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Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
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Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
*Nota: Este tema está abierto para la Fracción de Enjeru, entrar con precaución*
- ENJERU SAMA!!! -La voz aguda de Etter le llegó lejana, como si la arrancar estuviera terriblemente lejos aunque en su interior sabia que estaba justo a su lado tratando de despertarla. Genial, ahora tendria que ponerse a cocinar el antidoto para curarlas... les habia dicho que se mantuvieran lejos.
-------------------------------------
Las arenas del desierto se habian arremolinado sobre las tres mujeres mientras estaban en una de las caminatas matutinas de la recien nombrada Espada. Etter como siempre andaba dando saltitos y hablando sin parar mientras que Aerea permanecia en la retaguardia con su tipíco silencio. Las caminatas se les habian hecho más largas tras la muerte de Raven pues por aquellos días cuando el Hueco Mundo andaba del revés parecia que de alguna manera les quedaba muchisimo más tiempo, o quizá solo era que Enjeru se negaba a entrar en la antigua sección 2 y buscaba mil excusas para estar fuera de El Amanecer lo más que pudiese.
- Hyuuu!! Enjeru... No puedo ver nada con esta arena -
- Hollow -
- Quéeeeeeeeeeee?... no las escuchó!! -
- Que es un hollow, estupida- la fria voz de Aerea se escuchó en el mismo instante en que aparecia al lado de su inseparable compañera y la empujaba hacia un lado para impedir que una enorme mano salida de entre el remolino de arena la atrapara.
- ES ENORME!!!- la chica de cabellos rosados trataba de ver entre la arena pero solo podia sentir el reiatsu aplastante.
- Son varios Etter, son varios - dijo como toda aclaración su "hermana" de negros cabellos mientras volvia a agarrarla por la camisa y la llevaba hacia otro lado esquivando una vez más el agarre.
Por su lado la joven Espada mantenia sus ojos cerrados para evitar que la fina arena le causara algún daño y seguia la presencia de los hollow que las estaban rodeando. Se movian a gran velocidad para ser tan grandes como eran, juraria que alcanzaban el tamaño de Menos Grandes. Ella lo sabia, uno de los peligros de caminar pro el desierto era atraer a hollows hambrientos que en su necesidad de devorar almas no hacian distinción entre rangos o razas. Gillians, si, eso eran... 5 enormes Gillians terriblemente hambrientos y ellas eran sus presas, que delicioso podia oler el alma de un arrancar aunque támbien oliera a muerte.
Enjeru no borró por un solo instante su sonrisa aunque el vacio que despedian aquellos gillian empezaba a causarle presión sobre el estomago, tenia que deshacerse de ellos antes de que sus sentimientos intensos acabaran con su propia cordura. Con un sonido se alejó del torbellino ubicandose en la parte más alta de una de las montañas como pilares que decoraban el desierto, en la roca más cercana aparecieron Etter y Aerea, la primera bañada en llantos y pataleando porque tenia los ojos llenos de arena.
- Son muchos Enjeru-Sama, quizá seria un buen momento para entrenar, sabe que son vacios y solo buscan alimentarse así que solo queda destruirlos o dejarse devorar -
- AWWW!! yo sé que sufre y así pero no se deje comer Enjeru-San!!! - la voz de una enceguecida Etter llenó todo como un eco... dejarse morir... se habia preguntado si ahora que Raven no estaba valia la pena seguir, si ahora que Lucyus habia desaparecido valia la pena dejar que su "corazón" siguiera latiendo.
Vió tres enormes manos salir del remolino de arena y ceñirse sobre ella directamente, por supuesto, era el plato más delicioso allí - Alejense - Si, quizá deberia entrenar, ser mejor para honrar la memoria de quien la habia hecho arrancar. Porque era debil no habia podido proteger a su Espada y lo habia perdido, ahora tenia que hacerse fuerte. Suponia que sus recien adquiridas fracciones habian recibido la orden y se habian alejado, no gustaba de repetir las cosas ya que de por si no gustaba de hablar - "Eleva tus alas, Angel Caido" - La terrible explosión de reiatsu barrió con el torbellino de arena separando a los Gillian y exparciendolos por doquier, dejandolos atontados por unos instantes. El movimiento de la Espada al sacar su Zanpakutoh habia sido más rápido que las manos en su intento de apoderarse de ella. La hermosisima figura estaba ahora elevada en el aire mientras sus ojos rojos como la misma sangre observaban a los Gillian ponerse en pie, sabia que el efecto de Purgatorio no se empezaria a notar en ellos hasta despues de un tiempo, ya que aunque fueran un poco estupidos tenian muchisimo reiatsu.
Se lanzó sobre uno de ellos, sus garras al frente, de un solo tajo le cortó uno de sus brazos. Mientras este se lanzaba hacia atrás se giró para recibir el agarre de un segundo y atravezarle la mano abriendose paso entre esta. Los gemidos comenzaron a llenarlo todo. Pensar que ella misma habia sido parte de una aglomeración de hollows tan grotesca como aquella, seres sin consciencia individual guiados solo por las ansias de devorarse unos a otros. Un golpe directo al costado la hizo atravezar un par de rocas sintiendo como una de sus costillas se rompia. Se mordió el labio inferior, estaba demasiado distraida y no era algo que se pudiera permitir.
Se habia puesto de pie una vez más aún apesar del dolor puzante en su interior. Abrió la boca emitiendo un delicado gruñido, más parecido al de un gato listo para pelear y con un sonido se lanzó de nuevo hacia los Gillian. Su cola se movió como un latigo rompiendo en el rostro deforme de uno de los hollow mientras sus garras desgarraban la garganta de otro de ellos. La Espada se movia con agilidad demostrando una gran flexibilidad mientras su cuerpo, un arma mortal se dedicaba a destruir a los Gillian, sin embargo eran tantos y tan enormes que sus ataques podian parecer simples cosquillas para aquellos seres.
- Hyuuuu!!! Enjeruuuu *-* daleeeee!!! -
La voz de Etter le llegó tan cerca que se giró bruscamente a mirarla, lo primero que notó fué el delicado rostro marcado por una mancha negra.... Maldita sea!... no solo le habian desobedecido, o se habia apurado demasiado... si no que se habia desconcentrado... El golpe la clavó de lleno contra la arena del desierto y tras esto sintió el peso entero de uno de los gillian sobre ella, la tenia acorralada con su pata y ponia todo su peso sobre ella si no hacia algo iba a reventarle todos los huesos. Su reiatsu volvió a aumentar haciendo que la arena a su alrededor y las rocas más pequeñas se elevaron, algunos de los Gillian se vieron obligados a dar varios pasos atrás aunque el que la tenia entre sus garras se mantuvo. Hizo fuerza hacia arriba buscando un escape. No fué si no hasta que uno de los Gillians, el más herido de todos, aquel al que le habia tajado el cuello, cayó sobre el que la oprimia que pudo elevarse sobre el cielo... El Purgatorio estaba empezando a causar efecto, debilitandolos.
Su cuerpo dolia, aquello iba a dejar un buen par de marcas por unos días. Las emociones de los Gillian comenzaban a ser más intensas a medida que el hambre aumentaba a causa del daño que la técnica de la Espada les causaba. Enjeru comenzó a sentir que perderia la razón - Largense - advirtió mientras uno de los Gillian se hacia polvo, el más debil, el que siempre se habia mantenido atrás. El rostro dulce comenzó a endurecerse, los ojos se iban poniendo vacios de toda emoción y solo habitaban las ansias. No soportaba la presencia de dolor cerca a ella, aquel vacio la estaba conduciendo a perder la cordura.
Se aferró a la poca que aún le quedaba y con sus garras desgarró la cabeza de dos de los hollow dejando de pie solo dos de ellos. Un cero le rozó el rostro dejandole una herida en el mismo que sangró de inmediato, sin embargo, esa habia sido una jugada arriesgada para el debilitado gillian que cayó al suelo para deshacerse un poco despues. Solo quedaba uno.
- Enjeru-Sama - la voz fria de Aerea la llamaba, habia un extraño timbre de preocupación en este, algo no común en la fria arrancar. Pero Enjeru sabia lo que era así que permaneció atenta al único hollow aún de pie, las manchas negras cubrian casi todo su cuerpo y aún así seguia de pie. Se lanzó de frente para culminar el ataque atravezandolo de lado a lado pero un cero la sacó de foco golpeandola de lleno. El hollow explotó en millones de particulas espirituales mientras la arrancar caia en una semi inconsciencia.
*Explicación, el principio del post es lo más actual de la narración... en el momento en que Enjeru cae por el golpe del Cero Etter lanza el grito*
- ENJERU SAMA!!! -La voz aguda de Etter le llegó lejana, como si la arrancar estuviera terriblemente lejos aunque en su interior sabia que estaba justo a su lado tratando de despertarla. Genial, ahora tendria que ponerse a cocinar el antidoto para curarlas... les habia dicho que se mantuvieran lejos.
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Las arenas del desierto se habian arremolinado sobre las tres mujeres mientras estaban en una de las caminatas matutinas de la recien nombrada Espada. Etter como siempre andaba dando saltitos y hablando sin parar mientras que Aerea permanecia en la retaguardia con su tipíco silencio. Las caminatas se les habian hecho más largas tras la muerte de Raven pues por aquellos días cuando el Hueco Mundo andaba del revés parecia que de alguna manera les quedaba muchisimo más tiempo, o quizá solo era que Enjeru se negaba a entrar en la antigua sección 2 y buscaba mil excusas para estar fuera de El Amanecer lo más que pudiese.
- Hyuuu!! Enjeru... No puedo ver nada con esta arena -
- Hollow -
- Quéeeeeeeeeeee?... no las escuchó!! -
- Que es un hollow, estupida- la fria voz de Aerea se escuchó en el mismo instante en que aparecia al lado de su inseparable compañera y la empujaba hacia un lado para impedir que una enorme mano salida de entre el remolino de arena la atrapara.
- ES ENORME!!!- la chica de cabellos rosados trataba de ver entre la arena pero solo podia sentir el reiatsu aplastante.
- Son varios Etter, son varios - dijo como toda aclaración su "hermana" de negros cabellos mientras volvia a agarrarla por la camisa y la llevaba hacia otro lado esquivando una vez más el agarre.
Por su lado la joven Espada mantenia sus ojos cerrados para evitar que la fina arena le causara algún daño y seguia la presencia de los hollow que las estaban rodeando. Se movian a gran velocidad para ser tan grandes como eran, juraria que alcanzaban el tamaño de Menos Grandes. Ella lo sabia, uno de los peligros de caminar pro el desierto era atraer a hollows hambrientos que en su necesidad de devorar almas no hacian distinción entre rangos o razas. Gillians, si, eso eran... 5 enormes Gillians terriblemente hambrientos y ellas eran sus presas, que delicioso podia oler el alma de un arrancar aunque támbien oliera a muerte.
Enjeru no borró por un solo instante su sonrisa aunque el vacio que despedian aquellos gillian empezaba a causarle presión sobre el estomago, tenia que deshacerse de ellos antes de que sus sentimientos intensos acabaran con su propia cordura. Con un sonido se alejó del torbellino ubicandose en la parte más alta de una de las montañas como pilares que decoraban el desierto, en la roca más cercana aparecieron Etter y Aerea, la primera bañada en llantos y pataleando porque tenia los ojos llenos de arena.
- Son muchos Enjeru-Sama, quizá seria un buen momento para entrenar, sabe que son vacios y solo buscan alimentarse así que solo queda destruirlos o dejarse devorar -
- AWWW!! yo sé que sufre y así pero no se deje comer Enjeru-San!!! - la voz de una enceguecida Etter llenó todo como un eco... dejarse morir... se habia preguntado si ahora que Raven no estaba valia la pena seguir, si ahora que Lucyus habia desaparecido valia la pena dejar que su "corazón" siguiera latiendo.
Vió tres enormes manos salir del remolino de arena y ceñirse sobre ella directamente, por supuesto, era el plato más delicioso allí - Alejense - Si, quizá deberia entrenar, ser mejor para honrar la memoria de quien la habia hecho arrancar. Porque era debil no habia podido proteger a su Espada y lo habia perdido, ahora tenia que hacerse fuerte. Suponia que sus recien adquiridas fracciones habian recibido la orden y se habian alejado, no gustaba de repetir las cosas ya que de por si no gustaba de hablar - "Eleva tus alas, Angel Caido" - La terrible explosión de reiatsu barrió con el torbellino de arena separando a los Gillian y exparciendolos por doquier, dejandolos atontados por unos instantes. El movimiento de la Espada al sacar su Zanpakutoh habia sido más rápido que las manos en su intento de apoderarse de ella. La hermosisima figura estaba ahora elevada en el aire mientras sus ojos rojos como la misma sangre observaban a los Gillian ponerse en pie, sabia que el efecto de Purgatorio no se empezaria a notar en ellos hasta despues de un tiempo, ya que aunque fueran un poco estupidos tenian muchisimo reiatsu.
Se lanzó sobre uno de ellos, sus garras al frente, de un solo tajo le cortó uno de sus brazos. Mientras este se lanzaba hacia atrás se giró para recibir el agarre de un segundo y atravezarle la mano abriendose paso entre esta. Los gemidos comenzaron a llenarlo todo. Pensar que ella misma habia sido parte de una aglomeración de hollows tan grotesca como aquella, seres sin consciencia individual guiados solo por las ansias de devorarse unos a otros. Un golpe directo al costado la hizo atravezar un par de rocas sintiendo como una de sus costillas se rompia. Se mordió el labio inferior, estaba demasiado distraida y no era algo que se pudiera permitir.
Se habia puesto de pie una vez más aún apesar del dolor puzante en su interior. Abrió la boca emitiendo un delicado gruñido, más parecido al de un gato listo para pelear y con un sonido se lanzó de nuevo hacia los Gillian. Su cola se movió como un latigo rompiendo en el rostro deforme de uno de los hollow mientras sus garras desgarraban la garganta de otro de ellos. La Espada se movia con agilidad demostrando una gran flexibilidad mientras su cuerpo, un arma mortal se dedicaba a destruir a los Gillian, sin embargo eran tantos y tan enormes que sus ataques podian parecer simples cosquillas para aquellos seres.
- Hyuuuu!!! Enjeruuuu *-* daleeeee!!! -
La voz de Etter le llegó tan cerca que se giró bruscamente a mirarla, lo primero que notó fué el delicado rostro marcado por una mancha negra.... Maldita sea!... no solo le habian desobedecido, o se habia apurado demasiado... si no que se habia desconcentrado... El golpe la clavó de lleno contra la arena del desierto y tras esto sintió el peso entero de uno de los gillian sobre ella, la tenia acorralada con su pata y ponia todo su peso sobre ella si no hacia algo iba a reventarle todos los huesos. Su reiatsu volvió a aumentar haciendo que la arena a su alrededor y las rocas más pequeñas se elevaron, algunos de los Gillian se vieron obligados a dar varios pasos atrás aunque el que la tenia entre sus garras se mantuvo. Hizo fuerza hacia arriba buscando un escape. No fué si no hasta que uno de los Gillians, el más herido de todos, aquel al que le habia tajado el cuello, cayó sobre el que la oprimia que pudo elevarse sobre el cielo... El Purgatorio estaba empezando a causar efecto, debilitandolos.
Su cuerpo dolia, aquello iba a dejar un buen par de marcas por unos días. Las emociones de los Gillian comenzaban a ser más intensas a medida que el hambre aumentaba a causa del daño que la técnica de la Espada les causaba. Enjeru comenzó a sentir que perderia la razón - Largense - advirtió mientras uno de los Gillian se hacia polvo, el más debil, el que siempre se habia mantenido atrás. El rostro dulce comenzó a endurecerse, los ojos se iban poniendo vacios de toda emoción y solo habitaban las ansias. No soportaba la presencia de dolor cerca a ella, aquel vacio la estaba conduciendo a perder la cordura.
Se aferró a la poca que aún le quedaba y con sus garras desgarró la cabeza de dos de los hollow dejando de pie solo dos de ellos. Un cero le rozó el rostro dejandole una herida en el mismo que sangró de inmediato, sin embargo, esa habia sido una jugada arriesgada para el debilitado gillian que cayó al suelo para deshacerse un poco despues. Solo quedaba uno.
- Enjeru-Sama - la voz fria de Aerea la llamaba, habia un extraño timbre de preocupación en este, algo no común en la fria arrancar. Pero Enjeru sabia lo que era así que permaneció atenta al único hollow aún de pie, las manchas negras cubrian casi todo su cuerpo y aún así seguia de pie. Se lanzó de frente para culminar el ataque atravezandolo de lado a lado pero un cero la sacó de foco golpeandola de lleno. El hollow explotó en millones de particulas espirituales mientras la arrancar caia en una semi inconsciencia.
*Explicación, el principio del post es lo más actual de la narración... en el momento en que Enjeru cae por el golpe del Cero Etter lanza el grito*
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
El viento corría intempestivamente sin contemplaciones ni descanso en los vastos desiertos del Hueco Mundo, un lugar en el que el tiempo es relativo. Uno podría suponer que era de noche dada la perpetua oscuridad que reina la lo largo y ancho de todo el territorio, no habría ninguna señal en lo absoluto que guíe o haga pensar a alguien que era de mañana, el sol era inexistente en ese lugar, la luz en general era un recurso extremadamente escaso, era un lugar verdaderamente lúgubre y sombrío. El palacio de los espada, El Amanecer se encontraba muy lejos y el desierto se había convertido en un lugar inhóspito y rara vez transitado por casi ningún ser a excepción de poquísimos Menos Grandes y algunos Gillians.
Kyosuke había decidido emprender una caminata a través de las llanuras arenosas del desierto del Hueco Mundo en medio de la soledad, atrapado en la inmensidad de la nada sin compañía alguna; era solo el y la vacuidad. En esos tiempos no había muchas cosas que hacer y menos alguien con quien estar, Kyosuke era un arrancar bastante peculiar, el disfrutaba mucho andar con sus camaradas y su personalidad cómica, sarcástica y burlesca solo hacían mas difícil el hecho de no tener a nadie cerca. Esto también era un problema para el, mientras caminaba a través de un pequeño monte de arena blanquísima comenzó a recordar la última vez que estuvo en compañía de alguien, en compañía de alguien que pudiera llamar amigo. Para los arrancar el significado de la palabra amigo y amistad es prácticamente desconocido, el preponderante individualismo que esta arraigado en lo profundo del ser de cada arrancar hace esto mas difícil, las ansias de alimentarse sin límite, la profunda competencia entre ellos hace que la amistad sea un hecho o sentimiento tan etéreo y lejano que nadie se preocupa en tratar de alcanzarlo. Kyosuke recordó el hecho que había cambiado su existencia por completo que coincidentemente también fue la ocasión donde perdió a su último amigo.
Flashback
Fue hace muchos años, los suficientes como para que Kyosuke olvide el número exacto de ellos, en cuanto a las circunstancias, estas se fueron dando por obra del destino y no hubo forma posible de evitarlo. Kyosuke estaba explorando el desierto con Vonn, un arrancar con el que formaba sociedad para ir devorando almas matando a todos los otros tipos de hollows que estuvieran en su camino haciéndose cada vez mas poderosos, en realidad mas que una sociedad era una amistad, la convivencia del día a día los había vuelto inseparables además ya se habían salvado mutuamente de una muerte segura en mas de una ocasión; Kyosuke había adoptado un poco el papel del lider, lo cierto era que Kyosuke si era poseedor de mas poder que Vonn y el simplemente dejaba que Kyosuke fuera su lider. La forma en que ellos se conocieron fue precisamente en busca de alimento, dada la naturaleza amigable de Kyosuke y al ver que no era necesario pelear por el Menos Grande que yacía muerto esperando por ser devorado, se lo cedió a Vonn, a partir de ese momento cazaron “comida” juntos cada vez que fuera posible. En esa oportunidad, sin embargo, la suerte no estuvo de su lado, ellos caminaron por un sector muy apetitoso pero peligroso a la vez, una zona plagada de Gillians siendo ellos todavía arrancares jóvenes e inexpertos. Eran impulsivos por eso no se tomaron mucho tiempo para pensar si irían alli o no, la respuesta afirmativa llegó apenas unos segundos después. Se adentraron en aquel territorio sin pensar mucho en las consecuencias, los Gillians los superaban numéricamente en gran cantidad pero ellos habían diseñado una buena combinación; los poderes electro-magnéticos de Kyosuke y los poderes del dominio del metal de Vonn eran un complemento casi perfecto, ese día en particular las cosas no salieron bien. Kyosuke y Vonn empezaron un ataque simultáneo en forma separada con gran velocidad y los Gillian se aglomeraban a su alrededor, Vonn estaba a punto de iniciar con una de sus técnicas cuando mas Gillians fueron contra el, Kyosuke por su parte estaba ocupado con una buena cantidad de Gillians y ayudarlo en ese momento simplemente no era posible; de un momento una inmensa luz roja tiño el cielo de color rojo, varios Gillians habían lanzado unos ceros contra Vonn a la misma vez impactándolo sin remedio.
-Kyosuke!!!!- grito Vonn con desesperación, este al oír la voz de su compañero trato de encontrarlo en medio de la mar de Gillians que estaban en su camino, hizo varios sonidos hasta poder tener visión de el luego se acerco y la visión que se alzaba ante sus ojos fue espantosa, Vonn yacía casi inerte a la merced de varios Gillian sin forma de defenderse por si solo, Kyosuke hizo un sonido mas para poder alcanzar a Vonn, una vez hubo llegado al lugar tenía que tomar una decisión, solo no era posible vencer a tantos Gillian por mas poder que tuviera así que recogió el cuerpo sangrante al borde de la agonía de Vonn y cargándolo hizo varios sonidos consecutivos tratando de escapar. Llegaron unos cuantos metros más allá a un lugar que al parecer estaba mas vacío, para su sorpresa repentinamente otros Gillians se hicieron presentes en ese lugar, lo que le dijo Vonn a continuación sorprendió inclusive mas a Kyosuke…
-Mátame…utiliza “Expansión” y sálvate tu… prefiero que me mates tu antes que estas asquerosas criaturas me devoren, tampoco puedo dejar que te sacrifiques por mi estando yo en este estado, asi ya no valgo nada, no puedo ni ponerme en pie mucho menos empuñar mi espada así que… mátame tu, te lo pido…-
Kyosuke tuvo que tomar la decisión rápidamente, los Gillians no esperarían a que tome su tiempo para pensar acerca de esta, el instinto de supervivencia y el deseo de complacer a su amigo en esta oportunidad eran comunes y coincidentes, asi que Kyosuke complació a su amigo y concentró todo su poder eléctrico por un momento para luego liberarlo literalmente calcinando todo a 100 metros a la redonda. Kyosuke se había salvado pero su último amigo acababa de morir…
Fin del Flashback
La caminata prosiguió lentamente a través del desierto cuando algo le llamó la atención en gran manera, una gran cantidad de reiatsu fluía en alguna región cercana del desierto así que decidió ir a darle un vistazo; cuando llegó al lugar lo vio le sorprendió en gran manera. Una espada y sus fracciones habían sido atacadas por varios Gillians, en principio pensó en no intervenir pero al prestar mas atención a la batalla vio que la espada aparentemente les ordenaba a sus fracciones que se fueran, se nota que las apreciaba mucho, las quería como amigas, tal vez hasta como hermanas, era capaz de sacrificarse para que sus fracciones no sufrieran ningún daño, todos estos acontecimientos asombraron a Kyosuke; toda la situación se asemejaba al triste recuerdo de su último amigo, tal vez podría encontrar algunos nuevos. De pronto Kyosuke se vio a si mismo interviniendo en la batalla protegiendo a la espada y sus fracciones, se trataba de la recién ascendida primera espada Daaku Enjeru, ella se encontraba semi-consciente en el suelo después de haber recibido un cero muy poderoso de parte de algún Gillian, sus fracciones se estaban viendo afectadas por unas extrañas manchas negras que iban apareciendo en su piel y aparentemente había vencido, lo que ninguna de las tres sabía era que tres Gillians mas se acercaban por detras dispuestos a devorarlas. Todas ellas estaban débiles, en especial Enjeru que había hecho todo el ataque anterior contra los Gillian. Kyosuke hizo un sonido para llevarse a una por una a las fracciones a una distancia prudente fuera del alcance de los Gillian que andaban tras Enjeru que era la presa más apetecible, ella probablemente no soportaría tanto movimiento. Kyosuke se paro en frente de Enjeru que estaba acostada en la arena del desierto y murmuró… -Devorar Contrapeso...-, una vez dicho esto tres esferas grandes de energía eléctrica concentrada empezaron a girar alrededor de ambos. –Con estas esferas a tu alrededor no te harán daño- le dijo Kyosuke con una voz amigable mientras salía de la protección de dos de las esferas llevándose una con el. El movimiento fue muy veloz, Kyosuke mandó la esfera volando contra dos de los Gillians que estaban muy pegados uno del otro, mientras el iba tras otro que andaba mas separado. El impacto de la esfera con los dos Gillians fue óptimo y tras una gran descarga eléctrica de energía poco sus partículas se iban desvaneciendo en el viento que rugía en las llanuras del desierto. Kyosuke estiró sus manos para lanzar una onda de poder eléctrico hacia el otro Gillian matándolo mientras las fracciones observaban en la lejanía.
Kyosuke vio a Enjeru con las dos esferas aun girando a su alrededor, Kyosuke las hizo desaparecer para poder acercarse, se arrodilló y con una sonrisa en el rostro le dijo –Tranquila… ya todo paso… tus fracciones también se encuentran bien-.
Kyosuke había decidido emprender una caminata a través de las llanuras arenosas del desierto del Hueco Mundo en medio de la soledad, atrapado en la inmensidad de la nada sin compañía alguna; era solo el y la vacuidad. En esos tiempos no había muchas cosas que hacer y menos alguien con quien estar, Kyosuke era un arrancar bastante peculiar, el disfrutaba mucho andar con sus camaradas y su personalidad cómica, sarcástica y burlesca solo hacían mas difícil el hecho de no tener a nadie cerca. Esto también era un problema para el, mientras caminaba a través de un pequeño monte de arena blanquísima comenzó a recordar la última vez que estuvo en compañía de alguien, en compañía de alguien que pudiera llamar amigo. Para los arrancar el significado de la palabra amigo y amistad es prácticamente desconocido, el preponderante individualismo que esta arraigado en lo profundo del ser de cada arrancar hace esto mas difícil, las ansias de alimentarse sin límite, la profunda competencia entre ellos hace que la amistad sea un hecho o sentimiento tan etéreo y lejano que nadie se preocupa en tratar de alcanzarlo. Kyosuke recordó el hecho que había cambiado su existencia por completo que coincidentemente también fue la ocasión donde perdió a su último amigo.
Flashback
Fue hace muchos años, los suficientes como para que Kyosuke olvide el número exacto de ellos, en cuanto a las circunstancias, estas se fueron dando por obra del destino y no hubo forma posible de evitarlo. Kyosuke estaba explorando el desierto con Vonn, un arrancar con el que formaba sociedad para ir devorando almas matando a todos los otros tipos de hollows que estuvieran en su camino haciéndose cada vez mas poderosos, en realidad mas que una sociedad era una amistad, la convivencia del día a día los había vuelto inseparables además ya se habían salvado mutuamente de una muerte segura en mas de una ocasión; Kyosuke había adoptado un poco el papel del lider, lo cierto era que Kyosuke si era poseedor de mas poder que Vonn y el simplemente dejaba que Kyosuke fuera su lider. La forma en que ellos se conocieron fue precisamente en busca de alimento, dada la naturaleza amigable de Kyosuke y al ver que no era necesario pelear por el Menos Grande que yacía muerto esperando por ser devorado, se lo cedió a Vonn, a partir de ese momento cazaron “comida” juntos cada vez que fuera posible. En esa oportunidad, sin embargo, la suerte no estuvo de su lado, ellos caminaron por un sector muy apetitoso pero peligroso a la vez, una zona plagada de Gillians siendo ellos todavía arrancares jóvenes e inexpertos. Eran impulsivos por eso no se tomaron mucho tiempo para pensar si irían alli o no, la respuesta afirmativa llegó apenas unos segundos después. Se adentraron en aquel territorio sin pensar mucho en las consecuencias, los Gillians los superaban numéricamente en gran cantidad pero ellos habían diseñado una buena combinación; los poderes electro-magnéticos de Kyosuke y los poderes del dominio del metal de Vonn eran un complemento casi perfecto, ese día en particular las cosas no salieron bien. Kyosuke y Vonn empezaron un ataque simultáneo en forma separada con gran velocidad y los Gillian se aglomeraban a su alrededor, Vonn estaba a punto de iniciar con una de sus técnicas cuando mas Gillians fueron contra el, Kyosuke por su parte estaba ocupado con una buena cantidad de Gillians y ayudarlo en ese momento simplemente no era posible; de un momento una inmensa luz roja tiño el cielo de color rojo, varios Gillians habían lanzado unos ceros contra Vonn a la misma vez impactándolo sin remedio.
-Kyosuke!!!!- grito Vonn con desesperación, este al oír la voz de su compañero trato de encontrarlo en medio de la mar de Gillians que estaban en su camino, hizo varios sonidos hasta poder tener visión de el luego se acerco y la visión que se alzaba ante sus ojos fue espantosa, Vonn yacía casi inerte a la merced de varios Gillian sin forma de defenderse por si solo, Kyosuke hizo un sonido mas para poder alcanzar a Vonn, una vez hubo llegado al lugar tenía que tomar una decisión, solo no era posible vencer a tantos Gillian por mas poder que tuviera así que recogió el cuerpo sangrante al borde de la agonía de Vonn y cargándolo hizo varios sonidos consecutivos tratando de escapar. Llegaron unos cuantos metros más allá a un lugar que al parecer estaba mas vacío, para su sorpresa repentinamente otros Gillians se hicieron presentes en ese lugar, lo que le dijo Vonn a continuación sorprendió inclusive mas a Kyosuke…
-Mátame…utiliza “Expansión” y sálvate tu… prefiero que me mates tu antes que estas asquerosas criaturas me devoren, tampoco puedo dejar que te sacrifiques por mi estando yo en este estado, asi ya no valgo nada, no puedo ni ponerme en pie mucho menos empuñar mi espada así que… mátame tu, te lo pido…-
Kyosuke tuvo que tomar la decisión rápidamente, los Gillians no esperarían a que tome su tiempo para pensar acerca de esta, el instinto de supervivencia y el deseo de complacer a su amigo en esta oportunidad eran comunes y coincidentes, asi que Kyosuke complació a su amigo y concentró todo su poder eléctrico por un momento para luego liberarlo literalmente calcinando todo a 100 metros a la redonda. Kyosuke se había salvado pero su último amigo acababa de morir…
Fin del Flashback
La caminata prosiguió lentamente a través del desierto cuando algo le llamó la atención en gran manera, una gran cantidad de reiatsu fluía en alguna región cercana del desierto así que decidió ir a darle un vistazo; cuando llegó al lugar lo vio le sorprendió en gran manera. Una espada y sus fracciones habían sido atacadas por varios Gillians, en principio pensó en no intervenir pero al prestar mas atención a la batalla vio que la espada aparentemente les ordenaba a sus fracciones que se fueran, se nota que las apreciaba mucho, las quería como amigas, tal vez hasta como hermanas, era capaz de sacrificarse para que sus fracciones no sufrieran ningún daño, todos estos acontecimientos asombraron a Kyosuke; toda la situación se asemejaba al triste recuerdo de su último amigo, tal vez podría encontrar algunos nuevos. De pronto Kyosuke se vio a si mismo interviniendo en la batalla protegiendo a la espada y sus fracciones, se trataba de la recién ascendida primera espada Daaku Enjeru, ella se encontraba semi-consciente en el suelo después de haber recibido un cero muy poderoso de parte de algún Gillian, sus fracciones se estaban viendo afectadas por unas extrañas manchas negras que iban apareciendo en su piel y aparentemente había vencido, lo que ninguna de las tres sabía era que tres Gillians mas se acercaban por detras dispuestos a devorarlas. Todas ellas estaban débiles, en especial Enjeru que había hecho todo el ataque anterior contra los Gillian. Kyosuke hizo un sonido para llevarse a una por una a las fracciones a una distancia prudente fuera del alcance de los Gillian que andaban tras Enjeru que era la presa más apetecible, ella probablemente no soportaría tanto movimiento. Kyosuke se paro en frente de Enjeru que estaba acostada en la arena del desierto y murmuró… -Devorar Contrapeso...-, una vez dicho esto tres esferas grandes de energía eléctrica concentrada empezaron a girar alrededor de ambos. –Con estas esferas a tu alrededor no te harán daño- le dijo Kyosuke con una voz amigable mientras salía de la protección de dos de las esferas llevándose una con el. El movimiento fue muy veloz, Kyosuke mandó la esfera volando contra dos de los Gillians que estaban muy pegados uno del otro, mientras el iba tras otro que andaba mas separado. El impacto de la esfera con los dos Gillians fue óptimo y tras una gran descarga eléctrica de energía poco sus partículas se iban desvaneciendo en el viento que rugía en las llanuras del desierto. Kyosuke estiró sus manos para lanzar una onda de poder eléctrico hacia el otro Gillian matándolo mientras las fracciones observaban en la lejanía.
Kyosuke vio a Enjeru con las dos esferas aun girando a su alrededor, Kyosuke las hizo desaparecer para poder acercarse, se arrodilló y con una sonrisa en el rostro le dijo –Tranquila… ya todo paso… tus fracciones también se encuentran bien-.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
Una tercera voz se adhirió a su exterior, trató de abrir los ojos y solo veia siluetas. Toció botando a un lado suyo una bocanada de sangre. El Cero le habia dado de lleno y casi le habia destrozado las ropas y el cuerpo. Sintió las intensas presencias de nuevos Gillian e intentó ponerse de pie, se incorporó un poco, el grito, esta vez en verdad lejano de Etter le llegó como una advertencia - No!! Enjeru, no! - igual se puso de pie, no podia confiar su vida y la de sus fracciones a un completo extraño. La resurreción se habia refugiado de nuevo en su Zanpakutoh, tomó por reflejo el mango de esta y lo apretó, pero solo dar un paso y sintió como las heridas se le abrian, volvió a caer al suelo de rodillas soltando más sangre. Que deprorable, era una Espada pero se sentia terriblemente debil en aquel instante. Que vergënza sentia para con Raven... para con Lucyus. Allí se daba cuenta que jamás habia sido lo suficientemente buena para ellos... jamás los mereceria.
Y entonces, la protección que sentia a su alrededor se rompió y sintió un tacto inesperado. Volvió a abrir sus ojos azules cono el zafiro que se cruzaron con unos ojos de mirada fuerte que acompañaban una amplia sonrisa. Lo escuchó hablar y respiró profundamente, dejandose caer sobre el pecho del desconocido. Era un Arrancar y no parecia hostil, por ahora. Parpadeó para mejorar su vista y respiró, aquel cuerpo traia consigo un aroma suave y masculino, mientras que el aroma a Sandalo del cuerpo de Enjeru se escapaba suavemente cubierto por el polvo y la sangre.
Se puso de pie lentamente, manteniendo una delicadisima sonrisa mientras se separaba y miraba al recien llegado con los ojos cerrados en un gesto que le otorgaba un rasgo de inocencia bajo su presencia maltratada. Sus cabellos desordenados se movian con el viento y sus manos trataban de cubrir las partes desnudas de su piel. Fué Aerea quien llegó y le puso encima una túnica para quedarse de pie a su diestra mirando al que las habia arrastrado fuera del ataque de los Gillian aunque desde su punto de vista támbien las habia sacado de su deber de proteger a su Espada. El rostro de ambas chicas estaba marcado por unas oscuras manchas. De la nada habia salido Etter, la de sonrisa infantil y cabellos como algodón de azucar.
- Hyuuuu! es el caballero del desierto que ha venido a rescatarnos... Enjeru-Sama... es muy guapo -
- Cuando no te parece algún hombre guapo? -
Pues que no todos son guapos.. mira... no me parec guapo pues.... no... amm... pues..... jeje ._.U -
- Mi punto precisamente -
Enjeru abrió los ojos al fin y miró directamente al desconocido - Gracias - murmuró suavemente. Ambas fracciones que habian seguido discutiendo se quedarón en silencio al oir la voz de la bellisima mujer. No supo que más decir, volteó el rostro ligeramente sonrojada, su desarrollo en aquella batalla habia sido deprorable desde su punto de vista y se sentia mal que la vieran así. Qué esperanzas tenian sus fracciones con alguien como ella. Era.. deprimente.
Y entonces, la protección que sentia a su alrededor se rompió y sintió un tacto inesperado. Volvió a abrir sus ojos azules cono el zafiro que se cruzaron con unos ojos de mirada fuerte que acompañaban una amplia sonrisa. Lo escuchó hablar y respiró profundamente, dejandose caer sobre el pecho del desconocido. Era un Arrancar y no parecia hostil, por ahora. Parpadeó para mejorar su vista y respiró, aquel cuerpo traia consigo un aroma suave y masculino, mientras que el aroma a Sandalo del cuerpo de Enjeru se escapaba suavemente cubierto por el polvo y la sangre.
Se puso de pie lentamente, manteniendo una delicadisima sonrisa mientras se separaba y miraba al recien llegado con los ojos cerrados en un gesto que le otorgaba un rasgo de inocencia bajo su presencia maltratada. Sus cabellos desordenados se movian con el viento y sus manos trataban de cubrir las partes desnudas de su piel. Fué Aerea quien llegó y le puso encima una túnica para quedarse de pie a su diestra mirando al que las habia arrastrado fuera del ataque de los Gillian aunque desde su punto de vista támbien las habia sacado de su deber de proteger a su Espada. El rostro de ambas chicas estaba marcado por unas oscuras manchas. De la nada habia salido Etter, la de sonrisa infantil y cabellos como algodón de azucar.
- Hyuuuu! es el caballero del desierto que ha venido a rescatarnos... Enjeru-Sama... es muy guapo -
- Cuando no te parece algún hombre guapo? -
Pues que no todos son guapos.. mira... no me parec guapo pues.... no... amm... pues..... jeje ._.U -
- Mi punto precisamente -
Enjeru abrió los ojos al fin y miró directamente al desconocido - Gracias - murmuró suavemente. Ambas fracciones que habian seguido discutiendo se quedarón en silencio al oir la voz de la bellisima mujer. No supo que más decir, volteó el rostro ligeramente sonrojada, su desarrollo en aquella batalla habia sido deprorable desde su punto de vista y se sentia mal que la vieran así. Qué esperanzas tenian sus fracciones con alguien como ella. Era.. deprimente.
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
La brisa del desierto bajo en intensidad y la arena ya no entraba a los ojos de Kyosuke, podía ver con mucha mas claridad a la Espada que yacía delante de el agotada por todo el esfuerzo que realizó y sobre todo por el terrible daño que recibió tan solo hace algunos momentos. Pudo verla claramente, en realidad era hermosísima, no vio antes ella en su vida una arrancar como ella, tenía los ojos de un color azul muy intenso, de piel blanquísima y su cara denotaba inocencia, timidez y belleza todo al mismo tiempo. Ella trató de ponerse en pie pero al parecer sus heridas todavía estaban frescas, cada movimiento que daba resultaba en una ligera, casi imperceptible mueca de dolor en su hermoso rostro. Sobreponiéndose al dolor finalmente fue capaz de ponerse en pie sonriendo para tratar de disimular la incomodidad producida por sus heridas. Sus ropas estaban desgarradas por el daño sufrido por lo cual Kyosuke podía ver partes de su piel desnuda, la Espada se percató de esto e inmediatamente trató de esconder dichas áreas con sus cabellos y pedazos de su vestimenta que se encontraban tirados en la arena.
Las fracciones de la Espada vinieron a ayudarla, una de ellas, que se mantenía con una expresión seria, le proporcionó una especie de capa larga o túnica para que se mantuviera cubierta. La otra fracción llegó repentinamente sonriente y alegre, las dos fracciones eran casi opuestas en cuanto a su personalidad pero entre todas empezaron un pequeño dialogo en voz baja, Kyosuke no fue capaz de oír nada de aquella conversación. De improvisto la Espada giro lentamente en dirección a Kyosuke y le dio las gracias en una voz muy pero muy baja, apenas audible. Era comprensible que se sintiera un poco incomoda por la forma en que fue salvada, que un extraño te salve a ti a las personas que están bajo tu responsabilidad no era motivo de mucho orgullo, era claro que se sentía decepcionada de ella misma, de sus propias habilidades. Kenji le respondió de una forma muy natural, amena y amigable…
-De nada pero no te preocupes por eso…a hora que lo pienso no se porque lo hice, tuve un impulso y simplemente lo seguí, creo que es porque toda la situación en la que te encontrabas me recordó mucho a una propia que paso hace muchísimo tiempo, la verdad fue una situación muy triste y he tratado de olvidarla pero al parecer es imposible, creo que fue una forma de tratar de resarcir errores del pasado…- iba a dejar que ella intervenga pero se le olvidó presentarse asi que con una sonrisa le dijo… -Ahhh, perdona mi mala educación , Mi nombre es Gyambura Kyosuke…¿Cómo te llamas?...-
Kyosuke quería conocer la respuesta, podía ser una muy buena oportunidad de hacer amigos, esperaba que la Espada saliera de su aparente timidez para que pudieran conocerse siquiera un poco, en ese instante extrañamente las piernas le comenzaron a fallar y sintió una sensación de agotamiento extrema, sentía que se desvanecía. No le había prestado atención ni se había percatado de eso pero todo el esfuerzo que hizo anteriormente matando a los Gillians le había consumido gran cantidad de reiatsu. La vista se le oscurecía y estaba borrosa, ya casi no podía mantenerse en pie, finalmente en frente de la Espada y sus fracciones terminó cayendo al suave piso de arena como desmayado.
Las fracciones de la Espada vinieron a ayudarla, una de ellas, que se mantenía con una expresión seria, le proporcionó una especie de capa larga o túnica para que se mantuviera cubierta. La otra fracción llegó repentinamente sonriente y alegre, las dos fracciones eran casi opuestas en cuanto a su personalidad pero entre todas empezaron un pequeño dialogo en voz baja, Kyosuke no fue capaz de oír nada de aquella conversación. De improvisto la Espada giro lentamente en dirección a Kyosuke y le dio las gracias en una voz muy pero muy baja, apenas audible. Era comprensible que se sintiera un poco incomoda por la forma en que fue salvada, que un extraño te salve a ti a las personas que están bajo tu responsabilidad no era motivo de mucho orgullo, era claro que se sentía decepcionada de ella misma, de sus propias habilidades. Kenji le respondió de una forma muy natural, amena y amigable…
-De nada pero no te preocupes por eso…a hora que lo pienso no se porque lo hice, tuve un impulso y simplemente lo seguí, creo que es porque toda la situación en la que te encontrabas me recordó mucho a una propia que paso hace muchísimo tiempo, la verdad fue una situación muy triste y he tratado de olvidarla pero al parecer es imposible, creo que fue una forma de tratar de resarcir errores del pasado…- iba a dejar que ella intervenga pero se le olvidó presentarse asi que con una sonrisa le dijo… -Ahhh, perdona mi mala educación , Mi nombre es Gyambura Kyosuke…¿Cómo te llamas?...-
Kyosuke quería conocer la respuesta, podía ser una muy buena oportunidad de hacer amigos, esperaba que la Espada saliera de su aparente timidez para que pudieran conocerse siquiera un poco, en ese instante extrañamente las piernas le comenzaron a fallar y sintió una sensación de agotamiento extrema, sentía que se desvanecía. No le había prestado atención ni se había percatado de eso pero todo el esfuerzo que hizo anteriormente matando a los Gillians le había consumido gran cantidad de reiatsu. La vista se le oscurecía y estaba borrosa, ya casi no podía mantenerse en pie, finalmente en frente de la Espada y sus fracciones terminó cayendo al suave piso de arena como desmayado.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
Enjeru le escuchó en silencio y levantó de nuevo la mirada para sonreir una vez más. Era extraño, aquel arrancar le hablaba de cosas tristes, de recuerdos dificiles de olvidar. Así que por eso le habia ayudado?, para limpiar su consciencia?. Existia algo como consciencia en los Arrancar?. Ay! pero que pregunta más tonta, por supuesto que la habia, si no fuese así ella no estaria sufriendo tanto en su interior.
- Daaku Enjeru - dijo cerrando los ojos y ampliando su sonrisa a una sonrisa amable, calida. Entonces lo vió tambalearse y con un gesto de su mano Aerea alcanzó a atraparlo antes que tocara la cruda arena del desierto que descansaba sobre aquella roca donde estaban. Con un sonido las tres mujeres y el semi inconsciente Arrancar aparecieron sobre las arenas del frio desierto y la fracción lo puso sobre el suelo con delicadeza para despues ubicarse tras su espada y esperar.
- Hyuuu! se ha desmayado Enjeru -
- Si -
- Qué le hacemos Enjeru-Sama? -
- Nada -
- NADA?!!! pero es nuestro salvador, nuestro... - la voz se apagó junto con un golpe seco muy cerca del cuerpo del Arrancar, Etter se habia desmayado, su rostro se habia tornado todo negro y ahora las manchas le cubrian el pecho y las manos támbien - Duerme pequeña - dijo mientras se arrodillaba al lado de esta y la tomaba entre brazos besandola en la frente y luego en los labios. Aerea inmovil en su lugar mirandose las manos que támbien comenzaban a oscurecerse, pero ella confiaba en su Espada por lo que simplemente tosió y soportó el dolor que parecia querer partirle los huesos.
Tras darle aquel suave beso en la boca a su fracción y pasarle un poco de su saliva *Aun falta ponerlo en la ficha pero su saliva es la que contiene el antidoto*, la dejó allí en el suelo y miró a Aerea asintiendole, esta se sentó a su vez junto a su hermana y suspiró acariciandole los cabellos de algodón - Si siempre fuera así de silenciosa seria hermosa -
Enjeru se giró y miró al arrancar caido y pasó su delicada mano por el rostro de este - Caballero caido, cuyo honor ha limpiado bajo la sangre de otros - murmuró y dejó que su reiatsu se ampliara un poco para trasmitirle a él un poco del mismo y que de esa manera se recuperara con mas rápidez. Se sentó en loto y cerró sus ojos, allí donde estaban, protegidos por la sombra de 5 enormes rocas, nada podria atacarles. Dejó que su energia espiritual funcionara como un canal y que los arrancar allí presente se alimentaran de esta. De algo tenia que servirle poseer tanto poder asi aún no supiera usarlo correctamente.
- Daaku Enjeru - dijo cerrando los ojos y ampliando su sonrisa a una sonrisa amable, calida. Entonces lo vió tambalearse y con un gesto de su mano Aerea alcanzó a atraparlo antes que tocara la cruda arena del desierto que descansaba sobre aquella roca donde estaban. Con un sonido las tres mujeres y el semi inconsciente Arrancar aparecieron sobre las arenas del frio desierto y la fracción lo puso sobre el suelo con delicadeza para despues ubicarse tras su espada y esperar.
- Hyuuu! se ha desmayado Enjeru -
- Si -
- Qué le hacemos Enjeru-Sama? -
- Nada -
- NADA?!!! pero es nuestro salvador, nuestro... - la voz se apagó junto con un golpe seco muy cerca del cuerpo del Arrancar, Etter se habia desmayado, su rostro se habia tornado todo negro y ahora las manchas le cubrian el pecho y las manos támbien - Duerme pequeña - dijo mientras se arrodillaba al lado de esta y la tomaba entre brazos besandola en la frente y luego en los labios. Aerea inmovil en su lugar mirandose las manos que támbien comenzaban a oscurecerse, pero ella confiaba en su Espada por lo que simplemente tosió y soportó el dolor que parecia querer partirle los huesos.
Tras darle aquel suave beso en la boca a su fracción y pasarle un poco de su saliva *Aun falta ponerlo en la ficha pero su saliva es la que contiene el antidoto*, la dejó allí en el suelo y miró a Aerea asintiendole, esta se sentó a su vez junto a su hermana y suspiró acariciandole los cabellos de algodón - Si siempre fuera así de silenciosa seria hermosa -
Enjeru se giró y miró al arrancar caido y pasó su delicada mano por el rostro de este - Caballero caido, cuyo honor ha limpiado bajo la sangre de otros - murmuró y dejó que su reiatsu se ampliara un poco para trasmitirle a él un poco del mismo y que de esa manera se recuperara con mas rápidez. Se sentó en loto y cerró sus ojos, allí donde estaban, protegidos por la sombra de 5 enormes rocas, nada podria atacarles. Dejó que su energia espiritual funcionara como un canal y que los arrancar allí presente se alimentaran de esta. De algo tenia que servirle poseer tanto poder asi aún no supiera usarlo correctamente.
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
El cielo mas negro que nunca, absolutamente nada de estrellas y solo la extraña luna de Hueco Mundo daba un poco de claridad al panorama sombrío del desierto. Poco a poco Kyosuke empezó a abrir lentamente sus ojos, la verdad es que no había mucha diferencia entre la oscuridad del desierto de Hueco Mundo y las tinieblas que uno puede experimentar cuando no ve nada en lo absoluto. Kyosuke pudo sentir como lentamente las fuerzas le venían con más y mas intensidad sin tener alguna idea de cómo se había iniciado tal recuperación, era muy peculiar e interesante; Kyosuke podía sentir que un nuevo reiatsu invadía su cuerpo dándole mas energía y vitalidad. Lo cierto era que la necesitaba con urgencia, la batalla anterior que realizó para poder ayudar y salvar a la Espada y sus fracciones lo había dejado agotado; esa sensación ahora iba desvaneciéndose gradualmente dándole paso a un estado de gran mejoría.
La recuperación sin embargo no era producida por su mismo cuerpo, sus funciones biológicas eran normales pero esa clase de mejoría no era posible por la propia acción del cuerpo, alguna fuente externa de energía era la que lo estaba abasteciendo. Mientras abría los ojos pudo sentir a alguien a su lado, no estaba seguro si esa persona estaba sentada o arrodillada pero lo cierto era que efectivamente estaba a su lado. Finalmente abrió totalmente los ojos y lo primero que pudo ver fue que en ese instante alguien acababa de caer a su lado. Era una mujer de cabellos rosados que se veía inclusive en peor estado que el mismo Kyosuke, Kyosuke reunió fuerzas suficientes para elevar un poco la cabeza para poder ver quien era el que lo estaba sanando. La sorpresa fue grande cuando vio a la primera Espada Daaku Enjeru sentada en una extraña posición transfiriéndole su propio reiatsu. Esa era la razón a la sensación que estaba sintiendo, era un reiatsu lleno de poder, se podía sentir una esencia de tranquilidad pero al mismo tiempo un ligero sentimiento de tristeza.
La realidad era que le estaba siendo de muchísima utilidad, sentía de nuevo las fuerzas que acostumbraba tener pero lamentablemente todavía no era suficiente para mantenerse en pie y menos para andar por si solo. Luego Kyosuke empezó a sentir unos sonidos bastante peculiares en la arena o en el aire, la verdad era que no podía estar seguro, el cansancio no le dejaba pensar con claridad, no podía ser el viento; aunque este era fuerte y enmarañaba los cabellos de Enjeru y los suyos con mucha violencia. El sonido se hizo cada vez más fuerte, un sonido seco y terrible, como una manada, una estampida de animales salvajes corriendo sin control. Enjeru seguía sentada transfiriéndole su reiatsu cuando Kyosuke finalmente los vio, era probable que ella no notase el ruido o el movimiento cerca de ella ya que se veía extremadamente concentrada en lo que hacía. Kyosuke quería avisar ya que ahora estaba todo claro, tenía las palabras contenidas y estaban muy cerca...Maldita sea, tengo que reestablecerme, tengo que pelear, de lo contrario moriré yo y también ellas… pensaba Kyosuke mientras un Adjuchas con gran reiatsu estaban a punto de atacar, al parecer habían llegado porque notaron la muerte de los Gillians horas antes y querían venganza pero mas que eso estaba la potencialidad de una buena comida.
-Cuidado!!!- dijo Kyosuke lanzando un grito ahogado esperando que no haya sido demasiado tarde y que Enjeru ya se haya dado cuenta inclusive antes de su aviso, el adjuchas era sumamente grande para su clase, tenía una apariencia como de felino, era realmente extraño. En ese momento el Adjuchas se avalanzó sobre Enjeru lanzando un zarpazo lleno de furia contra ella, Kyosuke miraba impotente esperando tener fuerza suficiente para ayudar.
La recuperación sin embargo no era producida por su mismo cuerpo, sus funciones biológicas eran normales pero esa clase de mejoría no era posible por la propia acción del cuerpo, alguna fuente externa de energía era la que lo estaba abasteciendo. Mientras abría los ojos pudo sentir a alguien a su lado, no estaba seguro si esa persona estaba sentada o arrodillada pero lo cierto era que efectivamente estaba a su lado. Finalmente abrió totalmente los ojos y lo primero que pudo ver fue que en ese instante alguien acababa de caer a su lado. Era una mujer de cabellos rosados que se veía inclusive en peor estado que el mismo Kyosuke, Kyosuke reunió fuerzas suficientes para elevar un poco la cabeza para poder ver quien era el que lo estaba sanando. La sorpresa fue grande cuando vio a la primera Espada Daaku Enjeru sentada en una extraña posición transfiriéndole su propio reiatsu. Esa era la razón a la sensación que estaba sintiendo, era un reiatsu lleno de poder, se podía sentir una esencia de tranquilidad pero al mismo tiempo un ligero sentimiento de tristeza.
La realidad era que le estaba siendo de muchísima utilidad, sentía de nuevo las fuerzas que acostumbraba tener pero lamentablemente todavía no era suficiente para mantenerse en pie y menos para andar por si solo. Luego Kyosuke empezó a sentir unos sonidos bastante peculiares en la arena o en el aire, la verdad era que no podía estar seguro, el cansancio no le dejaba pensar con claridad, no podía ser el viento; aunque este era fuerte y enmarañaba los cabellos de Enjeru y los suyos con mucha violencia. El sonido se hizo cada vez más fuerte, un sonido seco y terrible, como una manada, una estampida de animales salvajes corriendo sin control. Enjeru seguía sentada transfiriéndole su reiatsu cuando Kyosuke finalmente los vio, era probable que ella no notase el ruido o el movimiento cerca de ella ya que se veía extremadamente concentrada en lo que hacía. Kyosuke quería avisar ya que ahora estaba todo claro, tenía las palabras contenidas y estaban muy cerca...Maldita sea, tengo que reestablecerme, tengo que pelear, de lo contrario moriré yo y también ellas… pensaba Kyosuke mientras un Adjuchas con gran reiatsu estaban a punto de atacar, al parecer habían llegado porque notaron la muerte de los Gillians horas antes y querían venganza pero mas que eso estaba la potencialidad de una buena comida.
-Cuidado!!!- dijo Kyosuke lanzando un grito ahogado esperando que no haya sido demasiado tarde y que Enjeru ya se haya dado cuenta inclusive antes de su aviso, el adjuchas era sumamente grande para su clase, tenía una apariencia como de felino, era realmente extraño. En ese momento el Adjuchas se avalanzó sobre Enjeru lanzando un zarpazo lleno de furia contra ella, Kyosuke miraba impotente esperando tener fuerza suficiente para ayudar.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
El silencio en que todo se habia sumido era relajante, a pesar de que estaba usando su reiatsu para curar al arrancar, se sentia bastante bien, llena de energia desbordante. Quizá eso era lo significaba ser Espada. El poder recorriendole las mismas venas aunque solo instantes atrás habia caido presa de un cero directo. Observó al arrancar moverse, no dijo nada como era común en ella. Etter aún inconsciente pero las manchas abandonando ya su hermosa piel, Aerea dormia presa de la misma debilidad que su hermana. Y al rededor solo soplaba un aire helado que removia las arenas del desierto.
Lo sintió desde la lejania pero se mantuvo en calma, por qué ponerse en guardia cuando aquel Adjucha posiblemente no se dirigia hacia ellos que se mantenian en la protección del pequeño valle. Cuando el reiatsu elevado y enojado de aquel desconocido Adjucha les golpeó aún más cerca ella pudo notar como el arrancar a sus pies se movia ansioso pero aún debil. Venia a por ellos. La misión de los Adjuchas era protejer a los poco inteligentes Gillians. Era demasiado posible que los que ellos habian destruido fueran precisamente sus protegidos, vaya inútil.
Enjeru sonrió ante el grito de precaución que el cansado chico lanzaba y entonces levantó su brazo sobre su cabeza deteniendo la garra del Adjucha incluso antes de que le rozara la túnica que le cubria. Se puso de pie empujandolo con su reiatsu. En aquellas horas que habia estado allí cuidando de aquellos tres arrancars habia tomado la decisión de corazón de que era su deber permanecer hasta el final, proteger a todos aquellos que se ponian bajo su resguardo. Ella no podia verlos como simples subordinados, como Arrancars más debiles, no... ellos eran su familia y como tal debia protegerlos. Ella nunca habia tenido quien la protegiese hasta que habia conocido a Raven, Raven habia sido su padre protector aún a pesar de su ruda forma de ser, y ella debia erguirse con orgullo por haber sido su protegida y proteger a los suyos por igual. No más dudas, no debia dudar más en honor a ese mismo cariño que habia encontrado incluso en los más frios corazones de los Arrancars.
Sabia que no podia resucitar una vez más así que debia hacer uso de otras técnicas más básicas. No merecia siquiera la pena. Permitió que su reiatsu se expandiera elevando piedras y arena a su alrededor, inundandolo todo de un dolor indescifrable, el dolor que se escondia bajo aquella dulce sonrisa. - Viene a tomar descanso junto a sus protegidos por su propio honor? - exclamó en un murmullo que pareció llenar todo el espacio. El aroma a sandalo despedido de su cuerpo inundaba el espacio. El Adjucha volvió a atacar y ella le esquivó con un Sonido, elevandose en el cielo y desde allí concentró parte de su reiatsu en su brazo derecho y comenzó a disparar Balas, que al golpear contra el suelo generaban profundos orificios. Una de las balas golpeó al Adjucha en su pierna derecha haciendo que se oyera como la misma se rompia por dentro. Dió varios tumbos en la arena comiendo parte de esta.
La bella Espada lo miraba con aquella dulzura del que comprende - Descansa - exclamó mientras el Adjucha daba un salto para lanzarse contra ella. Se movia a gran velocidad en forma Zigzagueante. Enjeru cerró sus manos sobre su pecho entrelazadas, y un brillo rojo emanó de estas, era un brillo suave, no se notaba amenazante hasta que el Adjucha apareció de frente a ella su garra directo a su rostro. Ella soltó una suave risilla infantil mientras abria sus manos y dejaba escapar el cero allí acumulado, como una bala se dirigió la pecho descubierto del Adjucha y lo atravezó. Hubo un instante de silencio en que todo pareció tornarse en camara lenta. La punta de una de las garras le laceró el rostro pero ella no se inmutó, un hilillo de sangre emanó de la pequeña herida. Un sonido la hizo aparecer de nuevo abajo al lado de sus fracciones y el arrancar, mientras el cuerpo del Adjucha era atravezado por millares de rayos de color rojo y despues explotaba en particulas espirituales como si de una lluvia hermosa de colores se trataba.
Enjeru levantó la vista y sonrió ampliamente, el honor del Adjucha estaba intacto una vez más.
Lo sintió desde la lejania pero se mantuvo en calma, por qué ponerse en guardia cuando aquel Adjucha posiblemente no se dirigia hacia ellos que se mantenian en la protección del pequeño valle. Cuando el reiatsu elevado y enojado de aquel desconocido Adjucha les golpeó aún más cerca ella pudo notar como el arrancar a sus pies se movia ansioso pero aún debil. Venia a por ellos. La misión de los Adjuchas era protejer a los poco inteligentes Gillians. Era demasiado posible que los que ellos habian destruido fueran precisamente sus protegidos, vaya inútil.
Enjeru sonrió ante el grito de precaución que el cansado chico lanzaba y entonces levantó su brazo sobre su cabeza deteniendo la garra del Adjucha incluso antes de que le rozara la túnica que le cubria. Se puso de pie empujandolo con su reiatsu. En aquellas horas que habia estado allí cuidando de aquellos tres arrancars habia tomado la decisión de corazón de que era su deber permanecer hasta el final, proteger a todos aquellos que se ponian bajo su resguardo. Ella no podia verlos como simples subordinados, como Arrancars más debiles, no... ellos eran su familia y como tal debia protegerlos. Ella nunca habia tenido quien la protegiese hasta que habia conocido a Raven, Raven habia sido su padre protector aún a pesar de su ruda forma de ser, y ella debia erguirse con orgullo por haber sido su protegida y proteger a los suyos por igual. No más dudas, no debia dudar más en honor a ese mismo cariño que habia encontrado incluso en los más frios corazones de los Arrancars.
Sabia que no podia resucitar una vez más así que debia hacer uso de otras técnicas más básicas. No merecia siquiera la pena. Permitió que su reiatsu se expandiera elevando piedras y arena a su alrededor, inundandolo todo de un dolor indescifrable, el dolor que se escondia bajo aquella dulce sonrisa. - Viene a tomar descanso junto a sus protegidos por su propio honor? - exclamó en un murmullo que pareció llenar todo el espacio. El aroma a sandalo despedido de su cuerpo inundaba el espacio. El Adjucha volvió a atacar y ella le esquivó con un Sonido, elevandose en el cielo y desde allí concentró parte de su reiatsu en su brazo derecho y comenzó a disparar Balas, que al golpear contra el suelo generaban profundos orificios. Una de las balas golpeó al Adjucha en su pierna derecha haciendo que se oyera como la misma se rompia por dentro. Dió varios tumbos en la arena comiendo parte de esta.
La bella Espada lo miraba con aquella dulzura del que comprende - Descansa - exclamó mientras el Adjucha daba un salto para lanzarse contra ella. Se movia a gran velocidad en forma Zigzagueante. Enjeru cerró sus manos sobre su pecho entrelazadas, y un brillo rojo emanó de estas, era un brillo suave, no se notaba amenazante hasta que el Adjucha apareció de frente a ella su garra directo a su rostro. Ella soltó una suave risilla infantil mientras abria sus manos y dejaba escapar el cero allí acumulado, como una bala se dirigió la pecho descubierto del Adjucha y lo atravezó. Hubo un instante de silencio en que todo pareció tornarse en camara lenta. La punta de una de las garras le laceró el rostro pero ella no se inmutó, un hilillo de sangre emanó de la pequeña herida. Un sonido la hizo aparecer de nuevo abajo al lado de sus fracciones y el arrancar, mientras el cuerpo del Adjucha era atravezado por millares de rayos de color rojo y despues explotaba en particulas espirituales como si de una lluvia hermosa de colores se trataba.
Enjeru levantó la vista y sonrió ampliamente, el honor del Adjucha estaba intacto una vez más.
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
El viento causado por la violencia del ataque del Adjucha llegó hasta donde Kyosuke estaba echado, su fuerza era impresionante considerando que era un Adjucha; a pesar que la lógica y la razón le decían a Kyosuke que Enjeru tenía la ventaja no podía dejar de pensar que hace algunas horas el mismo la había salvado de las inexorables garras de la muerte. Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte, los valientes viven la muerte sólo una vez, cabía la posibilidad que esta sería la suya. El bellísimo rostro de la Espada no cambió su expresión en lo absoluto, seguía con esa mirada tan serena, tan cautivante, llenando de tranquilidad a Kyosuke, dándole la confianza que ella destruiría a aquel Adjucha sin mucha dificultad. A pesar de esto el instinto de batalla de Kyosuke era mayor, el hábito de matar y destruir todo tipo de hollows mas débiles que él no lo dejaba tranquilo, sin darse cuenta las diminutas cadenas de los hábitos se habían vuelto demasiado pequeñas para sentirlas, pero también demasiado fuertes para romperlas. La dura realidad le vino de golpe, en ese estado no podría hacer mucho, es mas, se convertiría en un estorbo, solo le quedaba observar como la Espada se enfrentaría al Adjucha sola, mientras el recuperaba sus fuerzas.
La tranquilidad de la Espada permanecía inamovible inclusive cuando luchaba, la tranquilidad, una cualidad que Kyosuke respetaba pero que no manifestaba salvo excepcionales ocasiones, estar tranquilo significaba desear poco y esperar menos, Kyosuke no estaba dispuesto a pagar ese precio. La lucha había iniciado como era de esperarse, Enjeru y el Adjucha danzaban con excepcional maestría el baile mortal, uno de ellos acabaría muerto, de eso no había dudas. El Adjucha atacaba y la primera Espada lo esquivaba e iniciaba un ataque propio, así anduvieron por buen rato hasta que el ritmo de batalla cambió, la Espada le comenzó a hablar al Adjucha de una forma muy baja, Kyosuke no pudo escuchar exactamente lo que dijo porque en ese instante estaba poniéndose en pie. La sensación al pararse fue muy buena, una vez mas se sentía útil y productivo podría luchar otra vez, la motivación regresó a el, sin embargo se quedó parado observando la pelea entre Enjeru y el Adjucha. Ya no podía intervenir, no le quitaría la diversión a Enjeru por más que quisiera, después de todo ella era una Arrancar, tenía los mismos instintos primarios de querer luchar, crecer, volverse más poderosa. O acaso era posible que eso no la motivara en lo absoluto, que la motivara otra cosa superior al deseo del poder, Kyosuke decidió apartar estos pensamientos, se lo preguntaría a ella personalmente cuando acabe por completo con el Adjucha, sería realmente interesante saber cual sería su respuesta.
Una luz roja intensa iluminó la perpetua oscuridad del desierto del Hueco Mundo, todo el cielo se tiñó de un color carmesí, un color a sangre, toda la visión era impresionante. El Cero que Enjeru acababa de enviar atravesó completamente al Adjuchas por la zona del pecho, después algo bastante peculiar ocurrió, el Adjucha explotó desde adentro dejando nada mas que partículas volando por el aire, siendo guiadas por el viento hacia la vacuidad de horizonte. Un triste final para una patética criatura, se lo merecía.
En ese instante sucedió algo totalmente inesperado , mientras Enjeru presenciaba como se extinguía la vida de su oponente otra misteriosa figura apareció en escena. Kyosuke lo vio primero, el pensó que estaba viendo visiones pero era un Adjuchas completamente idéntico al que acababa de morir… ¿Qué diablos esta pasando… quién demonios es este? pensaba Kyosuke mientras el Adjuchas se movía en las sombras; este haciendo un movimiento rapidísimo se colocó al lado de la fracción de cabellos rosados, la que hace un rato yacía echada al lado de Kyosuke. El Adjucha cargó a la fracción en una actitud amenzante, Kyosuke no estaba seguro si Enjeru se había percatado que este Adjucha había tomado a su fracción como rehén, como prisionera, la muchacha estaba aún muy débil, incapaz de reaccionar. Kyosuke acababa de reestablecerse pero estaba dispuesto a pelear. La razón de la aparición del Adjucha inquietó a Kyosuke, habían dos Adjuchas desde el principio y no se dieron cuenta o tal vez era una especie de poder del Adjucha que le permitía clonarse o algo así, podían haber muchas razones para esto, Kyosuke no debía perder el enfoque. –Suéltala maldito o morirás igual que el otro- dijo Kyosuke con una mirada de excitación, segundos después comenzó a reír, volvería a pelear y probablemente Enjeru lo ayudaría, el “nuevo” Adjucha no tenía esperanzas, ambos acabarían con el; sin embargo debían tener extremo cuidado, ahora el Adjuchas tenía una rehén, una de las personas más queridas para Enjeru, Kyosuke esperaba que ella no quedara herida. Debían tener un plan para evitarle daños a la fracción, Kyosuke volteó para ver a Enjeru, el improvisaría el ataque después de ver su reacción.
La tranquilidad de la Espada permanecía inamovible inclusive cuando luchaba, la tranquilidad, una cualidad que Kyosuke respetaba pero que no manifestaba salvo excepcionales ocasiones, estar tranquilo significaba desear poco y esperar menos, Kyosuke no estaba dispuesto a pagar ese precio. La lucha había iniciado como era de esperarse, Enjeru y el Adjucha danzaban con excepcional maestría el baile mortal, uno de ellos acabaría muerto, de eso no había dudas. El Adjucha atacaba y la primera Espada lo esquivaba e iniciaba un ataque propio, así anduvieron por buen rato hasta que el ritmo de batalla cambió, la Espada le comenzó a hablar al Adjucha de una forma muy baja, Kyosuke no pudo escuchar exactamente lo que dijo porque en ese instante estaba poniéndose en pie. La sensación al pararse fue muy buena, una vez mas se sentía útil y productivo podría luchar otra vez, la motivación regresó a el, sin embargo se quedó parado observando la pelea entre Enjeru y el Adjucha. Ya no podía intervenir, no le quitaría la diversión a Enjeru por más que quisiera, después de todo ella era una Arrancar, tenía los mismos instintos primarios de querer luchar, crecer, volverse más poderosa. O acaso era posible que eso no la motivara en lo absoluto, que la motivara otra cosa superior al deseo del poder, Kyosuke decidió apartar estos pensamientos, se lo preguntaría a ella personalmente cuando acabe por completo con el Adjucha, sería realmente interesante saber cual sería su respuesta.
Una luz roja intensa iluminó la perpetua oscuridad del desierto del Hueco Mundo, todo el cielo se tiñó de un color carmesí, un color a sangre, toda la visión era impresionante. El Cero que Enjeru acababa de enviar atravesó completamente al Adjuchas por la zona del pecho, después algo bastante peculiar ocurrió, el Adjucha explotó desde adentro dejando nada mas que partículas volando por el aire, siendo guiadas por el viento hacia la vacuidad de horizonte. Un triste final para una patética criatura, se lo merecía.
En ese instante sucedió algo totalmente inesperado , mientras Enjeru presenciaba como se extinguía la vida de su oponente otra misteriosa figura apareció en escena. Kyosuke lo vio primero, el pensó que estaba viendo visiones pero era un Adjuchas completamente idéntico al que acababa de morir… ¿Qué diablos esta pasando… quién demonios es este? pensaba Kyosuke mientras el Adjuchas se movía en las sombras; este haciendo un movimiento rapidísimo se colocó al lado de la fracción de cabellos rosados, la que hace un rato yacía echada al lado de Kyosuke. El Adjucha cargó a la fracción en una actitud amenzante, Kyosuke no estaba seguro si Enjeru se había percatado que este Adjucha había tomado a su fracción como rehén, como prisionera, la muchacha estaba aún muy débil, incapaz de reaccionar. Kyosuke acababa de reestablecerse pero estaba dispuesto a pelear. La razón de la aparición del Adjucha inquietó a Kyosuke, habían dos Adjuchas desde el principio y no se dieron cuenta o tal vez era una especie de poder del Adjucha que le permitía clonarse o algo así, podían haber muchas razones para esto, Kyosuke no debía perder el enfoque. –Suéltala maldito o morirás igual que el otro- dijo Kyosuke con una mirada de excitación, segundos después comenzó a reír, volvería a pelear y probablemente Enjeru lo ayudaría, el “nuevo” Adjucha no tenía esperanzas, ambos acabarían con el; sin embargo debían tener extremo cuidado, ahora el Adjuchas tenía una rehén, una de las personas más queridas para Enjeru, Kyosuke esperaba que ella no quedara herida. Debían tener un plan para evitarle daños a la fracción, Kyosuke volteó para ver a Enjeru, el improvisaría el ataque después de ver su reacción.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
El cuerpo de Enjeru se deleitó mientras absorbia las particulas espirituales que llovian desde el cielo, era un placer enorme, como ningún otro. Un triste y patetico placer, pero uno que no podia ocultarse. Quizá era por esto que no habia sentido al nuevo Adjucha hasta que esuchó la amenaza del Arrancar a su lado. Giró la cabeza para encontrarse con que el antes herido muchacho estaba ahora de pie y con una actitud amenazante; Etter ya no estaba en el suelo donde ella la habia dejado en recuperación tras recibir el antidoto para superar "Purgatorio". Y frente a ellos la copia exacta del Adjucha que ella acababa de destruir, incluso su reiatsu. Sonrió, esta vez habia un toque oscuro en esa sonrisa.
- Devuelvela - exclamó con su tono de voz bajo y melodico mientras estiraba una de sus blancas manos hacia el Adjucha. Era una advertencia silenciosa. El Adjucha parecia no estar dispuesto a tal cosa. Enjeru observó de reojo a Aerea, si ese Adjucha se llevaba a Etter ambas moririan, era su naturaleza que no podian ser separadas, eran dos cuerpos pero un solo ser en realidad. Ella lo sabia, ellas lo sabian, Marcus lo sabia, pero nadie más que aún quedase vivo. Su otra mano estaba apoyada sobre su Zanpakutoh. El rostro de la Espada se volvió frio como el marmol mientras su mirada se clavaba en él observando el panorama. - Es su turno de nuevo - le dijo a Kyosuke notando sus ansias de lanzarse sobre el monstruo aquel, antes de desenfundar su espada y con un sonido aparecer de frente al Adjucha, era enorme lo que le daba un punto a su favor y al de que Etter fuese tan pequeña. Su espada hizo un corte rápido a la altura de las rodillas del ser, para despues con un nuevo Sonido Enjeru apareciera a la altura de su rostro donde le soltó una patada directa. Tendria que soltar a su fracción y así quedar abierto para el ataque del Arrancar.
Off: perdón lo corto pero de verdad no sé que más poner ^^
- Devuelvela - exclamó con su tono de voz bajo y melodico mientras estiraba una de sus blancas manos hacia el Adjucha. Era una advertencia silenciosa. El Adjucha parecia no estar dispuesto a tal cosa. Enjeru observó de reojo a Aerea, si ese Adjucha se llevaba a Etter ambas moririan, era su naturaleza que no podian ser separadas, eran dos cuerpos pero un solo ser en realidad. Ella lo sabia, ellas lo sabian, Marcus lo sabia, pero nadie más que aún quedase vivo. Su otra mano estaba apoyada sobre su Zanpakutoh. El rostro de la Espada se volvió frio como el marmol mientras su mirada se clavaba en él observando el panorama. - Es su turno de nuevo - le dijo a Kyosuke notando sus ansias de lanzarse sobre el monstruo aquel, antes de desenfundar su espada y con un sonido aparecer de frente al Adjucha, era enorme lo que le daba un punto a su favor y al de que Etter fuese tan pequeña. Su espada hizo un corte rápido a la altura de las rodillas del ser, para despues con un nuevo Sonido Enjeru apareciera a la altura de su rostro donde le soltó una patada directa. Tendria que soltar a su fracción y así quedar abierto para el ataque del Arrancar.
Off: perdón lo corto pero de verdad no sé que más poner ^^
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
El paraje desértico seguía manteniendo la neutralidad mientras todo se llevaba a cabo, la vastedad de las arenas eran el mero escenario en el cual se desarrollaba la batalla, en realidad no era una batalla ya que el Adjucha solo mantenía una posición defensiva, lo peor es que estaba usando a la chica, la fracción de Enjeru como una especie de rehén o escudo humano. De un momento a otro la Espada de la primera sección decidió iniciar el ataque. Ella sostuvo su zanpaktou con firmeza y seguridad dispuesta a luchar por su compañera, Kyosuke se asombró de su determinación la cual iba aumentando mientras todo el combate se desarrollaba. La decisión y estrategia de ataque de Enjeru fue realmente interesante. La primera espada fue capaz de observar la situación con frialdad y elegir la mejor manera para atacar; dado el gran tamaño del Adjuchas en proporción con la contextura física de Etter, ella haciendo con extrema agilidad un sonido apuntó y ataco a las extremidades inferiores del Adjucha para desestabilizarlo, para ser mas precisos ella hizo el corte a la altura de las rodillas. Luego consecutivamente hizo otro para conectar certeramente una patada en la cara.
El resultado que se esperaba era que el Adjucha caiga y suelte a Etter, por lo menos eso era lo que Kyosuke esperaba, el se mantuvo atento tratando de no perder de vista a la chica en caso de una caída estrepitosa, sin embargo la caída nunca llego, es mas ni siquiera hubo signos de desequilibrio en el Adjucha, el Adjucha reveló uno de sus poderes. Tenía la capacidad de manipular las dimensiones de su cuerpo a voluntad. La escena fue realmente increíble, el peso del Adjucha lo enviaba hacia abajo por acción de la gravedad cuando redujo su tamaño al de un arrancar promedio, siendo un poco mas alto que Etter. Este cambio de dimensiones impidió la caída, aterrizó casi de pie llevando a Etter como un escudo humano, se veía adolorido ya que los cortes que le hizo Enjeru no fueron superficiales, sin embargo el Adjucha tenía la ventaja estratégica, sabía que no podrían atacarle con todo mientras la chica estuviese cerca de el, ciertamente no pudo elegir mejor rehén.
Era el turno de Kyosuke de intentar hacer algo para salvar a la chica, el tiempo corría y en cualquier momento el Adjucha podría intentar dañar o matar a Etter. Kyosuke sabía de la capacidad de sus poderes, eran fuertes y bastante efectivos, lamentablemente una de las falencias en los poderes de Kyosuke era la falta de precisión en el objetivo del ataque, sus poderes sacrificaban exactitud por poder destructivo. En este tipo de casos donde es necesaria una precisión casi quirúrgica no podría hacer mucho por ayudar. Solo había una forma y había que intentarlo, el reiatsu de Kyosuke empezó a aumentar en intensidad, el Adjucha se veía sorprendido, la electricidad comenzó a fluir a través de Kyosuke. Chispas, volaban por los aires del desierto cayendo a la arena donde su luminosidad decaía, Kyosuke inició el ataque. Hizo varios Sonidos de forma consecutiva para acercarse al Adjucha, el último Sonido lo colocó justo al frente de el, en ese instante el Adjucha intentó desgarrarlo usando una de sus garras a la que aumento de tamaño casi al doble en solo un segundo, sin embargo ese ataque frontal no era la verdadera intención de Kyosuke, con un Sonido mas apareció a sus espaldas, el Adjucha fue lento para reaccionar; Kyosuke ya tenía una mano a la altura de la cabeza del Adjucha y en ese instante lanzó una descarga eléctrica intensa, era probable que Etter sufra algún daño por esta descarga pero no sería comparable al que recibiría el Adjucha. Kyosuke se sorprendió al ver que al parecer la cantidad de electricidad de la descarga no fue suficiente para desmayarlo, era cierto, Kyosuke se frenó por miedo a dañar a la chica, por lo menos el Adjucha estaba atontado, eso se lo dejaba a Enjeru... -Termínalo- le dijo casi riendo.
El resultado que se esperaba era que el Adjucha caiga y suelte a Etter, por lo menos eso era lo que Kyosuke esperaba, el se mantuvo atento tratando de no perder de vista a la chica en caso de una caída estrepitosa, sin embargo la caída nunca llego, es mas ni siquiera hubo signos de desequilibrio en el Adjucha, el Adjucha reveló uno de sus poderes. Tenía la capacidad de manipular las dimensiones de su cuerpo a voluntad. La escena fue realmente increíble, el peso del Adjucha lo enviaba hacia abajo por acción de la gravedad cuando redujo su tamaño al de un arrancar promedio, siendo un poco mas alto que Etter. Este cambio de dimensiones impidió la caída, aterrizó casi de pie llevando a Etter como un escudo humano, se veía adolorido ya que los cortes que le hizo Enjeru no fueron superficiales, sin embargo el Adjucha tenía la ventaja estratégica, sabía que no podrían atacarle con todo mientras la chica estuviese cerca de el, ciertamente no pudo elegir mejor rehén.
Era el turno de Kyosuke de intentar hacer algo para salvar a la chica, el tiempo corría y en cualquier momento el Adjucha podría intentar dañar o matar a Etter. Kyosuke sabía de la capacidad de sus poderes, eran fuertes y bastante efectivos, lamentablemente una de las falencias en los poderes de Kyosuke era la falta de precisión en el objetivo del ataque, sus poderes sacrificaban exactitud por poder destructivo. En este tipo de casos donde es necesaria una precisión casi quirúrgica no podría hacer mucho por ayudar. Solo había una forma y había que intentarlo, el reiatsu de Kyosuke empezó a aumentar en intensidad, el Adjucha se veía sorprendido, la electricidad comenzó a fluir a través de Kyosuke. Chispas, volaban por los aires del desierto cayendo a la arena donde su luminosidad decaía, Kyosuke inició el ataque. Hizo varios Sonidos de forma consecutiva para acercarse al Adjucha, el último Sonido lo colocó justo al frente de el, en ese instante el Adjucha intentó desgarrarlo usando una de sus garras a la que aumento de tamaño casi al doble en solo un segundo, sin embargo ese ataque frontal no era la verdadera intención de Kyosuke, con un Sonido mas apareció a sus espaldas, el Adjucha fue lento para reaccionar; Kyosuke ya tenía una mano a la altura de la cabeza del Adjucha y en ese instante lanzó una descarga eléctrica intensa, era probable que Etter sufra algún daño por esta descarga pero no sería comparable al que recibiría el Adjucha. Kyosuke se sorprendió al ver que al parecer la cantidad de electricidad de la descarga no fue suficiente para desmayarlo, era cierto, Kyosuke se frenó por miedo a dañar a la chica, por lo menos el Adjucha estaba atontado, eso se lo dejaba a Enjeru... -Termínalo- le dijo casi riendo.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
Mientras Kyosuke jugaba a aparecer y desaparecer, Enjeru se mantenia de pie, observando sin alteración alguna los sucesos. Su ataque no habia surtido el efecto esperado pero habia revelado parte del poder del nuevo Adjucha, ahora resultaria más dificil atacarlo desde el frente porque Etter era un escudo corporal, Enjeru no querria lastimarla. Pero los sentidos de la Espada sentian el dolor que recorria al hollow, y támbien notaban el despertar de la pequeña arrancar.
Etter abrió sus ojos aún mareada, completamente desubicada, lo último que recordaba era que habia tratado de despertar a Enjeru y que un extraño las habia salvado de ser aplastadas contra una roca y por último habia caido en una inconsciencia no sin notar el beso que la Espada le habia dado. Abrió los ojos sintiendo que su corazoncito, o lo que quedaba del mismo, latia a una velocidad dolorosa. Enjeru la habia besado, por qué la habia besado?. Estaba llena de esas manchas negras... el poder de Purgatorio le habia dado de lleno por no obedecerle. Acaso moriria?. Iba a morir?. Vió el cuerpo inconsciente de Aerea detrás de Enjeru. Estaban muriendo, era su culpa. La alegria se comenzó a cambiar velozmente por una agonia que hacia que el corazón le doliera aún más. Sintió entonces que sus pies no tocaban el suelo y que unos brazos muy fuertes la rodeaban, sentia el gruñido del hollow y la agonia se volvió miedo al ver entonces la Zanpakutoh de su Espada desenvainada y llena de sangre. Su vista aún borrosa notó un par de los movimientos del arrancar raro que habia ayudado a su Enjeru y supo que ella estaba en medio de una batalla, ella era el escudo que les impedia terminar con el hollow. Lágrimas le llenaron los ojillos claros y la agonia se volvió tristeza. Ella y su hermana moririan y todo TODO era su culpa. Y Enjeru lloraria, ella no podia siquiera imaginar una nueva lágrima en aquel rostro divino, una lágrima que opacara tan dulce sonrisa... La respiración comenzaba a alterarse, la pequeña tosió sintiendo el dolor atravezarle el cuerpo a causa de la peste.
Por su parte, Enjeru luchaba con su interior en el momento en que las emociones de Etter comenzaron a intesificarse, estaba en su aroma, en el movimiento de sus ojos, en sus lágrimas, en los látidos de su corazón. Olia a miedo, olia a tristeza, olia a fracaso. La Espada cerró sus puños, la mano en que llevaba la Zanpakutoh comenzó a sangrarle a la par que se enterraba las uñas en la piel. Su interior comenzó a hervir y la dulce sonrisa de su rostro se borró, una sombra cubrió su pacifica mirada y todo gesto en ella se volvió macabro. Sus ojos comenzaron a mancharse de rojo y su mirada atravezaba la mirada de Etter. Tenia que acabarla, no podia haber dolor en el mundo, nadie merecia sufrir, nadie debia temer. Solo los debiles temian, solo los debiles sufrian. No, ella habia sufrido demasiado, ella habia temido demasiado, habia llorado demasiadas noches. No queria sentirlo de nuevo, nunca jamás. Tenia que ser destruido.
Cuando Kyosuke le indicó que era su momento de terminar al Adjucha, él podria notar los ojos de la Espada ardiendo en un tono rojo como la misma sangre, la misma que caia en gotas desde la hoja de su zanpakutoh, su rostro tenia ese rasgo macabro que se hacia más oscuro a causa de la frialdad que lo atravezaba. No habia ningúna expresión en aquel bellamente demoniaco rostro. La Espada hizo un movimiento rápido e hizo un corte sobre el pecho de la pequeña fracción quien emitió un grito de dolor intenso que llenó con un eco el espacio en el que estaba. El aroma del Adjucha le llegaba támbien, el dolor de la descarga electrica en su cabeza y la confusión le nublaban las razones. Tras ver a la Espada atacando a la pequeña Arrancar se dispuso a soltarla, confundido y en parte aterrado por la reacción. La Espada mataria a su propia fracción.
Enjeru dió la espalda al Adjucha quien levantó su garra para destrozarla. Ella aprovechó el instante y lanzando su zanpakutoh hacia atrás atravezó tanto a Etter como al Adjucha haciendo una presión que hizo que la punta de la Zanpakutoh saliera por la espalda del ahora pequeño hollow.
Qué habia hecho?. Cómo demonios lo habia olvidado?. Al observar la expresión macabra en el rostro de quien debia ser su salvadora, Etter sintió el terror apoderarse de ella. No, no.. tenia que tranquilizarse, tenia que hacerlo.. pero cómo demonios?, Enjeru iba a matarla, iba a despedazarla. Ella misma la habia visto acabar con poblaciones enteras sin piedad, bañarse en la sangre de humanos y hollows por erradicar todo sentimiento no calido a su alrededor. Que idiota era. Ahora entendia por que Aerea... Aerea.... - AAAAHHHHHH!!!! - al primer corte sobre su pecho la hizo elevar un grito de dolor que hirió sus propios oidos. Al ver la espalda de Enjeru pudo notar como el cuerpo inconsciente de Aerea se convulsionaba... maldita sea... Iba a gritar, iba a rogar misericordia pero entonces la enorme garra del Adjucha se lanzó contra Enjeru y Etter sintió que la liberaba, debia aprovechar para huir... Quizó poner sus pies sobre el suelo y desaparecer con loq ue el quedaba de reiatsu pero un nuevo dolor la hizo quedarse sin aire, suspendida en el aire y luego recibida contra el cuerpo que acababa de liberarla. Al bajar la cabeza pudo ver el majestuoso mango de la Zanpakutoh de Enjeru, los pequeños y definidos craneos parecian anunciarle su inminente muerte. Tosió una bocanada de sangre y luego comenzó a sentir la insconciencia, su cuerpo aún estaba muy debil para pelear con aquello.
La Espada sacó la Zanpakutoh en un movimiento de corte alto desgarrando a ambos hollows en el proceso y luego su mirada se desvió hacia Kyosuke en espera de alguna reacción, oliendo las emociones a su alrededor, las fuentes iban disminuyendo, todo debia ser destruido, solo debia haber paz en su entorno.
Etter abrió sus ojos aún mareada, completamente desubicada, lo último que recordaba era que habia tratado de despertar a Enjeru y que un extraño las habia salvado de ser aplastadas contra una roca y por último habia caido en una inconsciencia no sin notar el beso que la Espada le habia dado. Abrió los ojos sintiendo que su corazoncito, o lo que quedaba del mismo, latia a una velocidad dolorosa. Enjeru la habia besado, por qué la habia besado?. Estaba llena de esas manchas negras... el poder de Purgatorio le habia dado de lleno por no obedecerle. Acaso moriria?. Iba a morir?. Vió el cuerpo inconsciente de Aerea detrás de Enjeru. Estaban muriendo, era su culpa. La alegria se comenzó a cambiar velozmente por una agonia que hacia que el corazón le doliera aún más. Sintió entonces que sus pies no tocaban el suelo y que unos brazos muy fuertes la rodeaban, sentia el gruñido del hollow y la agonia se volvió miedo al ver entonces la Zanpakutoh de su Espada desenvainada y llena de sangre. Su vista aún borrosa notó un par de los movimientos del arrancar raro que habia ayudado a su Enjeru y supo que ella estaba en medio de una batalla, ella era el escudo que les impedia terminar con el hollow. Lágrimas le llenaron los ojillos claros y la agonia se volvió tristeza. Ella y su hermana moririan y todo TODO era su culpa. Y Enjeru lloraria, ella no podia siquiera imaginar una nueva lágrima en aquel rostro divino, una lágrima que opacara tan dulce sonrisa... La respiración comenzaba a alterarse, la pequeña tosió sintiendo el dolor atravezarle el cuerpo a causa de la peste.
Por su parte, Enjeru luchaba con su interior en el momento en que las emociones de Etter comenzaron a intesificarse, estaba en su aroma, en el movimiento de sus ojos, en sus lágrimas, en los látidos de su corazón. Olia a miedo, olia a tristeza, olia a fracaso. La Espada cerró sus puños, la mano en que llevaba la Zanpakutoh comenzó a sangrarle a la par que se enterraba las uñas en la piel. Su interior comenzó a hervir y la dulce sonrisa de su rostro se borró, una sombra cubrió su pacifica mirada y todo gesto en ella se volvió macabro. Sus ojos comenzaron a mancharse de rojo y su mirada atravezaba la mirada de Etter. Tenia que acabarla, no podia haber dolor en el mundo, nadie merecia sufrir, nadie debia temer. Solo los debiles temian, solo los debiles sufrian. No, ella habia sufrido demasiado, ella habia temido demasiado, habia llorado demasiadas noches. No queria sentirlo de nuevo, nunca jamás. Tenia que ser destruido.
Cuando Kyosuke le indicó que era su momento de terminar al Adjucha, él podria notar los ojos de la Espada ardiendo en un tono rojo como la misma sangre, la misma que caia en gotas desde la hoja de su zanpakutoh, su rostro tenia ese rasgo macabro que se hacia más oscuro a causa de la frialdad que lo atravezaba. No habia ningúna expresión en aquel bellamente demoniaco rostro. La Espada hizo un movimiento rápido e hizo un corte sobre el pecho de la pequeña fracción quien emitió un grito de dolor intenso que llenó con un eco el espacio en el que estaba. El aroma del Adjucha le llegaba támbien, el dolor de la descarga electrica en su cabeza y la confusión le nublaban las razones. Tras ver a la Espada atacando a la pequeña Arrancar se dispuso a soltarla, confundido y en parte aterrado por la reacción. La Espada mataria a su propia fracción.
Enjeru dió la espalda al Adjucha quien levantó su garra para destrozarla. Ella aprovechó el instante y lanzando su zanpakutoh hacia atrás atravezó tanto a Etter como al Adjucha haciendo una presión que hizo que la punta de la Zanpakutoh saliera por la espalda del ahora pequeño hollow.
Qué habia hecho?. Cómo demonios lo habia olvidado?. Al observar la expresión macabra en el rostro de quien debia ser su salvadora, Etter sintió el terror apoderarse de ella. No, no.. tenia que tranquilizarse, tenia que hacerlo.. pero cómo demonios?, Enjeru iba a matarla, iba a despedazarla. Ella misma la habia visto acabar con poblaciones enteras sin piedad, bañarse en la sangre de humanos y hollows por erradicar todo sentimiento no calido a su alrededor. Que idiota era. Ahora entendia por que Aerea... Aerea.... - AAAAHHHHHH!!!! - al primer corte sobre su pecho la hizo elevar un grito de dolor que hirió sus propios oidos. Al ver la espalda de Enjeru pudo notar como el cuerpo inconsciente de Aerea se convulsionaba... maldita sea... Iba a gritar, iba a rogar misericordia pero entonces la enorme garra del Adjucha se lanzó contra Enjeru y Etter sintió que la liberaba, debia aprovechar para huir... Quizó poner sus pies sobre el suelo y desaparecer con loq ue el quedaba de reiatsu pero un nuevo dolor la hizo quedarse sin aire, suspendida en el aire y luego recibida contra el cuerpo que acababa de liberarla. Al bajar la cabeza pudo ver el majestuoso mango de la Zanpakutoh de Enjeru, los pequeños y definidos craneos parecian anunciarle su inminente muerte. Tosió una bocanada de sangre y luego comenzó a sentir la insconciencia, su cuerpo aún estaba muy debil para pelear con aquello.
La Espada sacó la Zanpakutoh en un movimiento de corte alto desgarrando a ambos hollows en el proceso y luego su mirada se desvió hacia Kyosuke en espera de alguna reacción, oliendo las emociones a su alrededor, las fuentes iban disminuyendo, todo debia ser destruido, solo debia haber paz en su entorno.
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
La descuidada risa de Kyosuke se desvaneció al instante. Lo agreste del lugar, la intemperancia del viento y hasta lo áspero de la arena de aquel desierto palidecieron y se tornaron inexistentes en ese momento. La expresión de la Espada cambió por completo cuando sus ojos se cruzaron, hasta la coloración de sus ojos parecía haberse transformado a un color rojo intenso, carmesí como la sangre. Su mirada una vez tranquila y pacífica había cambiado, ahora era una mirada de alguien que necesita algo para poder seguir viviendo y que hará lo que sea para conseguirlo, su expresión fácil tan dulce y amable se torno igualmente bella pero macabra a la vez, literalmente Kyosuke se quedó sin palabras, hasta tuvo problemas para moverse; que había pasado?, como era posible ese cambio?, estas preguntas rondaban la mente de Kyosuke que seguía sin comprender lo que acababa de pasar. Todo era demasiado sorprendente.
La Espada empezó su ataque, este era extrañamente frontal y agresivo. Enjeru estaba corriendo directamente hacia la zona donde el Adjucha tenía aprisionada a la chiquilla con su zanpkatou en la mano empuñándola con fuerza y decisión, Kyosuke pudo observar que ya no había nada que la frenase, nada que la detuviese, en realidad tal vez nunca hubo nada sino las propias restricciones auto-impuestas por la misma Espada, sin embargo la razón seguía desconocida. Kyosuke estaba a punto de intervenir cuando los propios movimientos de la primera Espada no se lo hicieron posible. Kyosuke no podía creer lo que estaba viendo, Enjeru acababa de atravesar por completo a la chiquilla, a su fracción, a su amiga, a la que era como su hermana. Kyosuke frenó intempestivamente, aquello definitivamente no estaba en sus planes, además necesitaba algo más de tiempo para poder entender lo que acababa de pasar; Kyosuke retrocedió unos pasos y se sentó lentamente, en las blancas arenas del desierto las cuales se teñirían de sangre mas pronto de lo que creía, era algo digno de ver.
El deseo, la motivación, la intención eran completamente diferentes, todos los movimientos de Enjeru lo demostraban sin lugar a dudas. Tal cambio solo era posible cuando algo muy profundo y muy personal había sido conmovido. En ese instante un desgarrador grito de dolor salió de lo profundo de Etter. Enjeru permanecía inexpresiva ante el clamor de su fracción, su rostro estaba lleno de decisión, de determinación. -Una persona no puede directamente escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente, y con seguridad, darle forma a sus circunstancias.- Kyosuke pensó en voz alta. Era cierto, todos forjamos lo que somos, sin olvidar nuestra esencia. -Una persona usualmente se convierte en aquello que el cree que es.- se volvió a repetir, ya lo estaba captando, ya era capaz de vislumbrar lo que pasaba. Enjeru estaba usando todo lo que estaba dentro de ella, sus sentimientos, su poder para cumplir con la meta que se había planteado, lo increíble era que no había un rastro de egoísmo en ella, lo hacía en mayor parte por los demás, por la paz y seguridad de los demás, pero también había algo que ella quería superar, he ahí la motivación. Utilizar tus habilidades para ayudar a otros, para salvarlos era lo que hacía de Enjeru una arrancar completamente diferente a cualquiera que haya conocido.
La mirada fija de Enjeru hacia lo regresó de golpe su mente a la situación que se iba desarrollando, la zampaktou de Enjeru salía de los cuerpos de ambos seres en una escena impresionante, la pequeña fracción cayó desplomada, como desmayada; cuando impactó contra la arena un pequeño charco de sangre manchó las blancas arenas del desierto, por su parte el Adjucha apenas podía mantenerse en pie, estaba en una evidente estado de agonía. Había perdido el poder de controlar sus propios poderes, cada parte de su cuerpo crecía y regresaba a su estado original en cuestión de segundos, era una vista bastante desagradable. Era hora de terminar con el Adjucha, este se había olvidado por completo de la que alguna vez fue su rehén, en su lugar ahora solo caminaba tratando inútilmente un último intento de supervivencia, quería huir. Kyosuke giró para ver a Enjeru como buscando su aprobación para terminar con aquel hollow, ella mantenía su rostro en la misma forma, sin variación alguna pero Kyosuke pudo interpretar eso como el permiso que estaba buscando. El decidió terminarlo en ese momento.
Un par de Sonidos bastaron para alcanzar al tambaleante Adjucha, no tenía oportunidad ante Kyosuke. Con increíble frialdad introdujo su mano en el agujero que el Adjucha tenía en el pecho causado por la zanpaktou de Enjeru, una vez adentro soltó una descarga eléctrica muy poderosa, el cielo se iluminó momentáneamente dado el poder de la descarga. –Muere bastardo- le dijo mientras las partículas espirituales comenzaban a volar al son del viento. En un segundo todo había terminado. Kyosuke regresó para ver a Etter, ella seguía inconciente en el suelo, Kyouske podía intentar cauterizar su herida usando la correcta cantidad de electricidad, sería doloroso pero mejoraría su situación. Giró para ver a Enjeru, ella seguía mirando todo, Kyosuke no podía adivinar que pensaba. No hizo nada, esperó ver la reacción de la primera Espada.
La Espada empezó su ataque, este era extrañamente frontal y agresivo. Enjeru estaba corriendo directamente hacia la zona donde el Adjucha tenía aprisionada a la chiquilla con su zanpkatou en la mano empuñándola con fuerza y decisión, Kyosuke pudo observar que ya no había nada que la frenase, nada que la detuviese, en realidad tal vez nunca hubo nada sino las propias restricciones auto-impuestas por la misma Espada, sin embargo la razón seguía desconocida. Kyosuke estaba a punto de intervenir cuando los propios movimientos de la primera Espada no se lo hicieron posible. Kyosuke no podía creer lo que estaba viendo, Enjeru acababa de atravesar por completo a la chiquilla, a su fracción, a su amiga, a la que era como su hermana. Kyosuke frenó intempestivamente, aquello definitivamente no estaba en sus planes, además necesitaba algo más de tiempo para poder entender lo que acababa de pasar; Kyosuke retrocedió unos pasos y se sentó lentamente, en las blancas arenas del desierto las cuales se teñirían de sangre mas pronto de lo que creía, era algo digno de ver.
El deseo, la motivación, la intención eran completamente diferentes, todos los movimientos de Enjeru lo demostraban sin lugar a dudas. Tal cambio solo era posible cuando algo muy profundo y muy personal había sido conmovido. En ese instante un desgarrador grito de dolor salió de lo profundo de Etter. Enjeru permanecía inexpresiva ante el clamor de su fracción, su rostro estaba lleno de decisión, de determinación. -Una persona no puede directamente escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente, y con seguridad, darle forma a sus circunstancias.- Kyosuke pensó en voz alta. Era cierto, todos forjamos lo que somos, sin olvidar nuestra esencia. -Una persona usualmente se convierte en aquello que el cree que es.- se volvió a repetir, ya lo estaba captando, ya era capaz de vislumbrar lo que pasaba. Enjeru estaba usando todo lo que estaba dentro de ella, sus sentimientos, su poder para cumplir con la meta que se había planteado, lo increíble era que no había un rastro de egoísmo en ella, lo hacía en mayor parte por los demás, por la paz y seguridad de los demás, pero también había algo que ella quería superar, he ahí la motivación. Utilizar tus habilidades para ayudar a otros, para salvarlos era lo que hacía de Enjeru una arrancar completamente diferente a cualquiera que haya conocido.
La mirada fija de Enjeru hacia lo regresó de golpe su mente a la situación que se iba desarrollando, la zampaktou de Enjeru salía de los cuerpos de ambos seres en una escena impresionante, la pequeña fracción cayó desplomada, como desmayada; cuando impactó contra la arena un pequeño charco de sangre manchó las blancas arenas del desierto, por su parte el Adjucha apenas podía mantenerse en pie, estaba en una evidente estado de agonía. Había perdido el poder de controlar sus propios poderes, cada parte de su cuerpo crecía y regresaba a su estado original en cuestión de segundos, era una vista bastante desagradable. Era hora de terminar con el Adjucha, este se había olvidado por completo de la que alguna vez fue su rehén, en su lugar ahora solo caminaba tratando inútilmente un último intento de supervivencia, quería huir. Kyosuke giró para ver a Enjeru como buscando su aprobación para terminar con aquel hollow, ella mantenía su rostro en la misma forma, sin variación alguna pero Kyosuke pudo interpretar eso como el permiso que estaba buscando. El decidió terminarlo en ese momento.
Un par de Sonidos bastaron para alcanzar al tambaleante Adjucha, no tenía oportunidad ante Kyosuke. Con increíble frialdad introdujo su mano en el agujero que el Adjucha tenía en el pecho causado por la zanpaktou de Enjeru, una vez adentro soltó una descarga eléctrica muy poderosa, el cielo se iluminó momentáneamente dado el poder de la descarga. –Muere bastardo- le dijo mientras las partículas espirituales comenzaban a volar al son del viento. En un segundo todo había terminado. Kyosuke regresó para ver a Etter, ella seguía inconciente en el suelo, Kyouske podía intentar cauterizar su herida usando la correcta cantidad de electricidad, sería doloroso pero mejoraría su situación. Giró para ver a Enjeru, ella seguía mirando todo, Kyosuke no podía adivinar que pensaba. No hizo nada, esperó ver la reacción de la primera Espada.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
Enjeru seguia imperturbable, sus ojos rojos como la misma sangre lo observaban todo en una frialdad que nada tenia que ver con el ser que Kyosuke habia conocido antes. Cuando las miles de particulas espirituales comenzaron a disiparse ella elevó la vista y todas ellas se fueron reuniendo para ser asi absorbidas por la Espada. Hubo un largo silencio y luego aquel ser, fuese quien fuese, caminó hacia el arrancar. Se detuvo a un solo paso de él y elevó su mano derecha hacia el rostro de él acariciandole la mejilla y parte del cuello con un dejo de descaro totalmenet evidente - Me agradas pequeño - exclamó, su voz fria y a la vez seductora - Me gustaria tenerte entre mis filas - observó a las pequeñas inconscientes y emitió una sonrisa media, macabra, deliciosa - Serias mi fracción, una fuerza de batalla no le caeria nada mal a la Sección #1, y este par solo han demostrado ser un impedimento para mi en muchisimas formas - por supuesto, ella no las soltaria para nada del universo, ellas eran suu voz, sus ojos, su todo... su corazón en muchas ocasiones, lo único que le quedaba de Raven... pero aquella no seria en si la primera vez que Etter causaba aquella explosión oscura en ella. Enjeru necesitaba alguien que fuera, quizá, capaz de dominar a ese ser oscuro y hambriento.
Y entonces, aquella mirada de acero se fué tornando de nuevo clara, azúl como el zafiro, y el rostro se suavizó en una sonrisa dulce y tranquila. Le dió un suave beso en los cabellos al arrancar y luego giró sobre sus talones mientras guardaba su Zanpakutoh y caminaba con aquella delicada elegancia hasta donde estaba Etter. Se agachó, su kimono manchandose de la sangre de su pequeña fracción. Si, era consciente que acababa de quitarle ese titulo pero para ella seguirian siendolo de una manera u otra, aún por encima de la jerarquia de Marcus.
De nuevo el silencio se hacia, de nuevo aquel impedimento que le dejaba hablar ampliamente, quizá pedirle perdón a la pequeña por haberle causado daño. Esa mascara que lo cubria todo, que cubria el dolor que habitaria por siempre en su interior, el que hacia a un ser tan dulce y alegre... una arrancar.
Tomó a Etter entre sus brazos y observó a Kyosuke para luego observar a Aerea. Era de nuevo una petición silenciosa. Le pedia que tomara a Aerea y la llevara con él. Las chicas necesitaban reposo y curación. Mientras caminaban hacia El Amanecer la Espada le trasmitia pequeñas descargas de Reiatsu a la jovencita de cabellos de algodón de azúcar en espera de que su cuerpo se regenerara. Por lo menos el primer intento habia detenido la sangre que fluia a borbotones a causa del corte desgarrante que su Zanpakutoh poseia.
Al llegar a las puertas del imponente edificio que suponia El Amanecer se detuvo y se giró a ver al arrancar - Qué dice entonces? - era una pregunta salida de la nada, pero si el chico sabia atar cabos y habia conocido siquiera un poco a la Espada en aquel par de batallas, quizá lograra entender que se referia a la oferta de hacerse su Fracción. Enjeru no olvidaba que le habia hecho aquella oferta aunque lo hubiese hecho en aquella otra forma que pocas veces pensaba con claridad pero que solia hacer interesantes decisiones.
Y entonces, aquella mirada de acero se fué tornando de nuevo clara, azúl como el zafiro, y el rostro se suavizó en una sonrisa dulce y tranquila. Le dió un suave beso en los cabellos al arrancar y luego giró sobre sus talones mientras guardaba su Zanpakutoh y caminaba con aquella delicada elegancia hasta donde estaba Etter. Se agachó, su kimono manchandose de la sangre de su pequeña fracción. Si, era consciente que acababa de quitarle ese titulo pero para ella seguirian siendolo de una manera u otra, aún por encima de la jerarquia de Marcus.
De nuevo el silencio se hacia, de nuevo aquel impedimento que le dejaba hablar ampliamente, quizá pedirle perdón a la pequeña por haberle causado daño. Esa mascara que lo cubria todo, que cubria el dolor que habitaria por siempre en su interior, el que hacia a un ser tan dulce y alegre... una arrancar.
Tomó a Etter entre sus brazos y observó a Kyosuke para luego observar a Aerea. Era de nuevo una petición silenciosa. Le pedia que tomara a Aerea y la llevara con él. Las chicas necesitaban reposo y curación. Mientras caminaban hacia El Amanecer la Espada le trasmitia pequeñas descargas de Reiatsu a la jovencita de cabellos de algodón de azúcar en espera de que su cuerpo se regenerara. Por lo menos el primer intento habia detenido la sangre que fluia a borbotones a causa del corte desgarrante que su Zanpakutoh poseia.
Al llegar a las puertas del imponente edificio que suponia El Amanecer se detuvo y se giró a ver al arrancar - Qué dice entonces? - era una pregunta salida de la nada, pero si el chico sabia atar cabos y habia conocido siquiera un poco a la Espada en aquel par de batallas, quizá lograra entender que se referia a la oferta de hacerse su Fracción. Enjeru no olvidaba que le habia hecho aquella oferta aunque lo hubiese hecho en aquella otra forma que pocas veces pensaba con claridad pero que solia hacer interesantes decisiones.
Daaku Enjeru- Post : 90
Edad : 41
Re: Decisiones *3 días despues de recibir el titulo de Espada*
Kyosuke por fin sintió algo que raras veces acontecía en las llanuras arenosas del desierto y en la generalidad de aquel oscuro y solitario universo llamado Hueco Mundo donde el caos, la muerte y la destrucción eran un panorama constante al que la mayoría de sus habitantes estaban totalmente acostumbrados, eso era claro, no todos. Sintió una especie de tranquilidad, si es que ese era el nombre que le correspondía mezclada con satisfacción por haber culminado con la molesta existencia de aquel ser que había resultado ser tan perjudicial para Kyosuke y sus inesperadas compañeras de batalla en aquella ocasión. El si sentía satisfacción al terminar con la vida de otro, era un instinto que no podía esconder, que no podía controlar; estaba demasiado a la vista. Sin embargo había otros seres mucho mas interesantes como Enjeru que al parecer tenían un total poder de control sobre aquel sentimiento tan primario de violencia.
Se mantuvo observándola con detenimiento mientras se acercaba a el, todavía no se acostumbraba del todo a aquella metamorfosis tan fascinante de la que había sido testigo, probablemente muy pocos habían tenido tal honor, aquellas dos chiquillas de seguro encajaban en ese grupo. Las envidiaba ligeramente pero al fin y al cabo las envidiaba. Ellas habían tenido el privilegio de ver y participar seguramente en un sinnúmero de batallas hombro a hombro, sin embargo dudaba que ambas lo supieran apreciar, por lo menos una. Kyosuke retiró tales pensamientos de su mente, estaba haciendo algo que siempre había encontrado desagradable y que constantemente criticaba; estaba juzgando antes de saber bien de que se trataba el asunto.
Sorpresivamente Enjeru se acercó y con su delicada mano le acarició una de sus mejillas y el cuello, el solo toque de la primera espada lo hizo estremecerse levemente, seguro que ella también lo había sentido, su poder era muy grande, casi palpable desde aquella corta distancia. Con una voz de lo más intrigante y seductora le extendió una invitación, un ofrecimiento que Kyosuke pensó que se recibía después de una larga relación de confianza entre un Espada y algún subordinado. Lo invitaba a ser su fracción, el título que se les daba a aquellos arrancar que eran los guerreros y compañeros de confianza de un Espada. Todo lo que representaba era inmenso y que aquella arrancar tan poderosa lo reconozca en ese corto tiempo en que habían tenido que combatir juntos era un gran honor.
Le hubiera respondido de inmediato de no haber estado tan sorprendido con la noticia, seguidamente la Espada comenzó a tranquilizarse, los ojos pacíficos y tranquilos dejaron su tonalidad rojiza para regresar al bellísimo azul inicial que lo había hipnotizado en el principio. Estaba examinando el que había sido su campo de batalla solo para dejarlo atrás, en el pasado. Tenían también que llevar a las compañeras que habían caído en la confrontación, tras la señal de Enjeru el arrancar tomó a Aerea para poder ponerse en camino a El Amanecer.
Tras una larga caminata llegaron a las puertas del palacio, Kyosuke había estado pensando en la propuesta de Enjeru durante todo el trayecto pero no le había dado respuesta, no es que se lo estuviese pensando ya que era una decisión que ya había tomado segundos después que aquellas palabras salieron de su boca. La hermosa Espada se lo acababa de recordar una vez más. –Será un honor para mi acompañarla señora- le dijo haciendo una pequeña venia cosa que era extrañísima en el, lo hizo solo en un intento de reconocer la importancia que tenía para el aquel nombramiento. Luego le dedicó una sonrisa, ella aún no lo conocía del todo pero tendrían mucho mas tiempo para hacerlo, con ese pensamiento se adentró en el Amanecer, en el que a partir de ese día sería su nuevo hogar.
Se mantuvo observándola con detenimiento mientras se acercaba a el, todavía no se acostumbraba del todo a aquella metamorfosis tan fascinante de la que había sido testigo, probablemente muy pocos habían tenido tal honor, aquellas dos chiquillas de seguro encajaban en ese grupo. Las envidiaba ligeramente pero al fin y al cabo las envidiaba. Ellas habían tenido el privilegio de ver y participar seguramente en un sinnúmero de batallas hombro a hombro, sin embargo dudaba que ambas lo supieran apreciar, por lo menos una. Kyosuke retiró tales pensamientos de su mente, estaba haciendo algo que siempre había encontrado desagradable y que constantemente criticaba; estaba juzgando antes de saber bien de que se trataba el asunto.
Sorpresivamente Enjeru se acercó y con su delicada mano le acarició una de sus mejillas y el cuello, el solo toque de la primera espada lo hizo estremecerse levemente, seguro que ella también lo había sentido, su poder era muy grande, casi palpable desde aquella corta distancia. Con una voz de lo más intrigante y seductora le extendió una invitación, un ofrecimiento que Kyosuke pensó que se recibía después de una larga relación de confianza entre un Espada y algún subordinado. Lo invitaba a ser su fracción, el título que se les daba a aquellos arrancar que eran los guerreros y compañeros de confianza de un Espada. Todo lo que representaba era inmenso y que aquella arrancar tan poderosa lo reconozca en ese corto tiempo en que habían tenido que combatir juntos era un gran honor.
Le hubiera respondido de inmediato de no haber estado tan sorprendido con la noticia, seguidamente la Espada comenzó a tranquilizarse, los ojos pacíficos y tranquilos dejaron su tonalidad rojiza para regresar al bellísimo azul inicial que lo había hipnotizado en el principio. Estaba examinando el que había sido su campo de batalla solo para dejarlo atrás, en el pasado. Tenían también que llevar a las compañeras que habían caído en la confrontación, tras la señal de Enjeru el arrancar tomó a Aerea para poder ponerse en camino a El Amanecer.
Tras una larga caminata llegaron a las puertas del palacio, Kyosuke había estado pensando en la propuesta de Enjeru durante todo el trayecto pero no le había dado respuesta, no es que se lo estuviese pensando ya que era una decisión que ya había tomado segundos después que aquellas palabras salieron de su boca. La hermosa Espada se lo acababa de recordar una vez más. –Será un honor para mi acompañarla señora- le dijo haciendo una pequeña venia cosa que era extrañísima en el, lo hizo solo en un intento de reconocer la importancia que tenía para el aquel nombramiento. Luego le dedicó una sonrisa, ella aún no lo conocía del todo pero tendrían mucho mas tiempo para hacerlo, con ese pensamiento se adentró en el Amanecer, en el que a partir de ese día sería su nuevo hogar.
Kyosuke Gyambura- Post : 105
Edad : 33
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