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entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Sociedad de Almas :: Seireitei :: Lugares de entrenamiento
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entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Era una madrugada fría como el hielo en invierno no podía dormir a causa de ese aire gélido para entrar en calor decidió ir a entrenar practico un poco hakuda con unas rocas
-Vamos con ese nivel de hakuda no podrás vencer a un hollow sin el kido o tu zanpakuto
(le dio un puñetazo a una roca le hizo una raja pero no la rompió)
- Patético esfuérzate más
(le dio un puñetazo con toda la fuerza que pudo la rompió en dos)
-Menos mal al menos se nota que tengo fuerza física bueno a ver un poco el kido
-Creo que era así: "¡Oh, señor! ¡Máscara de sangre y carne, toda Creación, batir de alas, aquél que ostenta el nombre de Hombre! ¡Infierno y Poseidón, la barrera del mar surge marchando hacia el sur!" (entonces lanzo un rayo de luz roja y destruyo cuatro dianas)
-Voy a sentarme un rato me estoy cansando ( tomo un poco de agua del riachuelo que tenia al lado) a mucho mejor
-Vamos con ese nivel de hakuda no podrás vencer a un hollow sin el kido o tu zanpakuto
(le dio un puñetazo a una roca le hizo una raja pero no la rompió)
- Patético esfuérzate más
(le dio un puñetazo con toda la fuerza que pudo la rompió en dos)
-Menos mal al menos se nota que tengo fuerza física bueno a ver un poco el kido
-Creo que era así: "¡Oh, señor! ¡Máscara de sangre y carne, toda Creación, batir de alas, aquél que ostenta el nombre de Hombre! ¡Infierno y Poseidón, la barrera del mar surge marchando hacia el sur!" (entonces lanzo un rayo de luz roja y destruyo cuatro dianas)
-Voy a sentarme un rato me estoy cansando ( tomo un poco de agua del riachuelo que tenia al lado) a mucho mejor
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Su pequeña y aún parcialmente inactiva cabeza no lograba entender qué hacía en pie a aquellas horas de la mañana. Su superior le había forzado a dejar su cubil en el escuadrón para entregar un mensaje en mano nada más y nada menos que a la Dama de Hierro. Izumi Kaori-taicho le había recibido cordialmente y agredecido el esfuerzo, pero bajo esa maraña de cabellos blancos, aún más despeinados que de costumbre por el madrugón, su cerebro no acababa de comprender qué pintaba él en todo aquel asunto.
— ¿Mensaje en mano, en serio? — pensaba para sí mientras dejaba las dependencias de aquella división, vuelta a la suya. — ¿Nadie ha oído hablar de las Mariposas Infernales... o del correo electrónico? — continuó.
Por supuesto, nadie, salvo él, sabía de aquel invento humano allá por la Sociedad de Almas, pero sí de las Mariposas, claro está. El caso es que el mensaje era demasiado delicado para ser enviado por uno de esos brunos mensajeros. Ocasión ideal para sacar a Kotta de delante de su monitor, donde casi vivía.
Su camino de vuelta pasaba cerca de una zona de entrenamiento. El frío remanente en la atmósfera, lejos de aletargarlo más aún, pareció despertarle bruscamente, cuan baño de agua helada sobre su cabeza. Para cuando quiso darse cuenta, su mente ya estaba totalmente despejada y divagando sobre mil temas. Adiós a la idea de volver a la cama. En las instalaciones que cruzó se encontró con no pocos shinigamis, responsables y madrugadores soldados que habían sacrificado horas de sueño para mejorar sus habilidad. “Todos locos”, pensaba Kotta.
A esto que su cuerpo, entumecido en parte por el frío y en parte por el sueño, le pedía a gritos un buen estirón. Se paró junto a un árbol y retorció su columna. Crujió como una roca partiéndose en dos. De hecho el sonido había sido tan tosco que Kotta se giró extrañado. “Me he roto”, pasó por su mente con cara de sorpresa. Sin embargo, el sonido que tanto se había parecido a una roca al romperse había sido originado... pues precisamente por eso, por una pequeña roca al romperse en dos.
Desde la relativa lejanía junto a aquel árbol, los siempre curiosos ojos del pequeño shinigami observaron el entrenamiento del no mucho más alto muchacho. Tras la demostración de hakuda llegó el tiempo de una breve invocación de kidô. Eso le hizo preguntarse a Kotta cuánto tiempo llevaba sin practicar su pericia en las Artes Demoníacas. Qué demonios, se preguntaba cuánto tiempo llevaba sin entrenar, para ser sinceros.
— Ohayou gozaimasu. — saludó, estirando la última palabra, mientras daba un paso al frente haciéndose notar. — ¿No es un poco pronto para andar pateando piedras?
Sin más. Ni un comentario irónico o extravagante. Ningún añadido extraño sobre temas humanos que él sólo conoce. El frío mañanero parecía haber adormilado la lengua del otrora charlatán shinigami. Si Rafaeru conociera a Kotta, que no es el caso, sabría debía aprovechar ahora para añadir algo a aquella incipiente conversación. Pronto, seguro, Kotta no dejaría mucho espacio en la conversación para ello.
_______________________
[OFF] Como pones que es libre, aquí que me meto, si no te importa. El saludo se supone que significa "buenos días" dicho de manera formal.
— ¿Mensaje en mano, en serio? — pensaba para sí mientras dejaba las dependencias de aquella división, vuelta a la suya. — ¿Nadie ha oído hablar de las Mariposas Infernales... o del correo electrónico? — continuó.
Por supuesto, nadie, salvo él, sabía de aquel invento humano allá por la Sociedad de Almas, pero sí de las Mariposas, claro está. El caso es que el mensaje era demasiado delicado para ser enviado por uno de esos brunos mensajeros. Ocasión ideal para sacar a Kotta de delante de su monitor, donde casi vivía.
Su camino de vuelta pasaba cerca de una zona de entrenamiento. El frío remanente en la atmósfera, lejos de aletargarlo más aún, pareció despertarle bruscamente, cuan baño de agua helada sobre su cabeza. Para cuando quiso darse cuenta, su mente ya estaba totalmente despejada y divagando sobre mil temas. Adiós a la idea de volver a la cama. En las instalaciones que cruzó se encontró con no pocos shinigamis, responsables y madrugadores soldados que habían sacrificado horas de sueño para mejorar sus habilidad. “Todos locos”, pensaba Kotta.
A esto que su cuerpo, entumecido en parte por el frío y en parte por el sueño, le pedía a gritos un buen estirón. Se paró junto a un árbol y retorció su columna. Crujió como una roca partiéndose en dos. De hecho el sonido había sido tan tosco que Kotta se giró extrañado. “Me he roto”, pasó por su mente con cara de sorpresa. Sin embargo, el sonido que tanto se había parecido a una roca al romperse había sido originado... pues precisamente por eso, por una pequeña roca al romperse en dos.
Desde la relativa lejanía junto a aquel árbol, los siempre curiosos ojos del pequeño shinigami observaron el entrenamiento del no mucho más alto muchacho. Tras la demostración de hakuda llegó el tiempo de una breve invocación de kidô. Eso le hizo preguntarse a Kotta cuánto tiempo llevaba sin practicar su pericia en las Artes Demoníacas. Qué demonios, se preguntaba cuánto tiempo llevaba sin entrenar, para ser sinceros.
— Ohayou gozaimasu. — saludó, estirando la última palabra, mientras daba un paso al frente haciéndose notar. — ¿No es un poco pronto para andar pateando piedras?
Sin más. Ni un comentario irónico o extravagante. Ningún añadido extraño sobre temas humanos que él sólo conoce. El frío mañanero parecía haber adormilado la lengua del otrora charlatán shinigami. Si Rafaeru conociera a Kotta, que no es el caso, sabría debía aprovechar ahora para añadir algo a aquella incipiente conversación. Pronto, seguro, Kotta no dejaría mucho espacio en la conversación para ello.
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[OFF] Como pones que es libre, aquí que me meto, si no te importa. El saludo se supone que significa "buenos días" dicho de manera formal.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
- Buenas ,no podía dormir a causa de este frió y para mi la mejor cosa que puede hacer un shinigami es entrenar si quieres únete me apetece desenvainar mi zanpakuto si quieres sera todo un placer pelear contigo .
Ademas estas horas son estupendas para entrena hakuda pero en ves de piedras seria mejor entrenamiento con un shinigami Y ¿por que vas tan apurado si tienes algun problema puedes contármelo soy todo oídos? (le dijo a kotta pensando y no es un poco temprano para ir corriendo a esas velocidades pero no sabia el motivo aunque se le notaba que iba con prisas me sonaba su cara del 8 escuadrón pero me daba igual en ese momento solo que ria enfrentarme con el y conocer su nivel de kido hakuda sunpo y su zanpakuto)
Ademas estas horas son estupendas para entrena hakuda pero en ves de piedras seria mejor entrenamiento con un shinigami Y ¿por que vas tan apurado si tienes algun problema puedes contármelo soy todo oídos? (le dijo a kotta pensando y no es un poco temprano para ir corriendo a esas velocidades pero no sabia el motivo aunque se le notaba que iba con prisas me sonaba su cara del 8 escuadrón pero me daba igual en ese momento solo que ria enfrentarme con el y conocer su nivel de kido hakuda sunpo y su zanpakuto)
Última edición por rafaeru el Mar Jun 26, 2012 3:28 am, editado 2 veces
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Aunque el despeinado y corto shinigami no había visto gran cosa del entreno de aquel chaval, éste parecía agotado y se había sentado a descansar. Cuando el desconocido shinigami lo saludó de vuelta, Kotta abrió exageradamente sus ojos, sorprendido: se había topado con alguien que hablaba tanto y tan de seguido como él. Eso no pasaba a diario.
— Aah, yo duermo igual con frío o sin él. — contestó, sonriente. — Supongo que podría unirme, sí. Total, ya me despejé, no hay manera de que vuelva a la cama. ¿Tienes algún bôkken que pueda usar? Tu zanpakutô parece de madera, no debería entrenar contigo teniendo una de metal, ¿no crees? — Y era tal como decía. Kotta se había animado pronto, pero observando el cinto del shinigami frente a sí pudo observar como portaba lo que parecía ser un bôkken de madera.
Quizá mereciera mejor entrenar su hakuda o kidô, habilidades que tenía más oxidadas que el propio zanjutsu. “Puede que sea algo peligroso practicar el kidô por aquí”, pensó, mirando en derredor suya. Definitivamente no era un campo de entrenamiento designado para tan destructivas artes, pero bueno. No acababa de decidirse, quizá debiera dejar la elección al shinigami frente a él. Al que, ahora que caía, aún no conocía:
— Casi lo olvido, soy Sarutobi Kotta, shinigami de la Octava División. — se presentó. Había avanzado un par de pasos para acercarse a él y inclinarse levemente para saludar. — Encantado.
Desde aquella distancia notó más la diferencia de altura. Tampoco es que aquel shinigami destaca por su talla, pero al menos le ganaba una cuarta a Kotta, incluso subido en aquellos zancos, ésos que tanto gustaba llevar. Porque sí, se presentó como shinigami no por cortesía de camarada, sino porque a simple vista no parecía tal. Llevaba su particular ropaje de calle, con el verde predominante y el mencionado calzado de madera que tan cómodo le resultaba.
— Bueno, ¿qué será? — preguntó impaciente. — ¿Zanjutsu, hakuda o kidô?
Aquella sonrisa traviesa que le caracterizaba cruzaba e iluminaba todo su rostro. Y, por ahora, seguía controlando su lengua. Kotta era capaz de divagar de casi cualquier tema, pero poco había salido de la boca de aquel madrugador shinigami sobre lo que poder dialogar. Dadle tiempo al pequeño shinigami para que acabe de despertar.
— Aah, yo duermo igual con frío o sin él. — contestó, sonriente. — Supongo que podría unirme, sí. Total, ya me despejé, no hay manera de que vuelva a la cama. ¿Tienes algún bôkken que pueda usar? Tu zanpakutô parece de madera, no debería entrenar contigo teniendo una de metal, ¿no crees? — Y era tal como decía. Kotta se había animado pronto, pero observando el cinto del shinigami frente a sí pudo observar como portaba lo que parecía ser un bôkken de madera.
Quizá mereciera mejor entrenar su hakuda o kidô, habilidades que tenía más oxidadas que el propio zanjutsu. “Puede que sea algo peligroso practicar el kidô por aquí”, pensó, mirando en derredor suya. Definitivamente no era un campo de entrenamiento designado para tan destructivas artes, pero bueno. No acababa de decidirse, quizá debiera dejar la elección al shinigami frente a él. Al que, ahora que caía, aún no conocía:
— Casi lo olvido, soy Sarutobi Kotta, shinigami de la Octava División. — se presentó. Había avanzado un par de pasos para acercarse a él y inclinarse levemente para saludar. — Encantado.
Desde aquella distancia notó más la diferencia de altura. Tampoco es que aquel shinigami destaca por su talla, pero al menos le ganaba una cuarta a Kotta, incluso subido en aquellos zancos, ésos que tanto gustaba llevar. Porque sí, se presentó como shinigami no por cortesía de camarada, sino porque a simple vista no parecía tal. Llevaba su particular ropaje de calle, con el verde predominante y el mencionado calzado de madera que tan cómodo le resultaba.
— Bueno, ¿qué será? — preguntó impaciente. — ¿Zanjutsu, hakuda o kidô?
Aquella sonrisa traviesa que le caracterizaba cruzaba e iluminaba todo su rostro. Y, por ahora, seguía controlando su lengua. Kotta era capaz de divagar de casi cualquier tema, pero poco había salido de la boca de aquel madrugador shinigami sobre lo que poder dialogar. Dadle tiempo al pequeño shinigami para que acabe de despertar.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
-Que suerte con granizo también y yo que tú no subestimaría el nivel de mi zanpakuto por que es una cosa que me enfurece mucho igual que tu luchas con un bo que también es de madera entonces no tiene coherencia.
(dijo un poco enfurecido por ese motivó dado que su zanpakuto extremadamente importante para el)
bueno ya que tan fuerte dices que eres te mostrare todo mi poder
sin piedead sarutobi kotta ( le dijo mientras enfurecia por ese insulto a su zanpakuto y deseando que lucharan para poder demostrar que era mas simple bokken es un bokken si pero corta como el acero lleno de furia por las palabras que dijo ese shinigami del 8º escuadron
(dijo un poco enfurecido por ese motivó dado que su zanpakuto extremadamente importante para el)
bueno ya que tan fuerte dices que eres te mostrare todo mi poder
sin piedead sarutobi kotta ( le dijo mientras enfurecia por ese insulto a su zanpakuto y deseando que lucharan para poder demostrar que era mas simple bokken es un bokken si pero corta como el acero lleno de furia por las palabras que dijo ese shinigami del 8º escuadron
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
[OFFrol] He revisado tu ficha y no aparece que tu zanpakuto, sin liberar, pueda cortar. Como dices es un bokken normal, de ahí que Kotta haya visto un "bokken normal" y haya hecho ese comentario. De todos modos, como no puede saber lo que has pensado, él responderá en consecuencia a tu reacción.
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Que Kotta hablaba hasta por los codos era un hecho evidente para cualquiera que hubiera estado más de dos minutos en su presencia. Pero si hablar sobre una gran diversidad de temas durante minutos y horas sin parar, consiguiendo hilar con maestría -aunque bajo su propia y retorcida lógica- cada uno de los contenidos, era todo un arte, mayor arte era poder prestar atención a su interlocutor en medio de tanta palabrería propia.
En aquella ocasión no había hablado demasiado. Es más, poco había soltado su vívida lengua aquella fría mañana. Por ello tuvo más tiempo del usual para percatarse de aquellos pequeños detalles y algo le decía, al observar el rostro del aún sin nombre shinigami, que se estaba enojando pero, ¿por qué? Por qué, eso se preguntaba Kotta, que no recordaba haber dicho nada hiriente. Normalmente no recordaba haber dicho la mitad de las cosas que decía, pero aquella vez fueron un par de palabras y, repasándolas mentalmente en su cabeza no lograba encontrar el origen de la crispación del muchacho frente a él.
— Con granizo no creo que pudiera dormir, el ruído me... — No pudo acabar la frase, el shinigami siguió hablando y más enfurecido por segundos. Kotta creía que no podría abrir más los ojos en su exagerado gesto de asombro. Como exagerada era su sorpresa. — Ey, ey, ey... tranquilízate. — añadió, al fin, intentando sonar conciliador. — No he subestimado nada, yo sólo decía que parece un bôkken de madera y que... — Fue interrumpido de nuevo.
Su inocente comentario, que más buscaba salvaguardar el estado de lo que parecía simple madera, al menos bajo un primer vistazo, se había convertido en un insulto para el susceptible shinigami que seguía sin soltar su nombre. Kotta no sabía muy bien si seguir con aquella pálida y rígida faz de asombro o reír, porque aquella exageradísima reacción del muchacho bien le parecía una broma.
— No era mi intención ofenderte, tranquilízate. — intentó apaciguar el pequeño shinigami, sin éxito. Las siguientes palabras del anónimo shinigami fueron la gota que colmó el vaso. Kotta no pudo, no supo hacer otra cosa más que soltar una sonora carcajada que lo dobló en dos. — ¿Mostrarme tu verdadero poder? ¿Luchar sin piedad? En nombre de los Antiguos Dioses y los Nuevos, — referencia cultural que, de nuevo, sólo Kotta lograría entender por aquellos lares. — ¿te estás escuchando a ti mismo? ¿Crees que hablas con un arrancar?
Al fin calmó su risotada, se ciñó el cinto que con la carjacada se había dejado llevar por la gravedad y se secó las lágrimas que habían brotado de sus ojerosos ojos. Y, obviando las palabras profusamente violentas del que tenía frente así, ahora sí, giró sus geta* y dio la espalda a quien pretendía ser su rival.
— Ya entrenaremos otro día, cuando te calmes. — dijo, a modo de despedida, mientras se alejaba del lugar con tranquilidad y lentitud. — Y alguien debería decirte que no responder con tu nombre a alguien que se te presenta es de mala educación. — añadió, girando la cabeza lo justo para poder guiñar a aquel muchacho.
No huía, así que no tenía ninguna prisa por abandonar el lugar. Dentro de sí, en algún recóndito lugar de su mente, aún albergaba la esperanza de que todo aquello hubiese sido una pesada broma del shinigami desconocido. “No pretenderás que pille una broma así a estas horas de la mañana, ¿verdad? No soy ni persona aún...” pensaba Kotta mientras se alejaba. Una parte de sí esperaba que el shinigami le parara, se calmaran y disfrutaran de un apacible entrenamiento matutino, pero a menos que algo de eso ocurriera, él seguiría su camino. Claro está, el resto de sí pensaba que aquella reacción descomunal había sido sincera, por lo que no dejaba de prestar atención a su espalda. Aquel shinigami, que bien le podría haber confundido con un hollow por lo que conjuró, por lo que sabía Kotta podría estar tan loco como para atacar a un compañero shinigami por la espalda. Al fin y al cabo quería “mostrar todo su poder” y él y Kuzuritsurī estarían prestos y dispuestos a evitar cualquier embite.
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[OFF] *Getas son esos zapatos de madera con zancos que tanto gustan a los japoneses:
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Que Kotta hablaba hasta por los codos era un hecho evidente para cualquiera que hubiera estado más de dos minutos en su presencia. Pero si hablar sobre una gran diversidad de temas durante minutos y horas sin parar, consiguiendo hilar con maestría -aunque bajo su propia y retorcida lógica- cada uno de los contenidos, era todo un arte, mayor arte era poder prestar atención a su interlocutor en medio de tanta palabrería propia.
En aquella ocasión no había hablado demasiado. Es más, poco había soltado su vívida lengua aquella fría mañana. Por ello tuvo más tiempo del usual para percatarse de aquellos pequeños detalles y algo le decía, al observar el rostro del aún sin nombre shinigami, que se estaba enojando pero, ¿por qué? Por qué, eso se preguntaba Kotta, que no recordaba haber dicho nada hiriente. Normalmente no recordaba haber dicho la mitad de las cosas que decía, pero aquella vez fueron un par de palabras y, repasándolas mentalmente en su cabeza no lograba encontrar el origen de la crispación del muchacho frente a él.
— Con granizo no creo que pudiera dormir, el ruído me... — No pudo acabar la frase, el shinigami siguió hablando y más enfurecido por segundos. Kotta creía que no podría abrir más los ojos en su exagerado gesto de asombro. Como exagerada era su sorpresa. — Ey, ey, ey... tranquilízate. — añadió, al fin, intentando sonar conciliador. — No he subestimado nada, yo sólo decía que parece un bôkken de madera y que... — Fue interrumpido de nuevo.
Su inocente comentario, que más buscaba salvaguardar el estado de lo que parecía simple madera, al menos bajo un primer vistazo, se había convertido en un insulto para el susceptible shinigami que seguía sin soltar su nombre. Kotta no sabía muy bien si seguir con aquella pálida y rígida faz de asombro o reír, porque aquella exageradísima reacción del muchacho bien le parecía una broma.
— No era mi intención ofenderte, tranquilízate. — intentó apaciguar el pequeño shinigami, sin éxito. Las siguientes palabras del anónimo shinigami fueron la gota que colmó el vaso. Kotta no pudo, no supo hacer otra cosa más que soltar una sonora carcajada que lo dobló en dos. — ¿Mostrarme tu verdadero poder? ¿Luchar sin piedad? En nombre de los Antiguos Dioses y los Nuevos, — referencia cultural que, de nuevo, sólo Kotta lograría entender por aquellos lares. — ¿te estás escuchando a ti mismo? ¿Crees que hablas con un arrancar?
Al fin calmó su risotada, se ciñó el cinto que con la carjacada se había dejado llevar por la gravedad y se secó las lágrimas que habían brotado de sus ojerosos ojos. Y, obviando las palabras profusamente violentas del que tenía frente así, ahora sí, giró sus geta* y dio la espalda a quien pretendía ser su rival.
— Ya entrenaremos otro día, cuando te calmes. — dijo, a modo de despedida, mientras se alejaba del lugar con tranquilidad y lentitud. — Y alguien debería decirte que no responder con tu nombre a alguien que se te presenta es de mala educación. — añadió, girando la cabeza lo justo para poder guiñar a aquel muchacho.
No huía, así que no tenía ninguna prisa por abandonar el lugar. Dentro de sí, en algún recóndito lugar de su mente, aún albergaba la esperanza de que todo aquello hubiese sido una pesada broma del shinigami desconocido. “No pretenderás que pille una broma así a estas horas de la mañana, ¿verdad? No soy ni persona aún...” pensaba Kotta mientras se alejaba. Una parte de sí esperaba que el shinigami le parara, se calmaran y disfrutaran de un apacible entrenamiento matutino, pero a menos que algo de eso ocurriera, él seguiría su camino. Claro está, el resto de sí pensaba que aquella reacción descomunal había sido sincera, por lo que no dejaba de prestar atención a su espalda. Aquel shinigami, que bien le podría haber confundido con un hollow por lo que conjuró, por lo que sabía Kotta podría estar tan loco como para atacar a un compañero shinigami por la espalda. Al fin y al cabo quería “mostrar todo su poder” y él y Kuzuritsurī estarían prestos y dispuestos a evitar cualquier embite.
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[OFF] *Getas son esos zapatos de madera con zancos que tanto gustan a los japoneses:
- Spoiler:
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
-no era mi intención llegar a este punto pero es una cosa que me enfurece mucho pero no quería molestarte así creo que no seria bueno llevarme mal con un shinigami igual que yo antes he hablado sin pensar
(Dijo el shinigami un poco angustiado por las palabras que dijo,sabia que se había equivocado y gravemente y no quería llevarse mal con ese shinigami )
-He sido un poco brusco y mi lengua me la debería de haber sujetado mi afilada lengua le pido mis disculpas sarutobi kotta discúlpeme por favor
( dijo muy arrepentido y angustiado dado a lo que había dicho antes no sabia que iba a pasar con aquel shinigami pero
se había arrepentido y quería su perdón ansiosa mente pues no había mostrado su mejor impresión con el)
(Dijo el shinigami un poco angustiado por las palabras que dijo,sabia que se había equivocado y gravemente y no quería llevarse mal con ese shinigami )
-He sido un poco brusco y mi lengua me la debería de haber sujetado mi afilada lengua le pido mis disculpas sarutobi kotta discúlpeme por favor
( dijo muy arrepentido y angustiado dado a lo que había dicho antes no sabia que iba a pasar con aquel shinigami pero
se había arrepentido y quería su perdón ansiosa mente pues no había mostrado su mejor impresión con el)
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Paró en seco el repiqueteo de sus getas sobre el piso al oír la respuesta del shinigami. Tampoco tuvo mucho que meditar, y el giro de vuelta fue tan natural y despreocupado como el que le batió en retirada. Seguía sonriendo, escuchando disculparse al muchacho que parecía haber entrado en razón. Al fin y al cabo, ¿quién era él para juzgar a alguien por haber pasado los límites socialmente establecidos? Su bocaza, como era de esperar, le había metido en no pocos problemas. Tanto hablar, tanto hablar, al final siempre alguien acaba herido. O peor, aburrido.
— Hablar sin pensar. Eso me suena, jeje. — bromeó, entre risas. — No hacen falta tantas disculpas, yo también tengo la lengua muy larga, sé lo que es eso. Todo bien, tranquilo. — apaciguó, blandiendo la más amplias de sus blancas sonrisas.
Con la misma parsimonia que se había alejado, se acercó de nuevo al aún desconocido shinigami. Se atusó los ropajes, que con tanto viraje brusco se le habían descolocado, y mirando de nuevo con rostro simpático al muchacho frente a sí, volvió a realizar la pequeña reverencia que le sirvió de saludo minutos atrás.
— Volvamos a empezar. — sugirió. — Soy Sarutobi Kotta, shinigami del Octavo Escuadrón. — se presentó, tras el “borrón y cuenta nueva”, esperando por fin conocer el nombre de su homólogo. — Cuando quieras comenzamos, ¿qué prefieres practicar? — añadiría, una vez el shinigami se presentara.
Se alegraba de que aquel tipo hubiese dado su brazo a torcer pero, a decir verdad, se hubiera alegrado casi de la misma forma si hubiese atacado. Con tal de aprovechar la mañana, una vez que estaba lo suficientemente despejado como para no poder recobrar el sueño, le bastaba. Qué mejor forma que socializándose un poco con compañeros, con otros Dioses de la Muerte, para variar. “Esto será divertido”, se dijo, en parte para autoconvencerse, mientras hacía tronar su columna en otro estiramiento de espalda.
— Hablar sin pensar. Eso me suena, jeje. — bromeó, entre risas. — No hacen falta tantas disculpas, yo también tengo la lengua muy larga, sé lo que es eso. Todo bien, tranquilo. — apaciguó, blandiendo la más amplias de sus blancas sonrisas.
Con la misma parsimonia que se había alejado, se acercó de nuevo al aún desconocido shinigami. Se atusó los ropajes, que con tanto viraje brusco se le habían descolocado, y mirando de nuevo con rostro simpático al muchacho frente a sí, volvió a realizar la pequeña reverencia que le sirvió de saludo minutos atrás.
— Volvamos a empezar. — sugirió. — Soy Sarutobi Kotta, shinigami del Octavo Escuadrón. — se presentó, tras el “borrón y cuenta nueva”, esperando por fin conocer el nombre de su homólogo. — Cuando quieras comenzamos, ¿qué prefieres practicar? — añadiría, una vez el shinigami se presentara.
Se alegraba de que aquel tipo hubiese dado su brazo a torcer pero, a decir verdad, se hubiera alegrado casi de la misma forma si hubiese atacado. Con tal de aprovechar la mañana, una vez que estaba lo suficientemente despejado como para no poder recobrar el sueño, le bastaba. Qué mejor forma que socializándose un poco con compañeros, con otros Dioses de la Muerte, para variar. “Esto será divertido”, se dijo, en parte para autoconvencerse, mientras hacía tronar su columna en otro estiramiento de espalda.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
(rafaeru se alegro por que el shinigami de pelos alborotados acepto sus repatidas disculpas y lugo de esa conversación)
- Bueno donde están mis modales Shitasu Rafaeru shinigami raso del segundo escuadrón
(dijo presentándose amablemente el shinigami)
-Y si no te molesta escogeré zanjustu es en lo que mas fuerte soy y lo que mas me gusta .
(Dijo desenfudando su zanpakuto de un golpe seco)
-bien cuando tu quieras empezamos con el entrenamiento yo ya estoy listo
(Dijo esperando ansiosa mente que comenzara ese tan esperado y deseado confrotamiento amistoso entre dos shinigamis Sarutobi Kotta y Shitasu Rafaeru)
-Espero que este us expectativas
- Bueno donde están mis modales Shitasu Rafaeru shinigami raso del segundo escuadrón
(dijo presentándose amablemente el shinigami)
-Y si no te molesta escogeré zanjustu es en lo que mas fuerte soy y lo que mas me gusta .
(Dijo desenfudando su zanpakuto de un golpe seco)
-bien cuando tu quieras empezamos con el entrenamiento yo ya estoy listo
(Dijo esperando ansiosa mente que comenzara ese tan esperado y deseado confrotamiento amistoso entre dos shinigamis Sarutobi Kotta y Shitasu Rafaeru)
-Espero que este us expectativas
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Parecía que el enrarecido ambiente que se habría creado sobre aquella ya de por sí fría atmósfera se fue normalizando. Rafaeru se mostraba mucho más tranquilo y agradecido porque Kotta hubiera aceptado, de buen agrado, sus disculpas.
— Encantado, Rafaeru-chan. — contestó. — El zanjutsu es también mi fuerte, así que nos divertiremos seguro, a la vez de poder mejorar nuestra técnica. — añadió, sonriente.
Mientras Kotta aflojaba su cinto para sacar su zanpakuto con saya incluída, su contrincante desenfundó la suya propia, y los oscuros ojos del muchacho se posaron de nuevo en el detalle que ante había remarcado: era una espada de madera.
— Espero que no te ofendas, Rafaeru, pero creo que tengo que volver a preguntarlo. — comenzó a decir, torciendo un poco el gesto, por lo delicado de la situación. — ¿Estás seguro de que tu arma no se dañará contra una de metal? Si quieres... — Parece que se le ocurrió en ese mismo instante. — Si quieres puedo usar la mía con la saya puesta. Es algo incómodo, pero no me importa. — concluyó.
Lo normal sería que prescindieran, ambos, de sus armas espirituales. El entrenamiento entre compañeros debía hacerse con bokken o similares, para evitar heridas innecesarias. Sin embargo no quiso volver a sugerir eso, pues estaba claro que el entrenamiento era algo serio para aquel shinigami del Segundo Escuadrón.
— "Segundo Escuadrón..." — recordó, para sí. — "¿No son allí muy de hakuda? Qué raro que haya preferido usar la espada." — meditó.
Él mientras, su compañero se decidía, aguardaría con su zanpakuto en la misma posición. Kotta la sujetaba con su zurda por la saya negra y blanca, como mostrándola a Rafaeru. Si éste se lo indicaba, no tendría problemas en desenfundarla, como tampoco de usarla tal que así, como ya dejó caer.
_________________________
[OFF] Como ves sigo con la duda... ¿No se partiría en dos tu arma si detiene la mía de metal? Y te hablo así, sellada. En el shikai ya veo que dices que es más dura.
— Encantado, Rafaeru-chan. — contestó. — El zanjutsu es también mi fuerte, así que nos divertiremos seguro, a la vez de poder mejorar nuestra técnica. — añadió, sonriente.
Mientras Kotta aflojaba su cinto para sacar su zanpakuto con saya incluída, su contrincante desenfundó la suya propia, y los oscuros ojos del muchacho se posaron de nuevo en el detalle que ante había remarcado: era una espada de madera.
— Espero que no te ofendas, Rafaeru, pero creo que tengo que volver a preguntarlo. — comenzó a decir, torciendo un poco el gesto, por lo delicado de la situación. — ¿Estás seguro de que tu arma no se dañará contra una de metal? Si quieres... — Parece que se le ocurrió en ese mismo instante. — Si quieres puedo usar la mía con la saya puesta. Es algo incómodo, pero no me importa. — concluyó.
Lo normal sería que prescindieran, ambos, de sus armas espirituales. El entrenamiento entre compañeros debía hacerse con bokken o similares, para evitar heridas innecesarias. Sin embargo no quiso volver a sugerir eso, pues estaba claro que el entrenamiento era algo serio para aquel shinigami del Segundo Escuadrón.
— "Segundo Escuadrón..." — recordó, para sí. — "¿No son allí muy de hakuda? Qué raro que haya preferido usar la espada." — meditó.
Él mientras, su compañero se decidía, aguardaría con su zanpakuto en la misma posición. Kotta la sujetaba con su zurda por la saya negra y blanca, como mostrándola a Rafaeru. Si éste se lo indicaba, no tendría problemas en desenfundarla, como tampoco de usarla tal que así, como ya dejó caer.
_________________________
[OFF] Como ves sigo con la duda... ¿No se partiría en dos tu arma si detiene la mía de metal? Y te hablo así, sellada. En el shikai ya veo que dices que es más dura.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
-Me alegro de que te guste tanto como a mi y seguro que nos divertimos y aprendemos del estilo de lucha de ambos
(dijo sonriente mente)
-y no te preocupes por lo de la zanpakuto en la forma sellada es un bokken
normal pero en el shikai se recubre un filo con dientes
y es mucho mas resistente los dientes están tan afilados como el acero
ya se que es raro ver un bokken como zanpakuto
(Dijo esplicandole todo sobre su zanpakuto para que comprendiera que en el shika era mucho más fuerte)
-y ademas siempre uso mi shikai
(dijo sonriendo)
(dijo sonriente mente)
-y no te preocupes por lo de la zanpakuto en la forma sellada es un bokken
normal pero en el shikai se recubre un filo con dientes
y es mucho mas resistente los dientes están tan afilados como el acero
ya se que es raro ver un bokken como zanpakuto
(Dijo esplicandole todo sobre su zanpakuto para que comprendiera que en el shika era mucho más fuerte)
-y ademas siempre uso mi shikai
(dijo sonriendo)
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Una preocupación menos para Kotta. Su sonrisa torcida así lo expresó. Sin miedo a poder estropear el arma de su rival que, como sospechaba, era de madera, el entrenamiento podía ser más relajado y podría ofrecer todo de sí. La dureza del arma de Rafaeru radicaba en su shikai y según él siempre luchaba con su zanpakuto liberada. “Shikai, ¿eh?”, pensó el despeinado shinigami. “Hace mucho que Kuzuritsurī no sale a saciar su hambre”, se dijo, rememorando.
El espíritu de la zanpakuto de Sarutobi Kotta era tan parco en palabras como el tronco de su arborícola porte. El destino había unido dos almas que se compensaban, verbalmente, entre sí. De hecho, sólo retumbaba la lenta y grave voz de Kuzuritsurī en la mente del pequeño shinigami cuando éste se quedaba sin palabras, y eso no ocurría muy a menudo. Si había algo que hacía perder la compostura a su arma era su mayor defecto e, irónicamente, mejor ventaja en combate para Kotta: su glotonería. Una vez comenzaba la ingesta de reiatsu, su mente se exaltaba hasta acabar hablando tanto, o más, como su dueño acostumbra.
— Está bien, entonces ningún problema. — contestó Kotta, mientras devolvía su arma al cinto. — Comencemos entonces.
Sin añadir nada más, salvo una pincelada traviesa, en forma de sonrisa, a aquella mañana, Kotta inició el primer ataque. Su mano izquierda se encontraba junto a su cintura, sujetando la saya de la zanpakuto, mientras se abalanzaba sobre Rafaeru. Su diestra no tardó en posarse sobre la tsuka, presta a mostrar su iaidō. Dispuesto también a introducir a su rival en su particular modo de lucha, Kotta había urdido ya un primer movimiento. En su carrera golpeó el suelo un par de metros frente a Raferu, quien lo esperaba con su zanpakuto desenvainada. Aprovechando la inercia galopada, Kotta se elevó en el aire, describiendo un arco sobre la cabeza de su rival. Durante el salto, su cuerpo no dejó de girar en espiral salvo en el instante que su mano desenfundó con destreza el arma y describió el primer tajo del entrenamiento. Éste estaba lejos de ser poderoso e inesquivable, más bien todo lo contrario. El ataque había sido puramente protocolario, dando más importancia a la pirueta, mostrando su zanjutsu tan especial. Tras infinidad de giros, Kotta aterrizó a la espalda de su contrincante, bastante alejado de él, con soltura casi gatuna.
— He querido mostrarte un movimiento básico de mi estilo de lucha. — añadió. — Yo lo llamo ataru. — informó, sonriente, orgulloso de su técnica de lucha.
Mientras hablaba, Kotta adquiría la guarda Hasso no kamae, con su arma asida por ambas manos y verticalmente, junto a su rostro, mostrándose preparado para el ataque de su rival, en respuesta a la simple muestra de sus habilidades que acababa de ofrecer.
____________________
[OFF] Veo que me has imitado en tu firma, poniendo lo de "Hablo, pienso... etc.", pero creo que no has entendido la finalidad esas palabras con sus colores. Si comparas mis textos con esas palabras podrás ver que éstas no son más que unas "instrucciones" del código de color personal que sigo. Es decir, uso ese tipo de verde para los diálogos, el mismo que para la palabra "Hablo", y del mismo modo con el resto: lo que piensa Kotta, el texto narrado y el diálogo del espíritu de su zanpakuto en su cabeza. Espero que te sirva de ayuda para que lo uses también, si quieres.
El espíritu de la zanpakuto de Sarutobi Kotta era tan parco en palabras como el tronco de su arborícola porte. El destino había unido dos almas que se compensaban, verbalmente, entre sí. De hecho, sólo retumbaba la lenta y grave voz de Kuzuritsurī en la mente del pequeño shinigami cuando éste se quedaba sin palabras, y eso no ocurría muy a menudo. Si había algo que hacía perder la compostura a su arma era su mayor defecto e, irónicamente, mejor ventaja en combate para Kotta: su glotonería. Una vez comenzaba la ingesta de reiatsu, su mente se exaltaba hasta acabar hablando tanto, o más, como su dueño acostumbra.
— Está bien, entonces ningún problema. — contestó Kotta, mientras devolvía su arma al cinto. — Comencemos entonces.
Sin añadir nada más, salvo una pincelada traviesa, en forma de sonrisa, a aquella mañana, Kotta inició el primer ataque. Su mano izquierda se encontraba junto a su cintura, sujetando la saya de la zanpakuto, mientras se abalanzaba sobre Rafaeru. Su diestra no tardó en posarse sobre la tsuka, presta a mostrar su iaidō. Dispuesto también a introducir a su rival en su particular modo de lucha, Kotta había urdido ya un primer movimiento. En su carrera golpeó el suelo un par de metros frente a Raferu, quien lo esperaba con su zanpakuto desenvainada. Aprovechando la inercia galopada, Kotta se elevó en el aire, describiendo un arco sobre la cabeza de su rival. Durante el salto, su cuerpo no dejó de girar en espiral salvo en el instante que su mano desenfundó con destreza el arma y describió el primer tajo del entrenamiento. Éste estaba lejos de ser poderoso e inesquivable, más bien todo lo contrario. El ataque había sido puramente protocolario, dando más importancia a la pirueta, mostrando su zanjutsu tan especial. Tras infinidad de giros, Kotta aterrizó a la espalda de su contrincante, bastante alejado de él, con soltura casi gatuna.
— He querido mostrarte un movimiento básico de mi estilo de lucha. — añadió. — Yo lo llamo ataru. — informó, sonriente, orgulloso de su técnica de lucha.
Mientras hablaba, Kotta adquiría la guarda Hasso no kamae, con su arma asida por ambas manos y verticalmente, junto a su rostro, mostrándose preparado para el ataque de su rival, en respuesta a la simple muestra de sus habilidades que acababa de ofrecer.
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[OFF] Veo que me has imitado en tu firma, poniendo lo de "Hablo, pienso... etc.", pero creo que no has entendido la finalidad esas palabras con sus colores. Si comparas mis textos con esas palabras podrás ver que éstas no son más que unas "instrucciones" del código de color personal que sigo. Es decir, uso ese tipo de verde para los diálogos, el mismo que para la palabra "Hablo", y del mismo modo con el resto: lo que piensa Kotta, el texto narrado y el diálogo del espíritu de su zanpakuto en su cabeza. Espero que te sirva de ayuda para que lo uses también, si quieres.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡buen golpe desde luego fuck¡ me hiciste daño (dijo gritando de dolor de dolor y escupiendo sangre por la boca ya que el golpe le había hecho una raya en la espalda y era tremenda mente doloroso)
-kuchi o akate
(dijo mientras pronunciaba las palabras se realizaba el shikai y a la misma vez escupiendo sangre por la boca)
-Este es el aspecto de mi shikai ¿te gusta? el golpe que me diste dolió fue un buen golpe
(dijo mostrando su shikai mientras sujetaba la zanpakuto con una mano y la punta en el suelo)
-Mi turno , bueno ya me dirás si golpea como un bokken normal
( dijo mientras tenia una sonrisa amplia mientras corría hacia el
con la zanpakuto casi a ras del suelo)
-Ya me dirás que tal
(realizo un giro vertical y asesto el golpe)
-kuchi o akate
(dijo mientras pronunciaba las palabras se realizaba el shikai y a la misma vez escupiendo sangre por la boca)
-Este es el aspecto de mi shikai ¿te gusta? el golpe que me diste dolió fue un buen golpe
(dijo mostrando su shikai mientras sujetaba la zanpakuto con una mano y la punta en el suelo)
-Mi turno , bueno ya me dirás si golpea como un bokken normal
( dijo mientras tenia una sonrisa amplia mientras corría hacia el
con la zanpakuto casi a ras del suelo)
-Ya me dirás que tal
(realizo un giro vertical y asesto el golpe)
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
El grito tomó tan de sorpresa a Kotta como el observar la línea carmesí que se había dibujado sobre la espalda de Rafaeru. La pirueta había sido más efectiva de lo calculado o simplemente el shinigami de bokken no se preocupó por evadirse. La pregunta entonces sería por qué.
— Pero, pero... — balbuceó Kotta, incrédulo. — Fue un golpe débil, fácil... sólo intentaba enseñarte mi Ataru. — añadió, con una mueca de empático dolor en su cara.
Entre sus palabras, la sangre también brotaba de su boca. Kotta no daba crédito a lo que acababa de pasar, ni a las consecuencias de ese ataque, tan sencillo de esquivar. Sin embargo, pronto recobró la compostura y pose defensiva, pues en los teñidos labios de Rafaeru se formaban las palabras de lo que parecía su canto de invocación del shikai. El ademán juguetón de su rostro volvió y dejó, por un segundo, la herida que acababa de infligir a un lado en su mente.
Tras la liberación, el reiatsu de su contrincante se elevó, dejando ver el aspecto de su nueva arma. El bokken original había sufrido ciertas mejoras, pues ahora contaba con una fila de dientes en su dorso. Kotta por fin entendía las palabras de Rafaeru: una vez liberado, estaba claro que no se trataba de un bokken normal y corriente. Ahora era turno del pequeño y peliblanco shinigami de testar la nueva fuerza y velocidad de su rival, junto con el poder de su zanpakuto.
El ataque directo de Rafaeru no lo tomó por sorpresa. De hecho, por la forma en que corría con su arma gacha, junto al suelo, el ataque se le antojó a Kotta demasiado previsible. Era tan evidente como había sido el suyo, pero él no estaba dispuesto a sangrar aún. Con el tiempo que tan simple ataque le concedió, el ojeroso muchacho preparó su maniobra evasiva, colocando su zanpakuto a la altura de su cintura, para bloquear la de Rafaeru en su corte vertical ascendente.
Justo antes de que el golpe fuera bloqueado, Kotta se elevó un palmo sobre el suelo. El predicho tajo golpeó su arma e hizo elevar más aún al corto shinigami, el cual aprovechó aquella embestida y su inercia para volver a saltar por los aires, girando sobre sí y callendo, tras un pequeño arco, a su izquierda, alejado de Rafaeru.
— Ahora veo lo que decías. — confesó, pues había comprobado su nuevo poder ataque en sus propios músculos. — Quizá deba enseñarte también el mío. — añadió, haciendo referencia a su shikai. — Sería lo justo.
Lo cierto es que no entraba entraba en los primeros planes de Kotta mostrar su shikai tan pronto. No por bravuconería ni nada por el estilo, sino porque jugando con cierta desventaja, pensaba, se divertiría más. Sin embargo, tras la resolución de su primer ataque, el peliblanco tenía cierto miedo a herir a su contrincante de nuevo. Pelear con esa reticencia a dar todo de sí no sería ni educado para Rafaeru ni útil para mejorar el zanjutsu propio. La mejor solución, por tanto, se mostraba en su shikai: un arma roma, sin posibilidad de dibujar más líneas carmesí sobre el cuerpo de su compañero shinigami. También entendía que no debía mostrar sus pensamientos en voz alta. Ya había sido víctima de la exagerada defensa tras ofender el amor propio de su rival.
Kotta recobró una postura más recta, abandonando su posición defensiva por un instante. Giró su arma y apuntó el ápice de ésta al suelo. Cerró los ojos un instante mientras soltaba su arma para que se anclara al terreno:
— Manzoku anata no kūfuku, Kuzuritsurī. — “Sacia tu hambre”, exhortó a su zanpakuto.
El arma, con forma de katana, se perdió en el terreno, como si éste la engullera. En su lugar, un par de tímidas hojas brotaron. A estas le sucedieron un tallo, fino en un comienzo, pero de tan rápido crecimiento que poco a poco un pequeño tronco formó. Frente a Kotta, en un abrir y cerrar de ojos, se había formado un pequeño árbol de más o menos la altura del shinigami. Éste acabó por retorcer y comprimir sus ramas y hojas para, tras un parpadeo verdoso y brillante al final, acabar configurando el bô, la forma liberada del shikai de Kotta.
— No temas por mi nueva arma. — anticipó, mientras la hacía girar sobre su cabeza. — Puede parecer de madera, pero el reiatsu de Kuzuritsurī la hace dura como el metal. — explicó. — Vamos, no te cortes. Golpea de nuevo.
La diversión invadía de nuevo cada porción de su rostro, casi olvidando ya el tema de la herida. Jugueteaba con su zanpakuto con forma de vara, girándola sobre su cabeza y en torno a sí, para acabar deteniéndola frente a él en una posición defensiva y expectante. Bajo sus dedos, ya notaba vibrar a Kuzuritsurī, ansiosa de reiatsu después de tanto tiempo, aunque se mostrara silenciosa aún.
— Pero, pero... — balbuceó Kotta, incrédulo. — Fue un golpe débil, fácil... sólo intentaba enseñarte mi Ataru. — añadió, con una mueca de empático dolor en su cara.
Entre sus palabras, la sangre también brotaba de su boca. Kotta no daba crédito a lo que acababa de pasar, ni a las consecuencias de ese ataque, tan sencillo de esquivar. Sin embargo, pronto recobró la compostura y pose defensiva, pues en los teñidos labios de Rafaeru se formaban las palabras de lo que parecía su canto de invocación del shikai. El ademán juguetón de su rostro volvió y dejó, por un segundo, la herida que acababa de infligir a un lado en su mente.
Tras la liberación, el reiatsu de su contrincante se elevó, dejando ver el aspecto de su nueva arma. El bokken original había sufrido ciertas mejoras, pues ahora contaba con una fila de dientes en su dorso. Kotta por fin entendía las palabras de Rafaeru: una vez liberado, estaba claro que no se trataba de un bokken normal y corriente. Ahora era turno del pequeño y peliblanco shinigami de testar la nueva fuerza y velocidad de su rival, junto con el poder de su zanpakuto.
El ataque directo de Rafaeru no lo tomó por sorpresa. De hecho, por la forma en que corría con su arma gacha, junto al suelo, el ataque se le antojó a Kotta demasiado previsible. Era tan evidente como había sido el suyo, pero él no estaba dispuesto a sangrar aún. Con el tiempo que tan simple ataque le concedió, el ojeroso muchacho preparó su maniobra evasiva, colocando su zanpakuto a la altura de su cintura, para bloquear la de Rafaeru en su corte vertical ascendente.
Justo antes de que el golpe fuera bloqueado, Kotta se elevó un palmo sobre el suelo. El predicho tajo golpeó su arma e hizo elevar más aún al corto shinigami, el cual aprovechó aquella embestida y su inercia para volver a saltar por los aires, girando sobre sí y callendo, tras un pequeño arco, a su izquierda, alejado de Rafaeru.
— Ahora veo lo que decías. — confesó, pues había comprobado su nuevo poder ataque en sus propios músculos. — Quizá deba enseñarte también el mío. — añadió, haciendo referencia a su shikai. — Sería lo justo.
Lo cierto es que no entraba entraba en los primeros planes de Kotta mostrar su shikai tan pronto. No por bravuconería ni nada por el estilo, sino porque jugando con cierta desventaja, pensaba, se divertiría más. Sin embargo, tras la resolución de su primer ataque, el peliblanco tenía cierto miedo a herir a su contrincante de nuevo. Pelear con esa reticencia a dar todo de sí no sería ni educado para Rafaeru ni útil para mejorar el zanjutsu propio. La mejor solución, por tanto, se mostraba en su shikai: un arma roma, sin posibilidad de dibujar más líneas carmesí sobre el cuerpo de su compañero shinigami. También entendía que no debía mostrar sus pensamientos en voz alta. Ya había sido víctima de la exagerada defensa tras ofender el amor propio de su rival.
Kotta recobró una postura más recta, abandonando su posición defensiva por un instante. Giró su arma y apuntó el ápice de ésta al suelo. Cerró los ojos un instante mientras soltaba su arma para que se anclara al terreno:
— Manzoku anata no kūfuku, Kuzuritsurī. — “Sacia tu hambre”, exhortó a su zanpakuto.
El arma, con forma de katana, se perdió en el terreno, como si éste la engullera. En su lugar, un par de tímidas hojas brotaron. A estas le sucedieron un tallo, fino en un comienzo, pero de tan rápido crecimiento que poco a poco un pequeño tronco formó. Frente a Kotta, en un abrir y cerrar de ojos, se había formado un pequeño árbol de más o menos la altura del shinigami. Éste acabó por retorcer y comprimir sus ramas y hojas para, tras un parpadeo verdoso y brillante al final, acabar configurando el bô, la forma liberada del shikai de Kotta.
— No temas por mi nueva arma. — anticipó, mientras la hacía girar sobre su cabeza. — Puede parecer de madera, pero el reiatsu de Kuzuritsurī la hace dura como el metal. — explicó. — Vamos, no te cortes. Golpea de nuevo.
La diversión invadía de nuevo cada porción de su rostro, casi olvidando ya el tema de la herida. Jugueteaba con su zanpakuto con forma de vara, girándola sobre su cabeza y en torno a sí, para acabar deteniéndola frente a él en una posición defensiva y expectante. Bajo sus dedos, ya notaba vibrar a Kuzuritsurī, ansiosa de reiatsu después de tanto tiempo, aunque se mostrara silenciosa aún.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
-Tranquilo no te angusties solo me hiciste un rasguño quería sentir el dolor de tu zanpakuto se que suena raro pero así soy yo en fin así por eso no pare el golpe a demás si lo paraba sin hacer el shikai se me rompería mi zanpakuto así que seria una estupidez
(dijo explicándole por que no a había parado su golpe)
-Pero en fin como es posible que con un salto me allás esquivado soy lamentable como he podido fallar ohh bueno esta vez dar lo mejor de mi en fin para eso son los entrenamientos(dijo sonriendo y con la intención de mejorar su ataque de mejorar su ataque)
-Bueno mi turno espero dar un golpe mejor (dijo con una sonrisa y ala misma vez aumento su reiatsu bastante mente ya ala vez fue ha paso rápido hacia kotta como en el ataque anterior pero esta vez cuando estaba a un metro de distancia hizo una voltereta y aterrizo en su espalda)
- Hanasesiochuru
( de repente hizo esta técnica y fue a punzar le en la espalda )
(dijo explicándole por que no a había parado su golpe)
-Pero en fin como es posible que con un salto me allás esquivado soy lamentable como he podido fallar ohh bueno esta vez dar lo mejor de mi en fin para eso son los entrenamientos(dijo sonriendo y con la intención de mejorar su ataque de mejorar su ataque)
-Bueno mi turno espero dar un golpe mejor (dijo con una sonrisa y ala misma vez aumento su reiatsu bastante mente ya ala vez fue ha paso rápido hacia kotta como en el ataque anterior pero esta vez cuando estaba a un metro de distancia hizo una voltereta y aterrizo en su espalda)
- Hanasesiochuru
( de repente hizo esta técnica y fue a punzar le en la espalda )
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
Asintió con la cabeza a la breve explicación del muchacho sobre la herida en su espalda. Asintió y comprendió, pero seguía pensando que no era razón suficiente como para dejarse herir con un ataque tan básico. Ni bloquear el tajo era necesario, sólo un corto movimiento de cadera y se habría esquivado sin mayores problemas. “Lo hecho, hecho está”, se contentó Kotta para sí. Ya ambos habían liberado su poder y comprobado sus primeros movimientos. Era turno de comprobar quién dominaba mejor la noble técnica del zanjutsu, o bojutsu, ahora para el peliblanco.
— No te preocupes. — consoló. — Cuando uso ateru soy bastante ágil esquivando, aunque mis golpes son menos potentes con él. — informó.
Los dedos que rodeaban el bô notaron de repente la presión de éste al crecer. Incluso antes de que Kotta notase el incremento de reiatsu de Rafaeru, su zanpakuto ya había crecido, devorando el reiatsu ambiental de su contrincante. El despeinado shinigami casi podía oír a su arma masticar. El incremento no fue notable, de todos modos, aunque pronto sí que sería evidente a ojos ajenos.
Su rival, tras ello, inició otra maniobra ofensiva. “¿El mismo ataque?”, pensó por un instante Kotta, pero su contrincante le sorprendió gratamente al saltar sobre él y caer sobre su espalda. La mirada del pequeño muchacho siguió de soslayo el vuelo de Rafaeru y no le permitió el lujo de darle ventaja no reaccionando a tiempo. En un giro acrobático, de nuevo, girando sobre su propia cabeza, Kotta recobró rápidamente la compostura, situándose de cara a Rafaeru una vez más. Éste usó una técnica que pareció fortalecer el filo de su shikai, reforzado por líneas extra de huesos dentados. “Esto puede ser un problema”, interpretó, “aunque Kuzuritsurī agradecerá el extra de comida”. Sin embargo, para nueva sorpresa de Kotta, el siguiente ataque tampoco sería problema, pues se trataba de una estocada. Si bien fue menos evidente que el primero, el movimiento punzante, como todo movimiento de ese tipo, carecía de fuerza suficiente para acarrearle problemas al bloquearla. Esto era así por el simple hecho de que su ejecución se realizaba con un corto movimiento de brazos, al contrario que un corte amplio, que ganaba velocidad y garra al ampliar su recorrido. Esa era la razón por la que el zanjutsu prescindía casi totalmente de estocadas y centraba su arte en movimientos de tipo tajante.
Sabiendo que aquel golpe sería fácil de desviar, Kotta urdió un movimiento que le permitiría contraatacar. Colocó su diestra en la base del cayado y la zurda en la mitad de éste. Flexionó ligeramente su rodilla derecha y esperó el ataque perforante de Rafaeru. Cuando éste llegó, girando la vara de izquierda a derecha, Kotta desvió el ataque de su rival con relativa facilidad, dejando al shinigami de costado a él. Sobre el mismo movimiento giratorio preparó su ofensiva, siguiendo el gesto del bloqueo para hacer girar el bo sobre su cabeza y mandar un golpe al cuello de Rafaeru, completando así el recorrido circular. Su golpe, por tanto, al tratarse de un solo gesto, había aprovechado la inercia de su movimiento defensivo para ganar energía y velocidad de ataque. Tras éste, golpeara o no a su contrincante, Kotta no detendrá su bô, sino que lo girará de nuevo, esta vez sobre su costado derecho, para recobrar la postura de manos defensiva anterior.
— Tendrás que buscar otra manera de atacar. — dijo, con espíritu crítico-constructivo. — Con mi shikai gano rango de ataque y una estocada resta tu rango. Mala combinación. — apuntó. Su arma, tras aquel nuevo ataque, volvió a crecer unos poco más. — Tendrás que cambiar tu estrategia, y pronto. Kuzuritsurī tiene hambre y pronto doblará su tamaño. — rió.
— Ñom, ñom. — susurró su zanpakuto, a los oídos del ojeroso muchacho.
— No te preocupes. — consoló. — Cuando uso ateru soy bastante ágil esquivando, aunque mis golpes son menos potentes con él. — informó.
Los dedos que rodeaban el bô notaron de repente la presión de éste al crecer. Incluso antes de que Kotta notase el incremento de reiatsu de Rafaeru, su zanpakuto ya había crecido, devorando el reiatsu ambiental de su contrincante. El despeinado shinigami casi podía oír a su arma masticar. El incremento no fue notable, de todos modos, aunque pronto sí que sería evidente a ojos ajenos.
Su rival, tras ello, inició otra maniobra ofensiva. “¿El mismo ataque?”, pensó por un instante Kotta, pero su contrincante le sorprendió gratamente al saltar sobre él y caer sobre su espalda. La mirada del pequeño muchacho siguió de soslayo el vuelo de Rafaeru y no le permitió el lujo de darle ventaja no reaccionando a tiempo. En un giro acrobático, de nuevo, girando sobre su propia cabeza, Kotta recobró rápidamente la compostura, situándose de cara a Rafaeru una vez más. Éste usó una técnica que pareció fortalecer el filo de su shikai, reforzado por líneas extra de huesos dentados. “Esto puede ser un problema”, interpretó, “aunque Kuzuritsurī agradecerá el extra de comida”. Sin embargo, para nueva sorpresa de Kotta, el siguiente ataque tampoco sería problema, pues se trataba de una estocada. Si bien fue menos evidente que el primero, el movimiento punzante, como todo movimiento de ese tipo, carecía de fuerza suficiente para acarrearle problemas al bloquearla. Esto era así por el simple hecho de que su ejecución se realizaba con un corto movimiento de brazos, al contrario que un corte amplio, que ganaba velocidad y garra al ampliar su recorrido. Esa era la razón por la que el zanjutsu prescindía casi totalmente de estocadas y centraba su arte en movimientos de tipo tajante.
Sabiendo que aquel golpe sería fácil de desviar, Kotta urdió un movimiento que le permitiría contraatacar. Colocó su diestra en la base del cayado y la zurda en la mitad de éste. Flexionó ligeramente su rodilla derecha y esperó el ataque perforante de Rafaeru. Cuando éste llegó, girando la vara de izquierda a derecha, Kotta desvió el ataque de su rival con relativa facilidad, dejando al shinigami de costado a él. Sobre el mismo movimiento giratorio preparó su ofensiva, siguiendo el gesto del bloqueo para hacer girar el bo sobre su cabeza y mandar un golpe al cuello de Rafaeru, completando así el recorrido circular. Su golpe, por tanto, al tratarse de un solo gesto, había aprovechado la inercia de su movimiento defensivo para ganar energía y velocidad de ataque. Tras éste, golpeara o no a su contrincante, Kotta no detendrá su bô, sino que lo girará de nuevo, esta vez sobre su costado derecho, para recobrar la postura de manos defensiva anterior.
— Tendrás que buscar otra manera de atacar. — dijo, con espíritu crítico-constructivo. — Con mi shikai gano rango de ataque y una estocada resta tu rango. Mala combinación. — apuntó. Su arma, tras aquel nuevo ataque, volvió a crecer unos poco más. — Tendrás que cambiar tu estrategia, y pronto. Kuzuritsurī tiene hambre y pronto doblará su tamaño. — rió.
— Ñom, ñom. — susurró su zanpakuto, a los oídos del ojeroso muchacho.
Sarutobi Kotta- Raso Rei
- Post : 46
Edad : 38
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
-Vaya la habilidad de tu zampakuto de verdad me sorprende. Ese poder de absorber el reiatsu y crecer al comer reiatsu yo la bautizaría como tronco devorador ,en fin tendré que disminuir mi reiatsu por que seria una desventaja bastante grande y no estoy dispuesto a correr ese riesgo
(dijo el shinigami sorprendido por la habilidad de la zampakuto mientras miraba la zampakuto detenidamente para comprender mejor la habilidad de la zampakuto y poder vencerlo mejor " joder el reiatsu se lo come y se vuelve más fuerte como la venceré dado que no puedo desprender reiatsu y se adelanta a mis pasos me va ha resultar bastante difícil vencerlo en fin ya se me ocurrirá algo" dijo el shinigami pensando en una solución para vencerlo)
-Okai ( dijo el shinigami feliz por su idea “are mi táctica de lluvia de huesos si es un plan genial hago shunpo y pego un salto hacia el aire y hago mi técnica sienahone es perfecto” dijo para si mismo con cara de contento)
-ya lo tengo( dijo el shinigami pego un salto haciendo shunpo hacia el cielo entonces lanzo 40 dientes hacia kotta)
(dijo el shinigami sorprendido por la habilidad de la zampakuto mientras miraba la zampakuto detenidamente para comprender mejor la habilidad de la zampakuto y poder vencerlo mejor " joder el reiatsu se lo come y se vuelve más fuerte como la venceré dado que no puedo desprender reiatsu y se adelanta a mis pasos me va ha resultar bastante difícil vencerlo en fin ya se me ocurrirá algo" dijo el shinigami pensando en una solución para vencerlo)
-Okai ( dijo el shinigami feliz por su idea “are mi táctica de lluvia de huesos si es un plan genial hago shunpo y pego un salto hacia el aire y hago mi técnica sienahone es perfecto” dijo para si mismo con cara de contento)
-ya lo tengo( dijo el shinigami pego un salto haciendo shunpo hacia el cielo entonces lanzo 40 dientes hacia kotta)
Rafaeru- Post : 28
Edad : 29
Re: entrenamiento de madrugada ( libre meterse si queréis)
[OFF] Post de Moderación:
¿Cómo sabes que la zanpakuto de Kotta absorbe reiatsu? Pregunto porque quiero comprobar que no metarroleas. Ni siquiera deberías saber que creció. Como Kotta indica, el crecimiento aún fue casi imperceptible.
De todos modos no absorbe tu reiatsu, eso está prohibido, sino el ambiental. Si bajas tu reiatsu no conseguirás gran cosa, el arma seguirá creciendo más lentamente pero cualquier cosa que deje reiatsu en el ambiente le hará acelerar su crecimiento.
¿Cómo sabes que la zanpakuto de Kotta absorbe reiatsu? Pregunto porque quiero comprobar que no metarroleas. Ni siquiera deberías saber que creció. Como Kotta indica, el crecimiento aún fue casi imperceptible.
De todos modos no absorbe tu reiatsu, eso está prohibido, sino el ambiental. Si bajas tu reiatsu no conseguirás gran cosa, el arma seguirá creciendo más lentamente pero cualquier cosa que deje reiatsu en el ambiente le hará acelerar su crecimiento.
EL POST ANTERIOR DE RAFAERU QUEDA INVALIDADO PARA EL ROL.
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