Directo a la Oficina

[OFF: anteriormente-> https://soulsandswords.foroes.org/el-amanecer-f38/el-castillo-en-el-desierto-t228-15.htm#2928 ]

Luego de abandonar el desierto la pierna aún me dolía y necesitaba vendarla a la brevedad, si a esto le sumaba todos mis problemas respiratorios, significaba que no estaba muy concentrado en la nueva visita a mi sección. Al llegar a esta nos recibió un gran portón de madera con un 2 gigante escrito en la entrada, las muralla eran blancas y contrastaban con el portón de madera. Aparte de eso no había ningún guardia ni nada por el estilo fuera de mi sección.

Me acerqué al portón y levantando mi bastón puse la punta de este en la pesada puerta la cual inmediatamente se abrió de golpe. El ante jardín que adornaba la sección hasta llegar al edificio central era bastante bello, bordeando las muralla había todo un campo de flores y zarzamoras, por el contrario en el centro, cerca de una pileta estilo europeo se congregaban los miembros de la sección, todos se movían a un mismo lado, haciendo las mismas acciones con espadas de madera. Mis subordinados entrenaban ordenadamente, pero al abrir el portón y dejaron de hacer sus ejercicios e hicieron una reverencia ante mí. Todos en la sección sabían que solo yo abría el portón de esa manera y no se espantaron al oír el estruendoso ruido de la madera golpeando los muros.

Empecé a cojear entre mis guerreros que aún se mantenían firmes en su reverencia, recordé que una arrancar me seguía pero deduje que no se quedaría en el portón esperando. Ya cuando iba cerca de la pileta típica de jardín noble, sin detenerme les hablé a todos en general.

-Sigan con los ejercicios por favor, en cuanto vuelva yo cuido el jardín pero mientras que alguien corte algunas flores- todos obedecieron y solo uno fue a cortar algunas rosas.

-Sebastian, levanta más esa espada- le corrige a uno mientras pasaba en frente de él, seguí andando hasta llegar a la puerta del oficio principal, que no tenía nada que envidiarle al jardín pues era una hermosa y blanca mini-mansión. Inmediatamente cuando pise el primer peldaño de los 3 que llevaban a la puerta, esta última fue abierta por 2 arrancar, luego de abrir las puertas iban a proceder a seguir con sus funciones, sin embargo las detuve.

- Aqua, Terra, tráiganle un vestido a esta señorita por favor, unas toallas y preparen el baño – entonces fui interrumpido por Aqua.

-¿Usted también va a tomar un baño mi señor?-

-Quizá luego, tengo cosas que hacer sin embargo lleva un recipiente con agua a mi oficina por favor- Ambas hicieron una reverencia y procedieron, entonces otra arrancar mas o menos de la misma diminuta estatura que las otras dos me abordó en el camino.

-aff mi señor, mi señor, uff… mi señor le tengo buenas noticias…- dijo y sin dejar que yo le preguntase cuales eran prosiguió –he reparado el piano, y esta listo para usarse, me tomé la libertad de colocarlos en su oficina- dicho estoy sonrió y se fue.

Aunque la atmósfera estaba llena de respeto, le faltaba algo a esta sección, ese no era un respeto sincero, más que todos en las caras de mis arrancar se reflejaba miedo y temor.

Mientras caminaba por los pasillos de la adornada sección, Aqua y Terra pasaban a mi lado, y por ende al lado de nuestra invitada, llevando toallas, cajas y recipientes con agua caliente. Pasaron por última vez al lado nuestro y luego se quedaron dentro de la oficina. Yo las alcancé ahí, la puerta de la oficina por deducción estaba abierta y adentro esperaban las 2 arrancar. Con una seña les indiqué que se fueran y cerraran la puerta con seguro tras ellas, por supuesto procedieron como lo había ordenado.

-Bien, tras esa puerta... –indiqué con el índice derecho una puerta adjunta a la oficina-... hay un baño con una gran tina, sírvete a tomar un baño, no puedes presentarte ante Marcus en tu estado, luego te llevo tus prendas nuevas- le dije. En todo el trayecto no me había dado vuelta a mirarla y ahora todavía le daba la espalda mientras tomaba unas rosas violetas recién cortadas del jardín, como había ordenado, y las ponía en un florero.

[OFF: sirvientas arrancar -> http://cherryhoney.files.wordpress.com/2008/07/kogomonojikan.jpg ]

Algo había cambiado, se notaba en el ambiente, donde antes había subordinados y otros arrancar tranquilamente paseando por los pasillos realizando sus tareas, ahora había arrancars corriendo de un lado a otro tropezando con todo, se notaba una gran tensión en el ambiente, algo me decía que Pretov había regresado de su misión.
Salí de la habitación que me habían asignado, sentía curiosidad por cómo había ido todo, y paseé por los pasillos tranquilamente mirando a mi paso las caras de los sirvientes y riéndome del cambio que estas experimentaban. No tarde en llegar a la habitación de Pretov en el mismo momento que dos arrancar salían disparadas y cerraban la puerta.
Me acerque lentamente y mire la puerta detenidamente antes de llamar.
-Toc, Toc.

Pese a que Nanami mantenía la mirada fija enfrente y el rostro impasible, no podía evitar sorprenderse por cuánto veía. No sabía muy bien qué idea había tenido acerca de El Amanecer antes de entrar en él, pero sin duda no se ajustaba para nada a la realidad. Trató de hacerse una idea de los corredores interminables y las grandes salas que iban recorriendo en el camino hasta la sección del Espada que le había capturado. Parecía ser la segunda. ¿Significaba eso que era el segundo en poder o sólo era un número sin mucha trascendencia? En aquel momento, sintió no saber un poco más acerca de los esbirros de Marcus.

Su interés se enfrió un poco cuando entraron en la sección. Jardines, flores, soldados perfectamente organizados entrenando con bokens... Parecía una patética imitación de lo que había sido su vida antes de convertirse en hollow, aunque sin duda era algo curioso de encontrar en Hueco Mundo. Hacía falta mucho tiempo libre para levantar un jardín florido en mitad del desierto.

Las sirvientas iban y venían sin que ella les prestara atención más que de reojo, cumpliendo prestas las indicaciones de su amo. Aquello le ponía enferma. Todos aquellos arrancar viviendo en servitud, inclinando la cabeza y agachando la cerviz bajo el yugo de los Espada a cambio de una seguridad más que dudosa... Lo encontraba patético.

Las sirvientas prepararon en baño y el Espada le indicó que lo tomara. No había nada que deseara más en aquel momento que librarse de aquella sangre que se había enfriado y comenzado a resecar sobre sus ropas durante el camino. Sin embargo, no mostró ningún signo de querer dirigirse hacia donde le indicaba Ivanovich.

-De ser posible, preferiría que se me dieran esas prendas de antemano -respondió, educadamente, pero sin suavizar el tono.

Entonces llamaron a la puerta.

Al parecer por mucha cordialidad que intentaba agregarle a la situación, yo no terminaba de caerle mal a esa arrancar, al parecer la primera impresión que tuvo de mi no se la sacaría ni siquiera con una espátula. En estos momentos desearía tener ese encanto para el sexo opuesto, que no poseo, para salir bien librado. Bah, ¿que importaba? Faltaba la nada misma para que me pudiese deshacer de esa molesta visita, misión o lo que fuera a estas alturas.

Aqua y Terra llevaban una enorme caja en sus manos, esta caja era de un color durazno y tenía una hermosa cinta blanca que la mantenía cerrada y que terminaba en un gran rosón, parecía ser una especie de presente. Pasaron entonces frente a mi fracción, hicieron una reverencia y le hablaron.

-El señor Ivanovich tiene visitas, mister- Pronunció Aqua (la sirvienta más pequeña de la imagen y de pelo oscuro) con una tonalidad que demostraba que evidentemente lo estaba echando del lugar.

-Sin embargo, si gusta puede pasar a tomar algo –sonrió Terra (la sirvienta, del medio de la imagen, con las trenzas) de forma amena pero en el fono encerraba maliciosos pensamientos.

Luego de hablarle le dieron la espalda, y con sus diminutos cuerpos abrieron la puerta de la oficina. Entraron sin ningún problema pero en cuanto vieron al espada, sus diminutos cuerpos empezaron a temblar, aunque de a poco se les fue pasando. Depositaron rápidamente la caraja larga al lado del florero, pero dudaron puesto que escucharon lo que había dicho la arrancar invitada, sin embargo sus órdenes eran claras y obedecieron en consecuencia.

Aqua fue rauda al baño pasando al lado de la invitada, llenó un recipiente con agua caliente y la dejó al otro lado del florero y contrario al de la caja. Luego ambas emprendieron la salida luego de su ya típica reverencia ante su líder, sin embargo, cuando solos e habían alejado un par de metros, Aqua se tropezó y aterrizó con todo lo que se llama cara en el suelo. Entonces me moví cojeando hasta ella, la levanté, percibí su miedo hacia mí, sacudí sus ropas y solo me alejé luego ellas me imitaron y abandonaron el lugar corriendo, tomadas de la mano.

Tomé la caja y mi bastón, me acerqué a la arrancar y le entregué el paquete –perdona la formalidad, la fuerza de la costumbre-aunque la verdadera formalidad venía dentro del paquete, y esperaba que no sonase a un chiste para ella. y para loq ue viesen sus ojos. La miré entonces pero de una forma curiosa como si fuese un juguete o un animal que rehúsa obedecer órdenes. Entonces miré a mi fracción, parado aún en el umbral de mi puerta.

-En qué puedo ayudarte Lucian- dije imitando, sin saber porque, solo porque me daba la soberana gana, un acento francés.

[OFF: lamento la demora. Vestidos para presentarse ante Marcus, elije (que malo soy XD)---->

Spoiler:

]

Estaba embobado paseando la mirada de un lado a otro de la habitación cuando recibí la voz de Pretov con un acento francés preguntándome que en qué podía ayudarme, di dos pasos hacia él y realicé una reverencia que quizás quedó excesivamente exagerada.
-HoLlA PrETOv, HaBía OÍDo De tU LlEGAdA y SolO QUeRÍa SaBeR COmO Te HaBía IdDo y Si PueDo AyuDaRte En ALgO.
Tras decir esto volví a recorrer la habitación con la mirada y fue entonces cuando miré a la cara la arrancar que estaba cerca de Pretov. Gire la cabeza de una forma poco natural mientras la observaba detenidamente, no la había visto nunca. ¿Qué haría aquí? Mi curiosidad empezó a quemarme el cerebro, pero debía controlarme. Ya habría tiempo de saber quién es.

Los ojos de Nanami permanecieron unos instantes fijos en los vestidos que contenía la caja, evaluando su amplia colección de lacitos, volantes y faldones. ¿Era una broma? Sí, lo era. Y una bastante pesada, por cierto, pero de la que no tenía escapatoria. No tenía intención de seguir llevando aquellas ropas manchadas de sangre, por lo que por el momento no le quedaba otra opción que seguirle el juego.

Levantó por un momento los ojos hasta el Espada. ¿Cuál era su intención? ¿Hacerla aparecer ridícula frente a Marcus o sencillamente reírse de ella? Si era lo primero, perdía el tiempo: Marcus les ridiculizaba a todos, a ella y a aquel Espada que en tan confiada posición se creía, sólo con su poder. Si era lo segundo, tampoco tenía por qué darle importancia. Las fantasías sexuales reprimidas de un Espada sanguinolento y medio cojo no era algo que mereciera siquiera un minuto de su tiempo. Ya se encargaría de buscar un atuendo digno cuando saliera de ahí.

Exhalando un suspiro de resignación, alargó la mano para coger el vestido negro. Por el rabillo del ojo, vio como aquel tal Lucian se inclinaba hasta doblarse ante Ivanovich. Miedo y servidumbre: allí donde mirara, era todo cuanto podía ver. Sin mediar otra palabra y sin tratar de disimular una mueca de disgusto, se llevó el vestido negro al interior del baño y cerró la puerta detrás de ella.

[FDI: Se supone que me estaré un rato dentro del baño, pero, por simple jugabilidad, en mi próxima respuesta saldré, así que si queréis discutir algo entre vosotros mientras estoy limpiándome y no os oigo no es necesario que respetéis el orden de turnos. Si no, saldré normalmente cuando me toque y listo ^^]

La arrancar invitada se llevó un vestido, por el color pude deducir algunas actitudes de ella, después de todo era bueno haciendo deducciones. Mi sección encargada de la defensa y logística, necesitaba cultivar mente y cuerpo, y en mí actualmente ambos factores estaban en un empate.

Me acerqué a una de las estanterías con libros de mi oficina, cojeando para su no sorpresa y ayudado con mi confiable bastón de saúco. Tomé por el respaldo algunos libros y los fui dejando sobre mi brazo derecho. Luego me acerqué a mi escritorio el cual tenía el florero recién adornado por mí. Me senté en la silla y miré a Lucían.

-Mi estimada fracción, ¿te apetece jugar?-no esperé su respuesta –el juego es más que todo un prueba o un reto. Debes entrar en el baño donde se está bañando la señorita mientras yo me lavo el rostro, tienes 10 minutos no más, si demoras más lanzaré un cero contra aquella puerta aniquilándolos a ambos. Cuando estés dentro – me incliné hacia adelante- interrógala, como quieras, intenta usar la fuerza aunque no te lo recomiendo, ella no parece débil...-me enderecé - Pero debes evitar también dañar el vestido, las chicas se esforzaron en lavarlos en tiempo record y ajustarlo a la medida, y no queremos que sus esfuerzos sean en vano. –sentencié, cerrando así el juego.

-Si no quieres participar, abandona la habitación y lo haré yo…- lo miré serio, cuando un hilo de lágrima de sangre recorría la superficie del ojo y escurría por mi rostro.

[Off: es imposible que lance el cero XD, es solo para poner más tención. Lucían si aceptas tienes 2 post de interrogatorio. Sora, espero no te incomode, es solo procedimiento burocrático con algo de entretención. Yo no postearé hasta que termine el interrogatorio y Sora salga del baño.
PD: intenten no mancharme el baño con sangre, cuesta quitarla ¬¬, se de lo que hablo XD]

Mi mirada se ilumino al escuchar las palabras de Petrov, tenía que interrogar a esa arrancar y me había dado vía libre a la manera de obtener esa información.
No me había dicho que información necesitaba pero eso no me importaba, la curiosidad volvió a martillearme la cabeza y ya no podía mas, necesitaba saber, necesitaba entender y lo iba a conseguir.
No pude evitar una escandalosa carcajada mientras dibujaba una sonrisa macabra en la máscara de hueso que cubría mi cara.
-DéJAALo En MiS MaNoS.-dije mientras casi temblaba de la emoción
Le di la espalda a Pretov, y camine hasta la puerta que daba al baño mientras cubría mis manos con mis guantes.
-MolDea KarOnA- susurre estas palabras mientras notaba el poder de mi espada que se fusionaba con mi cuerpo como si fuera un muñeco de plastilina. Visualicé mentalmente una de las sirvientas que habían salido de la habitación, la misma q había visto caerse hace unos minutos, y mi cuerpo empezó a transformarse rápidamente en una copia perfecta de ella o al menos de la imagen que tenia creada en la cabeza.
Levante la mano para llamar dos veces-Toc Toc- y entre en la habitación sin esperar una respuesta mientras decía –con permisooooo- con la voz dulce que podía haber usado aquella sirvienta.
[off: siento mucho el retraso]

Sora se volvió sobresaltada al sentirme a su espalda

-me has asustado ¿que quieres?
-hola, soy Aqua, Pretov me ha mandado que te ayude, dice que una dama como usted no debe hacer nada y que debería ser tratada como una princesa...
-no necesito ayuda, se bañarme sola...

al escuchar estas palabras provoque un par de lagrimas y la mire con unos ojos llorosos

-si.... si.... si no te ayudo Pretov me castigara... y ... y... y...
-Vale vale puedes quedarte

me calme y solté una risita simpática

-tienes un pelo muy bonito ¿puedo ayudarte a lavarlo?
la vi dudar y analizar la situación, al parecer no le hacía mucha gracia este trato.
-esto.... está bien, pero después te quedaras quieta, ¿de acuerdo?

me acerque rápidamente y enrede mis dedos entre su pelo, ella aun no lo sabía pero ya no tenía escapatoria. No tenia por que seguir fingiendo pero me estaba divirtiendo tanto... , dibuje una sonrisa y le susurre al oído

-no te muevas...

con mis manos en su cabeza podía sentir todo su cuerpo, primero la piel, luego los músculos, hasta que llegue a sus huesos, sabia donde terminaba uno y continuaba el otro por lo que decidí eliminar esa separación y unirlos creando un esqueleto de una sola pieza, seguro que así no se mueve. sus ojos eran una mezcla de terror y confusión, y todos sus músculos estaban en tensión.

-veamos que se esconde en tu cabecita

sus pupilas se dilataron mientras yo no paraba de reír. pase mi dedo índice alrededor de su cabeza que se iba abriendo, como si las puntas de mis dedos fueran bisturíes y su carne mantequilla, hasta que su cráneo quedo abierto mostrándome el interior.
primero lo inspeccione y luego empecé a experimentar con el viendo las reacciones que producía, no me interesaba matarla como solía hacer, esta vez quería alguien con quien investigar y ver sus efectos a largo plazo, dudaba que se dejara por lo que surgió el primer reto ¿podría modificar su cerebro anulando su capacidad de tomar decisiones? así seria totalmente leal y obedecería solamente mis órdenes.
mire detenidamente cada una de las partes de su cerebro y encontré lo que buscaba en la parte frontal a la altura de los ojos. no me fue muy difícil conseguir mi objetivo, aislé esa parte y lo enlacé a la zona donde almacena los recuerdos, más concretamente un recuerdo, yo.
Regrese su cuerpo a su estado original y cerré su cabeza.
Es momento de probar mi nuevo juguete.

-mírame

la cabeza de sora giró de forma mecánica hacia mi dirección mirándome con unos ojos vacios y con una cara inexpresiva como si de un muñeco se tratara.

-bien creo q debemos salir.

Mire el traje de gothic lolita que Pretov le había regalado y ordene a Sora que se lo pusiera mientras yo dejaba el cuerpo de la niña volviendo a mi forma anterior.
al salir de la habitación Pretov ya no estaba.

-VámOnOS