Instalaciones del Tercer Escuadrón

JARDINES:
Con el paso del tiempo los jardines han ido dejando de recibir los cuidados de los shinigamis, que entretenidos en labores militares o pasatiempos que exigen menos esfuerzo, parecen indiferentes ante el avance asilvestrado de la naturaleza, que devora con gran paciencia los sinuosos senderos hasta ir ocultándolos.
Gran variedad de árboles defienden los caminos que conducen hasta el Tercer Escuadrón, protegiéndolos de las miradas de extraños y ofreciendo cobijo a las alimañas. Una gran colección de abetos, robles y sauces empalagan el aire con el aroma dulce de la salvia que lloran sus cortezas, armonizando con las perfumadas caricias de las flores que crecen a sus anchas, ya que no hay mano que las corrija. Hay también duraznos y cerezos que maduran sus golosos frutos para el que los reclame, y coloridos arces que llueven sus hojas hasta cubrir la tierra como una alfombra de tonos cálidos.

Un camino empedrado y algo salpicado de musgo conduce hasta el arullo cristalino de un estanque, en el que pueden verse nadar en su interior a las carpas de brillantes colores que suelen ser símbolo de buena suerte. Un coqueto puente de madera une los dos extremos separados por el agua sin necesidad de tener que dar un rodeo para alcanzar el otro lado.

Spoiler:

DOJO:
El dojo con el que cuenta el Tercer Escuadrón es amplio y soleado, con el techo más alto de lo normal, para que los practicantes puedan desenvolverse a sus anchas. En la kamiza, la pared dirigida al sur, además de los símbolos e imágenes tradicionales, puede verse el retrato de la Capitana Iruna cruzado por una cinta negra, en señal de duelo, al que todos saludan antes de comenzar un entrenamiento.

Pergaminos de papel de arroz adornan las paredes, recordando los preceptos del Bushidō a todo aquel que pose allí su mirada. Hay varios armarios con réplicas de madera de diversas armas, en especial de estilo oriental. Está permitido emplear la zanpakutou dentro de las instalaciones, siempre y cuando no sean liberados el shikai o el bankai. El uso del kidō queda restringido al espacio al aire libre destinado a los entrenamientos, situado a unas pocas decenas de metros del dojo.

La actividad en esta área es constante y diaria, si bien muchos prefieren practicar en las zonas de entrenamiento abiertas a todos los miembros del Gotei 13. Los novatos reciben clases de refuerzo de algunos veteranos, y se conoce que al Teniente Wonderwall le gusta entrenar cada mañana con un raso diferente.

Spoiler:

PAGODA:
Al adentrarse en los jardines de la zona trasera del Escuadrón, puede divisarse una pequeña pendiente provista de escalones, que conducen a un estrecho sendero de tierra. A ambos lados del camino los árboles se inclinan sobre él y entrelazan sus ramas, formando una bóveda que apenas permite penetrar los rayos del sol. Siguiendo esa ruta, el paseo concluye en un claro bañado por un manto de hojas y pétalos secos, ya que no hay nadie que cuide del lugar.

El único edificio que hay allí es la pagoda de cuatro niveles, fabricada completamente de madera. Sus puertas permanecen siempre cerradas y ningún otro shinigami ha vuelto a visitar su interior desde que la Capitana Iruna falleciera, ya que era la única que poseía la llave y nadie sabe a quién se la dejó.
La estructura está compuesta por cuatro bloques cúbicos, de menor tamaño a medida que se asciende. La primera planta es la de mayores dimensiones y la última, la más pequeña, solía ser utilizada como mirador por la Capitana, ya que ofrece una vista espectacular de los árboles más altos y los jardines del Escuadrón. Se desconoce si el interior de la pagoda contiene algo importante, lo que sí se sabe es que Iruna solía retirarse allí cuando quería meditar o permanecer sola sin que nadie la molestara.

Spoiler:

Spoiler:

CRIADERO DE JIGOKUCHO:
Cerca del Tercer Escuadrón se encuentra el invernadero que guarda bajo su cúpula de cristal un jardín de hermosa exuberancia, dedicado a la crianza de mariposas infernales, actividad exclusiva de los shinigamis que sepan desempeñar esta labor.

Para dedicarse a esta particular actividad se debe demostrar ser del agrado de las mariposas y luego aprender en la Academia tras pasar la prueba de acceso, en donde muy pocos deciden instruírse en este oficio tan escasamente reconocido.

Spoiler:

CORREDORES:
Si no hay tiempo ni dinero para divertirse en el Rukongai, la conversación con los compañeros puede ser un buen sustitutivo, y el lugar a veces es lo de menos. El Escuadrón cuenta con varios pasillos que comunican los diferentes espacios del edificio, y por norma general las puertas corredizas suelen dejarse abiertas durante todo el día, permitiendo la libre circulación de shinigamis de aquí para allá.

Es habitual encontrarse a los miembros de la División de pie o incluso sentados en el corredor, dejando apenas espacio entre ellos para que la gente pase. Es un buen momento para ponerse al día mientras se espera el cambio de turno en las patrullas u organizar futuras juergas en el recinto.

DORMITORIOS
Hay diversos dormitorios distribuídos por la zona residencial del Escuadrón, ubicados en la segunda planta. De variadas dimensiones y similar diseño, pueden encontrarse cuartos con capacidad para dos personas y otros que alberguen hasta más de cinco shinigamis.
Los suelos están cubiertos por tatamis, donde se colocan los futones al llegar la noche. Durante el día, si no hay nadie echándose un sueñecito, todo ha de permanecer despejado y guardado adecuadamente en los armarios. Las puertas corredizas suelen estar decoradas con estampas de aves, flores u otros elementos de la naturaleza agradables a la vista.

Quitando los armarios empotrados y las cómodas para guardar los efectos personales, poco más hay de mobiliario. Algunos optan por un escritorio o una mesa baja de té, y algunas habitaciones femeninas cuentan con un discreto tocador con espejo.

A diferencia de los otros Escuadrones, el Tercero no prohíbe que personas de diferente sexo compartan la estancia, siempre y cuando se cuiden de originar escándalos.

Spoiler:

BAÑOS:
Los baños son un lugar para relajar la mente y el cuerpo, rodeados por la serenidad que brinda el lugar. Están diseñados al estilo de los sentō, amplios y sin elementos innecesarios. Los suelos son de madera tratada y las paredes decoradas con revestimientos de piedra gris que se mantiene cálida a causa de la temperatura ambiental.

Cuenta con una piscina de agua muy caliente y aromatizada, que permite sentarse y disfrutar del baño para aliviar las tensiones del día. A un lado de la sala están los taburetes de madera con los grifos y cubos con los que echarse agua templada por encima, donde hay que lavarse antes de sumergirse en las bañeras. También hay espejos para poder afeitarse y una repisa en la que colocar los productos para el cabello y el jabón corporal.

Actualmente el de las mujeres está averiado, por lo que deben acordar turnos con los hombres para poder usar todos el mismo.
Los oficiales comparten un baño privado, más pequeño pero en el que no puede acceder nadie sin acreditación. El Capitán y el Teniente del Escuadrón tienen cada uno el suyo propio.

Los aseos están apartados en otro cubículo.

Spoiler:

HABITACIONES DE USO COMÚN:
Disponibles para el sano esparcimiento de los miembros del Escuadrón. Ofrecen un espacio agradable y tranquilo para la lectura, el estudio, partidas de shogi u otras distracciones civilizadas.
Sobre las mesillas suelen haber cuencos con pétalos perfumados, para dar un toque agradable al ambiente, y un par de estas habitaciones cuentan con un hornillo en el que poner a calentar agua para el té.

Spoiler:

OFICINAS:
Posiblemente el lugar que más evitan los vagos del Tercer Escuadrón sean las oficinas. En este lugar es donde se tratan y resuelven los asuntos relacionados con la administración de este sector del Gotei. Aquí se planifica el uso que se le dará al presupuesto mensual con el que cuenta la División, se discute qué arreglos tienen prioridad sobre otros y donde se organizan los turnos de patrullas, limpieza y demás labores diarias. Toda gestión de cierta importancia debe ser revisada atentamente por el Teniente antes de ser aprobada y llevada a cabo.

La decoración es simple, sin más adornos que las pinturas en las puertas corredizas y los pergaminos en la pared con mensajes que promueven el trabajo duro y bien hecho. La mesas son bajas y rectangulares, acompañadas de asientos a su altura y con respaldo, dado que hay que pasarse muchas horas sentado y de otro modo sería incómodo.
Hay un mueble dispuesto de varios compartimentos para los papeles, libros de cuentas y materiales de oficina con los que trabajar, además de un archivador en el que se ordenan los documentos alfabéticamente.

Spoiler:

SALA DE JUNTAS:
Es una amplia sala rectangular de madera bastante austera en cuanto a su decoración. En su interior hay dispuestos sobre el suelo varios cojines en perfecta simetría, para que los miembros del Escuadrón tomen asiento en ellos, encarados hacia el estrado que hay al fondo de la estancia, sobre el que reposan otros dos almohadones más; uno de ellos era el que solía ocupar Iruna, y el puesto a su derecha estaba reservado para el Teniente o un nuevo fichaje que quisiera presentar al resto de la División.

Este lugar es de acceso exclusivo para los miembros del Tercero, y suele permanecer cerrado cuando no se le da uso. Es el Capitán, o el Teniente si no se encuentra el primero, quien decide abrir sus puertas y convocar al resto de oficiales y rasos para darles algún comunicado importante. En los tiempos de Iruna ésta solía presentar aquí a los recién llegados al Escuadrón, dando un pequeño discurso sobre el compañerismo.

SALA RINTA:
Este espacio es, sin duda, el favorito de aquellos a los que les gusta tanto pasar un buen rato como fortalecer y pregonar la camadería entre compañeros. La sala Rinta ha sido escenario de las juergas monumentales por las que es tan conocido este Escuadrón, aunque por las tardes sólo se reúnen para fumar y jugar a las cartas o a los dados.

La tenue iluminación de la sala nos recibe tras haber atravesado sus puertas, mostrándonos un espacio amplio donde hay repartidos varios cojines, ninguno igual al otro. Y es que una curiosa tradición que inventaron algunos graciosillos del Tercero, consiste en llevarse como trofeo un almohadón de cada casa de citas que visiten para luego compartir la historia con los demás, entre risas y tragos de sake. También hay algunas mesas bajas contra las paredes, para apoyar las bebidas y los refrigerios.

Tras la Gran Guerra, donde perecieron muchos compañeros y superiores, la sala permanece cerrada por respeto, a la espera de que se presente alguna buena noticia que celebrar.

Spoiler:

[OFF]:
¡Lyra querido, que llevo desde el Viernes esperando una respuesta y no me dices nada! En fin, que voy colgando esto aquí, te he dejado las cocinas y el comedor a ti, que es lo que querías, además de las habitaciones del Capitán y el Teniente -en eso no me meto-; también puedes poner lo del taller destrozado de Iruna, aunque ya lo indiqué en la descripción general. Me dijiste que me encargara de los exteriores si me apetecía, pero si gustas de añadir algo más... Lo mismo digo a los compis del Escuadrón.

Queda decir que hablé previamente con Lyra, que es el encargado del Escuadrón, y me dio su permiso para ayudar con la ambientación del Tercero. Cuando él cuelgue su parte o lea este mensajito, lo borraré para que no quede feo.