Negligencia: Vol. 1 -Ayuda Externa

Aquí irán llegando todos los que quieran ayudar en la trama, que, que yo sepa, serán:
- Kawasumi Hotaru (Tu sabrás como llegas... xD)
- Uller (Creo que ya está en el cuarto... así que pon si quieres que es despues de dejar a yamato, ahora le recojo, siento la tardanza, pero estaba organizando todo esto...)
- Kato (Lo mismo que a Hotaru...)
- Kenzo (")
- Lyra

Y se supone que ya está... Ahora os explico: Se supone que he enviado una mariposa pidiendo ayuda para un asunto importante a los escuadrones, sin dar más datos y os han enviado a vosotros (menos Uller que se lo va a encontrar de casualidad a la salida del escaudrón y los del cuarto). Así que llegais sin saber nada, y en cuanto esteis todos, os explicaré lo que pasa... ^^ Si alguno se retrasa, podrá entrar aunque sea más tarde, y se lo comentaré a los que ya estén aquí.


Loki había enviado ya las peticiones de ayuda a los demás escuadrones. Éste era un asunto que incumbía a toda la sociedad de almas, y cuantos más estuviesen trabajando en ello, más rápido podría solucionarse. Había enviado una mariposa a cada escuadrón solicitando ayuda de shinigamis disponibles, sin dar más información que la urgencia que tenía el asunto.

Fuera del escuadrón, junto a la puerta. Allí estaba Loki, y allí mismo se había citado con los posibles ayudantes, a los que aún no conocía siquiera. Quizá enviasen a treinta shinigamis que pusieran patas arribas el escuadrón en busca del culpable, o quizás solo llegasen un par de ellos, sin capacidad de dar ideas, y esto se alargase mucho más de lo deseado... Eso ahora mismo se le podría considerar una incógnita, pero había que tener fé en la ayuda de sus compañeros. El seireite podría estar en peligro por algo así, y había que solucionarlo con la mayor presteza posible.

E inmerso en sus pensamientos, ya sintió la primera presencia espiritual que se acercaba... Estaba sentado, echado contra la pared, con los ojos entrecerrados, meditando de la velocidad de lo acontecido, y abrió un solo ojo para ver la figura turbia de un shinigami acercarse... Tuvo que afinar aún más la vista para determinar quien era, si es que le conocía...

La calma pendía en el aire como el rocío en la brisa matutina. El sol templaba los tejados de las fincas a través de las tenues nubes, coloreadas, que lo envolvían con languidez. No parecía haber nadie en los amplios callejones que daban a la parte trasera del Tercer Escuadrón. Sólo una figura vestida de negro se encontraba junto a una gruesa columna, sentada en el último de los cuatro escalones mientras contaba distraídamente las fichas de madera pertenecientes a algun tipo de juego. La pintura roja y negra de los caracteres dibujados en ellas estaba medio descolorida.

-¡Aaaagh!... ¿Dónde diablos se ha metido Kano?- preguntó la mujer al aire, culminada toda paciencia. Estudió el peso de las fichas con la palma de la mano derecha, lanzándolas al aire y guardándolas en el bosillo interior de su keikogi tras atraparlas al vuelo. Estiró el cuello hacia el camino por el que siempre aparecía su compañero, pero permaneció tan desierto como segundos atrás.- Hijo de perra...

Molesta por quedarse sin partida, se puso en pie, escupió al suelo y revolvióse el cabello con vehemencia. Con lo puntual que era Kano, si no había llegado todavía era improbable que fuera a aparecer ya. Seguramente le habría surgido alguna tarea, pues era de extrañar que no acudiera cuando casi siempre era él quien ganaba.
Caminó con desgana a cumplir la ronda que le correspondía. Normalmente, como nunca sucedía nada, empleaba aquellas horas en las que debería encontrarse patrullando en actividades más lúdicas en las que solía involucrarse algun miembro de otro Escuadrón, eludiendo sus responsabilidades al igual que ella. Lo bueno que tenía el horario de la mañana, aunque tuvieran que madrugar, es que en pocas ocasiones controlaban que estuviesen cumpliendo las labores que se les encomendaba.

-Ey, Shiro-chan. ¿Qué te parece si dejo que te transformes? Podríamos entrenar un poco. Tengo ganas de darle un par de puñetazos a alguien. ¿Te hace?

"No. Si dejas que me transforme me iré a comer atsuage."

Para variar, su zanpakutoh llevándole la contraria. Al menos ese día no tendría que escuchar sus exasperantes quejas por no seguir las jugadas que le sugería. Era un compañero bastante molesto, pero al menos tenía con quién hablar. Cruzando la esquina, se topó con el mismo ambiente deshabitado que dejaba atrás. Planeaba escabullirse hacia el Rukongai cuando percibió el aleteo de una Mariposa Infernal un par de calles más abajo. Sin dudarlo, salió disparada en aquella dirección. La perspectiva de que hubiera sucedido algun incidente producía un efecto entusiasmador en mitad de aquella aburrida mañana. Para su sorpresa, que simplemente pretendía seguirla para ver si podía curiosear el mensaje una vez arribado ante el destinatario, el insecto se volvió hacia ella al distinguirla y se posó sobre su blanca cabellera. El anuncio fue breve y conciso:

"A las fuerzas disponibles del Gotei 13: Se requiere su presencia inmediata en las dependencias de la Cuarta División."

Tras dar el aviso, la mariposa despegó y prosiguió vuelo, suponiéndose que a comunicar el recado al resto de shinigamis de aquella zona. Hotaru, que siguió su trayectoria con la mirada hasta perderla de vista, se preguntó qué cosa tan importante habría sucedido para llamarlos a aquellas horas. Con un encogimiento de hombros dio media vuelta y se apresuró hacia el Escuadrón de asistencia médica.

-Juas, ¿la habrá palmado el Comandante?

"...No parece que esa idea te disguste"

-¿Qué quieres que te diga? Ya que se murieron los Capitanes, podría hacerlo el viejo.

"¡Hotaru! Estás loca, ¿y si te oye alguien?"

-Me gusta pensar en voz alta- se sonrió, pagada de sí misma-. Encuentro que tengo una voz jodidamente preciosa.

Sin embargo, quedando ya cerca su destino, no continuó con los comentarios inadecuados. A lo lejos podía distinguir una vigorosa silueta clavada junto a la entrada. Aminorando el paso, miró si había alguien más por allí, pero parecía haber sido la primera en llegar. Una vez frente al inmenso shinigami de tez oscura, saludó con un gesto informal, alzando levemente la barbilla.

-Buenas, grandullón. Espero que la idea vaya de patearle el culo a alguien, porque a mí el temita de recibir un cursillo de primeros auxilios no me va. ¿Tú qué dices?

Siempre igual…Yamato herido y alguien tenía que encargarse de devolverlo a la SS…siempre igual…siempre salía herido, si bien se recuperaba siempre, esta vez no pude evitar preocuparme por él, aunque fuera muy poco. Lo dejé en manos de Aoki, el sabría curarlo, por mi parte decidí abandonar el cuarto escuadrón y continuar con mis tareas en el tercer escuadrón, terminar mi ronda asignada, ronda que dejé a medio terminar cuando tuve que ir hacia Niza.

Caminé un poco perezoso por los pasillos del cuarto escuadrón, mirando un poco de reojo dentro de las habitaciones por si reconocía a algún enfermo, no fue así, solo podía distinguir rasos y mas rasos, simples Shinigamis noveles.

No tardé en llegar a la salida y ver a un Shinigami sentado, como si estuviera esperando a alguien, en la lejanía divisaba una joven de cabello blanco…la conocía…era subordinada mía, del tercer escuadrón, solía gustarle vaguear, cosa que no era demasiado extraña en el tercer escuadrón, al fin y al cabo dicen que es el escuadrón al que van todos los fracasados. Si quería hacer que la opinión pública cambiara debería empezar por instruir correctamente a los novatos, y ella me estaba dando más trabajo que nadie, su actitud ante el trabajo dejaba mucho que desear, y ya ni hablar de su respeto por las tradiciones y cargos, sería algo que debería arreglar en algún momento, pero por ahora prefería enterarme de que estaba ocurriendo, por qué no estaba haciendo su ronda y castigarla si no había razón para que estuviera aquí.

No tardó en llegar después Lyra, el teniente del escuadrón e intimo amigo mío, una de las razones principales de que pertenezca al tercer escuadrón. No tardó en agarrar a Hotaru intentando disciplinarla, aunque el tiempo había mostrado que la agresividad no funcionaba con ella. Me acerco al grupo con cara preocupada, no era habitual que tantos Shinigamis del tercer escuadrón estuvieran aquí.

- Lyra, que ocurre? – Digo sin siquiera mostrar respeto…al fin y al cabo éramos amigos, y él ni siquiera se preocupaba por qué no lo llamara con el respeto que se ha de brindar a un teniente. [color=Gray]- ¿Qué hace todo el mundo aquí?

[Si, siento el post corto y haber tardado en postear.]

Shiba Akemaru había acompañado a Sha y a Suzuhara Sakurai hasta la puerta del escuadrón, y más allá de la puerta se escuchaba un poco de barullo.

Sharessu abrió la puerta de una forma un tanto ruda, casi de un golpe con la palma abierta, quizás no fue el mejor modo para irrumpir en aquel momento, pero estaba algo enojada. Ahora el cuarto escuadrón sería inspeccionado, y no solo a ella, si no también a sus compañeros, los cuales no habían cumplido bien su labor. Por ello seguro que más de uno acabaría con un severo castigo.

En aquel sitio, a las afueras del escuadrón se encontraba Loki, otra excepción del cuarto escuadrón, podrían pasar perfectamente por miembros del onceavo. En este tipo de excepciones se encontraban ella misma, su compañero Suzuhara y hasta el propio capitán. Sin duda pensarían que somos guardaespaldas o simples matones antes que unos curanderos.

Miró a todos y a cada uno de ellos, pero solo conocía al teniente Lyra, del tercer escuadrón, quizás sus acompañantes eran de su mismo escuadrón. Tampoco le importaba demasiado si es que iban a cumplir con su cometido a ayudar al cuarto, sin duda si hacen bien su trabajo el cuarto iba a deberles un gran favor.

- Mi nombre es Komori Sharessu – miró de nuevo uno a uno de arriba abajo- Me podéis llamar Komori – Nunca nadie salvo sus propios hermanos le habían llamado por su nombre. – Un shinigami ha sido asesinado, o al menos todas las pruebas lo indican – hizo una pausa – Necesitamos toda vuestra cooperación en este caso. La victima se llamaba Ryuga Katsu, teniente del séptimo escuadrón. Makihara Kuromachi fue el que encontró el cadáver y nos aviso hace escasos veinte minutos. La guardia anterior al suceso la hicieron mis compañeros Loki y Sei – dijo tendiendo la mano hacia Loki para hacerles ver que él era uno de los nombrados – Que aseguran que estaba vivo cuando terminaron su guardia – miró de reojo con una mirada maliciosa hacia Loki – La guardia nocturna corría por parte de los shinigamis Suzuhara Miki e Inuzuki Ren. No tengo mucho más que deciros al respecto. Simplemente trazar un plan para no ir los mismos a entrevistar a las mismas personas ni a inspeccionar por los mismos sitios. Os recomiendo ir en parejas o en un grupo pequeño, por si hay algún percance – Dijo de nuevo mirando a los presentes como si otro más fuese a resultar herido.

Después de toda la charla, miró a su compañero Suzuhara, nunca se podía apreciar la expresión con la que Sha miraba a las personas, siempre estaba en dos estados, seria o de mal humor, o al menos eso parecía, pocas veces había cambiado su expresión.

- Podrías haberme ayudado en la charla – dijo como si le hubiese dejado tiempo a decir palabra

Al fijar la vista vió como se acercaba el contoneo de las caderas de una chica de pelo abultado y blanco como la nieve. Hay que decir que era el detalle más característico. Bueno, eso mientras no abriese la boca, porque para cuando despegó sus labios, sonó atronadora. Parecía feliz, contenta y radiante, con una pizca de enfado, quizá por requerir su presencia a estas horas de la mañana inhumanas. ¿Y qué importa eso para un shinigami?

Antes de poder contestarle, apareció uno más. Este si era fácilmente reconocible, ya que el tercer escuadrón se había ganado cierta fama, de mano del propio Lyra, que fue quien cogió a la chica del borde del Keikogi. El chico, aunque bastante rudo en su actuar, tenía un cuerpo esbelto y estilizado, era un maniquí con vida. Y éste fue quien se disculpó de parte de la albina.

El agetreo consiguió arrancarle una sonrisa al grandullón, después de todo lo vivido en el escuadrón en tan poco tiempo, y como si estuviesen jugando a algo o contando chistes, cuando Uller entró en escena, Loki se reía y los otros dos se disculpaban de una manera realmente cómica. Parecía una reunión entre amigos. A Uller no lo conocía, y a simple vista, era un fornido shinigami, que en un principio confundió con uno del cuarto, ya que salía de dicho escuadrón y a decir verdad no desentonaba.

- Señores, encantado de conoceros… - Comenzó tras carraspear un poco para llamar la atención del revoltoso grupo. - Mi nombre es Loki, a secas, y verán… - y justo cuando se dispuso a explicar la tensa situación dentro del escuadrón, las puertas se reabrieron de par en par, de un golpe. Si, una forma más eficaz para llamar la atención que el carraspeo de toda la vida, aunque Loki era más… clásico.

Al otro lado, saliendo, Komori Sharessu que no tardó en presentarse, y en explicar la situación de un modo breve y contundente, y seguidamente, reprochar al Suzuhara que iba un paso por detrás suya que no le hubiese ayudado en su discursillo. Para eso tendría que haberla interrumpido, pues desde que comenzó su retaila, no se calló, empalmando la presentación, la explicación y el preproche todo de corrido. Quedaba ya poco que decir para el casi acobardado Loki. Esa mujer sabía imponerse, y no hizo más, que apartar las sospechas de sí mismo como buenamente pudo.

- Sé que habrá interrogatorios, pero he de decir que al final de mi guardia, siempre - palabra en la cual hizo especial hincapié - reviso las habitaciones en las que están los shinigamis más importantes… - Y guardó un respetuoso silencio para, o bien contemplar la reacción de los “invitados”, o bien para darle pie a la defensa del pobre Sakurai, avasallado sin lugar a posible reacción.

[OFF: Dios Hotaru! Dime qué es Atsuage y donde puedo comprarlo. Necesito probar ESO!!!! Y, señorita Komori, de hecho hace un par de días, Loki era del undécimo xDDD]

Al sentir que alguien la agarraba por el uniforme, Hotaru alzó el puño derecho con intención de golpear, pero se detuvo al identificar al Teniente del Tercer Escuadrón. Su expresión se demudó de inmediato, dedicándole una burlona y amplia sonrisa a su superior. Lejos de amilanarse por su severa mirada, soltó una risilla cargada de mofa. Sabía lo poco que le gustaba a Lyra enfadarse, y personalmente encontraba que el rubio estaba mucho más divertido viéndose frustrado por ello, mientras trataba de disimular su rabia.

-Wonderu-woru fukutaicho... Pareces irritado esta mañana- exclamó, y bajando la voz para que solamente él la escuchara, casi pegando su rostro al suyo, preguntó- El aviso te ha despertado en mitad de un sueño húmedo, ¿no?

Quizá como castigo a este comentario, Lyra empujó su cabeza con más rudeza de la necesaria, obligándola a inclinarla como muestra de arrepentimiento. Negándose a demostrar tal docilidad, la shinigami se escabulló de su agarre y se apartó de él, dándole la espalda a la puerta del Cuarto Escuadrón, justo por donde aparecía Uller en ese momento.

-No toques tanto, jefe, a ver si te va a acabar gustando-. Pellizcó el cuello de su keikogi, que había quedado torcido por el breve forcejeo, y con un ademán de su clara cabeza dio por saludado al Oficial de su División. El hombre llamado Loki inició un discurso en el que solamente le dio tiempo a presentarse pues, de pronto, entró en escena una mujer de aspecto imponente que lucía cara de pocos amigos. Hotaru escuchó con creciente interés el motivo por el que fueron llamados, especialmente porque se trataba del asesinato de un Teniente, cosa bastante alarmante. No le entristeció lo más mínimo la noticia, a pesar de que podía recordar bien quién era Ryuga Katsu; alguien que llegara a ocupar un puesto alto a pesar de poseer una tara física como la ceguera se merecía como mínimo su atención, pero una vez muerto lo más estúpido que podían hacer era perder el tiempo lamentándose.

-¡Já! La habéis hecho buena los del Cuarto. Han matado a un Teniente delante de vuestras narices y ni os habéis enterado hasta que el fiambre estaba frío- mostrando una falta total de tacto, rió sin importarle que su comportamiento fuera tomado como una ofensa. Se paseó con sus andares de superioridad, sin borrar la mueca desafiante que surcaba sus facciones. Le daba lo mismo si Lyra volvía a llamarle la atención, era evidente que la seguridad del Escuadrón de Sanación dejaba mucho que desear si se permitían tamaño descuido como aquel. Parándose en seco, fijó sus ojos en Sharessu, que había sido la que más detalles había aportado por el momento-. No hace falta ir muy lejos para interrogar a nadie. ¿Dónde están esos dos shinigamis que realizaban la guardia en la que ocurrió? Joder, es evidente que ha sido cosa de ellos. ¡Que los traigan y ya me encargo yo de que confiesen! De todas formas no los querréis vivos después de haberla fastidiado de ese modo. Si el actual Capitán del Séptimo es como Tsukiho, no me extrañaría que pidiera las cabezas de ese par de inútiles.

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[Off Rol]: Lamento que Hotaru sea tan toca moral xD
Aoki, el atsuage es una variedad de tofu frito, que puede ir relleno. En algun japo de tu ciudad seguro que tienen, o en los almacenes de comida asiática deben vender los ingredientes ^^ La cosa es que en el pasado, cuando se creía que los zorros tenían poderes, decían que la gente que era poseída por uno sufría un antojo bestial por el tofu xD por eso a Shiro-chan le encanta <3

Se podría decir que aquella mañana estaba perfecta, por lo menos en cuanto al clima y al estado del tiempo. Los tibios rayos del sol atravesaban sin mucho problema las leves y esporádicas nubes blancas que le brindaban algo de contraste a la unicidad del color celeste a la extensión del firmamento en ese día. Sol y buen clima combinado sin demasiadas tareas que hacer dentro del octavo escuadrón probablemente significaba que Kenzo caminaría vagando por el escuadrón ordenándoles a sus subordinados que limpien lo que se encontraba sucio, que reparen tal y cual cosa… todo ese tipo de actividades que rayaban en la irrelevancia y significación. Aquella faena le tomaría quizás parte de la mañana teniendo luego tiempo suficiente para una buena práctica con su zampaktou… pero en realidad uno nunca sabe que irá a pasar, eso quedó demostrado.

Kenzo estaba tranquilamente platicando con una de las muchachas mas atractivas del escuadrón, una tertulia que estaba teniendo resultados bastante favorables, provechosos si uno consideraba que habían pactado un encuentro nocturno más tarde aquel mismo día. El coqueteo de la muchacha era evidente y Kenzo no haría nada para disuadirla de sus intenciones. Otros de los compañeros del escuadrón los miraban con curiosidad, todos ellos eran unos metiches de primera… quizás irían con el chisme hasta el capitán, el teniente al percatarse de aquello les lanzó un Hadou, nada muy grave para dañarlos y lo suficiente para causar algún destrozo y hacer que luego ellos lo reparen, así estarían ocupados y harían algo productivo con su tiempo.

En aquel momento una mariposilla llegó alegremente con un mensaje no tan oportuno dadas las circunstancias. Ayuda inmediata a las dependencias del cuarto escuadrón… para ser sinceros la idea de enviar al tercero al mando fue la primera que se le paso por la mente pero luego sintió la mirada de la chica sobre él, esperando su reacción, esperando que aceptase como representante de ese escuadrón después del Taichou. Kenzo pudo ver todo aquello en sus ojos y pues, simplemente no podía decepcionarla. Se despidió de ella con un beso en la comisura de los labios y le dejó los asuntos pendientes al tercero al mando, por lo menos serviría de alguna utilidad.

Salió en una serie de Shumpos, mientras más rápido llegara sería mejor, se enteraría más rápido de todo y ayudaría a resolver el problema. La curiosidad rápidamente invadió su mente, quizás aquella “misión” sería mucho más interesante de lo esperado, algo de entretención en medio de la monotonía rutinaria de un día normal. No le tomaría mucho tiempo mas en llegar, tenía el cuarto escuadrón en el horizonte de su mirada fija, no se distraería con el entorno.

Al llegar notó una pequeña congregación de gente, un teniente, Lyra , era el único que podía reconocer con facilidad. Este estaba corrigiendo a su subordinada de una manera sumamente cómica para Kenzo, hizo esfuerzo para no reír sonoramente ya que prefería presentarse de forma mas convencional, nada demasiado llamativo. Había llegado en el momento preciso en el que una guapa muchacha del cuarto escuadrón explicaba de forma general lo que había pasado. Una muerte en medio de la vista de todos?, menuda situación.

-Hola a todos… perdón por la “tardanza”, no es necesario un resumen, ya escuché lo que han comentado- les dijo mientras miraba a todos los que se habían congregado. La subordinada de Lyra no estaba nada mal, también le pareció bastante atractiva, había tenido suerte. Ademas parecía sentir la libertad necesaria para poder expresarse con comodidad y en cierto punto tenía razón, la verdad es que la habían regado, un muerto en su guardia era simplemente inaceptable.

-Si, ella tiene razón, me parece una buena forma de empezar, preguntamos a los de la guardia y seguro que averiguamos si mienten o no… en el peor de los casos nos darán una pista y seguimos a partir de allí no?... si acabamos rápido nos da tiempo para hacer algo mas tarde, quizás algo de sake no estaría mal…-

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Off: Mil disculpas a todos por la tardanza

-No toques tanto, jefe, a ver si te va a acabar gustando-. Cientas de cosas hacían enfadar a Lyra y entre ellas, era aquella problemática shinigami de su escuadrón. Lyra no consideraba que fuera un líder estricto e incluso según el pensamiento de Uller, su manera de llevar el escuadrón era demasiado blanda. Si así era, ¿como podía tener a su cargo una shinigami tan sumamente insubordinada? Lyra se sentía como si fuera un padre preguntandose que había hecho mal para que su hijo se metiera en las drogas o cometiera algún crimen menor. El nudillo del teniente del tercer escuadrón volaba hacia la cabeza de Hotaru, dispuestos a dar un golpe seco y algo doloroso.

-¿Lyra, que ocurre? Una voz firme y, para Lyra, tranquilizadora sonó en la cercanía. El teniente se tranquilizó un poco y miró a Uller, quien comenzaba a acercarse hacia ellos. El golpe se detuvo en el aire pero seguía cerca de la cabeza de Hotaru, por si se le ocurría decir alguna cosa mas fuera de lugar (cosa que sería bastante probable).

-¿Que crees que ocurre? Contestó con malos modos, visiblemente irritado. -A partir de ahora ocupate tu de ella, creo que yo acabaría matándola. Tras un amago de golpear a la albina Lyra retiró la amenaza de ataque que caía sobre Hotaru y se retiró, manteniendo en ella una mortifera mirada para evitar que contestara a su último comentario. Entonces, Loki encontró el momento adecuado para explicar el motivo de aquella reunión a horas tan intempestivas pero, para su desgracia, una de sus, aparentemente, compañeras le interrumpió y se llevó el "mérito" de explicarles lo sucedido, echándole a Loki gran parte de las culpas por la muerte del teniente Katsu. Lyra ya lo conocía, era aquel teniente que había entrado de manera estelar (es decir, medio muerto) para contar lo que había pasado en el Mundo Humano durante la reunión de tenientes. Lyra se quedó mirando a la nada, tan ensimismado en sus pensamientos que nisiquiera escuchó el saludo del recién llegado Kenzo ni los comentarios tan fuera de lugar de Hotaru, total, Uller se encargaría de corregirla.

-Grrr... Se limitó a gruñir cuando acabó de asimilar la conversación.

Ante todo aquel ajetreo verbal y puesta en escena de lo acontecido, el gigantesco Sakurai permaneció en un bien discreto segundo plano. Sus pensamientos aún balbuceaban inseguros; inconformes con la posibilidad de que su tratamiento no hubiera resultado todo lo efectivo que él hubiera predicho.

Pudiera ser que su ineficacia o técnicas poco sutiles hubieran acabado con la vida del teniente…Y aquella era una posibilidad que su honor le impedía descartar. Su deber como curandero yacía en la conservación de las vidas de su compañeros. Y si no podía conseguir aquello…

“Igual nunca debí haber venido aquí…” — pensó el mastodóntico shinigami. — “quizás mi destino hubiera sido ejercer de noble como mi padre, y aspirar a un puesto en la cámara de los 46. Puede que todo esto haya sido un grave error.”

Suspiró angustiado. Al instante, el espíritu de su zampakutou le devolvió unas palabras sosegadas, tratando de hacerle recapacitar:

“Pero Saku…¿por qué dices eso…? Sabes que no es cierto.” — una pausa — porque si el convertirte en shinigami fue un error; ¿entonces en qué me convierte eso a mí? ¿en una creación inadecuada…? ¿Es que acaso no debería haber existido…?

Sakurai reflexionó. Aquellas palabras sonaban duras hasta viniendo de la benevolente Kagami no shinshei. Estaba claro que la duda de su maestro había herido sus sentimientos.

“Tienes razón, Kagami…perdóname.” — suspiró, dejando escapar por un instante aquella presión que le oprimía el pecho. — “Tu eres parte de mi alma. Mi responsabilidad. No podría vivir con semejante vacío.”

Y entre las blancas dunas de un mundo interior, ajeno al paso del tiempo y los acontecimientos, la blanca dama sonrió, satisfecha y orgullosa a partes iguales de su portador. Quizás Sakurai pudiera recuperarse de aquello algún día, al fin y al cabo.

Pero en el mundo real, todo proseguía su curso:

Su compañera de Sección, Komori; había tomado la iniciativa, explicando a una serie de recién llegados shinigamis todo lo que, dentro de lo acontecido; sabían con certeza. Reafirmó el hecho de que Katsu había sido asesinado; privada su vida por alguien con acceso a las dependencias del 4º Escuadrón. Y aquello les señalaba a ellos, claro estaba. Por otra parte, Sakurai se sorprendió - con desagrado - al escuchar el nombre de su hermano menor, Miki, entre los de los guardias nocturnos; aquellos que guardaban guardia durante la franja horaria en que se suponía que el Teniente del 7º Escuadrón había asido asesinado. Seguidamente, ni se molestó en contestar a la “reprimenda” que Sha le dirigió. Simplemente, seguía demasiado decaído como para enaltecerse por algo así.

Y entonces intervinieron el resto de invitados; algunos con mayor fortuna que otros. Unos respetuosos y otros irreverentes. Habría pagado por saber el nombre de aquella que afirmaba tener intención de interrogar duramente – e incluso matar – a los guardias nocturnos. Simplemente, no aceptaba la idea de que alguien le pusiese una mano encima a su hermano menor; ni en broma. Orgullo de nobles, podría decirse.

Pero permaneció en silencio. No era el momento ni el lugar de enzarzarse en una disputa, eso estaba claro. Por el contrario, se limitó a redirigir la mirada hacia otro punto del espacio; aquel en que el recién nombrado Capitán del 5º Escuadrón, su amigo y mentor Shihōin Kato, había hecho su fortuita aparición. Al instante, quiso saber dónde se encontraba Aoki-taichō, también apreciado maestro del musculoso shinigami.

— Aok… Murakami-taichō se encuentra ahora mismo reunido con Hayato-taichō, Capitán. — dedicó un ligero cabeceo frontal, a modo de sutil reverencia hacia otro noble. — No sabría decirle cuánto permanecerá ahí…ni me atrevería a invitarle a dirigirse a donde se encuentra. Pero si aún así quiere hacerlo…— meneó ligera y discretamente la cabeza hacia un lado, señalando el pasillo por el cual él mismo había venido minutos antes. No le resultaría difícil encontrar la estancia a partir de ahí, teniendo en cuenta que en ella se encontrarían en aquel momento dos Capitanes del Gotei 13.

Tras ello, el Suzuhara calló, volviendo a su anterior silencio y relegando a Loki la tarea redirigir a los shinigamis hacia donde pudieran comenzar la investigación. En cualquier caso, estaba seguro de que, tarde o temprano, acabarían investigándole a él mismo y a su hermano.

Simplemente, las coincidencias eran demasiadas: él fue el último que oficialmente trató a Ryuga Katsu, antes de vérsele en tan decadente estado; le suministró unas pastillas contra el dolor, aún por investigar y; cómo no, su hermano, nada más ni nada menos, había ocupado el cargo de guarda nocturno aquella misma noche.


“Vaya, si va a resultar que al final sí que maté yo a Katsu…”

Era demasiado temprano. Las calles carecían de vida pese a la claridad de una mañana límpida y fresca; pronto comenzaría a haber bullicio y el tránsito sería imposible. Sin embargo, era el mejor momento para caminar por el Rukongai. Había salido temprano de las dependencias del escuadrón con el único fin de ir hasta la casa de los Otsuka y ver cómo estaba su padre adoptivo. Hacía días que no lo veía y aunque no estaba preocupada, prefería salir de dudas y comprobar que todo seguía en orden.

El sonido quedo y liviano de sus pies provocaba un eco sutil y distante en las calles desiertas. Sólo sería una visita rápida; un fugaz vistazo y regresaría al escuadrón antes de que nadie se hubiera percatado de su ausencia. No obstante, algo la sacó de su plácido paseo. Una oscura mariposa revoloteaba con movimientos temblorosos, dando ligeros tumbos de un lado a otro. Isono la reconoció al instante, aunque lo que no esperaba era que el insecto se posara en su hombro.

"A las fuerzas disponibles del Gotei 13...

El mensaje la dejó sin saber muy bien qué hacer. Titubeó un instante entre seguir con su paseo o dirigirse a la Cuarta División obedeciendo el mensaje de la mariposa. Antes de poder decidir, un añadido al mensaje de parte del teniente de su división hizo que cualquier opción quedase reducida a una. No conocía demasiado bien a Shihoin Kato, pero si éste le ordenaba que se dirigiera hacia allí, eso haría.
Giró sobre sus talones dejando a su espalda el camino hasta su vieja casa y comenzó a desandar el trayecto. Pronto sus pies adquirieron un poco más de velocidad hasta que recorrió el camino hasta el Gotei a plena carrera.

Preguntó a un par de shinigamis dónde podría encontrar el punto de encuentro donde se estaban reuniendo para tratar ese asunto tan urgente. Siguiendo unas indicaciones apresuradas alcanzó una puerta, donde creía, según las referencias, que estarían los reunidos. Se abstuvo de llamar al instante, permitiéndose unos segundos para recobrar la compostura. Prepara, con el uniforme arreglado y el cabello en orden, llamó a la puerta. No esperó a que nadie le abriera, sino que lo hizo ella misma con resolución.
No reconocía a la gente allí reunida, salvo a Kato.

- Lamento la intrusión. Otsuka Isono, 5ª División –se presentó haciendo un leve gesto con la cabeza y las manos en el regazo; un saludo formal para paliar su brusca interrupción-. He intentado llegar lo antes posible… Taicho…

Se refirió a modo de saludo. Acto seguido se posicionó un paso por detrás de Kato, erguida y seria; le dirigió una mirada de soslayo. Su gesto era inquisitivo; no sabía cuales eran las razones por las que la quería ver allí con tanta urgencia.



PD: así la cagaba así así; la cagaba así así, así la cagaba que yo la ví, eh! XD

Sharessu no solo estaba ofendida, estaba dolida, irritada. Un simple shinigami con pocos modales de otro escuadrón había venido a insultar a los del cuarto

- Jovencito – dijo con un cierto tono irritante e irónico a Kawasumi Hotaro – No solo acabas de decir que el cuarto escuadrón es ciego e incompetente. SI no que acabas de acusar a dos de mis compañeros sin tener ninguna prueba. Si alguien los va a interrogar somos Suzuhara Sakurai y yo, que para eso somos del mismo escuadrón y sabemos…intuimos como se desenvuelven, aparte de conocer más sus costumbres.

Seguidamente varios shinigamis aparecieron en aquel lugar. Le cansaba tener que explicar dos veces la misma situación, y aun no sabían cuantos mas iban a ser reunidos en aquel lugar así que esta vez fue más rápida y directa.

- El teniente del séptimo escuadrón ha sido asesinado, hay un culpable en la sociedad de almas. Id en grupos y buscar pistas.- miró a Sakurai y después volvió a mirar a los demás- Suzuhara Sakurai y yo interrogaremos a Suzuhara Miki e Inuzuki Ren, los que realizaron la guardia nocturna. Lyra tu eres teniente, lidera el otro grupo. - No hizo mención de Katoh ya que esperaba que el fuese a ver primero al capitán Murakami Aoki

Se acercó a Suzuhara disimuladamente como si fuera a marcharse de aquel lugar, colocó su mano en su hombro, cosa que le costó bastante ya que era muy alto, y le susurró:

- Después tu y yo iremos ha hablar con Makihara Kuromachi.

Se volvió por última vez al grupo antes de irse.

- Los que quedan por interrogar son Loki y la señorita Sei, ambos miembros del cuarto escuadrón. Y si podéis al shinigami que también le realizó las curas. Nos encontraremos aquí mismo en dos horas. Intentad reunir la mayor información posible.

Y diciendo esto se marchó de aquel lugar para entrevistar a los ya mencionados Miki y Ren ignorando cualquier otro comentario del grupo que no fuera el de su compañero que esperaba que la siguiera de cerca.

Normalmente no daba ordenes, tampoco las acataba a menos que su misión fuese curar. No obstante no quería que aquello se desmadrara y mucho menos que el cuarto escuadrón quedase como una panda de asesinos. Ya había un jovencito que había osado menospreciar al cuarto escuadrón, no quería dar mala reputación. Así que si ella encontrara algo intentaría suavizarlo antes de comunicarlo o mantenerlo en secreto solo al cuarto escuadrón

Loki apretó los dientes y los puños a cada palabra de la “borrica” Kawasumi Hotaru san. De buena gana le empotraría el puño en la boca del estómago y la revolearía varios metros. Pero se supone que su teniente ya estaba allí para controlarla. Este no sería un buen momento para iniciar una disputa entre escuadrones, había que averiguar qué había pasado.

Y allí estaba el otro, Kenzo. ¿A quién en su sano juicio se le ocurre “acabar pronto y irse a tomar sake”? Estamos hablando de la pérdida de un teniente en la sociedad de almas por causas desconocidas, y el siguiente podría ser él mismo. Era un asunto a solucionar de manera inmediata, o si no el cuarto escuadrón acabaría clausurado, y no podía permitírselo el Seireitei.

Al poco llegó Kato, reciente capitán de la quinta, y de oídas sabía que antiguo amigo del mayor curandero. Se palpaba la preocupación en su mirada, y preguntó insistentemente por el paradero del capitán del cuarto. - Hemos perdido a Katsu por razones aún desconocidas. Aguarda, habrá tiempo para todo. - Le contestó en voz baja. Aún no habían regañado a Hotaru y comenzaba a costarle contenerse.

Y sorprendentemente Sakurai despegó los labios. Se dirigió quedo a Kato. Se le veía en un estado deplorable, el peor de los que jamás había tenido el grandullón. Pero era natural, ahora mismo el escuadrón al completo estaría consternado. Y la reprimenda continuaba sin llegarle a la albina…

Poco después llegó una shinigami de pelo rojizo, desconocida para Loki que debería ser del quinto escuadrón, pues se posicionó a la espalda y resguardo del Joven Shiouin. A final, se reunían más de los que parecían, y nacía la esperanza de que se solucionase pronto el asunto.

Y al fin, el turno de Sha, que comenzó con tratar a Hotaru de chico, seguramente por accidente, aunque no parecía siquiera haberse percatado, para luego seguir con una sarta de palabras en defensa de su escuadrón, del que parecía sentirse orgullosa, y en el que parecía confiar. Fue más blanda de lo que había escuchado hablar de ella, pero no estaba mal. Aunque no le hubiera venido mal un buen capón del puño de Loki o Sakurai para cerrarle esa enorme boca.

El caso es que en un solo momento, Sharessu había organizado el grupo, y no sería Loki quien se opusiera. Así que le siguió sin pensárselo junto a Sakurai. Parecían su escolta.

Sha, Sakurai, Loki.

Llegáis al fondo del pasillo, donde os encontráis de frente con la consejería. Allí, os reconocen, obviamente, y rápidamente sacan unos papeles de uno de sus muchos cajones y se lo alargan a Sha que es la que parece la líder del grupillo.

Los papeles son una copia de la ficha médica de Katsu, donde se ven los últimos que le han tratado:

- Al llegar del mundo humano, llegó al cuarto escuadrón de manos del propio Murakami Aoki, teniente de la división [OFF: En aquella época era teniente]
- Se le trató varias veces: Johanna Perkins, Miki Suzuhara, Kuromachi, Hiro, Yakito y finalmente Sakurai

- Posteriormente se le dio el alta.

- Volvió de la reunión de tenientes a las pocas horas. Su estado había empeorado.

- Comienza a notarse una mejoría, al menos mientras guarda cama.

- Muere esta misma noche, tras la guardia de Loki con Sei. El cadáver es descubierto por Kuromachi. La guardia nocturna corría de cuenta de Inuzuki y Miki Suzuhara.

Es todo lo que os pueden dar sobre Katsu.


A vuestra izquierda, al fondo del pasillo, está la puerta que sabéis que es la del capitán, y tras un fuerte golpe, dirigís la mirada, y veis como Aoki golpea una y otra vez con el puño cerrado en la cara a Miki Suzuhara, hermano pequeño de Sakurai.

Para el resto: Según hagáis. Si seguís al grupo, recibís las mismas indicaciones, y veis lo mismo. Si os quedáis hablando en la puerta, poco tengo yo que hacer, y si abrís algún post en otro lado, postead aquí que os vais, a dónde, y el hilo que abráis, vale? Si alguna duda, postead en el hilo de sugerencias, o mandad un mp, aunque estoy seguro que sabréis continuar… Os recuerdo, que yo mismo moveré a cada personaje que interroguéis, y si veis algo relevante a la trama allá donde vayais, el resto, las decisiones y como queráis abordar la búsqueda corre de vuestra cuenta. Divertíos.

EDITO: Sha se ha ido al hilo de "malas noticias", si la quereis seguir...
https://soulsandswords.foroes.org/4-escuadron-f8/negligencia-vol-1-malas-noticias-trama-t844.htm#10847


[[OFF: ¡¿Es que todos vais a venir a desgana?! Mancha de madrugadores
¿Estamos todos? Os aclaro: Katsu llegó a la reunión, que parece de lo último que recordáis de él acompañado de un shinigami cuya cara os es IMPOSIBLE de poner en pie. Sabíais que era un shinigami, y no tenía nada que llamase la atención, tanto, que es que no podeis dar ni un solo detalle de él, solo que estaba. Seguramente la mayoría penseis que estabais demasiado concentrados en el estado de Katsu.

A partir de aquí sois libres de hacer LO QUE OS DE LA GANA; me explico: Podeis iros con Sha, quedaos en la puerta discutiendo sobre que hacer, iros a vuestro escuadrón. Además, sois TOTALMENTE LIBRES de abrir un post donde queráis, para investigar por vuestra cuenta, interrogar a algún shinigami, o incluso ir a otra parte del cuarto escuadrón a preguntar por cosas. Yo manejaré lo que sea que os encontréis, allí a donde valláis.]]


Un mapita de la seccion (solo de la planta baja, pero se intuyen las siguientes...)

Las miradas indignadas de los demás apuntaban a la joven, pero su arrogancia no le permitía sentirse intimidada por ellos. La verdad era que ni siquiera los músculos que ahora se habían puesto tan de moda en el Cuarto Escuadrón la impresionaban demasiado; ella tenía suficiente visto habiendo vivido en el Kusajishi como para dejarse acobardar por unas cuántas caras agrias ahora. Claro que ese hombretón de piel tostada podría haberla partido en dos de una sola patada, pero eso no quería decir nada. Había una confianza demasiado temeraria en el corazón ferviente de la shinigami. Si Shiroihi no agotase con tanta frecuencia su ingenio verbal para calmar la apetencia de Hotaru por el combate, quizás la mujer hubiera muerto hace tiempo. Pero era un logro que no pensaba reconocerle a su zanpakutoh.

"¿Jovencito?" arqueó una de sus delgadas cejas al escuchar a Sha, que obviamente la había confundido con un hombre. Lejos de molestarle, sonrió para sí misma "Será porque tengo más pelotas que todos ellos juntos".

-Haríais bien en empezar a reconocer vuestros propios errores... No necesitaríais la ayuda de nadie si no hubiese habido tanto incompetente al cargo de un Teniente- pero esta frase pareció ser ignorada ante la llegada de otros shinigamis, que obligaron a Sharessu a repetir por enésima vez el motivo de que hubiesen sido llamados.

"Hay que joderse con las enfermeras. Si querían cubrirse las espaldas entre ellos, más les valía no haber dicho nombres." Ladeó la cabeza para observar al resto de presentes, entre los que figuraban Lyra y Uller. No le venía en gana tener que ir preguntando como un idiota al primero que pasara por ahí, probando a tener suerte. Si ese asunto tan turbio había ocurrido en la División de Sanación, no había mejor lugar para empezar a investigar.
Escupió al suelo tras la partida de los del Cuarto, echando a caminar hacia el interior del Escuadrón cuando perdió de vista la visión de sus amplias espaldas. Se giró sólo un instante, dirigiéndose a los compañeros que todavía no habían decidido por dónde comenzar a buscar las pistas que les llevasen al asesino... si es que había uno.

-¡Eh, vosotros! Yo voy a ir a los dormitorios. El que no tenga ni puta idea de por dónde empezar puede venir conmigo.

Y sin decir nada más o aguardar a que la siguieran, se dispuso a atravesar el largo pasillo que conducía a la planta baja del Cuartel.

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[Off Rol]:Aquí dejo el link del tema que he abierto como continuación:

https://soulsandswords.foroes.org/4-escuadron-f8/investigando-a-los-rasos-t911.htm#10874

Que se apunte el que quiera ^^

Parecía que el infierno estuviera a punto de explotar cuando entró en la sala; la tensión se palpaba en el aire. Aunque había llegado tarde y su capitán no había soltado prenda, no le hacía falta preguntar a nadie. Un muerto siempre era algo escalofriante, pero si además se le añadía el título de teniente la cosa se teñía de un tono oscuro y comenzaba a apestar. Los miembros del 4º Escuadrón estaban nerviosos, disponían de muchas razones para ello: demasiadas incógnitas flotaba sobre su cabeza como para ignorarlas sin más, pero ante la falta de evidencias, siempre era mejor no señalar.

Isono esperó a que Kato le diera alguna indicación, sin embargo, viendo como se desarrollaban los acontecimientos y los posibles desenlaces, prefirió anticiparse a cualquier orden. No conocía de nada a Kawasumi, la belicosa shinigami cuya boca no era lo bastante grande como para soltar tantas palabras con semejante peso. Cuando decidió irse por su propia cuenta, Isono pensó que sería una buena idea acompañarla: entre las dos harían más trabajo y se meterían en menos problemas.

-En ese caso, Kawasumi-san, voy contigo; no haremos nada quietos en mitad del pasillo -anunció dando un paso hacia ella; se giró un instante-. Shihoin-taicho, si necesita algo, avíseme... Estaremos donde más ruido haya...

Aunque se mantuvo seria, sabía que sería imposible no entrar en gresca con semejante shinigami cerca. Caminó pausada, siguiendo los pasos de aquel inquieto demonio.


OFF: Me piro con la belicosa XD

[[OFF: Que valiente.]]

Al que le quede entrar a la trama, que lo haga mediante este hilo. Me queda por saber que va a hacer Kato (que supongo que buscar a Aoki, que ya te habrás enterado en qué situación está), Kenzo, Lyra y Uller.

Con permiso, cambiaré el nombre del hilo que creéis, simplemente para que se sepa que es de la trama. Espero no os importe.

[Off: Siento la tardanza, mia culpa, no tengo excusa]

Demasiada información, un teniente asesinado, gente que llegaba de todas partes. ¿No causaría el pánico entre los demás el usar a tanta gente para una simple investigación? El teniente de tercer escuadrón se quedó sumido en sus propias cavilaciones mientras mas y mas gente llegaba. Sin duda lo primero que tendrían que hacer era interrogar a los miembros del escuadrón, era muy probable que el asesino fuera uno de los miembros, en ese caso a este le hubiera sido relativamente fácil saltarse la seguridad. Estas cavilaciones (y la ayuda de la somnolencia que se apoderaba de el) la tarea de enterarse de los argumentos y acciones de los demas se hacía realmente complicada.

-Bien, Uller, Horaru-san, vamos. Dijo mirando hacia donde era de esperar que se encontraran estos. Uller seguía allí pero Hotaru... Hotaru ya no. ¿Como podía haberse permitirse no vigilarla? Seguramente ya estaría montando bulla en algun lugar dentro de aquel edificio. Con paso decidido, Lyra entró en las instalaciones del escuadrón, haciendole un gesto a su tercer oficial para que lo siguiera.


_________________

Me voy al post con Hotaru, Uller, si quieres/puedes sigueme.

OFF:
Narrador: A ver. a partir de aquí, Hotaru, Isono y Lyra se han ido por un lado (al cuarto de miki), Sha y Kato están yendo por otro (al cuarto de Inuzuki) y Yamato y sakurai siguen en el mismo cuarto, el despacho del jefazo.

Uller, y Kenzo, qué vais a hacer? si queréis os hecho una mano para meteros en alguno de los hilos de forma coherente, y si los estáis leyendo, pues o entráis en uno de los que ya están, o abrís otro nuevo... no tiene porque ser en el cuarto, podéis hacerlo en cualquier parte del seireitei, o incluso el rukongai, donde queráis investigar. Solo os pido que me aviséis, no valla a ser que me encuentre un hilo de negligencia abandonado dentro de un mes en la cámara de los 46 xDDDD

vamos chicos, vamos a darle vida a esto, estamos avanzando bien.

OFF:

Kenzo y Uller que sois los que seguís aquí, escucháis el mensaje de que Sakurai ha escapado, pero al menos sabéis que por la puerta principal no, porque hace rato que ni entra ni sale nadie. Los guardias que estaban en la entrada, se han metido en el edificio y estáis en la puerta completamente solos. No se si seguís en la trama, pero por si acaso os informo ^^

La mujer entrecerró los ojos bajo el sol de la mañana, que aquel día se había manifestado ardiente en el cielo de rizadas nubes blancas. Era difícil creer que con tan buen tiempo el ambiente que reinaba en el Seireitei -o al menos en la División destinada a Curas- fuera tan tormentoso.

-¡Eh, espera!- agarró del brazo a uno de los guardias que abandonaban sus puestos para entrar al Cuartel- ¿Sabes quién es Suzuhara Sakurai? ¿Ha salido por aquí?- El hombre intentó pasar de largo, pero la insistente shinigami le bloqueaba el paso. Lanzándole una severa mirada, negó con un movimiento firme de la cabeza e hizo ademán de soltarse.- ¡Espera, coño! ¿Estás seguro de que no viste salir a nadie?

-Ya hace un buen rato que no entra ni sale nadie del edificio, la última en marcharse fue una mujer. ¡Y ahora déjame hacer mi trabajo!

Apartándola sin mucho cuidado cruzó la puerta y se perdió entre el barullo del Escuadrón. Hotaru se quedó mirando con perplejidad el suelo de madera. Si el agresor del Teniente de la Novena seguía ahí dentro, cosa que dudaba, quizá era aquel fornido hombre que pidió a Lyra que siguiera. Pero si ya se había marchado...

-¡Uller! Has oído el aviso, ¿verdad? Lyra está en la primera planta, persiguiendo a un sospechoso- le informó a su compañero nada más verlo, sin darle tiempo a preguntarle nada más-. Ve con él, yo voy a enterarme de si Suzuhara se ha ido al Rukongai... ¡Vamos!

Y sin esperarse siquiera para confirmar que el Oficial del Tercer Escuadrón hacía caso a sus palabras, se alejó de las dependencias saturadas de estresados shinigamis hacia las calles del Gotei, despejadas salvo por alguno que otro que patrullaba.

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[OffRol]: Dejo este pequeño trocito aquí por si Uller regresa. Así tiene una excusa para ir con Lyra y de paso le avisa de dónde está Hotaru ^^
Espero que no te moleste la licencia que me he tomado con el guardia, Aoki, si quieres lo cambio.
Piro al topic que abrió Isono~

Una chica del pelo liso, largo hasta la cintura y blanco se acercó hacia el chico que esperaba en la puerta con cara de mal humor. La mujer era alta y de contexturas masculinas, con musculos marcados y una ancha espalda que nada tenía que envidiarle a más de uno del undécimo, lo cual rozaba lo triste.

- Buenas tardes, ¿viene a ayudar? - preguntó con una ceja enarcada. Suponiendo que sí, porque si no que leches pintaba un shinigami de otro escuadrón en la puerta del cuarto. - Acompañeme... Más vale tarde que nunca - y dicho lo cual, esbozó una amplia sonrisa y se dirigió hacia dentro del escuadrón.

- Las salidas están controladas desde esta mañana. Ahora te comentarán como están las cosas en el escuadrón... Tendrás que ponerte al día rápido... - le comentó mientras recorrían el extenso pasillo que daba a lo que es el edificio en sí. La chica caminaba delante, y a pesar de ser robusta como un árbol, tenía un atractivo particular. Tenía las formas bien marcadas y definidas, y caminaba marcando sus protuberantes curvas y balanceando algunas otras protuberancias... - Por cierto, mi nombre es Hanabi Misako. Encantada de contar con su ayuda, señor... - y dejó el etcétera para que El acompañante dejase su nombre.

OFF: Si quieres saber quien es, mirate los pnjs de la cuarta... Encargada de seguridad, Hanabi misako... ^^