Negligencia: Vol. 2 -Investigando a los rasos

Hotaru era de la opinión de que los rasos eran los miembros más conscientes de lo que se cocía dentro de un Escuadrón, y pensaba de este modo por varios motivos. Uno de ellos, era que, al poseer menos responsabilidades que un oficial o un teniente, tenían tiempo para conocer a miembros de otras Divisiones e intercambiar anécdotas y rumores que, por muy fantasiosos que pareciesen a veces, siempre tenían algo de verdad. La otra razón por la que consideraba que haría bien en preguntar a alguno era que con demasiada frecuencia, al ser subestimados por su posición, no se cuidaba lo suficiente lo que pudiera decirse delante de ellos. Era lo mismo que cuando alguien iba a una taberna a pasar el rato y no se medía ante las camareras con sus comentarios. ¿Qué importancia tenía que alguien tan insignificante escuchara?

"Oh, pero la tiene, la tiene..."

Traspasada la entrada, viró a la derecha, pasando por el corredor que había entre los jardines y la sala de curas. No paraba de cruzarse con shinigamis que iban de un lado para otro, la mayoría demasiado ocupados como para dirigirle la mirada y percatarse de que no era de su Escuadrón.
Había demasiadas puertas y ella no tenía ganas de ir llamando una por una para averiguar la localización de los dormitorios, así que tendría que pescar un guía. Atenta a cualquier objetivo que pareciese lo suficientemente distraído y débil como para no poder escapar de ella, apoyó la espalda contra la pared y vigiló el tránsito del pasillo. No tuvo que esperar mucho.

-¡Ey, ven aquí!- casi se abalanzó sobre el shinigami, agarrándole con firmeza de un hombro y tirando de él para que la mirase- Estoy aquí investigando el caso del Teniente Katsu, así que vas a cumplir cuando te pregunte algo, ¿estamos?- le asestó una mirada dura y algo amenazadora.- ¿Dónde están los dormitorios, en qué planta? Contesta rápido y no me hagas perder el tiempo.

Si bien Hotaru prefería las misiones más simples, en las que poder pelear sin contenerse y armar jaleo, ya que iba a participar en ésta, se esforzaría en ser útil y hacerlo lo mejor que fuese capaz. "Si quieren que rastree toda la Sociedad de Almas, o que pregunte uno por uno a estos inútiles, lo haré; simplemente no hay nada fuera de mi alcance".

-Y cuando respondas, no te marches. Tengo un par de preguntas que hacerte...

Aquello era como seguir a un huracán. Hotaru destilaba nervio por cada punta de su desgreñado pelo; casi incluso podía sentir como agitaba el aire de los pasillos. Por el contrario, Isono se mantenía calmada y seria, intentando no dejarse contagiar por aquella actitud arrolladora.
Había decido seguirla por una simple razón: los rasos veían y oían lo que se cuece dentro de un escuadrón y que normalmente pasa desapercibido. Los rumores y las opiniones de terceros otorgaban la posibilidad de hacerse una idea bastante acertada de como era la situación; hecho, que con rangos más altos, podría no suceder. Como raso que era, no estaba vinculada a los asuntos de tenientes ni capitanes, pero siempre terminaba escuchando algo y eso, era lo realmente importante.

-¡Ey, ven aquí!-exclamó la enérgica shinigami tirando hacia ella de un pobre desgraciado-. Estoy aquí investigando el caso del Teniente Katsu, así que vas a cumplir cuando te pregunte algo, ¿estamos? ¿Dónde están los dormitorios, en qué planta? Contesta rápido y no me hagas perder el tiempo.

Isono se colocó a su lado, posando la mano con suavidad para retirar la de Hotaru, dirigiéndole una mirada neutra, sin pretensiones ni órdenes implícitas. Aquello no beneficiaba a su labor, si alguien iba causando revuelo pronto todo el mundo las estaría esperando alerta; una actitud menos provechosa que una persona atenta pero no a la defensiva.

-Y cuando respondas, no te marches. Tengo un par de preguntas que hacerte...

El shinigami, con la cara descompuesta retrocedió un paso.

-Si eres tan amable... -concedió con amabilidad y tono frío; el hecho de que lo alejase de Hotaru no significaba que ella no fuera a facilitarle una escapada fácil; necesitaban empezar y aquel pobre perro, era el primero-. Llévanos hasta vuestras dependencias y de paso, te haremos unas cuentas preguntas.

Con un seco gesto de cabeza indicó al shinigami que comenzase a caminar.

-Kawasumi-san, tú primero...

El roce de la mano de Isono, y de la tela que cubría parcialmente ésta, provocó que la shinigami de cabello blanco se la quedara mirando con gesto hosco. Luego, entrecerrando los ojos y girando con brusquedad el cuello al lado contrario, bufó claramente fastidiada por la intervención de la pelirroja.

"Chst... ¿qué se cree ésta? Sólo ha repetido con otras palabras lo que he dicho yo."

Pero sabía que pretendía que no llamasen más de lo debido la atención, cosa que Hotaru encontraba muy enojoso, aunque fuera lo más sensato.

-Tu cortesía me enternece, hermosura- expresó con socarronería al pasar a su lado, colocándose al momento siguiente delante de ella para seguir al shinigami de la Cuarta. Caminaba tan cerca de él que en más de una ocasión le rozó un talón con la punta de los dedos y casi lo hacía tropezar. Y no le quitaba ojo de encima, como si esperase que de un momento a otro fuera a escabullirse por una grieta o una puerta que no hubieran cerrado bien.
Pronto llegaron a unas escaleras, que, según dijo, les conduciría a la planta superior, donde se hallaban las habitaciones. Comenzó el intento de dar una excusa para poder librarse del dúo, pero de inmediato cerró la boca para subir los escalones con la cabeza gacha.

En estas, la mujer decidió aprovechar que iban abandonando el ajetreo de la planta baja para empezar a hacerle alguna pregunta al chico. Aunque parecía un poco memo quizá estuviese enterado de algo.

-Eh, canijo- lo llamó de este modo, pues ni le habían dado tiempo a presentarse- ¿Cómo puede ser que misteriosamente la haya palmado un Teniente a vuestro cuidado y no os enteráseis de nada hasta hace unos minutos? Dicen que fue un tal Kuromachi el que encontró el cuerpo. Y ese gigante de Loki hacía la guardia anterior. ¿Sabes algo de esos tipos? ¿Los ves capaces de matar a alguien indefenso? Ha sido tu Capitán el que nos ha pedido que investigásemos el caso, así que si nos mientes, le estarás mintiendo a él...

Esbozó una sonrisa afilada, permitiéndose por unos instantes dirigir la vista hacia su compañera, que se encontraba unos peldaños más abajo de su posición.

-No tiene sentido cubrir a un criminal, ¿verdad? Tarde o temprano se acaba sabiendo todo.

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[Off Rol]: Ni idea de dónde están los dormitorios, he dicho que en el piso superior por decir. Si eso luego edito mi post cuando se diga dónde se encuentran en realidad.

No era difícil entrever que Kawasumi poseía un temperamento fuerte y voluble, bastó con ver su reacción para darse cuenta de ello.

-Tu cortesía me enternece, hermosura -masculló visiblemente molesta por la intervención de Isono-.

-Me alegro, espero que eso calme tu lengua -le respondió Isono mostrando indiferencia, aunque su tono poseía un matiz irónico-.

Siguieron al raso del cuarto escuadrón, el cual estaba siendo hostigado discretamente por la terrible Hotaru. Al alcanzar unas escaleras, la shinigami comenzóa soltarle una diatriba al cada vez más pálido raso. Escaparía en cuando las hubiera dejado solas. Las amenazas no servían para nada en un caso así: amedrentaban a los testigos y los hacía cerrarse en banda, podría callarse por miedo a meter la pata y la mención a un superior, normalmente era una mala baza para sacar algún tipo de información. En un principio había visto lógico el planteamiento de Hotaru, pero veía que se estaba posicionando por encima de los rasos del escuadrón y eso, podía ser una fuente de problemas en lugar de ayudarlas.

Sabía que su intervención daría pie a otra demostración de la mala eduación de Kawasumi, pero le daba igual siempre que ella fuera el blanco. Personas así, buscaban llamar la atención de una forma u otra, denegársela, era la única forma de calmarlos y plantarles los pies en el suelo.

-Si eres tan amable, nos gustaría echar un vistazo a la habitación -comentó Isono colocándose al lado de Hotaru con la espalda recta y actitud inflexible, aunque visiblemente menos hostil que su compañera-. Sería de mucha ayuda que nos contases lo que pasó tras el descubrimiento del cuerpo y qué personas estuvieron en la zona. Nos ayudaría en la búsqueda y no tendríamos que necesitar de tu presencia... Podrías volver a tus quehaceres habituales, cuanto antes si nos aportas la información que necesitamos.

Debían ir con ciudado. Durante el rato que estuvo en la reunión con los demás, se hicieron acusaciones e insunuaciones poco cuidadosas, pero que abrían muchas posibilidades. Acusar al cuarto escuadrón de ineptitud no sería nada provechoso y pondría a sus miembros en una postura defensiva y poco cooperativa; pero si les hacían ver que estaba allí para quitárles las brasas de la espalda, sacarían más y mejores respuestas.

Con una mano, hizo un gesto discipliente hacia el raso, ofreciéndole abrir el paso hasta la habitación donde había estado el teniente Katsu. Cuando el raso comenzó a subir, miró de reojo a Kawasumi, dirigiéndole una mirada de desacuerdo ante semejante avasallamiento; tras eso, se colocó tras el raso en las escaleras.

Demasiada información, un teniente asesinado, gente que llegaba de todas partes. ¿No causaría el pánico entre los demás el usar a tanta gente para una simple investigación? El teniente de tercer escuadrón se quedó sumido en sus propias cavilaciones mientras mas y mas gente llegaba. Sin duda lo primero que tendrían que hacer era interrogar a los miembros del escuadrón, era muy probable que el asesino fuera uno de los miembros, en ese caso a este le hubiera sido relativamente fácil saltarse la seguridad. Estas cavilaciones (y la ayuda de la somnolencia que se apoderaba de el) la tarea de enterarse de los argumentos y acciones de los demas se hacía realmente complicada.

-Bien, Uller, Horaru-san, vamos. Dijo mirando hacia donde era de esperar que se encontraran estos. Uller seguía allí pero Hotaru... Hotaru ya no. ¿Como podía haberse permitirse no vigilarla? Seguramente ya estaría montando bulla en algun lugar dentro de aquel edificio. Con paso decidido, Lyra entró en las instalaciones del escuadrón, haciendole un gesto a su tercer oficial para que lo siguiera.

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El teniente se adentró en el escuadrón a paso rápido, asomándose por los pasillos buscando a aquella problemática shinigami peliblanca de su escuadrón. Sin duda la conmoción de la muerte del teniente se hacía notar, a pesar de aquellas horas, decenas de shinigamis de rostros pálidos y ojerosos iban de un lado para otro demostrando un denotado nerviosismo aunque Lyra no podía pararse a hablar con cada uno de ellos, su prioridad era hacer lo menores posibles los destrozos que Hotaru pudiera causar en aquellas instalaciones y en los shinigamis que se encontraban en ella, aunque quizás aquella voraz y sarcástica forma suya de actuar sería útil en los interrogatorios.


-No tiene sentido cubrir a un criminal, ¿verdad? Tarde o temprano se acaba sabiendo todo. Al escuchar esa voz saliendo desde uno de los pasillos del primer piso se le erizaron los bellos del brazo, ojala no hubiera hecho nada todavía. El rubio subió medio a trote y se encontró a la Hotaru y otra shinigami que recordaba haber visto en la reunión que se había llevado a cabo en la puerta avasallando a uno de los rasos. Era como la escena poli bueno-poli malo.

-¿Le has sacado algo? Le preguntó a Hotaru en tono severo, acercándose a ella por detrás.

Una mañana ruidosa en el escuadrón después de la movida de la noche. El joven Hiro se revolvía en su cama, se metía debajo de la almohada para evitar el ruido que provocaba las carreras en el interior. Quizá hubiese ocurrido algo, pero tenía ganas de dormir.

Tras varios minutos revolcándose entre sábanas como los puercos en el fango, decidió levantarse y salir de esa especie de arena movediza que le absorbía más y más. Se levantó con parsimonia, se colocó su keikogi, su hakama, y su obi, que no se lo abrochó del todo bien, pero aguantaría un rato, al menos hasta enterarse de qué había pasado.

Hiro era un shinigami menudo, y el traje de shinigami le estaba bastante holgado. No se hacía notar de forma especial en el escuadrón salvo por el brillante color rosa de su pelo. Era una pequeña bombilla entre las filas del cuarto escuadrón. Salió de su habitación, en la planta baja, y caminó tambaleándose por el pasillo sorteando, o más bien siento sorteado por los revoltosos shinigamis.

Al doblar la esquina se vio frente a una shinigami de cabellera nívea con aires de superioridad, como una cabeza más alta que él, y revisando todas las caras de los que pasaban a su lado como si buscase a alguien. Hasta que su mirada se cruzó con la del pequeño Hiro. Él se quedó bloqueado un instante, preguntándose porqué le miraba así. Ella le llamó. Ya no había escape posible...

Se acercó tímido, solo unos pasos y solo le dio tiempo a decir un triste y casi insonoro "- ¿Si...? -", cuando le cogió del hombro y comenzó a avasallarle a preguntas... Hablaba del "caso del teniente Katsu". No parecía entender nada de nada, pero sería mejor seguirle el juego. Sin responder, señaló con un dedo hacia el techo, ya que en las plantas superiores se encontraban la mayoría de los dormitorios. Se le veía terriblemente cohibido, tanto que inconscientemente dio un paso atrás. Y lo peor, es que le había dicho que no se fuera.

Detrás suya venía otra shinigami, que tampoco era de ese escuadrón por lo que parecía. Tenía el pelo de color rojo intenso, y unos ojos verdes, no menos intensos. La hubiera conocido. Ésta fue algo más amable con el chico, aunque más seca y distante que la otra. Sin rechistar, se giró y comenzó a andar hacia las escaleras mientras las dos damas tenían su tenso cruce de palabras. La peli-blanca le seguía de cerca, tanto que le pisó dos veces en un pasillo de treinta metros. Al llegar a la escalera, se giró despacio, con miedo, y anunció - Tengo que hacer algo pero éstas escaleras llevan al primer piso. En el ala izquierda están los... - y ante la presión que ejercía la mirada de la chica, cerró la boca, bajó la mirada y se puso escaleras arriba. Llegando a la segunda planta, se aplacaba el ajetreo, y volvieron las acometidas.

En ese instante empalideció, no parecía estar al tanto del "caso del teniente Katsu" y caminó con su cara de sorpresa hasta el final de la escalera, para apoyarse en la pared de enfrente y dejarse caer hasta el suelo, quedando sentado abrazado a sus rodillas.

Preguntó por Loki y por Kuromachi.
- Kuromachi... no... no se mucho sobre él, solo que lleva ya algún tiempo en el escuadrón. Y Loki no lleva mucho... una semana, o poco más, pero es un bonachón... - y luego preguntó, de nuevo de forma más calmada, aunque igualmente seca, la peliroja. - Realmente, aún no se ningún detalle del "caso del teniente Katsu", en la consejería debe haber información. De todos modos, sé que... ehm... ¿cómo se llamaba...? ¡Ah! Miki, Suzuhara Miki. Él estaba en la guardia nocturna. Se detuvo un momento y levantó la cabeza. Había alguien más que preguntaba discretamente a la mujer agresiva. Hiro apuntó con el dedo al fondo del pasillo a su izquierda. - La penúltima habitación es la suya, aunque quizá esté dormido... -. Siempre llevaba en la cara un gesto tristón, dubitatibo y tenía, desde la noticia de la muerte del teniente, la mirada perdida...


[[OFF:Si vais a el cuarto, y llamáis (si es que llamáis) no os contestarán. Hiro en principio se opondrá a que entreis por la fuerza. Si con to y con eso entráis, no encontrais más que un cuartito simple, pequeño y desordenado, con la cama desecha (aún está caliente, por si a alguien se le ocurre tocarla) y algunos papeles encima de la mesa con información intrascendental sobre no-se-qué-de-cómo-ser-más-alto. Miki no está. Animo chavales ^^]]


PD: Lo dicho, siento el retraso. No os preocupéis por avanzaros en algo, se adaptarme a vuestras condiciones, y lo último que quiero es poneros ahora a cambiar el post. Los post salen como salen y del alma, y modificar alguno suele estropearlo, así que, mientras me sea posible, no os haré cambiarlo ^^ (de todos modos, yo tenía pensado que los dormitorios estarían en el primer piso, pero es media planta de dormitorios, y el otra media de salas de cura en las plantas 1, 2 y 3, y salas de curas en la 4 y la 5.)

Estaba a nada de darse de cabezazos contra la pared por no dárselos a la otra shinigami cuando la voz de su Teniente la hizo reaccionar con un leve respingo y voltearse hacia él. Para ese entonces la cara de Hotaru reflejaba a la perfección su airado estado de ánimo.

-Lo habría hecho si la Belleza Roja aquí presente no estuviese confundiendo al personal- lanzó una mirada acusadora a Isono, que, según le parecía, no hacía más que entorpecer la investigación. "Me encantaría cerrarle la boca..."
Era alguien que se irritaba con facilidad cuando no se hacían las cosas a su modo, pero teniendo a Lyra delante y posiblemente a Uller en camino -el oficial parecía el perro guardián del Teniente de la Tercera División, pues casi siempre le iba detrás-, tendría que intentar controlar sus impulsos si no quería recibir una sanción de buena mañana. "Volvamos al caso".
Cuando quiso darse cuenta, el delgaducho shinigami se encontraba sentado en el suelo, una actitud algo extraña que le hizo dudar todavía más del tipo de gente que trabajaba en aquel Escuadrón. Pero lo importante era que aquel joven no parecía tener mucha idea sobre el asunto. Ya iba a replicarle que no se libraría tan fácilmente de ellos al insinuar que se marchasen a la consejería cuando mencionó a uno de los dos encargados de la guardia nocturna.

-¡Ah!- exclamó, reconociendo el nombre del Suzuhara- Sí, sí, me acuerdo de que mencionaron a ese tipo, pero el encanto de mujer que nos dio la información dejó bien claro que a ese tal Miki y a su compañero los interrogarían ellos- se rascó la cabeza y frunció el ceño. Incapaz de pararse dos segundos a pensar, adelantó a la pelirroja y fue hasta el chico de los cabellos rosados. Habiéndose acuclillado a su lado, le echó un brazo sobre los hombros y lo atrajo hacia así, quedando con los labios a la altura del oído izquierdo del chico.
Miró de reojo a las otras dos personas que se encontraban en aquel momento en el pasillo, antes de hablarle en un tono más bien confidencial y amistoso al sujeto que apenas un minuto atrás había estado avasallando.

-Eh, escucha... ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Drogas? ¿Un ascenso?... Si eres un buen chico y haces lo que te digo seré tu amiga y no te arrancaré la cabeza. Haz memoria, seguro que estos días has visto cosas raras. No temas delatar a nadie, estarás haciendo lo correcto. Dime, ¿qué quieres a cambio? Si hay alguien que te molesta, lo paso a cuchillo por tí. Puedo entrenarte para que dejes de ser un enclenque. ¿Te van las mujeres o los hombres? Porque conozco un par de sitios en el Rukongai a los que seguro te gustaría ir... -le dió unas suaves palmaditas en el hombro que más a mano tenía-. Échanos un cable, chaval. Cuando entre a los dormitorios quiero saber a quién tengo que agarrarle por el cuello y sacudirle hasta que confiese.

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[Off Rol]: Estaba esperando a que Uller posteara, pero como no lo he visto pasarse por aquí... @_@u
P.D:Adoro a Chrona *-* Aoki, ¿me dejas que adopte a Hiro como mascota? xD

La llegada del teniente del tercer escuadrón terminó de dejarle una ingrata sensación. Hotaru le resultaba excesivamente intempestiva, volátil y caprichosa como para una tarea como esa. Tenía la sensación de que no terminarían en nada si hostigaba a la gente del escuadrón, mucho más, cuando parecían que no hacían otra cosa que pisarse los talones. Sabía que no le gustaba, pero le importaba muy poco o nada. No estaba allí para hacer amigos.
La aparición de Lyra sólo incrementó la incomodidad de la shinigami del quinto: estaba rodeada de miembros de un mismo escuadrón, desde luego las tenía todas para perder. Viendo las agresivas reacciones de Kawasumi y su talante hostil hacia ella, estaba segura de que pronto la dejaría al margen, mucho más teniendo a su teniente pegado al culo. Comenzaba a irritarse. Aquello no era más que una estúpida pantomima que no servía más que para llamar la atención.

Se crispó.

Hotaru se acercó al chico y con un tono amenazador comenzó a avasallar de nuevo al chico. Y tiene la desvergüenza de decir que yo confundo al shinigami. ¿Qué cree, qué la cantará sus preferencias sexuales sin más? ¿Qué le dará beneficios? Por favor, sólo un niño caería en un cebo tan mal disimulado,pensó con irritación apretando la mandíbula totalmente disconforme a esa forma de proceder. Era patético, insultante y cuanto menos, ofensivo. El pequeño shinigami no parecía ser de esas personas que guardan ambiciones más grandes que su cabeza, creer de forma tan absurda que le interesarían las drogas o dinero, era simplemente, estúpido. Sus reacciones habían sido de sorpresa y confusión al ver que ajenos al escuadrón investigaban la muerte de Katsu-fukutaicho; quizás le desagrada el asunto o simplemente, lo desanimaban pero no eran alicientes fuertes para cubrir a un supuesto traidor... Pero parecía que la bruta de Hotaru no veía eso.

Cree el ladrón que todos son de condición... pensó confirmado su ya recíproco desagrado.

Dirigió una mirada de soslayo al recién llegado. Denotaba claramente lo malhumorada que estaba por la incesante necedad que demostraba la chica del cabello blanco. Sus ojos, antes tranquilos e indiferentes dejaban un mensaje muy claro: Si no lo haces tú, lo haré yo.

[Editaré este post proximamente, digamos uqe ando algo mal de tiempo ahora mismo, continuad]

- Hum... Bueno... Esto... -

El pequeño dudaba antes de articular palabra. Y la presión que ejercían los "intrusos" no era un aliciente. Para colmo, la agresiva mujer del pelo blanco, comenzó a tomarse confianzas... ¿Dinero?... ¿¡DROGAS!?. Primero, no era algo que interesase al chico, y segundo, era un shinigami del cuarto, ellos manejaban el trafico de drogas en la sociedad de almas... de haberlo, claro, de haberlo...

- Bueno... el caso es que... - comenzaba, aún dubitativo. - El caso es que anoche hubo algo de revuelo. Al parecer hubo un intruso, pero no se mucho más. Como ya les digo, si alguien sabe algo, son Miki y Ren. No tengo más nombres porque no se nada más. Aún ne se nada de todo el asunto... - El chico parecía coartado, y no se sentía mal al delatar a sus compañeros, porque estaba convencido de que no tenía que ver con ellos, y que seguramente, alguien ya estaría preparándose para interrogarles.

Se encogió brevemente, preparándose para la tormenta que podrían desatar las próximas palabras. - No se nada más, lo juro... - y cerró con fuerza los ojos, preparándose para el golpe que parecía probable le llegaría.

[No tenéis mucho más que sacarle al chico, así que id decidiendo qué vais a hacer. Ya sabéis donde está el cuarto de Miki, y si no, pos dejadle y preguntadle a otro. En este piso hay mucho menos trasiego, pero de vez en cuando pasa algun shinigami... y si no, volved abajo y coged a otro, o preguntad en consejería con quien estaría bien hablar o a quién deberíais interrogar... ^^ animo chicos.

PD:Chrona es mía xDDDD]

-Un intruso...- murmuró, escuchando a partir de entonces a medias al chico, que no hacía más que dejar claro que no les aportaría gran cosa. La mujer de cabello blanco frunció el ceño, enfrentándose a una verdad que le era muy difícil de admitir.

"Aahh... vieja idiota. Reconoce que te has equivocado." Aunque era un crío irrespetuoso, Shiroibi tenía razón. Seguía manteniendo que quizá los rasos pudieran tener alguna información de valor, pero les llevaría demasiado tiempo interrogarlos a todos, y debía confesar que ella no era precisamente buena tratando temas tan delicados. Podía seguir sus impulsos como hasta ahora o tomarse el asunto con seriedad de una vez. ¿No se había dicho a sí misma acaso que iba a invertir todo su empeño en solucionar aquel misterio? ¡Joder! No era una descerebrada incapaz de hacer otra cosa que blandir una espada, tenía cabeza y sabía usarla muy bien cuando quería.

Dejando a un lado sus reflexiones y volviendo a la realidad, se dio cuenta de que estaba ejerciendo más fuerza de la considerada con el brazo que rodeaba el cuello del chico. De inmediato aflojó su presa sobre él, no fuera que aquel día tocase investigar más de una muerte.

-Entonces no sabes nada, ¿no?- preguntó una vez más, fijando sus implacables ojos sobre él. Alzó la mano para golpearle en la cabeza, pero lo único que hizo fue revolverle el cabello hasta dejárselo desordenado. Tranquilamente se puso en pie y estiró las piernas, que se le habían adormecido un poco a causa de la postura que había mantenido. Lo miró por última vez, conteniendo la expresión de alguien que le ha dado un sorbo a un té demasiado amargo.- Si nadie quiere hacerte más preguntas, puedes largarte-. Tensó los labios con resignación y añadió con la boca pequeña- Gracias por tu ayuda y todo eso...

Mientras dejaba tiempo a que tanto Lyra como Isono pudieran hacerle alguna pregunta al shinigami de la Cuarta o no, trató de ordenar sus pensamientos y concentrarse en una forma de actuar que les fuera más eficaz que la empleada hasta ahora. Se dio unos suaves golpecitos en la frente con el puño cerrado, considerando la situación.

-Hm... a ver- dijo por fin, dirigiéndose a sus compañeros. Hotaru no hablaba con la misma violencia de antes y, lo que era más sorprendente, parecía estar dispuesta a escuchar sus opiniones, aunque sólo fuera un poco.- Sha, la tía esa que estaba cachas, y uno de los que había también fuera... según ella, iban a encargarse de los que hicieron la guardia nocturna- señaló con un dedo la puerta que daba a la habitación de Suzuhara Miki- vamos, de ése y del otro, de Ren. Sería estúpido interrogar a las mismas personas que ellos; ya vísteis que estaban muy interesados en que nadie que no fuera de su escuadrón metiera las narices en eso.
Creo que deberíamos hacer lo siguiente, por este orden: ver el cuerpo del Teniente, enterarnos bien de la causa de su muerte y con esta información ya decidir a quién vamos a preguntar. No solamente deberíamos fijar como objetivo de los interrogatorios a gente de este Escuadrón. Si tiene... tenía amigos o cercanos podrían contarnos si había alguien interesado en acabar con él.

Ya que se daba por hecho que se trataba de un asesinato, el tipo de arma o método empleado podría darles alguna pista. Imaginaba que no, porque el mismo Murakami había autorizado aquella investigación, pero esperaba que nadie pusiera pegas a la hora de suministrarles información.

-Vamos, que hay que ser más concretos; no podemos ir dando palos de ciego o no terminaríamos nunca.- Estudió los semblantes de la pelirroja y el rubio, por si hubiera en ellos señas de desacuerdo o conformidad- Es lo que haré, a no ser que...- y lo siguiente le costaba bastante esfuerzo de decir- a alguien se le ocurra una idea mejor.

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[Off Rol]: Aoki, ¿la siguiente trama será sobre el tráfico de drogas de la 4ª? Seguro que sí ¬w¬
*Secuestra a Chrona y huye*

Tal y como había esperado, el pequeño shinigami no podía dar más de lo que ya había entregado en aquel acto de descaro y exceso; las insinuaciones de Hotaru sólo sirvieron para acentuar el malestar de Isono con respecto a ese método, poco ortodoxo y de escasa eficacia. Al final, casi apostaba a que la impetuosa shinigami se había dado cuenta de ello cuando el tono de su voz se calmó.

Sabiendo que los miembros del escuadrón interrogarían a sus compañeros, debían girar la investigación hacia otro lado. Kawasumi aportó una idea esencial que podría aportarle información que los tres desconocían: ¿cómo había muerto? Las señales que pudiera mostrar el cuerpo indicarían qué sucedió... si es que alguno poseía los conocimientos apropiados. Isono sería capaz de distinguir un corte de otro, o la trayectoria del mismo, hasta donde clavó y que órganos puso destrozar. Su domonio del zanjutsu era más amplio que un golpea y esquiva.

Sin embargo había algo que comenzaba a crisparle. Fuera quien fuera el culpable, debía seguir dentro del Seireitei. Recordaba el primer día en su escuadrón y la larga conversación con Kato. La piedra del muro que rodeaba el Gotei no permitía manifestaciones ni ningún tipo de manipulación de reiatsu, por lo que el culpable debía seguir dentro, bien callado o escondido en algún lugar. No es que fuera un gran consuelo, pero al menos era mejor que pensar en el Rukongai o más allá.

-Coincido con Kawasumi, el cuerpo nos puede dar la información que necesitamos, aunque también puede abrirnos otras muchas preguntas o dejarnos en un punto muerto -aceptó Isono-. De todas formas, si a los miembros del cuarto se les ocurre ponernos trabas no conseguiremos nada... A menos que preguntemos al resto de la división... aunque no creo que eso nos resulte beneficioso.

La shinigami dejó escapar un profundo suspiro. Su conocimiento de kido no era tan amplio ni tan profundo como el de Corcaigh o su capitán, pero estaba segura de que el culpable seguía dentro. Físicamente era imposible escapar del Seireitei empleando reiatsu, la piedra lo absorvería anulando cualquier efecto... Pero si era un shinigami, bien podría haber salido por la puerta. Cualquier otro tipo de entrada... ¿sería posible abrir una garganta en mitad del Gotei? [color=olive]No, sería demasiado llamativo, se habrían percatado de ello no sólo el escuadrón sino el Gotei entero... Si es un arrancar, podría haber entrado en el Rukongai pero no creo que hubiese logrado cruzar las puertas de entrada en el Seireitei... ¿O sí?/color] pensaba con los brazos cruzados sobre el pecho. En ese momento le hubiera gustado tener a Shihoin cerca para que le diera respuestas.

-Me d ala impresión de que cuanto más preguntes por la división menos obtendremos... Si el culpable sigue por la zona hará que todo el mundo se ponga a la defensiva... -sus pensamientos comenzaban a retorcerse en un mar de dudas y cuestiones que no lograba enlazar-. El culpable debe seguir dentro del Seireitei... El muro le impediría cualquier escape poco convencional y si ha salido por la puerta... es que es un shinigami, no creo que los guardias de la puerta sean tan ineptos como para no saber diferenciar un shinigami de lo que no lo es...

Se llevó los dedos a las sienes.

-Vayamos a ver el cuerpo...

"Ya habéis decidido qué hacer, ahora decidme cómo hacerlo" ^^

PD: Siento el mini-post, pero quería daros pie a continuar por vuestra cuenta... esto va a ser divertido quizá....
PD2: Chrona ya se ha ido... y ni siquiera sabéis su nombre xDDDD (Y no, no podéis volver a meterle en el post... ^^)

Con cariño: Murakami Aoki

Camino de vuelta a la planta baja, Hotaru acomodó su paso al de Isono, prefiriendo intercambiar sus impresiones con ella antes que ofrecérselas a su Teniente, cuya participación estaba siendo más bien escasa.

-Se te olvida que los shinigamis no son los únicos que tienen acceso libre al Seireitei, bonita; ya sabes quiénes son nuestros perfumados vecinos...- dejó caer, haciendo clara alusión a la nobleza.- No resulta tán difícil hacerse con un uniforme, y con todos los rasos que suelen haber de aquí para allá, perfectamente pudo hacerse pasar por uno y merodear por el Escuadrón hasta descubrir en qué habitación tenían a Ryuga, ¿no crees?

Pero le costaba dar con una razón por la que alguno de ellos pudiera tener motivos para asesinar al Teniente. Probablemente era de las personas menos conflictivas que pudiera encontrarse en la Sociedad de Almas, al menos así lo indicaban los comentarios que se habían dejado escuchar alguna que otra vez sobre el fuku-taicho de la Septima División.
Deberían haber dado la orden de impedir que nadie cruzara alguna de las cuatro puertas de la muralla cuando descubrieron el cuerpo, aunque quizá habían sido un poco listos y pensaron en aquel detalle. En caso contrario, ya podrían ponerse a buscar por todo el Rukongai...

-Si no encontramos nada útil aquí, podría servirnos de algo hablar con los Guardianes- seguramente no recibirían más que un par de descripciones vagas sobre el color de cabello y la complexión de los sujetos que hubierna traspasado la muralla, pero todo era intentarlo. Bajando los tres escalones restantes de un salto, se vio inmersa nuevamente en el ambiente ajetreado del nivel inicial del cuartel. -E insisto en que deberíamos conocer qué tipo de personas frecuentaba el muerto-. Encaró a la pelirroja con una sonrisita irónica- Cuántos amiguitos vamos a hacer hoy, ¿eh?

Llegando a la puerta principal del Escuadrón de asistencia médica, justo en frente estaba la consejería. Sin acercarse todavía, la mujer giró sobre sus talones para mirar a sus compañeros. Su expresión era la de alguien que acababa de enterarse de algo bastante obvio.

-Eh... mierda. Se nos olvidó preguntarle al crío de pelo rosa dónde estaba Katsu. ¿Pillamos a otro al que interrogar o nos aprovechamos de la condición de Teniente que tiene Lyra?

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[Off rol]: Escribí el post antes de leer el mp x_x

[Realmente lo siento, no es mi intencion retrasar vuestro rol ni la trama, pero simplemente es que sin ordenador me es imposible colgar los post. Otsuka, perdon por colarme pero si no posteo ahora puedo no poder hacerlo hasta la semana que viene. Saltad mis turnos a partir de ahora.]

El teniente escuchaba atentamente todas y cada una de las conjeturas que sacaban las shinigamis, sin duda eran bastante espabiladas. Realmente no podían sacar muchas cosas en claras de los interrogatorios, era como la pescadilla que mordia su propia cola. Lyra se recostó contra una de las paredes mientras que el visiblemente intimidado raso hablaba. El rubio sonrió para sus adentros, realmente tenía que ser algo terrible ser "acosado" por aquellas mujeres.

"Pobrecillo"

Lyra se incorporó y miró como el raso se marchaba con un gesto pensativo. Otsuka tenía razón, era poco probable que una persona ajena al Seireitei hubiera entrado y asesinado al teniente pero, sin duda, alguien con la información y contactos necesarios como para siquiera haber entrado en el cuarto escuadrón y en la habitación de la víctima tendría los recursos suficientes como para entrar en el Seireitei. Por lo consiguiente, el culpable era otro shinigami e incluso un noble.

"Quizás sabía demasiado..." Se dijo Lyra para si mismo. Finalmente, con un tono tranquilo y serio se digno a hablar.

-Hotaru, ten cuidado con lo que dices, las paredes tienen oidos y esas acusaciones podrían acarrearnos mas de un problema. Le regañó el teniente. ¿Por que no sería como Otsuka? Ella parecía prudente y educada. -En fin, supongo que coincido con vosotras, lo mejor sería ir a ver el cuerpo a la sala de autopsias aunque. Dirigió la vista a Hotaru- es posible que mi rango no sirva como pase de entrada, estamos ante un asesinato que causará mas que rumores y problemas en la Sociedad de Almas. Lyra se tomó unos momentos para pensar. Les habían pedido que investigaran pero... ¿de verdad les facilitarían todos los datos?. -En todo caso, debemos hacernos al menos con el informe de la autopsia.

Por una vez, Isono agradeció que alguien impusiera, aunque fuera poco algo de seriedad en aquel asunto. Estaba convencida de que la clave de la investigación residía en un shinigami, por lo que era muy imprudente ir avasallando a los rasos del escuadrón que estaba siendo investigado. Había demasiadas incógnitas en todo el asunto. De seguir así, se pasarían días dando palos de ciego.

-Podría solicitarle algo de información con respecto a la autopsia a Shihoin-taicho; parecía bastante afectado por al caso y es posible que sepa más que nosotros -sugirió Isono refiriéndose a su capitán-. Es imprudente meter las narices en la sala de autopsias... Una de las shinigamis del cuarto ya dejó bastante claro por qué zonas no debíamos husmear, como los testigos y el cuerpo. El cuarto escuadrón no está siendo especialmente participativo después de todo.

La shinigami con ademanes de capitán colocó un muro que no permitía a nadie pasar que no fuese del cuarto, lo cual, anulaba sus probabilidades de resultar útiles en aquella investigación. Resultaba cuanto menos irónico, que la división que solicitaba ayuda se cerrase en banda a la colaboración; era sospecho y daba una pésima imagen del escuadrón. Pero necesitaban más información. Ellos no eran nadie dentro de aquella división, con lo que no podían exigir. No obstante, una cosa era hacer peticiones y otras que los dejasen al margen sin nada más que un muerto del que no sabían nada. Necesitaban información nueva para continuar con un nuevo perímetro de investigación e Isono no veía razones lo bastante aplastantes como para que nadie se la negase.

-Buscare a mi capitán y le solicitaré información relativa al caso, al menos nos servirá para orientarnos en otra dirección -comentó Isono encaminándose hacia las escaleras donde habían subido-. No creo que nos vayan a decir nada más.

Comenzó a bajar las escaleras con pasos rápidos y firmes. Las supocisiones de Hotaru podían ser ciertas y que algún arrancar se hubiera colado en el Gotei, pero en ese caso, sólo serviría para demostrar la ineficacia de la seguridad con que contaban. No imaginaba que infiltrarse en el Gotei fuera tan extremadamente fácil sin haber dejado una miserable huella. Además era imposible que un arrancar fuera igual a un shinigami, debían existir diferencias más que considerables entre unos y otros; diferencias reveladoras. Debía tratarse de un shinigami, no había más opciones.

-¿Cómo podría colarse un arrancar sin ser detectado? -inquirió con contundencia; no creía en esa opción; la traición también estaba presente en el Gotei y en todas partes de la Soul Society, eran algo tan real como su existencia, la diferencia residía en asumirla como tal y verla como una opción posible-. ¿Acaso el Gotei y su seguridad es tan inútil que no nos hemos percatado?


OFF: lamento el retraso, estoy cogidísima con un resfriado que me tiene muerta, y además estoy liada con mil cosas más.

Tras escuchar hablar a sus compañeros, insistió en lo que había dicho anteriormente:

-¿Quién ha hablado de Arrancar? No, no. Me da a mí que no podrían pasar a la zona del Seireitei, como mucho llegarían al Rukongai, al igual que ha sucedido en otras ocasiones con los hollows. Yo me refería a que aquí, dentro de las murallas, no hay solamente shinigamis, también hay otro tipo de soldados, ¿recordáis? Hay guerreros al servicio de las familias que Wonderwall no quiere que nombre, no vaya a ser que luego no le inviten a tomar el té por culpa de mis suposiciones- se atrevió a decir, pero eso sí, mirando de reojo a su Teniente, que tenía la mano muy larga y en cualquier momento le podía soltar un sopapo-. No todos los que poseen un poder espiritual más alto de lo normal deciden entrar en las Divisiones... Vamos, que la lista de sospechosos puede ser infinita.

Se mordió el labio inferior con rabia, pensando qué podría hacer ella si la pelirroja se iba a hablar con su Capitán. Lo peor era que no les habían dado mucho tiempo y todavía no habían conseguido nada.

-¡Joder!, me cago en estos del Cuarto... ¡¿pero para qué coño nos llaman si son los primeros en ponernos obstáculos!?- explotó. A cada segundo que pasaba le iba pareciendo mejor idea ir partiéndole la cara al personal hasta que alguien soltara prenda.-¿Esque tienes que llevar el puto haori de Capitán para que alguien se digne a decirte algo?

Cerró los ojos y se llevó una mano a la frente. Le era tan difícil contenerse en esa situación que no le extrañaría nada que antes de llegada la hora de comer se encontrase encerrada en alguna celda por mal comportamiento.
Además, seguro que Otsuka aprovechaba para irse con su Capitán y no volvía, dejándolos tirados. Los Escuadrones como el Tercero, que carecían de Capitán, eran sin duda los que peor lo llevaban, y eso que ellos tenían a Lyra como Teniente, pero aun así...

-¿Hm...?- enderezó la cabeza y abrió de golpe los ojos, mirando a su fukutaicho. Él debía saberlo- Oye, Lyra, ¿la División de Ryuga tenía Capitán? Porque de tenerlo le habrían avisado el primero y ya debería llevar rato por aquí, ¿verdad?

Y él podría aportarles alguna información, o dejarles acceder al cuerpo. Y nadie les había prohibido hablar con el Capitán -suponiendo que había uno-, así que no podían llamarles la atención por buscarlo.

-¿Crees que si me hago pasar por uno de sus subordinados y digo que tengo que darle un mensaje urgente soltarán dónde está? Creo que podría funcionar, sí...

Porque incluso en el caso de reconocerla como a un miembro de la Tercera División, hacía poco que había solicitado un traslado de Escuadrón, y si bien se lo habían denegado la semana pasada, era poco probable que lo supieran los que no trataban con la burocracia del Gotei.

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[OffRol] ¡Madre mía, estamos todos resfriados!
Lyra, imagino que sabrás si hay Capitán, como te codeas con la gente importante y eso xD A ver cómo hacemos, ¿abrimos post en otra parte con lo que haga cada uno y luego si eso nos reunimos aquí con la información que tengamos (en caso de que los personajes quieran o los acontecimientos lo permitan, claro)?
Ya me estoy liando...

-No creo que esa opción sea la más adecuada, Kawasumi-san; en todo caso abogaría por un conctato directo... Siempre será más fácil y nos dará muchos menos problemas. Creo ya nos dificulta bastante las cosas investigar un escuadrón como para timar a otro -sugirió Isono desde el otro lado de la escalera-.Además, creo que mi capitán estaba esperando ver a Murakami-taicho, aunque creo que estaba reunido con otro capitán. Supongo el del séptimo.

A Isono también le fastidiaba estar dando palos de ciego alrededor de aquellos poco cooperativos shinigamis; no sólo por lo infructífero de toda aquella parafernalia, sino que hacía que se sintiera como un chucho al que mandaban rastrear algo sin hacer recibido una muestra. La información que se había dado estaba contada con los dedos de una mano, otorgada por los mimebros del cuarto; lo cual, restaba hasta cierto punto, objetividad a toda aquella situación. Tenía la impresión, de que intentaban barrer hacia dentro para ocultar la basura bajo la alfombra. Comprendóa a Hotaru: a nadie le gustaba sentirse un nadie en mitad de algo así.

-Intentaremos hacernos con toda la información posible para poder hacer algo. Buscad si podéis al capitán del séptimo, yo iré a Shihoin-tiacho para pedirle información sobre la autopsia -planteó la shinigami-. Nos veremos fuera del escuadrón en un rato.

Isono se marchó por el mismo pasillo por el que habían venido momentos antes. Quizás el cuarto no estuviera siendo particularmente cooperativo, pero estaba segura de que Kato no le negaría ninguna información si con ello, lograban avanzar algo más. Sólo quedaba dar con el capitán.



OFF: dejo el post momentáneamente para ir en busca de Kato y la información sobre el muerto

Querida Hotaru, vagais tú y tu teniente por el cuarto escuadrón cuando escucháis:

- ¡ALERTA A TODOS LOS SHINIGAMIS DEL CUARTO ESCUADRÓN! EL SHINIGAMI DE NOMBRE SUZUHARA SAKURAI SE ESTÁ DANDO A LA FUGA TRAS ATACAR AL TENIENTE DE LA NOVENA DIVISIÓN. REPITO, EL SHINIGAMI DE NOMBRE SUZUHARA SAKURAI SE ESTÁ DANDO A LA FUGA TRAS ATACAR AL TENIENTE DE LA NOVENA DIVISIÓN... -

Magafonía emite el mensaje.

A vuestras espaldas un tipo enorme se abre paso entre la muchedumbre, dando fuertes pisadas, y sube por las escaleras que habíais dejado atrás... Ya me diréis que haceis, si preguntar, o qué. Si queréis, podéis comenzar los interrogatorios, simplemente mandadme un mp con quien queréis y ya os digo si si, si no, o la condiciones ^^

Ah! Al fondo del pasillo en el que estáis, véis cabizbajo a Hayato. Si queréis hablar con el, postead en este hilo ^^

https://soulsandswords.foroes.org/t842-negligencia-vol-1-post-mortem-trama

animo, y no se me sofoquéis, que ahora voy a ponerme un poco de vuestro lado... voy a dejar de haceros la puñeta... xDDD

Hotaru, estirando con impaciencia de los lazos de su obi, vagabundeaba por la planta baja del Cuarto Escuadrón, unos pasos por detrás de Lyra. A la shinigami no dejaba de sorprenderle la extraña forma de actuar de los que precisamente habían requerido su ayuda. Se preguntaba ahora, mientras observaba con sospecha a todo el que se cruzaba, si Sharessu y los tipos gigantones no tendrían algo que esconder y precisamente por ello los habían mandado a errar con un par de vagas indicaciones.

-Eh, Lyra- pero el trajín por el que se desenvolvían impedía que sus palabras llegasen a oídos del hombre. Se impulsó hacia delante para alcanzarlo y alargó una mano, hasta que sus delgados dedos atraparon el hombro del Teniente. -¿No crees que la pelirroja está tardando mucho? Quizá se ha ido a...

Pero su voz quedó muda cuando el estruendoso mensaje de megafonía reverberó en el edificio. De súbito, todos interrumpieron su labor y guardaron silencio, un silencio que se prolongó no más de un par de segundos, hasta que sus cerebros fueron capaces de asimilar el contenido del comunicado y se hizo el revuelo.
Alguien la empujó y tuvo que sujetarse a su superior para no caer al suelo. El impacto le dejó una huella dolorosa en el brazo. Trató de localizar al agresor, pero los shinigamis que pasaban ante sus ojos iban de un lado para el otro y se confundían entre la multitud a gran velocidad. Escuchó quejidos a sus espaldas y reparó en el hombretón que se abría paso para alcanzar las escaleras. No se le escapó cuál podía ser su posible destino.

-Voy a buscar a Uller- le comunicó a Wonderwall antes de comenzar a separarse de él- ¡Tú ve detrás de ese tío que subió a los dormitorios!- le fastidiaba no ser ella la que siguiera esa pista, pero al fin y al cabo Lyra era Teniente y podría manejar mejor la situación hasta que ella regresara con Uller- ¡La habitación de Suzuhara Miki está ahí!

Con un resuello y despejándose el camino a base de codazos, Hotaru fue hacia la entrada de la División sin entretenerse a mirar a quién pisaba o echaba rudamente a un lado. Escuchó el grito de alguien, iracundo y dolorido, pero lo ignoró.

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[OffRol]: Yo me voy con Isono, y ya veremos si volvemos por aquí o dejamos este tema para Lyra y Uller si vuelven º-ºu