Observé como mis palabras afectaron al comandante. Que un hombre como él, que infudaba respeto mucho más allá del Gotei 13, mostrara tal preocupación no le quitó hierro al asunto, más bien justo lo contrario. En cierto modo era de entender: en plena reconstrucción del Gotei y ocurría aquello.

- Hemos investigado la zona, aunque no demasiado a fondo - respondí, cuando me preguntó por la investigación. - Mi Capitán ha ido a informar a la Cámara de los 46, que es la que debe darnos el permiso para investigar. Yo he venido a usted para presentarme como voluntario y ayudar en la medida que pueda en la investigación, aunque la muerte haya sido de un miembro del Gotei 13. - Aquella muerte había sido muy extraña y estaba envuelta en un poderoso reiatsu residual, nuestros conocimientos en Kidoh serían necesarios.

- Lo poco que hemos analizado hasta ahora carece de ningún sentido, señor - respiré hondo, e intente poner orden a mis ideas antes de relatarle todo. - El capitán fue encontrado muerto, sin aparentes signos de violencia. Lo único que parece ser un signo de que intentase defenderse es que había desenfundado su Kanpakuto, pero nada más. No había signos de batalla. Al observar la cara del capitán vimos que se encontraba desencajada, como si lo último que hubiese sentido en esta vida fuese una mezcla espantosa de miedo y dolor. Nuestros hombres están analizando la composición de ese reiatsu residual y las causas de la muerte de su hombre, que hasta ahora se desconocen. Por ahora es todo lo que tenemos.

Se hizo una pausa incómoda después de que acabara mi informe. Noté como el comandante se fijaba en mí, como intentando averiguar si era capaz de ayudar en todo aquel asunto. Tras la pausa habló con tono serio y me encomendó comandar la investigación. No pude evitar mostrarme algo sorprendido por haberseme otorgado aquella tarea, pero no tardé en cambiar mi expresión, para intentar calmarle con una sonrisa que expresase mi aceptación.

- Me pondré en camino en seguida señor - le dije mientras que me inclinaba levemente a modo de despedida - Mi capitán, algunos hombres y yo nos reuniremos en la Puerta Norte del Seiretei. Si puede mandarnos algunos de sus hombres: algún miembro de las Fuerzas Especiales o cualquier otro shinigami, nos sería de bastante ayuda. Siento ser el portador de tan malas noticias, y siento mucho su perdida, señor. Le mantendré informado. Me marcho.

Salí de allí tan rápido como pude y me encontré con mi Capitán en la Puerta Norte, por lo que salimos sin más demora hasta el lugar de los hechos.