Historia de Marcus, espada 0

Marcus había nacido fuerte.

Desde que tenía consciencia de si mismo había vencido hollows y los había devorado con asiduidad. Este hecho no había hecho más que ampliar su poder. En todo Hueco Mundo no había nadie que le llegara a la suela de los zapatos. Pero cuando más se creía rey y señor de aquella inhóspita y oscura tierra, apareció un misterioso ser.

Shinigami se hacía llamar y ya se había merendado varios en alguna de sus pocas incursiones al mundo humano. Pero aquel era distinto. Su poder era igualable al suyo e, incluso, tras cambiar su espada, fue incluso superior. La batalla fue igualada y reñida y si el shinigami no hubiera escapado en aquel portal, podría haber muerto.

Herido y sangrando, fue capaz de llegar a unas ruinas.
Allí pudo recuperarse tranquilamente. Pero, además, había recibido una lección de aquel shinigami.Pensó que si hubiera tenido apoyo quizás podría haber salido vencedor. Casualmente conoció a dos tenido apoyo quizás podría haber salido vencedor. Casualmente conoció a dos adjukas en aquellas ruinas. En cualquier otro caso, le hubieran servido de comida, pero ahora les encontraría otra utilidad. Eiffero tenía un poder que le ayudaba a reconstruir aquellas ruinas, pero debajo de unas piedras de aquel conjunto pudieron encontrar un gran tesoro. El Hougyoku , una piedra con la cual los hollows, al aplicarles una gran cantidad de reiatsu, podían transformarse en arrancars, adquiriendo también unas espadas como los shinigamis, además de un poder superior.

Allí decidieron establecer lo que sería el primer paso para poder dominar la Sociedad de Almas y poder alimentarse de sabrosas almas en ambos lados sin ninguna interferencia.

Pasó el tiempo mientras se preparaba el ataque, pero Marcus y sus fracciones se preocuparon demasiado únicamente de ellos, quienes ya estaban arrancarizados, y se llevaron varios hollows, usándolos como carne de cañón.

La batalla fue igualada, pues había gran cantidad de hollows, aunque los capitanes los vencían con relativa facilidad.

Pero Marcus tenía su batalla particular. Buscaba a aquel shinigami que le había demostrado tanta fuerza. Añoraba aquel nivel tan parecido al suyo propio. En esta ocasión, y a pesar de que había mejorado, la lucha seguía siendo igualada. Incluso, tras haber realizado su resurrección, su máximo poder, el shinigami pudo seguirlo. Aunque si se quedó algo por debajo de él, lo que aprovechó Marcus para vencerle.

Cuando estaba a punto de conseguirlo, acudieron varios shinigamis de gran poder.
Lastimado de aquella manera y con un shinigami de ese nivel y tan bien escoltado, no podía enfrentarse a él. Gracias a un portal pudo salir con sus fracciones.


Pero al igual que en la primera batalla, a Marcus le quedó una cosa clara.
No había sido tan sólo que rodearse de gente fuese clave, sino que debía de ser gente poderosa. No era solo la capacidad de batalla del shinigami lo que le había derrotado, sino su inteligencia antes de ir al combate. Por lo que decidió seguir su fórmula para poder enfrentarse de nuevo a él.

Gracias a las informaciones traídas por varios de sus espías, pudo desenmascarar la organización seguida por la Sociedad de Almas para copiarla a su imagen y semejanza.

Y en el Amanecer, bajo la pálida luz del Hougyoku se preparó para defender Hueco Mundo, y algún día, poder dominar al resto...