Técnicas de Combate Shinigami

por **Rey Espíritu** Dom Mar 31, 2013 7:47 am

En su incansable batalla contra los Hollow, los shinigamis no cesan de mejorar y perfeccionar sus técnicas de combates, haciéndolas cada vez más efectivas y poderosas. El sistema de lucha shinigami se puede dividir en cuatro grandes disciplinas básicas que todo Dios de la Muerte debe dominar, aunque muchos acabarán por especializarse en una o dos de ellas con el tiempo. Esas disciplinas son:

Hohō (歩法, Método de los Pasos):

A veces llamado simplemente Agilidad. A través del control de la energía espiritual, el shinigami es capaz de optimizar los movimientos de su cuerpo y potenciar sus habilidades y velocidad. Entre otros efectos, a través del dominio de la manipulación del reiatsu, el shinigami es capaz de compactar el aire a su alrededor para poder permanecer de pie a cierta altura del suelo, o usándolos para tomar impulso para sus ataques o incluso para amortiguar alguna caída.

La técnica más empleada en esta disciplina, y prácticamente la única, es el Shunpo (瞬歩, Pasos Instantáneos). Esta técnica consiste en desplazarse de un punto a otro en el menor número de pasos posible y con ello a una velocidad casi instantánea. El shinigami es capaz de desplazar su reiatsu y su cuerpo, moviéndose con tal rapidez que sólo unos ojos entrenados o el guerrero que sea capaz de seguir el rastro de reiatsu podrá prever dónde aparecerá.

Shinigamis muy diestros en la técnica del shunpo son capaces de moverse a tanta velocidad que llegan incluso a dejar a su paso más de una decena de imágenes inanimadas de él mismo que actúan como clones (bunshin), pudiendo llegar a confundir al enemigo. Otro de los movimientos favoritos de los expertos a la hora de atacar y matar limpiamente es el llamado Senka, donde el shinigami se desplaza por medio del Shunpo a la espalda de su objetivo y lo abate de un solo golpe.

Zanjutsu (Técnica de Espadas):

Es de lejos la forma más empleada en el combate por los Shinigamis, dado que las Zanpakutō es el método más efectivo para acabar con cualquier oponente. Dependiendo de la habilidad del Shinigami. El Zanjutsu describe la habilidad intrínseca del shinigami en la esgrima, sin tener en cuenta cuán poderosa es su zanpakuto o qué poderes tiene ésta. (Para más información, consultar el apartado de la Zanpakuto y sus técnicas)

Hakuda (白打, Golpes puros):

Se trata de las técnicas de combate cuerpo a cuerpo. A pesar de ser una disciplina básica del entrenamiento shinigami es desarrollado por muy pocos, ya que no suele ser empleado en el combate. Sólo parecen sobresalir en esta disciplina los miembros de las Fuerzas Especiales, que se especializan en el uso casi exclusivo del Hakuda.

Muy pocos especialistas del combate cuerpo a cuerpo llegan a dominar la técnica del Shunkō (瞬閧, Grito Instantáneo) la cual es una habilidad digna de competir con los poderes desplegados por una Zampakutō. Se basa en combinar la lucha cuerpo a cuerpo con el Kidō, concentrando enormes cantidades de energía espiritual en la espalda y los hombros del usuario y dirigirla a su antojo.

Kidō (鬼道, Vía del Demonio):

También llamado Artes Demoníacas. Mediante esta amplia disciplina el Shinigami puede enfocar su energía espiritual, y la que contiene el ambiente que le rodea, en forma de distintos hechizos consiguiendo efectos muy variados, como pueden ser la curación, la defensa o el combate, entre otros. Por ello, existen muchos tipos de Kidō según su uso, pero generalmente se suele dividir en en dos amplios grupos, sobre todo si hablamos del kidō empleado en combate: bakudō y hadō. Cada uno de estos grupos están formados por hechizos ordenados del 1 al 99, según el poder que despliegan y la dificultad que entraña su realización.

Para poder invocar uno en particular, el usuario debe recitar las palabras adecuadas, seguidas del nombre del hechizo y de su número. Sin embargo, para un Shinigami lo bastante experimentado no es necesario incluir el encantamiento en particular, aunque haciéndolo se incrementa su potencia. El poder de un hechizo Kidō, sin embargo, no depende tanto del número como del nivel del usuario que lo invoque, ya que encantamientos de bajo nivel pueden producir efectos devastadores si son usados por Shinigamis poderosos. Los usuarios que dominan el Kidō con una mayor maestría son incluso capaces de realizar más de un hechizo a la vez mediante la invocación conjunta de los encantamientos.

En el Quinto Escuadrón se encuentran los shinigamis más duchos en estas artes, al igual que un Departamento de Investigación Kidō, donde las Artes Demoníacas se usan como herramientas para desarrollar nuevas tecnologías, armas o técnicas. Además en él se intenta profundizar más en el extenso campo del kidō, buscando ampliar los conocimientos shinigamis en él.

Los Bakudō (縛道, Vía de Atadura) son hechizos Kidō englobados en un mismo grupo pese a poseer características muy diferentes entre sí. En general tienen el propósito de proteger y defender, y en cualquier caso evitar el daño a todos los contendientes. Por ello, suele decirse que los Bakudō son hechizos defensivos que incapacitan al oponente, mas en realidad existen algunos de ellos que no son empleados con esta finalidad, sino para encontrar a alguien o comunicarse a distancia con un gran número de persona, entre otros efectos.

Los Hadō (破道, Vía de Destrucción) son los hechizos Kidō empleados con un fin claramente ofensivo. La mayor parte de ellos comprenden distintas descargas de energía de diferentes rangos de ataque, tamaños, formas y potencias, que producen efectos muy variados sobre el enemigo. Según se dice, los Hadō del nivel 90 y superiores son, con diferencia, mucho más efectivos y poderosos que el resto, pero su dominio es tan complicado que ni siquiera los Capitanes más avezados en el Kidō son capaces de controlarlos completamente.

El Kidō Curativo es una disciplina muy compleja que pocos shinigamis llegan a dominar con soltura. Debido a esta complejidad y al agotamiento espiritual que su uso provoca, este tipo de Kidō no es usado en combate abierto. Estos hechizos no tienen nombres ni están numerados, y parecen consistir en transfusiones de energía espiritual. Aunque los mejores usuarios del Kidō curativo son, evidentemente, los miembros de la Cuarta División, no son los únicos en utilizarlo. Otros Shinigamis de divisiones distintas manejar algunos rudimentos de esta disciplina, a modo de primeros auxilios.

Aunque el kido normalmente supone una técnica indivual para el shinigami, con entrenamiento y concentración puede suponer una importante arma grupal. El Kido Conjunto o Kido en Grupo es una modalidad de las Artes Demoníacas en las que los shinigamis ponen en consenso sus propios reiatsus para invocar un conjuro kido, multiplicando ferozmente la potencia, duración y eficacia de éste. Es un ejercicio complicado que requiere una alta concentración para aunar la energía espiritual de cada participante y que, de realizarlo incorrectamente, puede suponer un peligro para los propios invocadores.

Existe una vertiente poco desarrollada especializada en la creación de todo tipo de Barreras Kidō concebidas con muy diferentes propósitos, desde mantener prisionero a un enemigo hasta hacer pasar desapercibida la existencia de todas las personas que se encuentran a su alrededor.
Ninguna de las barreras de Kidō cuenta con numeración alguna, por lo que, a pesar de guardar cierto parecido, debemos diferenciarlas de las técnicas Bakudō.

Existe dos hechizos Kidō que han sido prohibidos por la Sociedad de Almas y cuyo simple utilización acarrea penas de cárcel, sea cual sea el rango y posición en la jerarquía shinigami del acusado. Estos dos hechizos son: Jikanteishi (時間停止, Detención del Tiempo) que detiene el tiempo sobre un área determinad, y Kūkanten'i (空間転位, Desplazamiento del Espacio) que teletransporta un área determinada, incluyendo a todos los personajes que en ella se encuentren y los hechizos activados ya sobre ella.

NOTA: Roleo del Kidō

No existe ningún límite en el uso del kidō, salvo el que impone la lógica. Es decir, por Rangos y Divisiones no habrá ningun norma que marque qué conjuros podrás hacer y cuales no, pero siempre se ha de ser coherente con las habilidades de tu personaje, con el rango que ocupa y con sus conocimientos en kidō

Del mismo modo, el efecto del conjuro dependerá de cómo se realice y de quién lo realice, por lo que un mismo kidō, ejecutado de la misma manera, puede variar entre un invocador u otro. Además, para que un kidō desprenda todo su poder, ha de ser nombrado, junto con el número de conjuro, seguido de su cántico completo. Si no es así, el grado de poder del kidō dependerá de la habilidad de tu personaje en el manejo de las Artes Demoníacas.

La coherencia entre las Artes Kidō y la habilidad en ellas de tu personaje, sumado a la habilidad de rolear tal conjuro, será el único límite de esta Técnica Shinigami.