Re: Las primeras luces del amanecer.

por **Pretov Ivanovich** Miér Oct 28, 2009 5:58 am

Ahí me encontraba, inerte frente al espada que más odiaba
hasta la actualidad, ahora el procedía a llamar la atención con preguntas poco relevantes
o que no eran de su incumbencia. Estaba aún en su prorroga cuando levanté la
mano en y me puse un dedo sobre los labios, le indiqué que guardara silencio,
quería escuchar que hablaba Marcus con la lobezna. Bajé rápidamente el brazo,
justo para evitar la mirada de Marcus, fugaz fue pero decisiva.

Entonces el gran arrancar se propuso a hablar, sabias y
melodiosas fueron sus palabras pero quizá sus pensamientos eran el doble de
importante. ¡OH! cuanto me hubiera gustado indagar en su mente y destruirla
desde adentro, no le tenía recelo ni nada parecido solo ansias de conocimiento.
Lastimosamente para su energía que se desperdiciaba en aquellas palabras, le dirigió
estas a nada más ni nada menos que el
4º, no me molestaba la mujer, si me molestó que le diera el trabajo de
justiciera, lo cual no le quedaba nada bien y tampoco a Kenzo.

Miré a los ojos, directo a Marcus, si no se supiese que era
mi jefe, en ese preciso instante se podría haber pensado que tenía planes de
matarlo, planes que al menos ahora no tenía y dudo que alguna vez los tenga en
consideración. Inmediatamente al mirarlo el me convocó en su directa presencia.

Caminé por el largo pasillo y le dirigí una mirada fugaz a
Kenzo con la plena intención de postergar nuestra conversación. En eso la única
espada femenina presente pasó a mi lado después de reverenciar ante Marcus, le
dirigí aunque no lo notase, una media sonrisa y luego de esta, lo sentí. Con mayor
emoción aún me arrodillé rápidamente y levanté mi bastón como cediéndoselo a mi
actual amo. Esto último significaba obediencia total y que mi vida estaba a su
entera disposición.

-Su honorable y servicial espada cumplirá los designios de
su amo cuando este desee, usted solo ordene, yo cumplo- pronuncié solemne.

por **Tatsuya Kenzo** Miér Oct 28, 2009 7:05 am

Deambulaba entre luciérnagas danzantes y fantasías sexuales mientras establecía sus movimientos en el asiento. Era claro que estar demasiado tiempo sentado le resultaba ciertamente poco cómodo, pero quizá fuera por sus tendencias a no usar ropa interior que amortiguara sus nalgas. La cuestión era que el tal Petrov parecía disponer de ciertas tendencias somnolientas que aburrían la temporalidad de la reunión con demasía.

Sin embargo un roce en los labios del Espada Nº2 mientras le dirigía una mirada locuaz le otorgó la información que necesitaba. ( A este le gusta mas una salchicha que hacerse el cojo... ), establecía en sus pensamientos, satisfecho por haber descubierto el secreto que tras aquellas lágrimas carmesí se ocultaban. Era obvio que alguien con sus tendencias sexuales en HM tuviera que llorar de esa manera, mas Kenzo estaba dispuesto a remediar aquella melancolía amorosa con algunas órdenes en su sección. ( Seguro que Pastelito conoce a alguien de su mismo "armario" ). Era irremediable, tratándose en las impotencias sexuales Kenzo hallaba su debilidad.

Sin embargo, todo este divague iba acompañado de las palabras secas pero a la vez juguetonas del mandamás de los mas-ca-pitos(seudónimo de la palabra "capo", del lunfardo mafioso) del lugar. Normalmente tenia la habilidad de estar en dos conversaciones a la vez sin ningún problema, dado que utilizaba distintos organismos para cada diálogo, o según decía Pastelito, "distintos cerebros". Mas la cosa era que en ese instante no cabía otra posibilidad que utilizar uno de los denominados "cerebros", y no hablamos precisamente del inferior. No obstante, el tema con algunas palabras identificadas al voleo se le hizo demasiado familiar, tanto que incluso le provocó un rasqueteo de cabeza. ( Arrancars?, Rayleigh?...será algo que habré comido hace poco? ), Oh! la duda le carcomía hasta los vigorosos testículos, cosa poco recomendable.

No fue gracias a la audacia o a su lucidez que llegó a la susodicha respuesta, sino por un acontecimiento extraño que se le recordó cual imagen antes de morir. - De eso mismo quería hablarte yo, jefazo. Me han informado de movimientos por parte de los shinigamis debido a sospechas relacionadas con los arrancars, algo que no pone cachondo ni a un ninfomano si concluimos en lo contraproducente que puede ser un encuentro de tal magnitud en estas circunstancias - Establecía de repente el Espada como si se le despertase la Industria neuronal en su cabeza. Estos derroches de palabras solían salirle cuando no pensaba demasiado lo que decía, sino que escupía frases como guanaco.

De todos modos ya todo estaba dicho, así que Kenzo no pudo sino soltar una sonrisa complaciente a su líder y marchar detrás de su ahora compañera de "aventuras". - Vamos gatita, hay que castigar a los niños - Mientras le seguía de cerca rozando, dirían todos, por casualidad las vestiduras de la susodicha con su mano. Les esperaba una paternalista labor ajusticiando chiquillos.

Oh!, se nos olvidaba contarles el famoso "acontecimiento extraño" que hizo recordar a Kenzo sobre la cuestión de la que hablaba Marcus. La cosa es simple, se encontraba en esas horas de la noche, bueno cuando uno duerme y se despierta, que la llamada del inodoro es mas fuerte que la de los párpados y estableces la compatibilidad de dormir mientras haces tus necesidades. La cosa es que no fue el bater donde sus desnudas nalgas se sentaron sino la ventana superior de la habitación. ¿Cómo pudo confundir una ventana con un bater Kenzo?, pues no creemos que ni él lo sepa. Ahí fue cuando apareció apresurada pastelito a informarle de los hechos y recriminarle el no haberle pedido papel higienico...

por **Marcus** Sáb Oct 31, 2009 5:25 pm

Ya se habían marchado ambos arrancars a la misión que les había encomendado Marcus, y la cual esperaba que la realizaran con la máxima eficacia y celeridad posible, ajustándose en todo momento a lo pedido por el ocupante de la sección 0.
De todas maneras, este tipo de misiones servía muy bien para calibrar que camino iban a tomar los arrancars en su servicio a el Amanecer. Si bien aprovecharse de su superioridad en pos de su orgullo y deseo personal o se ceñía a lo pedido, a acabar con todos los objetivos sin levantar sospechas ni recelos tal y como, esplícitamente les había pedido Marcus.

Pero eso sería objeto de revisión cuando volvieran, ahora tenía en mente otra causa.

Pretov se mantenía servicial enfrente suya y Marcus no pudo evitar dejar escapar una leve risita, que siempre le cruza el rostro cuando alguien ejecuta aquellas maneras de subordinación tan claras frente a él.

- Pretov, he sentido una presencia espiritual considerable cerca de aquí. - Habló con calma una vez hubo ejecutado otro reposicionamiento en su sitio, volviéndo a la recta posición con la que comandaba la reunión. - Su nivel es como mínimo el de una fracción, por lo que podría ser un buen aliado para un posible enfrentamiento o una necesaria defensa.

- Creo notar que la espada de la 8ª sección se encuentra allí, pero la intención no es la lucha, sino la diplomacia - Le relataba, mirando directamente al rostro de su interlocutor, definiéndole los parámetros que conocía y los que intuía, siendo estos últimos también casi seguro de certeza. - Así que es preferible que también te acerques allí, mejor si es en compañía de otro espada, y ejecutes tu cuidada y milimétrica palabrería para convencerla, y si no, como mínimo, traerla a mi presencia.

- ¿Te crees dispuesto a cumplir esta misión, Pretov? - Le preguntó finalmente, centrando su atención en el arrancar, viendo su reacción, a ver si la presión podía hacerle dar un paso en falso o salía resuelto y capaz de las dudas que podrían plantearse en Marcus.

por **Pretov Ivanovich** Dom Nov 01, 2009 1:28 pm

Al fin me quedé solo con el mandamás de Hueco Mundo, o al menos del Amanecer. El estaba ahí en frente mío y empezaba a modular cada palabra con una calma que inquietaba, se acomodaba en su asiento, perdiendo el tiempo como si él fuera el dueño de este, lo cual me irritaba.

Al fin me comunicó lo que le incomodaba o quizá no tanto pues su mente era intrincada, pero si quiera me permito pensar que le interesaba. Sin siquiera mirarlo y aún en la posición de servidumbre que me había impuesto de forma rígida, abrí los labios unas melódicas palabras salieron propagando el sonido de mi voz por toda la habitación.

-También la he sentido señor y sinceramente nos e que tanta relevancia pueda tener un o una arrancar con ese poder, teniendo mejores en el amanecer, no obstante si su eminencia encuentra necesario que alguien, además de la 8º espada, vaya a echar un vistazo, así será- Me levanté erguido y poniendo mi bastón firme en el suelo produciendo un sonido seco y que marcaba mi determinación –no se preocupe, nadie saldrá herido…lo suficiente…espero la diplomacia no falle- hice una reverencia entre cortada y dubitativa, me di media vuelta y empecé a caminar hacia la salida con sonidos de bastón retumbando en las baldosas tras mi paso y pensando en cuando dejaría de hacer mandados.

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