al ver a Noriko arrodillada pidiendo entrenamiento. De ese modo desde luego que no podría negarse...
- Noriko-san... No... No tiene porqué ser tan formal, trátame de tu a tu, más cercano, esto nos vendrá bien a los dos... - le dijo con la voz tan calmada como supo. El entrenamiento ahora sería más duro.
- Imagina... Si. Imaginate que yo, soy el enemigo. Soy un enemigo al que odias profundamente, que llevo rato dándote guerra como hacía tiempo que no te daban. Nuestro nivel en manejo de espadas es similar, de hecho, incluso el mío es ligeramente superior, que te ha hecho cansarte hasta le punto en el que ahora te encuentras, estando yo en perfectas condiciones. - Amai andaba en circulos sobre un mismo eje, a veces mirando al suelo, a veces a Noriko y a veces a un muñeco de paja al fondo de la estancia. continuaba su puesta en situación - Un enemigo con el que ya has librados serios combates acabados en tablas, y te has decidido a que este sea el último... Cada vez que tu espada se cruza con la suya, tu muñeca cruje, y él sale victorioso. Ahora... Ves ese muñeco a tu espalda? Ella es tu capitana, inmovilizada con grilletes de Sekkiseki... ¿Podrías salvarle la vida? -
Y sin hacer nada más, habiendo visto como Noriko se tensaba conforme avanzaba la situación, Satou sabía que Noriko estaba preparada con el combate. Se lanzó contra ella, con su boken por delante. Su cara reflejaba ira y violencia, cómo jamás se habría visto en ojos de aquel chaval. Quería hacerle saber que él era su enemigo, y que mataría a su capitana a toda costa. Además, ya le había dicho, que en caso de detenerle con su espada, estaría todo perdido, porque en un caso real, él la superaría... Tendría que usar Kidou, y además hacerlo correctamente si quería salvar a su capitana, pero de eso debía darse cuenta ella...
[[OFF: Voy hacia tí a todo gas, y el muñeco está detrás tuya... Si me atacas con la espada detendré mi carrera, invocaré rápido un escudo de bakudou y viajaré unos metros hacia atrás, si no haces nada, le empotro el boken al muñeco de paja, y si me lanzas un hadou, decide tu si tu personaje, bajo esa presión (si es que ha llegado a creérselo) actuaría bien, o le saldría aún peor. Tu postea que ya te digo los resultados ^^ si alguna duda, MP ^^]]
- Noriko-san... No... No tiene porqué ser tan formal, trátame de tu a tu, más cercano, esto nos vendrá bien a los dos... - le dijo con la voz tan calmada como supo. El entrenamiento ahora sería más duro.
- Imagina... Si. Imaginate que yo, soy el enemigo. Soy un enemigo al que odias profundamente, que llevo rato dándote guerra como hacía tiempo que no te daban. Nuestro nivel en manejo de espadas es similar, de hecho, incluso el mío es ligeramente superior, que te ha hecho cansarte hasta le punto en el que ahora te encuentras, estando yo en perfectas condiciones. - Amai andaba en circulos sobre un mismo eje, a veces mirando al suelo, a veces a Noriko y a veces a un muñeco de paja al fondo de la estancia. continuaba su puesta en situación - Un enemigo con el que ya has librados serios combates acabados en tablas, y te has decidido a que este sea el último... Cada vez que tu espada se cruza con la suya, tu muñeca cruje, y él sale victorioso. Ahora... Ves ese muñeco a tu espalda? Ella es tu capitana, inmovilizada con grilletes de Sekkiseki... ¿Podrías salvarle la vida? -
Y sin hacer nada más, habiendo visto como Noriko se tensaba conforme avanzaba la situación, Satou sabía que Noriko estaba preparada con el combate. Se lanzó contra ella, con su boken por delante. Su cara reflejaba ira y violencia, cómo jamás se habría visto en ojos de aquel chaval. Quería hacerle saber que él era su enemigo, y que mataría a su capitana a toda costa. Además, ya le había dicho, que en caso de detenerle con su espada, estaría todo perdido, porque en un caso real, él la superaría... Tendría que usar Kidou, y además hacerlo correctamente si quería salvar a su capitana, pero de eso debía darse cuenta ella...
[[OFF: Voy hacia tí a todo gas, y el muñeco está detrás tuya... Si me atacas con la espada detendré mi carrera, invocaré rápido un escudo de bakudou y viajaré unos metros hacia atrás, si no haces nada, le empotro el boken al muñeco de paja, y si me lanzas un hadou, decide tu si tu personaje, bajo esa presión (si es que ha llegado a creérselo) actuaría bien, o le saldría aún peor. Tu postea que ya te digo los resultados ^^ si alguna duda, MP ^^]]
Amai Satou- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
- Imagina... Si. Imaginate que yo, soy el enemigo. Soy un enemigo al que odias profundamente, que llevo rato dándote guerra como hacía tiempo que no te daban.
En aquel momento vio como las facciones de Amai se iban tornando a una cara conocida, sus músculos y su constitución se ensanchaban cada vez más, su cara se volvía mas ruda y con las facciones más marcadas, su pelo se iba elevando hasta ver a su enemigo, aun no entendió por qué Amai se transformó en Aoki, quizás lo tenía aun reciente de la pelea pasada, quizás aún tenía ganas de una revancha.
Movió ligeramente la cabeza cerrando los ojos intentando borrar aquella imagen que tenía en su mente e intentar cambiarla un poco. Entonces volvió a ver a Amai, esta vez con un agujero en el pecho y con un traje blanco, ese si era un enemigo digno, aunque seguía viéndolo muy esmirriado, muy pequeño y muy oca cosa, tenía miedo de romperle, pero ya estaba en su mente como un enemigo.
- Un enemigo con el que ya has librados serios combates acabados en tablas, y te has decidido a que este sea el último... Cada vez que tu espada se cruza con la suya, tu muñeca cruje, y él sale victorioso. Ahora... Ves ese muñeco a tu espalda? Ella es tu capitana, inmovilizada con grilletes de Sekkiseki... ¿Podrías salvarle la vida?
Miró hacia atrás, y efectivamente, allí observó a su capitana, tirada en el suelo. Por un momento sintió temor, como había podido llevar a su capitana a estar en tan terrible situación. Si su capitana estaba así, ella podría hacer poco, pero jamás podría perdonarse abandonarla, antes tendrían que matarla a ella mil veces para dejar que el enemigo la llegase a tocar.
Pero rápidamente su cerebro cambió el chip, debía protegerla, así su vida pendiese de un hilo. Una ira incontrolable le invadió su cuerpo. Tenía que destrozar a su enemigo. Ya no reconocía a Amai como un shinigami más, como un compañero, su cabeza no paraba de verle como un enemigo más, quizás se había metido tanto en el papel, en su rol que había olvidado que aquello era un entrenamiento.
Noriko se levantó y echó a correr contra Satou, una carga con todo su peso y fuerza, sin espada, sin armas. Su velocidad no aminoraba como las anteriores veces, estaba decidida a darle fuerte. Pero al llegar a la posición de su enemigo no lo avistó, había hecho un shumpo, o eso, o era muy rápido, más que su vista. Se giró hacia su derecha, donde le volvió a escuchar y allí seguía él. Se abalanzó hacia su pie para poder cogerle del tobillo, estiró su brazo y justo cuando fue a agarrarle de nuevo su pie desapareció, de nuevo volvía a ser más rápido.
De nuevo se levantó, esta vez más deprisa pues su enemigo estaba más cerca de su capitana. Sin darse cuenta liberó una gran cantidad de reiatsu, estaba agobiada no quería que llegase a su meta. Y al final, cogió su zampakutoh, desenvainandola y la lanzó hacia el cuerpo tan minúsculo de Amai, yendo en línea recta sin voltear la hoja ni el cuerpo del arma.
Era su capitana después de todo, y aunque se quedara sin brazos ella seguiría luchando
En aquel momento vio como las facciones de Amai se iban tornando a una cara conocida, sus músculos y su constitución se ensanchaban cada vez más, su cara se volvía mas ruda y con las facciones más marcadas, su pelo se iba elevando hasta ver a su enemigo, aun no entendió por qué Amai se transformó en Aoki, quizás lo tenía aun reciente de la pelea pasada, quizás aún tenía ganas de una revancha.
Movió ligeramente la cabeza cerrando los ojos intentando borrar aquella imagen que tenía en su mente e intentar cambiarla un poco. Entonces volvió a ver a Amai, esta vez con un agujero en el pecho y con un traje blanco, ese si era un enemigo digno, aunque seguía viéndolo muy esmirriado, muy pequeño y muy oca cosa, tenía miedo de romperle, pero ya estaba en su mente como un enemigo.
- Un enemigo con el que ya has librados serios combates acabados en tablas, y te has decidido a que este sea el último... Cada vez que tu espada se cruza con la suya, tu muñeca cruje, y él sale victorioso. Ahora... Ves ese muñeco a tu espalda? Ella es tu capitana, inmovilizada con grilletes de Sekkiseki... ¿Podrías salvarle la vida?
Miró hacia atrás, y efectivamente, allí observó a su capitana, tirada en el suelo. Por un momento sintió temor, como había podido llevar a su capitana a estar en tan terrible situación. Si su capitana estaba así, ella podría hacer poco, pero jamás podría perdonarse abandonarla, antes tendrían que matarla a ella mil veces para dejar que el enemigo la llegase a tocar.
Pero rápidamente su cerebro cambió el chip, debía protegerla, así su vida pendiese de un hilo. Una ira incontrolable le invadió su cuerpo. Tenía que destrozar a su enemigo. Ya no reconocía a Amai como un shinigami más, como un compañero, su cabeza no paraba de verle como un enemigo más, quizás se había metido tanto en el papel, en su rol que había olvidado que aquello era un entrenamiento.
Noriko se levantó y echó a correr contra Satou, una carga con todo su peso y fuerza, sin espada, sin armas. Su velocidad no aminoraba como las anteriores veces, estaba decidida a darle fuerte. Pero al llegar a la posición de su enemigo no lo avistó, había hecho un shumpo, o eso, o era muy rápido, más que su vista. Se giró hacia su derecha, donde le volvió a escuchar y allí seguía él. Se abalanzó hacia su pie para poder cogerle del tobillo, estiró su brazo y justo cuando fue a agarrarle de nuevo su pie desapareció, de nuevo volvía a ser más rápido.
De nuevo se levantó, esta vez más deprisa pues su enemigo estaba más cerca de su capitana. Sin darse cuenta liberó una gran cantidad de reiatsu, estaba agobiada no quería que llegase a su meta. Y al final, cogió su zampakutoh, desenvainandola y la lanzó hacia el cuerpo tan minúsculo de Amai, yendo en línea recta sin voltear la hoja ni el cuerpo del arma.
Era su capitana después de todo, y aunque se quedara sin brazos ella seguiría luchando
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Amai sintió como la mirada de Noriko cambió. Ya no era una noble shinigami en un entrenamiento. Ahora iba a matarle. Si Satou realmente fuese el enemigo descrito, y hubiese ido a saco a por su capitana, hubiera tenido serios problemas, pero estaba más concentrado en la shinigami berserker que el muñeco de paja. Aún así, tenía que intentar llegar hasta él, poner bajo presión a su discípula temporal, forzarla a hacer un simple kidou y se sentiría satisfecho.
El primer ataque de aquel toro en el que se había convertido Noriko era, como no, una melé contra el endeble shinigami, sin astas, sin nada, simplemente dispuesta a arroyar con su propio cuerpo. Trató de esquivarla con un shumpo relativamente corto, a solo un par de metros, ya que no quería desviarse especialmente de su camino. Noriko cayó y revolviéndose en el tatami, alargó un brazo con intención de sujetarle el tobillo. Estaba dando guerra. Tendría que hacerlo después de todo.
De un shumpo, esta vez más lejos, se colocó al borde de la pared. Solo tenía que moverse pegado a ella, y conseguiría llegar hasta el muñeco. Miró a Noriko, pensando en que si quería detenerle debería usar un ataque de larga distancia, un kid-
Al girar la cara, vio la zampakutou de la chica volar hacia su torso. Iba muy en serio, y de no haberla mirado, ahora estaría clavado en la pared. Tratando de evitar ese final clavó sus talones, frenando ligeramente, lo justo para no acabar ensartado. La espada se clavó en la pared a una cuarta de su pecho, con el que se golpeó casi quedando sin respiración y posteriormente cayendo al suelo.
Noriko no se había movido tras lanzar la espada, y lo peor que podía pasar si la seguía presionando era que le lanzase también la vaina, que no era tan peligroso, así que tras estar algo menos de un segundo en el suelo, se revolvió, se incorporó, tomó la zampakutou de Noriko y retomó su acometida contra la capitana del sexto... quiero decir, aquel muñeco de paja...
El primer ataque de aquel toro en el que se había convertido Noriko era, como no, una melé contra el endeble shinigami, sin astas, sin nada, simplemente dispuesta a arroyar con su propio cuerpo. Trató de esquivarla con un shumpo relativamente corto, a solo un par de metros, ya que no quería desviarse especialmente de su camino. Noriko cayó y revolviéndose en el tatami, alargó un brazo con intención de sujetarle el tobillo. Estaba dando guerra. Tendría que hacerlo después de todo.
De un shumpo, esta vez más lejos, se colocó al borde de la pared. Solo tenía que moverse pegado a ella, y conseguiría llegar hasta el muñeco. Miró a Noriko, pensando en que si quería detenerle debería usar un ataque de larga distancia, un kid-
Al girar la cara, vio la zampakutou de la chica volar hacia su torso. Iba muy en serio, y de no haberla mirado, ahora estaría clavado en la pared. Tratando de evitar ese final clavó sus talones, frenando ligeramente, lo justo para no acabar ensartado. La espada se clavó en la pared a una cuarta de su pecho, con el que se golpeó casi quedando sin respiración y posteriormente cayendo al suelo.
Noriko no se había movido tras lanzar la espada, y lo peor que podía pasar si la seguía presionando era que le lanzase también la vaina, que no era tan peligroso, así que tras estar algo menos de un segundo en el suelo, se revolvió, se incorporó, tomó la zampakutou de Noriko y retomó su acometida contra la capitana del sexto... quiero decir, aquel muñeco de paja...
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Esta vez el enemigo se había anticipado a sus movimientos, y menos mal, Amai era un shinigami después de todo, aunque ahora mismo Noriko no lo viese de esa manera. Si no fuese por sus reflejos ahora mismo tendría un agujero en alguna parte de su torso, como si fuese un colador, y no precisamente por ser un arrancar si no por la velocidad de la zampakutoh de la pelirroja.
El joven había demostrado tener destreza, tan rápido como su espalda tocó el suelo se levantó de un solo movimiento. Noriko, que por dentro estaba su sangre hirviendo, ya no sabía qué hacer. Por un instante toda su vista se deceleró. Veía cada movimiento de Amai Satou, pero no era momento para pegarle, había recurrido al último recurso que tenía, sabía que la siguiente carga también la esquivaría, si le golpeaba también lo esquivaría. En caso en que le diese no estaba segura por donde podría salir, tan solo necesitaba un momento para incapacitarle.
Miraba a su capitana, allí tumbada en el suelo, sin nadie más que la protegiese, débil e indefensa, jamás la podría ver en ese modo. Cerró con fuerza los ojos hasta arrugar sus parpados, una gota de sudor frio corría por su frente hasta llegar a su barbilla recorriendo su suave piel. Era el momento de apaciguar la bestia, calmar el frenesí y dormir al berseker interno. Tenía que nadar por el mar de su consciencia, en estos casos era difícil concentrarse. De hecho no lo conseguía, pero esperaba que su fuerza de voluntad y sus ganas de defender a su capitana diesen algo con lo que entretener a su enemigo.
-¡Ba!.... ¡BAKUDO 4!... ¡HAINAWA! – con un tono de voz dulce y tímido, casi inseguro al principio y alzando la voz a medida que decía la frase, como si cogiese confianza en sí misma conforme aumentaba el volumen
Esperaba que las mismas cuerdas que la ataron a ella hace unos momentos surtieran el mismo efecto en su oponente. Además había otra carta que jugaba en el campo, y era Kosen, aquella zampakutoh tenía muy mal genio, casi se podría decir que fuese una inquisidora con sus pruebas y sus reglamentos, era una mala bestia. Y como siempre, Noriko no deseaba volver a aquellos duros entrenamientos en aquella vieja catedral, es por eso que siempre entrenaba sola y contantemente. Quería complacer a su zampakutoh con ello, quizás así algún día la deje descansar en paz.
Se incorporó totalmente para realizar de nuevo una carga contra Amai, no estaba segura si había surtido efecto, pero si así fuese aquel golpe iba a darle por completo. Quería que cediese en aquella acometida, en aquel ataque sobre Izumi Kaori taicho
El joven había demostrado tener destreza, tan rápido como su espalda tocó el suelo se levantó de un solo movimiento. Noriko, que por dentro estaba su sangre hirviendo, ya no sabía qué hacer. Por un instante toda su vista se deceleró. Veía cada movimiento de Amai Satou, pero no era momento para pegarle, había recurrido al último recurso que tenía, sabía que la siguiente carga también la esquivaría, si le golpeaba también lo esquivaría. En caso en que le diese no estaba segura por donde podría salir, tan solo necesitaba un momento para incapacitarle.
Miraba a su capitana, allí tumbada en el suelo, sin nadie más que la protegiese, débil e indefensa, jamás la podría ver en ese modo. Cerró con fuerza los ojos hasta arrugar sus parpados, una gota de sudor frio corría por su frente hasta llegar a su barbilla recorriendo su suave piel. Era el momento de apaciguar la bestia, calmar el frenesí y dormir al berseker interno. Tenía que nadar por el mar de su consciencia, en estos casos era difícil concentrarse. De hecho no lo conseguía, pero esperaba que su fuerza de voluntad y sus ganas de defender a su capitana diesen algo con lo que entretener a su enemigo.
-¡Ba!.... ¡BAKUDO 4!... ¡HAINAWA! – con un tono de voz dulce y tímido, casi inseguro al principio y alzando la voz a medida que decía la frase, como si cogiese confianza en sí misma conforme aumentaba el volumen
Esperaba que las mismas cuerdas que la ataron a ella hace unos momentos surtieran el mismo efecto en su oponente. Además había otra carta que jugaba en el campo, y era Kosen, aquella zampakutoh tenía muy mal genio, casi se podría decir que fuese una inquisidora con sus pruebas y sus reglamentos, era una mala bestia. Y como siempre, Noriko no deseaba volver a aquellos duros entrenamientos en aquella vieja catedral, es por eso que siempre entrenaba sola y contantemente. Quería complacer a su zampakutoh con ello, quizás así algún día la deje descansar en paz.
Se incorporó totalmente para realizar de nuevo una carga contra Amai, no estaba segura si había surtido efecto, pero si así fuese aquel golpe iba a darle por completo. Quería que cediese en aquella acometida, en aquel ataque sobre Izumi Kaori taicho
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Una vez repuesto de la breve interrupción que supuso una katana en su camino, retomó la marcha, aún mas cauteloso que antes. Ya no miraba aquel muñeco. Ya no era importante. Noriko bien podría matarle si se distraía.
El tiempo se desaceleraba también para el joven Amai, que el golpe, aunque "light", le había entorpecido el movimiento. No estaba acostumbrado a golpes físicos, y los pocos que había recibido de aquel toro bravo hacían mella con rapidez. Sentía como la zapatilla de paja crujía a cada paso que daba, enganchándose en sus tabi al levantar el pie. El pelo se le pegaba al sudor de la frente, y necesitaba abrir completamente la boca para respirar. Cómo no, el dolor de cabeza típico de cuando hacía el mínimo ejercicio físico acudió, hacíendole entrecerrar los ojos por un momento, y tambalearse hasta casi caer.
Cuando se recuperó, y consiguió mirar a la shinigami, increíblemente, estaba sumida en una profunda concentración. Aminoró la velocidad. Quería ver si era capaz de hacer lo que parecía que estaba haciendo; kidou. Además un mínimo descanso que su cuerpo agradecería.
De repente, un bakudou cuarto, que acompañando a su tenue voz, rebotó un par de veces en el suelo hasta engancharse a un tobillo suyo haciéndole tropezar y caer arrodillado. El aturdimiento le duró unos segundos, y la punzada dentro de su cráneo no ayudaba en absoluto. El caso es que, para cuando consiguió zafiarse del bakudou, y le devolvió la mirada a la chica, estaba a escaso un metro, y volando hacia él.
El hombro de Noriko se clavó sin piedad en el abdomen de Amai, que quedó semiempotrado contra la pared que tenía a su lado. Los ojos en blanco. La mandíbula desencajada, con el pertinente hilo de sangre manando por ambas comisuras de los labios. La cabeza ladeada. Desde fuera podría parecer muerto. El aire había dejado de fluir, y sentía como si su sangre hubiera hecho lo propio.
Cuando cesó la presión, cayó al suelo arrodillado, se apoyó con sus manos, y sus ojos se clavaron en el mismo revestido de tatami. Pobre tatami que en cuestión de segundos se vió empapado por un incontenible esputo de sangre que Satou sintió como si le llegase directamente desde el corazón. Finalmente cayó sobre su codo izquierdo, para, con su mano derecha, hacerle un simple gesto de aprobación a Noriko con su pulgar en alto.
Y cayó contra el mullido tatami, para perder la conciencia, mientras su vista se hacía cada vez más turbia, desapareciendo de delante suya la abollada pared contra la que de seguro se había roto más de una costilla.
El tiempo se desaceleraba también para el joven Amai, que el golpe, aunque "light", le había entorpecido el movimiento. No estaba acostumbrado a golpes físicos, y los pocos que había recibido de aquel toro bravo hacían mella con rapidez. Sentía como la zapatilla de paja crujía a cada paso que daba, enganchándose en sus tabi al levantar el pie. El pelo se le pegaba al sudor de la frente, y necesitaba abrir completamente la boca para respirar. Cómo no, el dolor de cabeza típico de cuando hacía el mínimo ejercicio físico acudió, hacíendole entrecerrar los ojos por un momento, y tambalearse hasta casi caer.
Cuando se recuperó, y consiguió mirar a la shinigami, increíblemente, estaba sumida en una profunda concentración. Aminoró la velocidad. Quería ver si era capaz de hacer lo que parecía que estaba haciendo; kidou. Además un mínimo descanso que su cuerpo agradecería.
De repente, un bakudou cuarto, que acompañando a su tenue voz, rebotó un par de veces en el suelo hasta engancharse a un tobillo suyo haciéndole tropezar y caer arrodillado. El aturdimiento le duró unos segundos, y la punzada dentro de su cráneo no ayudaba en absoluto. El caso es que, para cuando consiguió zafiarse del bakudou, y le devolvió la mirada a la chica, estaba a escaso un metro, y volando hacia él.
El hombro de Noriko se clavó sin piedad en el abdomen de Amai, que quedó semiempotrado contra la pared que tenía a su lado. Los ojos en blanco. La mandíbula desencajada, con el pertinente hilo de sangre manando por ambas comisuras de los labios. La cabeza ladeada. Desde fuera podría parecer muerto. El aire había dejado de fluir, y sentía como si su sangre hubiera hecho lo propio.
Cuando cesó la presión, cayó al suelo arrodillado, se apoyó con sus manos, y sus ojos se clavaron en el mismo revestido de tatami. Pobre tatami que en cuestión de segundos se vió empapado por un incontenible esputo de sangre que Satou sintió como si le llegase directamente desde el corazón. Finalmente cayó sobre su codo izquierdo, para, con su mano derecha, hacerle un simple gesto de aprobación a Noriko con su pulgar en alto.
Y cayó contra el mullido tatami, para perder la conciencia, mientras su vista se hacía cada vez más turbia, desapareciendo de delante suya la abollada pared contra la que de seguro se había roto más de una costilla.
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Noriko seguía en la misma posición durante unos segundos más. El enemigo había sido derrotado, y casi automático, se echó hacia atrás para caerse sobre el suelo y quedarse sentada. Miró hacia arriba mientras daba una bocanada de aire. Una gota caliente le recorría desde la frente hasta la mejilla. ¿Era sudor o sangre? Entonces casi como si hubiese estado hipnotizada, despertó.
Miró hacia enfrente, ¿qué había ocurrido? Muchos flases le entorpecían el pensamiento. Como si fuera una peli uno a uno le venían a sus recuerdos. Noriko cogió el cuerpo de Amai e intentó de despertarlo con suaves goles (véase zarandeándole como si quisiese quitarle las plumas a un pollo).
- ¿Está muerto?
Noriko se miró las manos y sus ojos comenzaron a brillar. Esto era lo que menos se podía imaginar, era un joven shinigami prometedor, débil de físico, pero un buen contrincante de kido. ¿Debía ocultar el cuerpo? No, Aoki la había visto con él. ¿¡En qué estaba pensando!? Era del sexto escuadrón, aceptaría su castigo aunque fuese la muerte. No podía ocultar a la justicia una maldad como aquella.
Cogió el cuerpo del joven shinigami entre sus dos brazos como si fuesen recién casados y fuesen a pasar el umbral. Abrió la puerta de golpe, miró a un lado, y a otro. Y finalmente ahí estaba él.
- Aoki ayúdame – dijo entregándole al joven Amai en sus brazos – Me he pasado y no se qué hacer.
Cuando Aoki cogió el cuerpo Noriko se llevó las manos a la cabeza mientras daba vueltas de un lado a otro mientras suspiraba.
- Afrontaré esto con lo que conlleve. Aunque me ejecuten
Miró hacia enfrente, ¿qué había ocurrido? Muchos flases le entorpecían el pensamiento. Como si fuera una peli uno a uno le venían a sus recuerdos. Noriko cogió el cuerpo de Amai e intentó de despertarlo con suaves goles (véase zarandeándole como si quisiese quitarle las plumas a un pollo).
- ¿Está muerto?
Noriko se miró las manos y sus ojos comenzaron a brillar. Esto era lo que menos se podía imaginar, era un joven shinigami prometedor, débil de físico, pero un buen contrincante de kido. ¿Debía ocultar el cuerpo? No, Aoki la había visto con él. ¿¡En qué estaba pensando!? Era del sexto escuadrón, aceptaría su castigo aunque fuese la muerte. No podía ocultar a la justicia una maldad como aquella.
Cogió el cuerpo del joven shinigami entre sus dos brazos como si fuesen recién casados y fuesen a pasar el umbral. Abrió la puerta de golpe, miró a un lado, y a otro. Y finalmente ahí estaba él.
- Aoki ayúdame – dijo entregándole al joven Amai en sus brazos – Me he pasado y no se qué hacer.
Cuando Aoki cogió el cuerpo Noriko se llevó las manos a la cabeza mientras daba vueltas de un lado a otro mientras suspiraba.
- Afrontaré esto con lo que conlleve. Aunque me ejecuten
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Aoki estaba apoyado en la pared junto a la puerta cuando escuchó un fuerte golpe en el interior. Un golpe que declaraba el final de un acalorado combate. Empezó a formar teorías en su cabeza. La primera de todas ellas, que la bruta habría matado al pobre shinigami. Luego vinieron más, como que le hubiese estallado la cabeza, huesos rotos, e incluso llego a plantearse por unos instantes, que Satou hubiese ganado... Alejó el pensamiento sacudiendo la cabeza.
Luego la puerta se abrió de golpe, y asomó la cabeza Noriko, hacia el lado opuesto del pasillo. Aoki hizo lo mismo, pero no había nadie... Supuso que le estaba buscando a él. Efectivamente, al girar la cabeza se encontró con el pecho de Aoki de frente, y comenzó a hablar de forma atropellada.
Le entregó el cuerpo, y Aoki lo tomó y lo dejó con suavidad en el suelo. Le buscó el pulso en el cuello, y al principio no lo encontró. Se le desencajó la cara y miró a Noriko. - ¡¿Qué ha pasado?! ¡¡Está muerto!! -
Aoki se arrodilló a su lado, arrancó su Keikogi de un tirón, y colocó las palmas de sus manos en su diminuto pecho desnudo. No tenía ningun tipo de musculo, pero si una enorme magulladura justo por debajo del diafragma. Lanzó una mirada fugaz a Noriko, indicándole que se apartara sin palabras, y hizo una descarga de reiatsu el pecho del chico. Aquello era los más parecido a un Desfibrilador que se encontraría en la sociedad del almas. Aoki imbuía una considerable cantidad de su reiatsu curativo en el cuerpo del paciente, para darle vida.
Tras un par de descargas, Amai arrancó una tos fuerte. - Voy al cuarto escuadrón, ¿me acompañas? - dijo mirando serio a Noriko.
Y sin esperar respuesta, tomó a Amai en brazos, adormilado, y se lo llevó en dirección al fondo del pasillo, a la entrada del edificio.
Luego la puerta se abrió de golpe, y asomó la cabeza Noriko, hacia el lado opuesto del pasillo. Aoki hizo lo mismo, pero no había nadie... Supuso que le estaba buscando a él. Efectivamente, al girar la cabeza se encontró con el pecho de Aoki de frente, y comenzó a hablar de forma atropellada.
Le entregó el cuerpo, y Aoki lo tomó y lo dejó con suavidad en el suelo. Le buscó el pulso en el cuello, y al principio no lo encontró. Se le desencajó la cara y miró a Noriko. - ¡¿Qué ha pasado?! ¡¡Está muerto!! -
Aoki se arrodilló a su lado, arrancó su Keikogi de un tirón, y colocó las palmas de sus manos en su diminuto pecho desnudo. No tenía ningun tipo de musculo, pero si una enorme magulladura justo por debajo del diafragma. Lanzó una mirada fugaz a Noriko, indicándole que se apartara sin palabras, y hizo una descarga de reiatsu el pecho del chico. Aquello era los más parecido a un Desfibrilador que se encontraría en la sociedad del almas. Aoki imbuía una considerable cantidad de su reiatsu curativo en el cuerpo del paciente, para darle vida.
Tras un par de descargas, Amai arrancó una tos fuerte. - Voy al cuarto escuadrón, ¿me acompañas? - dijo mirando serio a Noriko.
Y sin esperar respuesta, tomó a Amai en brazos, adormilado, y se lo llevó en dirección al fondo del pasillo, a la entrada del edificio.
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Entrenamiento de ... ¿Anatomia?
Cuando Aoki dijo aquellas terribles palabras Noriko tuvo que hacer el intento de no desmayarse en el acto. ¿Qué pasaría ahora? ¿Le perdonaría su capitana? Aceptaría el castigo como se merece incluso si es la propia muerte. ¿Pero que pasaba con el pobre Amai? Era joven y tenía pinta de querer comerse al mundo con sus bakudos, y además le había ayudado…Estaba claro que el Kido era un arma peligrosa que nunca más debería manejar.
¿Cómo se lo diría a Izumi Kaori taicho? Estaría esposada seguramente, y aquello le horrorizaba…ella, que era una de las que más luchaba por la justicia… encadenada por aquellos eslabones de metal frío que apresarían su cuerpo privándole de cualquier libertad. Pero era una asesina, aunque fuese sin querer…lo era.
Daría lo que fuese por intercambiar puestos, quizás así todos saldrían ganando. Las lágrimas querían escaparse de su prisión y recorrer la suave tez, ahora pálida, de Noriko. Pero ella se contuvo, ni en esta ocasión querría mostrarse débil.
Tras el primer calambrazo de Auki frente al cuerpo inerte de Amai, Noriko cerró el puño en la empuñadura de su Zampakutoh, lo mejor era el Harakiri, si, eso sería lo más adecuado
- Esa no es una salida noble, afronta tu castigo y si te lo ordenan, hazlo. Pero no te juzgues aún tú a ti misma.
No pensó del todo hacerlo, aún no la había desenvainado, y por supuesto…Kosen tenía toda la razón, como siempre en estos casos, a pesar de su poca conversación.
Todo transcurrió muy rápido, pero vio al joven shinigami volver ala vida, toser como si acabasen de sacarlo del mar revuelto, de nuevo podía respirar. Por un momento pensó en abrazarlo fuerte como antes (zarandearlo con fuerza), pero incluso aquel signo de afecto podría hacerle daño
- Le acompañaré Murakami Aoki-san – dijo con una reverencia
¿Cómo se lo diría a Izumi Kaori taicho? Estaría esposada seguramente, y aquello le horrorizaba…ella, que era una de las que más luchaba por la justicia… encadenada por aquellos eslabones de metal frío que apresarían su cuerpo privándole de cualquier libertad. Pero era una asesina, aunque fuese sin querer…lo era.
Daría lo que fuese por intercambiar puestos, quizás así todos saldrían ganando. Las lágrimas querían escaparse de su prisión y recorrer la suave tez, ahora pálida, de Noriko. Pero ella se contuvo, ni en esta ocasión querría mostrarse débil.
Tras el primer calambrazo de Auki frente al cuerpo inerte de Amai, Noriko cerró el puño en la empuñadura de su Zampakutoh, lo mejor era el Harakiri, si, eso sería lo más adecuado
- Esa no es una salida noble, afronta tu castigo y si te lo ordenan, hazlo. Pero no te juzgues aún tú a ti misma.
No pensó del todo hacerlo, aún no la había desenvainado, y por supuesto…Kosen tenía toda la razón, como siempre en estos casos, a pesar de su poca conversación.
Todo transcurrió muy rápido, pero vio al joven shinigami volver ala vida, toser como si acabasen de sacarlo del mar revuelto, de nuevo podía respirar. Por un momento pensó en abrazarlo fuerte como antes (zarandearlo con fuerza), pero incluso aquel signo de afecto podría hacerle daño
- Le acompañaré Murakami Aoki-san – dijo con una reverencia
Amako Noriko- Raso Gi
- Post : 482
Edad : 34
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