Un buen entrenamiento nunca termina[Flashback]

Ya habían pasado unos años desde que nuestro particular amigo terminó aquel largo entrenamiento. Como por aquel entonces, todo seguía igual en la inmensa monotonía de Hueco Mundo; probablemente lo único que había cambiado era el número de féminas a las que había seducido, pero eso se lo tendrán que preguntar a él mismo.

Haciendo un poco de memoria por el lector, recordamos que anteriormente Reiko pasó a través de 80 años de entrenamiento entorno a ceros y energía espiritual; pues bien, aunque lo cierto es que quedó bastante satisfecho con el resultado del proceso, tenía una espinita clavada acerca de su resurrección. Quería lanzar el cero y el corte de oscuridad que lo canalizaría a la vez, y a ser posible con la misma mano o ambos con la espada; lo cual es obviamente mucho más cómodo y lógico, por no mencionar la duda estratégica que siembra en el enemigo, al no saber éste si el corte va cargado o no.

Obviamente no podría lanzar un cero con forma de corte sin hacer uso de la resurrección, pero sí que podría lanzar ceros y balas desde la espada, lo cual no tiene mayor utilidad por sí solo, pero hay que reconocer que quedaría más molón y personalizado.

Una vez decidido a levantarse de su cama, solo debía decidir donde realizaría este corto pero intenso entrenamiento; corto porque debido al entrenamiento anterior tenía un control avanzado de su reiatsu; e intenso porque aprovechando lo anterior podría acortar el tiempo de trabajo al concentrarlo en pocos días con suerte.

-Veamos... aunque la Sala de Entrenamiento nº4 está bastante bien, se me antoja monótona después de verla cada día durante 80 años, y por otra parte tengo ganas de destrozar cosas. Mmmm... Desierto, Bosque Menos, Desierto y luego Bosque Menos... agh no puedo decidirme.... ¡Ajam un dado!-Se acercó al escritorio donde reposaba aquel dado, ¿qué hacía ahí?, ni Reiko lo sabía, pero le iba a solucionar el problemilla que tenía entre manos.

-Uno,dos, Desierto; tres,cuatro,Bosque Menos;cinco, seis, Desierto y Bosque Menos para destrozar cosas.-Una vez acordado con su doble mental los resultados de los dados, lo lanzó al aire a lo loco; así había mayor aleatoriedad creía él; tras unos diecisiete rebotes por techo suelo y paredes el dado se detuvo; casualmente ante los pies del lanzador; mostrando un precioso cinco que vaticinaba entrenamiento seguido de destrozo. Reiko esbozó una satisfactoria sonrisa, tomó su zampakutou y salió hacia su destino...el Desierto.