Inventario del Escuadrón Makoto

Se trata de una sala ubicada en lo más profundo del Departamento de Investigación Kidô. Cumple funciones muy variadas, derivadas de las propiedades de sus materiales y, aunque está protegida con rigurosos sistemas de seguridad, está abierta a cualquier shinigami que necesite de sus servicios y esté dispuesto a rellenar el extenso papeleo.

Un gran portón con forma de arco franquea la sala, donde un largo pasillo muere. En contraposición de la moderna decoración del resto del Departamento, ese portal se caracteriza por su antigüedad o desgaste. El arco que rodea las dos pesadas hojas de madera de aquella puerta está marcado por infinidad de extraños símbolos. Sellando ambas hojas había un cartel adherido, cuyos kanjis dibujados informan de la fecha de último uso de la sala. Junto a la puerta se encuentra una pequeña pantalla táctil que requiere un código y un certificado de seguridad, al reconocer la palma de la mano del shinigami con acceso permitido. Las puertas de madera están reforzadas en su interior con un grueso metal de unos dos metros de espesor, lo que hacía pensar que la madera exterior era sólo un resto arcaico de la sala, antes de que esta sucumbiera a la modernización del complejo.

En el interior, sin embargo, no se podía apreciar ni un atisbo de metal, plástico o cristal. En realidad cualquier material brillaba por su ausencia, pues la decoración y el menaje de la sala va más allá del minimalismo. Aún sin disponer de nada en su interior, la sala era extrañamente amplia, suponiendo la mitad del área de todo el departamento. El material que reina en la sala es una roca blanca como la nieve y tan pulida que parece labrada en una sola pieza. No se puede distinguir el fin de las paredes y el comienzo del techo, pues éstos forman una enorme cúpula, rematada por un orificio en su ápice, de unos diez metros de diámetro. Orificio, por otra parte, más que suficiente para que la inmaculada sala esté tan iluminada como si se encontraran bajo el sol de la mañana.

Nada más cruzar el portón, dada la naturaleza esférica de la sala, el techo no estaría a más de tres metros, pero esta distancia se incrementaba mucho, en el centro de la cúpula. La esfera tiene unos quinientos metros de diámetro y unos trecientos de altura en su punto más álgido. La superficie destaca por su homogeneidad y pulcritud. Excepción a ello era el centro de la base circular de la sala. Conforme se acerca a él la plana y glauca superficie cedía, creando un pequeño desnivel de un par de metros de diámetro. Alrededor de él, símbolos similares a los que decoraban la puerta ya flanqueada, están grabados en la piedra, dejando ver el interior de ésta, algo más oscuro. Formaban una gran circunferencia, que se unía en diferentes trazos. Servía como círculo de concentración, para la manipulación más fina y pormenorizada del kido.

El material que reviste la sala es similar al que forma las murallas del Gotei, la conocida como Piedra de Sed de Sangre. Es decir, tiene la cualidad de absorber reiatsu, sea cual sea su cantidad, sin sufrir ningún deterioro. Esta sala, sin embargo, no es tan eficaz como las murallas. Para empezar, las propiedades de esta piedra caducas. Su capacidad de absorción de reiatsu se atenúa con cada exposición a éste, y necesita de cuidados, mantenimiento y recarga.

Dentro de esta cúpula, por tanto se van a llevar a cabo la mayoría de los experimentos sobre Kido, sobretodo los más inestables o peligrosos, ya sea por su enorme energía o porque se desconozcan los efectos.

Requiere muy poca cantidad de reiatsu concentrado para funcionar. Crea un patrón único del reiatsu del sujeto con el que se pueden programar numerosos detectores de cercanía, que avisarán si el reiatsu buscado está cerca. Los detectores tienen un rango corto de acción, de escasos metros.

El Registrador tiene un aspecto rectangular y fino. En un extremo forma una ranura donde se introduce la muestra, en el centro hay una pequeña pantalla que informa del proceso y en el extremo opuesto a la ranura una zona donde, si se desea, puede ser imprimido un pequeño informe de la lectura. Bajo esta zona existen multitud de conectores donde los detectores se colocarán para ser programados.

Los detectores son bastante pequeños, del tamaño de un pulgar, y con una forma bastante simple. Un pequeño altavoz que emitirá un pitido avisador, un pequeño led que parpadea mientras está buscando el reiatsu -la frecuencia de parpadeo aumentará conforme se acerque a la fuente del reiatsu- y una zona conectora que es la que se introduce en el registrador.