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Negligencia Vol.2 Habitación 115
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Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Hace ya mas de un mes que Mise debería haber posteado, no tengo ganas de esperar otro mes. ¿Podemos saltarle?
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
POR SUPUESTO. La verdad es que pensé que lo tendríais presente... Hay una norma que en reuniones (es decir, cuando no hay gente metiendose de hostias) a los 3 días se puede saltar el turno... Quizá debí aclarar que saltárais, lo siento de veras.
Tengo el post listo, pero querría que roleáseis un poco entre vosotros, así que el siguiente que pase, que postee, si quierez hazlo tu, lyra. ^^
Si no, yo ahora le digo a Sha que responda por esas cosillas que le habéis dixo, y luego posteas... Como quieras... si veo que sigue sin actividad, pos postearé yo... ^^
Tengo el post listo, pero querría que roleáseis un poco entre vosotros, así que el siguiente que pase, que postee, si quierez hazlo tu, lyra. ^^
Si no, yo ahora le digo a Sha que responda por esas cosillas que le habéis dixo, y luego posteas... Como quieras... si veo que sigue sin actividad, pos postearé yo... ^^
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
[Off]: Y cada vez quedan menos usuarios... chan chan chaaan! El verdadero misterio de Negligencia resultará ser que los participantes de la trama van desapareciendo del foro cuando uno menos se lo espera!
Ya que al parecer tenemos dos personajes fuera de combate por el desinterés de sus usuarios por este foro, la cosa sería que Sha postease (cuando pueda) respondiendo a las preguntas y ya seguir... o que Aoki decida qué hacer.
Un saludo.
Ya que al parecer tenemos dos personajes fuera de combate por el desinterés de sus usuarios por este foro, la cosa sería que Sha postease (cuando pueda) respondiendo a las preguntas y ya seguir... o que Aoki decida qué hacer.
Un saludo.
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
- Post : 1085
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Oscuro…
La conciencia volvía tal y como se fue, pero esta vez más calmada. El cuerpo entumecido, como si llevase años de letargo.
Despacio abrió los ojos, y la claridad azotó sus pupilas que rápidamente se regularon haciéndose pequeñas hasta el punto de casi no ser visibles. En el techo se entrelazaban vigas de madera antigua, algunas como picoteadas por terminas, y otras parecían recién barnizadas. Sea cual fuera aquel techo, necesitaba una buena reparación. Aquel techo, por cierto, increíblemente familiar.
Sentía el roce de las sábanas con su piel, desde sus talones hasta su nuca. Se revolvió en el futón, y ayudándose de su brazo derecho, ya que había comprobado que el izquierdo no podía moverlo, se incorporó. Una punzada le recorrió de golpe cada vertebra de su columna, haciéndole encorvarse hacia atrás, y plasmar en su cara una mueca que solo denotaba dolor. Ésa debía ser la cara del propio dolor. A su lengua llegó el sabor de la sangre, que su fuerte mordedura produjo en sus encías.
Sacó los pies del futón, se cruzó de piernas, y volvió a encorvarse hacia delante, apoyándose, una vez más con su brazo derecho, sobre su rodilla. Miró hacia su pecho para ver su brazo izquierdo en cabestrillo. Trató de moverlo solo un poco y el crujido debió oírse en el Zaraki. Si, el grito también.
Pronto acudió una voz a sus oídos. Tardó el tiempo justo para que Aoki se percatase de que estaba en el cuarto dedicado especialmente para capitanes. Por un momento se sintió importante, hasta que recordó que él ya era capitán.
- ¿Murakami-taichô? - Los oídos de Aoki retumbaron. No estaba acostumbrado a que le llamasen por su apellido, y de hecho era algo que odiaba. Un trato demasiado cordial… [/color=purple]- ¿Cómo se encuentra? -[/color]
Aún sin saber quien era el hablante, comenzaron a venirle escenas a la mente rápidas y mal definidas, pero suficiente para recordar qué había pasado… El cuerpo de Katsu yaciente en la camilla, la mano de su capitán, la expresión de Yamato, la cara deformada de Miki y finalmente, tras el golpe, que en vez de ser recordado como una escena fue una punzada en su costado, todo apagándose. Ya sabía porqué estaba en ese estado tan lamentable.
Alzó la vista para encontrar, junto al cabecero de la cama, a Mamoru, apoyado cómodamente en la pared. Estaba cruzado de brazos y parecía llevar allí varias horas. Pocos en el escuadrón le conocían. Era una persona misteriosa, casi tanto como Meiou, ella quizás incluso más. Sólo le habían conocido, en principio, capitanes que hubiesen estado al límite, o los más veteranos del escuadrón. Aoki tuvo la suerte de conocerles cuando, al día siguiente de su nombramiento, fueron a mostrar sus respetos ante el nuevo capitán. Había quien decía que ninguno de los dos existía, quien decía que llevaban allí desde la primera escuadra de Koyuki, y quienes decían incluso que eran verdaderos “shinigamis”, dioses de la muerte, que te acompañaban en tus últimos momentos de vida y que por eso no se conocían, y que estaban allí antes de que se fundase la sociedad de almas… Conjeturas la mayoría.
- Imagínate… Supongo que mi escuadrón sigue patas arriba, ¿verdad? - A pesar del sobrenombre que aquel shinigami tenía en el escuadrón, no era más que otro shinigami, que llevaba allí cientos de años, y que después de todo, no iba con Aoki eso de tratar con respeto. El hombre, asintió solemnemente. - Entonces no tengo tiempo que perder. - y tras un esfuerzo sobrehumano y varios crujidos consiguió ponerse en pie.
No tardó en ver la planta de Sha. Si fuera otra persona podría hasta parecer que se preocupaba por él. Mamoru ni tan siquiera hizo ademán de detenerle, sino que en cambio, deshizo el hechizo que hacía desaparecer la puerta.
Aoki se despidió con una simple cabezada, con su mano hábil cogió el Haori, adoptó una postura erguida que aunque dolorosa, era necesaria. No podía mostrar debilidad siendo semejante mole de músculos ni en la división de curación.
Abrió la puerta y topó de frente con una cara sorprendida -Uno no se espera que salga tu capitán por una pared-. Le dedicó una sonrisa, y le cogió del hombro. - Ahora, vas a contarme cómo van las cosas por el escuadrón, por favor. y le dedicó una más que agradable sonrisa, mientras ambos se alejaban por el pasillo.
La puerta se cerró sutilmente, y volvió a desaparecer, volviendo a quedar esa habitación alejada del conocimiento de muchos. La planta se quedó en el patio interior, por si la señorita Sharessu-sama quería recogerla.
OFF: Luego vuelvo a postear y llego al cuarto.
La conciencia volvía tal y como se fue, pero esta vez más calmada. El cuerpo entumecido, como si llevase años de letargo.
Despacio abrió los ojos, y la claridad azotó sus pupilas que rápidamente se regularon haciéndose pequeñas hasta el punto de casi no ser visibles. En el techo se entrelazaban vigas de madera antigua, algunas como picoteadas por terminas, y otras parecían recién barnizadas. Sea cual fuera aquel techo, necesitaba una buena reparación. Aquel techo, por cierto, increíblemente familiar.
Sentía el roce de las sábanas con su piel, desde sus talones hasta su nuca. Se revolvió en el futón, y ayudándose de su brazo derecho, ya que había comprobado que el izquierdo no podía moverlo, se incorporó. Una punzada le recorrió de golpe cada vertebra de su columna, haciéndole encorvarse hacia atrás, y plasmar en su cara una mueca que solo denotaba dolor. Ésa debía ser la cara del propio dolor. A su lengua llegó el sabor de la sangre, que su fuerte mordedura produjo en sus encías.
Sacó los pies del futón, se cruzó de piernas, y volvió a encorvarse hacia delante, apoyándose, una vez más con su brazo derecho, sobre su rodilla. Miró hacia su pecho para ver su brazo izquierdo en cabestrillo. Trató de moverlo solo un poco y el crujido debió oírse en el Zaraki. Si, el grito también.
Pronto acudió una voz a sus oídos. Tardó el tiempo justo para que Aoki se percatase de que estaba en el cuarto dedicado especialmente para capitanes. Por un momento se sintió importante, hasta que recordó que él ya era capitán.
- ¿Murakami-taichô? - Los oídos de Aoki retumbaron. No estaba acostumbrado a que le llamasen por su apellido, y de hecho era algo que odiaba. Un trato demasiado cordial… [/color=purple]- ¿Cómo se encuentra? -[/color]
Aún sin saber quien era el hablante, comenzaron a venirle escenas a la mente rápidas y mal definidas, pero suficiente para recordar qué había pasado… El cuerpo de Katsu yaciente en la camilla, la mano de su capitán, la expresión de Yamato, la cara deformada de Miki y finalmente, tras el golpe, que en vez de ser recordado como una escena fue una punzada en su costado, todo apagándose. Ya sabía porqué estaba en ese estado tan lamentable.
Alzó la vista para encontrar, junto al cabecero de la cama, a Mamoru, apoyado cómodamente en la pared. Estaba cruzado de brazos y parecía llevar allí varias horas. Pocos en el escuadrón le conocían. Era una persona misteriosa, casi tanto como Meiou, ella quizás incluso más. Sólo le habían conocido, en principio, capitanes que hubiesen estado al límite, o los más veteranos del escuadrón. Aoki tuvo la suerte de conocerles cuando, al día siguiente de su nombramiento, fueron a mostrar sus respetos ante el nuevo capitán. Había quien decía que ninguno de los dos existía, quien decía que llevaban allí desde la primera escuadra de Koyuki, y quienes decían incluso que eran verdaderos “shinigamis”, dioses de la muerte, que te acompañaban en tus últimos momentos de vida y que por eso no se conocían, y que estaban allí antes de que se fundase la sociedad de almas… Conjeturas la mayoría.
- Imagínate… Supongo que mi escuadrón sigue patas arriba, ¿verdad? - A pesar del sobrenombre que aquel shinigami tenía en el escuadrón, no era más que otro shinigami, que llevaba allí cientos de años, y que después de todo, no iba con Aoki eso de tratar con respeto. El hombre, asintió solemnemente. - Entonces no tengo tiempo que perder. - y tras un esfuerzo sobrehumano y varios crujidos consiguió ponerse en pie.
No tardó en ver la planta de Sha. Si fuera otra persona podría hasta parecer que se preocupaba por él. Mamoru ni tan siquiera hizo ademán de detenerle, sino que en cambio, deshizo el hechizo que hacía desaparecer la puerta.
Aoki se despidió con una simple cabezada, con su mano hábil cogió el Haori, adoptó una postura erguida que aunque dolorosa, era necesaria. No podía mostrar debilidad siendo semejante mole de músculos ni en la división de curación.
Abrió la puerta y topó de frente con una cara sorprendida -Uno no se espera que salga tu capitán por una pared-. Le dedicó una sonrisa, y le cogió del hombro. - Ahora, vas a contarme cómo van las cosas por el escuadrón, por favor. y le dedicó una más que agradable sonrisa, mientras ambos se alejaban por el pasillo.
La puerta se cerró sutilmente, y volvió a desaparecer, volviendo a quedar esa habitación alejada del conocimiento de muchos. La planta se quedó en el patio interior, por si la señorita Sharessu-sama quería recogerla.
OFF: Luego vuelvo a postear y llego al cuarto.
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Aoki llegó acompañado de un shinigami que, con algún que otro tartamudeo, había expuesto, aproaximadamente la crudeza de la situación. Ahora sería mejor conocer el punto de vista de los que se suponía que estarían investigando eso.
Cuando llegó a la puerta de la famosa habitación 115, se despidió del joven shinigami con unas palmadas suaves en la espalda, encaró a la puerta y tomó el aire. Ahora tenía que demostrar su liderazgo y su valía. Ahora tenía que demostrar su capacidad en la toma de decisiones arriesgadas, en las formas de aplicar los castigos... en definitiva, tenía que dejar claro que valía como capitán. Tornó su gesto serio y estricto, y descorrió la puerta de un golpe.
Oteó el interior con rapidez, y cuando sus ojos se posaron en Mise-taichou, una profunda reverencia le golpeó la nuca, inclinándolo hacia delante con medio torso.
- Me han contado por encima cómo van las cosas... Cualquiera, ¿Qué tenemos que no sepa el resto del escuadrón?- Y se quedó esperando, con su brazo en cabestrillo, a que, como había dicho, cualquiera de los presentes respondiese a su simple pregunta.
Cuando llegó a la puerta de la famosa habitación 115, se despidió del joven shinigami con unas palmadas suaves en la espalda, encaró a la puerta y tomó el aire. Ahora tenía que demostrar su liderazgo y su valía. Ahora tenía que demostrar su capacidad en la toma de decisiones arriesgadas, en las formas de aplicar los castigos... en definitiva, tenía que dejar claro que valía como capitán. Tornó su gesto serio y estricto, y descorrió la puerta de un golpe.
Oteó el interior con rapidez, y cuando sus ojos se posaron en Mise-taichou, una profunda reverencia le golpeó la nuca, inclinándolo hacia delante con medio torso.
- Me han contado por encima cómo van las cosas... Cualquiera, ¿Qué tenemos que no sepa el resto del escuadrón?- Y se quedó esperando, con su brazo en cabestrillo, a que, como había dicho, cualquiera de los presentes respondiese a su simple pregunta.
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Al llegar al Segundo Escuadrón, su única intención había sido la de quedarse entre sus muros y esperar que alguien trajera una buena noticia para ponerse de nuevo a la acción. La noticia llegó, pero distaba de ser buena. Aunque había arribado a modo de rumor, no pensaba quedarse a esperar que alguna mariposa infernal lo confirmarse. No se iba a permitir perder un minuto más en aquella División. Si Sakurai estaba en problemas, debía contactar con él antes que cualquier otro diera con su corpulento amigo.
Buscó al shinigami con el que había tratado y le comunicó que tenía que volver al Cuarto, que fuera allí donde le informaran de lo que fuese. Sin embargo, para facilitar la comunicación y la adhesión del Segundo Escuadrón a la investigación, a Kato se le encomendó un shinigami de éste, que lo acompañaría de ahí en adelante. Aquel tipo era el Dios de la Muerte más joven que el Shihōin había visto en toda su carrera. A penas alcanzaría el metro y medio, y su infantil cara no aparentaba más de diez o doce años.
Estaba por indicarle la urgencia de tema, por pedirle que corriera todo lo rápido que pudiera, cuando, casi de manera simultánea, dos azabaches maripochas irrumpieron en la sala. La primera de ella, tal y como el Capitán de Quinto había pedido, le informaba personalmente de que Aoki había recobrado la consciencia y que ya estaba en condiciones de atenderle. "Ya era hora", se lamentó Kato mentalmente. También informaba a Kato que Sakurai estaba en búsqueda y captura por agredir al Kuchiki que comandaba el Noveno Escuadrón.
— ¡Pero qué coño! — soltó, al oír los detalles.
Al fin y al cabo, había escuchado, como si de un cotilleo de patio de vecinas se tratase, que Sakurai estaba siendo buscado, pero no sabía a ciencia cierta qué había hecho. El mensaje proseguía y se pedía la asistencia de Kato como mediador noble, para resolver los futuros e inexorables conflictos entre las familias Kuchiki y Suzuhara.
— Genial, lo que me faltaba. — pensó Kato. — Como si la diplomacia entre nobles se me diera bien, como si no tuviera nada mejor que hacer... y encima habiendo partes allegadas. ¿No llaman a eso, conflicto de intereses? — preguntó para sí.
— No, si no te interesa para nada ningún problema entre nobles. — aclaró Tora, en tono burlón.
— ¡Ja, muy agudo! — replicó, irónico. — Lo último que quiero escuchar ahora es el agrio humor de una zanpakuto, Tora. — advirtió. — Al menos pretenden solucionar el problema de manera diplomática. — se contentó.
O eso pensaba, iluso, el peliblanco shinigami, pues la segunda Mariposa Infernal no haría más que agravar las malas noticias. Esta iba dirijida al Segundo Escuadrón, al contrario que la anterior, pero el Shihōin afinó bien el oído antes de marcharse de allí. Era una petición clara de búsqueda y captura hacia su amigo Sakurai. Ciertas palabras resonaron en su mente. "¿Con vida? ¿Acaso se ha planteado otra opción? Vamos, no me jodas...", pensó el cada vez más iracundo shinigami. "Ninguna medida se va a tomar hasta que personalmente hable con él, todo esto tiene que tener alguna explicación lógica", divagó, pues la figura que en su mente tenía del Suzuhara era de un personaje medido y correcto en sus acciones. Algo así se escapaba más allá de su imaginación.
— Esto... dejemos las presentaciones para luego, si no te importa, que tenemos prisa. — dijo, bajando la vista hasta el pequeño shinigami. — Y... no es por despreciar tu habilidad, pero creo que sería más rápido si no tengo que retrasar mi Shunpo. — confesó. — ¿Te importa si cargo contigo? Sólo será un segundo, créeme.
Una vez el shinigami del Segundo hubo aceptado su propuesta, Kato, con cuidado, asió a éste por sus ropajes, en la espalda, y una vez lo hubo elevado unos centímetros del suelo, ambas figuras desaparecieron en un Paso Instantáneo. Haciendo honor a su familia, Kato surcó el cielo del Seireitei cuan relámpago, llegando a las dependencias de la Cuarta División antes de que el pequeño que llevaba de equipaje pudiera advertir vergüenza o incomodidad.
*********************
Sólo había pasado unas horas desde que muy de mañana pusiera rumbo al Cuarto Escuadrón, preocupado por su colega y amigo Aoki, al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa. Se contentaba con saber que podría participar activamente y en primera persona en la resolución de aquel problema y, de paso, ayudar a uno de sus mejores amigos.
Este sentimiento positivo e impulsor se había ido apagando con cada acontecimiento matutino, crispando el humor del Capitán por momentos. Kato tenía la sensación de que iba siempre un paso por detrás del resto de protagonistas de aquella historia, que siempre llegaba un segundo después de que algo trascendental ocurriera. No pudo detener la agresión a Aoki ni llegar a tiempo para poder verlo consciente, y tampoco pudo impedir que Sakurai cometiera algo tan imprudente como lo que acababa de hacer. Estaba harto de llegar tarde a todos sitios y estaba dispuesto a vencer esa desventaja. Allí y ahora.
Con un humor de perros, Kato apareció tras su último y fugaz Paso Instantáneo, justo en el pasillo que comunicaba a la sala donde todos aguardaban. Al menos eso le decía su tosca sensibilidad al reiatsu. Dejó con suavidad al pequeño shinigami que había cargado hasta allí, conteniendo su enfado para no descargarlo sobre su menudo cuerpo. Las hojas de aquel cuarto acaban de cerrarse, presuntamente por la llegada del Capitán Aoki. Ni una pizca de tacto siquiera guardaba.
Pateó con fuerza la susodicha puerta. Tampoco iba a ser el primero en despreciar el mobiliario del Cuarto aquel día. Penetró en la sala con pasos toscos, pesados, como si calzara botas de acero. La perenne sonrisa se había diluido del oscuro rostro del Shihōin, y sus dorados ojos parecían más encendidos que de costumbre. Tras una fugaz mirada cómplice a Isono, centró sus ojos en la multitud.
— ¿¡Es que os habéis vuelto todos locos!? — espetó, sin detenerse a observar si Sakurai se encontraba entre los presentes. — ¡¿Qué coño está pasando aquí, alguien me lo puede explicar?! — Era la segunda vez que gritaba aquella pregunta, pero era lo más suave que su colérico humor podía expresar. Suspiró hondo, pues no era propenso a dejarse llevar por su ira, y le tendió una mano sobre el hombro sano de Aoki. — ¿Estás bien? — se preocupó, en voz baja. Antes de entrar ya había oído la pregunta de su amigo, por lo que no necesitaba más que esperar. — ¿Y bien, nadie va a responder al Capitán de la División que pisáis ahora mismo? — increpó, demandando respuesta, de nuevo con tono airado, aunque más calmado que cuando pateó la puerta. — Y después, si alguien puede explicarme dónde puedo encontrar a Sakurai... creo que tengo un par de palabras que decirle. — añadió, ahogando su rabia.
Se obligó de nuevo a inspirar hondo, relajando su mente y permitiendo a su furibunda mirada observar con quién había estado tratando desde que destrozó la puerta de aquella habitación. A los ya mencionados Isono y Aoki, allí presentes se encontraban Sharessu, con la que ya había cooperado, una shinigami de níveos cabellos, Lyra, el Teniente del Tercero que ya conocía de alguna que otra reunión, y también el Capitán Mise al que juraría no haber visto antes por allí. El Capitán del Quinto se preguntaba qué haría aquel misterioso shinigami allí y qué podía aportar la entramada investigación que agonizaba por que alguien arrojara alguna luz sobre ella.
Reparó unos segundos en Aoki y en su brazo. Lo llevaba vendado y sujeto al hombro, limitando su movimiento. Era de admirar que un shinigami raso hubiera podido agredir tan exitosamente a todo un Capitán del Gotei Trece, aunque, por otra parte, tratándose de uno del Undécimo, a saber que basto poder residía en su zanpakuto. Y así, enfrascado en sus pensamientos, meditando qué arma era capaz de herir un cuerpo protegido por tal cantidad de musculatura, el Shihoin se fue calmando poco a poco, mientras esperaba y escuchaba al resto.
______________________________
[OFF] Me he dicho... ya que Aoki ha destrozado varias paredes con su cuerpo, ¿qué más dará una puerta más o una puerta menos? xDD
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Se encontraba tranquilamente descansando en su cuarto cuando recibió el aviso. Había sido designado para una misión, la primera en su vida como integrante del segundo escuadrón.
El nerviosismo inundó el cuerpo del shinigami. Salió de la habitación tan deprisa que se dejó a Makoto dentro. Retrocedió los pasos andados, abrió la puerta, se asomó y le habló al peluche -Lo siento Makoto, pero te quedas aquí. Las misiones son muy peligrosas y no quiero perderte. Vigila nuestro hogar en mi ausencia, volveré...no te preocupes. Te lo prometo y sabes que yo siempre cumplo mis promesas- las últimas palabras las dijo en un tono quedo, más para si mismo que para el peluche.
Llegó al lugar donde le habían convocado. Allí esperaban un shinigami del segundo y un desconocido. El desconocido era muy estrambótica, nunca había visto una persona con tales características y le picó la curiosidad.
-Hola, mi nombre es Renshu, ¿tú cómo te llamas? ¿por qué tienes un color de piel tan extraño? ¿y ese pelo?¿y esos ojos?...eres muy raro, jijijiji- comentó, disimulando su risilla.
Las mariposas irrumpieron en escena y cortaron la posible charla, dejándolo con la curiosidad. De todas maneras su misión estaba clara, la segunda mariposa traía el mensaje: Atrapar con vida al shinigami huido y traerlo de vuelta...vivo. El mensaje no indicaba el estado de conservación de su cuerpo, así que podría darle el gusto por una vez a su arma...siempre que el enemigo se resistiese al arresto.
Por la insignia que llevaba aquél hombre era Capitán, por el número, del quinto escuadrón, y llevaba prisa. Le agarró por la espalda de la vestimenta y desaparecieron del segundo escuadrón con un shumpo extremadamente rápido.
* * *
Llegaron a un lugar desconocido para el rubio shinigami, y por alguna razón desconocida para él, el Capitán del Quinto abrió una puerta doble de una patada y entró a una habitación ya ocupada. -¿Eh?...¿Qué pasa? ¿es el enemigo?- dijo Otokonoko llevándose las manos a la cara en gesto protector , pero al ver que nada pasaba se relajó.
Tras escuchar todo lo que tenía que decir el negro shinigami entró él en la habitación. -Bueno, manos a la obra- dijo frotándose las mismas mientras miraba a los allí presentes - Mi nombre es Renshu. Shinigami Raso del Segundo Escuadrón. Fuerzas Especiales...¿A quién hay que buscar?-
El nerviosismo inundó el cuerpo del shinigami. Salió de la habitación tan deprisa que se dejó a Makoto dentro. Retrocedió los pasos andados, abrió la puerta, se asomó y le habló al peluche -Lo siento Makoto, pero te quedas aquí. Las misiones son muy peligrosas y no quiero perderte. Vigila nuestro hogar en mi ausencia, volveré...no te preocupes. Te lo prometo y sabes que yo siempre cumplo mis promesas- las últimas palabras las dijo en un tono quedo, más para si mismo que para el peluche.
Llegó al lugar donde le habían convocado. Allí esperaban un shinigami del segundo y un desconocido. El desconocido era muy estrambótica, nunca había visto una persona con tales características y le picó la curiosidad.
-Hola, mi nombre es Renshu, ¿tú cómo te llamas? ¿por qué tienes un color de piel tan extraño? ¿y ese pelo?¿y esos ojos?...eres muy raro, jijijiji- comentó, disimulando su risilla.
Las mariposas irrumpieron en escena y cortaron la posible charla, dejándolo con la curiosidad. De todas maneras su misión estaba clara, la segunda mariposa traía el mensaje: Atrapar con vida al shinigami huido y traerlo de vuelta...vivo. El mensaje no indicaba el estado de conservación de su cuerpo, así que podría darle el gusto por una vez a su arma...siempre que el enemigo se resistiese al arresto.
Por la insignia que llevaba aquél hombre era Capitán, por el número, del quinto escuadrón, y llevaba prisa. Le agarró por la espalda de la vestimenta y desaparecieron del segundo escuadrón con un shumpo extremadamente rápido.
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Llegaron a un lugar desconocido para el rubio shinigami, y por alguna razón desconocida para él, el Capitán del Quinto abrió una puerta doble de una patada y entró a una habitación ya ocupada. -¿Eh?...¿Qué pasa? ¿es el enemigo?- dijo Otokonoko llevándose las manos a la cara en gesto protector , pero al ver que nada pasaba se relajó.
Tras escuchar todo lo que tenía que decir el negro shinigami entró él en la habitación. -Bueno, manos a la obra- dijo frotándose las mismas mientras miraba a los allí presentes - Mi nombre es Renshu. Shinigami Raso del Segundo Escuadrón. Fuerzas Especiales...¿A quién hay que buscar?-
Renshū Otokonoko- Raso Yu
- Post : 162
Edad : 35
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
El hastío de Isono no pudo menos que incrementarse; tantas vueltas, tanto tiempo desperdiciado para darse cuenta de que seguía habiendo lagunas en todo el desarrollo de la investigación. Los ánimos comenzaban a estar caldeados y con razón; se había ido acumulando no sólo una ingente cantidad de estrés a lo largo del día sino que para colmo todo iba demasiado deprisa menos el avance de la investigación. Un par de gritos más y terminaría arremetiendo contra el primer desgraciado que volviera alzar la voz.
El ceño fruncido de Isono y una expresión visiblemente cansada, podía dar a entender que no estaba de un humor demasiado transigente en aquellos momentos.
-De haber esperado dos segundos.... Íbamos a poner en común toda la información obtenida, capitán... -respondió Isono con tono neutro aunque cortante-. Creemos no sin ciertas dudas que la pista principal indica hacia una zampakutou, como... artífice de todo... Casi todas las señales, que no han sido muchas, indican que es posible que alguien del cuarto esté implicado, pero aún así tenemos demasiadas lagunas como para poder confirmar nada... -hizo una breve pausa-. No sabemos nada de Suzuhara.
Mentía, claro que sabían donde estaba dado que el mismo shinigami les había dado la indicación, pero como tal, no iba a decirlo en voz alta tal como estaba la situación. Suzuhara les había dado alguna indicación a cambio de no delatarlo tras la orden de búsqueda; no era demasiado respetable el venderlo ahora.
Una mirada adusta a Kato que esperaba que comprendiese como que algo no iba. Estaba demasiado cansada, quemada y agobiada como para aguantar algo más de lo mismo. Confiaba en Kato lo suficiente para saber que actuaría de la forma más informal y amistosa posible, razón por la que si captaba su mal humor, le diría donde qué papel había jugado Suzuhara en todo aquello. Pese a la orden de búsqueda, el noble había actuado de forma que parecía querer solucionar el entuerto lo antes posible para librarse de la culpa o evitar que los demás lo señalen a él.... Demasiados frentes abiertos para tan pocas pistas.
OFF: siento la brevedad, pero después de tanto tiempo se me han olvidado algunas cosillas.
El ceño fruncido de Isono y una expresión visiblemente cansada, podía dar a entender que no estaba de un humor demasiado transigente en aquellos momentos.
-De haber esperado dos segundos.... Íbamos a poner en común toda la información obtenida, capitán... -respondió Isono con tono neutro aunque cortante-. Creemos no sin ciertas dudas que la pista principal indica hacia una zampakutou, como... artífice de todo... Casi todas las señales, que no han sido muchas, indican que es posible que alguien del cuarto esté implicado, pero aún así tenemos demasiadas lagunas como para poder confirmar nada... -hizo una breve pausa-. No sabemos nada de Suzuhara.
Mentía, claro que sabían donde estaba dado que el mismo shinigami les había dado la indicación, pero como tal, no iba a decirlo en voz alta tal como estaba la situación. Suzuhara les había dado alguna indicación a cambio de no delatarlo tras la orden de búsqueda; no era demasiado respetable el venderlo ahora.
Una mirada adusta a Kato que esperaba que comprendiese como que algo no iba. Estaba demasiado cansada, quemada y agobiada como para aguantar algo más de lo mismo. Confiaba en Kato lo suficiente para saber que actuaría de la forma más informal y amistosa posible, razón por la que si captaba su mal humor, le diría donde qué papel había jugado Suzuhara en todo aquello. Pese a la orden de búsqueda, el noble había actuado de forma que parecía querer solucionar el entuerto lo antes posible para librarse de la culpa o evitar que los demás lo señalen a él.... Demasiados frentes abiertos para tan pocas pistas.
OFF: siento la brevedad, pero después de tanto tiempo se me han olvidado algunas cosillas.
Otsuka Isono- Post : 1242
Edad : 38
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
[OFF] Aoki, creo que un post con el orden de posteo no vendría nada mal. Así recapitulamos y nos ordenamos un poco. Lo haría yo, pero como estás narrando así te pones a ti mismo donde te salga... xD
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
La descontrolada entrada del Kato hizo a Aoki girar su torso para mirarle de frente. Con una sola mirada le incitó al calmarse, sin llegar a ordenárselo. No podría hacer algo así. Venía acompañado de un pequeño shinigami que se presentó como uno de la segunda. Asintió varias veces cuando le preguntó por su estado.
Luego, volvió a mirar a los presentes… Mise parecía ido, tenía los ojos cerrados al fondo del cuarto, y parecía buscar algo. Ni siquiera parecía haberse percatado de la presencia del Shihouin por llamativa que hubiese sido. Lyra-san, Hotaru-san e Isono-san parecían agotados. Según le habían contado, prácticamente estaban tirando ellos de la investigación. Tendrían su recompensa… Sharessu-sama se mantenía firme en el centro del cuarto, con sus ojos clavados en su capitán. Por el momento guardaba silencio, un silencio que se prolongó solo por unos segundos tras la amigable presentación de Renshu, pero tan tenso que podría ser cortado por una zampakutou envainada.
Isono fue quien se atrevió a romperlo, arrojando algo de luz al asunto. Que fuese cosa de una zampakutou, no lo sabía el chico que le explicó la situación a Aoki, así que, después de todo, y pese a la frustración que parecía albergar aquella chiquilla pelirroja, quizá iban mejor de lo que ellos mismos pensaban.
Aoki meditó unos segundos con el ceño fruncido. Luego asintió y bufó al mismo tiempo, como si hubiera decidido algo importante. Levantó la mirada y sus ojos se clavaron en La mujer pelirroja. - Chicos, vamos a darle un buen empujón a esto, ¿de acuerdo? - en su voz se notaba el liderazgo, y la seguridad de que él cargaría con las responsabilidades, fueran las que fueran, pero su mirada decía algo distinto. Hablaba de confianza en la gente que tenía delante. En ese momento, Aoki confiaba plenamente en los que ocupaban aquella habitación. Si alguno de ellos estaba detrás de todo esto, Aoki ya había perdido. Y esperaba que no se le ocultase información. - Se ha habilitado un pequeño espacio para preguntar a los shinigamis más implicados. Lyra-san, tú te encargarás del encargado de la guardia nocturna, Inuzuki Rem, sala uno. Hotaru-san, tu vas con él. En cuanto aparezca Miki, yo mismo hablaré con él. Por otro lado, Inuzuki ya nos ha contado que vio a alguien más aquella noche. Su nombre es Hiro. - miró fijamente a Isono. - Todo tuyo. Está atacado de los nervios, así que no se qué pensar de él. Que diga todo lo que sepa, que puede no ser poco. Sala 3 - y giró la cabeza para buscar un gesto afirmativo de Kato. Luego miró a Sha. - Quiero que te encargues de Loki, ya le conoces. Sala dos. Hayato hablará con Kuromachi. Esto le afecta directamente a él, y hará un buen trabajo. - hizo una pausa más para mirarlos a todos con detenimiento. - Vamos a empezar por aquí, y conforme vaya avanzando la investigación, nos iremos adaptando. Todo lo que sepáis, contádmelo. Respecto a Suzuhara Sakurai, lo mejor para él es que le encontremos cuanto antes. Cuanto más tiempo pase, será peor para su familia, para su escuadrón, para el seireitei, y para defenderle ante la cámara de los 46 en la que hay más de un Kuchiki. Así que en cuanto sepáis algo, venid a contármelo. Ahora, estaré unos minutos en mi habitación, si queréis algo en privado antes de los interrogatorios, tocad mi puerta, si no es privado, exponedlo ahora y si todo va bien, manos a la obra. - y terminado, como punto y final, lanzó un puñetazo al aire acompañado de una mirada de pura confianza. - ¡¡Cuento con vosotros!! -
La cosa va a ir así. Cada uno se va a ir a hacer sus cosas, y luego las ponemos en común, con el capi por delante.
Renshu y Kato, he contado con vosotros, cuando se larguen todos del cuarto, os doy tarea ^^
Lyra y Hotaru -> Inuzuki Ren
(https://soulsandswords.foroes.org/t1172-negv2-sala-1-inuzuki-rem)
Sharessu -> Loki
(https://soulsandswords.foroes.org/t1175-negv2-sala-2-loki)
Isono -> Hiro
(https://soulsandswords.foroes.org/t1174-negv2-sala-3-hiro)
Hayato -> Kuromachi
(https://soulsandswords.foroes.org/t1173-negv2-sala-4-kuromachi)
Aoki se va a su cuarto
(https://soulsandswords.foroes.org/t1171-negv2-un-inciso)
Con Mise voy a dejar un shinigami (que como no sé si mise está o no, pues lo dejo buscando el rastro de reiatsu… le está costando, si)
Si alguien tiene alguna pregunta, q la formule en el hilo, sin turno establecido y si no, que postee como se va. Hasta que queden solo Kato y su pequeño >.<
Voy a dejar este hilo sin turno, para que podáis iros sin tener q esperar a nadie. Simplemente, Que Kato y Renshu se queden hasta el final.
A mí mismo puede q se m olvide algo, así que si veis alguna incongruencia con lo que ya os dije, decídmelo por favor.
Luego, volvió a mirar a los presentes… Mise parecía ido, tenía los ojos cerrados al fondo del cuarto, y parecía buscar algo. Ni siquiera parecía haberse percatado de la presencia del Shihouin por llamativa que hubiese sido. Lyra-san, Hotaru-san e Isono-san parecían agotados. Según le habían contado, prácticamente estaban tirando ellos de la investigación. Tendrían su recompensa… Sharessu-sama se mantenía firme en el centro del cuarto, con sus ojos clavados en su capitán. Por el momento guardaba silencio, un silencio que se prolongó solo por unos segundos tras la amigable presentación de Renshu, pero tan tenso que podría ser cortado por una zampakutou envainada.
Isono fue quien se atrevió a romperlo, arrojando algo de luz al asunto. Que fuese cosa de una zampakutou, no lo sabía el chico que le explicó la situación a Aoki, así que, después de todo, y pese a la frustración que parecía albergar aquella chiquilla pelirroja, quizá iban mejor de lo que ellos mismos pensaban.
Aoki meditó unos segundos con el ceño fruncido. Luego asintió y bufó al mismo tiempo, como si hubiera decidido algo importante. Levantó la mirada y sus ojos se clavaron en La mujer pelirroja. - Chicos, vamos a darle un buen empujón a esto, ¿de acuerdo? - en su voz se notaba el liderazgo, y la seguridad de que él cargaría con las responsabilidades, fueran las que fueran, pero su mirada decía algo distinto. Hablaba de confianza en la gente que tenía delante. En ese momento, Aoki confiaba plenamente en los que ocupaban aquella habitación. Si alguno de ellos estaba detrás de todo esto, Aoki ya había perdido. Y esperaba que no se le ocultase información. - Se ha habilitado un pequeño espacio para preguntar a los shinigamis más implicados. Lyra-san, tú te encargarás del encargado de la guardia nocturna, Inuzuki Rem, sala uno. Hotaru-san, tu vas con él. En cuanto aparezca Miki, yo mismo hablaré con él. Por otro lado, Inuzuki ya nos ha contado que vio a alguien más aquella noche. Su nombre es Hiro. - miró fijamente a Isono. - Todo tuyo. Está atacado de los nervios, así que no se qué pensar de él. Que diga todo lo que sepa, que puede no ser poco. Sala 3 - y giró la cabeza para buscar un gesto afirmativo de Kato. Luego miró a Sha. - Quiero que te encargues de Loki, ya le conoces. Sala dos. Hayato hablará con Kuromachi. Esto le afecta directamente a él, y hará un buen trabajo. - hizo una pausa más para mirarlos a todos con detenimiento. - Vamos a empezar por aquí, y conforme vaya avanzando la investigación, nos iremos adaptando. Todo lo que sepáis, contádmelo. Respecto a Suzuhara Sakurai, lo mejor para él es que le encontremos cuanto antes. Cuanto más tiempo pase, será peor para su familia, para su escuadrón, para el seireitei, y para defenderle ante la cámara de los 46 en la que hay más de un Kuchiki. Así que en cuanto sepáis algo, venid a contármelo. Ahora, estaré unos minutos en mi habitación, si queréis algo en privado antes de los interrogatorios, tocad mi puerta, si no es privado, exponedlo ahora y si todo va bien, manos a la obra. - y terminado, como punto y final, lanzó un puñetazo al aire acompañado de una mirada de pura confianza. - ¡¡Cuento con vosotros!! -
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OFF: Aquí hay demasiada gente… Así que os divido. ^^La cosa va a ir así. Cada uno se va a ir a hacer sus cosas, y luego las ponemos en común, con el capi por delante.
Renshu y Kato, he contado con vosotros, cuando se larguen todos del cuarto, os doy tarea ^^
Lyra y Hotaru -> Inuzuki Ren
(https://soulsandswords.foroes.org/t1172-negv2-sala-1-inuzuki-rem)
Sharessu -> Loki
(https://soulsandswords.foroes.org/t1175-negv2-sala-2-loki)
Isono -> Hiro
(https://soulsandswords.foroes.org/t1174-negv2-sala-3-hiro)
Hayato -> Kuromachi
(https://soulsandswords.foroes.org/t1173-negv2-sala-4-kuromachi)
Aoki se va a su cuarto
(https://soulsandswords.foroes.org/t1171-negv2-un-inciso)
Con Mise voy a dejar un shinigami (que como no sé si mise está o no, pues lo dejo buscando el rastro de reiatsu… le está costando, si)
Si alguien tiene alguna pregunta, q la formule en el hilo, sin turno establecido y si no, que postee como se va. Hasta que queden solo Kato y su pequeño >.<
Voy a dejar este hilo sin turno, para que podáis iros sin tener q esperar a nadie. Simplemente, Que Kato y Renshu se queden hasta el final.
A mí mismo puede q se m olvide algo, así que si veis alguna incongruencia con lo que ya os dije, decídmelo por favor.
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
El misterio de la muerte -o sería más preciso llamarlo asesinato, dadas las pruebas que habían ido recogiendo a lo largo del día- del Teniente Ryuga Katsu estaba sacando la peor parte de todos aquellos shinigamis, en especial la del Capitán del Quinto Escuadrón, que poco más y les lanzó la puerta encima. Hotaru calló por un rato y estudió el semblante airado del hombre de tez morena, encontrándolo familiar, especialmente por la expresión hosca que ahora lucía. "Bueno, es un Capitán... raro sería que no me sonase" concluyó así con sus dudas, encogiéndose de hombros y soplándose un rizo que le caía sobre los ojos.
"¡Mira, mira! Es Ren-chan, Hotaruuu", aulló emocionada su zanpakutou al divisar al pequeño niño de cabellos rubios. La mujer trató de ignorar la excitación infantil del espíritu de su arma y fingió que no conocía al shinigami de la Segunda División. Lo que menos le apetecía era tener que investigar con alguien como él, sobretodo por la forma en la que había mermado ya su paciencia con todo lo ocurrido...
Fueron dadas las instrucciones por parte de Murakami-taicho -no pudo evitar fijarse en el aspecto que tenía, como si hubiera recibido una paliza- y surgió el tema espinoso de Sakurai. Por un momento temió que alguien soltara prenda de la ubicación del noble, pero al menos Isono se decantó por hacer como que no sabía nada. Lo prefería así; tanto si resultaba inocente como culpable, ellos habían desobedecido órdenes directas al pararse a charlar con él y dejarlo ir.
Aun así, no pudo evitar decir lo siguiente:
-Suzuhara Sakurai queda descartado, según las averiguaciones de Sharesshu- recordó las palabras que habia pronunciado la mujer minutos antes.- Si no me equivoco, dijo que nuestro sospechoso goza de una constitución más bien normalita... Si no tiene nada que ver en el caso, debería dejarse su búsqueda como algo secundario, ¿no os parece? Que sean los nobles los que se encarguen de sus rencillas, nosotros tenemos un Teniente muerto en extrañas circunstancias y a su jodido asesino paseándose libremente por la Sociedad de Almas... Si queréis mi consejo, enviad un mensaje a la casa familiar de los Suzuhara con la información que pueda interesarles y que ellos se apañen con lo suyo.
Tal vez había sonado muy egoísta pronunciándose de aquella forma, pero le preocupaba más que el tipo que mató a Katsu andase suelto que la honra de cualquier noble. Además, si enviaban un aviso a la casa de Sakurai, donde él dijo que se ocultaría, él ya vería si le convenía asomar el hocico o no.
-Antes de irnos... me gustaría que se respondiera a lo que pregunté antes; basándonos en las suposiciones que obtuvimos gracias a las habilidades de rastreo de reiatsu de Mise-taicho, el recorrido del asesino fue de la habitación en la que se hallaba Katsu hasta el departamento forense, y suponemos que ahí fue descubierto y tuvo que huír por esta misma sala. Quizá soy la única a la que ese detalle le resulta jodidamente extraño, pero estaría bien que nos aclaráseis eso después de tenernos toda la mañana dando palos de ciego. ¡Ni siquiera nos han explicado los detalles de la muerte de Ryuga-fukutaicho!
Su habitual aura de arrogancia volvió a ella cuando terminó de hablar y alzó la barbilla con las manos puestas en las caderas, dirigiendo una mirada impaciente a los miembros presentes del Cuarto Escuadrón.
___
Off: Lamento la calidad del post, pero ando mal de tiempo y de inspiración.
Aoki, si mal no recuerdo, creo que Sakurai dejó a Miki en tu despacho, por si llegas ahí y te lo encuentras debajo de la mesa o algo.
Venga, un saludo.
"¡Mira, mira! Es Ren-chan, Hotaruuu", aulló emocionada su zanpakutou al divisar al pequeño niño de cabellos rubios. La mujer trató de ignorar la excitación infantil del espíritu de su arma y fingió que no conocía al shinigami de la Segunda División. Lo que menos le apetecía era tener que investigar con alguien como él, sobretodo por la forma en la que había mermado ya su paciencia con todo lo ocurrido...
Fueron dadas las instrucciones por parte de Murakami-taicho -no pudo evitar fijarse en el aspecto que tenía, como si hubiera recibido una paliza- y surgió el tema espinoso de Sakurai. Por un momento temió que alguien soltara prenda de la ubicación del noble, pero al menos Isono se decantó por hacer como que no sabía nada. Lo prefería así; tanto si resultaba inocente como culpable, ellos habían desobedecido órdenes directas al pararse a charlar con él y dejarlo ir.
Aun así, no pudo evitar decir lo siguiente:
-Suzuhara Sakurai queda descartado, según las averiguaciones de Sharesshu- recordó las palabras que habia pronunciado la mujer minutos antes.- Si no me equivoco, dijo que nuestro sospechoso goza de una constitución más bien normalita... Si no tiene nada que ver en el caso, debería dejarse su búsqueda como algo secundario, ¿no os parece? Que sean los nobles los que se encarguen de sus rencillas, nosotros tenemos un Teniente muerto en extrañas circunstancias y a su jodido asesino paseándose libremente por la Sociedad de Almas... Si queréis mi consejo, enviad un mensaje a la casa familiar de los Suzuhara con la información que pueda interesarles y que ellos se apañen con lo suyo.
Tal vez había sonado muy egoísta pronunciándose de aquella forma, pero le preocupaba más que el tipo que mató a Katsu andase suelto que la honra de cualquier noble. Además, si enviaban un aviso a la casa de Sakurai, donde él dijo que se ocultaría, él ya vería si le convenía asomar el hocico o no.
-Antes de irnos... me gustaría que se respondiera a lo que pregunté antes; basándonos en las suposiciones que obtuvimos gracias a las habilidades de rastreo de reiatsu de Mise-taicho, el recorrido del asesino fue de la habitación en la que se hallaba Katsu hasta el departamento forense, y suponemos que ahí fue descubierto y tuvo que huír por esta misma sala. Quizá soy la única a la que ese detalle le resulta jodidamente extraño, pero estaría bien que nos aclaráseis eso después de tenernos toda la mañana dando palos de ciego. ¡Ni siquiera nos han explicado los detalles de la muerte de Ryuga-fukutaicho!
Su habitual aura de arrogancia volvió a ella cuando terminó de hablar y alzó la barbilla con las manos puestas en las caderas, dirigiendo una mirada impaciente a los miembros presentes del Cuarto Escuadrón.
___
Off: Lamento la calidad del post, pero ando mal de tiempo y de inspiración.
Aoki, si mal no recuerdo, creo que Sakurai dejó a Miki en tu despacho, por si llegas ahí y te lo encuentras debajo de la mesa o algo.
Venga, un saludo.
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
- Post : 1085
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
En un principio, aquella extraña mirada que le dedicó su subalterna le pareció extraña y fuera de contexto. Quizá fuese la ira que, aunque en descenso, aún seguía en su mente, pero no encontró relación entre ella y sus preguntas en un primer instante. No tardó en atar cabos cuando tanto ella como la chica que la había acompañado casi toda la jornada se dedicaron a enfatizar que ni sabían donde se encontraba Sakurai ni creían que fuera un tema importante a tratar ahora, con un crimen por resolver y un asesino por atrapar.
"Asuntos de nobles", pensó el peliblanco. Aún así no podía quitarse de la cabeza el aluvión de preguntas que le venían encima cada vez que visualizaba al grandullón enfrentándose al Kuchiki. Preguntas que quería hacerle a él, en persona, cuanto antes. Y encarecidamente antes de que el Segundo lo encontrase.
Ahora suponía que aquella mirada vino a significar "no preguntes por Sakurai aquí, memo, sino en privado". Como si la estuviera oyendo, vaya. En privado, eso pensaba hacer.
Para entonces Aoki ya había diversificado las tareas y asignado a cada uno o dos shinigamis un testigo al que interrogar. Isono había marchado a hacia su respectivo, así como Hayato. El resto aún permanecían en la sala que había quedado sin puertas recientemente. Incluida la shinigami de tez pálida y cabellos no más oscuros, que parecía no querer abandonar la sala sin resolver alguna que otra cuestión más. Kato pensó que debía aprovechar la coyuntura.
— Aoki, es obvio que me quieres aquí, pero ya no aguanto más. — confesó, aunque no era del todo sincero. — Tío, necesito romper algo para liberar tensiones, y tu Escuadrón ya tiene demasiados agujeros. — volvió a mentir, aunque nadie lo había podido adivinar. Demasiada práctica en las artes del engaño en tantas y tantas monótonas reuniones nobles que no interesaban lo más mínimo al Shihoin, pero donde debía mantener la sonrisa y compostura. Había colocado su mano, de nuevo, en el hombro sano de la mole de músculos que capitaneaba aquella División y ahora se la llevó a la frente, con sólo dos dedos extendidos. — No tardo nada, lo prometo.
Y desapareció en un shunpo, como si nada.
El rostro del Shihoin volvió a aparecer donde había desaparecido minutos atrás, ahora visiblemente más calmado e incluso sonriente. El único detalle es que nadie sabría, y mucho menos Aoki, qué había relajado su desasosiego.
— ¿Ves? — dijo de nuevo, dirigiéndose al Capitán Aoki. — No he tardado nada y ya estoy mucho mejor. ¿Me he perdido algo?
"Al parecer no mucho", pensó Kato. Las mismas caras que había dejado aún estaban ahí. El único añadido a la collage de aquella habitación número 115 era una pequeña criatura de color oscuro, que aleteaba sin prisa hacia su persona. El Shihoin la agarró con delicadeza y escuchó el mensaje que Isono le acababa de enviar:
El aparato ha reaccionado cerca de las salas de interrogatorio mostrando una señal; ha sido muy breve y se ha, literalmente, desvanecido del lugar; no creo que se trate de un shunpo. No puedo seguir el rastro debido al interrogatorio con Hiro. Si está cerca no deberíamos perderlo ni dejar que se mueva o salga del escuadrón.
Todos lo habían oído, el aparatito de Akira parecía funcionar y el kido también había aportado su grano de arena. Kato retiró, no sin esfuerzo, sus pensamientos empíricos de aquel hecho y se centró en lo que los resultados suponían.
— Al parecer nos estamos acercando. — reflexionó en voz alta. — Aún contando esto, la teoría que he escuchado de pasada... que se trata de una zanpakuto, ¿no es así? — Miró a Hotaru, esperando alguna aprobación, aunque fuera visual. — Creo que es compatible con esta teoría. Quizá ninguno de los interrogados es el asesino, pero puede que sí una de sus armas. — concluyó, tras un somero y precipitado análisis.
De confirmarse, aquello sería el colmo. No sólo debían de estar pendientes de ataques arrancars, de problemas internos entre shinigamis y plus, o entre plus y plus. ¿Ahora también debían meter en la ecuación las posibles fechorías de alguna que otra zanpakuto desatada? Aquello era de locos, inaudito. Kato se preguntaba si había antecedentes, pero de existir sólo el Capitán Mise, allí presente, podría esclarecerlo.
"Asuntos de nobles", pensó el peliblanco. Aún así no podía quitarse de la cabeza el aluvión de preguntas que le venían encima cada vez que visualizaba al grandullón enfrentándose al Kuchiki. Preguntas que quería hacerle a él, en persona, cuanto antes. Y encarecidamente antes de que el Segundo lo encontrase.
Ahora suponía que aquella mirada vino a significar "no preguntes por Sakurai aquí, memo, sino en privado". Como si la estuviera oyendo, vaya. En privado, eso pensaba hacer.
Para entonces Aoki ya había diversificado las tareas y asignado a cada uno o dos shinigamis un testigo al que interrogar. Isono había marchado a hacia su respectivo, así como Hayato. El resto aún permanecían en la sala que había quedado sin puertas recientemente. Incluida la shinigami de tez pálida y cabellos no más oscuros, que parecía no querer abandonar la sala sin resolver alguna que otra cuestión más. Kato pensó que debía aprovechar la coyuntura.
— Aoki, es obvio que me quieres aquí, pero ya no aguanto más. — confesó, aunque no era del todo sincero. — Tío, necesito romper algo para liberar tensiones, y tu Escuadrón ya tiene demasiados agujeros. — volvió a mentir, aunque nadie lo había podido adivinar. Demasiada práctica en las artes del engaño en tantas y tantas monótonas reuniones nobles que no interesaban lo más mínimo al Shihoin, pero donde debía mantener la sonrisa y compostura. Había colocado su mano, de nuevo, en el hombro sano de la mole de músculos que capitaneaba aquella División y ahora se la llevó a la frente, con sólo dos dedos extendidos. — No tardo nada, lo prometo.
Y desapareció en un shunpo, como si nada.
- Spoiler:
- A la espalda de la pelirroja, el haori blanco desmangado apareció, justo al mismo instante que la Mariposa Infernal que llevaba su nombre había dejado la estancia, en su búsqueda. Ironías de la tecnología de comunicación shinigami.
Kato obvió al personaje de cabellos purpúreas que gritaba su inocencia y se centró en Isono. La asió del brazo, con suavidad, tan sólo para asegurarse de que localizaba en él toda su atención.
— Algo me dice que alguna noticia tienes sobre Sakurai. — dijo en tono burlón, evadiéndose de la tensión del momento y, ya de paso, de su propio enfado. Sin embargo, su semblante se tornó serio al instante. — Dime donde está, por favor. Es un gran amigo y quiero hablar con él, aclarar todo esto, antes de que el Segundo dé con sus huesos. — confesó. Su voz ahora denotaba ruego.
Necesitaba hablar con él, y lo necesitaba ahora, por lo que no se iría sin más información que con la que vino, al menos. Una vez Isono hubiera hablado, Kato volvería a sonreír y el buen humor brillaría de nuevo en sus ojos.
— Gracias, te debo una. — le dijo, guiñándole un ojo. — Y ahora me voy, que se supone que tendría que estar destrozando algo.
Y volvió a desaparecer, con la misma brevedad con la que había aparecido.
**********************
El rostro del Shihoin volvió a aparecer donde había desaparecido minutos atrás, ahora visiblemente más calmado e incluso sonriente. El único detalle es que nadie sabría, y mucho menos Aoki, qué había relajado su desasosiego.
— ¿Ves? — dijo de nuevo, dirigiéndose al Capitán Aoki. — No he tardado nada y ya estoy mucho mejor. ¿Me he perdido algo?
"Al parecer no mucho", pensó Kato. Las mismas caras que había dejado aún estaban ahí. El único añadido a la collage de aquella habitación número 115 era una pequeña criatura de color oscuro, que aleteaba sin prisa hacia su persona. El Shihoin la agarró con delicadeza y escuchó el mensaje que Isono le acababa de enviar:
El aparato ha reaccionado cerca de las salas de interrogatorio mostrando una señal; ha sido muy breve y se ha, literalmente, desvanecido del lugar; no creo que se trate de un shunpo. No puedo seguir el rastro debido al interrogatorio con Hiro. Si está cerca no deberíamos perderlo ni dejar que se mueva o salga del escuadrón.
Att. Otsuka Isono.
Todos lo habían oído, el aparatito de Akira parecía funcionar y el kido también había aportado su grano de arena. Kato retiró, no sin esfuerzo, sus pensamientos empíricos de aquel hecho y se centró en lo que los resultados suponían.
— Al parecer nos estamos acercando. — reflexionó en voz alta. — Aún contando esto, la teoría que he escuchado de pasada... que se trata de una zanpakuto, ¿no es así? — Miró a Hotaru, esperando alguna aprobación, aunque fuera visual. — Creo que es compatible con esta teoría. Quizá ninguno de los interrogados es el asesino, pero puede que sí una de sus armas. — concluyó, tras un somero y precipitado análisis.
De confirmarse, aquello sería el colmo. No sólo debían de estar pendientes de ataques arrancars, de problemas internos entre shinigamis y plus, o entre plus y plus. ¿Ahora también debían meter en la ecuación las posibles fechorías de alguna que otra zanpakuto desatada? Aquello era de locos, inaudito. Kato se preguntaba si había antecedentes, pero de existir sólo el Capitán Mise, allí presente, podría esclarecerlo.
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Escuchó el mensaje que traía la jigokucho, olvidándose por un momento de la pregunta que había formulado hacia los shinigamis de la División de Sanación. Según Isono, el aparatejo ese había reaccionado por la zona de los interrogatorios... ¿sería que el asesino era uno de ellos o, como se temía Sakurai, estaría buscando a Inuzuki Ren para silenciarlo, como sospechaba que haría con su hermano Miki?
"Joder... debería irme ya y no dejarlo solo, pero es que tenemos tan poca información sobre el caso que así no hay quien trabaje..."
Mantuvo los ojos bajos, semivelados por la cortina de blancas pestañas, mientras se pellizcaba el labio inferior con nerviosismo. Ese hijo de puta se las había ingeniado tan bien que costaba creer que no fuera algo planeado desde hace mucho tiempo; cada vez estaba más segura de que era cosa de un miembro de ese mismo Escuadrón.
Alzó la mirada y se encontró con que el Capitán Shihoin parecía estar preguntándole algo. Parpadeó varias veces, algo aturdida, antes de retomar el hilo de la conversación y ser capaz de responder.
-Ah, sí... Hay otra cosa que no mencionamos todavía, creo- se sacudió la pesadez de encima alborotándose la cabellera de rizos níveos, echando una fugaz mirada a Lyra.- Mi fukutaicho comentó- en realidad había sido Sakurai, pero no era muy aconsejable decirlo a esas alturas, dado que habían negado varias veces que se hubieran encontrado con él- que en la anterior reunión de Tenientes, en la que Ryuga apareció herido, éste iba acompañado de una persona que nadie conocía y cuyo rostro ni aparece en las cámaras, por lo que hemos ido averiguando. Pensamos que si ese sujeto no fue el mismo asesino, debe tener relación con él... Por el hecho de que nadie sea capaz de recordar su identidad y que ningún aparato grabase su imagen, se llegó a la conclusión de que pudiera ser una zanpakutou.
Ahora se daba cuenta de que haber topado con Suzuhara les había aportado más información que toda la que habían podido reunir ellos por su cuenta. Sólo esperaba que el hombre hubiera sido sincero con su testimonio.
-Tiene que ser alguien del Cuarto, por mucho que pueda molestar ese pensamiento. ¿Cómo sino iba a tener tanto conocimiento sobre las guardias? ¿Quién más iba a tener acceso al Teniente Katsu?
"Joder... debería irme ya y no dejarlo solo, pero es que tenemos tan poca información sobre el caso que así no hay quien trabaje..."
Mantuvo los ojos bajos, semivelados por la cortina de blancas pestañas, mientras se pellizcaba el labio inferior con nerviosismo. Ese hijo de puta se las había ingeniado tan bien que costaba creer que no fuera algo planeado desde hace mucho tiempo; cada vez estaba más segura de que era cosa de un miembro de ese mismo Escuadrón.
Alzó la mirada y se encontró con que el Capitán Shihoin parecía estar preguntándole algo. Parpadeó varias veces, algo aturdida, antes de retomar el hilo de la conversación y ser capaz de responder.
-Ah, sí... Hay otra cosa que no mencionamos todavía, creo- se sacudió la pesadez de encima alborotándose la cabellera de rizos níveos, echando una fugaz mirada a Lyra.- Mi fukutaicho comentó- en realidad había sido Sakurai, pero no era muy aconsejable decirlo a esas alturas, dado que habían negado varias veces que se hubieran encontrado con él- que en la anterior reunión de Tenientes, en la que Ryuga apareció herido, éste iba acompañado de una persona que nadie conocía y cuyo rostro ni aparece en las cámaras, por lo que hemos ido averiguando. Pensamos que si ese sujeto no fue el mismo asesino, debe tener relación con él... Por el hecho de que nadie sea capaz de recordar su identidad y que ningún aparato grabase su imagen, se llegó a la conclusión de que pudiera ser una zanpakutou.
Ahora se daba cuenta de que haber topado con Suzuhara les había aportado más información que toda la que habían podido reunir ellos por su cuenta. Sólo esperaba que el hombre hubiera sido sincero con su testimonio.
-Tiene que ser alguien del Cuarto, por mucho que pueda molestar ese pensamiento. ¿Cómo sino iba a tener tanto conocimiento sobre las guardias? ¿Quién más iba a tener acceso al Teniente Katsu?
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
- Post : 1085
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
El capitán de la cuarta escuchaba con gesto serio las palabras y exposición de idéas de Hotaru-san. Llegados a este punto, los que estaban en ese cuarto tenían más información que nadie en el escuadrón, y todas sus teorías debían ser tomadas en cuenta.
Entrecerró los ojos un instante, y detuvo a Sharessu que pasaba a su lado. - ¿Es eso cierto? -. La Komori simplemente asintió con la cabeza y luego continuó su marcha. Volvió a mirar a Hotaru que continuaba con su exposición.
- Estoy de acuerdo de ser así, pero la búsqueda de Sakurai no es por su familia, ni por su honra, sino por preocupación por uno de los miembros más importantes de mi escuadrón. Me gustaría que fuese él mismo quien se defendiera, y si no hubiese huido, se le habría interrogado como debe de ser, y si no tiene nada que ver con el asesinato de Katsu, como parece estarse demostrando, ayudaría con la operación. - y terminando su comentario, Kato comenzaba a largarse vilmente del cuarto, sin darle pié a Aoki a detenerlo. ¿Cómo iba semejante masa de músculos detener a uno de los shinigamis más rápidos de la Sociedad de almas? Absurdo. Tenía planeado que fuese él quien buscase al Suzuhara, que seguramente le trataría mejor que cualquiera del segundo, pero ahora que se había ido, igual tenía que encargárselo al pequeño Rem solo… Esto no le hacía gracia. Y entonces, en plenas cavilaciones, Hotaru continuó.
Aoki extendió ambas palmas de las manos hacia Hotaru. Por un momento, pensó que detener el recolector de “basura” del dangai sería menos peligroso que calmar a la muchacha. - A ver, la muerte de Katsu ha sido en principio una negligencia. - comenzó a exponer. - Se le suministró un potente medicamento que debe ser diluido en agua… digamos que una piedra que serviría para más de 20 dósis ha sido introducida por via oral en su organismo… Lo ha colapsado. En este plan, casi prefiero pensar que ha sido un asesinato, a pensar que los miembros de mi escuadrón puedan tener una fal… ta… así… - se quedó dubitativo antes de terminar. - ¿Has dicho que pasó por el departamento forense? Creo que vais mejor de lo que pensáis. En el departamento forense está la salida de emergencia, dado que está en el lado opuesto a la entrada. Eso solo lo sabemos los miembros del cuarto, así que es sumamente probable que sea de este escuadrón. Después de todo a todos los que se está interrogando son del cuarto, no vamos mal. El que te he asignado es Inuzuki Rem. Participó en la guardia nocturna, cuando supuestamente murió Katsu. - Definitivamente habría que dejar la búsqueda de Sakurai para más adelante.
Kato volvió habiendo pasado poco más de un minuto. Si que era rápido, aunque según había oído de algunos miembros (del género femenino) del quinto, no era tan rápido para todo…
La mariposa dejó el mensaje. ¿El asesino cerca de la sala de interrogatorios?¿Y nadie lo vió? Extraño… La idea de ser una zampakutou comenzaba a clavarse en la mente de Aoki, pero la siguiente pregunta le asaltaba: ¿Actuaba según ordenaba su propietario o por cuenta propia? Aoki estaba enfrascado en sus pensamientos…
- “Espera, este tio no es invisible… las cámaras le han grabado, y shinigamis le han visto, así que si estaba en frente de las salas de interrogatorios debería ser visto… salvo que no esté en esa planta… entonces… ¡Mi cuarto! - Los ojos de Aoki se abrieron como platos.
- Chicos, estáis haciendo un muy buen trabajo. Ahora preguntadles a los sospechosos y exprimidlos al máximo. Volveremos a hablar cuando terminéis. Ahora tengo que irme es urgente. ¡Kato! Conmigo. - y le hizo un gesto para que le acompañase. Supuso que el pequeño de la segunda división también iría, y no tenía porqué quedarse en ese cuarto si ya ni siquiera había puerta que cerrar.
[[OFF: KATO, REM Y YO NOS VAMOS A MI CUARTO:
https://soulsandswords.foroes.org/t1171-negv2-un-inciso]]
Kawasumi Hotaru escribió:
-Suzuhara Sakurai queda descartado, según las averiguaciones de Sharesshu. Si no me equivoco, dijo que nuestro sospechoso goza de una constitución más bien normalita... Si no tiene nada que ver en el caso, debería dejarse su búsqueda como algo secundario, ¿no os parece? Que sean los nobles los que se encarguen de sus rencillas, nosotros tenemos un Teniente muerto en extrañas circunstancias y a su jodido asesino paseándose libremente por la Sociedad de Almas... Si queréis mi consejo, enviad un mensaje a la casa familiar de los Suzuhara con la información que pueda interesarles y que ellos se apañen con lo suyo.
Entrecerró los ojos un instante, y detuvo a Sharessu que pasaba a su lado. - ¿Es eso cierto? -. La Komori simplemente asintió con la cabeza y luego continuó su marcha. Volvió a mirar a Hotaru que continuaba con su exposición.
- Estoy de acuerdo de ser así, pero la búsqueda de Sakurai no es por su familia, ni por su honra, sino por preocupación por uno de los miembros más importantes de mi escuadrón. Me gustaría que fuese él mismo quien se defendiera, y si no hubiese huido, se le habría interrogado como debe de ser, y si no tiene nada que ver con el asesinato de Katsu, como parece estarse demostrando, ayudaría con la operación. - y terminando su comentario, Kato comenzaba a largarse vilmente del cuarto, sin darle pié a Aoki a detenerlo. ¿Cómo iba semejante masa de músculos detener a uno de los shinigamis más rápidos de la Sociedad de almas? Absurdo. Tenía planeado que fuese él quien buscase al Suzuhara, que seguramente le trataría mejor que cualquiera del segundo, pero ahora que se había ido, igual tenía que encargárselo al pequeño Rem solo… Esto no le hacía gracia. Y entonces, en plenas cavilaciones, Hotaru continuó.
Kawasumi Hotaru escribió:
-Antes de irnos... me gustaría que se respondiera a lo que pregunté antes; basándonos en las suposiciones que obtuvimos gracias a las habilidades de rastreo de reiatsu de Mise-taicho, el recorrido del asesino fue de la habitación en la que se hallaba Katsu hasta el departamento forense, y suponemos que ahí fue descubierto y tuvo que huír por esta misma sala. Quizá soy la única a la que ese detalle le resulta jodidamente extraño, pero estaría bien que nos aclaráseis eso después de tenernos toda la mañana dando palos de ciego. ¡Ni siquiera nos han explicado los detalles de la muerte de Ryuga-fukutaicho!
Aoki extendió ambas palmas de las manos hacia Hotaru. Por un momento, pensó que detener el recolector de “basura” del dangai sería menos peligroso que calmar a la muchacha. - A ver, la muerte de Katsu ha sido en principio una negligencia. - comenzó a exponer. - Se le suministró un potente medicamento que debe ser diluido en agua… digamos que una piedra que serviría para más de 20 dósis ha sido introducida por via oral en su organismo… Lo ha colapsado. En este plan, casi prefiero pensar que ha sido un asesinato, a pensar que los miembros de mi escuadrón puedan tener una fal… ta… así… - se quedó dubitativo antes de terminar. - ¿Has dicho que pasó por el departamento forense? Creo que vais mejor de lo que pensáis. En el departamento forense está la salida de emergencia, dado que está en el lado opuesto a la entrada. Eso solo lo sabemos los miembros del cuarto, así que es sumamente probable que sea de este escuadrón. Después de todo a todos los que se está interrogando son del cuarto, no vamos mal. El que te he asignado es Inuzuki Rem. Participó en la guardia nocturna, cuando supuestamente murió Katsu. - Definitivamente habría que dejar la búsqueda de Sakurai para más adelante.
Kato volvió habiendo pasado poco más de un minuto. Si que era rápido, aunque según había oído de algunos miembros (del género femenino) del quinto, no era tan rápido para todo…
La mariposa dejó el mensaje. ¿El asesino cerca de la sala de interrogatorios?¿Y nadie lo vió? Extraño… La idea de ser una zampakutou comenzaba a clavarse en la mente de Aoki, pero la siguiente pregunta le asaltaba: ¿Actuaba según ordenaba su propietario o por cuenta propia? Aoki estaba enfrascado en sus pensamientos…
Kawasumi Hotaru escribió:
-Ah, sí... Hay otra cosa que no mencionamos todavía, creo. Mi fukutaicho comentó que en la anterior reunión de Tenientes, en la que Ryuga apareció herido, éste iba acompañado de una persona que nadie conocía y cuyo rostro ni aparece en las cámaras, por lo que hemos ido averiguando. Pensamos que si ese sujeto no fue el mismo asesino, debe tener relación con él... Por el hecho de que nadie sea capaz de recordar su identidad y que ningún aparato grabase su imagen, se llegó a la conclusión de que pudiera ser una zanpakutou.
- “Espera, este tio no es invisible… las cámaras le han grabado, y shinigamis le han visto, así que si estaba en frente de las salas de interrogatorios debería ser visto… salvo que no esté en esa planta… entonces… ¡Mi cuarto! - Los ojos de Aoki se abrieron como platos.
- Chicos, estáis haciendo un muy buen trabajo. Ahora preguntadles a los sospechosos y exprimidlos al máximo. Volveremos a hablar cuando terminéis. Ahora tengo que irme es urgente. ¡Kato! Conmigo. - y le hizo un gesto para que le acompañase. Supuso que el pequeño de la segunda división también iría, y no tenía porqué quedarse en ese cuarto si ya ni siquiera había puerta que cerrar.
[[OFF: KATO, REM Y YO NOS VAMOS A MI CUARTO:
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Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Ahora que contaban con más información y parecía que no les iban a poner más trabas para investigar a su gusto, Hotaru se sentía renovada y con mejor ánimo. Se veía capaz de terminar con aquello ahora que daba la impresión de que iban por buen camino y la colaboración entre Escuadrones comenzaba a ser real.
Se hizo a un lado para dejar paso al enorme Capitán y se preguntó por un instante si las prisas repentinas por marcharse se debían a algo en especial. "No hay tiempo que perder. Si llegara a ocurrir algo de relevancia imagino que nos avisarán."
Ignoró al Capitán Mise, que al parecer seguía enfrascado en el estudio de aquellos residuos de energía espiritual, y le hizo un gesto a Lyra, desplazando un pie para orientar su postura hacia el hueco en el que antes había una puerta.
-¿Vamos, fukutaicho?
A pesar de la pregunta no esperó a recibir un asentimiento para emprender la marcha hacia la zona destinada a los interrogatorios.
_____
Off: Mañana postearé en la sala 1, que hoy ando fatal para escribir...
Se hizo a un lado para dejar paso al enorme Capitán y se preguntó por un instante si las prisas repentinas por marcharse se debían a algo en especial. "No hay tiempo que perder. Si llegara a ocurrir algo de relevancia imagino que nos avisarán."
Ignoró al Capitán Mise, que al parecer seguía enfrascado en el estudio de aquellos residuos de energía espiritual, y le hizo un gesto a Lyra, desplazando un pie para orientar su postura hacia el hueco en el que antes había una puerta.
-¿Vamos, fukutaicho?
A pesar de la pregunta no esperó a recibir un asentimiento para emprender la marcha hacia la zona destinada a los interrogatorios.
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Off: Mañana postearé en la sala 1, que hoy ando fatal para escribir...
Kawasumi Hotaru- Teniente Rei
- Post : 1085
Edad : 34
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Dado que ya había perturbado bastante el ya de por sí ambiente de aquella habitación y abusado en demasía de la infinita paciencia de su amigo de espaldas anchas, el Shihōin se limitó a permanecer en silencio los pocos minutos que le restaban en la nefastamente célebre Habitación 115.
En las palabras de Aoki volvió a resonar el concepto de "negligencia". Por un segundo, el que tardó el Capitán del Cuarto en corregirse, la mera mención de aquella palabra sacudió la mente de Kato. "Una piedra que ha de diluirse 20 veces encontrada intacta dentro del cuerpo... si de verdad hubiera sido sin querer, negligente no sería, directamente subnormal". Pensó el peliblanco, con muy poco tacto.
No tardó en calmarse, pues Aoki descartó, aunque no con todo el peso que habría exigido su amigo de tez oscura, la hipótesis de la negligencia. Después de aquella cábala, las noticias parecían más alentadoras. Al fin, una vez reunida toda la información de cada una de las partes, la investigación parecía arrojar alguna luz. El final del túnel era visible ya, tenue, pero esperanzador.
En sus últimas palabras, Aoki alentó a los participantes de aquel macabro juego y los felicitó por su trabajo hasta ahora. Ahora parecía que necesitaba hablar a solas con el Shihōin y al escuchar esas dos últimas palabras torpemente se podrían haber confundido con una orden, Kato arqueó la comisura de su boca.
— Señor, sí señor. — espetó, de buena gana, con un evidente tono sarcástico.
Y salió de la lúgubre y maltrecha habitación, eclipsado bajo la mole de músculos que le precedía, aunque no por ello sin dejar de marchar, cómicamente, como si de un recluta patoso se tratara.
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[OFF] Mini-post para salir de aquí. Es tarde, mañana te respondo en el otro hilo. ^_^
En las palabras de Aoki volvió a resonar el concepto de "negligencia". Por un segundo, el que tardó el Capitán del Cuarto en corregirse, la mera mención de aquella palabra sacudió la mente de Kato. "Una piedra que ha de diluirse 20 veces encontrada intacta dentro del cuerpo... si de verdad hubiera sido sin querer, negligente no sería, directamente subnormal". Pensó el peliblanco, con muy poco tacto.
No tardó en calmarse, pues Aoki descartó, aunque no con todo el peso que habría exigido su amigo de tez oscura, la hipótesis de la negligencia. Después de aquella cábala, las noticias parecían más alentadoras. Al fin, una vez reunida toda la información de cada una de las partes, la investigación parecía arrojar alguna luz. El final del túnel era visible ya, tenue, pero esperanzador.
En sus últimas palabras, Aoki alentó a los participantes de aquel macabro juego y los felicitó por su trabajo hasta ahora. Ahora parecía que necesitaba hablar a solas con el Shihōin y al escuchar esas dos últimas palabras torpemente se podrían haber confundido con una orden, Kato arqueó la comisura de su boca.
— Señor, sí señor. — espetó, de buena gana, con un evidente tono sarcástico.
Y salió de la lúgubre y maltrecha habitación, eclipsado bajo la mole de músculos que le precedía, aunque no por ello sin dejar de marchar, cómicamente, como si de un recluta patoso se tratara.
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Última edición por Shihoin Kato el Vie Jun 10, 2011 6:20 am, editado 2 veces
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
Derrepente dos capitanes mas habían entrado en la sala. Cuando el corpulento capitán del cuarto escuadrón entro por la puerta Lyra hizo una leve reverencia con su cabeza como saludo, algo que no hizo tras la poco discreta entrada del capitán del quinto escuadrón, Shihoin Kato, quien al parecer tuvo la insaciable necesidad de echar la puerta abajo de un golpe antes de entrar en el habitáculo donde se había cometido el asesinato de Katsu.
"Años de desarrollo para crear la puerta corrediza para esto..." Lyra se llevó la mano al rostro, cubriéndolo levemente, a la vez que dejaba escapar un suspiro de abatimiento.
El teniente observó de forma silenciosa el transcurso de los acotencimientos y reflexionando sobre la información que sus compañeros estaban exponiendo a los capitanes. Tras recibir sus ordenes Lyra salió de la habitación tras Hotaru para comenzar con el interrogatorio.
"Años de desarrollo para crear la puerta corrediza para esto..." Lyra se llevó la mano al rostro, cubriéndolo levemente, a la vez que dejaba escapar un suspiro de abatimiento.
El teniente observó de forma silenciosa el transcurso de los acotencimientos y reflexionando sobre la información que sus compañeros estaban exponiendo a los capitanes. Tras recibir sus ordenes Lyra salió de la habitación tras Hotaru para comenzar con el interrogatorio.
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
No entendía nada de nada, la única persona que le sonaba era Hotaru y esta no estaba por la labor de saludarlo. Agachó la cabeza con tristeza, no entendía por qué lo le saludaba, pero bueno, los ánimos en la habitación no era los mejores del mundo.
En principio pensó que quien cortaba el bacalao era el hombre negro de ojos amarillos, una maravilla de la madre naturaleza, pero luego un hombre hipermusculado, tal vez fuese por problemas de tiroides o tumores gigantescos, el caso es que el músculo más pequeño de ese gigante era más grande que su cabeza. En fin, aquel mastodonte se puso a dar ordenes a diestro y siniestro. Renshu tuvo que apartarse un par de veces para evitar se arrollado por la gente que salía por la puerta ignorando su presencia.
Al final se quedaron Hotaru, el negro, el musculoso, otro rubio y él, que se sentó en un rincón. El segundo desapareció del cuarto y la shinigami y el Capitán se pusieron a charlar mientras el prestaba oído a todo para enterarse de lo que pasaba. Momentos más tarde reapareció el Capitán del quinto escuadrón, Hotaru y Lyra se fueron a interrogar a un shinigami y se quedaron solo los tres. El gigantón les dijo que fueran a su habitación y ambos Capitanes desaparecieron con sendos Shumpos.
Renshu en su rincón se quedó con la boca abierta y se levantó. Estaba solo y muy indignado. -Ah, muy bien, como si yo supiese donde está el dormitorio de este Capitán....ni siquiera sé donde estoy....¿cómo pretenden qué les siga?-
En principio pensó que quien cortaba el bacalao era el hombre negro de ojos amarillos, una maravilla de la madre naturaleza, pero luego un hombre hipermusculado, tal vez fuese por problemas de tiroides o tumores gigantescos, el caso es que el músculo más pequeño de ese gigante era más grande que su cabeza. En fin, aquel mastodonte se puso a dar ordenes a diestro y siniestro. Renshu tuvo que apartarse un par de veces para evitar se arrollado por la gente que salía por la puerta ignorando su presencia.
Al final se quedaron Hotaru, el negro, el musculoso, otro rubio y él, que se sentó en un rincón. El segundo desapareció del cuarto y la shinigami y el Capitán se pusieron a charlar mientras el prestaba oído a todo para enterarse de lo que pasaba. Momentos más tarde reapareció el Capitán del quinto escuadrón, Hotaru y Lyra se fueron a interrogar a un shinigami y se quedaron solo los tres. El gigantón les dijo que fueran a su habitación y ambos Capitanes desaparecieron con sendos Shumpos.
Renshu en su rincón se quedó con la boca abierta y se levantó. Estaba solo y muy indignado. -Ah, muy bien, como si yo supiese donde está el dormitorio de este Capitán....ni siquiera sé donde estoy....¿cómo pretenden qué les siga?-
Renshū Otokonoko- Raso Yu
- Post : 162
Edad : 35
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
[Acabo de leer lo que dijo Aoki de si no sabia si Mise iba a continuar. Estuvo hablando conmigo el otro dia y me dijo que no.]
Re: Negligencia Vol.2 Habitación 115
[[Vale, ya se quedará exhausto despues d buscar el reiatsu... XDD Gracias por avisar, y me alegro de verte por aquí ^^]]
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
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Jue Abr 30, 2015 3:40 am por Kenta
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