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Empezar por el principio...
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Souls&Swords - Foro interpretativo inspirado en Bleach :: Gotei :: Escuadrón Makoto - Sinceridad Absoluta
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Empezar por el principio...
Había llegado el momento de presentarme en el 5º Escuadrón ante, al menos, mi Capitán y mi Teniente, al resto los conocería poco a poco conforme los días fuesen pasando. Mientras caminaba hacia la Sala de Reuniones de mi división cavilaba sobre lo que suponía haber entrado ya en el Gotei 13, mi sueño...no...el sueño de mis padres se hacía realidad. Aún así ellos deseaban para nosotras, para mi hermana y para mí, un puesto de alto rango, pero no pensaba forzar las cosas. Aún debía entrenarme mucho, aún debía esforzarme mucho para poder ostentar un rango superior.
Me detuve frente a la puerta de la Sala de Reuniones de la 5ª División, respiré hondo tratando que calmar los nervios que, para mi sorpresa, comenzaba a tener a flor de piel. Alcé la mano derecha al tiempo que la cerraba en un puño y acto seguido golpeé la puerta un par de veces, después bajé la mano y esperé una respuesta que no llegó. De nuevo alcé la mano cerrándola en un puño y volví a golpear la puerta un par de veces, esta vez acompañando el movimiento con un educado: "¿Da su permiso?".Nadie contestó, nuevamente. Algo insegura y con mano un tanto temblorosa agarré el tirador de la puerta.
-Mis disculpas, pero no contestaba nadie. Vengo a presentarme...-Dije al tiempo que corría la puerta para entrar en sala. - Acabo de ser destinada a...- mis palabras quedaron ahogadas al ver la sala tan vacía como lo estaría ahora la que fue mi habitación en casa de mis padres.
Recorrí la sala con la mirada por si había alguien que no hubiese visto. Nadie, absolutamente nadie.
-Perfecto, ¿y ahora qué? - Murmuré más para mí misma que par que alguien me oyese.
Allí estaba yo, en una sala vacía con intención de presentarme y sin tener a quien hacerlo. Mi idea de empezar por el principio se había ido al traste.
Me detuve frente a la puerta de la Sala de Reuniones de la 5ª División, respiré hondo tratando que calmar los nervios que, para mi sorpresa, comenzaba a tener a flor de piel. Alcé la mano derecha al tiempo que la cerraba en un puño y acto seguido golpeé la puerta un par de veces, después bajé la mano y esperé una respuesta que no llegó. De nuevo alcé la mano cerrándola en un puño y volví a golpear la puerta un par de veces, esta vez acompañando el movimiento con un educado: "¿Da su permiso?".Nadie contestó, nuevamente. Algo insegura y con mano un tanto temblorosa agarré el tirador de la puerta.
-Mis disculpas, pero no contestaba nadie. Vengo a presentarme...-Dije al tiempo que corría la puerta para entrar en sala. - Acabo de ser destinada a...- mis palabras quedaron ahogadas al ver la sala tan vacía como lo estaría ahora la que fue mi habitación en casa de mis padres.
Recorrí la sala con la mirada por si había alguien que no hubiese visto. Nadie, absolutamente nadie.
-Perfecto, ¿y ahora qué? - Murmuré más para mí misma que par que alguien me oyese.
Allí estaba yo, en una sala vacía con intención de presentarme y sin tener a quien hacerlo. Mi idea de empezar por el principio se había ido al traste.
Invitado- Invitado
Re: Empezar por el principio...
Sin duda, debía de haber una Huelga, y a él no se le había avisado, o no se explicaba por que. Para un Capitán que necesitaba, uno de los 13 escuadrones que había, no daba con ninguno... Cero. Sabía que la situación en la sociedad de almas era, "levemente" crítica, pero, quizás fuese por su propia burbuja, quizás por su laboratorio y un montón de productos tóxicos, no se había dado cuenta de la gravedad del asunto.
Había ido visitando los escuadrones más cercanos, con la esperanza de encontrar un Capitán que le "ayudase" en su ya iniciada investigación, y, en ya dos contadas ocasiones, había fracasado.
Se encaminó a la sede del 5 escuadrón, esperando tener más suerte, empezaba a impacientarse, tenía un gran problema si no conseguía contar con la ayuda de alguno... También podría esperar, pero no quería esperar, no le daba la gana de esperar. ¡El tiempo apremia!
La puerta estaba abierta, así que Shuyin se asomó, observando una sala vacía, salvo por un único shinigami en su interior, una chica de larga melena lacia negra y ojos peculiares. En otras circunstancias, concretamente, en cualquier momento de su vida que no tuviese prisa, habría adoptado su máscara, habría chillado, desparramado algunas lágrimas, y pataleado mientras gritaba "Un shinigami ha mandado a otra dimensión a un Capitán y su teniente." Pero con un experimento cociendose a fuego lento, y dos intentos fallidos de contacto con la cadena de mando, habían hecho que Shuyin remitiese a su auténtica personalidad, aunque ello no fuese tan... "Divertido."
"Hey, Shinigami... ¿Donde está tu Capitán?" Preguntó con tranquilidad, saltándose la estúpida pregunta de "eres de este escuadrón" algo que, bajo su punto de vista, resultaba más que obvio.
Esperaba una respuesta rápida, aquella situación resultaba realmente molesta, pensaba que conseguir un Capitán sería la parte más sencilla del trabajo, pero le estaba dando un serio dolor de cabeza.
Había ido visitando los escuadrones más cercanos, con la esperanza de encontrar un Capitán que le "ayudase" en su ya iniciada investigación, y, en ya dos contadas ocasiones, había fracasado.
Se encaminó a la sede del 5 escuadrón, esperando tener más suerte, empezaba a impacientarse, tenía un gran problema si no conseguía contar con la ayuda de alguno... También podría esperar, pero no quería esperar, no le daba la gana de esperar. ¡El tiempo apremia!
La puerta estaba abierta, así que Shuyin se asomó, observando una sala vacía, salvo por un único shinigami en su interior, una chica de larga melena lacia negra y ojos peculiares. En otras circunstancias, concretamente, en cualquier momento de su vida que no tuviese prisa, habría adoptado su máscara, habría chillado, desparramado algunas lágrimas, y pataleado mientras gritaba "Un shinigami ha mandado a otra dimensión a un Capitán y su teniente." Pero con un experimento cociendose a fuego lento, y dos intentos fallidos de contacto con la cadena de mando, habían hecho que Shuyin remitiese a su auténtica personalidad, aunque ello no fuese tan... "Divertido."
"Hey, Shinigami... ¿Donde está tu Capitán?" Preguntó con tranquilidad, saltándose la estúpida pregunta de "eres de este escuadrón" algo que, bajo su punto de vista, resultaba más que obvio.
Esperaba una respuesta rápida, aquella situación resultaba realmente molesta, pensaba que conseguir un Capitán sería la parte más sencilla del trabajo, pero le estaba dando un serio dolor de cabeza.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Empezar por el principio...
No pasó mucho tiempo antes de que mi pregunta del "¿Y ahora qué?" obtuviese una respuesta, aunque no fuese ni mucho menos la que yo esperaba. Aquella posición relajada que ya empezaba a tomar - en la que mis manos se posaban en mis caderas colocando los brazos en jarras y apoyando el peso de mi cuerpo en una pierna hacia un lado - tuve que abandonarla de inmediato cuando, tras de mí, oí una voz.
Al principio sentí deseos de resistirme a girarme para mirar cara a cara al dueño, puesto que era obvio que era una voz masculina, de aquella voz. La razón era simple y muy sencilla: La expresión que usó. ¿Qué era eso de "Hey, Shinigami...?". Le faltó simplemente cambiar el "Shinigami" por un "tú" para ser totalmente desagradable y no medio desagradable como lo había sido. Y después estaba la pregunta de "¿Dónde está tu Capitán?". ¿Ni siquiera me decía hola antes de preguntar nada?.
Aún así me giré para mirar a la cara a ese...antipático, desagradable dueño de la voz. Mi mirada le recorrió de los pies a la cabeza, pero no por curiosidad y mucho menos por interés, era más un símbolo de un muy leve desprecio, por decirlo de algún modo. Cualquiera que se atreviese a dirigirse a mí o a cualquier otra persona que se ganase mi aprecio de ese modo tan altivo no merecía ni pizca de interés por mi parte y menos que le hiciese algún favor.
-A ver...es evidente que aquí no está, y si aquí no está y yo estoy aquí cuando supuestamente no debería estarlo porque es el Capitán quien debería estar aquí y no yo como está sucediendo ahora...¿Porqué debería yo saber dónde está? ¿Tengo cara de saberlo? - Quizá no era el mejor modo de responder, pero...me salió del corazón, del alma. Seguramente podría haberlo evitado pero...¡bah! no quería evitarlo. Así fué que mi respuesta a la pregunta de aquel sujeto salió disparada por mis labios sin apenas respirar mientras, ¿para qué negarlo?, mi mirada violeta grisácea se clavaban en los rojos suyos. Si mi mirada era extraña, la de aquel sujeto aún lo era más.
Al principio sentí deseos de resistirme a girarme para mirar cara a cara al dueño, puesto que era obvio que era una voz masculina, de aquella voz. La razón era simple y muy sencilla: La expresión que usó. ¿Qué era eso de "Hey, Shinigami...?". Le faltó simplemente cambiar el "Shinigami" por un "tú" para ser totalmente desagradable y no medio desagradable como lo había sido. Y después estaba la pregunta de "¿Dónde está tu Capitán?". ¿Ni siquiera me decía hola antes de preguntar nada?.
Aún así me giré para mirar a la cara a ese...antipático, desagradable dueño de la voz. Mi mirada le recorrió de los pies a la cabeza, pero no por curiosidad y mucho menos por interés, era más un símbolo de un muy leve desprecio, por decirlo de algún modo. Cualquiera que se atreviese a dirigirse a mí o a cualquier otra persona que se ganase mi aprecio de ese modo tan altivo no merecía ni pizca de interés por mi parte y menos que le hiciese algún favor.
-A ver...es evidente que aquí no está, y si aquí no está y yo estoy aquí cuando supuestamente no debería estarlo porque es el Capitán quien debería estar aquí y no yo como está sucediendo ahora...¿Porqué debería yo saber dónde está? ¿Tengo cara de saberlo? - Quizá no era el mejor modo de responder, pero...me salió del corazón, del alma. Seguramente podría haberlo evitado pero...¡bah! no quería evitarlo. Así fué que mi respuesta a la pregunta de aquel sujeto salió disparada por mis labios sin apenas respirar mientras, ¿para qué negarlo?, mi mirada violeta grisácea se clavaban en los rojos suyos. Si mi mirada era extraña, la de aquel sujeto aún lo era más.
Invitado- Invitado
Re: Empezar por el principio...
Observaba con aburrimiento la cara de la shinigami, esperando una respuesta automática, sus pies aún estaban en movimiento, y no pensaban pararse hasta encontrar a un Capitán... O hasta obtener una respuesta como la que acababa de escuchar.
Cuando escuchó la parrafada de la chica, a vista hecho, muy ofendida, cuando acabó se produjo un silencio tenso, lo único que hubiese faltado es la clásica pelota de paja rodando por el centro, y el ruido de una corriente de aire, para que aquello fuese a convertirse en el mejor de los duelos tipo Oeste.
Sin embargo, Shuyin levantó su mano derecha con lentitud, apuntó con el dedo índice hacia la chica, y... Estalló en una sonora carcajada. La mantuvo durante diez, quizás quince segundos, antes de balbucear un par de palabras incoherentes y quedar callado, respondiendo en un tono de voz bastante más agradable.
"Sí... Es evidente que aquí no está, además, es imposible que yo sepa si tú deberías estar o no aquí, a fin de cuentas... Podrías ser su teniente, está habiendo muchos cambios en el personal. En cuanto a si tienes cara de saberlo. ¡Hasta hace un segundo estabas de espaldas!" Argumentó, dandole a entender que era imposible que tuviese cara de absolutamente nada.
Observó a su alrededor, viendo que, por lo visto, aquella chica era la única shinigami que andaba por los alrededores, así que tenía tiempo.
"No te lo tomes como algo personal, han muerto Capitanes... Tenientes... Y por supuesto, un montón de shinigamis... De modo que, apenas me conozco un par de nombres... No obstante. ¿Cómo te llamas?" Preguntó con cierto interés "casi" nuevo, y con un tono de voz más pausado.
Quizás, aunque la chica no supiese donde estaba su Capitán, pudiese ayudarle a buscarlo, y aquello, merecía pararse al menos, un par de minutos.
Cuando escuchó la parrafada de la chica, a vista hecho, muy ofendida, cuando acabó se produjo un silencio tenso, lo único que hubiese faltado es la clásica pelota de paja rodando por el centro, y el ruido de una corriente de aire, para que aquello fuese a convertirse en el mejor de los duelos tipo Oeste.
Sin embargo, Shuyin levantó su mano derecha con lentitud, apuntó con el dedo índice hacia la chica, y... Estalló en una sonora carcajada. La mantuvo durante diez, quizás quince segundos, antes de balbucear un par de palabras incoherentes y quedar callado, respondiendo en un tono de voz bastante más agradable.
"Sí... Es evidente que aquí no está, además, es imposible que yo sepa si tú deberías estar o no aquí, a fin de cuentas... Podrías ser su teniente, está habiendo muchos cambios en el personal. En cuanto a si tienes cara de saberlo. ¡Hasta hace un segundo estabas de espaldas!" Argumentó, dandole a entender que era imposible que tuviese cara de absolutamente nada.
Observó a su alrededor, viendo que, por lo visto, aquella chica era la única shinigami que andaba por los alrededores, así que tenía tiempo.
"No te lo tomes como algo personal, han muerto Capitanes... Tenientes... Y por supuesto, un montón de shinigamis... De modo que, apenas me conozco un par de nombres... No obstante. ¿Cómo te llamas?" Preguntó con cierto interés "casi" nuevo, y con un tono de voz más pausado.
Quizás, aunque la chica no supiese donde estaba su Capitán, pudiese ayudarle a buscarlo, y aquello, merecía pararse al menos, un par de minutos.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Empezar por el principio...
Tras mi corto discurso cargado de resentimiento por el modo en el que el sujeto me habló se produjo un silencio en el que la tensión era incluso palpable. Realmente incómodo, pero mantuve la compostura, no me quedaba más remedio. No podía amedrentarme ahora, tras mi réplica cargada de altivez, la misma altivez que él usó al dirigirse a mí.
En un momento dado aquel, aún, extraño para mí alzó la mano derecha lentamente al tiempo que estiraba el dedo indice señalandome, ya me esperaba lo peor...
Para mi sorpresa una sonora carcajada salió de su garganta, ¿Porqué diablos se reía ahora? ¿Qué era lo que le hacía tanta gracia? No me gustaría haberme visto la cara en un espejo en aquel momento, debía de tener una mueca de lo más extraña. Quizá la boca se me abrió en una mueca de sorpresa, o quizá incluso podía vérseme aquella gota que aparecía en los dibujos en la cabeza de alguien que no entiende qué ocurre. El caso era que, de algún modo, sentía que aún le estaba dando más motivos para burlarse de mí a aquel sujeto y eso no me gustaba absolutamente nada.De repente, tras unos segundos de cargante carcajada que, sinceramente, me molestaba aún más que el silencio producido hacía un momento, se serenó para responder a mi "discursito". De nuevo para mi sopresa su tono de voz cambió radicalmente para ser, ahora, algo más agradable en su respuesta. Y lo peor es que en todo lo que había dicho llevaba razón. Comenzaba a sentirme estúpida, ¿y si era él mismo mi Capitán o mi Teniente y se estaba burlando de mí? Estaba haciendo la peor presentación de la historia de mi vida...
Mi mirada seguía fija en él por lo que pude apreciar que echaba un vistazo a aquella sala que hubiese estado vacía de no ser por nuestra presencia. Si estaba cerciorándose de que no había nadie más perdía el tiempo, como él mismo dijo era evidente que allí no había nadie más. Mi mente trabajaba al doscientos por cien pensando mil respuestas, mil modos de actuar para no continuar sintiéndome como una niña pequeña frente a él, pero por primera vez en mi vida alguien me había hecho callar, alguien me había aturdido, sin saber cómo, hasta el punto de no saber cómo responder, de no saber qué palabras elegir. A todo aquel que yo había soltado un discurso como el que había soltado o bien se había girado y alejado murmurando algo así como "antipática" o "estúpida", o bien se había encarado conmigo y había buscado pelea no verbal. Pero ese sujeto no...¡Había estallado a carcajadas! Eso era nuevo para mí.
Por suerte fué él quien continuó hablando dándome otra oportunidad para volver a recuperar la compostura y arreglar el desastre que se me venía encima. Había oído ya algo de lo que me acababa de comentar, aquella última guerra fué una auténtica masacre...
Mi nombre...¿quería saber mi nombre? Ni siquiera él me había dicho el suyo y me preguntaba por el mío...¡Qué descaro! Suspiré profundamente, ¿qué remedio me quedaba?
-Shimozuru Akina...- no pensaba darle más información de la necesaria. El hecho de si era o no la Teniente de mi división tendría que preguntarlo o descubrirlo por su cuenta. - ¿Y tú eres...? - Era una pregunta obvia dada la situación, si él sabía mi nombre yo tenía derecho a saber el suyo o estaría en clara desventaja y eso no era nada bueno.
En un momento dado aquel, aún, extraño para mí alzó la mano derecha lentamente al tiempo que estiraba el dedo indice señalandome, ya me esperaba lo peor...
Para mi sorpresa una sonora carcajada salió de su garganta, ¿Porqué diablos se reía ahora? ¿Qué era lo que le hacía tanta gracia? No me gustaría haberme visto la cara en un espejo en aquel momento, debía de tener una mueca de lo más extraña. Quizá la boca se me abrió en una mueca de sorpresa, o quizá incluso podía vérseme aquella gota que aparecía en los dibujos en la cabeza de alguien que no entiende qué ocurre. El caso era que, de algún modo, sentía que aún le estaba dando más motivos para burlarse de mí a aquel sujeto y eso no me gustaba absolutamente nada.De repente, tras unos segundos de cargante carcajada que, sinceramente, me molestaba aún más que el silencio producido hacía un momento, se serenó para responder a mi "discursito". De nuevo para mi sopresa su tono de voz cambió radicalmente para ser, ahora, algo más agradable en su respuesta. Y lo peor es que en todo lo que había dicho llevaba razón. Comenzaba a sentirme estúpida, ¿y si era él mismo mi Capitán o mi Teniente y se estaba burlando de mí? Estaba haciendo la peor presentación de la historia de mi vida...
Mi mirada seguía fija en él por lo que pude apreciar que echaba un vistazo a aquella sala que hubiese estado vacía de no ser por nuestra presencia. Si estaba cerciorándose de que no había nadie más perdía el tiempo, como él mismo dijo era evidente que allí no había nadie más. Mi mente trabajaba al doscientos por cien pensando mil respuestas, mil modos de actuar para no continuar sintiéndome como una niña pequeña frente a él, pero por primera vez en mi vida alguien me había hecho callar, alguien me había aturdido, sin saber cómo, hasta el punto de no saber cómo responder, de no saber qué palabras elegir. A todo aquel que yo había soltado un discurso como el que había soltado o bien se había girado y alejado murmurando algo así como "antipática" o "estúpida", o bien se había encarado conmigo y había buscado pelea no verbal. Pero ese sujeto no...¡Había estallado a carcajadas! Eso era nuevo para mí.
Por suerte fué él quien continuó hablando dándome otra oportunidad para volver a recuperar la compostura y arreglar el desastre que se me venía encima. Había oído ya algo de lo que me acababa de comentar, aquella última guerra fué una auténtica masacre...
Mi nombre...¿quería saber mi nombre? Ni siquiera él me había dicho el suyo y me preguntaba por el mío...¡Qué descaro! Suspiré profundamente, ¿qué remedio me quedaba?
-Shimozuru Akina...- no pensaba darle más información de la necesaria. El hecho de si era o no la Teniente de mi división tendría que preguntarlo o descubrirlo por su cuenta. - ¿Y tú eres...? - Era una pregunta obvia dada la situación, si él sabía mi nombre yo tenía derecho a saber el suyo o estaría en clara desventaja y eso no era nada bueno.
Invitado- Invitado
Re: Empezar por el principio...
Shuyin examinó las reacciones de la chica, parecía que había controlado su genio, a ciencia cierta, podía permitirse el gusto de regodearse algo más ante el posible problema que podría crearle.
"Un placer pues Shimozuru Akina, yo soy Akira, Shuyin Akira." Contestó con un tono de voz agradable.
"Tienes un genio peculiar, permíteme el descaro de decirte que lo controles, sé que conmigo puede ser un poco difícil, pero piensa que, a fin de cuentas, cualquier superior podría mandarte un número indeterminado de años al calabozo por una respuesta de ese tipo... Aunque no fuese de tu mismo escuadrón." Explicó con uno tono de voz que se alejaba lo máximo posible de resultar amenazante.
Ciertamente, la sociedad de los shinigamis podía parecerse enormemente a la "militar" en el mundo humano, ordenes eran ordenes, independientemente del superior, e independientemente de la educación con la que fueran formuladas... Akira Shuyin era un tipo que encontraba divertido los carácteres marcados, el genio, o la vageza... Pero también era alguien que disfrutaba experimentando cada sentimiento, incluída la crueldad, y que no sentía ningún pudor en abrir un cadáver aunque fuese de alguien conocido... Puede que de haber cambiado el sujeto, Shimozuru Akina se encontrase en una situación notablemente más comprometida.
"Bueno, ¿Me acompañas? Parece que ambos buscamos a la misma persona, ambos hemos averiguado que "aquí" no está, y... y... Supongo que basta de "ambos" por el momento... De todos modos, parece una mejor opción que quedarse aquí esperando a que vuelva..." (Sobretodo cuando siquiera se sabe donde está, o si tiene Capitán) Recordó Shuyin, que había pasado su última racha encerrado en el laboratorio.
Si la chica procedía a acompañarle, saldrían de aquella sala, y Shuyin procedería a darle conversación... El maniático y psicótico Shuyin, que divertido sería cuando la explicación de aquella chica "chocase" con todo lo que sabían sobre él sus compañeros, sería una reacción de lo más divertida, digna de estudio.
"Bueno, y dime. ¿Llevas mucho en la quinta división? Bueno, es obvio que no, nadie que conozca lleva mucho en ninguna parte... Pero bueno, tu ya me entiendes." Explicó para animar a Akina a hablar.
"Un placer pues Shimozuru Akina, yo soy Akira, Shuyin Akira." Contestó con un tono de voz agradable.
"Tienes un genio peculiar, permíteme el descaro de decirte que lo controles, sé que conmigo puede ser un poco difícil, pero piensa que, a fin de cuentas, cualquier superior podría mandarte un número indeterminado de años al calabozo por una respuesta de ese tipo... Aunque no fuese de tu mismo escuadrón." Explicó con uno tono de voz que se alejaba lo máximo posible de resultar amenazante.
Ciertamente, la sociedad de los shinigamis podía parecerse enormemente a la "militar" en el mundo humano, ordenes eran ordenes, independientemente del superior, e independientemente de la educación con la que fueran formuladas... Akira Shuyin era un tipo que encontraba divertido los carácteres marcados, el genio, o la vageza... Pero también era alguien que disfrutaba experimentando cada sentimiento, incluída la crueldad, y que no sentía ningún pudor en abrir un cadáver aunque fuese de alguien conocido... Puede que de haber cambiado el sujeto, Shimozuru Akina se encontrase en una situación notablemente más comprometida.
"Bueno, ¿Me acompañas? Parece que ambos buscamos a la misma persona, ambos hemos averiguado que "aquí" no está, y... y... Supongo que basta de "ambos" por el momento... De todos modos, parece una mejor opción que quedarse aquí esperando a que vuelva..." (Sobretodo cuando siquiera se sabe donde está, o si tiene Capitán) Recordó Shuyin, que había pasado su última racha encerrado en el laboratorio.
Si la chica procedía a acompañarle, saldrían de aquella sala, y Shuyin procedería a darle conversación... El maniático y psicótico Shuyin, que divertido sería cuando la explicación de aquella chica "chocase" con todo lo que sabían sobre él sus compañeros, sería una reacción de lo más divertida, digna de estudio.
"Bueno, y dime. ¿Llevas mucho en la quinta división? Bueno, es obvio que no, nadie que conozca lleva mucho en ninguna parte... Pero bueno, tu ya me entiendes." Explicó para animar a Akina a hablar.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Empezar por el principio...
"Oh, Cielos!", pensé, "Es un superior...hay que ser estúpida. Ya me lo decía mi padre: Te cortaré la lengua..."
Incliné la cabeza levemente al oir su nombre y saber que era un superior, incluso la mantuve unos segundos inclinada dando a entender que, en cierto modo, quería disculparme por mi nula educación al dirigirme a un superior aunque no lo expresase en palabras, era incapaz. Jamás había dicho "lo siento", era algo superior a mí.
Ya me esperaba una bronca monumental por parte de Akira, era superior a mí así que tenía todo el derecho por muy bajo que fuese su rango. Aún siendo un oficial podía enviarme directa al calabozo por mucho tiempo si le daba la gana.
Pero, para variar desde que le había visto entrar en la sala, me sorprendió con un tono de voz agradable a pesar de la regañina. De hecho incluso me preguntó si quería acompañarlo para buscar a mi Capitán, pues él parecía buscarlo también, era evidente, en caso contrario no me hubiese preguntado por él. No era mala idea, en realidad, era una idea muy buena. Yo ya pertenecía a un escuadrón y no sabía realmente cual era mi cometido, qué debía hacer o cuales eran mis obligaciones, comenzaba a sentirme inútil.
-Claro, le acompaño. - dije respondiendo a su pregunta y al tiempo que afirmaba con la cabeza y daba un paso hacia la puerta de la sala. - Sería estúpido seguir esperando aquí sin hacer nada.
El simple hecho de que Akira fuese de un rango superior al mío y, además, que se dirigiese a mí con tal respeto y siendo tan agradable debería provocar algo similar por mi parte. Debería ser educada, respetuosa y, cuanto menos, un mínimo de simpática. Pero por alguna razón que no llegaba a entender y que era incapaz de encontrar su simple presencia hacía que me entrasen ganas de mostrar esa parte de mí que era fría, borde, seca y antipática, aunque ello costase un castigo, y de los graves. Aún así hice un gran esfuerzo por no caer en ese tremendo error, adoraba demasiado mi vida como para cometer tal falta.
- En realidad acabo de ser destinada a esta división. - dije respondiendo a la última pregunta que me hizo. - Por eso buscaba a mi capitán, quería presentarle mis respetos y esperaba que él me explicase mi cometido y obligaciones para con mi división. Estoooo...¿puedo preguntarte...preguntarle -tuve que rectificar para ser educada, aunque la educación se me atragantase y costase salir - qué rango ostenta?.
Mi tono de voz era agradable dentro de lo que cabía, pero me era inevitable que llevase cierta sequedad, así era yo.
Incliné la cabeza levemente al oir su nombre y saber que era un superior, incluso la mantuve unos segundos inclinada dando a entender que, en cierto modo, quería disculparme por mi nula educación al dirigirme a un superior aunque no lo expresase en palabras, era incapaz. Jamás había dicho "lo siento", era algo superior a mí.
Ya me esperaba una bronca monumental por parte de Akira, era superior a mí así que tenía todo el derecho por muy bajo que fuese su rango. Aún siendo un oficial podía enviarme directa al calabozo por mucho tiempo si le daba la gana.
Pero, para variar desde que le había visto entrar en la sala, me sorprendió con un tono de voz agradable a pesar de la regañina. De hecho incluso me preguntó si quería acompañarlo para buscar a mi Capitán, pues él parecía buscarlo también, era evidente, en caso contrario no me hubiese preguntado por él. No era mala idea, en realidad, era una idea muy buena. Yo ya pertenecía a un escuadrón y no sabía realmente cual era mi cometido, qué debía hacer o cuales eran mis obligaciones, comenzaba a sentirme inútil.
-Claro, le acompaño. - dije respondiendo a su pregunta y al tiempo que afirmaba con la cabeza y daba un paso hacia la puerta de la sala. - Sería estúpido seguir esperando aquí sin hacer nada.
El simple hecho de que Akira fuese de un rango superior al mío y, además, que se dirigiese a mí con tal respeto y siendo tan agradable debería provocar algo similar por mi parte. Debería ser educada, respetuosa y, cuanto menos, un mínimo de simpática. Pero por alguna razón que no llegaba a entender y que era incapaz de encontrar su simple presencia hacía que me entrasen ganas de mostrar esa parte de mí que era fría, borde, seca y antipática, aunque ello costase un castigo, y de los graves. Aún así hice un gran esfuerzo por no caer en ese tremendo error, adoraba demasiado mi vida como para cometer tal falta.
- En realidad acabo de ser destinada a esta división. - dije respondiendo a la última pregunta que me hizo. - Por eso buscaba a mi capitán, quería presentarle mis respetos y esperaba que él me explicase mi cometido y obligaciones para con mi división. Estoooo...¿puedo preguntarte...preguntarle -tuve que rectificar para ser educada, aunque la educación se me atragantase y costase salir - qué rango ostenta?.
Mi tono de voz era agradable dentro de lo que cabía, pero me era inevitable que llevase cierta sequedad, así era yo.
Invitado- Invitado
Re: Empezar por el principio...
Seguía andando, parecía que el edificio entero de la quinta división (al menos en apariencia) estaba vacío, quizás simplemente estuviesen de misión, o hubiese una reunión y su mariposa no hubiese llegado. No, eso sí era imposible, todas las mariposas llegaban a su destino adecuado, aunque claro, quizás la reunión era únicamente para Capitanes, aunque en ese caso. ¿No debería haber encontrado allí al Teniente? Bueno, quizás no existiese tal teniente.
Parecía que la chica era nueva allí, como todos, y buscaba un papel que desempeñar en esta magnífica obra de teatro, en la cual, a diario, te jugabas la vida... No, aún más irónico, te jugabas tu alma... La chica le preguntó su rango, por un momento pensó en decirle "Psicópata perturbado", pero recordó que cada shinigami tenía un rango dentro de su división... Sí, probablemente se refiriese a eso.
Por supuesto Shuyin Akira no pecaría de humilde, era lo que era por su genialidad, y respetaría a quien tuviera que respetar por admiración.
"Oh... Soy teniente de la 12ª... Investigación y desarrollo... Y desde que nuestro Capitán murió, el que está al cargo." Explicó con tranquilidad.
Era cierto que, lejos de su yo paranoíco, enfermo, o juicioso, Shuyin Akira tenía un orgullo de investigador, una mente creativa, y un interés más que personal en ser reconocido. A fin de cuentas, cuanto mayores fueran sus logros, mayor sería su "Capital" para investigación... Lejos de que su "jueguecito personal" arruinase tal hecho, siempre y cuando mantuviese un sistema operativo de diseño... Nadie podría recriminarle absolutamente nada.
Era lo divertido de su división, no había ley, normas, o moral... Cuando se cruzaban las puestas del laboratorio, cambiabas de mundo, te sujetabas a otras leyes, otro lugar donde la opinión estaba atada a la experiencia, y cualquier enfrentamiento, independientemente del poder enemigo, pondría en clara ventaja al desconocedor de sus secretos.
Sonrió de lado al pensar en sus proyectos, en lo cerca que estaba de cumplirlos, y en la rápida reestructuración que estaba sufriendo la sociedad de almas. Aquello sin duda estaba volviendo a levantarse, y, si era con personas como la chiquilla que caminaba a su lado, quizás, (y solo quizás) hasta tuviese un futuro más prometedor que el anterior.
Salieron del edificio dando al jardín exterior, lo único que los separaba del Seiterei eran ya las murallas que protegían cada recinto, dejando la puerta exterior, más como decorado que como protección.
"Podríamos subir y esperar sobre esa muralla, cuando tu Capitán vuelva, lo veremos a un par de calles de distancia, y... Con casi toda probabilidad entrará por la puerta principal, parece la mejor opción." Explicó dando un salto y quedando sentado en tal, muy cerca de la puerta principal.
"Mientras esperamos, podemos jugar a un juego." Comentó con un tono de voz alegre, rebuscando en el bolsillo de su pantalón y sacando lo que a primera vista parecía (y efectivamente resultaba) una baraja de cartas, que extendió delante de su cara, enseñando todas las contraportadas en dirección a Akina.
"Apuesto mi rango a que sacas el as de picas." Comentó en tono bromista abriendo todas las cartas ante la cara de la shinigami.
"Escoge."
-----------------------------------------------------------------------------------------
PD: Independientemente de la carta que saques, será un as de picas , ya te explicaré la gracia en el siguiente post, pero por ahora... ¿Qué será será? xDDD
Parecía que la chica era nueva allí, como todos, y buscaba un papel que desempeñar en esta magnífica obra de teatro, en la cual, a diario, te jugabas la vida... No, aún más irónico, te jugabas tu alma... La chica le preguntó su rango, por un momento pensó en decirle "Psicópata perturbado", pero recordó que cada shinigami tenía un rango dentro de su división... Sí, probablemente se refiriese a eso.
Por supuesto Shuyin Akira no pecaría de humilde, era lo que era por su genialidad, y respetaría a quien tuviera que respetar por admiración.
"Oh... Soy teniente de la 12ª... Investigación y desarrollo... Y desde que nuestro Capitán murió, el que está al cargo." Explicó con tranquilidad.
Era cierto que, lejos de su yo paranoíco, enfermo, o juicioso, Shuyin Akira tenía un orgullo de investigador, una mente creativa, y un interés más que personal en ser reconocido. A fin de cuentas, cuanto mayores fueran sus logros, mayor sería su "Capital" para investigación... Lejos de que su "jueguecito personal" arruinase tal hecho, siempre y cuando mantuviese un sistema operativo de diseño... Nadie podría recriminarle absolutamente nada.
Era lo divertido de su división, no había ley, normas, o moral... Cuando se cruzaban las puestas del laboratorio, cambiabas de mundo, te sujetabas a otras leyes, otro lugar donde la opinión estaba atada a la experiencia, y cualquier enfrentamiento, independientemente del poder enemigo, pondría en clara ventaja al desconocedor de sus secretos.
Sonrió de lado al pensar en sus proyectos, en lo cerca que estaba de cumplirlos, y en la rápida reestructuración que estaba sufriendo la sociedad de almas. Aquello sin duda estaba volviendo a levantarse, y, si era con personas como la chiquilla que caminaba a su lado, quizás, (y solo quizás) hasta tuviese un futuro más prometedor que el anterior.
Salieron del edificio dando al jardín exterior, lo único que los separaba del Seiterei eran ya las murallas que protegían cada recinto, dejando la puerta exterior, más como decorado que como protección.
"Podríamos subir y esperar sobre esa muralla, cuando tu Capitán vuelva, lo veremos a un par de calles de distancia, y... Con casi toda probabilidad entrará por la puerta principal, parece la mejor opción." Explicó dando un salto y quedando sentado en tal, muy cerca de la puerta principal.
"Mientras esperamos, podemos jugar a un juego." Comentó con un tono de voz alegre, rebuscando en el bolsillo de su pantalón y sacando lo que a primera vista parecía (y efectivamente resultaba) una baraja de cartas, que extendió delante de su cara, enseñando todas las contraportadas en dirección a Akina.
"Apuesto mi rango a que sacas el as de picas." Comentó en tono bromista abriendo todas las cartas ante la cara de la shinigami.
"Escoge."
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PD: Independientemente de la carta que saques, será un as de picas , ya te explicaré la gracia en el siguiente post, pero por ahora... ¿Qué será será? xDDD
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Empezar por el principio...
Caminaba al lado de Akira, por un lado pensando si había hecho bien en acompañarle o si debí haberme quedado esperando en la sala la aparición de alguno de mis superiores. Suspiré profundamente, decididamente quizá en compañía de ese "superior mío de otra división" tendría más posibilidades de encontrar al mío realmente. Pero por más que avanzabamos más vacío se veía el lugar, ¿dónde diablos se habían metido todos? Si hubiese algún problema nos hubiesemos enterado, ¿no? Bueno, quizá yo no, yo no era más que una Shinigami sin rango ni nada, pero Akira, él sí se hubiese enterado si algo hubiese hecho a los capitanes y tenientes salir corriendo y abandonar el lugar.
Mi pregunta sobre su rango no tardó mucho en ser contestada. Bueno, ya sabía su nombre, por lo que ya conocía a alguien más, y conocía su rango, Teniente, ya sabía cuanto respeto se merecía por mi parte. Desde luego se merecía cierto respeto por ostentar dicho rango, pero no era mi Teniente directo, por lo que una opinión distinta a la suya podía ser expresada en cualquier momento cuando, quizá, esa misma opinión con "mi" teniente o "mi" capitán, me la hubiese callado.
Al mirarle de reojo, sin encontrar una razón para hacer tal cosa, le ví sonreír por un momento. Realmente no sabía si quería saber porqué lo hacía, quizá incluso temía saberlo. A saber en qué invento loco se había embarcado, o en qué disparatada investigación estaba sumergida. Ser Teniente de la 12 requería, desde luego, estar un poco....ido...nadie en su sano juício querría estar las veinticuatro horas del día encerrado en un laboratiorio, debía de ser una persona a la que le entusiasmase investigar en inventar para soportar tal exilio.
Una vez abandonamos en edificio de mi división y sin encontrar a nadie, absolutamente nadie el Teniente Shuyin Akira me comentó una "genial" idea que pareció tener en aquel preciso momento. Era realmente extraño que un Teniente decisiese sentarse junto a una Shinigami sin rango ninguno a esperar a que apareciese alguien que pudiese servir de algo a alguno de los dos. Pero así era. SEgún él era la mejor opción, subirnos a la muralla que rodeaba el edificio del que acababamos de salir. Le miré extrañada deteniendo mi paso.
- ¿Estás seguro que es buena idea esperar aquí a alguien? ¿No nos dirán nada por estar ahí sentados sin hacer absolutamente nada? - Mis preguntas obtuvieron una nula respuesta puesto que antes de que me diese cuenta el teniente subió a la muralla de un salto sentándose en ella, no me quedó más remedio que seguirle, por lo que de un par de saltos subí también a la muralla, sentandome después a su lado y mirando hacia la puerta principal, por donde supuestamente debería aparecier quienquiera que apareciese.
Pero me ví obligada a volver mi mirada de nuevo hacia el teniente...un juego...ahora quería jugar a un juego. Realmente estaba loco, como una auténtica cabra. Rebuscó algo en sus bolsillos y sacó una baraja de cartas, al parecer, que extendió ante mí abriéndola en abanico. Sí, decididamente estaba muy, muy loco. Cualquiera que nos viese pensaría que esa era la vida de un Shinigami en una división, ser ocioso durante todo el día. Ciertamente jamás me imaginé algo así.
No podía dar crédito a lo que estaba ocurriendo, se apostaba su rango a que yo escogía cierta carta...el As de Picas para ser exactos. ¿Qué ocurriría si sacaba el As de Picas? ¿Realmente me cedería su rango?
Más que por el rango era ya simple curiosidad, aunque me pareciese un loco de atar aquel Teniente Shuyin Akira me provocaba tal curiosidad que incluso ya podía comenzar a esbozar, según en qué momento, una sonrisa.
- Está bien...- dije mientras suspiraba y me encogía de hombros para, después, pasar mis dedos, con uñas bien cuidadas, por el centro del abanico de cartas. Tras tocar varias cartas, quizá tres o cuatro, elegí una...la giré...y...¡Oh! As de Picas.
Abrí los ojos de par en par y miré hacia Akira sin dar crédito a aquella situación.
Mi pregunta sobre su rango no tardó mucho en ser contestada. Bueno, ya sabía su nombre, por lo que ya conocía a alguien más, y conocía su rango, Teniente, ya sabía cuanto respeto se merecía por mi parte. Desde luego se merecía cierto respeto por ostentar dicho rango, pero no era mi Teniente directo, por lo que una opinión distinta a la suya podía ser expresada en cualquier momento cuando, quizá, esa misma opinión con "mi" teniente o "mi" capitán, me la hubiese callado.
Al mirarle de reojo, sin encontrar una razón para hacer tal cosa, le ví sonreír por un momento. Realmente no sabía si quería saber porqué lo hacía, quizá incluso temía saberlo. A saber en qué invento loco se había embarcado, o en qué disparatada investigación estaba sumergida. Ser Teniente de la 12 requería, desde luego, estar un poco....ido...nadie en su sano juício querría estar las veinticuatro horas del día encerrado en un laboratiorio, debía de ser una persona a la que le entusiasmase investigar en inventar para soportar tal exilio.
Una vez abandonamos en edificio de mi división y sin encontrar a nadie, absolutamente nadie el Teniente Shuyin Akira me comentó una "genial" idea que pareció tener en aquel preciso momento. Era realmente extraño que un Teniente decisiese sentarse junto a una Shinigami sin rango ninguno a esperar a que apareciese alguien que pudiese servir de algo a alguno de los dos. Pero así era. SEgún él era la mejor opción, subirnos a la muralla que rodeaba el edificio del que acababamos de salir. Le miré extrañada deteniendo mi paso.
- ¿Estás seguro que es buena idea esperar aquí a alguien? ¿No nos dirán nada por estar ahí sentados sin hacer absolutamente nada? - Mis preguntas obtuvieron una nula respuesta puesto que antes de que me diese cuenta el teniente subió a la muralla de un salto sentándose en ella, no me quedó más remedio que seguirle, por lo que de un par de saltos subí también a la muralla, sentandome después a su lado y mirando hacia la puerta principal, por donde supuestamente debería aparecier quienquiera que apareciese.
Pero me ví obligada a volver mi mirada de nuevo hacia el teniente...un juego...ahora quería jugar a un juego. Realmente estaba loco, como una auténtica cabra. Rebuscó algo en sus bolsillos y sacó una baraja de cartas, al parecer, que extendió ante mí abriéndola en abanico. Sí, decididamente estaba muy, muy loco. Cualquiera que nos viese pensaría que esa era la vida de un Shinigami en una división, ser ocioso durante todo el día. Ciertamente jamás me imaginé algo así.
No podía dar crédito a lo que estaba ocurriendo, se apostaba su rango a que yo escogía cierta carta...el As de Picas para ser exactos. ¿Qué ocurriría si sacaba el As de Picas? ¿Realmente me cedería su rango?
Más que por el rango era ya simple curiosidad, aunque me pareciese un loco de atar aquel Teniente Shuyin Akira me provocaba tal curiosidad que incluso ya podía comenzar a esbozar, según en qué momento, una sonrisa.
- Está bien...- dije mientras suspiraba y me encogía de hombros para, después, pasar mis dedos, con uñas bien cuidadas, por el centro del abanico de cartas. Tras tocar varias cartas, quizá tres o cuatro, elegí una...la giré...y...¡Oh! As de Picas.
Abrí los ojos de par en par y miré hacia Akira sin dar crédito a aquella situación.
Invitado- Invitado
Re: Empezar por el principio...
Kato estaba viajando a toda rapidez a través de las calles del Seiterei en dirección a su propia División, tras su infructuoso paso por el Escuadrón Doce, donde no encontró a nadie que pudiese ayudarle. Las distintas divisiones del Gotei estaban bastante trastocadas tras la batalla, ese era un hecho que hasta Kato conocía, pero aun así se sorprendió de no encontrar ni al teniente ni algún oficial al mando.
Había decido, tras aquello, poner rumbo hacia su Escuadrón, para buscar a su compañero Satou, el tercer oficial del Quinto Escuadrón, y a alguien más que le pudiese servir de ayuda en aquella investigación. Estaba pensando precisamente en su tercero cuando su voz retumbó en el cielo, haciendo que se parara estrepitosamente para escucharle:
— Se necesitan refuerzos en el mundo humano. Dos shinigamis de la primera división, una de la novena, y el teniente del sexto, se enfrentan a dos Hollows de tipo Arrancar con dificultades. Pido que algún Shinigami de alto nivel que se encuentre desocupado se dirija al Dangai. Repito: Se necesitan refuerzos en el mundo humano. Dos shinigamis de la primera división una de la novena, y el teniente del sexto, se enfrentan a dos Hollows de tipo Arrancar con dificultades. Pido que algun Shinigami de alto nivel que se encuentre desocupado se dirija al Dangai. — dijo Amai Satou a través de, sin duda alguna, el Bakudo Bakudou 77: Tenteikura.
— ¡Mierda! — exclamó Kato. Como suponía no lo estaban pasando bien aquellos shinigamis. — "Debo darme prisa, joder." — pensó para sí mismo.
Aunque era obvio que no encontraría al Tercer Oficial allí, Kato decidió continuar su viaje hacia su División, ya que estaba ya bastante cerca y debía dejar algunas instrucciones, incluso traerse consigo algún shinigami para que le asistiera. Estando llegando, cuando pocos metros le restaban para alcanzar el muro exterior, pudo observar a dos figuras sobre éste, sentados. Con un shumpo recorrió aquella distancia restante, colocándose junto a ellos, desde donde pudo verles las caras. Se trataba de un joven, al cual no reconoció, pero que por la insignia de su brazo parecía ser el Teniente del Escuadrón 12º, justo a la persona que había estado buscando. Parece ser cierto eso que dicen de que cuando dejas de buscar algo es cuando lo acabas encontrando. La otra shinigami era una mujer a la que tampoco reconocía, aunque su cara le resultaba familiar. Se acercó más a ellos para interrumpirles:
— Buenas. Siento interrumpir... lo que quiera que sea ésto, pero es urgente. — dijo Kato, con tono nervioso y acelerado. — Acabo de pasarme por tu escuadrón, esperando encontrar algún oficial allí, pero no encontré a nadie. Tengo órdenes de directas del Comandante de poner al día al 12º Escuadrón sobre la muerte del Capitán del Quinto Escuadrón, para que su división coopere con nuestro departamento de Investigación Kidoh para resolver el caso. Yo estoy al cargo de la Investigación de la muerte, por decisión expresa del Comandante. — informó Kato, tras lo cual suspiró, intentando ordenar todo lo acontecido aquella noche para exponerlo de la mejor manera. — El cuerpo del Capitán de la Quinta, el cual se había dado por desaparecido en combate, apareció en Zaraki, el último suburbio del Rukongai. Una extraña aura de lo que a simple vista parecía ser Kidoh lo rodeaba, de ahí que nosotros nos encarguemos del caso. Tras una primera valoración personal dictaminé que no era kidoh, pero un reiatsu Hollow se hacía patente en aquel asesinato. Llegué a la conclusión de que alguna clase de extraña y desconocida arte Arrancar era el responsable de aquella sensación que flotaba en el ambiente, por lo que seguí el rastro de reiatsu, aunque pocos metros después desaparecía, seguro, bajo una Garganta Arrancar. El Comandante me pidió que su escuadrón se encargara de investigar cómo un Arrancar era capaz de crear una Garganta en la Sociedad de Almas. — Kato se dio un respiro, tras lo cual prosiguió. — Considero prioritario seguir antes el rastro de este reiatsu, que tras rastrearlo con Bakudo me llevó hasta el Mundo Humano, en Europa, donde como habéis acabado de escuchar están en problemas. Te pediría que me acompañaras hacía allí, para ver si encontramos una explicación razonable para todo ésto. De lo contrario, si lo prefieres, podrías comenzar a investigar esa Garganta en el Rukongai. Dentro, en el Departamento de Investigación Kidoh te darán más detalles y te conducirán hacia el lugar del incidente. — concluyó Kato
Cuando el Akira se hubo pronunciado al respecto y todo había quedado aclarado, Kato dejó de lado a éste y se dirigió ahora hacia aquella desconocida shinigami, cuyo rostro seguía siéndole tremendamente familiar:
— Perdona, ¿perteneces a éste Escuadrón? — le preguntó Kato, aun con ese tono de patente nerviosismo y bulla. — Toda ayuda será poca en Europa, por lo que si quieres unirte serás bienvenida.
Tras aquello esperó la respuesta de la joven para luego descender el muro donde los tres shinigamis habían conversado, dispuesto a partir hacia el Dangai a toda velocidad.
OFF: Ante todo perdón por interrumpir el hilo, pero ando en medio de una historia y estoy aquí por si queréis meteros en ella. Como "narrador" de esta pequeña trama os dejaré unas pequeñas directrices por si queréis uniros.
Akira: obviamente puedes decidir quedarte o acompañarme. Si te deberías ir al Departamento citado (un subforo de la Quinta División) y dejar un tema donde yo te responderé, representando a los shinigamis al cargo.
Akina: he actuado como si no nos conocieramos, aunque puede que nos hayamos cruzado un par de veces, de ahí que me suene tu cara. Kato aun no sabe que eres shinigami del 5º, por eso te sugirió que le acompañase, sino sería más bien una orden. Tú eliges como sigue todo.
Creo que no me he dejado nada, consulten la trama entera la cual empieza aquí. Todos los hilos están conectados con un "Continúa aquí", así podréis poneros al día de todo. Si decidís uniros a Kato os dará más detalles de camino hacia allí. Salvo que pase algo raro y si os venís ambos, ahora contestará Akira, luego Akina y luego yo yéndome y contándoos todo, o yéndome sólo. Un saludo. ^^
Había decido, tras aquello, poner rumbo hacia su Escuadrón, para buscar a su compañero Satou, el tercer oficial del Quinto Escuadrón, y a alguien más que le pudiese servir de ayuda en aquella investigación. Estaba pensando precisamente en su tercero cuando su voz retumbó en el cielo, haciendo que se parara estrepitosamente para escucharle:
— Se necesitan refuerzos en el mundo humano. Dos shinigamis de la primera división, una de la novena, y el teniente del sexto, se enfrentan a dos Hollows de tipo Arrancar con dificultades. Pido que algún Shinigami de alto nivel que se encuentre desocupado se dirija al Dangai. Repito: Se necesitan refuerzos en el mundo humano. Dos shinigamis de la primera división una de la novena, y el teniente del sexto, se enfrentan a dos Hollows de tipo Arrancar con dificultades. Pido que algun Shinigami de alto nivel que se encuentre desocupado se dirija al Dangai. — dijo Amai Satou a través de, sin duda alguna, el Bakudo Bakudou 77: Tenteikura.
— ¡Mierda! — exclamó Kato. Como suponía no lo estaban pasando bien aquellos shinigamis. — "Debo darme prisa, joder." — pensó para sí mismo.
Aunque era obvio que no encontraría al Tercer Oficial allí, Kato decidió continuar su viaje hacia su División, ya que estaba ya bastante cerca y debía dejar algunas instrucciones, incluso traerse consigo algún shinigami para que le asistiera. Estando llegando, cuando pocos metros le restaban para alcanzar el muro exterior, pudo observar a dos figuras sobre éste, sentados. Con un shumpo recorrió aquella distancia restante, colocándose junto a ellos, desde donde pudo verles las caras. Se trataba de un joven, al cual no reconoció, pero que por la insignia de su brazo parecía ser el Teniente del Escuadrón 12º, justo a la persona que había estado buscando. Parece ser cierto eso que dicen de que cuando dejas de buscar algo es cuando lo acabas encontrando. La otra shinigami era una mujer a la que tampoco reconocía, aunque su cara le resultaba familiar. Se acercó más a ellos para interrumpirles:
— Buenas. Siento interrumpir... lo que quiera que sea ésto, pero es urgente. — dijo Kato, con tono nervioso y acelerado. — Acabo de pasarme por tu escuadrón, esperando encontrar algún oficial allí, pero no encontré a nadie. Tengo órdenes de directas del Comandante de poner al día al 12º Escuadrón sobre la muerte del Capitán del Quinto Escuadrón, para que su división coopere con nuestro departamento de Investigación Kidoh para resolver el caso. Yo estoy al cargo de la Investigación de la muerte, por decisión expresa del Comandante. — informó Kato, tras lo cual suspiró, intentando ordenar todo lo acontecido aquella noche para exponerlo de la mejor manera. — El cuerpo del Capitán de la Quinta, el cual se había dado por desaparecido en combate, apareció en Zaraki, el último suburbio del Rukongai. Una extraña aura de lo que a simple vista parecía ser Kidoh lo rodeaba, de ahí que nosotros nos encarguemos del caso. Tras una primera valoración personal dictaminé que no era kidoh, pero un reiatsu Hollow se hacía patente en aquel asesinato. Llegué a la conclusión de que alguna clase de extraña y desconocida arte Arrancar era el responsable de aquella sensación que flotaba en el ambiente, por lo que seguí el rastro de reiatsu, aunque pocos metros después desaparecía, seguro, bajo una Garganta Arrancar. El Comandante me pidió que su escuadrón se encargara de investigar cómo un Arrancar era capaz de crear una Garganta en la Sociedad de Almas. — Kato se dio un respiro, tras lo cual prosiguió. — Considero prioritario seguir antes el rastro de este reiatsu, que tras rastrearlo con Bakudo me llevó hasta el Mundo Humano, en Europa, donde como habéis acabado de escuchar están en problemas. Te pediría que me acompañaras hacía allí, para ver si encontramos una explicación razonable para todo ésto. De lo contrario, si lo prefieres, podrías comenzar a investigar esa Garganta en el Rukongai. Dentro, en el Departamento de Investigación Kidoh te darán más detalles y te conducirán hacia el lugar del incidente. — concluyó Kato
Cuando el Akira se hubo pronunciado al respecto y todo había quedado aclarado, Kato dejó de lado a éste y se dirigió ahora hacia aquella desconocida shinigami, cuyo rostro seguía siéndole tremendamente familiar:
— Perdona, ¿perteneces a éste Escuadrón? — le preguntó Kato, aun con ese tono de patente nerviosismo y bulla. — Toda ayuda será poca en Europa, por lo que si quieres unirte serás bienvenida.
Tras aquello esperó la respuesta de la joven para luego descender el muro donde los tres shinigamis habían conversado, dispuesto a partir hacia el Dangai a toda velocidad.
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OFF: Ante todo perdón por interrumpir el hilo, pero ando en medio de una historia y estoy aquí por si queréis meteros en ella. Como "narrador" de esta pequeña trama os dejaré unas pequeñas directrices por si queréis uniros.
Akira: obviamente puedes decidir quedarte o acompañarme. Si te deberías ir al Departamento citado (un subforo de la Quinta División) y dejar un tema donde yo te responderé, representando a los shinigamis al cargo.
Akina: he actuado como si no nos conocieramos, aunque puede que nos hayamos cruzado un par de veces, de ahí que me suene tu cara. Kato aun no sabe que eres shinigami del 5º, por eso te sugirió que le acompañase, sino sería más bien una orden. Tú eliges como sigue todo.
Creo que no me he dejado nada, consulten la trama entera la cual empieza aquí. Todos los hilos están conectados con un "Continúa aquí", así podréis poneros al día de todo. Si decidís uniros a Kato os dará más detalles de camino hacia allí. Salvo que pase algo raro y si os venís ambos, ahora contestará Akira, luego Akina y luego yo yéndome y contándoos todo, o yéndome sólo. Un saludo. ^^
Re: Empezar por el principio...
Akira miró a Akina con una sonrísa de oreja a oreja, parecía que sí que había sido capaz de sorprenderla.
"El truco está en que..."
Cuando iba a explicarlo, apareció un tipo a su lado, había oído hablar de él, el teniente del 5 escuadrón, soltó un acelerado y alarmante discurso que produjo que Shuyin frunciese el ceño, de modo que el Capitán de la quinta estaba muerto, maldita perdida de tiempo la espera. ¿Y necesitaban su ayuda? Tenía lógica, en cuanto al oficial... Regis... Bueno, quizás estuviese de descanso por lo del pulmón, no sería él quien le riñese después de lo pasado.
Por lo visto el cuerpo del Capitán había aparecido en el Rukongai, que triste, tanto poder, y aparecer muerto en un suburbio lleno de gente peligrosa.
Escuchó el dictamen del examen del Capitán, y la información sobre la aparición de una "garganta arrancar" ¿Allí? ¿En la maldita sociedad de almas?... Aquello era interesante, cualquier cosa capaz de matar a un Capitán podría ser un grave problema, pero él no era un Capitán, así que, quizás no pudiesen con él.
"Por supuesto teniente, creo que me dirigiré al departamento de investigación como has dicho, quiero investigar esa garganta en el Rukongai, puede resultar interesante." La idea de ir a Europa con un montón de Shinigamis se le antojaba molesta, no es que rehuyese los problemas, era, simplemente, que prefería saber con quien trabajaba, y a que se enfrentaba, además, si había donde elegir, alguien tendría que escoger otro de las sendas... ¿O no?.
"Me encargaré personalmente del asunto, y espero que estén listos para partir al lugar del incidente... O no, quizás quiera coger un par de cosas..." Informó para sí con mirada perdida.
Recordó el juego y miró a Akina, a la que miró con una sonrísa, y dió toda la baraja de cartas con su funda.
"Mi más sentido pesame por lo de tu Capitán, parece que ya no podremos hablar con él, por esto decía que apenas me aprendo los nombres de los shinigamis... Acepta esto como un regalo, ¡Seguro descubrirás tu misma el truco en poco tiempo!"
Y con un movimiento de Shumpo, una sonrísa, y un ágil movimiento, partió en dirección al departamento, a obtener la información restante de su ahora nueva misión.
Empuñó su Zampakutoh por el mango con alegría... "Quizás podamos divertirnos pronto."
-----------------------------------------------------------------------------------------
Kato: Mañana creo el tema en el subforo de la quinta ^^, hoy estoy hecho polvo, y con este post termina mi sesión de hoy xD, como ya he dicho, investigaré, haré, haré.
Akina: En cuanto a la baraja de cartas, te diré offrol como funciona por si alguna vez te paras a investigarlo en otro tema. Las cartas no son más que papeles en blanco con un sistema de holograma, cada vez que tocas una carta, aparece un símbolo distinto, cada carta de la baraja es (a su vez) la carta que tu desees, solo deberás tocarla el número de veces adecuado xD (como la primera imagen era el as de picas, al sacar la carta cualquier carta habría pasado a ser as de picas). No es complejo, si lo tocas lo averiguarás pronto , así no te dejo con la curiosidad.
"El truco está en que..."
Cuando iba a explicarlo, apareció un tipo a su lado, había oído hablar de él, el teniente del 5 escuadrón, soltó un acelerado y alarmante discurso que produjo que Shuyin frunciese el ceño, de modo que el Capitán de la quinta estaba muerto, maldita perdida de tiempo la espera. ¿Y necesitaban su ayuda? Tenía lógica, en cuanto al oficial... Regis... Bueno, quizás estuviese de descanso por lo del pulmón, no sería él quien le riñese después de lo pasado.
Por lo visto el cuerpo del Capitán había aparecido en el Rukongai, que triste, tanto poder, y aparecer muerto en un suburbio lleno de gente peligrosa.
Escuchó el dictamen del examen del Capitán, y la información sobre la aparición de una "garganta arrancar" ¿Allí? ¿En la maldita sociedad de almas?... Aquello era interesante, cualquier cosa capaz de matar a un Capitán podría ser un grave problema, pero él no era un Capitán, así que, quizás no pudiesen con él.
"Por supuesto teniente, creo que me dirigiré al departamento de investigación como has dicho, quiero investigar esa garganta en el Rukongai, puede resultar interesante." La idea de ir a Europa con un montón de Shinigamis se le antojaba molesta, no es que rehuyese los problemas, era, simplemente, que prefería saber con quien trabajaba, y a que se enfrentaba, además, si había donde elegir, alguien tendría que escoger otro de las sendas... ¿O no?.
"Me encargaré personalmente del asunto, y espero que estén listos para partir al lugar del incidente... O no, quizás quiera coger un par de cosas..." Informó para sí con mirada perdida.
Recordó el juego y miró a Akina, a la que miró con una sonrísa, y dió toda la baraja de cartas con su funda.
"Mi más sentido pesame por lo de tu Capitán, parece que ya no podremos hablar con él, por esto decía que apenas me aprendo los nombres de los shinigamis... Acepta esto como un regalo, ¡Seguro descubrirás tu misma el truco en poco tiempo!"
Y con un movimiento de Shumpo, una sonrísa, y un ágil movimiento, partió en dirección al departamento, a obtener la información restante de su ahora nueva misión.
Empuñó su Zampakutoh por el mango con alegría... "Quizás podamos divertirnos pronto."
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Kato: Mañana creo el tema en el subforo de la quinta ^^, hoy estoy hecho polvo, y con este post termina mi sesión de hoy xD, como ya he dicho, investigaré, haré, haré.
Akina: En cuanto a la baraja de cartas, te diré offrol como funciona por si alguna vez te paras a investigarlo en otro tema. Las cartas no son más que papeles en blanco con un sistema de holograma, cada vez que tocas una carta, aparece un símbolo distinto, cada carta de la baraja es (a su vez) la carta que tu desees, solo deberás tocarla el número de veces adecuado xD (como la primera imagen era el as de picas, al sacar la carta cualquier carta habría pasado a ser as de picas). No es complejo, si lo tocas lo averiguarás pronto , así no te dejo con la curiosidad.
Shuyin Akira- Desaparecido
- Post : 138
Edad : 35
Re: Empezar por el principio...
Apenas tuve tiempo de abrir la boca para pedir una explicación por el truquito de cartas cuando el Teniente Akira ya había comenzado a explicarme cuál era, imaginé que por la cara de sorpresa y desconcierto que debí poner. Pero parecía que era mi destino quedarme con las ganas de saberlo pues apenas cuatro palabras pronunciadas por el teniente y éste guardó silencio de repente. No tardé demasiado en averiguar porqué. Alguien apareció a nuestro lado visiblemente nervioso, algo había pasado, quizá con la Zampakutou no fuese muy buena, pero mi arte kidoh y mi instinto sí lo eran, al contrario que mi hermana que era, por decir algo, un poco pésima en ello.
Evidentemente mi mirada se centró en aquel nuevo desconocido sobre todo al oírle decir que "mi" Capitán había sido asesinado, aquello me calló como un jarro de agua fría...más bien congelada. ¿No tenía Capitán? ¿Y ahora a quién guardaría lealtad y respeto profundo? En realidad era una tontería preguntarme por ello, estaba claro que más tarde o más temprano elegirían a otro Capitán que lo sucediese, pero al parecer y según aquel Shinigami que había aparecido, el que era mi capitán había muerto en extrañas condiciones. Fué entonces cuando, al bajar la mirada suspirando profundamente, me fijé en su insignia en el brazo, fíjate por donde...mi Teniente. Al menos ya conocía a uno de mis superiores.
Akira no tardó mucho en ponerse en camino, hace un rato era él quien necesitaba la ayuda de mi Teniente o Capitán y ahora era al contrario. Tras entregarme la "famosa" baraja de cartas como regalo y darme el pésame por mi capitán salió como alma que lleva el diablo a atender la petición de mi Teniente. Un momento...¿Un regalo de un teniente? ¿el pésame por mi capitán? Desde luego y sin duda alguna, Akira era de lo más extraño, pero...me caía bien. Susurré un "gracias" y después giré la cabeza de nuevo hacia el Teniente de la 5ª División que me había preguntado algo...
-¿Eh?...Sí, sí Teniente, me han destinado a la 5ª División hace apenas unas horas. - Dije respondiendo a su pregunta al tiempo que me ponía en pié sobre la muralla para, después, inclinarme haciendo una leve reverencia. No era mi capitán, pero sí era mi Teniente y se merecía tanto respeto como mi difunto capitán. - Es un honor servir al 5º Escuadrón. Mi nombre es Shimozuru Akina, Teniente. Aceptad mi más sentido pésame por nuestro capitán, estoy segura que fué un gran hombre. - Continué tan respetuosa y educadamente como pude. Después me alcé colocando la espalda bien recta y mirándole a los ojos, decidida aunque no por ello menos nerviosa. Era mi primer día y ya había pasado algo importante, ya necesitaban mi ayuda. - Europa...será un placer viajar con usted allí Teniente, haré todo lo posible por serle útil y daré todo de mí en la misión que me encomiende.
Sí, sí...debía de parecer incluso estúpida...me sentía estúpida. Aquella no era yo, pero...mi vida había girado en torno a aquel momento. Había sido criada y educada para ser una estúpida frente a mis superiores, aunque después frente a otros Shinigamis de menor rango fuese la mujer más hija de... ¡ejém! de todo el Seireitei. Pero lo tenía decidido, aquello también era lo que yo quería, si frente a mis superiores debía tragarme mi frialdad la usaría en el campo de batalla...
Evidentemente mi mirada se centró en aquel nuevo desconocido sobre todo al oírle decir que "mi" Capitán había sido asesinado, aquello me calló como un jarro de agua fría...más bien congelada. ¿No tenía Capitán? ¿Y ahora a quién guardaría lealtad y respeto profundo? En realidad era una tontería preguntarme por ello, estaba claro que más tarde o más temprano elegirían a otro Capitán que lo sucediese, pero al parecer y según aquel Shinigami que había aparecido, el que era mi capitán había muerto en extrañas condiciones. Fué entonces cuando, al bajar la mirada suspirando profundamente, me fijé en su insignia en el brazo, fíjate por donde...mi Teniente. Al menos ya conocía a uno de mis superiores.
Akira no tardó mucho en ponerse en camino, hace un rato era él quien necesitaba la ayuda de mi Teniente o Capitán y ahora era al contrario. Tras entregarme la "famosa" baraja de cartas como regalo y darme el pésame por mi capitán salió como alma que lleva el diablo a atender la petición de mi Teniente. Un momento...¿Un regalo de un teniente? ¿el pésame por mi capitán? Desde luego y sin duda alguna, Akira era de lo más extraño, pero...me caía bien. Susurré un "gracias" y después giré la cabeza de nuevo hacia el Teniente de la 5ª División que me había preguntado algo...
-¿Eh?...Sí, sí Teniente, me han destinado a la 5ª División hace apenas unas horas. - Dije respondiendo a su pregunta al tiempo que me ponía en pié sobre la muralla para, después, inclinarme haciendo una leve reverencia. No era mi capitán, pero sí era mi Teniente y se merecía tanto respeto como mi difunto capitán. - Es un honor servir al 5º Escuadrón. Mi nombre es Shimozuru Akina, Teniente. Aceptad mi más sentido pésame por nuestro capitán, estoy segura que fué un gran hombre. - Continué tan respetuosa y educadamente como pude. Después me alcé colocando la espalda bien recta y mirándole a los ojos, decidida aunque no por ello menos nerviosa. Era mi primer día y ya había pasado algo importante, ya necesitaban mi ayuda. - Europa...será un placer viajar con usted allí Teniente, haré todo lo posible por serle útil y daré todo de mí en la misión que me encomiende.
Sí, sí...debía de parecer incluso estúpida...me sentía estúpida. Aquella no era yo, pero...mi vida había girado en torno a aquel momento. Había sido criada y educada para ser una estúpida frente a mis superiores, aunque después frente a otros Shinigamis de menor rango fuese la mujer más hija de... ¡ejém! de todo el Seireitei. Pero lo tenía decidido, aquello también era lo que yo quería, si frente a mis superiores debía tragarme mi frialdad la usaría en el campo de batalla...
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Re: Empezar por el principio...
El Teniente Shuyin Akira optó por dirigirse al Zaraki y comenzar su investigación, cosa que Kato comprendió. Además, pensándolo detenidamente dictaminó que esa sería la mejor opción. Al fin y al cabo había suficientes shinigamis en el Mundo Humano, y muchos más en el Seireitei que podrían socorrerles. Sin embargo era él el único que podía investigar el origen de aquella Garganta, conocimiento que era esencial para mantener la seguridad de la Sociedad de Almas.
— No solo interesante. El asunto es primordial. No podemos permitir que Arrancars vaguen por la Sociedad de Almas a sus anchas. — dijo en tono algo serio, tratándose de Kato, ya que la situación así lo requería. — Enviaré una mariposa a mis compañeros para anunciar su llegada. Cuando vuelva al Seireitei iré a ver sus progresos. Buena suerte. — concluyó.
Tras unas palabras hacia Akina, el Teniente de la 12ª División se marchó, rumbo al Departamento de Investigación Kidoh. Solos ahora Kato y Akina, esta última acabó por presentarse, informando que acababa de llegar al Escuadrón. Como Teniente y sin Capitán, Kato seguramente habría visto a aquella shinigami antes, aunque sea en foto en un historial, pues por él pasaban ahora todos los nuevos ingresos, en ausencia de su Capitán.
Aquella actitud que mostraba la joven no era algo nuevo para Kato, aunque eso no impedía que le incomodase como el primer día que adquirió un cargo de poder en la División como para que los nuevos le llamasen "Señor". Sin embargo el tiempo no le sobraba, precisamente, por lo que tuvo que abstenerse de... encauzar aquel exceso de disciplina. Se limitó a chasquear su lengua y decir:
— Nada de "Teniente". Tengo nombre para algo... Llámame Kato. — le indicó, aunque antes de dejarla sorprenderse como sin duda haría, todos lo hacen, prosiguió: — Vamos, debemos darnos prisa. Hay compañeros en peligro. Espero que puedas aguantar el ritmo. — concluyó, tras lo cual le mostró una leve y efímera sonrisa que desapareció de la vista cuando el teniente saltó sobre uno de los tejados cercanos, esperando que Akina le siguiese.
Cuando Akina se hubo colocado junto a Kato, éste comenzó a correr por los tejados, saltando de uno a otro a toda velocidad, aunque manteniendo un ritmo tal que la shinigami pudiera seguirle y que a su vez le permitiera hablar con ella para ponerla al día de lo ocurrido. Después de unos segundos de viaje en silencio, el cual Kato usó para enviar la mariposa a sus compañeros, comenzó su informe:
— Supongo que ya has escuchado lo ocurrido, al menos lo que le he contado al Teniente. En realidad no hay mucho más que añadir. — Kato recapituló todo lo acontecido en su mente, para poder continuar. — Como Satou dijo en su mensaje, hay dos Arrancars de alto nivel están en Europa. Uno de ellos tiene algo que ver con la muerte de nuestro Capitán, de eso estoy seguro. — Y lo estaba, aunque no fuera cierto. El implicado era uno de los que se hacían pasar por shinigamis, pero eso, obviamente, Kato aun no lo sabía. — Un hollow capaz de abrir una Garganta en el Rukongai debe ser muy importante, por lo que debemos andar con cuidado. Por suerte contamos con refuerzos allí. — advirtió Kato. En ese momento clavó la mirada en los ojos de la joven para hacer hincapié: — Debes permanecer alerta y seguir todas mis instrucciones sin vacilar. Será bueno tener un compañero con un buen Kidoh ahí abajo. — concluyó, dedicándole una sonrisa. — ¿Alguna duda? ¿Alguna sugerencia? ¿Alguna idea de que coño está pasando? — preguntó, algo hastiado, volviendo la mirada al frente para comprobar que el 13º Escuadrón estaba delante suya.
Kato saltó, aterrizando frente a las puertas abiertas de la División, prosiguiendo el poco recorrido que le restaba hasta el Dangai a pie, cruzando a toda velocidad los jardines y edificios, seguido de Akina. Esperaba encontrar allí a su amigo Chiesa. Sería una buena baza en Europa. Además, que Kato recordase, nunca se había aburrido estando con aquel shinigami.
OFF: Contesta aquí, si lo ves necesario, aunque sea corto. De todos modos mañana intentaré escribir en el Dangai. Si luego te tengo que contestar a algo más aquí lo haré, aun "estando" en el Dangai.
— No solo interesante. El asunto es primordial. No podemos permitir que Arrancars vaguen por la Sociedad de Almas a sus anchas. — dijo en tono algo serio, tratándose de Kato, ya que la situación así lo requería. — Enviaré una mariposa a mis compañeros para anunciar su llegada. Cuando vuelva al Seireitei iré a ver sus progresos. Buena suerte. — concluyó.
Tras unas palabras hacia Akina, el Teniente de la 12ª División se marchó, rumbo al Departamento de Investigación Kidoh. Solos ahora Kato y Akina, esta última acabó por presentarse, informando que acababa de llegar al Escuadrón. Como Teniente y sin Capitán, Kato seguramente habría visto a aquella shinigami antes, aunque sea en foto en un historial, pues por él pasaban ahora todos los nuevos ingresos, en ausencia de su Capitán.
Aquella actitud que mostraba la joven no era algo nuevo para Kato, aunque eso no impedía que le incomodase como el primer día que adquirió un cargo de poder en la División como para que los nuevos le llamasen "Señor". Sin embargo el tiempo no le sobraba, precisamente, por lo que tuvo que abstenerse de... encauzar aquel exceso de disciplina. Se limitó a chasquear su lengua y decir:
— Nada de "Teniente". Tengo nombre para algo... Llámame Kato. — le indicó, aunque antes de dejarla sorprenderse como sin duda haría, todos lo hacen, prosiguió: — Vamos, debemos darnos prisa. Hay compañeros en peligro. Espero que puedas aguantar el ritmo. — concluyó, tras lo cual le mostró una leve y efímera sonrisa que desapareció de la vista cuando el teniente saltó sobre uno de los tejados cercanos, esperando que Akina le siguiese.
Cuando Akina se hubo colocado junto a Kato, éste comenzó a correr por los tejados, saltando de uno a otro a toda velocidad, aunque manteniendo un ritmo tal que la shinigami pudiera seguirle y que a su vez le permitiera hablar con ella para ponerla al día de lo ocurrido. Después de unos segundos de viaje en silencio, el cual Kato usó para enviar la mariposa a sus compañeros, comenzó su informe:
— Supongo que ya has escuchado lo ocurrido, al menos lo que le he contado al Teniente. En realidad no hay mucho más que añadir. — Kato recapituló todo lo acontecido en su mente, para poder continuar. — Como Satou dijo en su mensaje, hay dos Arrancars de alto nivel están en Europa. Uno de ellos tiene algo que ver con la muerte de nuestro Capitán, de eso estoy seguro. — Y lo estaba, aunque no fuera cierto. El implicado era uno de los que se hacían pasar por shinigamis, pero eso, obviamente, Kato aun no lo sabía. — Un hollow capaz de abrir una Garganta en el Rukongai debe ser muy importante, por lo que debemos andar con cuidado. Por suerte contamos con refuerzos allí. — advirtió Kato. En ese momento clavó la mirada en los ojos de la joven para hacer hincapié: — Debes permanecer alerta y seguir todas mis instrucciones sin vacilar. Será bueno tener un compañero con un buen Kidoh ahí abajo. — concluyó, dedicándole una sonrisa. — ¿Alguna duda? ¿Alguna sugerencia? ¿Alguna idea de que coño está pasando? — preguntó, algo hastiado, volviendo la mirada al frente para comprobar que el 13º Escuadrón estaba delante suya.
Kato saltó, aterrizando frente a las puertas abiertas de la División, prosiguiendo el poco recorrido que le restaba hasta el Dangai a pie, cruzando a toda velocidad los jardines y edificios, seguido de Akina. Esperaba encontrar allí a su amigo Chiesa. Sería una buena baza en Europa. Además, que Kato recordase, nunca se había aburrido estando con aquel shinigami.
OFF: Contesta aquí, si lo ves necesario, aunque sea corto. De todos modos mañana intentaré escribir en el Dangai. Si luego te tengo que contestar a algo más aquí lo haré, aun "estando" en el Dangai.
Re: Empezar por el principio...
OFF: Contestaré aquí para no dejar esto medio "colgado", digamos como para dar por finalizado este tema pues poco sentido tiene seguir aquí si vamos a movernos de lugar. Avisame con el tema que seguiría a este para postear el siguiente allí. ^^
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Evidentemente esperaba una presentación por parte de mi Teniente, aunque por educación y respeto lo llamase "Señor" o simplemente "Teniente" siempre era bueno conocer su nombre. Y exactamente eso ocurrió. La sopresa fué más que obvia cuando se negó a que le tratase con tales títulos, ni Señor ni Teniente, simplemente Kato, el cual era su nombre, según dijo. Pero...¿Cómo pretendía que me dirigiese a mi superior por su nombre como si fuese un amigo de toda la vida o como si fuese un shinigami cualquiera?
Aún así poco tiempo me dejó para sorprenderme pues al momento de presentarse comentó que teníamos prisa y sin previo aviso y usando el arte del Shunpo desapareció para aparecer unos metros más adelante sobre un tejado tras sonreír levemente, imagino que pensaba que no podría seguirle. Claramente no tendría la experiencia que tenía mi teniente, pero...mi Shunpo era bastante bueno. Mi padre me había educado para que así fuese pues él siempre quiso que formase parte de la 2ª División, aunque yo no quisiese.
Tras colocarme a su lado y seguirle de cerca, muy de cerca le ví enviar una mariposa infernal con un mensaje, tras lo cual se dirigió a mí para ponerme más al corriente de lo que estaba ocurriendo. Ciertamente no podía creer que nada más llegar a mi división ya tuviese mi primera misión, mis padres estarían muy orgullosos de mí, no pude evitar una sonrisa al pensarlo.
Asentí efusivamente con la cabeza cuando me aconsejó que estuviese alerta al cien por cien y que le obedeciese en cada indicación que me diese, desde luego esto último estaba de más, estaba claro que simplemente por el hecho de ser mi superior así sucedería. Mi vida, ahora, rondaba alrededor de mi división y, sobretodo, el bienestar de mis superiores y compañeros. Sonreí cuando comentó que tener un compañero bueno en Kidoh estaría muy bien, ¿había visto algún informe mío? Sí, se decía que mi arte Kidoh era bastante bueno, pero...¿tanto como para ser reconocido en mi primer día por mi Teniente? ¿o simplemente lo decía porque me habían destinado a aquella división? Seguramente sería lo segundo.
- Todo está claro, Teni...Kato - Realmente me costaba la misma vida tutear a mi superior de ese modo. Mi mente educada por mi padre por y para el respeto a superiores podía más que mi propia personalidad. - Será un placer ayudarle a investigar la muerte de nuestro Capitán. Cuente conmigo en cuanto necesite, lo haré lo mejor que sepa. - Le respondí decidida manteniéndole la mirada por un momento cuando Kato me miró a los ojos, le devolví la sonrisa por educación, pues no solía sonreir muy a menudo. Sólo en contadas ocasiones y con contadas personas lo hacía.
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Evidentemente esperaba una presentación por parte de mi Teniente, aunque por educación y respeto lo llamase "Señor" o simplemente "Teniente" siempre era bueno conocer su nombre. Y exactamente eso ocurrió. La sopresa fué más que obvia cuando se negó a que le tratase con tales títulos, ni Señor ni Teniente, simplemente Kato, el cual era su nombre, según dijo. Pero...¿Cómo pretendía que me dirigiese a mi superior por su nombre como si fuese un amigo de toda la vida o como si fuese un shinigami cualquiera?
Aún así poco tiempo me dejó para sorprenderme pues al momento de presentarse comentó que teníamos prisa y sin previo aviso y usando el arte del Shunpo desapareció para aparecer unos metros más adelante sobre un tejado tras sonreír levemente, imagino que pensaba que no podría seguirle. Claramente no tendría la experiencia que tenía mi teniente, pero...mi Shunpo era bastante bueno. Mi padre me había educado para que así fuese pues él siempre quiso que formase parte de la 2ª División, aunque yo no quisiese.
Tras colocarme a su lado y seguirle de cerca, muy de cerca le ví enviar una mariposa infernal con un mensaje, tras lo cual se dirigió a mí para ponerme más al corriente de lo que estaba ocurriendo. Ciertamente no podía creer que nada más llegar a mi división ya tuviese mi primera misión, mis padres estarían muy orgullosos de mí, no pude evitar una sonrisa al pensarlo.
Asentí efusivamente con la cabeza cuando me aconsejó que estuviese alerta al cien por cien y que le obedeciese en cada indicación que me diese, desde luego esto último estaba de más, estaba claro que simplemente por el hecho de ser mi superior así sucedería. Mi vida, ahora, rondaba alrededor de mi división y, sobretodo, el bienestar de mis superiores y compañeros. Sonreí cuando comentó que tener un compañero bueno en Kidoh estaría muy bien, ¿había visto algún informe mío? Sí, se decía que mi arte Kidoh era bastante bueno, pero...¿tanto como para ser reconocido en mi primer día por mi Teniente? ¿o simplemente lo decía porque me habían destinado a aquella división? Seguramente sería lo segundo.
- Todo está claro, Teni...Kato - Realmente me costaba la misma vida tutear a mi superior de ese modo. Mi mente educada por mi padre por y para el respeto a superiores podía más que mi propia personalidad. - Será un placer ayudarle a investigar la muerte de nuestro Capitán. Cuente conmigo en cuanto necesite, lo haré lo mejor que sepa. - Le respondí decidida manteniéndole la mirada por un momento cuando Kato me miró a los ojos, le devolví la sonrisa por educación, pues no solía sonreir muy a menudo. Sólo en contadas ocasiones y con contadas personas lo hacía.
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