Llegando al Nuevo Escuadrón

por Invitado Mar Nov 10, 2009 1:36 pm

Lans atravesaba las grandes puertas del 10º Escuadrón. Ahora era un shinigami como debía y estaba listo para volverse más fuerte y asesinar a los arrancars. Entraba con paso vago y sus ojos rojos reflejaban temor. Su cabellera lo hacia misterioso ya que le tapaba la mitad de la cara. Era como un demonio en persona aquel joven. Mientras se adentraba a la división veía a otros shinigamis hablar, otros apostaban y algunos bebían hasta embriagarse. El nuevo shinigami los ignoraba y seguía su paso sin hablar con nadie. El clima era templado y no se sentía calor. Algunos ingenuos shinigamis repetían a coro que hacía frío. Lans sólo pensaba que eran unos ingenuos, el frío no existía, era el calor que disminuía y así la temperatura a su par. El shinigami poseía una gran seriedad en su rostro y sólo pensaba en ganar fuerzas y volverse Capitán de la gran división de donde provino su maestro al que quería vengar a toda costa. Para ellos debía enfrentarse a muchos peligros, pero los superaría, no toleraba perder. Una nueva vida estaba apunto de comenzar y su principal objetivo era demostrar su poder ante el Comandante, pero para ser Capitán debía o bien vencer al actual o obtener el bankai que era una gran prueba para él y que no parecía estar preparado. Faltaba poco para que lo obtenga, lo sentía, era diferente de todos, era fuerte y no tenía limite alguno por lo que se veía en sus avances. Encontró una columna y se sentó reposando la espalda en ella. Su Zanpakutoh estaba al lado de él para no molestar. Lans cerraba los ojos y pensaba. Decidió ir a entrenar para aumentar sus habilidades.