El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

En la inmediaciones del Duodécimo Escuadrón, concretamente en la puerta a una de las instalaciones más grandes, se encontraba una persona situada sobre un trozo de papel mientras contemplaba hacia un lado y hacia otro con la mano sobre la frente como si estuviese buscando algo – Creo que me he perdido- Afirmó en bajo el joven de pelo largo e indumentaria shinigami, aunque podía contemplarse un haori de tonos rosas con motivos de pétalos sobre el uniforme, mientras desviaba su mirada hacia abajo exactamente al trozo de papel que no era más que un mapa del escuadrón.

- Tendré que dar una vuelta por el lugar y que me indiquen... - Dijo el moreno suspirando de forma amplia y forzada haciendo que su columna se curvara y su flequillo tapara en parte sus claros ojos azules. Una vez se puso en posición recta inició su marcha hasta que escuchó un ligero rasgado, era el mapa que se había destrozado a sus pies,debido a que se había pegado con el sudor de estos, haciendo que se su cara se esbozara una expresión de terror.

Spoiler:

Kira caminaba pesadamente por los pasillos del doceavo escuadrón, un estúpido vejete con legañas por ojos, había decidido culparla de un experimento en el que él mismo había errado. Podría haberse quejado, pero era su supervisor, y hacerlo habría supuesto tener que llevar el asunto más arriba, probablemente, hasta su teniente.

La idea no le molestaba, siendo el nuevo al cargo como era, probablemente le hubiese hecho luchar contra su supervisor en un combate a muerte, dejándola a ella armada, y a él desarmado para igualar la "diferencia de fuerzas". Pero decidió que, era una probabilidad, entre el millón de probabilidades que había con todo aquel que ocupaba un alto cargo en aquel escuadrón.

Ciertamente, Kira habría ido derechita al onceavo escuadrón, de no haberse negado a seguir la tradición familiar. Todos, absolutamente todos los miembros de su familia habían sobresalido como explendidos guerreros, ella, por supuesto, también. Sin embargo, se cansó de que todo aquel que la mirase viese en ella "la siguiente Zukuya del onceavo escuadrón" por lo que intentó (y sorprendentemente consiguió) entrar en el doceavo hacía tan solo un par de meses atrás.

Había decepcionado a su familia, pero ella, pese a no ser un Genio, se sentía muy a gusto con "algunos miembros" de su elegido escuadrón, era el motivo en el que pensar cuando observaba algunos de los experimentos allí realizados, que podrían hacer a cualquiera poner la piel de gallina.

Resoplando, su hombro chocó con un obstaculo que no había visto, se trataba de un chico con ropajes de Shinigami, moreno, y de larga melena.

"Ups... Disculpe..." Comentó la chica volviendo a la realidad.
Recordó en aquel momento que... Jamás había visto por allí a ese chico, y, de ser un invitado, alguien debería atenderle, de no querer recibir un par de inyecciones cuando su supervisor se enterase del error cometido.
"¡Oye! Esto... Eh... ¿Necesitas algo? Mi nombre es Kira, shinigami del doceavo escuadrón." Y con una pose militar, casi autómata que no pegaba demasiado en aquel lugar, saludó con respeto al desconocido.

Aquel joven de melena morena sintió un pequeño golpe, el cual lo empujó levemente aunque manteniendo su posición, se trataba de una shinigami pelirroja que se presentaba como integrante del Escuadrón donde se encontraba - ¡Oh! ¡Una compañera de Escuadrón! - Exclamó el shinigami con una sonrisa en su rostro poniendo su mano derecha en el hombro izquierdo de la mujer, en señal de confianza un tanto excesiva – Me llamo Tilan y no hace falta más cosa que guiarme por el escuadrón, acabo de llegar al Escuadrón y... Me he perdido y no sé donde está la residencia – Comentó el hombre mientras rascaba su nuca con su mano izquierda, transmitiendo junto con su expresión facial algo de vergüenza.

Parecía que las cosas empezaban a encajar, así que el chico no se había perdido, simplemente había sido asignado a aquel escuadrón. ¡Eso convertía a Kira en superiora del chaval! Sintió unos deseos internos de mandarle algo con voz autoritaria, para que él entendiese por lo que ella había pasado, pero se contuvo, recordando que, más bien, intentaría que el chico NO pasase por lo mismo que ella. A fin de cuentas, llevaba el espíritu de batalla consigo, pero no de la tortura, era algo que no le habían enseñado...Y, allí, se practicaba en exceso.

La chica sonrió al chico, y observó como posaba la mano en su hombro izquierdo, una gota de sudor resbaló por su rostro, tenía mucha suerte de que el teniente estuviese fuera, o, si no, quizás se hubiese dedicado a torturar a uno para ver como reaccionaba el otro... O no, quizás solo se riese de ellos y ordenase a todo el escuadrón que hiciese lo mismo... Paró en seco su mente durante solo un momento, y recordó también que era gracias a aquel sujeto que ella estaba donde estaba. ¿Podía juzgar entonces sabiamente?

"Un placer Tilan... Esto... Cuidado con el gesto." Comentó indicandole la mano en su hombro.
"¡No por mi por supuesto! No me molesta en absoluto... Pero... Hay algunas personas de aquí que... Bueno, van... Van cubiertas de... De veneno vamos... Y... Y te puede salir caro..." Un mes en la enfermería le salió a Kira, y gracias a dios que dieron con el antídoto antes de una semana más.

Se sonrojó levemente, intentando explicar sin palabras a que se debía su advertencia, pero prefirió callarse. Quizás por no saber demasiado bien que decir.
Sonrio al chico y prosiguió explicando.

"¡Vaya! Bueno... El teniente está fuera, y....Y... Ahora mismo no disponemos de un Capitán... De modo que, no habrá nadie para darte un buen recibimiento, aunque supongo que te lo darán cuando estén todos presentes y se enteren, pero... Creo que yo podría enseñarte el lugar, a fin de cuentas, ahora mismo no tengo nada mejor que hacer." Quizás algo más importante, pero no mejor, a fin de cuentas, cuanto más lejos de los laboratorios, mejor. Y el chico era la excusa perfecta.

"¡Ven! Sigueme." Comentó dando un par de pasos hacia atrás y señalando con el dedo hacia el pasillo que se extendía ante ellos.

Si decidía seguirla, la chica se pararía al minuto de comenzar a andar, en una puerta de doble hoja donde, tras introducir un código anormalmente largo (Que Kira tuvo que repetir en dos ocasiones), le enseñaría el primer lugar.

"Este es nuestro laboratorio, aquí investigamos y desarrollamos toda la tecnología de la SS, se encarga únicamente de investigaciones urgentes no orgánicas... También tenemos una sala de sujetos... Pero eso es otro tema..."

La sala era circular, con una escalera pegada a la pared que parecía subir a un segundo piso, y en éste, a un tercero... Se trataba de una construcción en "anillo" donde, salvo la base central, los demás pisos solo contaban con una base de alrededor.

El lugar estaba lleno de murales, con descubrimientos pasados, y nuevas teorías, la mayoría de ellos parecían estar superpuestos a otros anteriores, y presentaban garabatos de rotulador encima, como si alguien hubiese tachado, cambiado, y organizado formulas sobre el mismo.

EN el lugar había además, una veintena de personas pintorescas. Para la cantidad de personas que habia allí, reinaba un silencio sepulcral. si Tilan examinaba más de cerca, podría percatarse de que 19 de los 20 presentes tenían los labios cosidos, por unos hilos de color azul claro tanto peculiares. El último de ellos, un chico de pelo largo azulado, y profundos ojos marrones, miraba a los otros 19, con una mano en la boca, y mordiéndose las uñas casi con frenesí. Parecía ser el encargado de aquella sección, y, también parecía ser el tipo de persona que saltaba ante su propia respiración.

Kira se apoyó en la puerta, y esperó a ver que hacía Tilan, si quería observar algo más de cerca, o examinar más profundamente el lugar, era el momento, si tenía algo que preguntar, desde luego también.