Descripción de las dependencias de la Séptima División

En los círculos interiores del Seireitei, rodeadas por un muro de altura considerable, que cuenta con varias torres de vigilancia a lo largo de su perímetro, se alzan las dependencias del Séptimo Escuadrón. Se trata de un conjunto de edificios, esparcidos alrededor de un gran patio de tierra y hierba maltratada por las pisadas de incontables shinigamis.

Un gran edificio, situado justo frente a la única puerta que se abre en el muro, en el extremo opuesto del patio, domina el espacio. Consta de una gran sala rectangular, de unos 20 metros de largo, que se utiliza tanto para celebrar reuniones como a modo de dojo. Alrededor de ella, se agolpan otras salas, entre las que destacan el despacho del capitán, unas cocinas y varios almacenes de material. El suelo de la sala está hecho de madera y se halla presidida, en uno de sus extremos, por una pequeña tarima de un palmo de altura y un mapa detallado del Seireitei y gran parte del Rukongai. En el otro extremo de la sala descansan, amontonadas, varias mesillas bajas, que se usan a veces para convertir la sala de reuniones en comedor (teóricamente deberían estar en uno de los almacenes, pero la falta de espacio es un problema endémico en la división, ya que se hallan repletos de utensilios varios, bokkens, protecciones para la práctica del zanjutsu e, incluso, monigotes sobre los que golpear).

Se accede al despacho del capitán por una puertecita situada a un lado de la tarima. Se trata de un lugar, cuando menos, curioso, repleto de toda clase de artilugios recolectados por los numerosos capitanes que han pasado por él: juegos de go, de shogi y también de ajedrez, libros de toda clase, pergaminos, mapas y planos, algún que otro pequeño altar y arcones en los que quién sabe qué se esconde. La mesa que preside el lugar suele estar prácticamente cubierta de pilas de papel, que el capitán nunca tiene ni el tiempo ni las ganas de archivar, pero en las que, por algún misterioso sentido del orden dentro del caos, siempre encuentra lo que busca.

El resto de edificios alrededor del patio son, principalmente, dormitorios para aquellos miembros del escuadrón que tienen guardia o que, sencillamente, no poseen domicilio fuera de la división. También hay una fuente, unos baños, almacenes de alimentos, de ropa y de prácticamente todo aquello que necesita el escuadrón para funcionar. Se dice que tal cantidad de stocks se debe a que uno de los primeros capitanes de la división quiso que todo en aquel lugar funcionara con normalidad incluso aunque el resto del Seireitei estuviera en llamas.