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Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Gotei :: Escuadrón Chugo - Deber y Lealtad :: Sala de Reunión de Tenientes
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Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
La sala de reuniones como siempre estaba en completo silencio. Muchas cosas habían pasado desde la última vez en el que se había convocado una reunión de semejantes dimensiones por lo que el ambiente estaba algo tenso. Tras los ascensos de varios de sus compañeros tal vez los tenientes de la sociedad de almas estarían algo confundidos o simplemente curiosos por el mensaje que habían recibido a través de las mariposas infernales del Gotei. Ahora simplemente les quedaba esperar y preguntarse que era lo que estaba ocurriendo...
OFF: Id posteando vuestra entrada y demás, respetad el orden de posteo y sed coherentes con lo que está pasando en estos momentos. Para los tenientes que están en tramas, esto será después, para situarnos un poco en el espacio tiempo y así que no haya complicaciones. Si el teniente está indispuesto o herido que se presente el tercer oficial y listo.
Pronto se os dará más información. ^^ A divertirse se ha dicho! ^^
OFF: Id posteando vuestra entrada y demás, respetad el orden de posteo y sed coherentes con lo que está pasando en estos momentos. Para los tenientes que están en tramas, esto será después, para situarnos un poco en el espacio tiempo y así que no haya complicaciones. Si el teniente está indispuesto o herido que se presente el tercer oficial y listo.
Pronto se os dará más información. ^^ A divertirse se ha dicho! ^^
Narrador- Post : 85
Edad : 44
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Tras la misión en el distrito Yoichiro y el reporte de la misión a la capitana Yoruko, Seikuro había sido ascendido a tercer oficial de su escuadrón, pero en cambio, no había actualmente un teniente, por lo que se vió obligado a ir a aquella reunión de tenientes representando a su escuadrón.
La idea de estar rodeado de gente más fuerte que él le intimidaba la verdad, pero por otra parte le llamaba la atención y le empujaba a saber querer como eran los segundos mas fuertes de cada gotei, ¿serían tan intimidantes como su imaginación le decia que eran?, ¿o tal vez era gente apacible?...aunque el punto no era ese, el punto era que habían confiado en él para representar al 2º escuadrón y lo haría lo mejor posible, siempre claro esta, sin meter mucho las narices, el era un 3º al mando en una reunión de fukutaichos, se podía decir que era la oveja negra si no había algun otro por los alrededores, cosa que le ponía la piel de gallina.
La sala estaba vacía...al menos la puntualidad había sido su aliada esta vez, cosa que agradecía al haber madrugado esa mañana y al haberse preparado rápido, si no, iba a empezar con buen pié esa reunión, aunque, la curiosidad era algo que le podía a Seikuro.
Lentamente entró en aquel lugar, pensandose seriamente si salir corriendo de allí puesto que la presión a la que estaba actualmente sometido no era precisamente pequeña, ¿como debía hablar en aquella reunion?, ¿como reaccionaría el resto al ver a un tercero al mando alli?...seguramente se lo tomarían como una ofensa o algo, al menos eso era lo que pensaba Seikuro.
Se acercó a la pared más cercana apoyando su espalda contra esta, cruzandose de brazos en total silencio, mientras esperaba a que los fukutaichos llegasen, simplemente, intentando no pensar mucho en la cuestión de que él no pintaba mucho alli nada más que para representar a su escuadrón y tal vez dar su opinión en algo, la cual en un sitio así...se le hacía bastante raro.
"¿como te acabarás metiendo en estas...baka...aunque...podría ser peor" Pensó mientras cerraba los ojos, esperando a que alguien apareciese, algo impaciente por saber como eran las reuniones de ese tipo.
La idea de estar rodeado de gente más fuerte que él le intimidaba la verdad, pero por otra parte le llamaba la atención y le empujaba a saber querer como eran los segundos mas fuertes de cada gotei, ¿serían tan intimidantes como su imaginación le decia que eran?, ¿o tal vez era gente apacible?...aunque el punto no era ese, el punto era que habían confiado en él para representar al 2º escuadrón y lo haría lo mejor posible, siempre claro esta, sin meter mucho las narices, el era un 3º al mando en una reunión de fukutaichos, se podía decir que era la oveja negra si no había algun otro por los alrededores, cosa que le ponía la piel de gallina.
La sala estaba vacía...al menos la puntualidad había sido su aliada esta vez, cosa que agradecía al haber madrugado esa mañana y al haberse preparado rápido, si no, iba a empezar con buen pié esa reunión, aunque, la curiosidad era algo que le podía a Seikuro.
Lentamente entró en aquel lugar, pensandose seriamente si salir corriendo de allí puesto que la presión a la que estaba actualmente sometido no era precisamente pequeña, ¿como debía hablar en aquella reunion?, ¿como reaccionaría el resto al ver a un tercero al mando alli?...seguramente se lo tomarían como una ofensa o algo, al menos eso era lo que pensaba Seikuro.
Se acercó a la pared más cercana apoyando su espalda contra esta, cruzandose de brazos en total silencio, mientras esperaba a que los fukutaichos llegasen, simplemente, intentando no pensar mucho en la cuestión de que él no pintaba mucho alli nada más que para representar a su escuadrón y tal vez dar su opinión en algo, la cual en un sitio así...se le hacía bastante raro.
"¿como te acabarás metiendo en estas...baka...aunque...podría ser peor" Pensó mientras cerraba los ojos, esperando a que alguien apareciese, algo impaciente por saber como eran las reuniones de ese tipo.
Seikuro- Post : 89
Edad : 33
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Erienne andaba por los pasillos de vuelta al 13º escuadrón cuando recibió el mensaje.
- Vuelvo de mi misión y ya estoy metida en otra -suspiró llendo hacia su nuevo lugar de destino.
Aquello le intimidaba, no era una mujer que sorprendiese mucho a la vista, no poseía cualidades que la hiciesen destacar, poseía fuerza pero comparado con otros tenientes y con algunos capitanes se veía tan insignificante... Pero sentía curiosidad, además debía hacer un buen trabajo, hace relativamente poco que subió su puesto. Por no traicionar la confianza de Chiesa.
En la sala ya estaba un shinigami. Por lo visto había llegado temprano, aquel shinigami no era ni capitán ni teniente, seguramente era un oficial. Aquello le extraño, solo habían llamado a los tenientes, quizás se había equivocado de sitio.
- Perdone ... - dijo con una voz tímida - es aquí la reunión de los tenientes? - miro hacia un lado y hacia el otro antes de entrar en la sala - Soy Erienne, teniente del 13º escuadrón, encantada de conocerle - dijo inclinando un poco la cabeza.
- Vuelvo de mi misión y ya estoy metida en otra -suspiró llendo hacia su nuevo lugar de destino.
Aquello le intimidaba, no era una mujer que sorprendiese mucho a la vista, no poseía cualidades que la hiciesen destacar, poseía fuerza pero comparado con otros tenientes y con algunos capitanes se veía tan insignificante... Pero sentía curiosidad, además debía hacer un buen trabajo, hace relativamente poco que subió su puesto. Por no traicionar la confianza de Chiesa.
En la sala ya estaba un shinigami. Por lo visto había llegado temprano, aquel shinigami no era ni capitán ni teniente, seguramente era un oficial. Aquello le extraño, solo habían llamado a los tenientes, quizás se había equivocado de sitio.
- Perdone ... - dijo con una voz tímida - es aquí la reunión de los tenientes? - miro hacia un lado y hacia el otro antes de entrar en la sala - Soy Erienne, teniente del 13º escuadrón, encantada de conocerle - dijo inclinando un poco la cabeza.
Erienne- Post : 673
Edad : 34
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
"Había una vez, un nuevo cadáver para el laboratorio de investigación."
"A quién habrán cazado, no me importa un mojón."
"Si todo sigue en su sitio bailaré de emoción."
"Con los intestinos entonaré una canción."
"Y con su cuerpo, daré comienzo a mi misión."
La alegre canción de Shuyin Akira resonaba por los pasillos que conducían hasta la sala de reuniones donde había sido convocado, ciertamente, y después de lo últimamente acontecido, el teniente de la doceava imaginaba algún nuevo fiambre, quizás otro Capitán, quizás un teniente, quizás un millar de sin nombres... Eso estaría bien, muchos sin nombres a los que etiquetar.
Silbaba alegremente, odiaba las reuniones, le sacaban de su trabajo, sin embargo solían traer buenísimas noticias, disturbios, peleas, sangre derramada, alguna vez lo llamaban para presenciar ascensos de gente que luego veía en su mesa de investigación, aquello solo resultaba....Embriagador... (En la mesa de investigación.)
Se asomó a la sala, a tiempo de ver a Erienne, hablando con un chico que parecía estar ya en ella.
"Oh, hola Erienne, llegas pronto." Anunció con tranquilidad, impropio en el carácter generalizado del teniente de la doceava.
"¿Y tú chico, esperas a alguien? ¿Acompañas a alguien por casualidad?" Comentó con un tono alegre y muestra de simpatía hacia Seikuro, al que era obvio que, ni conocía, ni había reconocido. Sí, es posible que el chico llevase las túnicas del segundo escuadrón, pero teniendo en cuenta que Shuyin Akira parecía enormemente concentrado en observar el techo, aquello carecía de cualquier tipo de importancia, y probablemente careciese aunque estuviese mirando a la altura de su pecho.
"Bueno... ¿Apostamos a ver quién se ha muerto? Un saco de monedas al "Natsu ese" Lo mandaron al mundo humano ¿No? Creo que hubo jaleo... Era impulsivo... Sísísí, mi apuesta va por él."
Comentó consigo mismo afirmando con la cabeza mientras sacaba de su bolsillo lo que parecía ser, un pequeño zurrón de cuero en el que rechinaba algo metálico que quedaba invisible a la vista de todos.
Aquella situación podía resultar desagradable, pero sin duda se pronunciaría cuando añadió su último comentario.
"Espero que se haya muerto alguien, por que si no, que desperdicio de tiempo, demonios."
Pareció pensar en algo, y sacó una pequeña libretira manchada de una sustancia negra de aspecto viscoso, sobre la que comenzó a escribir con la sustancia misma.
"¡Esto no se me olvidará!"
"A quién habrán cazado, no me importa un mojón."
"Si todo sigue en su sitio bailaré de emoción."
"Con los intestinos entonaré una canción."
"Y con su cuerpo, daré comienzo a mi misión."
La alegre canción de Shuyin Akira resonaba por los pasillos que conducían hasta la sala de reuniones donde había sido convocado, ciertamente, y después de lo últimamente acontecido, el teniente de la doceava imaginaba algún nuevo fiambre, quizás otro Capitán, quizás un teniente, quizás un millar de sin nombres... Eso estaría bien, muchos sin nombres a los que etiquetar.
Silbaba alegremente, odiaba las reuniones, le sacaban de su trabajo, sin embargo solían traer buenísimas noticias, disturbios, peleas, sangre derramada, alguna vez lo llamaban para presenciar ascensos de gente que luego veía en su mesa de investigación, aquello solo resultaba....Embriagador... (En la mesa de investigación.)
Se asomó a la sala, a tiempo de ver a Erienne, hablando con un chico que parecía estar ya en ella.
"Oh, hola Erienne, llegas pronto." Anunció con tranquilidad, impropio en el carácter generalizado del teniente de la doceava.
"¿Y tú chico, esperas a alguien? ¿Acompañas a alguien por casualidad?" Comentó con un tono alegre y muestra de simpatía hacia Seikuro, al que era obvio que, ni conocía, ni había reconocido. Sí, es posible que el chico llevase las túnicas del segundo escuadrón, pero teniendo en cuenta que Shuyin Akira parecía enormemente concentrado en observar el techo, aquello carecía de cualquier tipo de importancia, y probablemente careciese aunque estuviese mirando a la altura de su pecho.
"Bueno... ¿Apostamos a ver quién se ha muerto? Un saco de monedas al "Natsu ese" Lo mandaron al mundo humano ¿No? Creo que hubo jaleo... Era impulsivo... Sísísí, mi apuesta va por él."
Comentó consigo mismo afirmando con la cabeza mientras sacaba de su bolsillo lo que parecía ser, un pequeño zurrón de cuero en el que rechinaba algo metálico que quedaba invisible a la vista de todos.
Aquella situación podía resultar desagradable, pero sin duda se pronunciaría cuando añadió su último comentario.
"Espero que se haya muerto alguien, por que si no, que desperdicio de tiempo, demonios."
Pareció pensar en algo, y sacó una pequeña libretira manchada de una sustancia negra de aspecto viscoso, sobre la que comenzó a escribir con la sustancia misma.
"¡Esto no se me olvidará!"
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Los pasos del teniente Murakami se oían resonar con fuerza y profundidad, casi majestuoso. Por los pasillos, comentaba con Kato la situación... Tras la movida, él estaba casi fuera de sí. Todos necesitaban explicaciones y es lo que esperaban de esta reunión. Al poco caminando, ambos guardaron silencio y se sumieron en sus pensamientos... - Una shinigami raptada, un cuerpo falso de capitán, una máscara hollow... ¿Qué diablos es todo esto? ¿Y cómo ha pasado todo tan cerca, tan a la vez? Tengo que hablar con Chido... -
Tras un rato deambulando por los pasillos llegaron a la sala de reunión de tenientes. Aoki solo había estado allí una vez, en su nombramiento como teniente de la cuarta división. Ese cargo pareció habérsele sido concedido para que aceptase el puesto, apartado de su querida Yoruko-san. Aunque supo conformarse, además de sentirse útil. No es que le importase esto último, pero parece que al resto del Gotei si. Y tampoco es como si hubiese perdido completamente el contacto con Yoruko. Aunque no era el momento de pensar en todo eso, había asuntos más importantes puestos sobre la mesa, y Aoki tenía una importancia considerable sobre ellos.
En principio tenía intención de esperar en la puerta, como hizo la última vez, a esperar a que se les diese permiso para entrar. Pero esta vez la situación parecía otra, la puerta estaba entreabierta, y se oían voces dentro. Aoki solo esperó no llegar tarde a la urgente reunión. Con un solo brazo abrió una de las puertas hacia dentro, manteniéndose erguido, casi haciéndose imponer, con su gran cuerpo y sacando hombros. El contorno de su torso desnudo se dibujaba con la luz del exterior, proyectando la sombra en el interior de la sala. Su gesto era serio, muchísimo más de lo habitual, casi preocupante.
Hizo una reverencia pronunciada a Seikuro-san, ya hacía varias semanas que no le veía, y le extrañó que estuviese allí, que Aoki supiese, no era teniente... De hecho, no tenía el distintivo, así que supuso que sería tercer oficial. Quiso felicitarle por el puesto, pero se contuvo ya que no lo sabía con seguridad y tampoco era el momento.Después saludó a Erienne, con una reverencia menor que la de Seikuro, ya que habían estado juntos hasta hacía poco en el descenso al mundo real. Después miró a Akira Shuijin, y sonrió recordando el apelativo con el que le había bautizado: "Koki"... Entró en la habitación y se hizo a un lado, dejando libre la entrada para Kato.
- Jeje... que curioso, ya me conoceis todos, no necesito presentarme... - dijo con simpleza para tratar de aliviar el ambiente, que quizá le viniese bien a Kato. - Espero que nos aclaren los motivos de esta reunión, aunque nosotros tenemos ya cierta idea... -
Tras un rato deambulando por los pasillos llegaron a la sala de reunión de tenientes. Aoki solo había estado allí una vez, en su nombramiento como teniente de la cuarta división. Ese cargo pareció habérsele sido concedido para que aceptase el puesto, apartado de su querida Yoruko-san. Aunque supo conformarse, además de sentirse útil. No es que le importase esto último, pero parece que al resto del Gotei si. Y tampoco es como si hubiese perdido completamente el contacto con Yoruko. Aunque no era el momento de pensar en todo eso, había asuntos más importantes puestos sobre la mesa, y Aoki tenía una importancia considerable sobre ellos.
En principio tenía intención de esperar en la puerta, como hizo la última vez, a esperar a que se les diese permiso para entrar. Pero esta vez la situación parecía otra, la puerta estaba entreabierta, y se oían voces dentro. Aoki solo esperó no llegar tarde a la urgente reunión. Con un solo brazo abrió una de las puertas hacia dentro, manteniéndose erguido, casi haciéndose imponer, con su gran cuerpo y sacando hombros. El contorno de su torso desnudo se dibujaba con la luz del exterior, proyectando la sombra en el interior de la sala. Su gesto era serio, muchísimo más de lo habitual, casi preocupante.
Hizo una reverencia pronunciada a Seikuro-san, ya hacía varias semanas que no le veía, y le extrañó que estuviese allí, que Aoki supiese, no era teniente... De hecho, no tenía el distintivo, así que supuso que sería tercer oficial. Quiso felicitarle por el puesto, pero se contuvo ya que no lo sabía con seguridad y tampoco era el momento.Después saludó a Erienne, con una reverencia menor que la de Seikuro, ya que habían estado juntos hasta hacía poco en el descenso al mundo real. Después miró a Akira Shuijin, y sonrió recordando el apelativo con el que le había bautizado: "Koki"... Entró en la habitación y se hizo a un lado, dejando libre la entrada para Kato.
- Jeje... que curioso, ya me conoceis todos, no necesito presentarme... - dijo con simpleza para tratar de aliviar el ambiente, que quizá le viniese bien a Kato. - Espero que nos aclaren los motivos de esta reunión, aunque nosotros tenemos ya cierta idea... -
Última edición por Murakami Aoki el Jue Abr 22, 2010 1:47 am, editado 2 veces
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
La embotada cabeza del teniente Shihoin viajaba a de lado a lado, gacha, sin saber muy bien dónde enfocar la mirada. Necesitaba parar un segundo, meditar y abordar todo aquel asunto con mayor y mejor perspectiva. Todo había sucedido tan rápido, tanto peso sobre los hombros de Kato. La responsabilidad le pesaba aquel día más que nunca, no por la cantidad de ella, sino porque había conocido el lado más amargo de su nuevo rango y estatus. Sus actos, improvisados e inexactos, habían ayudado a que la Sociedad de Almas se encontrase en la situación actual, o al menos así lo veía el teniente del Quinto Escuadrón, lamentándose por ello.
"¿Cómo no he podido diferenciar el cuerpo de Karaiko-sama con el de un puto arrancar?", se culpaba el Shihoin, visiblemente conmocionado aun por la noticia que había traído aquel shinigami del Cuarto Escuadrón. "¿Cómo pudimos dejar que secuestraran a esa pobre chiquilla?". Continuaba lamentándose. Con un ademán de su cabeza intentó no pensar ni por un momento, lo que aquellos salvajes le estarían haciendo a la pobre Hatsushiki.
Entre aquellas reflexiones, ambos tenientes habían llegado a la Sala de Reunión. Kato se alegraba de contar con un amigo donde apoyarse en su primera reunión como Teniente, más aun dadas las circunstancias de ésta. El enorme shinigami entró y se presentó a los pocos tenientes que ya habían llegado. Se hizo a un lado y el Shihoin entró, dedicándole un intento de sonrisa a su amigo, que quedó en una leve mueca.
— Y yo soy Shihoin Kato, Teniente del Quinto. — secundó Kato, con un frío hilo de voz de tono profundamente agotado, casi sin fijarse en ninguna cara.
Se desplomó sobre el primer sillón que vislumbró y tras un sonoro suspiro elevó su rostro, para intentar reconocer a los allí presentes. Apoyado en una pared había un shinigami de cabellos castaños y ojos azules al que reconoció como uno de los subordinados de Yoruko, aunque no tenía el gusto de conocerlo en persona. Un poco más estaba la shinigami, de la cual desconocía su nombre, que había bajado al campo de batalla, junto con Aoki para la asistencia médica. Ahora que se fijaba mejor, quizá la podría haber visto cerca a Chiesa últimamente, puede que fuera del 13º Escuadrón.
Por último, para sorpresa de Kato, se encontraba allí Akira, reparando justamente entonces en que compartían cargo, por lo que no sabía de qué se sorprendía. Lo había conocido horas atrás y le había indicado que fuese a ver a Corcaigh. Puede que tuviera alguna buena nueva, por lo que se levantó de un salto y se acercó con grandes zancadas hacia donde el extraño shinigami parecía escribir en un cuaderno de notas:
— Hola... ¿eres...? — Kato se dio cuenta de que, aun habiéndose conocido hace rato, no tenía ni idea de su nombre, pero esperaba que lo reconociera igual. — ¿Alguna novedad sobre la Garganta? — preguntó sin más, aunque en tono bajo, intentando ser discreto por ahora. Al fin y al cabo Kato intuía porqué lo habían llamado allí, pero no podía asegurarlo con total seguridad.
"¿Cómo no he podido diferenciar el cuerpo de Karaiko-sama con el de un puto arrancar?", se culpaba el Shihoin, visiblemente conmocionado aun por la noticia que había traído aquel shinigami del Cuarto Escuadrón. "¿Cómo pudimos dejar que secuestraran a esa pobre chiquilla?". Continuaba lamentándose. Con un ademán de su cabeza intentó no pensar ni por un momento, lo que aquellos salvajes le estarían haciendo a la pobre Hatsushiki.
Entre aquellas reflexiones, ambos tenientes habían llegado a la Sala de Reunión. Kato se alegraba de contar con un amigo donde apoyarse en su primera reunión como Teniente, más aun dadas las circunstancias de ésta. El enorme shinigami entró y se presentó a los pocos tenientes que ya habían llegado. Se hizo a un lado y el Shihoin entró, dedicándole un intento de sonrisa a su amigo, que quedó en una leve mueca.
— Y yo soy Shihoin Kato, Teniente del Quinto. — secundó Kato, con un frío hilo de voz de tono profundamente agotado, casi sin fijarse en ninguna cara.
Se desplomó sobre el primer sillón que vislumbró y tras un sonoro suspiro elevó su rostro, para intentar reconocer a los allí presentes. Apoyado en una pared había un shinigami de cabellos castaños y ojos azules al que reconoció como uno de los subordinados de Yoruko, aunque no tenía el gusto de conocerlo en persona. Un poco más estaba la shinigami, de la cual desconocía su nombre, que había bajado al campo de batalla, junto con Aoki para la asistencia médica. Ahora que se fijaba mejor, quizá la podría haber visto cerca a Chiesa últimamente, puede que fuera del 13º Escuadrón.
Por último, para sorpresa de Kato, se encontraba allí Akira, reparando justamente entonces en que compartían cargo, por lo que no sabía de qué se sorprendía. Lo había conocido horas atrás y le había indicado que fuese a ver a Corcaigh. Puede que tuviera alguna buena nueva, por lo que se levantó de un salto y se acercó con grandes zancadas hacia donde el extraño shinigami parecía escribir en un cuaderno de notas:
— Hola... ¿eres...? — Kato se dio cuenta de que, aun habiéndose conocido hace rato, no tenía ni idea de su nombre, pero esperaba que lo reconociera igual. — ¿Alguna novedad sobre la Garganta? — preguntó sin más, aunque en tono bajo, intentando ser discreto por ahora. Al fin y al cabo Kato intuía porqué lo habían llamado allí, pero no podía asegurarlo con total seguridad.
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
La mariposa mensajera entró por la ventana, avisando de que se había concertado una reunion en la que se demandaba la presencia del Teniente del Tercer Escuadrón, y ese por supuesto, era aquel hombre rubio que dormitaba tranquilamente apoyado en una de las paredes de su habitación, su nombre era Lyra Wonderwall, y en ese momento tenía ganas de cualquier cosa menos de moverse de alli. El rubio se levantó y se asentó el pelo con la mano, sin molestarse si quiera en peinarse como dios manda.
-Haaah, no quiero ir-. El Tercer Escuadrón no ha tenido últimamente ni voz ni voto en los asuntos del Gotei 13, todo provocado por su falta de capitán y eso había vuelto a Lyra bastante vago-. Pero mirandolo por el otro lado... ¡es hora de recuperar la fama perdida y darnos a conocer en toda la SS!
A pesar de que la excusa que buscó fue un poco pobre, le sirvió para salir de los barracones de su escuadrón y ponerse en marcha a la sala de reunión, donde le esperaban sus compañeros (aunque tampoco es que hubiera tenido mucho trato con ellos en lo que llevaba formando parte del Tercer Escuadrón). Por el camino, comenzó a pensar en todas las desventajas que tenía el estar ausente de capitán, ya que no tenían representante frente a las otras divisiones, no tenían voto oficial, y bueno... muchas cosas que empezaron a poner de mal humor a Lyra.
"Será mejor que piense en otra cosa"
El rubio por fin llegó al edificio y se adentró a través de la puerta corrediza. No sabía bien de que iba aquella reunión, solo se había llegado a enterar de que se han dado accidentes en el mundo humano relacionados con arrancars, y esa información no era del todo fiable. Recorrió el pasillo y se acercó a un asiento.
-Buenos días, compañeros-. Se sentó colocando su espada sobre sus piernas y agarrandola con las manos, otro de sus instintos de defensa automáticos de la vida en los barrios bajos era tener un arma contundente siempre preparada. Había cuatro chicos y una chica presentes, y como esperaba, ninguno le sonaba demasiado, quizás de haberselo cruzado por el Seireitei, pero no mas que eso. Lyra se limitó a esperar callado prudentemente. Si mantenía la calma, evitaría sobresaltos, y con ello, evitaría accidentes innecesarios.
-Haaah, no quiero ir-. El Tercer Escuadrón no ha tenido últimamente ni voz ni voto en los asuntos del Gotei 13, todo provocado por su falta de capitán y eso había vuelto a Lyra bastante vago-. Pero mirandolo por el otro lado... ¡es hora de recuperar la fama perdida y darnos a conocer en toda la SS!
A pesar de que la excusa que buscó fue un poco pobre, le sirvió para salir de los barracones de su escuadrón y ponerse en marcha a la sala de reunión, donde le esperaban sus compañeros (aunque tampoco es que hubiera tenido mucho trato con ellos en lo que llevaba formando parte del Tercer Escuadrón). Por el camino, comenzó a pensar en todas las desventajas que tenía el estar ausente de capitán, ya que no tenían representante frente a las otras divisiones, no tenían voto oficial, y bueno... muchas cosas que empezaron a poner de mal humor a Lyra.
"Será mejor que piense en otra cosa"
El rubio por fin llegó al edificio y se adentró a través de la puerta corrediza. No sabía bien de que iba aquella reunión, solo se había llegado a enterar de que se han dado accidentes en el mundo humano relacionados con arrancars, y esa información no era del todo fiable. Recorrió el pasillo y se acercó a un asiento.
-Buenos días, compañeros-. Se sentó colocando su espada sobre sus piernas y agarrandola con las manos, otro de sus instintos de defensa automáticos de la vida en los barrios bajos era tener un arma contundente siempre preparada. Había cuatro chicos y una chica presentes, y como esperaba, ninguno le sonaba demasiado, quizás de haberselo cruzado por el Seireitei, pero no mas que eso. Lyra se limitó a esperar callado prudentemente. Si mantenía la calma, evitaría sobresaltos, y con ello, evitaría accidentes innecesarios.
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Las coincidencias y la forma de cómo a veces funcionaba el destino y las circunstancias se moldeaban curiosamente a los hechos del pasado y a la vez la manera como este repercute en el presente siempre se le hacía interesante a Kenzo, hace tan solo días atrás era un miembro más del gran octavo escuadrón y fue para sorpresa suya que el capitán lo nombró teniente tan solo días después. Que oportuno. Kenzo se sentía completamente orgulloso por el repentino ascenso pero aquello también significaba otra cosa, quizás no tan positiva; era más bien al contrario. Los diversos rumores llenos de secretismo y algunas veces de contradicciones invadían su escuadrón, seguramente no solo sería el suyo sino que aquello se había expandido a lo largo y ancho del Sereitei. Se hacía evidente que algo estaba pasando, algo serio e importante. Había sido ascendido y había que dar la talla, Kenzo agradecía el haber sido ascendido en tiempos como aquellos, por lo menos tendría actividad.
Kenzo había salido de su escuadrón temprano esa mañana, su escuadrón estaba casi desierto, había poquísimas personas caminando por las calles y pasadizos del Sereitei, todo estaba tranquilo debido a la hora que era. Generalmente los shinigamis de todos los escuadrones del Gotei 13 solían despertar mas tarde para luego poder iniciar sus respectivas obligaciones, tareas o misiones que les fueron encomendadas por sus capitanes. La mariposa infernal había llegado mucho antes despertándolo y a comunicarle la labor que tendría aquel día, bueno…en realidad parte de la labor del día. Se trataba de una reunión de tenientes, vaya casualidad. Kenzo mantuvo el paso optimista, ahora se podría enterar con más base de toda la situación que se estaba desarrollando en los últimos días, haría lo que fuera para mantener la sociedad de almas protegida y se pondría a disposición completa de lo que le ordenasen, manos a la obra.
Finalmente había llegado a aquel salón de reunión que acogería a todos los tenientes, ya habían llegado varios de ellos al lugar pero afortunadamente todavía no había nada formal, solo estaban platicando y saludándose, haciendo preguntas o si se habían enterado de alguna novedad. Era una buena oportunidad para presentarse formalmente, tampoco era que ellos fueran totalmente desconocidos, los había visto y habían cruzado palabra en más de una ocasión, era posible también que ellos lo reconocieran. Al que reconoció de inmediato fue a Seikuro, con el que había estudiado en la academia y a Lyra Wonderwall del tercer escuadrón.
Kenzo se acercó tranquilamente al grupo de tenientes para presentarse. –Buenos días a todos, soy Katsumoto Kenzo, teniente del octavo escuadrón…es un gusto conocerlos a todos- les dijo de forma amable y amigable. Observó su insignia de teniente del octavo escuadrón lleno de orgullo, en ella estaba marcada la Ave del Paraíso, una flor que simbolizaba el obtener cualquier objetivo propuesto sin importar el costo, totalmente apropiado para Kenzo.
-Que bien que llegué a tiempo- dijo a modo de comentario a quien lo escuchase, llegar tarde a tu primera reunión hubiera sido una vergüenza.
Kenzo había salido de su escuadrón temprano esa mañana, su escuadrón estaba casi desierto, había poquísimas personas caminando por las calles y pasadizos del Sereitei, todo estaba tranquilo debido a la hora que era. Generalmente los shinigamis de todos los escuadrones del Gotei 13 solían despertar mas tarde para luego poder iniciar sus respectivas obligaciones, tareas o misiones que les fueron encomendadas por sus capitanes. La mariposa infernal había llegado mucho antes despertándolo y a comunicarle la labor que tendría aquel día, bueno…en realidad parte de la labor del día. Se trataba de una reunión de tenientes, vaya casualidad. Kenzo mantuvo el paso optimista, ahora se podría enterar con más base de toda la situación que se estaba desarrollando en los últimos días, haría lo que fuera para mantener la sociedad de almas protegida y se pondría a disposición completa de lo que le ordenasen, manos a la obra.
Finalmente había llegado a aquel salón de reunión que acogería a todos los tenientes, ya habían llegado varios de ellos al lugar pero afortunadamente todavía no había nada formal, solo estaban platicando y saludándose, haciendo preguntas o si se habían enterado de alguna novedad. Era una buena oportunidad para presentarse formalmente, tampoco era que ellos fueran totalmente desconocidos, los había visto y habían cruzado palabra en más de una ocasión, era posible también que ellos lo reconocieran. Al que reconoció de inmediato fue a Seikuro, con el que había estudiado en la academia y a Lyra Wonderwall del tercer escuadrón.
Kenzo se acercó tranquilamente al grupo de tenientes para presentarse. –Buenos días a todos, soy Katsumoto Kenzo, teniente del octavo escuadrón…es un gusto conocerlos a todos- les dijo de forma amable y amigable. Observó su insignia de teniente del octavo escuadrón lleno de orgullo, en ella estaba marcada la Ave del Paraíso, una flor que simbolizaba el obtener cualquier objetivo propuesto sin importar el costo, totalmente apropiado para Kenzo.
-Que bien que llegué a tiempo- dijo a modo de comentario a quien lo escuchase, llegar tarde a tu primera reunión hubiera sido una vergüenza.
Katsumoto Kenzo- Post : 11
Edad : 35
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Era la primera vez que acudía a la 1ª división en un acto tan importante, pues aunque había realizado algún viaje e incluso había estado dentro de las estancias de este escuadrón, nunca había ido allí para ser representante de una división entera, nada más y nada menos, por lo que la presión que le caía sobre los hombros, a pesar de ser simplemente psicológica y algo creado por la imaginación del joven Kuchiki, no dejaba de ser igualmente pesada para el recién nombrado teniente, que se tenía que ver ahora con uno de los tragos más difíciles, fuera del campo de batalla.
Y es que andar a pie por los majestuosos pasillos del 1er escuadrón, era algo tan sobrecogedor, no tanto por el hecho de que fueran mucho más grandes que los demás escuadrones, pues a pesar de que si le superaban en tamaño, la diferencia no podría considerarse abismal, sino por la sensación que le producía a cualquier shinigami cauto y recatado que acudía allí y del cual se esperaba algo. Porque si en esta ocasión, aparte de llamar a los capitanes de las divisiones que lo tenían, había que llamar a los tenientes, la cosa pasaba de una simple urgencia administrativa y seguro que tenía que ser algo importante y de riesgo.
¿Tan indefensa estaba ahora la Sociedad de Almas? No sabía hasta que punto podían o no podían hacer frente a las fuerzas enemigas, pero por lo menos ahora se enteraría de algo más de como iría todo y si realmente podría llegar a hacer algo en una batalla o simplemente tenían que trazar un plan.
Al llegar al salón vio como muchos de los tenientes ya habían llegado allí antes que él, por lo que la sala ya se encontraba relativamente concurrida. Por lo visto casi todas las divisiones ya se encontraban cubiertas con sus correspondientes tenientes, no tanto así las capitanías, donde solo los que habían llegado a lograr el bankai podían haber llegado, haber dado ese último e importante paso.
Pero por ahora había que ceñirse a aquello, así que al ver a los demás, tan sólo pronunció un escueto.
- Buenas días a todos. - Tras el cual, se quedó de pie, parado, cerca de la puerta por la que había entrado, esperando que todo aquello se pusiera en marcha lo antes posible. Tenía curiosidad y miedo a partes iguales sobre lo que le podía deparar una reunión...
Y es que andar a pie por los majestuosos pasillos del 1er escuadrón, era algo tan sobrecogedor, no tanto por el hecho de que fueran mucho más grandes que los demás escuadrones, pues a pesar de que si le superaban en tamaño, la diferencia no podría considerarse abismal, sino por la sensación que le producía a cualquier shinigami cauto y recatado que acudía allí y del cual se esperaba algo. Porque si en esta ocasión, aparte de llamar a los capitanes de las divisiones que lo tenían, había que llamar a los tenientes, la cosa pasaba de una simple urgencia administrativa y seguro que tenía que ser algo importante y de riesgo.
¿Tan indefensa estaba ahora la Sociedad de Almas? No sabía hasta que punto podían o no podían hacer frente a las fuerzas enemigas, pero por lo menos ahora se enteraría de algo más de como iría todo y si realmente podría llegar a hacer algo en una batalla o simplemente tenían que trazar un plan.
Al llegar al salón vio como muchos de los tenientes ya habían llegado allí antes que él, por lo que la sala ya se encontraba relativamente concurrida. Por lo visto casi todas las divisiones ya se encontraban cubiertas con sus correspondientes tenientes, no tanto así las capitanías, donde solo los que habían llegado a lograr el bankai podían haber llegado, haber dado ese último e importante paso.
Pero por ahora había que ceñirse a aquello, así que al ver a los demás, tan sólo pronunció un escueto.
- Buenas días a todos. - Tras el cual, se quedó de pie, parado, cerca de la puerta por la que había entrado, esperando que todo aquello se pusiera en marcha lo antes posible. Tenía curiosidad y miedo a partes iguales sobre lo que le podía deparar una reunión...
Kuchiki Washiru- Oficial Gi
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Edad : 38
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Me encontraba en mi hora de relajación cuando una mariposa infernal me entregó el mensaje. Al parecer el teniente de mi escuadrón no podía presentarse a la recién convocada reunión de tenientes debido a sus heridas. ¿Mi primera impresión de Ryuga Katsu? O era un herbívoro que no había ganado su puesto precisamente por sus dotes de combate, o que se había enfrentado a un rival formidable. Aunque en ambos casos resultaría decepcionante. Esta era una oportunidad de oro para conocer a los otros doce tenientes del Seireitei, las personas más cercanas en poder a los terribles capitanes de los que me habló mi padre. Pero tanta gente reunida en un mismo sitio era una verdadera molestia, sólo de pensarlo ya me ponía de mal humor. Me puse de pie, limpie el polvo de la parte superior de mi uniforme suspendido sobre mis hombros y puse rumbo a la sala donde tomaría lugar la reunión. Hibird descansaba en mi hombro piando de cuando en cuando. Me relaja bastante el piar del pájaro, jamás entenderé porque hay gente que lo encuentra desquiciante.
Recorrí las calles del Seireitei hasta llegar a mi destino. Las dependencias del Primer Escuadrón, el más importante de toda la Sociedad de Almas y donde se encontraba por lo tanto el exponente más poderoso de los shinigamis, el comandante. Un hombre cuyo poder destacaba de entre todos los dioses de la muerte, respetado y temido por igual entre amigos y enemigos. Un escalofrío de excitación recorrió mi cuerpo con el mero hecho de pensar en semejante rival, anhelando cruzar espadas con él. Tarde o temprano le mataría a mordiscos, pensé para mi mismo sonriendo y entrando en el edificio.
Deambulé por los pasillos del escuadrón buscando la sala de reunión de tenientes, aunque lo hicé a un ritmo lento, sabía lo que me iba a esperar en aquella habitación. No sabía cuánto tiempo iba a tomar el encuentro pero sí sabía que iba a estar todo ese tiempo cabreado, ya fueran treinta minutos o un par de horas. Por fin di con la puerta y podía escuchar voces al otro lado de ésta. Quizás era el último en llegar, pero no me importaba lo más mínimo. Deposité la mano en la puerta y la abrí lentamente hasta que pude ver con total plenitud el interior de la sala. Una mueca que duró... ¿cuánto? ¿una fracción de segundo? Apareció en mi rostro, como si me hubieran dado un puñetazo el estómago. Ocho. Había ocho personas ya y las que faltaban por llegar. Y como efecto de ello mi cara mostraba mi humor, mi mal humor. Avancé hasta una de las sillas más alejadas de los demás shinigamis sin dirigirle la palabra a ninguno de ellos, pero si que me fijé en sus rostros y sus insignias de teniente. Erienne Veanna del decimo tercer escuadrón, Shuyin Akira del decimo segundo, Murakami Aoki del cuarto, Shihoin Kato del quinto, Lyra del tercero, Katsumoto Kenzo del octavo, Kuchiki Washiru del noveno y por último... el representante del segundo escuadrón no era Galahar Hatake, teniente de dicha división, era un joven desconocido para mí. Al fin y al cabo el cargo que ostentaría como mucho era el de tercer oficial. No merecía su atención. Tomé asiento ocultando mi expresión y esperé a que diera comienzo la reunión.
Recorrí las calles del Seireitei hasta llegar a mi destino. Las dependencias del Primer Escuadrón, el más importante de toda la Sociedad de Almas y donde se encontraba por lo tanto el exponente más poderoso de los shinigamis, el comandante. Un hombre cuyo poder destacaba de entre todos los dioses de la muerte, respetado y temido por igual entre amigos y enemigos. Un escalofrío de excitación recorrió mi cuerpo con el mero hecho de pensar en semejante rival, anhelando cruzar espadas con él. Tarde o temprano le mataría a mordiscos, pensé para mi mismo sonriendo y entrando en el edificio.
Deambulé por los pasillos del escuadrón buscando la sala de reunión de tenientes, aunque lo hicé a un ritmo lento, sabía lo que me iba a esperar en aquella habitación. No sabía cuánto tiempo iba a tomar el encuentro pero sí sabía que iba a estar todo ese tiempo cabreado, ya fueran treinta minutos o un par de horas. Por fin di con la puerta y podía escuchar voces al otro lado de ésta. Quizás era el último en llegar, pero no me importaba lo más mínimo. Deposité la mano en la puerta y la abrí lentamente hasta que pude ver con total plenitud el interior de la sala. Una mueca que duró... ¿cuánto? ¿una fracción de segundo? Apareció en mi rostro, como si me hubieran dado un puñetazo el estómago. Ocho. Había ocho personas ya y las que faltaban por llegar. Y como efecto de ello mi cara mostraba mi humor, mi mal humor. Avancé hasta una de las sillas más alejadas de los demás shinigamis sin dirigirle la palabra a ninguno de ellos, pero si que me fijé en sus rostros y sus insignias de teniente. Erienne Veanna del decimo tercer escuadrón, Shuyin Akira del decimo segundo, Murakami Aoki del cuarto, Shihoin Kato del quinto, Lyra del tercero, Katsumoto Kenzo del octavo, Kuchiki Washiru del noveno y por último... el representante del segundo escuadrón no era Galahar Hatake, teniente de dicha división, era un joven desconocido para mí. Al fin y al cabo el cargo que ostentaría como mucho era el de tercer oficial. No merecía su atención. Tomé asiento ocultando mi expresión y esperé a que diera comienzo la reunión.
Yamaoka Hibari- Post : 8
Edad : 31
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Gennosuke desconocía el motivo de tan urgente reunión, pero la naturaleza de la misma le hacía caminar deprisa.
Imaginaba que se encontraría allí con varios de sus antiguos amigos y compañeros de academia, que evidentemente desconocían su reciente nombramiento, dada la forma en que se llevó a cabo, discreta a más no poder.
Al llegar a la sala de reunión, Gennosuke entró con paso firme, se detuvo en la entrada y observó a los presentes con gesto serio e inexpresivo.
Gennosuke: -Shin Gennosuke, teniente del 11º escuadrón, presente.-
Acto seguido, el integrante de la noble familia se dirigió hacia donde se encontraban sus compañeros de antiguas "juergas" y se sentó a su lado, notando la cara de circunstancias de Aoki y Kato. Al pasar al lado de Washiru asintió levemente con la cabeza a modo de saludo. Sabía que el Kuchiki no era tan "liberal" como los otros dos.
Con gesto serio, se dispuso a esperar a que comenzase la reunión, pues no parecía un buen momento para hacer comentarios, dado el ambiente que había.
Imaginaba que se encontraría allí con varios de sus antiguos amigos y compañeros de academia, que evidentemente desconocían su reciente nombramiento, dada la forma en que se llevó a cabo, discreta a más no poder.
Al llegar a la sala de reunión, Gennosuke entró con paso firme, se detuvo en la entrada y observó a los presentes con gesto serio e inexpresivo.
Gennosuke: -Shin Gennosuke, teniente del 11º escuadrón, presente.-
Acto seguido, el integrante de la noble familia se dirigió hacia donde se encontraban sus compañeros de antiguas "juergas" y se sentó a su lado, notando la cara de circunstancias de Aoki y Kato. Al pasar al lado de Washiru asintió levemente con la cabeza a modo de saludo. Sabía que el Kuchiki no era tan "liberal" como los otros dos.
Con gesto serio, se dispuso a esperar a que comenzase la reunión, pues no parecía un buen momento para hacer comentarios, dado el ambiente que había.
Shin Gennosuke- Desaparecido
- Post : 19
Edad : 38
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
[Off: ok, de todas formas perdón por la tardanza, he estado un poquito falto de inspiración ^^U]
On: La gente iba llegando, uno a uno, todos más poderosos que él, se podía distinguir en los reiatsus de los presentes, los cuales lo estaban aturdiendo un poco ya que sus presencias eran más elevadas que la de Seikuro, la primera que llegó fue Erienne, la teniente del 13º escuadrón, por respeto ante un superior, se separó de la pared e hizo una reverencia algo rápida.
-Seikuro Shin-Tensei, tercer oficial del 2º escuadrón, encantado Erienne-Fukutaicho-
Al llegar otro de los tenientes se quedó mudo al principio, no esperaba que le hiciesen ese tipo de preguntas, aunque se desbloqueó a la fracción de segundo de haberse encontrado con aquel teniente, quien no había dicho su nombre, puede que fuese un rango inferior, pero habían ciertas normas de respeto no solo entre personas, si no entre guerreros, ya que aunque fuese, segun el simbolo de su brazo, del 12º escuadrón, si atacaban a la sociedad de almas, él de una forma u otra también tendría que luchar.
-No vengo acompañando a nadie, vengo representando al segundo escuadrón, Fukutaicho-san- Dijo con un toque molesto en su voz, mirandolo un poco con el ceño fruncido, que le subestimasen no era algo que le agradase mucho.
Cuando entró Aoki, vió como este hacía una reverencia, la cual respondió con otra, alegre de ver un rostro conocido dentro de aquella reunión por fin, aunque Erienne le había caido bien, y el teniente del 12º...bueno...no le caía mal, cada uno tenía su forma de ser y lo tenía muy presente.
Luego llegó Kato, a quien aunque no habían hablado mucho, por no decir nada, le había visto de vez en cuando con Yoruko, pero poco más, aun así, tambien hizo una reverencia en su dirección.
De entre los que entraron no reconoció a nadie más, ni a gente de la academia, como podía ser Kenzo, ya que en esa época iba de gamberro, ni del resto, tal vez alguna que otra vez de refilón por la sociedad de almas o algo, pero no los recordaba bien, era lo que tenía no tener muy buena memoria, pero por lo meons de las cosas importantes si que se acordaba.
En esos momentos daba gracias a pasar inadvertido por algunos, ya que seguramente como minimo le esperaba un "¿quien eres?" o algo por el estilo, y la verdad, prefería evitar aquellas situaciones de presión hacia su persona, no estaba acostumbrado a ese tipo de presiones, podía mantenerse oculto y evitar ser visto, pero no podía evitar ponerse nervioso y sentirse intimidado cuando era el centro de atención...odiaba serlo.
Con un poco de temor se acercó a Erienne, porque la pregunta era algo tonta, pero su inexperiencia era lo que tenía, no sabía que tenía que hacer ni nada, ni siquiera porque estaban allí. -¿Que se supone que hay que hacer aqui Erienne-fukutaicho?- Dijo en un susurro para no dejarse a si mismo en evidencia, muerto de vergüenza, aunque seguramente la mayoría habían pasado por su situación, y si no era así, estaba comportandose como el novato que era.
On: La gente iba llegando, uno a uno, todos más poderosos que él, se podía distinguir en los reiatsus de los presentes, los cuales lo estaban aturdiendo un poco ya que sus presencias eran más elevadas que la de Seikuro, la primera que llegó fue Erienne, la teniente del 13º escuadrón, por respeto ante un superior, se separó de la pared e hizo una reverencia algo rápida.
-Seikuro Shin-Tensei, tercer oficial del 2º escuadrón, encantado Erienne-Fukutaicho-
Al llegar otro de los tenientes se quedó mudo al principio, no esperaba que le hiciesen ese tipo de preguntas, aunque se desbloqueó a la fracción de segundo de haberse encontrado con aquel teniente, quien no había dicho su nombre, puede que fuese un rango inferior, pero habían ciertas normas de respeto no solo entre personas, si no entre guerreros, ya que aunque fuese, segun el simbolo de su brazo, del 12º escuadrón, si atacaban a la sociedad de almas, él de una forma u otra también tendría que luchar.
-No vengo acompañando a nadie, vengo representando al segundo escuadrón, Fukutaicho-san- Dijo con un toque molesto en su voz, mirandolo un poco con el ceño fruncido, que le subestimasen no era algo que le agradase mucho.
Cuando entró Aoki, vió como este hacía una reverencia, la cual respondió con otra, alegre de ver un rostro conocido dentro de aquella reunión por fin, aunque Erienne le había caido bien, y el teniente del 12º...bueno...no le caía mal, cada uno tenía su forma de ser y lo tenía muy presente.
Luego llegó Kato, a quien aunque no habían hablado mucho, por no decir nada, le había visto de vez en cuando con Yoruko, pero poco más, aun así, tambien hizo una reverencia en su dirección.
De entre los que entraron no reconoció a nadie más, ni a gente de la academia, como podía ser Kenzo, ya que en esa época iba de gamberro, ni del resto, tal vez alguna que otra vez de refilón por la sociedad de almas o algo, pero no los recordaba bien, era lo que tenía no tener muy buena memoria, pero por lo meons de las cosas importantes si que se acordaba.
En esos momentos daba gracias a pasar inadvertido por algunos, ya que seguramente como minimo le esperaba un "¿quien eres?" o algo por el estilo, y la verdad, prefería evitar aquellas situaciones de presión hacia su persona, no estaba acostumbrado a ese tipo de presiones, podía mantenerse oculto y evitar ser visto, pero no podía evitar ponerse nervioso y sentirse intimidado cuando era el centro de atención...odiaba serlo.
Con un poco de temor se acercó a Erienne, porque la pregunta era algo tonta, pero su inexperiencia era lo que tenía, no sabía que tenía que hacer ni nada, ni siquiera porque estaban allí. -¿Que se supone que hay que hacer aqui Erienne-fukutaicho?- Dijo en un susurro para no dejarse a si mismo en evidencia, muerto de vergüenza, aunque seguramente la mayoría habían pasado por su situación, y si no era así, estaba comportandose como el novato que era.
Seikuro- Post : 89
Edad : 33
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Todos se habían presentado. Tan solo faltaban tres escuadrones por hacer su aparición.
El oficial del segundo escuadrón Seikuro, el teniente del doceavo Akira, Aoki el teniente del cuarto, Kato el del quinto, Lyra el del tercero, Kenzo teniente del octavo, Washiru el del noveno, Yamaoka el oficial del séptimo y el ultimo Shin Gennosuke el del onceavo.
Akira rompió el hielo con aquel comentario, aunque no era muy apropiado en aquel lugar… Y mucho menos apostando con la vida de los demás. Seria gracioso ver como actuaria cuando el teniente del sexto llegara aunque esperaba no tener que intervenir.
Todos se habían presentado, sus escuadrones y sus nombres. Menos aquel que parecía ser el oficial del 7º escuadrón, quizás se sentía cohibido como todos o quizás fuese mudo. Hizo una mueca mirándole.
-¿Que se supone que hay que hacer aquí Erienne-fukutaicho?
Era una de las pocas veces que llamaban a Erienne fukutaicho, aunque ahora tendría que acostumbrarse a ese nuevo titulo. Por unos instantes se mantuvo pensativa, no recordaba nada que diera pie a una reunión de tenientes, quizás para comentar lo sucedido en Europa, poco más, o quizás para enviarnos a algún sitio.
Miro a la cara a Seikuro, encogiéndose de hombros le dijo susurrando
- La verdad es que yo tampoco tengo mucha idea – se sentía también avergonzada por no saber por todo este tema – Quizás sea para resumirnos lo ocurrido en Europa, o quizás sea para un nuevo objetivo
Se dirigió hacia Auki, entre la multitud de gente, intento ser lo mas sigilosa posible, intentando no destacar mucho moviéndose entre todos. No le gustaba ser el centro de atención, pero la curiosidad le llamo la atención y Auki había dicho que era posible que tuviera cierta idea. Se acerco a su oído y dijo en un susurro
- Aoki fukutaicho – se paro para comprobar que le había escuchado y que le prestaba atención - ¿Cuál es el motivo de esta reunión? ¿Quizás para resumirnos lo ocurrido en Europa?
El oficial del segundo escuadrón Seikuro, el teniente del doceavo Akira, Aoki el teniente del cuarto, Kato el del quinto, Lyra el del tercero, Kenzo teniente del octavo, Washiru el del noveno, Yamaoka el oficial del séptimo y el ultimo Shin Gennosuke el del onceavo.
Akira rompió el hielo con aquel comentario, aunque no era muy apropiado en aquel lugar… Y mucho menos apostando con la vida de los demás. Seria gracioso ver como actuaria cuando el teniente del sexto llegara aunque esperaba no tener que intervenir.
Todos se habían presentado, sus escuadrones y sus nombres. Menos aquel que parecía ser el oficial del 7º escuadrón, quizás se sentía cohibido como todos o quizás fuese mudo. Hizo una mueca mirándole.
-¿Que se supone que hay que hacer aquí Erienne-fukutaicho?
Era una de las pocas veces que llamaban a Erienne fukutaicho, aunque ahora tendría que acostumbrarse a ese nuevo titulo. Por unos instantes se mantuvo pensativa, no recordaba nada que diera pie a una reunión de tenientes, quizás para comentar lo sucedido en Europa, poco más, o quizás para enviarnos a algún sitio.
Miro a la cara a Seikuro, encogiéndose de hombros le dijo susurrando
- La verdad es que yo tampoco tengo mucha idea – se sentía también avergonzada por no saber por todo este tema – Quizás sea para resumirnos lo ocurrido en Europa, o quizás sea para un nuevo objetivo
Se dirigió hacia Auki, entre la multitud de gente, intento ser lo mas sigilosa posible, intentando no destacar mucho moviéndose entre todos. No le gustaba ser el centro de atención, pero la curiosidad le llamo la atención y Auki había dicho que era posible que tuviera cierta idea. Se acerco a su oído y dijo en un susurro
- Aoki fukutaicho – se paro para comprobar que le había escuchado y que le prestaba atención - ¿Cuál es el motivo de esta reunión? ¿Quizás para resumirnos lo ocurrido en Europa?
Erienne- Post : 673
Edad : 34
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Akira mantuvo su concentración hasta que la puerta se abrió de nuevo, por ella entró su queridísimo amigo "Koki" al que se molestó en saludar con una marcada sonrísa y un movimiento pronunciado de brazo en alto de lado a lado, aquel sujeto, pese a su comportamiento peculiar, le caía bien... Quien sabe, nunca había tenido más amigos que Erienne, y, hasta el momento, el único que le había agradado en cuanto a compañía, era aquel enorme sujeto del cuarto escuadrón... Aparte claro, del joven chaval del onceavo escuadrón conocido como "Nobu" y al que él había bautizado como "El soldado perfecto".
Posteriormente entró el teniente que le había pedido aquel "favor" cuando él había ido en busca de su capitán, se presentó como Shioin Kato, demasiado largo para la compleja mente de Akira. "Chito" sería más apropiado. Chito se acercó hacia él, y dejó caer dos preguntas, la primera, hizo que frunciera el ceño hasta un punto que, por un momento, pensó que lograría tocarse la lengua (en caso de intentarlo) el entrecejo.
Sonrió de oreja a oreja, con una mirada que no reflejaba la molestia que dejaba ver en su mirada, parecía que el hecho de que aquel shinigami no supiese su nombre, a pesar de haberle hecho "gastar tiempo" le resultaba casi casi insultante. (Por supuesto Akira no se daría cuenta jamás de que él podía ser el primer insultante en la SS) (O más bien, fingiría que no se la daba.)
"Soy Akira, Shuyin Akira señor Chito, y bueno, puedo decirle que la "Garganta" de la que me habló, no dejó ningún rastro residual de energía en mis procesadores, lo cual, a primera apariencia, niega la intervención de una garganta misma."
Explicó, negando al principio la idea de que haya habido una garganta en el Rukongai.
"No obstante, me gustan los puzzles, y quizás, solo quizás... Se haya abierto, y, de algún modo, haya mejorado, o dios sabe que cosa para evitar mis sensores (algo que resulta insultante para mi). Por lo que he decidido investigar algo, quiero conseguir información sobre alguien que haya intentado una re-apertura de gargantas, y, de haber un intento a medias, completarlo. Solo así estaré seguro de si hubo una allí, y en el caso de que la hubiese, a donde llega... Y debería darme prisa, o perderé el rastro de la garganta..."
Dijo para sí recordando el hecho de que debía "acelerar" la investigación.
"Si lleva a hueco mundo, será un paseo...Entretenido, muy entretenido."
Posteriormente llegó el que parecía ser, el teniente de la tercera, saludó a todo el mundo, y se sentó con la espada sobre sus piernas, Shuyin Akira sonrió, para hacer el chiste que necesitaba soltar.
"Jajajaja, el de la tercera llegó el sexto" (Las genialidades nunca tuvieron buenos chistes.)
Que entraran en orden los tenientes del octavo y del noveno, tan solo acrecentó la risa de Akira. Era de lo más irónico, haría parecer que, salvo excepciones, iban llegando "más o menos en orden".
Devolvió el saludo a Katsumoto Kenzo, parecía orgulloso de su símbolo de teniente, seguramente el saludo en tono neutral de Akira fuese con una doble intención, la de picar.
"Hola K-K (Ca-ca)" Saludó a Katsumoto por sus iniciales, una muestra más que, dejaba ver que el teniente del doceavo intentaba ser avispado para "todo" tipo de inventos.
No sabía el nombre del teniente del noveno escuadrón, pero si sabía que pertenecía a una familia nombre... Bazu, Kozo, o kuchi...piki...kuzi... Chikichiki o kuchipiki, o algo por el estilo.
Todo aquello perdió su interés cuando cruzó la puerta el siguiente invitado el tercer oficial del septimo escuadrón.
Se acercó, se acercó casi arrastrándose al chico que parecía representar al séptimo escuadrón, iba directo hacia él, pero sus ojos no parecían clavarse en los del muchacho, su mirada iba más abajo, sobre su hombro, al pajarito que había allí colocado.
"NO ME LO CREO..." No me digas que tu eres el nuevo teniente del Séptimo escuadrón ¿Es este de aquí abajo tu oficial? Vaya, impresionante, realmente impresionante, aunque creo que, pese a tener plumitas, deberías vestir la túnica reglamentaria, ya sabes." Quedaba totalmente claro que se refería al pajarito.
Escuchó como entraba el del onceavo, pero no le prestó la menor atención, aquel pequeño ser aviar, aquel pequeño montón de ordenadas plumas, aquel pajarito con rango igual al suyo, llenaba ahora el 100% de su atención.
Probablemente aquella reunión no fuese para anunciar una muerte, sería para algo que él jamás habría esperado, algo mejor que un nuevo cuerpo con el que experimentar... Si estaba allí el pajarito teniente, debía ser algo realmente importante. El septimo escuadrón había hecho un gran fichaje.
Posteriormente entró el teniente que le había pedido aquel "favor" cuando él había ido en busca de su capitán, se presentó como Shioin Kato, demasiado largo para la compleja mente de Akira. "Chito" sería más apropiado. Chito se acercó hacia él, y dejó caer dos preguntas, la primera, hizo que frunciera el ceño hasta un punto que, por un momento, pensó que lograría tocarse la lengua (en caso de intentarlo) el entrecejo.
Sonrió de oreja a oreja, con una mirada que no reflejaba la molestia que dejaba ver en su mirada, parecía que el hecho de que aquel shinigami no supiese su nombre, a pesar de haberle hecho "gastar tiempo" le resultaba casi casi insultante. (Por supuesto Akira no se daría cuenta jamás de que él podía ser el primer insultante en la SS) (O más bien, fingiría que no se la daba.)
"Soy Akira, Shuyin Akira señor Chito, y bueno, puedo decirle que la "Garganta" de la que me habló, no dejó ningún rastro residual de energía en mis procesadores, lo cual, a primera apariencia, niega la intervención de una garganta misma."
Explicó, negando al principio la idea de que haya habido una garganta en el Rukongai.
"No obstante, me gustan los puzzles, y quizás, solo quizás... Se haya abierto, y, de algún modo, haya mejorado, o dios sabe que cosa para evitar mis sensores (algo que resulta insultante para mi). Por lo que he decidido investigar algo, quiero conseguir información sobre alguien que haya intentado una re-apertura de gargantas, y, de haber un intento a medias, completarlo. Solo así estaré seguro de si hubo una allí, y en el caso de que la hubiese, a donde llega... Y debería darme prisa, o perderé el rastro de la garganta..."
Dijo para sí recordando el hecho de que debía "acelerar" la investigación.
"Si lleva a hueco mundo, será un paseo...Entretenido, muy entretenido."
Posteriormente llegó el que parecía ser, el teniente de la tercera, saludó a todo el mundo, y se sentó con la espada sobre sus piernas, Shuyin Akira sonrió, para hacer el chiste que necesitaba soltar.
"Jajajaja, el de la tercera llegó el sexto" (Las genialidades nunca tuvieron buenos chistes.)
Que entraran en orden los tenientes del octavo y del noveno, tan solo acrecentó la risa de Akira. Era de lo más irónico, haría parecer que, salvo excepciones, iban llegando "más o menos en orden".
Devolvió el saludo a Katsumoto Kenzo, parecía orgulloso de su símbolo de teniente, seguramente el saludo en tono neutral de Akira fuese con una doble intención, la de picar.
"Hola K-K (Ca-ca)" Saludó a Katsumoto por sus iniciales, una muestra más que, dejaba ver que el teniente del doceavo intentaba ser avispado para "todo" tipo de inventos.
No sabía el nombre del teniente del noveno escuadrón, pero si sabía que pertenecía a una familia nombre... Bazu, Kozo, o kuchi...piki...kuzi... Chikichiki o kuchipiki, o algo por el estilo.
Todo aquello perdió su interés cuando cruzó la puerta el siguiente invitado el tercer oficial del septimo escuadrón.
Se acercó, se acercó casi arrastrándose al chico que parecía representar al séptimo escuadrón, iba directo hacia él, pero sus ojos no parecían clavarse en los del muchacho, su mirada iba más abajo, sobre su hombro, al pajarito que había allí colocado.
"NO ME LO CREO..." No me digas que tu eres el nuevo teniente del Séptimo escuadrón ¿Es este de aquí abajo tu oficial? Vaya, impresionante, realmente impresionante, aunque creo que, pese a tener plumitas, deberías vestir la túnica reglamentaria, ya sabes." Quedaba totalmente claro que se refería al pajarito.
Escuchó como entraba el del onceavo, pero no le prestó la menor atención, aquel pequeño ser aviar, aquel pequeño montón de ordenadas plumas, aquel pajarito con rango igual al suyo, llenaba ahora el 100% de su atención.
Probablemente aquella reunión no fuese para anunciar una muerte, sería para algo que él jamás habría esperado, algo mejor que un nuevo cuerpo con el que experimentar... Si estaba allí el pajarito teniente, debía ser algo realmente importante. El septimo escuadrón había hecho un gran fichaje.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Al recibir la mariposa infernal se mentalizó para lo peor, en este tiempo no habia sido convocada ninguna reunion de tenientes tan urgente, esto le hizo recordar todo lo ocurrido con los antiguos capitanes del gotei... Como todos y cada uno de los que antes estaban perecieron en batalla contra los arrancars y espadas.
Llegó al cuartel del primer escuadrón despues de recorrerse todo el gotei a toda prisa.
-No quiero llegar tarde a mi primera reunion... - Penso Taiga mientras iba a toda velocidad.
Al llegar frente a la puerta se ajusto las ropas y colocandose visiblemente la insignia teniente en el brazo cruzó la puerta apresurando el paso...
-Espero no llegar tarde... - Pensaba Taiga mientras recorria los pasillos del primer escuadron mientras los shinigamis rasos del primero se apartaban al ver la insignia de teniente del 10º escuadron en el brazo.
Millones de cosas le dieron vueltas en la mente mientras cruzaba abstraido los pasillos del primero, el paseo le parecio interminable cuando llegó a la puerta de la sala de reuniones.
Abrio la puerta y vio a 9 personas, 8 con insignias de tenientes, parece que no habian empezado la reunion sin el.
-Bueno... al menos no soy el ultimo... ademas, he llegado el 10º. - Pensó aliviado al ver que no era el ultimo. Dualidad entre serenidad y nervios, sereno por estar haciendo su trabajo y nervioso al no saber que noticias le depararán en aquella reunión.
- Teniente del 10º escuadrón, Karasuma Taiga presente, perdonen el retraso. - Dijo Taiga con voz firme y calmada.
- ¿Quien falta por llegar aun?
Llegó al cuartel del primer escuadrón despues de recorrerse todo el gotei a toda prisa.
-No quiero llegar tarde a mi primera reunion... - Penso Taiga mientras iba a toda velocidad.
Al llegar frente a la puerta se ajusto las ropas y colocandose visiblemente la insignia teniente en el brazo cruzó la puerta apresurando el paso...
-Espero no llegar tarde... - Pensaba Taiga mientras recorria los pasillos del primer escuadron mientras los shinigamis rasos del primero se apartaban al ver la insignia de teniente del 10º escuadron en el brazo.
Millones de cosas le dieron vueltas en la mente mientras cruzaba abstraido los pasillos del primero, el paseo le parecio interminable cuando llegó a la puerta de la sala de reuniones.
Abrio la puerta y vio a 9 personas, 8 con insignias de tenientes, parece que no habian empezado la reunion sin el.
-Bueno... al menos no soy el ultimo... ademas, he llegado el 10º. - Pensó aliviado al ver que no era el ultimo. Dualidad entre serenidad y nervios, sereno por estar haciendo su trabajo y nervioso al no saber que noticias le depararán en aquella reunión.
- Teniente del 10º escuadrón, Karasuma Taiga presente, perdonen el retraso. - Dijo Taiga con voz firme y calmada.
- ¿Quien falta por llegar aun?
Karasuma Taiga- Post : 36
Edad : 35
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Justo por detrás de Aoki se deslizó Kato tan deprimido como parecía. La noticia de lo del capitán había hecho mella en su cabeza, y la reprimenda de Chiesa-taichô, no había sido lo que mejor le venía, pero después de todo, parece que la misión no había sido lo que se dice un éxito... El joven teniente moreno, se acercó a Shujin, para comentarle algo, conversación que ignoró Aoki por completo
Un poco después entraba un nuevo shinigami, al parecer y según su distintivo, teniente del tercer escuadrón... este escuadrón y su labor había sido pasada por alto por Aoki, que había saltado de la segunda a la cuarta sin pararse a mirar lo que quedaba en medio. Del mismo modo, el teniente de pelo rubio le era un completo desconocido, al que saludó con un simple gesto con la cabeza añadiendo un simple - Aoki -. No apartaba en ningún momento su gesto duro y serio.
Por detrás suya pasó otro, de cabellos azulados y gesto más bien alegre y divertido. Antes de detectar al escuadrón que pertenecía, el mismo se presentó con un tono casi cantarín, alegre, aunque seguramente al margen de la movida... era extraño ver a Kato y a Kenzo en el mismo cuarto, con dos caras tan distintas...
Y la presencia petulante del noble, del noblísimo, Kuchiki, tan recto como cualquier buen Kuchiki que se preste. A Aoki le produciría un fuerte rechazo de no ser porque le conocía. Pensándolo bien, y con lo poco que le gustaban los nobles, dos de sus viejos amigos lo eran.
- Washiru-kun, deja de ser tan formal anda... Algún día tenemos que darte un intensivo de cercanía y... ¿humanidad? - soltó acompañado de una risotada tras su presentación. De veras ese intensivo le vendría bien.
El poco entró otro shinigami... de sabe Dios que escuadrón, arrogante como él solo, y con un gesto inexpresivo como tallado en piedra de color pálida, miró los rostros de los presentes uno a uno, analizándolos, y se apartó del grupillo que se formaba a la entrada. Miró casi con desprecio a Seikuro, curiosamente, tendría el mismo rango. - ¿Y ese de qué va? - se preguntó para sus adentros sin darle más importancia, pues por la puerta se dibujaba la silueta de su otro antiguo compañero noble de juergas en los días de la academia... También un poco seco. Quedó patente en su presentación. Ser un soso parecía una cualidad necesaria en la nobleza. - No cambias nunca, ¿eh? - le espetó - Ríete un poco, te vendrá bien - continuó disimilando una sonrisa para quitarle hierro al asunto...
Después de que la avalancha de tenientes se adentrara en la sala que parecía cada vez más concurrida, la única chica de la reunión se acercó a él con ademán de decirle algo al oído, tapándose la boca del resto de tenientes, para susurrarselo. Aoki por un momento se sintió afortunado. ¿Le había elegido a él como futuro esposo? No, el tenía años por vivir antes de meterse en un matrimonio. Por un momento en su mente se dibujó su propia cara con un gesto pervertido 100%. Pero solo en su mente, al exterior se mantuvo la cara seria de todo el rato. Luego, en un segundo, apartó esos pensamientos negando con la cabeza y se agachó para estar a la altura de la pequeña. Aún así se puso de puntillas para hablarle.
- Fundamentalmente. Ha habido algún problema ahí abajo, espera un poco. No falta mucho para que empiece la reunión... -
Y sigue siguiendo, y un nuevo shinigami con el emblema del décimo escuadrón cruzó las puertas, tenebroso, oscuro... No era un shinigami común. Aunque era más educado de lo que parecía... Taiga significa Elegante... buen nombre... Ya solo faltaba uno. - Si el chico del fondo es del séptimo, que me parece que sí, Natsu-san, - dijo con un regusto desagradable y una mueca casi de molestia. Lo poco que sabía de él es que era un impresentable y que el respeto a sus superiores no era lo suyo. Tenía mucho que aprender de su admirable capitana Kaori-taichô. - teniente del sexto escuadrón, o su tercer oficial en su lugar, Noriko-chan - le respondió al último.
También tenía que llegar el teniente del primer escuadró para comenzar la reunión, pero parecía un detalle tan obvio que decidió pasarlo por alto...
- Por cierto chicos, Katsu ha resultado herido de gravedad por el altercado en el mundo humano, aunque ya se recupera en el cuarto escuadrón. He dejado pedido que si despierta, se le pida que acuda a dar mas información sobre lo ocurrido. - comentó Aoki a sus compañeros mientras se rascaba la cabeza con preocupación. Debían saber el estado de su otro compañero de academia...
Un poco después entraba un nuevo shinigami, al parecer y según su distintivo, teniente del tercer escuadrón... este escuadrón y su labor había sido pasada por alto por Aoki, que había saltado de la segunda a la cuarta sin pararse a mirar lo que quedaba en medio. Del mismo modo, el teniente de pelo rubio le era un completo desconocido, al que saludó con un simple gesto con la cabeza añadiendo un simple - Aoki -. No apartaba en ningún momento su gesto duro y serio.
Por detrás suya pasó otro, de cabellos azulados y gesto más bien alegre y divertido. Antes de detectar al escuadrón que pertenecía, el mismo se presentó con un tono casi cantarín, alegre, aunque seguramente al margen de la movida... era extraño ver a Kato y a Kenzo en el mismo cuarto, con dos caras tan distintas...
Y la presencia petulante del noble, del noblísimo, Kuchiki, tan recto como cualquier buen Kuchiki que se preste. A Aoki le produciría un fuerte rechazo de no ser porque le conocía. Pensándolo bien, y con lo poco que le gustaban los nobles, dos de sus viejos amigos lo eran.
- Washiru-kun, deja de ser tan formal anda... Algún día tenemos que darte un intensivo de cercanía y... ¿humanidad? - soltó acompañado de una risotada tras su presentación. De veras ese intensivo le vendría bien.
El poco entró otro shinigami... de sabe Dios que escuadrón, arrogante como él solo, y con un gesto inexpresivo como tallado en piedra de color pálida, miró los rostros de los presentes uno a uno, analizándolos, y se apartó del grupillo que se formaba a la entrada. Miró casi con desprecio a Seikuro, curiosamente, tendría el mismo rango. - ¿Y ese de qué va? - se preguntó para sus adentros sin darle más importancia, pues por la puerta se dibujaba la silueta de su otro antiguo compañero noble de juergas en los días de la academia... También un poco seco. Quedó patente en su presentación. Ser un soso parecía una cualidad necesaria en la nobleza. - No cambias nunca, ¿eh? - le espetó - Ríete un poco, te vendrá bien - continuó disimilando una sonrisa para quitarle hierro al asunto...
Después de que la avalancha de tenientes se adentrara en la sala que parecía cada vez más concurrida, la única chica de la reunión se acercó a él con ademán de decirle algo al oído, tapándose la boca del resto de tenientes, para susurrarselo. Aoki por un momento se sintió afortunado. ¿Le había elegido a él como futuro esposo? No, el tenía años por vivir antes de meterse en un matrimonio. Por un momento en su mente se dibujó su propia cara con un gesto pervertido 100%. Pero solo en su mente, al exterior se mantuvo la cara seria de todo el rato. Luego, en un segundo, apartó esos pensamientos negando con la cabeza y se agachó para estar a la altura de la pequeña. Aún así se puso de puntillas para hablarle.
- Fundamentalmente. Ha habido algún problema ahí abajo, espera un poco. No falta mucho para que empiece la reunión... -
Y sigue siguiendo, y un nuevo shinigami con el emblema del décimo escuadrón cruzó las puertas, tenebroso, oscuro... No era un shinigami común. Aunque era más educado de lo que parecía... Taiga significa Elegante... buen nombre... Ya solo faltaba uno. - Si el chico del fondo es del séptimo, que me parece que sí, Natsu-san, - dijo con un regusto desagradable y una mueca casi de molestia. Lo poco que sabía de él es que era un impresentable y que el respeto a sus superiores no era lo suyo. Tenía mucho que aprender de su admirable capitana Kaori-taichô. - teniente del sexto escuadrón, o su tercer oficial en su lugar, Noriko-chan - le respondió al último.
También tenía que llegar el teniente del primer escuadró para comenzar la reunión, pero parecía un detalle tan obvio que decidió pasarlo por alto...
- Por cierto chicos, Katsu ha resultado herido de gravedad por el altercado en el mundo humano, aunque ya se recupera en el cuarto escuadrón. He dejado pedido que si despierta, se le pida que acuda a dar mas información sobre lo ocurrido. - comentó Aoki a sus compañeros mientras se rascaba la cabeza con preocupación. Debían saber el estado de su otro compañero de academia...
Última edición por Murakami Aoki el Miér Mayo 05, 2010 4:31 am, editado 1 vez
Murakami Aoki- Post : 763
Edad : 34
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Poco a poco iba tranquilizando su mente, relajandola con armónicas y profundas bocanadas. El lugar ayudaba. Una sala amplia y silenciosa. Todos andaban algo coartados por la situación, o quizá nadie sabía muy bien de qué iba todo aquello, pues a penas ni uno mediaba palabra, cosa que el Shihoin agradecía. Claro que con el excéntrico Akira en la sala, aquella efímera paz no tardaría en acabarse. Pero todo a su debido tiempo, antes del show de Akira, un momento de tensión habría por llegar aun, al menos en la mente de nuestro Teniente.
El Teniente del Tercero entró en la sala sin a penas alterar ésta, saludando escuetamente y sentándose, aunque de una extraña manera. Sin embargo, el siguiente individuo no tardó en hacer acto de presencia, pillando a Kato de espaldas a él en su presentación. Aquel nombre pareció ser el último detalle de la noche que acabaría con la cordura del Teniente de la Quinta División. El nuevo teniente, Kenzo, así se llamaba. El mero hecho de escuchar su nombre descargó un escalofrío sobre la espalda del Shihoin, terminando por tensar su brazo derecho, cerrando su puño con tal fuerza que sus nudillos se dejaron oír crujir.
Casi encolerizado, se giró bruscamente para observar al nuevo shinigami en la sala, y por breve instante la imagen de aquel impresentable arrancar volvió a su mente, al ver el rostro de aquel teniente, aunque en poco o nada se asemejaran. Dando dos sonoras pisadas hacia él, no pudo evitar exclamar:
— ¿¡Me tomas el pelo!? — preguntó, en tono manifiestamente violento, a aquel shinigami que de muy seguro no sabía a qué venía tal cabreo.
El Shihoin se caracterizaba por sus buenas maneras y su holgada paciencia. Holgada, pero no infinita, y todos los hechos acontecidos en tan pocas horas no habían hecho más que testar aquella paciencia suya. Aquel nombre era el detalle que le faltaba y no pudo evitar reaccionar tan irracionalmente, aunque, como cabría esperar del bueno de Kato, pronto se calmó, respirando fuerte y prolongadamente de nuevo.
— Lo siento chaval... — alcanzó a decir, tras unos segundos, sin tan siquiera mirarle. "Mierda", pensó. — Como si tuvieras la culpa. — musitó, en voz baja y volviendo de nuevo junto a Akira.
No tardó en recobrar su estado de calma, dentro de toda aquella tensión, mientras escuchaba la verborrea que Akira le tenía preparada. Tras responder con evasivas y un humor algo extraño a las demandas de Kato, Akira comenzó su actuación, como si de un teatro se tratara. Tras burlarse de un hecho tan poco gracioso que solo aquel extraño shinigami lo encontraría chistoso, el Teniente del Duodécimo estalló de júbilo cuando el representante del Séptimo Escuadrón, que no teniente, hizo acto de presencia en la ilustre sala, portando aquella extraña mascota sobre su hombro. Ese sería el análisis para cualquier mente sana, pero la de Akira no debía estarlo.
Su carcajada debió ensordecer a todos, pues fue monumental. Y no, no fue la del Teniente Akira, como cabría esperar, sino la del malhumorado Kato, tras el satírico comentario de Akira. Cuando nadie parecía ser capaz de sacar al Shihoin de aquel estado de estupor, un simple comentario de aquel extravagante teniente, simple pero sublime, bastó para liberar toda la tensión acumulada del experto en Kido. ¿Acaso se había vuelto loco el Shihoin? Puede que un poco, no sería de extrañar. Pero aquella incontrolable risotada parecía provenir más bien de la tensión liberada que del comentario de Akira, pues por mucho que lo intentaba no podía detener aquella risa tonta que le había sobrevenido de golpe.
Poco a poco se fue calmando, obligándose a ello con dureza, ya que la situación no estaba para muchas bromas. Algo avergonzado por aquello, volvió a su sitio para seguir observando el continuo fluir de tenientes. Allí pudo oir como Erienne y Aoki hablaban, aunque no llegaba a distinguir muy bien de qué. Parece que, como él antes, pretendía no crear el pánico entre el resto de tenientes que no tenían mucha idea del porqué de aquella reunión de urgencia. Sin embargo no tuvo que esforzarse para oír lo que Aoki promulgó a continuación. Al parecer Katsu se encontraba mejor y pronto recuperaría la consciencia. Kato esperó que su amigo le devolviese la mirada para sonreirle abiertamente:
— Me alegro mucho. — Y no era para menos. Lo que faltaba sobra la castigada conciencia del Shihoin era una muerte más. — No sé qué haríamos sin ti. — añadió, a modo de cumplido, para su amigo y compañero de fatigas. Ahora en tono, al fin, más relajado e incluso algo bromista.
Tan sólo restaba Natsu por llegar, que había abandonado el campo de batalla antes de saber qué ocurría allí exactamente, y el Teniente del Primer Escuadrón, que era el encargado de informar qué debían hacer, si comenzar la reunión e ir poniendo al día al segundo peldaño del Gotei, o bien habría que esperar a que la reunión de capitanes acabase para ello. Kato se armó de paciencia, pues qué otra podía hacer. Se recostó sobre su silla y se dedicó a observar el panorama e intentar analizar un poco a aquellos rostros, algunos conocidos, otros no tantos. Si era algo que los asemejaba a todos era la tensión y la expectación por lo que podría ocurrir a continuación.
_______________________________________
OFF: He ordenado los hechos así, aunque no sé si corresponden a la realidad. Avisadme si hay algo incongruente y lo edito... ^^
El Teniente del Tercero entró en la sala sin a penas alterar ésta, saludando escuetamente y sentándose, aunque de una extraña manera. Sin embargo, el siguiente individuo no tardó en hacer acto de presencia, pillando a Kato de espaldas a él en su presentación. Aquel nombre pareció ser el último detalle de la noche que acabaría con la cordura del Teniente de la Quinta División. El nuevo teniente, Kenzo, así se llamaba. El mero hecho de escuchar su nombre descargó un escalofrío sobre la espalda del Shihoin, terminando por tensar su brazo derecho, cerrando su puño con tal fuerza que sus nudillos se dejaron oír crujir.
Casi encolerizado, se giró bruscamente para observar al nuevo shinigami en la sala, y por breve instante la imagen de aquel impresentable arrancar volvió a su mente, al ver el rostro de aquel teniente, aunque en poco o nada se asemejaran. Dando dos sonoras pisadas hacia él, no pudo evitar exclamar:
— ¿¡Me tomas el pelo!? — preguntó, en tono manifiestamente violento, a aquel shinigami que de muy seguro no sabía a qué venía tal cabreo.
El Shihoin se caracterizaba por sus buenas maneras y su holgada paciencia. Holgada, pero no infinita, y todos los hechos acontecidos en tan pocas horas no habían hecho más que testar aquella paciencia suya. Aquel nombre era el detalle que le faltaba y no pudo evitar reaccionar tan irracionalmente, aunque, como cabría esperar del bueno de Kato, pronto se calmó, respirando fuerte y prolongadamente de nuevo.
— Lo siento chaval... — alcanzó a decir, tras unos segundos, sin tan siquiera mirarle. "Mierda", pensó. — Como si tuvieras la culpa. — musitó, en voz baja y volviendo de nuevo junto a Akira.
No tardó en recobrar su estado de calma, dentro de toda aquella tensión, mientras escuchaba la verborrea que Akira le tenía preparada. Tras responder con evasivas y un humor algo extraño a las demandas de Kato, Akira comenzó su actuación, como si de un teatro se tratara. Tras burlarse de un hecho tan poco gracioso que solo aquel extraño shinigami lo encontraría chistoso, el Teniente del Duodécimo estalló de júbilo cuando el representante del Séptimo Escuadrón, que no teniente, hizo acto de presencia en la ilustre sala, portando aquella extraña mascota sobre su hombro. Ese sería el análisis para cualquier mente sana, pero la de Akira no debía estarlo.
Su carcajada debió ensordecer a todos, pues fue monumental. Y no, no fue la del Teniente Akira, como cabría esperar, sino la del malhumorado Kato, tras el satírico comentario de Akira. Cuando nadie parecía ser capaz de sacar al Shihoin de aquel estado de estupor, un simple comentario de aquel extravagante teniente, simple pero sublime, bastó para liberar toda la tensión acumulada del experto en Kido. ¿Acaso se había vuelto loco el Shihoin? Puede que un poco, no sería de extrañar. Pero aquella incontrolable risotada parecía provenir más bien de la tensión liberada que del comentario de Akira, pues por mucho que lo intentaba no podía detener aquella risa tonta que le había sobrevenido de golpe.
Poco a poco se fue calmando, obligándose a ello con dureza, ya que la situación no estaba para muchas bromas. Algo avergonzado por aquello, volvió a su sitio para seguir observando el continuo fluir de tenientes. Allí pudo oir como Erienne y Aoki hablaban, aunque no llegaba a distinguir muy bien de qué. Parece que, como él antes, pretendía no crear el pánico entre el resto de tenientes que no tenían mucha idea del porqué de aquella reunión de urgencia. Sin embargo no tuvo que esforzarse para oír lo que Aoki promulgó a continuación. Al parecer Katsu se encontraba mejor y pronto recuperaría la consciencia. Kato esperó que su amigo le devolviese la mirada para sonreirle abiertamente:
— Me alegro mucho. — Y no era para menos. Lo que faltaba sobra la castigada conciencia del Shihoin era una muerte más. — No sé qué haríamos sin ti. — añadió, a modo de cumplido, para su amigo y compañero de fatigas. Ahora en tono, al fin, más relajado e incluso algo bromista.
Tan sólo restaba Natsu por llegar, que había abandonado el campo de batalla antes de saber qué ocurría allí exactamente, y el Teniente del Primer Escuadrón, que era el encargado de informar qué debían hacer, si comenzar la reunión e ir poniendo al día al segundo peldaño del Gotei, o bien habría que esperar a que la reunión de capitanes acabase para ello. Kato se armó de paciencia, pues qué otra podía hacer. Se recostó sobre su silla y se dedicó a observar el panorama e intentar analizar un poco a aquellos rostros, algunos conocidos, otros no tantos. Si era algo que los asemejaba a todos era la tensión y la expectación por lo que podría ocurrir a continuación.
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OFF: He ordenado los hechos así, aunque no sé si corresponden a la realidad. Avisadme si hay algo incongruente y lo edito... ^^
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Poco despues de su llegada, el teniente del doceavo escuadrón comenzó a hacer chistes poco apropiados para la situación actual. Lyra respiró profundamente, normalmente, el teniente del tercer escuadrón era el primero en reirse de una broma, pero cuando una de ellas, por muy inofensiva que fuera, llevaba su nombre, hacía que aquel pequeño cable que controlaba sus actos se fundiera, creando un cortocircuito en todo su sistema y volviendole "ligeramente" agresivo.
Aquella agresividad era lo único que el rubio odiaba de si mismo, lo único que le provocaba era problemas y muchos de ellos, no eran nada fáciles de solucionar. A pesar de intentar autocontrolarse a menudo, cuando cualquier situación le hacía exaltarse minimamente, perdía los estribos y hacía y decía las cosas sin pensar, por desgracia, estos ataques de agresividad ocurrían bastante a menudo, y muchas veces por cualquier tontería (como tropezarse con una piedra y caerse, siempre acababa avergonzandose cuando se veía a si mismo insultando a un ser interte).
"Recuerda las charlas con el psicologo, la violencia no solucionará ninguno de tus problemas Lyra" Se decia el shinigami a si mismo.
Pero a pesar de estar pensando eso, sin darse cuenta, ya estaba de pie con su cojin en la mano preparado para golpear al teniente Akira. Habría usado algo mas contundente para intentar golpearle, pero el cojín era lo primero que tenía a mano y por mucho que perdiera los estribos, no usaría su katana para golpear a un compañero... al menos no asi como asi.
-¡Cuida tu boca si no quieres que te arranque la lengua y luego te la haga tragar!.
"¿Pero que esto haciendo?"
-Con todos mis respetos...-Dijo avergonzado.
Lyra volvió a depositar el cojín donde estaba antes y se sentó de nuevo, apretando los puños fuertemente contra sus piernas y evitando mirar al su alrrededor. Asi se quedó contemplando el tatami mientras los tenientes restantes pasaban a la habitación, aunque el no les hacía mucho caso, ya había montado el numerito, estaria mejor si se quedaba quietecito.
"¿Faltará mucho para el comienzo? Empiezo a tener hambre." se dijo a si mismo.
"O quizás deberia golpearles a todos, eso ayudaría a comenzar de una vez" no pudo evitar pensar.
-Tsk...
Aquella agresividad era lo único que el rubio odiaba de si mismo, lo único que le provocaba era problemas y muchos de ellos, no eran nada fáciles de solucionar. A pesar de intentar autocontrolarse a menudo, cuando cualquier situación le hacía exaltarse minimamente, perdía los estribos y hacía y decía las cosas sin pensar, por desgracia, estos ataques de agresividad ocurrían bastante a menudo, y muchas veces por cualquier tontería (como tropezarse con una piedra y caerse, siempre acababa avergonzandose cuando se veía a si mismo insultando a un ser interte).
"Recuerda las charlas con el psicologo, la violencia no solucionará ninguno de tus problemas Lyra" Se decia el shinigami a si mismo.
Pero a pesar de estar pensando eso, sin darse cuenta, ya estaba de pie con su cojin en la mano preparado para golpear al teniente Akira. Habría usado algo mas contundente para intentar golpearle, pero el cojín era lo primero que tenía a mano y por mucho que perdiera los estribos, no usaría su katana para golpear a un compañero... al menos no asi como asi.
-¡Cuida tu boca si no quieres que te arranque la lengua y luego te la haga tragar!.
"¿Pero que esto haciendo?"
-Con todos mis respetos...-Dijo avergonzado.
Lyra volvió a depositar el cojín donde estaba antes y se sentó de nuevo, apretando los puños fuertemente contra sus piernas y evitando mirar al su alrrededor. Asi se quedó contemplando el tatami mientras los tenientes restantes pasaban a la habitación, aunque el no les hacía mucho caso, ya había montado el numerito, estaria mejor si se quedaba quietecito.
"¿Faltará mucho para el comienzo? Empiezo a tener hambre." se dijo a si mismo.
"O quizás deberia golpearles a todos, eso ayudaría a comenzar de una vez" no pudo evitar pensar.
-Tsk...
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Noriko andaba a paso ligero, parecía algo angustiada, llegaba tarde. Era la primera vez que llegaba tarde a la reunión. Tenía escusa, el teniente del sexto no podía acudir a la reunión. Pero aun así esperaba no dar una imagen errónea del escuadrón.
Abrió las puertas de la sala. Se mantenía firme, sin jadear, sin una respiración apresurada, con una mirada tranquilizadora, con su figura firme y confiada. A pesar de no ser ningún cargo importante sabía que debía acudir. En ningún momento agacho la cabeza, aunque seguramente más de uno le miraría mal por tener allí un raso.
- Noriko Amako, encantada – hizo una reverencia con el puño en su pecho como si fuese una paladina. – Shinigami del sexto escuadrón. Lamento la espera, mi teniente no se encuentra disponible para acudir a la reunión, así que acudo yo en su lugar. Siento la interrupción – dijo de nuevo inclinando la cabeza.
Miro a todos y a cada uno de los componentes de aquella sala uno a uno, mientras se colocaba entre la muchedumbre. De los presentes solo conocía personalmente a Akira y a Aoki. Akira parecía estar pasándoselo en grande, tenía una extraña sonrisa, quizás malévola, quizás estaba planeando algo nuevo, no se sentía muy a gusto estando él por aquellos lares. En cuanto a Aoki, se veía normal. Al lado estaba una chica, nunca sintió problemas por ser la única en su sexo en alguna reunión pero aquello le confortaba más.
Miro hacia uno de los lados, lo poco que conocía de otros tenientes era los comentarios que pululaban por la sociedad de almas, el teniente del noveno escuadrón, Washiru, sin duda los rumores no engañaban, era todo un noble. Había dos oficiales más en aquella sala, no los reconocía, no había oído hablar de ellos. Tampoco es que hubiese salido mucho más allá de su escuadrón.
Teniente del onceavo, Gennosuke, sentía admiración por todas las personas de aquel escuadrón, más de una vez en su vida Noriko había deseado estar en aquel lugar, pero sin duda la justicia le llamaba más la atención. Miro a Gennosuke de arriba abajo, sin duda podría equivocarse por el teniente de otro escuadrón, no tenía el cuerpo que pensaba que tendrían los componentes.
Miró a los demás componentes de la sala, intentó acordarse del nombre de todos, o al menos por lo que le habían comentado alguna vez. El del tercer escuadrón debía ser Lyra, Kenzo el del séptimo, Taiga del decimo, y Kato del quinto. Kato… aquel nombre le sonaba más que los dos anteriores citados…
- ¿Llego tarde o aun no hemos empezado? – preguntó sin mirar a nadie en especial.
Abrió las puertas de la sala. Se mantenía firme, sin jadear, sin una respiración apresurada, con una mirada tranquilizadora, con su figura firme y confiada. A pesar de no ser ningún cargo importante sabía que debía acudir. En ningún momento agacho la cabeza, aunque seguramente más de uno le miraría mal por tener allí un raso.
- Noriko Amako, encantada – hizo una reverencia con el puño en su pecho como si fuese una paladina. – Shinigami del sexto escuadrón. Lamento la espera, mi teniente no se encuentra disponible para acudir a la reunión, así que acudo yo en su lugar. Siento la interrupción – dijo de nuevo inclinando la cabeza.
Miro a todos y a cada uno de los componentes de aquella sala uno a uno, mientras se colocaba entre la muchedumbre. De los presentes solo conocía personalmente a Akira y a Aoki. Akira parecía estar pasándoselo en grande, tenía una extraña sonrisa, quizás malévola, quizás estaba planeando algo nuevo, no se sentía muy a gusto estando él por aquellos lares. En cuanto a Aoki, se veía normal. Al lado estaba una chica, nunca sintió problemas por ser la única en su sexo en alguna reunión pero aquello le confortaba más.
Miro hacia uno de los lados, lo poco que conocía de otros tenientes era los comentarios que pululaban por la sociedad de almas, el teniente del noveno escuadrón, Washiru, sin duda los rumores no engañaban, era todo un noble. Había dos oficiales más en aquella sala, no los reconocía, no había oído hablar de ellos. Tampoco es que hubiese salido mucho más allá de su escuadrón.
Teniente del onceavo, Gennosuke, sentía admiración por todas las personas de aquel escuadrón, más de una vez en su vida Noriko había deseado estar en aquel lugar, pero sin duda la justicia le llamaba más la atención. Miro a Gennosuke de arriba abajo, sin duda podría equivocarse por el teniente de otro escuadrón, no tenía el cuerpo que pensaba que tendrían los componentes.
Miró a los demás componentes de la sala, intentó acordarse del nombre de todos, o al menos por lo que le habían comentado alguna vez. El del tercer escuadrón debía ser Lyra, Kenzo el del séptimo, Taiga del decimo, y Kato del quinto. Kato… aquel nombre le sonaba más que los dos anteriores citados…
- ¿Llego tarde o aun no hemos empezado? – preguntó sin mirar a nadie en especial.
Amako Noriko- Raso Gi
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Edad : 34
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
[OFF]
Bueno, ya estamos todos, así que creo que no nos vendrá mal recordar el orden:
Bueno, ya estamos todos, así que creo que no nos vendrá mal recordar el orden:
Kenzo
Washiru
Hibari
Gennosuke
Seikuro
Erienne
Akira
Taiga
Aoki
Kato
Lyra
Noriko
Washiru
Hibari
Gennosuke
Seikuro
Erienne
Akira
Taiga
Aoki
Kato
Lyra
Noriko
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Poco a poco la amplia sala de reuniones del primer escuadrón se fue llenando de gente, en efecto casi todos eran tenientes. Uno a uno fueron llegando todos los que faltaban, representantes de los escuadrones faltantes. Se trataba de una reunión global así que lo mas probable era que la situación no se encontrara nada bien, sin embrago Kenzo se mantenía tranquilo a la espera de que el encargado finalmente les quite todas las dudas que seguramente andaban rondando las mentes de sus compañeros. Todos mostraban preocupación a su manera y si es que no era preocupación por lo menos significaba que les importaba, sino no se hubieran presentado, de cualquier forma la espera se hacía larga. El teniente del octavo escuadron quería saber cual tarea se le encomendaría.
Había que tener paciencia ya que ese tipo de reuniones tenían su particular estilo diplomático, no como cuando amigos se reúnen a beber o a pasar el rato. Por lo menos eso era lo que se esperaba, después de todos aquella era su primera reunión. Había llegado Taiga del décimo, Noriko del sexto entre otros. Kenzo ya se había presentado y quizás ya alguno de ellos lo conocía de algún lado, en realidad mejor así, ya los iría conociendo poco a poco.
Las bromas del teniente del doceavo fueron bien recibidas, rió con el dada la facilidad y ocurrencia en la verborrea de aquel compañero, no podía decir que lo conocía pero le daba la impresión que podrían llevarse muy bien. Lo que si le causó algo de sorpresa fue la particular, por no decir rarísima reacción del teniente del quinto escuadró, Shihoin Kato al escuchar su nombre. Golpeó el piso cual toro como una especie de bufido incontrolable. A Kenzo aquella escena le pareció de lo mas cómica sin embargo no rió para no empeorar las cosas con el seguramente experimentado shinigami. Los murmuro le dijeron que se había puesto así por una coincidencia del destino en cuanto a nombres, había coincido con el de algún enemigo mortal cuyo odio se extendía hasta el punto de no poder oír siquiera el nombre, algo raro pero completamente comprensible.
De aquello no pasó mas, el mismo Kato reconoció que había exagerado y le pidió disculpas a Kenzo el cual las aceptó buenamente, eso le podría pasar a cualquiera. Una vez mas sus sospechas sobre el sentido del humor de Akira habían sido correctas, el comentario al chico del séptimo fue muy gracioso, Kenzo rio con las personas que andaban cerca suyo sin embargo la sonoridad de la carcajada de Kato fue la terminó por incrementar el jolgorio de los que allí se encontraban, pero ya , basta de hablar de hechos sin mucha importancia. La noticia de la recuperación de uno de sus compañeros ciertamente era más relevante, afortunadamente todo andaba bien. Todos asintieron con mas tranquilidad ante la noticia que el shinigami estaba bien y descansando.
Pero lo mas importante faltaba por llegar, la razón por la que todos andaban preocupados y por la que todos estaban allí, a la expectativa de lo que pasaría. Todos querían y tenían que saber que era lo que se pediría de ellos, seguramente era cuestión de minutos para aquella duda, que probablemente era general, finalmente sea absuelta. Kenzo esperaba que le den algo interesante que hacer, empezar sus funciones de teniente con algo mas entretenido. A veces la ligera hiperactividad del shinigami podía poco a poco tomar el control. –Ya debe ser hora que comencemos no?- capitalizó finalmente expresando lo que había en su mente, la espera no debía ser mas larga.
Había que tener paciencia ya que ese tipo de reuniones tenían su particular estilo diplomático, no como cuando amigos se reúnen a beber o a pasar el rato. Por lo menos eso era lo que se esperaba, después de todos aquella era su primera reunión. Había llegado Taiga del décimo, Noriko del sexto entre otros. Kenzo ya se había presentado y quizás ya alguno de ellos lo conocía de algún lado, en realidad mejor así, ya los iría conociendo poco a poco.
Las bromas del teniente del doceavo fueron bien recibidas, rió con el dada la facilidad y ocurrencia en la verborrea de aquel compañero, no podía decir que lo conocía pero le daba la impresión que podrían llevarse muy bien. Lo que si le causó algo de sorpresa fue la particular, por no decir rarísima reacción del teniente del quinto escuadró, Shihoin Kato al escuchar su nombre. Golpeó el piso cual toro como una especie de bufido incontrolable. A Kenzo aquella escena le pareció de lo mas cómica sin embargo no rió para no empeorar las cosas con el seguramente experimentado shinigami. Los murmuro le dijeron que se había puesto así por una coincidencia del destino en cuanto a nombres, había coincido con el de algún enemigo mortal cuyo odio se extendía hasta el punto de no poder oír siquiera el nombre, algo raro pero completamente comprensible.
De aquello no pasó mas, el mismo Kato reconoció que había exagerado y le pidió disculpas a Kenzo el cual las aceptó buenamente, eso le podría pasar a cualquiera. Una vez mas sus sospechas sobre el sentido del humor de Akira habían sido correctas, el comentario al chico del séptimo fue muy gracioso, Kenzo rio con las personas que andaban cerca suyo sin embargo la sonoridad de la carcajada de Kato fue la terminó por incrementar el jolgorio de los que allí se encontraban, pero ya , basta de hablar de hechos sin mucha importancia. La noticia de la recuperación de uno de sus compañeros ciertamente era más relevante, afortunadamente todo andaba bien. Todos asintieron con mas tranquilidad ante la noticia que el shinigami estaba bien y descansando.
Pero lo mas importante faltaba por llegar, la razón por la que todos andaban preocupados y por la que todos estaban allí, a la expectativa de lo que pasaría. Todos querían y tenían que saber que era lo que se pediría de ellos, seguramente era cuestión de minutos para aquella duda, que probablemente era general, finalmente sea absuelta. Kenzo esperaba que le den algo interesante que hacer, empezar sus funciones de teniente con algo mas entretenido. A veces la ligera hiperactividad del shinigami podía poco a poco tomar el control. –Ya debe ser hora que comencemos no?- capitalizó finalmente expresando lo que había en su mente, la espera no debía ser mas larga.
Katsumoto Kenzo- Post : 11
Edad : 35
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Washiru reaccionó casi inmediatamente al comentario de Aoki lanzándole una mirada de esas que podrían matar a un ejército entero si las miradas pudieran producir ese efecto en las personas. Pero no era tal el caso, por lo que Aoki seguía en pie, aunque no fuera ese el deseo del joven Kuchiki.
Aunque ese pensamiento era simplemente momentáneo. Aoki era uno de los amigos que solía tener por ahí, por lo que tener a un compañero como él de teniente era un gusto y un placer para Washiru. Pero en ese grupo de amigos, excepto ligeramente Gennosuke, nadie sabía realmente lo pesada que era la carga que posaba en sus hombros. Si acaso el joven de la familia Shin podría hacerse una idea, pero incluso él no había nacido en la familia noble ni había vivido desde la más tierna infancia toda aquella presión a la que se les someten, todo aquel espejo en el que tienes que mirarte para ser un buen noble, para ser un buen Kuchiki.
Quizás de todo eso era de lo que había escapado Washiru al meterse a shinigami, algo no tan bien visto por los nobles, pero que le daba la oportunidad de demostrar lo que valía por si mismo, no simplemente por llevar un famoso e importante apellido. Y a buena fe que lo estaba consiguiendo, era el pensamiento que manejaba el teniente, pues incluso estando de teniente en la misma división que con tanta sapiencia y efectividad había dirigido su tía, Kuchiki Saori, quien había sido una de las mejores capitanas que había existido en el Gotei 13.
Y aun así, nadie hacía comentarios jocosos o hirientes sobre que el verdadero motivo de que estuviera allí colocado era su nombre, más concretamente su apellido. No. Estaba allí porque lo merecía, y aunque no hubiera nacido en tan noble estirpe, seguiría estando allí.
Pero no podía olvidar todo lo que había vivido hasta su entrada en la Academia shinigami. Había sido demasiado tiempo de su vida viviendo tan estrictamente, tan encorsetadamente que no podía obviar el precepto de guardar sus sentimientos en el interior, de actuar lo más educada y amablemente posible incluso con el enemigo, de ser condescendiente con el "plebeyo" y mantenerse erguido en cualquier situación.
Por eso siempre le molestaba y le irritaba tanto los comentarios que le dedicaban sus amigos, aunque estos fueran de broma o incluso para ayudarlo. No quería cambiar, o por lo menos no bruscamente.
Por lo que, recordando lo aprendido, volvió a retomar la tranquilidad perdida tras aquel intempestivo arrebato que había estremecido incluso su cuerpo, volvió a colocarse serenamente, y como un dardo envenenado de sutil ironía de la que hacía gala cada vez que su ingenio le daba ocasión, tan sólo replicó.
- Quizás el que no sabe comportarse ahora eres tu. Quizás una reunión de tenientes no sea tu sitio... - Le contestó al grandullón teniente de la 4ª división, mientras le miraba fijamente y realizaba una fina sonrisa, levantando únicamente el lado derecho de sus labios, dejando un deje de superioridad que por mucho que había intentado limitar a lo largo de los años, siempre le salía al hacer una broma con cualquier otro shinigami.
Pero siguiendo con la reunión, que era lo realmente importante ahora, se paró y se calló, intentando dejar por zanjado aquel rifirrafe con Aoki, escuchando las presentaciones, tan vanas y vacías como había sido la suya, pues nadie sabía realmente porque estaban allí, y quizás muchos ni tan siquiera sabían que hacían en aquella reunión ni tan siquiera. Por lo que, la precaución y los silencios incómodos, se seguían uno detrás de otro, sin que nadie pudiera decir nada que desatascara aquella reunión, que no pasaba de aquellos insulsos comentarios sin ningún sentido o dirección, propios más del nerviosismo que del saber actuar. Pero él sabía que había que hacerlo, y lo antes posible, por lo que aunque no le gustara tomar el papel principal, empezó a mandar a los allí presentes.
- Entonces, por lo dicho, el tema principal es o está relacionado con la batalla. - Empezó a comentar con voz alta y clara, lo suficiente para que se enteran todos los presentes. - Así que lo mejor será, a falta de más noticias, que los que estuvieron allí nos informen sobre que ha pasado abajo, o por lo menos nos guíen sobre lo que ha podido llevar a esta reunión.
Tras este comentario, se quedó callado de nuevo, esperando que los que tenían noticias hablaran, aunque no esperaba que las nuevas fueran muy halagüeñas, pues las pocas que había recibido ya no tenían nada de buenas. Que un amigo como Katsu hubiera salido herido de gravedad tan sólo hacía demostrar que lo que se había vivido no había sido una escaramuza cualquiera, pues herir a un teniente no era moco de pavo, o por lo menos eso esperaba. Lo cual demostraba que Huecco Mundo ya se encontraba de nuevo listo para funcionar, y eso era un gran problema, porque no sabía si ellos estaban a la misma altura.
Sobre todo si las reuniones de capitanes se eternizaban de la misma manera, banal e ineficaz que lo estaba haciendo esta reunión de tenientes.
Aunque ese pensamiento era simplemente momentáneo. Aoki era uno de los amigos que solía tener por ahí, por lo que tener a un compañero como él de teniente era un gusto y un placer para Washiru. Pero en ese grupo de amigos, excepto ligeramente Gennosuke, nadie sabía realmente lo pesada que era la carga que posaba en sus hombros. Si acaso el joven de la familia Shin podría hacerse una idea, pero incluso él no había nacido en la familia noble ni había vivido desde la más tierna infancia toda aquella presión a la que se les someten, todo aquel espejo en el que tienes que mirarte para ser un buen noble, para ser un buen Kuchiki.
Quizás de todo eso era de lo que había escapado Washiru al meterse a shinigami, algo no tan bien visto por los nobles, pero que le daba la oportunidad de demostrar lo que valía por si mismo, no simplemente por llevar un famoso e importante apellido. Y a buena fe que lo estaba consiguiendo, era el pensamiento que manejaba el teniente, pues incluso estando de teniente en la misma división que con tanta sapiencia y efectividad había dirigido su tía, Kuchiki Saori, quien había sido una de las mejores capitanas que había existido en el Gotei 13.
Y aun así, nadie hacía comentarios jocosos o hirientes sobre que el verdadero motivo de que estuviera allí colocado era su nombre, más concretamente su apellido. No. Estaba allí porque lo merecía, y aunque no hubiera nacido en tan noble estirpe, seguiría estando allí.
Pero no podía olvidar todo lo que había vivido hasta su entrada en la Academia shinigami. Había sido demasiado tiempo de su vida viviendo tan estrictamente, tan encorsetadamente que no podía obviar el precepto de guardar sus sentimientos en el interior, de actuar lo más educada y amablemente posible incluso con el enemigo, de ser condescendiente con el "plebeyo" y mantenerse erguido en cualquier situación.
Por eso siempre le molestaba y le irritaba tanto los comentarios que le dedicaban sus amigos, aunque estos fueran de broma o incluso para ayudarlo. No quería cambiar, o por lo menos no bruscamente.
Por lo que, recordando lo aprendido, volvió a retomar la tranquilidad perdida tras aquel intempestivo arrebato que había estremecido incluso su cuerpo, volvió a colocarse serenamente, y como un dardo envenenado de sutil ironía de la que hacía gala cada vez que su ingenio le daba ocasión, tan sólo replicó.
- Quizás el que no sabe comportarse ahora eres tu. Quizás una reunión de tenientes no sea tu sitio... - Le contestó al grandullón teniente de la 4ª división, mientras le miraba fijamente y realizaba una fina sonrisa, levantando únicamente el lado derecho de sus labios, dejando un deje de superioridad que por mucho que había intentado limitar a lo largo de los años, siempre le salía al hacer una broma con cualquier otro shinigami.
Pero siguiendo con la reunión, que era lo realmente importante ahora, se paró y se calló, intentando dejar por zanjado aquel rifirrafe con Aoki, escuchando las presentaciones, tan vanas y vacías como había sido la suya, pues nadie sabía realmente porque estaban allí, y quizás muchos ni tan siquiera sabían que hacían en aquella reunión ni tan siquiera. Por lo que, la precaución y los silencios incómodos, se seguían uno detrás de otro, sin que nadie pudiera decir nada que desatascara aquella reunión, que no pasaba de aquellos insulsos comentarios sin ningún sentido o dirección, propios más del nerviosismo que del saber actuar. Pero él sabía que había que hacerlo, y lo antes posible, por lo que aunque no le gustara tomar el papel principal, empezó a mandar a los allí presentes.
- Entonces, por lo dicho, el tema principal es o está relacionado con la batalla. - Empezó a comentar con voz alta y clara, lo suficiente para que se enteran todos los presentes. - Así que lo mejor será, a falta de más noticias, que los que estuvieron allí nos informen sobre que ha pasado abajo, o por lo menos nos guíen sobre lo que ha podido llevar a esta reunión.
Tras este comentario, se quedó callado de nuevo, esperando que los que tenían noticias hablaran, aunque no esperaba que las nuevas fueran muy halagüeñas, pues las pocas que había recibido ya no tenían nada de buenas. Que un amigo como Katsu hubiera salido herido de gravedad tan sólo hacía demostrar que lo que se había vivido no había sido una escaramuza cualquiera, pues herir a un teniente no era moco de pavo, o por lo menos eso esperaba. Lo cual demostraba que Huecco Mundo ya se encontraba de nuevo listo para funcionar, y eso era un gran problema, porque no sabía si ellos estaban a la misma altura.
Sobre todo si las reuniones de capitanes se eternizaban de la misma manera, banal e ineficaz que lo estaba haciendo esta reunión de tenientes.
Kuchiki Washiru- Oficial Gi
- Post : 116
Edad : 38
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Katsu llegó a las afueras del edificio donde se realizaba la reunión de tenientes justo a tiempo para escuchar desde fuera la petición de washiru, iba trastabillando con un par de muletas que había adquirido en las instalaciones del cuarto escuadrón y, si ya de por sí era incomodo desplazarse en aquel lamentable estado en el que se encontraba, un shinigami cuyo nombre y rango desconocía perteneciente al cuarto escuadrón le había estado siguiendo y gritandole constantemente que era una irresponsabilidad salir del cuarto escuadrón sin haber pasado siquiera un proceso de rehabilitación. Cuando estaba llegando a la reunión de tenientes se colmó la paciencia, que tuvo como consecuencia que una de las muletas saliese volando en dirección al shinigami del cuarto, ni siquiera se paró a mirar el efecto que tuvo su lanzamiento.
Se abrió la puerta torpemente y sin tan siquiera llamar, lo que hizo que la mayoría de los presentes le dirigieran su mirada, aún llevaba las vendas antiguas manchadas de sangre por lo que tendría un aspecto horrible...
- Siento llegar tarde, si me lo permitís desearía informar de lo ocurrido en Europa y despejar las dudas de Washiru. - Dijo con una cortesía más que forzada.
Sin esperar respuesta se acercó más a los presentes y escuchó como el shinigami del cuarto se asomaba a la puerta y se quedaba petrificado, probablemente tendría en aquel momento las pupilas más grandes incluso que el globo ocular, lástima no poder distinguirlas...
- Bien, imagino que todos son conscientes de la llamada de auxilio que realizó el shinigami del quinto escuadrón Amai Satou antes del enfrentamiento, desconozco que fue lo ocurrido hasta entonces, sin embargo el capitán Hayato y yo nos dirigimos a responder dicha llamada. - Hizo una pausa mientras tosía levemente - Cuando atravesamos el dangai pudimos observar como en escena habían tres shinigami, una de ellos era Hikifune Hatsushiki, shinigami del noveno escuadrón, los otros dos restantes llevaban vestimentas e insignias del primer escuadrón, sin embargo y gracias a mi visión especial descubrimos al instante que eran dos Espada... una mujer y un hombre, demasiado extravagante debo añadir. Tras un breve intercambio de palabras, en su mayoría burlas irrespetuosas por parte de los encubiertos, el capitán Hayato entabló batalla mientras yo mismo pedía tanto refuerzos como una liberación del límite que, desconozco la razón, nunca llegó. Trás una interminable batalla, tanto física como verbal, apareció en escena el aquí presente Shihoin Kato.
>>Si no os importa le cederé el resto de la historia al teniente Kato puesto que mi condición no es muy favorable en éstos momentos, desconozco las intenciones que pudieran tener dichos Espada, siento no ser muy esclarecedor acerca de éste asunto
La realidad por la que no deseaba seguir con la historia era que no estaba para nada tranquilo con lo que había presenciado en europa de las acciones del teniente Kato y, tanto para no ponerle en una situación violenta como para no crear conflictos innecesarios prefería dejarle al mismo explicar sus propias acciones y las razones que le habían motivado - si es que no lo había contado ya en la misma reunión antes de que Katsu apareciese.
- Si nadie tiene ninguna pregunta, debería retirarme a descansar si no me necesitan más...
Tras esta frase se quedó apoyado en la muleta restante observando los diferentes reiatsu de la reunión, se podía sacar mucho del estado de ánimo de una persona sólamente observando las fluctuaciones de reiatsu que tenía en cada momento...
Se abrió la puerta torpemente y sin tan siquiera llamar, lo que hizo que la mayoría de los presentes le dirigieran su mirada, aún llevaba las vendas antiguas manchadas de sangre por lo que tendría un aspecto horrible...
- Siento llegar tarde, si me lo permitís desearía informar de lo ocurrido en Europa y despejar las dudas de Washiru. - Dijo con una cortesía más que forzada.
Sin esperar respuesta se acercó más a los presentes y escuchó como el shinigami del cuarto se asomaba a la puerta y se quedaba petrificado, probablemente tendría en aquel momento las pupilas más grandes incluso que el globo ocular, lástima no poder distinguirlas...
- Bien, imagino que todos son conscientes de la llamada de auxilio que realizó el shinigami del quinto escuadrón Amai Satou antes del enfrentamiento, desconozco que fue lo ocurrido hasta entonces, sin embargo el capitán Hayato y yo nos dirigimos a responder dicha llamada. - Hizo una pausa mientras tosía levemente - Cuando atravesamos el dangai pudimos observar como en escena habían tres shinigami, una de ellos era Hikifune Hatsushiki, shinigami del noveno escuadrón, los otros dos restantes llevaban vestimentas e insignias del primer escuadrón, sin embargo y gracias a mi visión especial descubrimos al instante que eran dos Espada... una mujer y un hombre, demasiado extravagante debo añadir. Tras un breve intercambio de palabras, en su mayoría burlas irrespetuosas por parte de los encubiertos, el capitán Hayato entabló batalla mientras yo mismo pedía tanto refuerzos como una liberación del límite que, desconozco la razón, nunca llegó. Trás una interminable batalla, tanto física como verbal, apareció en escena el aquí presente Shihoin Kato.
>>Si no os importa le cederé el resto de la historia al teniente Kato puesto que mi condición no es muy favorable en éstos momentos, desconozco las intenciones que pudieran tener dichos Espada, siento no ser muy esclarecedor acerca de éste asunto
La realidad por la que no deseaba seguir con la historia era que no estaba para nada tranquilo con lo que había presenciado en europa de las acciones del teniente Kato y, tanto para no ponerle en una situación violenta como para no crear conflictos innecesarios prefería dejarle al mismo explicar sus propias acciones y las razones que le habían motivado - si es que no lo había contado ya en la misma reunión antes de que Katsu apareciese.
- Si nadie tiene ninguna pregunta, debería retirarme a descansar si no me necesitan más...
Tras esta frase se quedó apoyado en la muleta restante observando los diferentes reiatsu de la reunión, se podía sacar mucho del estado de ánimo de una persona sólamente observando las fluctuaciones de reiatsu que tenía en cada momento...
Ryuga Katsu- Post : 58
Edad : 33
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
La espera se estaba haciendo eterna, como la creciente angustia del Shihoin. Kato sabía que esperar a que los capitanes llegasen a dar explicaciones de lo ocurrido y dirigir la reunión era posponer lo inevitable. Debía ser responsable para con su puesto y asumir sus errores. Debía levantarse y dar explicaciones por todo aquello y así lo hizo, claro que no era fácil. Con ambos puños apoyados en la mesa y mirando hacia ella, parecía buscar fuerzas en lo más profundo de su ser para comenzar su relato.
Obvió el arrebato colérico de Lyra, pensando para sí que no era el único con los ánimos en tensión, aunque, por supuesto, el Shihoin desconocía que aquel fuera el estado natural del Teniente del Tercero. Las palabras de Washiru resonaron en su cabeza mientras intentaba recabar fuerzas para intervenir. El altivo noble parecía haberle leído el pensamiento dadas sus demandas.
No podía esperar más, debía asumir su responsabilidad en el asunto. Mordiéndose un labio, aun con la cabeza gacha, fue ordenando la serie de acontecimientos que le habían llegado hasta el Mundo Humano. El aviso de que habían encontrado el cuerpo de Karaiko-sama, su inspección, el rastreo de aquel reiatsu arrancar. Recordar todo aquello, sabiendo que la mayor parte no era más que un engaño de sus enemigos volvió a desviar la atención del Shihoin. Éste agitó su cabeza y golpeo la mesa con sus puños. No con demasiada brusquedad, pero sí lo suficiente para poder centrarse y, ya de paso, reclamar la atención de la sala:
— Está bien. Dadas las circunstancias en las que todo se ha desarrollado, será mejor que comience yo las explicaciones. — comenzó, en tono serio y solemne, de esos que pocos salen de su boca. — Querría haber esperado a que llegara Katsu para explicar todo con más detalle, ya que estuvo desde el principio en Europa, incluso antes de que yo... — Pero no pudo acabar su frase, pues la atención de todos fue desviada por el crujir del gran portón que volvía a abrirse.
Esta vez sin llamar y habiendo llegado ya todos los participantes de la reunión, no fue extraño que aquel sonido captara la mirada de todos los tenientes y detuviera tempranamente la explicación del Shihoin. La maltrecha figura del Teniente irrumpió en la Sala de Reuniones, seguida del resonar de su muleta contra el suelo. Parecía que su amigo Sakurai había hecho un gran trabajo, pero seguía siendo obvio que no debía estar allí. Al menos sus sanguinolentos vendajes y las muletas parecían indicar que no.
Sin más demora, Katsu se acercó al resto de Tenientes y comenzó la explicación que Kato no había podido ni comenzar. Éste, sabiendo que él había llegado mucho después que el teniente del Séptimo, no tuvo mucho reparo en dejarle hablar, por lo que se irguió, relajando su figura:
Comenzó relatando como habían descendido al Mundo Humano en respuesta al aviso de su Tercer Oficial y amigo Satou. Cuando escuchó pronunciar de nuevo el nombre de aquella pobre shinigami no pudo continuar mirando, desviando por unos segundos la mirada hacia el vacío. Pero pronto volvió a mirar a Katsu, pues los arrancars fueron nombrados. Cada vez se acercaba más el momento en el que Kato detuvo el ataque del Capitán de Katsu, Kobayashi Hayato. El Shihoin se debatía entre detener a Katsu para entonces, y explicar sus razones para aquello, o dejar que él se tomase la libertad de contar su versión, para que Kato, luego, pudiera rebatirla.
Y ahí estaba, su nombre había aparecido y ahora todos lo miraban. La presión volvía, tan pesada como minutos atrás. Kato no tuvo que tomar ninguna decisión, pues el mismo Katsu fue quien le cedió su palabra. El Shihoin no sabía muy bien si sería por respeto o más bien por no saber cómo explicar lo que ocurrió a continuación, pero no le importaba. Sabía que aquella era la mejor opción, por lo que buscó la mirada de Katsu antes de comenzar y dedicó media sonrisa cómplice, en señal de agradecimiento. El invidente teniente pidió permiso para irse, pues no parecía muy repuesto de sus heridas aun. Kato echó una mirada a Aoki, esperando que éste lo entendiera. Debía intentar mantener a Katsu en la sala y quién mejor que el teniente del Cuarto Escuadrón para cuidar de él.
— Está bien, continuaré yo el relato. — hizo entender Kato, volviendo a mirar hacia abajo por unos segundos. Los hechos de aquella jornada daban vueltas en su mente cual torbellino de imágenes. Cerró los ojos un segundo y organizó sus ideas. Debía ser lo más claro posible: — Si bien es verdad que acabé encontrándome con Hayato y Katsu en el Mundo Humano, mis motivos para haber llegado hasta allí eran muy diferentes. — hizo una pausa y tomó aire. Su cara debía verse tan extraña, pues raramente estaba tan serio como entonces. — Horas antes de descender al Mundo Humano, fui llamado con urgencia para que me desplazara al Rukongai: el cuerpo de Karaiko-sama, dado por perdido en combate, había aparecido en el Zaraki. — Kato realizó una nueva pausa, dejando tiempo a los tenientes para asimilar aquella información, impactante cuanto menos, para los que aun no sabían nada al respecto. Además podría usar aquel silencio para observar la reacción de sus compañeros y reconducir de una manera u otra sus siguientes palabras. — Cuando llegué al Rukongai, analicé el cuerpo lo mejor que pude y, tal y como me dijeron, las causas de la muerte eran, cuanto menos, extrañas. Se le había absorbido, al parecer, todo su reiatsu. Con un poco de concentración pude encontrar una traza de reiatsu hollow. Lo seguí pero se perdió por un instante. Una Garganta, sin duda. — miró levemente a Akira, asintiendo. — El Teniente Akira podrá comentarnos qué descubrió a partir de ahí sobre ella. — comentó, aunque no dejó pie a que él interviniera aun. — Pedí que llevaran el cuerpo a la Cuarta Sección y que lo examinaran mejor. Fui a hablar con el Comandante para informarle de lo ocurrido y me dio permisos para bajar y revocar el limitador en el momento que lo viese oportuno. Volví junto al cadáver, al cual le habían extraído los restos de reiatsu arrancar. Los rastreé con Kido y me llevó justo al punto donde Hayato y Katsu se enfrentaban a los dos Espadas.
Debía hacer una pausa. Demasiada información de golpe, sí, pero además debía pulir bien sus siguientes palabras. No quería que aquello sonase a escusa, pero debía intentar racionalizar su comportamiento, por muy errado que acabase siendo. Debía demostrar a todos en la sala que seguía comprometido con su cargo y que se aceptaba las responsabilidades de éste, tanto para lo bueno como para lo no tan bueno. Difícil tarea tras aquel garrafal error. Insufló una amplia bocanada de aire a sus pulmones, intentando calmarse.
— Lo que ocurrió a continuación... — balbuceó. — Analizándolo con perspectiva, entiendo que fue un error, pero intentaré poneros en mi lugar para que comprendáis mi decisión. — otra pequeña pausa y otro suspiro ahogado. — Nada más cruzar el Dangai, la situación se planteaba algo complicada. Mi misión era dar con el responsable de la extraña muerte del Capitán y traerlo de vuelta a la Sociedad de Almas para intentar sonsacarle toda la información necesaria como para arrojar un poco de luz sobre este feo asunto. Desde la distancia no pude llegar a diferenciar el reiatsu residual que tenía el cuerpo. Por lo que sabía podría ser el de cualquiera de los dos arrancars. Uno parecía hablar, por ahora, con Katsu. Sin embargo el otro se enfrentaba a Kobayashi-taicho, y este estaba a punto de asestarle un golpe, posiblemente mortal. — Kato recorrió los rostros de los que le escuchaban, uno por uno, en la enésima pausa de su relato. Agachó la cabeza un segundo, algo avergonzado, pero de inmediato la elevó de nuevo. "Debo asumir la responsabilidad de mi error", se repetía una y otra vez. — Actué instintivamente y detuve aquel golpe del Capitán. — Al fin podía confesarlo públicamente, lo que ya de por sí era una gran liberación de la tensión que sostenía. Observó con estupor, de nuevo, la reacción de sus oyentes. — Al momento comprendí que no era su reiatsu, por lo que me dirigí hacia el otro Espada. En ese momento no me percaté de mi error. No hay escusas para lo que hice, pero supongo que volvería a hacerlo, pues la Memoria de Karaiko-sama, a mi juicio, estaba en juego.
Aquel último apunte no estaba previsto, pero Kato comprendió que había salido de lo más profundo de su ser. No se tenía por una persona pasional, pero desde la perspectiva del tiempo pasado, comprendía que su deseo por encontrar respuestas y honrar a su mentor había estado por encima de su razón. Asumía su responsabilidad y se arrepentía por ello, pero en lo más profundo de su corazón se vanagloriaba por haber seguido aquel sentimiento. En aquel momento, parecía que lo demás carecía de importancia, pero Kato sabía que debía concluir su informe, y a ello se puso.
— Tras aquello, sólo llegaron malas noticias. — continuó Kato, con un tono tan frío que podría helar el ambiente. — Pronto nos superaron en número. Katsu se enfrentó a un poderoso arrancar. Con el limitador no pudo impedir acabar como acabó. — Fue un acto reflejo, pero su mirada se posó por un segundo en la teniente de Chiesa. Kato cargaba con todo el peso de la fallida misión, por voluntad propia, porque su personalidad y principios se lo dictaminaban. Ni tan si quiera pensaba en las responsabilidades de los demás, aunque era obvio que también las tenían. — Hayato luchó como pudo contra su rival, mientras que yo intentaba sacar algo de información a mi sospechoso. Continuaron llegando arrancars, y todo acabó con la salida en desbandada de todos, llevándose a la pobre Hatsushiki con ellos y dejando a un arrancar como distracción. Está recluido en mi Escuadrón a la espera de nuevas órdenes.
Suspiró, al fin, habiendo pasado el primer mal trago del día. Aunque no el único. Tarde o temprano tendría que rendir cuentas frente a Hayato y el mismísimo Comandante. Había acabado algo frío todo aquello. El secuestro de aquella joven pesaba en lo más profundo de su ser y tenía la impresión de que no se había visto así. No le importaba, pero igualmente necesitaba remarcar algo:
— Asumiré las consecuencias de mi error, desde el fallo en la misión y las heridas de todos los que en ella participaron, hasta el secuestro de la joven shinigami. — su cara no podía mostrar mayor congoja. El peso sobre sus hombros parecía vencer su voluntad. Se repuso, y tomó fuerzas, mirando a todos y cada uno de los allí presentes: — Eso que os quede claro. — finalizó, en el más sincero tono de su voz.
______________________________________
[OFF]
Lo he estado hablando con Chiesa y Okami, y creemos que debería postear yo ahora para dar la explicación que ha comenzado Katsu, sino sería ir roleando "en vacío" como hasta ahora.Yo iré haciendo el post, que es larguito, pero si alguien no está de acuerdo con ello que avise por aquí o por MP y me espero... ^^ Sigo diciendo que si os parece injusto el salto de turno avisad y borro el post. Los turnos quedan así:
Hibari
Gennosuke
Seikuro
Erienne
Akira
Taiga
Aoki
Lyra
Noriko
Kenzo
Washiru
Katsu
Kato
Debate sobre el estado de las Reuniones, iniciado por Akira, movido a aquí.
Obvió el arrebato colérico de Lyra, pensando para sí que no era el único con los ánimos en tensión, aunque, por supuesto, el Shihoin desconocía que aquel fuera el estado natural del Teniente del Tercero. Las palabras de Washiru resonaron en su cabeza mientras intentaba recabar fuerzas para intervenir. El altivo noble parecía haberle leído el pensamiento dadas sus demandas.
No podía esperar más, debía asumir su responsabilidad en el asunto. Mordiéndose un labio, aun con la cabeza gacha, fue ordenando la serie de acontecimientos que le habían llegado hasta el Mundo Humano. El aviso de que habían encontrado el cuerpo de Karaiko-sama, su inspección, el rastreo de aquel reiatsu arrancar. Recordar todo aquello, sabiendo que la mayor parte no era más que un engaño de sus enemigos volvió a desviar la atención del Shihoin. Éste agitó su cabeza y golpeo la mesa con sus puños. No con demasiada brusquedad, pero sí lo suficiente para poder centrarse y, ya de paso, reclamar la atención de la sala:
— Está bien. Dadas las circunstancias en las que todo se ha desarrollado, será mejor que comience yo las explicaciones. — comenzó, en tono serio y solemne, de esos que pocos salen de su boca. — Querría haber esperado a que llegara Katsu para explicar todo con más detalle, ya que estuvo desde el principio en Europa, incluso antes de que yo... — Pero no pudo acabar su frase, pues la atención de todos fue desviada por el crujir del gran portón que volvía a abrirse.
Esta vez sin llamar y habiendo llegado ya todos los participantes de la reunión, no fue extraño que aquel sonido captara la mirada de todos los tenientes y detuviera tempranamente la explicación del Shihoin. La maltrecha figura del Teniente irrumpió en la Sala de Reuniones, seguida del resonar de su muleta contra el suelo. Parecía que su amigo Sakurai había hecho un gran trabajo, pero seguía siendo obvio que no debía estar allí. Al menos sus sanguinolentos vendajes y las muletas parecían indicar que no.
Sin más demora, Katsu se acercó al resto de Tenientes y comenzó la explicación que Kato no había podido ni comenzar. Éste, sabiendo que él había llegado mucho después que el teniente del Séptimo, no tuvo mucho reparo en dejarle hablar, por lo que se irguió, relajando su figura:
Comenzó relatando como habían descendido al Mundo Humano en respuesta al aviso de su Tercer Oficial y amigo Satou. Cuando escuchó pronunciar de nuevo el nombre de aquella pobre shinigami no pudo continuar mirando, desviando por unos segundos la mirada hacia el vacío. Pero pronto volvió a mirar a Katsu, pues los arrancars fueron nombrados. Cada vez se acercaba más el momento en el que Kato detuvo el ataque del Capitán de Katsu, Kobayashi Hayato. El Shihoin se debatía entre detener a Katsu para entonces, y explicar sus razones para aquello, o dejar que él se tomase la libertad de contar su versión, para que Kato, luego, pudiera rebatirla.
Y ahí estaba, su nombre había aparecido y ahora todos lo miraban. La presión volvía, tan pesada como minutos atrás. Kato no tuvo que tomar ninguna decisión, pues el mismo Katsu fue quien le cedió su palabra. El Shihoin no sabía muy bien si sería por respeto o más bien por no saber cómo explicar lo que ocurrió a continuación, pero no le importaba. Sabía que aquella era la mejor opción, por lo que buscó la mirada de Katsu antes de comenzar y dedicó media sonrisa cómplice, en señal de agradecimiento. El invidente teniente pidió permiso para irse, pues no parecía muy repuesto de sus heridas aun. Kato echó una mirada a Aoki, esperando que éste lo entendiera. Debía intentar mantener a Katsu en la sala y quién mejor que el teniente del Cuarto Escuadrón para cuidar de él.
— Está bien, continuaré yo el relato. — hizo entender Kato, volviendo a mirar hacia abajo por unos segundos. Los hechos de aquella jornada daban vueltas en su mente cual torbellino de imágenes. Cerró los ojos un segundo y organizó sus ideas. Debía ser lo más claro posible: — Si bien es verdad que acabé encontrándome con Hayato y Katsu en el Mundo Humano, mis motivos para haber llegado hasta allí eran muy diferentes. — hizo una pausa y tomó aire. Su cara debía verse tan extraña, pues raramente estaba tan serio como entonces. — Horas antes de descender al Mundo Humano, fui llamado con urgencia para que me desplazara al Rukongai: el cuerpo de Karaiko-sama, dado por perdido en combate, había aparecido en el Zaraki. — Kato realizó una nueva pausa, dejando tiempo a los tenientes para asimilar aquella información, impactante cuanto menos, para los que aun no sabían nada al respecto. Además podría usar aquel silencio para observar la reacción de sus compañeros y reconducir de una manera u otra sus siguientes palabras. — Cuando llegué al Rukongai, analicé el cuerpo lo mejor que pude y, tal y como me dijeron, las causas de la muerte eran, cuanto menos, extrañas. Se le había absorbido, al parecer, todo su reiatsu. Con un poco de concentración pude encontrar una traza de reiatsu hollow. Lo seguí pero se perdió por un instante. Una Garganta, sin duda. — miró levemente a Akira, asintiendo. — El Teniente Akira podrá comentarnos qué descubrió a partir de ahí sobre ella. — comentó, aunque no dejó pie a que él interviniera aun. — Pedí que llevaran el cuerpo a la Cuarta Sección y que lo examinaran mejor. Fui a hablar con el Comandante para informarle de lo ocurrido y me dio permisos para bajar y revocar el limitador en el momento que lo viese oportuno. Volví junto al cadáver, al cual le habían extraído los restos de reiatsu arrancar. Los rastreé con Kido y me llevó justo al punto donde Hayato y Katsu se enfrentaban a los dos Espadas.
Debía hacer una pausa. Demasiada información de golpe, sí, pero además debía pulir bien sus siguientes palabras. No quería que aquello sonase a escusa, pero debía intentar racionalizar su comportamiento, por muy errado que acabase siendo. Debía demostrar a todos en la sala que seguía comprometido con su cargo y que se aceptaba las responsabilidades de éste, tanto para lo bueno como para lo no tan bueno. Difícil tarea tras aquel garrafal error. Insufló una amplia bocanada de aire a sus pulmones, intentando calmarse.
— Lo que ocurrió a continuación... — balbuceó. — Analizándolo con perspectiva, entiendo que fue un error, pero intentaré poneros en mi lugar para que comprendáis mi decisión. — otra pequeña pausa y otro suspiro ahogado. — Nada más cruzar el Dangai, la situación se planteaba algo complicada. Mi misión era dar con el responsable de la extraña muerte del Capitán y traerlo de vuelta a la Sociedad de Almas para intentar sonsacarle toda la información necesaria como para arrojar un poco de luz sobre este feo asunto. Desde la distancia no pude llegar a diferenciar el reiatsu residual que tenía el cuerpo. Por lo que sabía podría ser el de cualquiera de los dos arrancars. Uno parecía hablar, por ahora, con Katsu. Sin embargo el otro se enfrentaba a Kobayashi-taicho, y este estaba a punto de asestarle un golpe, posiblemente mortal. — Kato recorrió los rostros de los que le escuchaban, uno por uno, en la enésima pausa de su relato. Agachó la cabeza un segundo, algo avergonzado, pero de inmediato la elevó de nuevo. "Debo asumir la responsabilidad de mi error", se repetía una y otra vez. — Actué instintivamente y detuve aquel golpe del Capitán. — Al fin podía confesarlo públicamente, lo que ya de por sí era una gran liberación de la tensión que sostenía. Observó con estupor, de nuevo, la reacción de sus oyentes. — Al momento comprendí que no era su reiatsu, por lo que me dirigí hacia el otro Espada. En ese momento no me percaté de mi error. No hay escusas para lo que hice, pero supongo que volvería a hacerlo, pues la Memoria de Karaiko-sama, a mi juicio, estaba en juego.
Aquel último apunte no estaba previsto, pero Kato comprendió que había salido de lo más profundo de su ser. No se tenía por una persona pasional, pero desde la perspectiva del tiempo pasado, comprendía que su deseo por encontrar respuestas y honrar a su mentor había estado por encima de su razón. Asumía su responsabilidad y se arrepentía por ello, pero en lo más profundo de su corazón se vanagloriaba por haber seguido aquel sentimiento. En aquel momento, parecía que lo demás carecía de importancia, pero Kato sabía que debía concluir su informe, y a ello se puso.
— Tras aquello, sólo llegaron malas noticias. — continuó Kato, con un tono tan frío que podría helar el ambiente. — Pronto nos superaron en número. Katsu se enfrentó a un poderoso arrancar. Con el limitador no pudo impedir acabar como acabó. — Fue un acto reflejo, pero su mirada se posó por un segundo en la teniente de Chiesa. Kato cargaba con todo el peso de la fallida misión, por voluntad propia, porque su personalidad y principios se lo dictaminaban. Ni tan si quiera pensaba en las responsabilidades de los demás, aunque era obvio que también las tenían. — Hayato luchó como pudo contra su rival, mientras que yo intentaba sacar algo de información a mi sospechoso. Continuaron llegando arrancars, y todo acabó con la salida en desbandada de todos, llevándose a la pobre Hatsushiki con ellos y dejando a un arrancar como distracción. Está recluido en mi Escuadrón a la espera de nuevas órdenes.
Suspiró, al fin, habiendo pasado el primer mal trago del día. Aunque no el único. Tarde o temprano tendría que rendir cuentas frente a Hayato y el mismísimo Comandante. Había acabado algo frío todo aquello. El secuestro de aquella joven pesaba en lo más profundo de su ser y tenía la impresión de que no se había visto así. No le importaba, pero igualmente necesitaba remarcar algo:
— Asumiré las consecuencias de mi error, desde el fallo en la misión y las heridas de todos los que en ella participaron, hasta el secuestro de la joven shinigami. — su cara no podía mostrar mayor congoja. El peso sobre sus hombros parecía vencer su voluntad. Se repuso, y tomó fuerzas, mirando a todos y cada uno de los allí presentes: — Eso que os quede claro. — finalizó, en el más sincero tono de su voz.
______________________________________
[OFF]
Lo he estado hablando con Chiesa y Okami, y creemos que debería postear yo ahora para dar la explicación que ha comenzado Katsu, sino sería ir roleando "en vacío" como hasta ahora.
Hibari
Gennosuke
Seikuro
Erienne
Akira
Taiga
Aoki
Lyra
Noriko
Kenzo
Washiru
Katsu
Kato
Debate sobre el estado de las Reuniones, iniciado por Akira, movido a aquí.
Re: Reunión Urgente (Tenientes del Gotei 13)
Tras debatirlo entre los miembros del Staff, se ha decidido implementar la siguiente directriz en cuanto a los turnos en los posts de Reuniones:
"Cada usuario dispondrá de tres días exactos, a partir del último post, para contestar al tema en cuestión. En caso de no hacerlo, su turno pasará al siguiente usuario. Esta medida queda vigente a partir de este mismo post, y es sólo aplicable a aquellos temas englobados dentro del conjunto de las Reuniones de Tenientes, Capitanes, o sus símiles Arrancar."
Espero sepáis disculpar las molestias; hemos encaminado la medida a que los temas puedan avanzar con normalidad y fluidez. Esperamos funcione tal y como ha sido previsto.
Atte:
"Cada usuario dispondrá de tres días exactos, a partir del último post, para contestar al tema en cuestión. En caso de no hacerlo, su turno pasará al siguiente usuario. Esta medida queda vigente a partir de este mismo post, y es sólo aplicable a aquellos temas englobados dentro del conjunto de las Reuniones de Tenientes, Capitanes, o sus símiles Arrancar."
Espero sepáis disculpar las molestias; hemos encaminado la medida a que los temas puedan avanzar con normalidad y fluidez. Esperamos funcione tal y como ha sido previsto.
Atte:
El Staff de S&S
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
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