Investigando la Muerte del Capitán. [TRAMA]

por **Shihōin Katō** Dom Oct 11, 2009 1:36 pm

La noticia que todo el mundo esperaba con tristeza, aunque se mostraran externamente esperanzados, llegó a los oídos del Quinto Escuadrón del Gotei 13. Había aparecido un cuerpo en el Rukongai, el cuerpo de un poderoso shinigami: Ateru Karaiko, Capitán de la 5ª división. El primer encargo del recién ascendido Teniente de la Quinta División no era tarea sencilla: debía investigar aquella trágica muerte, que además se veía envuelta en un halo de misterio.

La importancia de una análisis de los restos de Reiatsu y de que la víctima era el Capitán del Quinto Escuadrón, dado por desaparecido en combate desde las últimas batallas, por lo que no era de extrañar que la Cámara de los 46 dejara al cargo de la investigación a aquel Escuadrón. Ni tan si quiera aun se había informado al Comandante, el cual se encontraba bastante ocupado en reuniones con los nuevos Capitanes de División, intentando recuperar el Gotei 13 cuanto antes.

El cuerpo fue hallado en Zaraki (更木), el distrito 80 del Rukongai Norte, bastante apartado del Seireitei, ya que era el último distrito norte. Mientras la partida de shinigamis comandada por Kato se acercaba muchas preguntas, cada cual más extraña e inquietante, iban y venían de la cabeza del joven Shihoin. ¿Qué hacía un capitán del Gotei 13 tan aparatado del Seireitei? ¿Qué lo había llevado hasta allí? ¿Como un shinigami de tanto poder como un Capitán había muerto sin dejar rastros de lucha alguna? Esta última pregunta parecía indicarle que el cuerpo del Capitán había sido transportado desde el lugar del crimen hasta allí, pero tras el primer análisis del reiatsu residual de la zona descartaron esa hipótesis. Habían dejado alguno de los hombres del Quinto Escuadrón analizando más a fondo la zona. Cuando llegaran deberían tener un informe más detallado de la naturaleza y posible fuente de ese reiatsu.

Al llegar a la zona, la atmósfera era desoladora. Como era de esperar, este distrito, tan apartado del Seireitei no era precisamente pacífico: la anarquía y el crimen dominaban la zona. Pero en aquel preciso lugar no había ningún signo de ningún Plus cerca, como si ni si quera los criminales se atrevieran a llegar allí. Una vez más, Kato se preguntaba: ¿Qué había atraído a un Capitán del Gotei hasta allí?

— Informe actualizado de la situación, por favor - dijo Kato en voz alta y firme acercándose a uno de los hombres desplegados allí.

— Los resultado son algo confusos, señor. — hizo una leve pausa, pero viendo que Kato continuaba esperando el reporte, prosiguió. — Creemos haber encontrado la explicación de por qué no hay signos de lucha en la zona: parece que el capitán estuvo doblegado bajo una especie de Bakudo cuando murió.

—¿¡Bakudo!? — la cara de Kato cambió al instante, sorprendido. — ¿Quieres decir que todo esto es obra de un Shinigami?

— No, señor. He ahí lo extraño del tema: el reiatsu muestra una naturaleza Hollow, aunque no sabemos de que tipo de Hollow se trata.

— ¿¡Cómo!? ¿Me está diciendo usted que un hollow, capaz de conjurar Kidoh, asesinó al Capitán — el asombro de Kato era palpable, pero, ¿cómo esconderlo? ¿Un hollow usando Kidoh? Eso carecía de sentido alguno.

— Todo apunta a ello, señor. Seguramente sea obra de un Arrancar, por la cantidad de reiatsu. De todos modos no tenemos claro que sea exáctamente Kidoh, pero lo que si es seguro es que se trata de una técnica análoga. — concluyó el shinigami, en tono consecuente.

El que fuera superior de Kato en el departamento de Investición Kidoh hasta que éste fuera nombrado Teniente del Quinto escuadrón, se hallaba junto al cuerpo recibiendo el informe forense detallado. Era un formidable investigador, aunque no tan habilidoso shinigami, además de un gran amigo de la victima, de los pocos que tenía. Parece que escuchó la última parte de la conversación entre Kato y el anterior shinigami. Cruzaron la mirada durante unos segundos. Él parecía tranquilo, al menos a simple vista, pero Kato lo conocía demasiado como para saber que no lo estaba, no del todo. Le dijo unas palabras más al que le estaba informando y se acercó al recién ascendido teniente, diciendo:

— Ésta es una situación sin precendentes en la Sociedad del Almas, por lo que debemos mantener la calma — dijo pasando la mirada por todos los allí reunidos, teminando por fijarla en el joven Shihoin — Kato, te dejo a cargo de todo el asunto. No creo que mi presencia te sea de ayuda aquí, y debo ocuparme del resto de asuntos. Eso sí, mantenednos contínuamente informados al Comandante y a mí. Usa las mariposas infernales, si lo crees conveniente.

Kato asintió sin vacilar, aunque dudaba de poder encontrarle algún sentido a aquello.

—Con respecto al informe forense, — prosiguió el antiguo jefe de Kato — parece que del cuerpo del Capitán fue extraído todo su reiatsu, lo que explicaría el motivo de la muerte. Si quieres puedes analizar el cuerpo, pero date prisa porque vendrán de un momento a otro para llevarlo al Seireitei. — dijo ya mientras se marchaba. — Confío en que puedas resolver el enigma, Kato. — tras lo cual se fue sin más.

por **Shihōin Katō** Dom Oct 11, 2009 1:56 pm

Cuando el jefe del Departamento de Investigación Kidoh se marchó, Kato se acercó al cuerpo dispuesto a encontrar algún detalle más que se les escapara a sus compañeros y que aclarara un poco el tema. Se sentó junto al cuerpo en posición de meditación, juntó las palmas de las manos frente a su cara, cerró los ojos y se concentró. Intentó aislarse de todo aquel barullo y analizar aquel reiatsu que aun restaba en la atmósfera. No tardó en sentir su naturaleza hollow y su poder, seguramente de un arrancar. Sintió los restos del conjuro que había paralizado al capitán: no era Kidoh. - "Menos mal" - pensó Kato. Un dato que encajaba algo en todo aquello. Kato no culpaba al que hubiera confundido aquel reiatsu con Kidoh, porque las semejanzas eran asombrosas. Sin duda un buen objeto de estudio para el departamento.

Abrió los ojos y se incorporó, acercándose más al cuerpo para intentar encontrar alguna herida o marca. Algún rastro debió dejar el arrancar al absorber el reiatsu del Capitán. Abrió las vestiduras del taicho para analizar su pecho. Nada. Se acercó a su cuello y cabeza. Ningún rastro de herida. Levantó un poco el cuerpo, para analizar la parte de atrás de la cabeza y la nuca y ahí estaba, un pequeño orificio en la parte posterior del cuello, entre la primera y la segunda vértebra, que había pasado desapercibido por el cabello que lo tapaba. Parecía que algo se le había clavado ahí, succionando su reiatsu directamente de su columna. La muerte le habría venido en pocos segundos, pero esos pocos habrían sido, sin duda alguna, los segundos más dolorosos de su vida. Esto último explicaba su cara desencajada.

Kato se levantó y se alejó del cuerpo, haciéndose cada vez menos patente aquellos rastros de reiatsu. Sin embargo, por un momento creyó sentir algo nuevo. Cerró los ojos y se concentró de nuevo: ¡ahí estaba! Abrió los ojos de par en par de la sorpresa. Parecía que había encontrado un rastro. Siguió aquel reiatsu, que le alejó unos diez metros del cuerpo, pero desapareció de pronto:

— Garganta. — susurró — Putos arrancars...

por **Shihōin Katō** Dom Oct 11, 2009 2:04 pm

Tras lamentarse por el rastro perdido, Kato volvió donde se encontraba el cuerpo vio como el equipo médico forense llegaba.

— Señor, debemos llevarnos el cuerpo del Capitán, para realizarle una autopsia más exhaustiva. — indicó uno de ellos.

— Claro, claro. — respondió — Pero quiero un informe detallado en cuanto acabéis.

— Por supuesto señor. — dijeron sin vacilar.

Envolvieron al cuerpo en unas telas blancas y lo colocaron sobre una especie de camilla, y se marcharon sin perder ni un segundo.

Kato se quedó un rato en silencio, concentrándose. Quería saber si se le escapaba algún detalle en todo aquello. Tras la pausa suspiró notablemente, chasqueó la lengua al no encontrar nada más, mientras miraba al cielo, para luego dirigirse a mi equipo;

— Señores, me temo que no hay mucho más que hacer por aquí. Volvamos al Seireitei e investiguemos los últimos momentos del Capitán. — se volvió hacía un shinigami, que parecía rudo y valiente, y hacia uno de su compañeros del Departamento de Investigación Kidoh — Vosotros dos montad guardia, por si ocurre algo, aunque lo dudo. Comentad cualquier incidencia, por nimia que os parezca, enviándome una mariposa. — dijo, volviéndose para irse, aunque giró de nuevo la cabeza — Bueno, si se os acerca un plus borracho y con ganas de bronca no aviséis, que por aquí abundan. — les dijo Kato, mientras les regalaba la mejor sonrisa que podía sacar en momentos así, para ver si el ambiente se distendía un poco. — Dentro de unas 6 horas os enviaré un cambio de guardia.

Tras eso les hizo un gesto al resto y se dirigieron al Seireitei.

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