Negligencia Vol.2 Investigando a Inuzuki Rem

Sha y Loki vienen de aquí

El aire era totalmente distinto el del cuarto escuadrón que el de las zonas de entrenamiento. Quitando el caos y el frío de los pasillos el campo de entrenamiento estaba mucho más calmado, podías respirar sin agobiarte.

Sha ya reconocía el reiatsu de Inuzuki, al menos había estado en su cuarto y se había quedado con éste. Aparte, entrenando uno no intentaba esconder su reiatsu, y Sha sabía bien como buscarlo.

Cerró sus ojos y puso sus manos una frente a otra sin llegar a juntarse, como si tuviese en medio una esfera de cristal. Así era como mejor se concentraba, en aquella postura. Entonces lo atisbó, encontró el reiatsu de Inuzuki tras pocos segundos de margen. Fue a paso ligero hacia él, esperando que Loki la siguiera, con sus piernas tan largas no debía retrasarse.

Llamó a una puerta y como siempre entró antes de ser invitada a pasar. Y allí estaba Inuzuki Rem, que había girado para observar quién había tenido la osadía de presentarse así ante un entrenamiento.

-Inuzuki Rem, shinigami del cuarto escuadrón. ¿¡Cómo puede salir del cuarto escuadrón después del caos que se está organizando!? Debería estar ayudando a sus compañeros en lugar de estar entrenando. Venga conmigo a la sala de interrogatorios por favor.

Loki aún se preguntaba cómo era posible que su interrogatorio hubiese durado tan poco. no debía ser lo normal, y ahora, desde "fuera", se encargaría de que cada uno fuese interrogado minuciosamente. Era de suponer que a Sha le sería infinitamente más útil a su lado, ya que si no, no habría actuado tan a contracorriente.

Ensimismado en sus propios pensamientos, llegaron a las salas de entrenamiento. Él no decidía nada, solo seguía a la pequeña Sha allá a donde le llevase. Ella le había sacado, y ahora mismo se lo debía todo. Su "libertad" estaba en sus manos, y de así ansiarlo su voluntad, él echaría una pared abajo a cabezazos sin se lo pidiese. El tomar decisiones no era un lujo que fuera a permitirse... además, era más cómodo así.

Paró en seco y se detuvo a buscar algo como un can que olisquea el rastro de una liebre de campo, y en un par de segundos retomó su marcha. Un par de esquinas e irrumpió en un cuarto a su manera tan particular. Loki se asomó por encima suya. Dentro estaba Rem con cara de asombro. Cabía la posibilidad de que no supiera nada.

Posibilidad que la señorita Komori no parecía haber tenido en cuenta... Su gesto hizo ver que la palabra "caos" le había bateado la cara, y escapó esa sola palabra de entre sus labios de forma casi tímida. Acabada la bronca -que fue soltada de un tirón- enfundó su arma y corrió al lado de Sha. Al parecer ni siquiera se atrevió a preguntar qué estaba pasando, aunque su cara de extrañeza exigía explicaciones inmediatas...


Llevaba toda la mañana entrenando. El shikai aún no estaba dominado del todo, y una vez terminada la guardia nocturna, desvelado de la tensión de la noche anterior, por aquel tema del susto y tal, a sabiendas de que no podría dormir, se fue del tirón a entrenar y cansar su cuerpo.

Llevaba allí solo unas pocas horas. El sudor recorría su frente y sus hombros, y ciertas gotas pendían de sus nudillos. A cada espadazo que soltaba al aire, sus pulmones se deshinchaban y luego retomaban el aire, cada vez con más dificultad.

En un momento en el que Inuzuki ni siquiera sabía la hora que era, alguien llamó a la puerta. Antes de tener oportunidad de abrir la boca, irrumpió Sha. La gran Sha. Todos en el escuadrón la conocían, en parte por su genio y sus formas imperantes, y en parte por lo bestia que era... Y en parte por esa forma tan particular de entrar avasallando a las habitaciones... Su carta de presentación. Empezó a soltar una especie de bronca sin detenerse a respirar siquiera. Y la palabra "caos" resonó en su mente. - ¿Caos? - se preguntó a si mismo en voz alta. Terminada su retahíla, asintió con brevedad, giró su zampakutou en su mano, la guardó en su vaina, y dio unas pocas zancadas hasta colocarse junto a "la jefa". No se atrevió a preguntar, pero si le golpease con una pancarta en la cara, tal vez sería incluso más discreto el desconcierto.

[[OFF: Siento el guiño a mi querido Jinta, pero tenía que hacerlo...]]

O era muy buen actor y había encontrado al culpable (cosa que era imposible prácticamente), o de verdad no se había enterado de nada.

-Inuzuki Ren, tengo entendido que usted hizo la guardia con Miki Suzuhara la noche pasada, y que al parecer, su compañero notó como alguien se coló en una de las salas.

Y en aquel preciso momento fue cuando comprendió, cuando pensó, que finalmente el que mató a Katsu era uno del 4º escuadrón, eran demasiadas señales, las cámaras que no interceptaban al asesino, (si, asesino con todas las letras, hace mucho que esto dejo de ser negligencia), si no hizo ningún ruido y nadie se topó con él es por que ya sabía por donde iba a estar la guardia y donde tenía que entrar, y finalmente, el saber el turno de guardia y el conocer a Miki Suzuhara, que si nadie lo conociese y cometiera un fallo y fuese visto, automáticamente saldría por patas. Pero el asesino sabía como era Miki de despreocupado.

Esperó a la contestación de Ren, pues no quería darle de momento más detalles por si quisiera encubrir a alguien, sin saber que había ayudado en un asesinato.

Rem, se quedó tímido ante la avasalladora Sha. Un simple bufido de Loki bastó para sacarle sus palabras como si un golpe en su espalda se tratase.

- Si... Mientras hacíamos la guardia, entró alguien, pero no le llegamos a ver.. Escapó por la ventana de una de las habitaciones... - dijo en voz baja. Si fuera un can, miraría al suelo, y tendría las orejas caídas. Estaba casi atemorizado, y aún así, se atrevió a continuar. - ¿A qué se refiere con ese "caos" del que habla, Sharessu-sama? - indagó curioso. Necesitaba respuestas...

[[OFF: Supongo que vais de camino hacia el escuadrón, no? Podrás postear 5 veces más antes de llegar ^^]]

Sha interrumpió el paso a ambos shinigami, dirigiendo una especie de carrerilla y carga, llegando a coger el keikogi a Rem por las solapas y estampandolo contra una pared camino al cuarto escuadrón llegandolo a levantar más de un palmo del suelo.

- ¿¡Cómo se te ocurre no ir a investigarlo o reportarlo en un informe!?. Por vuestra culpa ha muerto un teniente.

Y diciendo esto bajo al shinigami, hasta que se sentó en el suelo.
Sha hizo un gesto para que se levantara y la siguiese hasta el cuarto escuadrón.

- Ahora dime, ¿qué visteis? dimelo todo. Dime una razón por la que no le perseguisteis. A donde fue, quien era, todo.

Sin previo aviso, la shinigami hecha un puro berserker se lanzó a por él, hasta auparlo del suelo contra una pared, y agrediéndolo, más con palabras que con gestos. El fuego palpitaba al otro lado de sus retinas, y muy por el contrario, la llama tras los ojos de Rem quedaba casi extinta.

A la segunda frase de la shinigami, quedó clara su reacción, y Rem quedó en Shock. Al soltarlo, llegó hasta sentarse en el suelo con la espalda contra la pared, mirando a la nada, al vacío infinito que se extendía frente a sus orbes... Sus siguientes palabras llegaron como cuando te hablan mientras duermes, y el mensaje, con toda su brutalidad, le fue sacando de su ida.

Se tomó un rato en contestar, tomaba aire con dificultad, y su pensamiento viajaba de un lugar a otro.

- Al... Al finalizar la guardia... Miki... Miki... Cuando terminamos... Dijo... Dijo que... Que él... Que él lo reportaría... - Su voz era entrecortada y tenue como su ánimo. No sabía como reaccionar ante algo así... cargar con la muerte de un shinigami a su espalda era una carga demasiado pesada para Rem, que no sabría si podría soportar... Recordando fragmentos de su pregunta, trató de responder, esta vez un poco más... espabilado.

- Por la noche, entró alguien en el escuadrón. No reconocimos el reiatsu... Le seguimos hasta que se metió en un cuarto desde el que escapó... Luego la guardia continuó normalmente... No había nada raro, no sabíamos qué había hecho... Revisamos todas las habitaciones y no había ningún cambio... - Decía las cosas tal y como la iban recordando su agetreada cabeza, con pocas pausas esta vez, más del tirón, sin preocuparse por que le interrumpiese. Se sentía hablando solo, a ese vacío que ahora le hacía compañía... Aún seguía sentado. El peso de la muerte, no le permitía levantarse... Su respiración era ahora más calmada, pero igualmente, su mirada estaba perdida, cómo si mirase a los ojos a una cuarta al mismísimo Marcus, allá en El Amanecer...

Sha escuchaba atentamente cada palabra del shinigami en Shock. Aquellas palabras no le estaban informando de nada en absoluto. Seguía igual de perdida que al principio de todo esto, seguía sin un rostro, sin un reiatsu, sin un nombre… El joven shinigami aun seguía perdido entre sus palabras, tanto que ni se había levantado como le dijo Sha, pero estaba en otro mundo, y por esta vez, no le obligaría a seguir adelante. Quizás había sido muy ruda, quizás le echó el muerto literalmente, al menos había sido uno de los culpables, y quizás después de aquello no volverían a cometer los mismos errores.

A pesar de su mal carácter y sus malas formas, tenía mucho cariño a todo shinigami de su escuadrón

- Loki, lleva a Rem al cuarto de interrogatorios y allí haced un informe. Que te cuente con detalles todo aquello que ha sucedido en la noche pasada. Yo voy a investigar la habitación en la que se metió. Después iré a buscaros para que me deis más detalles, tenemos que repartirnos las tareas – Se dirigió luego a Rem, hasta ponerse a su altura - ¿Qué habitación era en la que lo perdisteis?

Loki escuchaba la dura conversación, por llamarlo de alguna manera, la shinigami contra el pobre Rem. Parecía no tener ni idea, y usó eso para presionarle. Luego, una vez suficientemente traumatizado el shinigami, Sharessu ordenó a Loki que le llevase a las salas de interrogatorio, aunque en su estado actual, bien difícil podría ser sacarle una sola palabra más...

Como punto y final de la conversación, se acuclilló junto a Rem, y le pidió, con mas calma de la demostrada hasta ahora, que le dijese el número de la habitación por la que escapó. Él lo soltó, seguramente sin darse ni cuenta, y volvió a su trance. Loki, siguiendo las "instrucciones" de Sha, se arrodilló junto al shinigami y colocó su mano en su hombro. No pareció reaccionar, pero quizá algo dentro de si volviese a la realidad, cruda como el pescado del sushi y dura como el mármol. Ante la no-reacción de Rem, Loki se decidió a llevarle por su cuenta -fuerza no le faltaba- y le levantó desde el suelo sin esfuerzo aparente, llevándolo casi a rastras hacia el escuadrón, hacia donde Sharessu ordenaba...




- Ci... Ciento... Ciento quince... - contestó desde su ensoñación.

Seguía perdido en su mente, culpándose a gritos desde dentro. No escuchaba ruido. Apenas escuchaba la voz de Sha. En absoluto escuchaba la voz de su propia zampakutou que intentaba calmarle desde su fuero interno. Nada le sacaba de allí.

Entonces una mano cálida se posó sobre su hombro, como una mariposa de la esperanza. La sintió, sintió las fluctuaciones de reiatsu desde la punta de sus dedos, unos dedos enormes que le sujetaban, y le mantenían en el mundo real, evitando que cayese en su propio abismo...

Sin ejercer ningún tipo de fuerza por si mismo, para cuando quiso darse cuenta ya estaba de pie, colgado del hombro del gran Loki. Ambos retomaron la marcha en silencio. No sabía a donde iba, a dónde le llevaban... ¿A los calabozos? O peor aún, ¿Ante el cuerpo del teniente del séptimo...?



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