Un dia normal

Como todos los dias, Sasurai se encamina a la sala de entrenamiento antes del amanecer para entrenar solo sin interrupcion ni entretenimiento hasta que los demas vayan despertandose y llendo a entrenar que es el momento en el que finalizaba su entrenamiento diario.
-Que rutinario y aburrido... siempre entrenando y sin hacer nada entretenido...-le comentaba a su espada mientras se encontraba de vuelta al cuartel de su escuadron para mirar el tablon haber si encontraba algun encargo en el que entretenerse un poco, que tantos dias de entrenamiento y nada mas ya empezaba a tener ansia de combate
"Se como te sientes compañero, se como te sientes, tengo tantas ganas como tu de un combate real en el que emplearnos a fondo y probar todo el tiempo que llevamos entrenando" le decia Tsushi no nushi

Junto al tablón de anuncios había un joven de pequeña estatura y delgado. De pelo largo y castaño, pese a su tamaño portaba una nodachi y dos katanas, llevaba un kimono sencillo y austero con el mon del escuadron a la espalda, parecía recientemente dibujado.

- Es una pérdida de tiempo que sigas mirando, no hay nada nuevo. Lo que no entiendo es como algunos pueden estar sin parar de hacer nada y otros estamos oxidandonos como clavos a la intemperie. No lo entiendo...- hablaba casi para el mismo, pero desde luego no era así, una mirada de reojo le demostró lo contrario.

El pequeño samurai se giró y observo al gran shinigami mirando el cartel.

- ¿Tienes algo que hacer? Podríamos ir a buscar al teniente por si tiene alguna tarea de esas que dicen que hacen nuestro escuadrón- Aoyama se sentó en el suelo, apoyando su espalda contra el tablón y cruzó los brazos.

Desde aquella posición parecía mucho más pequeño de lo que era, sobre todo comparado con el shinigami que se encontraba a su lado.

Al llegar advirtio que habia otro shinigami junto al tablon, al parecer era de su escuadron. Parecia tambien bastante aburrido y al pasar un rato de estar mirando el tablon sin ver nada el otro shinigami le dijo que no habia nada nuevo.
-Tienes razon, es una perdida de tiempo y tampoco entiendo el porque de que todo nuestro escuadron este parado con los problemas que hay por el mundo humano...- le contesto con una voz un tanto cavernosa debida al aburrimiento y mal humor que le producia pensar en el porque no les mandarian ningun encargo a ellos -Pues no tengo nada que hacer aqui, asi que vamos a buscar al teniente haber si nos da una alegria con algun encargo entretenido...- le dijo pasado un rato, se le notaba un toque de entusiasmo en la voz.

El joven se levantó del suelo y apoyandose en una de sus katanas terminó de erguirse. Acto seguido lo observo, desde luego y pese a que Daysuke se había levantado la diferencia de altura seguia siendo abismal.

- No se si podremos hablar con el Teninete, desde luego hace ya algún tiempo que no anda por aquí, no se que le habrá pasado, la verdad. Yo soy Aoyama Daysuke, Cuarto Oficial, un placer.

El samurai comenzó a caminar con paso distraido, mientras ajustaba la katana en su cinto.

- Vayamos a la oficina del Teniente, a ver que encontramos allí. Desde luego es mejor que quedarnos aquí parados.

Daysuke esbozó media sonrisa en su rostro, desde luego y pese a ser un Cuarto Oficial todavía no comprendía bien el por qué de la estructura de Gotei 13, desde luego le parecía rancia y arcaica. El era de los que prefería que el liderazgo se lo ganase o el más fuerte o la misma conexión entre guerreros. Desde luego sentía que ese shinigami, tenía algo especial.

- ¿Hablabas antes con tu Zampakutoh? - preguntó de forma distraida mientras esperaba que Sasurai le acompañase.

-Tienes razon mejor ir, aqui no hay nada que hacer mas que seguir oxidandonos.- dijo de acuerdo con la opinion del pequeño samurai.
Pasado un rato de caminar en silencio tras Daisuke dijo:
-Mi nombre es Zaraki Sasurai, raso del 11º escuadron como puedes ver- dijo esto ultimo con un tono un tanto seco, tono que indicaba que no estaba contento con su puesto. -Aunque diria que mi habilidad supera a la de algunos oficiales...-
Tras decir esto, se quedo callado un rato. Volvio a romper el silencio para contestarle esta vez a la pregunta que le habia hecho antes de emprender el camino a la oficina:
-A lo que me habias preguntado, asi es, hablaba con mi espada, es casi el unico con el que hablo ya que paso todo el tiempo entrenando, aunque me da la impresion de que es para nada ya que no tenemos encargo alguno desde hace mucho...- termino de decir con cierta furia en sus palabras.
Al terminar de hablar volvio a guardar silencio, limitandose a caminar junto a Daisuke

El samurai no pudo evitar sonreir al notar el tono de descontento del lobo. Entonces continuó caminando hacia la dirección del dojo de entrenamiento del Teniente.

- Y.. ¿Que harías para ganarte un puesto de renombre? ¿Sasurai? - dijo con algo de ironía -.

ras la pregunta, no esperó la respuesta y abrió la puerta del dojo de entrenamiento. Y vió en su interior al Teniente entrenando junto a otro shinigami, que no conocía, esperó un poco hasta que se hubiese calmado el entrenamiento para irrumpir en el dojo.

[Continuamos en el otro post abierto]