Negligencia: Vol 2 -Buscando pistas

Isono se frotó con suavisdad el lagrimal de los ojos; estaba un poco saturada de respuestas laberínticas y corredores que terminaban en un callejón sin salida. Parpadeó hasta aclararse la vista y una vez más concentrada escuchó las deducciones del capitán. No obstante, el insistir en continuar la búsqueda por el cuarto escuadrón le pareció justamente lo que sus miembros no habían querido que nadie hiciera desde el principio; tenía la impresión de que todas las pistas del cuarto escuadrón se habían desvanecido junto a aquel extraño reiatsu. Ni siquiera Kato, junto a algunos miembros del escuadrón habían logrado averiguar nada más de aquel sujeto pese a todo el esfuerzo. Frunció levemente el ceño, disgustada ante la idea de comenzar de nuevo y pisar todo lo hecho.

Durante un segundo trató de concentrarse para localizar que en apariencia resultaba tan fácil de encontrar, al menos, según el capitán. Trató de esclarecer y difenciar los distintos rastros, pero tal vez fuera su escasa habilidad para detectar reiatsu o simplemente por lo transitado de la zona, que al verse avasallada por tantos diferentes, sencillamente cejó en el intento.

-Hay algo que no consigo encajar, Mise-taciho -preguntó Isono evitando mostrarse crispada-. ¿Cómo pudo saber el asesino que Katsu poseía una capacidad perceptiva superior a la media? Para llegar a esa conclusión, el asesino debía conocerlo y saber que era ciego; de otra forma, no se me ocurre qué otros motivos vinculantes podrían existir. Sencillamente, no matas a una persona por una falsa suposición.

Suzuhara Sakurai había sido el último en tratar a Katsu, quizás de las pocas personas que estuvo con él antes de su fallecimiento. Lo que minimizaba las opciones de encuentro entre el culpable y Katsu, a menos que lo hubiera tratado antes que Suzuhara. Ahí se ubicaba el primer rastro de reiatsu, en la habitación donde quizás se le administrase el analgésico que mencionó Corcaigh; luego el rastro discurría hacia el departamente forense, lo que daba un nuevo giro a la investigación y focalizaba un nuevo objetivo con el culpable; tras eso, el rastro terminaba en la 115. Aquella suposición colocaba al teniente Katsu como un testigo de algo pero, ¿de qué? De haber sucedido algo mayor, el rastro de reiatsu sería ligeramente más notableo al menos, más amplio. Además, ¿qué unía al teniente, herido y en cama, con el departamente forense?

Con no mejor ánimo, continuo escuchando lo que comenzaba a sentarse como una nueva patada en el estómago. Comenzaron a recorrer el rastro del reiatsu dejado por el culpable, empezando desde la habitación de Katsu desde donde comenzaron aquella mañana ella y Hotaru, pasando por el departamento forense hasta la habitación 115, donde se detuvieron de nuevo al parecer porque el rastro terminaba ahí.

-Podríamos inspeccionar las zonas por las que se distribuye el rastro más exhaustivamente. Si miramos más a fondo tal vez encontremos algo -sugirió Isono-. La habitación 115 es donde se pierde el rastro, por lo que es el último sitio en el que pudo estar; luego podríamos ir retrocediendo hacia las otras estancias. Tal vez nos den una idea aproximada de qué buscaba el culpable.

Isono miró de soslayo a Hotaru y a Lyra, esperando que ellos aportasen algo más a su más que ambigua opción.


OFF: se me ha ido un poco la pinza; me cuesta bastante vincular las pistas. A ver si tres cerebros piensan mejor que no solo =)

Hotaru tomó aire pausadamente. El ambiente en el Cuarto Escuadrón era confuso y marcado por un aroma metálico que se le hacía desagradable, una atmósfera bulliciosa y asfixiante en la que se sentía cada vez más incómoda. Ahora que les acompañaba un Capitán, algunas miradas curiosas se prendían en ellos, y si bien todavía nadie se había acercado, era cuestión de tiempo que Sharessu o algun otro apareciera. Por otro lado, ellos tres se habían cuidado de no mencionarle a Mise-taicho que prácticamente les estaba prohibido fisgonear por la División de Sanación, y tenía la impresión de que, por muy tranquilo que pareciera aquel hombre, no le gustaría descubrir que hubieran omitido aquel detalle.
"De todos modos, no participaría si lo supiera. La gente tiene un extraño y estúpido sentido de la honradez en cuanto a respetar los deseos de los demás se trata".
Pero era justo, ¿no? Aquella mañana se habían pateado como nadie cualquier camino que condujera a una mínima señal que pudiera servirles de ayuda en la investigación, lo menos que se merecían era poder meter un poco las narices.

-Eh, Wonderwall... ¿tú notas ese "torrente de energía"?- preguntó en un susurro a su Teniente, que estaba de espaldas a ella. Por mucho que se esforzase, no podía distinguir nada que destacara sobre esa madeja confusa y fluctuante que eran los reiatsus de todos los shinigamis habidos en el edificio. Quizá se debía a que su propia capacidad para rastrear la energía espiritual de otros era más bien nula, pero quedó impresionada de que el Capitán la captase tan nítidamente.- Porque a mí lo único que me viene si me esfuerzo mucho es un fuerte dolor de cabeza...

Al escuchar la voz de Isono giró el cuello hacia ésta y escuchó con interés, encontrando que no podía estar más de acuerdo con lo que decía. Si fuera cierta la hipótesis de Shuseki, el asesino debería temer que Katsu pudiera relacionarlo con algo comprometedor, siendo que ya se habían visto en el pasado y el joven Teniente reconoció la energía desatada cuando el shikai fue liberado. De otro modo, Hotaru no le veía sentido que reconocer un reiatsu pudiera ser suficiente motivo para morir.
Cuando pasaron ante la sala de autopsias, con el Capitán Mise siguiendo aquella energía residual como un sabueso a una liebre demasiado rápida, trataba de pensar qué querría conseguir de allí el culpable, pues la impronta que había dejado en la morgue daba que sospechar. "¿Quién demonios iba a querer un cadáver?"

La habitación de Katsu. El depósito de cadáveres. Y ahora aquella puerta que daba al cuarto numerado con el cientoquince. Hotaru no sentía gran diferencia, desde luego, pero confiaba en el hombre de cabellos negros cuando decía que ahí terminaba el recorrido del intruso.
"Muy extraño, muy extraño...". Primero había matado a Ryuga, después visitado el departamento forense... Quizá entonces fue sorprendido y no pudo acabar con lo que había ido a hacer, por lo que corrió hasta la cientoquince, y entonces... "Si tiene ventanas, habría que ver si da a un lugar abierto". Mise comentaba algo, podía oír su voz cerca. "¿Desaparece aquí, sin más?" La joven Otsuka respondía, pero Hotaru seguía ensimismada, con la cabeza repleta de preguntas sin resolver. "Ryuga-fukutaicho debió reconocerle..."

-Oh- alargó la vocal, con la mirada perdida en el vano de la puerta. Una posibilidad, algo incierta, eso sí, se alojó en su mente, tratando de encajar todas las piezas- El rastro se esfuma aquí, ¿de repente? Como si el asesino se hubiese desvanecido en la nada...- a pesar de que decía todo aquello en voz alta, parecía estar hablándose a sí misma, hilvanando los hechos, buscándoles significado- Y ese reiatsu desconocido, pero que Mise-taicho advirtió, y supone que el Teniente Ryuga también... Inclasificable... - se llevó la mano cerrada a los labios, presionándola contra ellos, mientras le daba más y más vueltas- ¿Y si...? Bien. Se tendrían que haber visto en otra situación anterior, una en la que el asesino hubiese cometido algun acto que pudiera traerle problemas. Estuvo aquí, Katsu lo reconoció, y él a su vez supo que el Teniente se encontraba en el Escuadrón... Tal vez... -frunció el ceño y se rascó la cabeza, confusa- Tal vez Ryuga-fukutaicho reparó en ese reiatsu entre todos porque era diferente. Un reiatsu que se pierde, como si de un momento a otro su presencia se hubiese borrado del Seireitei...

Pero ya había rechazado esa misma probabilidad al poco de iniciar la investigación. Alguien más se habría dado cuenta de una cosa así a esas alturas.

-Diría que fue un Arrancar, que de algun modo consiguió disimular su presencia y se coló aquí. Aunque el muerto no lo hubiese percibido, bastaría con que se conocieran de antes. El otro tipo puede que simplemente notase que Ryuga estaba cerca y acabara con su vida por miedo a que lo delatara. Después tendría pensado terminar su trabajo tranquilo, pero justo lo detectaron y corrió hasta esta habitación... marchándose por una Garganta que le llevaría de vuelta a Hueco Mundo. Y quizá lo que pensamos que fue una zampakutoh, fue el intruso con el aspecto de la resurrección.- hizo una pausa, pensando en lo que acababa de decir. Entonces alzó la mirada para posarla en el grupo- Diría que fue precisamente eso si no encontrase que es una soberana estupidez. Pero podría haber sido alguien cuya zampakutoh tuviera entre sus técnicas alguna clase de portal y la transformación del arma en una forma humana. Es lo único que se me ocurre.

Hotaru Kawasumi se encogió de hombros, sin más. Ya se había dado cuenta de que investigar no era lo suyo.

-En fin, señores. ¿Vamos abriendo esa puerta? Con un poco de suerte ese capullo habrá dejado olvidado algun recuerdo que nos pueda ser útil para identificarle.

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[OffRol]: No me hagáis mucho caso... Tengo sueño y habré escrito cualquier barbaridad.
Por cierto, si vamos a la 115, creo que nos tocaría entrar al post que abrió Sha, y donde se encuentra ahora mismo.

El teniente arrugó la nariz al llegar a la instalaciones del Cuarto Escuadrón, aquel olor a medicina y a enfermedad se había mezclado con el aroma del miedo provocado por la muerte del teniente del Noveno Escuadrón. La gente correteaba por los pasillos sin pararse distraidos y todos se miraban entre si de forma desconfiada. Mejor que encontraran al asesino antes de que se extendiera la paranoya por el resto del Seireitei. Lyra se masajeó las sienes con los dedos índice y corazón de cada mano y resopló.

"Como sigamos así el que va a acabar paranoico soy yo" Se dijo asi mismo el teniente del tercer escuadrón.

-No eres la única que no percibe nada, y a mi también me duele la cabeza... Le respondió a Hotaru. Realmente la shinigami se estaba portando increiblemente bien, todavía no había ofendido a Mise y parecía llevarse mas o menos con Isono. Quizás lo que necesitaba para hacerla madurar era darle responsabilidades. -Y llamame fukutaicho, por algo soy tu superior.

Los tres shinigamis siguieron a Mise a través del recorrido del rastro de reiatsu mientras este explicaba su versión del acontecimientos... realmente Lyra se había perdido enseguida. No entendía que narices podría ser si no era una zampakutou, no sabía de donde venía ni a donde iba el reiatsu y no se le ocurria ningún movil por el que Katsu pudiera ser asesinado... Vale, Katsu reconoció un reiatsu extraño y por eso lo mataron... ¿entonces que fue a hacer aquel ser al Cuarto Escuadrón si no era a matar al teniente del noveno escuadrón?

-¿Entonces para que vino el asesino de Katsu si no era para matarlo? Preguntó Lyra en voz alta, esperando a que le aclararon la cuestión. -Aun así no creo que fuera un arrancar, las gargantas dejan realmente un rastro que se puede detectar facilmente...

[Off: Perdonad que sea corto pero es que entre la ansiedad de la trama, el encontrarme totalmente perdido y no saber que escribir no me salía otra cosa. Era solo para no retrasaros]

[[OFF: Vaaaaaaaaaale, todavía me quedan cosas que hacer, pero estoy hasta las narices q no me salga nada a derechas, así que voy a avanzar esto un poco.


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