Comienza la fiesta

Esta noche es la noche, una noche estrellada, aunque no son las estrellas lo que alumbra la ciudad, si no los grandes focos de las fiestas. Aquella era la ciudad que nunca dormía, nunca se apagaban las luces, era como “Las Vegas” la noche da vida a la ciudad.

El frio azotaba las calles y un viento despegaba los carteles de la ciudad. Las calles del centro de la ciudad son peatonales, hechas de piedra vieja. Pocos árboles adornaban la ciudad, solo los podías ver a las afueras de esta, pero hoy en día nadie quiere ir a verlos, esta noche todos van al “Souls and Swords”.

Hablamos de un pub, una discoteca, un bar. Muchos nombres y ninguno dice bien lo que es.
Es un edificio de trece plantas, cada planta se caracteriza por algo, pero ahora no hablemos de las plantas, hablamos de lo que es en cuestión. Dos porteros bastante anchos de espaldas, cada uno con una agenda sujetando bien la verja que encierra a las personas en el lugar. Hoy la entrada no es para cualquiera, tan solo unos privilegiados podrán entrar.

Hay camareros con canapés en sus bandejas, recorriendo las salas de un lado a otro, sirviendo copas de champan y vino. En la barra están los barman, siempre bailando con las copas y las botellas lanzándolas al aire como si fuese una demostración.
En la entrada un cuarto custodiado por otra persona que recoge los abrigos.

Hablemos ahora de los pisos, el primero es el hall, es un lugar lujoso, las paredes están insonorizadas, no hay ruido de fuera ni de otras plantas. Allí están los caballeros y las damas, bailando un Vals. La segunda planta es una discoteca, la música está tan alta que no existe conversación alguna, es imposible escuchar ni aunque un tractor estuviese empotrándose contra la pared. Vayamos a la tercera planta, es un lugar acogedor, lleno de luces rojas y música afrodisiaca, hay unas cortinas que cubren todo el lugar y mamparas que dividen aquella sala en varias partes, haciéndolas más individuales. Es el rincón amoroso, el rincón de la lujuria y la depravación, para algunos es algo romántico para otros es orgásmico.

Aun nos quedan plantas por delante, la siguiente es una piscina en cubierta, con jacuzzi y luces azuladas con muy poca intensidad, aquí son los camareros los que realizan el pedido de los nadadores. Quinta planta, solo para personal, aquí se cambian de ropa y están las duchas. Sexta planta, videojuegos, hay desde maquinas antiguas de árcade hasta un reality con gafas y pistolas con puntero laser para jugar solo o en grupo.

Una planta más y nos encontramos otro salón como el primero, muy clásico, casi barroco, pero con tendencias modernas, hay un escenario con un micrófono y algunos instrumentos musicales. Las luces son amarillas y verdosas, parece que actuara pronto un grupo, normalmente se le llama la sala de Jazz. Octava planta, aquí se ocupan el personal de repartir los encargos que piden las barras si se quedan sin comida o bebida, es donde se gestionan los eventos. Novena planta, es la planta de las bailarinas de cancán, que mueven los volantes de sus faltas como si fueran una parte más de su cuerpo. Los camareros son también vestidos de esta época, y las bebidas están con una pegatina pegada, simulando bebida antigua como whisky triple x, las camareras visten como las bailarinas, con una falda mucho más corta del mismo estilo, pero dejando poco a la imaginación.

Decima, aquí todo es futurista, todas las maquinas, la música y el personal, vestido con abalorios plateados como si fuesen microchip. Undécima, Un bar, un simple garito como cualquier de la ciudad, con un estilo un tanto...italiano, como si los que sirviesen a la mesa fuesen mafiosos. La siguiente, es estilo oriental antiguo, con sus farolillos, su bambú sus camareras vestidas de geishas y su ceremonia del té. Y por último la decimo tercera, una planta de los años 80, con mesas para comer y camareras con patines y traje de camarera de la época que ha sido modificado un poco para dale su tono sensual. La música es de esta época, los camareros han sido vestidos iguales


Podeis ser lo que querais, desde un barman hasta una camarera, un cliente, un portero de discoteca, la que guarda los abrigos, cualquier cosa. Yo manejare algunos NPC si hace falta, vosotros podeis también crearlos, es una apocrifa, libre roleo.

PD: recordad no entrar sin ficha.

La noche ya había comenzado, los primeros clientes comenzaban a entrar en el recinto. Todos estaban en sus posiciones, todo estaba en perfecto orden y armonía. Sin un rastro de polvo o de suciedad. La música aún no había comenzado.

Llegó la hora, las puertas se abrían de par en par, los guardas de la entrada inspeccionaban a todos los clientes de uno en uno. Hoy prohibido la comida y las bebidas de fuera, prohibido ingerir o fumar cualquier tipo de estupefaciente. Los grandes focos se encendían girando sobre sí mismos, alumbrando toda la fachada.

Las ventanas estaban iluminadas, todas las plantas ya estaban funcionando, los primeros camareros preparaban los canapés y los bármanes comenzaban a sacar los hielos. Los primeros se acercaban a la barra, otros se dirigían al ascensor para acceder a las plantas que deseaban. Se veía claramente quien iba dirigido a qué planta. A través de la ropa podía verse qué tipo de persona era.

En la última planta se escuchaban los ruidos de los patines girando de un lado para otro. Algunas chicas, en su mayoría jóvenes, patinaban de un lado a otro comprobando que todo estuviese perfecto. Una pareja vestida de la época, con cazadoras de cuero negro y gafas de sol. Se sentaban en la mesa pidiendo un par de hamburguesas de la casa y un par de refrescos, que al momento se lo trajeron.

Conforme avanzaban los minutos más gente iba entrando en aquella habitación, de nuevo otra pareja había pedido el refresco, y esta vez le tocaba a la joven Erienne servirles.

- Un par de refrescos y una hamburguesa Joe.
- Ahora mismo

La joven relleno el par de vasos que le habían pedido y justo cuando iba a servírselos a la mesa tropezó, para variar, con algún objeto del suelo, derramando sobre una persona cercana los dos refrescos completamente por encima. Finalmente Erienne llegó al suelo, intentando sostener la bandeja por lo alto de ella, pero era tarde, los refrescos no estaban allí. La falda había volado hasta su cintura dejando ver su ropa íntima que rápidamente se tapó cuando se puso de rodillas. Se miró a ambos lados, una de ellas estaba sangrando, pero nada importante, a su alrededor estaba todo el suelo lleno de cristales que comenzó a recoger en la misma posición que antes con una mano apoyada en el suelo y con la otra recogiendo, como si fuese una mascota a la que solo le faltaba un collar pues estaba en esa postura.

- Lo siento mucho, enseguida lo recojo – dijo con una voz tímida dulce y preocupada.




PD: Lo he puesto en la ultima por que veo así a Erienne, podeis empezar donde querais y luego unirnos en algun sitio. A ver si animamos esto