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Blanco y en botella (II)
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Blanco y en botella (II)
VIENE DE AQUÍ
Cual pilares de una catedral siniestra se alzaban por doquier monumentales árboles de piedra; figuras atentas e impasibles, cada vez más numerosas a medida que se internaban en el oscuro lugar. Aquellos enormes árboles proyectaban una pétrea sombra sobre los arrancars, creando así una constante sensación de encierro.
La señal indicada en los localizadores les había llevado hasta un extremo alejado del Amanecer, donde la influencia arrancar había dado paso a la supremacía de las más poderosas entidades hollow no arrancarizadas. Allí donde las cúpulas del palacio de Marcus-sama no llegaban a ver, se escondían estas criaturas que, recelosas de ser sometidas a un poder mayor, decidían quedarse al margen del verdadero poder de Hueco Mundo.
Taira se veía acompañado por aquel pintoresco grupo de arrancars. Andaba con paso firme, liderando la expedición, aunque, todo sea dicho, con el mismo conocimiento de la zona que cualquiera de sus compañeros.
- A ver, a ver… - decía nuestro protagonista, observando la señal luminosa del aparatito que tenía entre manos mientras realizaba una visión panorámica de la zona. – Según esto, ya nos queda poco. – se giró para ver las caras de los demás.
- Debo comentaros algo…- esperó un instante, calibrando las palabras que usaría a continuación – Intentad no dejaros llevar por vuestros instintos, ¿de acuerdo? Es posible que durante el camino sintáis algo…tentador.
Lo cierto es que Taira no sabía cómo advertirles de una forma lo suficientemente clara acerca del peligro que podría suponer a alguno de sus compañeros el separarse del resto.
Si bien no estaba dispuesto a andar revelando el motivo de la misión sin necesidad, tampoco entraba en sus planes el perder a alguno de aquellos arrancars, a menos que le fuese completamente necesario…
De repente, y como respuesta a sus palabras, una chocante presencia apareció de la nada. No era un ser en particular, ni tampoco algo tangible. Era simplemente una sensación, como una absorbente llamada que despertaba los más básicos y siniestros instintos hollow, incitándolos contra su propia voluntad a precipitarse entre las sombras del bosque frente a ellos.
Aquella potente sensación invadía todos y cada uno de los sentidos de los arrancar allí presentes, forzándoles necesariamente a luchar contra su subconsciente, contra aquel demonio forjado del odio que dormía en su interior. Aún estando prevenido al respecto, incluso al propio Taira le costó, en un principio, someter al salvaje “alter ego” que trataba de abrirse paso y tomar el control. Sin embargo, y tras varios segundos de concentración y lucha interna logró doblegarlo, recobrando la normalidad y sintiéndose ya inmunizado frente a la tentadora llamada.
Aún así, ahora temía por sus compañeros. Temía que alguno de ellos se hubiese lanzado al frente, invocado por el aroma de un hambre irracional. Por ello, se giró para observar sus reacciones. Sin duda todos ellos se habrían visto afectados por aquel suceso, haciendo incluso más efecto en aquellos con una menor presencia espiritual.
- Vamos, panecillos, no me digáis que esto puede con vosotros…- dijo Taira, con su siempre enigmática sonrisa y no menos peculiares apelativos, y tratando de llamar la atención del resto de individuos; con la segunda intención de despertarles de su lucha interna y devolverles a su “yo racional”, si es que lo tenían.
En realidad, y viendo las cosas desde su curioso punto de vista, Taira se dio cuenta de que poco le importaba si alguno de ellos salía corriendo tras la “presa”, alentado por el aroma de la sangre. Al fin y al cabo, así se ahorraría tener que seguir mirando la pantallita del localizador para orientarse en aquel laberinto de piedra y, en cualquier caso, posiblemente aquellos a los que buscaban ya habrían reparado en su presencia y tendido sus trampas para aquel entonces.
Así pues, y viéndose cerca como estaba de su objetivo, Taira decidió esperar a la reacción de sus compañeros para decidir cómo proceder, ansiando en cierto modo que alguno de ellos decidiera, ya fuera por instinto o voluntad propia, adelantarse y tomar las riendas del grupo de cacería, avanzando hacia el frente, donde sin duda aguardaba más de una sorpresa oculta entre las sombras…
----------------------------------------------
[OFF: El orden de respuesta será el correspondiente al de entrada en el hilo anterior, es decir:
Carolyn
Izuna
Lucian Mekhet
(Taira)---> Hasta nuevo aviso, posteo tras vosotros tres. Cualquier cambio será indicado previamente.
Espero hayais notado la "pequeña invitación" a que sigáis adelante, quien quiera. Mientras no os toméis la libertad de inventaros los hollow o algo del estilo todo vale. Disculpad la tardanza]
Última edición por Hideyori Taira el Miér Ene 19, 2011 11:52 pm, editado 2 veces
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
Edad : 32
Re: Blanco y en botella (II)
Seguramente un arrancar jamás habría llegado tan lejos. Era un paraje solitario, alejado de Hueco Mundo.
“Genial, estoy aquí con un arrancar con orientación nula, y con un… bicho”-miro a Lucian
-¿Tienes ese físico solo para fastidiarme verdad? – miró con aires de grandeza a Lucian.
Para Carolyn el único que merecía la pena allí era Taira, de hecho, si él no estuviera allí con ellos Carolyn se lo hubiese pensado dos veces, a pesar de que Folk se lo mandara. No pensaba así por el físico, después de todo Izuna era bastante lindo, si no por el puesto que cada uno ocupaba. Izuna al fin y al cabo era un arrancar como ella, un simple peón, sin embargo Taira era fracción y Lucian… era algo horrible para su vista.
- Debo comentaros algo…- esperó un instante, calibrando las palabras que usaría a continuación – Intentad no dejaros llevar por vuestros instintos, ¿de acuerdo? Es posible que durante el camino sintáis algo…tentador.
Hasta entonces Carolyn no se había dado cuenta, estaba más ocupada pensando en la situación que se encontraba más que en su alrededor. Taira tenía razón. De sus entrañas, de su parte más interna de su cuerpo, empezó a brotar una sensación bastante familiar para ella. Un fuerte instinto de hambre y caza. Tenía ganas de sangre, debía tomar sangre, verla, laborearla y bañarse en ella. Agarró su zampakutoh y dio un paso hacia el frente, dispuesta a cazar, a acechar.
- Vamos, panecillos, no me digáis que esto puede con vosotros…- dijo Taira
Carolyn “despertó” de su trance, tenía razón, estaba allí porque Folk le había mandado aquello, porque Taira había confiado en ella, y debía dar buena imagen y comportarse si no quería volver a sufrir la ira de Okami, que por el día ya era suficiente después de lo vivido en su regreso. Soltó su zampakutoh.
-Taira, no aguanto más esta presión. Dinos ya donde debemos ir o me volveré loca – comentó intentando mantener la compostura
“Genial, estoy aquí con un arrancar con orientación nula, y con un… bicho”-miro a Lucian
-¿Tienes ese físico solo para fastidiarme verdad? – miró con aires de grandeza a Lucian.
Para Carolyn el único que merecía la pena allí era Taira, de hecho, si él no estuviera allí con ellos Carolyn se lo hubiese pensado dos veces, a pesar de que Folk se lo mandara. No pensaba así por el físico, después de todo Izuna era bastante lindo, si no por el puesto que cada uno ocupaba. Izuna al fin y al cabo era un arrancar como ella, un simple peón, sin embargo Taira era fracción y Lucian… era algo horrible para su vista.
- Debo comentaros algo…- esperó un instante, calibrando las palabras que usaría a continuación – Intentad no dejaros llevar por vuestros instintos, ¿de acuerdo? Es posible que durante el camino sintáis algo…tentador.
Hasta entonces Carolyn no se había dado cuenta, estaba más ocupada pensando en la situación que se encontraba más que en su alrededor. Taira tenía razón. De sus entrañas, de su parte más interna de su cuerpo, empezó a brotar una sensación bastante familiar para ella. Un fuerte instinto de hambre y caza. Tenía ganas de sangre, debía tomar sangre, verla, laborearla y bañarse en ella. Agarró su zampakutoh y dio un paso hacia el frente, dispuesta a cazar, a acechar.
- Vamos, panecillos, no me digáis que esto puede con vosotros…- dijo Taira
Carolyn “despertó” de su trance, tenía razón, estaba allí porque Folk le había mandado aquello, porque Taira había confiado en ella, y debía dar buena imagen y comportarse si no quería volver a sufrir la ira de Okami, que por el día ya era suficiente después de lo vivido en su regreso. Soltó su zampakutoh.
-Taira, no aguanto más esta presión. Dinos ya donde debemos ir o me volveré loca – comentó intentando mantener la compostura
Carolyn- Desaparecido
- Post : 99
Edad : 35
Re: Blanco y en botella (II)
[OFF: Disculpad la intromisión pero no tenía sentido ir a la sección,¿para hablar con Lyn? Pérdida de tiempo, mejor ir a la fuente.No volveré a interrumpir, esto es meramente informativo, visible y audible por todos los presentes. Este post no altera el orden establecido por Taira ya que es una sola intervención]
Entre aire incandescente, imbuído en un pitido característico de mortero, caía un "objeto- vivo/muerto- no identificado", que terminó estrellándose entre estruendos, a los pies de Taira, levantando una cosiderable nube de arena.
Cuando la polvareda se hubo disipado, los presentes pudieron avistar lo que podía reconocerse como un cuervo blanco, claro que hubiese muerto en el impacto, por lo que es fácilmente deducible que no se trataba de eso; aunque ciertamente tenía la apariencia de uno, salvo por el brillo de LED rojo en sus ojos.
El espécimen se incorporó sobre sus patas con un ruido metálico, mientras que cada uno de sus ojos miraba en una direción distinta al otro,como buscando algo. Tras unos segundos, el ojo izquierdo se paró al mirar a Taira y el quemado cuervo blanco comenzó a emitir sonidos poco cuerviles.
-Bip,bip,biiiiiiiiip.Prototipo CB-001... Objetivo reconocido, Hideyori Taira, alias "ladronzuelo"...Emitiendo mensaje...
-Hola...tu no me conoces pero yo sí a ti. Soy Aaron Smith,fracción de la 12º Sección. Creo; es más, estoy convencido de ello-dijo incisivamente-que tienes algo que me pertenece, o que pertenece a mi jurisdicción mejor dicho. Hizo una pausa-Exacto, lo has adivinado, los módulos multifunción de criogenización y cultivo orgánico. Sabes, tengo un dicho, "Metete cuanto quieras con un científico,¡¡pero ni le toques sus cámaras criogénicas!!-Dijo esto último ya gritando, algo exasperado; y si, modificaba el dicho como le venía en gana, para eso era suyo..
-Me imagino que tendrás tus motivos, y que no los vas a usar para darte un baño,por tu bien-murmuró esto último, pero aún asi audible-Como no nos conocemos, voy a ser un poco más permisivo; cuando vuelvas quiero un informe del uso que se le vaya a dar así como los resultados que vaya produciendo dicho uso.Y no tardes...
-Cerrando comunicación...
Tras esto el pajarraco salió catapultado del lugar en dirección al cielo, donde tras unos segundos se inmoló en mil pedazos.
Entre aire incandescente, imbuído en un pitido característico de mortero, caía un "objeto- vivo/muerto- no identificado", que terminó estrellándose entre estruendos, a los pies de Taira, levantando una cosiderable nube de arena.
Cuando la polvareda se hubo disipado, los presentes pudieron avistar lo que podía reconocerse como un cuervo blanco, claro que hubiese muerto en el impacto, por lo que es fácilmente deducible que no se trataba de eso; aunque ciertamente tenía la apariencia de uno, salvo por el brillo de LED rojo en sus ojos.
El espécimen se incorporó sobre sus patas con un ruido metálico, mientras que cada uno de sus ojos miraba en una direción distinta al otro,como buscando algo. Tras unos segundos, el ojo izquierdo se paró al mirar a Taira y el quemado cuervo blanco comenzó a emitir sonidos poco cuerviles.
-Bip,bip,biiiiiiiiip.Prototipo CB-001... Objetivo reconocido, Hideyori Taira, alias "ladronzuelo"...Emitiendo mensaje...
-Hola...tu no me conoces pero yo sí a ti. Soy Aaron Smith,fracción de la 12º Sección. Creo; es más, estoy convencido de ello-dijo incisivamente-que tienes algo que me pertenece, o que pertenece a mi jurisdicción mejor dicho. Hizo una pausa-Exacto, lo has adivinado, los módulos multifunción de criogenización y cultivo orgánico. Sabes, tengo un dicho, "Metete cuanto quieras con un científico,¡¡pero ni le toques sus cámaras criogénicas!!-Dijo esto último ya gritando, algo exasperado; y si, modificaba el dicho como le venía en gana, para eso era suyo..
-Me imagino que tendrás tus motivos, y que no los vas a usar para darte un baño,por tu bien-murmuró esto último, pero aún asi audible-Como no nos conocemos, voy a ser un poco más permisivo; cuando vuelvas quiero un informe del uso que se le vaya a dar así como los resultados que vaya produciendo dicho uso.Y no tardes...
-Cerrando comunicación...
Tras esto el pajarraco salió catapultado del lugar en dirección al cielo, donde tras unos segundos se inmoló en mil pedazos.
Aaron Smith- Desaparecido
- Post : 330
Edad : 35
Re: Blanco y en botella (II)
- Are, are... - Izuna, para variar, no tenía ni la más remota idea de dónde se encontraban, no era que su sentido de la orientación fuese malo como alguna mente presuntuosa podría pensar basándose exclusivamente en dos únicos sucesos aislados sino que no le prestaba atención a los lugares, sólo era capaz de reconocer un lugary de encontrarlo si descubria en él una belleza enigmática o si había sentido una sensació concreta, era su concepto de belleza, algo capaz de transmitir una determinada emoción, había varios tipos de belleza, la belleza intrínseca de la escena de una masacre, una belleza propia característica de un paisaje otoñal o la belleza que podía aportar a un lugar la reunión de unos cuantos seres... extraordinarios, - Carolyne, la belleza sólo está en los ojos del que mira...
Repentinamente Hideyori Taira, fracción novena kun a partir de aquel instante, hizo un comentario que llamó la atención de Izuna.
- Debo comentaros algo… - sin duda aquello que debía comentar le producía cierto malestar, – Intentad no dejaros llevar por vuestros instintos, ¿de acuerdo? Es posible que durante el camino sintáis algo…tentador.
- ¿Algo tentador? - Izuna no entendía, o no daba muestra de entender aquello, pero de pronto lo sintió, fue como un latido en su interior, un ¡BUMBUM! que parecía gritar ¡ven, ven a por mi, vamos! Izuna no se pudo contener, empuñó sus dos katanas con ferocidad y su mirada cambió completamente, un instante después desaparecía con un sonido, debido a ello se perdería la información que pudiera haber transmitido el extraño artefacto en forma de pájaro que acababa de llegar.
[Taira, no te preocupes por Izuna, no es que no quiera formar parte de la trama ni que me haya dejado llevar, es que tengo pensado demostrar una cosilla... no os molestéis en seguirme, en el instante en el que he realizado el sonido he desaparecido]
Repentinamente Hideyori Taira, fracción novena kun a partir de aquel instante, hizo un comentario que llamó la atención de Izuna.
- Debo comentaros algo… - sin duda aquello que debía comentar le producía cierto malestar, – Intentad no dejaros llevar por vuestros instintos, ¿de acuerdo? Es posible que durante el camino sintáis algo…tentador.
- ¿Algo tentador? - Izuna no entendía, o no daba muestra de entender aquello, pero de pronto lo sintió, fue como un latido en su interior, un ¡BUMBUM! que parecía gritar ¡ven, ven a por mi, vamos! Izuna no se pudo contener, empuñó sus dos katanas con ferocidad y su mirada cambió completamente, un instante después desaparecía con un sonido, debido a ello se perdería la información que pudiera haber transmitido el extraño artefacto en forma de pájaro que acababa de llegar.
[Taira, no te preocupes por Izuna, no es que no quiera formar parte de la trama ni que me haya dejado llevar, es que tengo pensado demostrar una cosilla... no os molestéis en seguirme, en el instante en el que he realizado el sonido he desaparecido]
Invitado- Invitado
Re: Blanco y en botella (II)
A Lucian le intrigaba bastante la misión, no entendía el porqué de tanto secretismo. La curiosidad le había llevado hasta allí y lo único que había conseguido es aumentar su hambre de curiosidad.
Caminaba con el grupo por aquel desierto bosque, mirando de vez en cuando a Sora, que continuaba detrás suya como si fuera su sombra.
-¿Tienes ese físico solo para fastidiarme verdad?
Lucian miró a la arrancar que había lanzado esas palabras y que ahora lo miraba fijamente, pero algo llamó su atención antes de poder contestarle, giró su cabeza rápidamente mirando en la dirección donde señalaba sus localizadores. Allí había algo. La curiosidad invadió su cuerpo ocupando todo su ser, pocas veces la curiosidad nublaba tanto su mente pero ya conocía el resultado.
-SoRA, SujÉtAME...
Sora automáticamente agarro los brazos de Lucian y los inmovilizo en su espalda.
La cara de Lucian cambió radicalmente mostrando unos dientes que empezaron a crecer, los brazos a retorcerse doblando sus huesos en ángulos imposibles, su espina dorsal comenzó a asomar por su espalda y sus costillas salían por su torso. Lucian reía a carcajadas mientras trataba de soltarse de Sora aplicando una fuerza que sin duda la ponía a prueba. Quería avanzar en aquella dirección, quería saciar su curiosidad, estaba totalmente fuera de sí y sin previo aviso paró.
-SoRa SuÉLtAMe.
Había conseguido dominar su instinto, durante todo ese "trance" Lucian fue incapaz de razonar, escuchó un par de voces pero no llegó a oír lo que decían e incluso vio desaparecer a uno de los componentes del grupo.
Finalmente consiguió entrar en razón, regresó su cuerpo a su estado anterior y volvió a mirar a la arrancar que le había hablado antes.
-Así Que Mi FíSiCo Te SuPonE Un PrObLEmA, VeAMos QuE PoDeMOS HaCEr...
El cuerpo de Lucian empezó a retorcerse y a cambiar, una larga melena cobriza salió de su cabeza, su piel se fue tornando clara y su máscara fue desapareciendo mostrando unos ojos corales.
Donde antes había un monstruo ahora Carolayn se veía a ella misma.
Lucian dejó un poco de tiempo para que Carolayn los asimilara.
-¿Mejor?, o quizás prefieras este.
Una vez más el cuerpo de Lucian empezó a retorcerse, esta vez su pelo se volvió negro y más corto, su cuerpo aún de mujer se volvió mas fibroso y sus facciones más finas.
-Algo me dice que este te gusta más.
Lucian paseó su nuevo aspecto antes los ojos de Carolayn moviéndolo de una forma salvaje, sin duda una copia casi perfecta de Okami.
Caminaba con el grupo por aquel desierto bosque, mirando de vez en cuando a Sora, que continuaba detrás suya como si fuera su sombra.
-¿Tienes ese físico solo para fastidiarme verdad?
Lucian miró a la arrancar que había lanzado esas palabras y que ahora lo miraba fijamente, pero algo llamó su atención antes de poder contestarle, giró su cabeza rápidamente mirando en la dirección donde señalaba sus localizadores. Allí había algo. La curiosidad invadió su cuerpo ocupando todo su ser, pocas veces la curiosidad nublaba tanto su mente pero ya conocía el resultado.
-SoRA, SujÉtAME...
Sora automáticamente agarro los brazos de Lucian y los inmovilizo en su espalda.
La cara de Lucian cambió radicalmente mostrando unos dientes que empezaron a crecer, los brazos a retorcerse doblando sus huesos en ángulos imposibles, su espina dorsal comenzó a asomar por su espalda y sus costillas salían por su torso. Lucian reía a carcajadas mientras trataba de soltarse de Sora aplicando una fuerza que sin duda la ponía a prueba. Quería avanzar en aquella dirección, quería saciar su curiosidad, estaba totalmente fuera de sí y sin previo aviso paró.
-SoRa SuÉLtAMe.
Había conseguido dominar su instinto, durante todo ese "trance" Lucian fue incapaz de razonar, escuchó un par de voces pero no llegó a oír lo que decían e incluso vio desaparecer a uno de los componentes del grupo.
Finalmente consiguió entrar en razón, regresó su cuerpo a su estado anterior y volvió a mirar a la arrancar que le había hablado antes.
-Así Que Mi FíSiCo Te SuPonE Un PrObLEmA, VeAMos QuE PoDeMOS HaCEr...
El cuerpo de Lucian empezó a retorcerse y a cambiar, una larga melena cobriza salió de su cabeza, su piel se fue tornando clara y su máscara fue desapareciendo mostrando unos ojos corales.
Donde antes había un monstruo ahora Carolayn se veía a ella misma.
Lucian dejó un poco de tiempo para que Carolayn los asimilara.
-¿Mejor?, o quizás prefieras este.
Una vez más el cuerpo de Lucian empezó a retorcerse, esta vez su pelo se volvió negro y más corto, su cuerpo aún de mujer se volvió mas fibroso y sus facciones más finas.
-Algo me dice que este te gusta más.
Lucian paseó su nuevo aspecto antes los ojos de Carolayn moviéndolo de una forma salvaje, sin duda una copia casi perfecta de Okami.
Lucian Mekhet- Desaparecido
- Post : 183
Edad : 36
Re: Blanco y en botella (II)
- Dios mío… - sin lugar a dudas, salir a cualquier sitio con aquel curioso grupo de arrancars suponía tener que estar preparado para todo tipo de imprevistos.
En un momento, que apenas si duró unos escasos veinte segundos, todo parecía haberse puesto patas arriba:
Pedazos de hojalata que caían del cielo para exigir compensaciones por los hurtos realizados…una arrancar indómita que comenzaba a alterarse…otro que desaparecía sin mayor explicación… y un tercero que sin duda disfrutaba sumamente haciendo rabiar a, (¡casualmente…!), la misma arrancar que parecía ir a destrozar lo primero que se le pusiese por delante. En definitiva; una corroboración perfecta de la ley de Murphy…
- Demonios…Uno menos. – Taira miró a los otros dos arrancars. Teniendo en cuenta el aprecio que Carolyn parecía tener hacia la sexta Espada, no daba la sensación de que el gesto de Lucian le fuese a sentar demasiado bien, y menos en su estado actual; con el instinto asesino a flor de piel.
Lo cierto es que las habilidades de aquel Fracción de aspecto preocupante le habían sorprendido, y bastante. Tras lo visto, no cabía la menor duda de que aquella criatura era alguien a quien no debía perder de vista, no sólo ya por sus habilidades de mutación y cambio de forma, sino porque daba la sensación de regirse por una fuerza o ansia interior que podían hacer de él un arma de doble filo en cualquier momento.
Así pues, Taira debió improvisar algo más de lo previsto, valga la redundancia, para lograr sacar aquella situación adelante. Estaba claro que no podía permitir un conflicto entre aquellos arrancars, y menos aún cuando aquello le supondría tener que parar la incursión y, muy posiblemente, tener que abortar la misión ante la muerte de alguno de los individuos, viendo que ninguno de ellos tenía aspecto de ser demasiado piadoso…
Por ello, se colocó entre Mekhet y Carolyn, encarándola a ella, y centrando su mirada ambarina en los ojos corales de esta. Pretendía, por una parte, y aunque ya fuese algo tarde para evitar que la arrancar viese las transformaciones de Lucian, evitar que el contacto visual continuara; y por otra, intentar centrar la atención de Carolyn en él mismo.
No creía que necesitase el contacto físico para hacer caer en la cuenta a la arrancar de sus intenciones. Al fin y al cabo, permitirla luchar contra el siniestro Fracción posiblemente hubiese supuesto la muerte de la arrancar. Si la salvaba por pragmatismo, precaución ante la reacción de Okami, o por un cierto recelo a perder a la cada vez más interesante arrancar, eso nunca lo sabremos.
El caso es que, intentando zanjar la cuestión, se dispuso a devolver el orden a la escena.
- Carolyn…- dijo en un susurro apenas audible, centrando aún más, si cabe, su mirada sobre ella. Era de imperiosa necesidad que aquella situación no se desbocase, por el bien de la misión y de los propios arrancars. Ya había perdido de vista a uno de ellos y la idea de de ver un derramamiento de sangre entre miembros de la expedición no le alentaba lo más mínimo.
A continuación, y elevando la voz, dirigió un comentario al Fracción tras él:
- Lucian, si no te importa…- la voz utilizada era serena y tranquilizadora, esperando reducir la tensión en el ambiente. No hacía falta decir que lo que quería era que volviese a su forma habitual para poder proseguir sin incidentes. – Por favor, ¿te parece si vas por delante? – levantó el brazo, señalando al frente. – Es en aquella dirección.
No crea el lector que nuestro protagonista lo hacía para usar al Fracción como escudo en caso de que hubiese alguna trampa en el camino, que era bien posible; sino que era una simple medida de precaución, colocándose entre los dos frentes de posible combate, véanse Carolyn y el propio Mekhet.
Taira esperaba que aquella medida fuese suficiente para evitar un conflicto entre los dos arrancars. Desde luego no era algo drástico, ni demasiado impositivo, mas era el improvisado modo que tenía Taira de hacerles saber que cuanto menos tardasen en solucionar el asunto, mejor. Si no llegaban a iniciarlo, o solventaban por la "vía rápida", eso pronto lo sabríamos...
En un momento, que apenas si duró unos escasos veinte segundos, todo parecía haberse puesto patas arriba:
Pedazos de hojalata que caían del cielo para exigir compensaciones por los hurtos realizados…una arrancar indómita que comenzaba a alterarse…otro que desaparecía sin mayor explicación… y un tercero que sin duda disfrutaba sumamente haciendo rabiar a, (¡casualmente…!), la misma arrancar que parecía ir a destrozar lo primero que se le pusiese por delante. En definitiva; una corroboración perfecta de la ley de Murphy…
- Demonios…Uno menos. – Taira miró a los otros dos arrancars. Teniendo en cuenta el aprecio que Carolyn parecía tener hacia la sexta Espada, no daba la sensación de que el gesto de Lucian le fuese a sentar demasiado bien, y menos en su estado actual; con el instinto asesino a flor de piel.
Lo cierto es que las habilidades de aquel Fracción de aspecto preocupante le habían sorprendido, y bastante. Tras lo visto, no cabía la menor duda de que aquella criatura era alguien a quien no debía perder de vista, no sólo ya por sus habilidades de mutación y cambio de forma, sino porque daba la sensación de regirse por una fuerza o ansia interior que podían hacer de él un arma de doble filo en cualquier momento.
Así pues, Taira debió improvisar algo más de lo previsto, valga la redundancia, para lograr sacar aquella situación adelante. Estaba claro que no podía permitir un conflicto entre aquellos arrancars, y menos aún cuando aquello le supondría tener que parar la incursión y, muy posiblemente, tener que abortar la misión ante la muerte de alguno de los individuos, viendo que ninguno de ellos tenía aspecto de ser demasiado piadoso…
Por ello, se colocó entre Mekhet y Carolyn, encarándola a ella, y centrando su mirada ambarina en los ojos corales de esta. Pretendía, por una parte, y aunque ya fuese algo tarde para evitar que la arrancar viese las transformaciones de Lucian, evitar que el contacto visual continuara; y por otra, intentar centrar la atención de Carolyn en él mismo.
No creía que necesitase el contacto físico para hacer caer en la cuenta a la arrancar de sus intenciones. Al fin y al cabo, permitirla luchar contra el siniestro Fracción posiblemente hubiese supuesto la muerte de la arrancar. Si la salvaba por pragmatismo, precaución ante la reacción de Okami, o por un cierto recelo a perder a la cada vez más interesante arrancar, eso nunca lo sabremos.
El caso es que, intentando zanjar la cuestión, se dispuso a devolver el orden a la escena.
- Carolyn…- dijo en un susurro apenas audible, centrando aún más, si cabe, su mirada sobre ella. Era de imperiosa necesidad que aquella situación no se desbocase, por el bien de la misión y de los propios arrancars. Ya había perdido de vista a uno de ellos y la idea de de ver un derramamiento de sangre entre miembros de la expedición no le alentaba lo más mínimo.
A continuación, y elevando la voz, dirigió un comentario al Fracción tras él:
- Lucian, si no te importa…- la voz utilizada era serena y tranquilizadora, esperando reducir la tensión en el ambiente. No hacía falta decir que lo que quería era que volviese a su forma habitual para poder proseguir sin incidentes. – Por favor, ¿te parece si vas por delante? – levantó el brazo, señalando al frente. – Es en aquella dirección.
No crea el lector que nuestro protagonista lo hacía para usar al Fracción como escudo en caso de que hubiese alguna trampa en el camino, que era bien posible; sino que era una simple medida de precaución, colocándose entre los dos frentes de posible combate, véanse Carolyn y el propio Mekhet.
Taira esperaba que aquella medida fuese suficiente para evitar un conflicto entre los dos arrancars. Desde luego no era algo drástico, ni demasiado impositivo, mas era el improvisado modo que tenía Taira de hacerles saber que cuanto menos tardasen en solucionar el asunto, mejor. Si no llegaban a iniciarlo, o solventaban por la "vía rápida", eso pronto lo sabríamos...
Última edición por Hideyori Taira el Vie Mar 12, 2010 10:18 am, editado 1 vez
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
Edad : 32
Re: Blanco y en botella (II)
[[OFF ROL: Siento la tardanza, el puente de 4 dias es lo que tiene ^^' q apenas pasas por casa, aparte...creo q me pase en el final dl post ._.]]
Tras la interrupción de aquel pollo…por llamarlo de alguna manera, Carolyn centró su mirada en Izuna.
-Are, are... Carolyne, la belleza sólo está en los ojos del que mira...
Carolyn simplemente ignoró la frase… la belleza estaba en los ojos que miraba cada uno, cierto es, pero sus ojos solo permitían la belleza que ella deseaba, es decir una estética perfecta, con beuna apariencia. Aunque pasaba por alto algunos defectos si eran fracciones o espadas, pero aquel “engendro” para ella era doloroso a la vista, le producía asco y a la vez un escalofrío le recorría el cuerpo.
Cuando terminó de pensar todo aquello se volvió a Izuna para decirle lo que opinaba del físico pero ya no estaba, había dejado su rastro y se dirigía ahora hacia aquella boca del lobo, como una abeja hacia la miel, sin darse cuenta que esta podría atraparle en su jugoso liquido.
Se volvió para Lucian intentando soportar aquella abominación, escuchó chasquidos de huesos y de repente se vio a si misma, como un espejo.
[color=violet]-Es la mejor obra de arte que he visto en mi vida[/color] – comentó extendiendo la mano como si pudiera tocarla a la lejanía – Es preciosa, si te quedaras así todo el mundo te respetaría. Aunque me incomoda que haya alguien con tanta perfección como la mía.
-¿Mejor?, o quizás prefieras este. - dijo Lucian con el aspecto de Carolyn
Una vez más el cuerpo de Lucian empezó a retorcerse, esta vez su pelo se volvió negro y más corto, su cuerpo aún de mujer se volvió mas fibroso y sus facciones más finas.
-Algo me dice que este te gusta más.
-No doy credito a lo que veo…
Allí estaba Okami, frente a ella pero mancillada por aquel ser, es como si aquel altar se hubiese desplomado en cuestión de segundos
-¡Tu! No mancilles el cuerpo de Okami con tu estupido ser, jamás, en la vida vuelvas ha hacer eso – Carolyn desenfundó su espada, sus ojos se inyectaron en sangre – Quiero tu sangre
Carolyn estaba molesta, no solo por la burda copia de Lucian, si no por que ahora tendría que verselas con la imagen de Okami, no le gustada demasiado la idea de ver a Okami manchada de su propia sangre, y mucho menos tener que hacerle daño a su lindo cuerpo.
-Carolyn…- dijo Taira en un susurro apenas audible, centrando aún más, si cabe, su mirada sobre ella.
A continuación, y elevando la voz, dirigió un comentario al Fracción tras él:
- Lucian, si no te importa…- la voz utilizada era serena y tranquilizadora, esperando reducir la tensión en el ambiente. No hacía falta decir que lo que quería era que volviese a su forma habitual para poder proseguir sin incidentes. – Por favor, ¿te parece si vas por delante? – levantó el brazo, señalando al frente. – Es en aquella dirección.
-Bebe de la sangre de los débiles, Vampiro – dijo Carolyn haciendo entrar en escena el aspecto de su resurrección..
Tras la interrupción de aquel pollo…por llamarlo de alguna manera, Carolyn centró su mirada en Izuna.
-Are, are... Carolyne, la belleza sólo está en los ojos del que mira...
Carolyn simplemente ignoró la frase… la belleza estaba en los ojos que miraba cada uno, cierto es, pero sus ojos solo permitían la belleza que ella deseaba, es decir una estética perfecta, con beuna apariencia. Aunque pasaba por alto algunos defectos si eran fracciones o espadas, pero aquel “engendro” para ella era doloroso a la vista, le producía asco y a la vez un escalofrío le recorría el cuerpo.
Cuando terminó de pensar todo aquello se volvió a Izuna para decirle lo que opinaba del físico pero ya no estaba, había dejado su rastro y se dirigía ahora hacia aquella boca del lobo, como una abeja hacia la miel, sin darse cuenta que esta podría atraparle en su jugoso liquido.
Se volvió para Lucian intentando soportar aquella abominación, escuchó chasquidos de huesos y de repente se vio a si misma, como un espejo.
[color=violet]-Es la mejor obra de arte que he visto en mi vida[/color] – comentó extendiendo la mano como si pudiera tocarla a la lejanía – Es preciosa, si te quedaras así todo el mundo te respetaría. Aunque me incomoda que haya alguien con tanta perfección como la mía.
-¿Mejor?, o quizás prefieras este. - dijo Lucian con el aspecto de Carolyn
Una vez más el cuerpo de Lucian empezó a retorcerse, esta vez su pelo se volvió negro y más corto, su cuerpo aún de mujer se volvió mas fibroso y sus facciones más finas.
-Algo me dice que este te gusta más.
-No doy credito a lo que veo…
Allí estaba Okami, frente a ella pero mancillada por aquel ser, es como si aquel altar se hubiese desplomado en cuestión de segundos
-¡Tu! No mancilles el cuerpo de Okami con tu estupido ser, jamás, en la vida vuelvas ha hacer eso – Carolyn desenfundó su espada, sus ojos se inyectaron en sangre – Quiero tu sangre
Carolyn estaba molesta, no solo por la burda copia de Lucian, si no por que ahora tendría que verselas con la imagen de Okami, no le gustada demasiado la idea de ver a Okami manchada de su propia sangre, y mucho menos tener que hacerle daño a su lindo cuerpo.
-Carolyn…- dijo Taira en un susurro apenas audible, centrando aún más, si cabe, su mirada sobre ella.
A continuación, y elevando la voz, dirigió un comentario al Fracción tras él:
- Lucian, si no te importa…- la voz utilizada era serena y tranquilizadora, esperando reducir la tensión en el ambiente. No hacía falta decir que lo que quería era que volviese a su forma habitual para poder proseguir sin incidentes. – Por favor, ¿te parece si vas por delante? – levantó el brazo, señalando al frente. – Es en aquella dirección.
-Bebe de la sangre de los débiles, Vampiro – dijo Carolyn haciendo entrar en escena el aspecto de su resurrección..
Carolyn- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Blanco y en botella (II)
- Are are... - Izuna miró hacia atrás con una sonrisa, ¿realmente había sido tan sencillo? hacerles pensar que perdía los estribos, si el enemigo pensaba que Izuna estaba fuera de control sería mucho más sencillo pillarle desprevenido después, de todas formas en medio de aquel paraje desconocido se encontraba completamente perdido aunque era capaz de localizar de forma precisa la energía espiritual del grupo de arrancar que les había acompañado y por lo tanto identificar su localización, si en algún momento su energía espiritual se elevaba, la energía de cualquiera de ellos, sabría que estarían en problemas y por lo tanto sería el momento de actuar, aunque retrasar debidamente su aparición podría ser... - ¡vaya!
Una potente energía espiritual había surgido en la zona de forma repentina, Izuna era capaz de localizar la fuente y detectar por lo tanto que se encontraba en la misma localización que el grupo que lo acompañaba, por otro lado teniendo en cuenta la naturaleza de la energía espiritual estaba claro, se trataba de Carolyne, sin duda algo debía haber pasado para que la arrancar se hubiese visto obligada a liberar.
Sin embargo no detectaba una segunda energía espiritual lo suficientemente poderosa como para haber obligado a la arrancar a llevar a cabo su resurrección ¿qué significaba aquello? ¿cual podría ser el motivo?
- Tsk... finalmente lo han conseguido, se han dejado llevar por sus instintos más primitivos, - en cierto modo Izuna estaba satisfecho, prácticamente ningún arrancar su conocía la habilidad pasiva de Izuna, daba igual lo potente que fuese la energía espiritual a la que se enfrentase, haber dejado que los demás creyesen que las ansias de "matar" se apoderaban de él para poder separarse de ellos y hasta el momento el plan había dado resultado, - al menos de momento esto es una pérdida de tiempo, pensaba que al separarme de ellos sin duda el adversario que perseguíamos se centraria en mi pero de momento no ha pasado nada, y tampoco se ha centrado en ellos... paciencia, eso es todo lo que necesito.
Izuna continuó andando, con paso más pausado, ya se había alejado lo suficiente de los arrancar como para que les fuese imposible rastrearle, ni ellos ni nadie podrían rastrearle.
Una potente energía espiritual había surgido en la zona de forma repentina, Izuna era capaz de localizar la fuente y detectar por lo tanto que se encontraba en la misma localización que el grupo que lo acompañaba, por otro lado teniendo en cuenta la naturaleza de la energía espiritual estaba claro, se trataba de Carolyne, sin duda algo debía haber pasado para que la arrancar se hubiese visto obligada a liberar.
Sin embargo no detectaba una segunda energía espiritual lo suficientemente poderosa como para haber obligado a la arrancar a llevar a cabo su resurrección ¿qué significaba aquello? ¿cual podría ser el motivo?
- Tsk... finalmente lo han conseguido, se han dejado llevar por sus instintos más primitivos, - en cierto modo Izuna estaba satisfecho, prácticamente ningún arrancar su conocía la habilidad pasiva de Izuna, daba igual lo potente que fuese la energía espiritual a la que se enfrentase, haber dejado que los demás creyesen que las ansias de "matar" se apoderaban de él para poder separarse de ellos y hasta el momento el plan había dado resultado, - al menos de momento esto es una pérdida de tiempo, pensaba que al separarme de ellos sin duda el adversario que perseguíamos se centraria en mi pero de momento no ha pasado nada, y tampoco se ha centrado en ellos... paciencia, eso es todo lo que necesito.
Izuna continuó andando, con paso más pausado, ya se había alejado lo suficiente de los arrancar como para que les fuese imposible rastrearle, ni ellos ni nadie podrían rastrearle.
Invitado- Invitado
Re: Blanco y en botella (II)
[[OFF ROL: Siento haber tardado ><]]
La cara de Carolyn fue pasando por distintas fases, primero su ya típica cara de asco ante mi presencia, luego una cara de fascinación y finalmente ira. Algo había pasado, al parecer había malinterpretado sus intenciones.
- Lucian, si no te importa…-Taira había aparecido entre Carolyn y Lucian como si intentara parar un enfrentamiento – Por favor, ¿te parece si vas por delante? – levantó el brazo, señalando al frente. – Es en aquella dirección.
Lucian no entendía que es lo que había pasado, era ella la que se había quejado del físico de Lucian y él solo quería hacerle el camino más agradable, pero no fue esa la reacción que había conseguido, al parecer había ofendido de alguna manera a Carolyn.
-Bebe de la sangre de los débiles, Vampiro
Lucian se disponía a recuperar su aspecto cuando estas palabras llegaron a sus oídos, miró con intriga a Carolyn justo para ver como su cuerpo se convertía en una mezcla de mujer y serpiente alada que se elevaba y siseaba mientras enseñaba sus colmillos de forma amenazante.
Podía notar su sed, quería morderle, quería su sangre, se la veía hambrienta como si no pudiera controlar sus ansias.
La curiosidad de Lucian volvió a golpear su pecho haciendo palpitar de forma acelerada su corazón, quería saber hasta donde era capaz de llegar, si realmente sería capaz de morder el cuerpo de Okami o verlo caer inerte aunque ya supiera que es falso.
Lucian miro fijamente los ojos de Carolyn e inclino la cabeza apartando su pelo del cuello dejándoselo totalmente a la vista invitándola saciar su hambre.
Sabía que tenían que seguir avanzando, así que lo mejor sería acabar con esta disputa rápido.
La cara de Carolyn fue pasando por distintas fases, primero su ya típica cara de asco ante mi presencia, luego una cara de fascinación y finalmente ira. Algo había pasado, al parecer había malinterpretado sus intenciones.
- Lucian, si no te importa…-Taira había aparecido entre Carolyn y Lucian como si intentara parar un enfrentamiento – Por favor, ¿te parece si vas por delante? – levantó el brazo, señalando al frente. – Es en aquella dirección.
Lucian no entendía que es lo que había pasado, era ella la que se había quejado del físico de Lucian y él solo quería hacerle el camino más agradable, pero no fue esa la reacción que había conseguido, al parecer había ofendido de alguna manera a Carolyn.
-Bebe de la sangre de los débiles, Vampiro
Lucian se disponía a recuperar su aspecto cuando estas palabras llegaron a sus oídos, miró con intriga a Carolyn justo para ver como su cuerpo se convertía en una mezcla de mujer y serpiente alada que se elevaba y siseaba mientras enseñaba sus colmillos de forma amenazante.
Podía notar su sed, quería morderle, quería su sangre, se la veía hambrienta como si no pudiera controlar sus ansias.
La curiosidad de Lucian volvió a golpear su pecho haciendo palpitar de forma acelerada su corazón, quería saber hasta donde era capaz de llegar, si realmente sería capaz de morder el cuerpo de Okami o verlo caer inerte aunque ya supiera que es falso.
Lucian miro fijamente los ojos de Carolyn e inclino la cabeza apartando su pelo del cuello dejándoselo totalmente a la vista invitándola saciar su hambre.
Sabía que tenían que seguir avanzando, así que lo mejor sería acabar con esta disputa rápido.
Lucian Mekhet- Desaparecido
- Post : 183
Edad : 36
Re: Blanco y en botella (II)
Tal y como temía, sus vagos intentos de evitar el conflicto fueron del todo infructíferos. Carolyn había acabado viendo su propia imagen reflejada en Mekhet, cosa que no pareció importarle, mas no fue así con la imagen de Okami.
Era de esperar que, sintiendo la admiración y respeto que parecía sentir la arrancar por su Espada, le fuera a ser desagradable el ver el cuerpo de la misma profanado por una criatura como Lucian; pero aún así el haber recurrido a su Resurrección parecía un poco excesivo.
Para Taira era, al fin y al cabo, uno de aquellos detalles que se iban sumando a la larga lista de sorpresas e imprevistos que parecían ser muy propios de la arrancar.
Hasta cierto punto, podían llegar a suponer una ventaja para ella, dándole una imprevisibilidad más que notable; claro que a costa de jugarse el cuello por un arrebato irracional. Visto así, parecía asemejarse en parte a la propia conducta aleatoria e incoherente de Taira, salvando las distancias, por supuesto.
En cualquier caso, no estaba nuestro protagonista muy por la labor de interponerse entre los dos frentes de batalla. Si querían luchar, que así fuese. Después de todo, siempre podría continuar su misión con el que quedase vivo de ellos…
- Aquí os espero. – dijo Taira tranquilamente, echándose a un lado al contemplar la Resurreción de la arrancar de cabellos cobrizos, y encontrando su lugar en un pequeño peñasco al margen del campo de batalla. Ahí se encontraba lo suficientemente lejos como para no verse en medio de las trayectorias de ataque, aunque lo bastante cerca como para poder presenciar el espectáculo en primera fila.
Ya acomodado en su asiento de piedra, pudo ver cómo la provocación de Mekhet no se hizo esperar, ofreciéndole el cuello “indefenso” a Carolyn. El conflicto era ahora inevitable...
[OFF: Perdonad la brevedad, prefiero dejaros a vuestras anchas ^^. Además, y viendo el pequeño paréntesis, me tomo la licencia de editar mi post anterior, quitando la descripción del paisaje al que llegamos y guardándola para cuando sea más oportuno.]
Era de esperar que, sintiendo la admiración y respeto que parecía sentir la arrancar por su Espada, le fuera a ser desagradable el ver el cuerpo de la misma profanado por una criatura como Lucian; pero aún así el haber recurrido a su Resurrección parecía un poco excesivo.
Para Taira era, al fin y al cabo, uno de aquellos detalles que se iban sumando a la larga lista de sorpresas e imprevistos que parecían ser muy propios de la arrancar.
Hasta cierto punto, podían llegar a suponer una ventaja para ella, dándole una imprevisibilidad más que notable; claro que a costa de jugarse el cuello por un arrebato irracional. Visto así, parecía asemejarse en parte a la propia conducta aleatoria e incoherente de Taira, salvando las distancias, por supuesto.
En cualquier caso, no estaba nuestro protagonista muy por la labor de interponerse entre los dos frentes de batalla. Si querían luchar, que así fuese. Después de todo, siempre podría continuar su misión con el que quedase vivo de ellos…
- Aquí os espero. – dijo Taira tranquilamente, echándose a un lado al contemplar la Resurreción de la arrancar de cabellos cobrizos, y encontrando su lugar en un pequeño peñasco al margen del campo de batalla. Ahí se encontraba lo suficientemente lejos como para no verse en medio de las trayectorias de ataque, aunque lo bastante cerca como para poder presenciar el espectáculo en primera fila.
Ya acomodado en su asiento de piedra, pudo ver cómo la provocación de Mekhet no se hizo esperar, ofreciéndole el cuello “indefenso” a Carolyn. El conflicto era ahora inevitable...
[OFF: Perdonad la brevedad, prefiero dejaros a vuestras anchas ^^. Además, y viendo el pequeño paréntesis, me tomo la licencia de editar mi post anterior, quitando la descripción del paisaje al que llegamos y guardándola para cuando sea más oportuno.]
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
Edad : 32
Re: Blanco y en botella (II)
Cuando Lucian inclino su cuello la sangre de Carolyn comenzó a hervir.
Carolyn se acercaba poco a poco, sabia que todo aquello escondía una trampa, pero aquel sentimiento era más fuerte que todo aquello.
Se acerco al “cuerpo” de Okami. Rodeo su cintura con los brazos, apretando sus uñas no con demasiada fuerza para no dejar marca, pero si lo bastante fuerte como para que no huyese. Comenzó a rozar sus carnosos labios por el cuerpo de Okami, recorrió todo su esternón, apretó fuertemente cuando estaba entre sus pechos, aspiro fuertemente por la boca haciendo un pequeño gemido de placer.
Siguió recorriendo hasta llegar a su hombro, el cual lamió, y se detuvo finalmente en el cuello. Lo rozo con su mejilla, estaba caliente. Lo olió, aquel aroma la hipnotizaba, un perfume embriagador. Volvió a lamerlo, esta vez más despacio, saboreando el momento y finalmente apretó sus dientes mientras arañaba su espalda.
Gimió fuertemente de placer, era una sangre joven, radiante y llena de energías. Era como un intercambio entre su ama y ella, tan sumisa. Penetro con sus dientes hasta el final. Su sangre recorría sus labios, estaba caliente, recorría el cuello de Okami y se paraba en su traje. Carolyn por el contrario no desperdiciaba ninguna gota. Su sed de sangre pedía bebérsela rápidamente, pero otra parte de ella, mas controladora, la obligaba a saborear aquel momento. Y asi lo hizo, estaba disfrutando, quizás aquella era la vez que mas placer estaba consiguiendo. Apretaba su cuerpo contra el de ella, lo rozaba sin llegar a restregarse, aunque sabia que no era Okami seguía teniendo respeto por su figura, por eso aun no se había convertido en un animal, aun era consciente del momento.
-¡Ah!, que sangre más joven y fuerte. Okami…-gimió Carolyn. Sin duda estaba llegando al éxtasis, hasta que comenzó a notar que algo raro pasaba, sentía como su cuerpo estaba cambiando poco a poco
[[PD: Si venga terminemos con esto, pero mas vales q no m desfigures o que me devuelvas a mi estado normal]]
Carolyn se acercaba poco a poco, sabia que todo aquello escondía una trampa, pero aquel sentimiento era más fuerte que todo aquello.
Se acerco al “cuerpo” de Okami. Rodeo su cintura con los brazos, apretando sus uñas no con demasiada fuerza para no dejar marca, pero si lo bastante fuerte como para que no huyese. Comenzó a rozar sus carnosos labios por el cuerpo de Okami, recorrió todo su esternón, apretó fuertemente cuando estaba entre sus pechos, aspiro fuertemente por la boca haciendo un pequeño gemido de placer.
Siguió recorriendo hasta llegar a su hombro, el cual lamió, y se detuvo finalmente en el cuello. Lo rozo con su mejilla, estaba caliente. Lo olió, aquel aroma la hipnotizaba, un perfume embriagador. Volvió a lamerlo, esta vez más despacio, saboreando el momento y finalmente apretó sus dientes mientras arañaba su espalda.
Gimió fuertemente de placer, era una sangre joven, radiante y llena de energías. Era como un intercambio entre su ama y ella, tan sumisa. Penetro con sus dientes hasta el final. Su sangre recorría sus labios, estaba caliente, recorría el cuello de Okami y se paraba en su traje. Carolyn por el contrario no desperdiciaba ninguna gota. Su sed de sangre pedía bebérsela rápidamente, pero otra parte de ella, mas controladora, la obligaba a saborear aquel momento. Y asi lo hizo, estaba disfrutando, quizás aquella era la vez que mas placer estaba consiguiendo. Apretaba su cuerpo contra el de ella, lo rozaba sin llegar a restregarse, aunque sabia que no era Okami seguía teniendo respeto por su figura, por eso aun no se había convertido en un animal, aun era consciente del momento.
-¡Ah!, que sangre más joven y fuerte. Okami…-gimió Carolyn. Sin duda estaba llegando al éxtasis, hasta que comenzó a notar que algo raro pasaba, sentía como su cuerpo estaba cambiando poco a poco
[[PD: Si venga terminemos con esto, pero mas vales q no m desfigures o que me devuelvas a mi estado normal]]
Carolyn- Desaparecido
- Post : 99
Edad : 35
Re: Blanco y en botella (II)
- Are are... - Izuna miró a un lado y a otro, pasillos y más pasillos, no notaba ninguna presencia espiritual desconocida u hostil aunque era capaz de percibir a la perfección la presencia espiritual de sus acompañantes, sin embargo gracias a su "increible" sentido de la orientación podía decirse sin lugar a dudas que el arrancar se había vuelto a perder... - mendokusai... - Izuna sacudió un par de veces la cabeza, la verdad era que hasta le entretenía aquella situación.
Izuna comenzó a caminar distraido al tiempo que percibía varias formas inferiores de energía espiritual, posiblemente hollows llamados por la energía espiritual que Carolyn había mostrado con su resurrección o posiblemente llamados por la curiosidad a aquel paraje en el que de momento no parecía haber nadie, poco a poco fue desenvainando sus dos katanas, igual un poco de ejercicio no le vendría mal para relajarse, había estado andando pausadamente desde su partida del grupo.
- Me pregunto qué estarán haciendo ahora, - con los ojos cerrados visualizó las tres llamas de energía espiritual que simulaban a Carolyn, a Taira y al bicho raro Mekhet, estaba sucediendo algo raro, no sabría decir si la energía espiritual de Mekhet estaba disminuyendo al tiempo que la energía espiritual de Carolyn cambiaba, mutaba o de alguna forma se transformaba en algo diferente, aquello era preocupante tal vez, y sólo tal vez, tendría que ir a mirar a ver qué sucedía, pero por otro lado había decidido separarse para actuar en el momento preciso y aquel no era el momento, - tendrán que esperar.
Continuó andando sin rumbo fijo.
Izuna comenzó a caminar distraido al tiempo que percibía varias formas inferiores de energía espiritual, posiblemente hollows llamados por la energía espiritual que Carolyn había mostrado con su resurrección o posiblemente llamados por la curiosidad a aquel paraje en el que de momento no parecía haber nadie, poco a poco fue desenvainando sus dos katanas, igual un poco de ejercicio no le vendría mal para relajarse, había estado andando pausadamente desde su partida del grupo.
- Me pregunto qué estarán haciendo ahora, - con los ojos cerrados visualizó las tres llamas de energía espiritual que simulaban a Carolyn, a Taira y al bicho raro Mekhet, estaba sucediendo algo raro, no sabría decir si la energía espiritual de Mekhet estaba disminuyendo al tiempo que la energía espiritual de Carolyn cambiaba, mutaba o de alguna forma se transformaba en algo diferente, aquello era preocupante tal vez, y sólo tal vez, tendría que ir a mirar a ver qué sucedía, pero por otro lado había decidido separarse para actuar en el momento preciso y aquel no era el momento, - tendrán que esperar.
Continuó andando sin rumbo fijo.
Invitado- Invitado
Re: Blanco y en botella (II)
Lucian observaba detenidamente a Carolyn. Había conseguido provocarla, aunque su reacción no fue la que esperó, al contrario del ataque rabioso que esperaba, Carolyn fue acercándose lentamente al Lucian hasta que rodeó su cuerpo con sus brazos. Lentamente fue lamiendo su cuello mientras acariciaba su espalda. Esto excitaba a bastante a Lucian aunque no de la forma que la mayoría. No eran las caricias lo que le causaba este efecto, sino el desconcierto que producían sus reacciones. Sin duda, la curiosidad que Carolyn le provocaba no hacía otra cosa que mostrarla de mil formas distintas en una camilla con diferentes partes de su cuerpo seccionadas en la mente de Lucian, Carolyn se estaba ganando a gritos su puesto en la lista de seres que “investigar”. Finalmente Lucian notó como los colmillos de Carolyn atravesaban su piel para empezar a absorber su sangre, la notaba disfrutar como si de un orgasmo se tratara, pero no iba a dejarla mucho tiempo, no le iba a permitir que bebiera ni una gota más de su sangre.
Lucian abrazó fuertemente a Carolyn apretándola fuertemente contra su cuerpo.
- Moldea Karona
Los dientes de Carolyn empezaron a desaparecer como si nunca hubieran nacido.
Lucian sentía el cuerpo de Carolyn perfectamente, sentía su cuerpo prácticamente como si fuera el suyo. Retiro su cabeza de su cuello y se acerco a su oído.
-Creo que deberías quedarte quietecita.
Lucian apenas tuvo que pensarlo para que la columna de Carolyn fuera separada de su cabeza, dejándola tetrapléjica todo el tiempo que el deseara. El cuerpo inerte de Carolyn cayó al suelo boca arriba, con un golpe seco. Mientras, él la miraba desde arriba mostrando una sonrisa que “solo” Okami podía mostrar, se agachó y se colocó sobre su cuerpo.
-Veamos, tenemos una misión que realizar, así que relájate ¿te parece? Pero hagamos una cosa, te ofrezco una invitación en mi sección después de esta misión.
Lucian tenía que hacer un gran esfuerzo para ignorar sus instintos y no abrirla de arriba a abajo allí mismo. Se acercó lentamente a la boca de Carolyn y la besó apasionadamente mientras recuperaba su forma original. Lo primero que ésta vio al separarse de Lucian fue ese rostro que tanto asco le causaba.
Lucian observó como las pupilas de Carolyn se dilataban y sus ojos se volvían brilloso, disfrutaba de lo lindo con la situación, pero debían seguir con la misión.
-Bien AhORa Que EstAs MAS TrANqUiLA COnTinuEmoS CoN La MIsIóN.
Lucian volvió la movilidad al cuerpo de Carolyn y se giro hacia Taira que observaba el espectáculo
-SIeNTo El InCiDEnTE, PeRo SI CaRolYn No TIeNe NadA mÁs Que DeCiR PoDeMos ConTiNuAR.
Lucian abrazó fuertemente a Carolyn apretándola fuertemente contra su cuerpo.
- Moldea Karona
Los dientes de Carolyn empezaron a desaparecer como si nunca hubieran nacido.
Lucian sentía el cuerpo de Carolyn perfectamente, sentía su cuerpo prácticamente como si fuera el suyo. Retiro su cabeza de su cuello y se acerco a su oído.
-Creo que deberías quedarte quietecita.
Lucian apenas tuvo que pensarlo para que la columna de Carolyn fuera separada de su cabeza, dejándola tetrapléjica todo el tiempo que el deseara. El cuerpo inerte de Carolyn cayó al suelo boca arriba, con un golpe seco. Mientras, él la miraba desde arriba mostrando una sonrisa que “solo” Okami podía mostrar, se agachó y se colocó sobre su cuerpo.
-Veamos, tenemos una misión que realizar, así que relájate ¿te parece? Pero hagamos una cosa, te ofrezco una invitación en mi sección después de esta misión.
Lucian tenía que hacer un gran esfuerzo para ignorar sus instintos y no abrirla de arriba a abajo allí mismo. Se acercó lentamente a la boca de Carolyn y la besó apasionadamente mientras recuperaba su forma original. Lo primero que ésta vio al separarse de Lucian fue ese rostro que tanto asco le causaba.
Lucian observó como las pupilas de Carolyn se dilataban y sus ojos se volvían brilloso, disfrutaba de lo lindo con la situación, pero debían seguir con la misión.
-Bien AhORa Que EstAs MAS TrANqUiLA COnTinuEmoS CoN La MIsIóN.
Lucian volvió la movilidad al cuerpo de Carolyn y se giro hacia Taira que observaba el espectáculo
-SIeNTo El InCiDEnTE, PeRo SI CaRolYn No TIeNe NadA mÁs Que DeCiR PoDeMos ConTiNuAR.
Lucian Mekhet- Desaparecido
- Post : 183
Edad : 36
Re: Blanco y en botella (II)
La escena rozaba más lo erótico que lo combativo cuando las dos figuras femeninas quedaron unidas a través del apasionado mordisco. Carolyn, en su forma liberada, sorbía con ardor la sangre de la falsa Okami, mientras que a Mekhet parecía no importarle que se le estuviese escapando la vida por la yugular.
Al menos eso pareció durante unos escasos segundos, tras lo cual el arrancar procedió a liberar su Resurrección.
- Interesante…- dijo Taira para sí mismo. No todos los días se veía el verdadero poder de un Fracción o Espada; y sin duda solían ser espectáculos dignos de ser contemplados. Además, nunca estaba de más conocer los puntos fuertes y débiles de aquellos que te rodean, sobre todo en un lugar tan traicionero y voraz como Hueco Mundo.
De repente, algo de lo más curioso ocurrió: los colmillos de la arrancar parecieron retraerse hacia sus encías, dejando libre a Mekhet para acercar su cabeza al oído de esta. Taira apenas pudo distinguir el susurro desde aquella distancia, aunque parecía obvio que se trataba de una amenaza o similar.
Inmediatamente después, algo aún más insólito tuvo lugar: como si hubiera quedado paralizada, Carolyn cayó al suelo con un golpe seco. Ni siquiera reaccionó a la caída. Ni un solo músculo de su cuerpo se tensó, como si fuera incapaz de mantener el control sobre sus extremidades.
Así, y tras besarla mientras recuperaba su verdadera forma, espectáculo verdaderamente desagradable, todo sea dicho; Mekhet se dirigió a la arrancar, y seguidamente a Taira. Parecía estar dispuesto a proseguir con la misión, cosa que agradó sobremanera a Taira. Si había algo que no soportaba era la ineficacia y la pérdida de tiempo, al menos cuando no le suponían un divertimento. Aún así, aquel contratiempo le había permitido observar las habilidades de sus compañeros de cacería allí presentes, así que, después de todo, no podía quejarse.
Así pues, Taira se levantó de su pétreo asiento y, sin mayor dilación, partió en la dirección anteriormente señalada, encabezando el grupo. Odiaba tener que repetir algo dos veces, así que ni se molestó en organizar a los arrancars de modo que él quedase entre ellos para evitar conflictos. Esta vez iría delante, y si les daba por reemprender la disputa, él mismo se aseguraría de que no volviese a suceder.
De este modo, y tras un sarcástico – “Ya era hora” – emprendió de nuevo camino, aislándose en su mundo interior para meditar acerca de asuntos varios: la desaparición del tal Izuna, el combate recién presenciado, y aquel extraño aparato metálico con forma de cuervo blanco se encontraban entre las muchas cosas a las que daba cabida su reflexión. Asuntos que, más que preocuparle, le daban algo con lo que entretener la mente.
Así, y tras unos minutos de camino, los arrancars llegarían a una especie de claro circular en el bosque, de unos doscientos metros de diámetro. Los enmarañados árboles de piedra a su alrededor formaban una especie de cúpula oscura y envolvente, mas se mostraban cautos a la hora de traspasar aquella zona, tan desértica como aparentemente tranquila. Sólo un escaso musgo y finas enredaderas se internaban allí, cubriendo el suelo intermitentemente, cual parches de tímida frondosidad sobre la piedra fría y muerta.
El intenso reiatsu que habían ido sintiendo por el camino, sin duda perteneciente a la criatura que iban buscando, pareció haberse disuelto una vez llegaron al lugar, dejando a su paso una paralizante sensación de vacío, y obligando al particular grupo de cacería a pararse de nuevo a replantearse la situación…
Al menos eso pareció durante unos escasos segundos, tras lo cual el arrancar procedió a liberar su Resurrección.
- Interesante…- dijo Taira para sí mismo. No todos los días se veía el verdadero poder de un Fracción o Espada; y sin duda solían ser espectáculos dignos de ser contemplados. Además, nunca estaba de más conocer los puntos fuertes y débiles de aquellos que te rodean, sobre todo en un lugar tan traicionero y voraz como Hueco Mundo.
De repente, algo de lo más curioso ocurrió: los colmillos de la arrancar parecieron retraerse hacia sus encías, dejando libre a Mekhet para acercar su cabeza al oído de esta. Taira apenas pudo distinguir el susurro desde aquella distancia, aunque parecía obvio que se trataba de una amenaza o similar.
Inmediatamente después, algo aún más insólito tuvo lugar: como si hubiera quedado paralizada, Carolyn cayó al suelo con un golpe seco. Ni siquiera reaccionó a la caída. Ni un solo músculo de su cuerpo se tensó, como si fuera incapaz de mantener el control sobre sus extremidades.
Así, y tras besarla mientras recuperaba su verdadera forma, espectáculo verdaderamente desagradable, todo sea dicho; Mekhet se dirigió a la arrancar, y seguidamente a Taira. Parecía estar dispuesto a proseguir con la misión, cosa que agradó sobremanera a Taira. Si había algo que no soportaba era la ineficacia y la pérdida de tiempo, al menos cuando no le suponían un divertimento. Aún así, aquel contratiempo le había permitido observar las habilidades de sus compañeros de cacería allí presentes, así que, después de todo, no podía quejarse.
Así pues, Taira se levantó de su pétreo asiento y, sin mayor dilación, partió en la dirección anteriormente señalada, encabezando el grupo. Odiaba tener que repetir algo dos veces, así que ni se molestó en organizar a los arrancars de modo que él quedase entre ellos para evitar conflictos. Esta vez iría delante, y si les daba por reemprender la disputa, él mismo se aseguraría de que no volviese a suceder.
De este modo, y tras un sarcástico – “Ya era hora” – emprendió de nuevo camino, aislándose en su mundo interior para meditar acerca de asuntos varios: la desaparición del tal Izuna, el combate recién presenciado, y aquel extraño aparato metálico con forma de cuervo blanco se encontraban entre las muchas cosas a las que daba cabida su reflexión. Asuntos que, más que preocuparle, le daban algo con lo que entretener la mente.
Así, y tras unos minutos de camino, los arrancars llegarían a una especie de claro circular en el bosque, de unos doscientos metros de diámetro. Los enmarañados árboles de piedra a su alrededor formaban una especie de cúpula oscura y envolvente, mas se mostraban cautos a la hora de traspasar aquella zona, tan desértica como aparentemente tranquila. Sólo un escaso musgo y finas enredaderas se internaban allí, cubriendo el suelo intermitentemente, cual parches de tímida frondosidad sobre la piedra fría y muerta.
El intenso reiatsu que habían ido sintiendo por el camino, sin duda perteneciente a la criatura que iban buscando, pareció haberse disuelto una vez llegaron al lugar, dejando a su paso una paralizante sensación de vacío, y obligando al particular grupo de cacería a pararse de nuevo a replantearse la situación…
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
Edad : 32
Re: Blanco y en botella (II)
[[OFF ROL: Siento la tardanza, apenas pise mi casa en esta semana santa, gomenne ^^’]]
- Moldea Karona
Desde ese momento Carolyn se estaba temiendo lo peor, no solo por la liberación de Lucian, si no por su cuerpo. Notaba algo raro, ya no estaba perforando la piel de Okami. Pero aquello no era lo peor, su cuerpo se tambaleo sin siquiera poder remediarlo cayo desplomada al suelo. Había perdido todo equilibrio posible, no podía moverse, se sentía tan frustrada por no combatir aquello, y a la vez le parecía excitante, que poder, que grandioso poder. No solo podría transformarse en Okami – sama si no que también podía moldear la forma de los demás.
Pero estaba feliz, había visto al sonrisa de Okami, pocas veces en su vida la había disfrutado tanto.
-Veamos, tenemos una misión que realizar, así que relájate ¿te parece? Pero hagamos una cosa, te ofrezco una invitación en mi sección después de esta misión.
Aquella invitación le parecía un tanto ambigua, pensaba que quizás la querría para un estudio, cosa que no le agradaba, pero también podría disfrutar mas con el cambio de su cuerpo o volviendo ver esa faceta de Okami-sama.
Los ojos de Okami brillaban, quizás era fascinación aunque parecían mas lascivos… la miraba de arriba abajo, conociendo a Lucian no estaba pensando en lo mismo que Carolyn.
Se acerco lentamente a los carnosos labios de Carolyn, estaba cerca muy cerca, y finalmente la beso apasionadamente. Si en aquel momento pudiese moverse seguro que le hubiese arrancado la ropa a mordiscos, era Okami, era su ama Okami y aquella escena le parecía tan sensual…
Abrió los ojos, todo su mundo se había desmoronado, ya no era Okami, ahora era Lucian, intento evadirse de nuevo a su mundo pero aquella imagen le había trastornado.
- Que asco – dijo escupiendo hacia un lado.
Carolyn probó a levantarse y efectivamente, estaba intacta, estaba como nueva, no sentía nada raro en su cuerpo tan solo algo irascible.
Lucian se disculpo ante Taira, quizás ella también tendría que hacerlo aunque era bastante orgullosa para ello, no obstante era su jefe en esta misión y seguía siendo Fracción.
- Gomenne Taira-sama – dijo en un tono sensual – No volverá a ocurrir de nuevo, más espero que Okami sama no vuelva a aparecer en ese cuerpo – dijo señalando a Lucian.
Carolyn siguió el camino que Taira estaba marcando, se sentía algo mal por el espectáculo que acababa de dar. Cuando despertó de su trance estaban rodeados de una cúpula de árboles. Un sitio bastante siniestro, aunque todo Hueco Mundo era siniestro.
Un reiatsu potente llamo la atención de Carolyn, mas esta vez su efecto en ella era menor, estaba saciada de sangre al menos por el momento, aunque no había combatido, sentía impulsos por ir tras ese reiatsu, mas podría controlarlo sin problemas.
El grupo había frenado su marcha. Carolyn esperaba ordenes de Taira, que estaba al mando de todo esto.
- Ne, Taira, ¿que debemos hacer ahora?
- Moldea Karona
Desde ese momento Carolyn se estaba temiendo lo peor, no solo por la liberación de Lucian, si no por su cuerpo. Notaba algo raro, ya no estaba perforando la piel de Okami. Pero aquello no era lo peor, su cuerpo se tambaleo sin siquiera poder remediarlo cayo desplomada al suelo. Había perdido todo equilibrio posible, no podía moverse, se sentía tan frustrada por no combatir aquello, y a la vez le parecía excitante, que poder, que grandioso poder. No solo podría transformarse en Okami – sama si no que también podía moldear la forma de los demás.
Pero estaba feliz, había visto al sonrisa de Okami, pocas veces en su vida la había disfrutado tanto.
-Veamos, tenemos una misión que realizar, así que relájate ¿te parece? Pero hagamos una cosa, te ofrezco una invitación en mi sección después de esta misión.
Aquella invitación le parecía un tanto ambigua, pensaba que quizás la querría para un estudio, cosa que no le agradaba, pero también podría disfrutar mas con el cambio de su cuerpo o volviendo ver esa faceta de Okami-sama.
Los ojos de Okami brillaban, quizás era fascinación aunque parecían mas lascivos… la miraba de arriba abajo, conociendo a Lucian no estaba pensando en lo mismo que Carolyn.
Se acerco lentamente a los carnosos labios de Carolyn, estaba cerca muy cerca, y finalmente la beso apasionadamente. Si en aquel momento pudiese moverse seguro que le hubiese arrancado la ropa a mordiscos, era Okami, era su ama Okami y aquella escena le parecía tan sensual…
Abrió los ojos, todo su mundo se había desmoronado, ya no era Okami, ahora era Lucian, intento evadirse de nuevo a su mundo pero aquella imagen le había trastornado.
- Que asco – dijo escupiendo hacia un lado.
Carolyn probó a levantarse y efectivamente, estaba intacta, estaba como nueva, no sentía nada raro en su cuerpo tan solo algo irascible.
Lucian se disculpo ante Taira, quizás ella también tendría que hacerlo aunque era bastante orgullosa para ello, no obstante era su jefe en esta misión y seguía siendo Fracción.
- Gomenne Taira-sama – dijo en un tono sensual – No volverá a ocurrir de nuevo, más espero que Okami sama no vuelva a aparecer en ese cuerpo – dijo señalando a Lucian.
Carolyn siguió el camino que Taira estaba marcando, se sentía algo mal por el espectáculo que acababa de dar. Cuando despertó de su trance estaban rodeados de una cúpula de árboles. Un sitio bastante siniestro, aunque todo Hueco Mundo era siniestro.
Un reiatsu potente llamo la atención de Carolyn, mas esta vez su efecto en ella era menor, estaba saciada de sangre al menos por el momento, aunque no había combatido, sentía impulsos por ir tras ese reiatsu, mas podría controlarlo sin problemas.
El grupo había frenado su marcha. Carolyn esperaba ordenes de Taira, que estaba al mando de todo esto.
- Ne, Taira, ¿que debemos hacer ahora?
Carolyn- Desaparecido
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Re: Blanco y en botella (II)
- Are, are... - finalmente Izuna había completado la vuelta completa y volvía a estar en el principio, con sus compañeros, la escena resultaba un tanto confusa pero Izuna no se atrevía a interrumpir de una manera directa de nuevo en el grupo, especialmente teniendo en cuenta que a pesar de sus increibles dotes de localización dudaba mucho que ninguno de ellos pudiese localizarle, tal vez ese hecho le reportase cierta ventaja, poder observarles sin ser presentido permitiría además a Izuna en cierto modo protegerles y aprender sobre ellos, - al parecer han tenido una fiesta.
Izuna estaba terriblemente interesado por las habilidades que había mostrado el tal Lucian mientras que por Carolyn no tenía interés alguno, tampoco sabía cómo aquel grupo que ya se había peleado iba a ser capaz de enfrentarse, todos juntos trabajando como un equipo a un enemigo superior, ni siquiera eran capaces de estarse quietos sin pelearse como crios.
Sería interesante ver cómo continuaba aquello.
Izuna estaba terriblemente interesado por las habilidades que había mostrado el tal Lucian mientras que por Carolyn no tenía interés alguno, tampoco sabía cómo aquel grupo que ya se había peleado iba a ser capaz de enfrentarse, todos juntos trabajando como un equipo a un enemigo superior, ni siquiera eran capaces de estarse quietos sin pelearse como crios.
Sería interesante ver cómo continuaba aquello.
Invitado- Invitado
Re: Blanco y en botella (II)
Lucian siguió caminando ignorando cualquier conversación que se diera por el camino mientras no paraba de darle vueltas a la cabeza. Esta misión le había resultado muy interesante después de todo. No solo sentía una curiosidad por conocer la fuente que le provoco perder el control, sino que había conseguido un nuevo nombre para su lista. Invitó a Carolyn a que visitara su sección y realmente Lucian deseaba que ella aceptara; le parecía un buen ejemplar con el que probar una par de cosas.
Tras un rato caminando llegaron a un claro. Sabía que ese era la fuente que provocó su pérdida de control anteriormente, pero ahora no sentía nada, ningún tipo de reiatsu ni tampoco ninguna presencia. Todo esto le resultaba extraño y curioso, pero no era tonto y sabía perfectamente que podía tratarse de una trampa.
Entraron con cierta desconfianza, la vegetación era totalmente distinta, aquí no había esos siniestros arboles a los que estaba acostumbrado, sino parches y parches de aparentemente musgo.
Lucian sabía que allí se escondía algo, lo sentía, estaba impaciente y deseaba que pasara algo. Necesitaba saber cuál era el secreto de aquel sitio, le daba igual lo que pasara, solo deseaba que pasara ¡Ya!
Tras un rato caminando llegaron a un claro. Sabía que ese era la fuente que provocó su pérdida de control anteriormente, pero ahora no sentía nada, ningún tipo de reiatsu ni tampoco ninguna presencia. Todo esto le resultaba extraño y curioso, pero no era tonto y sabía perfectamente que podía tratarse de una trampa.
Entraron con cierta desconfianza, la vegetación era totalmente distinta, aquí no había esos siniestros arboles a los que estaba acostumbrado, sino parches y parches de aparentemente musgo.
Lucian sabía que allí se escondía algo, lo sentía, estaba impaciente y deseaba que pasara algo. Necesitaba saber cuál era el secreto de aquel sitio, le daba igual lo que pasara, solo deseaba que pasara ¡Ya!
Lucian Mekhet- Desaparecido
- Post : 183
Edad : 36
Re: Blanco y en botella (II)
Tras una pequeña travesía no poco accidentada, el peculiar grupo de cacería llegó al fin a su destino. Era curioso observar cómo algo tan baladí o carente de importancia como aquello podía afectar de tal manera el estado anímico de Taira. Pero de hecho, lo hacía.
Nuestro peculiarmente inestable protagonista se sentía ahora lleno de una especie de expectación y buen humor, visto que todas las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar.
- A ver, a ver…- dijo el Hideyori, palpando el aire con la mano extendida, cual vara de ciego, y tanteando el terreno de forma exagerada. – Increíblee…Así que era cierto.
Y, de repente, Taira se quedó anclado en su sitio, literalmente. Se encontraba de espaldas al resto de arrancars, sin mover un músculo y con el cuerpo suspendido en una posición de equilibro imposible. Todas sus extremidades parecían presa de unas cadenas invisibles, impalpables hasta hacía apenas unos segundos.
Sus compañeros, de seguro sorprendidos por aquel fenómeno, también eran víctimas de la misma trampa. Ninguno de ellos, sujetos como estaban por aquellos grilletes imperceptibles, podría realizar por el momento movimiento alguno.
De repente, una voz de extraña distorsión, y notablemente divertida por la situación, retumbó en el claro:
- ¡¡Jijiijijiijii!! Parece que tenemos a algunos invitados sorpresa…¡Jiji!! – a continuación, una segunda voz, mucho más grave, como con un eco interior, contestó a la primera:
- Bien…ya me estaba cansando de esperar a que viniese alguna presa. Y estas son tres, ni más ni menos.
Tras ello, una figura de apariencia similar a un insecto gigante apareció sobre los arrancars, como subida a una plataforma de aquellas redes invisibles que les tenían sujetos.
- Dejad que me presente…soy...
- Yare, yare…parece que nos ha salido hablador el bicho este. - Hizo una pausa, entornando sus pupilas ambarinas a los ojos apanalados de su enemigo. – No nos interesa tu nombre, insecto.- Hizo especial énfasis en la palabra “insecto”, con claro carácter despectivo. - Así que, ¿Por qué vas llamando a tu amigo y acabamos con esto rapidito? Lo cierto es que tengo muchas cosas que hacer y poco tiempo que perder.
El silencio se hizo durante unos pocos segundos más. Tras ello, una figura humanoide apareció de entre las sombras circunscritas al claro. Era, obviamente, el poseedor de la anterior voz grave. Su cuerpo parecía cubierto por toda clase de musgos y raíces que, aún sin llegar a deformar su apariencia y forma semi-humana, formaban una especie de coraza alrededor del torso y las extremidades. De sus pies brotaban pequeñas raíces inquietas, que buscaban el suelo descaradamente y sin descanso, mientras que en sus brazos acarreaba sendos guantes de apariencia pétrea y motivos vegetales.
- Aquí me tienes, arrancar. Aunque creo que en tu situación, deberías replantearte tus palabras.- dejó que el eco de su propia voz desapareciera para proseguir. – Ya te habrás dado cuenta de que no puedes deshacerte de las cadenas invisibles que os tienen presos.- su compañero le interrumpió:
- Tengo la habilidad de crear estas redes, intangibles a menos que yo lo desee, e indestructibles por los medios físicos de los que ahora disponéis. Me temo, arrancar, que sin una espada que os salve, vuestra histo…
- ¿Decías?
De repente, y sin previo aviso, Taira se había librado de sus grilletes y caminaba, wakizashi en mano, hacia el resto de arrancars.
- ¡¡¿Pero cómo demoni…!?
- Sssshhhhhhh….- siseó nuestro protagonista, haciendo callar al Menos, y con una omnipresente media sonrisa en la cara. Lo cierto es que estaba disfrutando con aquello.
Como al buen lector resultará obvio, Taira había recurrido una vez más a su técnica hollow de fase, haciéndose uno con los propios hilos al contactar con ellos y resultando pues intangible a estos, cosa que, supuso, el resto de arrancars de la expedición no serían capaces de hacer. Por ello lanzó, sin demasiada premura, varios tajos alrededor de ellos, llegando a pasar alguno peligrosamente cerca de sus compañeros, aunque logrando su propósito de liberarlos de sus grilletes.
- Carolyn, Mekhet; no os involucréis aquí. – hizo un ligero movimiento de cabeza, señalando al otro oponente, el de aspecto arbóreo. – el vuestro es ese Adjuchas.
Esta vez se ahorró cualquier tipo de comentario del estilo “no os confiéis” ó “cuento con vosotros”, tan impropios de él. En su lugar, encaró al Menos con aspecto de mezcla antropomorfa de escarabajo y arácnido; al tiempo que introducía su mano izquierda, la que no sujetaba el wakizashi, entre los pliegues de su ropa. De ahí sacó a los pocos segundos un pequeño artilugio, similar a un localizador corriente, aunque algo más complejo y dotado.
Girando una pequeña ruletita al borde del aparato, conectó rápidamente con una frecuencia determinada, véase la del localizador del hacía tiempo desaparecido Izuna.
- Espero que lo estés pasando bien por donde quiera que estés, Izuna Shirozage, pero tengo por aquí a unos amigos que no paran de preguntar por ti... ¿Por qué no te pasas y juegas con ellos un rato? Sería una pena tener que irnos sin haberte visto disfrutar de la fiesta… - el mensaje, improvisado e informal a más no poder, fue enviado y llegaría irremediablemente al localizador del sujeto en cuestión.
¿La verdad? Taira no podía estar seguro de que el arrancar continuara con vida y lo recibiera, aunque sospechase en sobremanera que así era. Varios indicios, entre los que se encontraba la ausencia de cualquier signo de pelea o sangre en el claro en que se encontraba; y una minúscula perturbación en el flujo de reiatsu ambiental cuando Carolyn y Mekhet liberaron su Resurrección; hacían pensar a nuestro protagonista que aún podía contar con que el arrancar apareciese de un momento a otro.
Así pues, permaneció inmóvil frente a su adversario, esperando que los arrancars iniciaran la batalla tal y como había previsto, y volviendo a envainar su arma blanca ante la poca expectación que le suscitaba el combatir él mismo contra el Adjuchas insecto. Seguramente Izuna disfrutara más con el combate, si es que seguía vivo…
[OFF: Perdonad la extensión del post, quería asegurarme de dejar todo listo para avanzar debidamente a partir de ahora ^^]
Nuestro peculiarmente inestable protagonista se sentía ahora lleno de una especie de expectación y buen humor, visto que todas las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar.
- A ver, a ver…- dijo el Hideyori, palpando el aire con la mano extendida, cual vara de ciego, y tanteando el terreno de forma exagerada. – Increíblee…Así que era cierto.
Y, de repente, Taira se quedó anclado en su sitio, literalmente. Se encontraba de espaldas al resto de arrancars, sin mover un músculo y con el cuerpo suspendido en una posición de equilibro imposible. Todas sus extremidades parecían presa de unas cadenas invisibles, impalpables hasta hacía apenas unos segundos.
Sus compañeros, de seguro sorprendidos por aquel fenómeno, también eran víctimas de la misma trampa. Ninguno de ellos, sujetos como estaban por aquellos grilletes imperceptibles, podría realizar por el momento movimiento alguno.
De repente, una voz de extraña distorsión, y notablemente divertida por la situación, retumbó en el claro:
- ¡¡Jijiijijiijii!! Parece que tenemos a algunos invitados sorpresa…¡Jiji!! – a continuación, una segunda voz, mucho más grave, como con un eco interior, contestó a la primera:
- Bien…ya me estaba cansando de esperar a que viniese alguna presa. Y estas son tres, ni más ni menos.
Tras ello, una figura de apariencia similar a un insecto gigante apareció sobre los arrancars, como subida a una plataforma de aquellas redes invisibles que les tenían sujetos.
- Dejad que me presente…soy...
- Yare, yare…parece que nos ha salido hablador el bicho este. - Hizo una pausa, entornando sus pupilas ambarinas a los ojos apanalados de su enemigo. – No nos interesa tu nombre, insecto.- Hizo especial énfasis en la palabra “insecto”, con claro carácter despectivo. - Así que, ¿Por qué vas llamando a tu amigo y acabamos con esto rapidito? Lo cierto es que tengo muchas cosas que hacer y poco tiempo que perder.
El silencio se hizo durante unos pocos segundos más. Tras ello, una figura humanoide apareció de entre las sombras circunscritas al claro. Era, obviamente, el poseedor de la anterior voz grave. Su cuerpo parecía cubierto por toda clase de musgos y raíces que, aún sin llegar a deformar su apariencia y forma semi-humana, formaban una especie de coraza alrededor del torso y las extremidades. De sus pies brotaban pequeñas raíces inquietas, que buscaban el suelo descaradamente y sin descanso, mientras que en sus brazos acarreaba sendos guantes de apariencia pétrea y motivos vegetales.
- Aquí me tienes, arrancar. Aunque creo que en tu situación, deberías replantearte tus palabras.- dejó que el eco de su propia voz desapareciera para proseguir. – Ya te habrás dado cuenta de que no puedes deshacerte de las cadenas invisibles que os tienen presos.- su compañero le interrumpió:
- Tengo la habilidad de crear estas redes, intangibles a menos que yo lo desee, e indestructibles por los medios físicos de los que ahora disponéis. Me temo, arrancar, que sin una espada que os salve, vuestra histo…
- ¿Decías?
De repente, y sin previo aviso, Taira se había librado de sus grilletes y caminaba, wakizashi en mano, hacia el resto de arrancars.
- ¡¡¿Pero cómo demoni…!?
- Sssshhhhhhh….- siseó nuestro protagonista, haciendo callar al Menos, y con una omnipresente media sonrisa en la cara. Lo cierto es que estaba disfrutando con aquello.
Como al buen lector resultará obvio, Taira había recurrido una vez más a su técnica hollow de fase, haciéndose uno con los propios hilos al contactar con ellos y resultando pues intangible a estos, cosa que, supuso, el resto de arrancars de la expedición no serían capaces de hacer. Por ello lanzó, sin demasiada premura, varios tajos alrededor de ellos, llegando a pasar alguno peligrosamente cerca de sus compañeros, aunque logrando su propósito de liberarlos de sus grilletes.
- Carolyn, Mekhet; no os involucréis aquí. – hizo un ligero movimiento de cabeza, señalando al otro oponente, el de aspecto arbóreo. – el vuestro es ese Adjuchas.
Esta vez se ahorró cualquier tipo de comentario del estilo “no os confiéis” ó “cuento con vosotros”, tan impropios de él. En su lugar, encaró al Menos con aspecto de mezcla antropomorfa de escarabajo y arácnido; al tiempo que introducía su mano izquierda, la que no sujetaba el wakizashi, entre los pliegues de su ropa. De ahí sacó a los pocos segundos un pequeño artilugio, similar a un localizador corriente, aunque algo más complejo y dotado.
Girando una pequeña ruletita al borde del aparato, conectó rápidamente con una frecuencia determinada, véase la del localizador del hacía tiempo desaparecido Izuna.
- Espero que lo estés pasando bien por donde quiera que estés, Izuna Shirozage, pero tengo por aquí a unos amigos que no paran de preguntar por ti... ¿Por qué no te pasas y juegas con ellos un rato? Sería una pena tener que irnos sin haberte visto disfrutar de la fiesta… - el mensaje, improvisado e informal a más no poder, fue enviado y llegaría irremediablemente al localizador del sujeto en cuestión.
¿La verdad? Taira no podía estar seguro de que el arrancar continuara con vida y lo recibiera, aunque sospechase en sobremanera que así era. Varios indicios, entre los que se encontraba la ausencia de cualquier signo de pelea o sangre en el claro en que se encontraba; y una minúscula perturbación en el flujo de reiatsu ambiental cuando Carolyn y Mekhet liberaron su Resurrección; hacían pensar a nuestro protagonista que aún podía contar con que el arrancar apareciese de un momento a otro.
Así pues, permaneció inmóvil frente a su adversario, esperando que los arrancars iniciaran la batalla tal y como había previsto, y volviendo a envainar su arma blanca ante la poca expectación que le suscitaba el combatir él mismo contra el Adjuchas insecto. Seguramente Izuna disfrutara más con el combate, si es que seguía vivo…
[OFF: Perdonad la extensión del post, quería asegurarme de dejar todo listo para avanzar debidamente a partir de ahora ^^]
Última edición por Hideyori Taira el Miér Ago 04, 2010 10:49 pm, editado 1 vez
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
Edad : 32
Re: Blanco y en botella (II)
[[OFF ROL: Siento el retraso, con esto del cosplay, el salon y la feria he estado ocupada, así que siento mi post tan corto y tan...raro, quería que postearais rápido]]
En aquel claro, rodeada de árboles, rodeada de otros Arrancars como ella…y cayeron en la trampa, sed de sangre quizás? Todos quedaron anclados en el suelo, con unas cadenas invisibles.
No es que aquello molestara o incomodara a Carolyn, prefería dejarle el trabajo a Taira, ya que el jefe de la misión era él. Aparte, quien mejor que una fracción con su poder para resolver aquello. Además Carolyn temía dañar su cuerpo. Además sabría que le iba a costar sudor y esfuerzo y quizás seria en vano.
Un insecto gigante apareció sobre todos ellos.
- Primero un muñeco feo me toma el pelo y me besa, y ahora un insecto asqueroso me tiene enmarañada en sus redes – suspiro – Definitivamente voy a tener que hacerme daño.
- Dejad que me presente…soy...
- Yare, yare…parece que nos ha salido hablador el bicho este. - Taira hizo una pausa, entornando sus pupilas ambarinas a los ojos apanalados de su enemigo. – No nos interesa tu nombre, insecto.- Hizo especial énfasis en la palabra “insecto”, con claro carácter despectivo. - Así que, ¿Por qué vas llamando a tu amigo y acabamos con esto rapidito? Lo cierto es que tengo muchas cosas que hacer y poco tiempo que perder.
Tras esto, una figura humanoide apareció, era el de aquella voz tan grave y tan profunda.
Taira tenía razón, aquel bicho era demasiado hablador, no solo aburría con sus comentarios, el factor sorpresa lo había perdido al completo al mostrarse ante todos los Arrancars.
- Un Arrancar no se mide solo por la fuerza de su espada – dijo mientras observaba como Taira se desprendía de sus redes.
- Carolyn, Mekhet; no os involucréis aquí. – hizo un ligero movimiento de cabeza, señalando al otro oponente, el de aspecto arbóreo. – el vuestro es ese Adjuchas.
- Genial, de nuevo me tocan los bichos feos – dijo mirando a Lucian y al arboleo que estaba frente a ellos – En fin… todo sea por que Okami no vuelva a amenazarme…
Carolyn agarro sus muñecas, como si le hubiesen apretado demasiado. Dio unos cuantos pasos sin mirar a Lucian, convencida de ir directamente a por el arboleo, pero sabia que al final saldría mal, y ya estaba escarmentada.
- ¿Lucian algún plan?. Sinceramente me mosquearía tener que liberar nuestra resurrección contra una….cosa como esa, me sentiría bastante humillada. Así que trabajemos en grupo – miro de reojo a Lucian, sabia que aquello no se lo esperaría – Acabemos con esto rápido, no me gustaría tocarle mucho tiempo.
Carolyn desenfundó su katana, en posición de defensa atenta a los movimientos de aquel bicho-arbol. Ni miraba a Taira, sabia que él se las apañaría muy bien solo.
En aquel claro, rodeada de árboles, rodeada de otros Arrancars como ella…y cayeron en la trampa, sed de sangre quizás? Todos quedaron anclados en el suelo, con unas cadenas invisibles.
No es que aquello molestara o incomodara a Carolyn, prefería dejarle el trabajo a Taira, ya que el jefe de la misión era él. Aparte, quien mejor que una fracción con su poder para resolver aquello. Además Carolyn temía dañar su cuerpo. Además sabría que le iba a costar sudor y esfuerzo y quizás seria en vano.
Un insecto gigante apareció sobre todos ellos.
- Primero un muñeco feo me toma el pelo y me besa, y ahora un insecto asqueroso me tiene enmarañada en sus redes – suspiro – Definitivamente voy a tener que hacerme daño.
- Dejad que me presente…soy...
- Yare, yare…parece que nos ha salido hablador el bicho este. - Taira hizo una pausa, entornando sus pupilas ambarinas a los ojos apanalados de su enemigo. – No nos interesa tu nombre, insecto.- Hizo especial énfasis en la palabra “insecto”, con claro carácter despectivo. - Así que, ¿Por qué vas llamando a tu amigo y acabamos con esto rapidito? Lo cierto es que tengo muchas cosas que hacer y poco tiempo que perder.
Tras esto, una figura humanoide apareció, era el de aquella voz tan grave y tan profunda.
Taira tenía razón, aquel bicho era demasiado hablador, no solo aburría con sus comentarios, el factor sorpresa lo había perdido al completo al mostrarse ante todos los Arrancars.
- Un Arrancar no se mide solo por la fuerza de su espada – dijo mientras observaba como Taira se desprendía de sus redes.
- Carolyn, Mekhet; no os involucréis aquí. – hizo un ligero movimiento de cabeza, señalando al otro oponente, el de aspecto arbóreo. – el vuestro es ese Adjuchas.
- Genial, de nuevo me tocan los bichos feos – dijo mirando a Lucian y al arboleo que estaba frente a ellos – En fin… todo sea por que Okami no vuelva a amenazarme…
Carolyn agarro sus muñecas, como si le hubiesen apretado demasiado. Dio unos cuantos pasos sin mirar a Lucian, convencida de ir directamente a por el arboleo, pero sabia que al final saldría mal, y ya estaba escarmentada.
- ¿Lucian algún plan?. Sinceramente me mosquearía tener que liberar nuestra resurrección contra una….cosa como esa, me sentiría bastante humillada. Así que trabajemos en grupo – miro de reojo a Lucian, sabia que aquello no se lo esperaría – Acabemos con esto rápido, no me gustaría tocarle mucho tiempo.
Carolyn desenfundó su katana, en posición de defensa atenta a los movimientos de aquel bicho-arbol. Ni miraba a Taira, sabia que él se las apañaría muy bien solo.
Última edición por Carolyn el Lun Mayo 10, 2010 9:21 am, editado 1 vez
Carolyn- Desaparecido
- Post : 99
Edad : 35
Re: Blanco y en botella (II)
- Alle, alle sir... - Izuna había observado cómo Taira se había deshecho de los hilos, al parecer tenía la capacidad de mimetizarse con aquello que le rodeaba y se había deshecho de la técnica de restricción del enemigo con una sencillez insultante, para regodeo del propio Izuna y para sorpresa del contrincante al cual había pillado completamente desprevenida la capacidad de Taira, - parece que lo están pasando bien.
Izuna aplaudió mientras entraba en el recinto en el cual se daba lugar la pequeña reunión emitiendo un pulso débil pero constante de energía espiritual para captar parte de la atención de los presentes.
- ¿Y bien Taira kun quieres que ayude a alguien o prefieres que de momento me mantenga al margen? al parecer te manejas bastante bien contra ese ser y mis dos compañeros hacen lo propio, - Izuna dejó de emitir energía espiritual y realizó un shumpo, fuera del radar, de nuevo, sólo había hecho acto de presencia para que su jefe de grupo supiese que seguía operativo, en el momento idóneo, contra el enemigo que fuese, daría el golpe, pero de momento prefería mantenerse al margen, al menos hasta que Taira le pidiese expresamente que actuase.
De todas formas Izuna tenía curiosidad sobre las habilidades del adversario de Lucian y de Carolyn, conociendo sus habilidades sabría cuándo atacar.
Izuna aplaudió mientras entraba en el recinto en el cual se daba lugar la pequeña reunión emitiendo un pulso débil pero constante de energía espiritual para captar parte de la atención de los presentes.
- ¿Y bien Taira kun quieres que ayude a alguien o prefieres que de momento me mantenga al margen? al parecer te manejas bastante bien contra ese ser y mis dos compañeros hacen lo propio, - Izuna dejó de emitir energía espiritual y realizó un shumpo, fuera del radar, de nuevo, sólo había hecho acto de presencia para que su jefe de grupo supiese que seguía operativo, en el momento idóneo, contra el enemigo que fuese, daría el golpe, pero de momento prefería mantenerse al margen, al menos hasta que Taira le pidiese expresamente que actuase.
De todas formas Izuna tenía curiosidad sobre las habilidades del adversario de Lucian y de Carolyn, conociendo sus habilidades sabría cuándo atacar.
Invitado- Invitado
Re: Blanco y en botella (II)
El cuerpo de Lucian quedó paralizado al instante como si unas cadenas invisibles sujetara sus extremidades. Habían caído en una trampa como él esperaba, y, por fin, iba a conocer el secreto de aquel claro. Por fin iba a saciar su curiosidad.
Lucian recorría el claro de un lado a otro con la mirada, buscando al autor de aquella situación, sin apenas echar cuenta a sus compañeros, cuando vio aparecer un insecto gigante que no paraba de parlotear. Y tras éste, un vasto lorde que parecía más un árbol que un hollow. Debían ser éstos, la causa de todo y debían ser los hollows que Taira quería capturar, por lo que no debía matarlos, aunque eso no significara que no pudiera divertirse.
Taira lanzó una series de cortes al aire que permitió a Lucian y al resto del grupo liberarse de las cadenas que les tenia inmovilizados.
- Carolyn, Mekhet; no os involucréis aquí. El vuestro es ese Adjuchas.
Lucian miró al Vasto Lorde al que Taira señalaba. Había diseccionado muchos hollow, personas y animales, pero nunca algo medio planta, y sin duda esto despertó una vez más su curiosidad.
- ¿Lucian algún plan? Sinceramente me mosquearía tener que liberar nuestra resurrección contra una….cosa como esa, me sentiría bastante humillada. Así que trabajemos en grupo. Acabemos con esto rápido, no me gustaría tocarle mucho tiempo.
¿Qué si tenía un plan? Era evidente que sí lo tenía, pero lo que le molestara a Carolyn o lo que considerada humillante no le importaba en absoluto. Lucian la ignoró completamente; lo que ella pudiera decir no era precisamente lo que llamaba su atención.
-SoRa Ven.
Lucian vio a Sora adelantarse hasta situarse a su lado. Había llegado la hora de probar su juguete, éste era el momento de ver cuán útil es. Se acercó a su oído y le susurró su plan y las órdenes que la pondrían en funcionamiento.
-CreO QUE ES HoRa DE Que LLoREs
Lucian dirigió su mirada hacia Sora mientras sonreía.
- Llora, Desdichada
La cara inexpresiva de Sora dejo caer un par de lágrimas mientras decía estas palabras, y una explosión de reiatsu comenzó a girar a su alrededor mientras iban solidificándose hasta convertirse en unas cadenas que giraba entorno a su cuerpo constantemente.
Sora corrió en la dirección donde el Adjuchas se situaba y lanzó sus cadenas al suelo.
Lucian disfrutaba con la velocidad y la eficacia con que Sora acataba sus ordenes, mientras veía a ésta lanzar sus cadenas en el suelo, que atravesaban la tierra como si de agua se tratase arrastrando tras ellas el cuerpo de Sora, haciéndola desaparecer completamente.
Un largo silencio recorrió el campo de batalla. Incluso a Lucian, creador del plan, le costaba seguir el reiatsu de Sora que había quedado difuminado al desaparecer bajo tierra.
Lucian miró detenidamente el arrancar con forma de árbol, y esperó. Dos cadenas salieron del suelo a ambos lados del hollow enrollándose en torno a su cuerpo y girando a gran velocidad atrapándolo. El giro de las cadenas cortaban las cortezas que cubrían al Adjuchas como si fuera una sierra.
- ¿ME pReGuNTO SI LoS ÁRBoLEs TIeNEn CORaZÓN?
Lucian estaba emocionado, sin duda su juguete había resultado todo un éxito y ésto se notaba en su cara.
Lucian recorría el claro de un lado a otro con la mirada, buscando al autor de aquella situación, sin apenas echar cuenta a sus compañeros, cuando vio aparecer un insecto gigante que no paraba de parlotear. Y tras éste, un vasto lorde que parecía más un árbol que un hollow. Debían ser éstos, la causa de todo y debían ser los hollows que Taira quería capturar, por lo que no debía matarlos, aunque eso no significara que no pudiera divertirse.
Taira lanzó una series de cortes al aire que permitió a Lucian y al resto del grupo liberarse de las cadenas que les tenia inmovilizados.
- Carolyn, Mekhet; no os involucréis aquí. El vuestro es ese Adjuchas.
Lucian miró al Vasto Lorde al que Taira señalaba. Había diseccionado muchos hollow, personas y animales, pero nunca algo medio planta, y sin duda esto despertó una vez más su curiosidad.
- ¿Lucian algún plan? Sinceramente me mosquearía tener que liberar nuestra resurrección contra una….cosa como esa, me sentiría bastante humillada. Así que trabajemos en grupo. Acabemos con esto rápido, no me gustaría tocarle mucho tiempo.
¿Qué si tenía un plan? Era evidente que sí lo tenía, pero lo que le molestara a Carolyn o lo que considerada humillante no le importaba en absoluto. Lucian la ignoró completamente; lo que ella pudiera decir no era precisamente lo que llamaba su atención.
-SoRa Ven.
Lucian vio a Sora adelantarse hasta situarse a su lado. Había llegado la hora de probar su juguete, éste era el momento de ver cuán útil es. Se acercó a su oído y le susurró su plan y las órdenes que la pondrían en funcionamiento.
-CreO QUE ES HoRa DE Que LLoREs
Lucian dirigió su mirada hacia Sora mientras sonreía.
- Llora, Desdichada
La cara inexpresiva de Sora dejo caer un par de lágrimas mientras decía estas palabras, y una explosión de reiatsu comenzó a girar a su alrededor mientras iban solidificándose hasta convertirse en unas cadenas que giraba entorno a su cuerpo constantemente.
Sora corrió en la dirección donde el Adjuchas se situaba y lanzó sus cadenas al suelo.
Lucian disfrutaba con la velocidad y la eficacia con que Sora acataba sus ordenes, mientras veía a ésta lanzar sus cadenas en el suelo, que atravesaban la tierra como si de agua se tratase arrastrando tras ellas el cuerpo de Sora, haciéndola desaparecer completamente.
Un largo silencio recorrió el campo de batalla. Incluso a Lucian, creador del plan, le costaba seguir el reiatsu de Sora que había quedado difuminado al desaparecer bajo tierra.
Lucian miró detenidamente el arrancar con forma de árbol, y esperó. Dos cadenas salieron del suelo a ambos lados del hollow enrollándose en torno a su cuerpo y girando a gran velocidad atrapándolo. El giro de las cadenas cortaban las cortezas que cubrían al Adjuchas como si fuera una sierra.
- ¿ME pReGuNTO SI LoS ÁRBoLEs TIeNEn CORaZÓN?
Lucian estaba emocionado, sin duda su juguete había resultado todo un éxito y ésto se notaba en su cara.
Lucian Mekhet- Desaparecido
- Post : 183
Edad : 36
Re: Blanco y en botella (II)
Taira ladeó la cabeza extrañado, pensando… “¡¡Qué demonios…!!”. Había llamado al arrancar de la octava con la intención de que se uniese al combate, y este había vuelto a desaparecer, sin más. Para él, era del todo obvio que si le hacía partícipe del combate no era por incapacidad para afrontarlo, sino más bien por cortesía profesional; para que al menos tuviese algo que hacer en esa misión que no fuere rondar de un lado a otro.
De todos modos, ya era algo tarde para aquello; pues si había algo que Taira no soportaba, era tener que repetir algo dos veces. Y aquella no iba a ser una excepción.
Lentamente, fue levantando la mirada hacia su objetivo, que aún estaba suspendido en aquella especie de red en el aire. Cuando llegó a tener sus ojos ambarinos posados sobre su adversario, los detuvo por un momento; apenas un segundo antes de desaparecer…
El aire donde hacía unos instantes se encontraba el Hideyori vibraba ahora, mecido por la sorprendente velocidad con la que este había emprendido su acometida. Acometida que, por supuesto, aquel Menos inútil con aspecto de arácnido no llegaría a ver.
De hecho, lo próximo que percibiría sería cómo sus ocho patas de desprendían de su cuerpo, cercenadas inexplicablemente; y cómo caía inexorablemente sobre la plataforma de redes que le mantenía suspendido sobre el suelo, al tiempo que veía aparecer al Fracción de la Novena tras de él, devolviendo su mano izquierda al bolsillo y acabando de volver a envainar el wakizashi.
Tras ello, Taira se giró con una sonrisa sádica dibujada en los labios, entornando una mirada macabra hacia su presa ahora agonizante. A continuación, y tomando impulso sobre una plataforma espiritual convenientemente creada, se abalanzó con violencia sobre la cabeza de escarabajo del Menos, agarrándola con la mano derecha y aplastándola contra las redes espirituales sobre las que yacía su cuerpo lisiado.
y… “¡¡biiiiinngg, biiiiiiiiingg, biiiiiiiiiiiiiiiiiiing!!”
Tres pulsos de aplastante presión espiritual enfocada sobre la cabeza de su rival a través de su mano bastaron para hacerle caer inconsciente, casi inerte, sobre el suelo de piedra del bosque, desaparecidas las telarañas ante la pérdida de consciencia de su creador.
- Uno menos… - dijo Taira, casi resignado a la poca resistencia que le había supuesto aquel adjuchas. Creía poder esperar más de aquel otro contrincante sobre el que la compañera del 2º Fracción enfocaba ahora sus ataques. Al menos a aquel lo habían categorizado como Adjuchas. Incompleto, sí, pero un Adjuchas al fin y al cabo.
Y es que realmente ninguno de aquellos seres se encontraba en un nivel avanzado de evolución, quedando rezagados al concepto de Adjuchas como entidad hollow intermedia, y a la que muy pocos realmente habían logrado acceder. Sin embargo, quizás por esto Taira tenía especial interés por ellos. Al fin y al cabo, en toda evolución se van perdiendo capacidades interesantes…
Volviendo a la acción que nos atañe, Taira había descendido de nuevo a lo terrenal, finalizadas sus divinas maldades y maquinaciones. En su cabeza quedaba ya todo claro, planificado, y listo para sentencia.
Tomó de nuevo su particularmente dotado localizador de entre sus vestimentas, pulsando un pequeñísimo botón en el canto. No habiendo cambiado la frecuencia de emisión anteriormente utilizada, lo que pretendía ahora era mandar una pequeña señal acústica, que no vocal; al arrancar de las idas y venidas constantes.
No pensaba repetir su mensaje de una forma más explícita, por lo que aquel pequeño sonidito-“toque de atención” a Izuna sería todo lo que este tendría para interpretar que solicitaba su entrada en escena para hacer frente al último de los dos adversarios.
Adversario que, por cierto acababa de haber sido hecho presa de las cadenas cortantes de la tal Sora, fenómeno por el cual no pareció inmutarse. En su lugar, emitió una potente risa ronca, grave, como surgida del corazón de un roble milenario. Emitía tal risa una nota vibrante, poderosa, y cargada de reiatsu.
Justo en ese instante, el Menos pareció explotar en un cúmulo de enormes raíces, algunas de ellas de más de medio metro de diámetro, surgiendo estas de la totalidad del cuerpo del hollow a un ritmo de crecimiento desmesurado. Prácticamente todas ellas se hundieron al momento bajo tierra, preparadas para el próximo movimiento del arbóreo individuo, mas tres de ellas se separaron de la fuente de crecimiento y cayeron sobre e suelo pétreo.
Estas pronto cobraron vida propia, creciendo de ellas nuevas “articulaciones” y miembros, y convirtiéndose así en tres sujetos independientes, similares al inicial. Dos de ellos se arrojaron al instante sobre Carolyn, atacándola uno mediante una estocada desde el frente, y otro por medio de un tajo horizontal, por el flanco derecho de la arrancar.
Al tiempo que esto ocurría, el tercer “nuevo individuo” permanecía en su sitio, con las manos extendidas hacia el frente, cual hechicero que dirige su ataque. Y en efecto, las enormes raíces antes hundidas bajo tierra comenzaron a moverse velozmente a través del subsuelo:
Por una parte, decenas de ellas se cernieron sobre un área esférica de unos veinte metros bajo tierra, tratando de encerrar a la arrancar de las cadenas en una cárcel de raíces. Si el Menos no se equivocaba, su rival era capaz de fundirse con la tierra, lo cual no significaba que pudiera hacer lo propio con otros medios. Además, si esta intentaba cortar los gruesos tentáculos arbóreos, se encontraría con que estos se regeneraban y duplicaban a una velocidad pasmosa, impidiendo así toda huída mientras el Menos las siguiese controlando.
Por su parte, y alrededor de Lucian, una docena de raíces surgieron de la tierra; tratando todas ellas de alcanzar al Fracción desde todo ángulo predecible, y cubriendo las alturas desde los tres metros hasta la propia superficie terrestre. Era, sin lugar a dudas, un ataque difícil de esquivar, a menos que el arrancar hubiese sido capaz de predecir la embestida subterránea de algún modo, lo cual no dudamos.
Fuera como fuese, aquel combate se planteaba entretenido, pues no parecía que ninguno de los combatientes se fuera a cortar a la hora de divertirse con la pequeña carnicería. Siendo esto así, a Taira no le quedaba más que esperar sentado sobre el lomo de su presa recién cazada, disfrutando del espectáculo y aprovechando para juzgar cuán habilidosos eran sus compañeros de cacería...
De todos modos, ya era algo tarde para aquello; pues si había algo que Taira no soportaba, era tener que repetir algo dos veces. Y aquella no iba a ser una excepción.
Lentamente, fue levantando la mirada hacia su objetivo, que aún estaba suspendido en aquella especie de red en el aire. Cuando llegó a tener sus ojos ambarinos posados sobre su adversario, los detuvo por un momento; apenas un segundo antes de desaparecer…
El aire donde hacía unos instantes se encontraba el Hideyori vibraba ahora, mecido por la sorprendente velocidad con la que este había emprendido su acometida. Acometida que, por supuesto, aquel Menos inútil con aspecto de arácnido no llegaría a ver.
De hecho, lo próximo que percibiría sería cómo sus ocho patas de desprendían de su cuerpo, cercenadas inexplicablemente; y cómo caía inexorablemente sobre la plataforma de redes que le mantenía suspendido sobre el suelo, al tiempo que veía aparecer al Fracción de la Novena tras de él, devolviendo su mano izquierda al bolsillo y acabando de volver a envainar el wakizashi.
Tras ello, Taira se giró con una sonrisa sádica dibujada en los labios, entornando una mirada macabra hacia su presa ahora agonizante. A continuación, y tomando impulso sobre una plataforma espiritual convenientemente creada, se abalanzó con violencia sobre la cabeza de escarabajo del Menos, agarrándola con la mano derecha y aplastándola contra las redes espirituales sobre las que yacía su cuerpo lisiado.
y… “¡¡biiiiinngg, biiiiiiiiingg, biiiiiiiiiiiiiiiiiiing!!”
Tres pulsos de aplastante presión espiritual enfocada sobre la cabeza de su rival a través de su mano bastaron para hacerle caer inconsciente, casi inerte, sobre el suelo de piedra del bosque, desaparecidas las telarañas ante la pérdida de consciencia de su creador.
- Uno menos… - dijo Taira, casi resignado a la poca resistencia que le había supuesto aquel adjuchas. Creía poder esperar más de aquel otro contrincante sobre el que la compañera del 2º Fracción enfocaba ahora sus ataques. Al menos a aquel lo habían categorizado como Adjuchas. Incompleto, sí, pero un Adjuchas al fin y al cabo.
Y es que realmente ninguno de aquellos seres se encontraba en un nivel avanzado de evolución, quedando rezagados al concepto de Adjuchas como entidad hollow intermedia, y a la que muy pocos realmente habían logrado acceder. Sin embargo, quizás por esto Taira tenía especial interés por ellos. Al fin y al cabo, en toda evolución se van perdiendo capacidades interesantes…
Volviendo a la acción que nos atañe, Taira había descendido de nuevo a lo terrenal, finalizadas sus divinas maldades y maquinaciones. En su cabeza quedaba ya todo claro, planificado, y listo para sentencia.
Tomó de nuevo su particularmente dotado localizador de entre sus vestimentas, pulsando un pequeñísimo botón en el canto. No habiendo cambiado la frecuencia de emisión anteriormente utilizada, lo que pretendía ahora era mandar una pequeña señal acústica, que no vocal; al arrancar de las idas y venidas constantes.
No pensaba repetir su mensaje de una forma más explícita, por lo que aquel pequeño sonidito-“toque de atención” a Izuna sería todo lo que este tendría para interpretar que solicitaba su entrada en escena para hacer frente al último de los dos adversarios.
Adversario que, por cierto acababa de haber sido hecho presa de las cadenas cortantes de la tal Sora, fenómeno por el cual no pareció inmutarse. En su lugar, emitió una potente risa ronca, grave, como surgida del corazón de un roble milenario. Emitía tal risa una nota vibrante, poderosa, y cargada de reiatsu.
Justo en ese instante, el Menos pareció explotar en un cúmulo de enormes raíces, algunas de ellas de más de medio metro de diámetro, surgiendo estas de la totalidad del cuerpo del hollow a un ritmo de crecimiento desmesurado. Prácticamente todas ellas se hundieron al momento bajo tierra, preparadas para el próximo movimiento del arbóreo individuo, mas tres de ellas se separaron de la fuente de crecimiento y cayeron sobre e suelo pétreo.
Estas pronto cobraron vida propia, creciendo de ellas nuevas “articulaciones” y miembros, y convirtiéndose así en tres sujetos independientes, similares al inicial. Dos de ellos se arrojaron al instante sobre Carolyn, atacándola uno mediante una estocada desde el frente, y otro por medio de un tajo horizontal, por el flanco derecho de la arrancar.
Al tiempo que esto ocurría, el tercer “nuevo individuo” permanecía en su sitio, con las manos extendidas hacia el frente, cual hechicero que dirige su ataque. Y en efecto, las enormes raíces antes hundidas bajo tierra comenzaron a moverse velozmente a través del subsuelo:
Por una parte, decenas de ellas se cernieron sobre un área esférica de unos veinte metros bajo tierra, tratando de encerrar a la arrancar de las cadenas en una cárcel de raíces. Si el Menos no se equivocaba, su rival era capaz de fundirse con la tierra, lo cual no significaba que pudiera hacer lo propio con otros medios. Además, si esta intentaba cortar los gruesos tentáculos arbóreos, se encontraría con que estos se regeneraban y duplicaban a una velocidad pasmosa, impidiendo así toda huída mientras el Menos las siguiese controlando.
Por su parte, y alrededor de Lucian, una docena de raíces surgieron de la tierra; tratando todas ellas de alcanzar al Fracción desde todo ángulo predecible, y cubriendo las alturas desde los tres metros hasta la propia superficie terrestre. Era, sin lugar a dudas, un ataque difícil de esquivar, a menos que el arrancar hubiese sido capaz de predecir la embestida subterránea de algún modo, lo cual no dudamos.
Fuera como fuese, aquel combate se planteaba entretenido, pues no parecía que ninguno de los combatientes se fuera a cortar a la hora de divertirse con la pequeña carnicería. Siendo esto así, a Taira no le quedaba más que esperar sentado sobre el lomo de su presa recién cazada, disfrutando del espectáculo y aprovechando para juzgar cuán habilidosos eran sus compañeros de cacería...
Última edición por Hideyori Taira el Miér Ago 04, 2010 10:56 pm, editado 1 vez
Hideyori Taira- Desaparecido
- Post : 574
Edad : 32
Re: Blanco y en botella (II)
[[OFF ROL: Perdonad, se me había olvidado que me tocaba a mi ^^’]]
Lucian había ignorado el comentario de Carolyn, quizás es que pensaba que él solo se bastaba, pero en su lugar envió a Sora a atacar por él. Quizás era de la misma opinión de Carolyn y le molestaba tener que ensuciarse las manos por un simple vasto lord
Estaba interesada en el combate de Taira, quería ver sus habilidades pues nunca había escuchado sobre ellas. Y teniendo en cuenta la personalidad de Carolyn, siempre queriendo acercarse a los que albergan mas poder en Hueco Mundo, siempre le vendría saber con quien se junta.
Sora estaba entreteniendo al árbol, así que aprovecharía para echar una ojeada a Taira, el cual había desaparecido delante de su vista, era bastante rápido, el sitio donde hasta hace un segundo estaba ahora había quedado por una zona de vibración. Mientras el arácnido caía a la plataforma de redes sin patas. Taira envainó su wakizashi. ¿Había hecho eso sin mostrar ninguna habilidad?
Un sonido llamo de nuevo su atención al combate que estaba librándose delante de ella. Tres raíces habían adquirido la misma forma humanoide que el inicial. Dos de ellas atacaron a Carolyn, la estocada de frente logró esquivarla con un juego de pies, simplemente haciendo girar su cuerpo. El otro hizo un corte horizontal por la derecha, que logró pararla con la espada aun envainada.
Con su mano izquierda sostuvo la funda de la vaina, para contener el tajo del enemigo, mientras con la derecha desenfundaba la katana y golpeaba al enemigo que hace un momento intentó darle con una estocada. Sacó la espada del estomago de su victima para clavárselo al que aun seguía conteniendo su ataque.
Se desarrimó de ambos para soltar su poder hollow. Un eco sonar para que actuara de anticoagulante y que no pararan de sangrar. Era algo estúpido, puesto que eran arboles y no tendrían sangre, pero quizás serviría de algo aquel poder. Carolyn se abalanzó hacia el ultimo ataque que realizaría, por un momento se le cruzó el pensamiento de absorberles la sangre, pero seguramente que aquellas raíces carecerían de ello.
En mitad de la carrerilla Carolyn desapareció para colocarse detrás de aquellos árboles humanoides. Y con un movimiento rápido de muñeca cercenó las cabezas de sus enemigos.
- Dos menos ... de momento. – dijo, mirando al Adjuchas.
Se paro a mirar a su alrededor, ni rastro de Izuna, no el importaba mucho, pues era un simple arrancar, pero sin duda aquella forma de pensar y de actuar, aquellos modales, se podía percibir que no había nadie que le corrigiera aquello. Si estuviese en la sexta sección sin duda sería severamente castigado.
Se dirigió andando a paso lento hasta éste. Pensó en Sora, pobre desdichada, seguramente ahora estaría bajo sus pies, más bien pobre Lucian si se llegase a quedar sin ella. No quiso ayudarla, después de todo había rebajado su nivel a cooperar con él para acabar en aquel estado, para acabar siendo ignorada.
- Un adversario del cual es inmune a mi poder, sería un malgasto de energía el intentar matarte con mi resurrección.
Carolyn empuñó con firmeza su Zampakutoh y comenzó ha golpear en las heridas que había dejado Sora, su eco sonar habría llegado hasta el vasto lord y seguramente le estaba haciendo efecto. Aun así volvió ha realizarlo para conocer la situación a su alrededor sin tener que perder de vista al árbol.
[[OFF ROL: La resurrección de Carolyn no sirve si no hay sangre, se que dijiste que no los desmembráramos tan rápido, pero estoy segura que después de todo esto se levantarán, solo quería conseguir tiempo para ir al bicho más tocho]]
Lucian había ignorado el comentario de Carolyn, quizás es que pensaba que él solo se bastaba, pero en su lugar envió a Sora a atacar por él. Quizás era de la misma opinión de Carolyn y le molestaba tener que ensuciarse las manos por un simple vasto lord
Estaba interesada en el combate de Taira, quería ver sus habilidades pues nunca había escuchado sobre ellas. Y teniendo en cuenta la personalidad de Carolyn, siempre queriendo acercarse a los que albergan mas poder en Hueco Mundo, siempre le vendría saber con quien se junta.
Sora estaba entreteniendo al árbol, así que aprovecharía para echar una ojeada a Taira, el cual había desaparecido delante de su vista, era bastante rápido, el sitio donde hasta hace un segundo estaba ahora había quedado por una zona de vibración. Mientras el arácnido caía a la plataforma de redes sin patas. Taira envainó su wakizashi. ¿Había hecho eso sin mostrar ninguna habilidad?
Un sonido llamo de nuevo su atención al combate que estaba librándose delante de ella. Tres raíces habían adquirido la misma forma humanoide que el inicial. Dos de ellas atacaron a Carolyn, la estocada de frente logró esquivarla con un juego de pies, simplemente haciendo girar su cuerpo. El otro hizo un corte horizontal por la derecha, que logró pararla con la espada aun envainada.
Con su mano izquierda sostuvo la funda de la vaina, para contener el tajo del enemigo, mientras con la derecha desenfundaba la katana y golpeaba al enemigo que hace un momento intentó darle con una estocada. Sacó la espada del estomago de su victima para clavárselo al que aun seguía conteniendo su ataque.
Se desarrimó de ambos para soltar su poder hollow. Un eco sonar para que actuara de anticoagulante y que no pararan de sangrar. Era algo estúpido, puesto que eran arboles y no tendrían sangre, pero quizás serviría de algo aquel poder. Carolyn se abalanzó hacia el ultimo ataque que realizaría, por un momento se le cruzó el pensamiento de absorberles la sangre, pero seguramente que aquellas raíces carecerían de ello.
En mitad de la carrerilla Carolyn desapareció para colocarse detrás de aquellos árboles humanoides. Y con un movimiento rápido de muñeca cercenó las cabezas de sus enemigos.
- Dos menos ... de momento. – dijo, mirando al Adjuchas.
Se paro a mirar a su alrededor, ni rastro de Izuna, no el importaba mucho, pues era un simple arrancar, pero sin duda aquella forma de pensar y de actuar, aquellos modales, se podía percibir que no había nadie que le corrigiera aquello. Si estuviese en la sexta sección sin duda sería severamente castigado.
Se dirigió andando a paso lento hasta éste. Pensó en Sora, pobre desdichada, seguramente ahora estaría bajo sus pies, más bien pobre Lucian si se llegase a quedar sin ella. No quiso ayudarla, después de todo había rebajado su nivel a cooperar con él para acabar en aquel estado, para acabar siendo ignorada.
- Un adversario del cual es inmune a mi poder, sería un malgasto de energía el intentar matarte con mi resurrección.
Carolyn empuñó con firmeza su Zampakutoh y comenzó ha golpear en las heridas que había dejado Sora, su eco sonar habría llegado hasta el vasto lord y seguramente le estaba haciendo efecto. Aun así volvió ha realizarlo para conocer la situación a su alrededor sin tener que perder de vista al árbol.
[[OFF ROL: La resurrección de Carolyn no sirve si no hay sangre, se que dijiste que no los desmembráramos tan rápido, pero estoy segura que después de todo esto se levantarán, solo quería conseguir tiempo para ir al bicho más tocho]]
Carolyn- Desaparecido
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Edad : 35
Re: Blanco y en botella (II)
- Ya veo... - al parecer el potencial destructivo de Taira excedía con creces al de los adversarios a los cuales se estaba enfrentando el grupo, ello significaba que, por una parte no corrían peligro y por la otra que el éxito de la misión estaba asegurado, con todo ello ¿qué sentido tenía intervenir? Izuna había observado la técnica del adversario, su "resurrección" por llamarlo de alguna manera y no era nada impresionante... desde el punto de Izuna aquel ser era inmune a los ataques siempre y cuando estuviese en contacto con el suelo, no tenía sentido comprobar su hipótesis antes de lo previsto pues seguramente alguien, o Carolyn o Lucian, acabaría atacándole proporcionándole a Izuna la respuesta.
Por otro lado las raices parecían tener la capacidad de cobrar vida propia creando nuevos individuos, pero teniendo en cuenta la velocidad con la que Carolyn se deshacía de ellos eran presumiblemente débiles.
Observando que el propio Taira había terminado con su adversario Izuna caminó discretamente hacia él.
- Taira kun... agradezco sus esfuerzos por tratar de hacerme partícipe del combate, sin embargo, creo que ya se habrá dado cuenta de que el poder ofensivo de nuestros compañeros excede al poder de esa criatura, aún cuando sea capaz de regenerarse gracias a estar en contacto con el suelo, - el adversario estaba inconsciente, realmente aquel arrancar, la novena fracción, era peligroso, - sin duda alguna las cadenas de... ¿Shira, Shaara...? soy horrible para los nombres... bueno, esas cadenas destrozarán las raices impidiendo que salgan nuevos individuos y, si mi hipótesis es correcta y ese ser es capaz de regenerarse gracias a haberse mimetizado con el suelo, anularán por completo la capacidad de regeneración, luego estoy seguro de que Carolyn acabará gustosamente con el trabajo, ¿hay algo que usted haya visto y yo no?
Izuna se sentó sobre el cuerpo inconsciente del adversario al que Taira, tan eficientemente, había derrotado, Izuna estaba deliberadamente de espaldas al espectáculo mientras Taira observaba, esa privación visual le permitiría seguir el combate de una forma mucho más básica, mediante las energías espirituales de cada integrante y además le permitiría estudiar un par de hipótesis.
[DISCULPAD LAS MOLESTIAS, EN UNA SEMANA ENTREGO EL PROYECTO FINAL DE CARRERA.]
Por otro lado las raices parecían tener la capacidad de cobrar vida propia creando nuevos individuos, pero teniendo en cuenta la velocidad con la que Carolyn se deshacía de ellos eran presumiblemente débiles.
Observando que el propio Taira había terminado con su adversario Izuna caminó discretamente hacia él.
- Taira kun... agradezco sus esfuerzos por tratar de hacerme partícipe del combate, sin embargo, creo que ya se habrá dado cuenta de que el poder ofensivo de nuestros compañeros excede al poder de esa criatura, aún cuando sea capaz de regenerarse gracias a estar en contacto con el suelo, - el adversario estaba inconsciente, realmente aquel arrancar, la novena fracción, era peligroso, - sin duda alguna las cadenas de... ¿Shira, Shaara...? soy horrible para los nombres... bueno, esas cadenas destrozarán las raices impidiendo que salgan nuevos individuos y, si mi hipótesis es correcta y ese ser es capaz de regenerarse gracias a haberse mimetizado con el suelo, anularán por completo la capacidad de regeneración, luego estoy seguro de que Carolyn acabará gustosamente con el trabajo, ¿hay algo que usted haya visto y yo no?
Izuna se sentó sobre el cuerpo inconsciente del adversario al que Taira, tan eficientemente, había derrotado, Izuna estaba deliberadamente de espaldas al espectáculo mientras Taira observaba, esa privación visual le permitiría seguir el combate de una forma mucho más básica, mediante las energías espirituales de cada integrante y además le permitiría estudiar un par de hipótesis.
[DISCULPAD LAS MOLESTIAS, EN UNA SEMANA ENTREGO EL PROYECTO FINAL DE CARRERA.]
Invitado- Invitado
Re: Blanco y en botella (II)
Sora notó como sus cadenas se soltaban de su presa, algo había fallado. Trató de salir de la tierra cuando observó una multitud de raíces dirigiéndose en su dirección a gran velocidad. Las órdenes de Lucian habían sido claramente las de no dejarse atrapar. Intentó de huir hacia abajo pero las raíces la rodearon por dos frentes y poco a poco le comieron todo el terreno hasta dejarla encerrada en una prisión de madera. Quiso cortarla lanzando sus cadenas, pero contra más lo hacía más gruesas eran las raíces.
******************************
Lucian observo cómo dos raíces se transformaban en una copia del menos principal y atacaban a Carolyn, pero había algo que no entendía en todo esto. Para empezar Sora no había salido tras su ataque como estaba planeado, y ¿por que enviar las dos copias contra uno solo de sus contrincantes dejando a otro totalmente libre de poder atacarle? Esto solo podía significar una cosa, una trampa, quizás algo se aproximaba en su dirección, quizás lo mismo que ha impedido a Sora continuar con el plan.
-EstÚPiDa InÚTIL.
El cuerpo de Lucian desapareció y apareció a unos metros de distancia, justo para ver como unas enormes raíces salía del suelo justamente donde antes había estado situado.
Al parecer el plan de Lucian no había salido como él quería, Sora le había fallado y ahora tendría que hacer él el trabajo.
-MolDEA KArOna.
Tras decir esto el cuerpo de Lucian empezó a retorcerse, sus extremidades se alargaron, sus manos se convirtieron en garras mostrando unas uñas de una longitud considerable, todos sus dientes se transformaron en colmillos de gran tamaño, y su médula, que ahora sobresalía por encima de su piel, se alargó hasta formar una especie de cola. Lucian colocó sus manos sobre el suelo mientras clavaba sus uñas y corrió hacia el menos con toda la velocidad que podía. Tenía que penetrar en esa carcasa de madera que tenía. Si su teoría era correcta, en su interior debía de haber carne y una vez tuviera contacto con ella todo habría terminado.
Lucian giraba alrededor del menos buscando el mejor ángulo para atacarle, hasta que finalmente se abalanzó sobre la espalda del menos clavando sus uñas en su espalda y mordiendo su cuello desgarrando la corteza que le rodeaba.
******************************
Lucian observo cómo dos raíces se transformaban en una copia del menos principal y atacaban a Carolyn, pero había algo que no entendía en todo esto. Para empezar Sora no había salido tras su ataque como estaba planeado, y ¿por que enviar las dos copias contra uno solo de sus contrincantes dejando a otro totalmente libre de poder atacarle? Esto solo podía significar una cosa, una trampa, quizás algo se aproximaba en su dirección, quizás lo mismo que ha impedido a Sora continuar con el plan.
-EstÚPiDa InÚTIL.
El cuerpo de Lucian desapareció y apareció a unos metros de distancia, justo para ver como unas enormes raíces salía del suelo justamente donde antes había estado situado.
Al parecer el plan de Lucian no había salido como él quería, Sora le había fallado y ahora tendría que hacer él el trabajo.
-MolDEA KArOna.
Tras decir esto el cuerpo de Lucian empezó a retorcerse, sus extremidades se alargaron, sus manos se convirtieron en garras mostrando unas uñas de una longitud considerable, todos sus dientes se transformaron en colmillos de gran tamaño, y su médula, que ahora sobresalía por encima de su piel, se alargó hasta formar una especie de cola. Lucian colocó sus manos sobre el suelo mientras clavaba sus uñas y corrió hacia el menos con toda la velocidad que podía. Tenía que penetrar en esa carcasa de madera que tenía. Si su teoría era correcta, en su interior debía de haber carne y una vez tuviera contacto con ella todo habría terminado.
Lucian giraba alrededor del menos buscando el mejor ángulo para atacarle, hasta que finalmente se abalanzó sobre la espalda del menos clavando sus uñas en su espalda y mordiendo su cuello desgarrando la corteza que le rodeaba.
Lucian Mekhet- Desaparecido
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