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Nuevo aviso, al mundo humano
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Nuevo aviso, al mundo humano
El día estaba calmado, sereno. Sin ruidos ni golpes, no había nada que lo pudiese estropear. Un pequeño jardín con una fuente bastaba para el descanso de la joven teniente. Miraba el agua, sumida en sus pensamientos, mirando su propio reflejo como ondeaba en aquellas aguas. En cada onda veía una faceta suya distinta, pues sabía que actuaba de distintas formas en un combate que en torno a la sociedad.
Tocaba con sus finas yemas de los dedos la superficie mientras tarareaba una canción que recordaba desde más allá de sus recuerdos. Pero tantos años una comienza a olvidarse de quien fue al principio.
- Erienne…
- Ya voy…
La joven se colocó bien su keikogi, pues lo tenía remangado y mostrando sus hombros de aquella piel tan suave y pálida. Miró a su alrededor ensimismada mientras seguía tarareando la canción. No había nadie, y seguramente aquellos momentos de paz y tranquilidad no durarían mucho.
Por los pasillos del 13º escuadrón solo se escuchaban sus pisadas. Todos estaban atentos en sus puestos, si no estaban fuera en algunos encargos. Abrió una puerta, una enorme sala llena de monitores estaban frente a ella. La muchacha de cabellos de color azabache se levantó del asiento al mirarla.
- Erienne fukutaicho. ¿Ya terminó su descanso? ¿Me ocupo de algo más? ¿Quiere que la sustituya otro rato?
- No hace falta, gracias por tu esfuerzo – dijo colocándole la mano sobre su hombro – Ahora ve a descansar – le dijo con una amplia sonrisa en su rostro.
Miraba en los monitores aburrida mientras hacía girar su muñeca escuchando los cascabeles que tenía enredados a ella. Cada vez que daba una vuelta éstos no paraban de sonar y chocarse unos contra otros. Aquello era su único entretenimiento. Le hacía no estar sola, sin ruido, le ponía nerviosa el silencio.
De repente, en una de las pantallas lo pudo atisbar. Tres personas, vestidas como arrancar aparecieron en la parte de Asia. Del susto Erienne pegó un salto tirando la silla y cayendo ella encima.
- Duele…
Se agarraba la espalda al lugar donde se había golpeado. No podía dejar de mirar aquel monitor. Una espada y sus dos fracciones y… esto era malo. Había que avisar ya. Era importante, y esta vez avisaría a Chiesa a la vez que todos los demás, pues aquello era urgente y no podía esperar a las órdenes de su capitán.
Alargó la mano en su mismo sitio sin dejar de mirar y una mariposa se posó sobre ella.
MENSAJE PARA TODOS LOS CAPITANES Y TENIENTES O PUESTOS AL CARGO DE LA SOCIEDAD DE ALMAS:
Este es un mensaje del 13º Escuadrón; de parte de la teniente Erienne Veanna:
Acaba de aparecer en Asia una espada y dos fracciones portando el cuerpo de una shinigami. Es de máxima urgencia y vital importancia que reúnan a todo aquel que pueda para bajar. Yo misma les esperaré en el 13º en la puerta del Dangai. Iré realizando los preparativos convenientes
Un saludo y gracias;
Tocaba con sus finas yemas de los dedos la superficie mientras tarareaba una canción que recordaba desde más allá de sus recuerdos. Pero tantos años una comienza a olvidarse de quien fue al principio.
- Erienne…
- Ya voy…
La joven se colocó bien su keikogi, pues lo tenía remangado y mostrando sus hombros de aquella piel tan suave y pálida. Miró a su alrededor ensimismada mientras seguía tarareando la canción. No había nadie, y seguramente aquellos momentos de paz y tranquilidad no durarían mucho.
Por los pasillos del 13º escuadrón solo se escuchaban sus pisadas. Todos estaban atentos en sus puestos, si no estaban fuera en algunos encargos. Abrió una puerta, una enorme sala llena de monitores estaban frente a ella. La muchacha de cabellos de color azabache se levantó del asiento al mirarla.
- Erienne fukutaicho. ¿Ya terminó su descanso? ¿Me ocupo de algo más? ¿Quiere que la sustituya otro rato?
- No hace falta, gracias por tu esfuerzo – dijo colocándole la mano sobre su hombro – Ahora ve a descansar – le dijo con una amplia sonrisa en su rostro.
Miraba en los monitores aburrida mientras hacía girar su muñeca escuchando los cascabeles que tenía enredados a ella. Cada vez que daba una vuelta éstos no paraban de sonar y chocarse unos contra otros. Aquello era su único entretenimiento. Le hacía no estar sola, sin ruido, le ponía nerviosa el silencio.
De repente, en una de las pantallas lo pudo atisbar. Tres personas, vestidas como arrancar aparecieron en la parte de Asia. Del susto Erienne pegó un salto tirando la silla y cayendo ella encima.
- Duele…
Se agarraba la espalda al lugar donde se había golpeado. No podía dejar de mirar aquel monitor. Una espada y sus dos fracciones y… esto era malo. Había que avisar ya. Era importante, y esta vez avisaría a Chiesa a la vez que todos los demás, pues aquello era urgente y no podía esperar a las órdenes de su capitán.
Alargó la mano en su mismo sitio sin dejar de mirar y una mariposa se posó sobre ella.
MENSAJE PARA TODOS LOS CAPITANES Y TENIENTES O PUESTOS AL CARGO DE LA SOCIEDAD DE ALMAS:
Este es un mensaje del 13º Escuadrón; de parte de la teniente Erienne Veanna:
Acaba de aparecer en Asia una espada y dos fracciones portando el cuerpo de una shinigami. Es de máxima urgencia y vital importancia que reúnan a todo aquel que pueda para bajar. Yo misma les esperaré en el 13º en la puerta del Dangai. Iré realizando los preparativos convenientes
Un saludo y gracias;
Erienne- Post : 673
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Chiesa llegó el primero a la llamada por vía de mariposa infernal que había realizado su teniente. Tras los acontecimientos sucedidos en el mundo humano, donde buena parte de la culpa se le achacó a él, tras prometerlo y reprometerlo en la reunión de capitanes en el despacho del mismo comandante, ahora no podía fallar.
Aunque le pillaba entrenando dentro de su despacho y la llamada no le venía precisamente en el mejor momento, no iba a cambiar la situación de que tras las reunión ahora iba a dar un paso al frente, demostrar de lo que era capaz y negar las insinuaciones de su inoperancia al frente de un escuadrón.
Se enfundó rápidamente su uniforme shinigami y su correspondiente haori de capitán de la 13ª división para lucir decente en aquella situación y salió corriendo de su escuadrón para llegar el primero a la llamada. El que estuviera allí cuando llegaran los demás le daría más puntos y reconocimiento, además le daría la oportunidad de tomar el mando de la situación y organizarlo todo desde un principio.
Nada más llegar, una sonrisa de satisfacción se le dibujó en el rostro al capitán, pues tan solo su teniente se encontraba allí. No había fallado en darle la confianza a aquella chica, aunque de primeras a veces se hallaba bastante insegura, no cabía ninguna duda de su capacidad para su puesto. Había estado ordenando y dirigiendo la sala de detección de hollows y había puesto a la Sociedad de Almas en alarma enseguida. Y él había respondido el primero.
- Esperemos que vengan algunos refuerzos mas y dirijámonos al punto de conflicto. – Habló el capitán nada más llegar, asumiendo el mando de la operación por el momento. Debían de ser rápidos, pero ser temerarios también sería una estupidez igual o incluso mayor.
[Siento un post tan cutre pero entre que no sabía muy bien que decir y que me duele la cabeza, no podía escribir más]
Aunque le pillaba entrenando dentro de su despacho y la llamada no le venía precisamente en el mejor momento, no iba a cambiar la situación de que tras las reunión ahora iba a dar un paso al frente, demostrar de lo que era capaz y negar las insinuaciones de su inoperancia al frente de un escuadrón.
Se enfundó rápidamente su uniforme shinigami y su correspondiente haori de capitán de la 13ª división para lucir decente en aquella situación y salió corriendo de su escuadrón para llegar el primero a la llamada. El que estuviera allí cuando llegaran los demás le daría más puntos y reconocimiento, además le daría la oportunidad de tomar el mando de la situación y organizarlo todo desde un principio.
Nada más llegar, una sonrisa de satisfacción se le dibujó en el rostro al capitán, pues tan solo su teniente se encontraba allí. No había fallado en darle la confianza a aquella chica, aunque de primeras a veces se hallaba bastante insegura, no cabía ninguna duda de su capacidad para su puesto. Había estado ordenando y dirigiendo la sala de detección de hollows y había puesto a la Sociedad de Almas en alarma enseguida. Y él había respondido el primero.
- Esperemos que vengan algunos refuerzos mas y dirijámonos al punto de conflicto. – Habló el capitán nada más llegar, asumiendo el mando de la operación por el momento. Debían de ser rápidos, pero ser temerarios también sería una estupidez igual o incluso mayor.
[Siento un post tan cutre pero entre que no sabía muy bien que decir y que me duele la cabeza, no podía escribir más]
Chiesa- Capitán Rei
- Post : 1243
Edad : 38
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Hatsushiki.
Claramente nos estaríamos engañando al afirmar que aquel nombre había sido olvidado. Él al menos lo seguía teniendo bien presente, y más de una velada lo había acompañado, onírico o literalmente. Erienne se había referido a ella como "una shinigami" pero, ¿qué otra shinigami podría ser? Sea como fuere, las palabras que aquella oscura mariposa había reproducido, aquel nombre especialmente, rebotaron en las paredes de su cráneo y se clavaron allá donde la quisiera que consciencia residiera.
Había sido una ardua tarea personal, pero poco a poco había conseguido deshacerse de aquella de aquella atmósfera que le acompañaba desde aquel día, alejando de su mente aquellos espectros de sus errores que le perturbaban. Con aquella Mariposa Infernal habían vuelto todos de golpe, pero ya no suponían ningún problema, sino más bien una motivación para aquella blindada mente suya, corregida y enmendada en un nuevo paso de madurez del Shihōin.
Ahora, además, tenía un nuevo destino que honrar, nuevos principios que respetar y nuevas responsabilidades asumir. Todo ello venía representado por el icono blanco que reposaba sobre sus hombros, por aquella sagrada tela que dejaba mostrar su anaranjado forro cada vez que ondeaba entre shunpo y shunpo.
Se detuvo en seco frente a los portones de madera, frontera del Decimotercer Escuadrón. Miró al cielo, perdiendo su mente entre las pocas nubes que decoraban la gran bóveda azulina y esperó. Menos de un minuto tuvo que hacerlo, cuando la figura de Isono se materializó frente a sus ojos. Su semblante serio y sereno, como siempre, pero su espíritu... No era tiempo de hacer juicios de valores, pensó Kato.
— ¿Preparada? — se limitó a decir.
Se encaró hacia el interior de la División y ambos pusieron rumbo al lugar donde habían sido citados. Por unos segundos el Capitán se mantuvo en calma, sumergido en la marea de pensamientos y recuerdos que iban y venían en su mente. Miraba, eventualmente, de manera furtiva a su acompañante, observando su ánimo. No sólo la fachada que bien conocía Kato desde su primer encuentro, sino intentando penetrar más allá de aquella máscara que Isono interponía al público.
— Tranquila, todo va a ir bien. — rompió el silencio, asumiendo que la calma que mostraba la pelirroja era sólo éso, externa. — Esta vez estamos preparados. Todos los errores pasados han sido reparados. En cuanto a ti... — le dedicó una poco notoria sonrisa. — Toda la instrucción que has recibido desde el primer día que pusiste un pie en la Academia hasta nuestro entrenamiento privado en Seruberu, toda la experiencia que has adquirido. Todo será puesto a prueba hoy. — El carente de tacto shinigami, al darse cuenta de que su frase era de todo menos tranquilizadora, torpemente, balbuceó: — E-esto, quiero decir... A ver. Sé que nos enfrentamos a poderosos enemigos, no sólo Arrancars sino que entre ellos hay un Espada. — "¿Esta es tu manera de arreglarlo?", preguntó Tora, en su línea oportunista. El Shihōin suspiró. — Estás preparada. — añadió, con el tono más afable que pudo tejer. — Confío en ti. En serio. He visto tu progresión como shinigami, he sido testigo de primera mano de tus regias maneras y tu disciplina tan esencial en combate. Estás preparada. — repitió, ampliamente sonriente, ahora sí.
El traqueteo sobre la piedra de los caminos había sido sustituido por el suave crujido de la madera bajo sus pies. Aquel escuadrón, incansable vigía del Mundo Humano, se encontraba tan atareado como cabría esperar. Todos vestían la misma cara de circunstancia. Todos parecían cargar con los mismos fantasmas del pasado, algunos más pesados que otros. Ninguno quería cometer los errores pretéritos. Aquella figura foránea, cubierta con su nuevo haori blanco, el primero de ellos.
— Además, nosotros dos contamos con una ventaja extra. — volvió a dirigir su atención hacia Isono. — Conocemos lo suficiente de nuestros estilos de combate como para que nuestra coordinación suponga una buena herramienta en combate. Recuerda que las fuerzas arrancars cuentan con el odio y la fuerza bruta como armas, mientras que nosotros contamos con nuestro trabajo en equipo. Nuestra mejor arma es el shinigami a nuestro lado. — acabó, demasiado solemne y filosófico para su gusto, pero acabó. Tora mascullo algo, lo que a Kato le hizo recordar: — Recuerda también lo que hablamos sobre mi shikai: atenta a los movimientos de mis manos cuando Hikitsukeru to suteru esté activo.
Incomprensiblemente, aún si añadiéramos a la ecuación que aquel era el escuadrón que el mismo regía, Bastian Chiesa ya se encontraba allí, esperando. Él, junto a su teniente, parecían ultimar los preparativos, a la vez que aguardaban la llegada de algún shinigami más.
Antes de que llegara a mediar palabra, uno de entre todo el mar de reiatsus del Escuadrón, volvió a incidir donde minutos atrás el comunicado, y Hatsushiki, se habían clavado. Kobayashi Hayato era otra de las figuras representativas de aquel aciago día para la moral del Shihōin, con todos los sentimientos que ello conllevaba y toda la tensión ambiental que comenzaba a forjarse en la sala. Kato retiró éso de su mente y se centró en los shinigamis que ya se encontraban frente a él.
— Buenos días, Chiesa-san... Teniente. — saludó, mirando girando su cara a cada uno. Kato no recordaba el nombre aquella shinigami, aunque compartieran alguna que otra reunión. Sin embargo el sello en su brazo no daba opción a error. — ¿Te unirás a la fiesta esta vez o te quedarás de nuevo... paseando plácidamente por tu escuadrón? — preguntó, mirando, ahora sí, fijamente a su amigo y capitán. Dio tiempo a contestar a tan capciosa cuestión para continuar. — Ella es Otsuka Isono, nueva Teniente del Quinto Escuadrón, y está aquí para combatir a mi lado. — aclaró, imponiéndose al mensaje que limitaba el acceso a tenientes y capitanes. — ¿Sabes quién más, a parte de Kobayashi-taicho, — El peliblanco asumía que el resto, como él, había notado su presencia. — se nos unirá?
El momento, tiempo ha tan ansiado por el Shihoin, había llegado. No buscaba venganza, peros sí demostrar su valía más allá de lo que sus errores pasados habían mostrado. Aquella desazón había desaparecido con el tiempo y el apoyo de los suyos, pero el sentimiento, ahora más calmo, aún existía. Aquella chiquilla ya habría sufrido bastante y no iba a permitir, no se iba a permitir, errar de nuevo y que aquellos arrancars siguieran disfrutando de su retorcido juego.
________________
[OFF] Teóricamente después de mí debería postear Isono. Sin embargo da igual que alguien se adelante, sólo que para la siguiente ronda tener en cuenta ese orden, Kato seguido de Isono, para que podamos combatir codo con codo. Gracias.
Claramente nos estaríamos engañando al afirmar que aquel nombre había sido olvidado. Él al menos lo seguía teniendo bien presente, y más de una velada lo había acompañado, onírico o literalmente. Erienne se había referido a ella como "una shinigami" pero, ¿qué otra shinigami podría ser? Sea como fuere, las palabras que aquella oscura mariposa había reproducido, aquel nombre especialmente, rebotaron en las paredes de su cráneo y se clavaron allá donde la quisiera que consciencia residiera.
Había sido una ardua tarea personal, pero poco a poco había conseguido deshacerse de aquella de aquella atmósfera que le acompañaba desde aquel día, alejando de su mente aquellos espectros de sus errores que le perturbaban. Con aquella Mariposa Infernal habían vuelto todos de golpe, pero ya no suponían ningún problema, sino más bien una motivación para aquella blindada mente suya, corregida y enmendada en un nuevo paso de madurez del Shihōin.
Ahora, además, tenía un nuevo destino que honrar, nuevos principios que respetar y nuevas responsabilidades asumir. Todo ello venía representado por el icono blanco que reposaba sobre sus hombros, por aquella sagrada tela que dejaba mostrar su anaranjado forro cada vez que ondeaba entre shunpo y shunpo.
Se detuvo en seco frente a los portones de madera, frontera del Decimotercer Escuadrón. Miró al cielo, perdiendo su mente entre las pocas nubes que decoraban la gran bóveda azulina y esperó. Menos de un minuto tuvo que hacerlo, cuando la figura de Isono se materializó frente a sus ojos. Su semblante serio y sereno, como siempre, pero su espíritu... No era tiempo de hacer juicios de valores, pensó Kato.
— ¿Preparada? — se limitó a decir.
Se encaró hacia el interior de la División y ambos pusieron rumbo al lugar donde habían sido citados. Por unos segundos el Capitán se mantuvo en calma, sumergido en la marea de pensamientos y recuerdos que iban y venían en su mente. Miraba, eventualmente, de manera furtiva a su acompañante, observando su ánimo. No sólo la fachada que bien conocía Kato desde su primer encuentro, sino intentando penetrar más allá de aquella máscara que Isono interponía al público.
— Tranquila, todo va a ir bien. — rompió el silencio, asumiendo que la calma que mostraba la pelirroja era sólo éso, externa. — Esta vez estamos preparados. Todos los errores pasados han sido reparados. En cuanto a ti... — le dedicó una poco notoria sonrisa. — Toda la instrucción que has recibido desde el primer día que pusiste un pie en la Academia hasta nuestro entrenamiento privado en Seruberu, toda la experiencia que has adquirido. Todo será puesto a prueba hoy. — El carente de tacto shinigami, al darse cuenta de que su frase era de todo menos tranquilizadora, torpemente, balbuceó: — E-esto, quiero decir... A ver. Sé que nos enfrentamos a poderosos enemigos, no sólo Arrancars sino que entre ellos hay un Espada. — "¿Esta es tu manera de arreglarlo?", preguntó Tora, en su línea oportunista. El Shihōin suspiró. — Estás preparada. — añadió, con el tono más afable que pudo tejer. — Confío en ti. En serio. He visto tu progresión como shinigami, he sido testigo de primera mano de tus regias maneras y tu disciplina tan esencial en combate. Estás preparada. — repitió, ampliamente sonriente, ahora sí.
El traqueteo sobre la piedra de los caminos había sido sustituido por el suave crujido de la madera bajo sus pies. Aquel escuadrón, incansable vigía del Mundo Humano, se encontraba tan atareado como cabría esperar. Todos vestían la misma cara de circunstancia. Todos parecían cargar con los mismos fantasmas del pasado, algunos más pesados que otros. Ninguno quería cometer los errores pretéritos. Aquella figura foránea, cubierta con su nuevo haori blanco, el primero de ellos.
— Además, nosotros dos contamos con una ventaja extra. — volvió a dirigir su atención hacia Isono. — Conocemos lo suficiente de nuestros estilos de combate como para que nuestra coordinación suponga una buena herramienta en combate. Recuerda que las fuerzas arrancars cuentan con el odio y la fuerza bruta como armas, mientras que nosotros contamos con nuestro trabajo en equipo. Nuestra mejor arma es el shinigami a nuestro lado. — acabó, demasiado solemne y filosófico para su gusto, pero acabó. Tora mascullo algo, lo que a Kato le hizo recordar: — Recuerda también lo que hablamos sobre mi shikai: atenta a los movimientos de mis manos cuando Hikitsukeru to suteru esté activo.
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Incomprensiblemente, aún si añadiéramos a la ecuación que aquel era el escuadrón que el mismo regía, Bastian Chiesa ya se encontraba allí, esperando. Él, junto a su teniente, parecían ultimar los preparativos, a la vez que aguardaban la llegada de algún shinigami más.
Antes de que llegara a mediar palabra, uno de entre todo el mar de reiatsus del Escuadrón, volvió a incidir donde minutos atrás el comunicado, y Hatsushiki, se habían clavado. Kobayashi Hayato era otra de las figuras representativas de aquel aciago día para la moral del Shihōin, con todos los sentimientos que ello conllevaba y toda la tensión ambiental que comenzaba a forjarse en la sala. Kato retiró éso de su mente y se centró en los shinigamis que ya se encontraban frente a él.
— Buenos días, Chiesa-san... Teniente. — saludó, mirando girando su cara a cada uno. Kato no recordaba el nombre aquella shinigami, aunque compartieran alguna que otra reunión. Sin embargo el sello en su brazo no daba opción a error. — ¿Te unirás a la fiesta esta vez o te quedarás de nuevo... paseando plácidamente por tu escuadrón? — preguntó, mirando, ahora sí, fijamente a su amigo y capitán. Dio tiempo a contestar a tan capciosa cuestión para continuar. — Ella es Otsuka Isono, nueva Teniente del Quinto Escuadrón, y está aquí para combatir a mi lado. — aclaró, imponiéndose al mensaje que limitaba el acceso a tenientes y capitanes. — ¿Sabes quién más, a parte de Kobayashi-taicho, — El peliblanco asumía que el resto, como él, había notado su presencia. — se nos unirá?
El momento, tiempo ha tan ansiado por el Shihoin, había llegado. No buscaba venganza, peros sí demostrar su valía más allá de lo que sus errores pasados habían mostrado. Aquella desazón había desaparecido con el tiempo y el apoyo de los suyos, pero el sentimiento, ahora más calmo, aún existía. Aquella chiquilla ya habría sufrido bastante y no iba a permitir, no se iba a permitir, errar de nuevo y que aquellos arrancars siguieran disfrutando de su retorcido juego.
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[OFF] Teóricamente después de mí debería postear Isono. Sin embargo da igual que alguien se adelante, sólo que para la siguiente ronda tener en cuenta ese orden, Kato seguido de Isono, para que podamos combatir codo con codo. Gracias.
Última edición por Shihoin Kato el Vie Mayo 13, 2011 6:20 am, editado 2 veces
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Regis caminaba con una cara de asco bastante considerable mientras se dirigía donde la mariposa infernal enviada por el 13r escuadrón le había indicado. Al parecer unos incompetentes se habían dejado capturar por aquella especie de simios subdesarrollados llamados Hollows... Al menos los del 13r escuadrón había pensado un poco y habían llamado a alguien de gran talante y nivel, osea el.
"Espero que esto acabe pronto,menuda perdida de tiempo... si los han capturado que pegan por su necedad..." Se llevó los dedos al entrecejo, masajeandolo como si un terrible dolor de cabeza le atacara. "Y por favor, que no este presente ningún simio del 11 escuadrón.. o demás figuras incompetentes del Seiretei..."
Al poco caminar Regis llegó al punto de encuentro con su típico aire de superioridad, repasando uno por uno los shinigamis que estaban allí presentes. Primero estaba la teniente del 13 escuadrón, parecía una mujer suficientemente competente, aunque no se libró de la mirada de asco que le dedicó Regis, si estaba allí era precisamente por su maldito mensaje. Después estaba su capitán, Chiesa, del cual dudaba bastante en cuanto su capacidad como capitán... Era un conocido bebedor de sake y acosador de féminas... menudo elemento, le debía haber tocado ser capitán por ser el primero en llegar a la oficina...
Después estaban los dos elementos del escuadrón de kidoh. Por una parte estaba su capitán, Kato... bueno, aceptable. Lo no tan aceptable era su acompañante, aquella pelirroja... decepcionante ciertamente. Como ya se conocían le dedico una de sus mejores sonrisas cargadas de asco.
Regis resopló y con voz clara y tajante dijo:
-3er Oficial del décimo escuadrón, Regis. Se presenta con motivo de rescate de dos shinigamis.
Seguramente iba a lamentar su incorporación a tal operación, pero seguramente sin el, no llegaría a buen puerto.
"Espero que esto acabe pronto,menuda perdida de tiempo... si los han capturado que pegan por su necedad..." Se llevó los dedos al entrecejo, masajeandolo como si un terrible dolor de cabeza le atacara. "Y por favor, que no este presente ningún simio del 11 escuadrón.. o demás figuras incompetentes del Seiretei..."
Al poco caminar Regis llegó al punto de encuentro con su típico aire de superioridad, repasando uno por uno los shinigamis que estaban allí presentes. Primero estaba la teniente del 13 escuadrón, parecía una mujer suficientemente competente, aunque no se libró de la mirada de asco que le dedicó Regis, si estaba allí era precisamente por su maldito mensaje. Después estaba su capitán, Chiesa, del cual dudaba bastante en cuanto su capacidad como capitán... Era un conocido bebedor de sake y acosador de féminas... menudo elemento, le debía haber tocado ser capitán por ser el primero en llegar a la oficina...
Después estaban los dos elementos del escuadrón de kidoh. Por una parte estaba su capitán, Kato... bueno, aceptable. Lo no tan aceptable era su acompañante, aquella pelirroja... decepcionante ciertamente. Como ya se conocían le dedico una de sus mejores sonrisas cargadas de asco.
Regis resopló y con voz clara y tajante dijo:
-3er Oficial del décimo escuadrón, Regis. Se presenta con motivo de rescate de dos shinigamis.
Seguramente iba a lamentar su incorporación a tal operación, pero seguramente sin el, no llegaría a buen puerto.
Regis- Raso Meiyo
- Post : 351
Edad : 32
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Widder caminaba mientras ve pasar al Tercer Oficial con esa carita de asco, se acerca y con ternura le pregunta si se encuentra bien, le da un dulcecito.
-Se que no me conoce, pero no se preocupe, soy parte del 13avo escuadron, esto le ayudará, a mi tambien en las alturas me dan ascos y un amigo que tengo del 4to escuadron me lo obsequió, es muy efectivo... le.... le iba a preguntar si me puede ayudar... yo... quiero ir al mundo humano, porfavor... ayudeme, prometo no ser una carga, prometo dar lo mejor de mi... porfavor...
en sus ojos se observa la luz de la inocencia y a su vez, la fuera de su interior, un hermoso Lobo de ojos de sangre, poderoso, imponente, seguro, Widder esperaba una respuesta positiva, era capaz de lo que decia, era muy fuerte a pesar de tener un aspecto muy fragil.
-Se que no me conoce, pero no se preocupe, soy parte del 13avo escuadron, esto le ayudará, a mi tambien en las alturas me dan ascos y un amigo que tengo del 4to escuadron me lo obsequió, es muy efectivo... le.... le iba a preguntar si me puede ayudar... yo... quiero ir al mundo humano, porfavor... ayudeme, prometo no ser una carga, prometo dar lo mejor de mi... porfavor...
en sus ojos se observa la luz de la inocencia y a su vez, la fuera de su interior, un hermoso Lobo de ojos de sangre, poderoso, imponente, seguro, Widder esperaba una respuesta positiva, era capaz de lo que decia, era muy fuerte a pesar de tener un aspecto muy fragil.
Widder Amsel- Post : 14
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
[[OFF: Posteo simplemente por que creo que no especifiqué bien en el mensaje que se trajera bastante personal al mundo humano]]
Erienne paseaba de un lado a otro mordiéndose los dedos de la mano, histérica, tensa e hiperactiva no podía controlarse, no podía calmarse y tan solo “esperar”.
Escuchaba pasos a lo largo del pasillo, esos pasos le sonaban, le eran familiar. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras saltaba hacia la puerta.
- ¡Chiesa – sama! – grito aliviada por ver una cara conocida – ¿Ha reunido a alguien más del escuadrón? ¿Yo también bajaré o me necesitarán más aquí?
A decir verdad la joven Erienne apenas había pasado por batallas o luchas, siempre había sido llamada a observar, hablar o liberar almas, poco más. La primera vez que bajo al mundo humano como shinigami fue con su capitán y fue en la prueba de teniente, y apenas pudo demostrar sus habilidades. Se sentía algo inútil aunque sabía que hacían falta más personal en el 13º.
De nuevo los pasos se escuchaban a la lejanía. Frunció el ceño como si estuviese intentando ver más allá de su campo de vista. Poco a poco se veía al capitán del quinto escuadrón y a su acompañante pelirroja, bastante guapa todo hay que decirlo. ¿Sería ella la teniente del 5º?
- Gracias por venir Shinoin Kato – san. Mi nombre es Erienne teniente del 13º escuadrón. Encantada de conocerle – Acto seguido miró a la pelirroja para que ella también se presentara.
De nuevo otro más se unió al grupo.
-Bienve…- miró al oficial del 10º escuadrón pero tuvo que tragar saliva y retirarse un poco de su alcance, ya que tenía cara de pocos amigos –nido Oficial del 10º escuadrón, Regis.
Erienne había echo un buen trabajo aprendiéndose el nombre de aquellos a los que había llamado. Era por todos sabido el nombre de los capitanes y de algunos tenientes. Mas los oficiales no eran tan reconocidos, aunque aquel escuadrón escaseaba por su personal y de no tener altos cargos.
La joven con su dedo índice pinchaba en su propia mejilla mientras ladeaba la cabeza hacia un lateral pensando en sus cosas mientras fruncía sus cejas.
- ¿Por qué traéis tan poco personal? Os comenté la importancia de traer personal al mundo humano, es una espada y dos fracciones de Hueco Mundo no es algo que se pueda hacer igualándolos en número. Por favor mandad mariposas a los que podáis reunir o incluso yo misma lo haré desde aquí. El dangai está preparado para vuestro viaje. Si necesitáis algo tan solo comunicárnoslo a los del 13º. Yo misma estaré delante de las pantallas en todo momento – dijo inclinando su cuerpo dejando su cabeza más agachada que las del resto en señal de sumisión hacia los demás.
Pero se sentía bien, había hecho un buen trabajo informando en cuanto surgió aquel problema. El 13º escuadrón quizás volvería al mismo sitio de antes y todos pensarían que aquello fue una torpeza del momento y que no volvería a ocurrir. Esperaba que su capitán estuviese contento de su teniente.
Erienne paseaba de un lado a otro mordiéndose los dedos de la mano, histérica, tensa e hiperactiva no podía controlarse, no podía calmarse y tan solo “esperar”.
Escuchaba pasos a lo largo del pasillo, esos pasos le sonaban, le eran familiar. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras saltaba hacia la puerta.
- ¡Chiesa – sama! – grito aliviada por ver una cara conocida – ¿Ha reunido a alguien más del escuadrón? ¿Yo también bajaré o me necesitarán más aquí?
A decir verdad la joven Erienne apenas había pasado por batallas o luchas, siempre había sido llamada a observar, hablar o liberar almas, poco más. La primera vez que bajo al mundo humano como shinigami fue con su capitán y fue en la prueba de teniente, y apenas pudo demostrar sus habilidades. Se sentía algo inútil aunque sabía que hacían falta más personal en el 13º.
De nuevo los pasos se escuchaban a la lejanía. Frunció el ceño como si estuviese intentando ver más allá de su campo de vista. Poco a poco se veía al capitán del quinto escuadrón y a su acompañante pelirroja, bastante guapa todo hay que decirlo. ¿Sería ella la teniente del 5º?
- Gracias por venir Shinoin Kato – san. Mi nombre es Erienne teniente del 13º escuadrón. Encantada de conocerle – Acto seguido miró a la pelirroja para que ella también se presentara.
De nuevo otro más se unió al grupo.
-Bienve…- miró al oficial del 10º escuadrón pero tuvo que tragar saliva y retirarse un poco de su alcance, ya que tenía cara de pocos amigos –nido Oficial del 10º escuadrón, Regis.
Erienne había echo un buen trabajo aprendiéndose el nombre de aquellos a los que había llamado. Era por todos sabido el nombre de los capitanes y de algunos tenientes. Mas los oficiales no eran tan reconocidos, aunque aquel escuadrón escaseaba por su personal y de no tener altos cargos.
La joven con su dedo índice pinchaba en su propia mejilla mientras ladeaba la cabeza hacia un lateral pensando en sus cosas mientras fruncía sus cejas.
- ¿Por qué traéis tan poco personal? Os comenté la importancia de traer personal al mundo humano, es una espada y dos fracciones de Hueco Mundo no es algo que se pueda hacer igualándolos en número. Por favor mandad mariposas a los que podáis reunir o incluso yo misma lo haré desde aquí. El dangai está preparado para vuestro viaje. Si necesitáis algo tan solo comunicárnoslo a los del 13º. Yo misma estaré delante de las pantallas en todo momento – dijo inclinando su cuerpo dejando su cabeza más agachada que las del resto en señal de sumisión hacia los demás.
Pero se sentía bien, había hecho un buen trabajo informando en cuanto surgió aquel problema. El 13º escuadrón quizás volvería al mismo sitio de antes y todos pensarían que aquello fue una torpeza del momento y que no volvería a ocurrir. Esperaba que su capitán estuviese contento de su teniente.
Erienne- Post : 673
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Los shumpos se sucedían uno tras otro, veloces y limpios; las imágenes de los pasillos del Gotei pasaban rápidas a su lado como instantáneas que aparecían y desaparecían con un pestañeo. Iba directa a las puertas del Decimotercer escuadrón donde la esperaría el capitán de su escuadrón para lo que ella consideraba, algo más importante de lo que Kato había dejado traslucir. El mundo humano. Era la primera vez que pondría un pie allí, a sabiendas de que una vez, vivió en ese mundo. Sin embargo, no encontró en toda su existencia en la Sociedad de Almas, algo que la hiciera evocar ese mundo; nada, ni un recuerdo. Aquel vacío no la preocupaba, pues su mente divagaba en otros asuntos más importantes y urgentes.
Kato la esperaba frente a las puertas del escuadrón. Lo saludó con una rápida inclinación de cabeza y lo siguió al interior. Caminaban hacia el lugar de citación, notando las miradas fugaces de Kato.
-Tranquila, todo va a ir bien. Esta vez estamos preparados. Todos los errores pasados han sido reparados. En cuanto a ti... Toda la instrucción que has recibido desde el primer día que pusiste un pie en la Academia hasta nuestro entrenamiento privado en Seruberu, toda la experiencia que has adquirido. Todo será puesto a prueba hoy -titubeó-. E-esto, quiero decir... A ver. Sé que nos enfrentamos a poderosos enemigos, no sólo Arrancars sino que entre ellos hay un Espada. Estás preparada. Confío en ti. En serio. He visto tu progresión como shinigami, he sido testigo de primera mano de tus regias maneras y tu disciplina tan esencial en combate. Estás preparada.
Isono dudaba de quien de los dos estaba más nervioso: si su capitán o ella. Aquella misión, ominosa por el peso de una simple palabra, la asustaba no de la forma que cualquier podía esperar. Desde el primer día que puso en pie en la Academia y comenzó a caminar la senda de los Dioses de la Muerte supo que los arrancars y hollows eran la amenaza potencial a la que tendrían que hacer frente en el futuro. Asustarse por ello demostraría no estar preparado. No temía un hollow, ni un arrancar ni siquiera a un Espada; era shinigami y eso, era un deber, asumido. El temor a un enemigo, por mucho que temblasen las paredes ante su mención, debía servir como aliciente para reforzar aún más las creencias y sobreponerse al pánico mediante un designio que todos habían aceptado. No rechazaba el pánico ni la certeza de la muerte, pero si las asumía como el único fin, entonces demsotraría que jamás fue digna de ser un Dios de la Muerte. Y para ella, eso era inaceptable.
-Gracias por el voto de confianza, Capitán. no ha de preocuparse, estoy tranquila; más de lo que cree. No me siento confiada ni sobrevaloro mi capacidad, no me malinterprete; para mí esto es una obligación asumida desde que entré en la Academia. ¿Qué clase de shinigami sería si dudase de mi deber? -respondió borrando esa expresión fría de su rostro, sólo para evitar que Kato siguiera preguntándose si en el fondo estaba nerviosa-.
Se adentraron en los pasillos del interior del escuadrón.
-Además, nosotros dos contamos con una ventaja extra. Conocemos lo suficiente de nuestros estilos de combate como para que nuestra coordinación suponga una buena herramienta en combate. Recuerda que las fuerzas arrancars cuentan con el odio y la fuerza bruta como armas, mientras que nosotros contamos con nuestro trabajo en equipo. Nuestra mejor arma es el shinigami a nuestro lado -explicaba Kato mientras iban caminando hacia el lugar de citación-Recuerda también lo que hablamos sobre mi shikai: atenta a los movimientos de mis manos cuando Hikitsukeru to suteru esté activo.
-Lo tengo presente, capitán -respondió, rememorando el entrenamiento de zanjutsu como algo no demasiado lejano como para haber olvidado nada-. Creo que podremos dificultar cualquier combate que se nos planteé, teniendo en cuenta la velocidad y la corta distancia de combate a la combatimos con shikai. Tal vez no consiga golpear demasiado fuerte ni incapacitar a nadie de un golpe, pero sabe que puedo inutilizar fácilmente al oponente. Después de todo... el entrenamiento no fue tan mal, ¿no?
Cuando alcanzaron la sala, dentro ya aguardaban un par de shinigamis, concretamente el capitán del escuadrón y su teniente. Kato parecía cordial y distendido mientras hablaba con el otro hombre, pero veía de forma clara que algo no iba bien. La historia acaecida con anterioridad en el mundo humano seguía allí, reviviendo ante la mención de Kobayashi Hayato y de esos errores que tan insistentemente cargaba sobre la espalda. Sabía que eso iba a ser peor que cualquier inquietud o nerviosismo. Estrictamente sabía que eso no era parte de su obligación, de la misma forma que asumía sin divagar ni recelar, que no iba a permitir ni un sólo flaqueo en su capitán.
Pronto comenzarón a llegar otros shinigamis respondiendo al mensaje, entre ellos el prepotente a quien tuvo la desgracia de conocer en un entrenamiento y afirmaba ser uno de los oficiales del Décimo Escuadrón. Isono ignoró abiertamente la presencía de aquel sujeto, como una mosca zumbona a la que se daba un manotazo y seguía a su ritmo.
Había cierta tensión en la sala, acumulada quizás por las personas reunidas o por la tensión que suponía realizar esa misión. La teniente, Erienne parecía molesta o quizás nerviosa por la ausencia de respuesta a su mensaje; como si en sus cálculos hubiera estimado que medio gotei se concentrarse ahí. Pese a todo parecía demasiado afectada, se mostraba distendida y solícita.
Isono se mantuvo silenciosa y estoica; entre tenientes, capitanes y oficiales no era nada, salvo un peón.
Incluso los peones más insignificantes tienen algo que decir..., musitó Sangeki, atento y vigilante a todo cuando rodeaba a su portadora.
Kato la esperaba frente a las puertas del escuadrón. Lo saludó con una rápida inclinación de cabeza y lo siguió al interior. Caminaban hacia el lugar de citación, notando las miradas fugaces de Kato.
-Tranquila, todo va a ir bien. Esta vez estamos preparados. Todos los errores pasados han sido reparados. En cuanto a ti... Toda la instrucción que has recibido desde el primer día que pusiste un pie en la Academia hasta nuestro entrenamiento privado en Seruberu, toda la experiencia que has adquirido. Todo será puesto a prueba hoy -titubeó-. E-esto, quiero decir... A ver. Sé que nos enfrentamos a poderosos enemigos, no sólo Arrancars sino que entre ellos hay un Espada. Estás preparada. Confío en ti. En serio. He visto tu progresión como shinigami, he sido testigo de primera mano de tus regias maneras y tu disciplina tan esencial en combate. Estás preparada.
Isono dudaba de quien de los dos estaba más nervioso: si su capitán o ella. Aquella misión, ominosa por el peso de una simple palabra, la asustaba no de la forma que cualquier podía esperar. Desde el primer día que puso en pie en la Academia y comenzó a caminar la senda de los Dioses de la Muerte supo que los arrancars y hollows eran la amenaza potencial a la que tendrían que hacer frente en el futuro. Asustarse por ello demostraría no estar preparado. No temía un hollow, ni un arrancar ni siquiera a un Espada; era shinigami y eso, era un deber, asumido. El temor a un enemigo, por mucho que temblasen las paredes ante su mención, debía servir como aliciente para reforzar aún más las creencias y sobreponerse al pánico mediante un designio que todos habían aceptado. No rechazaba el pánico ni la certeza de la muerte, pero si las asumía como el único fin, entonces demsotraría que jamás fue digna de ser un Dios de la Muerte. Y para ella, eso era inaceptable.
-Gracias por el voto de confianza, Capitán. no ha de preocuparse, estoy tranquila; más de lo que cree. No me siento confiada ni sobrevaloro mi capacidad, no me malinterprete; para mí esto es una obligación asumida desde que entré en la Academia. ¿Qué clase de shinigami sería si dudase de mi deber? -respondió borrando esa expresión fría de su rostro, sólo para evitar que Kato siguiera preguntándose si en el fondo estaba nerviosa-.
Se adentraron en los pasillos del interior del escuadrón.
-Además, nosotros dos contamos con una ventaja extra. Conocemos lo suficiente de nuestros estilos de combate como para que nuestra coordinación suponga una buena herramienta en combate. Recuerda que las fuerzas arrancars cuentan con el odio y la fuerza bruta como armas, mientras que nosotros contamos con nuestro trabajo en equipo. Nuestra mejor arma es el shinigami a nuestro lado -explicaba Kato mientras iban caminando hacia el lugar de citación-Recuerda también lo que hablamos sobre mi shikai: atenta a los movimientos de mis manos cuando Hikitsukeru to suteru esté activo.
-Lo tengo presente, capitán -respondió, rememorando el entrenamiento de zanjutsu como algo no demasiado lejano como para haber olvidado nada-. Creo que podremos dificultar cualquier combate que se nos planteé, teniendo en cuenta la velocidad y la corta distancia de combate a la combatimos con shikai. Tal vez no consiga golpear demasiado fuerte ni incapacitar a nadie de un golpe, pero sabe que puedo inutilizar fácilmente al oponente. Después de todo... el entrenamiento no fue tan mal, ¿no?
Cuando alcanzaron la sala, dentro ya aguardaban un par de shinigamis, concretamente el capitán del escuadrón y su teniente. Kato parecía cordial y distendido mientras hablaba con el otro hombre, pero veía de forma clara que algo no iba bien. La historia acaecida con anterioridad en el mundo humano seguía allí, reviviendo ante la mención de Kobayashi Hayato y de esos errores que tan insistentemente cargaba sobre la espalda. Sabía que eso iba a ser peor que cualquier inquietud o nerviosismo. Estrictamente sabía que eso no era parte de su obligación, de la misma forma que asumía sin divagar ni recelar, que no iba a permitir ni un sólo flaqueo en su capitán.
Pronto comenzarón a llegar otros shinigamis respondiendo al mensaje, entre ellos el prepotente a quien tuvo la desgracia de conocer en un entrenamiento y afirmaba ser uno de los oficiales del Décimo Escuadrón. Isono ignoró abiertamente la presencía de aquel sujeto, como una mosca zumbona a la que se daba un manotazo y seguía a su ritmo.
Había cierta tensión en la sala, acumulada quizás por las personas reunidas o por la tensión que suponía realizar esa misión. La teniente, Erienne parecía molesta o quizás nerviosa por la ausencia de respuesta a su mensaje; como si en sus cálculos hubiera estimado que medio gotei se concentrarse ahí. Pese a todo parecía demasiado afectada, se mostraba distendida y solícita.
Isono se mantuvo silenciosa y estoica; entre tenientes, capitanes y oficiales no era nada, salvo un peón.
Incluso los peones más insignificantes tienen algo que decir..., musitó Sangeki, atento y vigilante a todo cuando rodeaba a su portadora.
Otsuka Isono- Post : 1242
Edad : 38
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Responsabilidades... Una palabra que haría temblar al mismo pilar del mundo, de no ser éste un sujeto ignorante de su suerte y destino.
Shuyin Akira avanzaba con una sonrisa por los pasillos del 13avo escuadrón. Había sido llamado para una visita al mundo humano... Hacía mucho tiempo que no probaba las golosinas... Y necesitaba comprar algunas cosas.
Y siempre quedaba el asunto de la misión, por supuesto...
Una espada y dos fracciones... portando el cuerpo de alguna inútil víctima de un poder superior a ella. ¿Para qué juegas a un juego en el que llevas las de perder?... Es absurdo... ¿O no?... Era más divertido cuando las apuestas jugaban en contra... ¿Quizás?
Soltó una baja carcajada, más parecido al zumbido de una mosca que a una risa en sí.
Era hora de que vieran que, él, como tantos otros... Cooperaba.
Según la mariposa infernal, debía presentarse ante el Dangai, en el treceavo escuadrón, y era justo donde acababa de llegar, saludando alegremente con la mano con los ojos entrecerrados, para irlos abriendo poco a poco y encontrarse con las caras de cada uno de los allí presentes.
Muchos conocidos, otros, sin duda, no tanto...
Su sonrisa se pronunció aún más.
Muchos jugadores para una simple partida de ajedrez.
Era hora de que "los buenos"... los "protectores de las almas con espadas al cinto". Se convirtiesen en pesadillas, e hicieran correr la sangre.
"Hola a todos señoritos y señoritas... ¿Nos vamos de excursión no?" Pese a intentar dotar a su voz de un tono inocente, quedaba más que marcado cierta saciedad.. Un tono macabro que podría hacer reconocerse entre ellos a un grupo de psicópatas en una reunión terapéutica.
Él habría matado a otros por menos...
Por menos que simplemente, el tono de voz.
"¡Un placer!" E intentó parecer encantador.
Shuyin Akira avanzaba con una sonrisa por los pasillos del 13avo escuadrón. Había sido llamado para una visita al mundo humano... Hacía mucho tiempo que no probaba las golosinas... Y necesitaba comprar algunas cosas.
Y siempre quedaba el asunto de la misión, por supuesto...
Una espada y dos fracciones... portando el cuerpo de alguna inútil víctima de un poder superior a ella. ¿Para qué juegas a un juego en el que llevas las de perder?... Es absurdo... ¿O no?... Era más divertido cuando las apuestas jugaban en contra... ¿Quizás?
Soltó una baja carcajada, más parecido al zumbido de una mosca que a una risa en sí.
Era hora de que vieran que, él, como tantos otros... Cooperaba.
Según la mariposa infernal, debía presentarse ante el Dangai, en el treceavo escuadrón, y era justo donde acababa de llegar, saludando alegremente con la mano con los ojos entrecerrados, para irlos abriendo poco a poco y encontrarse con las caras de cada uno de los allí presentes.
Muchos conocidos, otros, sin duda, no tanto...
Su sonrisa se pronunció aún más.
Muchos jugadores para una simple partida de ajedrez.
Era hora de que "los buenos"... los "protectores de las almas con espadas al cinto". Se convirtiesen en pesadillas, e hicieran correr la sangre.
"Hola a todos señoritos y señoritas... ¿Nos vamos de excursión no?" Pese a intentar dotar a su voz de un tono inocente, quedaba más que marcado cierta saciedad.. Un tono macabro que podría hacer reconocerse entre ellos a un grupo de psicópatas en una reunión terapéutica.
Él habría matado a otros por menos...
Por menos que simplemente, el tono de voz.
"¡Un placer!" E intentó parecer encantador.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Chiesa no se lo podía creer. Su cabeza se movía de un lado a otro, reflejando su incredulidad, su desconcierto, su negativa a creer que todos los refuerzos que enviaba la Sociedad de Almas ante un ataque de un espada y dos fracciones al mundo humano. Simplemente vinieron de otros escuadrones 2 capitanes, un tercer oficial y una shinigami rasa. Perfecto, sobre todo teniendo en cuenta que uno de los capitanes era de una división de apoyo y al otro símplemente le faltaba un tornillo ahí arriba.
¿Cuál debía de ser ahora su decisión? ¿Deberían esperar a que algún oficial más, alguien de la Sociedad de Almas se dignara a acudir a la llamada que supuetamente debería ser urgente? ¿Debería de dejar que los arrancars pusieran en peligro el mundo humano, campando a sus anchas por ahí, incluso llevando consigo una shinigami?
En las reuniones anteriores había habido muchos shinigamis dandose golpes en el pecho, por pedir una ayuda urgente, por sacrificarse estúpidamente por aquella shinigami que había sido dejada de la mano de dios, arrancada de la seguridad shinigami por los arrancars. Y sin embargo ahora, al que parecía que le tocaría pagar los platos rotos y resolver la papeleta era a él, a quien siempre le achaban tanto despiste y poca profesionalidad.
Fuera como fuese, aquello no quedaría así, debían de hacer algo, debían de hacerlo rápido y bien. Si era con poca gente, sería con poca gente. Si la mitad de la expedición eran del 13º escuadrón, entonces la 13ª división demostraría de lo que era capaz, callando todas las bocas que les habían marcado como culpables del anterior fallo.
Tras volver a concentrarse y echar un último vistazo a los allí congregados, cerca del portal que les dirigiría directamente al mundo humano, se colocó correctamente su uniforme y asió con fuerza su zanpakutoh. Ahora era el momento de liderar a aquella banda por muy dificil que estuvieran las cosas, así que hinchó su pecho de aire, ante lo que quedaba por venir, e intentó insuflarle algo de su fuerza a los allí presentes.
- Shinigamis. Vamos a bajar ya al mundo humano, pues a pesar de que somos pocos, tenemos que cumplir nuestro deber con la Sociedad de Almas. Ya se le ha encargado a los shinigamis de la 13ª división que el sello esta vez sea de un 50% en vez de un 70%. – Les empezó a hablar, intentando que se sintieran más confiados ante lo que tocaba por hacer. – De todas maneras, quien esté inseguro de esta misión, todavía puede quedarse aquí, como el resto de shinigamis que prefiere esperar sentado antes que ayudar a rescatar a una compañera. Quien de verdad tenga todavía un poco de honor, que me siga.
Tras ello, lo único que hizo fue atravesar el portal que les dirigía directamente hacia el mundo humano, esperando que aquello sirviera para que se unieran con más fuerza y no para que fuera el único que atravesara aquella portal.
[venga, a ver si se apunta alguien más, que la Sociedad de Almas vamos en pelotas al mundo humano]
¿Cuál debía de ser ahora su decisión? ¿Deberían esperar a que algún oficial más, alguien de la Sociedad de Almas se dignara a acudir a la llamada que supuetamente debería ser urgente? ¿Debería de dejar que los arrancars pusieran en peligro el mundo humano, campando a sus anchas por ahí, incluso llevando consigo una shinigami?
En las reuniones anteriores había habido muchos shinigamis dandose golpes en el pecho, por pedir una ayuda urgente, por sacrificarse estúpidamente por aquella shinigami que había sido dejada de la mano de dios, arrancada de la seguridad shinigami por los arrancars. Y sin embargo ahora, al que parecía que le tocaría pagar los platos rotos y resolver la papeleta era a él, a quien siempre le achaban tanto despiste y poca profesionalidad.
Fuera como fuese, aquello no quedaría así, debían de hacer algo, debían de hacerlo rápido y bien. Si era con poca gente, sería con poca gente. Si la mitad de la expedición eran del 13º escuadrón, entonces la 13ª división demostraría de lo que era capaz, callando todas las bocas que les habían marcado como culpables del anterior fallo.
Tras volver a concentrarse y echar un último vistazo a los allí congregados, cerca del portal que les dirigiría directamente al mundo humano, se colocó correctamente su uniforme y asió con fuerza su zanpakutoh. Ahora era el momento de liderar a aquella banda por muy dificil que estuvieran las cosas, así que hinchó su pecho de aire, ante lo que quedaba por venir, e intentó insuflarle algo de su fuerza a los allí presentes.
- Shinigamis. Vamos a bajar ya al mundo humano, pues a pesar de que somos pocos, tenemos que cumplir nuestro deber con la Sociedad de Almas. Ya se le ha encargado a los shinigamis de la 13ª división que el sello esta vez sea de un 50% en vez de un 70%. – Les empezó a hablar, intentando que se sintieran más confiados ante lo que tocaba por hacer. – De todas maneras, quien esté inseguro de esta misión, todavía puede quedarse aquí, como el resto de shinigamis que prefiere esperar sentado antes que ayudar a rescatar a una compañera. Quien de verdad tenga todavía un poco de honor, que me siga.
Tras ello, lo único que hizo fue atravesar el portal que les dirigía directamente hacia el mundo humano, esperando que aquello sirviera para que se unieran con más fuerza y no para que fuera el único que atravesara aquella portal.
[venga, a ver si se apunta alguien más, que la Sociedad de Almas vamos en pelotas al mundo humano]
Chiesa- Capitán Rei
- Post : 1243
Edad : 38
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Mientras estaban allí, esperando que más personas llegaran a la "misión", si se le podía llamar así cosa de la cual Regis tenia ciertas dudas... Llegaron dos entidades bastante, por no decir mucho, al lugar. En primer un lugar una niña que le ofreció un dulce, no sabia muy bien que quería que hiciera con el aparte de tirarlo en medio del Seiretei y ver como millones de estúpidos se congregaban para cogerlo cual perros en celo.
-No, gracias. Le dijo a la niña con una cortesía fría como el hielo. Si quieres venir allá tu, yo no te lo voy a impedir.No tenia ganas de razonar con una cría de subhumano. La miró a los ojos fijamente desde su altura y en voz baja dijo.- Pero si me molestas vas a conseguir que te meta en una jaula, como todos los de tu calaña se merecen.
Después llegó el ser más incompetente del Seiretei, Shuyin Akira... el porque estaba de capitán? Seguramente fue el más rápido en recoger el palo que lanzó el Comandante... Ni se digno a saludarlo, no malgastaría sus palabras en unos oídos que no se las merecían.
Así pues, finalmente Chiesa, otro que debió ganarse el puesto en la búsqueda de palos, después de soltar el típico discursito, entró en el portal desapareciendo al entrar. Regis sonrió, porfín se ponían en marcha, aunque con aquel grupo dudaba que todos volvieran... lo único que tenía claro es que el volvería, seguro.
"Honor? Menuda palabreja han aprendido ahora... se llenan la boca con ella, intentando ni siquiera llegar a comprender su totalidad... Unos simios ignorantes como ellos nunca llegaran a saber que es el honor... El honor... es bonito, si, pero inútil, que se lo queden los otros y se llenen la boca de babas, yo mientras me dedicare a cosas más...productivas si..." Suspiró " No los puedo dejar solos, alguien les tendrá que cambiar los pañales..."
Entonces sin dedicar ningún discurso, no sea caso que sus pobres cerebros se marearan y quedaran indispuestos para la misión, se adentró detrás de Chiesa con una cara carente de cualquier sentimiento, dispuesto a afrontar la misión donde lo más molesto seguramente serían sus "compañeros" y no sus enemigos...
[[OFF: Perdón, no me ha salido demasiado bien, gomen U.U, pero es que uno a les 8.40 de la mañana no tiene mucha inspiración XD]]-No, gracias. Le dijo a la niña con una cortesía fría como el hielo. Si quieres venir allá tu, yo no te lo voy a impedir.No tenia ganas de razonar con una cría de subhumano. La miró a los ojos fijamente desde su altura y en voz baja dijo.- Pero si me molestas vas a conseguir que te meta en una jaula, como todos los de tu calaña se merecen.
Después llegó el ser más incompetente del Seiretei, Shuyin Akira... el porque estaba de capitán? Seguramente fue el más rápido en recoger el palo que lanzó el Comandante... Ni se digno a saludarlo, no malgastaría sus palabras en unos oídos que no se las merecían.
Así pues, finalmente Chiesa, otro que debió ganarse el puesto en la búsqueda de palos, después de soltar el típico discursito, entró en el portal desapareciendo al entrar. Regis sonrió, porfín se ponían en marcha, aunque con aquel grupo dudaba que todos volvieran... lo único que tenía claro es que el volvería, seguro.
"Honor? Menuda palabreja han aprendido ahora... se llenan la boca con ella, intentando ni siquiera llegar a comprender su totalidad... Unos simios ignorantes como ellos nunca llegaran a saber que es el honor... El honor... es bonito, si, pero inútil, que se lo queden los otros y se llenen la boca de babas, yo mientras me dedicare a cosas más...productivas si..." Suspiró " No los puedo dejar solos, alguien les tendrá que cambiar los pañales..."
Entonces sin dedicar ningún discurso, no sea caso que sus pobres cerebros se marearan y quedaran indispuestos para la misión, se adentró detrás de Chiesa con una cara carente de cualquier sentimiento, dispuesto a afrontar la misión donde lo más molesto seguramente serían sus "compañeros" y no sus enemigos...
Regis- Raso Meiyo
- Post : 351
Edad : 32
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Escudriñó el cielo. Nubes blancas parecían perseguirse unas a otras, como flores de loto arrastradas por la corriente del río. Era un día inspirador.
-El que llegue el último paga la primera ronda.
Se le escapó una sonrisa al mirar a Daigo, antes de echar a correr, esperando pillarle desprevenido. Ambos parecieron tomarse la pequeña competición seriamente, a pesar de ser un juego, y tras un par de tropiezos con compañeros del Escuadrón y tratar de hacerse caer mutuamente, posaron sus manos diestras sobre el símbolo del sanbantai del Cuartel General, sin diferencia de tiempo. Hotaru se colocó una onda de cabello blanco detrás de la oreja y se contentó por el momento con el empate, haciéndole un gesto al pelirrojo para que pasasen juntos al interior.
En honor a su camaradería recientemente declarada tras el regreso del ex-oficial a la Tercera División, habían decidido irse de juerga y ponerse al día, criticar a los conocidos y planear alguna putada contra Lyra, entre botella y botella de sake; en definitiva, iban a pasárselo bien. Pero para ello necesitaban dinero, y la única opción respetable que encontraban de conseguirlo era ir a pedirle un adelanto de sueldo al Teniente.
Decididos a empezar aquello con buen pie, esperaron en la puerta de su despacho y llamaron un par de veces, en lugar de irrumpir allí sin permiso, como era ya costumbre en ellos. Hotaru comenzó a impacientarse al no obtener ninguna respuesta.
-¿Qué demonios será eso tan importante que está haciendo como para ignorarnos?- luciendo cara de mala uva, pegó el oído en la puerta, intentando captar algún sonido delatador. Frunció el ceño y miró a Daigo con incredulidad- Oigo una voz de mujer... ¡será cabrón!
No se demoró en llevar una mano hacia el agarradero de la puerta corrediza y abrirla con brusquedad, llevando un pie dentro de la habitación y articulando ya los primeros insultos hacia su superior. Para sorpresa suya, ahí no había nadie... a salvedad de la Mariposa Infernal que aleteaba nerviosamente por la sala, repitiendo el mensaje.
"...una Espada y dos Fracciones portando el cuerpo de una shinigami. Es de máxima urgencia y vital importancia que reúnan a todo aquel que pueda para bajar. Yo misma les esperaré en el 13º en la puerta del Dangai..."
Permaneció inmóvil cerca de un minuto, contemplando al insecto con una expresión en la cara difícil de descifrar. Luego ladeó el rostro y miró a Kimura con los ojos verdes entornados. Su boca se curvó en un amago de sonrisa al pronunciar:
-Pues habrá que ir a enseñarles a esos hijos de perra quién manda...
La posibilidad de un nuevo enfrentamiento con los Arrancar, y ella lo sabía, debería sobrecogerla, pero en lugar de eso su corazón latía de euforia y la sangre se le encendía en las venas. Lo cierto es que estaba deseando luchar.
Al llegar al punto indicado dejó que Daigo entrara primero y se encargase de las presentanciones. Por su parte, Hotaru se colocó a un lado y revisó a los presentes, dándose cuenta, para su sorpresa, de que ninguno de ellos le era desconocido. No encontró, sin embargo, la cabellera rubia de Lyra por ningún lado.
"Qué extraño... creía que ya estaría aquí" pensó, volviendo a barrer con la mirada el sitio. Se encogió de hombros, restándole importancia a su ausencia. "Debe estar reuniendo a la gente para que venga. Tsk... como lleguen tarde nos harán quedar como el culo."
Caminó por allí con soltura, dedicándole una mirada desafiante a Regis, quien lucía tan amargado como la vez anterior que coincidieron, y una sonrisa cómplice a Isono, alegrándose de verla de nuevo.
Posó ambas manos en las caderas y se detuvo, con la mirada ausente y los labios torcidos. No había tanta gente para lo supuestamente importante que era la misión, y además había tal tensión en el ambiente que no le extrañaría que el personal comenzara a perder los nervios.
-Si no va a venir nadie más... sería mejor ir proponiendo los grupos y las funciones de cada uno en la pelea.
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Off: Pues Kimura y Hotaru se unen a la pelea visto que esto no parece avanzar mucho.
-El que llegue el último paga la primera ronda.
Se le escapó una sonrisa al mirar a Daigo, antes de echar a correr, esperando pillarle desprevenido. Ambos parecieron tomarse la pequeña competición seriamente, a pesar de ser un juego, y tras un par de tropiezos con compañeros del Escuadrón y tratar de hacerse caer mutuamente, posaron sus manos diestras sobre el símbolo del sanbantai del Cuartel General, sin diferencia de tiempo. Hotaru se colocó una onda de cabello blanco detrás de la oreja y se contentó por el momento con el empate, haciéndole un gesto al pelirrojo para que pasasen juntos al interior.
En honor a su camaradería recientemente declarada tras el regreso del ex-oficial a la Tercera División, habían decidido irse de juerga y ponerse al día, criticar a los conocidos y planear alguna putada contra Lyra, entre botella y botella de sake; en definitiva, iban a pasárselo bien. Pero para ello necesitaban dinero, y la única opción respetable que encontraban de conseguirlo era ir a pedirle un adelanto de sueldo al Teniente.
Decididos a empezar aquello con buen pie, esperaron en la puerta de su despacho y llamaron un par de veces, en lugar de irrumpir allí sin permiso, como era ya costumbre en ellos. Hotaru comenzó a impacientarse al no obtener ninguna respuesta.
-¿Qué demonios será eso tan importante que está haciendo como para ignorarnos?- luciendo cara de mala uva, pegó el oído en la puerta, intentando captar algún sonido delatador. Frunció el ceño y miró a Daigo con incredulidad- Oigo una voz de mujer... ¡será cabrón!
No se demoró en llevar una mano hacia el agarradero de la puerta corrediza y abrirla con brusquedad, llevando un pie dentro de la habitación y articulando ya los primeros insultos hacia su superior. Para sorpresa suya, ahí no había nadie... a salvedad de la Mariposa Infernal que aleteaba nerviosamente por la sala, repitiendo el mensaje.
"...una Espada y dos Fracciones portando el cuerpo de una shinigami. Es de máxima urgencia y vital importancia que reúnan a todo aquel que pueda para bajar. Yo misma les esperaré en el 13º en la puerta del Dangai..."
Permaneció inmóvil cerca de un minuto, contemplando al insecto con una expresión en la cara difícil de descifrar. Luego ladeó el rostro y miró a Kimura con los ojos verdes entornados. Su boca se curvó en un amago de sonrisa al pronunciar:
-Pues habrá que ir a enseñarles a esos hijos de perra quién manda...
~*~
La posibilidad de un nuevo enfrentamiento con los Arrancar, y ella lo sabía, debería sobrecogerla, pero en lugar de eso su corazón latía de euforia y la sangre se le encendía en las venas. Lo cierto es que estaba deseando luchar.
Al llegar al punto indicado dejó que Daigo entrara primero y se encargase de las presentanciones. Por su parte, Hotaru se colocó a un lado y revisó a los presentes, dándose cuenta, para su sorpresa, de que ninguno de ellos le era desconocido. No encontró, sin embargo, la cabellera rubia de Lyra por ningún lado.
"Qué extraño... creía que ya estaría aquí" pensó, volviendo a barrer con la mirada el sitio. Se encogió de hombros, restándole importancia a su ausencia. "Debe estar reuniendo a la gente para que venga. Tsk... como lleguen tarde nos harán quedar como el culo."
Caminó por allí con soltura, dedicándole una mirada desafiante a Regis, quien lucía tan amargado como la vez anterior que coincidieron, y una sonrisa cómplice a Isono, alegrándose de verla de nuevo.
Posó ambas manos en las caderas y se detuvo, con la mirada ausente y los labios torcidos. No había tanta gente para lo supuestamente importante que era la misión, y además había tal tensión en el ambiente que no le extrañaría que el personal comenzara a perder los nervios.
-Si no va a venir nadie más... sería mejor ir proponiendo los grupos y las funciones de cada uno en la pelea.
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Off: Pues Kimura y Hotaru se unen a la pelea visto que esto no parece avanzar mucho.
Última edición por Kawasumi Hotaru el Miér Mayo 04, 2011 10:08 am, editado 1 vez
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
- Post : 1085
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Caminaban tranquilamente junto a Hotaru, con su arma entre los dientes, gesto característico en él, pensando en su cojines y cuanto los echaba de menos. De repente la peliblanca habló, no le prestó mucha atención, pero pilló dos palabras clave: "último" y "paga". Al verla correr hacia la entrada del tercer escuadrón reaccionó rápidamente, se puso a correr. La shinigami era más rápida, pero las piernas de él eran más largas y empataron.
Kimura sonrió ante la mirada insatisfecha de la otra. La conocía desde hace mucho tiempo y afortunadamente había recuperado sus recuerdos sobre ella, así que podía recordar el carácter de la shinigami y lo poco que no soportaba ganar, sobre todo si implicaba que algo iba a ser gratuito. Desgraciadamente no tenían ni un duro y al haber perdido su paga como Oficial a Daigo le costaba administrarse con la paga que recibía actualmente. Querían beber y la única solución posible, si no querían hacer nada malo todavía, era pedirle un adelanto al inútil de su Teniente, "El tigre" o "Gatillo" como quería llamarlo él desde hacía poco, haciendo un doble juego con su apodo y su virilidad.
Llegaron a la puerta y llamaron educadamente -¿Te lo cuento o te lo imaginas tu sola?- dijo a modo de respuesta- sonó una voz femenina -¡Que cabrón, se la casca con vídeos porno y a nosotros solo nos da revistas!- comentó indignado. Hotaru abrió la puerta y allí no había nada a excepción de una mariposa infernal que no paraba de repetir un mensaje.
La idea no le hacía mucha gracia, el dolor todavía seguía hay, pero no iba a ser menos que su compañera.
-------
Se presentaron en el lugar que decía la mariposa. La shinigami se apartó dejándole a él entrar primero. Daigo llamó y entró recordando algo de cuando era Oficial.
-Se presentan Kawazumi Hotaru y Kimura Daigo. ¡Shinigamis del tercer escuadrón!- omitió el hecho de que había sido Oficial. Ya lo sabía todo el mundo, así que no hacía falta proclamarlo a los cuatro vientos. Miró a los que estaban en aquella sala y enarcó una ceja al no ver allí a su teniente -¿Y el Teniente de nuestro escuadrón? ¿Todavía no se ha presentado?- dijo extrañado, sabía que era un bago, pero no que además eludía sus obligaciones como máximo representante del tercero. Se percató también de la presencia del Capitán del quinto escuadrón y dejó patente su desprecio hacia aquel hombre.
Kimura sonrió ante la mirada insatisfecha de la otra. La conocía desde hace mucho tiempo y afortunadamente había recuperado sus recuerdos sobre ella, así que podía recordar el carácter de la shinigami y lo poco que no soportaba ganar, sobre todo si implicaba que algo iba a ser gratuito. Desgraciadamente no tenían ni un duro y al haber perdido su paga como Oficial a Daigo le costaba administrarse con la paga que recibía actualmente. Querían beber y la única solución posible, si no querían hacer nada malo todavía, era pedirle un adelanto al inútil de su Teniente, "El tigre" o "Gatillo" como quería llamarlo él desde hacía poco, haciendo un doble juego con su apodo y su virilidad.
Llegaron a la puerta y llamaron educadamente -¿Te lo cuento o te lo imaginas tu sola?- dijo a modo de respuesta- sonó una voz femenina -¡Que cabrón, se la casca con vídeos porno y a nosotros solo nos da revistas!- comentó indignado. Hotaru abrió la puerta y allí no había nada a excepción de una mariposa infernal que no paraba de repetir un mensaje.
La idea no le hacía mucha gracia, el dolor todavía seguía hay, pero no iba a ser menos que su compañera.
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Se presentaron en el lugar que decía la mariposa. La shinigami se apartó dejándole a él entrar primero. Daigo llamó y entró recordando algo de cuando era Oficial.
-Se presentan Kawazumi Hotaru y Kimura Daigo. ¡Shinigamis del tercer escuadrón!- omitió el hecho de que había sido Oficial. Ya lo sabía todo el mundo, así que no hacía falta proclamarlo a los cuatro vientos. Miró a los que estaban en aquella sala y enarcó una ceja al no ver allí a su teniente -¿Y el Teniente de nuestro escuadrón? ¿Todavía no se ha presentado?- dijo extrañado, sabía que era un bago, pero no que además eludía sus obligaciones como máximo representante del tercero. Se percató también de la presencia del Capitán del quinto escuadrón y dejó patente su desprecio hacia aquel hombre.
Kimura Daigo- Raso Makoto
- Post : 158
Edad : 58
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
[OFF] Como ya se ha comentado, intentamos reanimar el foro, y nada mejor para empezar que este hilo que forma parte de la Trama principal. Indico el orden de posteo a seguir a partir de ahora, salvo excepciones dadas más abajo:
1.- Entre post y post se darán 3 días para contestar, sino se saltará el turno.
2.- Si a lo largo de esos 3 días, al que le toque postear informa que anda escaso de tiempo, podrá prorrogarse un par de días su turno, o más si hay causa justificada.
3.- De necesitar mucho más de 5 días para postear, hablaría conmigo y llegaríamos a algún acuerdo para coordinar sus post de alguna manera y no ralentizar demasiado el rol de los demás.
_______________________________
NOTA: Los nombres en cursiva son de personas con la que aún no he podido contestar. Como hay varios post aún por delante de ellos, espero que me contesten antes de su turno, sino ya decidiré qué hacer. Os mantendré informado. Leed este post a menudo, porque puede que acabe editándolo varias veces.
En el caso de Erienne, está colocado la última porque sí he hablado con ella, pero me ha pedido que se le salte ya que anda en finales. He pensado que mejor dejarla ahí, y si puede que postee cuando le toque, sino se le salta como pidió.
Kobayashi Hayato
Shiroi Suna
Shihoin Kato
Otsuka Isono
Shuyin Akira
Widder Amsel
Chiesa
Regis
Kawasumi Hotaru
Kimura Daigo
Erienne
-----------------
~Normas especiales "Modo Reanimación"~
Shiroi Suna
Shihoin Kato
Otsuka Isono
Shuyin Akira
Widder Amsel
Chiesa
Regis
Kawasumi Hotaru
Kimura Daigo
Erienne
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~Normas especiales "Modo Reanimación"~
1.- Entre post y post se darán 3 días para contestar, sino se saltará el turno.
2.- Si a lo largo de esos 3 días, al que le toque postear informa que anda escaso de tiempo, podrá prorrogarse un par de días su turno, o más si hay causa justificada.
3.- De necesitar mucho más de 5 días para postear, hablaría conmigo y llegaríamos a algún acuerdo para coordinar sus post de alguna manera y no ralentizar demasiado el rol de los demás.
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NOTA: Los nombres en cursiva son de personas con la que aún no he podido contestar. Como hay varios post aún por delante de ellos, espero que me contesten antes de su turno, sino ya decidiré qué hacer. Os mantendré informado. Leed este post a menudo, porque puede que acabe editándolo varias veces.
En el caso de Erienne, está colocado la última porque sí he hablado con ella, pero me ha pedido que se le salte ya que anda en finales. He pensado que mejor dejarla ahí, y si puede que postee cuando le toque, sino se le salta como pidió.
Última edición por Shihoin Kato el Vie Mayo 13, 2011 9:42 am, editado 2 veces
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
El haori blanco del capitán Kobayashi terminó apareciendo en el Dangai, minutos más tarde de que el capitán Shihouin percibiera su reiatsu. Nadie lo había visto en días, y lo cierto era que no tenía el mejor de sus aspectos. Su gesto era agrio, y su habitual sonrisa, tan frecuente en sus días como teniente, brillaba ahora por su ausencia. Parecía a todas luces que no terminaba de llevar bien las responsabilidades de capitán. Sin embargo, sus ojos brillaban con salvaje anticipación.
Una Espada y dos Fracciones... Portando el cuerpo de una shinigami. Sólo podía tratarse de una persona.
Pensó, con un deje de tristeza, que nunca había llegado a saber el nombre de aquella desgraciada. Aquella shinigami del noveno escuadrón, secuestrada enfrente de sus narices sin que pudiera hacer nada por ayudarla, se había perdido en la oscuridad de la Garganta sin dejar siquiera un nombre por el que recordarla. Y ahora aparecía aquella arrancar de nuevo, sin hacer ningún esfuerzo por ocultarse, exhibiéndola, a ella o a lo que quedara de ella. Aquello era una provocación en toda regla... O tal vez una trampa.
Fuera como fuera, estaban obligados a bajar. Sólo que aquella vez tenían que hacerlo bien.
Había ya varias personas congregadas en el Dangai. Hayato reconoció al capitán del Quinto Escuadrón y le saludó con una inclinación de la cabeza. Con Katsu muerto, ellos dos eran los únicos que se habían enfrentado antes a la Espada. Miró al resto: estaban la teniente de Kato, aquel bicho raro que capitaneaba el Duodécimo Escuadrón... Y varios shinigamis rasos. Su rostro se endureció, recordando lo que le había ocurrido a la chica. No quería que algo parecido volviera a pasar, por lo que debería asegurarse de varias cosas.
-Saludos, señoras, señores. Por si alguien no me conoce, me llamo Kobayashi Hayato, capitán del Séptimo Escuadrón -dijo, mientras les iba evaluando con la mirada. Parecían más una banda de salteadores de caminos que un ejército-. No quiero que infravaloren a qué nos enfrentamos: una Espada y dos Fracciones no son algo con lo que se pueda jugar, de modo que agradecería algo de colaboración por parte de todos. Dado que los rumores en este lugar vuelan, supongo que ya sabrán que nos enfrentamos a ellos con anterioridad: el cuerpo que portan es el resultado de ello. Se trataba de una shinigami rasa, del Noveno Escuadrón. Esa Espada la cogió con una mano, como si fuera un conejo, y se la llevó a Hueco Mundo sin que ninguno de nosotros pudiera hacer nada al respecto. No creo que ninguno de ustedes quiera compartir su destino.
Dejó caer las palabras con toda su crudeza. No era una situación que pudiera ser suavizada. Si alguien se acobardaba, sería mejor que se quedara ahí en lugar de ser un estorbo más tarde y poner las vidas de todos en peligro.
-Se lo digo para que comprendan que esto no es ninguna fiesta. Probablemente, una Fracción supere en poder a la mayoría de ustedes, pero una Espada queda muy fuera de la escala de un shinigami corriente, incluso sin limitador. -Tal vez estuviera sonando presuntuoso, pero a esas alturas ya poco le importaba. La siguiente frase la pronunció muy despacio y muy marcadamente, para asegurarse de que todo el mundo comprendía el mensaje-. No quiero que nadie por debajo del rango de Teniente intente ni siquiera enfrentarla, ¿queda claro? Por el momento, sabemos que nos las veremos con una Espada y dos Fracciones, pero no sabemos qué más puede aparecer. En todo caso, dejen que seamos los Capitanes quienes nos ocupemos de los Espada. -Trató de sacarle algo de hierro al asunto, pero gastar bromas con el gesto amargado no suele ser muy eficiente-: No se preocupen: les garantizo que con las Fracciones tendrán la diversión asegurada.
-No quiero heroicidades, ¿entendido? En Hueco Mundo, las heroicidades se recompensan con una agradable estancia en una cámara de tortura, de modo que me gustaría que todos aquellos por debajo del rango de Teniente se mantuvieran juntos y se cubrieran las espaldas. ¿Puedo contar con ustedes?
Repentinamente, un pensamiento incómodo cruzó su mente. Levantó la mirada y la dirigió hacia ambos lados. Allí faltaba algo... Estaba la Teniente Erienne, pero faltaba...
-¿Dónde está el Capitán Chiesa? -preguntó, mirando al Capitán Shihouin. Algo le decía que no iba a gustarle la respuesta...
Una Espada y dos Fracciones... Portando el cuerpo de una shinigami. Sólo podía tratarse de una persona.
Pensó, con un deje de tristeza, que nunca había llegado a saber el nombre de aquella desgraciada. Aquella shinigami del noveno escuadrón, secuestrada enfrente de sus narices sin que pudiera hacer nada por ayudarla, se había perdido en la oscuridad de la Garganta sin dejar siquiera un nombre por el que recordarla. Y ahora aparecía aquella arrancar de nuevo, sin hacer ningún esfuerzo por ocultarse, exhibiéndola, a ella o a lo que quedara de ella. Aquello era una provocación en toda regla... O tal vez una trampa.
Fuera como fuera, estaban obligados a bajar. Sólo que aquella vez tenían que hacerlo bien.
Había ya varias personas congregadas en el Dangai. Hayato reconoció al capitán del Quinto Escuadrón y le saludó con una inclinación de la cabeza. Con Katsu muerto, ellos dos eran los únicos que se habían enfrentado antes a la Espada. Miró al resto: estaban la teniente de Kato, aquel bicho raro que capitaneaba el Duodécimo Escuadrón... Y varios shinigamis rasos. Su rostro se endureció, recordando lo que le había ocurrido a la chica. No quería que algo parecido volviera a pasar, por lo que debería asegurarse de varias cosas.
-Saludos, señoras, señores. Por si alguien no me conoce, me llamo Kobayashi Hayato, capitán del Séptimo Escuadrón -dijo, mientras les iba evaluando con la mirada. Parecían más una banda de salteadores de caminos que un ejército-. No quiero que infravaloren a qué nos enfrentamos: una Espada y dos Fracciones no son algo con lo que se pueda jugar, de modo que agradecería algo de colaboración por parte de todos. Dado que los rumores en este lugar vuelan, supongo que ya sabrán que nos enfrentamos a ellos con anterioridad: el cuerpo que portan es el resultado de ello. Se trataba de una shinigami rasa, del Noveno Escuadrón. Esa Espada la cogió con una mano, como si fuera un conejo, y se la llevó a Hueco Mundo sin que ninguno de nosotros pudiera hacer nada al respecto. No creo que ninguno de ustedes quiera compartir su destino.
Dejó caer las palabras con toda su crudeza. No era una situación que pudiera ser suavizada. Si alguien se acobardaba, sería mejor que se quedara ahí en lugar de ser un estorbo más tarde y poner las vidas de todos en peligro.
-Se lo digo para que comprendan que esto no es ninguna fiesta. Probablemente, una Fracción supere en poder a la mayoría de ustedes, pero una Espada queda muy fuera de la escala de un shinigami corriente, incluso sin limitador. -Tal vez estuviera sonando presuntuoso, pero a esas alturas ya poco le importaba. La siguiente frase la pronunció muy despacio y muy marcadamente, para asegurarse de que todo el mundo comprendía el mensaje-. No quiero que nadie por debajo del rango de Teniente intente ni siquiera enfrentarla, ¿queda claro? Por el momento, sabemos que nos las veremos con una Espada y dos Fracciones, pero no sabemos qué más puede aparecer. En todo caso, dejen que seamos los Capitanes quienes nos ocupemos de los Espada. -Trató de sacarle algo de hierro al asunto, pero gastar bromas con el gesto amargado no suele ser muy eficiente-: No se preocupen: les garantizo que con las Fracciones tendrán la diversión asegurada.
-No quiero heroicidades, ¿entendido? En Hueco Mundo, las heroicidades se recompensan con una agradable estancia en una cámara de tortura, de modo que me gustaría que todos aquellos por debajo del rango de Teniente se mantuvieran juntos y se cubrieran las espaldas. ¿Puedo contar con ustedes?
Repentinamente, un pensamiento incómodo cruzó su mente. Levantó la mirada y la dirigió hacia ambos lados. Allí faltaba algo... Estaba la Teniente Erienne, pero faltaba...
-¿Dónde está el Capitán Chiesa? -preguntó, mirando al Capitán Shihouin. Algo le decía que no iba a gustarle la respuesta...
Última edición por Kobayashi Hayato el Sáb Mayo 14, 2011 3:39 am, editado 2 veces
Kobayashi Hayato- Post : 272
Edad : 36
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Llegaba tarde a la reunión y lo más probable es que ésta ya hubiese comenzado. Había estado entreteniéndose y había recibido la noticia con retraso, por lo que ahora sólo le quedaba rezar para enterarse de todo. Corría por todo el seiritei notando las miradas de reproche de la gente a la que pasaba, correr como una chiquilla no estaba bien visto en aquel lugar y aún menos si tenías un cargo con cierta importancia.
Los edificios blancos pasaban lentamente ante ella, mientras el sudor le caía pro la frente y ensombrecía sus oscuros ojos y los cabellos de su sien. Hasta ese momento nunca le había parecido tan lejano el Gotei número 13, más de una vez lo había visitado para invitar a Hayato a un par de cervezas; sin embargo, en aquellos momentos se le hacía cuesta arriba por culpa de las prisas.
Llegó ante una enorme puerta, se escuchaban voces de varias personas y dudó si entrar, pero el pensamiento de poder matar a todos aquellos asqueroso arrancars que habían secuestrado a uno de los suyos fue más fuerte y abrió la abrió. La sala estaba llena de shinigamis de todos los rangos, sin duda alguna todos querían vengarse por lo que le estaban haciendo a la chica desaparecida y estaban deseosos de poder desenvainar sus espadas.
Ente todos los shinigamis pudo distinguir a Akira, su superior, a Hotaru(lo más parecido a una amiga que tenía) y a Hayato al que no terminaba de acostumbrarse a ver como capitán y que parecía estar dando un discurso a todo el mundo.
La joven shinigami cerró la puerta y en silencio se colocó cerca de Hotaru, a la espera de órdenes.
Off; Hablé con okami y se supone que aún puedo entrar. No obstante, si ya no se puede, elimino el post ^^
Los edificios blancos pasaban lentamente ante ella, mientras el sudor le caía pro la frente y ensombrecía sus oscuros ojos y los cabellos de su sien. Hasta ese momento nunca le había parecido tan lejano el Gotei número 13, más de una vez lo había visitado para invitar a Hayato a un par de cervezas; sin embargo, en aquellos momentos se le hacía cuesta arriba por culpa de las prisas.
Llegó ante una enorme puerta, se escuchaban voces de varias personas y dudó si entrar, pero el pensamiento de poder matar a todos aquellos asqueroso arrancars que habían secuestrado a uno de los suyos fue más fuerte y abrió la abrió. La sala estaba llena de shinigamis de todos los rangos, sin duda alguna todos querían vengarse por lo que le estaban haciendo a la chica desaparecida y estaban deseosos de poder desenvainar sus espadas.
Ente todos los shinigamis pudo distinguir a Akira, su superior, a Hotaru(lo más parecido a una amiga que tenía) y a Hayato al que no terminaba de acostumbrarse a ver como capitán y que parecía estar dando un discurso a todo el mundo.
La joven shinigami cerró la puerta y en silencio se colocó cerca de Hotaru, a la espera de órdenes.
Off; Hablé con okami y se supone que aún puedo entrar. No obstante, si ya no se puede, elimino el post ^^
Shiroi Suna- Raso Jin
- Post : 49
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Fue cuestión de minutos que la antesala del Dangai bullera, repleta de nuevas almas dispuestas a enfrentarse a los arrancars que había aparecido en el Mundo Humano. Tras que Isono y Kato llegaran, lo hizo Akira, el extravagante Capitán del Duodécimo Escuadrón, que tanto apatía como sonrisas despertaba en el Shihōin.
Para sorpresa de Kato, tras aquello, el informal Chiesa asumió el rol de líder de aquella avanzadilla y, tras informar que esta vez las limitaciones de reiatsu serían menos restrictivas, proclamó un discurso que versaba sobre el honor y el deber de todo shinigami. El peliblanco se le quedó mirando fijamente, con expresión neutra, para luego, sin que pudiera impedirlo, dejar escapar una sonora carcajada.
— Pffff. Anda, anda... déjate de discursitos, que no van contigo. — replicó Kato, con tono burlón. — Tú limítate a no perderte. Yo me limitaré a detener sólo ataques enemigos. Así todo irá como la seda. — bromeó.
Qué mejor forma de evitar una burla que haciéndola él mismo.
Kato ya casi se había girado para penetrar en el Dangai, cuando dos nuevas figuras llegaron a la sala. Reconoció a una de ellas del entrenamiento Kido que él mismo organizó tiempo atrás. "Hmm, esto podría ser útil", meditó, al hallarse allí tanto Isono como la peliblanca shinigami. Según recordaba el Capitán, debía llamarse Hotaru pero ahora no la ubicaba en ningún escuadrón. Tampoco, como la última vez que la vio, logró dilucidar por qué su rostro le era tan extrañamente familiar cuando estaba seguro que, en Seruberu, se había conocido por primera vez.
Junto a ella llegó un shinigami de evidente mayor edad que la peliblanca. Kato no creía conocerlo, ni aún cuando se presentó como shinigami del Tercer Escuadrón, pero por la mordiente mirada que éste le dedico, diría que él si conocía al Shihōin. Antes de que éste pudiera preguntar, el pelirrojo shinigami lo sacó de dudas. Por más que intentaba rememorar, Kato seguía sin reconocer a aquel tipo y la incertidumbre comenzaba a irritarle, más junto al hecho de que alguien le mirara así, de entrada.
— No, Lyra aún no ha llegado. — contestó el propio Capitán, que ya conocía a éste de anteriores reuniones de Tenientes. — Esto... ¿te puedo ayudar en algo? ¿Pedirte perdón quizá? — volvió a bromear, como réplica a aquella muestra de desprecio.
El siguiente en llegar fue el portador de aquel reiatsu que ya había resonado en la psique de Kato desde hace tiempo. Y con él un nuevo discurso. Al menos él, a diferencia de Chiesa, tenía excusa. Como Capitán de la División especializada en la estrategia, sus palabras podrían ser útiles para coordinar a tanto shinigami allí abajo. Sin embargo la oratoria siguió otros derroteros, y Hayato optó por tomar el papel de instructor de hierro, ese que demanda eficacia inculcando miedo en sus reclutas. "No voy a ser yo quien lo corrija", pensó el Shihōin, dado su mutuo historial.
Mientras tanto, la enésima alma había llegado a la estancia. Tampoco era reconocida a los ojos del Shihōin. No sabía su nombre ni su División, y como tampoco abrió la boca, no sacó al Capitán de dudas.
— Creo que se nos ha adelantado, así que mejor no perdamos más el tiempo. — respondió Kato, frente a Hayato. — Pero antes déjame recalcar algo. — pidió, mientras se volvía al resto. — Como bien ha dicho el Capitán, incluso hasta las Fracciones Arrancars nos crearán problemas, pero tengan siempre presente que mientras Hueco Mundo tienen la fuerza bruta, aquí tenemos el Gotei, el trabajo coordinado y en grupo. Tengan presente esto. — culminó, con la mejor de sus sonrisas en su rostro. El tampoco era de dar discursos, pero opinaba que Hayato había dejado temas por resolver y Kato no quería bajar dejándolos en el tintero. — Vámonos, que nos están esperando ahí abajo.
De nuevo el tono de humor y la sonrisa pícara, esta vez para liberar tensiones. Las justas para que el grupo diera todo de sí pero no sucumbiera al miedo escénico o, directamente, al terror de los vástagos de Hueco Mundo. Si nadie añadiera nada más, Kato pondría un pie en el portal, camino al Dangai, rumbo al mundo humano. Y tronaría sus nudillos, prometiéndose a sí mismo que esta vez no dejaría escapar a su presa.
___________
[OFF] Un par de cosillas. Isono comenzó el hilo como raso, pero ahora es Teniente. Haremos como que lo fue desde el principio. Yo ya edité mi post, y si alguien quiere hacer lo propio con el suyo puede hacerlo, pero creo que es suficiente con que a partir de ahora se le describa como tal, teniente y no raso.
Daigo, me he tomado la libertad de concretar esa muestra de odio hacia Kato en una mirada, porque no especificabas cómo lo "dejabas patente". Si lo ves mal, edito.
Para sorpresa de Kato, tras aquello, el informal Chiesa asumió el rol de líder de aquella avanzadilla y, tras informar que esta vez las limitaciones de reiatsu serían menos restrictivas, proclamó un discurso que versaba sobre el honor y el deber de todo shinigami. El peliblanco se le quedó mirando fijamente, con expresión neutra, para luego, sin que pudiera impedirlo, dejar escapar una sonora carcajada.
— Pffff. Anda, anda... déjate de discursitos, que no van contigo. — replicó Kato, con tono burlón. — Tú limítate a no perderte. Yo me limitaré a detener sólo ataques enemigos. Así todo irá como la seda. — bromeó.
Qué mejor forma de evitar una burla que haciéndola él mismo.
Kato ya casi se había girado para penetrar en el Dangai, cuando dos nuevas figuras llegaron a la sala. Reconoció a una de ellas del entrenamiento Kido que él mismo organizó tiempo atrás. "Hmm, esto podría ser útil", meditó, al hallarse allí tanto Isono como la peliblanca shinigami. Según recordaba el Capitán, debía llamarse Hotaru pero ahora no la ubicaba en ningún escuadrón. Tampoco, como la última vez que la vio, logró dilucidar por qué su rostro le era tan extrañamente familiar cuando estaba seguro que, en Seruberu, se había conocido por primera vez.
Junto a ella llegó un shinigami de evidente mayor edad que la peliblanca. Kato no creía conocerlo, ni aún cuando se presentó como shinigami del Tercer Escuadrón, pero por la mordiente mirada que éste le dedico, diría que él si conocía al Shihōin. Antes de que éste pudiera preguntar, el pelirrojo shinigami lo sacó de dudas. Por más que intentaba rememorar, Kato seguía sin reconocer a aquel tipo y la incertidumbre comenzaba a irritarle, más junto al hecho de que alguien le mirara así, de entrada.
— No, Lyra aún no ha llegado. — contestó el propio Capitán, que ya conocía a éste de anteriores reuniones de Tenientes. — Esto... ¿te puedo ayudar en algo? ¿Pedirte perdón quizá? — volvió a bromear, como réplica a aquella muestra de desprecio.
El siguiente en llegar fue el portador de aquel reiatsu que ya había resonado en la psique de Kato desde hace tiempo. Y con él un nuevo discurso. Al menos él, a diferencia de Chiesa, tenía excusa. Como Capitán de la División especializada en la estrategia, sus palabras podrían ser útiles para coordinar a tanto shinigami allí abajo. Sin embargo la oratoria siguió otros derroteros, y Hayato optó por tomar el papel de instructor de hierro, ese que demanda eficacia inculcando miedo en sus reclutas. "No voy a ser yo quien lo corrija", pensó el Shihōin, dado su mutuo historial.
Mientras tanto, la enésima alma había llegado a la estancia. Tampoco era reconocida a los ojos del Shihōin. No sabía su nombre ni su División, y como tampoco abrió la boca, no sacó al Capitán de dudas.
— Creo que se nos ha adelantado, así que mejor no perdamos más el tiempo. — respondió Kato, frente a Hayato. — Pero antes déjame recalcar algo. — pidió, mientras se volvía al resto. — Como bien ha dicho el Capitán, incluso hasta las Fracciones Arrancars nos crearán problemas, pero tengan siempre presente que mientras Hueco Mundo tienen la fuerza bruta, aquí tenemos el Gotei, el trabajo coordinado y en grupo. Tengan presente esto. — culminó, con la mejor de sus sonrisas en su rostro. El tampoco era de dar discursos, pero opinaba que Hayato había dejado temas por resolver y Kato no quería bajar dejándolos en el tintero. — Vámonos, que nos están esperando ahí abajo.
De nuevo el tono de humor y la sonrisa pícara, esta vez para liberar tensiones. Las justas para que el grupo diera todo de sí pero no sucumbiera al miedo escénico o, directamente, al terror de los vástagos de Hueco Mundo. Si nadie añadiera nada más, Kato pondría un pie en el portal, camino al Dangai, rumbo al mundo humano. Y tronaría sus nudillos, prometiéndose a sí mismo que esta vez no dejaría escapar a su presa.
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[OFF] Un par de cosillas. Isono comenzó el hilo como raso, pero ahora es Teniente. Haremos como que lo fue desde el principio. Yo ya edité mi post, y si alguien quiere hacer lo propio con el suyo puede hacerlo, pero creo que es suficiente con que a partir de ahora se le describa como tal, teniente y no raso.
Daigo, me he tomado la libertad de concretar esa muestra de odio hacia Kato en una mirada, porque no especificabas cómo lo "dejabas patente". Si lo ves mal, edito.
Última edición por Shihoin Kato el Jue Mayo 19, 2011 12:48 pm, editado 1 vez
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Los shinigamis comenzaban a reunirse en las puertas del Dangai; algunas caras conocidas, otras demasiado para su gusto y algunas de las que había oído hablar y nunca se había encontrado de frente, como resultó ser el capitan Kobayashi. Isono saludó a la belicosa shinigami con un parco gesto de cabeza. Kawasumi llegó junto con otro miembro de su escuadrón, quien parecía tener la voz cantante en el asunto, dejando muy claro que Lyra-fukutaicho no estaba presente. Su gesto, serio y neutral, se acentuó en una expresión de cinismo casi dolorosa al escuchar la pregunta de Kato ante el desplante de aquel sujeto del tercero.
Aquella era una de las típicas reacciones que no consideraba muy apropiadas para un capitán; pero, al verse con más gente optó por no mencionar nada más y dejarlo como un asunto a tratar una vez las preocupaciones por la labor entre manos hubiera pasado.
Kobayashi expuso la situación de forma contundente.
Una espada.... ¿tres capitanes para derrotar a una espada? Ándate con ojos, ya sabes lo que te va a tocar si ellos van a jugar con esa monstruosidad; así que temo que vas a cargar con más de lo deberías dadas las circunstancias. Sé firme y no tiembles, yo te guiaré en todo momento... musitó el espíritu de su zampakutou ante las perspectivas que se presentaban.
Es bueno saberlo, Sangeki....
Eres quizás la única teniente presente en este objetivo: no dudes y no te dejes llevar por un impulso.
Aquellos que se encargasen de las fracciones, ellos, iban a necesitar de una buena organización para salir indemnes.
Maldito Lyra.... Si hubiera venido como era su deber, podríamos contra con más soltura... pensó al contar a un oficial y cuatro rasos; no sabía qué haría la teniente del decimotercero, pero no esperaba que entrase en acción.
-Puede contar con nosotros, Kobayashi-taicho... Si me lo permite, me gustaría aclarar algunas cosas antes de empezar... -inquirió alzando un poco la voz para que se la oyera-. Vamos a entrar en combate con dos fracciones y una espada, ¿cual es el objetivo? ¿Recuperar a la shinigami perdida o simplemente ir a luchar?
Porque la verdad, es que aquello de ir a partirse la cara sin más con las abominaciones de Hueco Mundo era tentar la suerte. Debía haber alguna razón de más, porque aquello le olía a emboscada, a sucia trampa. No temía el encuentro, pero ya dados, al menos tenían el derecho a saber qué razones aparte de luchar los obligaban a bajar.
Aquella era una de las típicas reacciones que no consideraba muy apropiadas para un capitán; pero, al verse con más gente optó por no mencionar nada más y dejarlo como un asunto a tratar una vez las preocupaciones por la labor entre manos hubiera pasado.
Kobayashi expuso la situación de forma contundente.
Una espada.... ¿tres capitanes para derrotar a una espada? Ándate con ojos, ya sabes lo que te va a tocar si ellos van a jugar con esa monstruosidad; así que temo que vas a cargar con más de lo deberías dadas las circunstancias. Sé firme y no tiembles, yo te guiaré en todo momento... musitó el espíritu de su zampakutou ante las perspectivas que se presentaban.
Es bueno saberlo, Sangeki....
Eres quizás la única teniente presente en este objetivo: no dudes y no te dejes llevar por un impulso.
Aquellos que se encargasen de las fracciones, ellos, iban a necesitar de una buena organización para salir indemnes.
Maldito Lyra.... Si hubiera venido como era su deber, podríamos contra con más soltura... pensó al contar a un oficial y cuatro rasos; no sabía qué haría la teniente del decimotercero, pero no esperaba que entrase en acción.
-Puede contar con nosotros, Kobayashi-taicho... Si me lo permite, me gustaría aclarar algunas cosas antes de empezar... -inquirió alzando un poco la voz para que se la oyera-. Vamos a entrar en combate con dos fracciones y una espada, ¿cual es el objetivo? ¿Recuperar a la shinigami perdida o simplemente ir a luchar?
Porque la verdad, es que aquello de ir a partirse la cara sin más con las abominaciones de Hueco Mundo era tentar la suerte. Debía haber alguna razón de más, porque aquello le olía a emboscada, a sucia trampa. No temía el encuentro, pero ya dados, al menos tenían el derecho a saber qué razones aparte de luchar los obligaban a bajar.
Otsuka Isono- Post : 1242
Edad : 38
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Tras su compañero de Escuadrón y ella entraron dos shinigamis más, con poca diferencia de tiempo. Tampoco esta vez sus caras le eran desconocidas, ya que tanto al hombre que sustituyera a Tsukiho Raho en su papel de Capitán como a la pelirroja de la División de Investigación los tenía bien vistos, aunque por motivos bien distintos y no le causaban, desde luego, la misma impresión. Podía decirse que, de entrada, el joven Kobayashi le caía mal, a diferencia de Suna, y la causa principal no era otra que la envidia. Envidia de que Tsukiho-taicho hubiera reconocido su talento -un talento que escuchaba elogiar muy a menudo, para más frustración- y de que siendo tan joven hubiera logrado ascender hasta ocupar ahora su lugar. "Baaah... yo lo haría mucho mejor él." Se apoyó en los talones y lo estudió con sus ojos verdes, ahora entrecerrados y a juego con la mueca que formaban sus labios."Desde luego que sí..."
Suavizó su expresión cuando Suna fue a colocarse a su lado, tomando aquello como una señal de que, por lo menos, su compañía le resultaba preferible a la del pirado que tenía por superior. Eso ya era algo...
-Ey, Sussu- murmuró una vez la tuvo cerca, obsequiándola con una insolente sonrisa.- Parece que vamos a ir juntas a patear traseros... ¿crees que podrás seguirme el ritmo sin ayuda de esa mierda que os chutáis los de tu Escuadrón?
Rió entre dientes, controlando la intensidad del sonido, para que no le llamasen la atención. Si hacía de aquello una competición no cabía duda de que la experiencia se volvería más interesante si cabe, aunque enfrentarse a esos engendros de Hueco Mundo ya aportaba bastante adrenalina al cuerpo de por sí.
De mala gana tuvo que guardar silencio ante el discursito del Capitán del Séptimo Escuadrón, que a falta de propios rasos que traerse, adoptaba una posición marimandona con todos ellos. Puso cara agria y apartó la mirada de él, consciente de que en nada la beneficiaba soltar alguna impertinencia. Comenzaba a sentirse impaciente por librar batalla y se distraía con facilidad de esas palabras que no le apetecía oír, encontrando más interesante otros aspectos de la sala, como por ejemplo la piel canela de Suna, las curvas que no lograba disimular del todo el uniforme shinigami o esos extraños ojos completamente negros que parecían artificiales. Sí, se estaba comiendo a su amiga con la mirada, y mejor la iba apartando ya si no quería recibir un puñetazo de la misma en la cara, como recordaba que había pasado en alguna situación anterior.
Cruzando los brazos sobre el pecho, miró en dirección al espacio que cubría sus cabezas y pensó brevemente en la situación en la que se encontraban todos ellos.
Además de acudir pocos efectivos a la llamada, carecerían de apoyo médico durante el combate, y si iban al mundo Humano corrían el riesgo de perder más de lo que pretendían ir a recuperar... pero tampoco podían dejar que campasen a sus anchas esos hijos de mala madre, ¿no? No podían permitir que se salieran con la suya, porque cabía la posibilidad de que, ante la falta de respuesta de los shinigamis a sus provocaciones, los Arrancar comenzasen a sacar la conclusión de que en la Sociedad de Almas las cosas iban como el culo -una hipótesis no tan alejada de la realidad- y se volviesen tan atrevidos como zorras hambrientas en un gallinero sin vigilancia.
La peliblanca chasqueó la lengua y apartó la mirada del techo con gesto irritado.
-Hagamos las cosas bien, joder. Reunámonos con los demás que han cruzado el portal y aclaremos qué objetivo va tener cada uno de nosotros, porque como perdamos la organización, nuestra única ventaja real, ya podemos ser diez o veinte que nos van a dar bien por culo- estas fueron sus palabras, contundentes y pronunciadas en un tono apreciablemente irritado. La mayoría de los presentes conocían ya la crudeza con la que expresaba, y si no era así, ya tardaban en acostumbrarse. Señaló la puerta que debían atravesar con un ademán de su despeinada cabeza, sin dar espacio a réplicas- Ya hablaremos lo que tengamos que hablar una vez juntos. ¡Venga, coño! A este paso hacen un picnic porque se aburren...
Soltó un bufido y se encaminó al portal por el que habían desaparecido los otros compañeros tan sólo unos momentos atrás.
Suavizó su expresión cuando Suna fue a colocarse a su lado, tomando aquello como una señal de que, por lo menos, su compañía le resultaba preferible a la del pirado que tenía por superior. Eso ya era algo...
-Ey, Sussu- murmuró una vez la tuvo cerca, obsequiándola con una insolente sonrisa.- Parece que vamos a ir juntas a patear traseros... ¿crees que podrás seguirme el ritmo sin ayuda de esa mierda que os chutáis los de tu Escuadrón?
Rió entre dientes, controlando la intensidad del sonido, para que no le llamasen la atención. Si hacía de aquello una competición no cabía duda de que la experiencia se volvería más interesante si cabe, aunque enfrentarse a esos engendros de Hueco Mundo ya aportaba bastante adrenalina al cuerpo de por sí.
De mala gana tuvo que guardar silencio ante el discursito del Capitán del Séptimo Escuadrón, que a falta de propios rasos que traerse, adoptaba una posición marimandona con todos ellos. Puso cara agria y apartó la mirada de él, consciente de que en nada la beneficiaba soltar alguna impertinencia. Comenzaba a sentirse impaciente por librar batalla y se distraía con facilidad de esas palabras que no le apetecía oír, encontrando más interesante otros aspectos de la sala, como por ejemplo la piel canela de Suna, las curvas que no lograba disimular del todo el uniforme shinigami o esos extraños ojos completamente negros que parecían artificiales. Sí, se estaba comiendo a su amiga con la mirada, y mejor la iba apartando ya si no quería recibir un puñetazo de la misma en la cara, como recordaba que había pasado en alguna situación anterior.
Cruzando los brazos sobre el pecho, miró en dirección al espacio que cubría sus cabezas y pensó brevemente en la situación en la que se encontraban todos ellos.
Además de acudir pocos efectivos a la llamada, carecerían de apoyo médico durante el combate, y si iban al mundo Humano corrían el riesgo de perder más de lo que pretendían ir a recuperar... pero tampoco podían dejar que campasen a sus anchas esos hijos de mala madre, ¿no? No podían permitir que se salieran con la suya, porque cabía la posibilidad de que, ante la falta de respuesta de los shinigamis a sus provocaciones, los Arrancar comenzasen a sacar la conclusión de que en la Sociedad de Almas las cosas iban como el culo -una hipótesis no tan alejada de la realidad- y se volviesen tan atrevidos como zorras hambrientas en un gallinero sin vigilancia.
La peliblanca chasqueó la lengua y apartó la mirada del techo con gesto irritado.
-Hagamos las cosas bien, joder. Reunámonos con los demás que han cruzado el portal y aclaremos qué objetivo va tener cada uno de nosotros, porque como perdamos la organización, nuestra única ventaja real, ya podemos ser diez o veinte que nos van a dar bien por culo- estas fueron sus palabras, contundentes y pronunciadas en un tono apreciablemente irritado. La mayoría de los presentes conocían ya la crudeza con la que expresaba, y si no era así, ya tardaban en acostumbrarse. Señaló la puerta que debían atravesar con un ademán de su despeinada cabeza, sin dar espacio a réplicas- Ya hablaremos lo que tengamos que hablar una vez juntos. ¡Venga, coño! A este paso hacen un picnic porque se aburren...
Soltó un bufido y se encaminó al portal por el que habían desaparecido los otros compañeros tan sólo unos momentos atrás.
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
- Post : 1085
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Entraron dos shinigamis más, ambos con cargos. la mujer tercer oficial del doceavo, como lo había sido él de su escuadrón, el hombre Capitán del octavo. La mujer se puso al lado de Hotaru, al parecer ya se conocían, el otro soltó un discursito, como si los que estaban allí presentes fueran shinigamis recién salidos de la academia. Pensaba que todos los allí presentes sabrían hacer bien su trabajo...bueno, todos menos el Capitán y ahora que se daba cuenta de su presencia, también la Teniente del quinto escuadrón. Aunque a estos no los conocía, el pertenecer a aquél escuadrón significaba que no harían muy bien su trabajo, eso es lo que le decía su experiencia al menos.
Parecía que todos ellos iban al mundo humano por el mero placer de partirse la cara contra los arrancars en vez de ir a salvar a una compañera, aquello hacía que se le revolviese el estómago.
El susodicho Capitán se dirigió a su persona -Saber donde está el Teniente Lyra parece que es algo que nos gustaría saber a todos. Y si quiere saber que puede hacer por mi...que el quinto haga bien su trabajo esta vez, no me gustaría que más compañeros y superiores murieran en esta batalla. Siempre que eso sea posible no tendré ningún problema con usted- tomo aire y siguió hablando, esta vez para la Teniente - Creo que lo adecuado sería hacer mínimo dos grupos, uno que se centre en luchar contra los arrancars y otro que se encargue de encontrar y escoltar de vuelta al Sereitei a esa Shinigami. El grupo de ataque a su vez debería dividirse en tres para mantenerlos ocupados a todos.- tras decir esto le llamó la atención a la peliblanca -Espera Hotaru, ne te vayas sola, no sabes lo que te espera al otro lado. ¡No me seas imprudente joder, ¡¿no recuerdas lo que te enseñe en su momento?!- Tras decir aquello la agarró del brazo y tiró de ella pese a sus protestas.
-En fin, ¿qué narices vamos a hacer? pero que sea rápido, una compañera corre peligro- comentó para la sala mordisqueando el senbon de manera nerviosa y los brazos cruzados
Parecía que todos ellos iban al mundo humano por el mero placer de partirse la cara contra los arrancars en vez de ir a salvar a una compañera, aquello hacía que se le revolviese el estómago.
El susodicho Capitán se dirigió a su persona -Saber donde está el Teniente Lyra parece que es algo que nos gustaría saber a todos. Y si quiere saber que puede hacer por mi...que el quinto haga bien su trabajo esta vez, no me gustaría que más compañeros y superiores murieran en esta batalla. Siempre que eso sea posible no tendré ningún problema con usted- tomo aire y siguió hablando, esta vez para la Teniente - Creo que lo adecuado sería hacer mínimo dos grupos, uno que se centre en luchar contra los arrancars y otro que se encargue de encontrar y escoltar de vuelta al Sereitei a esa Shinigami. El grupo de ataque a su vez debería dividirse en tres para mantenerlos ocupados a todos.- tras decir esto le llamó la atención a la peliblanca -Espera Hotaru, ne te vayas sola, no sabes lo que te espera al otro lado. ¡No me seas imprudente joder, ¡¿no recuerdas lo que te enseñe en su momento?!- Tras decir aquello la agarró del brazo y tiró de ella pese a sus protestas.
-En fin, ¿qué narices vamos a hacer? pero que sea rápido, una compañera corre peligro- comentó para la sala mordisqueando el senbon de manera nerviosa y los brazos cruzados
Kimura Daigo- Raso Makoto
- Post : 158
Edad : 58
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
[FDI: Sep, acabo de darme cuenta. Por lo que sé, está de exámenes finales, así que en principio cuento con que no posteará. Cuando aparezca, que se salte el orden de turno y listos]
Kobayashi no pudo evitar una ligera sonrisa al oír las palabras de la teniente. Bien. Al fin alguien disciplinado, que se tomaba las cosas con seriedad, como un soldado, no como si fuera una estrella del rock. Kato había sabido elegir bien a su segundo: se complementaban. Lo que tenía él de impulsivo parecía tenerlo ella de profesional. Sería una buena influencia.
-Por el momento, bajaremos ahí y escucharemos lo que tengan que decir. Si han entrado en el mundo humano de forma tan obvia y sin hacer ningún esfuerzo por esconderse, está claro que cuentan con que aparezcamos. Tal vez quieran negociar algo... O tal vez sea una trampa. En cualquiera de los dos casos, les pediré que tengan los ojos bien abiertos.
A veces se preguntaba cómo demonios se estructuraban los demás escuadrones. Viéndolos de aquella manera, algunos ausentes, otros lanzándose pullas, otros haciendo ademán de romper filas, tenía serias dudas sobre la idea de "disciplina" que imperaba en el resto de la Sociedad de Almas.
-Haremos todo lo posible para traer de vuelta a nuestra compañera, pero no vamos a caer en su juego: no voy a perder a nadie por recuperar un cuerpo. Si tratan de tendernos una trampa y nos vemos superados, daré la orden y nos retiraremos. Nada nos impide volver a abrir el Dangai y luchar luego en otras condiciones que sí nos sean favorables. Si no es una treta, tenemos efectivos suficientes como para ganar una valiosa victoria: capturar o eliminar una Espada y dos Fracciones mermaría mucho la capacidad de nuestro enemigo, en el momento en que más lo necesitamos. Si es posible, trataremos de aislarlos de su Garganta y devolverles la hospitalidad con la que han obsequiado a nuestra compañera. Si no, por lo menos les daremos una lección que no vayan a olvidar fácilmente.
Al decir eso, se tocó el cuello en acto reflejo, justo en el lugar en que le había mordido Okami. Todavía le dolía, en algunas ocasiones. Ni siquiera toda la habilidad médica del Cuarto Escuadrón había podido remediar eso, ni borrar por completo la cicatriz. Sí, aquel día era su turno de vengar lo ocurrido en Suiza. Y nada iba a impedirlo.
-Como les he dicho, no quiero que nadie que no sea Capitán o Teniente trate de enfrentar un Espada. Los que posean un rango de Tercer Oficial o inferior formarán grupos y se encargarán de las Fracciones. Somos cuatro Capitanes para (de momento) un Espada, así que tal vez podamos echarles una mano. Todavía no conozco las habilidades de cada uno, así que les dejo a ustedes conformar los grupos. Sólo hay una regla: nadie lucha solo.
Se llevó la mano a la zanpakutou que descansaba en su obi, ansioso por entrar en combate. Todos estaban hartos de charla, y eso también le incluía a él. La batalla les llamaba.
-Estén alerta, pero no ataquen hasta que se lo indiquemos: queremos ver primero cuáles son sus intenciones. Por el resto, vayan formando los grupos: dos, por lo que sabemos, pero tengan en cuenta que podrían aparecer refuerzos. Manténganse unidos y no se alejen mucho de la puerta del Dangai hasta que no estemos seguros de que no es una trampa. Y si nadie tiene nada más que preguntar o añadir, nos vamos: es de mala educación hacer esperar al enemigo.
Y, en efecto, si nadie más tenía que añadir nada, daría un par de pasos atrás, se volvería sobre sí mismo y se encaminaría a la puerta del Dangai, sin retirar la mano de su espada y sin dejar de preguntarse qué demonios estarían haciendo a esas alturas Chiesa y el Oficial que había ido tras él.
Kobayashi no pudo evitar una ligera sonrisa al oír las palabras de la teniente. Bien. Al fin alguien disciplinado, que se tomaba las cosas con seriedad, como un soldado, no como si fuera una estrella del rock. Kato había sabido elegir bien a su segundo: se complementaban. Lo que tenía él de impulsivo parecía tenerlo ella de profesional. Sería una buena influencia.
-Por el momento, bajaremos ahí y escucharemos lo que tengan que decir. Si han entrado en el mundo humano de forma tan obvia y sin hacer ningún esfuerzo por esconderse, está claro que cuentan con que aparezcamos. Tal vez quieran negociar algo... O tal vez sea una trampa. En cualquiera de los dos casos, les pediré que tengan los ojos bien abiertos.
A veces se preguntaba cómo demonios se estructuraban los demás escuadrones. Viéndolos de aquella manera, algunos ausentes, otros lanzándose pullas, otros haciendo ademán de romper filas, tenía serias dudas sobre la idea de "disciplina" que imperaba en el resto de la Sociedad de Almas.
-Haremos todo lo posible para traer de vuelta a nuestra compañera, pero no vamos a caer en su juego: no voy a perder a nadie por recuperar un cuerpo. Si tratan de tendernos una trampa y nos vemos superados, daré la orden y nos retiraremos. Nada nos impide volver a abrir el Dangai y luchar luego en otras condiciones que sí nos sean favorables. Si no es una treta, tenemos efectivos suficientes como para ganar una valiosa victoria: capturar o eliminar una Espada y dos Fracciones mermaría mucho la capacidad de nuestro enemigo, en el momento en que más lo necesitamos. Si es posible, trataremos de aislarlos de su Garganta y devolverles la hospitalidad con la que han obsequiado a nuestra compañera. Si no, por lo menos les daremos una lección que no vayan a olvidar fácilmente.
Al decir eso, se tocó el cuello en acto reflejo, justo en el lugar en que le había mordido Okami. Todavía le dolía, en algunas ocasiones. Ni siquiera toda la habilidad médica del Cuarto Escuadrón había podido remediar eso, ni borrar por completo la cicatriz. Sí, aquel día era su turno de vengar lo ocurrido en Suiza. Y nada iba a impedirlo.
-Como les he dicho, no quiero que nadie que no sea Capitán o Teniente trate de enfrentar un Espada. Los que posean un rango de Tercer Oficial o inferior formarán grupos y se encargarán de las Fracciones. Somos cuatro Capitanes para (de momento) un Espada, así que tal vez podamos echarles una mano. Todavía no conozco las habilidades de cada uno, así que les dejo a ustedes conformar los grupos. Sólo hay una regla: nadie lucha solo.
Se llevó la mano a la zanpakutou que descansaba en su obi, ansioso por entrar en combate. Todos estaban hartos de charla, y eso también le incluía a él. La batalla les llamaba.
-Estén alerta, pero no ataquen hasta que se lo indiquemos: queremos ver primero cuáles son sus intenciones. Por el resto, vayan formando los grupos: dos, por lo que sabemos, pero tengan en cuenta que podrían aparecer refuerzos. Manténganse unidos y no se alejen mucho de la puerta del Dangai hasta que no estemos seguros de que no es una trampa. Y si nadie tiene nada más que preguntar o añadir, nos vamos: es de mala educación hacer esperar al enemigo.
Y, en efecto, si nadie más tenía que añadir nada, daría un par de pasos atrás, se volvería sobre sí mismo y se encaminaría a la puerta del Dangai, sin retirar la mano de su espada y sin dejar de preguntarse qué demonios estarían haciendo a esas alturas Chiesa y el Oficial que había ido tras él.
Kobayashi Hayato- Post : 272
Edad : 36
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Se hubiera sentido ofendido, incluso defraudado, si nadie hubiera tenido nada más que añadir. Sí, la prisa apremiaba, pero el desorden de aquella sala tampoco serviría de mucho ahí abajo, frente a un peligro real. La primera en romper el silencio tras la intervención del peliblanco Capitán fue su nuevo contrapunto y Teniente. De espaldas aún, esbozó una sonrisa que nadie pudo ver y sacó el único pie que tenía dentro de las Puertas Celestiales, para volver a la improvisada reunión de tan variopinto grupo de shinigamis.
Seguro que muchos ya habían notado lo que él y veían a la pelirroja como la pieza faltaba en el Quinto, desde la desaparición de Karaiko-sama. Kato sonrió para sí, orgulloso de sí mismo, en parte, por haber sabido elegir. Pero sus ojos también destilaban orgullo hacia aquella shinigami de ojos verdes como lima. Sabía que sería una aliada poderosa si llegasen a luchar espalda con espalda, codo con codo. Tenía presente también a la shinigami de níveos cabellos y a su entrenamiento. Si el kido era requerido, si tenían la ocasión de conjugarse aquellos shinigamis, los arrancars sentirán nostalgia, y algo de envidia, al contemplar la variante de "Rey Cero" shinigami.
— Estoy con el que me mira raro. — secundó, por paradójico que sonase. También serviría de respuesta para Isono. — Pero añadiría que la prioridad debe ser la shinigami. Si conseguimos ponerla a salvo antes de que se nos escapen los arrancars, entonces sí deberíamos centrarnos en ellos.
Prestó atención a cada indicación del Capitán Kobayashi. Kato tenía presente que sus capacidades estrategas superaban con creces a la del Shihōin, por lo que sería él, entre todos los Capitanes allí reunidos, quien debía comandar aquella misión. Tanto más en esa ocasión, que el viaje rezumaba a trampa y emboscada, y eso con suerte.
Parte de su discurso fue, en cierta medida, sorprendente para el Capitán del Quinto Escuadrón. Tras la afrenta de la lobuna Espada pensaba que Hayato tendría cuentas pendientes con ella, a resolver en la más estricta privacidad. Parece ser que de nuevo los prejucios antecedían a la razón. Kato tenía al Capitán del Séptimo como un shinigami más altivo y orgulloso, capaz de anteceder sus deseos de venganza personal sobre su deber. Se equivocó al juzgarlo, tanto como Hayato al juzgarle a él. No quiso enrarecer más el ambiente, por lo que se calló lo irónico de aquel hecho.
— Yo no tengo nada más que añadir. — declaró. — Y tampoco querría ser descortés con nuestros amigos hollows. — sonrió, cómplice hacia Hayato. — Vamos.
Se limitó a indicar, para repetir las mismas pautas que había realizado minutos atrás y poner un pie de nuevo fuera de allí, camino al Mundo Humano. Esta vez esperaba no ser el único. Esperaba que todo hubiese quedado claro para poder marchar, junto al resto de sus compañeros.
Palmeó sus muslos, como si llamara a despertar a sus fuerzas. Otrora había dejado escapar a la misma arrancar que ahora se reía del Gotei y la Sociedad de Almas al completo. El shunpo más rápido del Seireitei, junto al de su prometida y sin contar al Dios entre los Dioses de la Muerte, no iba a volver a defraudar. Estaba convencido de que, pese a todo, volvería con alguna presa a casa. Aún estaba por ver si la caza era tal, o se quedaba en otra irrisoria broma de mal gusto de Hueco Mundo.
________________
[OFF] Post corto y cutre, pero no tengo nada más que añadir, y ya empezaba a divagar. Cuando me digáis empiezo a borraro offs-feos.
Seguro que muchos ya habían notado lo que él y veían a la pelirroja como la pieza faltaba en el Quinto, desde la desaparición de Karaiko-sama. Kato sonrió para sí, orgulloso de sí mismo, en parte, por haber sabido elegir. Pero sus ojos también destilaban orgullo hacia aquella shinigami de ojos verdes como lima. Sabía que sería una aliada poderosa si llegasen a luchar espalda con espalda, codo con codo. Tenía presente también a la shinigami de níveos cabellos y a su entrenamiento. Si el kido era requerido, si tenían la ocasión de conjugarse aquellos shinigamis, los arrancars sentirán nostalgia, y algo de envidia, al contemplar la variante de "Rey Cero" shinigami.
— Estoy con el que me mira raro. — secundó, por paradójico que sonase. También serviría de respuesta para Isono. — Pero añadiría que la prioridad debe ser la shinigami. Si conseguimos ponerla a salvo antes de que se nos escapen los arrancars, entonces sí deberíamos centrarnos en ellos.
Prestó atención a cada indicación del Capitán Kobayashi. Kato tenía presente que sus capacidades estrategas superaban con creces a la del Shihōin, por lo que sería él, entre todos los Capitanes allí reunidos, quien debía comandar aquella misión. Tanto más en esa ocasión, que el viaje rezumaba a trampa y emboscada, y eso con suerte.
Parte de su discurso fue, en cierta medida, sorprendente para el Capitán del Quinto Escuadrón. Tras la afrenta de la lobuna Espada pensaba que Hayato tendría cuentas pendientes con ella, a resolver en la más estricta privacidad. Parece ser que de nuevo los prejucios antecedían a la razón. Kato tenía al Capitán del Séptimo como un shinigami más altivo y orgulloso, capaz de anteceder sus deseos de venganza personal sobre su deber. Se equivocó al juzgarlo, tanto como Hayato al juzgarle a él. No quiso enrarecer más el ambiente, por lo que se calló lo irónico de aquel hecho.
— Yo no tengo nada más que añadir. — declaró. — Y tampoco querría ser descortés con nuestros amigos hollows. — sonrió, cómplice hacia Hayato. — Vamos.
Se limitó a indicar, para repetir las mismas pautas que había realizado minutos atrás y poner un pie de nuevo fuera de allí, camino al Mundo Humano. Esta vez esperaba no ser el único. Esperaba que todo hubiese quedado claro para poder marchar, junto al resto de sus compañeros.
Palmeó sus muslos, como si llamara a despertar a sus fuerzas. Otrora había dejado escapar a la misma arrancar que ahora se reía del Gotei y la Sociedad de Almas al completo. El shunpo más rápido del Seireitei, junto al de su prometida y sin contar al Dios entre los Dioses de la Muerte, no iba a volver a defraudar. Estaba convencido de que, pese a todo, volvería con alguna presa a casa. Aún estaba por ver si la caza era tal, o se quedaba en otra irrisoria broma de mal gusto de Hueco Mundo.
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[OFF] Post corto y cutre, pero no tengo nada más que añadir, y ya empezaba a divagar. Cuando me digáis empiezo a borraro offs-feos.
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
La mirada felina de Isono se desvió hacia Kato y asintió tras escuchar su respuesta. Al menos ya tenían un objetivo dominante que era imprescindible no perder de vista. Para ella estaban muy claros los componentes de esa incursión al mundo humano, demasiado traslúcida y poco rebuscada para ser un encuentro con arrancars. La shinigami tenía un papel muy básico y era el de hacer de cebo, frente a los arrancars que, o bien no la entregarían sin más o esperanban dar con algo más. Lo que quedaba muy claro es que no era una entrega de rehenes; ellos también tenían algo en mente muy diferente a los del Gotei. Y sin embargo, no podía evitar pensar qué había piezas de todo aquel, en apariencia simple rompecabezas, que se había omitido.
Pese a que no le agradaba la idea de bajar al mundo por sí sola, la de hacerlo con una planificación tan poco esmerada tampoco favorecía sus impresiones. Estiró el cuello y los hombros, centrándose en lo que venía por delante.
Ha llegado el momento de confirar, Isono murmuró Sangeki haciendo resonar en ecos quebrados su voz en algún lugar de su lluvioso mundo.
-Deberíamos ponernos en marcha, no podemos poner el tiempo en nuestra contra. Cuanto antes lleguemos, antes podremos esclarecer la situación y organizarnos -opinó la sobria shinigami adelantando un paso hacia las puertas-.
Su mano regresó como de costumbre a posarse sobre la guarda de su zampakutou. No sabía nada del mundo humano y aunque le inspiraba cierta curiosidad perezosa, el objetivo por el que bajaban anulaba por completo ese interés puntual. No quería llegar con inquietudes ni emociones confusas, razón por la que se mantenía seria y poco habladora; pues en cualquier otra circunstancia no habría pasado por algo esa pulla al quinto escuadrón. No era el momento ni el lugar para ello, tampoco iba a generar animadversión ni tensión entre los shinigamis más allá de lo normal; era completamente innecesario.
Con el semblante serio y concentrado, se colocó a escasa distancia de su capitán a la espera de las reacciones de los demás. No podía evitar mostrar su preocupación por las circunstancias que rodeaban todo el asunto; a fin de cuentas no había nada en claro, sólo una cantidad demasiado amplia de posibilidades frente a un enemigo, que pese a su número en ventaja, podía fácilmente superarlos. Sólo confían en que las cosas cambiasen cuando un mínimo de información llegase a ellos; había demasiadas personas implicadas, demasiados rostros conocidos como para que un error guíados por la prepotencia o algo más complejo, los dejasen para siempre en el mundo humano.
Alzó la barbilla apenas un poco para sobreponerse a esos malos augurios, paseando la mirada entre aquellos a los que consideraba no sólo buenos shinigamis.
[OFF: dad por sentado que seguiré a Kato si baja, para no tener que postear y declarar que atravieso la puertad, contad con Isono ya para el otro lado]
Pese a que no le agradaba la idea de bajar al mundo por sí sola, la de hacerlo con una planificación tan poco esmerada tampoco favorecía sus impresiones. Estiró el cuello y los hombros, centrándose en lo que venía por delante.
Ha llegado el momento de confirar, Isono murmuró Sangeki haciendo resonar en ecos quebrados su voz en algún lugar de su lluvioso mundo.
-Deberíamos ponernos en marcha, no podemos poner el tiempo en nuestra contra. Cuanto antes lleguemos, antes podremos esclarecer la situación y organizarnos -opinó la sobria shinigami adelantando un paso hacia las puertas-.
Su mano regresó como de costumbre a posarse sobre la guarda de su zampakutou. No sabía nada del mundo humano y aunque le inspiraba cierta curiosidad perezosa, el objetivo por el que bajaban anulaba por completo ese interés puntual. No quería llegar con inquietudes ni emociones confusas, razón por la que se mantenía seria y poco habladora; pues en cualquier otra circunstancia no habría pasado por algo esa pulla al quinto escuadrón. No era el momento ni el lugar para ello, tampoco iba a generar animadversión ni tensión entre los shinigamis más allá de lo normal; era completamente innecesario.
Con el semblante serio y concentrado, se colocó a escasa distancia de su capitán a la espera de las reacciones de los demás. No podía evitar mostrar su preocupación por las circunstancias que rodeaban todo el asunto; a fin de cuentas no había nada en claro, sólo una cantidad demasiado amplia de posibilidades frente a un enemigo, que pese a su número en ventaja, podía fácilmente superarlos. Sólo confían en que las cosas cambiasen cuando un mínimo de información llegase a ellos; había demasiadas personas implicadas, demasiados rostros conocidos como para que un error guíados por la prepotencia o algo más complejo, los dejasen para siempre en el mundo humano.
Alzó la barbilla apenas un poco para sobreponerse a esos malos augurios, paseando la mirada entre aquellos a los que consideraba no sólo buenos shinigamis.
[OFF: dad por sentado que seguiré a Kato si baja, para no tener que postear y declarar que atravieso la puertad, contad con Isono ya para el otro lado]
Otsuka Isono- Post : 1242
Edad : 38
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
El mensaje había sido más que claro; debíamos actuar según las estrictas órdenes de nuestros capitanes, aunque más bien de Hayato. El shinigami se había mostrado más que autoritario alzándose sobre las demás voces y Suna no podía evitar verle de vez en cuando como un niñato aunque él ahora aparentaba más edad que ella, no obstante, comprendía que alguien debía dirigir ese grupo si no querían que cada shinigami actuara suicidamente o a su bola y nos perjudicase en la batalla.
Suna se fijó en cómo Hayato se tocaba el cuello, justo donde había recibió una herida. Ella nunca le había preguntado al respeto, pero sabía que le había ido infligida en la última batalla con los arrancars. La joven pensó en aquellos nuevos seres. Sólo había visto uno una vez y no había llegado a luchar con él; sin embargo, su recuerdo seguía grabado en su mente fuego y en aquellos momentos se preguntaba si Hayato se acordaría del arrancar que le hirió y si actuaría objetivamente. El nuevo capitán parecía que en principio dominaba, pero qué pasaría en una batalla en la que todos le tendrían que ver como un líder ¿le harían caso o ignorarían sus órdenes por culpa de esa nueva prepotencia? El respeto es algo que se ganaba con los años y él no llevaba mucho tiempo como capitán, sólo podía esperar a ver qué sucedía.
Parecía que todo se había decidido y que la gente iba a marchar. La pelirroja miró unos instantes a Hayato. No sabía si esperar a que se marchase y hablar con él o simplemente irse. Sabía que su teniente había muerto y desde entonces apenas se habían visto. Finalmente, decidió quedarse a ver cómo concluían las cosas y esperar antes de actuar.
Off: Lo siento, estoy con un montón de trabajo -.-
Suna se fijó en cómo Hayato se tocaba el cuello, justo donde había recibió una herida. Ella nunca le había preguntado al respeto, pero sabía que le había ido infligida en la última batalla con los arrancars. La joven pensó en aquellos nuevos seres. Sólo había visto uno una vez y no había llegado a luchar con él; sin embargo, su recuerdo seguía grabado en su mente fuego y en aquellos momentos se preguntaba si Hayato se acordaría del arrancar que le hirió y si actuaría objetivamente. El nuevo capitán parecía que en principio dominaba, pero qué pasaría en una batalla en la que todos le tendrían que ver como un líder ¿le harían caso o ignorarían sus órdenes por culpa de esa nueva prepotencia? El respeto es algo que se ganaba con los años y él no llevaba mucho tiempo como capitán, sólo podía esperar a ver qué sucedía.
Parecía que todo se había decidido y que la gente iba a marchar. La pelirroja miró unos instantes a Hayato. No sabía si esperar a que se marchase y hablar con él o simplemente irse. Sabía que su teniente había muerto y desde entonces apenas se habían visto. Finalmente, decidió quedarse a ver cómo concluían las cosas y esperar antes de actuar.
Off: Lo siento, estoy con un montón de trabajo -.-
Shiroi Suna- Raso Jin
- Post : 49
Edad : 34
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
[Off - Chiesa ya ha posteado donde están los arrancars. Cualquiera que haya pasado el portal, que conteste aquí https://soulsandswords.foroes.org/t1099-let-the-games-begin#15553 ]
Kato: Seguimos el orden de posteo, aunque ya se haga abajo:
Kato: Seguimos el orden de posteo, aunque ya se haga abajo:
Kobayashi Hayato
Shiroi Suna
Shihoin Kato
Otsuka Isono
Shuyin Akira
Widder Amsel
Chiesa
Regis
Kawasumi Hotaru
Kimura Daigo
Erienne
Shiroi Suna
Shihoin Kato
Otsuka Isono
Widder Amsel
Chiesa
Regis
Kawasumi Hotaru
Kimura Daigo
Chiesa- Capitán Rei
- Post : 1243
Edad : 38
Re: Nuevo aviso, al mundo humano
Se soltó de un tirón del agarre de Daigo y recompuso el aspecto de su uniforme con gesto digno. No pretendía irse sola, demonios. Pero tampoco soportaba la idea de quedarse ahí haciendo conjeturas mientras los Arrancar se paseaban como señoritas ociosas en una tarde de verano. Aun así tuvo que tragarse buena parte de sus opiniones y esperar a que se trazara algo parecido a un plan de actuación.
"Parlamentar con el enemigo... ¡y una mierda! La única opción que vamos a darles es si quieren que les cortemos en rodajas finas o gruesas..."
Estaba demasiado irritada como para haberse parado a observar que Kimura tenía un comportamiento muy raro con los del Quinto Escuadrón, simplemente lo adjudicó a la razonable tensión que hacía acto de presencia en momentos así.
Se pasó una mano por el alborotado pelo y aguantó lo que cada uno tuvo que decir. Bien, no le importaba si los Capitanes querían ganarse el haori de una vez luchando contra los Espada ellos solitos, mientras no la jodieran y acabasen pronto con todo aquello lo mismo le daba si se tenía que enfrentar con lagartijas enmascaradas.
Una vez las cosas parecieron estar claras, y viendo que todos estaban por la labor, se dirigió al portal con aire resuelto y lo cruzó, ansiosa por ver el panorama que les esperaba al otro lado.
__
Off: Sólo por postear una salida de la habitación...
"Parlamentar con el enemigo... ¡y una mierda! La única opción que vamos a darles es si quieren que les cortemos en rodajas finas o gruesas..."
Estaba demasiado irritada como para haberse parado a observar que Kimura tenía un comportamiento muy raro con los del Quinto Escuadrón, simplemente lo adjudicó a la razonable tensión que hacía acto de presencia en momentos así.
Se pasó una mano por el alborotado pelo y aguantó lo que cada uno tuvo que decir. Bien, no le importaba si los Capitanes querían ganarse el haori de una vez luchando contra los Espada ellos solitos, mientras no la jodieran y acabasen pronto con todo aquello lo mismo le daba si se tenía que enfrentar con lagartijas enmascaradas.
Una vez las cosas parecieron estar claras, y viendo que todos estaban por la labor, se dirigió al portal con aire resuelto y lo cruzó, ansiosa por ver el panorama que les esperaba al otro lado.
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Off: Sólo por postear una salida de la habitación...
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
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