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Vagando en los cuarteles.
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Gotei :: Escuadrón Makoto - Sinceridad Absoluta
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Vagando en los cuarteles.
Ryu caminaba, no no, más bien, vagaba. No tenía nada que hacer. Hace poco que se había integrado al Escuadrón pero no había hablado directamente con el teniente.
Solo lo vio en las presentaciones a los recién llegados.
Tenía muchas ganas de conocerlo. Quería saber de que era capaz un teniente, y tener un ejemplo a seguir.
Que desperdicio de tiempo, hubiera pensado cualquiera, pero no Ryu, el valoraba demasiado a la gente que conocía y más que respetar a sus superiores, prefería hacerse amigo de ellos. No por un tema de conseguir mejores posiciones en el Gotei 13, sino por que simplemente le agradaba la gente de experiencia.
Sin embargo, también deseaba conocer a la gente del Escuadrón. Llegar a tener amigos bastante cercanos. Eso lo anhelaba más que nada desde que murió.
-Me gustaría volver a la tierra, que me dieran una misión y verla a ella...
Dijo en voz baja mientras salía a un pequeño patio en el los cuarteles. Decidió quedarse ahí.
[OFF= Por favor, entiendan que no he participado en roles, activamente al menos. Así que cualquier error favor de hacerlo notar, Gracias]
Solo lo vio en las presentaciones a los recién llegados.
Tenía muchas ganas de conocerlo. Quería saber de que era capaz un teniente, y tener un ejemplo a seguir.
Que desperdicio de tiempo, hubiera pensado cualquiera, pero no Ryu, el valoraba demasiado a la gente que conocía y más que respetar a sus superiores, prefería hacerse amigo de ellos. No por un tema de conseguir mejores posiciones en el Gotei 13, sino por que simplemente le agradaba la gente de experiencia.
Sin embargo, también deseaba conocer a la gente del Escuadrón. Llegar a tener amigos bastante cercanos. Eso lo anhelaba más que nada desde que murió.
-Me gustaría volver a la tierra, que me dieran una misión y verla a ella...
Dijo en voz baja mientras salía a un pequeño patio en el los cuarteles. Decidió quedarse ahí.
[OFF= Por favor, entiendan que no he participado en roles, activamente al menos. Así que cualquier error favor de hacerlo notar, Gracias]
Ryu Ishimura- Post : 35
Edad : 30
Re: Vagando en los cuarteles.
Y como no, como todo shinigami hace en sus ratos "libres", Amai corría por los pasillos con un montón de papeleo, la mayor parte tenía que firmarla el teniente, Kato-san, o dar el visto bueno o algo así. Así que el teniente no estaba mucho menos ocupado, y Cada uno tenía que dar lo mejor de sí mismo para que todo funcionase bien.
Toma una pila de papeles de un cuarto, los llevas a otro, después de ese tomas otro montón, se los llevas al teniente, desde allí tienes que coger papeles que tienes que distribuir por el escuadrón, que tienen que salir a otros escuadrones, recoger respuestas de otros escuadrones... papeles, papeles y más papeles.
Y en una de estas, con papeles hasta las cejas, literalmente, y dando trompicones, ya sudando después de varias horas de carreras, pasó por un patio, un hermoso patio con brisa, césped, sol y todas esas cosas que invitan al confort...
- Lo que daría por poder estar ahí... - se dijo, más bien para sí, en un suspiro. Y de refilón, vio que un shinigami, seguramente de esa división aunque su cara le fuese completamente desconocida, salía contento y feliz al patio, como a disfrutar. Amai en ningún momento pensó en molestarle, pero no era justo, y se lo iba a hacer saber... Paró casi en seco, aunque, siguió corriendo sin moverse del sitio, como dando saltitos, cada vez más lento hasta que finalmente paró. Dejó en el suelo la pila de folios llenos de letras, la mayoría con tratos de "señor" y con nombres como "solicitud para..." y cosas así.
- ¡Hey! ¡Shinigami! ¡Pareces aburrido! ¿Te importa echar una mano? Hay que llevar esto al despacho del teniente. Sígueme. - Y sin darle tiempo a decidir, se encaminó hacia el fondo del pasillo, seguro de que le seguiría. Se le veía un chico colaborador. Si no era capaz de hacer eso, Kato no le querría en el escuadrón... Cuanto menos hagan los shinigamis, más tiene que hacer él, y eso no le gusta nada.
Tras unos minutos a la carrera, llegó ante la puerta del teniente. No se la puede llamar imponente, es un teniente después de todo. Amai llamó con los nudillos un par de veces y esperó contestación... Y al ver que no la recibía, a sabiendas de que el teniente estaba dentro seguro, entró, empujando la puerta con los mismos nudillos... Quizá estuviese liado con algún documento, o meditando sobre alguna decisión importante...
Toma una pila de papeles de un cuarto, los llevas a otro, después de ese tomas otro montón, se los llevas al teniente, desde allí tienes que coger papeles que tienes que distribuir por el escuadrón, que tienen que salir a otros escuadrones, recoger respuestas de otros escuadrones... papeles, papeles y más papeles.
Y en una de estas, con papeles hasta las cejas, literalmente, y dando trompicones, ya sudando después de varias horas de carreras, pasó por un patio, un hermoso patio con brisa, césped, sol y todas esas cosas que invitan al confort...
- Lo que daría por poder estar ahí... - se dijo, más bien para sí, en un suspiro. Y de refilón, vio que un shinigami, seguramente de esa división aunque su cara le fuese completamente desconocida, salía contento y feliz al patio, como a disfrutar. Amai en ningún momento pensó en molestarle, pero no era justo, y se lo iba a hacer saber... Paró casi en seco, aunque, siguió corriendo sin moverse del sitio, como dando saltitos, cada vez más lento hasta que finalmente paró. Dejó en el suelo la pila de folios llenos de letras, la mayoría con tratos de "señor" y con nombres como "solicitud para..." y cosas así.
- ¡Hey! ¡Shinigami! ¡Pareces aburrido! ¿Te importa echar una mano? Hay que llevar esto al despacho del teniente. Sígueme. - Y sin darle tiempo a decidir, se encaminó hacia el fondo del pasillo, seguro de que le seguiría. Se le veía un chico colaborador. Si no era capaz de hacer eso, Kato no le querría en el escuadrón... Cuanto menos hagan los shinigamis, más tiene que hacer él, y eso no le gusta nada.
Tras unos minutos a la carrera, llegó ante la puerta del teniente. No se la puede llamar imponente, es un teniente después de todo. Amai llamó con los nudillos un par de veces y esperó contestación... Y al ver que no la recibía, a sabiendas de que el teniente estaba dentro seguro, entró, empujando la puerta con los mismos nudillos... Quizá estuviese liado con algún documento, o meditando sobre alguna decisión importante...
Última edición por Amai Satou el Sáb Abr 03, 2010 2:37 pm, editado 1 vez
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Vagando en los cuarteles.
-Vaya, que montón de papeleo- se dijo mientras salía del patio y veía a un Shinigami llamándolo.
Ya tenía algo que hacer. Tal vez no era la gran cosa, pero al menos estaba casi seguro de que podría conocer al teniente.
Siguió a aquel Shinigami por el pasillo. Se dio cuenta de que no era el único que estaba trabajando. Habían varios Shinigamis con papeles hasta donde uno no se imagina. Algunos que traían tantos papeles como su altura.
Llegaron hasta la gran puerta al final del pasillo.
-Esto...¿Qué debo hacer ahora?- dijo, sin estar seguro si el Shinigami que tenía enfrente lo había escuchado
Ya tenía algo que hacer. Tal vez no era la gran cosa, pero al menos estaba casi seguro de que podría conocer al teniente.
Siguió a aquel Shinigami por el pasillo. Se dio cuenta de que no era el único que estaba trabajando. Habían varios Shinigamis con papeles hasta donde uno no se imagina. Algunos que traían tantos papeles como su altura.
Llegaron hasta la gran puerta al final del pasillo.
-Esto...¿Qué debo hacer ahora?- dijo, sin estar seguro si el Shinigami que tenía enfrente lo había escuchado
Ryu Ishimura- Post : 35
Edad : 30
Re: Vagando en los cuarteles.
Última firma. Último sello. Shihoin Kato resoplaba aliviado. No podría creérselo, pero al fin había terminado todo su burocrático trabajo de aquella mañana. Consultó la hora y una sonrisa apareció en su rostro: aun le daba tiempo de pasarse por su antiguo laboratorio y concluir aquel ensayo que había dejado a medias. Karaiko-taicho había avanzado mucho en la investigación. Kato ahora se lamentaba por no haber sabido aprender de él cómo se las ingeniaba para compaginar sus labores en el laboratorio con la dirección del Escuadrón.
Se levantó de su sillón casi de un salto y puso aquel último montón de papeles en la enorme pila que se había amontonado en la esquina de su escritorio. Estiró su espalda, reactivando sus entumecidos músculos, y se dispuso a marcharse. Fue entonces cuando la puerta sonó. "Mierda", se lamentó mentalmente. "Piensa Kato, piensa", se ordenó. La puerta volvió a sonar. Satou sin duda, esperaba tras la puerta. Sabía que debía estar allí, por lo que tenía que salir de aquel despacho ya. El Teniente abrió la ventana en silencio y pasó por ella su pierna derecha a través de ella, mirando hacia abajo calculando el salto. Fue entonces cuando oyó el crujir de la puerta al abrirse.
— Esto... — fue lo único que pudo llegar a decir, mientras una sonrisilla nerviosa se le dibujaba en su cara, mientras giraba su cara hacia Satou y su acompañante. Fue entonces cuando Kato reparó en la pila de documentos que traían consigo. — Estarás de broma, ¿verdad? — el rostro del teniente palideció.
Retornó la pierna al interior de la sala, volviendo con ella a la realidad. Intentaba evitar la mirada acusadora de su oficial, y cabizbajo se puso frente a sus visitantes. Aquella cara no le sonaba. Tampoco es que le extrañara. Tras la guerra los rostros nuevos eran de lo más común. Todos los escuadrones estaban escasos de personal y llegaban shinigamis de la academia cada día.
— Debes de ser nuevo, ¿no? — preguntó, a modo de saludo, mientras recogía los nuevos documentos, intentando retrasar lo máximo posible la soberana bronca que sin duda le iba a caer. Aquellas pruebas de laboratorio deberían esperar, una vez más.
__________________
OFF: Dejo esto sobre todo para Ryu, que dice no haber roleado mucho. Se suele seguir un orden de posteo. En este caso es el siguiente:
Satou
Ryu
Kato
Se levantó de su sillón casi de un salto y puso aquel último montón de papeles en la enorme pila que se había amontonado en la esquina de su escritorio. Estiró su espalda, reactivando sus entumecidos músculos, y se dispuso a marcharse. Fue entonces cuando la puerta sonó. "Mierda", se lamentó mentalmente. "Piensa Kato, piensa", se ordenó. La puerta volvió a sonar. Satou sin duda, esperaba tras la puerta. Sabía que debía estar allí, por lo que tenía que salir de aquel despacho ya. El Teniente abrió la ventana en silencio y pasó por ella su pierna derecha a través de ella, mirando hacia abajo calculando el salto. Fue entonces cuando oyó el crujir de la puerta al abrirse.
— Esto... — fue lo único que pudo llegar a decir, mientras una sonrisilla nerviosa se le dibujaba en su cara, mientras giraba su cara hacia Satou y su acompañante. Fue entonces cuando Kato reparó en la pila de documentos que traían consigo. — Estarás de broma, ¿verdad? — el rostro del teniente palideció.
Retornó la pierna al interior de la sala, volviendo con ella a la realidad. Intentaba evitar la mirada acusadora de su oficial, y cabizbajo se puso frente a sus visitantes. Aquella cara no le sonaba. Tampoco es que le extrañara. Tras la guerra los rostros nuevos eran de lo más común. Todos los escuadrones estaban escasos de personal y llegaban shinigamis de la academia cada día.
— Debes de ser nuevo, ¿no? — preguntó, a modo de saludo, mientras recogía los nuevos documentos, intentando retrasar lo máximo posible la soberana bronca que sin duda le iba a caer. Aquellas pruebas de laboratorio deberían esperar, una vez más.
__________________
OFF: Dejo esto sobre todo para Ryu, que dice no haber roleado mucho. Se suele seguir un orden de posteo. En este caso es el siguiente:
Satou
Ryu
Kato
Re: Vagando en los cuarteles.
...
Mirada acusativa a un teniente que al parecer trataba de escaquearse... podría ser un malentendido... No, se trataba de Kato, seguro que se escaqueaba... Satou aún desde la puerta, miraba serio a su superior, por un momento incluso podía parecer que realmente él era el superior, en vez de Kato... De no ser por la pila de papeles que llevaba consigo, no propio de un teniente o capitán...
Se acercó con paso firme y diligente al escritorio, y soltó la pila encima, haciendo un sonido como si fueran piedras... De hecho, para Kato, seguro que lo eran...
- Más trabajo, Kato-san... - De las pocas diversiones que se permitía el estricto Amai, era tratar a su superior como tal, cosa que a la larga desquiciaba al teniente... Y seguramente el nuevo, también le trataría con respeto...
Satou pegó sus brazos a su cuerpo y se retiró un paso del escritorio. Se giró para mirar a su acompañante. Así que era nuevo... por eso no lo reconocía, aunque aún no había tenido tiempo de conocer a todos los integrantes del escuadrón. Señaló con la mirada al escritorio, indicándole que los dejase allí, y le dedicó una amplia sonrisa, como de agradecimiento, y cediéndole el "turno de palabra" para que se presentase ante el teniente de la división...
Mirada acusativa a un teniente que al parecer trataba de escaquearse... podría ser un malentendido... No, se trataba de Kato, seguro que se escaqueaba... Satou aún desde la puerta, miraba serio a su superior, por un momento incluso podía parecer que realmente él era el superior, en vez de Kato... De no ser por la pila de papeles que llevaba consigo, no propio de un teniente o capitán...
Se acercó con paso firme y diligente al escritorio, y soltó la pila encima, haciendo un sonido como si fueran piedras... De hecho, para Kato, seguro que lo eran...
- Más trabajo, Kato-san... - De las pocas diversiones que se permitía el estricto Amai, era tratar a su superior como tal, cosa que a la larga desquiciaba al teniente... Y seguramente el nuevo, también le trataría con respeto...
Satou pegó sus brazos a su cuerpo y se retiró un paso del escritorio. Se giró para mirar a su acompañante. Así que era nuevo... por eso no lo reconocía, aunque aún no había tenido tiempo de conocer a todos los integrantes del escuadrón. Señaló con la mirada al escritorio, indicándole que los dejase allí, y le dedicó una amplia sonrisa, como de agradecimiento, y cediéndole el "turno de palabra" para que se presentase ante el teniente de la división...
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Vagando en los cuarteles.
Apenas entró se dio cuenta de que habían varios papeles ordenados en un sector de la habitación y que el teniente estaba haciendo algo en la ventana.
De inmediato se dio cuenta de que era obvio, el trabajo siempre cansa a las personas. Solo quería escaparse. Vaya teniente, sin embargo, Ryu pensó y el hubiera hecho lo mismo.
Se percató de inmediato de la orden de aquel otro Shinigami y dejó la pila de papeles en el escritorio.
- Si señor, soy nuevo aquí. Mi nombre es Ryu. Usted es el teniente Kato, ¿me equivoco?- dijo con una cara entre risa y nerviosismo. Se reía aún del actuar del superior y estaba nervioso ya que era tímido.
Luego de la pregunta, prefirió no mirarlo directamente, tal vez era de esos tenientes estrictos y por la "burla" lo mandaría a hacer cualquier cosa, decidió mirar a la ventana por la que se estaba escapando, supuestamente.
[OFF= Para la firma debo poner el símbolo del Escuadrón 5 como lo tienen ustedes?]
De inmediato se dio cuenta de que era obvio, el trabajo siempre cansa a las personas. Solo quería escaparse. Vaya teniente, sin embargo, Ryu pensó y el hubiera hecho lo mismo.
Se percató de inmediato de la orden de aquel otro Shinigami y dejó la pila de papeles en el escritorio.
- Si señor, soy nuevo aquí. Mi nombre es Ryu. Usted es el teniente Kato, ¿me equivoco?- dijo con una cara entre risa y nerviosismo. Se reía aún del actuar del superior y estaba nervioso ya que era tímido.
Luego de la pregunta, prefirió no mirarlo directamente, tal vez era de esos tenientes estrictos y por la "burla" lo mandaría a hacer cualquier cosa, decidió mirar a la ventana por la que se estaba escapando, supuestamente.
[OFF= Para la firma debo poner el símbolo del Escuadrón 5 como lo tienen ustedes?]
Ryu Ishimura- Post : 35
Edad : 30
Re: Vagando en los cuarteles.
Parecía disfrutar con aquello. Sí, incluso Kato creyó ver por un segundo un atisbo de diversión en su rostro. No le bastó con recalcar la evidente y cruda realidad con aquel "más trabajo", sino que tuvo que llamarlo así. Pero el Shihoin no iba a seguirle el juego, que seguro que es lo que pretendía, por lo que se limitó a dedicarle una mirada con ojos entornados, simulando falso odio. O no tan falso.
El nuevo cooperó, llamándole por su nombre de pila, a lo que Kato le sonrió, aunque no por ello menos sorprendido. Lo señaló y comenzó a reírse. Quizá algo exageradamente. Menuda impresión estaría tomando Ryu del Quinto Escuadrón. Sin embargo Kato casi lo prefería así. Un ambiente distendido de trabajo suele acercar mucho más a los shinigamis entre sí. Estrechar lazos entre ellos era para el Shihoin fundamental para formar un Escuadrón competente, tanto en tiempos de paz como de guerra.
— ¡Deberías aprender del nuevo, Satou! — exclamó, sin dejar de señalarle, tras la carcajada. Más tranquilo, Kato volvió a su escritorio y comenzó a diseccionar aquel montón de documentos, separándolos por tipos, para agilizar la tarea. Llevaba poco con las tareas administrativas del Escuadrón, pero ya había adquirido ciertas aptitudes, muy a su pesar. — Así es, soy Kato. Encantado Ryu. — contestó sonriente. — Cuéntame, ¿qué tal tus primeros días entre nosotros? ¿Te han tratado bien por aquí? — preguntó en tono simpático Kato, mientras, de pie, continuaba ordenando todo aquello. Su sonrisa intentaba inspirar confianza, tratando de establecer ese trato de cercanía que tanto le gustaba al joven Shihoin.
_______________
OFF: No hay normas fijas sobre la firma, pero lo suyo es que pongas el escudo, o alguna imagen, y la linkees hacia tu ficha de personaje. Si no sabes cómo pregúntame por MP, para no engorronar mucho más los post.
El nuevo cooperó, llamándole por su nombre de pila, a lo que Kato le sonrió, aunque no por ello menos sorprendido. Lo señaló y comenzó a reírse. Quizá algo exageradamente. Menuda impresión estaría tomando Ryu del Quinto Escuadrón. Sin embargo Kato casi lo prefería así. Un ambiente distendido de trabajo suele acercar mucho más a los shinigamis entre sí. Estrechar lazos entre ellos era para el Shihoin fundamental para formar un Escuadrón competente, tanto en tiempos de paz como de guerra.
— ¡Deberías aprender del nuevo, Satou! — exclamó, sin dejar de señalarle, tras la carcajada. Más tranquilo, Kato volvió a su escritorio y comenzó a diseccionar aquel montón de documentos, separándolos por tipos, para agilizar la tarea. Llevaba poco con las tareas administrativas del Escuadrón, pero ya había adquirido ciertas aptitudes, muy a su pesar. — Así es, soy Kato. Encantado Ryu. — contestó sonriente. — Cuéntame, ¿qué tal tus primeros días entre nosotros? ¿Te han tratado bien por aquí? — preguntó en tono simpático Kato, mientras, de pie, continuaba ordenando todo aquello. Su sonrisa intentaba inspirar confianza, tratando de establecer ese trato de cercanía que tanto le gustaba al joven Shihoin.
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OFF: No hay normas fijas sobre la firma, pero lo suyo es que pongas el escudo, o alguna imagen, y la linkees hacia tu ficha de personaje. Si no sabes cómo pregúntame por MP, para no engorronar mucho más los post.
Re: Vagando en los cuarteles.
- Kato, ya sabes que lo hago para picarte, no te enfades, ¿ne? - Le respondió a su comentario con mirada risueña y sonrisa contenta y feliz. Se divertía haciendo eso con su teniente, y además este se dejaba. Aunque quizás la cosa cambiaría cuando llegase a capitán... ... ... Si es que llegaba a serlo algún día.
Sin ningún tipo de explicación, el quinto escuadrón siempre estaba hasta las cejas de trabajos y papeles y cosas. Satou no sabía como se supone que serían otros escuadrones, pero desde luego el suyo era agotador, y ya casi nunca tenía tiempo ni para entrenar... tenía un bankai que aprender a liberar y para el que se llevaba entrenando varios años... Y ahora, despues de todo, lo tenía atascado hasta la médula. Faltaba más y más entrenamiento, y más y más estudios.
Dejando a un lado todas las divagaciones, Amai, con su particular forma de tratar a su teniente, el único superior al que sabía tratar con confianza, se despidió haciendo una formal reverencia del siglo diecisiete, llegando a arrodillarse ante los presentes con un puño en el suelo y otro en el pecho.
- Si me disculpan, aún me queda trabajo por hacer. En la otra punta del escuadrón hay otras tres pilas de papeles como esa, así que tengo que dejaros en pos de un trabajo bien hecho... -. Y tras incorporarse, salió del cuarto entre carcajadas, que aún se oían al fondo del pasillo...
Sin ningún tipo de explicación, el quinto escuadrón siempre estaba hasta las cejas de trabajos y papeles y cosas. Satou no sabía como se supone que serían otros escuadrones, pero desde luego el suyo era agotador, y ya casi nunca tenía tiempo ni para entrenar... tenía un bankai que aprender a liberar y para el que se llevaba entrenando varios años... Y ahora, despues de todo, lo tenía atascado hasta la médula. Faltaba más y más entrenamiento, y más y más estudios.
Dejando a un lado todas las divagaciones, Amai, con su particular forma de tratar a su teniente, el único superior al que sabía tratar con confianza, se despidió haciendo una formal reverencia del siglo diecisiete, llegando a arrodillarse ante los presentes con un puño en el suelo y otro en el pecho.
- Si me disculpan, aún me queda trabajo por hacer. En la otra punta del escuadrón hay otras tres pilas de papeles como esa, así que tengo que dejaros en pos de un trabajo bien hecho... -. Y tras incorporarse, salió del cuarto entre carcajadas, que aún se oían al fondo del pasillo...
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Vagando en los cuarteles.
-Pues si, me han tratado bien, pero creo que estoy listo para mas misiones. Puede contar conmigo para cualquier misión-.
Ryu se entusiasmó desde que lo aceptaron como Shinigami. Lo que más le gustaba era pelear con Hollows, en el Rukongai los mataba usando algún tipo de kidoh y cuando aprendió los hadou y bakudou en la academia decidió unirse al 5to escuadrón. Nunca imaginó que todo era así, ese montón de papeleo desconocido para él. ¿Era importante? Ni idea.
-Esto...¿Aquél shinigami? ¿Quién era?- preguntó indicando a la puerta cerrada a su espalda.
Ryu se entusiasmó desde que lo aceptaron como Shinigami. Lo que más le gustaba era pelear con Hollows, en el Rukongai los mataba usando algún tipo de kidoh y cuando aprendió los hadou y bakudou en la academia decidió unirse al 5to escuadrón. Nunca imaginó que todo era así, ese montón de papeleo desconocido para él. ¿Era importante? Ni idea.
-Esto...¿Aquél shinigami? ¿Quién era?- preguntó indicando a la puerta cerrada a su espalda.
Ryu Ishimura- Post : 35
Edad : 30
Re: Vagando en los cuarteles.
Lo primero que tuvo a mano Kato, algo que por su forma podría ser un pisa papeles de su escritorio, voló por los aires recorriendo el despacho del Shihoin, estrellándose tras la puerta que acaba de cerrar Satou. La cara del teniente mostraba un gesto molesto, aunque tan profundamente exagerado que más bien parecía cómico:
— Nadie sacarme de mis casillas como él. — mencionó en voz alta, a modo, casi, de reflexión. — Odio que haga eso. — resopló.
Solos, Ryu y él ahora en su despacho, Kato se propuso hacer gala de su propia hospitalidad y compañerismo, que a su vez intentaba inculcar en su escuadrón, entablando conversación con el recién llegado shinigami. Lo primero que éste mencionó, tras dejar claro que su bienvenida a la División había sido grata, fueron sus ganas y disposición para cualquier misión que se le asignase. Kato sonrió: "Ése es el espíritu, más de uno debería aprender por ahí", pensó, dirigiéndose obviamente a su perezosa zanpakuto, aunque no esperaba respuesta. No tenía la más mínima intención de molestar a Tora; bastante tenía con su nueva ración de papeleo.
— Me alegro, me alegro. — contestó amablemente el teniente, recuperando la rutina de su labor, moviendo papeles aquí y allá mientras que continuaba con aquella conversación: — Poca actividad hay ahora, por suerte. La Guerra nos ha dejado todo patas arriba, y lo que abunda por ahora solo es burocracia y más burocracia. — se quejó Kato, mirando con desgana los montones de papeles que se repartían por su mesa.
La mayor parte de todo aquel papeleo eran propuestas de traslado y requerimientos de nuevos reclutas para entrar a formar parte de la Quinta División. La falta de personal era acuciante, Kato no lo ingoraba. Pero igualmente sabía que quizá los más altos cargos presionaban demasiado para mejorar la situación, paranoicos por otro posible ataque desde Hueco Mundo. "Como si ellos no hubiesen sufrido también lo suyo", pensó, fugazmente. Entre divagaciones escuchó la pregunta del muchacho:
— Aquel shinigami era el Tercer Oficial. — mencionó, sin apartar la vista de las carpetas. — También conocido como Amai Satou... o como el tío que se divierte incordiándome. — bromeó, esta vez mirando simpáticamente a los ojos del shinigami raso, a la vez que soltaba una pequeña risotada. — Pero bueno, ya tendrás tiempo de conocerlo, ahora mejor háblame de ti. No siempre tengo ocasión de conocer a todos los nuevos miembros, ya intuirás porqué. — añadió, señalando aquellos montones de papeles. — Cuéntame, ¿qué tal va ese Kido? — preguntó, con una amplia y grata sonrisa en su cara.
— Nadie sacarme de mis casillas como él. — mencionó en voz alta, a modo, casi, de reflexión. — Odio que haga eso. — resopló.
Solos, Ryu y él ahora en su despacho, Kato se propuso hacer gala de su propia hospitalidad y compañerismo, que a su vez intentaba inculcar en su escuadrón, entablando conversación con el recién llegado shinigami. Lo primero que éste mencionó, tras dejar claro que su bienvenida a la División había sido grata, fueron sus ganas y disposición para cualquier misión que se le asignase. Kato sonrió: "Ése es el espíritu, más de uno debería aprender por ahí", pensó, dirigiéndose obviamente a su perezosa zanpakuto, aunque no esperaba respuesta. No tenía la más mínima intención de molestar a Tora; bastante tenía con su nueva ración de papeleo.
— Me alegro, me alegro. — contestó amablemente el teniente, recuperando la rutina de su labor, moviendo papeles aquí y allá mientras que continuaba con aquella conversación: — Poca actividad hay ahora, por suerte. La Guerra nos ha dejado todo patas arriba, y lo que abunda por ahora solo es burocracia y más burocracia. — se quejó Kato, mirando con desgana los montones de papeles que se repartían por su mesa.
La mayor parte de todo aquel papeleo eran propuestas de traslado y requerimientos de nuevos reclutas para entrar a formar parte de la Quinta División. La falta de personal era acuciante, Kato no lo ingoraba. Pero igualmente sabía que quizá los más altos cargos presionaban demasiado para mejorar la situación, paranoicos por otro posible ataque desde Hueco Mundo. "Como si ellos no hubiesen sufrido también lo suyo", pensó, fugazmente. Entre divagaciones escuchó la pregunta del muchacho:
— Aquel shinigami era el Tercer Oficial. — mencionó, sin apartar la vista de las carpetas. — También conocido como Amai Satou... o como el tío que se divierte incordiándome. — bromeó, esta vez mirando simpáticamente a los ojos del shinigami raso, a la vez que soltaba una pequeña risotada. — Pero bueno, ya tendrás tiempo de conocerlo, ahora mejor háblame de ti. No siempre tengo ocasión de conocer a todos los nuevos miembros, ya intuirás porqué. — añadió, señalando aquellos montones de papeles. — Cuéntame, ¿qué tal va ese Kido? — preguntó, con una amplia y grata sonrisa en su cara.
Re: Vagando en los cuarteles.
El pisa papeles que lanzó el teniente dejó inmóvil a Ryu, casi creyendo que iba a recibir un buen golpe en la cara, afortunadamente, pasó a centímetros de él.
De...de seguro que si lo hace enfurecer- dijo nervioso con ese lanzamiento -Veo que tiene excelente puntería.
Escuchaba con atención al teniente, sin embargo, le surgió una duda, luego se la preguntaría, primero debía responder a sus preguntas.
-¿Con Kidoh? No es por presumir, pero, soy bastante bueno, me especialicé en Shakkaho y puedo lanzar varias ráfagas seguidas, el resto, bueno, lo normal- Aprovechó de preguntar de una vez
-El capitán ¿Qué sucedió con él exactamente? -.
De...de seguro que si lo hace enfurecer- dijo nervioso con ese lanzamiento -Veo que tiene excelente puntería.
Escuchaba con atención al teniente, sin embargo, le surgió una duda, luego se la preguntaría, primero debía responder a sus preguntas.
-¿Con Kidoh? No es por presumir, pero, soy bastante bueno, me especialicé en Shakkaho y puedo lanzar varias ráfagas seguidas, el resto, bueno, lo normal- Aprovechó de preguntar de una vez
-El capitán ¿Qué sucedió con él exactamente? -.
Ryu Ishimura- Post : 35
Edad : 30
Re: Vagando en los cuarteles.
Por aquella respuesta, Ryu parecía no haber captado toda la sátira y comedia que envolvía a la relación entre Satou y Kato. A saber qué estaría pensando de ellos ahora mismo. Recién salido de la academia y se encuentra con un ambiente tan relajado. El Shihoin lo prefería así, pero entendía que para otros pudiera parecer carencia de disciplina interna, o algo peor:
— Naah, no te preocupes. No me enojé. Son bromas que nos gastamos mutuamente, nada importante. — contestó Kato, dejando ver una amplia sonrisa que secundase su afirmación.
Seguía en sus labores burocráticas, aunque atento a la conversación. La siguiente afirmación del humilde muchacho que se había presentado en su despacho lo sorprendió de buena manera. Era bastante loable que, un chaval que acaba de dejar la Academia, domine un conjuro medianamente complejo como era el Shakkahō. El teniente esbozó una sonrisa de satisfacción:
— Vaya, eso está genial. — elogió Kato. — Felicidades, no es un conjuro sencillo, precisamente, sobre todo para alguien que acaba de dejar la Academia Shinigami. — añadió, a modo de felicitación.
La siguiente pregunta pareció oscurecer un poco el rostro del risueño Shihoin. Hacía bastante que no veía a su mentor y Capitán. Como era de esperar, ya había logrado ponerse en lo peor, pues a muy seguro la muerte le había sobrevenido en el campo de batalla, o sobrevolaba ahora su cabeza en alguna recóndita prisión de El Amanenecer. Sin embargo no vio motivos para escandalizar al recién llegado en demasía:
— Pues... es un tema complejo. — comenzó. — Durante la Guerra se vio envuelto en una batalla y se alejó del grupo. Desde entonces, por desgracia, no sabemos nada de él. — concluyó, algo triste, pero se propuso levantar el ánimo. — Era algo reservado, pero te habría gustado conocerlo, sin duda. — dijo, esbozando media sonrisa.
Su mente parecía desviarse, centrándose en la situación de Karaiko-sama y nublando su juicio. Por ello, Kato reaccionó rápidamente y, a modo de sacudida para espabilarse, se levantó bruscamente y estiró su espalda. Ésta crujió un poco, entumecida. Demasiadas horas ahí sentado de mala manera, sobre todo teniendo en cuenta lo poco acostumbrado que estaba Kato a todo aquello que le había caído encima tras la desaparición del Capitán.
— Pero bueno, tú de eso no te preocupes. Todo saldrá bien. — quiso zanjar el tema Kato. — Seguro que pronto lo encontraremos, pero mientras tanto debemos organizarnos y entrenar. Debemos mejorar, ante todo. Esa debe ser nuestra prioridad. — concluyó, recobrando su eterna sonrisa.
— Naah, no te preocupes. No me enojé. Son bromas que nos gastamos mutuamente, nada importante. — contestó Kato, dejando ver una amplia sonrisa que secundase su afirmación.
Seguía en sus labores burocráticas, aunque atento a la conversación. La siguiente afirmación del humilde muchacho que se había presentado en su despacho lo sorprendió de buena manera. Era bastante loable que, un chaval que acaba de dejar la Academia, domine un conjuro medianamente complejo como era el Shakkahō. El teniente esbozó una sonrisa de satisfacción:
— Vaya, eso está genial. — elogió Kato. — Felicidades, no es un conjuro sencillo, precisamente, sobre todo para alguien que acaba de dejar la Academia Shinigami. — añadió, a modo de felicitación.
La siguiente pregunta pareció oscurecer un poco el rostro del risueño Shihoin. Hacía bastante que no veía a su mentor y Capitán. Como era de esperar, ya había logrado ponerse en lo peor, pues a muy seguro la muerte le había sobrevenido en el campo de batalla, o sobrevolaba ahora su cabeza en alguna recóndita prisión de El Amanenecer. Sin embargo no vio motivos para escandalizar al recién llegado en demasía:
— Pues... es un tema complejo. — comenzó. — Durante la Guerra se vio envuelto en una batalla y se alejó del grupo. Desde entonces, por desgracia, no sabemos nada de él. — concluyó, algo triste, pero se propuso levantar el ánimo. — Era algo reservado, pero te habría gustado conocerlo, sin duda. — dijo, esbozando media sonrisa.
Su mente parecía desviarse, centrándose en la situación de Karaiko-sama y nublando su juicio. Por ello, Kato reaccionó rápidamente y, a modo de sacudida para espabilarse, se levantó bruscamente y estiró su espalda. Ésta crujió un poco, entumecida. Demasiadas horas ahí sentado de mala manera, sobre todo teniendo en cuenta lo poco acostumbrado que estaba Kato a todo aquello que le había caído encima tras la desaparición del Capitán.
— Pero bueno, tú de eso no te preocupes. Todo saldrá bien. — quiso zanjar el tema Kato. — Seguro que pronto lo encontraremos, pero mientras tanto debemos organizarnos y entrenar. Debemos mejorar, ante todo. Esa debe ser nuestra prioridad. — concluyó, recobrando su eterna sonrisa.
Re: Vagando en los cuarteles.
No sabia exactamente que seguia el ritmo de que, si sus piernas el de la funda golpeando contra su espalda o el de la funda golpeando contra sus espalda el de sus piernas. El punto es que nada de eso importaba porque iba a ir a torturar psicologicamente a Kato. Hacia un buen rato que no torturaba psicologicamente a Kato y ya lo hechaba de menos. Extrañaba jalarle los mofletes, pues eran los mas estirables de toda la historia familiar. Gira unos instantes sobre si misma, sonriendo con los brazos abiertos hacia el aire. ¡Ah! Torturar. Entonces, sus ojos se encuentranan con una puerta bastante desagradable que no sabe a donde da y que quiere saber, asi que sin pararse a pensarlo, la empuja con la punta del pie y asoma su cabeza para ver que esconde. Y esconde a su hermano. Medio sonrie divertida y muy silenciosamente se cola por en el requicio de la puerta y se queda unos instantes parada junto a ella. Luego empieza a correr y se abalanza sobre el otro peliblanco, abrazandose a él como si se tratara de un monito, con la intencion de hacerlo caer estrepetisomante al suelo.
- ¡¡Katooooo!!-lloriquea como novia despechada- ¿Como pudiste haberte olvidado de mi de esa forma? ¡Despues de todo lo que hice por ti! ¡Todo eso por lo que pasamos aquella noche! ¡Pense que era alguien importante para ti!
La idea era hacerlo quedar lo peor posible en su propio despacho, piensa mientras frota su mejilla contra la del chico
- ¡¡Katooooo!!-lloriquea como novia despechada- ¿Como pudiste haberte olvidado de mi de esa forma? ¡Despues de todo lo que hice por ti! ¡Todo eso por lo que pasamos aquella noche! ¡Pense que era alguien importante para ti!
La idea era hacerlo quedar lo peor posible en su propio despacho, piensa mientras frota su mejilla contra la del chico
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Vagando en los cuarteles.
— Oh, oh... — exclamó de repente. — Y ahora es cuando le pierdes el poco respeto que ya le tendrás a mi apellido. — le indicó a Ryu, mirándole con cara algo extraña. El raso seguramente no tenía la más mínima idea de a qué se refería.
Por supuesto Kato sí sabía lo que se decía. Estaba algo loco, pero no tanto. No tanto como el jubiloso reiatsu que se acercaba, al menos. Era evidente que lo había reconocido a la legua y que se dirigía hacia allí. "Con todo el trabajo que tengo, ¿qué querrá ahora esta mujer?", se lamentaba Kato, mentalmente.
— "Odio a tu hermana, lo sabes. No hay quien duerma cerca de esa chiquilla", se pronunció su zanpakuto, como si estuviese respondiendo a los pensamientos del Shihoin.
— Oh cállate. — espetó Kato, en voz alta, señalándo con el dedo a su zanpakuto, que reposaba en un sillón cercano. No acostumbraba a hablarle a Tora a viva voz, pero su oportuno comentario parecía servir de guinda para aquel pastel. — "Vuelve a dormirte, que parece que sólo te despiertas para lo mismo siempre." — dijo Kato, esta vez mentalmente y con un tono evidentemente más burlón.
De lado, dirigiendo su mirada a su arma. Así es cómo se encontraba cuando aquel torbellino de alegría irrumpió en la sala. Su cabeza se dejó asomar por la entreabierta puerta, sonriente. Se cuela por aquella rendija y, sin que a Kato a penas le dé tiempo para orientarse hacia su hermana, esta ya estaba corriendo a toda velocidad hacia él. Saltó sobre el escritorio, haciendo volar infinidad del papeleo que tenía pendiente el Shihoin y placándolo en un violento abrazo. Aquellos comentarios fueron el colmo. Era evidente su intención, pero su hermano mayor no iba a permitírselo.
Se zafó, como pudo, de la presa de su hermanita pequeña, y se incorporó al instante, haciendo lo mismo con ella al asirla por los hombros. La elevó en el aire y la colocó frente a él y de cara a Ryu. Con los nudillos le dio un pequeño golpe en la cabeza, no demasiado fuerte, pero lo suficiente para que escociera un poco:
— Esta es mi hermana Momo. — dijo, con algo de desgana fingida. Se adelantó ahora a su hermana y se dirigió sólo a el raso recién llegado. — Encantado de conocerte, espero ver tu trabajo pronto. — dijo, con una amplísima sonrisa en la boca. — Tengo un entrenamiento en mente, por lo que espero que estés preparado para cuando lo lleve a cabo, pero... — miró de reojo a su hermana. — Ahora, si no te importa, preferiría que te marcharas. Tengo que matar a alguien. — acabó, con una sonrisa cómica y falsamente maligna a partes iguales. — Date una vuelta. Aunque si quieres esperar... no tardaré mucho. — añadió, volviéndose hacia su hermana, para mostrarle aquella extraña sonrisa.
Una vez que Ryu había abandonado la sala, si es que tan fácilmente lo hizo, Kato colocó sus manos en jarra, mirando fijamente a su hermanita con media sonrisa en la boca. Como pensando en qué haría con ahora con ella, en venganza por aquel numerito.
______________________________
OFF: Ryu, perdona que te saque así del tema. Podremos continuarlo cuando quieras. Es simplemente por seguir roleando con Momo distendidamente. Si te parece que hice mal, comunícamelo por MP y hacemos otro hilo Momo y yo.
Por supuesto Kato sí sabía lo que se decía. Estaba algo loco, pero no tanto. No tanto como el jubiloso reiatsu que se acercaba, al menos. Era evidente que lo había reconocido a la legua y que se dirigía hacia allí. "Con todo el trabajo que tengo, ¿qué querrá ahora esta mujer?", se lamentaba Kato, mentalmente.
— "Odio a tu hermana, lo sabes. No hay quien duerma cerca de esa chiquilla", se pronunció su zanpakuto, como si estuviese respondiendo a los pensamientos del Shihoin.
— Oh cállate. — espetó Kato, en voz alta, señalándo con el dedo a su zanpakuto, que reposaba en un sillón cercano. No acostumbraba a hablarle a Tora a viva voz, pero su oportuno comentario parecía servir de guinda para aquel pastel. — "Vuelve a dormirte, que parece que sólo te despiertas para lo mismo siempre." — dijo Kato, esta vez mentalmente y con un tono evidentemente más burlón.
De lado, dirigiendo su mirada a su arma. Así es cómo se encontraba cuando aquel torbellino de alegría irrumpió en la sala. Su cabeza se dejó asomar por la entreabierta puerta, sonriente. Se cuela por aquella rendija y, sin que a Kato a penas le dé tiempo para orientarse hacia su hermana, esta ya estaba corriendo a toda velocidad hacia él. Saltó sobre el escritorio, haciendo volar infinidad del papeleo que tenía pendiente el Shihoin y placándolo en un violento abrazo. Aquellos comentarios fueron el colmo. Era evidente su intención, pero su hermano mayor no iba a permitírselo.
Se zafó, como pudo, de la presa de su hermanita pequeña, y se incorporó al instante, haciendo lo mismo con ella al asirla por los hombros. La elevó en el aire y la colocó frente a él y de cara a Ryu. Con los nudillos le dio un pequeño golpe en la cabeza, no demasiado fuerte, pero lo suficiente para que escociera un poco:
— Esta es mi hermana Momo. — dijo, con algo de desgana fingida. Se adelantó ahora a su hermana y se dirigió sólo a el raso recién llegado. — Encantado de conocerte, espero ver tu trabajo pronto. — dijo, con una amplísima sonrisa en la boca. — Tengo un entrenamiento en mente, por lo que espero que estés preparado para cuando lo lleve a cabo, pero... — miró de reojo a su hermana. — Ahora, si no te importa, preferiría que te marcharas. Tengo que matar a alguien. — acabó, con una sonrisa cómica y falsamente maligna a partes iguales. — Date una vuelta. Aunque si quieres esperar... no tardaré mucho. — añadió, volviéndose hacia su hermana, para mostrarle aquella extraña sonrisa.
Una vez que Ryu había abandonado la sala, si es que tan fácilmente lo hizo, Kato colocó sus manos en jarra, mirando fijamente a su hermanita con media sonrisa en la boca. Como pensando en qué haría con ahora con ella, en venganza por aquel numerito.
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Última edición por Shihoin Kato el Lun Mayo 24, 2010 9:53 am, editado 1 vez
Re: Vagando en los cuarteles.
Lo abraza con mas fuerza cuando intenta soltarla, pero como siempre el acaba por deshacer el abrazo. Ella era fuerte...vale, algo fuerte, por lo cual para su hermano no era dificil vencer sus abrazos de mono. Suelta un ¡hey! cuando le golpea la cabeza. Se lleva una mano a la cabeza para frotar el lugar golpear y quitar ese molesto escozor que la mano de su hermano había causado. Luego, se cruza de brazos, infla los mofletes, arruga la nariz, frunce el ceño y mira como niña pequeña mimada al chico que su hermano mayor la presenta. Era bastante antipatico a la vista, aunque solo fuese por el hecho de que ahora todo el mundo le parecia antipatico a la vista.
Antes de que pudiese decir algo para inoportunar a su hermano o al otro chico este ya había desaparecido. Momo mira a su hermano, que parecia tener ganas de torturarla fisica y psicologicamente. Entonces cambio su rostro y puso su mejor cara de niña buena, si su hermano no se lo impedia saltaria sobre el escritorio, saltaria un poco sobre el escritorio y de una patada con pinta inocente mandaria a volar otra buena cantidad de papeles. Giraria sobre si misma una vez, creando aun mas de su amado mejor amigo: el desorden. Saltaria un par de veces mas, arrugando y ensuciando un papel que se veria especialmente importante y haria caer el potecito de tinta, que se esparceria como un chisme en un colegio pequeño llenando todo los papeles de negro. Luego se pararia, justo frente a Kato, apoyando sus manos en sus rodillas, dobladas ya una contra la otra, para doblar su tronco hacia adelante y sonreir solo para Kato.
- ¿Ya decidiste que hacer conmigo?-le preguntaria divertida, con unos cuantos mechones de pelo cayendo frente a sus ojos- mira que te di bastante tiempo en lo que me demore en decorar tu escritorio. Con lo bonito que quedo deberias contratarme de decoradora de interiores.
En el interior de su cabeza una voz seria suspira. No necesita que le diga lo que le va a decir para saber que es, por lo cual unos ojos aparecen en su cabeza y le lanzan una mirada asesina a la voz que suspira, una mirada asesina que le pide que se quede callada. La voz se encoge de hombros y hace lo que dicen los ojos.
Antes de que pudiese decir algo para inoportunar a su hermano o al otro chico este ya había desaparecido. Momo mira a su hermano, que parecia tener ganas de torturarla fisica y psicologicamente. Entonces cambio su rostro y puso su mejor cara de niña buena, si su hermano no se lo impedia saltaria sobre el escritorio, saltaria un poco sobre el escritorio y de una patada con pinta inocente mandaria a volar otra buena cantidad de papeles. Giraria sobre si misma una vez, creando aun mas de su amado mejor amigo: el desorden. Saltaria un par de veces mas, arrugando y ensuciando un papel que se veria especialmente importante y haria caer el potecito de tinta, que se esparceria como un chisme en un colegio pequeño llenando todo los papeles de negro. Luego se pararia, justo frente a Kato, apoyando sus manos en sus rodillas, dobladas ya una contra la otra, para doblar su tronco hacia adelante y sonreir solo para Kato.
- ¿Ya decidiste que hacer conmigo?-le preguntaria divertida, con unos cuantos mechones de pelo cayendo frente a sus ojos- mira que te di bastante tiempo en lo que me demore en decorar tu escritorio. Con lo bonito que quedo deberias contratarme de decoradora de interiores.
En el interior de su cabeza una voz seria suspira. No necesita que le diga lo que le va a decir para saber que es, por lo cual unos ojos aparecen en su cabeza y le lanzan una mirada asesina a la voz que suspira, una mirada asesina que le pide que se quede callada. La voz se encoge de hombros y hace lo que dicen los ojos.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Vagando en los cuarteles.
Y ahí estaba. Ya había tardado en llegar. Aquella cara de angelito, de niña que no ha roto un plato en su vida. Pero ha roto muchos, platos de todos los colores. Kato lo sabía y no se dejaría sorprender. Demasiados años junto a aquella renacuaja. Se conocía todos sus trucos como para que le pillara desprevenido.
Obviando aquella cara con un ademán de sus cejas, el teniente se dispuso a recoger los papeles que el vendaval que acompañaba a Momo había arrojado al suelo. Fue entonces cuando la Shihoin saltó sobre su escritorio, haciendo una de las suyas, tal y como Kato esperaba. Saltaba y saltaba, golpeando los montones de papeles, pero no iba a llegar más allá. Antes de que cayera tras su segundo salto, Kato ya había dejado los papeles sobre la mesa y había juntado sus manos, entrecruzando los dedos para conjurar una barrera de kido, en forma de caja, que protegiera su escritorio de aquel terremoto en forma de pequeña shinigami.
La miró sonriente. Triunfante. Sin embargo ella no pareció percatarse de que ahora saltaba sobre kido y continuó con su pueril función. Cuando acabó, se inclinó sobre él y le preguntó con soez. "¿Que qué voy a hacer contigo?", pensó, sonriendo de forma traviesa. Acercó su dedo índice a la frente, diciéndole:
— Contigo quiero charlar, para hacer algo original esta vez. — le contestó, con ironía. — Sai. — pronunció.
Los brazos de la joven se enlazaron en su espalda, inmovilizados. Kato la cargó en su hombro y elevó la entreabierta ventana por la que había intentado escapar minutos atrás. Apoyó un pié sobre el marco y saltó al vacío, hacia el parque. Aterrizó con sutileza bajo la sombra de un enorme álamo y soltó su carga, dejando que la gravedad hiciera su trabajo.
— Me ha costado mucho mantener un poco de orden allí arriba, así que charlaremos aquí. — le dijo, entornando su mirada, a la vez que cancelaba el bakudo. — ¿Aun esperas los resultados de las pruebas para shinigami? ¿Ya sabes a qué División te destinarán? — por alguna razón Momo no había revelado nada de aquello.
Su hermano, como era de esperar, había asistido a las pruebas shinigamis que podían tener público, pero desconocía si los resultados del último examen habían salido ya. Y aunque debería saber que la ficha de su hermana se encontraba entre el papeleo, la embotada mente del Shihoin lo desconocía por completo. Suponía que, venciendo un poco su espíritu rebelde y aconsejada por su madre, había optado a seguir los pasos de cualquier Shihoin, como su hermano Tenshin, y adentrarse en el Segundo Escuadrón para intentar apaciguar un poco la relación con el padre de ambos. Kato ni se imaginaba cuán equivocado estaba.
Obviando aquella cara con un ademán de sus cejas, el teniente se dispuso a recoger los papeles que el vendaval que acompañaba a Momo había arrojado al suelo. Fue entonces cuando la Shihoin saltó sobre su escritorio, haciendo una de las suyas, tal y como Kato esperaba. Saltaba y saltaba, golpeando los montones de papeles, pero no iba a llegar más allá. Antes de que cayera tras su segundo salto, Kato ya había dejado los papeles sobre la mesa y había juntado sus manos, entrecruzando los dedos para conjurar una barrera de kido, en forma de caja, que protegiera su escritorio de aquel terremoto en forma de pequeña shinigami.
La miró sonriente. Triunfante. Sin embargo ella no pareció percatarse de que ahora saltaba sobre kido y continuó con su pueril función. Cuando acabó, se inclinó sobre él y le preguntó con soez. "¿Que qué voy a hacer contigo?", pensó, sonriendo de forma traviesa. Acercó su dedo índice a la frente, diciéndole:
— Contigo quiero charlar, para hacer algo original esta vez. — le contestó, con ironía. — Sai. — pronunció.
Los brazos de la joven se enlazaron en su espalda, inmovilizados. Kato la cargó en su hombro y elevó la entreabierta ventana por la que había intentado escapar minutos atrás. Apoyó un pié sobre el marco y saltó al vacío, hacia el parque. Aterrizó con sutileza bajo la sombra de un enorme álamo y soltó su carga, dejando que la gravedad hiciera su trabajo.
— Me ha costado mucho mantener un poco de orden allí arriba, así que charlaremos aquí. — le dijo, entornando su mirada, a la vez que cancelaba el bakudo. — ¿Aun esperas los resultados de las pruebas para shinigami? ¿Ya sabes a qué División te destinarán? — por alguna razón Momo no había revelado nada de aquello.
Su hermano, como era de esperar, había asistido a las pruebas shinigamis que podían tener público, pero desconocía si los resultados del último examen habían salido ya. Y aunque debería saber que la ficha de su hermana se encontraba entre el papeleo, la embotada mente del Shihoin lo desconocía por completo. Suponía que, venciendo un poco su espíritu rebelde y aconsejada por su madre, había optado a seguir los pasos de cualquier Shihoin, como su hermano Tenshin, y adentrarse en el Segundo Escuadrón para intentar apaciguar un poco la relación con el padre de ambos. Kato ni se imaginaba cuán equivocado estaba.
Re: Vagando en los cuarteles.
Esta por quejarse, alegando que con ella se podía charlar, cuando siente sus manos atadas con algo tras su espalda. Intenta soltarse unos instantes, pero al ver que es imposible empieza a patalear como una niña pequeña. No queria, no queria, no queria, se dice mientras sigue pataleando, con mas animos aun, cuando se la echa al hombro como un bulto. Se plantea la posibilidad de gritar hasta que se le acaben los pulmones que la estaban violando, pero seguramente todos aquellos que estuviesen caminando cerca confiarian tan ciegamente en su teniente que no se asomarian a ver lo que estaba pasando. Ilusos todos.
Entonces siente una corriente de aire golpear su rostro y revolver su cabello. Pero instantes despues siente como la caida cesa suavemente. Su hermano no perdia oportunidad de saltar, se dice a si misma mientras piensa que despues de todo el tiempo su hermano no podía cambiar. Un sonido de golpe suena en su cabeza y unos ojos ruedan. Pero antes de que se puedan seguir expresando la fuerza de gravedad hace lo suyo y ella se encuentra con la colita adolorida bajo un álamo. Su hermano tenia tambien cierta debilidad por los árboles... ¿o era ella? bah, que mas daba piensa, sintiendo de nuevo sus manos parte de su sistema nervioso y la posibilidad de controlarlas a su antojo.
Kato estaba diciendo cosas al respecto del orden de su escritorio, todo lo que le había costado y ese tipo de cosas, bastante tipicas de él mientras Momo estiraba los brazos. Al escuchar lo que dice, sin embargo, una sonrisa se forma en su rostro. Su hermano aun ignoraba los resultados y con esta chica había pocas cosas tan peligrosas como ignorar algo que ella sabia. Estira los brazos hacia adelante, junto a con sus piernas, y apoya sus manos en el hueco que dejaron sus piernas, echando su cuerpo hacia adelante mientras pone de nuevo aquella cara de no haber roto un plato ni tazas, ni nada por el estilo.
- ¡Veras!-dice, pensando que era una excelente frase para empezar una mentira- lo que paso en el examen fue una cosa muy sencila, tan sencilla que no te la dire porque temo que el árbol no resistira tu ira cuando te cuente que desaprobe el examen. Ademas, en caso de que el árbol lo resistiera estoy dudando tambien que pueda resistir tu siguiente ataque de furia si te comentara, aunque no lo voy a hacer bajo ningún motivo, que yo no sabia que no se podia intentar sobornar a las personas con cierto tipos de favores. Tampoco sabia que no se podia portar ciertas sustancias y elementos y menos aun que no se podía ir a la izquierda cuando indicasen a la derecha. Aunque tambien puedo decirte que en caso de que entrase a alguna División, cosa que no pasara por el momento, seria a una tan excesivamente divertida que no pudiese llegar tus sermones hasta alla.
Satisfecha con su mentira, Momo bate sus adorables pestañas varias veces mientras hace calculos de que tan rapido podia huir de su hermano que seguramente intentaria destrozar su yugular.
Entonces siente una corriente de aire golpear su rostro y revolver su cabello. Pero instantes despues siente como la caida cesa suavemente. Su hermano no perdia oportunidad de saltar, se dice a si misma mientras piensa que despues de todo el tiempo su hermano no podía cambiar. Un sonido de golpe suena en su cabeza y unos ojos ruedan. Pero antes de que se puedan seguir expresando la fuerza de gravedad hace lo suyo y ella se encuentra con la colita adolorida bajo un álamo. Su hermano tenia tambien cierta debilidad por los árboles... ¿o era ella? bah, que mas daba piensa, sintiendo de nuevo sus manos parte de su sistema nervioso y la posibilidad de controlarlas a su antojo.
Kato estaba diciendo cosas al respecto del orden de su escritorio, todo lo que le había costado y ese tipo de cosas, bastante tipicas de él mientras Momo estiraba los brazos. Al escuchar lo que dice, sin embargo, una sonrisa se forma en su rostro. Su hermano aun ignoraba los resultados y con esta chica había pocas cosas tan peligrosas como ignorar algo que ella sabia. Estira los brazos hacia adelante, junto a con sus piernas, y apoya sus manos en el hueco que dejaron sus piernas, echando su cuerpo hacia adelante mientras pone de nuevo aquella cara de no haber roto un plato ni tazas, ni nada por el estilo.
- ¡Veras!-dice, pensando que era una excelente frase para empezar una mentira- lo que paso en el examen fue una cosa muy sencila, tan sencilla que no te la dire porque temo que el árbol no resistira tu ira cuando te cuente que desaprobe el examen. Ademas, en caso de que el árbol lo resistiera estoy dudando tambien que pueda resistir tu siguiente ataque de furia si te comentara, aunque no lo voy a hacer bajo ningún motivo, que yo no sabia que no se podia intentar sobornar a las personas con cierto tipos de favores. Tampoco sabia que no se podia portar ciertas sustancias y elementos y menos aun que no se podía ir a la izquierda cuando indicasen a la derecha. Aunque tambien puedo decirte que en caso de que entrase a alguna División, cosa que no pasara por el momento, seria a una tan excesivamente divertida que no pudiese llegar tus sermones hasta alla.
Satisfecha con su mentira, Momo bate sus adorables pestañas varias veces mientras hace calculos de que tan rapido podia huir de su hermano que seguramente intentaria destrozar su yugular.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Vagando en los cuarteles.
Pataleaba y pataleaba a más no poder durante el breve viaje. Suerte que el inevitable golpe contra el piso la hizo parar. Para mayor sorpresa de Kato, cuando libera a su hermana pequeña de aquel bakudo, ésta se comporta, manteniéndose quieta mientras escucha lo que tenía que decirle. Sin embargo, a media charla, algo la hace sonreír. "Eso no es buena señal", pensó para sí, aunque sin dejar que esa sensación se manifestara en su rostro.
Algo tramaba, eso estaba seguro. Algo en su infantil pero maquiavélica mente se estaba cociendo. A estas alturas el teniente de la Quinta División se temía lo peor. Sentada en el suelo, tras unos estiramientos de brazos y piernas, la más joven de los Shihoin comenzó su peculiar respuesta a las interrogantes de su hermano mayor.
Por como comenzó, Kato tenía claro ya que poco de seriedad tenía aquella explicación. Pero, al fin y al cabo, ¿acaso Momo decía algo en serio alguna vez? El teniente no podía recordar algún momento en el que sí, aunque seguro que los habría. Como decíamos, la solemne verborrea de la chica sentada frente a él dejaba cada vez más claro la poca probabilidad de que nada de lo que decía fuese verdad. Sin embargo, el rostro del Shihoin permanecía serio, como si escuchase y asimilase cada palabra de aquello. Una leve pausa precedió la nueva intervención de Kato:
— ¿Y por qué me iba a enfadar? — se limitó a decir, aunque era bastante obvio que no se quedaría ahí. Su rostro permanecía medio sonriente, pero sin dejar entrever que aquello fuese una broma. Mucho menos que le estuviera siguiendo la corriente: — Las pruebas para Shinigami son muy duras, eso lo sabe cualquiera. No te preocupes, ya lo intentarás la próxima vez. — dijo sin más, ampliando más su sonrisa. Hasta aquí podría haber dejado perpleja a su hermanita, pues la reacción no sería la esperada, ni mucho menos. No podría haber intuido que le seguía el juego, aunque pronto sería más evidente que así lo hiciera: — Si te digo la verdad, ahora que me pongo a repasar la lista de Escuadrones y sus líderes actuales... — comenzó a decir Kato, perdiendo la mirada en el álamo frente a él, como si pensara en voz alta. — ... no se me ocurre ninguna División que pudiese tan si quiera tolerarte. — Eso sin duda cabrearía a su hermana, pero ahora no había ni tinta ni documentos sobre los que derramarlos. — Si acaso en el Segundo. Puede que Yoruko no te matara sabiendo que eres mi hermana... O quizá en la división de Aoki, que más de lo mismo. Aunque no te veo tratando a los enfermos. Sin duda el término de paciente adquiriría un nuevo y más amplio sentido contigo en ese Escuadrón. — divagó Kato, finalizando con una amplia sonrisa dedicada a su hermana.
Ahora sí era bastante obvio que el teniente le seguía el juego a Momo. Como si no hubiese aprendido a tratar a aquella niña con todos aquellos años junto a ella. "Con bueno te has topado", sonrió Kato.
Algo tramaba, eso estaba seguro. Algo en su infantil pero maquiavélica mente se estaba cociendo. A estas alturas el teniente de la Quinta División se temía lo peor. Sentada en el suelo, tras unos estiramientos de brazos y piernas, la más joven de los Shihoin comenzó su peculiar respuesta a las interrogantes de su hermano mayor.
Por como comenzó, Kato tenía claro ya que poco de seriedad tenía aquella explicación. Pero, al fin y al cabo, ¿acaso Momo decía algo en serio alguna vez? El teniente no podía recordar algún momento en el que sí, aunque seguro que los habría. Como decíamos, la solemne verborrea de la chica sentada frente a él dejaba cada vez más claro la poca probabilidad de que nada de lo que decía fuese verdad. Sin embargo, el rostro del Shihoin permanecía serio, como si escuchase y asimilase cada palabra de aquello. Una leve pausa precedió la nueva intervención de Kato:
— ¿Y por qué me iba a enfadar? — se limitó a decir, aunque era bastante obvio que no se quedaría ahí. Su rostro permanecía medio sonriente, pero sin dejar entrever que aquello fuese una broma. Mucho menos que le estuviera siguiendo la corriente: — Las pruebas para Shinigami son muy duras, eso lo sabe cualquiera. No te preocupes, ya lo intentarás la próxima vez. — dijo sin más, ampliando más su sonrisa. Hasta aquí podría haber dejado perpleja a su hermanita, pues la reacción no sería la esperada, ni mucho menos. No podría haber intuido que le seguía el juego, aunque pronto sería más evidente que así lo hiciera: — Si te digo la verdad, ahora que me pongo a repasar la lista de Escuadrones y sus líderes actuales... — comenzó a decir Kato, perdiendo la mirada en el álamo frente a él, como si pensara en voz alta. — ... no se me ocurre ninguna División que pudiese tan si quiera tolerarte. — Eso sin duda cabrearía a su hermana, pero ahora no había ni tinta ni documentos sobre los que derramarlos. — Si acaso en el Segundo. Puede que Yoruko no te matara sabiendo que eres mi hermana... O quizá en la división de Aoki, que más de lo mismo. Aunque no te veo tratando a los enfermos. Sin duda el término de paciente adquiriría un nuevo y más amplio sentido contigo en ese Escuadrón. — divagó Kato, finalizando con una amplia sonrisa dedicada a su hermana.
Ahora sí era bastante obvio que el teniente le seguía el juego a Momo. Como si no hubiese aprendido a tratar a aquella niña con todos aquellos años junto a ella. "Con bueno te has topado", sonrió Kato.
Re: Vagando en los cuarteles.
Se sorprende cuando no se ve en la necesidad de implementar sus planes de escape. Su hermano no solo no se enfada, si no que hasta sonríe y empieza a hablar muy calmadamente. Momo lo mira, lo mira y luego se levanta de un salto. Estaba completamente segura de que alguien había cambiado a su hermano y se sentía en la necesidad de comprobar si aquel por el que lo habían comprobado era mas divertido que el anterior. Entonces se para frente a el, estira las manitas hacia el rostro de Kato e intenta atrapar sus mejillas con sus manos para poder jalarlas a su antojo.
Cuando dice lo de que no hubiese ninguna Division que pudiera tolerarla, infla los mofletes por decimocuarta vez en el día e intenta jalarle aun mas duro las mejillas a su hermano. Debería darle vergüenza, decir que ninguna División podía aguantar a su tremendamente adorable persona. Le da una buena colleja mental a los ojos de su cabeza antes de que se puedan girar y luego se vuelve encontrar con los ojos de su hermano. Ahora cual seria el siguiente paso de su tortura? Podía decirle que en realidad había entrado a su escuadrón y ver como abría los ojos e intentaba huir de ella, pero prefería no. Kato estaba bromeando con ella y si había algo en lo que no le ganaban era en bromear.
- Vamos Kato, si te aguantan a ti por que no habrían de aguantarme a mi? Yo tengo muchos aspectos positivos de los que tu careces, mira-alza el puño y se lo pone frente al rostro de una forma poco amenazadora- soy arrebatadoramente hermosa-alza un dedo- inmensamente divertida-segundo dedo- la persona mas inteligente con la que te has topado-un tercer dedo- soy sumamente irresponsable y desobediente- cuarto dedo- y finalmente, conmigo te ríes mas que contigo. Ves? Mi presencia es mucho mejor que la tuya, mas entretenida y agradable y sin duda mucho mas divertida. Así que seguramente no dudarían en aceptarme en alguno de esas divisiones, solo para hacer su vida mas colorida.
Tras alzar el ultimo dedo le deja la mano abierta a pocos centímetros de la cara y hace como si se la restregara, pero sin tocarlo. Luego da un saltito atrás y le saca la lengua de forma infantil, satisfecha con la verdad, de la cual no dudaba, de sus palabras. Ella era mucho mas aguantable que su hermano mayor.
Cuando dice lo de que no hubiese ninguna Division que pudiera tolerarla, infla los mofletes por decimocuarta vez en el día e intenta jalarle aun mas duro las mejillas a su hermano. Debería darle vergüenza, decir que ninguna División podía aguantar a su tremendamente adorable persona. Le da una buena colleja mental a los ojos de su cabeza antes de que se puedan girar y luego se vuelve encontrar con los ojos de su hermano. Ahora cual seria el siguiente paso de su tortura? Podía decirle que en realidad había entrado a su escuadrón y ver como abría los ojos e intentaba huir de ella, pero prefería no. Kato estaba bromeando con ella y si había algo en lo que no le ganaban era en bromear.
- Vamos Kato, si te aguantan a ti por que no habrían de aguantarme a mi? Yo tengo muchos aspectos positivos de los que tu careces, mira-alza el puño y se lo pone frente al rostro de una forma poco amenazadora- soy arrebatadoramente hermosa-alza un dedo- inmensamente divertida-segundo dedo- la persona mas inteligente con la que te has topado-un tercer dedo- soy sumamente irresponsable y desobediente- cuarto dedo- y finalmente, conmigo te ríes mas que contigo. Ves? Mi presencia es mucho mejor que la tuya, mas entretenida y agradable y sin duda mucho mas divertida. Así que seguramente no dudarían en aceptarme en alguno de esas divisiones, solo para hacer su vida mas colorida.
Tras alzar el ultimo dedo le deja la mano abierta a pocos centímetros de la cara y hace como si se la restregara, pero sin tocarlo. Luego da un saltito atrás y le saca la lengua de forma infantil, satisfecha con la verdad, de la cual no dudaba, de sus palabras. Ella era mucho mas aguantable que su hermano mayor.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Vagando en los cuarteles.
Podría quejarse mil y una vez de lo pesada que podría llegar a ser su hermana pequeña Momo, pero la verdad es que disfrutaba de su presencia más que nadie. Sobre todo con todos aquellos agobios que le habían sido endosados tras quedarse solo al frente de la División, por lo que Kato sonrió al pensar en la idea de que su hermanita sería una gran vía de escape para tanta tensión acumulada. Y es que estar con ella era como abstraerse del mundo, dejando tus preocupaciones atrás, para entrar en un mundo casi surrealista donde todos son burlas y cachondeo. Eso sí, esperaba que Momoko estuviera preparada cuando se le necesitase. Las batallas iban a ser más duras ahora que sus hermanos formaban parte del Gotei.
— Hmmm. — contestó a toda la retahila de Momo, con tono fingidamente reflexivo. — Pues no te falta razón. — añadió, colocándose la mano en el mentón y mirando al cielo, imitando al que piensa. Al que piensa duramente. Se tiró de culo, sentándose bajo el árbol. — Pues en ese caso... — Kato la miró sonriente. — Deberías ir a hablar con el Sotaicho para que te dé el puesto de Capitán. — El teniente dejó una pausa correr, por si algo tuviera que replicar la chiquilla. — Aunque... — Y desapareció.
Tras un veloz shunpo había aparecido a la espalda de su hermana, la cual aun ni se había percatado de su movimiento cuando Kato ya había logrado desabrochar su zanpakuto del cinto de Momo. Dio un paso veloz hacia atrás, separándose de ella.
— ¿Crees que el Comandante aceptará a una Capitana sin zanpakuto? — le preguntó capcioso, con una incitante sonrisa en su rostro. — Venga, no te cortes. Demuestra la Velocidad Shihoin, mujer. A ver si eres capaz de recuperarla.
El teniente de la Quinta jugueteaba con el arma de su hermana, pasándola de mano en mano y mostrándosela, con aires provocativos. Eso sí, listo para volver a desaparecer y ponérselo muy difícil a su hermana. Hacía tiempo que no jugaba con ella y que su shunpo no era testado, por lo que aquel pequeño desafío no sería tan banal como parecía.
— Hmmm. — contestó a toda la retahila de Momo, con tono fingidamente reflexivo. — Pues no te falta razón. — añadió, colocándose la mano en el mentón y mirando al cielo, imitando al que piensa. Al que piensa duramente. Se tiró de culo, sentándose bajo el árbol. — Pues en ese caso... — Kato la miró sonriente. — Deberías ir a hablar con el Sotaicho para que te dé el puesto de Capitán. — El teniente dejó una pausa correr, por si algo tuviera que replicar la chiquilla. — Aunque... — Y desapareció.
Tras un veloz shunpo había aparecido a la espalda de su hermana, la cual aun ni se había percatado de su movimiento cuando Kato ya había logrado desabrochar su zanpakuto del cinto de Momo. Dio un paso veloz hacia atrás, separándose de ella.
— ¿Crees que el Comandante aceptará a una Capitana sin zanpakuto? — le preguntó capcioso, con una incitante sonrisa en su rostro. — Venga, no te cortes. Demuestra la Velocidad Shihoin, mujer. A ver si eres capaz de recuperarla.
El teniente de la Quinta jugueteaba con el arma de su hermana, pasándola de mano en mano y mostrándosela, con aires provocativos. Eso sí, listo para volver a desaparecer y ponérselo muy difícil a su hermana. Hacía tiempo que no jugaba con ella y que su shunpo no era testado, por lo que aquel pequeño desafío no sería tan banal como parecía.
Re: Vagando en los cuarteles.
Asiente varias veces a lo que dice su hermano, muy segura de que el llevaba la razon. Se la concedia solo por que ella creia lo mismo. En realidad, estaba perdiendo el tiempo alli hablando con un simple teniente cuando deberia ir a exigir su puesto de Capitana. Cuando escucha el aunque se gira un pocoy su hermano ya no esta donde lo ha dejado. Hermano desobediente, piensa mientras suelta un bufido. Si acendia a capitana lo primero que iba a hacer era quitarle el puesto. No servia para teniente, no y no y no. Necesitaba a alguien que desapareciera menos y hablase mas. Cuando se percata de que esta haciendose con su zanpakuto ya es demasiado tarde, su hermano esta lejos de ella sosteniendo el arma entre sus manos.
Defenitivamente, era un pesimo teniente, piensa a la vez que se lanza sobre el cual un gato por un raton. Queria su zanpakuto y si no se la daba, le armaria una pataleta de las grandes, como bien exigia su caracter y los ojitos molestos de su cabeza. A Chisuna no le agradaba ser tocada. En realidad le era muy desagradable que aquel hombre alto la tuviese entre sus carrasposas manos. Lanzandola de un lado a otro, como si fuese un juguete. Se las iba a ver ese peliblanco, ahora estaba malhumorada.
Defenitivamente, era un pesimo teniente, piensa a la vez que se lanza sobre el cual un gato por un raton. Queria su zanpakuto y si no se la daba, le armaria una pataleta de las grandes, como bien exigia su caracter y los ojitos molestos de su cabeza. A Chisuna no le agradaba ser tocada. En realidad le era muy desagradable que aquel hombre alto la tuviese entre sus carrasposas manos. Lanzandola de un lado a otro, como si fuese un juguete. Se las iba a ver ese peliblanco, ahora estaba malhumorada.
Shihoin Momo- Post : 26
Edad : 34
Re: Vagando en los cuarteles.
En parte estaba decepcionado, pues arrebatarle aquella arma de su espalda había sido sumamente fácil. Pero luego recordó que le separan muchísimos años de entrenamiento, y que él ni se acercaba a su potencial con su edad. Aun así, si quería recuperar a su querida Chisuna debía hacer gala de su rapidez. A ver qué tan rauda era en ella la 'velocidad Shihōin' en aquella pequeñaja.
Sonrió al ver su cara. Sabía que ante aquello no podía evadirse con un nuevo chiste o con alguna excéntrica creación de su peculiar cabeza. Sin embargo seguía sin moverse:
— ¿A qué esperas? ¿Acaso no la quieres de vuelta? — le preguntaba, incitándola, moviendo su arma delante de su cara.
El teniente volvió a esfumarse, levantando unas cuantas hojas caídas del árbol que presenciaba aquella pueril escena. Sobre la copa del mismo había aparecido el Shihōin, aguantando el equilibrio en una fina rama, sobre un único pie. Obviamente no todo su peso era sostenido por aquella fina madera, sino que los espiritiones concentrados aliviaban aquella endeble extremidad del árbol.
— Vamos, algo habrás aprendido de tu hermanito, ¿no? No te cortes, usa lo que sea. Vamos a ver. — Apoyó a Chisuna en su hombro y comenzó a hacer como el que contaba, mirando a sus dedos. — Puedes usar tu velocidad para intentar cogerme, puedes usar algún bakudō. ¡Incluso algún hadō! Puedes enseñarme tu hakuda si llegas a alcanzarme o atacarme con tu zanpaku-- Oh, no, espera. — Kato la miró, con una sonrisa de oreja a oreja. — ¡Si la tengo yo! — Y una sonora carcajada sonó.
Relajante y divertido, a la vez que Momo era puesta a prueba. Pasar el tiempo con su hermana nunca había significado un tiempo tan bien invertido.
Sonrió al ver su cara. Sabía que ante aquello no podía evadirse con un nuevo chiste o con alguna excéntrica creación de su peculiar cabeza. Sin embargo seguía sin moverse:
— ¿A qué esperas? ¿Acaso no la quieres de vuelta? — le preguntaba, incitándola, moviendo su arma delante de su cara.
El teniente volvió a esfumarse, levantando unas cuantas hojas caídas del árbol que presenciaba aquella pueril escena. Sobre la copa del mismo había aparecido el Shihōin, aguantando el equilibrio en una fina rama, sobre un único pie. Obviamente no todo su peso era sostenido por aquella fina madera, sino que los espiritiones concentrados aliviaban aquella endeble extremidad del árbol.
— Vamos, algo habrás aprendido de tu hermanito, ¿no? No te cortes, usa lo que sea. Vamos a ver. — Apoyó a Chisuna en su hombro y comenzó a hacer como el que contaba, mirando a sus dedos. — Puedes usar tu velocidad para intentar cogerme, puedes usar algún bakudō. ¡Incluso algún hadō! Puedes enseñarme tu hakuda si llegas a alcanzarme o atacarme con tu zanpaku-- Oh, no, espera. — Kato la miró, con una sonrisa de oreja a oreja. — ¡Si la tengo yo! — Y una sonora carcajada sonó.
Relajante y divertido, a la vez que Momo era puesta a prueba. Pasar el tiempo con su hermana nunca había significado un tiempo tan bien invertido.
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