Suspendido en la espera

La 4º Sección... bien podría haber sido cualquier otra, ya que el arquitecto no se habia molestado siquiera en poner un numerito o algún tipo de indicación por El Amanecer, del tipo "Usted esta aquí",el cual solía ser de una inestimable ayuda en casos como en el que se encontraba nuestro amigo. Todo esto sin duda se debía a que a algún lumbreras le gustaría la simetría y la homogeneidad, y por ello sin consideración ninguna, plasmó ese absurdo estilo en El Amanecer ; o al menos eso es lo que creía nuestro amigo que ya había pasado por el mismo sitio tres veces.
A pesar de llevar ya un tiempo como arrancar, los pasillos de esta peculiar edificación se le antojaban laberínticos,bueno, acordemos que en el camino a su sección se habá encontrado con numerosos grupos de féminas, lo cual le podría haber desviado de su rumbo inicial hasta tal punto de no saber donde estaba.

Se podría pensar que el aquí presente no se orientaba ni con una brújula,mapa y guía, pero en realidad todo consistía en una cuidada estrategia para poder observar detenidamente cada curva de las féminas con las que se cruzaba,y si por algún motivo le increpaban por su no muy noble comportamiento,respondería sin pudor alguno: "Perdona es que me he perdido,¿me podrías a compañar a...?" , y así salir del paso y proseguir con su "divertimento", o bien, gozar de un paseo junto a una musa de la sensualidad hasta sus aposentos.Y alli...,bueno ya se vería,por suerte, la improvisación era uno de sus fuertes.

Cierto es que también podría salir a realizar alguna misión,pero lo único que sabía es que "el jefe" se encontraba en una bonita ciudad de Europa realizando algún tipo de misión encubierta.Por tanto, no sería lógico acudir alli ; aunque fuese de mero espectador,palomitas incluidas por supuesto;sin una orden expresa del mismo o de algún superior, ya que podría poner en compromiso el cuidadoso plan del jefe,y eso sin duda, le conllevaría un castigo cuanto menos indeseable.

Así que tras perderse y encontrarse entre féminas una y otra vez al final llegó a sus aposentos en la 4º sección, esperando que un cuervo blanco, o un pepino de forma presuntuosa se le acercase con algún tipo de orden,comentario,sugerencia o aclaración...cualquier cosa le valía contra aquella inactividad que le estaba carcomiendo por dentro.

Por desgracia, en aquella ocasión, su femenina acompañante no se quedó a gozar de sus encantos...

Tac,tac,tac,tac , el ruido de unos tacones se acercaba a los aposentos de nuestro amigo el arrancar deambulante.Dedujo por el sonido que tendrían unos 10-20 cm, y esperaba que sobre ellos se alzase una gloriosa figura con la que deleitarse,y si por casualidad no entraba en sus aposentos,saldría él. Por suerte o desgracia para Reiko, esos tacones entraron en sus aposentos,pero de un modo un tanto violento que le asustaba y le ponía a hervir al mismo tiempo.

Dibujó su sonrisa patentada en su rostro al ver la monumental figura de aquella arrancar a la que el jefe llamaba "Pastelito" con asiduidad, y no le faltaba razón, pues convengamos que estaba para comérsela,pero parecía que esta vez traía un mensaje serio, o a saber,Reiko no era un experto leyendo intenciones aunque le pusiera un mínimo de empeño.

¡¿Qué haces aquí, Akagami?!. Tatsuya-sama combatiendo contra quién sabe cuantos shinigamis y tu haciendo el vago. Ya hablaremos de esto mas tarde con el Espada

Aaayy,si las miradas matasen...el ya habría muerto en ese instante dos veces simulténeamente, ya que aunque agresiva, la mano derecha del jefe no podía evitar derrochar sensualidad con cada gesto, y aquello sin duda estaba destrozando el corazon a nuestro amigo.
Aunque no debía mostrarse nervioso,ya que eso acabaría con su fama de impasible seductor ,que aunque pequeña,era algo de lo que estaba orgulloso.

Reiko estaba anonadado, bueno, mejor dicho, estaba inmerso en un mar de pensamientos sexuales mientras a la vez en algún lugar de su retorcido cerebro pensaba en lo que estaba diciendo aquella musa de la sensualidad. Pero "Pastelito" no había terminado...

¡¡Venga!!, ¡¡Vete!!

Reiko despertó de su particular visión,totalmente sexual por supuesto, y cerró los ojos a la vez que soltaba un suspiro mirando hacia abajo, tras lo que se levantó de su asiento y miró a la arrancar fijamente.

-Mmmm parece que debajo de toda esa sexualidad salvaje existe una arrancar responsable ehh? Debería cuidar mas mis labores como fracción,¿cierto?-comentaba retóricamente.

Comenzó a andar hacia la puerta, o más bien lo que quedaba de ella tras la doble liberación de hormonas que tuvo que soportar por parte de Pastelito. Cuando estaba llegando al umbral de la puerta,sin mover los pies, se giró hacia el objeto de todas las miradas de esa habitación.

-¿Quieres que te traiga un recuerdo?-comentaba sin borrar su sonrisa.

En realidad no esperaba respuesta,simplemente le permitiría deleitarse con la visión de Pastelito.Se recreó unos instantes observando las arrebatadoras curvas de aquella belleza, al fin y al cabo iba a pasar un tiempo sin verlas y pensar en ellas sin duda le motivaría en combate. Tras el escáner visual, porque al fin y al cabo el lector sabe que en el fondo era eso, salió de la habitación en dirección a cualquier lugar para abrir una garganta y presentarse ante su jefe.

-Europa ehh...¿como serán las mujeres en mmm...¿donde era? ¿Suiza? si, eso, Suiza. Bueno ya lo veré cuando llegue. Allá voy jefe-Pensaba para sí mientras no podía evitar ampliar la sonrisa que aún no había desaparecido.Al fin y al cabo hacía ya un tiempo que no se dejaba caer por el mundo humano.

Encontró un sitio apropiado, abrió una garganta y tras entrar él, se cerró.