Batalla En Africa: Sarevilo Hoshimoto VS Ichabod Schneider

Intro
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En Hueco Mundo

Después de contemplar la noche en El Amanecer contadas ocasiones yo seguía bastante Aburrido, parecía que mis compañeros de sección estaban bastante ocupados con sus cosas..

-Raro-
Pensé yo
-No nos han enviado a ninguna mision ¿habrán muerto?-
-En fin-

Dije en voz alta
-ya es hora de entretenerme un poco-

En este momento la idea de invadir una seccíon pobre del Mundo Humano comenzaba a surcar mi cabeza mientras yo seguía recargado contemplando la luz de luna cuya energía me alimentaba, yo no necesitaba comer, con absorber algo de esa misteriosa energía era suficiente, me sentí listo para todo, lo suiciente para conquistar alguna parte de Africa, asimismo tomé mi chaqueta obscura sobrepuesta al uniforme pensando en lo mal que me iría con las autoridades del Hueco Mundo si no respeto el uniforme y peor aún lo mal que me irá si regreso apaleado con las manos vacías...

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En El Desierto

Usé mi garganta para llegar ahi pero lo que veo es una abomibación decepcionante, el Desierto Sahara y para colmo seguía de noche ahí, decidí sentarme en una roca y esperar un rato el amanecer, me daba flojera usar todo mi poder, en el cuál llego un Shinigami de poder bastante bajo (P.S: este shinigami sera solo de "relleno" para iniciar la riña), apuntandome con su espada por detrás mío...

Me levanté y dijé al Shinigami
-No tengo tiempo para debiluchos como tu-

Usé mi "Sonido: Estrella Fugáz" y antes de darse cuenta El shinigami estaba en el suelo sangrando... Comenzaba a amanecer, si habia algún capitán cerca debía esconderme y esperar la noche ó irme de ahí

...

Era un día como cualquier otro en el Seireitei, el sol comenzaba a salir y las primeras brisas matutinas refrescaban mi rostro con una suavidad sumamente relajante. La brillante luz del sol comenzaba a esparcirse por todo el descampado solo para dejar bien visible los numerosos charcos de transpiración provocados por mis entrenamientos matutinos.
-(respiro) Ahh! el día no se empieza bien sin un buen entrenamiento al aire libre- Me decía a mi mismo luego de carme sobre mis espaldas sobre el fresco pasto aplastado por mis numerosas pisadas, para descansar un rato.

Luego de un pequeño y merecido descanso, arreglé mis ropas y me dirigí al cuartel del 6to escuadrón. Aunque me dirigí a un paso bastante lento, porque sentía que tenía que apreciar cada segundo de esa hermosa mañana.
Sin embargo, al acercarme al cuartel, la tranquilidad tan agradable que inundaba toda el área se perdió bruscamente entre los pasos que daban shinigamis al entrar y salir muy rápidamente del cuartel. Al instante me di cuenta de que ese gran movimiento en el escuadrón no podía significar nada bueno; por lo que entré apresuradamente y me dirigí donde la capitana.

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Al llegar, ella estaba en su puesto, y bastante ocupada. Dando ordenes y dirigiendo a todo el mundo entre todo el movimiento de la sala. Por lo que pude llegar a oír, había varios grupos de nuestros shinigamis que salieron a investigar a distintas partes del mundo un reciente crecimiento de actividad hollow, pero no terminaba de comprender la gravedad de la situación.

Apresurado me ubiqué justo en frente de la capitana, que apenas me notó entre todo el movimiento de la sala provocado por todos los shinigamis que entraban y salían, y le dije con tono alto pero respetuoso: -Kaori-Taichou, aquí Sarevilo Hoshimoto ¿Qué puedo hacer para ayudar en esto?-
La capitana, al oírme trató de buscar algún trabajo entre los que estaba repartiendo entre todos los shinigamis. Pero cuando estaba por dictarme mis consignas unos shinigamis interrumpieron bruscamente entre nosotros reportándose en un tono sumamente urgente: -¡¡El grupo que fue enviado a supervisar la actividad hollow de África ha vuelto, y han perdido a uno de sus camaradas!! ¡Se han toparon con un oponente que superaba sus habilidades!-

La capitana, en el instante después de oír el mensaje, me miró fijamente; no necesitaba decir nada que sus ojos no pudieran expresar. Esa mirada que connotaba un liderazgo nato, una enorme devoción hacia sus hombres y una firmeza que raramente se encuentra entre los shinigamis de la sociedad de almas me lo dijo todo.
Simplemente me di media vuelta -¡Déjamelo a mi!- Fue lo único que dije y me retiré rápidamente del cuartel. Debía encargarme de mi misión y dejar a la capitana concentrarse en sus otros asuntos. No podía fallar esa misión, no podía defraudar a la 6ta sección, y al escuadrón Gi.

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Al llegar al mundo humano me sorprendí, principalmente, por que estaba por anochecer. Tuve la impresión de que ese día tan hermoso que me animó por la mañana estaba por terminar, dando lugar a una noche oscura que llenaría al cielo con una soledad abismal; como un preludio del peligro que se avecinaba. Con mucha cautela estuve explorando el enorme desierto del Sahara, sus enormes dunas de arena que se volvían cada vez más frías y sus oleadas de viento seco que disminuían cada vez más por la cercanía de la noche. Todo el paisaje era sumamente triste y monótono.

Finalmente, cuando me estaba por dar por vencido, y estaba decidido a tomar un receso durante la noche para continuar con la búsqueda al día siguiente; un escalofrío recorrió mi cuerpo completamente, erizando mis cabellos y haciéndome comprender que no me encontraba solo.
Podrían decir que fue una corazonada, o instinto, pero sabía que debía mantenerme alerta.

...

Off Rol: será de noche? Si es así otro shinigami puede ayudarte con esto... Claro de tu rango así nos veremos en ventaja ambos y será mas entretenido... Ah y si sale mal fue por andar posteando desde un celular .-.

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On: La noche se hecía llegar en este desierto, me costaba decir que es igual a las noches.... Yo seguía aburrido sentado en aquella roca recargado contra mis brazos sobre mis piernas inclinado hacia adelante, raro en mi, nunca he sacado mis manos de los bolsillos para darles un uso tan "corriente" las tenía en los bolsillos hasta para sentarme y mantener una buena postura, dejando de lado eso, miré al joven Shinigami al cuál acababa de derrotar, de boca-arriba con los ojos perdidos y salpicaba de sangre bastante superficie por debajo de él, con una respiració cortada y acelerada a la vez, se me ocurrió decirle lo siguiente:

-¿Por un momento creíste vencerme? Ó fué la arrogancia de creer en la Sociedad de Almas, ellos caerán de un momento a otro, tus esfuerzos son en vano-

Después de terminar la frase comencé a sentir un Reiatsu igualado al mío cerca, a unos cuantos kilometros, no pude evitar levantarme, mirar el horizonte y tomar del traje, llevar cargando en mi hombro y decirle al Shinigami herido:

-Vámos, alguien viene por ti, será mejor que te entregue con vida, me da flojera usar mi todo poder-

Usé mi Sonido personalizado y asímismo llegué en cuestión de milésimas de segundos frente al shinigami de gran poder, con solo una humareda de polvo y un destello anunciando la llegada del rey murciélago hacia su actual enemigo, aún entre la humareda tomé al recién graduado por el traje de nuevo y lo tiré a los pies de su compatriota, dejé mi mano derecha fuera del bolsillo con la cuál disipé el polvo y la arena dejando descubiertos mi rostro, mi vestimenta y mi agujero en el pecho haciendo un simple movimiento de izquierda a derecha con el brazo derecho para después preguntarle al shinigami:

-¿Viniste a intentar matarme? Ó a salvar a tu amigo? *me pongo en guardia sin sacar la Zanpakuto* -Sea cuál sea tu respuesta fué bastante inmaduro venir solo, por cierto, mi nombre es Ichabod Schneider, Arrancar de la 4ta sección-

Tras esto esperé la respuesta del shinigami antes de hacer mi movimiento, no me gustaba iniciar los pleitos...

...

Cuando finalmente creía que mi búsqueda no llegaría a ningún sitio, miré hacia el cielo un poco frustrado. -Talvez el enemigo ya se halla ido- fue lo que razoné. Pero una amenaza como esa no puede seguir atentando contra la justicia tan libremente.
Por suerte, al alzar la vista, una enorme luna blanca apareció ante mí. Por lo menos el paisaje monótono comenzaba a ser más agradable. Pero la tranquilidad duró poco y nada...

Casi sin aviso, sentí una gran presión que se acercaba a una velocidad abismal. Pero por ser de ese nivel, pude detectarla con facilidad, preparándome para lo que venía. En un segundo, ante mi se posó un Arrancar con una imagen un tanto extraña. Era raro ver un Arrancar vestido de negro, pero eso era lo de menos. También traía consigo uno de los Shinigamis del escuadrón que había sido enviado a explorar la zona por primera vez.

Muy descaradamente, lo lanzó frente a mí, preguntándome que hacía en ese lugar, mientras se ponía en guardia, a lo que yo respondí: -Mi nombre es Sarevilo Hoshimoto, del escuadrón 6to escuadrón; dedicado a la defensa de la justicia de la Sociedad de Almas ¡Y aunque me impresiona el respeto con el que te diriges a mi, lo que le has hecho tanto a ese Shinigami, como a la Sociedad de Almas, es algo que no tiene perdón!- Decía mientras colocaba mi mano sobre el mango de mi Zampakutou, quedando en una posición de espera.

Al decir esto, el ambiente se inundó con una inquietud que hizo que los animales que estuvieran por los alrededores huyeran a gran velocidad. Todo el paisaje se reducía sólo a nosotros dos preparados para comenzar la lucha; Sin que ninguno moviera un músculo mientras toda nuestra atención se concentraba en el oponente. Estudiando cada indicio de un comportamiento a la hora de luchar. El aire se podía cortar con una tijera.

Sin pensar más, me acerqué a gran velocidad hacia mi rival. Comencé a desenvainar mi Zampakutou, aunque el objetivo de mi ataque variaría dependiendo que hiciera mi oponente, intentaría acabar con esto lo más fácilmente posible. Por lo que me ataque se basaría en un corte horizontal dirigido hacia el pecho.

Despues de esperar tanto por un oponente digno de mi fuerza, al fin alguien aparecia con ese talento y fuerza que esperaba, le lance al joven shinigami para provicarle, al parecer funciono correctamente, el shinigami se abalanzo salvajemente contra mi, su movimiento era facil de esperar y de igual dificultad, lo era para leerse..
Asi que solo me costo esperar un poco para usar un Sonido para subir a una montaña a unos 30 mts de ahi, puse mi pierna sobre una roca, y desenvaine mi Zanpakuto:

-¿Piensas derrotarme con una espada asi Hoshimoto-San?

Entrecerre mis ojos, saque mi espada de la funda, y un ligero pero frio viento invadia mi cara y mi cabello mientras lo hacia, le apunte al shinigami con la hoja de mi espada para decirle lo siguiente:

-Usa tu Shikai! quiero ver el limite de tu fuerza o si no!

Use mi sonido para aprecer por arriba de el unos 6 mts hacia arriba cayendo en picada con la punta de mi espada hacia abajo tratando de asestarle un golpe fatal capaz de matar al instante haciendo que la punta se enterrar sobre su hombro en el mejor de los casos, pero este ataque no era para matarlo, sino, para impulsarlo a usar su Shikai y tomarse esto lo mas enserio posible

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Off: la situacion es: estoy por arriba de ti cayendo en picada con mi espada a punto de darte, este ataque puedes esquivarlo facilmente

Al no surgir efecto mi primer ataque, el Arrancar se alejó completamente mostrando una actitud de superioridad un tanto altanera, para luego abalanzarse por enzima mío y caer en picada tratando de empalarme con su Zampakutou. Yo solo había vuelto a envainar mi Zampakutou y estaba analizando sus palabras. Su objetivo era muy fácil de descifrar... ¡Quería que libere mi Shikai! Pero no lo iba a conseguir fácilmente...

En vez de actuar como lo haría cualquier persona, y defenderme o esquivar el ataque, salté hacia arriba tratando de esquivar el ataque lo más posible, para propinarle un fuerte golpe en el torso con uno de mis brazos. El objetivo de mi ataque era desconcertar a mi rival, ya que no respondería como él quisiera, eso me pondría en desventaja.

Luego de separarnos, ambos nos quedamos a la espera del otro. Yo estaba sosteniendo un pequeño tajo en la parte externa de mi brazo izquierdo, ya que no pude evitar el ataque completamente y él un poco aturdido por el golpe.
Sin embargo, ninguno de nosotros tenía un daño significativo, por lo que pronto nos incorporamos...

-Si quieres que libere mi Shikai, deberás hacerlo mejor que eso. Es más, estoy más cómodo usando mis puños que mi Zampakutou.-

Al decir esto, corrí directamente hacia él hasta quedar a más o menos unos 8 metros. Luego, repentinamente di un salto hacia el lado izquierdo y arremetí a mi contrincante con un combo de patadas a la zona del tronco seguido por una barrida con el pié rozando el piso, para desestabilizarlo e intentar conectar un puño final en la cabeza.

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Off: Muchas gracias por la acotación. Pero no subestimes tu rol, porque ya lo habías explicado muy bien en el post. .
Igualmente, en mi última descripción dije muchos combos. Si haces algo que nos distanciase en el medio, los combos posteriores se verían cancelados.

El combo había sido bastante devastador, muy a duras penas alcance a zafarme de la barrida y el puñetazo, termine acostado espalda abajo en la fría arena del desierto Sahara, guarde mi zanpakuto mientras veía a mi rival volando hacia arriba impulsado por la fuerza de su mismo puñetazo, un ataque bastante devastador si me hubiese tocado, en fin acostado, en ese momento mientras veía a aquel Shinigami danzar bajo la luna supe que era mi oportunidad, así que extendí mis manos y lance a lo mucho 20 balas para luego, con el humo, usar mi Sonido normal, extender mi mano y lanzar un cero no muy potente, seguía tratando de hacer que el Shinigami usara su Shikai y para eso debía ser lo mas estricto posible con este ultimo...

Cite el comentario del Shinigami diciendo...

-Mejor que eso ¿eh?

Volví a sacar mi Zanpakuto, y me puse en guardia

-Sigues creyendo lo mismo Hoshimoto-San?
Se que no debo subestimarte, eres bastante fuerte, pero..-

Me impulse sobre un pie para darle una estocada en el pecho, facil de evadir o rechazar, con la punta de Zanpakuto hacia adelante, sentía como cortaba el viento y este volvía a regenerarse en pocos instantes, en si la estocada era fuerte, pero no muy rápida...

-¡Lo mismo te digo a ti!

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(Off: este ultimo si quieres esquivarlas balas o la mayoria esta bien, incluso si se trata del cero, puedes esquivarlo o dar un contraataque

Había puesto mucha de mi fuerza en mi último ataque y por esa razón no fue muy veloz, dando a mi oponente un tiempo para evadirlo. Sin embargo, aunque dolido por mis primeros ataques, pudo escabullirse con un Sonido mientras yo seguía en la posición de lanzamiento de mi puño.
Sin embargo, pude ver claramente el siguiente ataque del Arrarar ¡Una lluvia de Balas! Si intentaba bloquearlas, seguramente algunas impactarían directamente sobre mi cuerpo; por lo que realicé un Shunpo hacia un lado, pudiendo esquivarlas justo antes de que impactasen.

Sin embargo, apenas me recompuse solo pude ver un enorme brillo rojo que iluminaba cada rincón del desierto. Un Cero se dirigía a mí con gran velocidad. Ya era muy tarde para intentar esquivarlo, por lo que tuve que desenfundar mi Zampakutou rápidamente para usarla como escudo.
Por suerte, ese Cero no era muy poderoso, y cuando el destello rojo se disipó, resulté con algunas quemaduras leves.
Sin embargo, la voz del Arrancar sonaba como un eco entre las enormes dunas de arena que nos rodeaban.

-Sigues creyendo lo mismo Hoshimoto-San? Se que no debo subestimarte, eres bastante fuerte, pero lo mismo te digo a ti!-

Cuando me quise dar cuenta, el Arrancar se dirigía hacia mí tratando de empalarme con la punta de su Zampakutou. La misma estrategia de ir hacia él no funcionaría dos veces; por lo que, aunque no quisiera, tenía que tomarme la batalla con todas mis fuerzas.
Ni bien ya le faltaban como 5 metros para estocarme con su espada, recité el canto...

-Sorera o kato, ¡Tengoku Setsudan!-

De repente, su espada llegó a mí y un fuerte choque metálico resonó por todo el desierto. Logré defenderme sin problemas de su estocada, y ahora nos hallábamos cara a cara. Lo único que nos separaba eran nuestras Zampakutous, que se encontraban filo con filo, produciendo un chillido seco. En todo el lugar completamente mudo ese sonido chispeante era lo único que resonaba.

-¿Esto era lo que querías ver no? Lamento si pronto te arrepientes ¡Porque ya no hay vuelta atrás!-

Fue lo que dije antes de realizar un único corte de forma horizontal sobre su Zampakutou que nos separó bruscamente como unos 20 metros.
Luego de eso, alcé mi espada ahora completamente blanca, que desentonaba en ese contraste oscuro como un haz de luz sólo comparable con la enorme luna; y la agité fuertemente produciendo un corte hacia delante. Como si no importara la lejanía de mi objetivo.

La verdadera batalla recién comenzaba...

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Mire como el Shinigami fácilmente había rechazado mi estocada, no podía detenerse así de fácil, por lo que note en ese instante que subestime su forma Shikai, la fuerza de ambos aplicada filo contra filo era tan descomunal, que parecía que una esfera de energía comenzaba a rodearnos simultáneamente, después, Hoshimoto dio un corte que nos separo una buena distancia uno del otro para después dar otro, el cual no era solo una polvareda, sino era una onda de choque que tenia filo y me corto el pecho no muy profundamente, esto me hizo pensar que subestime bastante su Shikai...
Cite su comentario y enterré solo la punta de mi espada en la arena

-Arrepentirme ¿Eh? Subestime tu Shikai, pero no hay problema, estaremos a la par en unos cuantos segundos...

-Obscurece, ¡Escudo De Luna!

Una gran manifestación de Reiatsu negro con contorno rojo me envolvió por unos momentos, hasta que disipe el Reiatsu con mis obtenidas alas, dejando asimismo, ver mi forma mas avanzada...

-Disculpa haberte hecho esperar, esta es mi Resurrección.

Usando un Sonido: Estrella Fugaz claramente mejorado me impulse hacia adelante y puse la mano sobre mi rival empujándolo varios metros atrás, tras una ráfaga de viento y arena por detrás mio, alce vuelo 3.5 metros de altura, para al final, dejar a Hoshimoto ver mi arrogante rostro de nuevo...

La batalla real había comenzado

Mi golpe había resultado más eficaz de lo que pensé, y logré asestar un buen corte en su pecho. Pero no fue suficiente para hacer que mi rival sucumbiera. Estaba claro, no era un Arrancar cualquiera. Pero teniendo mi espada liberada tenía una gran ventaja. Aunque fue por un tiempo sumamente efímero.

Cuando pensé que la batalla terminaría rápidamente, Ichabond liberó su Resurrección, adoptando una forma sombría de murciélago que volvía el desolado ambiente en el que nos encontrábamos aún más tétrico de lo que era. Una gran presión espiritual inundaba toda la zona como una gran ola de oscuridad que comenzaba a consumirlo todo... Todo menos mi Zampakutou, que brillaba en esa oscuridad muy fuertemente. Como si se tratase de una batalla entre la luz y la oscuridad.

En un movimiento sumamente veloz, menos que un pestañeo, apareció justo en frente de mí. Cerré mi defensa para prevenir un posible corte; pero, en vez de eso, el Arrancar me apartó con la manó y retrocedí unos cuantos metros. La velocidad de ese movimiento no podía deberse a un simple vuelo, por lo que pensé que probablemente use algún tipo de habilidad que le deja moverse más rápido de lo normal.

Cuando logré incorporarme completamente, él se posó por encima mío de una forma muy altanera, intentando provocarme; y en ese momento me di cuenta del error que había cometido. Hice completamente lo que quería mi adversario al liberar mi Shikai, pero no había vuelta atrás. Ahora me tomaría todo con más calma y me pondría serio en el pelea. Debía asegurar mi victoria para poder llevar a mi compañero a casa, y más importante, para eliminar a ese ser tan peligroso y hacer valer la justicia en la Sociedad de Almas.

Aclaradas mis dudas, clavé mi mirada seria directamente en el soberbio Arrancar y mi rostro esbozó una leve sonrisa.

-Bien. Pero ahora ya no te subestimaré... y creo que tú tampoco lo harás...-

Dicho esto, dí un gran salto y me puse a su mismo nivel. Era evidente que él tenía la ventaja en el aire, pero si me quedaba sobre la arena sería un blanco fácil. Creé una plataforma de reiatsu en la cual pararme para mantenerme a esa altura y tomé mi Zampakutou con ambas manos adoptando una pose de kendo. Ahora los dos estábamos en ese cielo completamente negro, mirándonos fijamente el uno al otro, esperando a ver quién haría el próximo movimiento.

Mi espada comenzó a brillar emanando una luz de igual pureza que la de la enorme luna que nos acompañaba en ese cielo vacío, la alcé por sobre mi cabeza y la agité fuertemente en dirección hacia mi oponente produciendo un corte de forma vertical descendente.

-¡¡Idanina Setsudan!!-

Y un gigantesco haz de luz blanco surcó el cielo casi cortándolo en dos en dirección hacia mi oponente. Puse mucho empeño en ese ataque, por lo que su velocidad era considerable y su fuerza abrumadora. Pero igualmente mantuve una extrema precaución a la respuesta de mi Adversario, ya que no sabía qué haces podía tener bajo la manga...

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La espada de mi rival brillaba de igual manera como mi Reiatsu inundaba el desierto con obscuridad, el clásico: Bien contra el mal, hielo contra fuego, luz contra sombra, Ángeles contra demonios...
Cielo contra Infierno...
Luego el Shinigami alzo su espada sobre su cabeza, me costaba leer lo que haría hasta que dijo esto:
-¡¡Idanina Setsudan!!-

Después de eso, una ráfaga de viento se poso por todo el entorno, erosionando la arena y distorsionando el paisaje hasta que surgió un brillo que poco a poco se iba formando en forma de corte, esto se iba a poner pesado si yo no hacia algo, el resplandor blanco era lo bastante fuerte para destruir buena parte del terreno, así que no me quede a bloquear ese ataque, solo lo evadí dando un sonido al lado izquierdo y volando mas a la luna para extender mi mano y cargar mi poderoso "Cero: Lunar"
Un cero cargado con la energía de la luz de la luna, mas rápido y fuerte que un cero normal, pero no lo envíe a distancia, mire como el ataque de Hoshimoto seguía acercándose a mi rápidamente...

-Veamos cual es mejor

Así que lance mi Cero renovado y personalizado contra el corte de Hoshimoto para probar el ataque de ambos,
Asimismo, se creo una enorme nube de humo la cual me permitió hacer un sonido detrás de Hoshimoto dándole una patada en el torso y hacer mi siguiente jugada...

-¡Espadas Espiral!

Acto seguido, 5 espadas de dos filos comenzaron a rodearme en círculos, con la punta hacia afuera, impidiendo así, el ataque cuerpo a cuerpo...

-¡Vamos! ahora te mostrare todo mi poder

Hice una gran aura roja alrededor de mí, mostrando mi avanzado poder apenas logrado

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Off: ejemplo de Espadas Espiral en el video en el segundo 0:07 n_n

https://www.youtube.com/watch?v=gSWBuUSjcdg

Tuve razón al no subestimar a mi oponente, ya que pudo contrarrestar mi ataque más fuerte con el suyo fácilmente. Pero en el momento en el que estos chocaron, una gran explosión iluminó todo el desierto, dispersando polvo para todas partes, incluso a esa altura. Fue en este momento de distracción que el Arrancar aprovechó para situarse detrás de mi y empujarme con una patada en la espalda.

Aproveché el impulso del golpe para poder distanciarme bastante de mi oponente. Pero al recomponerme pude ver que el Arrancar había realizado una nueva técnica. Ahora había cinco espadas hechas de algún tipo de energía oscura girando al rededor de su cuerpo. Esto me ponía en desventaja, ya que reducía mis posibilidades de hacer daño cuerpo a cuerpo... o eso creía mi rival. Me incorporé y mirando al rostro confiado del arrancar, respondí su comentario.

-Que bueno que vengas en serio, ya no tendré que hacer ataques de prueba-

Luego, me elevé nuevamente hasta ponerme a su altura y comencé a caminar hacia él, sin desviar la vista ni un segundo de sus ojos que ahora dudaban de mis acciones. Con mi brazo derecho hice un movimiento circular con mi espada cargándola con reiatsu mientras esta comenzaba a brillar cada vez más, hasta ponerla en el lado izquierdo de mi cuerpo, preparándome para atacar. Cuando ya estaba como a diez metros comencé a murmurar.

-Se ve que prefieres pelear a distancia. Por eso pusiste esas espadas para reducir mis ataques cuerpo a cuerpo ¿No? veamos si funcionan cuando me pongo serio...-

En ese instante realicé un Shunpo que me situó justo en frente de mi enemigo, separándonos solo por unos quince centímetros. Con mi brazo derecho di un corte hacia un costado para crear un Setsudn Shubi de poca resistencia en el aire. No permanecería allí mucho tiempo, pero detuvo la trayectoria de una de sus espadas que se dirigía directamente a mí; mientras que al mismo tiempo le propiné un fuerte golpe en el rostro con mi brazo izquierdo.

En el instante posterior, mi Shubi se disipó y realicé un Shunpo para evitar ser alcanzado por una de sus espadas voladoras. Reaparecí justo detrás de mi oponente, como a unos cinco metros, y agité mi espada fuertemente produciendo un corte en dirección a mi oponente. Mi corte chocó con una de sus espadas y produjo una onda que iluminó parte del cielo. Aprovechando esto, comencé a imbuir a mi Zampakutou con una cantidad considerable de reiatsu para realizar mi siguiente ataque.

Ahora volvíamos a estar como al principio. Los dos en guardia, esperando cada uno el movimiento del otro, mirándoons fijamente a los ojos. Y, sin salir de mi posición preparatoria de kendo, le dije al Arrancar:

-¡Creo que eso no será suficiente para lograr alejarme de ti!-

Esta batalla entre el bien y el mal estaba solo comenzando...

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Off: Tuve en cuenta de que el sentido de rotación de tus espadas era de forma horaria. Espero que no moleste.

Vi como el Shinigami, con una estrategia audaz, astuta e inteligente logro golpearme en el rostro muy directamente, en si, el daño por el golpe no era tanto, mi fortaleza crecía con la Luna, solo logro confundirme un poco con su golpe, lo admito, para un Shinigami como el, ese tipo de golpes eran demasiado fuertes...
Lo suficiente para lograr hacerme sangrar de mi labio inferior,
Lo suficiente poderoso para detener una de mis espadas.
Y por supuesto; lo suficiente veloz para evadir otra de mis espadas, y en un abrir y cerrar de ojos, el y yo nos encontrábamos en la misma postura que al inicio, un recuerdo me trajo los primeros comentarios de ambos al inicio de la batalla, por un lado estaba el...

" -Mi nombre es Sarevilo Hoshimoto, del escuadrón 6to escuadrón; dedicado a la defensa de la justicia de la Sociedad de Almas ¡Y aunque me impresiona el respeto con el que te diriges a mi, lo que le has hecho tanto a ese Shinigami, como a la Sociedad de Almas, es algo que no tiene perdón!-"

Por el lado opuesto estaba yo...

"-Mi nombre es Ichabod Schneider, Arrancar de la 4ta sección-"

Yo
Solo yo, siempre creí que el bien no existía, que solo era una esperanza de débiles, pero ahora se me hacia difícil entenderlo, ¿soy bueno o malo? sea cual sea la respuesta, debía concentrarme en mi rival, así que, la distancia entre nosotros era la suficiente para mi mas grande ataque: Mal de Ojo, el cual me permitía desgastar los huesos de mi rival hasta romperlos con solo mirar sus ojos, el secreto de esta técnica estaba en lanzar un rayo de partículas espirituales dañinas que entraban a través de la vista para invadir el cerebro y con las ondas del mismo órgano moverse a través de todo el cuerpo de mi rival, desgastándole poco a poco...

-Debes estar muy seguro de ti mismo Hoshimoto, parece que el hecho de lograr golpear mi rostro te alegro bastante...

Me quite el parche del ojo y proseguí con mi charla...

-Hora de terminar...-

Hice mi sonido hacia el para darle un golpe con mi arma a la espada de Hoshimoto impulsada con bastante fuerza hacia el...
Una vez que lo tuve cerca, use mi ataque mas poderoso: >El Mal De Ojo<
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Off: no importa lo de las espadas xD de hecho me sorprendiste xD trolleaste a la perfección xD

Ahora la pelea parecía un poco más pareja. Pero todo el esfuerzo que realicé sólo para conectar un golpe, no valió realmente la pena porque el daño fue mínimo. Al parecer, el oponente estaba ganando poder constantemente de algún lugar. Sino, sería imposible que hubiera resistido mi golpe con tanta facilidad.
Al separarnos nuevamente, ambos pensamos cuál sería el movimiento del otro; todavía podían quedarle varios ases en la manga a mi adversario.

Al tener la vista fija en su rostro, pude notar que su mirada se desviaba, como si estuviera pensando en algo más. Mostrando una leve expresión de confusión en su mirada.

-¿Acaso mi técnica le causó más efecto de lo que creo?- Pensé

Pero apenas me percaté de ello, me miró directo a la cara y volvió a mostrar la expresión de arrogancia tan típica que tenía. Estaba preparando su siguiente ataque.
Mientras volvía a su posición de guardia, soltó unas palabras y se quitó el parche que había aparecido en su ojo derecho luego de que activara su resurrección. Ahora su mirada expresaba más bien una superioridad sumamente altanera.

Repentinamente, se posó por detrás de mi con un Sonido casi imperceptible. Si no fuera por la concentración con la que yo observaba sus movimientos, el corte que intentó efectuar en mi espalda hubiese sido muy grave; Pero logré darme media vuelta al mismo ritmo que él y nuestras espadas chocaron nuevamente, y nuestras miradas se volvían a cruzar muy de cerca otra vez. Ahora su mirada era completamente penetrante y sombría.
Al defender ese golpe, me di cuenta de que algo andaba mal. Era extraño, pero... El golpe del Arrancar no tenía nada de fuerza; pero por alguna razón mi brazo se sentía cada vez más débil; como si estuviera deteniendo el ataque de un Capitán de escuadrón. Luego, esa sensación comenzó a extenderse lentamente por todo mi cuerpo.

-¿¡Qué es... esto?!- Llegué a decirle, pero el Arrancar respondió solo con una arrogante y malévola sonrisa.

En ese momento comprendí que algo no andaba bien. Rápidamente levanté mi pierna izquierda, que se encontraba atrás en mi posición defensiva, y propiné una fuerte patada a la parte derecha del torso de mi oponente; realizando un movimiento circular. Eso empujó a mi oponente bastante lejos, que era lo que yo quería; y antes de encontrarme en un peor estado, realicé mi siguiente jugada.

-Aghh *Suspiro*, No quería llegar a esto *Suspiro*. Pero en esta situación no me dejas opción-

Al decir esto, me incorporé de la posición encorvada con la que había quedado luego de realizar esa apresurada patada y puse mi espada frente a mí. Este movimiento generó un cierto desconcierto en mi oponente. Mi espada ahora reflejaba la luz de la luna, brillando como un único resplandor en ese oscuro desierto, y con un solo movimiento, la dejé caer muy suavemente delante de mí.

-Bankai-

En ese instante, mi Zampakutou comenzó a disolverse muy rápidamente; y, antes de llegar al suelo, se había convertido en una nube de humo blanco que me cubrió por completo.
La nube de humo permaneció allí unos segundos; hasta que, con un movimiento cortante y seco, se disolvió repentinamente. Dispersándose en la brisa y dejando ver dentro un espacio completamente vacío.

A mi oponente le extrañó que yo no me encontrara allí cuando la nube se disolvió. Pero yo si podía verlo desde donde estaba.... Sin previo aviso, caí rápidamente pero con una gran fuerza justo donde estaba parado mi oponente, esparciendo arena y rocas por todas partes.
En realidad, lo que hice en al momento de liberar mi Bankai fue poner mucha fuerza en mis piernas y dar un salto tan brusco que mi impulso fue el que disipó la nube de humo, para caer sobre mi oponente como lo hice posteriormente.

Ahora la arena esparcida por todo el aire comenzaba a difuminarse. Y podía verse a mí en mi estado más poderoso; Ahora envuelto con unas vendas que se sacudían en la brisa, y dentro de un cráter de unos ocho metros de diámetro y cinco de profundo, producto de mi propio golpe descendente.

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OFF: Si quieres puedes esquivar mi último ataque, ya que solo lo hice para mostrar mi fuerza. Lo mismo va para la patada, que es fácilmente bloqueable. Pero es tu decisión. Y no quise trollearte, solo fue una estrategia .

Hoshimoto habia logrado impactar en mi cuerpo una vez mas, dañando dos costillas derechas, aunque estaba seguro que el no queria dañarme con ello, fue un golpe bastante fuerte y obviamente claro, que un humano comun podia ser dividido a la mitad con un golpe como ese...

-Bankai!

Solo escuche eso poco antes de que alcanzara a recapacitarme por completo de nuevo, el estaba bajo la luna, a punto de asestar un buen golpe sobre mi, asi que me movi con mi sonido unos nueve metros atras, saliendo del crater anteriormente creado por Hoshimoto y su golpe...

-Bankai ¿Eh? Genial ya no debo contenerme aun mas...

Me quede atonito al ver que mi rival tenia un Bankai, no debi subestimarlo, pero mi orgullo y mi control de emociones como el asombro quedaron intactos, no mostraba un sentimiento de asombro por parte de la transformacion de mi rival, asi que solo trate de infligir miedo con una sonrisa, mirada seria...
Lance un Cero Lunar proveniente de la punta de mi arma al 100%, casi tan poderoso y rapido como el Cero de un Espada, pero en este forma era mas facil de cargarse y de igual manera, lo suficientemente poderoso como para destruir buena parte de la zona elegida, 15 metros de diametro tendria el crater provocado...


Cumpli mi palabra de no contenerme, yo nunca rompo promesas, incluyendo si de mis ene migos se trata, asi que, despues de lanzar ese Cero subi hasta lo mas alto del cielo, gire mi cabeza hacia arriba, mi ojo miraba a la Luna con bastantes seriedad y arrogancia, luego una luz se poso sobre mi ojo a unos 7 centimetros, al estar esa minibomba cargada, la tome con mi mano y grite, pues no queria estar cerca cuando la bomba estallase...

-No puedo darme el lujo de perder... Esquiva esto como puedas...

Lance la bomba llamada "Sello Macabro" hacia abajo, preferia estar alejado, pues era como una version reducida de bomba nuclear...
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Off: cualquiera de los 2 ataques pueden ser esquivados, eso si, cuidado con la bomba que es casi igual a la Lanza Del Relampago e__e

Mi golpe no había dado en el blanco, pero eso no me preocupaba. No había concentrado demasiada fuerza física en ese golpe. No me extrañó que mi adversario pudiera evadirlo, es más ¡Lo esperaba! El verdadero objetivo de mi golpe era influenciar psicológicamente a mi oponente; dejarle ver un poco el poder de mi Bankai. Pero ocurrió exactamente lo contrario...

Al darle una mirada al rostro de mi oponente, este no mostraba signos de duda alguna, ni siquiera de asombro. Solo podía ver la misma altanera y burlona sonrisa que tanto lo caracterizaba.

-¿A caso ese Arrancar era más fuerte de lo que me imaginaba?- Pensé. -Tal vez tenía un as bajo la manga, o simplemente estaba disimulando no sentir asombro. Después de todo, un Bankai no es algo que pueda tomarse a la ligera-

Perdido en mis propios pensamientos, no noté que la arena del desierto comenzaba a brillar y a opacarse de un color grisáceo que hacía parecer que todo al rededor eran cenizas.
Rápidamente, quité mi vista de ese desamparante paisaje y observé que mi oponente había realizado otro ataque. Un Cero, y de un color un tanto singular. Era claro que ese Cero era más fuerte de lo normal, pero ya no tenía tiempo para evadirlo por mi distracción; por lo que solo tenía una opción ¡Afrontarlo!

En un parpadeo, los vendajes negros que rodeaban tanto mis brazos como mis piernas se tornaron de un color blanco tan puro que hasta parecía brillar en la oscura noche. Llegaban a dar la impresión de que el enorme Cero gris que había lanzado mi oponente comenzaba a ser consumido por el destello que emanaban.

Rápidamente agité mis dos brazos por delante de mí en forma de cruz y produje con ellos unos cortes en el aire que crearon un Setsudan Shubi en forma de cruz tan grande como para cubrirme del ataque, y tan resistentes como para poder reducir el daño casi por completo.

A causa de la exploción, el ambiente se inundó de una cantidad de arena tan grande, que la polvareda llegaba hasta donde mi enemigo se encontraba; muy alto en el cielo. Esa explosión no me había causado mas que roces leves, pero el crear ese Setsudan Shubi tan poderoso me costó un poco de Reiatsu. Si no hubiera desatado mi Bankai, estaría completamente agotado, pero ahora solo gasté una pequeña parte de mi poder.
Cuando el polvo arenoso finalmente se disipó, me encontraba de pié en un pequeño y angosto pedazo de tierra en forma de cruz; rodeado completamente de un cráter de unos quince metros de diámetro, tan profundo que no se llegaba a ver el fondo en la oscuridad de la noche.

Ahora centré toda mi atención en el Arrancar. No importa de qué manera pensara mi oponente, ya había liberado mi Bankai ¡No había forma de que pudiera retroceder!
Él estaba situado justo debajo de la luna, y solo se distinguía su oscura silueta en el centro de ese puro y blanco brillo celestial.
Pero de repente, un nuevo brillo más fuerte aún que el de la luna comenzó a aparecer dentro de la silueta del Arrancar. Estaba preparando otro ataque, por lo que no podía quedarme de brazos cruzados.
Sin dudarlo, cambié nuevamente mis vendajes a su color original negro, y comencé a concentrar una gran cantidad de Reiatsu en mi siguiente ataque.

En ese momento, mi oponente lanzó esa especie de proyectil brillante hacia mí. Por la distancia que tomaba mi oponente supuse que no era un ataque como cualquier otro, talvez era su mejor técnica; Por lo que con más razón concentraría una cantidad descomunal de Reiatsu para contrarrestarlo.

-No puedo darme el lujo de perder... Esquiva esto como puedas...- Me dijo al lanzármelo, y por un momento, esa idea pasó por mi mente; pero luego recordé la razón por la que estaba allí. Miré a mi alrededor y sobre el suelo, como a treinta metros de mi, se encontraba ese Shinigami de mi escuadrón muy malherido envuelto en su propia sangre.

-¡¡No hay manera de que pueda hacer eso!! ¡¡Al contrario de tí, yo tengo una razón para no perder!! ¡¡Hay personas que me necesitan, no solo este Shinigami al que cruelmente atacaste, sino toda la Sociedad de Almas está insegura con un monstruo como tú suelto por el mundo!!- Grité, como para darle una razón a mi rival del porqué de mis acciones.

-Eres un buen peleador Ichabond, es una lástima que desperdicies todo tu talento por estar del lado de la maldad- dije luego, en voz más calmada; lamentándome un poco...

Pero no daría marcha atrás con mi postura.

-IDAINA SETSUDAN-

En ese momento, lancé mi más poderoso ataque directamente hacia el suyo. Un enorme haz de luz siguió el movimiento de uno de mis brazos y se dirigió el línea recta hacia la bomba brillante que caía en dirección hacia mí; surcando rápidamente el cielo y chocando justo en la mitad de su viaje entre mi oponente y yo.

Casi en cámara lenta, pude ver como una gran cantidad de Reiatsu se acumulaba justo en el sitio de la colisión, preparándose para estallar en cualquier momento. Rápidamente realicé un Shunpo y tomé al agonizante Shinigami cargando su brazo sobre mis hombros, para luego gastar parte del Reiatsu que me quedaba para realizar otro Shunpo y alejarnos un poco del lugar.

Fue entonces cuando el Reiatsu acumulado en el lugar del choque de nuestros ataques se liberó bruscamente y formó una explosión en el aire que hizo que el lugar se pareciese a un campo de pruebas nucleares. Sólo que de un color blanco, un blanco tan brillante que enceguecía aún más que la luz directa del sol. Era como una luz que crecía y destruía todo a su paso, revolviendo la arena y la tierra formando olas tan grandes como las del océano.

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Cuando la explosión terminó, me incorporé lentamente y apoyé el cuerpo herido del Shinigami muy ligeramente sobre el suelo, boca arriba. Antes de atenderlo debía verificar si mi oponente seguía allí.
Pero al levantar mi vista un poco aturdida por la explosión, me sorprendió el hecho de que las dunas y montañas que poblaban por completo el desierto donde nos encontrábamos había desaparecido por completo. Y ahora solo podía verse un amplio terreno llano que se extendía de horizonte a horizonte.

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Mi Sello Maldito habia fallado, no podia creerlo, parecia que las transformaciones y los poderes que usaramos no importaran tanto para el otro, si el usaba su corte, yo podria contrarrestarlo, si yo usaba mi Sello Maldito, el lo contrarrestaba...

-¿Como el puede ser tan poderoso?- me decia a mi mismo, pues estaba bastante sorprendido
-Veamos, no tengo mas armas en mi arsenal, solo me queda hacer algo mas,si funciona, puede ser una gran oportunidad, si no, morire...
¡Espiral!

Las 5 espadas aparecieron alrededor, tome una, y la lance hasta Hoshimoto, para luego, hacer otra para rellenar el vacio de la anterior
Me quede en el mismo estado en el que hice el Sello Maldito, solo que esta vez tome la flama y la aprete a desintegrarla en mis espadas, para luego, desintegrar mis arma, mis espadas y hacer una espada de Doble Filo, pensando en hacer una estocada final...

-A este paso, ambos quedaremos sin energia, ¿que te gustaria hacer Hoshimoto? Pelear? o definir de una vez al ganador de la contienda mediante "Una Justa Real"?

Baje hasta el suelo y ibere toda mi presion espiritual, haciendo la ilusion de iluminar mis alas de un color rojo intenso ilminando el entorno...
Sus anteriores palabras eran de reflexionarse,

"Eres un buen peleador Ichabond, es una lástima que desperdicies todo tu talento por estar del lado de la maldad"

Calme mi Reiatsu y le dije al Shinigami despues de hacer un suspiro entre la obscuridad del desierto...

-Tus palabras son subjetivas, ambos peleamos por lo que creemos correcto, en nuestro caso no hay existencia del bien o del mal...
Ambos tenemos vistas diferentes sobre esas perspectivas...

Puse el filo de mi espada en mi hombro y espere la respuesta de mi rival...

Miré al cielo y allí estaba el Arrancar. Al parecer no había sufrido daños por la explosión, y estaba listo para otra ronda. Luego, volvió a realizar el ataque que crea una serie de espadas rojas que lo rodean y lanzó una hacia mí. Mientras se acercaba, la espada se curvó hacia abajo y quedó incrustada en la arena justo en frente mío.

Acción siguiente, combinó todas sus espadas para crear una de doble filo que se veía más poderosa; y ahora se posó sobre el suelo como a unos cuarenta metros de donde estaba yo. Quedándose a la espera de mi reacción.

-Tus palabras son subjetivas, ambos peleamos por lo que creemos correcto, en nuestro caso no hay existencia del bien o del mal...
Ambos tenemos vistas diferentes sobre esas perspectivas...-

Fue la respuesta del Arrancar ante mi anterior comentario. Parecía calmado, pero ahora solo podía ver ansias de lucha en sus ojos oscuros. Toda un aura de Reiatsu rojo lo rodeaba, y sus ganas de terminar con la lucha daban a saber que ya no quedaba otra opción que acabar el combate allí, en un último ataque.
Pero tenía razón, parecía que ninguno de nuestros ataques tenía efecto en el otro; y me estaba quedando sin Reiatsu. No tenía más opción que terminar todo con un último golpe.

Decidí afrontarlo en un choque de espadas, como había sugerido mi oponente; así que di dos pasos en ese silencioso desierto oscuro y tomé la espada que mi oponente me lanzó.
La tomé con las dos manos, adoptando una postura de Kendo y me preparé para arremeter, con las mismas ansias de luchar que mi oponente. Cuando de repente, una mano se apoyó sobre mi antebrazo derecho, y yo me di media vuelta rápidamente. Era el herido Shinigami, que había recobrado el conocimiento y se mantenía en pie con mucha dificultad mientras se sostenía la herida del abdomen con la mano derecha.

-No hagas... lo que quiere...-

Luego de decir esto, el Shinigami volvió a colapsarse y llegué a sostenerlo con mi mano izquierda justo antes de que cayera al suelo. Preocupado, tomé el pulso del Shinigami, y comprobé que todavía estaba vivo. Pero no por mucho tiempo si nadie lo trataba. Esas palabras del Shinigami hicieron que entre en razón.
Con rabia arrojé la espada hacia un costado clavándola nuevamente en la arena y levanté mi rostro para mirar al Arrancar directo a los ojos.

-¡¿Esto está bien para tí?! ¡Yo no se que será lo bueno o lo malo en este mundo, pero sé que esto está mal! ¡¡¿Por qué tantas vidas se pierden en esta interminable pelea entre Hollows y Shinigamis?!!- Le grité.

-De ser posible, me gustaría no tener que matar a nadie, así sean Hollows- Me lamenté luego, mirando al piso.

-Y no sé si será algo bueno para tí ayudar a tus camaradas, pero yo no puedo dejar a mi compañero así-

Luego de decir esto, me levanté mientras seguía sosteniendo al Shinigami con mi mano izquierda y extendí mi brazo derecho hacia el lado opuesto al que sostenía a mi compañero, con la palma de la mano abierta y el canto de la mano perpendicular al piso. Luego, giré mi mano y abrí un Senkaimon que dio un poco más de luz a ese inhóspito lugar. Comencé a caminar dentro del Senkaimon, y cuando estaba del otro lado, miré nuevamente a mi oponente.

-Adiós Ichabond, se que nos volveremos a encontrar. Este encuentro necesita un final- dije y luego una pequeña sonrisa se formó en mi rostro. -¿Crees que si nos hubiésemos conocido cuando fuimos humanos, habríamos podido ser amigos?-

Entonces, el Senkaimon se cerró y lo último que vi fueron los ojos de ese solitario Arrancar.

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Despues de bajar del cielo, aparentemente todo iba bien con mi cuerpo, hasta que este comenzo a colapsar, use mi ala izquierda para bloquear algo del daño de la explosion lo que provoco que esta se desintegrara poco a poco...
Lance una de mis Espadas Espiral hacia Hoshimoto, para ver si el gustaba de hacer una Justa Medieval como en antaño y de esa manera, terminar con esto...
Sin embargo mire sorprendido, como el Shinigami del inicio, se levanto a duros esfuerzos, ¿Orgullo Shinigami? ¿Esta batalla sera 2 vs 1?
No lo sabia con exactitud, pero esto debia terminar de alguna manera....
Parecia que el Shinigami estaba advirtiendo de algo a Hoshimoto, este puso un gesto preocupado en su cara, hasta que el joven Shinigami colapso al suelo,
Hoshimoto hizo un gesto de estar algo furioso y no tardo en romper el silencio del lugar...

-¡¿Esto está bien para tí?! ¡Yo no se que será lo bueno o lo malo en este mundo, pero sé que esto está mal! ¡¡¿Por qué tantas vidas se pierden en esta interminable pelea entre Hollows y Shinigamis?!!De ser posible, me gustaría no tener que matar a nadie, así sean Hollows y no sé si será algo bueno para tí ayudar a tus camaradas, pero yo no puedo dejar a mi compañero así-


Eso era de analizarse, me tomo tiempo para pensar en una respuesta apropiada ...

-De donde vengo, esto es natural, no ha sido muy comodo el miedo de ser asesinado de un dia para otro, La regla del Hueco Mundo, es no dejar que nada se interponga en tu camino, ha sido asi y sera asi siempre...

Trate de esperar un poco la respuesta de Hoshimoto, pero este ultimo abrio una puerta a La Sociedad De Almas, dejando atras, unas profundas palabras en el viento entre la luz de la luna y su Senkaimon:

-¿Crees que si nos hubiésemos conocido cuando fuimos humanos, habríamos podido ser amigos?-

Antes de que y contestase su teoria, el Senkaimon se cerro, la obscuridad llego a reinar de nuevo, asi que saque una bandera miniatura que al incrustada en el suelo, esta crecia a un tamaño monumental, estaba hecha a base de particulas espirituales por lo que humanos no podian detectarla..

Pensando en las palabras de Hoshimoto, una sonrisa se formo en mi rostro, camine hacia el horizonte y me dije a mi mismo:

-Amigos...? Tal vez podria haber sido asi, pero si no lo fue, cabe la posibilidad que reencarnemos como amigos...

Abri mi Garganta. me dirigi a Huevco Mundo en busqueda de un Hollow para Arranzarizarlo y se quedase a cuidar mi nueva colonia...

Fue una decisión dura, pero de alguna manera debía volver al Seireitei sin haber completado la misión.

Ni bien el senkaimon se cerró y comenzó a transportarme a la Sociedad de Almas, dejé de preocuparme de mi misión fallida y centré toda mi atención en curar, lo más que pude, las heridas de mi compañero caído. Como no me especializo en kido, razón por la cual nunca lo uso en combate, no pude ayudar demasiado; ya que solo detuve en pequeña instancia parte de la hemorragia. Pero el shinigami ya había perdido mucha sangre, y mis esfuerzos eran inútiles. Mi Bankai había desaparecido por la gran cantidad de reiatsu invertido tanto en la pelea, como en intentar curar a mi compañero, y comenzaba a nublarse mi vista. Así, justo cuando me estaba quedando sin esperanzas, el senkaimon volvió a abrirse y me encontré con un gran grupo de shinigamis del cuarto escuadrón esperándonos.

Rápidamente se llevaron a mi compañero, la rapidez con la que le proporcionaban ayuda mientras lo transportaban podía confundirse con desesperación. Y no era para menos, ya que ese shinigami se encontraba en un estado crítico y no sabía si iba a salir de esa.
Así tan rápido como lo pusieron sobre esas camillas que usan, lo llevaron dentro de las instalaciones y desaparecieron de mi vista por completo. Sin perder la preocupación, comencé a caminar hacia mi división. Debía reportar mi fracaso, pero la falta de reiatsu hizo que tropezara y cayera boca a bajo en el suelo.
-¿Se encuentra bien?- Escuché de uno de los shinigamis del escuadrón médico. -Espere que en un momento lo atenderemos.- -No, solo estoy un poco cansado- Respondí, poniéndome sobre una rodilla mientras me levantaba. -Pero dime, ¿Cómo supieron que vendríamos? ¿Por qué estaba preparado el equipo médico?- Pregunté con esfuerzo por mantenerme conciente.
-No hable señor, se encuentra en un estado muy...- Fue lo último que escuché antes de que mi vista se nublara y perdiera el conocimiento...


Lo siguiente que recuerdo es haberme levantado bruscamente. Pero ya no estaba en las puertas del Seireitei, sino en una de las camas del cuarto escuadrón. Rápidamente me levanté y le pregunté al primer encargado que encontré cuánto tiempo estuve allí. -¡Sólo dos días!- Respondió el shinigami -Espero que hallas recobrado tus fuerzas, tu estado era...- Pero sin dejarlo terminar, rápidamente comencé a buscar por las instalaciones a mi compañero. Sin éxito alguno. -¿Buscas a alguien? Eres el único aquí.- Respondió el shinigami un poco extrañado.
''Maldición'' Pensé mientras me imaginaba lo peor. Luego, rápidamente agarré mis cosas y me dirigí a la salida. -Lo siento, y gracias por todo- Le dije al shinigami, como disculpándome por haberlo interrumpido; para luego salir rumbo al sexto escuadrón a reportar los resultados de mi misión.

Mientras más me acercaba al escuadrón, más me lamentaba por lo estúpido que fui al seguirle el juego a ese arrancar. -''¡Debí haber cogido al shinigami e irme cuando tuve la oportunidad!''- pensaba. Pero cuando me quise dar cuenta, ya estaba frente a la puerta que me conectaba con el salón principal. Cerré los ojos y respiré pausadamente, preparándome para abrir la puerta.
Ni bien entré al salón, la capitana se encontraba ordenando unos papeles. Pero cuando me vio, posó su estricta mirada sobre mí y ya no supe como seguir. Rápidamente me puse de rodillas y, cuando estaba por mencionar las pérdidas producidas por mis acciones, oí una voz detrás de mí que me llamó la atención.
-¡Ey compadre! ¡Si que estuvo cerca!- Dijo la voz que ahora se me hacía familiar.

Rápidamente me incorporé y giré sobre mi mismo para verlo. Ahí estaba, el shinigami que yo creía muerto; aunque tenía mas partes de su cuerpo vendadas de las que podían verse al aire libre.
-¡Creo que te debo una disculpa! Por mi culpa no pudiste acabar con ese animal...- Se lamentó luego el shinigami, mirando al suelo.
Acción siguiente caminé hacia él y apoyé mi mano derecha sobre su hombro lentamente, intentando no lastimarlo. -De ese nos ocuparemos luego. Lo importante es que tú estás bien.-
Entonces me di vuelta y pude observar el rostro de la capitana, que ahora se veía feliz. Con esa sonrisa suya tan cristalina como el agua que hace a uno olvidar todos los males.

En ese momento comprendí que mi misión no fue un fracaso, ya que mi objetivo principal no era eliminar al oponente, sino salvar a mi compañero. Y también comprendí que la que mandó a preparar al cuarto escuadrón para mi llegada no fue otra más que mi capitana. Puede intimidar a veces, pero no hay duda de que se preocupa mucho por nosotros.
Sin embargo, una duda me siguió carcomiendo, y eran esas palabras del arrancar: ''Ambos peleamos por lo que creemos correcto, en nuestro caso no hay existencia del bien o del mal... Ambos tenemos vistas diferentes sobre esas perspectivas...''.

¿Será verdad que haya personas que piensen que matar para divertirse es algo bueno? ¿Me pregunto si se puede cambiar la forma de ver el mundo de alguien así?...

Habia llegado ya a Hueco Mundo, no desactive mi Resurreccion, debia llegar rapidamente, no sin antes seguir pensando en las palabras del Shinigami antagonista a mis ideales y aun teniendo la palabra "Amistad" grabado en hierro sobre mi mente, era algo tan simplemente dificil de pensar, no le veia mucho sentido a ello, el no es humano...
Como puede tener las emociones de un Humano?

-Talvez a final de cuentas, los Shinigamis son mas interesantes de lo que creia, sin embargo, no interpreto bien mi manera de hablar, yo me referia mas bien al tipo de adiestramiento en un lugar, Hueco Mundo no es igual a la Sociedad de Almas, ahi todos se ayudan asi mismos, como una familia, aqui unos pelean por la sangre del otro..
¿Acaso mi obscuro origen es la razon de mi macabro pensar?


Una sonrisa aparecio en mi rostro... poco a poco, no era felicidad ni demencia, pero me agradaba sentirme familiarizado con la sangre ajena cuando toca mi piel, cuando el rojo traza camino en mi cuerpo y cuando los gritos de agonia y desesperacion llenaban alegoricamente mis oidos, un manjar auditivo sin duda...
Llegue al Amanecer conuna cara inexpresiva, un gesto arrogante y sin mi Resurreccion activada, esta vez algo estaba muy raro, habia muchos Arrancars situados en la sala de entrada,, mirandome fijamente, segui hacia engrente sin prestarles atencion hasta llegar a ver a Tatsuya-sama sin esa alegria caracteristica y a Reiko con un gesto deprimido, raro en el, supe que algo estaba mal, solo me fui a mi habitacion, encendi el Reproductor de musica mientras bebia de una taza de cafe, no tardaron en llegar otros Arrancars con miedo y un pergamino el cual me fue entregado, lo lei...

-Hora de volverse locos...

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Off; lamento haber tardado, tenia ciertos contratiempos u.u