Sacrificio

Despues de su conversación con Onime-san, Taiga puso rumbo a las salas de entrenamiento.
El paseo nocturno junto a la fresca brisa le ayudó para desprenderse del poco sueño que tenía.

-Sin sacrificios no hay recompensas... - Pensaba Taiga mientras paseaba.

A lo lejos ya se veía el destino de Taiga, las salas de entrenamiento.

-Buenas noches Karasuma-fukutaichô. ¿Sin poder dormir? -dijo el shinigami encargado de regular las salas.

-Así es. Necesito una sala para entrenar, y por favor, no quiero que nadie me interrumpa a no ser que sea una emergencia o un mensaje de cualquier capitan.

-Así será, ¿Querrá la sala de siempre?

Taiga asentó con la cabeza, acto seguido, aquel shinigami lo guió hasta la sala que normalmente usaba.

-¿Desea algo mas antes de retirarme?

-Ahora que lo dice... dejeme un comunicador por si el entrenamiento se complica.

-...ok...- dijo el shinigami con la cara de incredulidad y con cierto miedo.

Una vez tuvo el comunicador, Taiga entro en la sala de entrenamiento.

- Onime-san, ¿Empezamos?- Dijo Taiga con determinación.
Sin esperar respuesta, Taiga entró en su mundo interior.

De repente se encontró en aquella fria catedral de piedra, donde afuera; siempre habia tormenta.
Las pilas de agua bendita estaban llenas de sangre y las vidrieras se iluminaban con cada rayo que caia en el exterior. La tenue luz de unas lamparas de araña era lo unico que iluminaba aquella amplia capilla.
Onime no Tenshi se encontraba detras del altar, mirando a un crucifijo.
Aquello era especialmente grotesco, aquel Jesús crucificado lloraba sangre constantemente, la lanzada en el costado seguia sangrando al igual que las manos y los pies.

- He estado pensando mientras venias.- Dijo Onime no Tenshi mientras se giraba lentamente y ponia las manos en el altar. En el altar estaba Onime no Tenshi liberada en forma shikai.
- ¿Qué te parece que lo hagamos mas interesante?

Taiga al oir eso le recorrió por el cuerpo un escalofrío, pero estaba alli para conseguir lo que quería, el Bankai y su puesto de capitán, así que decididó asentó con la cabeza.

- ¿Por qué no?

- Pues si asi lo deseas, escucha atentamente pues lo repetiré solo una vez, lucharemos aquí los dos, si consigues herirme antes de que yo lo haga pagare el tributo de ambos...- Onime hizo una pequeña pausa....

- ¿Y si no lo consigo?- Preguntó Taiga inquieto.

- Si no lo consigues, seras tu el que lo pague. ¿De acuerdo?- Dijo Onime no Tenshi de forma tanjante.

- Me parece justo. Dijo Taiga desenvainando y poniendo la zampakutoh en paralelo a sus ojos.
-Okiro, Onime no Tenshi!- Empezó a pasar la mano desde la Tsuba a la punta de la hoja mientras esta liberaba su forma.

Una vez que tuvo liberada la zampakutoh, Taiga desaparecio de la vista y estaba ya al lado de Onime no Tenshi lanzando un corte al hombro de este. Onime no Tenshi, sin esforzarse demasiado empuñó su zampakutoh que estaba sobre el altar y deflecto ese ataque facilmente dejando a Taiga con la espalda al descubierto. Sorprendido, Taiga shumpeo a encima de uno de los bancos de la sala.

- Te has precipitado mucho, podrias haber perdido ya.- Dijo Onime sermoneando a Taiga.
- ¿Así quieres que te confie el bankai? No me has demostrado aun que seas digno de mi verdadera forma, te creia algo mas maduro en el combate.

- ¿Crees que he empezado en serio? Ese tajo era para ver si estabas al...-
No termino de hablar cuando Onime sonrió y desaparecio de la vista de Taiga, pero no del oido. Lo escuchaba como se acercaba por su espalda a gran velocidad. Taiga reaccionando rapido cogio la zampakutoh con la hoja hacia atras y girandose bloqueó a Onime no Tenshi. Con una sonrisa sadica, Onime volvio a desaparecer de su vista.

- Veo que vas poniendote en serio.

La voz de Onime venia desde el crucifijo, estaba subido en la punta de la cruz con la zampakutoh clavada entre sus pies y aplaudiendo.

- Esto se está alargando demasiado... -
Onime empuñó a una mano la zampakutoh y se lanzó de frente a Taiga. Este lo bloqueo de frente y mientras se miraban a los ojos Onime dijo...

- Ya eres mio...

De repente Taiga noto un corte en el costado. Sorprendido miro hacia abajo y se percató de que Onime no Tenshi portaba una segunda espada.

- Mierda, ¿Como he caido en ese truco?...

- Tu prepotencia te pudo, te confiastes al verme saltar empuñando a una mano la katana. Debes aprovechar las dos manos para algo mas que bloquear.

Taiga, cumpliendo con la apuesta, se dió un corte justamente a la misma altura en el otro costado.

- Ya he cumplido con mi parte. Ahora... ¡Empecemos de nuevo! Estoy decididó, ¡Hoy conseguiré controlar el bankai mas tiempo!

Dejando caer el haori sobre su hakama y pansandose el dedo indice por la herido del costado, Taiga empezo a liberar.

-[color=darkred] Bankai!

- Tenjou kara noritte, Jigoku kara nobotte, Inochi he Kaette, Onime no Tenshi![/b]- Dijo Taiga mientra dibujaba los kanjis de cielo e infierno en la hoja de Onime no Tenshi.

El tatuaje de la espalda de taiga empezo a brillar en rojo mientras su pelo y sus colmillos crecian. Del tatuaje de la espalda manaron dos grandes alas de plumas negras.

- Impresionante, en poco tiempo veo que has mejorado. Tu riatsu, velocidad y fuerza han aumentado considerablemente desde la ultima semana. Aun te faltan por aprender las tecnicas, asi que haya vamos.
Bankai!

Sin recitar nada mas, Onime no Tenshi empezaron a crecerle las dos mismas alas que a Taiga. Aun portaba la zampakutoh y la espada de sangre.

- Empecemos...

De repente, todo pasó muy rapido... sin darse apenas cuenta, Taiga estaba tirado en el suelo de la sala de entrenamiento.

- Aun es pronto joven Taiga...

Queriendose dar cuenta de lo que habia ocurrido, estaba sangrando demasiado, ademas de los dos cortes en los costados, parecía un colador.

Taiga, cogiendo el comunicador dijo:

- Necesito... asistencia del 4º... escuadron...

Habiendo terminado de decir esto, Taiga se desmayó por falta de sangre...

Para futuras ocasiones en sugerencias hay un post-it donde se indican los temas que han terminado.