Primer viaje de la 13ª división

Bastian se acercó lentamente y con la mirada baja a las puertas del dangai.
No era ni mucho menos miedo, porque ya lo había hecho algunas veces, el tránsito del mundo de los muertos al de los vivos.
Era algo más como respeto y consideración. Todavía se acordaba de que una extraña sensación invadía su cuerpo cuando traspasaba ese fino hilo que separaba mundos tan distantes. Como si su cuerpo se separara, como si toda su energía se disipara hacia el infinito, para despues volver a concentrarse en un mismo punto de nuevo, como si formara una persona igual a la anterior, como una fotocopia.

No sabía explicarlo demasiado bien, pues ya hacía tiempo desde que realizó aquel viaje por última vez, pero no por ello dejaba de ser algo escalofriante.

Sin mirar atrás, y esperando que sus subordinadas hicieran lo mismo que él, atravesó el portal rápidamente. Cuanto antes terminara aquel paso, antes estarían en el mundo humano.

Aquel lugar me producía escalofríos, Sentía mi cuerpo extraño, pero aun no sabia que es lo que me producía esta sensación. Nervios? Miedo? ...

Nunca antes había realizado este viaje, me marearía? rompí en carcajadas al imaginarme millones de posibilidades. Mire a mi capitán, quizás se enteró de mi risa, quizás le molestó, quizás paso desapercibida, o quizás se pensó que estaba loca, mi primer viaje y comienzo a reírme.

Cuando mi capitán entro en el portal sin mirar atrás me quede desconcertada, no dijo que le siguiéramos, tampoco que le esperásemos, en mi opinión había salido muy deprisa, tras mucho darle vueltas al asunto yo también decidí entrar en él.

Aquello era tal y como le habían enseñado en la academia, realmente era imposible sentirse bien allí, incluso nuestro capitán parecía incomodo allí.
Un escalofrio recorrió mi espalda, obligandome a cerrar los ojos, al abrirlos Chiesa-Sama había atravesado el portal, ¿que remedio me quedaba? me sentia mal, incluso con ganas de llorar, pero al menos ese sentimiento se me iba cuando estaba junto a Chiesa-Sama, me tranquilizaba, inspiraba respeto... pero se veía bondad y generosidad en él, además era uno de los capitanes mas fuertes según le habían enseñado, un paso mas... solo un paso mas y allí estaría junto a el. la otra chica se había adelantado por desgracia había olvidado su nombre, se me daba fatal recordar nombres, incluso cuando algún familiar nos visitaba la mayoria de veces no recordaba sus nombres... pero bueno ya habrá alguna oportunidad de conocer su nombre de nuevo supongo, me limité a dar ese paso decidido, visitaria el mundo humano por fin.

Un inmenso corredor subterráneo con paredes de tonos violetas y textura gelatinosa, con una persistente neblina oscura alrededor y un suelo en el que parecen existir centenares de huesos. Se asemejaba en más de un sentido a un ser vivo, al estar en continuo movimiento, eso fue lo que encontré, ¿eso era el dangai? corrí a toda velocidad al otro extremo... llegando hasta el otro portal lanzandome casi de cabeza, no me gustaba ese sitio, así que cuanto antes me reuniese con mi capitán antes estaría con esa sensación de seguridad.