Negligencia: Vol. 1 -Ayuda Externa

Regis se encogió de hombros ante la respuesta de la enorme shinigami. Al menos no intentaba hacerse la interesante hablando de suposiciones y perogrulladas similares que no conducían a ningún lugar más que a la confusión y a la inefectividad. A lo que Regis contestó tranquilamente, pero no sin cierto tono tajante ya más que común en el a estas alturas.

-Estaré encantado de hablar con susodicha persona.- Ciertamente era una mentira a medias, pues dependía en cierta medida del tipo de shinigami que fuera aquella persona.... y a decir verdad en ninguno de los escenarios posibles pensaba que dicha actividad sería encantadora. Pero igualmente siguió a Misako hasta una mostrador.

En el mostrador había una shinigami con el pelo verde, tamborileando su bolígrafo en la mesa, muestra inequívoca de la gran cantidad de trabajo que tenía en aquel momento. Después de ciertos protocolos de presentación aquella shinigami llamada Maya, porfían entró en el tema por el cual había tenido que convalecer en aquel escuadrón.

Sin duda se trataba de un asunto peliagudo. Un asesinato y una agresión. En aquellos momentos Regis se preguntaba para que servían los de mantenimiento de orden y los de asuntos internos... Al menos lo que le pedían no parecía difícil a primera vista, pero contra más fuerte es la luz, más largas son las sombras.

-Entiendo.- Dijo Regis con los ojos, nada amistosos, mirando directamente a la shinigami. La voz como siempre rezumaba fría cortesía, como aquella que se ofrece a un invitado no deseado. - Contactare con los guardianes de las puertas. También contactare con los vigilantes, tanto el interno como el externo. Si ha intentado salir o ha salido, lo sabremos en seguida.- Dejó una pausa.- Y ahora ¿Me necesitan para algo más?