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Practicando...
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Sociedad de Almas :: Seireitei :: Lugares de entrenamiento
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Practicando...
Satou se encontraba en el centro de una de las arenas de entrenamiento, con los ojos cerrados, el shikai liberado y su mente concentrada al máximo... Cogió tanto aire como sus pulmones le permitían...
BANKAI!
Tras semejante grito, lo único que notó fué cómo se desgarraba su garganta...
¿Qué falla...? ¿¡Qué es!?, se preguntaba mirando a su Zampakutou liberada.
Llevaba horas entrenando, y, agotado, selló a Saya, y sostuvo su boken casi sin fuerzas, como si se le fuese a caer en cualquier momento... Se desplomó y se quedó tumbado en el sitio, con los ojos cerrados, viendo sus parpados en un tono anaranjado provocado por la luz del sol, meditando sobre que podía ser lo que hacía que su bankai no saliese. Si quería seguir mejorando, sentía la necesidad de conseguir liberarlo.
Se incorporó, aunque le costó más de lo normal, y colocó su boken en frente suya...
-Saya... Tienes idea de como hacerlo? No consigo llevarte a tu estado máximo, tengo una sensacion como de... impotencia...
-¡Oye, oye! No te desanimes, seguro que en una de estás lo consigues. Es una sensación distinta a cuando empezamos, asi que se puede decir que estamos avanzando. Jiji! No pierdas los papeles... no va contigo.
-Jeje, y pensar que me estás animando tú, el motivo de mi preocupación
-¡Hmph! ¡Si te incomoda puedo dejar de hacerlo!
-Gracias...
Cogió el boken con ambas manos, y se levantó como pudo apoyandosé en él. Se enderezó la espalda con un leve crujido. Hizo lo mismo con sus dedos. Caminó a paso calmado hacia su escuadrón, necesitaba descansar un poco... Y despues, ¡Seguir estudiando!
BANKAI!
Tras semejante grito, lo único que notó fué cómo se desgarraba su garganta...
¿Qué falla...? ¿¡Qué es!?, se preguntaba mirando a su Zampakutou liberada.
Llevaba horas entrenando, y, agotado, selló a Saya, y sostuvo su boken casi sin fuerzas, como si se le fuese a caer en cualquier momento... Se desplomó y se quedó tumbado en el sitio, con los ojos cerrados, viendo sus parpados en un tono anaranjado provocado por la luz del sol, meditando sobre que podía ser lo que hacía que su bankai no saliese. Si quería seguir mejorando, sentía la necesidad de conseguir liberarlo.
Se incorporó, aunque le costó más de lo normal, y colocó su boken en frente suya...
-Saya... Tienes idea de como hacerlo? No consigo llevarte a tu estado máximo, tengo una sensacion como de... impotencia...
-¡Oye, oye! No te desanimes, seguro que en una de estás lo consigues. Es una sensación distinta a cuando empezamos, asi que se puede decir que estamos avanzando. Jiji! No pierdas los papeles... no va contigo.
-Jeje, y pensar que me estás animando tú, el motivo de mi preocupación
-¡Hmph! ¡Si te incomoda puedo dejar de hacerlo!
-Gracias...
Cogió el boken con ambas manos, y se levantó como pudo apoyandosé en él. Se enderezó la espalda con un leve crujido. Hizo lo mismo con sus dedos. Caminó a paso calmado hacia su escuadrón, necesitaba descansar un poco... Y despues, ¡Seguir estudiando!
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Practicando...
[OFF: Voy a seguir, que se me oxida el muchacho... Que recuerdos, mi primer post! XDD]
Amai reposaba tirado en el suelo, justo en medio del campo de entrenamiento. Estaba al aire libre, y era una parcela con suelo de albero de unos diez metros de diámetro, delimitado con una gruesa línea. En ocasiones se usaba como un campo de combate en el que perdía el que saliese del circulo. Satou solía usarla para dejarse llevar, corría de un lado a otro, lanzaba estocadas al aire y cortes un poco al azar, imaginándose luchando contra un enemigo digno, en ocasiones superior a él, por lo que siempre acababa agotado. Imbuía reiatsu a su zampakutou liberada, apretando sus dedos alrededor de la empuñadura con los nudillos blancos, a juego con la katana en general, como la vaina, impoluta, y en ella se reflejaba casi como un espejo lo que le rodeaba.
Llevaba horas haciendo practicas de Kendo, liberando reiatsu a cada estocada. si alguien estuviese cerca, habría terminado por sentir su presión espiritual, pero estaba solo, pues ya estaba entrada la noche. Desde el suelo miraba y contaba las pocas estrellas que se dejaban ver en el cielo de las la sociedad de almas, apuntándolas con su dedo indice, mientras jadeaba aparatosamente...
- Trece... Catorce... hmmm, ¡Quince! -
- ¿Que cuentas? - indagó Saya.
- Estrellas... Tan inalcanzables... A veces me parece que el dichoso bankai es más duro de conseguir que una de esas estrellas... esos puntos brillantes de luz de la lejanía. - comentaba en voz alta, distraído.
Empezaba a dudar de sus capacidades, no sabía como hacerlo, no sabía que tenía que hacer para conseguir el bankai, no lo había hecho antes, ni lo había visto hacer más de una o dos veces. No sabía en que concentrarse, o de qué forma moldear su reiatsu. Ni siquiera sabía que se supone que buscaba, al no saber la forma de su bankai... No hacer a su zampakutou liberar su estado máximo, el máximo poder asequible, daba una tremenda sensación de frustración hasta rallar la locura. Daban ganas de abandonar, pero no era la mejor opción...
- ¡Dieciséis! - dijo señalando con efusividad una estrella que no había visto antes. Su vista se empezaba a adaptar... - En serio, empiezo a dudar seriamente de mis capacidades, quiero ser capaz de recibir todo el poder que tienes para mi... -
- ¡Y dale! Que lo lograrás... Pero tienes que dejar de presionarte... Mientras te martirices tanto no se si podrás. Confía en ti. Si pudiese te daba con el boken en esa cabeza tan dura que tienes... - le animaba Saya.
Era lo común que la pequeña hiciese eso... - ¡¡DIECISIETE!! - Dijo con un tomo tan alegre como le salió. Parecía contenta de poder participar en el juego de "su dueño". Más que dueño, compañero.
- Te debo mucho, pequeña. -
- ¡¡HMPH!! -
Tomó aire, se puso de pie casi de un salto, y apuntó con su zampakutou al cielo... - ¡Continuemos! - y al tiempo que dejaba caer el boken cortando el aire en dos, gritó a pleno pulmón: - ¡Akuruku nate! ¡Shiroi Saya! -
[OFF: Esto es solo por mero aburrimiento, pero si alguien quiere entrar, estoy abierto a posibles conversacionales... ^^]
Amai reposaba tirado en el suelo, justo en medio del campo de entrenamiento. Estaba al aire libre, y era una parcela con suelo de albero de unos diez metros de diámetro, delimitado con una gruesa línea. En ocasiones se usaba como un campo de combate en el que perdía el que saliese del circulo. Satou solía usarla para dejarse llevar, corría de un lado a otro, lanzaba estocadas al aire y cortes un poco al azar, imaginándose luchando contra un enemigo digno, en ocasiones superior a él, por lo que siempre acababa agotado. Imbuía reiatsu a su zampakutou liberada, apretando sus dedos alrededor de la empuñadura con los nudillos blancos, a juego con la katana en general, como la vaina, impoluta, y en ella se reflejaba casi como un espejo lo que le rodeaba.
Llevaba horas haciendo practicas de Kendo, liberando reiatsu a cada estocada. si alguien estuviese cerca, habría terminado por sentir su presión espiritual, pero estaba solo, pues ya estaba entrada la noche. Desde el suelo miraba y contaba las pocas estrellas que se dejaban ver en el cielo de las la sociedad de almas, apuntándolas con su dedo indice, mientras jadeaba aparatosamente...
- Trece... Catorce... hmmm, ¡Quince! -
- ¿Que cuentas? - indagó Saya.
- Estrellas... Tan inalcanzables... A veces me parece que el dichoso bankai es más duro de conseguir que una de esas estrellas... esos puntos brillantes de luz de la lejanía. - comentaba en voz alta, distraído.
Empezaba a dudar de sus capacidades, no sabía como hacerlo, no sabía que tenía que hacer para conseguir el bankai, no lo había hecho antes, ni lo había visto hacer más de una o dos veces. No sabía en que concentrarse, o de qué forma moldear su reiatsu. Ni siquiera sabía que se supone que buscaba, al no saber la forma de su bankai... No hacer a su zampakutou liberar su estado máximo, el máximo poder asequible, daba una tremenda sensación de frustración hasta rallar la locura. Daban ganas de abandonar, pero no era la mejor opción...
- ¡Dieciséis! - dijo señalando con efusividad una estrella que no había visto antes. Su vista se empezaba a adaptar... - En serio, empiezo a dudar seriamente de mis capacidades, quiero ser capaz de recibir todo el poder que tienes para mi... -
- ¡Y dale! Que lo lograrás... Pero tienes que dejar de presionarte... Mientras te martirices tanto no se si podrás. Confía en ti. Si pudiese te daba con el boken en esa cabeza tan dura que tienes... - le animaba Saya.
Era lo común que la pequeña hiciese eso... - ¡¡DIECISIETE!! - Dijo con un tomo tan alegre como le salió. Parecía contenta de poder participar en el juego de "su dueño". Más que dueño, compañero.
- Te debo mucho, pequeña. -
- ¡¡HMPH!! -
Tomó aire, se puso de pie casi de un salto, y apuntó con su zampakutou al cielo... - ¡Continuemos! - y al tiempo que dejaba caer el boken cortando el aire en dos, gritó a pleno pulmón: - ¡Akuruku nate! ¡Shiroi Saya! -
[OFF: Esto es solo por mero aburrimiento, pero si alguien quiere entrar, estoy abierto a posibles conversacionales... ^^]
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Practicando...
[OFF: Espero no te moleste mi entrada, no tenía un lugar donde empesar mi rol asi que espero hacerlo contigo, como dije antes espero no te moleste]
Luego de salir de aquel lugar, llegé a los campos de entrenamiento de la Sociedad de Almas, un lugar amplio y a veces tranquilo a excepción de cuando los grandes mandos entrenaban sus bestiosos poderes, pero esta tarde era perfecta para entrenar un poco mientras olvidaba los malos momentos vividos el día de hoy.
Mientras caminaba pude observar como un joven muchacho se encontraba en el lugar, al parecer tambien había venido a entrenar suponía por lo que decidí entablar alguna conversación amistosa con el muchacho de cabellos oscuros se encontraba en el aire tal vez de un salto anteriormente dado cosa que no pude ver pero espere que sus pies tocasen suelo para ir a hablarle, cuando por fín lo hizo me acerque resitando unas palabras hacía él.
-Hola, mi nombre es Jin Redelant, Shinigami del 10 Escuadrón, perdon por interrumpir tu entrenamiento pero hoy no es uno de mis mejores días asi que esperaba encontrar algo que hacer y ví que tu estabas aquí.-
Dije amablemente mientras observaba al joven detenidamente para tratar de identificar su escuadron pero poco pude hacer ya que no se me daba bien identificar o recordar a las personas y además nunca había visto a otros shinigamis que no fueran del 10 escuadrón por lo que supe en un principio que él no era uno de la división a la cual yo pertenecía.
Me quedé parado esperando su respuesta mientras el brillo encandesente del sol mostraba mi rostro y mi sonrisa amable hacía él y yo mantenía mi mano posada en el mango de mi katana mientras su lazo de seda largo se ondeaba por la brisa del lugar.
Luego de salir de aquel lugar, llegé a los campos de entrenamiento de la Sociedad de Almas, un lugar amplio y a veces tranquilo a excepción de cuando los grandes mandos entrenaban sus bestiosos poderes, pero esta tarde era perfecta para entrenar un poco mientras olvidaba los malos momentos vividos el día de hoy.
Mientras caminaba pude observar como un joven muchacho se encontraba en el lugar, al parecer tambien había venido a entrenar suponía por lo que decidí entablar alguna conversación amistosa con el muchacho de cabellos oscuros se encontraba en el aire tal vez de un salto anteriormente dado cosa que no pude ver pero espere que sus pies tocasen suelo para ir a hablarle, cuando por fín lo hizo me acerque resitando unas palabras hacía él.
-Hola, mi nombre es Jin Redelant, Shinigami del 10 Escuadrón, perdon por interrumpir tu entrenamiento pero hoy no es uno de mis mejores días asi que esperaba encontrar algo que hacer y ví que tu estabas aquí.-
Dije amablemente mientras observaba al joven detenidamente para tratar de identificar su escuadron pero poco pude hacer ya que no se me daba bien identificar o recordar a las personas y además nunca había visto a otros shinigamis que no fueran del 10 escuadrón por lo que supe en un principio que él no era uno de la división a la cual yo pertenecía.
Me quedé parado esperando su respuesta mientras el brillo encandesente del sol mostraba mi rostro y mi sonrisa amable hacía él y yo mantenía mi mano posada en el mango de mi katana mientras su lazo de seda largo se ondeaba por la brisa del lugar.
Jin Redelant- Post : 21
Edad : 32
Re: Practicando...
Satou lanzaba un grito soltando todo el aire de sus pulmones a cada estocada que lanzaba al aire, con una correctísima postura de kendo. Notaba en sus hombros el peso de su zampakutou liberada, algo superior a su boken, y más incómoda de sostener por el trenzado de la empuñadura. De cualquier modo, sus manos jóvenes ya estaban acostumbradas a sostener un arma, a pesar de que tampoco es que fuese su especialidad.
Tras una de los cortes como elegido al azar mantuvo la postura inmóvil, con los párpados cubriendo sus iris verdes como la hierba en primavera, y sus dedos aferrados a la dicha incómoda empuñadura. Una gota de sudor era el único movimiento casi impredecible que se marcaba en su cuerpo mientras corría por su cuello en dirección a su pecho semidesnudo, para morir en el borde de su keikogi. Tomó aire varias veces sin variar su postura, con su espada apuntando hacia el frente, casi amenazante.
- Vamos allá, Saya... -
- Claro. -
- ¡BANKAI! -
Y al tiempo que gritó lanzó una explosión de reiatsu desde el centro de su pecho... El aire dejó de salir, y Sintió como si la sangre dentro de su cuerpo se detuviese a contemplar lo que ocurriría. La espada comenzó a desprender un brillo blanco intenso en toda su hoja y sin explicar si era producto de su imaginación unida al cansancio físico, o realmente lo estaba haciendo, los bordes, en especial el filo, comenzó a difuminarse como si desapareciese... Parecía que avanzaba...
Transcurridos tres segundos la zampakutou volvió a tomar la forma del boken, y a Satou se le fue el peso del cuerpo descontroladamente hacia el suelo, precipitándose contra el mismo de no ser porque, más por fuerza de Saya que propia, interpuso el boken manteniendo "cierta" estabilidad. Y tras un rato recobrando el aliento, saltó tan alto como pudo (que realmente no fue mucho) lanzando un puño al aire. Sentía que empezaba a avanzar después de más de un año de entrenamiento.
Entonces, un shinigami se había acercado. Ni siquiera había notado su presencia, parte por el cansancio, parte por a ilusión. Él le saludó sonriente, aunque decía que no tenía un buen día. Inspeccionó a Amai como en busca de algo, algo que no encontró y acabó dando por imposible. Satou le devolvió el saludo correctamente.
- Amai Satou, del quinto, pero puedes llamarme Satou solo. - Una presentación formal, pero cercana. Era un chico apuesto, algo más alto que Satou, con el pelo llamativamente anaranjado y los ojos violetas claros. Amai mostraba una amplia sonrisa de felicidad, con tintes de orgullo, que en poco trató de disimular (cosa que no consiguió), para ponerse un poco más serio. - Si quieres entrenamos, pero dejame cinco minutos de descanso... Te parece que nos sentemos un momento y me cuentas que tal tu día? Bueno, si quieres... - Le comentó señalando un banco del campo de entrenamiento al afable al shinigami de sonrisa aparentemente finjida, con su sonrisa dficilmente contenida.
Tras una de los cortes como elegido al azar mantuvo la postura inmóvil, con los párpados cubriendo sus iris verdes como la hierba en primavera, y sus dedos aferrados a la dicha incómoda empuñadura. Una gota de sudor era el único movimiento casi impredecible que se marcaba en su cuerpo mientras corría por su cuello en dirección a su pecho semidesnudo, para morir en el borde de su keikogi. Tomó aire varias veces sin variar su postura, con su espada apuntando hacia el frente, casi amenazante.
- Vamos allá, Saya... -
- Claro. -
- ¡BANKAI! -
Y al tiempo que gritó lanzó una explosión de reiatsu desde el centro de su pecho... El aire dejó de salir, y Sintió como si la sangre dentro de su cuerpo se detuviese a contemplar lo que ocurriría. La espada comenzó a desprender un brillo blanco intenso en toda su hoja y sin explicar si era producto de su imaginación unida al cansancio físico, o realmente lo estaba haciendo, los bordes, en especial el filo, comenzó a difuminarse como si desapareciese... Parecía que avanzaba...
Transcurridos tres segundos la zampakutou volvió a tomar la forma del boken, y a Satou se le fue el peso del cuerpo descontroladamente hacia el suelo, precipitándose contra el mismo de no ser porque, más por fuerza de Saya que propia, interpuso el boken manteniendo "cierta" estabilidad. Y tras un rato recobrando el aliento, saltó tan alto como pudo (que realmente no fue mucho) lanzando un puño al aire. Sentía que empezaba a avanzar después de más de un año de entrenamiento.
Entonces, un shinigami se había acercado. Ni siquiera había notado su presencia, parte por el cansancio, parte por a ilusión. Él le saludó sonriente, aunque decía que no tenía un buen día. Inspeccionó a Amai como en busca de algo, algo que no encontró y acabó dando por imposible. Satou le devolvió el saludo correctamente.
- Amai Satou, del quinto, pero puedes llamarme Satou solo. - Una presentación formal, pero cercana. Era un chico apuesto, algo más alto que Satou, con el pelo llamativamente anaranjado y los ojos violetas claros. Amai mostraba una amplia sonrisa de felicidad, con tintes de orgullo, que en poco trató de disimular (cosa que no consiguió), para ponerse un poco más serio. - Si quieres entrenamos, pero dejame cinco minutos de descanso... Te parece que nos sentemos un momento y me cuentas que tal tu día? Bueno, si quieres... - Le comentó señalando un banco del campo de entrenamiento al afable al shinigami de sonrisa aparentemente finjida, con su sonrisa dficilmente contenida.
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Practicando...
El jovén que se encontraba haciendo su entrenamiento se acercó hacía mí y amistosamente proponiendome entrenar, no sin antes tomar un leve descanso, no omití su propuesta ya que a mi, un simple joven del 10 no me vendría bien algo de compañia y aún mejor un poco de entrenamiento ya que hacia mucho que no me encontraba en una misión y menos en un combate por lo que decidí aceptar, asentiendo con mi cabeza mientras resitaba unas pequeñas palabras.
-Claro... sentemosnos, pero con respecto a mi día... tratemos de evitar eso, es algo que me trae malos recurdos...- Sostuve la mirada triste de hacía unos momentos atrás la cual tenía antes de llegar a los campos de entrenamiento, hablar de ese tema era algo que me aflijía totalmente y me hacía entrar en un estado de tristeza y melancolía.
Me direccioné camino hacía el banco más próximo que se encontraba a unos pocos pasos del otro shinigami y de mí, era un largo tablón seco y algo deteriorado sostenido por dos pedasos de madera enterrados al suelo. Luego de acercarse lo suficiente me senté tranquilamente mientras sacaba la funda y la katana de mi cintura y la dejaba al lado de donde estaba sentado y ensima del banco para estar más libre y no tan incómodo con ese peso que llevaba. me quedé sentado esperando que el otro sujeto hiciese lo mismo mientras la brisa del lugar corría levemente.
El lugar era amplio pero en ese momento no veía a nadie más en el lugar donde nosotros estabamos, cosa que me disgustó un poco ya que quería conocer a más personas del Gotei 13, en el escuadron donde siempre me encontraba siempre se encontraba solitario debido al gran trabajo que los altos mandos mantenían en la división nuestra.
-Claro... sentemosnos, pero con respecto a mi día... tratemos de evitar eso, es algo que me trae malos recurdos...- Sostuve la mirada triste de hacía unos momentos atrás la cual tenía antes de llegar a los campos de entrenamiento, hablar de ese tema era algo que me aflijía totalmente y me hacía entrar en un estado de tristeza y melancolía.
Me direccioné camino hacía el banco más próximo que se encontraba a unos pocos pasos del otro shinigami y de mí, era un largo tablón seco y algo deteriorado sostenido por dos pedasos de madera enterrados al suelo. Luego de acercarse lo suficiente me senté tranquilamente mientras sacaba la funda y la katana de mi cintura y la dejaba al lado de donde estaba sentado y ensima del banco para estar más libre y no tan incómodo con ese peso que llevaba. me quedé sentado esperando que el otro sujeto hiciese lo mismo mientras la brisa del lugar corría levemente.
El lugar era amplio pero en ese momento no veía a nadie más en el lugar donde nosotros estabamos, cosa que me disgustó un poco ya que quería conocer a más personas del Gotei 13, en el escuadron donde siempre me encontraba siempre se encontraba solitario debido al gran trabajo que los altos mandos mantenían en la división nuestra.
Jin Redelant- Post : 21
Edad : 32
Re: Practicando...
Amai se mostraba alegre frente al shinigami de la décima. Tras ofrecerle asiento, él tomó la iniciativa, y Satou se limitó a seguirlo hasta el banco que él eligiese. Obviamente escogió el más cercano, casi de agradecer por parte del agotado shinigami del quinto. Al recordar el décimo escuadrón, lo primero que se dibujaba en su mente era el icono del escuadrón hasta hacía pocos días, Samura-taichô. No había tenido contacto directo con él, pero le vio en algunas demostraciones de zanjutsu, con unas habilidades únicas en la sociedad de almas, y aclamado por los espadachines de la misma, que solían tratarle como un shinigami ejemplar en el que tratar convertirse.
Sentado en el banco, y con el boken entre sus rodillas, y habiendo dejado claro que no quería hablar de su día, Amai buscó con agilidad algún tema de conversación en su cerebro...
- El décimo escuadrón... ¿Llevas mucho? Se supone que sois el escuadrón de burocracia... ¿pero qué se supone que hacéis? ¿solo papeleo? - Pareció seguramente un poco inseguro, y el tema parecía sacado a la desesperada, pero trató de darle más importancia mirándole de frente a sus profundos ojos violetas, mostrándose curioso y deseoso por saber más. Amai era una especie de esponja, que trataba de absorber toda la información que podía llegar a sus oídos, y aprender de lo que escuchaba. Quizá tras esta conversación breve, consiguiese entender un poco mejor el complejo funcionamiento de la sociedad de almas... Los escuadrones estaban más o menos claros, unos más que otros como el cuarto, el quinto y el undécimo, y otros menos, y para la mente joven del shinigami, el noveno y el décimo tenían los cometidos más complicados (aunque seguramente los más importantes)...
Sentado en el banco, y con el boken entre sus rodillas, y habiendo dejado claro que no quería hablar de su día, Amai buscó con agilidad algún tema de conversación en su cerebro...
- El décimo escuadrón... ¿Llevas mucho? Se supone que sois el escuadrón de burocracia... ¿pero qué se supone que hacéis? ¿solo papeleo? - Pareció seguramente un poco inseguro, y el tema parecía sacado a la desesperada, pero trató de darle más importancia mirándole de frente a sus profundos ojos violetas, mostrándose curioso y deseoso por saber más. Amai era una especie de esponja, que trataba de absorber toda la información que podía llegar a sus oídos, y aprender de lo que escuchaba. Quizá tras esta conversación breve, consiguiese entender un poco mejor el complejo funcionamiento de la sociedad de almas... Los escuadrones estaban más o menos claros, unos más que otros como el cuarto, el quinto y el undécimo, y otros menos, y para la mente joven del shinigami, el noveno y el décimo tenían los cometidos más complicados (aunque seguramente los más importantes)...
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Practicando...
[OFF ROL: Perdón por tardar es que eh estado a full con los estudios]
On:
El muchacho que se sentó serca de mí mientras yo contemplaba el hermoso paisaje del lugar. Aldo dudoso e inseguro el pelinegro había echo una pregunta la cual muchos se preguntaban, la cual era de que trabajos nos encargabamos nosotros, la verdad era algo de papeleo, algo de relaciones externas y un poco de lo otro.
-Uhm... la verdad es que sí, lleva algo de tiempo preparar todos esos papeleos pero por suerte la mayor cantidad de ellos se encarga nuestro Taicho por lo que poco se ve en estos días... pero bueno algo tenemos que hacer para constribuir con la Sociedad Almas...-
Dije serío y luego de terminar mi leve discurso mostre una sonrisa amable al sujeto que se encontraba serca de mí, era de agradecimiento que alguíen en estos tiempos de guerra si hiciera un lugar para charlar y platicar por más sin sentido que sea de lo que estuviesemos hablando, la gente e aquí se preocupaba más por la paz del mundo sin saber que la paz primero se encuentra en uno mismo y luego se expande hacía los demás.
- Y dime... la verdad estoy algo pasado en esto de los combates... pero tú luego podrías ayudarme ya que tienes un rango mayor que el mio y como los del 5to se especializan en Kidoh podrías ayudarme con eso, nunca fuí bueno con las magias... hehe...- Sonreí tímidamente al sentirme inferior y más por pedir ayuda a alguien que hacía poco había conocido y no quería abusar de su buena persona y amabilidad por lo que lo deje a su criterio y a su merced si me ayudaba o no.
Estaba cansado siempre de depender de mis superiores o encargados de otras divisiones para que hicieran el trabajo "sucio" de eliminar Hollows, yo quería participar en algo de una vez pero mis pocas habilidades en batalla no lo permitían además de que mi Shikai esta incompleto, todabía no podía liberarlo correctamente por lo que necesitaba mucho más entrenamiento.
On:
El muchacho que se sentó serca de mí mientras yo contemplaba el hermoso paisaje del lugar. Aldo dudoso e inseguro el pelinegro había echo una pregunta la cual muchos se preguntaban, la cual era de que trabajos nos encargabamos nosotros, la verdad era algo de papeleo, algo de relaciones externas y un poco de lo otro.
-Uhm... la verdad es que sí, lleva algo de tiempo preparar todos esos papeleos pero por suerte la mayor cantidad de ellos se encarga nuestro Taicho por lo que poco se ve en estos días... pero bueno algo tenemos que hacer para constribuir con la Sociedad Almas...-
Dije serío y luego de terminar mi leve discurso mostre una sonrisa amable al sujeto que se encontraba serca de mí, era de agradecimiento que alguíen en estos tiempos de guerra si hiciera un lugar para charlar y platicar por más sin sentido que sea de lo que estuviesemos hablando, la gente e aquí se preocupaba más por la paz del mundo sin saber que la paz primero se encuentra en uno mismo y luego se expande hacía los demás.
- Y dime... la verdad estoy algo pasado en esto de los combates... pero tú luego podrías ayudarme ya que tienes un rango mayor que el mio y como los del 5to se especializan en Kidoh podrías ayudarme con eso, nunca fuí bueno con las magias... hehe...- Sonreí tímidamente al sentirme inferior y más por pedir ayuda a alguien que hacía poco había conocido y no quería abusar de su buena persona y amabilidad por lo que lo deje a su criterio y a su merced si me ayudaba o no.
Estaba cansado siempre de depender de mis superiores o encargados de otras divisiones para que hicieran el trabajo "sucio" de eliminar Hollows, yo quería participar en algo de una vez pero mis pocas habilidades en batalla no lo permitían además de que mi Shikai esta incompleto, todabía no podía liberarlo correctamente por lo que necesitaba mucho más entrenamiento.
Jin Redelant- Post : 21
Edad : 32
Re: Practicando...
- Ehm bueno... -. El joven shinigami se sentía abrumado de tal petición. ¿Amai ayudando a alguien? prácticamente nunca se le pedía ayuda, casi ni siquiera opinión. - Bueno, puedo intentarlo aunque tampoco creas que soy demasiado... mi puesto es casi más por rellenar vacantes, jeje - dijo tímidamente rascándose la nuca con una mano, y mirando al otro shinigami con una sonrisa afable...
Se puso de pie de un salto, y hizo un par de estiramientos, más por aparentar que por otra cosa... Dejó el boken en el banco, ya que no lo usaría. Satou solo utilizaba su boken para liberar el shikai, y eso en un entrenamiento estaba fuera de sus principios, y más con alguien que no acaba de dominarlo... Con todo el peso de su cuerpo sobre una pierna flexionada y alternando la postura entre una pierna y otra, comentó tranquilo - Yo de lo que más se es de bakudou, aunque tengo "cierto" dominio de hadou... si lo que quieres entrenar es tu espada, vete olvidando de que yo te sirva de ayuda... más que nada porque me partes en dos antes de darme cuenta. - a lo que continuó una sonrisa que cubrió con su mano por pura timidez.
A Satou le costaba soltarse delante de alguien a quien no conocía, y siempre estaba tratando de agradar y caer bien a los demás, evitando al grado máximo meter la pata... Retomó su postura recta e hizo amago de crujir los huesos de su mano... solo uno de ellos crujió y por la expresión del joven shinigami, no solía hacerlo... es más, casi escapan dos lagrimones de sus ojos...
Bueno, entonces ¿qué?, ¿quieres un poco de kidou? Lanzame algo - y le dedicó la más alegre de las sonrisas de su repertorio.
Se puso de pie de un salto, y hizo un par de estiramientos, más por aparentar que por otra cosa... Dejó el boken en el banco, ya que no lo usaría. Satou solo utilizaba su boken para liberar el shikai, y eso en un entrenamiento estaba fuera de sus principios, y más con alguien que no acaba de dominarlo... Con todo el peso de su cuerpo sobre una pierna flexionada y alternando la postura entre una pierna y otra, comentó tranquilo - Yo de lo que más se es de bakudou, aunque tengo "cierto" dominio de hadou... si lo que quieres entrenar es tu espada, vete olvidando de que yo te sirva de ayuda... más que nada porque me partes en dos antes de darme cuenta. - a lo que continuó una sonrisa que cubrió con su mano por pura timidez.
A Satou le costaba soltarse delante de alguien a quien no conocía, y siempre estaba tratando de agradar y caer bien a los demás, evitando al grado máximo meter la pata... Retomó su postura recta e hizo amago de crujir los huesos de su mano... solo uno de ellos crujió y por la expresión del joven shinigami, no solía hacerlo... es más, casi escapan dos lagrimones de sus ojos...
Bueno, entonces ¿qué?, ¿quieres un poco de kidou? Lanzame algo - y le dedicó la más alegre de las sonrisas de su repertorio.
Amai Satou- Desaparecido
- Post : 207
Edad : 35
Re: Practicando...
Todo sucedió rápido, el joven pelinegro del 5to Escuadrón se levantó del un salto y se quedó parado a unos pasos delante mio empesó a calentar sus músculos y extremidades para empesar a entrenar suponía yo. Luego me preguntó que es lo que quería hacer, el había mencionado que no era bueno con su espada y que en ese aspecto no podía ayudarme pero tal vez algo de Kidou sí podría por lo que decidí tomar su ayuda con mucha gratitud.
-Uhm... bueno veamos como me va con los Kidou... dime cual me enseñaras primero si es acorde a mi nivel o no e intentare memorizarlo y practicarlo como mejor me salga...
Fueron mis palabras mientras me levantaba de mi lugar y dejaba en el mismo lugar mi zampaktuo y luego dí unos pasos hacía adelante acercandome a Satou medianamente más o menos a unos 80 cm de él y lo miré fijamente mientras esperaba algún movimiento por parte de él para empesar nuestro pequeño entrenamiento.
-Uhm... bueno veamos como me va con los Kidou... dime cual me enseñaras primero si es acorde a mi nivel o no e intentare memorizarlo y practicarlo como mejor me salga...
Fueron mis palabras mientras me levantaba de mi lugar y dejaba en el mismo lugar mi zampaktuo y luego dí unos pasos hacía adelante acercandome a Satou medianamente más o menos a unos 80 cm de él y lo miré fijamente mientras esperaba algún movimiento por parte de él para empesar nuestro pequeño entrenamiento.
Jin Redelant- Post : 21
Edad : 32
Re: Practicando...
[OFF: Dios! Lo siento de veras, e estao una temporada con mi inspiración a cero, y entre q no se x donde cogerte y que tengo chorromil posts pendientes pos, pfff... perdon cien veces más...]
- Supongo... - comenzó su frase meditabundo. Le había dejado solo en un campo demasiado extenso. Amai no sabía absolutamente nada, ni de sus capacidades, ni de como le fué en la academia, ni nada de nada... En principio, se supone que, excepto los shinigamis del undécimo escuadrón, con los que se hace una excepción, todos los shinigamis necesitan conocer al menos hasta el hadou #33. Con ese nivel de hadou, es suficiente para un ataque desesperado en combate. El bakudou era otra cosa. En la academia no solían prestarle tanta atención, comparado con lo útil que realmente podría llegar a ser.
Amai se rascaba la barbilla, completamente ausente de cualquier tipo de vello facial, con la mirada perdida en la lejanía y tamborileando en su pierna con sus dedos, como las típicas pantallas de "cargando" de cualquier máquina moderna. Asintió varias veces.
- Si, será lo mejor. - dijo para sí mismo desviando la mirada al suelo. Justo después le devolvió una mirada amable al shinigami de la décima división. - De acuerdo, voy a tantear tu poder de Kidou. Supongo que ya tienes ciertas dotes de Kidou, adquiridas en la academia así que... - y tras colocarse en una postura realmente estática, con las piernas flexionadas, un brazo a la altura de su pecho y otro con la palma apuntando al frente, susurró... - Bakudo no sanjuu kyuu... Enkosen... - y de su palma brotó una barrera de forma circular de aproximadamente un metro y medio de diámetro...
- Lanza el hadou más poderoso que tengas... ¡No te cortes! - le gritó desde el otro lado de la barrera que casi rozaba la punta de sus dedos...
[OFF: Bakudou #39 Enkosen: https://www.youtube.com/watch?v=TMfBu4zWOY0]
- Supongo... - comenzó su frase meditabundo. Le había dejado solo en un campo demasiado extenso. Amai no sabía absolutamente nada, ni de sus capacidades, ni de como le fué en la academia, ni nada de nada... En principio, se supone que, excepto los shinigamis del undécimo escuadrón, con los que se hace una excepción, todos los shinigamis necesitan conocer al menos hasta el hadou #33. Con ese nivel de hadou, es suficiente para un ataque desesperado en combate. El bakudou era otra cosa. En la academia no solían prestarle tanta atención, comparado con lo útil que realmente podría llegar a ser.
Amai se rascaba la barbilla, completamente ausente de cualquier tipo de vello facial, con la mirada perdida en la lejanía y tamborileando en su pierna con sus dedos, como las típicas pantallas de "cargando" de cualquier máquina moderna. Asintió varias veces.
- Si, será lo mejor. - dijo para sí mismo desviando la mirada al suelo. Justo después le devolvió una mirada amable al shinigami de la décima división. - De acuerdo, voy a tantear tu poder de Kidou. Supongo que ya tienes ciertas dotes de Kidou, adquiridas en la academia así que... - y tras colocarse en una postura realmente estática, con las piernas flexionadas, un brazo a la altura de su pecho y otro con la palma apuntando al frente, susurró... - Bakudo no sanjuu kyuu... Enkosen... - y de su palma brotó una barrera de forma circular de aproximadamente un metro y medio de diámetro...
- Lanza el hadou más poderoso que tengas... ¡No te cortes! - le gritó desde el otro lado de la barrera que casi rozaba la punta de sus dedos...
[OFF: Bakudou #39 Enkosen: https://www.youtube.com/watch?v=TMfBu4zWOY0]
Amai Satou- Desaparecido
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Jue Abr 30, 2015 3:40 am por Kenta
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