Nuevo aviso, al mundo humano

[OFF: Perdón por el retraso y por la mierda de post. No tengo excusas]

Escuchó todo lo que aquellas personas que se hacían llamar shinigamis tenían que decir. El "plan" podía llamarse cualquier cosa menos plan, si de verdad aquél Capitán se encargaba de la estrategia el potencial del Gotei 13 había descendido hasta límites insospechados después de aquella tremenda derrota.

-Ahá, un plan excelente, digno de mención. ¿Así honráis la memoria de los antiguos Capitanes?...Esto no es más que una sombra de lo que una vez fue el Gotei 13- dijo furioso y asqueado. No podía recordarlos bien, pero sí veía sus caras en las pocas imágenes que tenía de su pasado.

-En fin, yo me voy a ir a por la shinigami, que es mucho más importante que darse de hostias con los malditos Arrancar. El que piense igual que yo, que me siga- con la ira del momento se había olvidado de que ya no era Oficial y que no disponía de la autoridad para dictaminar aquello.

Esperó unos segundos por si alguien decidía acompañarle y sin mirar atrás se encaminó a la puerta del Dangai mordisqueando nerviosamente su arma, el senbon que siempre llevaba en la boca como si de un palillo de dientes se tratase. No quería quedar mal delante de su compañera, ya que eso le haría perder puntos ante ella, pero sentía pánico nada más que de pensar que volvería a encontrarse con los monstruos que tanto dolor le habían causado y que hubiese gente del quinto escuadrón no mejoraba el panorama.

OFF: [[Siento la tardanza, me cuelo aquí mismo si no os importa para postear aunque ya es algo tarde y creo que la mayoría ya habéis bajado… >.<]]

No lo podía creer, en un momento Erienne se iba a quedar sola. Al mando del 13º escuadrón. Era la primera vez que iba a tener que tomar el mando ella sola allí. Estaba algo asustada. Con las piernas flexionadas tocándose rodilla con rodilla y con los pies separados. Se llevó las manos a la cabeza, más bien sobre su boca. Como si intentara que su alma no saliese por ella.

- ¿Que debo hacer?– pensaba mientras se quitaba las manos de la boca y se sujetaba la cabeza– El capitán Chiesa me ha dejado al mando….- paro de musitar por un momento – Pero entonces es que confía en que haga un buen trabajo – su rostro ahora parecía brillante y feliz – Pero… ¿Y si le defraudo? …- comenzaba a hacer gemiditos mientras intentaba calmarse. Tan pronto el daba un ataque de felicidad serenidad y confianza como un ataque de desconfianza miedo y pánico - Tengo que demostrarle que puedo hacerlo.

Se sentó sobre una silla que había allí, a esperar a que alguien necesitase su ayuda. De una manera u otra ya sea para comunicarse con alguien en el mundo humano o con alguien de arriba. Además estaría pendiente por si alguien necesitaría el liberador. Al menos esta vez había cumplido su trabajo y había avisado a todo el mundo a tiempo.

- Espera un momento…. ¿De verdad han bajado el capitán del escuadrón que debe estar en contacto con sus compañeros desde aquí y el capitán del escuadrón que debe comandar la estrategia? Quizás los haya sobre valorado a los arrancars…

Erienne se calmaba, y como si hubiese estado sola todo el rato, con sus pensamientos en voz alta y mirando todas las cámaras se puso a tararear una canción. Supuso que ya nadie más entraría por aquel sitio. Aun así estaría dispuesta a ofrecerle ayuda y la información necesaria aunque llegase con retraso.

Tras un buen rato Erienne cayó de su asiento, de nuevo sorprendida por otro reiatsu. Se ayudó con la mesa de mandos para apoyarse y levantarse, la silla había salido desplazada unos metros hasta la puerta de la entrada. Miraba la pantalla y...No podía ser.

- Hay otro más - cogio un comunicador para que se le escuchara bien claro - Aviso a todos los shinigamis del mundo humano. No hay tres presencias, si no cuatro. Repito, hay cuatro reiatsus de arrancars en el mundo humano. Vosotros solo estáis enfrente de tres. Hay otro que se ha desplazado, no está con la espada.