Llegada a la divisiòn [Libre]

por Alistair Kadaj Helventius Vie Jul 01, 2011 1:40 pm

El tiempo
Un tiempo para plantar
y un tiempo para arrancar lo plantado.
Un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir.
Un tiempo para el amor,
y un tiempo para el odio.
Un momento para callar,
y un momento para hablar,
Un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir...

"El tiempo es la imagen de la Eternidad, el tiempo es tanto una idea abstracta, como una realidad de la vida”
“El tiempo es implacable porque nunca deja fluir y todo lo que existe está sometido a su efecto”

Con un gran peso en su espalda, Alistair decidió o bien dicho decidieron por el que era momento de que su rol se cumpla , darle un objetivo a su vida, encontrar su camino a el final ya que su vida parece estar terminándose su poder, extraño para el y peligroso para su cuerpo.
Comenzó a pedir su vida, ya tiene muchos años en su vida es una persona grande hasta para ser un espíritu y aun así toda su vida en este lugar lo paso encerrado en una cárcel o entrenándose en una academia su vida ha sido un gran vació temporal, al igual que no recuerda su pasado antes de este lugar, teme estar olvidando su presente o no estar olvidandolo mas si lo están controlando.
Controlado por alguien que ahora no puede controlar,alguien a quien no puede evitar o siquiera ignorar alguien que sabe mas de el, que el mismo una voz que le dice que hacer constantemente algo que le impide tomar sus propias decisiones.
Esa voz que todo el mundo le dice debe escuchar, que dicen da consejo, dicen que tiene que entender y llevarse bien, pero no es el caso ya que no solo debe esconder su verdadero origen sino que también es algo que el detesta, la voz de una hermosa dama, hermosas damas para ser mas correcto las cuales desde su mente e impunemente le controlan en casi todo los aspectos de su vida , hermosas damas que ahora el tenia que ... Soportar.-. Déjame agregar lo mucho que eso duele....- Aclamo la voz de la hermosa mujer rubia que hablaba con algo de resentimiento. .- ¿Que cosa? -.y aun que hablo lo hizo dentro de su mente para que ella le prestara atención y no parecer un loco y hablar en voz alta con la nada. -.Que pienses tan mal de mi ... yo vine para darte soluciones, ¡no problemas anciano!.- Dijo casi con un tono mas de indignación que de enojo, aun que no lo pareciera parecía estar decepcionada por el , pero claramente a el no le importaba..- Aja! pero que tonto discúlpame , ¿como olvida que?..¡¡Por tu culpa estuve encerrado en la cárcel por mas años de los que recuerdo!! -.Su reclamo no fue contestado ya que se dio cuenta quizás en la situación que estaba, tenia su Zampakutoh en la espalda, claro ya había llegado a la división en la que tenia que estar presente , la décima división, encargada de la protección de la Sociedad de almas.
El lugar parecía estar vació o al menos por el momento, aun que no le molestaba estar solo al menos un poco...Mas.

.- Hmm... Venga... Parece que la soledad me sigue a todos lados...Al menos si estoy solo me puedo sacar estos Pijamitas negros .... ¿De donde sacan al tipo que diseña esto? -.

Dijo mientras se sacaba el atuendo de Shinigami , al menos lo que era la parte de arriba en si no se lo saco sino que simplemente se desengancho la parte de arriba dejándola colgando, dejando el torso desnudo mientras dejaba su zampakutoh apoyada en la pared.
trono su cuello mirando hacia los lados como buscando alguien en el lugar , obviamente con la vista no encontró a nadie, al ver que podría estar solo de nuevo vio que el piso de madera era mas que suave. Simplemente se dejo caer brutalmente contra este haciendo retumbar el lugar estiro sus brazos y cerro sus ojos para poder descansar un poco o en realidad era tiempo para otra cosa, hablar con alguna de esas mujeres que habitan en su cabeza, realmente deseaba poder enseñarles quien mandaba en este cuerpo, ojala esta vez sea satisfactorio.

.- Ojala esta vez sea Satis.. -.

Un deja vu recorrió su cabeza al decir estas palabras mientras entraba lentamente en esa especie de concentración que necesita para poder hablar con el espíritu de su zampakutoh, si tiene que tenerla cerca lo cual pasaba ya que estaba apollando su cabeza en ella, al poder separarse de ese mundo lentamente entro en ese lugar que era mas que confuso ese mundo lleno de colores y formas sin sentido que llegaban a marear a Alistair, Después de unos pocos segundos se hicieron presente las dos mujeres. .- Bueno vallamos directamente al centro del asunto , ¿cual de ustedes dos son el espíritu? -.las dos mujeres rieron , aun que en tonadas diferentes las dos luego contestaron casi al mismo tiempo.-. No se.. .-Dijo la mujer rubia. -.De que estas hablando ... .-Dijo la mujer de pelo corto y de color claro, Rápidamente Alistiar se enojo comenzó a caminar hacia las dos mujeres en una actitud agresiva aun así antes de llegar se despertó rápidamente como si ellas lo hubiesen echado.

.- Ghaaa! -.

Dijo Alistair mientras se levantaba y se apoyaba en la pared , apoyando su espalda para ser mas claro miro su Zampakutoh y procedió en patearla fuertemente arrojándola algunos metros, luego de esto le dio la espalda a la Zampakutoh y suspiro fuertemente .- ¡¡¡ Estáis LOCAS!!!! -.dijo gritando mientras comenzaba a caminar por el lugar buscando a alguien, esperando que alguien quisas estuviese en el lugar[/font],Quizás tuviese suerte y encontrara a alguien en el lugar que le pudiese servir de guia por estas zonas , ya que realmente el no conocía absolutamente nada, o menos aun. solo comenzó a caminar por el lugar, en círculos sin alejarse mucho de la entrada a ver si se perdía, eso seria lo único que le faltaba.

por **Sarutobi Kotta** Jue Jul 07, 2011 2:16 pm

"El invierno se acerca", pensaba Kotta, con una tímida sonrisa en su rostro, como si su pensamiento le hubiera hecho gracia pero no quisiera admitirlo. Aquella mañana hacía más fresco de lo usual y el fino uniforma shinigami, al que no acostumbraba a llevar, no ayudaba demasiado. Se frotaba los brazos para entrar en calor, mientras recordaba el mensaje de su Oficial que debía entregar el Décimo Escuadrón. De vez en cuando lo obligaban a abandonar su cubículo, donde trabajaba sin descanso, al menos para que le diera un poco el aire y no se volviera loco. Al menos no más de lo que ya parecía estar.

Había dejado ya los muros de aquella División atrás. Nunca había estado en aquellos edificios y se encontraba algo desorientado. Debía encontrar la oficina del encargado de defensa del Mundo Humano, para entregarle el pequeño trozo de papel que llevaba bajo el keikogi y para ofrecer sus servicios como experto en el Mundo de los Vivos. Al parecer había habido algunos reportes de hollows algo extraño, y el Sarutobi había sido enviado allí por si podría arrojar alguna luz sobre ellos.

Tras caminar sin rumbo por unos minutos sin toparse con un alma, nunca mejor dicho, el pequeño shinigami se encontró con aquel otro. Era un tipo bastante alto y fornido, y cargaba un largo y pesado espadón a la espalda. Éste aún no había visto a Kotta cuando comenzó a hablar sólo, para luego desnudar su torso, apoyando su espada en la pared. El corpulento shinigami se tiró al suelo, a descansar al parecer. Duró poco en el suelo, se levantó y pateó su arma, lanzándola lejos, mientras le gritaba. Parecía bastante desequilibrado mentalmente, pero Kotta lo obviaba, sus ojos se habían quedado fijos sobre la enorme arma. Corrió hacia ella, haciendo resonar sus getas contra el piso, madera contra madera. La zanpakutō tenía su misma altura.

— ¡Vaya pedazo de espadón! — exclamó a ver la zanpakutō de aquel shinigami de cabellos y ojos grises. — Parece una claymore escocesa, pero su empuñadura es demasiado corta para serlo. — añadió, crítico, mirándola con curiosidad.

Por supuesto, el susodicho shinigami no tenía ni idea de qué estaba hablando. Los términos "claymore" y "escocés" quedaban tan lejos del conocimiento para cualquier habitante de la Sociedad de Almas, como las finas artes del Kidō para los beligerantes Dioses de la Muerte del Undécimo. Sin embargo, Kotta había pasado casi una década destinado en un pequeño pueblo del sur de Escocia y conocía bastante bien su cultura, que había quedado grabada en su perfecta memoria eidética.

Kotta también solía llevar a la espalda su zanpakutō, no por ser inusualmente larga, sino por la anómala altura del shinigami. Sin embargo, con los centímetros que ganaba con las geta, se sentía más cómodo y podía llevara al obi, como es común entre los shinimis. Ahora la miraba, comparando tamaños, e intentando imaginar cómo su dueño podría mover tan basta arma con efectividad y rapidez.

— Tengo curiosidad. — dijo después, aún sin presentarse. A veces su inquietud le hacía ser algo despistado y, con ello, maleducado. — ¿Cómo puedes luchar frente a alguien que tenga una zanpakutō mucho más liviana? Como ésta, por ejemplo. — preguntó, apoyando su mano sobre la tsuka de la suya. — No debes ganar muchas batallas. — añadió, con tono algo bromista. — Quiero decir, mandobles como esto tenían lógica cuando los guerreros iban envuelto en gruesas armaduras, necesitando de tales aceros para penetrar en ella, pero no veo que lleves ninguna armadura, y tus rivales tendrás armas menos pesadas. Por no hablar de Shunpos y Sonidos. Te será muy difícil acertar a alguien con tanto pesado metal. Así que la verdad, no entiendo... — había comenzado a hablar demasiado rápido. Se detuvo, sabía que estaba perdiendo el control, para variar, y volvía a cotorrear sin inhibición.

Se quedó mirando a los ojos plomizos del alto shinigami, mirándolo desde muy abajo, sin saber qué decir después de tanta verborrea sin sentido. Su memoria, caprichosa, voló hasta una de sus sagas literarias preferidas y recordó a Hielo. Aunque su mirada seguía fija en el único individuo de la sala, su mente vagaba ya lejos de allí, pensando en las similitudes de aquella zanpakutō con Hielo. Se parecería a aquel arma, sí, pero Kotta imaginaba al arma Stark mucho más bella en su mente: hoja casi blanca, con marcas, gastada por varios combates, pareciendo asemejar a un gran bloque de hielo cuarteado, y su empuñadura reflejando el lema de la casa del wargo: "El invierno se acerca".

_________________

[OFF] Perdón por la rallada mental, cosas de mi personaje. xD

por Alistair Kadaj Helventius Vie Jul 08, 2011 3:00 am

Luego de patear su Zampakutoh, no mas de un segundo después apareció un...Pequeño o algo por el estilo ya que no era muy grande que se diga, no es que importara pero es que era alto como la Zampakutoh de Alistair eso aun que gracioso era raro nunca antes se había topado con alguien tan bajo pero lo mas raro fue que comenzara a hablar tan rápido y tan seguido como comenzó a hacerlo este ... Sujeto, Alistair no entendía casi nada , solo pudo entender que algo sabia de espadas o algo así por que dijo algo como Claymore y cocer algo pero no entendió que tenia que ver la tela con lo que era su espada, aun así este no le dejo paso a nada ya que continuo hablando. -.¿Este es acaso un nuevo amiguito?.- dijo para si mismo preguntándole a sus contra partes .- No... Pero te recomiendo que no te acerques , parece ... Salvaje.. -. Dijo la dama de rubio. .- Podría morderte, es ...No lo entiendo... -. sonrio Alistair al escucharlas ya que simplemente era genial esto. -.Si ustedes no lo entienden ... ¡¡Es perfecto, me llevare bien con el!!.- Dijo y sonrio mientras caminaba hacia su zampakutoh, obviamente donde a lado estaba este muchacho.

-. Hola... Mi nom- .-

Claro no fue escuchado ya que continuaba con sus preguntas ,de hecho parecía que los dos se ignoraron completamente , el sujeto continuaba hablando sobre espadas y peleas mientras que Alistair... Bueno hablaba solo .- Te lo dije, mientras mas pequeños , mas pequeño el cerebro.. -. Dijo Ryo mientras se tapaba la boca para no reír, detrás de el sujetito. .- Venga! , esta peor que tu!... Y eso si que es decir mucho.. -. Dijo Kizke que estaba parada a lado del sujeto , como midiéndolo y riéndose por que le llegaba a la cintura mas o menos , no por que el sea bajo, sino por que ellas dos realmente son ... Altas, Alistair dejo estar las cosas y escucho lo que dijo o mas bien pregunto el chico.

-. Fácil, si es mas rápido, ¿para que voy a usar esa cosa enorme? , La suelto. .-

Dijo mientras miraba el cabello de el muchacho., estaba blanco, mas que el suyo de hecho aun que el de no era un color mas bien el de Alistair estaba gris por que se le estaba cayendo, esta viejo al fin y al cabo. Después de uno segundos de mirada rápida sobre este niño o lo que fuera , claro niño no era seguro y tenia como docientos años o por el estilo, en ese lugar uno no se puede dejar llevar por las apariencias por esto Alistair aprendio a .- Si te quedas callado mirándolo lo asustas ¡¡idiota!! -. Dijo Ryo mientras parecía golpearle la nuca a Alistair en esto Kizke la bella dama de cabello marrón le empujaba para adelante o aun que realmente no estaba pasando su mente le empujaba a pensar que eso era real y obviamente se acerco para contestarle al sujeto.

-. No nesesito armadura, ademas de soltarla, siempre uno puede liberar su Zampakutoh para esas cosas y eso, y que tal tu, si nota que seras rápido pero imagínate si una de estas te golpea , ¿que harías ademas de partirte en dos pedazos? , Nunca entendí eso de las espadas pequeñas no le veo gracias son muy libianas y... Bueno aun que la tuya se ve ... Bella pero eso es lo maximo... osea ni siquiera podrías resguardarte con esa espada, no pareces tener fuerza, Pero cada uno a su espada ¿no? .-

Dijo, y luego lo miro fijo, no intentaba caerle mal ni impresionarle asi que despues de esto, extendio su mano a donde se encontraba el sujeto y sonrió para decir.

-. Soy Alistair , un gusto conocerte... .-

Esperando ser saludado , Ryo la hermosa dama de cabello rubio detrás de el parecía apoyarse en la espalda de Alistair y mirar hacia el techo del lugar para decir. .- No lo saludes... Esta peor que tu... No te lo recomiendo... -. Dijo y se dio vuelta como para abrazarlo desde detras , pasando sus brazos por su cuello y hombros , Kizke quien por alguna razón estaba sentada en el piso , A lado de su Zampakutoh solo asintió con la cabeza y no dijo nada, Alistair para si mismo solo se dijo. -. Cállate Mujer... No me dejas concentrarme... .- Dijo y las dos mujeres desaparecieron sin decir nada mas, Ahora solo esperaba ver si el muchacho lo saludaba o se iba corriendo , no le parecería raro que lo hiciera no seria la primera vez que le pasa , ni la ultima seguramente, por esto solo le quedaba esperar que este muchacho al menos le saludara.

por **Sarutobi Kotta** Sáb Ago 20, 2011 11:27 am

Sería de suponer que, tras años y años de verborrea descontrolada, Kotta habría terminado por darse cuenta que a menudo desconectaba de la conversación, y sólo se oía a sí mismo y a sus pensamientos. Aquella vez no se saldría de lo normal, e incluso obvió al fornido shinigami cuando iba a presentarse. Al cabo, cuando paró, se dio cuenta de ello, de que por su incontrolable lengua se había quedado sin conocer el nombre de aquel desconocido. Pero ya era tarde, la conversación había tomado otros derroteros.

Por más que siguiera insistiendo el portador de aquel espadón, por muy rápido que dijera ser, el Sarutobi seguía sin creer que tremendo armatoste pudiera ser usado con soltura. Sin duda un golpe bastaría para doblegar a su contrincante, pero muy descuidado debía ser éste para recibirlo. Kotta lo creería cuando lo viera. Eventualmente, el shinigami aún sin nombre bajaría al Mundo Humano, a combatir Hollows y defender a los humanos, como él mismo antaño hacía. Entonces podría observar, a través de sus pantallas, cuán rápido era realmente aquel hombre.

Se produjo un silencio incómodo, aunque en la mente del pequeño shinigami el debate continuaba sin palabras. Aquel tipo le miraba fijamente y Kotta se vio tentado a retomar su viaje y retirarse sin mediar palabra, pues se estaba incomodando por momentos. Sin embargo, para variar, no fue él quien rompió el silencio reinante.

— Supongo que me partiría en dos, sí. — contestó, llevándose un dedo a los labios. — Pero soy pequeñito, es complicado acertar a darme, más cuando los movimientos no sean tan rápidos. — añadió, con tono y sonrisa traviesa. — Pues la gracia de un arma liviana es que corta igual que una grande. Más liviana, más rápida, mayor número de cortes en un mismo periodo de tiempo. Es mucho mejor que acertar al aire a cada mandoble. — Su sonrisa se acrecentó, aunque estaba siendo algo arrogante y aquello no le gustaba. A menudo podía dar la impresión de pedante, pero, como pasaba con su verborrea, no parecía darse cuenta. Esta vez sí, por lo que se cayó un instante y borró aquella sonrisa de su rostro.

— Encantado Alistair. Yo soy Kotta, shinigami del Octavo. He venido aquí de recadero. — Kotta pareció caer entonces en lo evidente. — Oh, quizá puedas ayudarme. ¿Sabes dónde puedo encontrar al Encargado de Defensa del Mundo Humano? No sé muy bien qué rango se dedica a esa labor, pero tengo un documento que debo entregarle y ando algo perdido. — confesó, frotándose el pelo de la nuca.

La verdad es que desconocía si aquello era importante o urgente. Supuso que sí lo primero, pero en el caso de tratarse de una información apremiante se lo habrían hecho saber. De ahí que se estuviera tomando con calma su pequeña misión. Sus superiores tampoco lo echarían de menos, después de casi vivir en el Escuadrón las veinticuatro horas del día. Alguno, estaba seguro, había festejado por todo lo alto el perderlo de vista por un tiempo, así que no quería ser descortés con él. No tenía ninguna prisa, aunque puede que aquel viejo shinigami sí.

______________________

[OFF] Perdona el enorme retraso, pero el verano es lo que tiene. Es algo corto el post, pero poco a poco iré volviendo al ritmo de escritura de antes.

por Contenido patrocinado

Llegada a la divisiòn [Libre]

Llegada a la divisiòn [Libre]

Re: Llegada a la divisiòn [Libre]

Re: Llegada a la divisiòn [Libre]

Re: Llegada a la divisiòn [Libre]

Re: Llegada a la divisiòn [Libre]