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Una visita desinteresada... [libre]
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Hueco Mundo :: El Amanecer :: Laboratorio de Investigación Arrancar
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Una visita desinteresada... [libre]
Era una habitación austera, circular, rodeada de columnas de piedra blanca. Las cortinas de tela negra velaban los muebles que guardaban una singular colección de polvos, aceites, ácidos y otras materias vírgenes que todavía debía trabajar. Sentada en un cojín que la aislaba del frío del suelo, Elayne perfeccionaba un compuesto que despedía vapores nocivos.
Su idea era crear una especie de esfera que mantuviera aislados esos gases y pudiese liberarlos al golpear el suelo, pero en los ensayos anteriores lo único que había logrado es que le explotara en los pies y tener que hacerse con un nuevo par de botas.
-Hum...-el sonido quedó amortiguado por la máscara que le cubría el rostro. Con sumo cuidado depositó el artilugio en el suelo y se puso en pie, caminando hasta uno de los escritorios coronados por montañas de papel arrugado y amarillento. Desparramó las hojas sin mucha delicadeza hasta dar con las anotaciones que buscaba.- Veamos, creo que falta algo- murmuró para sí, arrimando la escritura al único foco de luz que había en la estancia. A la luz de la vela, parecía temblar contra la hoja pálida y veteada, como si fuera algo demasiado desquiciado para ser capturado en tinta. Le costó un poco descifrar su propia letra-. Tiene que ser la presión.
Se rascó la cabeza, mirando en derredor con poco entusiasmo. Le fastidiaría no poder llevar a cabo ese proyecto por no tener la maquinaria necesaria. Poco importaban sus esfuerzos y su ingenio cuando no podía contar con los métodos sofisticados que ofrecía un laboratorio en condiciones.
"Ah... si pudiese convencer a mi Fracción de que me regalase uno. Uno pequeñito, tampoco pido tanto."
A regañadientes volvió a colocar el instrumental y el complejo en la vitrina de vidrio y las cajoneras que les correspondían. ¿Esque nadie se apiadaría de su buena voluntad para emplear los recursos que ofrecían los hollows como material práctico desde un punto de vista militar? Ni siquiera había podido acceder a los laboratorios que había en las dependencias de la Doceava Sección. Qué gente tan poco altruísta.
Tendida de cualquier modo sobre las baldosas del cuarto, Elayne contemplaba el techo pensando en lo injusto que era el mundo. Seguro que si conociesen el encanto de persona que era compartirían un poquito de su espacio con ella. Si la conocieran...
La idea surgió en su cerebro como impulsada por un resorte.
¡Claro! Solamente tenía que demostrar que se merecía un cachito de lo que les sobraba y no habría problema.
Pecando de optimismo, Elayne se apresuró en abandonar las estancias de la Séptima Sección y dirigirse a las de la Doceava. No tenía ni idea de qué tipo de gente habría allí, pero su perturbada mente se los hacía imaginar como encantadores seres con batas blancas y conversación interesante.
El número 12 quedaba bien visible sobre las argénteas puertas cerradas. Recomponiendo un poco su aspecto -no se había dado cuenta de que todavía llevaba la máscara puesta, y su pelo parecía haber sufrido los estragos de un vendaval- empujó la entrada y se quedó mirando el amplio pasillo iluminado en tonalidades azules.
-¡Buenas! ¿Hay alguien en casa?- gritó sin más ceremonia a la vez que daba un paso al frente.
Su idea era crear una especie de esfera que mantuviera aislados esos gases y pudiese liberarlos al golpear el suelo, pero en los ensayos anteriores lo único que había logrado es que le explotara en los pies y tener que hacerse con un nuevo par de botas.
-Hum...-el sonido quedó amortiguado por la máscara que le cubría el rostro. Con sumo cuidado depositó el artilugio en el suelo y se puso en pie, caminando hasta uno de los escritorios coronados por montañas de papel arrugado y amarillento. Desparramó las hojas sin mucha delicadeza hasta dar con las anotaciones que buscaba.- Veamos, creo que falta algo- murmuró para sí, arrimando la escritura al único foco de luz que había en la estancia. A la luz de la vela, parecía temblar contra la hoja pálida y veteada, como si fuera algo demasiado desquiciado para ser capturado en tinta. Le costó un poco descifrar su propia letra-. Tiene que ser la presión.
Se rascó la cabeza, mirando en derredor con poco entusiasmo. Le fastidiaría no poder llevar a cabo ese proyecto por no tener la maquinaria necesaria. Poco importaban sus esfuerzos y su ingenio cuando no podía contar con los métodos sofisticados que ofrecía un laboratorio en condiciones.
"Ah... si pudiese convencer a mi Fracción de que me regalase uno. Uno pequeñito, tampoco pido tanto."
A regañadientes volvió a colocar el instrumental y el complejo en la vitrina de vidrio y las cajoneras que les correspondían. ¿Esque nadie se apiadaría de su buena voluntad para emplear los recursos que ofrecían los hollows como material práctico desde un punto de vista militar? Ni siquiera había podido acceder a los laboratorios que había en las dependencias de la Doceava Sección. Qué gente tan poco altruísta.
Tendida de cualquier modo sobre las baldosas del cuarto, Elayne contemplaba el techo pensando en lo injusto que era el mundo. Seguro que si conociesen el encanto de persona que era compartirían un poquito de su espacio con ella. Si la conocieran...
La idea surgió en su cerebro como impulsada por un resorte.
¡Claro! Solamente tenía que demostrar que se merecía un cachito de lo que les sobraba y no habría problema.
Pecando de optimismo, Elayne se apresuró en abandonar las estancias de la Séptima Sección y dirigirse a las de la Doceava. No tenía ni idea de qué tipo de gente habría allí, pero su perturbada mente se los hacía imaginar como encantadores seres con batas blancas y conversación interesante.
El número 12 quedaba bien visible sobre las argénteas puertas cerradas. Recomponiendo un poco su aspecto -no se había dado cuenta de que todavía llevaba la máscara puesta, y su pelo parecía haber sufrido los estragos de un vendaval- empujó la entrada y se quedó mirando el amplio pasillo iluminado en tonalidades azules.
-¡Buenas! ¿Hay alguien en casa?- gritó sin más ceremonia a la vez que daba un paso al frente.
Última edición por Lain el Vie Mayo 21, 2010 3:01 am, editado 1 vez
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Como todo "buen científico" Aaron se encontraba ocupado en el momento de la llegada de la arrancar. Estaba en el anexo de armamentística, ubicado en las inmediaciones del laboratorio principal, inmerso en la mejora del cañón de plasma que estaba desarrollando a partir de las energías de su resurrección.
En su estado no se hubiese percatado de nada de lo que ocurría a su alrededor, pero por suerte había diseñado una especie de "busca" con pantalla,el cual mostraba la imagen de la puerta de la sección cuando alguien con reiatsu no registrado en la base de datos de la Sección entraba en la misma.
-Visita ¿eh?... Veamos que le trae por aquí a esta señorita...-Pensaba mientras contemplaba la imagen mostrada en aquel aparatito.
Dejó el intrumental en su correspondiente sitio y el presente experimento bajo llave y salió del anexo de armamentística sin quitarse la "bata" que solía usar cuando trabajaba.Para ser precisos, más que una bata parecía un haori con mangas, similar al que pudiese portar el Comandante General del Gotei 13, claro que el de Aaron tenía claro estilo arrancar, denotado por los clásicos bordes negros.
Ya andaba por el pasillo principal de la sección cuando a lo lejos pudo divisar al motivo de la interrupción de su trabajo(tampoco es que le hubiese alterado en demasía). Pelo rubio corto y algo alborotado, piel pálida y generosos senos era probablemente la descripción grosso modo más popular para aquella chica.
Mientras se acercaba la analizaba al milímetro, quizás lascivamente, como para saber lo que pasa por la cabeza del fracción; y al llegar a su altura la miró de arriba a abajo con rostro indiferente fijando su mirada en la de ella al terminar el "escaneo".
-Hola, soy Aaron Smith, fracción de esta sección, ¿que te trae por mis dominios?-Directo al grano, así era él aunque intentase disimularlo bajo educadas palabras.
En su estado no se hubiese percatado de nada de lo que ocurría a su alrededor, pero por suerte había diseñado una especie de "busca" con pantalla,el cual mostraba la imagen de la puerta de la sección cuando alguien con reiatsu no registrado en la base de datos de la Sección entraba en la misma.
-Visita ¿eh?... Veamos que le trae por aquí a esta señorita...-Pensaba mientras contemplaba la imagen mostrada en aquel aparatito.
Dejó el intrumental en su correspondiente sitio y el presente experimento bajo llave y salió del anexo de armamentística sin quitarse la "bata" que solía usar cuando trabajaba.Para ser precisos, más que una bata parecía un haori con mangas, similar al que pudiese portar el Comandante General del Gotei 13, claro que el de Aaron tenía claro estilo arrancar, denotado por los clásicos bordes negros.
Ya andaba por el pasillo principal de la sección cuando a lo lejos pudo divisar al motivo de la interrupción de su trabajo(tampoco es que le hubiese alterado en demasía). Pelo rubio corto y algo alborotado, piel pálida y generosos senos era probablemente la descripción grosso modo más popular para aquella chica.
Mientras se acercaba la analizaba al milímetro, quizás lascivamente, como para saber lo que pasa por la cabeza del fracción; y al llegar a su altura la miró de arriba a abajo con rostro indiferente fijando su mirada en la de ella al terminar el "escaneo".
-Hola, soy Aaron Smith, fracción de esta sección, ¿que te trae por mis dominios?-Directo al grano, así era él aunque intentase disimularlo bajo educadas palabras.
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Elayne casi se puso a aplaudir de entusiasmo cuando distinguió en el fondo la silueta de alguien que parecía humano. Curvando las comisuras de sus labios en una amplia sonrisa, cerró las puertas tras ella y se preparó para recibir al desconocido. Bajo el ambiguo alumbrado del corredor, la figura cada vez se definía con mayor claridad: se trataba de un hombre de buena estatura y andar decidido; la especie de túnica amplia que vestía escondía sus formas e impedía ver sus manos, pero parecía tratarse de alguien con porte fino. El contraste de luces y sombras que producían los haces de luz azulada producían en el rostro del científico una impresión de edad mortal que en realidad no existía. Parecía bastante joven.
Se dieron unos instantes de silencio entre ambos cuando quedaron encarados. Lain ladeó la cabeza y le dirigió una prolongada mirada, todavía transmitiendo simpatía mediante sus expresiones faciales. Cuando el hombre de cabellos cortos y oscuros se identificó como la Fracción de la Sección de Investigación y Desarrollo del Hueco Mundo no podía creer en su suerte.
-Disculpe que le moleste, Smith-sama, debe estar usted muy ocupado. Me llamo Elayne Corwin y pertenezco a la Séptima Sección - realizó una decorosa inclinación de su rubia cabeza en señal de respeto, antes de volver a mirarle a los ojos-. Anteriormente no había tenido ocasión de tratar con alguien de su Sección, en la que estoy muy interesada. Tenía pensado hacerles una visita de cortesía hace tiempo. Usted sabe, es aconsejable que haya un nivel fluído de comunicación entre los miembros de las doce secciones, sobretodo si tenemos en cuenta el estado anterior en el que se encontraba la Séptima Sección con su antiguo Espada. Pero me alegra poder decir que a pesar de no haber sido nombrado todavía uno nuevo las cosas han mejorado notablemente.
Hizo una pequeña pausa, esperando no haber hablado más de la cuenta. A algunas personas solía resultarles agotador mantener una conversación con ella. Decidió que sería mejor no hacerse aborrecer demasiado pronto.
-¿Sabe? He oído hablar muy bien de usted. Se le atribuyen varios de los logros relacionados con la mejora del Hueco Mundo.
Instintivamente se puso de puntillas e intentó mirar sobre el hombro de la Fracción, por si hubiera quedado abierta alguna puerta. Tenía tanto interés en saber las cosas que guardaban allí dentro...
-Puede llamarme Lain si quiere. A algunos les resulta complicado pronunciar mi nombre original.
Se dieron unos instantes de silencio entre ambos cuando quedaron encarados. Lain ladeó la cabeza y le dirigió una prolongada mirada, todavía transmitiendo simpatía mediante sus expresiones faciales. Cuando el hombre de cabellos cortos y oscuros se identificó como la Fracción de la Sección de Investigación y Desarrollo del Hueco Mundo no podía creer en su suerte.
-Disculpe que le moleste, Smith-sama, debe estar usted muy ocupado. Me llamo Elayne Corwin y pertenezco a la Séptima Sección - realizó una decorosa inclinación de su rubia cabeza en señal de respeto, antes de volver a mirarle a los ojos-. Anteriormente no había tenido ocasión de tratar con alguien de su Sección, en la que estoy muy interesada. Tenía pensado hacerles una visita de cortesía hace tiempo. Usted sabe, es aconsejable que haya un nivel fluído de comunicación entre los miembros de las doce secciones, sobretodo si tenemos en cuenta el estado anterior en el que se encontraba la Séptima Sección con su antiguo Espada. Pero me alegra poder decir que a pesar de no haber sido nombrado todavía uno nuevo las cosas han mejorado notablemente.
Hizo una pequeña pausa, esperando no haber hablado más de la cuenta. A algunas personas solía resultarles agotador mantener una conversación con ella. Decidió que sería mejor no hacerse aborrecer demasiado pronto.
-¿Sabe? He oído hablar muy bien de usted. Se le atribuyen varios de los logros relacionados con la mejora del Hueco Mundo.
Instintivamente se puso de puntillas e intentó mirar sobre el hombro de la Fracción, por si hubiera quedado abierta alguna puerta. Tenía tanto interés en saber las cosas que guardaban allí dentro...
-Puede llamarme Lain si quiere. A algunos les resulta complicado pronunciar mi nombre original.
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Aaron no sabía que pensar de la chica tras las más que extensas primeras palabras de la misma, la cual se había presentado Elayne Corwin. ¿Curiosa?¿Charlatana?¿Pelota? Lo cierto es que la idea que el fracción se había hecho de ella tras los primeros momentos de conversación era una mezcla de todo lo anterior, y en el fondo sentía curiosidad.
Veréis en el Amanecer hay muchos tipos de arrancar debido a que ya casi es como una sociedad, pero por lo general Aaron los dividía en dos grandes subgrupos: interesantes y no interesantes, y por desgracia la mayoría pertenecía al segundo grupo. Tipos lisos, que se limitan a luchar y cumplir órdenes y cuya única meta es el aumento de poder; triste en opinión de Aaron; pero aquella jovencita(aunque aparentase más edad que él) parecía esconder más de una faceta.
-Vaya, me alagas con tus palabras. Pero tampoco creo que haya aportado tanto.-Aaron se rascó la cabeza y sonrió con modestia. Poco después se percató(como para no hacerlo) de que la arrancar intentaba fisgar por encima su hombro.
-¿Querías algo en concreto, o solo estás para curiosear?-Dijo quizás algo más tajante de lo que deseaba.-Esta parte es pública y todo el pasillo está dotado de ventanales hacia los laboratorios, aunque muchos de ellos no están operativos.Básicamente son experimentos robóticos, las cosas interesantes las guardo mejor.
Aún así mmm...Elayne-san, ¿te apetecería echar un ojo, o solo estás de paso?-Ahora parecía algo más amable(cosa muy rara en él).
Normalmente no se habría molestado en realizar una invitación pero por otra parte últimamente se había moderado en cuanto al trato con los demás arrancar. ¡Ojo, no se confunda el lector! Aaron ha entendido que es de recibo tratar educadamente a los que se presentan de este modo.Pero un trato educado no se limita al "-sama" tras su nombre, sino que se extiende a una percepción global del individuo que incluye gestos, actitudes y acciones.
Veréis en el Amanecer hay muchos tipos de arrancar debido a que ya casi es como una sociedad, pero por lo general Aaron los dividía en dos grandes subgrupos: interesantes y no interesantes, y por desgracia la mayoría pertenecía al segundo grupo. Tipos lisos, que se limitan a luchar y cumplir órdenes y cuya única meta es el aumento de poder; triste en opinión de Aaron; pero aquella jovencita(aunque aparentase más edad que él) parecía esconder más de una faceta.
-Vaya, me alagas con tus palabras. Pero tampoco creo que haya aportado tanto.-Aaron se rascó la cabeza y sonrió con modestia. Poco después se percató(como para no hacerlo) de que la arrancar intentaba fisgar por encima su hombro.
-¿Querías algo en concreto, o solo estás para curiosear?-Dijo quizás algo más tajante de lo que deseaba.-Esta parte es pública y todo el pasillo está dotado de ventanales hacia los laboratorios, aunque muchos de ellos no están operativos.Básicamente son experimentos robóticos, las cosas interesantes las guardo mejor.
Aún así mmm...Elayne-san, ¿te apetecería echar un ojo, o solo estás de paso?-Ahora parecía algo más amable(cosa muy rara en él).
Normalmente no se habría molestado en realizar una invitación pero por otra parte últimamente se había moderado en cuanto al trato con los demás arrancar. ¡Ojo, no se confunda el lector! Aaron ha entendido que es de recibo tratar educadamente a los que se presentan de este modo.Pero un trato educado no se limita al "-sama" tras su nombre, sino que se extiende a una percepción global del individuo que incluye gestos, actitudes y acciones.
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
-¿Entrar? No, por favor, no querría molestar...- decía la mujer pretendiendo parecer indiferente ante la expectativa de curiosear un poco. Quizá su intento habría tenido alguna credibilidad si no fuera porque en el mismo instante que hablaba ya estaba rodeando a Aaaron y casi corriendo hasta una de las vitrinas. Al llegar apoyó las manos en el vidrio y pegó la nariz en él. La superficie del cristal se empañaba bajo su cálida respiración- Ohh... ¿Qué es eso de ahí? ¿Y eso otro?
Como una niña caminando de un escaparate de juguetes a otro, la Arrancar parecía encantada pudiendo contemplar todo lo que quedaba a la vista del público, no importaba lo grotescas que pudieran ser las escenas expuestas. Al parecer pronto había olvidado que se encontraba ante una Fracción y debía medir su entusiasmo. Cuando volvió el rostro para dirigirse al científico, una sonrisa llena de expectativas bailaba en su semblante.
-¿Y qué son esas cosas importantes? ¿Armas? ¿Experimentos con Arrancar? -por la manera en la que retorcía su sonrisa estaba a punto de echarse a reír-. Me gustaría verlo. Siempre resulta interesante ver de qué modo trabajan otros.
Se imaginó a sí misma trabajando en esos laboratorios. Un sueño de vísceras y máquinas. Si Zelman no la quisiera en la Séptima, de cabeza se habría cambiado a esa Sección. Además, Smith resultaba bastante agradable comparado con Klauss o los otros compañeros con los que había trabajado.
-Qué suerte poder trabajar en un sitio así.
Como una niña caminando de un escaparate de juguetes a otro, la Arrancar parecía encantada pudiendo contemplar todo lo que quedaba a la vista del público, no importaba lo grotescas que pudieran ser las escenas expuestas. Al parecer pronto había olvidado que se encontraba ante una Fracción y debía medir su entusiasmo. Cuando volvió el rostro para dirigirse al científico, una sonrisa llena de expectativas bailaba en su semblante.
-¿Y qué son esas cosas importantes? ¿Armas? ¿Experimentos con Arrancar? -por la manera en la que retorcía su sonrisa estaba a punto de echarse a reír-. Me gustaría verlo. Siempre resulta interesante ver de qué modo trabajan otros.
Se imaginó a sí misma trabajando en esos laboratorios. Un sueño de vísceras y máquinas. Si Zelman no la quisiera en la Séptima, de cabeza se habría cambiado a esa Sección. Además, Smith resultaba bastante agradable comparado con Klauss o los otros compañeros con los que había trabajado.
-Qué suerte poder trabajar en un sitio así.
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Las palabras de la arrancar decían "no" constantemente, pero su lenguaje corporal pedía a gritos curiosear, ante lo cual Aaron solo pudo esbozar una liviana sonrisa. En cierto modo aquella chica le recordaba lo que le faltaba a la sección por parte de sus subordinados, entusiasmo, curiosidad...,sus subordinados se limitaban a cumplir órdenes sin más; probablemente solo Jack y Geo se salvasen.
La "chiquilla"; y decimos chiquilla porque aunque aparentase más años que Aaron, parecía una niña pequeña en busca de caramelos; iba de vidriera en vidriera contemplando todo lo que hubiese tras ellas y no se cortaba lo más mínimo en preguntar a su "anfitrión".Aaron se limitaba a seguir mínimamente a Lain explicándole de qué iban los experimentos que estaba contemplando.
-Eso son robots programados para hacer tareas de laboratorio.Muestran el mismo interés que mis actuales subordinados y no cometen fallos.Algún día reemplazaran a unos cuantos inútiles que pasarán a ser cobayas.
Ahm, eso otro es un experimento de Geo, no se si lo conocerás.Es un renacuajo con cierto talento,hay que reconocerlo. Ese experimento ya ha concluido y por ello ya está en la zona pública como mera demostración.Consiste en la elaboración de un regenerador paralizante, es decir los miembros regenerados son inmóviles; pero de momento solo sirve para shinigamis.
Veamos una demostración.
El fracción chasqueó los dedos e inmediatamente en robot del interior supo cual era su cometido. En el interior de la sala había lo que se supone que fue un shinigami y que ahora era un cacho de carne inmóvil. Estaba encadenado de pies y brazos, con estos últimos colgados al techo, y de su uniforme solo quedaban restos del hakama.
El robot desplegó de su extremidad una sierra circular y sin vacilar(estaba para ello programado) cortó el brazo derecho del sujeto. El shinigami soltó un grito ahogado, quizás por la casi total incapacidad de moverse(incluidos los pulmones probablemente) mientras la sangre proveniente del corte a la altura del codo teñía el suelo. Claro que ya habían sido algo previsores y el suelo en realidad era un enrejado que daba a un sistema de limpieza.
Tras el macabro show, el robot administró el suero, y en cuestión de segundos el shinigami volvía a poseer un brazo.
-Divertido ¿eh?-Lo cierto es que no era divertido ver como le cortan miembros a un shinigami(o quizás si) pero la satisfacción al ver un experimento funcionando supera con creces todo lo demás.
Aaron no dio respuesta alguna ante el comentario de Lain acerca de "armas y cosas importantes".No debía desvelar el contenido de aquella zona, así que se limitó a dar una respuesta totalmente neutral.
-Lo siento, pero esa zona está restringida a los miembros de la sección y a los Espada. La única manera de que veas lo que ahí hay es uniéndote a la sección.¿Acaso es esa tu intención por casualidad,Elayne-san?-Su mirada parecía atravesar los ojos de la arrancar, intentando quizás desenmarañar las intenciones de Lain.
La "chiquilla"; y decimos chiquilla porque aunque aparentase más años que Aaron, parecía una niña pequeña en busca de caramelos; iba de vidriera en vidriera contemplando todo lo que hubiese tras ellas y no se cortaba lo más mínimo en preguntar a su "anfitrión".Aaron se limitaba a seguir mínimamente a Lain explicándole de qué iban los experimentos que estaba contemplando.
-Eso son robots programados para hacer tareas de laboratorio.Muestran el mismo interés que mis actuales subordinados y no cometen fallos.Algún día reemplazaran a unos cuantos inútiles que pasarán a ser cobayas.
Ahm, eso otro es un experimento de Geo, no se si lo conocerás.Es un renacuajo con cierto talento,hay que reconocerlo. Ese experimento ya ha concluido y por ello ya está en la zona pública como mera demostración.Consiste en la elaboración de un regenerador paralizante, es decir los miembros regenerados son inmóviles; pero de momento solo sirve para shinigamis.
Veamos una demostración.
El fracción chasqueó los dedos e inmediatamente en robot del interior supo cual era su cometido. En el interior de la sala había lo que se supone que fue un shinigami y que ahora era un cacho de carne inmóvil. Estaba encadenado de pies y brazos, con estos últimos colgados al techo, y de su uniforme solo quedaban restos del hakama.
El robot desplegó de su extremidad una sierra circular y sin vacilar(estaba para ello programado) cortó el brazo derecho del sujeto. El shinigami soltó un grito ahogado, quizás por la casi total incapacidad de moverse(incluidos los pulmones probablemente) mientras la sangre proveniente del corte a la altura del codo teñía el suelo. Claro que ya habían sido algo previsores y el suelo en realidad era un enrejado que daba a un sistema de limpieza.
Tras el macabro show, el robot administró el suero, y en cuestión de segundos el shinigami volvía a poseer un brazo.
-Divertido ¿eh?-Lo cierto es que no era divertido ver como le cortan miembros a un shinigami(o quizás si) pero la satisfacción al ver un experimento funcionando supera con creces todo lo demás.
Aaron no dio respuesta alguna ante el comentario de Lain acerca de "armas y cosas importantes".No debía desvelar el contenido de aquella zona, así que se limitó a dar una respuesta totalmente neutral.
-Lo siento, pero esa zona está restringida a los miembros de la sección y a los Espada. La única manera de que veas lo que ahí hay es uniéndote a la sección.¿Acaso es esa tu intención por casualidad,Elayne-san?-Su mirada parecía atravesar los ojos de la arrancar, intentando quizás desenmarañar las intenciones de Lain.
Aaron Smith- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
La Arrancar se mostraba sorprendida y anhelante de conocer más detalles sobre todo lo que Aaron le pudiera contar, pero quizá en lo que más interesada estaba no era en lo que pudiera decir, sino en cómo lo hacía. Por algunas observaciones que había hecho de pasada, Lain sospechaba que la Fracción no sentía un apego especial hacia los miembros de su plantilla, y que claramente no consideraba a nadie insustituíble. Le parecieron unos rasgos positivos en alguien que ocupaba un puesto de ese tipo.
Comenzó la demostración y sus pupilas se dilataron al contemplar con deleite lo que era capaz de realizar aquel curioso artilugio. Las pantallas de vidrio amortiguaron los gritos del maltrecho cuerpo, aunque seguían siendo audibles. Una suave risilla brotó de la boca de la mujer, que batió las palmas con aprobación al ver los inmediatos efectos regenerativos. No dudó en registrar en su memoria el nombre del inventor para interesarse en conocerlo más tarde. Porque, ¿qué clase de mente crearía un arma que hiciese sufrir la dolorosa pérdida de un miembro pero a la vez se encargase de que fuera repuesto al momento para convertir el juego de tortura en algo interminable? Seguro que algo así sería muy útil para la Sección encargada de los interrogatorios, pero de todos modos se reflejaba el gusto mórbido por el sufrimiento que tenía el creador.
Realmente se estaba llevando una buena impresión de la Doceava en sus escasos minutos allí.
"A Zelman le parecerá divertido cuando se lo cuente."
Como cabía esperar, Aaron no iba a mostrarle qué había detrás de aquellas puertas. No obstante, todavía merecía la pena la idea de mantener buenas relaciones con su Sección.
Elayne sostuvo la intensa mirada del hombre y ensanchó su sonrisa.
-¿Me admitiría usted en su Sección si solicitara mi ingreso, Smith-sama?- respondió ella a su vez con otra pregunta, aparentando una inocencia que a veces quedaba en duda que tuviera. Lentamente volvió sus ojos azules hacia el shinigami-.Les debe haber costado encontrar uno y mantenerlo aquí con vida. ¿Sabe? Hace muchos años, conocí a un Arrancar que estaba obsesionado con ellos. Nunca he podido tratar lo suficiente con un shinigami para comprobarlo, pero él insistía en que no éramos tan diferentes. Soñaba con probar el sabor de uno...
Su mirada se perdió en la oscuridad que se escondía bajo la rejilla metálica que ahora brillaba por la humedad de la sangre reciente. De improviso, se puso a reír por algo recordado. Su pecho se agitó con energía y tuvo que llevarse una mano a la boca para sofocar las risotadas.
-Lo siento. Todavía me acuerdo de lo estúpido que fue marchándose solo. Pero nadie le echó en falta.
Puso los brazos en jarra y le echó un vistazo a Aaron, esperando que no estuviese molesto. Resultaría una grosería insistirle en ver las instalaciones del lugar, por lo que decidió no volver a sacar el tema.
-Le confesaré una cosa, señor Smith. Algunos dicen que estoy loca, pero jamás he conocido de la existencia de un genio sin un toque de demencia, ¿no está de acuerdo conmigo en eso? Me critican porque me molesto en ocupar mi tiempo libre en crear artefactos a base de las sustancias que extraigo de algunos hollows. Suelen pensar que siendo un Arrancar ya no se necesitan de más, por eso menosprecian cualquier intento de mejora. Por eso, califican mi labor de inútil- un brillo desquiciado intensificó la mirada de Elayne- ¿Verdad que es injusto, señor Smith?
Comenzó la demostración y sus pupilas se dilataron al contemplar con deleite lo que era capaz de realizar aquel curioso artilugio. Las pantallas de vidrio amortiguaron los gritos del maltrecho cuerpo, aunque seguían siendo audibles. Una suave risilla brotó de la boca de la mujer, que batió las palmas con aprobación al ver los inmediatos efectos regenerativos. No dudó en registrar en su memoria el nombre del inventor para interesarse en conocerlo más tarde. Porque, ¿qué clase de mente crearía un arma que hiciese sufrir la dolorosa pérdida de un miembro pero a la vez se encargase de que fuera repuesto al momento para convertir el juego de tortura en algo interminable? Seguro que algo así sería muy útil para la Sección encargada de los interrogatorios, pero de todos modos se reflejaba el gusto mórbido por el sufrimiento que tenía el creador.
Realmente se estaba llevando una buena impresión de la Doceava en sus escasos minutos allí.
"A Zelman le parecerá divertido cuando se lo cuente."
Como cabía esperar, Aaron no iba a mostrarle qué había detrás de aquellas puertas. No obstante, todavía merecía la pena la idea de mantener buenas relaciones con su Sección.
Elayne sostuvo la intensa mirada del hombre y ensanchó su sonrisa.
-¿Me admitiría usted en su Sección si solicitara mi ingreso, Smith-sama?- respondió ella a su vez con otra pregunta, aparentando una inocencia que a veces quedaba en duda que tuviera. Lentamente volvió sus ojos azules hacia el shinigami-.Les debe haber costado encontrar uno y mantenerlo aquí con vida. ¿Sabe? Hace muchos años, conocí a un Arrancar que estaba obsesionado con ellos. Nunca he podido tratar lo suficiente con un shinigami para comprobarlo, pero él insistía en que no éramos tan diferentes. Soñaba con probar el sabor de uno...
Su mirada se perdió en la oscuridad que se escondía bajo la rejilla metálica que ahora brillaba por la humedad de la sangre reciente. De improviso, se puso a reír por algo recordado. Su pecho se agitó con energía y tuvo que llevarse una mano a la boca para sofocar las risotadas.
-Lo siento. Todavía me acuerdo de lo estúpido que fue marchándose solo. Pero nadie le echó en falta.
Puso los brazos en jarra y le echó un vistazo a Aaron, esperando que no estuviese molesto. Resultaría una grosería insistirle en ver las instalaciones del lugar, por lo que decidió no volver a sacar el tema.
-Le confesaré una cosa, señor Smith. Algunos dicen que estoy loca, pero jamás he conocido de la existencia de un genio sin un toque de demencia, ¿no está de acuerdo conmigo en eso? Me critican porque me molesto en ocupar mi tiempo libre en crear artefactos a base de las sustancias que extraigo de algunos hollows. Suelen pensar que siendo un Arrancar ya no se necesitan de más, por eso menosprecian cualquier intento de mejora. Por eso, califican mi labor de inútil- un brillo desquiciado intensificó la mirada de Elayne- ¿Verdad que es injusto, señor Smith?
Última edición por Lain el Vie Jun 04, 2010 6:23 am, editado 2 veces
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Mientras la demostración estaba en proceso, Aaron pudo ver claramente la satisfacción o ilusión de la arrancar, pero estaba seguro de que no se debía al éxito del experimento, por lo que dedujo(quizás erróneamente) que Elayne tenía un gusto un tanto macabro por todo este tipo de experiencias mutiladoras,¿sería eso un rasgo positivo para el fracción?
Ante la pregunta de Aaron, Lain contestó con otra, cosa que provocó que Aaron arquease una ceja en señal de contrarío, ya que lo cierto es que le gustaba que respondiesen a sus preguntas.¿Y a quién no, verdad? Quizás fuese la alineación de las inexistentes estrellas de hueco mundo, o quizás se tratase del día de hacer excepciones en el "Reino del Amanecer", pero el caso es que Aaron contestó a la pregunta.
-Lo cierto es que aún no lo he decidido...-Dijo recuperando su media sonrisa.Mentía. Estaba claro que aunque fuese un poco excéntrica tenía lo necesario para entrar. No es algo mensurable, no hay un parámetro que te lo diga, simplemente, el brillo de sus ojos le decía más que cualquier palabra.
-Lo cierto es que sí. No es fácil atrapar a una de estas sanguijuelas, no por el hecho de atraparlo en sí, lo cual es relativamente fácil; el problema reside en los refuerzos que suelen llegar en proporciones desmesuradas, convirtiendo una simple expedición en una batalla campal.
Ya no sonreía. Todo ese tema le molestaba bastante. Podía soportar que apareciesen más shinigamis al rescate, podía soportar que muriesen arrancar en la tarea encomendada, pero el tener que esperar más allá de lo esperado (valga la redundancia) no lo llevaba del todo bien.Tras esto reparó en la segunda parte de la intervención de Elayne.
-Lo cierto, Elayne-san, es que en mi opinión somos una dualidad de un mismo concepto. Puedes tener un alma, o incluso un alma con alto poder espiritual, pero por algún motivo ese alma se decanta hacia una mentalidad. Pero cuando esa mentalidad es compartida se forman bandos.
Pero, ¿que pasaría si se cambiase de mentalidad?¿Que pasaría si un hollow controlase sus instintos adquiriese su forma humana y se le entrenase como shinigami? Sería curioso pero hasta ahora no ha pasado, y no pasará. Lo más cercano a la unión de "mentalidades" somos nosotros querida, y aún así no se hasta qué punto...-Hablaba en tono suave y ritmo pausado, serio e impasible aunque le interesase el tema.Convengamos que estaba concentrado en la exposición de sus ideas.
Lo cierto es que habrán podido observar en otras intervenciones que Aaron nunca ha sido muy hablador. Entonces,¿cuál es el motivo de este cambio de actitud momentáneo? Siendo lógicos lo podríamos achacar a la relación de este tema con sus investigaciones pero una mente astuta se podría preguntar: ¿Tendría algo que ver el carácter de esta peculiar arrancar? Habrá que esperar para saberlo.
Tras algún que otro comentario, Elayne miró de nuevo al fracción como tanteando los sentimientos del fracción, tras lo cual prosiguió con un trato más occidental, lo cual "alegró" al fracción.Lo cierto es que tanto "-sama" tras su nombre le saturaba por momentos.
Mientras Lain exponía sus ideas Aaron no pudo reprimir una sonrisa de apoyo y comprensión, aunque la mirada de la joven pudiese justificar las opiniones de "aquellos otros".-Injusto...probablemente.En mi opinión todos estamos locos de algún modo, otra cosa es si es manifestado. No importa "estar loco" siempre y cuando la locura no te controle.Me explico, ¿matar y diseccionar hollows es de locos? No, es un estudio exhaustivo de su anatomía y poder; ¿torturar a un ser implica estar loco? , solo si con ello no se persigue ningún fin digno del proceso.
En cuanto al tema del poder; si no evolucionas te conviertes en la comida de los que sí lo hacen, por ello es de suma necesidad la constante evolución tanto en poder como en pensamiento, pero también lo es el no obsesionarse con ello, pues ese será el momento en que la locura te controle.
Tras su exposición, durante la cual no quitó los ojos de encima de Lain, rebuscó con su mano derecha entre los bolsillos interiores de su chaqueta hasta que por fin encontró lo que buscaba. Si dejar de mirar a Elayne,como analizando su reacción sacó lentamente su mano de sus ropas para dejar ver al fin un caramelo de café con leche, en cuyo envoltorio ponía "Solano"(le encantaban estos caramelos).
-Pero...Elayne-san, no he podido evitar observar que no has contestado a mi pregunta...-Dijo paladeando el dulce mientras sonreía a su invitada.
Ante la pregunta de Aaron, Lain contestó con otra, cosa que provocó que Aaron arquease una ceja en señal de contrarío, ya que lo cierto es que le gustaba que respondiesen a sus preguntas.¿Y a quién no, verdad? Quizás fuese la alineación de las inexistentes estrellas de hueco mundo, o quizás se tratase del día de hacer excepciones en el "Reino del Amanecer", pero el caso es que Aaron contestó a la pregunta.
-Lo cierto es que aún no lo he decidido...-Dijo recuperando su media sonrisa.Mentía. Estaba claro que aunque fuese un poco excéntrica tenía lo necesario para entrar. No es algo mensurable, no hay un parámetro que te lo diga, simplemente, el brillo de sus ojos le decía más que cualquier palabra.
-Lo cierto es que sí. No es fácil atrapar a una de estas sanguijuelas, no por el hecho de atraparlo en sí, lo cual es relativamente fácil; el problema reside en los refuerzos que suelen llegar en proporciones desmesuradas, convirtiendo una simple expedición en una batalla campal.
Ya no sonreía. Todo ese tema le molestaba bastante. Podía soportar que apareciesen más shinigamis al rescate, podía soportar que muriesen arrancar en la tarea encomendada, pero el tener que esperar más allá de lo esperado (valga la redundancia) no lo llevaba del todo bien.Tras esto reparó en la segunda parte de la intervención de Elayne.
-Lo cierto, Elayne-san, es que en mi opinión somos una dualidad de un mismo concepto. Puedes tener un alma, o incluso un alma con alto poder espiritual, pero por algún motivo ese alma se decanta hacia una mentalidad. Pero cuando esa mentalidad es compartida se forman bandos.
Pero, ¿que pasaría si se cambiase de mentalidad?¿Que pasaría si un hollow controlase sus instintos adquiriese su forma humana y se le entrenase como shinigami? Sería curioso pero hasta ahora no ha pasado, y no pasará. Lo más cercano a la unión de "mentalidades" somos nosotros querida, y aún así no se hasta qué punto...-Hablaba en tono suave y ritmo pausado, serio e impasible aunque le interesase el tema.Convengamos que estaba concentrado en la exposición de sus ideas.
Lo cierto es que habrán podido observar en otras intervenciones que Aaron nunca ha sido muy hablador. Entonces,¿cuál es el motivo de este cambio de actitud momentáneo? Siendo lógicos lo podríamos achacar a la relación de este tema con sus investigaciones pero una mente astuta se podría preguntar: ¿Tendría algo que ver el carácter de esta peculiar arrancar? Habrá que esperar para saberlo.
Tras algún que otro comentario, Elayne miró de nuevo al fracción como tanteando los sentimientos del fracción, tras lo cual prosiguió con un trato más occidental, lo cual "alegró" al fracción.Lo cierto es que tanto "-sama" tras su nombre le saturaba por momentos.
Mientras Lain exponía sus ideas Aaron no pudo reprimir una sonrisa de apoyo y comprensión, aunque la mirada de la joven pudiese justificar las opiniones de "aquellos otros".-Injusto...probablemente.En mi opinión todos estamos locos de algún modo, otra cosa es si es manifestado. No importa "estar loco" siempre y cuando la locura no te controle.Me explico, ¿matar y diseccionar hollows es de locos? No, es un estudio exhaustivo de su anatomía y poder; ¿torturar a un ser implica estar loco? , solo si con ello no se persigue ningún fin digno del proceso.
En cuanto al tema del poder; si no evolucionas te conviertes en la comida de los que sí lo hacen, por ello es de suma necesidad la constante evolución tanto en poder como en pensamiento, pero también lo es el no obsesionarse con ello, pues ese será el momento en que la locura te controle.
Tras su exposición, durante la cual no quitó los ojos de encima de Lain, rebuscó con su mano derecha entre los bolsillos interiores de su chaqueta hasta que por fin encontró lo que buscaba. Si dejar de mirar a Elayne,como analizando su reacción sacó lentamente su mano de sus ropas para dejar ver al fin un caramelo de café con leche, en cuyo envoltorio ponía "Solano"(le encantaban estos caramelos).
-Pero...Elayne-san, no he podido evitar observar que no has contestado a mi pregunta...-Dijo paladeando el dulce mientras sonreía a su invitada.
Aaron Smith- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Resultaba cómodo estar junto aquel Arrancar, y aunque Elayne no estaba acostumbrada a que la tratasen de ese modo cordial, no bajó la guardia completamente mientras le escuchaba. En un par de ocasiones en su pasado casi había muerto por dejarse encandilar por las maneras formales de otros compañeros del Hueco Mundo, y ahora, aunque una olvidada y distante conciencia insistía debilmente que estaba mal, sabía qué debía hacer con toda la información que tuviera de los habitantes de El Amanecer. Zelman había sido claro, le había insistido. Incluso le rompió un brazo para llamar su atención sobre el asunto al verla distraída. Tenía que averguar todo lo posible de aquellos hombres y mujeres, sus debilidades y virtudes, las relaciones entre las secciones y los encarnizados odios que pudieran existir entre ellas.
Aquella tarea no resultaba sencilla y siempre corría el riesgo de que la descubrieran. Pero la menuda mujer de lunática mirada contaba con una ventaja que muchos le concedían: era subestimada.
Asintió al tiempo que Aaaron hacía una pausa para tomar algo de uno de sus bolsillos. Curiosa, contempló cómo el hombre extraía un objeto pequeño y brillante. Produjo un ruido plástico cuando rompió su envoltorio y se lo llevó a la boca. Lain se contuvo de hacer comentarios al respecto, al percatarse de que el científico parecía aguardar que censurase aquella acción. Ni siquiera sabía qué era aquello, pero captó un olor familiar cuando el hombre separó los labios para recordarle que no le había respondido una pregunta.
Resultaba evidente que a la Fracción le gustaban las cosas claras, y no sería ella la que se atreviera a tentar a la suerte negándose a responder. Agachó la mirada y se mordió el labio inferior, simulando estar algo azorada.
"Uh, se me ha manchado la punta de la bota izquierda. ¿De qué será? Espero que se quite lavando... aunque espera, ¿de dónde voy a sacar agua aquí? No les hará gracia que pida otro par. Ya sería el tercero de la semana y.. ¡oh, Elayne! Tonta despistada... tú pensando en los zapatos, ¿no tienes que decirle algo? Sí, está bien. Pero luego exijo pensar en lo que me de la gana. Y no me hables más en ese tono; resulta irritante. Idiota, aquí no hay nadie más, te estás insultando a ti misma. Ah, pues bien..."
Recobrando su interés por el presente, la mujer de cabellos rubios se frotó la nuca y, lentamente, trepó con sus pupilas hasta engarzarlas con las de Aaron Smith. Sonrió a medias.
-No negaré que me interesa, pero a veces hay que anteponer el deber a los deseos personales, y esta es una de esas ocasiones. Quizá cuando acabe con mis obligaciones, y si a usted le parece correcto, presente una solicitud para cambiar de Sección- dijo con voz animada, aunque sabía casi sin atisbo de duda que aquello no sería posible, pues independientemente de si los planes de Zelman resultaban exitosos o no, ella acabaría muerta.
A pesar de tan negativos pensamientos, en su rostro no se adivinaba ninguna señal de preocupación o tristeza. Quizá ya tenía tan asumido su destino que no se permitía decaimiento alguno en su vivaz carácter.
-Pero...¡oh, señor Smith! Siento curiosidad... ¿Cómo son los miembros de su sección? Debe tratarse de gente muy ocurrente viendo las cosas que fabrican. ¿Sabe? Mis compañeros de la Séptima son algo secos y distantes, me gustaría trabajar en un entorno más ameno- dijo, acompañando la confesión de una risilla- ¿Y bien? ¿Cree que podrá contarme algo de ellos o también es un asunto secreto?
---
Edit-P.D: Mil disculpas por la tardanza >.<
Aquella tarea no resultaba sencilla y siempre corría el riesgo de que la descubrieran. Pero la menuda mujer de lunática mirada contaba con una ventaja que muchos le concedían: era subestimada.
Asintió al tiempo que Aaaron hacía una pausa para tomar algo de uno de sus bolsillos. Curiosa, contempló cómo el hombre extraía un objeto pequeño y brillante. Produjo un ruido plástico cuando rompió su envoltorio y se lo llevó a la boca. Lain se contuvo de hacer comentarios al respecto, al percatarse de que el científico parecía aguardar que censurase aquella acción. Ni siquiera sabía qué era aquello, pero captó un olor familiar cuando el hombre separó los labios para recordarle que no le había respondido una pregunta.
Resultaba evidente que a la Fracción le gustaban las cosas claras, y no sería ella la que se atreviera a tentar a la suerte negándose a responder. Agachó la mirada y se mordió el labio inferior, simulando estar algo azorada.
"Uh, se me ha manchado la punta de la bota izquierda. ¿De qué será? Espero que se quite lavando... aunque espera, ¿de dónde voy a sacar agua aquí? No les hará gracia que pida otro par. Ya sería el tercero de la semana y.. ¡oh, Elayne! Tonta despistada... tú pensando en los zapatos, ¿no tienes que decirle algo? Sí, está bien. Pero luego exijo pensar en lo que me de la gana. Y no me hables más en ese tono; resulta irritante. Idiota, aquí no hay nadie más, te estás insultando a ti misma. Ah, pues bien..."
Recobrando su interés por el presente, la mujer de cabellos rubios se frotó la nuca y, lentamente, trepó con sus pupilas hasta engarzarlas con las de Aaron Smith. Sonrió a medias.
-No negaré que me interesa, pero a veces hay que anteponer el deber a los deseos personales, y esta es una de esas ocasiones. Quizá cuando acabe con mis obligaciones, y si a usted le parece correcto, presente una solicitud para cambiar de Sección- dijo con voz animada, aunque sabía casi sin atisbo de duda que aquello no sería posible, pues independientemente de si los planes de Zelman resultaban exitosos o no, ella acabaría muerta.
A pesar de tan negativos pensamientos, en su rostro no se adivinaba ninguna señal de preocupación o tristeza. Quizá ya tenía tan asumido su destino que no se permitía decaimiento alguno en su vivaz carácter.
-Pero...¡oh, señor Smith! Siento curiosidad... ¿Cómo son los miembros de su sección? Debe tratarse de gente muy ocurrente viendo las cosas que fabrican. ¿Sabe? Mis compañeros de la Séptima son algo secos y distantes, me gustaría trabajar en un entorno más ameno- dijo, acompañando la confesión de una risilla- ¿Y bien? ¿Cree que podrá contarme algo de ellos o también es un asunto secreto?
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Edit-P.D: Mil disculpas por la tardanza >.<
Lain- Arrancar Sinister
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Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Vuelta a un lado, media hacia el otro, sube, baja, y más vueltas; sin duda aquel caramelo debía de estar bastante mareado, ¿pero a quién le importa eso si a cambio puede disfrutar del excelente sabor de esta delicia? El fracción disfrutaba de este pequeño placer mientras esperaba la respuesta de la arrancar, sobre la cual se registraba un total de 243 expresiones corporales por segundo. Mentira, en aquel instante no había ningún medio para medir eso pero a Aaron le resultaba claro que el comportamiento de la arrancar había pasado en su ranking, de peculiar a extraño,rozando lo sospechoso.
Me explico. La arrancar parecía tener una "sana" curiosidad por todo lo que pasaba en esa sección e incluso por los movimientos de Aaron, patente en la reacción al sacar el caramelo. ¿Tanta expectación puede suscitar que alguien saque algo de su chaqueta? Bueno, según Aaron eso tenía un "pase". Pero cuando tras formular la pregunta bajó la cabeza mordiéndose el labio, una sensación recorrió el cuerpo de Aaron concentrándose en su núcleo pensativo(en su cerebro vaya).La expresión de Lain era la típica de una persona que se siente acorralada verbalmente, y no tiene más salida que responder, lo cual concordaba teniendo en cuenta que ya había eludido una vez su pregunta. Y eso puso la mosca detrás de la oreja del fracción, que a pesar de ello siguió actuando con normalidad. Y al fin llegó la aparentemente "forzada" respuesta.
Ésta, aunque aparentemente normal y políticamente correcta; despertó un pensamiento(otro más) en la cabeza de Aaron. En ella(la respuesta) se daba a entender como si la arrancar estuviese ocupada o inmersa en algún cometido, lo cual chocó con el hecho de que supuestamente se trataba de una visita de cortesía, aunque en ningún momento lo afirmó completamente. La cabeza le estaba empezando a dar vueltas, lo cual no era bueno para continuar con la conversación por lo que aparcó esos pensamientos para responder lo más neutralmente posible.
-No veo mayor inconveniente en ello, he visto suficiente de ti como para saber que serías apta.En cuanto a lo de tus obligaciones... no se ni tengo interés en ellas pero en mi opinión la obligación de todo arrancar es servir lo más eficientemente posible a Marcus-sama, buscando por tanto, ante todo, la sección en la que te encuentres más cómoda. Pero claro, eso es solo mi opinión.-El discurso fue serio, o digamos más bien que Aaron no articuló ninguna expresión que suscitase un adjetivo distinto.
Pero de nuevo, más sospechas, por qué tanto interés ahora en los miembros de la sección. Aaron no podía evitar pensar que los estuviese investigando con algún fin específico o no, pero de nuevo tuvo que alejar esos pensamientos y relegarlos a un segundo plano, al menos por el momento.
-¿Secreto? ¿Como podría serlo?-Ahora sonreía levemente-Lo cierto es que salvo los dos individuos que te mencioné antes, son todos tipos simples de mentalidad, pero cumplen órdenes medio decentemente y de momento sirven a mis propósitos tal y como quiero. Luego están Geo Sodera y Jack Vesper...
Veamos...tampoco no es que sepa mucho de ellos pero los describiré así a grandes rasgos.
Geo; aparentemente un criajo, parece que tenga unos 13 años humanos pero ha demostrado tener buenas ideas. En general parece un poco depresivo o pasota en cuanto a su entorno.
Jack es el polo opuesto; extrovertido,maleducado, mordaz y tajante; hará y dirá lo que quiera cuando quiera, pero a pesar de su perfil es un miembro valioso de esta sección.Me gusta porque tiene personalidad, y gracias a eso no está en un tubo de ensayo.-Sonrió "semi-maliciosamente" con ese último comentario.
Durante su exposición fue observando detenidamente las posibles reacciones de Lain por si podía captar algún detalle que le ayudase a esclarecer sus pensamientos ahora reprimidos. Por otra parte se debatía entre alargar la conversación invitándola a su despacho por si pudiese conseguir algún dato más, o dejar todo tal cual estaba y proseguir la charla en aquel pasillo. Aún no lo tenía claro así que decidió esperar a tener una respuesta acerca de su descripción de los integrantes de la sección (si la obtenía) antes de tomar esa decisión.
Me explico. La arrancar parecía tener una "sana" curiosidad por todo lo que pasaba en esa sección e incluso por los movimientos de Aaron, patente en la reacción al sacar el caramelo. ¿Tanta expectación puede suscitar que alguien saque algo de su chaqueta? Bueno, según Aaron eso tenía un "pase". Pero cuando tras formular la pregunta bajó la cabeza mordiéndose el labio, una sensación recorrió el cuerpo de Aaron concentrándose en su núcleo pensativo(en su cerebro vaya).La expresión de Lain era la típica de una persona que se siente acorralada verbalmente, y no tiene más salida que responder, lo cual concordaba teniendo en cuenta que ya había eludido una vez su pregunta. Y eso puso la mosca detrás de la oreja del fracción, que a pesar de ello siguió actuando con normalidad. Y al fin llegó la aparentemente "forzada" respuesta.
Ésta, aunque aparentemente normal y políticamente correcta; despertó un pensamiento(otro más) en la cabeza de Aaron. En ella(la respuesta) se daba a entender como si la arrancar estuviese ocupada o inmersa en algún cometido, lo cual chocó con el hecho de que supuestamente se trataba de una visita de cortesía, aunque en ningún momento lo afirmó completamente. La cabeza le estaba empezando a dar vueltas, lo cual no era bueno para continuar con la conversación por lo que aparcó esos pensamientos para responder lo más neutralmente posible.
-No veo mayor inconveniente en ello, he visto suficiente de ti como para saber que serías apta.En cuanto a lo de tus obligaciones... no se ni tengo interés en ellas pero en mi opinión la obligación de todo arrancar es servir lo más eficientemente posible a Marcus-sama, buscando por tanto, ante todo, la sección en la que te encuentres más cómoda. Pero claro, eso es solo mi opinión.-El discurso fue serio, o digamos más bien que Aaron no articuló ninguna expresión que suscitase un adjetivo distinto.
Pero de nuevo, más sospechas, por qué tanto interés ahora en los miembros de la sección. Aaron no podía evitar pensar que los estuviese investigando con algún fin específico o no, pero de nuevo tuvo que alejar esos pensamientos y relegarlos a un segundo plano, al menos por el momento.
-¿Secreto? ¿Como podría serlo?-Ahora sonreía levemente-Lo cierto es que salvo los dos individuos que te mencioné antes, son todos tipos simples de mentalidad, pero cumplen órdenes medio decentemente y de momento sirven a mis propósitos tal y como quiero. Luego están Geo Sodera y Jack Vesper...
Veamos...tampoco no es que sepa mucho de ellos pero los describiré así a grandes rasgos.
Geo; aparentemente un criajo, parece que tenga unos 13 años humanos pero ha demostrado tener buenas ideas. En general parece un poco depresivo o pasota en cuanto a su entorno.
Jack es el polo opuesto; extrovertido,maleducado, mordaz y tajante; hará y dirá lo que quiera cuando quiera, pero a pesar de su perfil es un miembro valioso de esta sección.Me gusta porque tiene personalidad, y gracias a eso no está en un tubo de ensayo.-Sonrió "semi-maliciosamente" con ese último comentario.
Durante su exposición fue observando detenidamente las posibles reacciones de Lain por si podía captar algún detalle que le ayudase a esclarecer sus pensamientos ahora reprimidos. Por otra parte se debatía entre alargar la conversación invitándola a su despacho por si pudiese conseguir algún dato más, o dejar todo tal cual estaba y proseguir la charla en aquel pasillo. Aún no lo tenía claro así que decidió esperar a tener una respuesta acerca de su descripción de los integrantes de la sección (si la obtenía) antes de tomar esa decisión.
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Al escuchar el nombre de Marcus un escalofrío le recorrió la espina dorsal. No pudo evitarlo. Trató de sonreír y aparentar normalidad, pero la expresión de Aaaron era tan neutra en aquellos momentos que le resultaba imposible adivinar si había advertido alguna reacción en ella.
¿Cómo podía un simple nombre alterar hasta el ánimo más insondable? No era que Elayne fuera conocida por ser de caracter templado, pero su comportamiento era tan voluble, tan hilarante y despreocupado que era casi extraordinario verla tensa o nerviosa. Unió las manos tras la espalda y las apretó con fuerza, tratando de tranquilizarse.
"No seas boba, niña... no se ha dado cuenta. Sigue."
El nudo de su estómago se aflojó al percibir la tenue sonrisa en los labios de la Fracción, y escuchó con interés la descripción de sus compañeros. Uno de ellos había sido el fabricante del artilugio que cercenaba extremidades y las reemplazaba por unas inmóviles. Bien. Era interesante conocer que al menos destacaban dos de los miembros de aquella Sección. Lain tendría que conocerlos más tarde.
Acompañó la mueca de apariencia malintencionada esbozada por el joven con una risilla que sonó más aguda de lo normal. Se reprendió por estar comportándose de aquel modo, y comenzó a pensar que el hecho de que Aaaron fuera tan amable podría ser en realidad un modo de que ella se relajara y cometiera errores. También podía deberse a que unas horas antes había aspirado una cantidad desmesurada de aquel humo violeta que escondía en uno de los frascos de su habitación y no le había sentado bien.
-Tal y como imaginaba, parece que en la Doceava hay gente interesante. Me gustaría conocerlos algun día...- sin romper el contacto visual con su interlocutor, se metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. No sabía muy bien qué hacer con ellas- Quizá no a ellos, pero tal vez a algun miembro de su sección le interese acompañarme alguna vez a una de mis cacerías. Se lo dije antes, ¿cierto? Obtengo muestras de hollows vivos y fabrico artilugios con ellos. Algo modesto, desde luego... no cuento con los medios necesarios para productos más avanzados.
En ese momento lamentó no haber llevado consigo algunas muestras. Al menos así se habría distraído comentando sus usos y el método que empleó para crear sus cachivaches.
-Aunque dudo que a alguien como a usted, señor Smith, puedieran interesarle los humildes inventos de una novata como yo. Pero, ¿sabe? suelen ser útiles cuando se viaja solo, y siempre es divertido luchar con añadidos.
Se convenció de que tenía que parecer indiferente ante la amenaza que suponía encontrarse allí con una Fracción. Desde su llegada a El Amanecer había convivido con aquella Espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza, y había logrado pasar inadvertida durante años, ¿por qué iba a cambiar la cosa ahora? ¿Acaso toda la tensión acumulada en ese tiempo la estaba superando?
"Tampoco es la primera vez que desconfían de ti... si es que éste también lo hace. Pero sigues viva, ¿no? Sí, sigo estándolo"
Todavía permanecían de pie ante la vitrina que mostraba al malaventurado shinigami. Ella lo señaló con un movimiento de la cabeza y sonrió.
-¿Cree que existe la posibilidad de encontrarle un compañero próximamente?
¿Cómo podía un simple nombre alterar hasta el ánimo más insondable? No era que Elayne fuera conocida por ser de caracter templado, pero su comportamiento era tan voluble, tan hilarante y despreocupado que era casi extraordinario verla tensa o nerviosa. Unió las manos tras la espalda y las apretó con fuerza, tratando de tranquilizarse.
"No seas boba, niña... no se ha dado cuenta. Sigue."
El nudo de su estómago se aflojó al percibir la tenue sonrisa en los labios de la Fracción, y escuchó con interés la descripción de sus compañeros. Uno de ellos había sido el fabricante del artilugio que cercenaba extremidades y las reemplazaba por unas inmóviles. Bien. Era interesante conocer que al menos destacaban dos de los miembros de aquella Sección. Lain tendría que conocerlos más tarde.
Acompañó la mueca de apariencia malintencionada esbozada por el joven con una risilla que sonó más aguda de lo normal. Se reprendió por estar comportándose de aquel modo, y comenzó a pensar que el hecho de que Aaaron fuera tan amable podría ser en realidad un modo de que ella se relajara y cometiera errores. También podía deberse a que unas horas antes había aspirado una cantidad desmesurada de aquel humo violeta que escondía en uno de los frascos de su habitación y no le había sentado bien.
-Tal y como imaginaba, parece que en la Doceava hay gente interesante. Me gustaría conocerlos algun día...- sin romper el contacto visual con su interlocutor, se metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. No sabía muy bien qué hacer con ellas- Quizá no a ellos, pero tal vez a algun miembro de su sección le interese acompañarme alguna vez a una de mis cacerías. Se lo dije antes, ¿cierto? Obtengo muestras de hollows vivos y fabrico artilugios con ellos. Algo modesto, desde luego... no cuento con los medios necesarios para productos más avanzados.
En ese momento lamentó no haber llevado consigo algunas muestras. Al menos así se habría distraído comentando sus usos y el método que empleó para crear sus cachivaches.
-Aunque dudo que a alguien como a usted, señor Smith, puedieran interesarle los humildes inventos de una novata como yo. Pero, ¿sabe? suelen ser útiles cuando se viaja solo, y siempre es divertido luchar con añadidos.
Se convenció de que tenía que parecer indiferente ante la amenaza que suponía encontrarse allí con una Fracción. Desde su llegada a El Amanecer había convivido con aquella Espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza, y había logrado pasar inadvertida durante años, ¿por qué iba a cambiar la cosa ahora? ¿Acaso toda la tensión acumulada en ese tiempo la estaba superando?
"Tampoco es la primera vez que desconfían de ti... si es que éste también lo hace. Pero sigues viva, ¿no? Sí, sigo estándolo"
Todavía permanecían de pie ante la vitrina que mostraba al malaventurado shinigami. Ella lo señaló con un movimiento de la cabeza y sonrió.
-¿Cree que existe la posibilidad de encontrarle un compañero próximamente?
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
La arrancar parecía volver a la normalidad por momentos. Ahora mantenía una pose menos forzada y actuaba como al inicio de su conversación -necesito un lector de mentes.-, de hecho le sería de gran utilidad en cualquier momento, lástima que fuese casi imposible de fabricar, o mejor dicho, de saber el modo de fabricarlo.
Al parecer le habían resultado interesantes las descripciones de los miembros y en consecuencia los miembros en sí, y de nuevo hacía patente su interés en conocer a alguno de los integrantes de la sección. La chica volvió a comentar sus labores con algunos hollow modestamente, a lo que Aaron respondió medio sonriendo inevitablemente.
-Quién sabe...a veces las cosas "simples" son de lo más útiles, no se puede juzgar un libro por sus tapas, ¿cierto?-Aaron se debatía entre acabar con este juego psicológico del que estaba seguro que la arrancar tenía conocimiento, o prolongarlo un poco más, y en ese caso, hasta cuando hacerlo.
Y mientras el fracción pensaba como mantener encarrilado o hacer descarrilar el tren que tenían por conversación, ésta se redirigió destino al shinigami objeto del experimento ya antes expuesto. Lo cierto es que Aaron no entendía del todo el motivo de esa pregunta, es decir, saltaba a la vista que el shinigami era más un mueble que otra cosa en el estado en el que se encontraba, pero seguía sirviendo de cobaya para este y otros experimentos.En realidad se podría pensar que nunca más podría volver a ser el mismo y recobrar la movilidad, pero Aaron ya había reparado en ello, creando una especie de antiparalizante a partir de la muestra que le proporcionó Geo. De hecho la combinación podría ser un regenerador estupendo de no ser porque el segundo producto tardaba unas 48 horas en hacer efecto, descartándolo como regenerador de alta velocidad apto para la batalla.
Pero volviendo al tema que nos ocupaba, que era..., ahm ya, ¿por qué diablos le interesaría a Elyne la obtención de un nuevo shinigami? Se podría pensar que en realidad el comentario era del todo inocente y sobradamente justificado por el estado del shinigami, pero tras estos minutos de conversación, Aaron no podía evitar sospechar, y no le gustaba estar constantemente preocupado por "lo que pudiese pasar", ya que eso siempre supone riesgos innecesarios que no estaba dispuesto a asumir, y menos si todo era relativo a la 12º Sección tal y como parecía. Así que tras este resumen de pensamiento, la respuesta del fracción.
-Probablemente...soy de la clase de gente que consigue lo que se propone, dentro de sus posibilidades por supuesto, de no ser así sería un inconsciente.
Pero me vas a permitir preguntarte algo, Elayne-san...-Su rostro pareció ensombrecerse y de nuevo sacaba su mano derecha del bolsillo para buscar algo en el interior de su chaqueta.-Toda esta curiosidad repentina y comportamiento extravagante rechinan un poco, y sin ánimos de ofender, esto parece una visita de investigación más que una visita de cortesía como sugerías al entrar. ¡Diablos! ni siquiera el más científico de los miembros muestra tanta curiosidad, lo cual me lleva a la pregunta fatal.
¿Qué me estas ocultando, Elayne-san?-Con tono sosegado a la vez que amenazante,definitivamente dirigía sus sospechas desenfundando sus palabras, dirigiéndose a ella por su nombre intencionadamente para provocar confusión entre la cordialidad que podría sugerir, y el carácter real de la pregunta.
Pero no malinterpretemos la situación, Aaron no podía saber si la arrancar ocultaba algo (ya que por el momento no puede leer mentes ajenas y la suya solo a veces) o si simplemente ella era así, cosa que esperaba por el bien de ella y de la limpieza del pasillo principal de la sección.
Un ruido pesado proveniente de la puerta principal invadió el pasillo, los resortes de la puerta se habían cerrado bloqueando la puerta totalmente, lo mismo sucedió con la puertas de los pequeños laboratorios a lo largo del pasillo y con la puerta que conectaba con el resto de la sección. Los ventanales de dichos laboratorios estaban bloqueados por una persiana metálica sin orificio alguno.¿Acaso esto había sido producido por algo en el interior de la chaqueta de Aaron? Realmente no se podía saber en aquel momento; lo único que podemos afirmar a ciencia cierta es que Aaron deseaba respuestas y tenía propuesto obtenerlas, y ya sabemos qué pasa cuando el fracción se propone algo.
Al parecer le habían resultado interesantes las descripciones de los miembros y en consecuencia los miembros en sí, y de nuevo hacía patente su interés en conocer a alguno de los integrantes de la sección. La chica volvió a comentar sus labores con algunos hollow modestamente, a lo que Aaron respondió medio sonriendo inevitablemente.
-Quién sabe...a veces las cosas "simples" son de lo más útiles, no se puede juzgar un libro por sus tapas, ¿cierto?-Aaron se debatía entre acabar con este juego psicológico del que estaba seguro que la arrancar tenía conocimiento, o prolongarlo un poco más, y en ese caso, hasta cuando hacerlo.
Y mientras el fracción pensaba como mantener encarrilado o hacer descarrilar el tren que tenían por conversación, ésta se redirigió destino al shinigami objeto del experimento ya antes expuesto. Lo cierto es que Aaron no entendía del todo el motivo de esa pregunta, es decir, saltaba a la vista que el shinigami era más un mueble que otra cosa en el estado en el que se encontraba, pero seguía sirviendo de cobaya para este y otros experimentos.En realidad se podría pensar que nunca más podría volver a ser el mismo y recobrar la movilidad, pero Aaron ya había reparado en ello, creando una especie de antiparalizante a partir de la muestra que le proporcionó Geo. De hecho la combinación podría ser un regenerador estupendo de no ser porque el segundo producto tardaba unas 48 horas en hacer efecto, descartándolo como regenerador de alta velocidad apto para la batalla.
Pero volviendo al tema que nos ocupaba, que era..., ahm ya, ¿por qué diablos le interesaría a Elyne la obtención de un nuevo shinigami? Se podría pensar que en realidad el comentario era del todo inocente y sobradamente justificado por el estado del shinigami, pero tras estos minutos de conversación, Aaron no podía evitar sospechar, y no le gustaba estar constantemente preocupado por "lo que pudiese pasar", ya que eso siempre supone riesgos innecesarios que no estaba dispuesto a asumir, y menos si todo era relativo a la 12º Sección tal y como parecía. Así que tras este resumen de pensamiento, la respuesta del fracción.
-Probablemente...soy de la clase de gente que consigue lo que se propone, dentro de sus posibilidades por supuesto, de no ser así sería un inconsciente.
Pero me vas a permitir preguntarte algo, Elayne-san...-Su rostro pareció ensombrecerse y de nuevo sacaba su mano derecha del bolsillo para buscar algo en el interior de su chaqueta.-Toda esta curiosidad repentina y comportamiento extravagante rechinan un poco, y sin ánimos de ofender, esto parece una visita de investigación más que una visita de cortesía como sugerías al entrar. ¡Diablos! ni siquiera el más científico de los miembros muestra tanta curiosidad, lo cual me lleva a la pregunta fatal.
¿Qué me estas ocultando, Elayne-san?-Con tono sosegado a la vez que amenazante,definitivamente dirigía sus sospechas desenfundando sus palabras, dirigiéndose a ella por su nombre intencionadamente para provocar confusión entre la cordialidad que podría sugerir, y el carácter real de la pregunta.
Pero no malinterpretemos la situación, Aaron no podía saber si la arrancar ocultaba algo (ya que por el momento no puede leer mentes ajenas y la suya solo a veces) o si simplemente ella era así, cosa que esperaba por el bien de ella y de la limpieza del pasillo principal de la sección.
Un ruido pesado proveniente de la puerta principal invadió el pasillo, los resortes de la puerta se habían cerrado bloqueando la puerta totalmente, lo mismo sucedió con la puertas de los pequeños laboratorios a lo largo del pasillo y con la puerta que conectaba con el resto de la sección. Los ventanales de dichos laboratorios estaban bloqueados por una persiana metálica sin orificio alguno.¿Acaso esto había sido producido por algo en el interior de la chaqueta de Aaron? Realmente no se podía saber en aquel momento; lo único que podemos afirmar a ciencia cierta es que Aaron deseaba respuestas y tenía propuesto obtenerlas, y ya sabemos qué pasa cuando el fracción se propone algo.
Aaron Smith- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Y de pronto, todas las salidas quedaron bloqueadas. A la mujer no le costó adivinar que estaba en apuros. Frunció los labios e hizo cuanto pudo para parecer serena.
-Bueeeno... como supongo que se propone averiguar qué oculto, y usted siempre obtiene lo que desea, no me quedará más remedio que confesar- dijo con cierto tono resignado. La tensión era alarmante, opresiva. El corazón le dolía. Tensó los labios sobre unos pequeños y perfectos dientes y sonrió-. Es verdad, he venido a obtener información de su sección, Señor Smith. Pero no con malas intenciones.
Con el apenas perceptible sonido de las suelas de su calzado rozando el suelo, se giró hasta darle la espalda. Tenía que pensar, y rápido. ¿Podría enfrentarse con la Fracción y salir ilesa? Nunca. Si quería sobrevivir tendría que hacer uso de un arma más sutil que la violencia.
-Verá...- a pesar de su anterior resolución de permanecer inmóvil, se encontró tirándose de los cordones del cinturón negro de tela de su uniforme, mientras la cabeza le daba vueltas- Tenía la intención de acercarme a ustedes, y que me permitieran utilizar algo de su tecnología para mis inventos. En mi sección apenas hay relación entre sus miembros, y aunque lo más sencillo sería trasladarme a la Doceava no puedo. No todavía.
"Bueno... no tienes porqué mentir. Sólo cuenta la verdad hasta el punto que no te suponga un riesgo demasiado grande"
-¿Es raro que un Arrancar tenga sentimientos de gratitud? Es posible... Pero soy así, y no puedo evitarlo. Una promesa me ata a la Séptima Sección, a pesar de que aborrezco estar en ella. No esque me incomode que me traten como basura...-frunció levemente el ceño, ladeando la cabeza y mirando a ninguna parte- Es sólo que todos me parecen unos desagradecidos. ¡Yo estoy tan feliz de ser lo que soy! Pero ellos parecen melancólicos y amargados. ¿Sabe? Es como si un veneno se vertiera de un cerebro a otro, y al final todos acabasen afectados por el mismo rencor. ¿Rencor a qué? ¡Todos hemos tenido una segunda oportunidad! ¿No escapamos del infierno?- se volteó, quedando de cara a Aaron. Ella entornó los ojos, y no pudo reprimir una sonrisa perversa- ¿No deberían estar contentos esos ingratos?
Fijó su preciosa y desquiciada mirada celeste en el científico.
-Yo acepto este mundo, pero parece que sus habitantes no hacen lo propio conmigo. Dígame, señor Smith, ¿es un delito que desee sentirme integrada?
Los haces de luz azulada se reflejaban en los mechones rubios que componían su despeinada cabellera. De pronto, la expresión de Elayne pareció un enigma.
-A veces no es fácil... -dijo con tristeza, pero las comisuras de su boca se curvaron en una incipiente sonrisa- Creo que la gente tiene razón, estoy algo majara.
-Bueeeno... como supongo que se propone averiguar qué oculto, y usted siempre obtiene lo que desea, no me quedará más remedio que confesar- dijo con cierto tono resignado. La tensión era alarmante, opresiva. El corazón le dolía. Tensó los labios sobre unos pequeños y perfectos dientes y sonrió-. Es verdad, he venido a obtener información de su sección, Señor Smith. Pero no con malas intenciones.
Con el apenas perceptible sonido de las suelas de su calzado rozando el suelo, se giró hasta darle la espalda. Tenía que pensar, y rápido. ¿Podría enfrentarse con la Fracción y salir ilesa? Nunca. Si quería sobrevivir tendría que hacer uso de un arma más sutil que la violencia.
-Verá...- a pesar de su anterior resolución de permanecer inmóvil, se encontró tirándose de los cordones del cinturón negro de tela de su uniforme, mientras la cabeza le daba vueltas- Tenía la intención de acercarme a ustedes, y que me permitieran utilizar algo de su tecnología para mis inventos. En mi sección apenas hay relación entre sus miembros, y aunque lo más sencillo sería trasladarme a la Doceava no puedo. No todavía.
"Bueno... no tienes porqué mentir. Sólo cuenta la verdad hasta el punto que no te suponga un riesgo demasiado grande"
-¿Es raro que un Arrancar tenga sentimientos de gratitud? Es posible... Pero soy así, y no puedo evitarlo. Una promesa me ata a la Séptima Sección, a pesar de que aborrezco estar en ella. No esque me incomode que me traten como basura...-frunció levemente el ceño, ladeando la cabeza y mirando a ninguna parte- Es sólo que todos me parecen unos desagradecidos. ¡Yo estoy tan feliz de ser lo que soy! Pero ellos parecen melancólicos y amargados. ¿Sabe? Es como si un veneno se vertiera de un cerebro a otro, y al final todos acabasen afectados por el mismo rencor. ¿Rencor a qué? ¡Todos hemos tenido una segunda oportunidad! ¿No escapamos del infierno?- se volteó, quedando de cara a Aaron. Ella entornó los ojos, y no pudo reprimir una sonrisa perversa- ¿No deberían estar contentos esos ingratos?
Fijó su preciosa y desquiciada mirada celeste en el científico.
-Yo acepto este mundo, pero parece que sus habitantes no hacen lo propio conmigo. Dígame, señor Smith, ¿es un delito que desee sentirme integrada?
Los haces de luz azulada se reflejaban en los mechones rubios que componían su despeinada cabellera. De pronto, la expresión de Elayne pareció un enigma.
-A veces no es fácil... -dijo con tristeza, pero las comisuras de su boca se curvaron en una incipiente sonrisa- Creo que la gente tiene razón, estoy algo majara.
Lain- Arrancar Sinister
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Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Mal y bien, bien y mal; conceptos excesivamente relativizados como para saber separarlos inconfundiblemente. Por ello, cuando Lain dijo, "pero no con malas intenciones" Aaron no pudo evitar arquear una ceja, ya que además le resultaba un tanto confuso. Si no perseguía su objetivo con "malas intenciones", ¿no hubiese sido más fácil hablar con sinceridad desde un principio?, ¿qué necesidad había de crear este estado de desconfianza y malestar? No conseguía entenderlo, pero se imaginó que la arrancar tendría sus motivos.
Aaron siguió escuchando el probablemente preparado discurso de la arrancar, aunque prefería pensar que era totalmente improvisado y sincero para no suscitar en su cabeza más sospechas innecesarias. A pesar de ello, el hecho de que Lain se girase en redondo dándole la espalda no le gustó demasiado. ¿Aún tenía algo que esconder o era simplemente vergüenza?
De nuevo, Aaron quedó impactado por las palabras, aunque por motivos obvios la arrancar no pudo ver su expresión facial.Las palabras "Una promesa me ata a la séptima sección" y " ...aunque lo más sencillo sería trasladarme a la Doceava no puedo. No todavía." resonaban en la cabeza del fracción. Quizá por ahí pudiese entrar al quid de la cuestión, pero esperó pacientemente a que la joven terminase su argumentación.
Mientras Lain terminaba su charla acerca de integración y segundas oportunidades, Aaron repasaba mentalmente su respuesta para que fuese lo más adecuada posible. La arrancar parecía un tanto desquiciada, pero Aaron se compadecía de ella y la comprendía quizás más de lo que Lain se imaginaba. Tras el amago de tristeza, terminó su discurso con una sonrisa, pero en el fondo Aaron no creía que la joven estuviese loca, simplemente creía que tenía algún que otro problema.
-Veamos...-Aaron sacó lentamente la mano derecha de su chaqueta y convengamos que se decantó por la opción menos dañina de entre las que disponía en ese bolsillo. Un caramelo, el otro ya se había consumido en su boca.-Una promesa te ata... y aún no puedes venir... deduzco pues que te gustaría venir pero algo o "alguien" te retiene "en contra de tu voluntad".
-Su rostro pasó de la anterior seriedad neutral a una "seriedad implicada", pereciendo de verdad que el fracción se preocupaba un tanto por aquella criatura confusa.-Escucha con atención, no está mal aceptar que esto es lo que hay.-Dirigió una mirada fugaz hacia el aire, hacia ningún lado en realidad, refiriéndose a "todo" en sí.
-Porque realmente es así. Pero este mundo está enfermo de individualidad. Por eso te pregunto,¿merece la pena seguir con esos individualistas, aquellos que te llaman loca? ¿Qué promesa te ata a esta estúpida situación?
Sabes, me recuerdas en parte a mí en mis primeros tiempos en este castillo, rodeado de gente que en cierto modo me despreciaba por lo que intentaba hacer. Pero mírame, aquí estoy, y muchos de ellos por contra no.-Una leve sonrisa afloró en su rostro, ¿era de satisfacción o regodeo?-Hay mucha gente de la opinión: "Marcus-sama me liberó y me dio esta posibilidad y por ello solo debo lealtad a él" , pero en mi opinión eso es una tontería.
Sin la lealtad a los compañeros; y si, suena raro viniendo de mí, ¿qué nos queda?¿Acaso Marcus-sama bajará para cubrirte las espaldas? No me malinterpretes, soy leal a él, pero sin confianza ni relación con tus compañeros, pecando de individualista, solo llegarás a la muerte.Una muerte solitaria cabe añadir.
Creo que por eso, en cierto modo, envidio a los shinigamis; con sus relaciones, su sociedad y sus amistades bajo toda esa fachada de deber.
Así que...¿qué es eso que te impide dejar esa sección? y...¿cómo podría ayudarte?-Ahora el fracción, aunque serio, parecía sincero, realmente nadie le conocía en profundidad por lo que este comportamiento resultaría extraño en todos los sentidos; pero por ello se encontraban en un habitáculo aislado y las cámaras estaban apagadas.Nadie sabría jamás qué había pasado en ese pasillo.
Esta jugada quizás fuese la última en la manga del fracción, aquella chiquilla con amagos de locura había conseguido atravesar las barreras de frialdad del fracción con sus ideas.
Aaron siguió escuchando el probablemente preparado discurso de la arrancar, aunque prefería pensar que era totalmente improvisado y sincero para no suscitar en su cabeza más sospechas innecesarias. A pesar de ello, el hecho de que Lain se girase en redondo dándole la espalda no le gustó demasiado. ¿Aún tenía algo que esconder o era simplemente vergüenza?
De nuevo, Aaron quedó impactado por las palabras, aunque por motivos obvios la arrancar no pudo ver su expresión facial.Las palabras "Una promesa me ata a la séptima sección" y " ...aunque lo más sencillo sería trasladarme a la Doceava no puedo. No todavía." resonaban en la cabeza del fracción. Quizá por ahí pudiese entrar al quid de la cuestión, pero esperó pacientemente a que la joven terminase su argumentación.
Mientras Lain terminaba su charla acerca de integración y segundas oportunidades, Aaron repasaba mentalmente su respuesta para que fuese lo más adecuada posible. La arrancar parecía un tanto desquiciada, pero Aaron se compadecía de ella y la comprendía quizás más de lo que Lain se imaginaba. Tras el amago de tristeza, terminó su discurso con una sonrisa, pero en el fondo Aaron no creía que la joven estuviese loca, simplemente creía que tenía algún que otro problema.
-Veamos...-Aaron sacó lentamente la mano derecha de su chaqueta y convengamos que se decantó por la opción menos dañina de entre las que disponía en ese bolsillo. Un caramelo, el otro ya se había consumido en su boca.-Una promesa te ata... y aún no puedes venir... deduzco pues que te gustaría venir pero algo o "alguien" te retiene "en contra de tu voluntad".
-Su rostro pasó de la anterior seriedad neutral a una "seriedad implicada", pereciendo de verdad que el fracción se preocupaba un tanto por aquella criatura confusa.-Escucha con atención, no está mal aceptar que esto es lo que hay.-Dirigió una mirada fugaz hacia el aire, hacia ningún lado en realidad, refiriéndose a "todo" en sí.
-Porque realmente es así. Pero este mundo está enfermo de individualidad. Por eso te pregunto,¿merece la pena seguir con esos individualistas, aquellos que te llaman loca? ¿Qué promesa te ata a esta estúpida situación?
Sabes, me recuerdas en parte a mí en mis primeros tiempos en este castillo, rodeado de gente que en cierto modo me despreciaba por lo que intentaba hacer. Pero mírame, aquí estoy, y muchos de ellos por contra no.-Una leve sonrisa afloró en su rostro, ¿era de satisfacción o regodeo?-Hay mucha gente de la opinión: "Marcus-sama me liberó y me dio esta posibilidad y por ello solo debo lealtad a él" , pero en mi opinión eso es una tontería.
Sin la lealtad a los compañeros; y si, suena raro viniendo de mí, ¿qué nos queda?¿Acaso Marcus-sama bajará para cubrirte las espaldas? No me malinterpretes, soy leal a él, pero sin confianza ni relación con tus compañeros, pecando de individualista, solo llegarás a la muerte.Una muerte solitaria cabe añadir.
Creo que por eso, en cierto modo, envidio a los shinigamis; con sus relaciones, su sociedad y sus amistades bajo toda esa fachada de deber.
Así que...¿qué es eso que te impide dejar esa sección? y...¿cómo podría ayudarte?-Ahora el fracción, aunque serio, parecía sincero, realmente nadie le conocía en profundidad por lo que este comportamiento resultaría extraño en todos los sentidos; pero por ello se encontraban en un habitáculo aislado y las cámaras estaban apagadas.Nadie sabría jamás qué había pasado en ese pasillo.
Esta jugada quizás fuese la última en la manga del fracción, aquella chiquilla con amagos de locura había conseguido atravesar las barreras de frialdad del fracción con sus ideas.
Aaron Smith- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
El simple hecho de recibir tanta amabilidad la descomponía. No tenía modo de saber a ciencia cierta que aquella preocupación e interés eran sinceros, pero aunque fuera por una sola vez, se sintió menos sola de lo que lo había estado siempre. La palabra que definía aquella idea bien podría ser "amparada".
-Yo...- esquivó la mirada cobriza. Estiró el brazo tímidamente y posó la mano sobre la amplia manga izquierda de la bata del científico. Algun pensamiento la hizo estremecerse de horror-. Yo le debo mi existencia. Soy lo que él creó, le pertenezco, y por eso...-alzó la cabeza; sus pupilas eran inmensas, y en ellas nadaban el miedo y el recuerdo- Las niñas buenas no desobedecen a sus padres, ¿verdad? Y yo lo soy... -masculló para sí misma.- ¡Yo lo soy!- repitió con una voz más alta y acosadora. Sus pequeñas uñas se clavaron en la tela que cubría el brazo de Aaron, aunque ella no parecía siquiera consciente de ello. Su delicado rostro de porcelana se contrajo en una mueca salvaje.
La conmoción de Elayne era patente. Soltó una risotada despiadada, pero enseguida la crueldad se borró de su cara, que adquirió una expresión distinta. De traición. De maldad. Y por encima de todo, una mirada que delataba pánico. Desesperación.
Echó la cabeza atrás y aulló de dolor, pero nadie la había tocado; la fuerza abandonó la presa que tenía sobre la extremidad del Arrancar, y sus brazos quedaron colgando a los lados con peso muerto. Se dobló sobre su propio vientre, y sus mechones cayeron flácidamente sobre su faz, ocultándola casi por completo. El pecho de Lain subía y bajaba vertiginosamente al compás de sus sollozos.
"¡Duele!", chillaba una voz en su cabeza, y un eco de la misma respondía con regocijo: "Saboréalo, porque sólo es un anticipo de lo que vendrá si desobedeces".
-Yo no quería... yo no quería... Lain es una buena chica, Lain...-parecía una enajenada, con el pelo alborotado, los dedos crispados sobre su cuello y los ojos clavándose en el suelo como si viera algo espantoso.- Por favor, perdóname... no me hagas daño...
Casi podía verse el terror y el espanto palpitando bajo su piel. Entonces comenzó a ocurrir algo extraño: todas las luces que había en el pasillo comenzaron a parpadear, extinguiendo su luz en un segundo para brillar con fuerza en el otro. Sonó cristal estallando.
El cuerpo de la Arrancar sufrió un espasmo. Algunas chispas saltaron de su propia carne. Y suavemente, como si la tierra extendiera sus brazos hacia ella y ejerciera una mística atracción, Elayne se desplomó inconsciente, con los párpados abiertos y la mirada en blanco. Una de sus manos había quedado rígida en el aire, en dirección a Aaaron. Parecía implorar ayuda.
-Yo...- esquivó la mirada cobriza. Estiró el brazo tímidamente y posó la mano sobre la amplia manga izquierda de la bata del científico. Algun pensamiento la hizo estremecerse de horror-. Yo le debo mi existencia. Soy lo que él creó, le pertenezco, y por eso...-alzó la cabeza; sus pupilas eran inmensas, y en ellas nadaban el miedo y el recuerdo- Las niñas buenas no desobedecen a sus padres, ¿verdad? Y yo lo soy... -masculló para sí misma.- ¡Yo lo soy!- repitió con una voz más alta y acosadora. Sus pequeñas uñas se clavaron en la tela que cubría el brazo de Aaron, aunque ella no parecía siquiera consciente de ello. Su delicado rostro de porcelana se contrajo en una mueca salvaje.
La conmoción de Elayne era patente. Soltó una risotada despiadada, pero enseguida la crueldad se borró de su cara, que adquirió una expresión distinta. De traición. De maldad. Y por encima de todo, una mirada que delataba pánico. Desesperación.
Echó la cabeza atrás y aulló de dolor, pero nadie la había tocado; la fuerza abandonó la presa que tenía sobre la extremidad del Arrancar, y sus brazos quedaron colgando a los lados con peso muerto. Se dobló sobre su propio vientre, y sus mechones cayeron flácidamente sobre su faz, ocultándola casi por completo. El pecho de Lain subía y bajaba vertiginosamente al compás de sus sollozos.
"¡Duele!", chillaba una voz en su cabeza, y un eco de la misma respondía con regocijo: "Saboréalo, porque sólo es un anticipo de lo que vendrá si desobedeces".
-Yo no quería... yo no quería... Lain es una buena chica, Lain...-parecía una enajenada, con el pelo alborotado, los dedos crispados sobre su cuello y los ojos clavándose en el suelo como si viera algo espantoso.- Por favor, perdóname... no me hagas daño...
Casi podía verse el terror y el espanto palpitando bajo su piel. Entonces comenzó a ocurrir algo extraño: todas las luces que había en el pasillo comenzaron a parpadear, extinguiendo su luz en un segundo para brillar con fuerza en el otro. Sonó cristal estallando.
El cuerpo de la Arrancar sufrió un espasmo. Algunas chispas saltaron de su propia carne. Y suavemente, como si la tierra extendiera sus brazos hacia ella y ejerciera una mística atracción, Elayne se desplomó inconsciente, con los párpados abiertos y la mirada en blanco. Una de sus manos había quedado rígida en el aire, en dirección a Aaaron. Parecía implorar ayuda.
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Las preguntas del fracción y toda esa amabilidad fingida o no, habían llegado al interior de la arrancar sin lugar a dudas. Ahora la joven deliraba de un modo visiblemente diferente al "normal" y sin lugar a dudas en este momento se le podría poner un cartel al cuello que pusiese "al manicomio" ,pero justo cuando Aaron tenía una opinión clara de lo que pasaba, las últimas palabras de la chica antes de desvanecerse rompieron los esquemas del fracción, que se limitaba a contemplar la escena.
- "Por favor, perdóname... no me hagas daño..." , ¿a quién se está refiriendo? ¿A mi? No, no tiene sentido, no estoy enfadado, no he dado muestra de ello en ningún momento, entonces...
Sacó las manos de sus bolsillos y con la derecha remangó mínimamente la manga contraria, lo justo para mostrar una especie de reloj plateado, probablemente de acero. Al pulsar un botón en el lateral del artilugio, un teclado holográfico fue desplegado y tras navegar por los menús de los servidores de la 12º Sección, abrió un canal de comunicación.
-Deshabiliten el bloqueo del pasillo,traigan una camilla y preparen un laboratorio auxiliar con instrumental médico. Vamos a "bucear" en la cabeza de alguien...-No pudo evitar sonreir macabramente tras estas últimas palabras.
Entre tanto que llegaban y no, Aaron se acuclilló delante de Lain, devolviendo su brazo a una postura más natural.-Pobre...-Ni siquiera terminó de pensar esto cuando las luces volvieron a la normalidad y un equipo entró a toda prisa en el pasillo. Sin necesidad de que el fracción mediase palabra, los enviados colocaron más o menos delicadamente a la arrancar en la camilla y la desplazaron a una estancia del pasillo más próxima al interior de la sección. La única diferencia que había con las demás salas de aquel pasillo es que al igual que alguna otra, carecía de ventanal al pasillo y estaba equipada casi como si fuese un quirófano.
Cuando la camilla llegó a unos enganches en el suelo de la sala, éstos se cerraron restringiendo el movimiento de la misma y todo el sistema eléctrico del lugar se puso en marcha. Lain tenía encima de ella los típicos focos de quirófano y alrededor de ella había cantidad de instrumental de diferentes categorías desplegados en bandejas y estanterías.Todo estaba listo; Aaron recorría a paso lento los últimos metros que le restaban para llegar a la puerta, y tras entrar, cerró y bloqueó la entrada para evitar molestas interrupciones.
Ahora Lain se podría percatar, que los camilleros y ahora ayudantes tenían un brillo rojo en los ojos, y que bajo toda la indumentaria apropiada para el momento había un esqueleto metálico como si de una conocida película de terror se tratase.
-Comencemos.-Se abrochó de arriba a abajo la especie de bata que llevaba,aquello podía salpicar.
Uno de los cyborgs aplicó un producto anelgésico/anestésico en la zona de la cabeza mediante tres pinchacitos apenas sensibles, tampoco era cuestión de hacer sufrir a la joven innecesariamente. Para asegurarse la tranquilidad del proceso, Aaron pulsó un botón en una de las consolas ancladas a la pared, activando unas sujeciones en forma de tiras de cuero a lo largo de todo el cuerpo de la arrancar y grilletes metálicos para las extremidades, incluyendo uno metálico para inmovilizar completamente la cabeza. El cyborg anestesista desplegó un minúsculo desintegrador de espiritrones, el cual era la herramienta quirúrgica más precisa que disponían para tratar a entes espiritules sin dejar cicatrices. Tras el proceso de varios minutos en el que Lain pudo sentir en todo momento el tacto, pero ni dolor, ni frío, ni calor; la parte superior del cráneo se desprendió, dejando a la vista su cerebro.
-Abertura completada, Smith-sama-Dijo el segundo cyborg, que simplemente monitoreaba todas las señales producidas por la arrancar.
-Bien, comenzad con el análisis de estímulos eléctricos.-Era lo bueno de programar correctamente a los ayudantes robóticos, Aaron no tenía que mover ni un dedo, sin mencionar que no cometían fallos; claro que aún no podía estar seguro al 100% ya que los estaba probando en situación real por primera vez.
Una de las pantallas del laboratorio empezó a llenarse de datos y diagnósticos de normalidad, los cuales eran analizados en tiempo real por el científico.
-Parece que todo está en orden...aunque no tiene sentido ninguno. Necesito un análisis mientras interactuo con la paciente.-Concluyó
-Despertadla, pero no anuleis la anestesia.
-Si señor.-El primer cyborg que actuó, tomó un liquido transparente que inyectó en el brazo izquierdo de la arrancar mediante una vía.
Aaron se acercó a Lain para que pudiese verle aunque fuese de reojo,ya que recordemos su cabeza está fija mirando hacia arriba.
-Elayne-san, despierta...-Como siempre, el tono neutral del fracción llenó los oídos de la arrancar, y mientras, Aaron aguardaba alguna respuesta, que abriese los ojos,algún movimiento o que directamente hablase normalmente como era de esperar.
- "Por favor, perdóname... no me hagas daño..." , ¿a quién se está refiriendo? ¿A mi? No, no tiene sentido, no estoy enfadado, no he dado muestra de ello en ningún momento, entonces...
Sacó las manos de sus bolsillos y con la derecha remangó mínimamente la manga contraria, lo justo para mostrar una especie de reloj plateado, probablemente de acero. Al pulsar un botón en el lateral del artilugio, un teclado holográfico fue desplegado y tras navegar por los menús de los servidores de la 12º Sección, abrió un canal de comunicación.
-Deshabiliten el bloqueo del pasillo,traigan una camilla y preparen un laboratorio auxiliar con instrumental médico. Vamos a "bucear" en la cabeza de alguien...-No pudo evitar sonreir macabramente tras estas últimas palabras.
Entre tanto que llegaban y no, Aaron se acuclilló delante de Lain, devolviendo su brazo a una postura más natural.-Pobre...-Ni siquiera terminó de pensar esto cuando las luces volvieron a la normalidad y un equipo entró a toda prisa en el pasillo. Sin necesidad de que el fracción mediase palabra, los enviados colocaron más o menos delicadamente a la arrancar en la camilla y la desplazaron a una estancia del pasillo más próxima al interior de la sección. La única diferencia que había con las demás salas de aquel pasillo es que al igual que alguna otra, carecía de ventanal al pasillo y estaba equipada casi como si fuese un quirófano.
Cuando la camilla llegó a unos enganches en el suelo de la sala, éstos se cerraron restringiendo el movimiento de la misma y todo el sistema eléctrico del lugar se puso en marcha. Lain tenía encima de ella los típicos focos de quirófano y alrededor de ella había cantidad de instrumental de diferentes categorías desplegados en bandejas y estanterías.Todo estaba listo; Aaron recorría a paso lento los últimos metros que le restaban para llegar a la puerta, y tras entrar, cerró y bloqueó la entrada para evitar molestas interrupciones.
Ahora Lain se podría percatar, que los camilleros y ahora ayudantes tenían un brillo rojo en los ojos, y que bajo toda la indumentaria apropiada para el momento había un esqueleto metálico como si de una conocida película de terror se tratase.
-Comencemos.-Se abrochó de arriba a abajo la especie de bata que llevaba,aquello podía salpicar.
Uno de los cyborgs aplicó un producto anelgésico/anestésico en la zona de la cabeza mediante tres pinchacitos apenas sensibles, tampoco era cuestión de hacer sufrir a la joven innecesariamente. Para asegurarse la tranquilidad del proceso, Aaron pulsó un botón en una de las consolas ancladas a la pared, activando unas sujeciones en forma de tiras de cuero a lo largo de todo el cuerpo de la arrancar y grilletes metálicos para las extremidades, incluyendo uno metálico para inmovilizar completamente la cabeza. El cyborg anestesista desplegó un minúsculo desintegrador de espiritrones, el cual era la herramienta quirúrgica más precisa que disponían para tratar a entes espiritules sin dejar cicatrices. Tras el proceso de varios minutos en el que Lain pudo sentir en todo momento el tacto, pero ni dolor, ni frío, ni calor; la parte superior del cráneo se desprendió, dejando a la vista su cerebro.
-Abertura completada, Smith-sama-Dijo el segundo cyborg, que simplemente monitoreaba todas las señales producidas por la arrancar.
-Bien, comenzad con el análisis de estímulos eléctricos.-Era lo bueno de programar correctamente a los ayudantes robóticos, Aaron no tenía que mover ni un dedo, sin mencionar que no cometían fallos; claro que aún no podía estar seguro al 100% ya que los estaba probando en situación real por primera vez.
Una de las pantallas del laboratorio empezó a llenarse de datos y diagnósticos de normalidad, los cuales eran analizados en tiempo real por el científico.
-Parece que todo está en orden...aunque no tiene sentido ninguno. Necesito un análisis mientras interactuo con la paciente.-Concluyó
-Despertadla, pero no anuleis la anestesia.
-Si señor.-El primer cyborg que actuó, tomó un liquido transparente que inyectó en el brazo izquierdo de la arrancar mediante una vía.
Aaron se acercó a Lain para que pudiese verle aunque fuese de reojo,ya que recordemos su cabeza está fija mirando hacia arriba.
-Elayne-san, despierta...-Como siempre, el tono neutral del fracción llenó los oídos de la arrancar, y mientras, Aaron aguardaba alguna respuesta, que abriese los ojos,algún movimiento o que directamente hablase normalmente como era de esperar.
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Regresó en ensoñaciones, y con violencia, a su antigua habitación del hospicio, empapelada de azul descolorido, la habitación que ninguna mano intentaba arreglar. Como todos los dormitorios, era alargado, con las camas de finos colchones dispuestas en hileras. A pesar de que allí vivían niños no había ni un solitario juguete, ningún dibujo.
Elayne, con no más de seis años, sentada sobre el suelo de madera y contemplando a una araña que hilaba su seda. El resto de niños jugaban en el patio, pero ella había logrado escabullirse; prefería estar sola. El arácnido era un espléndido tejedor esférico de color rojo y negro, y trabajaba sin descanso.
-¿Sabes? Me han dicho que no eres real- comentó con su infantil vocecita, sus ojos fijos en el trabajo que realizaban las largas y oscuras patas del insecto-, que solamente eres un producto de mi imaginación.
La red se estremecía mientras la araña tejía, y ésta corría hasta diversos rincones de su entramado para ver si había capturado alguna presa. Los cristales empañados por la suciedad dejaban pasar la débil luz que iluminaba el exterior, mordido por el frío del invierno. Elayne llevaba el cabello rubio suelto, y la luz de la vela prendida sobre la mesita de noche caldeaba la piel de su perfil.
-¿Es eso cierto?
La niña levantó hacia el techo los ojos celestes, de doradas pestañas, que algunos encontraban tan hermosos, tan traicioneros. Un rostro de hueso le sostuvo la mirada desde las alturas. Tumbado tranquilamente, inmune a la gravedad que debería haberlo arrojado al suelo, un hombre cuya piel parecía oscuridad y sus rasgos quedaban ocultos por una perturbadora máscara permanecía allí quieto. Una visión demasiado absurda, irreal.
-Puedo verte- dijo ella, con una nota de frustración en su hablar- ¿Y tú a mi?- el silencioso visitante asintió, pero no habló-. Pues nadie más te ve- la niña alzó las cejas acusadoramente.-A ver cómo explicas eso si no eres imaginario.
Cambiaron una mirada de pura investigación, y el ser no le dirigió la palabra. Se inclinó, amoldándose a la superficie húmeda del techo, pero dirigiendo la luz de sus pupilas a Elayne. La brisa larga y regular corría a través de los árboles con un murmullo de río, arrastrando las risas y los gritos de los huérfanos, que allá fuera jugaban.
-¿Y qué haces aquí? ¿Estás buscando algo?- preguntó con interés, porque, en el caso de que existiera de verdad, no podía ocurrírsele el motivo de que hubiera una criatura tan extraordinaria allí, en ese viejo edificio helado. La cabeza de él se agitó en un asentimiento- ¿De veras? ¿Y ya lo has encontrado? ¿Qué es?
Lo vio alzar el brazo sin apuro, largo y fino como una serpiente. Percibió media máscara iluminada de amarillo por las velas del interior, media máscara azul, absorbida por las sombras que engullían la zona en la que él descansaba. La señalaba a ella.
Y entonces...
Escuchó su nombre como si le susurraran al oído, pero muy lejano al mismo tiempo. Repentinamente, regresó a la dura camilla en la que yacía, con gruesas correas circundando su cuerpo, sus sentidos sumergidos en un agua tenebrosa. Los curiosos ojos azules de la Arrancar, invadidos poco a poco por la consciencia, contemplaban en el espacio puntos móviles, resplandecientes y flotantes. Sus pupilas se empequeñecieron súbitamente, como las de un gato expuesto a la luz diurna.
Lo veía todo, pero no comprendía nada. No tenía la menor idea de lo que estaba pasando. Sólo apreciaba una gran confusión: ruídos mecánicos, voces desconocidas. Frenética actividad rodeándola. Aquello era demencial y asolador.
Cerró los ojos por un instante, como si quisiera aislarse de todo aquello. Sentía su peso ingrávido. No se creía capaz de moverse.
Pesadamente volvió a abrir los párpados, y percibió por el rabillo del ojo el blanco de una bata. Aunque tratándose de poco más que un vago y borroso recuerdo, su mente evocó un amplio pasillo, un joven rostro salpicado de sombría iluminación. Poco más.
Le habría gustado decir su nombre, pero la oscuridad tenía un sabor dulce y la reclamaba de nuevo...
Elayne, con no más de seis años, sentada sobre el suelo de madera y contemplando a una araña que hilaba su seda. El resto de niños jugaban en el patio, pero ella había logrado escabullirse; prefería estar sola. El arácnido era un espléndido tejedor esférico de color rojo y negro, y trabajaba sin descanso.
-¿Sabes? Me han dicho que no eres real- comentó con su infantil vocecita, sus ojos fijos en el trabajo que realizaban las largas y oscuras patas del insecto-, que solamente eres un producto de mi imaginación.
La red se estremecía mientras la araña tejía, y ésta corría hasta diversos rincones de su entramado para ver si había capturado alguna presa. Los cristales empañados por la suciedad dejaban pasar la débil luz que iluminaba el exterior, mordido por el frío del invierno. Elayne llevaba el cabello rubio suelto, y la luz de la vela prendida sobre la mesita de noche caldeaba la piel de su perfil.
-¿Es eso cierto?
La niña levantó hacia el techo los ojos celestes, de doradas pestañas, que algunos encontraban tan hermosos, tan traicioneros. Un rostro de hueso le sostuvo la mirada desde las alturas. Tumbado tranquilamente, inmune a la gravedad que debería haberlo arrojado al suelo, un hombre cuya piel parecía oscuridad y sus rasgos quedaban ocultos por una perturbadora máscara permanecía allí quieto. Una visión demasiado absurda, irreal.
-Puedo verte- dijo ella, con una nota de frustración en su hablar- ¿Y tú a mi?- el silencioso visitante asintió, pero no habló-. Pues nadie más te ve- la niña alzó las cejas acusadoramente.-A ver cómo explicas eso si no eres imaginario.
Cambiaron una mirada de pura investigación, y el ser no le dirigió la palabra. Se inclinó, amoldándose a la superficie húmeda del techo, pero dirigiendo la luz de sus pupilas a Elayne. La brisa larga y regular corría a través de los árboles con un murmullo de río, arrastrando las risas y los gritos de los huérfanos, que allá fuera jugaban.
-¿Y qué haces aquí? ¿Estás buscando algo?- preguntó con interés, porque, en el caso de que existiera de verdad, no podía ocurrírsele el motivo de que hubiera una criatura tan extraordinaria allí, en ese viejo edificio helado. La cabeza de él se agitó en un asentimiento- ¿De veras? ¿Y ya lo has encontrado? ¿Qué es?
Lo vio alzar el brazo sin apuro, largo y fino como una serpiente. Percibió media máscara iluminada de amarillo por las velas del interior, media máscara azul, absorbida por las sombras que engullían la zona en la que él descansaba. La señalaba a ella.
Y entonces...
Escuchó su nombre como si le susurraran al oído, pero muy lejano al mismo tiempo. Repentinamente, regresó a la dura camilla en la que yacía, con gruesas correas circundando su cuerpo, sus sentidos sumergidos en un agua tenebrosa. Los curiosos ojos azules de la Arrancar, invadidos poco a poco por la consciencia, contemplaban en el espacio puntos móviles, resplandecientes y flotantes. Sus pupilas se empequeñecieron súbitamente, como las de un gato expuesto a la luz diurna.
Lo veía todo, pero no comprendía nada. No tenía la menor idea de lo que estaba pasando. Sólo apreciaba una gran confusión: ruídos mecánicos, voces desconocidas. Frenética actividad rodeándola. Aquello era demencial y asolador.
Cerró los ojos por un instante, como si quisiera aislarse de todo aquello. Sentía su peso ingrávido. No se creía capaz de moverse.
Pesadamente volvió a abrir los párpados, y percibió por el rabillo del ojo el blanco de una bata. Aunque tratándose de poco más que un vago y borroso recuerdo, su mente evocó un amplio pasillo, un joven rostro salpicado de sombría iluminación. Poco más.
Le habría gustado decir su nombre, pero la oscuridad tenía un sabor dulce y la reclamaba de nuevo...
Lain- Arrancar Sinister
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Re: Una visita desinteresada... [libre]
-Señor...-Silencio-Pero señor, es que...-¿Qué pasa?-Detectamos actividad en la zona de memoria lejana, por otra parte he de comunicar que el primer diagnóstico ha confirmado un borrado de la memoria reciente de un modo un tanto agresivo, pero no podemos clasificar las causas.
-Qué diablos estará pasando en esta cabeza...-Aunque nuevos datos salían a la luz por medio de los análisis, éstos casi arrojaban más sombra que luz al asunto.
La chica abrió los ojos por unos instantes, pero parecía no reconocer nada, o directamente quizás le diese igual, perecía más cómoda dormida. Pero a Aaron no le servía dormida, claro que solo le quedaba esperar; corrijo, podría subir la dosis del "producto despertador" o darle pinchacitos hasta que se despertase,pero aquello en aquel momento no le apeteció. En vez de eso se limitó a dirigirse a la consola en la que estaba el segundo robot, ordenando que se apartase para dejarle sitio, de modo que pudiese analizar tranquilamente los datos obtenidos y entrantes a cada momento.
-Veamos, memoria reciente borrada, y ahora mismo actividad en memoria lejana.-Se quedó aparentemente anonadado en frente de la pantalla, aunque realmente seguía pensando
-Parece que la memoria lejana funciona normalmente, la memoria cercana tiene muestras de frecuentes borrados, y aunque sería normal ya que va cambiando rápidamente a cada día, tiene muestras de borrados forzosos de origen desconocido. Esto no me gusta.-Intentaba llegar a algo, una solución, una conclusión o siquiera una idea que le permitiese avanzar.
Al final, como una luz encendiéndose delante de sus mismas narices, se le apareció un posible paso en la investigación. Pensó:
-Si la memoria reciente ha sido borrada, no recordará nuestra charla en el pasillo, ergo no me conoce dado que era nuestro primer encuentro. Pero sin embargo,la memoria lejana no sufre cambios, al menos aparentemente, por tanto para evitar el trauma de no reconocer a alguien al despertar(sobre todo si ha estado hurgando en tu cabeza) insertaré mis recuerdos, limitándolos a lo audio-visual (nada de pensamientos y demás) en la región de memoria lejana.
Es genial, y aunque tiene el inconveniente de que creerá que nuestro encuentro pasó hace bastante;sin saber el momento exacto, claro; me asegura la continuidad en cuanto a nuestro trato se refiere.- Bueno, ¿qué? Espero que este "breve" resumen de pensamiento no les haya liado o aburrido. En cualquier caso, proseguimos con los hechos.
El arrancar dispuso una silla adaptada para la labor que iba a realizar, se sentó y se conectó unos lectores de pulso a varias zonas de su cabeza. Dichos lectores estaban conectados a la misma consola que los de Elayne, caro que él no tenía la cabeza abierta. Os preguntaréis, ¿porqué abrió la cabeza de Lain si lo podía hacer así? Se le olvidó, o quizás quiso olvidarlo en ese momento, lo dejamos a vuestra interpretación.
Manipuló cuidadosamente lo datos que le mostraba la consola, al fin y al cabo, era su memoria, y no quería perder algo importante. Se centró mentalmente en lo que estaba buscando y el programa automáticamente lo destacó en la consola, haciendo infinitamente más fácil la localización de los recuerdos que buscaba. Ejecutó un diagnóstico para averiguar si la extracción y posterior transferencia iba a ser posible (ya que no siempre lo era) y tras obtener un alentador "Diagnóstico positivo" en la pantalla, inició el proceso.
Qué bonito era el mundo, pasando recuerdos de una cabeza a otra como si fuesen Pokémon...¿te acuerdas de aquella barbacoa que hicimos en casa de...? No, no estaba ese día... tranquilo te lo paso...
Ojalá fuese tan bonito. Ambos interlocutores mentales, tanto emisor como receptor sintieron un pinchazo bastante intenso en su cabeza. A pesar de lo doloroso del dolor, valga la redundancia, éste se esfumó en unos pocos segundos una vez el proceso(casi instantáneo) fue realizado.
Tras esto, se levantó de la peculiar silla una vez hubo desconectado los lectores y se acercó de nuevo a la consola; el proceso se había completado correctamente. El hecho de no estar totalmente seguro de si lo que quiera que borrase la memoria reciente podía actuar sobre la lejana le reconcomía. No podría asegurar que los recuerdos insertados no fuesen borrados, así que optó por una opción no autorizada por la paciente; ¿qué de ahí lo era? Implantó en la cabeza de la joven un diminutísimo y sofisticado dispositivo que se encargaría de evitar accesos ajenos a la memoria lejana, al fin y al cabo, todos tenemos derecho a unos recuerdos por malos que sean. Solo restaba esperar a que la arrancar despertase para ver si podían continuar y averiguar algo más, o si por contra, cerraban el "coco" de la chica.
-Qué diablos estará pasando en esta cabeza...-Aunque nuevos datos salían a la luz por medio de los análisis, éstos casi arrojaban más sombra que luz al asunto.
La chica abrió los ojos por unos instantes, pero parecía no reconocer nada, o directamente quizás le diese igual, perecía más cómoda dormida. Pero a Aaron no le servía dormida, claro que solo le quedaba esperar; corrijo, podría subir la dosis del "producto despertador" o darle pinchacitos hasta que se despertase,pero aquello en aquel momento no le apeteció. En vez de eso se limitó a dirigirse a la consola en la que estaba el segundo robot, ordenando que se apartase para dejarle sitio, de modo que pudiese analizar tranquilamente los datos obtenidos y entrantes a cada momento.
-Veamos, memoria reciente borrada, y ahora mismo actividad en memoria lejana.-Se quedó aparentemente anonadado en frente de la pantalla, aunque realmente seguía pensando
-Parece que la memoria lejana funciona normalmente, la memoria cercana tiene muestras de frecuentes borrados, y aunque sería normal ya que va cambiando rápidamente a cada día, tiene muestras de borrados forzosos de origen desconocido. Esto no me gusta.-Intentaba llegar a algo, una solución, una conclusión o siquiera una idea que le permitiese avanzar.
Al final, como una luz encendiéndose delante de sus mismas narices, se le apareció un posible paso en la investigación. Pensó:
-Si la memoria reciente ha sido borrada, no recordará nuestra charla en el pasillo, ergo no me conoce dado que era nuestro primer encuentro. Pero sin embargo,la memoria lejana no sufre cambios, al menos aparentemente, por tanto para evitar el trauma de no reconocer a alguien al despertar(sobre todo si ha estado hurgando en tu cabeza) insertaré mis recuerdos, limitándolos a lo audio-visual (nada de pensamientos y demás) en la región de memoria lejana.
Es genial, y aunque tiene el inconveniente de que creerá que nuestro encuentro pasó hace bastante;sin saber el momento exacto, claro; me asegura la continuidad en cuanto a nuestro trato se refiere.- Bueno, ¿qué? Espero que este "breve" resumen de pensamiento no les haya liado o aburrido. En cualquier caso, proseguimos con los hechos.
El arrancar dispuso una silla adaptada para la labor que iba a realizar, se sentó y se conectó unos lectores de pulso a varias zonas de su cabeza. Dichos lectores estaban conectados a la misma consola que los de Elayne, caro que él no tenía la cabeza abierta. Os preguntaréis, ¿porqué abrió la cabeza de Lain si lo podía hacer así? Se le olvidó, o quizás quiso olvidarlo en ese momento, lo dejamos a vuestra interpretación.
Manipuló cuidadosamente lo datos que le mostraba la consola, al fin y al cabo, era su memoria, y no quería perder algo importante. Se centró mentalmente en lo que estaba buscando y el programa automáticamente lo destacó en la consola, haciendo infinitamente más fácil la localización de los recuerdos que buscaba. Ejecutó un diagnóstico para averiguar si la extracción y posterior transferencia iba a ser posible (ya que no siempre lo era) y tras obtener un alentador "Diagnóstico positivo" en la pantalla, inició el proceso.
Qué bonito era el mundo, pasando recuerdos de una cabeza a otra como si fuesen Pokémon...¿te acuerdas de aquella barbacoa que hicimos en casa de...? No, no estaba ese día... tranquilo te lo paso...
Ojalá fuese tan bonito. Ambos interlocutores mentales, tanto emisor como receptor sintieron un pinchazo bastante intenso en su cabeza. A pesar de lo doloroso del dolor, valga la redundancia, éste se esfumó en unos pocos segundos una vez el proceso(casi instantáneo) fue realizado.
Tras esto, se levantó de la peculiar silla una vez hubo desconectado los lectores y se acercó de nuevo a la consola; el proceso se había completado correctamente. El hecho de no estar totalmente seguro de si lo que quiera que borrase la memoria reciente podía actuar sobre la lejana le reconcomía. No podría asegurar que los recuerdos insertados no fuesen borrados, así que optó por una opción no autorizada por la paciente; ¿qué de ahí lo era? Implantó en la cabeza de la joven un diminutísimo y sofisticado dispositivo que se encargaría de evitar accesos ajenos a la memoria lejana, al fin y al cabo, todos tenemos derecho a unos recuerdos por malos que sean. Solo restaba esperar a que la arrancar despertase para ver si podían continuar y averiguar algo más, o si por contra, cerraban el "coco" de la chica.
Última edición por Aaron Smith el Sáb Jun 12, 2010 11:21 pm, editado 1 vez
Aaron Smith- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Ambos habían surgido de las sombras semejantes a dos estatuas. Lain, de mármol añil; Aaron, más blanco aún, zafiros turbios los cabellos, las pupilas descoloridas. Y, una vez el dolor se hubo apagado, Elayne suspiró.
Impuesto primero y ensanchado por la bruma de su cerebro, luego empequeñecido, ligero y ya ardiente, un recuerdo ascendía prendiendo en su memoria. Encajaba a la perfección con el resto, como una nota sumada al crepitar de gorriones.
Su campo visual se fue iluminando gradualmente, y después, como vomitados por la noche que la reclamaba, aparecieron figuras móviles entre monitores que precipitadamente mostraban resultados y algun tipo de máquina a la que se creía conectada. Tenía la cabeza fija, y los focos que recortaban su silueta contra la camilla en la que estaba tendida le molestaban a la vista. Notaba un hormigueo desconocido en la cabeza.
-Ah...- fue lo único capaz de articular, precedido por una serie de gruñidos y balbuceos incomprensibles. Su lengua parecía de trapo, y le era tan forzoso mantener una línea de pensamiento coherente que dedujo haber estado bajo los efectos de algun narcótico. Sobreponiéndose al sopor que embotaba sus sentidos, trato de descifrar la incógnita de sus circunstancias- ¿Dónde...estoy?- frunció los labios en un rictus de desagrado-. La luz... me molesta.
Se abandonó por unos momentos a la relajación involuntaria en la que se encontraba, quizá esperando espabilarse pasado un tiempo. No sentía dolor, pero sí una sospechosa presión en algunos puntos de su cuerpo, y el instinto de supervivencia le insinuó peligro.
Medio dormida, medio despierta, similar a la fiebre que trastorna la percepción real de las cosas. Así se sentía.
-Seas quien seas... deberías saber que es...una falta de respeto...-la cabeza le daba vueltas, ¿qué iba a decir?- No está bien drogar a la gente...sin perdirle permiso. A mi... me llamaron la atención... por eso.
Al tragar saliva notó un regusto metálico. No podía recordar cómo había llegado ahí, incluso no estaba muy segura de cuánto tiempo había pasado. Y, para mayor inquietud, no había ninguna voz en su cabeza que le diera explicaciones, que señalara qué se debía hacer.
-No puedo moverme- protestó. Era exasperante no saber nada de lo que sucedía-. No me gusta este juego...
Impuesto primero y ensanchado por la bruma de su cerebro, luego empequeñecido, ligero y ya ardiente, un recuerdo ascendía prendiendo en su memoria. Encajaba a la perfección con el resto, como una nota sumada al crepitar de gorriones.
Su campo visual se fue iluminando gradualmente, y después, como vomitados por la noche que la reclamaba, aparecieron figuras móviles entre monitores que precipitadamente mostraban resultados y algun tipo de máquina a la que se creía conectada. Tenía la cabeza fija, y los focos que recortaban su silueta contra la camilla en la que estaba tendida le molestaban a la vista. Notaba un hormigueo desconocido en la cabeza.
-Ah...- fue lo único capaz de articular, precedido por una serie de gruñidos y balbuceos incomprensibles. Su lengua parecía de trapo, y le era tan forzoso mantener una línea de pensamiento coherente que dedujo haber estado bajo los efectos de algun narcótico. Sobreponiéndose al sopor que embotaba sus sentidos, trato de descifrar la incógnita de sus circunstancias- ¿Dónde...estoy?- frunció los labios en un rictus de desagrado-. La luz... me molesta.
Se abandonó por unos momentos a la relajación involuntaria en la que se encontraba, quizá esperando espabilarse pasado un tiempo. No sentía dolor, pero sí una sospechosa presión en algunos puntos de su cuerpo, y el instinto de supervivencia le insinuó peligro.
Medio dormida, medio despierta, similar a la fiebre que trastorna la percepción real de las cosas. Así se sentía.
-Seas quien seas... deberías saber que es...una falta de respeto...-la cabeza le daba vueltas, ¿qué iba a decir?- No está bien drogar a la gente...sin perdirle permiso. A mi... me llamaron la atención... por eso.
Al tragar saliva notó un regusto metálico. No podía recordar cómo había llegado ahí, incluso no estaba muy segura de cuánto tiempo había pasado. Y, para mayor inquietud, no había ninguna voz en su cabeza que le diera explicaciones, que señalara qué se debía hacer.
-No puedo moverme- protestó. Era exasperante no saber nada de lo que sucedía-. No me gusta este juego...
Lain- Arrancar Sinister
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Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
El tintineo de la consola al entrar nuevos datos iluminaba la ya de por sí bien iluminada estancia mientras los tres miembros de la 12ºSección esperaban a que la chica se despertase. Un poco más tarde de lo esperado la chica despertó, comprensiblemente desorientada e inquieta.
El foco quirúrgico le molestaba, por lo que uno de los androides reaccionó inmediatamente a un gesto de su creador, dejando la habitación solo iluminada por algunos tubos halógenos colgados en el techo.
-Estás en la 12ºSección
La arrancar siguió hablando sin importarle nada, claro que tampoco es que Aaron esperase una respuesta a su respuesta. Parecía que aún quedaba algo de anestesia en el cuerpo de la joven, lo cual se manifestaba en la dificultad que tenía ésta para articular sus palabras. Pero al parecer,todavía le quedaba sentido del humor; o al menos la siguiente frase, con una marcada pausa en medio, le inspiró eso al fracción.
Siguió hablando, notablemente molesta por la situación rechistando acerca de su más que evidente falta de movilidad; parecía que iba recobrando la normalidad.
-¿Juego? Te quedaste KO en medio de mi sección mientras hablábamos "tranquilamente"-No pudo evitar remarcar ligeramente esa palabra-Da gracias por no estar en peor situación; tampoco es que nosotros seamos las hermanitas de la caridad ayudando a pobres desmayados.
Pero bueno, creo que ya podemos soltarte.Pero antes...-Hizo un gesto con la cabeza y el androide nº1 "alias el cirujano" procedió a colocar la parte superior del cráneo de Lain en su sitio. Hecho esto fue el propio fracción el que soltó una a una las correas y grilletes que mantenían sujeta a la arrancar.
-¿Cómo te sientes? Salvando lo obvio, por supuesto.¿Me recuerdas?
PD: Siento el minipost pero estoy espectante
El foco quirúrgico le molestaba, por lo que uno de los androides reaccionó inmediatamente a un gesto de su creador, dejando la habitación solo iluminada por algunos tubos halógenos colgados en el techo.
-Estás en la 12ºSección
La arrancar siguió hablando sin importarle nada, claro que tampoco es que Aaron esperase una respuesta a su respuesta. Parecía que aún quedaba algo de anestesia en el cuerpo de la joven, lo cual se manifestaba en la dificultad que tenía ésta para articular sus palabras. Pero al parecer,todavía le quedaba sentido del humor; o al menos la siguiente frase, con una marcada pausa en medio, le inspiró eso al fracción.
Siguió hablando, notablemente molesta por la situación rechistando acerca de su más que evidente falta de movilidad; parecía que iba recobrando la normalidad.
-¿Juego? Te quedaste KO en medio de mi sección mientras hablábamos "tranquilamente"-No pudo evitar remarcar ligeramente esa palabra-Da gracias por no estar en peor situación; tampoco es que nosotros seamos las hermanitas de la caridad ayudando a pobres desmayados.
Pero bueno, creo que ya podemos soltarte.Pero antes...-Hizo un gesto con la cabeza y el androide nº1 "alias el cirujano" procedió a colocar la parte superior del cráneo de Lain en su sitio. Hecho esto fue el propio fracción el que soltó una a una las correas y grilletes que mantenían sujeta a la arrancar.
-¿Cómo te sientes? Salvando lo obvio, por supuesto.¿Me recuerdas?
PD: Siento el minipost pero estoy espectante
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
La Doceava...
Sí, Elayne recordaba haber estado allí, conversando en los pasillos con la Fracción de la Sección de Investigación, las demostraciones con el shinigami que despertaron su interés morboso, los focos de luces que le daban una tonalidad cobalto a todo allá dentro. Pero, ¿acaso no hacía mucho tiempo de eso? Tenía la sensación de que aquel recuerdo era lejano, aunque cada detalle era tan nítido y fresco como si lo hubiera percibido en el anterior abrir y cerrar de sus ojos. Era extraño, sin duda, pero desde que despertó tuvo que enfrentarse con sensaciones poco familiares.
Al escuchar la referencia hacia su desvanecimiento quiso replicar con análoga provocación de última hora, usar de aquella mirada entornada entre las pestañas, desdeñosa de posarse; pero renunció a una mímica incompatible con las correas que la abrazaban, limitándose a dirigir una sonrisa vaga al comentario de Aaron.
-A veces... me da... por quedarme dormida...-comentó con voz fatigada. Escuchó un ruído detrás de ella, y le pareció que algo estaba tocándole la cabeza. Le dejo hacer sin rechistar, aunque no habría sido capaz de oponerse dada su posición-. Hmpf... me pica, ¿cree que podría...? Oh, gracias.
Algo incapaz, intentó llevarse una mano al rostro para rascarse la punta de la nariz una vez que la liberaron de una de esas tiras que la mantenían sujeta, pero al primer intento lo único que consiguió fue propinarse a sí misma un manotazo en medio de la cara. La escena se repitió un par de veces más, golpeándose accidentalmente y quejándose, hasta que sus uñas atinaron a rozar cuidadosamente su piel.
-¡Me siento estupendamente!- exclamó de carrerilla, desprendiéndose de las ataduras restantes y obstinada a ponerse en pie. A consecuencia de tan precipitada acción sus piernas medio dormidas flaquearon, y fue a caer de cara al suelo, justo a los pies del científico. Haciendo gala de un comportamiento ufano, alzó la mirada con total naturalidad hacia el rostro del Arrancar y sonrió- No vaya usted a pensar que me he...caído. Estoy justamente donde quería...- emitió un leve gruñido, hincando una rodilla en el suelo y apoyándose con ambas manos para incorporarse- estar.
Su cuerpo se inclinaba ligeramente de un lado a otro, con cómicos balanceos de borracho. Con su mano derecha se apoyó en el mueble que más al alcance tenía, y echó un vistazo al lugar donde se encontraba. Cuando habló, era notable que ya no le suponía tanto esfuerzo.
-No esperaba que mi visita a las instalaciones de su Sección fuera de este modo- comentó, aunque no parecía acusar a Aaron de haber podido estar experimentando con ella; más bien daba la impresión de estar encantada-. Dígame, Señor Smith... ¿Qué ha ocurrido? ¿Acaso ha decicido que la compañía de su shinigami de exposición sería yo?
No lograba dar con un recuerdo posterior a la conversación en los pasillos. ¿La habrían mantenido drogada y encerrada allí desde entonces? ¿Cuánto tiempo habría pasado?
Sí, Elayne recordaba haber estado allí, conversando en los pasillos con la Fracción de la Sección de Investigación, las demostraciones con el shinigami que despertaron su interés morboso, los focos de luces que le daban una tonalidad cobalto a todo allá dentro. Pero, ¿acaso no hacía mucho tiempo de eso? Tenía la sensación de que aquel recuerdo era lejano, aunque cada detalle era tan nítido y fresco como si lo hubiera percibido en el anterior abrir y cerrar de sus ojos. Era extraño, sin duda, pero desde que despertó tuvo que enfrentarse con sensaciones poco familiares.
Al escuchar la referencia hacia su desvanecimiento quiso replicar con análoga provocación de última hora, usar de aquella mirada entornada entre las pestañas, desdeñosa de posarse; pero renunció a una mímica incompatible con las correas que la abrazaban, limitándose a dirigir una sonrisa vaga al comentario de Aaron.
-A veces... me da... por quedarme dormida...-comentó con voz fatigada. Escuchó un ruído detrás de ella, y le pareció que algo estaba tocándole la cabeza. Le dejo hacer sin rechistar, aunque no habría sido capaz de oponerse dada su posición-. Hmpf... me pica, ¿cree que podría...? Oh, gracias.
Algo incapaz, intentó llevarse una mano al rostro para rascarse la punta de la nariz una vez que la liberaron de una de esas tiras que la mantenían sujeta, pero al primer intento lo único que consiguió fue propinarse a sí misma un manotazo en medio de la cara. La escena se repitió un par de veces más, golpeándose accidentalmente y quejándose, hasta que sus uñas atinaron a rozar cuidadosamente su piel.
-¡Me siento estupendamente!- exclamó de carrerilla, desprendiéndose de las ataduras restantes y obstinada a ponerse en pie. A consecuencia de tan precipitada acción sus piernas medio dormidas flaquearon, y fue a caer de cara al suelo, justo a los pies del científico. Haciendo gala de un comportamiento ufano, alzó la mirada con total naturalidad hacia el rostro del Arrancar y sonrió- No vaya usted a pensar que me he...caído. Estoy justamente donde quería...- emitió un leve gruñido, hincando una rodilla en el suelo y apoyándose con ambas manos para incorporarse- estar.
Su cuerpo se inclinaba ligeramente de un lado a otro, con cómicos balanceos de borracho. Con su mano derecha se apoyó en el mueble que más al alcance tenía, y echó un vistazo al lugar donde se encontraba. Cuando habló, era notable que ya no le suponía tanto esfuerzo.
-No esperaba que mi visita a las instalaciones de su Sección fuera de este modo- comentó, aunque no parecía acusar a Aaron de haber podido estar experimentando con ella; más bien daba la impresión de estar encantada-. Dígame, Señor Smith... ¿Qué ha ocurrido? ¿Acaso ha decicido que la compañía de su shinigami de exposición sería yo?
No lograba dar con un recuerdo posterior a la conversación en los pasillos. ¿La habrían mantenido drogada y encerrada allí desde entonces? ¿Cuánto tiempo habría pasado?
Lain- Arrancar Sinister
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Re: Una visita desinteresada... [libre]
Sí, definitivamente parecía que la arrancar tenía ganas de volver a la normalidad pese a sus constantes errores de cálculo; otros ya se habrían resignado a esperar. Pese a todo, la arrancar consiguió erguirse sobre sus piernas, eso sí, tras un intento fallido. En ese momento Aaron le acercó una silla de lo más normal ofreciéndole asiento ya que los comentarios de Elayne, seguramente autocomplacientes, no convencían para nada al fracción.
A medida que la conversación avanzaba las capacidades comunicativas y lingüísticas de la arrancar volvían a su irónica normalidad, desembocando en la pregunta que el científico esperaba oír.
-Que qué ha pasado...veamos. Me imagino que ahora mismo te resultará raro pero trata de comprender si es posible.
Nuestra conversación en el pasillo de la sección, aunque la recuerdes como algo lejano, ha pasado hace tan solo una hora.-Hizo una breve pausa para que partiese de esa base. Hizo otra señal y uno de los androides mostró en pantalla el momento del desmayo de modo cíclico.
-La razón de todo esto; como puedes ver en el vídeo, manteníamos una conversación más o menos normal hasta que te desmayaste o algo similar. Te trajimos aquí y comprobamos tu cerebro mediante los pulsos eléctricos que circulan en el, y determinamos que por algún motivo, tu memoria cercana o reciente había sido borrada de modo artificial.
No sabía hasta qué momento no recordarías, pero estaba seguro de que no me recordarías al despertar, así que decidí insertar mis recuerdos audiovisuales de la conversación en la zona de tu cerebro correspondiente a la memoria lejana; la cual teníamos indicios de que estaba a salvo.
Así que eso es todo, ¿alguna pregunta?-El discurso tuvo un tono general que hacía parecer que de lo que se hablaba era fácil, pero sin ser para nada pedante. Aaron omitió totalmente múltiples respuestas que se le ocurrían para la última pregunta de la arrancar, ya que creyó mejor centrarse totalmente en el tema que les ocupaba.
Como un destello, más información acudió a la mente del arrancar.
-Otra cosita. Hemos estimado que existe una alta probabilidad de que tu pérdida de memoria fuese por algún factor externo; por lo que he tomado medidas. Te he instalado un microdispositivo que protegerá la zona de memoria lejana de accesos externos, se que no tenía autorización pero bueno lo cierto es que nunca me han llamado la atención por hacerlo.-En las últimas palabras fue notorio el tono irónico del fracción, imitando la expresión que había usado Lain hacía solo un momento.
¿Qué pasaría a partir de ahora?
A medida que la conversación avanzaba las capacidades comunicativas y lingüísticas de la arrancar volvían a su irónica normalidad, desembocando en la pregunta que el científico esperaba oír.
-Que qué ha pasado...veamos. Me imagino que ahora mismo te resultará raro pero trata de comprender si es posible.
Nuestra conversación en el pasillo de la sección, aunque la recuerdes como algo lejano, ha pasado hace tan solo una hora.-Hizo una breve pausa para que partiese de esa base. Hizo otra señal y uno de los androides mostró en pantalla el momento del desmayo de modo cíclico.
-La razón de todo esto; como puedes ver en el vídeo, manteníamos una conversación más o menos normal hasta que te desmayaste o algo similar. Te trajimos aquí y comprobamos tu cerebro mediante los pulsos eléctricos que circulan en el, y determinamos que por algún motivo, tu memoria cercana o reciente había sido borrada de modo artificial.
No sabía hasta qué momento no recordarías, pero estaba seguro de que no me recordarías al despertar, así que decidí insertar mis recuerdos audiovisuales de la conversación en la zona de tu cerebro correspondiente a la memoria lejana; la cual teníamos indicios de que estaba a salvo.
Así que eso es todo, ¿alguna pregunta?-El discurso tuvo un tono general que hacía parecer que de lo que se hablaba era fácil, pero sin ser para nada pedante. Aaron omitió totalmente múltiples respuestas que se le ocurrían para la última pregunta de la arrancar, ya que creyó mejor centrarse totalmente en el tema que les ocupaba.
Como un destello, más información acudió a la mente del arrancar.
-Otra cosita. Hemos estimado que existe una alta probabilidad de que tu pérdida de memoria fuese por algún factor externo; por lo que he tomado medidas. Te he instalado un microdispositivo que protegerá la zona de memoria lejana de accesos externos, se que no tenía autorización pero bueno lo cierto es que nunca me han llamado la atención por hacerlo.-En las últimas palabras fue notorio el tono irónico del fracción, imitando la expresión que había usado Lain hacía solo un momento.
¿Qué pasaría a partir de ahora?
Última edición por Aaron Smith el Sáb Jun 12, 2010 11:21 pm, editado 2 veces
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Aceptó el asiento que le ofrecían y se dispuso a escuchar la explicación de lo sucedido, aunque tanto la grabación que repetía el monitor que ahora miraba como las palabras de Aaron la dejaron descolocada.
Algunas veces le había ocurrido, el despertarse en un lugar al que no sabía cómo había llegado y no recordar nada de lo sucedido en ese día, pero tampoco era algo que le hubiera preocupado demasiado. Veamos, ella siempre había sido una persona extraña, tanto viva como en su nuevo papel en Hueco Mundo. Simplemente pensó que aquellas desconexiones que sufría su consciencia podrían deberse a que su cerebro se viera afectado por una sobrecarga eléctrica.
Pero ahora le estaban diciendo que algo o alguien interfería en su mente, y que aquello precisamente era el origen de esos ataques tan bruscos.
"¿Pero cómo...?"
Se inclinó hacia delante en la silla, estudiando con una mirada ávida la escena en la que se mostraba su desmayo una y otra vez. La expresión que veía dibujada en su propio rostro era desoladora.
Pasó un buen rato así, sin que ella dijera nada, simplemente contemplando las imágenes de la pantalla. Se quedó escuchando cómo su propio aliento salía y entraba de sus pulmones.
Ella siempre se había consideraro libre... ¿Pero alguna vez había tenido la oportunidad de escoger algo importante por sí misma?
Toda su existencia había sido planificada, dirigida y manipulada. Y ella estaba contenta con ello, mucho más de lo que podría estarlo cualquiera en su misma situación.
"¿Es real que me sienta de este modo?", se preguntó, pasándose una mano por la cabeza, donde debiera estar el supuesto dispositivo que le habían implantado, "¿O también mi actitud transigente formaba parte de lo pactado por las manos que tiran de mis cuerdas?"
Cuestionarse todo aquello la hacía sentirse un poco desgraciada. Miró a Aaron y luego el pedazo de suelo que había entre ambos. Tampoco podía confiar en él. Nada le aseguraba que el científico no hubiera trasgiversado los acontecimientos para hacerla creer en algo muy distante a la realidad. ¡Quién sabría por qué haría algo así! Quizá solamente por diversión.
"Y a mi me dieron unas órdenes..."
Órdenes. A través de ellas una voz se podía convertir en un ejército, y un aliento en sangre.
"No se me puede olvidar... ¿pero por qué hacerlo? ¿por qué traicionar a El Amanecer? ¿O pensando así estoy traicionando a Zelman? Ojalá alguien me dijera qué debo hacer..."
Se palpó la frente, perlada de frío sudor. Necesitaba respuestas, pero no sabía muy bien qué preguntas formular.
Normalmente pensar no le costaba tanto esfuerzo. Además, algo había cambiado, lo podía notar.
-Entonces...¿no se sabe qué lo hizo? Quiero decir...-se humedeció los labios, algo dubitativa-. Quizá fue peleando contra algun hollow o... ¡o mi electricidad! Siempre he pensado que debía traer más inconvenientes que dejarme el pelo de punta o dar calambrazos.
Soltó una risilla nerviosa y sonrió. Un tic le producía temblores en la mejilla derecha.
-Es confuso, y no me encuentro bien. Tal vez debería retirarme...
Algunas veces le había ocurrido, el despertarse en un lugar al que no sabía cómo había llegado y no recordar nada de lo sucedido en ese día, pero tampoco era algo que le hubiera preocupado demasiado. Veamos, ella siempre había sido una persona extraña, tanto viva como en su nuevo papel en Hueco Mundo. Simplemente pensó que aquellas desconexiones que sufría su consciencia podrían deberse a que su cerebro se viera afectado por una sobrecarga eléctrica.
Pero ahora le estaban diciendo que algo o alguien interfería en su mente, y que aquello precisamente era el origen de esos ataques tan bruscos.
"¿Pero cómo...?"
Se inclinó hacia delante en la silla, estudiando con una mirada ávida la escena en la que se mostraba su desmayo una y otra vez. La expresión que veía dibujada en su propio rostro era desoladora.
Pasó un buen rato así, sin que ella dijera nada, simplemente contemplando las imágenes de la pantalla. Se quedó escuchando cómo su propio aliento salía y entraba de sus pulmones.
Ella siempre se había consideraro libre... ¿Pero alguna vez había tenido la oportunidad de escoger algo importante por sí misma?
Toda su existencia había sido planificada, dirigida y manipulada. Y ella estaba contenta con ello, mucho más de lo que podría estarlo cualquiera en su misma situación.
"¿Es real que me sienta de este modo?", se preguntó, pasándose una mano por la cabeza, donde debiera estar el supuesto dispositivo que le habían implantado, "¿O también mi actitud transigente formaba parte de lo pactado por las manos que tiran de mis cuerdas?"
Cuestionarse todo aquello la hacía sentirse un poco desgraciada. Miró a Aaron y luego el pedazo de suelo que había entre ambos. Tampoco podía confiar en él. Nada le aseguraba que el científico no hubiera trasgiversado los acontecimientos para hacerla creer en algo muy distante a la realidad. ¡Quién sabría por qué haría algo así! Quizá solamente por diversión.
"Y a mi me dieron unas órdenes..."
Órdenes. A través de ellas una voz se podía convertir en un ejército, y un aliento en sangre.
"No se me puede olvidar... ¿pero por qué hacerlo? ¿por qué traicionar a El Amanecer? ¿O pensando así estoy traicionando a Zelman? Ojalá alguien me dijera qué debo hacer..."
Se palpó la frente, perlada de frío sudor. Necesitaba respuestas, pero no sabía muy bien qué preguntas formular.
Normalmente pensar no le costaba tanto esfuerzo. Además, algo había cambiado, lo podía notar.
-Entonces...¿no se sabe qué lo hizo? Quiero decir...-se humedeció los labios, algo dubitativa-. Quizá fue peleando contra algun hollow o... ¡o mi electricidad! Siempre he pensado que debía traer más inconvenientes que dejarme el pelo de punta o dar calambrazos.
Soltó una risilla nerviosa y sonrió. Un tic le producía temblores en la mejilla derecha.
-Es confuso, y no me encuentro bien. Tal vez debería retirarme...
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Mientras Lain observaba atentamente las imágenes que el fracción le ofrecía, Aaron desconectó a los dos androides. Parecía un tanto confusa, quién no lo estaría, esa era la impresión que tenía Aaron, así que se propuso actuar de un modo más o menos sensible. Dentro del hecho de que fuese una arrancar más, tenía que reconocer que le preocupaba un tanto más de lo normal por algún motivo, quizás fuese debido a las extrañas circunstancias en las que se habían conocido.
Llegó el momento en el que Lain dejó de mirar la pantalla para mirar al fracción y luego al trozo de suelo que los separaba. Aunque solo por un instante, Aaron pudo percibir que la arrancar se encontraba sumamente confusa y perdida; quizás no confiase en él a pesar de recordarle. El fracción ya había previsto eso, entendía perfectamente como se podía sentir alguien al que le han controlado y manipulado su mente, la incertidumbre sobre las intenciones de las personas circundantes y el desasosiego que produce el no saber hasta qué punto algo es verdad. Aaron lo había previsto.
Tras unos instantes mirando al suelo, la joven se decidió a hablar.-¿Su electricidad? Claro, su poder hollow, serás idiota. Eso explica porqué "esa" región de su cerebro estaba constantemente repitiendo algo. Quizás...-El hilo mental se cortó cuando sus oídos captaron un intento de despedida; no era lo que deseaba el fracción pero quizás estuviese bien, por ahora.
-Si,sería conveniente que descansaras. Por otra parte... se a ciencia cierta que ahora mismo no tienes nada seguro, y eso.. puede ser algo peliagudo. También intuyo por este mismo motivo que no sabes en quién confiar; al menos yo me sentiría así; por lo que te propongo algo.-Hizo una pausa mientras tomaba asiento frente a ella.
-Piensa en esto. Soy un científico, nunca le diría a alguien lo que le he hecho, ya que podría alterar las pautas del experimento. Te he dicho que te he implantado un pequeño dispositivo para asegurar tu memoria lejana, y podría haberlo guardado en secreto. Si en cualquier momento quieres que lo retire, lo haré sin problemas.
Por otra parte, si en algún momento quieres saber algo, ven y te contaré lo que sepa; se me hace extraño, pero por una vez siento que puedo usar mi talento para ayudar a alguien que no sea yo mismo, y en cierto modo, es reconfortante. Mírame como un doctor en vez de como un científico si lo prefieres, y si quieres te puedes permitir el lujo de considerarme un amigo, eres la única persona en todo el mundo que puede decir eso.
Así que ahora, creo que es hora de descansar, Elayne-san.-Terminó sonriendo amablemente.
Durante el discurso, Aaron se mostró tranquilo y lo más humano que pudo, pero nunca fingiendo en absoluto, y esperaba que Lain se diese cuenta. Ya no podía hacer más de lo que había hecho. Podría haberla atado de nuevo a la camilla y haber neutralizado ese foco de señales eléctricas cíclicas, y probablemente algo hubiese cambiado, pero por esta vez, y solo en este caso, actuaría de un modo diferente.
Llegó el momento en el que Lain dejó de mirar la pantalla para mirar al fracción y luego al trozo de suelo que los separaba. Aunque solo por un instante, Aaron pudo percibir que la arrancar se encontraba sumamente confusa y perdida; quizás no confiase en él a pesar de recordarle. El fracción ya había previsto eso, entendía perfectamente como se podía sentir alguien al que le han controlado y manipulado su mente, la incertidumbre sobre las intenciones de las personas circundantes y el desasosiego que produce el no saber hasta qué punto algo es verdad. Aaron lo había previsto.
Tras unos instantes mirando al suelo, la joven se decidió a hablar.-¿Su electricidad? Claro, su poder hollow, serás idiota. Eso explica porqué "esa" región de su cerebro estaba constantemente repitiendo algo. Quizás...-El hilo mental se cortó cuando sus oídos captaron un intento de despedida; no era lo que deseaba el fracción pero quizás estuviese bien, por ahora.
-Si,sería conveniente que descansaras. Por otra parte... se a ciencia cierta que ahora mismo no tienes nada seguro, y eso.. puede ser algo peliagudo. También intuyo por este mismo motivo que no sabes en quién confiar; al menos yo me sentiría así; por lo que te propongo algo.-Hizo una pausa mientras tomaba asiento frente a ella.
-Piensa en esto. Soy un científico, nunca le diría a alguien lo que le he hecho, ya que podría alterar las pautas del experimento. Te he dicho que te he implantado un pequeño dispositivo para asegurar tu memoria lejana, y podría haberlo guardado en secreto. Si en cualquier momento quieres que lo retire, lo haré sin problemas.
Por otra parte, si en algún momento quieres saber algo, ven y te contaré lo que sepa; se me hace extraño, pero por una vez siento que puedo usar mi talento para ayudar a alguien que no sea yo mismo, y en cierto modo, es reconfortante. Mírame como un doctor en vez de como un científico si lo prefieres, y si quieres te puedes permitir el lujo de considerarme un amigo, eres la única persona en todo el mundo que puede decir eso.
Así que ahora, creo que es hora de descansar, Elayne-san.-Terminó sonriendo amablemente.
Durante el discurso, Aaron se mostró tranquilo y lo más humano que pudo, pero nunca fingiendo en absoluto, y esperaba que Lain se diese cuenta. Ya no podía hacer más de lo que había hecho. Podría haberla atado de nuevo a la camilla y haber neutralizado ese foco de señales eléctricas cíclicas, y probablemente algo hubiese cambiado, pero por esta vez, y solo en este caso, actuaría de un modo diferente.
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Una visita desinteresada... [libre]
Observó la extraña atmósfera que se había creado a su alrededor, tras haber escuchado a Aaron. Aquel silencio y esa tranquilidad que no había logrado envolverla del todo parecían propicias para algun tipo de confesión. Y ella tenía algo muy importante que contar, pero no sabía si debía hacerlo.
Confianza... nunca había sabido de eso, quizá sí de servidumbre ciega o de una admiración algo idealista, pero jamás había encontrado a alguien con el que compartir sus miedos, secretos y esperanzas; un amigo.
"Una idea algo descabellada e impensable para un Arrancar, ¿cierto?"
Todavía sopesando las palabras del científico se recostó contra el respaldo de la silla y estiró las piernas, cruzando un tobillo sobre el otro, las manos entrelazadas sobre la nuca. Sus ojos maníacos miraron por encima de los monitores ahora apagados lugares lejanos y prohibidos.
"Así que un médico, ¿eh? No había caído en la cuenta, pero se parece un poco a Malcom... quizá sea por el olor de esa cosa que estaba comiendo antes. ¿Qué hacemos, Elayne? ¿Nos fiamos de él o no?"
De vez en cuando le dedicaba alguna mirada de soslayo, pero no verbalizaba ninguna de sus impresiones personales. Por un lado pensaba que no podía crear ningun vínculo con alguien que hubiera conocido de hacía solamente unas horas, y por otra parte le daba la impresión de que nadie la conocía del mismo modo que él, ni mucho menos se había molestado por su bienestar de igual manera. Aquello era inusual... estar planteándose cosas por sí sola, sin interferencias.
"No sé si ha sido cosa tuya o de tus amigos, Zelman, pero seguro que no esperabas que sucediera algo así... Y yo todavía no sé si estoy o no arrepentida de haber venido hoy aquí."
Exhaló un suspiro de resignación antes de ponerse en pie. Ganó unos momentos pasando sus manos sobre la tela de su uniforme, recomponiéndolo un poco, durante los cuales pensó en qué decir a continuación.
-Aaron...-negó con la cabeza y rectificó:- Señor Smith. Comprendo y valoro el esfuerzo que ha tenido que hacer, ya que dudo que me crea completamente...inofensiva. Soy consciente que actúo de un modo extraño generalmente, pero lo de hoy ha sido, francamente, algo que podría haber bastado para que me tuvieran aquí encerrada por los restos, haciéndome pruebas-. Parpadeó, huyendo por un rato de los ojos oscuros del Arrancar. Le era más fácil soltar todo aquello de golpe si no se distraía- No sé si lo ha hecho porque no quiere tener problemas con mi Fracción o porque...bueno, porque usted es diferente a la gente de aquí- hizo una pausa, en la que se revolvió algo inquieta-. Independientemente del motivo, quería darle las gracias por todo. Quizá muchas cosas en mi vida cambien ahora que...- se interrumpió. Alzó el rostro y le dedicó una sonrisa franca al hombre- Es agradable saberse libre, al menos de pensamiento.
Pegó los brazos al cuerpo y se inclinó con suavidad, realizando una reverencia a modo de despedida formal.
-Si no le incomoda... me gustaría visitarle en más ocasiones. Aunque solamente pueda entrar hasta el pasillo.
Confianza... nunca había sabido de eso, quizá sí de servidumbre ciega o de una admiración algo idealista, pero jamás había encontrado a alguien con el que compartir sus miedos, secretos y esperanzas; un amigo.
"Una idea algo descabellada e impensable para un Arrancar, ¿cierto?"
Todavía sopesando las palabras del científico se recostó contra el respaldo de la silla y estiró las piernas, cruzando un tobillo sobre el otro, las manos entrelazadas sobre la nuca. Sus ojos maníacos miraron por encima de los monitores ahora apagados lugares lejanos y prohibidos.
"Así que un médico, ¿eh? No había caído en la cuenta, pero se parece un poco a Malcom... quizá sea por el olor de esa cosa que estaba comiendo antes. ¿Qué hacemos, Elayne? ¿Nos fiamos de él o no?"
De vez en cuando le dedicaba alguna mirada de soslayo, pero no verbalizaba ninguna de sus impresiones personales. Por un lado pensaba que no podía crear ningun vínculo con alguien que hubiera conocido de hacía solamente unas horas, y por otra parte le daba la impresión de que nadie la conocía del mismo modo que él, ni mucho menos se había molestado por su bienestar de igual manera. Aquello era inusual... estar planteándose cosas por sí sola, sin interferencias.
"No sé si ha sido cosa tuya o de tus amigos, Zelman, pero seguro que no esperabas que sucediera algo así... Y yo todavía no sé si estoy o no arrepentida de haber venido hoy aquí."
Exhaló un suspiro de resignación antes de ponerse en pie. Ganó unos momentos pasando sus manos sobre la tela de su uniforme, recomponiéndolo un poco, durante los cuales pensó en qué decir a continuación.
-Aaron...-negó con la cabeza y rectificó:- Señor Smith. Comprendo y valoro el esfuerzo que ha tenido que hacer, ya que dudo que me crea completamente...inofensiva. Soy consciente que actúo de un modo extraño generalmente, pero lo de hoy ha sido, francamente, algo que podría haber bastado para que me tuvieran aquí encerrada por los restos, haciéndome pruebas-. Parpadeó, huyendo por un rato de los ojos oscuros del Arrancar. Le era más fácil soltar todo aquello de golpe si no se distraía- No sé si lo ha hecho porque no quiere tener problemas con mi Fracción o porque...bueno, porque usted es diferente a la gente de aquí- hizo una pausa, en la que se revolvió algo inquieta-. Independientemente del motivo, quería darle las gracias por todo. Quizá muchas cosas en mi vida cambien ahora que...- se interrumpió. Alzó el rostro y le dedicó una sonrisa franca al hombre- Es agradable saberse libre, al menos de pensamiento.
Pegó los brazos al cuerpo y se inclinó con suavidad, realizando una reverencia a modo de despedida formal.
-Si no le incomoda... me gustaría visitarle en más ocasiones. Aunque solamente pueda entrar hasta el pasillo.
Lain- Arrancar Sinister
- Post : 143
Edad : 34
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