Un nuevo comienzo

Llegó el momento en el que Jack se cansó de dormir lo suficiente como para decidir levantarse de la cama.
Despacio se incorporó, quedándo sentado sobre la cama un rato más antes de ponerse en pie de forma definitiva. Poco a poco se dirigió hacia el pequeño armario que había al otro lado de su habitación, y abrió la puerta del mismo con desgana. Al fin y al cabo, iba a ponerse la misma ropa de siempre.
Tras llevarse un buen rato vendando su torso y sus brazos con toda la perfección posible, se puso su pantalón, y sus botas. No se molestó en recoger la habitación. Total, ¿para qué? Tenía toda la eternidad para hacerlo si algún día le daba por ello. Aunque resultaba algo poco probable.

Salió de su habitación con su gabardina al hombro, no sin antes asearse un poco en el cuarto de baño (a nadie le gusta lucir unas bonitas e incómodas legañas).
Podía ir al laboratorio a seguir con sus investigaciones, pero si mal no recordaba, el "jefe" le había llamado. Podría no ir a su encuentro, pero no tenía nada mejor que hacer, y le pareció un buen momento para hacerlo.
Tras cerrar la puerta de su habitación, camino a través de aquel largo y monótono pasillo que conducía hacia la puerta del despacho de Aaron Smith, fracción de la 12º sección para la que Jack trabajaba. Una vez dejado atrás el pasillo, tenía a su derecha dicho despacho. Al frente estaba la habitación del espada de la sección, una habitación que hacía ya un tiempo considerable que se encontraba deshabitada, y por lo pronto no parecía que la situación fuese a cambiar.

Por último, a su izquierda, se encontraba una puerta corredera doble de metal, acceso a los laboratorios. Jack sabía cual de las tres puertas quería cruzar. Bueno, más bien, sabía cual le apetecía más. Estaba recién levantado, tampoco tenía muchas ganas de pensar ni comerse la cabeza eligiendo un plan atractivo que pudiese entretenerle.

Giró hacia su derecha, y tocó la puerta dos veces, de forma ruidosa. No fue para preguntar si tenía permiso para pasar, si no que fue un aviso para indicar que iba a pasar. Por ello, sus golpes fueron inmediatamente seguidos de un - ¡Paso!.

Jack se apresuró a girar el pomo de la puerta, y abrir la misma. Se adentró en la habitación con desgana, sin dejar de mirar hacia el suelo, cerrando la puerta una vez dentro. Se apoyó en la pared tras ello, y se dirigió hacia su superior, sin levantar la mirada.
- Aquí estoy, plasta. Dime, ¿qué puñetas querías?

Aaron se encontraba tecleando dios sabe qué códigos en el ordenador situado a la izquierda del escritorio, según el punto de vista de Jack. Continuó con su labor durante breves instantes a pesar de los comentarios del recién llegado arrancar.

-Bien, listo-Cerró los archivos con los que estaba trabajando y apoyándose en la pared, se propulsó sobre su sillón de despacho hacia su escritorio para luego guardar algunos informes. En ningún momento hizo gesto relativo a Jack, simplemente terminaría la rutina antes de atender los asuntos por los que el arrancar estaba ahí, los cuales por supuesto eran conocidos por Aaron. Para algo le había llamado.

-Aunque aprecio de veras la labor decorativa que estás desempeñando ahora mismo, no estaría de más que te acercases. Una estatua no piensa, y si quieres ser una estatua puedo arreglarlo...-El sarcasmo flotaba en el aire tan palpable como algodón de azúcar.

-Toma asiento-Dijo ahora algo más amablemente mientras pulsaba un botón en una pequeña consola de mandos del escritorio.

El botón accionó algún tipo de tecnología que provocó que surgiese del suelo un cómodo sillón frente al escritorio del fracción.

-Bien, sírvete algo si quieres mientras te pongo al tanto-Le ofreció señalando a una mesita situada justo enfrente del ordenador, es decir, a la derecha del escritorio mirando desde la puerta.

-Veamos, me imagino, que tendrás algo de idea de la investigación ue tengo entre manos, y si bien no es así solo tienes que leerte los informes colgados en la red de la sección.-Hizo un pausa.

-Por el momento lo único que hemos encontrado es un modo de hacer explosivos y poco más, pero si usamos algo de lógica científica, si los shinigamis sabían del objeto y estaban interesados en él, es probable que sepan algo más; lo cual me lleva al siguiente experimento.

Terminó esta frase con un entusiasmo científico de lo menos reconfortante. Era la típica expresión que te indica que estaba entusiasmado con la idea y que se iba a divertir de lo lindo con la experiencia; claro que nunca se habla de las víctimas de los experimentos; lo cual nos lleva a la 1º regla de la Sección: "Sé útil como científico o serás la coballa"; y por supuesto nadie quiere ser ese animalillo.

-Iré al meollo del asunto. Tengo cantidades industriales de máscaras; ¡Diablos, los hollow huyen de mis ayudantes de laboratorio!¡De los ayudantes!¿Te lo puedes creer?Yo tampoco.-No dejó pausa alguna-

-Pero no me sirven de nada si no tienen proyección de futuro, así que harás lo siguiente: irás a Niza, la liarás un poco, nada grande, lo suficiente para que el shinigami encargado de la ciudad te detecte y vaya por ti pero no tanto que tema por su vida y pida refuerzos. Le das una paliza y lo llevas directamente al laboratorio principal. Me da igual que pierda un brazo o pierna con tal de que llegue vivo.Será como ir al mercadona a por un shinigami,fácil¿ verdad?

-¿Alguna pregunta?

[OFF: Se supone que es una sesión informativa-imperativa por lo que puedes estar sirviéndote algo mientras continua hablando, o simplemente te sientas o lo que sea siempre que concuerde y no llame la atención de Aaron.Ya voy creando el hilo en Europa]

Jack observó como, a pesar de su entrada, Aaron le ignoró por completo, siguiendo con lo que sea que estuviese haciendo. Tampoco fue un gesto que al recién llegado arrancar le molestase. Simplemente continuó apoyado contra la pared, a la espera del algún comentario por parte de su superior. Aprovechó dicho momento para ponerse su gabardina, la cual aún llevaba al hombro cuando entró en el despacho.

Al poco, Aaron formuló algunas palabras dirigidas a Jack, pero éste no lo advirtió. Estaba somnoliento apoyado contra la pared. Si no ocurría algo interesante, era capaz de quedarse dormido. Sí advirtió las palabras - Toma asiento.

Se "despegó" de la pared, y se dirigió hacia el escritorio, levantando por fin la mirada. A los pocos metros se sentó en la silla que emergió del suelo, un truco que al arrancar no le impresionaba en absoluto a estas alturas.

Justo después Aaron le ofreció servirse algo mientras esperaba unos segundos más. Jack no dudó en coger la botella de ron que había sobre el escritorio y darle un par de buenos tragos. Necesitaba algo para despertarse al fin y al cabo, y el ron era una de sus mejores amigos.

Sin interrumpir ni modificar sus gestos faciales, no mostrando ninguna emoción inicial, Jack escuchó el discurso de su "jefe", que se emocionaba conforme iba promulgándolo. Simplemente, el joven arrancar se dispuso a darle un par de tragos más a la botella mientras terminaba de hablar el fracción.

Lo que si hizo moverse de su silla a Jack fue el final del discurso.

- ¿Alguna pregunta?

Jack miró a Aaron indignado. Claro que tenía algo que aportar.

- ¿Convocas al primer arrancar de la sección para una misión de retrasados mentales? ¿Qué carajo pasa contigo? ¿Te crees que soy un inutil? ¡Pués de puta madre, voy a traerte a esa escoria antes de lo que puedas tardar tu en terminarte esta botella! -Dijo el joven arrancar mientras depositaba con brusquedad la botella sobre el escritorio (ya medio vacía).

Se levantó con violencia, mirando a Aaron desafiante, pero luego sonrrió, sin dejar de mirarle.

- Niza, ¿eh? Me mandas a darle una paliza a un gabacho. Al final resulta que tienes detalles conmigo y todo. Pero no creas que voy a cogerte un aprecio repentino por estas cosas. Si tardo más de la cuenta, sabes que es por que me entretengo... con las francesas

Tras esto, se dió media vuelta, y salió del despacho del fracción. Era hora de divertirse liándola un poquito.

Mientras Aaron soltaba su perorata, no puedo evitar fruncir el ceño al ver que su subordinado no usaba un vaso ancho para el ron, ni siquiera un vaso normal; pero le dio un pase.

Y tras terminar de dar las órdenes, se le retorcía el estómago ante el vocabulario empleado por aquella lagartija, pero le dio un pase. Por suerte para Jack, Aaron a veces podía ser bastante paciente, hasta cierto límite.

Saltaba a la vista que Jack era arrogante, maleducado y malhablado. Aaron simplemente esperaba que fuese también eficiente, o en caso contrario se aplicaría la regla nº 1 de la sección.

Estaba en las mazmorras de la 12 sección, experimentando con un shinigami que había cogido prestado de las investigaciones de su fracción. Con una simpática sonrisa de curiosidad, mientras mis ojos brillaban y parpadeaban poco a poco observando al shinigami, un shinigami encadenado por cadenas que evitaban que de él saliera ningún reiatsu, respiraba, tenía pulso, pero se mantenía inmóvil en esa posición de grito mientras ningún mísero sonido salía de su garganta, solo una fuerte respiración. Sin duda causa del dolor de todas las heridas que le había realizado, pero el cuerpo estaba intacto, la respuesta era fácil, un simple jeringa curativa para shinigamis había sido creada por el depresivo arrancar, osease yo, era muy simple, era una vacuna curativa para hollow alterada en unos niveles bastantes básicos a la que le había añadido un gran paralizante que descubrí en otras investigaciones, cuanto más lo hieras más calmado estaría, era el ingrediente perfecto para una investigación.

En ese momento una compañera de sección bajaba rauda a toda prisa, mientras parecía como si estuviera bailando balet al bajar la escalera con su falda de arrancar la cual veía de reojo, y en ese justo momento mis ojos voltearon al suelo dirección a la mesilla donde tenía las otras cinco jeringas, de la voz de mi compañera salían unas animadas palabras a las que ambos sabíamos que no respondería con el mismo tono

- Geo-san, Aaron-sama te ha llamado… te estará esperando en su despacho –

Asentí con al cabeza borrando levemente mi sonrisa, el jefe era una buena persona, bueno… un buen arrancar, nunca le había visto tratar de manera incorrecta a nadie, pero las apariencia podían engañarme, absorto en los pensamientos de las temibles razones por las que podía llamarme Smith-sama agarre las cinco jeringas con ese fluido de color morado oscurecido y las metía en el bolsillo interno de mi chaqueta. Tras esto subí lentamente las escaleras de madera viejas mientras mi mirada permanecía constante siempre en el futuro escalón, apagándose el brillo que hace anda tenía en mis ojos y cambiándolo por una apagada mirada que adornaba tanto mis claros ojos marrones, en el momento que pasaba frente a mi compañera de sección esta cambió su mirada directa hacía mi, no lo soportaba era tan espeluznante todo lo que podía pasar que salí corriendo hacía el despacho del jefe a toda prisa, todo pasaba rápido, la velocidad frenética por los vacíos pasillos, mientras corría y corría, sin prestar atención a nada ni nadie, cuando llegue a la puerta del despacho ese pensamiento volvía a mi de nuevo, peligroso… si Smith-sama estaba enfadado sería más peligroso que mi compañera sin duda, tras un suspiro pegue dos golpes suaves en la puerta avisando de mi entrada mientras la habría sin dar un solo paso, y anunciaba mi entrada con una voz temblorosa y triste mientras mi mirada permanecía en la parte más baja del escritorio de mi jefe, vista que era casi tapada por un elegante sillón.

- ¿M-me, me llamaba Smith-sama? -

A pesar de mi típica mirada fría e indiferente, seguía pensando que Smith-sama estaría enfadado, seguramente porque hacía mucho que no le reportaba ninguna investigación, pero el experimento de la regeneración paralizante me había sido más complicado de realizar de lo que parecía, y entre tantos pensamientos y frías apariencias, allí estaba yo, de pie, esperando que el jefe me diera permiso a entrar a tan elegante despacho

Estaba "trasteando en el gran ordenador de la pared a su derecha cuando por el rabillo del ojo izquierdo vio con se habría su puerta y aparecía un pequeño arrancar de aspecto quizás infantil, el cual parecía estar algo nervioso.Haciendo uso de las ruedas de su sillón de escritorio se reubicó en el centro del escritorio mirando hacia la puerta enfrente suya.

-Geo..., hace mucho que no tengo informes tuyos. Por suerte, soy consciente de todo lo que pasa en mi sección...-Hablaba calmado, mirando fríamente a los ojos de su subordinado, esta vez no sonreía, hablaba con un rostro que parecía inalterable ante cualquier evento.El silencio lleno la sala por unos breves instantes.

-Pero no te he hecho llamar por eso.Pasa y toma asiento por favor.-Ahora si sonreía levemente, como si hubiese estado probando la compostura del titubeante arrancar.Esperó a que Geo se sentase o decidiese donde se iba a quedar y continuó hablando calmadamente.

-¿Conoces a Jack Vesper?-No esperó respuesta alguna.-Es un miembro de esta sección al que le encargué que trajese un shinigami, los que tengo ya no me sirven. Lo logró, pero...parece que otros tres se han unido, me imagino que con intención de rescatarle.

Se que luchar no es lo que más te apasiona, pero apreciaría de veras que bajases a Niza y contuvieses a esos molestos insectos para que Jack pueda cumplir con su misión. Pero no desesperes, ya he llamado a la 9º Sección; mandarán refuerzos, seguramente dos arrancar, con lo que te podrías retirar si te place.

Simplemente, habla con Jack; si desea quedarse a luchar, tráete lo que ha conseguido. Y si por otra parte ve correcto retirarse con la llegada de los refuerzos de la 9º, decide si deseas quedarte o si por otro lado prefieres volver a tus investigaciones aquí

Ahm...ese Jack Vesper, que no te contraríen sus modales, simplemente es brusco,maleducado y no tiene pelos en la lengua. Pero en el fondo en un buen aliado..-Ahora si que dejó un lapso de tiempo suficiente para que el arrancar preguntase, si es que tenía dudas.Si no, el fracción daría permiso para que partiese mediante un gesto con la mano.

Me acerque tímidamente al sillón, mientras me senté levemente muy poco a poco mientras mis apagados ojos se cruzaban por primera vez con los del jefe, dejándolos clavados en esa posición, a pesar de todos los sustos que había pegado mi superior, mi respiración no se altero ni lo más mínimo siguiendo ejemplo de mi rostro, finalmente al sentarme y tras haber pasado con bastante indiferencia todo hasta el momento el jefe empezó a hablar de cosas más preocupantes, mientras lo oía no podía evitar apretar un puño contra el cuero del sofá estrujando esa pequeña zona, siempre era igual, siempre peleando siempre con guerras… pero yo había entrado a esta sección para poder ayudar a todos mis hermanos hollows, así que sin duda eso de cierta forma implicaba matar shinigamis desconsiderados.

Tras dejar acabar a Smith-sama metí mi mano derecha, que hasta ahora había estado tensa, se movió en uno de los bolsillos de mi chaqueta dejando una de las jeringas que había investigado sobre la mesa, cuando le dije a mi jefe con un tono un poco indeciso.

- Smith-sama, escuche que se te acababan los sujetos de prueba, así que pensé un regenerador para shinigamis, en cuanto este fluido contacte con la herida la regenerara, pero paralizara completamente la zona, espero que le sea útil… iba a prepararle el informe cuando me llamo –

Tras esto me levante e incline mi parte superior del cuerpo como despedida respetuosa, para darme la vuelta y dirigirme hasta la puerta, frenándome ante esta y mirando de reojo a mi jefe.

- Smith-sama… si es por un compañero atacado por shinigamis peleare, pero no le puedo asegurar que quede ningún shinigami vivo y solo volveré con mi compañero… –

Tras esto eleve mis manos totalmente perpendiculares con mi tronco para luego moverlas paralelas al suelo una a cada lado, moviendo cada una en dirección a sus correspondientes hombros mientras entre las palmas surgía una pequeña puerta ovalada oscura, una garganta, que encajaba en la puerta del despacho, me adentre lentamente paso a paso y tras mis pasos esta desaparecio.