Arrancando el papel viejo de la pared (Social/libre)

Estaba en una estancia circular, de paredes lisas y sin ventanas; de un blanco tan puro que hacía que las ropas de Yoel pareciesen de un blanco sucio y desvaído. Llevaba tiempo pensando en visitar la habitación de su predecesor, pero hasta aquel momento no había tenido tiempo. Sin muebles, la estancia parecía aún más amplia y fría de lo que recordaba, pero por alguna razón que no terminaba de entender, le agradaba.

Se apoyó en una de las paredes y se dejó caer, intentando no pensar en como habían avanzado los acontecimientos y cómo había cambiado El Amanecer. Se escuchó el chirrido de una puerta metálica al abrirse y el sonido de unas pisadas lentas. El arrancar alzó la vista y vio un ser de lo más pintoresco, un hombrecillo menudo, con la espalda tan encorvada hacia abajo que su rostro casi tocaba con el suelo. Intrigado, el joven d e cabello plateado alzó la cabeza y lo observó con detenimiento: era pálido, calvo, con la cara redonda y llena de verrugas; en el centro del rostro, tenía una nariz enorme y bulbosa, que sostenía unas diminutas gafas empañadas que no dejaban ver sus ojos. Con cada paso, arrastraba los pies y hacía que La piel del rostro, que le caía como una cortina apergaminada, oscilase por el suelo barriéndolo y levantando una ligera nubecilla de polvo blanco.

Después de lo que pareció una eternidad, aquella criatura consiguió llegar al centro de la sala, se tomo un respiro, apoyando sus alargadas manos en lo que creyó que era su cadera y respiró con dificultad. Tan pronto como hubo descansado, giró sobre sí mismo para dedicar una ligera inclinación de cabeza a Yoel y luego, volvió a darle la espalda, observando con interés la habitación. Tras una minuciosa inspección, alzó los brazos con dificultad, para después dejarlos caer con rapidez y desprender un extraño humo blanco por todas las aberturas de su ropa. Su cuerpo comenzó a consumirse y las ropas fueron quedándole cada vez más grandes hasta que final cayeron al suelo y sin rastro del viejo. Confuso, el arrancar hizo un ademan de levantarse, pero entonces unos pequeños bultos, comenzaron a moverse bajo la blanca capa del viejo, multiplicándose sin cesar; y de entre las telas, surgieron miles de diminutos cangrejos blancos con un bulto con ojillos negros por cabeza, sin parar de chirriar y moverse con una rapidez poco común en esos crustáceos.

Salían por la puerta, entraban de nuevo y no paraban de moverse por la sala, transportando enormes muebles blancos y colocándolos por la estancia. Pronto descubrió que todo ese mobiliario le pertenecía a su antigua habitación.

Finalmente, Yoel les dejo hacer, entreteniéndose con las miles de disputas que tenían aquellos bichos por la colocación de los muebles, a la vez que fumaba uno de sus cigarrillos y ahumaba la habitación.

Caminando por tantas puertas de "El Amanecer", no importase cuanto tiempo huviese estado ahi antes, simplemente, han pasado, horas, dias, SEMANAS Y MESES!!! los cuales aun me perdia en ese grande edificio, aun conservava un pedazo de mascara en la barbilla que me molestaba bastante, mis piernas comenzaban a dolerme de caminar por un lapso de tiempo cerca de dos horas en lo que parecia ser una trayectoria circular...
Por un momente me llene de furia y mis pupilas comenzaron a dilatarse.
Asi que me arranque el pedazo de mascara y comenze a correr hasta llegar a la Septima seccion...
Calme mis impulsos, solte un suspiro, abri otra puerta la cual me llevaba a un pasillo con varios "cangrejos" muy veloces y al parecer, estos llevaban muebles "pesados" para su cuerpo, tras mirar hacia adonde se dirigian los crustaceos entre a un cuarto blanco, con olor a humo de cigarro, estuve mirando los cuadros y retratos los cuales los crustaceos cargaban, acomodaban y colgaban en la pared, unos eran del Fraccion conocido como Yoel y los otros arrancar de la septima seccion, entreellos, el anterior espada cuyo nombre no recordaba en ese momento, me distraje mirando al vacio tratando de recordar el nombre, me distraje tanto que no me percate de la presencia de Yoel detras de mi y tampoco de un crustaceo con otro retrato subiendo por mis sapatos, hasta llegar a la cumbre de mi cabeza, dando un salto para finalizar la accion de acomodar otro retrato mas arriba, en ese retrato, aparecia el 7mo espada utiizando su Resurreccion...

-Marian Luxferno!

Dije en cuanto recorde el nombre de la espada 7, alce la mirada y mire al reflejo del retrato, era el mismo Yoel en persona...
Sin voltear la cara le dije:

-Te diviertes? Parece ser un lugar entretenido

Lo mire directamente a los ojos, hice una reverencia:

-Hola, soy Ichabod Schneider, 4ta seccion...

No llevaba ni quince minutos observando el interminable vaivén de los pequeños crustáceos, cuando apareció un joven arrancar algo enclenque y lameculos a molestarle. Se incorporó parsimoniosamente, mientras guardaba el mechero en un bolsillo interior y se sacudía el polvillo de sus pantalones. Alzó la mirada para dedicarle una agría sonrisa al novato y se dirigió hacia el viejo retrato del antiguo Espada para observarlo más de cerca: era una pintura bastante burda, con una pincelada mal estructurada y un punto de vista frontal bastante soso; no le gustaba en absoluto. Apagó el cigarrillo en el rostro del arrancar pintado, lo descolgó de la pared sin cuidado, llevándose alcayata incluida y se dirigió hacia el muchacho para dejarle el cuadro en las manos.

-Toma, joven, un recuerdo. Ahora si me disculpas, tengo un paquete de cigarros que requiere mi atención, así que si no tienes algo importante que decirme, déjame en paz.

Su escritorio y su silla ya habían sido colocadas, así que se sentó y clavó su mirada en el intruso. No acostumbraba a ser grosero tan gratuitamente, pero algo en aquel chico no le terminaba.

Note la actitud arrogante del Fraccion, normalmente yo soy pacivo, sin embargo soy facil de soltar una linda rabieta en ese instante, asi que solo me contuve lo suficiente paraapretar el cuadro al punto de romperlo y lanzarlo hacia el techo para despues lanzar dos balas las cuales destrozaron por completo los dos pedazos de "arte" si se le podia llamar asi, ganas de desenvainar la espada y retar al Fraccion no me faltaban sin embargo presentè compostura suficiente para solo decir nas siguientes palabras:

]-Los rumores en Hueco Mundo suelen correr rapido, esta vez, la regla se repitio, me entere de tu reciente ascenso a Espada, felicidades, pero, digame señor importante, ¿considera mis acciones sin sentido?
¿O acaso es por el hecho de no ser de su seccion?

Una sonrisa salio de mi cara en claro simbolo de burla....

-Solo recuerda que tu ya tienes mucho tiempo por aqui y Hueco Mundo ya necesita sangre nueva-

Me quede inmovil durante un tiempo, esperando la respuesta de alguien con el mismo nivel de arrogancia que el mio...

De todos los arrancars con los que habría podido encontrarse, había dado con el “chuloputas” del Amanecer. Yoel cerró los ojos con resignación, comenzaba a sopesar la idea de matarlo ahí mismo; a un arrancar de bajo rango no supondría una gran perdida y quizá nadie lo echara de menos, como mucho, el Espada de su sección podría reñirle, pero dudaba que alguien se molestase por ese ser. Por otra parte, si lo mataba enseguida, no tendría nada más interesante que hacer y el joven parecía algo irascible. Por qué no, juguemos con la comida.

El Espada, abrió el escritorio para coger un papel blanco sin nada y haciendo uso de su esplendido origami, lo convirtió en una preciosa cofia en la que escribió con letras mayúsculas “Ichabood Schneider”. Luego, se levantó de la silla y se dirigió al pequeño estorbo:

-Si toda la sangre nueva es como tú, no va hacer falta que nadie me destrone, por que me darán ganas de suicidarme-. Se acercó al joven con la cofia en la mano y se la colocó con delicadeza y lentitud en sus sedosa y oscura cabellera- .Y ahora si no te importa, joven, barre el suelo con esmero y pregúntale al hombre calvo donde tiene las escobas.

Dicho esto, se sentó encima de su escritorio y se puso a mirar distraídamente los parejos de su despacho.

Era obvio, el Espada era mas arrogante que yo, tras lo cual me quede perplejo nate sus acciones y su manera de proarse educadamente aun cuando razonadamente el estaba casi cabritado despues demi estancia pora aca, sin embargo habia algo que me impedia irme, asi que llegue al grano en cuanto a mi molesta estancia para el recien ascendido Espada el cual no dejaba de verme con ojos acusandome de ser un sirviente escoria debido a mi bajo rango...

-¿Como logro el rango de Espada?
Diculpe mi falta de respeto al cambiarle el tema, pero creo que el calvo se habia transformado en esos crustaceos-

Honestamente, una practica contra un Espada seria mas que interesante y es algo que he estado extrañando desde la traicion del imbecil de Alastor, siempre habia respetado a ese espada, lastima que quiso hacerse creer mejor que Marcus...

Pero en fin, dudo que el Espada actual me diese uno de sus consejos para ser ascendido, pero, para cpnsentir su pedido, use Mi Sonido: La Estrella Fugaz
dando destellos por doquier y limpiando la habitacion en poco tiempo...