Conectarse
Últimos temas
Shinigami inconsciente- Sala 15
2 participantes
Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Gotei :: Escuadrón Jin - Compasión :: Salas de Urgencias
Página 1 de 1.
Shinigami inconsciente- Sala 15
- Entonces se supone que ya falta poco... -. Pensaba Aoki mientras se encontraba en la sala quince de recuperación de heridas graves. Yamato yacía en la única camilla ocupada de la habitación. Era una habitación con tres camillas, separadas por mamparas, una ventana al fondo, y cada camilla disponía de una mesita auxiliar a su lado. Había una orquídea en un florero en la mesa de Yamato. Llevaba inconsciente desde la guerra, de la que sobrevivió, pero en el que sería, seguramente, el peor estado en el que se había encontrado en su vida. Llegó lleno cortes en todas sus partes del cuerpo, le faltaban algunas partes de piel y, ni que decir tiene, impregnado de sangre hasta dentro de sus uñas. Ahora, estaba limpio, y su cuerpo era similar a cómo se encontraba antes de partir a la masacre. Según informes de la encargada de curación de heridas graves, debería despertar dentro de poco, pues sus heridas estaban sanadas y solo le quedaba recobrar la conciencia.
Mientras Aoki revisaba unos papeles a los pies de la camilla en la que yacía Yamato, irrumpió en la sala Kambei, un hombre corpulento, aunque nada comparado con la musculatura de Aoki.
- Aoki-san, Hokori-taichou requiere de su presencia en el dangai - decía con respiración entrecortada
- ¿Hokori? ¿La señorita Yoruko? Voy enseguida. - decía recordando como obnubilado la hermosa silueta de la misma, sus lisos cabellos, y las marcadas curvas de su lisa piel de porcelana.
- ¿Acaso recuerda la misión de Europa? Ella le requiere para sanar a los shinigamis cuando vuelvan. - Dijo a modo de aclaración, sesgando las ilusiones que empezaban a formarse en la cabeza de Aoki.
- ¡Ah! ¿Es por eso? ¿Aún no han vuelto? - Preguntaba con gesto interrogante, mirando a Kambei a los ojos. En el fondo se encontraba decepcionado por no ser para "algo más", como que le echaba de menos. Después de todo, muchas fueron las misiones en las que participaron juntos y que no podrían haber superado de forma tan impoluta sin la ayuda del otro. Mucho tiempo codo con codo, para que ahora, por la dichosa guerra, a ella la ascienden y a Aoki le transladan. "Ya casi está en el bote" había pensado él en diversas ocasiones, todas erróneas, y ahora, dichoso sino que les separaba.
- No señor, y ya hace casi una hora desde que empezó todo. -
Después Aoki apartó la mirada a Kambei, y la clavó en los papeles que tenía entre manos. - Si está durando tanto, o vuelven con la cabeza de dos arrancar, o vuelven con un pedazo de cabeza arrancada. -
Sin decir nada más, se fue a paso rápido hacia la puerta , y al pasar junto a Kambei, le plantó los papeles en el pecho indicándole sin palabras que se ocupase de Yamato, para justo después salir del cuarto. Sus pasos se alejaron del lugar dejando a Kambei a solas con el shinigami inconsciente, y sin más explicaciones. Se merecería un ascenso después de esta movida...
Mientras Aoki revisaba unos papeles a los pies de la camilla en la que yacía Yamato, irrumpió en la sala Kambei, un hombre corpulento, aunque nada comparado con la musculatura de Aoki.
- Aoki-san, Hokori-taichou requiere de su presencia en el dangai - decía con respiración entrecortada
- ¿Hokori? ¿La señorita Yoruko? Voy enseguida. - decía recordando como obnubilado la hermosa silueta de la misma, sus lisos cabellos, y las marcadas curvas de su lisa piel de porcelana.
- ¿Acaso recuerda la misión de Europa? Ella le requiere para sanar a los shinigamis cuando vuelvan. - Dijo a modo de aclaración, sesgando las ilusiones que empezaban a formarse en la cabeza de Aoki.
- ¡Ah! ¿Es por eso? ¿Aún no han vuelto? - Preguntaba con gesto interrogante, mirando a Kambei a los ojos. En el fondo se encontraba decepcionado por no ser para "algo más", como que le echaba de menos. Después de todo, muchas fueron las misiones en las que participaron juntos y que no podrían haber superado de forma tan impoluta sin la ayuda del otro. Mucho tiempo codo con codo, para que ahora, por la dichosa guerra, a ella la ascienden y a Aoki le transladan. "Ya casi está en el bote" había pensado él en diversas ocasiones, todas erróneas, y ahora, dichoso sino que les separaba.
- No señor, y ya hace casi una hora desde que empezó todo. -
Después Aoki apartó la mirada a Kambei, y la clavó en los papeles que tenía entre manos. - Si está durando tanto, o vuelven con la cabeza de dos arrancar, o vuelven con un pedazo de cabeza arrancada. -
Sin decir nada más, se fue a paso rápido hacia la puerta , y al pasar junto a Kambei, le plantó los papeles en el pecho indicándole sin palabras que se ocupase de Yamato, para justo después salir del cuarto. Sus pasos se alejaron del lugar dejando a Kambei a solas con el shinigami inconsciente, y sin más explicaciones. Se merecería un ascenso después de esta movida...
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Como le dolía la cabeza. Oscuridad era lo que envolvía a aquel shinigami inconsciente en la sala 15 de recuperación del 4º Escuadrón. Los párpados le pesaban una tonelada y apenas podía sentir su cuerpo más allá del entumecimiento y el eco de dolor aún presente en su sistema.
La guerra ocurrida en Hueco Mundo había sido brutal y Yamato había sido uno de los que peor habían acabado. Como buen subordinado de su capitán, se había lanzado a la batalla con la fiereza de un león. Los ataques de los enemigos los esquivaba por milésimas de segundo haciendo alarde de sus buenos y entrenados reflejos. Aquellos combates con Alloe-taicho habían servido para algo después de todo. Y pensar que algunos habían abandonado el escuadrón por aquellas prácticas. Cobardes...
Abriendo los ojos levemente miró hacia un techo claro en una habitación en una penumbra fantasmal. Escuchaba una respiración más allá de su cama y un leve gruñido de dolor salió de sus oxidadas cuerdas vocales. Se removió levemente en la cama notando las sábanas sobre él y la aguja del vial hundido en su mano. Una mano se posó sobre su hombro instándolo a volver a tumbarse habiendo intentado erguirse para mirar mejor lo que había a su alrededor. Los ojos los tenía desacostumbrados a estar abiertos y se volvían a cerrar al poco tiempo, acabando por ceder ante la somnolencia y el cansancio. Sentía como si se hubiera pasado dos noches enteras bebiendo sake sin parar para luego meterse en una pelea contra 10 hombres. Estaba reventado.
-Dón... dónde estoy? -preguntó con voz apagada y carraspeante intentando enfocar el rostro de quien le acompañaba.
La guerra ocurrida en Hueco Mundo había sido brutal y Yamato había sido uno de los que peor habían acabado. Como buen subordinado de su capitán, se había lanzado a la batalla con la fiereza de un león. Los ataques de los enemigos los esquivaba por milésimas de segundo haciendo alarde de sus buenos y entrenados reflejos. Aquellos combates con Alloe-taicho habían servido para algo después de todo. Y pensar que algunos habían abandonado el escuadrón por aquellas prácticas. Cobardes...
Abriendo los ojos levemente miró hacia un techo claro en una habitación en una penumbra fantasmal. Escuchaba una respiración más allá de su cama y un leve gruñido de dolor salió de sus oxidadas cuerdas vocales. Se removió levemente en la cama notando las sábanas sobre él y la aguja del vial hundido en su mano. Una mano se posó sobre su hombro instándolo a volver a tumbarse habiendo intentado erguirse para mirar mejor lo que había a su alrededor. Los ojos los tenía desacostumbrados a estar abiertos y se volvían a cerrar al poco tiempo, acabando por ceder ante la somnolencia y el cansancio. Sentía como si se hubiera pasado dos noches enteras bebiendo sake sin parar para luego meterse en una pelea contra 10 hombres. Estaba reventado.
-Dón... dónde estoy? -preguntó con voz apagada y carraspeante intentando enfocar el rostro de quien le acompañaba.
Hitsuya Yamato- Post : 38
Edad : 39
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Y allí estaba Kambei, con los papeles agarrados de un shinigami que no conocía, en el cuarto del mismo shinigami que seguía sin conocer. Cuando los pasos de Aoki ya no se oían, Kambei puso orden a sus pensamientos, respiró varias veces porfundamente, y trató de serenarse. Tomó los papeles con su mano derecha, informes, datos, estadísticas y análisis de todo lo imaginable, y todo parecía estar correcto, no faltaría mucho para que despertase.
Se dirigió con paso tranquilo a una pequeña silla junto a la camilla del shinigami...
- Hitsuya Yamato... - . Kambei repasaba los papeles con disimulo, enterandose de algo del historial del shinigami. Yamato había participado en la guerra, y había sido tratado de urgencia durante todo el tiempo desde que acabó la guerra... Tenía que ser un shinigami fuerte para haber sobrevivido a ella...
Yamato comenzó a removerse en la cama y evidentemente, estaba descolocado despues de tanto tiempo inactivo. Kambei soltó los papeles en la mesa auxiliar y se colocó depie a su lado. Cuando Yamato trató de incorporarse, Kambei se lanzó a sostenerle en la cama, cosa que llegaba a hacer con dificultad, pues no todos los shinigamis son como Aoki, que podría sostener a casi cualquier shinigami del seireitei...
- Ya... Yamato-san! Está en una sala de recuperación del cuarto escuadrón. Aun debe descansar un poco más, no se preocupe y vuelva a dormir. - le comentó Kambei. No se atrevía a darle información, ni de la guerra, de la que no sabría el final, ni de la situación actual que hizo a Aoki marcharse de las instalaciones. Seguramente con semejante información, saldría corriendo con el gotero a cuestas...
Se dirigió con paso tranquilo a una pequeña silla junto a la camilla del shinigami...
- Hitsuya Yamato... - . Kambei repasaba los papeles con disimulo, enterandose de algo del historial del shinigami. Yamato había participado en la guerra, y había sido tratado de urgencia durante todo el tiempo desde que acabó la guerra... Tenía que ser un shinigami fuerte para haber sobrevivido a ella...
Yamato comenzó a removerse en la cama y evidentemente, estaba descolocado despues de tanto tiempo inactivo. Kambei soltó los papeles en la mesa auxiliar y se colocó depie a su lado. Cuando Yamato trató de incorporarse, Kambei se lanzó a sostenerle en la cama, cosa que llegaba a hacer con dificultad, pues no todos los shinigamis son como Aoki, que podría sostener a casi cualquier shinigami del seireitei...
- Ya... Yamato-san! Está en una sala de recuperación del cuarto escuadrón. Aun debe descansar un poco más, no se preocupe y vuelva a dormir. - le comentó Kambei. No se atrevía a darle información, ni de la guerra, de la que no sabría el final, ni de la situación actual que hizo a Aoki marcharse de las instalaciones. Seguramente con semejante información, saldría corriendo con el gotero a cuestas...
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Al escuchar donde le decía aquel muchacho donde se encontraba la cabeza de Yamato descansó de nuevo sobre la almohada que había detrás de ella. Parpadeó de nuevo unas cuantas veces acostumbrando sus ojos a la nueva luminosidad y se llevó una mano a la cabeza.
-Qué ha pasado? Me duele todo el cuerpo... -suspiró echando su cabello hacia trás apartándolo de su cara. -No... no me acuerdo de nada...
Giró la cabeza para mirar el rostro de preocupación de Kambei pero no se encontraba con fuerzas para discutir con él. aoki había sido muy persistente en el pasado con el descanso y a Yamato se le había quedado instintivamente la costumbre de hacer caso. Suspiró de nuevo estirando sus miembros entumecidos notando las vendas recorrer su torso apretándole los pulmones y notó de nuevo la aguja clavada en el dorso de su mano. Cerró los ojos fuertemente sintiendo una quemazón subir por su garganta. Tragó saliva para ahogar aquella sensación y fue cuando imágenes, como si fueran fotografías una detrás de otra a toda velocidad. Con una rapidez veritiginosa revivió en pocos segundos el horror que vivió en Hueco Mundo haciendo que lo poco que tenía en su estómago se volcara en un recipiente que había sobre la mesa, supuestamente colocado para ese propósito aunque Yamato no es que se preocupara demasiado por ello.
Tras vaciar sus entrañas, tosió fuertemente dejando el recipiente sobre la mesilla de nuevo tumbándose sobre la camilla, con el rostro encogido por el dolor y la pena, respirando con dificultad. Después de un par de minutos, el shinigami consiguió tranquilizarse apartando la mano de su cara y abriendo los ojos de nuevo mirando hacia el techo. Las imágenes que había visto como si estuvieran pegadas una encima de otra en los párpados que cubrían sus ojos, narraron una historia que aquel oficial no estaba dispuesto a creer, o al menos en apariencia.
-Y Alloe-taicho? Y los otros? -preguntó con voz monocorde aunque sabía la respuesta antes de que la pregunta saliera de su boca. -Qué ha ocurrido con la guerra?
-Qué ha pasado? Me duele todo el cuerpo... -suspiró echando su cabello hacia trás apartándolo de su cara. -No... no me acuerdo de nada...
Giró la cabeza para mirar el rostro de preocupación de Kambei pero no se encontraba con fuerzas para discutir con él. aoki había sido muy persistente en el pasado con el descanso y a Yamato se le había quedado instintivamente la costumbre de hacer caso. Suspiró de nuevo estirando sus miembros entumecidos notando las vendas recorrer su torso apretándole los pulmones y notó de nuevo la aguja clavada en el dorso de su mano. Cerró los ojos fuertemente sintiendo una quemazón subir por su garganta. Tragó saliva para ahogar aquella sensación y fue cuando imágenes, como si fueran fotografías una detrás de otra a toda velocidad. Con una rapidez veritiginosa revivió en pocos segundos el horror que vivió en Hueco Mundo haciendo que lo poco que tenía en su estómago se volcara en un recipiente que había sobre la mesa, supuestamente colocado para ese propósito aunque Yamato no es que se preocupara demasiado por ello.
Tras vaciar sus entrañas, tosió fuertemente dejando el recipiente sobre la mesilla de nuevo tumbándose sobre la camilla, con el rostro encogido por el dolor y la pena, respirando con dificultad. Después de un par de minutos, el shinigami consiguió tranquilizarse apartando la mano de su cara y abriendo los ojos de nuevo mirando hacia el techo. Las imágenes que había visto como si estuvieran pegadas una encima de otra en los párpados que cubrían sus ojos, narraron una historia que aquel oficial no estaba dispuesto a creer, o al menos en apariencia.
-Y Alloe-taicho? Y los otros? -preguntó con voz monocorde aunque sabía la respuesta antes de que la pregunta saliera de su boca. -Qué ha ocurrido con la guerra?
Hitsuya Yamato- Post : 38
Edad : 39
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
NPC:
- Bueno, ehm, yo... verá... - la pregunta era la más comprometida que Kambei podía recibir. le ponía en una tesitura que se le venía grande. Por una parte, él, era un shinigami del undécimo escuadrón, y eso podría traerle problemas, pues aunque Yamato realmente era bastante... inofensivo, pero ese detalle era desconocido por Kambei, y tras una mala noticia sentía que podía entrar en cólera. Esto nos lleva a la segunda parte, en la que, decirle que habían muerto prácticamente todos sería un choque emocional tremendo para alguien que acaba de despertar de estar inconsciente dos semanas, produciendole traumas o incluso un coma. No era plan de matar al shinigami allí mismo.
- ¿Se ha despertado el superviviente? -. La voz sonó desde la entrada a la estáncia. Era una voz dulce y cantarina, pero suave y mas bien aguda, como alegre y animada. Kambei se quedó estirado, con los ojos muy abiertos, y muy muy tenso. Sin mirar la reacción del shinigami que yacía frente a él, acuchilló con la mirada a la individua de la que provenía la voz. Cómo no, Aiko. Se encargaba de mantener alegres a los shinigamis del escuadrón, y aveces, a los convalecientes. Es como si costase estar serio a su lado, siempre con la sonrisa pintada en la cara.
Aiko llevaba una bata blanca arremangada, con el símbolo de la cuarta división en el hombro, la bata reglamenteria del mismo. También llevaba unos guantes entre transparentes y blancos hasta los codos, con la punta de los dedos manchada de sangre, así como los bordes inferiores de la impoluta bata. - ¡AH! ¡Ya veo que si! - En dos saltitos se colocó a los pies de la camilla de Yamato. Miró su nombre en la placa junto a su mano y, inclinándose hacia delante, apretándo sus pechos uno contra el otro, dejándo ver la línea sombreada que los separaba, le preguntó en tono cariñoso: - ¿Se encuentra ya mejor, Yamato-san? - dedicándole una inocente sonrisa de oreja a oreja (después de todo). - Hanami Aiko para lo que desee... -
A todo esto, Yamada Kambei miraba perplejo a Aiko, encojido de hombros, y en mutis por la forma de actuar de la chica... Empezaba a sentir que estorbaba en el galanteo de ella, pero no se atrevió a dejarla a solas con el apuesto shinigami por lo que pudiese hacer... es más, no se atrevió a dejar solo al pobre Yamato...
- Bueno, ehm, yo... verá... - la pregunta era la más comprometida que Kambei podía recibir. le ponía en una tesitura que se le venía grande. Por una parte, él, era un shinigami del undécimo escuadrón, y eso podría traerle problemas, pues aunque Yamato realmente era bastante... inofensivo, pero ese detalle era desconocido por Kambei, y tras una mala noticia sentía que podía entrar en cólera. Esto nos lleva a la segunda parte, en la que, decirle que habían muerto prácticamente todos sería un choque emocional tremendo para alguien que acaba de despertar de estar inconsciente dos semanas, produciendole traumas o incluso un coma. No era plan de matar al shinigami allí mismo.
- ¿Se ha despertado el superviviente? -. La voz sonó desde la entrada a la estáncia. Era una voz dulce y cantarina, pero suave y mas bien aguda, como alegre y animada. Kambei se quedó estirado, con los ojos muy abiertos, y muy muy tenso. Sin mirar la reacción del shinigami que yacía frente a él, acuchilló con la mirada a la individua de la que provenía la voz. Cómo no, Aiko. Se encargaba de mantener alegres a los shinigamis del escuadrón, y aveces, a los convalecientes. Es como si costase estar serio a su lado, siempre con la sonrisa pintada en la cara.
Aiko llevaba una bata blanca arremangada, con el símbolo de la cuarta división en el hombro, la bata reglamenteria del mismo. También llevaba unos guantes entre transparentes y blancos hasta los codos, con la punta de los dedos manchada de sangre, así como los bordes inferiores de la impoluta bata. - ¡AH! ¡Ya veo que si! - En dos saltitos se colocó a los pies de la camilla de Yamato. Miró su nombre en la placa junto a su mano y, inclinándose hacia delante, apretándo sus pechos uno contra el otro, dejándo ver la línea sombreada que los separaba, le preguntó en tono cariñoso: - ¿Se encuentra ya mejor, Yamato-san? - dedicándole una inocente sonrisa de oreja a oreja (después de todo). - Hanami Aiko para lo que desee... -
A todo esto, Yamada Kambei miraba perplejo a Aiko, encojido de hombros, y en mutis por la forma de actuar de la chica... Empezaba a sentir que estorbaba en el galanteo de ella, pero no se atrevió a dejarla a solas con el apuesto shinigami por lo que pudiese hacer... es más, no se atrevió a dejar solo al pobre Yamato...
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Yamato miraba al muchacho que estaba a su lado sin saberle que responder. Internamente el oficial sabía perfectamente que significaban esas dudas pero siguió sin querer admitirlo. Cerró los ojos aferrándose fuertemente a las sábanas que cubrían su dolorido cuerpo y hundió aún más la cabeza en la almohada antes de que una voz femenina le sacara del hilo de sus pensamientos.
El shinigami la observó acercarse e inclinarse hacia delante con su voz aterciopelada y melodiosa. Sus ojos se habían colocado en los castaños de la muchacha pero otra zona de su anatomía requería de su atención inmediata como si fueran dos niñas gritando. Le dedicó una breve mirada, lo suficiente como para acallar el deseo de sus ojos en aquel momento y se esforzó por erguirse en la cama en una posición más sentada. Hizo un gesto de molestia, no por el dolor en sí, que empezaba a ser considerable, sino porque sabía que para las jóvenes enfermeras de su compañero y amigo Aoki era siempre que las hacía preocuparse y mostrarse más cariñosas de lo que normalmente harían. Aquel escote había borrado de su mente la tragedia, de momento. Medio sonrió encogiéndose levemente de hombros ante su pregunta aunque al final decidió poner un poco más a prueba su suerte.
-Creo que estas vendas están algo apretadas, Hanami-san -dijo cerrando uno de sus ojos señalándose la zona abdominal que estaba envuelta en lo que parecían kilómetros de vendas impolutas. -Estoy algo dolorido, pero agradezco sus cuidados... Lamento haber causado tantas molestias -terminó sonriendo de manera encantadora en la justa medida entre la galantería y la resignación por estar postrado en aquella camilla.
Secretamente, por dentro, un pequeño Yamato lloraba de emoción agradeciendo a Aoki el que le asignara a tan preciosa doctora a su cuidado. Tal vez tendría que portarse algo mejor cuando lo volviera a ver... Bah! Qué diablos!
El shinigami la observó acercarse e inclinarse hacia delante con su voz aterciopelada y melodiosa. Sus ojos se habían colocado en los castaños de la muchacha pero otra zona de su anatomía requería de su atención inmediata como si fueran dos niñas gritando. Le dedicó una breve mirada, lo suficiente como para acallar el deseo de sus ojos en aquel momento y se esforzó por erguirse en la cama en una posición más sentada. Hizo un gesto de molestia, no por el dolor en sí, que empezaba a ser considerable, sino porque sabía que para las jóvenes enfermeras de su compañero y amigo Aoki era siempre que las hacía preocuparse y mostrarse más cariñosas de lo que normalmente harían. Aquel escote había borrado de su mente la tragedia, de momento. Medio sonrió encogiéndose levemente de hombros ante su pregunta aunque al final decidió poner un poco más a prueba su suerte.
-Creo que estas vendas están algo apretadas, Hanami-san -dijo cerrando uno de sus ojos señalándose la zona abdominal que estaba envuelta en lo que parecían kilómetros de vendas impolutas. -Estoy algo dolorido, pero agradezco sus cuidados... Lamento haber causado tantas molestias -terminó sonriendo de manera encantadora en la justa medida entre la galantería y la resignación por estar postrado en aquella camilla.
Secretamente, por dentro, un pequeño Yamato lloraba de emoción agradeciendo a Aoki el que le asignara a tan preciosa doctora a su cuidado. Tal vez tendría que portarse algo mejor cuando lo volviera a ver... Bah! Qué diablos!
Hitsuya Yamato- Post : 38
Edad : 39
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Hanami miraba fijamente al shinigami a su cuidado, con los ojos bien abiertos, y empuñando una amplísima y visible sonrisa, a modo de ánimos para el dolorido shinigami. Cuando se incorporó, cosa que a todas luces no debía hacer, por el riesgo inminente de apertura de sus heridas, las shinigami hábilmente y como si su cuerpo de una pluma se tratase, saltó apoyada con una mano en la barandilla a los pies de la cama, aterrizando, con sorprendente suavidad sobre los muslos de Yamato, quedando sujeta con la fuerza de sus propias piernas, solo rozando al shinigami herido.
Hizo un gesto con la cabeza a Kambei para que la ayudase a volver a recostar a Yamato, al que la chica empujaba insistentemente con la punta de sus dedos hacia atrás. De no ser por el estado del shinigami, el acto hubiese sido como empujarle a una pared, pues era del once al fin y al cabo, pero por ahora, parece que cedía.
- No se preocupe, el cuarto escuadrón estamos para eso... además, ojalá todos los que ingresasen fueran como usted. - dijo con su tono jovial y cercano, dentro de sus posibilidades, acompañando la respuesta con un guiño y su siempre espléndida sonrisa.
Una vez recostado, cogió unas tijeras de su cinturón de útiles, en el que había también bisturíes, lupas y cosas así. Calentó una de las hojas de las tijeras con su aliento, para ahorrarle al shinigami estremecerse por el frío que podría provocar el metal al contacto con su piel, e introdujo una parte de la tijera entre el cuerpo del shinigami y la venda, para descender, cortando la venda a todo lo largo.
- Esto casi está, cuando se levante para ir a rehabilitación, se le colocará la nueva venda. - le decía la shinigami. le colocó una mano en la frente apartando sus alborotados cabellos, comprobando así la temperatura del mismo. - ¿Cómo se encuentra? -
Hizo un gesto con la cabeza a Kambei para que la ayudase a volver a recostar a Yamato, al que la chica empujaba insistentemente con la punta de sus dedos hacia atrás. De no ser por el estado del shinigami, el acto hubiese sido como empujarle a una pared, pues era del once al fin y al cabo, pero por ahora, parece que cedía.
- No se preocupe, el cuarto escuadrón estamos para eso... además, ojalá todos los que ingresasen fueran como usted. - dijo con su tono jovial y cercano, dentro de sus posibilidades, acompañando la respuesta con un guiño y su siempre espléndida sonrisa.
Una vez recostado, cogió unas tijeras de su cinturón de útiles, en el que había también bisturíes, lupas y cosas así. Calentó una de las hojas de las tijeras con su aliento, para ahorrarle al shinigami estremecerse por el frío que podría provocar el metal al contacto con su piel, e introdujo una parte de la tijera entre el cuerpo del shinigami y la venda, para descender, cortando la venda a todo lo largo.
- Esto casi está, cuando se levante para ir a rehabilitación, se le colocará la nueva venda. - le decía la shinigami. le colocó una mano en la frente apartando sus alborotados cabellos, comprobando así la temperatura del mismo. - ¿Cómo se encuentra? -
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Con habilidad la preciosa doctora se subió a la cama haciendo que Yamato pudiera admirar su perfecta y extremadamente atractiva anatomía. Sus ojos oscuros la recorrieron con rapidez antes de ser recostada por él su pulso levemente acelerándose por la cercanía de la shinigami. Por un momento pensó en que envidiaba a Aoki por encima de todas las cosas estando él obligado a tratar solo con hombres y el grandullón sanador, disfrutara de tales diosas como compañeras de escuadrón. Definitivamente tenía que buscarse alguna otra forma de escapar de los agobiantes entrenamientos con shin. Hacía mucho que no se iba a beber por ahí. Su mente, en aquel momento, simplemente había bloqueado cualquier sospecha o divagación relacionado con la guerra. Ya tendría tiempo para ello más adelante.
Así que sintiendo la cálida mano de Aiko en su torso, Yamato se dejó recostar colocando casi instintivamente las manos sobre los muslos de la doctora, sin siquiera haberse dado cuenta de ello. Su abdomen se encogió al notar como las tijeras se deslizaban entre su piel y las vendas y su mirada estaba fija en el rostro angelical de su cuidadora. Definitivamente, era un placer herirse si recibía tales cuidados siempre.
"Además, ojalá todos los que ingresasen fueran como usted..." Aquella frase dejó algo descolocado al atreviso shinigami pero aún así no lo mostró en su rostro en ningún momento.
Se echó hacia atrás sin apartar las manos si no veía que ella se molestase en algún momento y se dejó acariciar la frente mientras le apartaba el cabello alborotado. Cerró los ojos por un momento y respiró profundamente como si quisiera mostrar a la preciosa doctora que se encontraba mejor y que su respiración era normal, sin dolor alguno. Cuando escuchó la palabra rehabilitación torció levemente la boca con un gesto algo molesto pero simplemente quería hacerlo para hacerla reir ya que era un gesto bastante infantil y viniendo de alguien como Yamato era... irreal.
-Seguro que estoy mucho mejor que cuando entré aquí. ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? -preguntó volviendo a abrir los ojos mirando a la doctora directamente tornando su rostro bastante más serio. -Le pregunté a él que había pasado en la guerra pero no me ha respondido... ¿Dónde están mis compañeros? Aoki, Katsu, Washiru, Shin... y... Alloe-taicho? -preguntó aunque por el silencio anterior ya sabía la respuesta a su pregunta. -Mi capitán... ha fallecido, verdad?
Así que sintiendo la cálida mano de Aiko en su torso, Yamato se dejó recostar colocando casi instintivamente las manos sobre los muslos de la doctora, sin siquiera haberse dado cuenta de ello. Su abdomen se encogió al notar como las tijeras se deslizaban entre su piel y las vendas y su mirada estaba fija en el rostro angelical de su cuidadora. Definitivamente, era un placer herirse si recibía tales cuidados siempre.
"Además, ojalá todos los que ingresasen fueran como usted..." Aquella frase dejó algo descolocado al atreviso shinigami pero aún así no lo mostró en su rostro en ningún momento.
Se echó hacia atrás sin apartar las manos si no veía que ella se molestase en algún momento y se dejó acariciar la frente mientras le apartaba el cabello alborotado. Cerró los ojos por un momento y respiró profundamente como si quisiera mostrar a la preciosa doctora que se encontraba mejor y que su respiración era normal, sin dolor alguno. Cuando escuchó la palabra rehabilitación torció levemente la boca con un gesto algo molesto pero simplemente quería hacerlo para hacerla reir ya que era un gesto bastante infantil y viniendo de alguien como Yamato era... irreal.
-Seguro que estoy mucho mejor que cuando entré aquí. ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? -preguntó volviendo a abrir los ojos mirando a la doctora directamente tornando su rostro bastante más serio. -Le pregunté a él que había pasado en la guerra pero no me ha respondido... ¿Dónde están mis compañeros? Aoki, Katsu, Washiru, Shin... y... Alloe-taicho? -preguntó aunque por el silencio anterior ya sabía la respuesta a su pregunta. -Mi capitán... ha fallecido, verdad?
Hitsuya Yamato- Post : 38
Edad : 39
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
El shinigami convaleciente parecía incluso tímido en algún momento en concreto. Era divertido ver como se mejoraban simplemente por ser asistidos por una de las bellezas del escuadrón. Aoki sabía más que de sobra que ese era uno de los métodos de Aiko, y no le imporataba, al contrario, se reía cunado le contaba las reacciones de los shinigamis...
Yamato pareció descontento con la palabra rehabilitación, pero seguro que la chica sabría como convencerle de que cambiase de idea... se sonrió con su torcedura de morros, tapándose la boca para disimularlo. Sobre él, con las manos sobre sus muslos, empezaba a acalorarse, y a ventilarse el escote despegando la camiseta casi con violencia.
A la siguiente pregunta... no supo como contestar... pero no fue necesario, la fría voz de Johanna irrumpió en el cuarto.
- Muerto, como todos los capitanes. - sus palabras atravesaron el ambiente como una inmensa katana, cortando por la mitad todo pensamiento que pudiese tener cualquiera de los shinigamis presentes. - Eres cirujana, Aiko, ¿qué se supone que haces aquí? ¿Necesita cirugía el chico o es que tu necesitas...? -
- Que borde eres cuando quieres Johana... - la cortó Aiko para que no dijese barbaridades... Apoyando una manos sobre la almohada del shinigami, comprobó el correcto funcionamiento del suero, dejando el busto a escaso un palmo de los ojos de Yamato. Quizá le sirviese como distracción, aunque Aiko no lo hubiese hecho a propósito... a menudo le ocurrían cosas así...
Johanna se percató de la posición de ambos... Ella sobre él, sus manos en sus muslos, el mirándo descaradamente a sus pechos... Quería darle una leccion a la descerebrada shinigami, así que, en esa misma postura, se acercó, mientras Aiko seguía mirando el suero, sacó su katana de con la vaina incluida, y le golpeó en el centro de la espalda con fuerza, haciéndo que sus pechos bamboleantes cayesen sobre la cara del excitado shinigami... - Ya que lo haces hazlo bien, Aiko...
¿Cual sería la reacción del shinigami? Seguramente olvidaría por ahora la muerte del capitán...
Yamato pareció descontento con la palabra rehabilitación, pero seguro que la chica sabría como convencerle de que cambiase de idea... se sonrió con su torcedura de morros, tapándose la boca para disimularlo. Sobre él, con las manos sobre sus muslos, empezaba a acalorarse, y a ventilarse el escote despegando la camiseta casi con violencia.
A la siguiente pregunta... no supo como contestar... pero no fue necesario, la fría voz de Johanna irrumpió en el cuarto.
- Muerto, como todos los capitanes. - sus palabras atravesaron el ambiente como una inmensa katana, cortando por la mitad todo pensamiento que pudiese tener cualquiera de los shinigamis presentes. - Eres cirujana, Aiko, ¿qué se supone que haces aquí? ¿Necesita cirugía el chico o es que tu necesitas...? -
- Que borde eres cuando quieres Johana... - la cortó Aiko para que no dijese barbaridades... Apoyando una manos sobre la almohada del shinigami, comprobó el correcto funcionamiento del suero, dejando el busto a escaso un palmo de los ojos de Yamato. Quizá le sirviese como distracción, aunque Aiko no lo hubiese hecho a propósito... a menudo le ocurrían cosas así...
Johanna se percató de la posición de ambos... Ella sobre él, sus manos en sus muslos, el mirándo descaradamente a sus pechos... Quería darle una leccion a la descerebrada shinigami, así que, en esa misma postura, se acercó, mientras Aiko seguía mirando el suero, sacó su katana de con la vaina incluida, y le golpeó en el centro de la espalda con fuerza, haciéndo que sus pechos bamboleantes cayesen sobre la cara del excitado shinigami... - Ya que lo haces hazlo bien, Aiko...
¿Cual sería la reacción del shinigami? Seguramente olvidaría por ahora la muerte del capitán...
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
Definitivamente si la rehabilitación corría a cuenta de Aiko, Yamato estaría allí mucho más tiempo del necesario. En su escuadrón no había bellezas precisamente por lo que cualquier excusa para salir de él y dejar de verle el careto a Gennosuke era bienvenido. Sus ojos se dirigieron hacia el pronunciado escote que la joven ventilaba pero solo de forma sutil dejando que respondiera a su pregunta. Siempre era mejor que alguien tan bonita como la cirujana le diera noticias malas. De esa forma resultaban agridulces, y no simplemente algo intragable.
Sin embargo, la respuesta no vino de la joven castaña, si no de otra voz que había venido desde la puerta. La brusquedad con la que había respondido fue como una jarra de agua helada, con hielos enteros inclusive. Los ojos de Yamato se entrecerraron levemente y sus dedos apretaron inconscientemente la carne de los muslos de Aiko que aún se encontraba sobre él. Las dejó hablar sin intervenir al menos de momento hasta que vio como los pechos de la shinigami se acercaban peligrosamente a su rostro. Él, para evitar un contacto que pudiera parecer intencionado, se hundió ligeramente en la almohada sin apartar la mirada de sus senos tan llamativos y pálidos. Casi sentía la necesidad de amasarlos con suavidad para arrancar gemidos de placer de la extremadamente atractiva cirujana. Pero ahora no era el momento ni el lugar para ello. Alloe había muerto y aún no había tenido tiempo de ver como se encontraban las cosas en el escuadrón. Sería lo primero que hiciese en cuanto pudiera salir de aquella sala, aunque no estaba muy molesto por ahora con las visitas.
Lo que el oficial no se esperó es que la otra muchacha empujara a Aiko sobre él haciendo que su busto acabase ahogándole aplastadas contra su rostro. Yamato contuvo la respiración manteniéndose completamente quieto volviendo a apretar los muslos de la joven como única reacción a lo que había pasado. No se sonrojó demasiado aunque sentía el rubor acudir a sus mejillas morenas por el tiempo que entrenaba al aire libre. Sentía la cálida piel sobre su rostro y su nariz se había pegado a su esternón pudiendo aspirar el aroma tan suculento que la joven desprendía de forma natural.
Se removió lo suficiente debajo de ella para poder tomar aire tras soltar el que había contenido en sus pulmones en el canalillo de la descuidada shinigami y aún con su carne sobre su rostro elevó la mirada para cruzarla con la de ella. Por lo demás no había hecho nada, dejaría que fuese ella la que se quitase de encima. Después de todo, el pobre Yamato estaba convaleciente y no podía hacer movimientos bruscos.
Sin embargo, la respuesta no vino de la joven castaña, si no de otra voz que había venido desde la puerta. La brusquedad con la que había respondido fue como una jarra de agua helada, con hielos enteros inclusive. Los ojos de Yamato se entrecerraron levemente y sus dedos apretaron inconscientemente la carne de los muslos de Aiko que aún se encontraba sobre él. Las dejó hablar sin intervenir al menos de momento hasta que vio como los pechos de la shinigami se acercaban peligrosamente a su rostro. Él, para evitar un contacto que pudiera parecer intencionado, se hundió ligeramente en la almohada sin apartar la mirada de sus senos tan llamativos y pálidos. Casi sentía la necesidad de amasarlos con suavidad para arrancar gemidos de placer de la extremadamente atractiva cirujana. Pero ahora no era el momento ni el lugar para ello. Alloe había muerto y aún no había tenido tiempo de ver como se encontraban las cosas en el escuadrón. Sería lo primero que hiciese en cuanto pudiera salir de aquella sala, aunque no estaba muy molesto por ahora con las visitas.
Lo que el oficial no se esperó es que la otra muchacha empujara a Aiko sobre él haciendo que su busto acabase ahogándole aplastadas contra su rostro. Yamato contuvo la respiración manteniéndose completamente quieto volviendo a apretar los muslos de la joven como única reacción a lo que había pasado. No se sonrojó demasiado aunque sentía el rubor acudir a sus mejillas morenas por el tiempo que entrenaba al aire libre. Sentía la cálida piel sobre su rostro y su nariz se había pegado a su esternón pudiendo aspirar el aroma tan suculento que la joven desprendía de forma natural.
Se removió lo suficiente debajo de ella para poder tomar aire tras soltar el que había contenido en sus pulmones en el canalillo de la descuidada shinigami y aún con su carne sobre su rostro elevó la mirada para cruzarla con la de ella. Por lo demás no había hecho nada, dejaría que fuese ella la que se quitase de encima. Después de todo, el pobre Yamato estaba convaleciente y no podía hacer movimientos bruscos.
Hitsuya Yamato- Post : 38
Edad : 39
Re: Shinigami inconsciente- Sala 15
El golpe de la puerta sonó como un sarcástico punto y final. Yamato no veía nada, y no sabía quien sería el causante, pero la voz de La joven Aiko lo confirmó todo.
- ¿Aoki-kun? -
Acto seguido, los suaves pechos de la joven se despegaban de la enfervorecida cara del shinigami, como si una fuerza superior del más allá la hiciese levitar. Entiéndase "más allá" como Murakami Aoki, y "Fuerza superior" como su propia mano. Como si fuese un gato pequeño, el gigantón apartó a la chica de la camilla con una más que fingida sonrisa, la depositó en el suelo y dirigió su rostro hacia el "convaleciente" shinigami. Johanna plasmaba en su rostro una amplia sonrisa de satisfacción, apoyada en el marco de la puerta y mirando la habitación divertida.
Sin molestia alguna, ni pesadez, como quien recoge un papel del suelo, tomó a Yamato en un alarde de fuerza por lo que serían las solapas, y lo levantó hasta que sus pies colgaban a una cuarta del suelo. Dijese lo que dijese, Aoki no reaccionaría, ya se había marcado un rumbo fijo, y para cuando quiso darse cuenta, el cuerpo del Yamato colgaba por la ventana desde el tercer piso. Cualquier shinigami se rompería algo desde esa altura, pero ¿qué se podía esperar del gran Yamato, honroso shinigami del undécimo escuadrón, si no sobreviviese a esa caída? Seguro que tenía ese cuerpo musculoso para algo más que ligar con las chicas de SU división.
- Supongo que tendrás ganas de ver a Gennosuke, no? Hitsuya-chan? - lo que acompañó un una amplísima (y como no, fingidísima) sonrisa. Luego sus ropajes escaparon de entre sus dedos, y la gravedad hizo el resto.
- ¿Aoki-kun? -
Acto seguido, los suaves pechos de la joven se despegaban de la enfervorecida cara del shinigami, como si una fuerza superior del más allá la hiciese levitar. Entiéndase "más allá" como Murakami Aoki, y "Fuerza superior" como su propia mano. Como si fuese un gato pequeño, el gigantón apartó a la chica de la camilla con una más que fingida sonrisa, la depositó en el suelo y dirigió su rostro hacia el "convaleciente" shinigami. Johanna plasmaba en su rostro una amplia sonrisa de satisfacción, apoyada en el marco de la puerta y mirando la habitación divertida.
Sin molestia alguna, ni pesadez, como quien recoge un papel del suelo, tomó a Yamato en un alarde de fuerza por lo que serían las solapas, y lo levantó hasta que sus pies colgaban a una cuarta del suelo. Dijese lo que dijese, Aoki no reaccionaría, ya se había marcado un rumbo fijo, y para cuando quiso darse cuenta, el cuerpo del Yamato colgaba por la ventana desde el tercer piso. Cualquier shinigami se rompería algo desde esa altura, pero ¿qué se podía esperar del gran Yamato, honroso shinigami del undécimo escuadrón, si no sobreviviese a esa caída? Seguro que tenía ese cuerpo musculoso para algo más que ligar con las chicas de SU división.
- Supongo que tendrás ganas de ver a Gennosuke, no? Hitsuya-chan? - lo que acompañó un una amplísima (y como no, fingidísima) sonrisa. Luego sus ropajes escaparon de entre sus dedos, y la gravedad hizo el resto.
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Temas similares
» Cronología Shinigami
» Proceso a Shinigami
» Ru, Shinigami en prácticas.
» Shinigami secuestrada.
» diplopía (shinigami)
» Proceso a Shinigami
» Ru, Shinigami en prácticas.
» Shinigami secuestrada.
» diplopía (shinigami)
Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Gotei :: Escuadrón Jin - Compasión :: Salas de Urgencias
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue Abr 30, 2015 3:40 am por Kenta
» Ethernia Ehlysea {Afiliación Élite}
Dom Mayo 25, 2014 7:56 am por Invitado
» Foro RPG Naruto (Élite) (caida de botones)
Dom Mayo 25, 2014 6:04 am por Invitado
» holau gente ^^
Lun Mayo 12, 2014 6:03 am por taider kend
» Foro RPG Naruto (Élite)
Sáb Mayo 03, 2014 7:20 am por Invitado
» School of devil way [Elite]
Dom Mar 23, 2014 7:39 am por Invitado
» Attack On Titan ;; Reapertura [Cambio de Botón - Normal.]
Mar Ene 14, 2014 1:09 pm por Invitado
» Anime Rol [Élite]
Dom Dic 08, 2013 3:51 pm por Invitado
» I Want Candy! {Invitación}
Lun Nov 11, 2013 9:54 am por Invitado
» Homines Hortum || Élite [Yaoi]
Dom Oct 20, 2013 2:42 pm por Invitado