Buscando el pitapollo de Akira

Viene de aquí

Noriko caminaba de nuevo por estas calles, era de día. Un día cualquiera, pero con un objetivo marcado. Encontrar al pollo de Akira. Y son órdenes de su capitana, es decir, no iba a irse sin que ese pollo estuviese bajo custodia propia.

Era algo difícil, habían pasado quizás unas cuantas horas. Además ni siquiera había pasado por la enfermería, eso ya vendría luego. Después de todo, que clase de shinigami hubiese sido si descansara ahora que su capitana le había encomendado esta misión. Además últimamente le estaba cogiendo mucho más cariño en especial, quizás por los votos de confianza y el entrenamiento, y sin olvidarse claro, del momento relajante en su patio.

Había que ponerse al lío. Los pollos tenían un símbolo del escuadrón debajo del ala. Así que paloma, pollo, ave o cualquier cosa con alas que pululara por allí ella la investigaba. Se sentía algo idiota, ya que la gente le miraba mal cuando cogía esas aves plumíferas…con dueño y las agitaba volteándolas de un lado a otro.

Algunos le llamaban la atención, pero ella simplemente los ignoraba. Algunos con los que veía con intenciones de más contestaban con un “Asuntos de la sociedad de almas”, y se alejaban.

Cansada y agitada, cundo no había terminado de buscar por todo aquel lugar, se sentó sobre un bordillo y comenzó a plantearse la posibilidad de estar dando vueltas en lamisca dirección que aquella ave, o que incluso alguno la tuviese escondida en su casa. Pero debía de continuar, al fin y al cabo si ese pollo explotaba más de uno iba a salir dañado.

Un ave, parecida a las otras cuantas que había investigado, se quedó frente a Noriko, mirándola ladeando la cabeza, al mismo tiempo que Noriko lo hacia en la misma dirección, para luego intercambiar la posición de la cabeza al mismo lado que ladeó a continuación el pollo.

Se dio la vuelta mientras Noriko aprovechaba la situación, se sentía como una leona, como una cazadora y aquello su presa. Estaba agazapada hasta que de un momento a otro saltó sobre éste. El animal era más escurridizo de lo que pensaba ya que salió aleteando sus alas, dejando ver el mismo símbolo que el del ave de Akira. La joven se vio arrastrada por los suelos y con su traje aun más estropeado y rasgado, patinó unos centímetros sobre el suelo llegando a arañarse un poco una mejilla.

Rápidamente se levantó y echó a correr tras el ave, sin perderlo de vista, saltando entre la gente, evadiendo los obstáculos y pasando por debajo de otros. Hasta que al fin se detuvo

- Otra vez no… - dijo con voz agobiada.

De nuevo el ave se había escondido entre dos amigos suyos como ella. La diferencia es que solo uno de ellos era el objetivo. Enfrente de ella dando sobra a estos pollos había una persona, ya lo conocía de antes, al menos el reiatsu le era familiar.

Shuyin Akira sonrió ante la desastrosa aparición de la chica, parecía andar persiguiendo... Sí, un ave, un ave que cual técnica replicante se metió entre dos congéneres... Una capacidad de reacción increíble para tratase de un animal de tan pequeño cráneo.... Fascinante.

"Hey... Buenísimas tardes persigue "pollas"." Mal, la frase había quedado realmente mal... Pero a ciencia cierta, Shuyin estaba en lo cierto... Perseguía un pollo, que era de sexo femenino, y ahora no era uno, si no tres... Y además estaba ante él, aún agachada. Acababa de pasar bajo una tubería a media altura, lo que la dejaba a la altura de...Bueno.

"¿Tan pronto y ya jugando al gato y al gallo? (En clara contraposición al perro y el gato) ¿Tu teniente no te ha dado trabajo? ¡Si quieres te lo doy yo!"

Si, si aceptaba, era una grandísima idea.

"Estoy buscando al ave que se me escapo... ¿Recuerdas? Romualda... No sé por donde anda Norikito, pero, tenemos que dar con ella y llevárnosla rápidamente... He descubierto que el estabilizador energético del avechucho se desestabiliza con el tiempo... y... Si se rompe... Bueno... Puede hacer la descarga...algo más..."peligrosilla"."

Shuyin levantó los hombros en señal de dar resuelta la explicación.

Observó a las tres aves que los observaban... Ambos fijaron sus miradas...Aquellos seres...Posiblemente...tan inteligentes...

"¡FUERA ESPIAS... FUERA!" Gritó espantando a las tres aves, que salieron corriendo calle abajo... A fin de cuentas, Shuyin no podía imaginar que alguno de aquellos seres le pertenecía...

¿O sí?

Noriko alzó la vista, si su cuerpo llegase a tener estrógenos ahora mismo estaría llorando. Se sacudió un poco las telas, ahora su traje era un color gris mezclado con ocre y negro, el blanco de su Obi era de color amarillento.

- Este trabajo es una petición que le hice a mi capitana por mí misma. Debo encontrar tu estúpido experimento antes de que vaya a peor.

Noriko prestó atención a todas las palabras de Shuyin, las oía lentamente, y su gesto iba cambiando conforme iba oyendo aquellas palabras. ¿Es que siempre que apareciera ese hombre iba a sucumbir a alguna catástrofe? ¿Cuándo sería el cataclismo?

- ¡NO! – grito cuando Shuyin espantó todos los pollos que estaban allí, se levantó frunciendo el ceño, apretando los dientes, haciéndolos chirriar mientras se apretaba los nudillos – Tu “polla” estaba entre esos dos, gracias a ti ahora hay que buscarlos…y lo peor es que será juntos. No puedo irme sin saber que esta misión está acabada.

Noriko se fue a perseguir al primer pollo que pudo ver, era bastante gordito y apenas se movía del sitio, sabía que éste no era, al menos ahora le quedaban dos. Lo cogió con ambas manos y se lo pasó a Shuyin Akira.

- Toma este, quédatelo y vete a tu escuadrón, yo buscaré al que está marcado.

Sabía que no iba a deshacerse de aquel pirado tan fácilmente pero aun así no perdía nada por intentarlo. Nadie sabía que es lo que haría con el pobre pollo.

Anduvo por las calles, sabía donde conducían aquellas, a un callejón sin salida. Así que si este no era el pollo que buscaban, tan solo quedaría uno más por pillar.

Shuyin observó sorprendido a la chica, y alzó la voz.
"Que mi polla estaba entre dos ¿QUÉ?" Dijo abriendo exageradamente la mandíbula.

"Fingiré no haberlo oído señorita, aunque esperaba más clase de una shinigami como usted."

Observó como la chica le pasaba un ave gordita, muy pasiva, que le observó con cara de "hornéame otra vez." Shuyin negó con la cabeza.
"Que cruel... Sacrificar al pollo más bellozote tan solo por que ha tenido el valor de quedarse a proteger a sus camaradas... No... Sería un monstruo si lo hiciese... Hay honor... Entre guerreros... Entre hermanos..." El teniente se dio un par de golpes en el pecho y dejó al ave en el suelo... Tenía que seguir a aquella monstruosa chica, a saber que intenciones tenía para y con la vida de aquellos inofensivos animales.

"No puedo irme, no es el mio... Además... imagina que eres una espía arrancar, y estás buscando mi investigación para llevartela a hueco mundo... No podría permitírtelo, es norma de la SS, el pollito (vease la ironía) a de volver al cascarón del que surgió... Y ... Cual ave fénix..." Pensó la respuesta.

"Cual ave fénix nada, no volverá a escaparse..."

Se permitió el lujo de acercarse a un tenderete no muy lejano, mientras Norikito parecía acceder a algún tipo de callejón... Él, por su parte... prefirió comprar algo de pan.
Se dedicó a romperlo en trocitos y guardarlo todo en su bolsillo... "Si la montaña no iba a quienquieraquefuese, quienquieraquefuese iba a la montaña..." ¿O era al revés? Tendría más sentido y poderío desde luego...

"Palomita... tita-tita." Comenzó a cantar detrás de Norikito con voz infantil removiendo algo de pan en la mano.

- Si dices que ese pollo y tu sois hermanos por que no te llevo a ti al sexto escuadrón, quizás a mi capitana se le ocurra que hacer contigo mientras busco más tranquilamente tu investigación.

La joven Noriko acorraló finalmente al pollo en el callejón, mientras escuchaba a Shuyin canturrear, como si fuese un rito…o es que estaba…
Se volteó para mirar que andaba haciendo cuando echaba migajas de pan detrás de ella, miró al pollo que había acorralado, abrió sus alas para correr hacia…quizás…su amo. La shinigami cogió su Zampakutoh y delante del bicho plumífero clavó la espada en el suelo a centímetros de él.

-“…” – un suspiro se escuchó saliendo de su Zampakutoh.
- Lo siento mucho Kosen – dijo inclinándose en una reverencia.

Miró al pollo que estaba temblando y había retrocedido varios pasos. Anduvo unos pocos pasos hacia éste y lo tomó de las patas.

- Os empiezo a coger asco

Miró debajo de ambas alas… no era éste. Lo empujo un poco hacia arriba para que fuese aleteando hasta la otra parte del muro y no pudiese encontrarlo más.
Se giró y allí estaba él. Akira rodeado y semienterrado por muchos pitapollos. O al menos uno de ellos lo era, comenzó a ver como uno de ellos con el símbolo debajo del ala comenzaba a dar vueltas intentando picotear.

- Akira, ahí tienes a tu pollo. – dijo recogiendo su zampakutoh
- “Luego hablaremos”-le susurró con un tono cabreado su zampakutoh

Akira se vió rápidamente rodeado por una marabunta avífera que amenazaba con tirarlo al suelo, tan solo pudo mirar a Norikito y sonreír, sonreír cual gato risón que decía.
"Mira, yo tengo más que tú." Cuan juego infantil se tratase.

Y fue ésta, la que, con un gesto de su mano, le señaló a uno de la marabunta, indicándole que era ese el perteneciente a su escuadrón.

Shuyin lo agarró con rapidez e ilusión, como el niño que agarra el regalo de reyes magos aún envuelto en papel de regalo, y lo apretó contra su pecho ilusionado.

"¡Por fín, por fín te encuentro pollo escurridizo! ¿A donde te me habías ido eh?" Podía verse a simple vista como el abrazo del shinigami se iba cerrando, y el pollo cambiaba su expresión a algo que, quizás, en otro mundo o lenguaje pudiese significar "Auxilio".

Si Shuyin Akira continuaba apretando, estaba claro que a aquel animal no le quedaba mucho de vida.

Y ya era bien sabido que toda muerte en el doceavo escuadrón se celebraba con un gran "Boom".

El aire se enfrío para los shinigamis... Alertando del peligro que, cual muerte con su guadaña, se acercaba lenta, pero inexorablemente.

¿Qué haría Norikito?

Las otras aves parecían asustadas.

Su mano parecía cada vez cerrarse más, como si se tratase de una garra que le costara cerrarse hasta que finalmente quedaba su puño. Era tanto la rabia que contenía dentro de ella. Calma…calma… necesitaba calmarse y antes que calmarse pensar en qué hacer con aquel chalado. Desde luego si liberaba su Shikai y lanzaba rayos a ton ni son, la explosión acabaría por enterrar el rukongai.

Sin embargo si le hacía algo a Akira su zampakutoh automáticamente se liberaría y comenzaría aquella estúpida risa que le prohibía respirar. En aquellos momentos hubiese deseado poder dominar el Kidoh, pero era demasiado arriesgado intentarlo. Un bakudoh para apresarlo quizás bastaría, pero no estaba segura de si surtiría efecto y si alcanzaría al objetivo.

- Se acabó

Noriko rápidamente cogió su Zampakutoh, la desenvainó.

- Ruge Kosen – la espada se iba rápidamente transformando en la espada con motivos sagrados de su Shikai, hasta que quedó la espada pesada en las manos de la joven shinigami – AMAKO NORIKO, SHINIGAMI DEL SEXTO ESCUADRÓN. EVACUEN LA ZONA, HAY UNA BOMBA A PUNTO DE EXPLOTAR – dijo gritando con la voz lo más alta que pudo, escuchaba como la gente se iba corriendo y gritando de las calles, además estaban en la parte más interna del callejón sin salida, no entorpecerían a nadie. – Bunya no kosen.

Y un escudo un poco más alto que Noriko protegió la zona de aquel callejón, quizás no serviría de mucho. Pero al menos podría aminorar el efecto si ella cargaba con toda la explosión. Escudo humano. Y finalmente el pollo explotó

“ZIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII BOOOOOM”


OFF: tu elijes si explota en plumas por ahogamiento o como una bomba. Si quieres cambiar por que al final no explote por que lo liberes antes mándame un pm

"yiiiiiiiiiiiiic" Al abrazo cada vez se estrechaba más y más, la pobre ave estaba cada vez más quieta...un poco más quieta... Totalmente quieta.
Un breve "boom" y Akira se quedó sin nada que sostener en los brazos. Una lluvia de plumas cargadas de un aumento de la gravedad lo hicieron inclinarse un poco.

Su gesto se tornó en fastidio, parecía que el potente Reiatsu de su antiguo capitán aún podía ser un incordio para él.
Las plumas caían como copitos de nieve en la más agradable película romántica, pero, por el gesto en la cara de su pequeña Norikito, imaginó que... Precisamente, romanticismo era todo lo que podía faltarle a aquella particular escena.

Se incorporó con dificultad, controlando la respiración paso a paso, aquella explosión había dejado un tenue humo azul que afectaba como un frustrante aumento de la gravedad, y cada movimiento le costaba un notable esfuerzo, por no hablar de que había olvidado la posibilidad de "saltar" en aquella situación.

Agarró un par de plumas con una sonrísa con su mano diestra, mientras estas caían, y observó a Norikito con auténtica cara de satisfación.
"¿Ves? Si es que los problemas se solucionan solos... Tienes que tomarte la vida con más tranquilidad, y no ir perdiendo y persiguiendo pájaros por ahí." Comentó con tono sabiondo, como si de un maestro se tratase.

Por supuesto estaba dejándole sus culpas humildemente a ella, Akira no era egoísta, y cosas así, podía entregarlas por completo.

Observó a la chica con mirada alegre, casi infantil, mientras esperaba su reacción.

Una parte interna de Akira se preguntaba.

¿Cuanto tardará en intentar partirme la cara?

Quizás no quedase demasiado...

Noriko aun en modo shikai, desactivo el escudo. Todavía se podía notar las chispas y los rayos que salían de su zampakutoh aleatoriamente sin apuntar en ningún lugar tan solo perdiéndose cuando chocaban contra las paredes o el mismo suelo. Esperaba que ninguno le diese a nadie. Estiró su brazo para agarrar a Akira, pero se paró a mitad de camino cuando se acordó de la ultima vez que alguien le dio con una zapatilla en la cabeza.

- Podría haber muerto mucha gente. Incluso nosotros dos. ¿Sabes la cantidad de destrozos que podrías haber ocasionado? Y al final no ha pasado nada. Tendré que informar de esto a mi escuadrón y que tomen la justicia necesaria contigo. No tengo permiso para cobrármela yo por mi cuenta. Si el teniente del 12º no fuese paseando pollos peligrosos y explosivos por el seretei nada de esto habría pasado.

Noriko no se veía muy afectada por la gravedad, ella misma pensaba que estaba perdiendo un poco de fuerzas y debilitándose, llevaba todo del día de un lado para otro, buscando a los pollos y recibiendo no solo explosiones de experimentos si no también varias costillas rotas a cargo de su Capitana Izumi Kaori.

Hizo una reverencia algo más inclinada de lo normal debido a la gravedad alterada.

- Ruego me acompañe al 6º escuadrón para un informe detallado.

Shuyin Akira escuchó las palabras de Norikito con gesto no demasiado convencido, negando con la cabeza (por supuesto) a todo lo que ella decía.
"Si os os hubieseis entrometido la última vez no se me habrían escapado, y sin escape no hay problema, Koki, don limpio, y tú tenéis la misma responsabilidad que yo en esto... De no haber terminado las pruebas de modo satisfactorio, habría sido incluso un derroche de dinero.

En cuanto a los destrozos, el fin justifica los medios Norikito...Es algo que aprenderás con el tiempo." Explicó Shuhyin con el dedo índice de una mano alzado, en señal de enseñanza.

Escuchó la propuesta de la chica, Noriko, y la observó con cara afectada, como si la chica le estuviese gastando algún tipo de retorcida broma.

Shuyin Akira la miró con seriedad, y sonrío de oreja a oreja, con tal ímpetu que pareciérase que iba a rompersele la mandíbula.

"¡No quiero!" Dijo Shuyin Akira en tono alegre, girando sobre sus talones, y echándo a correr con velocidad para alejarse de la chica.

Giró la cabeza, había dos opciones posibles.

En el caso de que la chica lo siguiera, Akira aceleraría, corriendo como si la muerte lo siguiese para tomar su alma.

Si no lo hacía, se escondería tras una esquina, y la seguiría desde lejos...

Se aseguraría de que Norikito regresase bien a su escuadrón.

Veía como el shinigami del 12º escuadrón salía huyendo, si pudiese escuchar desde aquella distancia Noriko no habría dudado en llamarle un “marica” o “nenaza”, pero ya estaba demasiado lejos.

Suspiró profundamente, enfundó su Zampakutoh, desactivando antes el Shikai. Todo estaba en caos, y millones y millones de plumas estaban esparcidas alrededor suya.
Preferiría pasar de los juegos de niños pequeños del teniente Akira, estaba claro que jamás lo iba a pillar, no por que corriese más si no por que seguro que tenía algo preparado, ya no era una persona de fiar para ella.

Se giro hacia la entrada del rukongai, de donde había venido, se sacudió sus ropas y se dirigió a su escuadrón, de nuevo tendría que redactar un informe.

Noriko sigue aquí